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Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
• LA CORTE SEELIE - CAPITULO 8 • (Parte 3)
Nicholas se detuvo a medio camino de la puerta, y se volvió hacia la reina.
—¿Qué queréis decir?
Ella alargó una mano para indicar a ____(tn).
—Una vez que nuestra comida o bebida cruza labios mortales, el mortal es nuestro. Sabes eso, cazador de sombras.
____(tn) estaba atónita.
—¡Pero yo no he bebido nada! —Se volvió hacia Nicholas—. Está mintiendo.
—Las hadas no mienten —afirmó; confusión y una naciente ansiedad se daban caza en su rostro mientras volvía a mirar a la reina—. Me temo que os equivocáis, señora.
—Mira sus dedos y dime si no se los ha lamido.
Simon e Isabelle la miraron boquiabiertos. ____(tn) se miró la mano.
—La sangre —explicó—. Uno de los gnomos me mordió el dedo… sangraba…
Recordó el sabor dulce de la sangre, mezclado con el zumo que tenía en el dedo. Aterrada, fue hacia la puerta de enredaderas, y se detuvo cuando lo que parecieron manos invisibles la empujaron de vuelta al interior de la habitación. Se volvió hacia Nicholas, horrorizada.
—Es cierto.
Nicholas tenía el rostro enrojecido.
—Supongo que debería haberme esperado un truco así —dijo Nicholas a la reina, sin rastro del anterior coqueteo—. ¿Por qué lo hacéis? ¿Qué queréis de nosotros?
La voz de la reina era suave como pelusa de araña.
—Quizá sólo sea curiosidad —respondió—. No sucede a menudo que tenga a cazadores de sombras jóvenes dentro de mi esfera de acción. Como nosotros, vosotros remontáis vuestra ascendencia a los cielos; eso me intriga.
—Pero a diferencia vuestra —replicó Nicholas—, no hay nada de infierno en nosotros.
—Sois mortales; envejecéis; morís —se burló la reina—. Si eso no es el infierno, te ruego me digas qué es.
—Si lo que queréis es estudiar a un cazador de sombras, no os seré de mucha utilidad —terció ____(tn); la mano le dolía allí donde el gnomo la había mordido, y reprimió el impulso de chillar o echarse a llorar—. No sé nada sobre cazar sombras. Apenas he empezado mi preparación. Habéis escogido a la persona equivocada.
«Sin lugar a dudas», añadió en silencio.
Por primera vez, la reina la miró directamente, y ____(tn) sintió deseos de retroceder.
—Lo cierto es, ____(tn) Morgenstern, que eres precisamente la persona correcta. —Sus ojos centellearon al advertir la inquietud de la muchacha—. Gracias a los cambios que tu padre realizó en ti, no te pareces a ningún otro cazador de sombras. Tus dones son distintos.
—¿Mis dones? —____(tn) estaba perpleja.
—El tuyo es el don de palabras que no pueden pronunciarse —le dijo la reina—, y el de tu hermano es el don del propio Ángel. Vuestro padre se aseguró de ello cuando tu hermano era un niño y antes de que tú nacieras siquiera.
—Mi padre jamás me dio nada —declaró ____(tn)—. Ni siquiera me dio un nombre.
Nicholas parecía tan perplejo como ____(tn).
—Si bien los seres mágicos no mienten —dijo el chico—, se les puede mentir. Creo que habéis sido víctima de un truco o una broma, mi señora. No hay nada especial en mí o en mi hermana.
—Con qué destreza quitas importancia a tus encantos —replicó la reina con una carcajada—. Aunque debes de saber que no perteneces a la clase corriente de muchacho humano, Jonathan…
Pasó la mirada de ____(tn) a Nicholas y a Isabelle —que cerró la boca que había mantenido abierta de par en par—, y volvió a mirar a Nicholas.
—¿Es posible que no lo sepas? —murmuró.
—Sé que no dejaré a mi hermana en vuestra corte —contestó Nicholas—, y puesto que no hay nada que averiguar ni de ella ni de mí, ¿quizá nos haríais el favor de liberarla? —prosiguió con voz cortés y fría como el agua, aunque sus ojos dijeron:
«¿Ahora que ya os habéis divertido?»
La sonrisa de la reina fue amplia y terrible.
—¿Y si os dijera que puede ser liberada mediante un beso?
—¿Queréis que Nicholas me bese? —inquirió ____(tn), perpleja.
La reina soltó una carcajada, e inmediatamente, los cortesanos copiaron su alborozo. Las carcajadas fueron una singular e inhumana mezcla de risotadas, chillidos y cloqueos, como los agudos alaridos de animales que sufren.
—A pesar de los encantos del joven —repuso la reina—, ese beso no liberaría a la muchacha.
Los cuatro se miraron entre sí, sobresaltados.
—Podría besar a Meliorn —sugirió Isabelle.
—No. A nadie de mi corte.
Meliorn se apartó de Isabelle, que miró a sus compañeros y alzó las manos.
—No pienso besar a ninguno de los tres —declaró ____(tn) con firmeza—. Que quede claro.
—Ni falta que hace —dijo Simon—. Si un beso es todo…
Fue hacia ____(tn) que estaba paralizada por la sorpresa. Cuando la tomó por los codos, ésta tuvo que contener el impulso de apartarle de un empujón. No es que no hubiese besado a Simon antes, pero ésa hubiera sido una situación muy peculiar, incluso si ella se sintiera cómoda besándole, que no era el caso. Y sin embargo era la respuesta lógica, ¿no? Sin ser capaz de evitarlo, dirigió una veloz mirada por encima del hombro a Nicholas y le vio poner mala cara.
—No —dijo la reina, en una voz que era como el tintineo del cristal—. Tampoco es el beso que quiero.
Isabelle puso los ojos en blanco.
—Ah, por el Ángel. Mirad, si no hay otro modo de salir de aquí, besaré a Simon. Lo he hecho antes, no es tan malo.
—Gracias —dijo éste—. Resulta de lo más halagador.
—Es una lástima —respondió la reina de la corte seelie, y su expresión estaba cargada de una especie de cruel placer, que hizo que ____(tn) se preguntase si lo que deseaba no era tanto un beso como contemplarles a todos presas del desasosiego—, pero me temo que ese tampoco servirá.
—Bueno, pues yo no voy a besar al mundano —indicó Nicholas—. Preferiría quedarme aquí abajo y pudrirme.
—¿Para siempre? —dijo Simon—. Para siempre es una barbaridad de tiempo.
Nicholas enarcó las cejas.
—Lo sabía —repuso—. Quieres besarme, ¿verdad?
Simon alzó las manos con exasperación.
—Claro que no. Pero si…
—Imagino que es cierto lo que dicen —observó Nicholas—. No hay heterosexuales en las trincheras.
—Es ateos, imbécil —exclamó Simon, enfurecido—. No hay ateos en las trincheras.
—Aunque todo esto es muy gracioso —intervino la reina con frialdad, inclinándose hacia adelante—, el beso que liberará a la muchacha es el beso que más desea. —El placer cruel presente en su rostro y su voz se habían intensificado, y las palabras parecieron clavarse en los oídos de ____(tn) como agujas—. Únicamente ése y nada más.
Simon tenía la misma expresión que si la mujer le hubiese pegado. ____(tn) quiso tenderle la mano, pero se quedó paralizada, demasiado horrorizada para moverse.
—¿Por qué hacéis esto? —exigió Nicholas.
—Yo más bien creía que te hacía un favor.
Nicholas enrojeció, pero no dijo nada. Evitó mirar a ____(tn).
—Eso es ridículo —indicó Simon—. Son hermanos.
La reina se encogió de hombros con una delicada elevación.
—El deseo no siempre se ve reducido por la repugnancia. Ni tampoco se puede conferir, como un favor, a aquellos que más lo merecen. Y puesto que mis palabras obligan a mi magia, de ese modo podréis saber la verdad. Si ella no desea su beso, no será libre.
Simon dijo algo, enfadado, pero ____(tn) no le oyó: los oídos le zumbaban como si tuviera un enjambre de abejas enfurecidas dentro de la cabeza. Simon la miró, con expresión furiosa.
—No tienes que hacerlo, ____(tn), es un truco… —dijo.
—Un truco no —aseguró Nicholas—. Una prueba.
—Bueno, yo no sé tú, Simon —intervino Isabelle en un tono impaciente—, pero a mí me gustaría sacar a ____(tn) de aquí.
—Como si tú fueras a besar a Alec —replicó él—, sólo porque la reina de la corte seelie te lo pidiera.
—Claro que lo haría —parecía molesta—. Si la otra opción fuese quedarme atrapada en la corte seelie para siempre. ¿A quién le importa, de todos modos? Es sólo un beso.
—Es cierto. —Era Nicholas. ____(tn) le vio, por el rabillo del ojo, mientras iba hacia ella y le ponía una mano sobre el hombro para hacerla volverse de cara a él—. No es más que un beso —repitió el muchacho, y aunque el tono era áspero, las manos eran inexplicablemente delicadas.
____(tn) dejó que la moviera y alzó la mirada hacia él. Los ojos de Nicholas estaban muy oscuros, tal vez porque había poca luz en la corte, tal vez por otro motivo. ____(tn) vio su reflejo en ambas pupilas dilatadas, una imagen diminuta de sí misma dentro de los ojos de Nicholas.
—Puedes cerrar los ojos y pensar en Inglaterra, si quieres —sugirió Nicholas.
—Nunca he estado en Inglaterra —repuso ella, pero bajó los párpados.
Sintió la húmeda pesadez de las propias ropas, frías y picantes contra la piel; el empalagoso aire dulce de la cueva, más frío aún, y el peso de las manos de Nicholas sobre los hombros, lo único que resultaba cálido. Y entonces él la besó.
____(tn) notó la caricia de sus labios, leve al principio, y luego los suyos se abrieron automáticamente bajo la presión. Casi contra su voluntad sintió que se tornaba dúctil, estirándose hacia arriba para rodearle el cuello con los brazos tal y como un girasol busca la luz. Los brazos de Nicholas se deslizaron a su alrededor, las manos anudándose a sus cabellos, y el beso dejó de ser delicado y se convirtió en fiero, todo en un único momento como la chispa convirtiéndose en llama. ____(tn) oyó un sonido parecido a un suspiro extendiéndose raudo por la corte como una ola, en torno a ella. Pero no significó nada, se perdió en el violento discurrir de la sangre por sus venas, en la mareante sensación de ingravidez del cuerpo.
Las manos de Nicholas se apartaron de sus cabellos y le resbalaron por la espalda; sintió la fuerte presión de las palmas del muchacho contra los omóplatos… y a continuación él se apartó, soltándose con suavidad, retirando las manos de la joven de su cabello y retrocediendo. Por un momento, ____(tn) pensó que iba a caer; sintió como si le hubiesen arrancado algo esencial, un brazo o una pierna, y se quedó mirando a Nicholas con confuso asombro; ¿qué sentía él?, ¿no sentía nada? No creía que pudiera soportar que él no sintiera nada.
Él le devolvió la mirada, y cuando la muchacha vio la expresión de su rostro, reconoció los ojos que había visto en Renwick, cuando él había contemplado cómo el Portal que le separaba de su hogar se rompía en mil pedazos. Él le sostuvo la mirada por una fracción de segundo, luego apartó los ojos de ella mientras los músculos de su garganta se movían. Tenía los puños pegados a los costados.
—¿Ha sido eso lo bastante bueno? —inquirió, volviendo la cabeza para mirar a la reina y a los cortesanos situados tras ella—. ¿Os ha divertido?
La reina tenía una mano sobre la boca, medio ocultando una sonrisa.
—Mucho —respondió—. Pero no creo que tanto como a vosotros dos.
—Adivino —replicó Nicholas— que las emociones mortales os divierten porque carecéis de propias.
La sonrisa desapareció del rostro de la mujer.
—Cálmate, Nicholas —dijo Isabelle, y se volvió hacia ____(tn)—. ¿Puedes marchar ahora? ¿Eres libre?
____(tn) fue hacia la puerta y no le sorprendió no hallar ninguna resistencia que le cerrara el paso. Se quedó de pie con la mano entre las enredaderas y volvió la cabeza hacia Simon. Éste la miraba fijamente como si no la hubiese visto nunca antes.
—Deberíamos irnos —dijo ____(tn)—. Antes de que sea demasiado tarde.
—Ya es demasiado tarde —repuso él.
Meliorn los condujo fuera de la corte seelie y los llevó de vuelta al parque, todo ello sin decir una sola palabra. ____(tn) pensó que la espalda del hada parecía rígida y desaprobadora. El hada les abandonó en cuanto hubieron dejado el estanque, sin siquiera despedirse de Isabelle, y desapareció en el interior del reflejo tembloroso de la luna.
Isabelle le contempló marcharse con un rictus.
—Todo ha terminado —soltó.
Nicholas emitió un sonido parecido a una carcajada ahogada y se levantó el cuello mojado de la chaqueta. Todos tiritaban. La noche era fría olía como a tierra, plantas y urbe humana; a ____(tn) casi le pareció que podía olfatear el hierro en el aire. El anillo urbano que rodeaba el parque chisporroteaba lleno de luces intensas: azul hielo, verde relajante, rojo violento, y el estanque lamía en silencio las orillas sucias. El reflejo de la luna se había trasladado al extremo opuesto y temblaba allí como si les tuviera miedo.
—Será mejor que regresemos. —Isabelle se arrebujó más en su abrigo, todavía mojado—. Antes de que muramos congelados.
—Tardaremos una eternidad en regresar a Brooklyn —comentó ____(tn)—. Quizá deberíamos tomar un taxi.
—O simplemente podríamos ir al Instituto —sugirió Isabelle que, al ver la expresión de Nicholas, añadió rápidamente—: No hay nadie allí de todos modos; están todos en la Ciudad de Hueso, buscando pistas. Sólo tardaremos un segundo en pasar por allí y coger ropa seca. Además, el Instituto todavía es tu hogar, Nicholas.
—Perfecto —accedió Nicholas, ante la evidente sorpresa de la joven—. De todos modos hay algo que necesito de mi habitación.
____(tn) vaciló.
—Yo no sé qué hacer. Podría tomar un taxi con Simon.
Quizá si pasaban un rato juntos ella podría explicarle lo que había sucedido en la corte seelie, y que no era lo que él pensaba.
Nicholas, que había estado examinando su reloj por si el agua lo había dañado, la miró, enarcando las cejas.
—Eso podría ser un poco difícil —replicó—, puesto que él ya se ha ido.
—Él ¿qué?
____(tn) giró en redondo y se quedó atónita. Simon se había ido; los tres estaban solos junto al estanque. Corrió un corto trecho colina arriba y gritó su nombre. A lo lejos, consiguió verle, alejándose con zancadas decididas por el sendero de cemento que conducía a la salida del parque y a la avenida. Volvió a llamarle, pero él no se inmutó.
—¿Qué queréis decir?
Ella alargó una mano para indicar a ____(tn).
—Una vez que nuestra comida o bebida cruza labios mortales, el mortal es nuestro. Sabes eso, cazador de sombras.
____(tn) estaba atónita.
—¡Pero yo no he bebido nada! —Se volvió hacia Nicholas—. Está mintiendo.
—Las hadas no mienten —afirmó; confusión y una naciente ansiedad se daban caza en su rostro mientras volvía a mirar a la reina—. Me temo que os equivocáis, señora.
—Mira sus dedos y dime si no se los ha lamido.
Simon e Isabelle la miraron boquiabiertos. ____(tn) se miró la mano.
—La sangre —explicó—. Uno de los gnomos me mordió el dedo… sangraba…
Recordó el sabor dulce de la sangre, mezclado con el zumo que tenía en el dedo. Aterrada, fue hacia la puerta de enredaderas, y se detuvo cuando lo que parecieron manos invisibles la empujaron de vuelta al interior de la habitación. Se volvió hacia Nicholas, horrorizada.
—Es cierto.
Nicholas tenía el rostro enrojecido.
—Supongo que debería haberme esperado un truco así —dijo Nicholas a la reina, sin rastro del anterior coqueteo—. ¿Por qué lo hacéis? ¿Qué queréis de nosotros?
La voz de la reina era suave como pelusa de araña.
—Quizá sólo sea curiosidad —respondió—. No sucede a menudo que tenga a cazadores de sombras jóvenes dentro de mi esfera de acción. Como nosotros, vosotros remontáis vuestra ascendencia a los cielos; eso me intriga.
—Pero a diferencia vuestra —replicó Nicholas—, no hay nada de infierno en nosotros.
—Sois mortales; envejecéis; morís —se burló la reina—. Si eso no es el infierno, te ruego me digas qué es.
—Si lo que queréis es estudiar a un cazador de sombras, no os seré de mucha utilidad —terció ____(tn); la mano le dolía allí donde el gnomo la había mordido, y reprimió el impulso de chillar o echarse a llorar—. No sé nada sobre cazar sombras. Apenas he empezado mi preparación. Habéis escogido a la persona equivocada.
«Sin lugar a dudas», añadió en silencio.
Por primera vez, la reina la miró directamente, y ____(tn) sintió deseos de retroceder.
—Lo cierto es, ____(tn) Morgenstern, que eres precisamente la persona correcta. —Sus ojos centellearon al advertir la inquietud de la muchacha—. Gracias a los cambios que tu padre realizó en ti, no te pareces a ningún otro cazador de sombras. Tus dones son distintos.
—¿Mis dones? —____(tn) estaba perpleja.
—El tuyo es el don de palabras que no pueden pronunciarse —le dijo la reina—, y el de tu hermano es el don del propio Ángel. Vuestro padre se aseguró de ello cuando tu hermano era un niño y antes de que tú nacieras siquiera.
—Mi padre jamás me dio nada —declaró ____(tn)—. Ni siquiera me dio un nombre.
Nicholas parecía tan perplejo como ____(tn).
—Si bien los seres mágicos no mienten —dijo el chico—, se les puede mentir. Creo que habéis sido víctima de un truco o una broma, mi señora. No hay nada especial en mí o en mi hermana.
—Con qué destreza quitas importancia a tus encantos —replicó la reina con una carcajada—. Aunque debes de saber que no perteneces a la clase corriente de muchacho humano, Jonathan…
Pasó la mirada de ____(tn) a Nicholas y a Isabelle —que cerró la boca que había mantenido abierta de par en par—, y volvió a mirar a Nicholas.
—¿Es posible que no lo sepas? —murmuró.
