~Inalcanzable~ James Maslow & Tú

Me he dormido en clase de historia y ahora estoy en despacho de coordinación, es exagerado que me hayan mandado aquí solo por dormirme pero claro esto no fue lo que más la cabreo a la profe sino que cuando me mando fuera dije "Mejor fuera que dentro" y todo eso añadiendo que me ha cogido manía pues tenía que acabar así.
El coordinador no aparece y ya llevo aquí diez minutos. Oigo unos pasos detrás mío y veo a Damon (el coordinador) que lleva del brazo a un chico de bachillerato con cara de cabreado. Mi mirada se encuentra con la del chico al acercarse y siento un vuelco en el corazón. Es guapísimo. Nunca había visto a alguien tan guapo.
Cuando llegan a mí Damon deja al chico a mi lado y se sienta en su mesa encendiendo el ordenador entonces me mira por encima de sus gafas y se pasa una mano por su pelo negro.
-¿Qué haces aquí Angela?-pregunta con el ceño fruncido.
-Lidya me ha mandado venir-Damon desvía su mirada al ordenador y empieza a escribir.
-¿Se puede saber por qué?
-Es que me dormí en clase y luego cuando me mando salir de clase le dije "mejor fuera que dentro".
Oigo algo raro y miro a mi derecha donde esta el chico de bachiller. Está sonriendo y asiente mirándome.
-Tienes razón-me susurra.
-¡Eh! Tú te callas-le manda Damon lanzandole una mirada de advertencia-Angela vas a venir dos días por la tarde. El lunes y el martes de la semana que viene vendrás una hora desde las cuatro a las cinco de la tarde-suspiro frustrada-¿Entendido?-me mira por encima de las gafas.
-Si-contesto bruscamente.
-Vete a clase-asiento y me voy pero antes el chico me pone una mano en el hombro y me susurra algo en el oído.
-Que te sea leve-le noto sonreír. Asiento y le miro una vez a los ojos y me da otro vuelco el corazón.

Después de eso hice lo que me tocaba del castigo y recibí una buena bronca en casa por parte de mi padre. Pasó un mes y siempre que podía buscaba al chico de coordinación por el recreo por los pasillos y le encontraba. La primera vez que le vi después del encuentro en coordinación fue cuando tuvimos que ir a la sala del último piso a hacer un exámen de matemáticas y estaban los de 1º de bachiller haciendo un exámen de física y química. Nos mezclaron en la clase y a mi me toco delante suyo pero no pareció acordarse de mí cuando se cruzaron nuestras miradas. Sino que siguió con su exámen como si nada y eso que yo llevaba tiempo hablando de él y en cuanto le vi en esta sala pensé que me caería al no sentir las piernas.
Y después de eso estuve un mes mirándole a lo lejos y nunca más se cruzaron nuestras miradas.

-Angie.
-¿Qué...?-pregunto aun mirando como se ríe con sus amigos.
-Se esta acercando-la miro.
-¿Quién?
-Tu amor platónico-la miro mal y entonces vuelvo la mirada al chico y es verdad se está acercando-¡Vamos!-ella me da un empujón haciendo que me caiga al suelo justo a su lado.
-¿Estas bien?-pregunta mi amor platónico pero sigue caminando.
-Sí-me mira una última vez y sigue su camino sin ofrecerme una mano para ayudarme a levantar ni nada.

Y yo no me levanto.

(Basado en la realidad :/)

Me había dedicado todo el trimestre a mirarle de lejos, sí, supongo que es una obsesión... ¿Pero que puedo hacer yo?
Al final deje dos y tengo que estudiar las vacaciones de navidades para recuperar.
El paisaje se había teñido de blanco ayer mismo y hoy mismo las fuertes lluvias lo han arrastrado todo consigo.
Cuando salgo de casa ya son las ocho de la tarde y el cielo esta totalmente oscuro. Aún llueve. Yo misma me he permitido darme un pequeño descanso de hacer ejercicios de matemáticas, que mierda.
Cojo un paraguas aunque llevo la capucha puesta del abrigo y me dirijo al parque. Hacia ese camino iluminado por luces y a los lados hay bancos y árboles, precioso, y más cuando no hay nadie y llueve.
Cuando llego al camino y empiezo a recorrerlo me permito pensar en él, pues he tenido de alguna forma apartarlo de mis pensamientos mientras estudiaba, sino se me hacía imposible. Después de hacer el ridículo en frente suyo cayendo al suelo sólo una vez me miro, cuando casi choco con él y nuestros rostros se encontraban tan cerca. Sentí que me puse roja y me daba la impresión de que el corazón se me saldría del pecho. Fue agobiante pero genial. Pero después de eso, no me miro más, por lo menos yo no le vi.
Suspiro y miro al suelo inundado por el agua. No es justo. Solo tiene dos años más que yo, no es tan imposible como me parece.
Oigo unas risas. Miro a mi alrededor y no veo a nadie. Frunzo el ceño y al avanzar un poco más le veo a él... con una chica... Los dos bajo el paraguas, la chica apoyada en un árbol y él delante suyo con su rostro muy cerca de el de ella. Me quedo mirándoles esperando a que se besen, para asegurarme de si es real o no... Esa chica va con el a clase, le reconozco la cara. Pasan unos minutos y no se besan, pero el le esta susurrando cosas y ella sonríe mirándole directamente a los ojos. Noto como los míos empiezan a arder. Cuando veo que el se esta acercando a ella más doy cuatro pasos y resbalo con un charco y caigo y el paraguas sale disparado. Gimo un poco por el dolor en la pierna que se me ha doblado, pero consigo levantarme. Miro detrás al oír un ruido y le veo a el y ella mirándome fijamente, mi mirada se encuentra con la suya y una lágrima mía cae sobre el suelo mojado y el se ha dado cuenta y frunce el ceño.
Dejo el paraguas y vuelvo a lo mío, sigo caminando intentando huir de todo esto, de su ligoteo, de la chica, de sus miradas de mi accidente embarazoso de todo...
Miro bien al suelo para no meter la pata otra vez y caer.
Cuando llego a casa empapada me descalzo en mi habitación me quito el abrigo y me salto en la cama notando como las lágrimas caen y caen dejando un rastro en mis mejillas.
-¡Angela!-oigo gritar a mi madre-¡El teléfono!
Suspiro y salgo de la habitación y voy a cogerlo.
-¿Diga?-digo con la voz rota. Toso.
-¡Wow! ¿Qué pasa preciosa?-frunzo el ceño. No puede ser.