—Sé que no dejaré a mi hermana en vuestra corte —contestó Nicholas—, y puesto que no hay nada que averiguar ni de ella ni de mí, ¿quizá nos haríais el favor de liberarla? —prosiguió con voz cortés y fría como el agua, aunque sus ojos dijeron:
«¿Ahora que ya os habéis divertido?»
La sonrisa de la reina fue amplia y terrible.
—¿Y si os dijera que puede ser liberada mediante un beso?
—¿Queréis que Nicholas me bese? —inquirió ____(tn), perpleja.
La reina soltó una carcajada, e inmediatamente, los cortesanos copiaron su alborozo. Las carcajadas fueron una singular e inhumana mezcla de risotadas, chillidos y cloqueos, como los agudos alaridos de animales que sufren.
—A pesar de los encantos del joven —repuso la reina—, ese beso no liberaría a la muchacha.
Los cuatro se miraron entre sí, sobresaltados.
—Podría besar a Meliorn —sugirió Isabelle.
—No. A nadie de mi corte.
Meliorn se apartó de Isabelle, que miró a sus compañeros y alzó las manos.
—No pienso besar a ninguno de los tres —declaró ____(tn) con firmeza—. Que quede claro.
—Ni falta que hace —dijo Simon—. Si un beso es todo…
Fue hacia ____(tn) que estaba paralizada por la sorpresa. Cuando la tomó por los codos, ésta tuvo que contener el impulso de apartarle de un empujón. No es que no hubiese besado a Simon antes, pero ésa hubiera sido una situación muy peculiar, incluso si ella se sintiera cómoda besándole, que no era el caso. Y sin embargo era la respuesta lógica, ¿no? Sin ser capaz de evitarlo, dirigió una veloz mirada por encima del hombro a Nicholas y le vio poner mala cara.
—No —dijo la reina, en una voz que era como el tintineo del cristal—. Tampoco es el beso que quiero.
Isabelle puso los ojos en blanco.
—Ah, por el Ángel. Mirad, si no hay otro modo de salir de aquí, besaré a Simon. Lo he hecho antes, no es tan malo.
—Gracias —dijo éste—. Resulta de lo más halagador.
—Es una lástima —respondió la reina de la corte seelie, y su expresión estaba cargada de una especie de cruel placer, que hizo que ____(tn) se preguntase si lo que deseaba no era tanto un beso como contemplarles a todos presas del desasosiego—, pero me temo que ese tampoco servirá.
—Bueno, pues yo no voy a besar al mundano —indicó Nicholas—. Preferiría quedarme aquí abajo y pudrirme.
—¿Para siempre? —dijo Simon—. Para siempre es una barbaridad de tiempo.
Nicholas enarcó las cejas.
—Lo sabía —repuso—. Quieres besarme, ¿verdad?
Simon alzó las manos con exasperación.
—Claro que no. Pero si…
—Imagino que es cierto lo que dicen —observó Nicholas—. No hay heterosexuales en las trincheras.
—Es ateos, imbécil —exclamó Simon, enfurecido—. No hay ateos en las trincheras.
—Aunque todo esto es muy gracioso —intervino la reina con frialdad, inclinándose hacia adelante—, el beso que liberará a la muchacha es el beso que más desea. —El placer cruel presente en su rostro y su voz se habían intensificado, y las palabras parecieron clavarse en los oídos de ____(tn) como agujas—. Únicamente ése y nada más.
Simon tenía la misma expresión que si la mujer le hubiese pegado. ____(tn) quiso tenderle la mano, pero se quedó paralizada, demasiado horrorizada para moverse.
—¿Por qué hacéis esto? —exigió Nicholas.
—Yo más bien creía que te hacía un favor.
Nicholas enrojeció, pero no dijo nada. Evitó mirar a ____(tn).
—Eso es ridículo —indicó Simon—. Son hermanos.
La reina se encogió de hombros con una delicada elevación.
—El deseo no siempre se ve reducido por la repugnancia. Ni tampoco se puede conferir, como un favor, a aquellos que más lo merecen. Y puesto que mis palabras obligan a mi magia, de ese modo podréis saber la verdad. Si ella no desea su beso, no será libre.
Simon dijo algo, enfadado, pero ____(tn) no le oyó: los oídos le zumbaban como si tuviera un enjambre de abejas enfurecidas dentro de la cabeza. Simon la miró, con expresión furiosa.
—No tienes que hacerlo, ____(tn), es un truco… —dijo.
—Un truco no —aseguró Nicholas—. Una prueba.
—Bueno, yo no sé tú, Simon —intervino Isabelle en un tono impaciente—, pero a mí me gustaría sacar a ____(tn) de aquí.
—Como si tú fueras a besar a Alec —replicó él—, sólo porque la reina de la corte seelie te lo pidiera.
—Claro que lo haría —parecía molesta—. Si la otra opción fuese quedarme atrapada en la corte seelie para siempre. ¿A quién le importa, de todos modos? Es sólo un beso.
—Es cierto. —Era Nicholas. ____(tn) le vio, por el rabillo del ojo, mientras iba hacia ella y le ponía una mano sobre el hombro para hacerla volverse de cara a él—. No es más que un beso —repitió el muchacho, y aunque el tono era áspero, las manos eran inexplicablemente delicadas.
____(tn) dejó que la moviera y alzó la mirada hacia él. Los ojos de Nicholas estaban muy oscuros, tal vez porque había poca luz en la corte, tal vez por otro motivo. ____(tn) vio su reflejo en ambas pupilas dilatadas, una imagen diminuta de sí misma dentro de los ojos de Nicholas.
—Puedes cerrar los ojos y pensar en Inglaterra, si quieres —sugirió Nicholas.
—Nunca he estado en Inglaterra —repuso ella, pero bajó los párpados.
Sintió la húmeda pesadez de las propias ropas, frías y picantes contra la piel; el empalagoso aire dulce de la cueva, más frío aún, y el peso de las manos de Nicholas sobre los hombros, lo único que resultaba cálido. Y entonces él la besó.
____(tn) notó la caricia de sus labios, leve al principio, y luego los suyos se abrieron automáticamente bajo la presión. Casi contra su voluntad sintió que se tornaba dúctil, estirándose hacia arriba para rodearle el cuello con los brazos tal y como un girasol busca la luz. Los brazos de Nicholas se deslizaron a su alrededor, las manos anudándose a sus cabellos, y el beso dejó de ser delicado y se convirtió en fiero, todo en un único momento como la chispa convirtiéndose en llama. ____(tn) oyó un sonido parecido a un suspiro extendiéndose raudo por la corte como una ola, en torno a ella. Pero no significó nada, se perdió en el violento discurrir de la sangre por sus venas, en la mareante sensación de ingravidez del cuerpo.
Las manos de Nicholas se apartaron de sus cabellos y le resbalaron por la espalda; sintió la fuerte presión de las palmas del muchacho contra los omóplatos… y a continuación él se apartó, soltándose con suavidad, retirando las manos de la joven de su cabello y retrocediendo. Por un momento, ____(tn) pensó que iba a caer; sintió como si le hubiesen arrancado algo esencial, un brazo o una pierna, y se quedó mirando a Nicholas con confuso asombro; ¿qué sentía él?, ¿no sentía nada? No creía que pudiera soportar que él no sintiera nada.
Él le devolvió la mirada, y cuando la muchacha vio la expresión de su rostro, reconoció los ojos que había visto en Renwick, cuando él había contemplado cómo el Portal que le separaba de su hogar se rompía en mil pedazos. Él le sostuvo la mirada por una fracción de segundo, luego apartó los ojos de ella mientras los músculos de su garganta se movían. Tenía los puños pegados a los costados.
—¿Ha sido eso lo bastante bueno? —inquirió, volviendo la cabeza para mirar a la reina y a los cortesanos situados tras ella—. ¿Os ha divertido?
La reina tenía una mano sobre la boca, medio ocultando una sonrisa.
—Mucho —respondió—. Pero no creo que tanto como a vosotros dos.
—Adivino —replicó Nicholas— que las emociones mortales os divierten porque carecéis de propias.
La sonrisa desapareció del rostro de la mujer.
—Cálmate, Nicholas —dijo Isabelle, y se volvió hacia ____(tn)—. ¿Puedes marchar ahora? ¿Eres libre?
____(tn) fue hacia la puerta y no le sorprendió no hallar ninguna resistencia que le cerrara el paso. Se quedó de pie con la mano entre las enredaderas y volvió la cabeza hacia Simon. Éste la miraba fijamente como si no la hubiese visto nunca antes.
—Deberíamos irnos —dijo ____(tn)—. Antes de que sea demasiado tarde.
—Ya es demasiado tarde —repuso él.
Meliorn los condujo fuera de la corte seelie y los llevó de vuelta al parque, todo ello sin decir una sola palabra. ____(tn) pensó que la espalda del hada parecía rígida y desaprobadora. El hada les abandonó en cuanto hubieron dejado el estanque, sin siquiera despedirse de Isabelle, y desapareció en el interior del reflejo tembloroso de la luna.
Isabelle le contempló marcharse con un rictus.
—Todo ha terminado —soltó.
Nicholas emitió un sonido parecido a una carcajada ahogada y se levantó el cuello mojado de la chaqueta. Todos tiritaban. La noche era fría olía como a tierra, plantas y urbe humana; a ____(tn) casi le pareció que podía olfatear el hierro en el aire. El anillo urbano que rodeaba el parque chisporroteaba lleno de luces intensas: azul hielo, verde relajante, rojo violento, y el estanque lamía en silencio las orillas sucias. El reflejo de la luna se había trasladado al extremo opuesto y temblaba allí como si les tuviera miedo.
—Será mejor que regresemos. —Isabelle se arrebujó más en su abrigo, todavía mojado—. Antes de que muramos congelados.
—Tardaremos una eternidad en regresar a Brooklyn —comentó ____(tn)—. Quizá deberíamos tomar un taxi.
—O simplemente podríamos ir al Instituto —sugirió Isabelle que, al ver la expresión de Nicholas, añadió rápidamente—: No hay nadie allí de todos modos; están todos en la Ciudad de Hueso, buscando pistas. Sólo tardaremos un segundo en pasar por allí y coger ropa seca. Además, el Instituto todavía es tu hogar, Nicholas.
—Perfecto —accedió Nicholas, ante la evidente sorpresa de la joven—. De todos modos hay algo que necesito de mi habitación.
____(tn) vaciló.
—Yo no sé qué hacer. Podría tomar un taxi con Simon.
Quizá si pasaban un rato juntos ella podría explicarle lo que había sucedido en la corte seelie, y que no era lo que él pensaba.
Nicholas, que había estado examinando su reloj por si el agua lo había dañado, la miró, enarcando las cejas.
—Eso podría ser un poco difícil —replicó—, puesto que él ya se ha ido.
—Él ¿qué?
____(tn) giró en redondo y se quedó atónita. Simon se había ido; los tres estaban solos junto al estanque. Corrió un corto trecho colina arriba y gritó su nombre. A lo lejos, consiguió verle, alejándose con zancadas decididas por el sendero de cemento que conducía a la salida del parque y a la avenida. Volvió a llamarle, pero él no se inmutó.
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Que tal! (?
Pobres de los chicos! todo por lo que
tienen que pasar! :x :sad:
& Simón! que huyo!
Bueno les adelanto que los próximos
capitulo van a estar FUERTES!
:wut: :wut:
Can't wait! :)
Por cierto ahora somos #TeamAntiValentine Okey! ;)
JAJJAJAJ
Las leo más tarde! ;)
Lu wH!;]*
X
Que tal! (?
Pobres de los chicos! todo por lo que
tienen que pasar! :x :sad:
& Simón! que huyo!
Bueno les adelanto que los próximos
capitulo van a estar FUERTES!
:wut: :wut:
Can't wait! :)
Por cierto ahora somos #TeamAntiValentine Okey! ;)
JAJJAJAJ
Las leo más tarde! ;)
Lu wH!;]*
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
bueno esta bien ya no voy a ser tan mala con Simon :roll:
Aunque me encanto el beso de Nicholas y la rayiz!!! :P
Me hubiera gustado ver la cara de Simon :twisted:
Y se fue enojado!! :fiu:
Y claro que somos AntiValentine Y un poco AntiSimon :P
Siguela!!
Aunque me encanto el beso de Nicholas y la rayiz!!! :P
Me hubiera gustado ver la cara de Simon :twisted:
Y se fue enojado!! :fiu:
Y claro que somos AntiValentine Y un poco AntiSimon :P
Siguela!!
aranzhitha
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
omj OMJ OMJ OMJ ahhhhhhh
Muero ame el CAP hahaha ok es ya que OMJ
Lo se es raro pero en verdad la rayis y Nick no piden
Negar que se quieren y no es un amor de hermanos
Rayis no se sí me entiendas hahaha :s
Y ohh!! Rayos sentí feo por Simón pero....
Esta bien si dices que no es malo después de todo,
Pero ahhhh es difícil que caiga bien hehehe
Y por supuesto fielmente #TeamAntiValentine
:D :D :D
Siguelaaaaaaaa y con fuertes te refieres a...???
OMJ plis siguelaaaaaaaaaa
Muero ame el CAP hahaha ok es ya que OMJ
Lo se es raro pero en verdad la rayis y Nick no piden
Negar que se quieren y no es un amor de hermanos
Rayis no se sí me entiendas hahaha :s
Y ohh!! Rayos sentí feo por Simón pero....
Esta bien si dices que no es malo después de todo,
Pero ahhhh es difícil que caiga bien hehehe
Y por supuesto fielmente #TeamAntiValentine
:D :D :D
Siguelaaaaaaaa y con fuertes te refieres a...???
OMJ plis siguelaaaaaaaaaa
Karli Jonas
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
BUENOO ESO SIII QUE ES UN MISTERIOOO!!!
CUAL ES EL DON DE ____ Y DE NICK???
QUE HIZO VALENTINE?? CON ELLOS??
AAAAII POBRE DE SIMON... PERO ESQUE LA HADAS SI QUE TIENEN COMO PONERLE COMPLICADO A LOS DEMAAAASSS
BUENOO ESO SIII QUE ES UN MISTERIOOO!!!
CUAL ES EL DON DE ____ Y DE NICK???
QUE HIZO VALENTINE?? CON ELLOS??
AAAAII POBRE DE SIMON... PERO ESQUE LA HADAS SI QUE TIENEN COMO PONERLE COMPLICADO A LOS DEMAAAASSS
chelis
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
aranzhitha escribió:bueno esta bien ya no voy a ser tan mala con Simon :roll:
Aunque me encanto el beso de Nicholas y la rayiz!!! :P
Me hubiera gustado ver la cara de Simon :twisted:
Y se fue enojado!! :fiu:
Y claro que somos AntiValentine Y un poco AntiSimon :P
Siguela!!
JAJAJAJAJA Me da gusto que dejemos un poco en paz a Simón! xD
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Lo sé! Es que ellos están destinados a estar juntos!
& nada ni nadie los va a separar! :(L):
No tienes ni idea que va a pasar con el pobre de Simón!
u.u
#TeamAntiValentine
Ya la sigo! ;)
X
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Lo sé! Es que ellos están destinados a estar juntos!
& nada ni nadie los va a separar! :(L):
No tienes ni idea que va a pasar con el pobre de Simón!
u.u
#TeamAntiValentine
Ya la sigo! ;)
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
Karli Jonas escribió:omj OMJ OMJ OMJ ahhhhhhh
Muero ame el CAP hahaha ok es ya que OMJ
Lo se es raro pero en verdad la rayis y Nick no piden
Negar que se quieren y no es un amor de hermanos
Rayis no se sí me entiendas hahaha :s
Y ohh!! Rayos sentí feo por Simón pero....
Esta bien si dices que no es malo después de todo,
Pero ahhhh es difícil que caiga bien hehehe
Y por supuesto fielmente #TeamAntiValentine
:D :D :D
Siguelaaaaaaaa y con fuertes te refieres a...???
OMJ plis siguelaaaaaaaaaa
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Lo sé!
que truma todo no! :$
Es que ellos saben que se quieren de manera distinta! :(L): :fiu:
Pobre de Simón, ya verás que le sucede! :$
#TeamAntiValentine
Ya la sigo! ;)
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
chelis escribió: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
BUENOO ESO SIII QUE ES UN MISTERIOOO!!!
CUAL ES EL DON DE ____ Y DE NICK???
QUE HIZO VALENTINE?? CON ELLOS??
AAAAII POBRE DE SIMON... PERO ESQUE LA HADAS SI QUE TIENEN COMO PONERLE COMPLICADO A LOS DEMAAAASSS
Lo sé todo es misterio en esta nove!
JAJAJAJJA
Bueno eso después lo vas a averiguar! ;)
Ya la sigo! ;)
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
• Y LA MUERTE NO TENDRÁ DOMINIO - CAPITULO 9 • (Parte 1)
Isabelle había dicho la verdad: el Instituto estaba totalmente desierto. Casi por completo, al menos. Max dormía sobre el sofá rojo del vestíbulo cuando entraron. Tenía las gafas ligeramente torcidas y era evidente que no había tenido la intención de dormirse: había un libro que se le había resbalado abierto en el suelo y los pies, calzados con zapatillas de lona, le colgaban por encima del borde del sofá en una posición probablemente incómoda.
Inmediatamente, ____(tn) se sintió conmovida. Le recordó a Simon a la edad de nueve o diez años, todo gafas, parpadeos torpes y, sobre todo, orejas.
—Max es como un gato. Puede dormir en cualquier parte.
Nicholas alargó la mano, le retiró las gafas del rostro y las depositó sobre una mesita baja de marquetería situada a poca distancia. Había una expresión en el rostro que ____(tn) no había visto nunca antes; una feroz ternura protectora, que la sorprendió.
—Vamos, deja sus cosas tranquilas… sólo conseguirás embarrarlas —le riñó Isabelle enojada, mientras se desabotonaba el abrigo mojado.
El vestido se le había pegado al largo torso, y el agua oscurecía el grueso cinturón de cuero que le rodeaba la cintura. El brillo del látigo enrollado era visible justo allí donde el mango sobresalía del borde del cinturón. La muchacha tenía una expresión molesta.
—Noto que me voy a resfriar —anunció—. Voy a darme una ducha caliente.
Nicholas la contempló desaparecer por el pasillo con una especie de reacia admiración.
—En ocasiones me recuerda al poema. «Isabelle, Isabelle, no se inquietó. Isabelle no chilló ni correteó…»
—¿Nunca tienes ganas de chillar? —le preguntó ____(tn).
—A veces. —Nicholas se quitó la chaqueta mojada y la dejó en el colgador junto al abrigo de Isabelle—. Tiene razón sobre lo de la ducha caliente. Desde luego me iría muy bien.
—Yo no tengo nada para cambiarme —dijo ____(tn), deseando repentinamente tener unos instantes para sí misma; sus dedos ansiaban marcar el número de Simon en el móvil, averiguar si estaba bien—. Os esperaré aquí.
—No seas idiota. Te prestaré una camiseta.
Los vaqueros del muchacho estaban empapados y le colgaban bajos sobre los huesos de las caderas, mostrando la franja de pálida piel tatuada entre el tejido vaquero y el borde de la camiseta.
____(tn) desvió la mirada.
—No creo…
—Vamos. —El tono de Nicholas era firme—. De todos modos hay algo que quiero mostrarte.
Disimuladamente, ____(tn) comprobó la pantalla de su teléfono mientras seguía a Nicholas por el pasillo hasta su habitación. Simon no había intentando llamar. Le pareció como si cristalizara hielo dentro de su pecho. Hasta hacía dos semanas, Simon y ella llevaban años sin pelearse. Ahora, él parecía estar furioso con ella todo el tiempo.
La habitación de Nicholas estaba exactamente como ____(tn) la recordaba: limpia como una patena y vacía como la celda de un monje. No había nada en la habitación que contara nada sobre Nicholas: no había pósters en las paredes, no había libros amontonados en la mesilla de noche. Incluso el edredón sobre la cama era totalmente blanco.
El muchacho fue a la cómoda y sacó una camiseta azul de manga larga de un cajón. Se la tiró a ____(tn).
—Ésa se encogió al lavarla —explicó—. Probablemente te vendrá grande de todos modos, pero… —Se encogió de hombros—. Voy a darme una ducha. Chilla si necesitas algo.
Ella asintió, sosteniendo la camiseta sobre el pecho como si fuera un escudo. Él pareció estar a punto de decir algo más, pero se lo pensó mejor; con otro encogimiento de hombros, desapareció en el cuarto de baño, cerrando la puerta con firmeza tras él.
____(tn) se dejó caer sobre la mesa, con la camiseta sobre el regazo, y sacó el teléfono del bolsillo. Marcó el número de Simon. Tras cuatro timbrazos, saltó el buzón de voz. «Hola, estás hablando con Simon. O bien estoy lejos del teléfono o te estoy evitando. Déjame un mensaje y…»
—¿Qué haces?
Nicholas estaba en la puerta del cuarto de baño. El agua corría sonoramente detrás de él en la ducha y el cuarto estaba medio lleno de vapor. El muchacho no llevaba camiseta e iba descalzó; los vaqueros mojados descansaban bajos sobre las caderas, mostrando las profundas hendiduras sobre los huesos, como si alguien hubiese presionado los dedos sobre la piel allí.
____(tn) cerró el teléfono de golpe y lo dejó caer sobre la cama.
—Nada. Mirando la hora.
—Hay un reloj junto a la cama —indicó Nicholas—. Llamabas al mundano, ¿verdad?
—Se llama Simon. —____(tn) hizo una bola con la camiseta de Nicholas—. Y no tienes por qué portarte como un cabrón con él todo el tiempo. Os ha echado una mano más de una vez.
Los ojos de Nicholas estaban entornados, pensativos. El cuarto de baño se llenaba rápidamente de vapor, haciendo que se le rizaran más los cabellos.
—Y ahora te sientes culpable porque ha salido huyendo —afirmó Nicholas—. Yo no me molestaría en llamarle. Estoy seguro de que te está evitando.
____(tn) no intentó disimular la cólera de su voz.
—¿Y tú lo sabes porque como sois tan íntimos…?
—Lo sé porque vi la expresión de su rostro antes de que se largara —respondió Nicholas—. Tú no. No le estabas mirando. Pero yo sí.
____(tn) se apartó los cabellos, todavía empapados, de los ojos. La ropa la escocía allí donde se le pegaba a la piel, y sospechaba que olía igual que el fondo de un estanque. Pero no podía dejar de ver el rostro de Simon cuando la había mirado en la corte seelie… como si la odiase.
—Es culpa tuya —exclamó de improviso, mientras la ira se le acumulaba en el corazón—. No deberías haberme besado de ese modo.
Él había estado apoyado contra el marco de la puerta, pero rápidamente se irguió muy tieso.
—¿Cómo debería haberte besado? ¿Te gusta de otra manera?
—No. —Las manos le temblaban sobre el regazo. Las tenía frías y blancas, arrugadas por el agua. Entrelazó los dedos para detener el temblor—. Simplemente no quiero que me beses.
—A mi no me pareció que tuviésemos mucho donde elegir.
—¡Eso es lo que no comprendo! —estalló ____(tn)—. ¿Por qué te hizo besarme? La reina, quiero decir. ¿Por qué obligarnos a hacer… eso? ¿Qué placer puede haber sacado?
—Ya oíste lo que dijo la reina. Pensó que me estaba haciendo un favor.
—Eso no es cierto.
—Sí lo es. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Los seres mágicos no mienten.
____(tn) pensó en lo que Nicholas había dicho en casa de Magnus. «Descubrirán qué es lo que más deseas en el mundo y te lo darán… con una sorpresa inesperada oculta que hará que lamentes haberlo deseado.»
—Pues entonces se equivocaba.
—No se equivocaba. —El tono de Nicholas era amargo—. Vio cómo yo te miraba, y tú a mí, y Simon a ti, y nos pulsó como los instrumentos que somos para ella.
—Yo no te miro —susurró ____(tn).
—¿Qué?
—He dicho que yo no te miro. —Separó las manos, que había tenido entrelazadas sobre el regazo; había marcas rojas donde los dedos se habían sujetado unos a otros—. Al menos intento no hacerlo.
Los ojos del muchacho estaban entrecerrados, con apenas un destello dorado dejándose ver a través de las pestañas, y ____(tn) recordó la primera vez que lo había visto y cómo le habían recordado a un león, dorado y mortífero.
—¿Por qué?
—¿Por qué crees? —Las palabras fueron apenas un susurro.
—Entonces, ¿por qué? —La voz del muchacho temblaba—. ¿Por qué todo esto con Simon, por qué sigues apartándome, no me dejas estar cerca de ti…?
—Porque es imposible —contestó ella, y la última palabra surgió como una especie de gemido, a pesar de sus esfuerzos por mantener el control—. ¡Lo sabes tan bien como yo!
—Porque eres mi hermana —repuso Nicholas.
Ella asintió sin hablar.
—Posiblemente —siguió Nicholas—. ¿Y por eso has decidido que tu viejo amigo Simon resulta una buena distracción?
—No es eso —respondió ella—. Quiero a Simon.
—Como quieres a Luke —replicó Nicholas—. Y de la misma forma que quieres a tu madre.
—No. —La voz de la muchacha era tan fría y afilada como un carámbano—. No me digas lo que siento.
Un pequeño músculo dio un tirón en la comisura de la boca de Nicholas.
—No te creo.
____(tn) se puso en pie. No podía mirarle a los ojos, así que fijó la mirada en la delgada cicatriz en forma de estrella del hombro derecho del muchacho, un recuerdo de alguna vieja herida. «Esta vida de cicatrices y matanzas —había dicho Hodge en una ocasión—. No formas parte de ella.»
—Nicholas —dijo—. ¿Por qué me haces esto?
—Porque me estás mintiendo. Y porque te estás mintiendo a ti misma.
Los ojos de Nicholas llameaban, y a pesar de que él tenía las manos metidas en los bolsillos, ____(tn) pudo ver que apretaba los puños con fuerza.
Algo dentro de ____(tn) se rompió, y las palabras salieron en tropel.
—¿Y qué quieres que te diga? ¿La verdad? ¡La verdad es que quiero a Simon como debería quererte a ti, y desearía que él fuese mi hermano y tú no lo fueses, pero no puedo hacer nada al respecto y tampoco puedes tú! ¿O es que tienes alguna idea, puesto que eres tan condenadamente listo?
Nicholas inspiró con fuerza, y ____(tn) comprendió que él jamás había esperado que ella le dijera lo que acababa de decir, ni en un millón de años. La expresión del rostro de Nicholas lo dejaba bien claro.
____(tn) hizo un esfuerzo por recuperar la serenidad.
—Nicholas, lo siento, no era mi intención…
—No. No lo sientes. No lo sientas.
Avanzó hacia ella, casi tropezándose con sus propios pies; Nicholas, que jamás daba un traspié con nada, que jamás efectuaba un movimiento desgarbado. Las manos del joven se alzaron para sostenerle el rostro. ____(tn) sintió la calidez de las yemas de los dedos, a milímetros de su piel; supo que debería apartarse, pero se quedó paralizada, con la mirada clavada en él.
—No lo comprendes —farfulló Nicholas, y la voz le tembló—, nunca he sentido algo así por nadie. No creía que pudiera. Pensaba… por el modo en que crecí… mi padre…
—Amar es destruir —repuso ella como aturdida—. Lo recuerdo bien.
—Pensaba que parte de mi corazón estaba roto —continuó él, y había una expresión en su rostro como si le sorprendiera oírse decir tales palabras, decir «mi corazón»—. Para siempre. Pero tú…
—Nicholas. No. —Alzó las manos y cubrió la mano del joven con la suya, doblando sus dedos dentro de los suyos—. No conduce a nada.
—Eso no es cierto. —Había desesperación en su voz—. Si los dos sentimos lo mismo…
—No importa lo que sintamos. No hay nada que podamos hacer. —Oyó su voz como si hablara una desconocida: distante, abatida—. ¿Adónde iríamos para estar juntos? ¿Cómo podríamos vivir?
—Podríamos mantenerlo en secreto.
—La gente lo descubriría. Y yo no quiero mentir a mi familia, ¿lo quieres tú?
La respuesta de Nicholas fue amarga.
—¿Qué familia? Los Lightwood me odian de todos modos.
—No, no es cierto. Y yo jamás podría decírselo a Luke. Y mi madre, y si despierta, ¿qué le diríamos? Esto, lo que queremos, resultaría inaceptable para todos aquellos que nos importan…
—¿Inaceptable? —Nicholas dejó caer las manos del rostro de ____(tn) como si ella le hubiese apartado de un empujón; parecía anonadado—. Lo que sentimos… lo que yo siento… ¿te resulta inadmisible?
Ella contuvo la respiración ante la mirada en su rostro.
—A lo mejor —dijo en un susurro—. No lo sé.
—Entonces deberías haber dicho eso desde un principio.
—Nicholas…
Pero se había alejado de ella, con la expresión cerrada con llave igual que una puerta. Resultaba difícil creer que la hubiese mirado nunca de otro modo.
—Entonces, lamento haber dicho nada. —La voz era distante, formal—. No volveré a besarte. Puedes contar con eso.
El corazón de ____(tn) dio una lenta voltereta inútil mientras él se apartaba de ella, sacaba una toalla de lo alto de la cómoda y volvía al cuarto de baño.
—Pero… Nicholas, ¿qué haces?
—Acabar de ducharme. Y si has hecho que me quede sin agua caliente, me enfadaré mucho.
Entró en el baño y cerró la puerta de una patada a su espalda.
____(tn) se desplomó en la cama y clavó la mirada en el techo. Estaba tan vacío como lo había estado la expresión de Nicholas antes de darle la espalda. Se volvió y advirtió que estaba encima de la camiseta azul. Incluso olía como él, a jabón y a humo, y al aroma cúprico de la sangre. Enroscándosela alrededor de ella como una vez cuando era muy pequeña había hecho con su manta favorita, cerró los ojos.
En el sueño, contemplaba agua reluciente, extendida bajo ella como un espejo interminable que reflejaba el cielo nocturno. Y como un espejo, era sólida y dura, y ella podía andar por encima. Anduvo, oliendo el aire nocturno, las hojas húmedas y el olor de la ciudad, que centelleaba a lo lejos como un castillo de hadas cubierto de luces; y por donde andaba, grietas en forma de telaraña se abrían a partir de sus pasos y astillas de cristal chapoteaban igual que agua.
El cielo empezó a brillar. Estaba iluminado por puntos llameantes, como cabezas de cerillas encendidas. Entonces cayeron, como una lluvia de carbones ardientes procedentes del cielo, y ella se encogió asustada, alzando los brazos. Uno cayó justo frente a ella, una hoguera precipitándose a toda velocidad, pero cuando golpeó el suelo se convirtió en un muchacho: era Nicholas, todo él oro llameante con sus ojos dorados y cabellos dorados; unas alas de oro blanco le brotaron de la espalda, más ancha y más densamente cubiertas de plumas de las de cualquier ave.
Él sonrió como un gato y señaló detrás de ella, y ____(tn) volvió la cabeza y vio que un muchacho de cabellos oscuros —¿era Simon?— estaba de pie allí, y también de su espalda se extendían unas alas con plumas negras como la medianoche, y cada pluma tenía sangre en la punta.
____(tn) despertó respirando entrecortadamente, con las manos cerradas sobre la camiseta de Nicholas. La habitación estaba oscura, la única luz que se percibía penetraba desde la estrecha ventana situada junto a la cama. Se incorporó. Sentía la cabeza pesada y le dolía la nuca. Escudriñó la habitación lentamente y dio un brinco cuando un puntito de luz resplandeciente, como los ojos de un gato en la oscuridad, brilló ante ella.
Nicholas estaba sentado en un sillón junto a la cama. Llevaba vaqueros y un suéter gris, y su cabello parecía casi seco. Sostenía algo en la mano que brillaba como metal. ¿Una arma? ____(tn) no podía imaginar contra qué podría estarse protegiendo allí en el Instituto.
—¿Has dormido bien?
Ella asintió. Sentía la boca pastosa.
—¿Por qué no me has despertado?
—Pensé que te iría bien el descanso. Además, dormías como un tronco. Incluso babeabas — añadió—. Sobre mi camiseta.
____(tn) se llevó rápidamente la mano a la boca.
—Lo siento.
—No se ve a menudo a alguien babeando —comentó Nicholas—. Especialmente con un abandono tan total. Con la boca bien abierta y todo eso.
—Vamos, cállate. —Palpó a su alrededor por entre las mantas hasta localizar su teléfono y volvió a mirarlo, aunque sabía lo que diría. «No hay llamadas»—. Son las tres de la madrugada —advirtió con desaliento—. ¿Crees que Simon está bien?
—Creo que es un tipo raro, en realidad —dijo Nicholas—. Aunque eso poco tiene que ver con la hora.
____(tn) se metió el teléfono en el bolsillo de los vaqueros.
—Voy a cambiarme.
El cuarto de baño blanco de Nicholas no era mayor que el de Isabelle, aunque estaba considerablemente más ordenado. No había una gran variación entre las habitaciones del Instituto, se dijo ____(tn), mientras cerraba la puerta, pero al menos existía intimidad. Se despojó de la camiseta húmeda y la colgó en el toallero, luego se echó agua a la cara y se pasó un peine por los cabellos desordenadamente ensortijados.
La camiseta de Nicholas era demasiado grande para ella, pero el tejido resultaba suave en contacto con la piel. Se dobló las mangas y volvió al dormitorio, donde encontró a Nicholas sentado exactamente donde lo había estado antes, contemplando fijamente el objeto centelleante que tenía en las manos. La muchacha se inclinó sobre el respaldo del sillón.
—¿Qué es eso?
En lugar de responder, él le dio la vuelta para que ella pudiera verlo bien. Era un pedazo irregular de espejo roto, pero en lugar de reflejar su propio rostro, contenía una imagen de hierba verde, cielo azul y negras ramas desnudas de árboles.
—No sabía que lo hubieses guardado —dijo ella—. Un pedazo del Portal.
—Es por lo que quería venir aquí —repuso él—. Para coger esto.— Nostalgia y aversión se mezclaban en la voz—. No dejo de pensar que tal vez vea a mi madre en un reflejo. Que averiguaré qué trama.
—Pero él no está ahí, ¿verdad? Pensaba que estaba en alguna parte aquí. En la ciudad.
Nicholas negó con la cabeza.
—Magnus le ha estado buscando y no lo cree.
—¿Magnus le ha estado buscando? No lo sabía. Cómo…
—Si Magnus llegó a ser Gran Brujo es por algo. Su poder se extiende por toda la ciudad y más allá. Puede percibir lo que hay allí fuera, hasta cierto punto.
____(tn) lanzó un resoplido.
—¿Puede percibir alteraciones en la Fuerza?
Nicholas la miró con cara de pocos amigos.
—No bromeo. Después de que mataran a aquel brujo en TriBeCa empezó a tomar cartas en el asunto. Cuando fui a alojarme con él me pidió algo de mi padre para facilitarle el rastreo. Le di el anillo de los Morgenstern. Dijo que me avisaría si percibía a Valentine en algún lugar de la ciudad, pero hasta el momento no lo ha hecho.
—Quizás lo que quería era tu anillo —aventuró ____(tn)—. Lo cierto es que lleva una barbaridad de joyas.
—Por mí puede quedárselo. —La mano de Nicholas se cerró con más fuerza alrededor del trozo de espejo que sujetaba; ____(tn) advirtió con alarma cómo le salía la sangre alrededor de los irregulares bordes desde los puntos donde se le clavaban en la carne—. No tiene ningún valor para mí.
Inmediatamente, ____(tn) se sintió conmovida. Le recordó a Simon a la edad de nueve o diez años, todo gafas, parpadeos torpes y, sobre todo, orejas.
—Max es como un gato. Puede dormir en cualquier parte.
Nicholas alargó la mano, le retiró las gafas del rostro y las depositó sobre una mesita baja de marquetería situada a poca distancia. Había una expresión en el rostro que ____(tn) no había visto nunca antes; una feroz ternura protectora, que la sorprendió.
—Vamos, deja sus cosas tranquilas… sólo conseguirás embarrarlas —le riñó Isabelle enojada, mientras se desabotonaba el abrigo mojado.
El vestido se le había pegado al largo torso, y el agua oscurecía el grueso cinturón de cuero que le rodeaba la cintura. El brillo del látigo enrollado era visible justo allí donde el mango sobresalía del borde del cinturón. La muchacha tenía una expresión molesta.
—Noto que me voy a resfriar —anunció—. Voy a darme una ducha caliente.
Nicholas la contempló desaparecer por el pasillo con una especie de reacia admiración.
—En ocasiones me recuerda al poema. «Isabelle, Isabelle, no se inquietó. Isabelle no chilló ni correteó…»
—¿Nunca tienes ganas de chillar? —le preguntó ____(tn).
—A veces. —Nicholas se quitó la chaqueta mojada y la dejó en el colgador junto al abrigo de Isabelle—. Tiene razón sobre lo de la ducha caliente. Desde luego me iría muy bien.
—Yo no tengo nada para cambiarme —dijo ____(tn), deseando repentinamente tener unos instantes para sí misma; sus dedos ansiaban marcar el número de Simon en el móvil, averiguar si estaba bien—. Os esperaré aquí.
—No seas idiota. Te prestaré una camiseta.
Los vaqueros del muchacho estaban empapados y le colgaban bajos sobre los huesos de las caderas, mostrando la franja de pálida piel tatuada entre el tejido vaquero y el borde de la camiseta.
____(tn) desvió la mirada.
—No creo…
—Vamos. —El tono de Nicholas era firme—. De todos modos hay algo que quiero mostrarte.
Disimuladamente, ____(tn) comprobó la pantalla de su teléfono mientras seguía a Nicholas por el pasillo hasta su habitación. Simon no había intentando llamar. Le pareció como si cristalizara hielo dentro de su pecho. Hasta hacía dos semanas, Simon y ella llevaban años sin pelearse. Ahora, él parecía estar furioso con ella todo el tiempo.
La habitación de Nicholas estaba exactamente como ____(tn) la recordaba: limpia como una patena y vacía como la celda de un monje. No había nada en la habitación que contara nada sobre Nicholas: no había pósters en las paredes, no había libros amontonados en la mesilla de noche. Incluso el edredón sobre la cama era totalmente blanco.
El muchacho fue a la cómoda y sacó una camiseta azul de manga larga de un cajón. Se la tiró a ____(tn).
—Ésa se encogió al lavarla —explicó—. Probablemente te vendrá grande de todos modos, pero… —Se encogió de hombros—. Voy a darme una ducha. Chilla si necesitas algo.
Ella asintió, sosteniendo la camiseta sobre el pecho como si fuera un escudo. Él pareció estar a punto de decir algo más, pero se lo pensó mejor; con otro encogimiento de hombros, desapareció en el cuarto de baño, cerrando la puerta con firmeza tras él.
____(tn) se dejó caer sobre la mesa, con la camiseta sobre el regazo, y sacó el teléfono del bolsillo. Marcó el número de Simon. Tras cuatro timbrazos, saltó el buzón de voz. «Hola, estás hablando con Simon. O bien estoy lejos del teléfono o te estoy evitando. Déjame un mensaje y…»
—¿Qué haces?
Nicholas estaba en la puerta del cuarto de baño. El agua corría sonoramente detrás de él en la ducha y el cuarto estaba medio lleno de vapor. El muchacho no llevaba camiseta e iba descalzó; los vaqueros mojados descansaban bajos sobre las caderas, mostrando las profundas hendiduras sobre los huesos, como si alguien hubiese presionado los dedos sobre la piel allí.
____(tn) cerró el teléfono de golpe y lo dejó caer sobre la cama.
—Nada. Mirando la hora.
—Hay un reloj junto a la cama —indicó Nicholas—. Llamabas al mundano, ¿verdad?
—Se llama Simon. —____(tn) hizo una bola con la camiseta de Nicholas—. Y no tienes por qué portarte como un cabrón con él todo el tiempo. Os ha echado una mano más de una vez.
Los ojos de Nicholas estaban entornados, pensativos. El cuarto de baño se llenaba rápidamente de vapor, haciendo que se le rizaran más los cabellos.
—Y ahora te sientes culpable porque ha salido huyendo —afirmó Nicholas—. Yo no me molestaría en llamarle. Estoy seguro de que te está evitando.
____(tn) no intentó disimular la cólera de su voz.
—¿Y tú lo sabes porque como sois tan íntimos…?
—Lo sé porque vi la expresión de su rostro antes de que se largara —respondió Nicholas—. Tú no. No le estabas mirando. Pero yo sí.
____(tn) se apartó los cabellos, todavía empapados, de los ojos. La ropa la escocía allí donde se le pegaba a la piel, y sospechaba que olía igual que el fondo de un estanque. Pero no podía dejar de ver el rostro de Simon cuando la había mirado en la corte seelie… como si la odiase.
—Es culpa tuya —exclamó de improviso, mientras la ira se le acumulaba en el corazón—. No deberías haberme besado de ese modo.
Él había estado apoyado contra el marco de la puerta, pero rápidamente se irguió muy tieso.
—¿Cómo debería haberte besado? ¿Te gusta de otra manera?
—No. —Las manos le temblaban sobre el regazo. Las tenía frías y blancas, arrugadas por el agua. Entrelazó los dedos para detener el temblor—. Simplemente no quiero que me beses.
—A mi no me pareció que tuviésemos mucho donde elegir.
—¡Eso es lo que no comprendo! —estalló ____(tn)—. ¿Por qué te hizo besarme? La reina, quiero decir. ¿Por qué obligarnos a hacer… eso? ¿Qué placer puede haber sacado?
—Ya oíste lo que dijo la reina. Pensó que me estaba haciendo un favor.
—Eso no es cierto.
—Sí lo es. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Los seres mágicos no mienten.
____(tn) pensó en lo que Nicholas había dicho en casa de Magnus. «Descubrirán qué es lo que más deseas en el mundo y te lo darán… con una sorpresa inesperada oculta que hará que lamentes haberlo deseado.»
—Pues entonces se equivocaba.
—No se equivocaba. —El tono de Nicholas era amargo—. Vio cómo yo te miraba, y tú a mí, y Simon a ti, y nos pulsó como los instrumentos que somos para ella.
—Yo no te miro —susurró ____(tn).
—¿Qué?
—He dicho que yo no te miro. —Separó las manos, que había tenido entrelazadas sobre el regazo; había marcas rojas donde los dedos se habían sujetado unos a otros—. Al menos intento no hacerlo.
Los ojos del muchacho estaban entrecerrados, con apenas un destello dorado dejándose ver a través de las pestañas, y ____(tn) recordó la primera vez que lo había visto y cómo le habían recordado a un león, dorado y mortífero.
—¿Por qué?
—¿Por qué crees? —Las palabras fueron apenas un susurro.
—Entonces, ¿por qué? —La voz del muchacho temblaba—. ¿Por qué todo esto con Simon, por qué sigues apartándome, no me dejas estar cerca de ti…?
—Porque es imposible —contestó ella, y la última palabra surgió como una especie de gemido, a pesar de sus esfuerzos por mantener el control—. ¡Lo sabes tan bien como yo!
—Porque eres mi hermana —repuso Nicholas.
Ella asintió sin hablar.
—Posiblemente —siguió Nicholas—. ¿Y por eso has decidido que tu viejo amigo Simon resulta una buena distracción?
—No es eso —respondió ella—. Quiero a Simon.
—Como quieres a Luke —replicó Nicholas—. Y de la misma forma que quieres a tu madre.
—No. —La voz de la muchacha era tan fría y afilada como un carámbano—. No me digas lo que siento.
Un pequeño músculo dio un tirón en la comisura de la boca de Nicholas.
—No te creo.
____(tn) se puso en pie. No podía mirarle a los ojos, así que fijó la mirada en la delgada cicatriz en forma de estrella del hombro derecho del muchacho, un recuerdo de alguna vieja herida. «Esta vida de cicatrices y matanzas —había dicho Hodge en una ocasión—. No formas parte de ella.»
—Nicholas —dijo—. ¿Por qué me haces esto?
—Porque me estás mintiendo. Y porque te estás mintiendo a ti misma.
Los ojos de Nicholas llameaban, y a pesar de que él tenía las manos metidas en los bolsillos, ____(tn) pudo ver que apretaba los puños con fuerza.
Algo dentro de ____(tn) se rompió, y las palabras salieron en tropel.
—¿Y qué quieres que te diga? ¿La verdad? ¡La verdad es que quiero a Simon como debería quererte a ti, y desearía que él fuese mi hermano y tú no lo fueses, pero no puedo hacer nada al respecto y tampoco puedes tú! ¿O es que tienes alguna idea, puesto que eres tan condenadamente listo?
Nicholas inspiró con fuerza, y ____(tn) comprendió que él jamás había esperado que ella le dijera lo que acababa de decir, ni en un millón de años. La expresión del rostro de Nicholas lo dejaba bien claro.
____(tn) hizo un esfuerzo por recuperar la serenidad.
—Nicholas, lo siento, no era mi intención…
—No. No lo sientes. No lo sientas.
Avanzó hacia ella, casi tropezándose con sus propios pies; Nicholas, que jamás daba un traspié con nada, que jamás efectuaba un movimiento desgarbado. Las manos del joven se alzaron para sostenerle el rostro. ____(tn) sintió la calidez de las yemas de los dedos, a milímetros de su piel; supo que debería apartarse, pero se quedó paralizada, con la mirada clavada en él.
—No lo comprendes —farfulló Nicholas, y la voz le tembló—, nunca he sentido algo así por nadie. No creía que pudiera. Pensaba… por el modo en que crecí… mi padre…
—Amar es destruir —repuso ella como aturdida—. Lo recuerdo bien.
—Pensaba que parte de mi corazón estaba roto —continuó él, y había una expresión en su rostro como si le sorprendiera oírse decir tales palabras, decir «mi corazón»—. Para siempre. Pero tú…
—Nicholas. No. —Alzó las manos y cubrió la mano del joven con la suya, doblando sus dedos dentro de los suyos—. No conduce a nada.
—Eso no es cierto. —Había desesperación en su voz—. Si los dos sentimos lo mismo…
—No importa lo que sintamos. No hay nada que podamos hacer. —Oyó su voz como si hablara una desconocida: distante, abatida—. ¿Adónde iríamos para estar juntos? ¿Cómo podríamos vivir?
—Podríamos mantenerlo en secreto.
—La gente lo descubriría. Y yo no quiero mentir a mi familia, ¿lo quieres tú?
La respuesta de Nicholas fue amarga.
—¿Qué familia? Los Lightwood me odian de todos modos.
—No, no es cierto. Y yo jamás podría decírselo a Luke. Y mi madre, y si despierta, ¿qué le diríamos? Esto, lo que queremos, resultaría inaceptable para todos aquellos que nos importan…
—¿Inaceptable? —Nicholas dejó caer las manos del rostro de ____(tn) como si ella le hubiese apartado de un empujón; parecía anonadado—. Lo que sentimos… lo que yo siento… ¿te resulta inadmisible?
Ella contuvo la respiración ante la mirada en su rostro.
—A lo mejor —dijo en un susurro—. No lo sé.
—Entonces deberías haber dicho eso desde un principio.
—Nicholas…
Pero se había alejado de ella, con la expresión cerrada con llave igual que una puerta. Resultaba difícil creer que la hubiese mirado nunca de otro modo.
—Entonces, lamento haber dicho nada. —La voz era distante, formal—. No volveré a besarte. Puedes contar con eso.
El corazón de ____(tn) dio una lenta voltereta inútil mientras él se apartaba de ella, sacaba una toalla de lo alto de la cómoda y volvía al cuarto de baño.
—Pero… Nicholas, ¿qué haces?
—Acabar de ducharme. Y si has hecho que me quede sin agua caliente, me enfadaré mucho.
Entró en el baño y cerró la puerta de una patada a su espalda.
____(tn) se desplomó en la cama y clavó la mirada en el techo. Estaba tan vacío como lo había estado la expresión de Nicholas antes de darle la espalda. Se volvió y advirtió que estaba encima de la camiseta azul. Incluso olía como él, a jabón y a humo, y al aroma cúprico de la sangre. Enroscándosela alrededor de ella como una vez cuando era muy pequeña había hecho con su manta favorita, cerró los ojos.
En el sueño, contemplaba agua reluciente, extendida bajo ella como un espejo interminable que reflejaba el cielo nocturno. Y como un espejo, era sólida y dura, y ella podía andar por encima. Anduvo, oliendo el aire nocturno, las hojas húmedas y el olor de la ciudad, que centelleaba a lo lejos como un castillo de hadas cubierto de luces; y por donde andaba, grietas en forma de telaraña se abrían a partir de sus pasos y astillas de cristal chapoteaban igual que agua.
El cielo empezó a brillar. Estaba iluminado por puntos llameantes, como cabezas de cerillas encendidas. Entonces cayeron, como una lluvia de carbones ardientes procedentes del cielo, y ella se encogió asustada, alzando los brazos. Uno cayó justo frente a ella, una hoguera precipitándose a toda velocidad, pero cuando golpeó el suelo se convirtió en un muchacho: era Nicholas, todo él oro llameante con sus ojos dorados y cabellos dorados; unas alas de oro blanco le brotaron de la espalda, más ancha y más densamente cubiertas de plumas de las de cualquier ave.
Él sonrió como un gato y señaló detrás de ella, y ____(tn) volvió la cabeza y vio que un muchacho de cabellos oscuros —¿era Simon?— estaba de pie allí, y también de su espalda se extendían unas alas con plumas negras como la medianoche, y cada pluma tenía sangre en la punta.
____(tn) despertó respirando entrecortadamente, con las manos cerradas sobre la camiseta de Nicholas. La habitación estaba oscura, la única luz que se percibía penetraba desde la estrecha ventana situada junto a la cama. Se incorporó. Sentía la cabeza pesada y le dolía la nuca. Escudriñó la habitación lentamente y dio un brinco cuando un puntito de luz resplandeciente, como los ojos de un gato en la oscuridad, brilló ante ella.
Nicholas estaba sentado en un sillón junto a la cama. Llevaba vaqueros y un suéter gris, y su cabello parecía casi seco. Sostenía algo en la mano que brillaba como metal. ¿Una arma? ____(tn) no podía imaginar contra qué podría estarse protegiendo allí en el Instituto.
—¿Has dormido bien?
Ella asintió. Sentía la boca pastosa.
—¿Por qué no me has despertado?
—Pensé que te iría bien el descanso. Además, dormías como un tronco. Incluso babeabas — añadió—. Sobre mi camiseta.
____(tn) se llevó rápidamente la mano a la boca.
—Lo siento.
—No se ve a menudo a alguien babeando —comentó Nicholas—. Especialmente con un abandono tan total. Con la boca bien abierta y todo eso.
—Vamos, cállate. —Palpó a su alrededor por entre las mantas hasta localizar su teléfono y volvió a mirarlo, aunque sabía lo que diría. «No hay llamadas»—. Son las tres de la madrugada —advirtió con desaliento—. ¿Crees que Simon está bien?
—Creo que es un tipo raro, en realidad —dijo Nicholas—. Aunque eso poco tiene que ver con la hora.
____(tn) se metió el teléfono en el bolsillo de los vaqueros.
—Voy a cambiarme.
El cuarto de baño blanco de Nicholas no era mayor que el de Isabelle, aunque estaba considerablemente más ordenado. No había una gran variación entre las habitaciones del Instituto, se dijo ____(tn), mientras cerraba la puerta, pero al menos existía intimidad. Se despojó de la camiseta húmeda y la colgó en el toallero, luego se echó agua a la cara y se pasó un peine por los cabellos desordenadamente ensortijados.
La camiseta de Nicholas era demasiado grande para ella, pero el tejido resultaba suave en contacto con la piel. Se dobló las mangas y volvió al dormitorio, donde encontró a Nicholas sentado exactamente donde lo había estado antes, contemplando fijamente el objeto centelleante que tenía en las manos. La muchacha se inclinó sobre el respaldo del sillón.
—¿Qué es eso?
En lugar de responder, él le dio la vuelta para que ella pudiera verlo bien. Era un pedazo irregular de espejo roto, pero en lugar de reflejar su propio rostro, contenía una imagen de hierba verde, cielo azul y negras ramas desnudas de árboles.
—No sabía que lo hubieses guardado —dijo ella—. Un pedazo del Portal.
—Es por lo que quería venir aquí —repuso él—. Para coger esto.— Nostalgia y aversión se mezclaban en la voz—. No dejo de pensar que tal vez vea a mi madre en un reflejo. Que averiguaré qué trama.
—Pero él no está ahí, ¿verdad? Pensaba que estaba en alguna parte aquí. En la ciudad.
Nicholas negó con la cabeza.
—Magnus le ha estado buscando y no lo cree.
—¿Magnus le ha estado buscando? No lo sabía. Cómo…
—Si Magnus llegó a ser Gran Brujo es por algo. Su poder se extiende por toda la ciudad y más allá. Puede percibir lo que hay allí fuera, hasta cierto punto.
____(tn) lanzó un resoplido.
—¿Puede percibir alteraciones en la Fuerza?
Nicholas la miró con cara de pocos amigos.
—No bromeo. Después de que mataran a aquel brujo en TriBeCa empezó a tomar cartas en el asunto. Cuando fui a alojarme con él me pidió algo de mi padre para facilitarle el rastreo. Le di el anillo de los Morgenstern. Dijo que me avisaría si percibía a Valentine en algún lugar de la ciudad, pero hasta el momento no lo ha hecho.
—Quizás lo que quería era tu anillo —aventuró ____(tn)—. Lo cierto es que lleva una barbaridad de joyas.
—Por mí puede quedárselo. —La mano de Nicholas se cerró con más fuerza alrededor del trozo de espejo que sujetaba; ____(tn) advirtió con alarma cómo le salía la sangre alrededor de los irregulares bordes desde los puntos donde se le clavaban en la carne—. No tiene ningún valor para mí.
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Todo esta patas arriba!
:$
& el próximo capitulo!
:lloro: :lloro: :lloro: :lloro:
Las leo mañana! ;)
Lu wH!;*
X
Todo esta patas arriba!
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X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
awww me encanto el momento entre Nick y la rayiz!!
Fue tan intimo y lindo!!
Como Nick le dice lo que siente por ella!
Y la rayiz le dice que es imponsible :lloro:
Fue tan de telenovela :P
Siguela!!! Quiero mas!!!
Fue tan intimo y lindo!!
Como Nick le dice lo que siente por ella!
Y la rayiz le dice que es imponsible :lloro:
Fue tan de telenovela :P
Siguela!!! Quiero mas!!!
aranzhitha
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
aranzhitha escribió:awww me encanto el momento entre Nick y la rayiz!!
Fue tan intimo y lindo!!
Como Nick le dice lo que siente por ella!
Y la rayiz le dice que es imponsible :lloro:
Fue tan de telenovela :P
Siguela!!! Quiero mas!!!
:(L): :(L): :(L):
Lo sé, el Amor se siente entre ellos!
:hug:
Esperemos que pronto puedan estar juntos! ;)
JAJAJJAJA de telenovela! ;)
Ya la sigo! :D
X
Lo sé, el Amor se siente entre ellos!
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Esperemos que pronto puedan estar juntos! ;)
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X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
• Y LA MUERTE NO TENDRÁ DOMINIO - CAPITULO 9• (Parte 2)
—¡Eh! —exclamó ella, y se inclinó para quitarle el cristal de la mano—. Tranquilo.
____(tn) metió el pedazo de Portal dentro del bolsillo de la chaqueta de Nicholas, que estaba colgada en la pared. Los bordes del cristal estaban manchados de sangre, y las palmas de Nicholas surcadas de líneas rojas.
—Quizás deberíamos devolverte a Magnus —indicó ella con tanta suavidad como pudo—. Alec lleva allí mucho tiempo, y…
—En cierto modo, dudo que le importe —repuso Nicholas, pero se puso en pie obedientemente y cogió su estela, que estaba apoyada en la pared; mientras dibujaba una runa curativa en el dorso de la ensangrentada mano derecha, siguió—: Hay algo que quería preguntarte.
—¿Y qué es?
—Cuando me sacaste de la celda de la Ciudad Silenciosa, ¿cómo lo hiciste? ¿Cómo abriste la
puerta?
—Ah. Sólo usé una runa de apertura corriente, y…
La interrumpió el estridente sonido de un timbre, y se llevó la mano al bolsillo antes de darse cuenta de que el ruido que había oído era mucho más fuerte y agudo que cualquier sonido que su teléfono pudiera emitir. Miró a su alrededor desconcertada.
—Ése es el timbre del Instituto —dijo Nicholas, agarrando su chaqueta—. Vamos.
Estaban a mitad de camino del vestíbulo cuando Isabelle salió precipitadamente por la puerta de su propio dormitorio, vestida con un albornoz de algodón, un antifaz de dormir de seda rosa en la frente y una expresión un tanto aturdida.
—¡Son las tres de la mañana! —les dijo, en un tono que sugería que aquello era todo culpa de Nicholas, o posiblemente de ____(tn)—. ¿Quién está llamando al timbre a las tres de la mañana?
—Tal vez sea la Inquisidora —respondió ____(tn), sintiéndose repentinamente helada.
—Ella podría entrar por sí misma —repuso Nicholas—. Cualquier cazador de sombras podría. El Instituto está cerrado solamente a mundanos y a subterráneos.
____(tn) sintió que se le contraía el corazón.
—¡Simon! —dijo—. ¡Tiene que ser él!
—Ah, por el amor de Dios —bostezó Isabelle—, ¿realmente nos está despertando a esta hora infame sólo para probar su amor por ti o algo así? ¿No podría haber telefoneado? Los hombres mundanos son bastante imbéciles.
Habían llegado al vestíbulo, que estaba vacío; Max debía de haberse ido a la cama. Isabelle cruzó majestuosa la estancia y movió la clavija de un interruptor situado en la pared opuesta. Desde algún lugar en el interior de la catedral llegó un lejano golpetazo retumbante.
—Ya está —anunció la muchacha—. El ascensor viene de camino.
—Esperaba que tuviera la dignidad y presencia de ánimo para limitarse a emborracharse y perder el conocimiento en alguna alcantarilla —comentó Nicholas—. Debo decir que me siento decepcionado por el jovencito.
____(tn) apenas le oyó. Una creciente sensación de temor hacía que la sangre le corriera lenta y espesa. Recordó su sueño: los ángeles, el hielo, Simon con alas que sangraban. Se estremeció.
Isabelle la miró comprensiva.
—Hace frío aquí dentro —comentó, y cogió lo que parecía un abrigo de terciopelo azul de uno de los percheros—. Toma —dijo—, ponte esto.
____(tn) se puso el abrigo y se arrebujó bien en él. Era demasiado largo, pero le daba calor. También tenía una capucha, forrada de raso. ____(tn) la echó atrás para poder ver cómo se abrían las puertas del ascensor.
Se abrieron a una caja vacía cuyos lados de espejo reflejaron su propio rostro, pálido y sobresaltado. Sin detenerse a pensar, penetró en el interior.
Isabelle la miró confusa.
—¿Qué haces?
—Simon está ahí abajo —dijo ____(tn)—. Lo sé.
—Pero…
De repente, Nicholas estaba junto a ____(tn), manteniendo las puertas abiertas para Isabelle.
—Vamos, Izzy —dijo.
Con un gesto teatral, ella les siguió.
____(tn) intentó atraer la mirada del muchacho mientras los tres descendían en silencio —Isabelle se recogía en alto el último largo bucle de cabello—, pero Nicholas se negó a mirarla. Se miraba a sí mismo de refilón en el espejo del ascensor, silbando suavemente por lo bajo como hacía siempre que estaba nervioso. La muchacha recordó el leve temblor de sus manos cuando la había sujetado en la corte seelie. Pensó en la expresión del rostro de Simon… y luego en éste casi corriendo para escapar de ella, desvaneciéndose entre las sombras del borde del parque. Sentía un nudo de temor en el pecho y no sabía el motivo.
Las puertas del ascensor se abrieron a la nave de la catedral, poblada con la luz danzarina de velas. ____(tn) pasó por delante de Nicholas en su prisa por salir del ascensor y prácticamente corrió por el estrecho pasillo que había entre los bancos. Dio un traspié con el borde del abrigo, que arrastraba por el suelo, y lo arremangó impacientemente en la mano antes de lanzarse hacia las amplias puertas dobles que, por dentro, estaban atrancadas con pestillos de bronce del tamaño de los brazos de ____(tn). Mientras alargaba las manos hacia el pestillo más alto, el timbre volvió a resonar en el templo. Oyó que Isabelle susurraba algo a Nicholas, y entonces ____(tn) se encontró tirando del pestillo, arrastrándolo hacia atrás, y notó la mano de Nicholas sobre la suya, ayudándola a abrir las pesadas puertas.
El aire nocturno entró a raudales, haciendo que las velas ardieran con luz mortecina en sus soportes. El aire olía a ciudad: a sal y a gases, a cemento que se enfriaba y a basura, y por debajo de aquellos olores familiares, el olor a cobre, como el olor penetrante de un centavo nuevo.
En un principio, ____(tn) pensó que la escalinata estaba vacía. Luego pestañeó y vio a Raphael allí de pie, con la cabeza de negros rizos alborotada por la brisa nocturna, la camisa blanca abierta a la altura del cuello para mostrar la cicatriz en el hueco del cuello. En los brazos sostenía un cuerpo. Eso fue todo lo que ____(tn) vio mientras le miraba fijamente con perplejidad: un cuerpo. Alguien muerto, brazos y piernas oscilando como cuerdas flácidas, la cabeza echada hacia atrás para mostrar el cuello destrozado. Notó que la mano de Nicholas se cerraba alrededor de su brazo como unas tenazas, y sólo entonces miró con más atención y vio la familiar americana de pana con la manga rasgada, la camiseta azul manchada y salpicada de sangre, y chilló.
El grito no emitió ningún sonido. ____(tn) sintió que las rodillas se le doblaban y habría caído al suelo si Nicholas no la hubiese estado sosteniendo.
—No mires —le dijo él al oído—. Por el amor de Dios, no mires.
Pero ella no podía evitar mirar la sangre que apelmazaba los cabellos castaños de Simon, la garganta desgarrada, los cortes profundos a lo largo de las muñecas. Puntos negros salpicaron su visión mientras luchaba por respirar.
Fue Isabelle quien agarró uno de los candelabros vacíos situados junto a la puerta y apuntó con él a Raphael como si se tratara de una enorme lanza de tres puntas.
—¿Qué le has hecho a Simon?
En ese momento su voz clara y autoritaria sonó exactamente igual a su madre.
—Aún no ha muerto —dijo Raphael, en una voz monótona e impasible, y depositó a Simon en el suelo casi a los pies de ____(tn), con sorprendente delicadeza.
La muchacha había olvidado lo fuerte que debía de ser, pues poseía la fuerza inhumana de un vampiro, a pesar de su delgadez.
A la luz de las velas, que se derramaba a través de la entrada, ____(tn) pudo ver que la camiseta de Simon tenía la parte delantera empapada de sangre.
—Has dicho que… —empezó.
—No está muerto —repitió Nicholas, sujetándola con más fuerza—. No está muerto.
Ella se desasió de él con un violento tirón y se arrodilló sobre el cemento. No sintió ninguna repugnancia al tocar la piel ensangrentada de Simon mientras deslizaba las manos bajo su cabeza, alzándolo sobre su regazo. Sintió únicamente el aterrado horror infantil que recordaba de cuando tenía cinco años y había roto la inapreciable lámpara Liberty de su madre. «Nada — dijo una voz en lo más recóndito de su mente— volverá a colocar esos pedazos en su sitio.»
—Simon —musitó, tocándole el rostro; las gafas habían desaparecido—. Simon, soy yo.
—No puede oírte —dijo Raphael—. Se está muriendo.
La cabeza de ____(tn) se alzó de golpe.
—Pero has dicho…
—He dicho que no está muerto aún —respondió él—. Pero en unos pocos minutos, diez quizá, su corazón empezará a ir más despacio y se detendrá. Ya ha alcanzado un punto en el que ni ve ni oye nada.
Involuntariamente los brazos de la muchacha se cerraron con más fuerza alrededor de Simon.
—Tenemos que llevarle a un hospital… o llamar a Magnus.
—No pueden hacer nada por él —dijo Raphael—. No lo entendéis.
—No —intervino Nicholas, con la voz suave como seda guarnecida de puntas afiladas como agujas—. No te entendemos. Y tal vez deberías explicarte. Porque de lo contrario voy a pensar que eres un delincuente chupasangre, y te arrancaré el corazón. Como debería haber hecho la última vez que no encontramos.
Raphael le sonrió sin humor.
—Juraste no hacerme daño, cazador de sombras. ¿Lo has olvidado?
—Yo no lo hice —replicó Isabelle, blandiendo el candelabro.
Raphael hizo caso omiso de ella. Seguía mirando a Nicholas.
—Recordé esa noche en que entrasteis en el Dumort buscando a vuestro amigo. Es por eso que lo traje aquí… —indicó a Simon con un ademán— cuando le encontré en el hotel, en lugar de dejar que los otros se le bebieran toda la sangre hasta matarlo. Verás, se metió dentro, sin permiso, y por lo tanto era una presa legítima para nosotros. Pero le mantuve con vida porque sabía que era de los vuestros. No deseo una guerra con los nefilim.
—¿Entró por la fuerza? —inquirió ____(tn) con incredulidad—. Simon jamás habría hecho algo tan estúpido e insensato.
—Pero lo hizo —afirmó Raphael, con un levísimo asomo de sonrisa—, porque temía estar convirtiéndose en uno de nosotros, y quería saber si el proceso se podía invertir. Recordáis que cuando tuvo la forma de una rata, y vosotros vinisteis a buscarle, me mordió.
—Fue una gran muestra de iniciativa por su parte —repuso Nicholas—. Lo aprobé.
—Es posible —continuó Raphael—. En cualquier caso, entró un poco de mi sangre en su boca cuando lo hizo. Ya sabes que es el modo en que nos pasamos nuestros poderes unos a otros. A través de la sangre.
A través de la sangre. ____(tn) recordó a Simon apartándose violentamente de la película de vampiros que daban por televisión, haciendo una mueca ante la luz del sol en McCarren Park.
—Pensaba que se estaba convirtiendo en uno de vosotros —repitió Nicholas—. Fue al hotel para averiguar si era verdad.
—Sí —confirmó Raphael—. La lástima es que los efectos de mi sangre probablemente se habrían desvanecido con el tiempo si él no hubiese hecho nada. Pero ahora… —Indicó el cuerpo inerte de Simon con un ademán lleno de expresividad.
—¿Ahora qué? —preguntó Isabelle, con un duro deje en la voz—. ¿Ahora morirá?
—Y volverá a alzarse. Ahora será un vampiro.
El candelabro se inclinó al frente mientras los ojos de Isabelle se abrían de par en par por la impresión.
—¿Qué?
Nicholas atrapó la improvisada arma antes de que golpeara el suelo. Cuando se volvió hacia Raphael, sus ojos eran sombríos.
—Mientes.
—Aguarda y lo verás —respondió éste—. Morirá y volverá a alzarse como uno de los Hijos de la Noche. Eso es también por lo que he venido. Simon es uno de los míos ahora.
No había nada en la voz del vampiro, ni pesar ni satisfacción, pero ____(tn) no pudo evitar preguntarse qué oculto regocijo podría sentir Raphael al haber tenido la suerte, de un modo tan oportuno, de tropezar con una baza de negociación tan efectiva.
—¿No puede hacer nada? ¿Ningún modo de invertir el proceso? —exigió saber Isabelle, con el pánico tiñéndole la voz.
____(tn) pensó vagamente que era extraño que aquellos dos, Nicholas e Isabelle, que no querían a Simon como ella lo hacía, fuesen quienes llevaran la voz cantante. Pero tal vez hablaban por ella precisamente porque ella era incapaz de decir una palabra.
—Le podríais cortar la cabeza y quemar su corazón en una hoguera, pero dudo que hagáis eso.
—¡No! —Los brazos de ____(tn) se apretaron más alrededor de Simon—. No te atrevas a hacerle daño.
—Yo no tengo ninguna necesidad —repuso Raphael.
—No hablaba contigo. —____(tn) no alzó la mirada—. Ni siquiera lo pienses, Nicholas. Ni pensarlo.
Se hizo el silencio. ____(tn) pudo oír la preocupada inhalación de Isabelle, y Raphael, por supuesto, no respiraba en absoluto. Nicholas vaciló un momento antes de decir:
—____(tn), ¿qué querría Simon? ¿Es esto lo que querría para sí mismo?
La muchacha alzó violentamente la cabeza. Nicholas tenía los ojos bajados hacia ella, con el candelabro de metal de tres brazos todavía en la mano, y de repente una imagen le pasó rauda por la cabeza: Nicholas sujetando a Simon contra el suelo y hundiéndole el extremo afilado del candelabro en el pecho, haciendo que la sangre brotara hacia lo alto como un surtidor.
—¡Apártate de nosotros! —chilló de improviso, tan alto que vio a las distantes figuras que caminaban por la avenida frente a la catedral volverse y mirar a su espalda, como si las hubiese sobresaltado el ruido.
Nicholas palideció hasta la raíz de los cabellos, palideció hasta tal punto que sus ojos desorbitados parecieron discos de oro, inhumanos y sobrenaturalmente fuera de lugar.
—____(tn), no pensarás… —comentó.
Simon jadeó de improviso, arqueándose hacia arriba en los brazos de ____(tn). Ésta volvió a chillar y le sujetó, tirando de él hacia ella. El muchacho tenía los ojos muy abiertos, ciegos y aterrados. Alzó las manos. Ella no estuvo segura de si él intentaba tocarle el rostro o arañarla, no sabiendo quién era.
—Soy yo —dijo ella, bajándole la mano con suavidad hacia el pecho y enlazando los dedos de ambos—. Simon, soy yo. Soy ____(tn). —Sus manos resbalaron sobre las de él; bajó la vista y vio que estaban empapadas con la sangre de la camiseta del muchacho y con las lágrimas que habían resbalado de su rostro sin que ella lo advirtiera—. Simon, te quiero —dijo.
Las manos de Simon se apretaron sobre las suyas. El muchacho soltó aire —un sonido áspero y taladrante— y luego ya no volvió a respirar.
«Te quiero. Te quiero. Te quiero.» Sus últimas palabras a Simon parecieron resonar en los oídos de ____(tn) mientras él yacía inerte en sus brazos. De improviso, Isabelle estaba junto a ella, diciéndole algo al oído, pero ____(tn) no podía oírla. El sonido del agua que corría, como un maremoto acercándose, le llenaba los oídos. Observó mientras Isabelle intentaba con suavidad desengancharle las manos de las de Simon, y no podía. ____(tn) se sorprendió. No tenía la sensación de estar aferrándose a él con tanta fuerza.
Dándose por vencida, Isabelle se puso en pie y se revolvió furiosa contra Raphael. Gritaba. En mitad de su diatriba, el sistema auditivo de ____(tn) volvió a conectarse, como una radio que finalmente hubiese encontrado una emisora que sintonizar.
—¿…y ahora qué se supone que tenemos que hacer? —chilló Isabelle.
—Enterrarle —respondió Raphael.
El candelabro volvió a balancearse hacia arriba en la mano de Nicholas.
—Eso no tiene gracia.
—No pretendía que la tuviese —replicó el vampiro sin inmutarse—. Así es como somos creados. Se nos quita toda la sangre y se nos entierra. Cuando alguien se desentierra a sí mismo, es cuando nace un vampiro.
Isabelle emitió un leve ruidito de repugnancia.
—No creo que yo pudiese hacer eso.
—Algunos no pueden —repuso Raphael—. Si no hay nadie allí para ayudarles a desenterrarse, permanecen así, atrapados como ratas bajo la tierra.
Un sonido se abrió paso fuera de la garganta de ____(tn). Un sollozo que era tan cortante como un chillido.
—No voy a meterle bajo tierra —afirmó.
—Entonces se quedará así —replicó Raphael inmisericorde—. Muerto, pero no del todo muerto. Sin despertar jamás.
Todos la miraban fijamente. Isabelle y Nicholas, como si contuvieran la respiración, aguardando su respuesta. Raphael con expresión indiferente, casi aburrida.
—No has entrado en el Instituto porque no puedes, ¿verdad? —preguntó ____(tn)—. Porque es terreno sagrado y tú eres impuro.
—Eso no es exactamente… —empezó a decir Nicholas, pero Raphael le interrumpió con un gesto.
—Debería deciros —dijo el muchacho vampiro— que no hay mucho tiempo. Cuánto más esperemos antes de enterrarle, menos probable será que no pueda desenterrarse solo.
____(tn) bajó los ojos hacia Simon. Realmente parecía como si durmiese, de no ser por los largos cortes a lo largo de su piel desnuda.
—Entonces enterrémoslo —dijo—. Pero quiero que sea en un cementerio judío. Y quiero estar allí cuando despierte.
Los ojos de Raphael centellearon.
—No será agradable.
—Nada lo es jamás. —____(tn) alzó con firmeza la mandíbula—. Pongámonos en marcha. Sólo nos quedan unas pocas horas antes de que amanezca.
____(tn) metió el pedazo de Portal dentro del bolsillo de la chaqueta de Nicholas, que estaba colgada en la pared. Los bordes del cristal estaban manchados de sangre, y las palmas de Nicholas surcadas de líneas rojas.
—Quizás deberíamos devolverte a Magnus —indicó ella con tanta suavidad como pudo—. Alec lleva allí mucho tiempo, y…
—En cierto modo, dudo que le importe —repuso Nicholas, pero se puso en pie obedientemente y cogió su estela, que estaba apoyada en la pared; mientras dibujaba una runa curativa en el dorso de la ensangrentada mano derecha, siguió—: Hay algo que quería preguntarte.
—¿Y qué es?
—Cuando me sacaste de la celda de la Ciudad Silenciosa, ¿cómo lo hiciste? ¿Cómo abriste la
puerta?
—Ah. Sólo usé una runa de apertura corriente, y…
La interrumpió el estridente sonido de un timbre, y se llevó la mano al bolsillo antes de darse cuenta de que el ruido que había oído era mucho más fuerte y agudo que cualquier sonido que su teléfono pudiera emitir. Miró a su alrededor desconcertada.
—Ése es el timbre del Instituto —dijo Nicholas, agarrando su chaqueta—. Vamos.
Estaban a mitad de camino del vestíbulo cuando Isabelle salió precipitadamente por la puerta de su propio dormitorio, vestida con un albornoz de algodón, un antifaz de dormir de seda rosa en la frente y una expresión un tanto aturdida.
—¡Son las tres de la mañana! —les dijo, en un tono que sugería que aquello era todo culpa de Nicholas, o posiblemente de ____(tn)—. ¿Quién está llamando al timbre a las tres de la mañana?
—Tal vez sea la Inquisidora —respondió ____(tn), sintiéndose repentinamente helada.
—Ella podría entrar por sí misma —repuso Nicholas—. Cualquier cazador de sombras podría. El Instituto está cerrado solamente a mundanos y a subterráneos.
____(tn) sintió que se le contraía el corazón.
—¡Simon! —dijo—. ¡Tiene que ser él!
—Ah, por el amor de Dios —bostezó Isabelle—, ¿realmente nos está despertando a esta hora infame sólo para probar su amor por ti o algo así? ¿No podría haber telefoneado? Los hombres mundanos son bastante imbéciles.
Habían llegado al vestíbulo, que estaba vacío; Max debía de haberse ido a la cama. Isabelle cruzó majestuosa la estancia y movió la clavija de un interruptor situado en la pared opuesta. Desde algún lugar en el interior de la catedral llegó un lejano golpetazo retumbante.
—Ya está —anunció la muchacha—. El ascensor viene de camino.
—Esperaba que tuviera la dignidad y presencia de ánimo para limitarse a emborracharse y perder el conocimiento en alguna alcantarilla —comentó Nicholas—. Debo decir que me siento decepcionado por el jovencito.
____(tn) apenas le oyó. Una creciente sensación de temor hacía que la sangre le corriera lenta y espesa. Recordó su sueño: los ángeles, el hielo, Simon con alas que sangraban. Se estremeció.
Isabelle la miró comprensiva.
—Hace frío aquí dentro —comentó, y cogió lo que parecía un abrigo de terciopelo azul de uno de los percheros—. Toma —dijo—, ponte esto.
____(tn) se puso el abrigo y se arrebujó bien en él. Era demasiado largo, pero le daba calor. También tenía una capucha, forrada de raso. ____(tn) la echó atrás para poder ver cómo se abrían las puertas del ascensor.
Se abrieron a una caja vacía cuyos lados de espejo reflejaron su propio rostro, pálido y sobresaltado. Sin detenerse a pensar, penetró en el interior.
Isabelle la miró confusa.
—¿Qué haces?
—Simon está ahí abajo —dijo ____(tn)—. Lo sé.
—Pero…
De repente, Nicholas estaba junto a ____(tn), manteniendo las puertas abiertas para Isabelle.
—Vamos, Izzy —dijo.
Con un gesto teatral, ella les siguió.
____(tn) intentó atraer la mirada del muchacho mientras los tres descendían en silencio —Isabelle se recogía en alto el último largo bucle de cabello—, pero Nicholas se negó a mirarla. Se miraba a sí mismo de refilón en el espejo del ascensor, silbando suavemente por lo bajo como hacía siempre que estaba nervioso. La muchacha recordó el leve temblor de sus manos cuando la había sujetado en la corte seelie. Pensó en la expresión del rostro de Simon… y luego en éste casi corriendo para escapar de ella, desvaneciéndose entre las sombras del borde del parque. Sentía un nudo de temor en el pecho y no sabía el motivo.
Las puertas del ascensor se abrieron a la nave de la catedral, poblada con la luz danzarina de velas. ____(tn) pasó por delante de Nicholas en su prisa por salir del ascensor y prácticamente corrió por el estrecho pasillo que había entre los bancos. Dio un traspié con el borde del abrigo, que arrastraba por el suelo, y lo arremangó impacientemente en la mano antes de lanzarse hacia las amplias puertas dobles que, por dentro, estaban atrancadas con pestillos de bronce del tamaño de los brazos de ____(tn). Mientras alargaba las manos hacia el pestillo más alto, el timbre volvió a resonar en el templo. Oyó que Isabelle susurraba algo a Nicholas, y entonces ____(tn) se encontró tirando del pestillo, arrastrándolo hacia atrás, y notó la mano de Nicholas sobre la suya, ayudándola a abrir las pesadas puertas.
El aire nocturno entró a raudales, haciendo que las velas ardieran con luz mortecina en sus soportes. El aire olía a ciudad: a sal y a gases, a cemento que se enfriaba y a basura, y por debajo de aquellos olores familiares, el olor a cobre, como el olor penetrante de un centavo nuevo.
En un principio, ____(tn) pensó que la escalinata estaba vacía. Luego pestañeó y vio a Raphael allí de pie, con la cabeza de negros rizos alborotada por la brisa nocturna, la camisa blanca abierta a la altura del cuello para mostrar la cicatriz en el hueco del cuello. En los brazos sostenía un cuerpo. Eso fue todo lo que ____(tn) vio mientras le miraba fijamente con perplejidad: un cuerpo. Alguien muerto, brazos y piernas oscilando como cuerdas flácidas, la cabeza echada hacia atrás para mostrar el cuello destrozado. Notó que la mano de Nicholas se cerraba alrededor de su brazo como unas tenazas, y sólo entonces miró con más atención y vio la familiar americana de pana con la manga rasgada, la camiseta azul manchada y salpicada de sangre, y chilló.
El grito no emitió ningún sonido. ____(tn) sintió que las rodillas se le doblaban y habría caído al suelo si Nicholas no la hubiese estado sosteniendo.
—No mires —le dijo él al oído—. Por el amor de Dios, no mires.
Pero ella no podía evitar mirar la sangre que apelmazaba los cabellos castaños de Simon, la garganta desgarrada, los cortes profundos a lo largo de las muñecas. Puntos negros salpicaron su visión mientras luchaba por respirar.
Fue Isabelle quien agarró uno de los candelabros vacíos situados junto a la puerta y apuntó con él a Raphael como si se tratara de una enorme lanza de tres puntas.
—¿Qué le has hecho a Simon?
En ese momento su voz clara y autoritaria sonó exactamente igual a su madre.
—Aún no ha muerto —dijo Raphael, en una voz monótona e impasible, y depositó a Simon en el suelo casi a los pies de ____(tn), con sorprendente delicadeza.
La muchacha había olvidado lo fuerte que debía de ser, pues poseía la fuerza inhumana de un vampiro, a pesar de su delgadez.
A la luz de las velas, que se derramaba a través de la entrada, ____(tn) pudo ver que la camiseta de Simon tenía la parte delantera empapada de sangre.
—Has dicho que… —empezó.
—No está muerto —repitió Nicholas, sujetándola con más fuerza—. No está muerto.
Ella se desasió de él con un violento tirón y se arrodilló sobre el cemento. No sintió ninguna repugnancia al tocar la piel ensangrentada de Simon mientras deslizaba las manos bajo su cabeza, alzándolo sobre su regazo. Sintió únicamente el aterrado horror infantil que recordaba de cuando tenía cinco años y había roto la inapreciable lámpara Liberty de su madre. «Nada — dijo una voz en lo más recóndito de su mente— volverá a colocar esos pedazos en su sitio.»
—Simon —musitó, tocándole el rostro; las gafas habían desaparecido—. Simon, soy yo.
—No puede oírte —dijo Raphael—. Se está muriendo.
La cabeza de ____(tn) se alzó de golpe.
—Pero has dicho…
—He dicho que no está muerto aún —respondió él—. Pero en unos pocos minutos, diez quizá, su corazón empezará a ir más despacio y se detendrá. Ya ha alcanzado un punto en el que ni ve ni oye nada.
Involuntariamente los brazos de la muchacha se cerraron con más fuerza alrededor de Simon.
—Tenemos que llevarle a un hospital… o llamar a Magnus.
—No pueden hacer nada por él —dijo Raphael—. No lo entendéis.
—No —intervino Nicholas, con la voz suave como seda guarnecida de puntas afiladas como agujas—. No te entendemos. Y tal vez deberías explicarte. Porque de lo contrario voy a pensar que eres un delincuente chupasangre, y te arrancaré el corazón. Como debería haber hecho la última vez que no encontramos.
Raphael le sonrió sin humor.
—Juraste no hacerme daño, cazador de sombras. ¿Lo has olvidado?
—Yo no lo hice —replicó Isabelle, blandiendo el candelabro.
Raphael hizo caso omiso de ella. Seguía mirando a Nicholas.
—Recordé esa noche en que entrasteis en el Dumort buscando a vuestro amigo. Es por eso que lo traje aquí… —indicó a Simon con un ademán— cuando le encontré en el hotel, en lugar de dejar que los otros se le bebieran toda la sangre hasta matarlo. Verás, se metió dentro, sin permiso, y por lo tanto era una presa legítima para nosotros. Pero le mantuve con vida porque sabía que era de los vuestros. No deseo una guerra con los nefilim.
—¿Entró por la fuerza? —inquirió ____(tn) con incredulidad—. Simon jamás habría hecho algo tan estúpido e insensato.
—Pero lo hizo —afirmó Raphael, con un levísimo asomo de sonrisa—, porque temía estar convirtiéndose en uno de nosotros, y quería saber si el proceso se podía invertir. Recordáis que cuando tuvo la forma de una rata, y vosotros vinisteis a buscarle, me mordió.
—Fue una gran muestra de iniciativa por su parte —repuso Nicholas—. Lo aprobé.
—Es posible —continuó Raphael—. En cualquier caso, entró un poco de mi sangre en su boca cuando lo hizo. Ya sabes que es el modo en que nos pasamos nuestros poderes unos a otros. A través de la sangre.
A través de la sangre. ____(tn) recordó a Simon apartándose violentamente de la película de vampiros que daban por televisión, haciendo una mueca ante la luz del sol en McCarren Park.
—Pensaba que se estaba convirtiendo en uno de vosotros —repitió Nicholas—. Fue al hotel para averiguar si era verdad.
—Sí —confirmó Raphael—. La lástima es que los efectos de mi sangre probablemente se habrían desvanecido con el tiempo si él no hubiese hecho nada. Pero ahora… —Indicó el cuerpo inerte de Simon con un ademán lleno de expresividad.
—¿Ahora qué? —preguntó Isabelle, con un duro deje en la voz—. ¿Ahora morirá?
—Y volverá a alzarse. Ahora será un vampiro.
El candelabro se inclinó al frente mientras los ojos de Isabelle se abrían de par en par por la impresión.
—¿Qué?
Nicholas atrapó la improvisada arma antes de que golpeara el suelo. Cuando se volvió hacia Raphael, sus ojos eran sombríos.
—Mientes.
—Aguarda y lo verás —respondió éste—. Morirá y volverá a alzarse como uno de los Hijos de la Noche. Eso es también por lo que he venido. Simon es uno de los míos ahora.
No había nada en la voz del vampiro, ni pesar ni satisfacción, pero ____(tn) no pudo evitar preguntarse qué oculto regocijo podría sentir Raphael al haber tenido la suerte, de un modo tan oportuno, de tropezar con una baza de negociación tan efectiva.
—¿No puede hacer nada? ¿Ningún modo de invertir el proceso? —exigió saber Isabelle, con el pánico tiñéndole la voz.
____(tn) pensó vagamente que era extraño que aquellos dos, Nicholas e Isabelle, que no querían a Simon como ella lo hacía, fuesen quienes llevaran la voz cantante. Pero tal vez hablaban por ella precisamente porque ella era incapaz de decir una palabra.
—Le podríais cortar la cabeza y quemar su corazón en una hoguera, pero dudo que hagáis eso.
—¡No! —Los brazos de ____(tn) se apretaron más alrededor de Simon—. No te atrevas a hacerle daño.
—Yo no tengo ninguna necesidad —repuso Raphael.
—No hablaba contigo. —____(tn) no alzó la mirada—. Ni siquiera lo pienses, Nicholas. Ni pensarlo.
Se hizo el silencio. ____(tn) pudo oír la preocupada inhalación de Isabelle, y Raphael, por supuesto, no respiraba en absoluto. Nicholas vaciló un momento antes de decir:
—____(tn), ¿qué querría Simon? ¿Es esto lo que querría para sí mismo?
La muchacha alzó violentamente la cabeza. Nicholas tenía los ojos bajados hacia ella, con el candelabro de metal de tres brazos todavía en la mano, y de repente una imagen le pasó rauda por la cabeza: Nicholas sujetando a Simon contra el suelo y hundiéndole el extremo afilado del candelabro en el pecho, haciendo que la sangre brotara hacia lo alto como un surtidor.
—¡Apártate de nosotros! —chilló de improviso, tan alto que vio a las distantes figuras que caminaban por la avenida frente a la catedral volverse y mirar a su espalda, como si las hubiese sobresaltado el ruido.
Nicholas palideció hasta la raíz de los cabellos, palideció hasta tal punto que sus ojos desorbitados parecieron discos de oro, inhumanos y sobrenaturalmente fuera de lugar.
—____(tn), no pensarás… —comentó.
Simon jadeó de improviso, arqueándose hacia arriba en los brazos de ____(tn). Ésta volvió a chillar y le sujetó, tirando de él hacia ella. El muchacho tenía los ojos muy abiertos, ciegos y aterrados. Alzó las manos. Ella no estuvo segura de si él intentaba tocarle el rostro o arañarla, no sabiendo quién era.
—Soy yo —dijo ella, bajándole la mano con suavidad hacia el pecho y enlazando los dedos de ambos—. Simon, soy yo. Soy ____(tn). —Sus manos resbalaron sobre las de él; bajó la vista y vio que estaban empapadas con la sangre de la camiseta del muchacho y con las lágrimas que habían resbalado de su rostro sin que ella lo advirtiera—. Simon, te quiero —dijo.
Las manos de Simon se apretaron sobre las suyas. El muchacho soltó aire —un sonido áspero y taladrante— y luego ya no volvió a respirar.
«Te quiero. Te quiero. Te quiero.» Sus últimas palabras a Simon parecieron resonar en los oídos de ____(tn) mientras él yacía inerte en sus brazos. De improviso, Isabelle estaba junto a ella, diciéndole algo al oído, pero ____(tn) no podía oírla. El sonido del agua que corría, como un maremoto acercándose, le llenaba los oídos. Observó mientras Isabelle intentaba con suavidad desengancharle las manos de las de Simon, y no podía. ____(tn) se sorprendió. No tenía la sensación de estar aferrándose a él con tanta fuerza.
Dándose por vencida, Isabelle se puso en pie y se revolvió furiosa contra Raphael. Gritaba. En mitad de su diatriba, el sistema auditivo de ____(tn) volvió a conectarse, como una radio que finalmente hubiese encontrado una emisora que sintonizar.
—¿…y ahora qué se supone que tenemos que hacer? —chilló Isabelle.
—Enterrarle —respondió Raphael.
El candelabro volvió a balancearse hacia arriba en la mano de Nicholas.
—Eso no tiene gracia.
—No pretendía que la tuviese —replicó el vampiro sin inmutarse—. Así es como somos creados. Se nos quita toda la sangre y se nos entierra. Cuando alguien se desentierra a sí mismo, es cuando nace un vampiro.
Isabelle emitió un leve ruidito de repugnancia.
—No creo que yo pudiese hacer eso.
—Algunos no pueden —repuso Raphael—. Si no hay nadie allí para ayudarles a desenterrarse, permanecen así, atrapados como ratas bajo la tierra.
Un sonido se abrió paso fuera de la garganta de ____(tn). Un sollozo que era tan cortante como un chillido.
—No voy a meterle bajo tierra —afirmó.
—Entonces se quedará así —replicó Raphael inmisericorde—. Muerto, pero no del todo muerto. Sin despertar jamás.
Todos la miraban fijamente. Isabelle y Nicholas, como si contuvieran la respiración, aguardando su respuesta. Raphael con expresión indiferente, casi aburrida.
—No has entrado en el Instituto porque no puedes, ¿verdad? —preguntó ____(tn)—. Porque es terreno sagrado y tú eres impuro.
—Eso no es exactamente… —empezó a decir Nicholas, pero Raphael le interrumpió con un gesto.
—Debería deciros —dijo el muchacho vampiro— que no hay mucho tiempo. Cuánto más esperemos antes de enterrarle, menos probable será que no pueda desenterrarse solo.
____(tn) bajó los ojos hacia Simon. Realmente parecía como si durmiese, de no ser por los largos cortes a lo largo de su piel desnuda.
—Entonces enterrémoslo —dijo—. Pero quiero que sea en un cementerio judío. Y quiero estar allí cuando despierte.
Los ojos de Raphael centellearon.
—No será agradable.
—Nada lo es jamás. —____(tn) alzó con firmeza la mandíbula—. Pongámonos en marcha. Sólo nos quedan unas pocas horas antes de que amanezca.
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
A ver donde están las #AntiSimón ahora! (? :scratch:
Ya ven como Raphael se mete en la vida de los chicos! (?
& Esperen verlo muy seguido de aquí hasta las siguientes
libros! & tienen razón si les cae mal! :x
Pobre de Simón! Ahora va a ser un vampiro!
:lloro: :lloro: :lloro: :lloro:
Las leo más tarde, para traerles el renacimiento de Simón! u.u
Lu wH!;*
X
A ver donde están las #AntiSimón ahora! (? :scratch:
Ya ven como Raphael se mete en la vida de los chicos! (?
& Esperen verlo muy seguido de aquí hasta las siguientes
libros! & tienen razón si les cae mal! :x
Pobre de Simón! Ahora va a ser un vampiro!
:lloro: :lloro: :lloro: :lloro:
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X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
awwww pobre de Simon!!!! :lloro:
No me caia tambien, pero nunca le hubiera deseado eso!!
Entonces va a ser un vampiro??
Pense que se iba a convertir en un lobo!
Pobre de Simón!! Y de la rayiz!!
Awww quiero llorar :lloro:
Siguela!!!
No me caia tambien, pero nunca le hubiera deseado eso!!
Entonces va a ser un vampiro??
Pense que se iba a convertir en un lobo!
Pobre de Simón!! Y de la rayiz!!
Awww quiero llorar :lloro:
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aranzhitha
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
aranzhitha escribió:awwww pobre de Simon!!!! :lloro:
No me caia tambien, pero nunca le hubiera deseado eso!!
Entonces va a ser un vampiro??
Pense que se iba a convertir en un lobo!
Pobre de Simón!! Y de la rayiz!!
Awww quiero llorar :lloro:
Siguela!!!
:wut: :wut: :wut: :wut:
Lo sé pobre de Simón! :(
Si ahora será un vampiro! :roll:
JAJAJAJ no! nada de lobo! xD
Ya la sigo! ;)
X
Lo sé pobre de Simón! :(
Si ahora será un vampiro! :roll:
JAJAJAJ no! nada de lobo! xD
Ya la sigo! ;)
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HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
:wut: :lloro: :wut: :lloro: :wut: :lloro:
Donde están mis Lectoras! (? :scratch:
Bueno les dejo un capi más a mis lectoras fantasma! :P
X
Donde están mis Lectoras! (? :scratch:
Bueno les dejo un capi más a mis lectoras fantasma! :P
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HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
• UN LUGAR BONITO E INTIMO - CAPITULO 10•
El cementerio estaba en las afueras de Queens, donde los edificios de apartamentos daban paso a hileras de homogéneas casas victorianas pintadas con los colores de las galletas de jengibre: rosa, blanco y azul. Las calles eran amplias y desiertas en su mayor parte, la avenida que conducía al cementerio sin más alumbrado que una solitaria farola. Les llevó un cierto tiempo conseguir abrirse paso con sus estelas a través de las verjas cerradas, y otro poco localizar un lugar lo bastante oculto para que Raphael empezara a cavar. Estaba en lo alto de una pequeña colina, resguardado de la carretera por una espesa hilera de árboles. A ____(tn), Nicholas e Isabelle les protegía un glamour, pero no había modo de ocultar a Raphael ni de ocultar el cuerpo de Simon, así que los árboles proporcionaban una bienvenida protección.
Las laderas de la colina que no daban a la carretera estaban densamente cubiertas de lápidas, muchas de ellas con una Estrella de David en lo alto. Relucían blancas y lisas igual que la leche a la luz de la luna. A lo lejos había un lago, la superficie plisada por centelleantes ondulaciones. Un lugar bonito, pensó ____(tn). Un lugar bonito al que acudir y depositar flores sobre la tumba de alguien, en el que sentarse un rato y pensar en la vida de aquellas personas, en lo que significaban para uno. No un buen lugar al que acudir de noche, al amparo de la oscuridad, para enterrar a tu amigo en una tumba poco profunda sin un ataúd ni oficio religioso.
—¿Sufrió? —preguntó a Raphael.
Éste alzó los ojos de la tierra que cavaba, y se apoyó en el mango de la pala, como el enterrador de Hamlet.
—¿Qué?
—Simon. ¿Sufrió? ¿Le hicieron daño los vampiros?
—No. Morir desangrado no es un mal modo de morir —contestó Raphael, con su rítmica voz pausada—. El mordisco te droga. Es agradable, como dormirse.
Una sensación de mareo embargó a ____(tn), y por un momento creyó que iba a desmayarse.
—____(tn). —La voz de Nicholas la sacó violentamente de su ensoñación. —Vamos, no tienes que presenciar esto.
Le tendió la mano. Al mirar detrás de él, ____(tn) pudo ver a Isabelle de pie con el látigo en la mano. Habían envuelto a Simon en una manta y yacía sobre el suelo a sus pies, como un bulto que ella custodiara. No era un bulto, se recordó ____(tn) con ferocidad. Era él. Era Simon.
—Quiero estar aquí cuando despierte.
—Lo sé. Regresaremos en seguida.
Cuando ella no se movió, Nicholas la cogió del brazo, que no opuso la menor resistencia, y se la llevó fuera del claro, ladera abajo. Allí había rocas, justo por encima de la primera hilera de sepulturas; él se sentó en una y se subió la cremallera de la cazadora. Hacía un frío sorprendente. Por primera vez en aquella estación del año, ____(tn) pudo ver su propio aliento al respirar.
Se sentó en la roca junto a Nicholas y clavó la mirada en el lago. Oía el rítmico golpeteo de la pala de Raphael chocando contra la tierra y las paletadas de tierra cayendo al suelo. Raphael no era humano; trabaja de prisa. No le llevaría mucho rato cavar una tumba. Y Simon tampoco era una persona muy grande; la tumba no tendría que ser muy profunda.
Una punzada de dolor le retorció el abdomen. Se inclinó hacia adelante, con las manos abiertas sobre el estómago.
—Tengo naúseas.
—Lo sé. Es por eso que te he traído aquí. Parecía como si estuvieses a punto de vomitar sobre los pies de Raphael.
Ella emitió un gemido quedo.
—Quizá se le hubiese borrado la sonrisita de la cara —comentó Nicholas, pensativamente—. Es una posibilidad.
—Cállate.
El dolor se había mitigado. ____(tn) echó la cabeza hacia atrás, alzando la mirada hacia la luna, un círculo de desportillado brillo plateado flotando en un mar de estrellas.
—Todo es culpa mía.
—No es culpa tuya.
—Tienes razón. Es culpa nuestra.
Nicholas volvió la cabeza hacia ella, con la exasperación claramente visible en las líneas de los hombros.
—¿De dónde sacas eso?
Ella le miró en silencio durante un momento. Nicholas necesitaba un corte de pelo. Los cabellos se le enroscaban del modo en que lo hacían las enredaderas cuando eran demasiado largas, en zarcillos serpenteantes, del color del oro blanco a la luz de la luna. Las cicatrices del rostro y garganta daban la impresión de haber sido dibujadas con tinta metálica. Era hermoso, se dijo con abatimiento, hermoso, y no había nada allí en él, ni una expresión, ni una inclinación del pómulo ni la forma de la mandíbula ni la curva de los labios que denotara en absoluto cualquier parecido de familia con ella o con su madre. Él ni siquiera se parecía a Valentine.
—¿Qué? —preguntó él—. ¿Por qué me miras de ese modo?
Quería arrojarse a sus brazos y sollozar al mismo tiempo que deseaba golpearle con los puños.
—De no ser por lo sucedido en la corte de las hadas —dijo finalmente—, Simon todavía estaría vivo.
Él bajó la mano y arrancó violentamente un manojo de hierba, aún con tierra aferrada a las raíces. Lo arrojó a un lado.
—Nos vimos obligados a hacer lo que hicimos. No fue para divertirnos o para herirle. Además —añadió, con una sonrisa apenas esbozada—, eres mi hermana.
—No lo digas de ese modo…
—¿Qué, «hermana»? —Nicholas sacudió la cabeza—. Cuando era un niño pequeño comprendí que si dices una palabra una y otra vez lo bastante de prisa pierde todo su significado. Solía permanecer tumbado repitiendo las palabras una y otra vez: «azúcar», «espejo», «susurro», «oscuridad». «Hermana» —dijo en voz baja—. Eres mi hermana.
—No importa cuántas veces lo digas. Seguirá siendo cierto.
—Tampoco importa lo que no me permites decir, eso seguirá siendo cierto también.
—¡Nicholas!
Se oyó otra voz, llamándole por su nombre. Era Alec, un tanto jadeante por haber corrido. Llevaba una bolsa de plástico negro en una mano. Detrás de él marchaba Magnus, muy digno, imposiblemente alto, delgado y con una mirada colérica, vestido con un largo abrigo de cuero que aleteaba al viento como el ala de un murciélago. Alec fue a detenerse frente a Nicholas y le tendió la bolsa.
—He traído sangre —dijo—. Como me has pedido.
Nicholas abrió la parte superior de la bolsa, miró dentro y arrugó la nariz.
—¿Debería preguntarte dónde la conseguiste?
—De una carnicería en Greenpoint —contestó Magnus, reuniéndose con ellos—. Desangran a los animales para que la carne cumpla con la ley musulmana. Es sangre de animal.
—La sangre es sangre —declaró Nicholas, y se levantó; entonces miró a ____(tn) y vaciló—. Cuando Raphael dijo que esto no sería agradable, no mentía. Puedes quedarte aquí. Enviaré a Isabelle para que espere contigo.
Ella echó la cabeza hacia atrás para mirarle, y la luz de la luna proyectó la sombra de las ramas sobre su rostro.
—¿Has visto alguna vez alzarse a un vampiro?
—No, pero…
—Entonces tampoco lo sabes, ¿verdad?
____(tn) se puso de pie, y el abrigo azul de Isabelle descendió a su alrededor en susurrantes pliegues.
—Quiero estar allí. Tengo que estar allí —dijo.
Sólo podía verle parte del rostro bajo las sombras, pero se dijo que el muchacho parecía casi... impresionado.
—Sé que no puedo impedírtelo —claudicó él—. Vayamos.
Raphael estaba apisonando un gran rectángulo de tierra cuando ellos regresaron al claro, Nicholas y ____(tn) un poco por delante de Magnus y Alec, que parecían estar discutiendo sobre algo. El cuerpo de Simon había desaparecido. Isabelle estaba sentada en el suelo, con el látigo enroscado a los tobillos en un círculo dorado. Tiritaba.
—¡Por Dios, qué frío hace! —exclamó ____(tn), envolviéndose mejor en el grueso abrigo de Isabelle.
El terciopelo era cálido, al menos. Intentó no pensar en que estaba manchado con la sangre de Simon.
—Es como si hubiese llegado el invierno de la noche a la mañana.
—Alégrate de que aún no sea invierno —dijo Raphael, depositando la pala apoyada contra el tronco de un árbol próximo—. El suelo se congela como el hierro en invierno. En ocasiones es imposible cavar, y el polluelo debe aguardar meses, muriéndose de hambre bajo tierra, antes de poder nacer.
—¿Es así como los llamáis? ¿Polluelos? —preguntó ____(tn).
La palabra parecía equivocada, demasiado afable de algún modo. Le hizo pensar en patitos.
—Sí —contestó Raphael—, significa los que aún no son o los recién nacidos.
Entonces vio a Magnus, y por una fracción de segundo pareció sorprendido antes de borrar la expresión cuidadosamente de sus facciones.
—Gran Brujo —saludó—, no esperaba verte aquí.
—Tenía curiosidad —repuso Magnus, y sus ojos felinos centellearon—. Jamás he visto alzarse a uno de los Hijos de la Noche.
Raphael echó una mirada veloz a Nicholas, que estaba apoyado contra el tronco de un árbol.
—Andas en compañía de gente sorprendentemente ilustre, cazador de sombras.
—¿Vuelves a hablar de ti? —bromeó Nicholas, y salió la tierra removida con la punta de una bota—. Eso parece jactancioso.
—A lo mejor se refería a mí —soltó Alec. Todo el mundo le miró con sorpresa. Alec hacía chistes en muy raras ocasiones. Éste sonrió nerviosamente—. Lo siento —dijo—. Nervios.
—No tienes que disculparte —intervino Magnus, alargando el brazo para tocar el hombro de Alec.
Alec se movió rápidamente fuera de su alcance, y la mano extendida de Magnus cayó al costado del brujo.
—Entonces, ¿qué es lo que hacemos ahora? —quiso saber ____(tn), abrazándose para entrar en calor.
El frío parecía habérsele filtrado por cada poro del cuerpo. Sin duda hacía demasiado frío para estar a finales de verano.
Raphael, advirtiendo el gesto, mostró una diminuta sonrisa.
—Siempre hace frío en un renacimiento —indicó—. El polluelo extrae fuerza de las cosas vivas que le rodean, tomando de ellas la energía para alzarse.
____(tn) le dirigió una mirada llena de resentimiento.
—Tú no pareces notar el frío.
—Yo no estoy vivo.
El vampiro se apartó un poco del borde de la tumba. ____(tn) se obligaba a pensar en ella como una tumba, puesto que eso era exactamente lo que era e hizo un gesto a los demás para que hicieran lo mismo.
—Dejad espacio —indicó—, Simon difícilmente podrá alzarse si todos estáis de pie encima de él.
Retrocedieron apresuradamente. ____(tn) se encontró con Isabelle aferrada a su codo y al volverse vio que la otra muchacha tenía blancos incluso los labios.
—¿Qué sucede?
—Todo —contestó Isabelle—. ____(tn); quizá deberíamos haber dejado que se fuese…
—Dejarle morir, quieres decir. —____(tn) se soltó violentamente de la mano de Isabelle—. Claro que eso es lo que tú piensas. Piensas que todos los que no son como tú están mejor muertos.
El rostro de Isabelle era la imagen de la desdicha.
—Eso no es….
Se oyó un sonido en el claro, un sonido que no se parecía a ninguno que ____(tn) hubiese oído antes; una especie de martilleo rítmico que surgía de las profundidades, como si de improviso el latido del mundo resultase audible.
«¿Qué sucede?», pensó ____(tn), y entonces el suelo se combó y alzó bajo ella, haciéndola caer de rodillas. La tumba se agitaba como la superficie de un océano. Apareciendo ondulaciones en la superficie y, de repente, reventó, con terrones de tierra volando por los aires. Una pequeña montaña de tierra, como un hormiguero, se levantó penosamente. En el centro de la montaña había una mano, los dedos abiertos y separados, arañando la tierra.
—¡Simon! —____(tn) intentó lanzarse hacia adelante, pero Raphael tiró de ella hacia atrás—. ¡Suéltame! —Intentó desasirse, pero Raphael la sujetaba con manos férreas—. ¿No te das cuenta de que necesita nuestra ayuda?
—Debería hacerlo por sí mismo —contestó él, sin aflorar la presión—. Es mejor de ese modo.
—¡Es tu modo! ¡No el mío!
____(tn) se soltó violentamente y corrió hacia la tumba justo cuando ésta se alzó, arrojándola de nuevo al suelo. Una figura encorvada iba saliendo con dificultad de la sepultura cavada a toda prisa, unos dedos que parecían garras mugrientas se hundieron profundamente en la tierra. Los brazos desnudos estaban cubiertos de negros surcos de mugre y sangre. La cosa se liberó violentamente de la succión de la tierra, gateó unos pocos metros y se desplomó sobre el suelo.
—Simon —susurró ____(tn).
Porque desde luego era Simon. Simon, no una cosa. ____(tn) se puso en pie apresuradamente y corrió hacia él, las deportivas de lona hundiéndose profundamente en la tierra removida.
—¡____(tn)! —gritó Nicholas—. ¿Qué haces?
Ella dio un traspié, el tobillo se le torció al hundirse la pierna en la tierra y cayó de rodillas junto a Simon, que yacía tan inmóvil como si estuviera realmente muerto. Tenía los cabellos mugrientos y apelmazados por grumos de tierra, las gafas habían desaparecido, la camiseta estaba desgarrada por el costado y había sangre en la piel que se veía bajo ella.
—Simon —dijo ____(tn), y alargó la mano para tocarle el hombro—. Simon, ¿estás… —El cuerpo del muchacho se tensó bajo sus dedos, con todos los músculos rígidos, la carne dura como el hierro— bien?
Él volvió la cabeza, y ella le vio los ojos. Carecían de expresión, de vida. Con un grito agudo, Simon rodó sobre sí mismo y saltó sobre ella, veloz como una serpiente al atacar. La golpeó de pleno, volviendo a derribarla sobre la tierra.
—¡Simon! —chilló ella, pero él no parecía oír.
El muchacho tenía el cuerpo crispado, irreconocible, mientras se erguía sobre ella, curvando los labios hacia atrás. ____(tn) vio los afilados caninos, los colmillos, centellear a la luz de la luna igual que agujas de hueso blanco. Repentinamente aterrada, le pateó, pero él la agarró por los hombros y la inmovilizó contra el suelo. Tenía las manos ensangrentadas y las uñas rotas, pero era increíblemente fuerte, más fuerte incluso que los músculos de cazadora de sombras de la muchacha. Los huesos de los hombros le rechinaron dolorosamente cuando él se inclinó sobre ella…
Y fue arrancado de allí y lanzado por los aires como si no pesara más que un guijarro. ____(tn) se puso en pie de un salto, sin aliento, y se encontró con la mirada sombría de Raphael.
—Te dije que te mantuvieras lejos de él —la riñó éste, y se volvió para arrodillarse junto a Simon, que había aterrizado a poca distancia y estaba enroscado en el suelo en medio de fuertes convulsiones.
____(tn) inspiró con fuerza, pero sonó igual que si sollozara.
—No me conoce.
—Te conoce. No le importa. —Raphael miró por encima del hombro a Nicholas—. Está hambriento. Necesita sangre.
Nicholas, que había permanecido de pie al borde de la tumba, lívido y paralizado, se adelantó y le tendió la bolsa de plástico en silencio, como una ofrenda. Raphael la cogió y la desgarró. Varios paquetes de plástico conteniendo un líquido rojo cayeron fuera. Tomó uno, mascullando, y lo desgarró con uñas afiladas, salpicando de sangre la parte delantera de su camisa blanca ya manchada de tierra.
Simon, como si olfateara la sangre, se hizo un ovillo y profirió un gemido lastimero. Seguía retorciéndose; las manos de uñas rotas abrían surcos en el suelo y tenía los ojos en blanco. Raphael alargó el paquete de sangre, dejando que un poco de fluido rojo goteara sobre el rostro de Simon, manchando de escarlata la piel blanca.
—Ahí tienes —dijo, casi en un canturreo suave—. Bebe, pequeño polluelo. Bebe.
Y Simon, que había sido vegetariano desde los diez años, que no quería beber leche que no fuese orgánica, que se desmayaba con sólo ver agujas… Simon arrancó el paquete de sangre de la delgada mano morena de Raphael y lo desgarró con los dientes. Consumió la sangre en unos pocos tragos y arrojó el paquete a un lado con otro gemido; Raphael tenía preparado un segundo paquete, y se lo puso en la mano.
—No bebas demasiado de prisa —advirtió—. Te entrarán ganas de vomitar.
Simon, por supuesto, no le hizo el menor caso; había conseguido abrir el segundo paquete sin ayuda y engullía con glotonería el contenido. La sangre le corría por las comisuras de los labios, le descendía por la garganta y le salpicaba las manos con gruesas gotas rojas. Tenía los ojos cerrados.
Raphael miró a ____(tn). Ésta pudo sentir que también Nicholas la miraba fijamente, al igual que los demás, todos con expresiones idénticas de horror y repugnancia.
—La próxima vez que se alimente —dijo Raphael con calma—, no resultará tan desagradable.
«Desagradable.» ____(tn) abandonó el claro a trompicones, oyendo como Nicholas la llamaba, pero sin prestarle atención. Echó a correr al llegar a los árboles y había descendido la mitad de la ladera cuando el dolor la acometió. Cayó de rodillas, dando arcadas, mientras todo el contenido de su estómago salía al exterior en una avalancha desgarradora. Cuando finalizó, se alejó gateando un corto trecho y se desplomó sobre el suelo. Sabía que probablemente yacía sobre la tumba de alguien, pero no le importó. Descansó el rostro ardiente en la tierra fresca y pensó, por primera vez, que tal vez los muertos no fueran tan desafortunados después de todo.
Las laderas de la colina que no daban a la carretera estaban densamente cubiertas de lápidas, muchas de ellas con una Estrella de David en lo alto. Relucían blancas y lisas igual que la leche a la luz de la luna. A lo lejos había un lago, la superficie plisada por centelleantes ondulaciones. Un lugar bonito, pensó ____(tn). Un lugar bonito al que acudir y depositar flores sobre la tumba de alguien, en el que sentarse un rato y pensar en la vida de aquellas personas, en lo que significaban para uno. No un buen lugar al que acudir de noche, al amparo de la oscuridad, para enterrar a tu amigo en una tumba poco profunda sin un ataúd ni oficio religioso.
—¿Sufrió? —preguntó a Raphael.
Éste alzó los ojos de la tierra que cavaba, y se apoyó en el mango de la pala, como el enterrador de Hamlet.
—¿Qué?
—Simon. ¿Sufrió? ¿Le hicieron daño los vampiros?
—No. Morir desangrado no es un mal modo de morir —contestó Raphael, con su rítmica voz pausada—. El mordisco te droga. Es agradable, como dormirse.
Una sensación de mareo embargó a ____(tn), y por un momento creyó que iba a desmayarse.
—____(tn). —La voz de Nicholas la sacó violentamente de su ensoñación. —Vamos, no tienes que presenciar esto.
Le tendió la mano. Al mirar detrás de él, ____(tn) pudo ver a Isabelle de pie con el látigo en la mano. Habían envuelto a Simon en una manta y yacía sobre el suelo a sus pies, como un bulto que ella custodiara. No era un bulto, se recordó ____(tn) con ferocidad. Era él. Era Simon.
—Quiero estar aquí cuando despierte.
—Lo sé. Regresaremos en seguida.
Cuando ella no se movió, Nicholas la cogió del brazo, que no opuso la menor resistencia, y se la llevó fuera del claro, ladera abajo. Allí había rocas, justo por encima de la primera hilera de sepulturas; él se sentó en una y se subió la cremallera de la cazadora. Hacía un frío sorprendente. Por primera vez en aquella estación del año, ____(tn) pudo ver su propio aliento al respirar.
Se sentó en la roca junto a Nicholas y clavó la mirada en el lago. Oía el rítmico golpeteo de la pala de Raphael chocando contra la tierra y las paletadas de tierra cayendo al suelo. Raphael no era humano; trabaja de prisa. No le llevaría mucho rato cavar una tumba. Y Simon tampoco era una persona muy grande; la tumba no tendría que ser muy profunda.
Una punzada de dolor le retorció el abdomen. Se inclinó hacia adelante, con las manos abiertas sobre el estómago.
—Tengo naúseas.
—Lo sé. Es por eso que te he traído aquí. Parecía como si estuvieses a punto de vomitar sobre los pies de Raphael.
Ella emitió un gemido quedo.
—Quizá se le hubiese borrado la sonrisita de la cara —comentó Nicholas, pensativamente—. Es una posibilidad.
—Cállate.
El dolor se había mitigado. ____(tn) echó la cabeza hacia atrás, alzando la mirada hacia la luna, un círculo de desportillado brillo plateado flotando en un mar de estrellas.
—Todo es culpa mía.
—No es culpa tuya.
—Tienes razón. Es culpa nuestra.
Nicholas volvió la cabeza hacia ella, con la exasperación claramente visible en las líneas de los hombros.
—¿De dónde sacas eso?
Ella le miró en silencio durante un momento. Nicholas necesitaba un corte de pelo. Los cabellos se le enroscaban del modo en que lo hacían las enredaderas cuando eran demasiado largas, en zarcillos serpenteantes, del color del oro blanco a la luz de la luna. Las cicatrices del rostro y garganta daban la impresión de haber sido dibujadas con tinta metálica. Era hermoso, se dijo con abatimiento, hermoso, y no había nada allí en él, ni una expresión, ni una inclinación del pómulo ni la forma de la mandíbula ni la curva de los labios que denotara en absoluto cualquier parecido de familia con ella o con su madre. Él ni siquiera se parecía a Valentine.
—¿Qué? —preguntó él—. ¿Por qué me miras de ese modo?
Quería arrojarse a sus brazos y sollozar al mismo tiempo que deseaba golpearle con los puños.
—De no ser por lo sucedido en la corte de las hadas —dijo finalmente—, Simon todavía estaría vivo.
Él bajó la mano y arrancó violentamente un manojo de hierba, aún con tierra aferrada a las raíces. Lo arrojó a un lado.
—Nos vimos obligados a hacer lo que hicimos. No fue para divertirnos o para herirle. Además —añadió, con una sonrisa apenas esbozada—, eres mi hermana.
—No lo digas de ese modo…
—¿Qué, «hermana»? —Nicholas sacudió la cabeza—. Cuando era un niño pequeño comprendí que si dices una palabra una y otra vez lo bastante de prisa pierde todo su significado. Solía permanecer tumbado repitiendo las palabras una y otra vez: «azúcar», «espejo», «susurro», «oscuridad». «Hermana» —dijo en voz baja—. Eres mi hermana.
—No importa cuántas veces lo digas. Seguirá siendo cierto.
—Tampoco importa lo que no me permites decir, eso seguirá siendo cierto también.
—¡Nicholas!
Se oyó otra voz, llamándole por su nombre. Era Alec, un tanto jadeante por haber corrido. Llevaba una bolsa de plástico negro en una mano. Detrás de él marchaba Magnus, muy digno, imposiblemente alto, delgado y con una mirada colérica, vestido con un largo abrigo de cuero que aleteaba al viento como el ala de un murciélago. Alec fue a detenerse frente a Nicholas y le tendió la bolsa.
—He traído sangre —dijo—. Como me has pedido.
Nicholas abrió la parte superior de la bolsa, miró dentro y arrugó la nariz.
—¿Debería preguntarte dónde la conseguiste?
—De una carnicería en Greenpoint —contestó Magnus, reuniéndose con ellos—. Desangran a los animales para que la carne cumpla con la ley musulmana. Es sangre de animal.
—La sangre es sangre —declaró Nicholas, y se levantó; entonces miró a ____(tn) y vaciló—. Cuando Raphael dijo que esto no sería agradable, no mentía. Puedes quedarte aquí. Enviaré a Isabelle para que espere contigo.
Ella echó la cabeza hacia atrás para mirarle, y la luz de la luna proyectó la sombra de las ramas sobre su rostro.
—¿Has visto alguna vez alzarse a un vampiro?
—No, pero…
—Entonces tampoco lo sabes, ¿verdad?
____(tn) se puso de pie, y el abrigo azul de Isabelle descendió a su alrededor en susurrantes pliegues.
—Quiero estar allí. Tengo que estar allí —dijo.
Sólo podía verle parte del rostro bajo las sombras, pero se dijo que el muchacho parecía casi... impresionado.
—Sé que no puedo impedírtelo —claudicó él—. Vayamos.
Raphael estaba apisonando un gran rectángulo de tierra cuando ellos regresaron al claro, Nicholas y ____(tn) un poco por delante de Magnus y Alec, que parecían estar discutiendo sobre algo. El cuerpo de Simon había desaparecido. Isabelle estaba sentada en el suelo, con el látigo enroscado a los tobillos en un círculo dorado. Tiritaba.
—¡Por Dios, qué frío hace! —exclamó ____(tn), envolviéndose mejor en el grueso abrigo de Isabelle.
El terciopelo era cálido, al menos. Intentó no pensar en que estaba manchado con la sangre de Simon.
—Es como si hubiese llegado el invierno de la noche a la mañana.
—Alégrate de que aún no sea invierno —dijo Raphael, depositando la pala apoyada contra el tronco de un árbol próximo—. El suelo se congela como el hierro en invierno. En ocasiones es imposible cavar, y el polluelo debe aguardar meses, muriéndose de hambre bajo tierra, antes de poder nacer.
—¿Es así como los llamáis? ¿Polluelos? —preguntó ____(tn).
La palabra parecía equivocada, demasiado afable de algún modo. Le hizo pensar en patitos.
—Sí —contestó Raphael—, significa los que aún no son o los recién nacidos.
Entonces vio a Magnus, y por una fracción de segundo pareció sorprendido antes de borrar la expresión cuidadosamente de sus facciones.
—Gran Brujo —saludó—, no esperaba verte aquí.
—Tenía curiosidad —repuso Magnus, y sus ojos felinos centellearon—. Jamás he visto alzarse a uno de los Hijos de la Noche.
Raphael echó una mirada veloz a Nicholas, que estaba apoyado contra el tronco de un árbol.
—Andas en compañía de gente sorprendentemente ilustre, cazador de sombras.
—¿Vuelves a hablar de ti? —bromeó Nicholas, y salió la tierra removida con la punta de una bota—. Eso parece jactancioso.
—A lo mejor se refería a mí —soltó Alec. Todo el mundo le miró con sorpresa. Alec hacía chistes en muy raras ocasiones. Éste sonrió nerviosamente—. Lo siento —dijo—. Nervios.
—No tienes que disculparte —intervino Magnus, alargando el brazo para tocar el hombro de Alec.
Alec se movió rápidamente fuera de su alcance, y la mano extendida de Magnus cayó al costado del brujo.
—Entonces, ¿qué es lo que hacemos ahora? —quiso saber ____(tn), abrazándose para entrar en calor.
El frío parecía habérsele filtrado por cada poro del cuerpo. Sin duda hacía demasiado frío para estar a finales de verano.
Raphael, advirtiendo el gesto, mostró una diminuta sonrisa.
—Siempre hace frío en un renacimiento —indicó—. El polluelo extrae fuerza de las cosas vivas que le rodean, tomando de ellas la energía para alzarse.
____(tn) le dirigió una mirada llena de resentimiento.
—Tú no pareces notar el frío.
—Yo no estoy vivo.
El vampiro se apartó un poco del borde de la tumba. ____(tn) se obligaba a pensar en ella como una tumba, puesto que eso era exactamente lo que era e hizo un gesto a los demás para que hicieran lo mismo.
—Dejad espacio —indicó—, Simon difícilmente podrá alzarse si todos estáis de pie encima de él.
Retrocedieron apresuradamente. ____(tn) se encontró con Isabelle aferrada a su codo y al volverse vio que la otra muchacha tenía blancos incluso los labios.
—¿Qué sucede?
—Todo —contestó Isabelle—. ____(tn); quizá deberíamos haber dejado que se fuese…
—Dejarle morir, quieres decir. —____(tn) se soltó violentamente de la mano de Isabelle—. Claro que eso es lo que tú piensas. Piensas que todos los que no son como tú están mejor muertos.
El rostro de Isabelle era la imagen de la desdicha.
—Eso no es….
Se oyó un sonido en el claro, un sonido que no se parecía a ninguno que ____(tn) hubiese oído antes; una especie de martilleo rítmico que surgía de las profundidades, como si de improviso el latido del mundo resultase audible.
«¿Qué sucede?», pensó ____(tn), y entonces el suelo se combó y alzó bajo ella, haciéndola caer de rodillas. La tumba se agitaba como la superficie de un océano. Apareciendo ondulaciones en la superficie y, de repente, reventó, con terrones de tierra volando por los aires. Una pequeña montaña de tierra, como un hormiguero, se levantó penosamente. En el centro de la montaña había una mano, los dedos abiertos y separados, arañando la tierra.
—¡Simon! —____(tn) intentó lanzarse hacia adelante, pero Raphael tiró de ella hacia atrás—. ¡Suéltame! —Intentó desasirse, pero Raphael la sujetaba con manos férreas—. ¿No te das cuenta de que necesita nuestra ayuda?
—Debería hacerlo por sí mismo —contestó él, sin aflorar la presión—. Es mejor de ese modo.
—¡Es tu modo! ¡No el mío!
____(tn) se soltó violentamente y corrió hacia la tumba justo cuando ésta se alzó, arrojándola de nuevo al suelo. Una figura encorvada iba saliendo con dificultad de la sepultura cavada a toda prisa, unos dedos que parecían garras mugrientas se hundieron profundamente en la tierra. Los brazos desnudos estaban cubiertos de negros surcos de mugre y sangre. La cosa se liberó violentamente de la succión de la tierra, gateó unos pocos metros y se desplomó sobre el suelo.
—Simon —susurró ____(tn).
Porque desde luego era Simon. Simon, no una cosa. ____(tn) se puso en pie apresuradamente y corrió hacia él, las deportivas de lona hundiéndose profundamente en la tierra removida.
—¡____(tn)! —gritó Nicholas—. ¿Qué haces?
Ella dio un traspié, el tobillo se le torció al hundirse la pierna en la tierra y cayó de rodillas junto a Simon, que yacía tan inmóvil como si estuviera realmente muerto. Tenía los cabellos mugrientos y apelmazados por grumos de tierra, las gafas habían desaparecido, la camiseta estaba desgarrada por el costado y había sangre en la piel que se veía bajo ella.
—Simon —dijo ____(tn), y alargó la mano para tocarle el hombro—. Simon, ¿estás… —El cuerpo del muchacho se tensó bajo sus dedos, con todos los músculos rígidos, la carne dura como el hierro— bien?
Él volvió la cabeza, y ella le vio los ojos. Carecían de expresión, de vida. Con un grito agudo, Simon rodó sobre sí mismo y saltó sobre ella, veloz como una serpiente al atacar. La golpeó de pleno, volviendo a derribarla sobre la tierra.
—¡Simon! —chilló ella, pero él no parecía oír.
El muchacho tenía el cuerpo crispado, irreconocible, mientras se erguía sobre ella, curvando los labios hacia atrás. ____(tn) vio los afilados caninos, los colmillos, centellear a la luz de la luna igual que agujas de hueso blanco. Repentinamente aterrada, le pateó, pero él la agarró por los hombros y la inmovilizó contra el suelo. Tenía las manos ensangrentadas y las uñas rotas, pero era increíblemente fuerte, más fuerte incluso que los músculos de cazadora de sombras de la muchacha. Los huesos de los hombros le rechinaron dolorosamente cuando él se inclinó sobre ella…
Y fue arrancado de allí y lanzado por los aires como si no pesara más que un guijarro. ____(tn) se puso en pie de un salto, sin aliento, y se encontró con la mirada sombría de Raphael.
—Te dije que te mantuvieras lejos de él —la riñó éste, y se volvió para arrodillarse junto a Simon, que había aterrizado a poca distancia y estaba enroscado en el suelo en medio de fuertes convulsiones.
____(tn) inspiró con fuerza, pero sonó igual que si sollozara.
—No me conoce.
—Te conoce. No le importa. —Raphael miró por encima del hombro a Nicholas—. Está hambriento. Necesita sangre.
Nicholas, que había permanecido de pie al borde de la tumba, lívido y paralizado, se adelantó y le tendió la bolsa de plástico en silencio, como una ofrenda. Raphael la cogió y la desgarró. Varios paquetes de plástico conteniendo un líquido rojo cayeron fuera. Tomó uno, mascullando, y lo desgarró con uñas afiladas, salpicando de sangre la parte delantera de su camisa blanca ya manchada de tierra.
Simon, como si olfateara la sangre, se hizo un ovillo y profirió un gemido lastimero. Seguía retorciéndose; las manos de uñas rotas abrían surcos en el suelo y tenía los ojos en blanco. Raphael alargó el paquete de sangre, dejando que un poco de fluido rojo goteara sobre el rostro de Simon, manchando de escarlata la piel blanca.
—Ahí tienes —dijo, casi en un canturreo suave—. Bebe, pequeño polluelo. Bebe.
Y Simon, que había sido vegetariano desde los diez años, que no quería beber leche que no fuese orgánica, que se desmayaba con sólo ver agujas… Simon arrancó el paquete de sangre de la delgada mano morena de Raphael y lo desgarró con los dientes. Consumió la sangre en unos pocos tragos y arrojó el paquete a un lado con otro gemido; Raphael tenía preparado un segundo paquete, y se lo puso en la mano.
—No bebas demasiado de prisa —advirtió—. Te entrarán ganas de vomitar.
Simon, por supuesto, no le hizo el menor caso; había conseguido abrir el segundo paquete sin ayuda y engullía con glotonería el contenido. La sangre le corría por las comisuras de los labios, le descendía por la garganta y le salpicaba las manos con gruesas gotas rojas. Tenía los ojos cerrados.
Raphael miró a ____(tn). Ésta pudo sentir que también Nicholas la miraba fijamente, al igual que los demás, todos con expresiones idénticas de horror y repugnancia.
—La próxima vez que se alimente —dijo Raphael con calma—, no resultará tan desagradable.
«Desagradable.» ____(tn) abandonó el claro a trompicones, oyendo como Nicholas la llamaba, pero sin prestarle atención. Echó a correr al llegar a los árboles y había descendido la mitad de la ladera cuando el dolor la acometió. Cayó de rodillas, dando arcadas, mientras todo el contenido de su estómago salía al exterior en una avalancha desgarradora. Cuando finalizó, se alejó gateando un corto trecho y se desplomó sobre el suelo. Sabía que probablemente yacía sobre la tumba de alguien, pero no le importó. Descansó el rostro ardiente en la tierra fresca y pensó, por primera vez, que tal vez los muertos no fueran tan desafortunados después de todo.
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Bueno Simón ya es un Vampiro! :fiu:
En los siguientes capitulos, veremos como se adapta
a su nueva vida! ;)
Las leo después! :D
Lu wH!;*
X
Bueno Simón ya es un Vampiro! :fiu:
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