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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Dominada por el deseo (HOT) Zayn malik y tu
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Dominada por el deseo (HOT) Zayn malik y tu
Capitulo 20
_____ se abrió para él, aceptando la estocada hambrienta de su lengua que sabía a especias y que la llenaba de una necesidad abrasadora, mientras se lanzaba a una devastadora danza de seducción. Sintió que se le aflojaban las rodillas. Su pasión era a la vez picante y dulce como la miel y tan dura como el acero. Era única. Embriagadora. _____ gimió en su boca, y él devoró el sonido con ansia.
Zayn bajó las manos hasta sus caderas y las asió con fuerza, atraiéndola directamente contra la erección contenida en los vaqueros. La acomodó justo en el lugar adecuado, y ella sintió que su ansiedad crecía. Tanto que le dolía. La apretó de nuevo contra sí, obligando a _____ a levantar la pierna para rodearle la cintura, abriendo su cuerpo para él en una súplica silenciosa.
Él aceptó de inmediato, cogiéndole el muslo y anclándolo sobre su cadera, consiguiendo el roce perfecto con su clítoris. _____ se asió a sus hombros desnudos y duros, intentando resistir a pesar de la mareante necesidad.
¿Había estado alguna vez tan excitada? No. ¿Alguna vez había deseado algo tanto como para sentir que moriría si no lo conseguía? No.
Era una tortura. Era un placer.
Él continuó devorándole la boca, dándole pequeños mordísquitos en los labios, enroscando su lengua con la de él. Zayn no dejó sin atender ninguna parte de la boca de _____, y la saboreó a conciencia. Con desesperación, ella restregó los pechos contra el muro caliente y duro del pecho de Zayn, rodeándole el cuello con los brazos y profundizando más el beso.
Cuando apartó sus labios de los de ella, _____ se agarró a él en señal de protesta. Él le apartó los brazos y los apoyó contra la puerta con una mirada de advertencia.
Se sostuvieron las miradas, los ojos oscuros de Zayn brillaban de necesidad, instándola a aceptar todo lo que quisiera hacer acontinuación. _____ tenía el cuerpo demasiado excitado y la mente demasiado obnubilada por el deseo para negarse. La respiración entrecortada de Zayn era la única indicación de que no estaba tan controlado como parecía.
Presionándola contra la puerta, Zayn se apretó de nuevo contra ella, rozándole el pene otra vez contra su clítoris. Pero ahora, se inclinó para añadir una nueva sensación a la mezcla: su boca en los pezones de _____.
_____ se arqueó contra Zayn, no sólo ansiosa por ofrecerle más, sino por el dolor que sentía. Él comenzó una hábil succión, un lametazo provocador.
- Zayn. - Protestó ella suavemente. - Zayn.
- Ya sabes cómo llamarme. - Le advirtió, pellizcando con sus dedos los sensibles pezones. - Hasta que te corras no quiero volver a oír mi nombre en tus labios.
- Sí, señor. - Gimió ella. Lo que fuera para que volviera a tomar los pezones en su boca.
La recompensó con una ardiente succión de las cimas de sus pechos; primero una y luego la otra. Y viceversa. Una y otra vez. Primero con la lengua caliente, luego con tiernos mordiscos que la hicieron jadear y arañarlo.
Por primera vez en su vida, pudo sentir realmente que sus pezones se llenaban de sangre, que se hinchaban.
Con un último lametazo, Zayn volvió a usar las manos.
- Muy bonitos. Deberían de estar así siempre, tiernos, rosados, erguidos, esperando que los acaricie.
Volvió a cerrar los pulgares y los dedos sobre ellos con la dureza necesaria para hacerla contener el aliento. Luego los retorció, haciendo que _____ gritara, mientras la humedad anegaba sus muslos como un torrente. Dios, jamás había estado tan sensible, sentía que podría llegar al orgasmo sólo con que jugara con sus pezones. Había leído que era posible, pero jamás se lo había creído. Hasta ahora.
- ¿Estás resbaladiza y ardiente para mí? - Le preguntó mientras le rozaba el cuello con su cálido aliento.
- Sí. - Respondió ella entrecortadamente.
- ¿Sí, qué?
- Sí, señor.
Zayn deslizo los dedos por el valle entre sus pechos, los arrastró por su vientre, su monte de Venus, luego los sumergió en su húmedo calor. Acarició el clítoris y ella gimió contra su boca.
- Tócame. - Gimió _____.
- Aquí no mandas tú, cher. Aceptas lo que te doy. No importa cómo te lo dé.
- Pero...
Zayn dio un paso atrás, rompiendo todo contacto. _____ se lo quedó mirando fijamente con los ojos bien abiertos. Qué bastardo.
- O lo hacemos a mi manera o no lo hacemos. ¿Entendido?
- Maldición, eres un arrogante. - Le contestó rechinando los dientes mientras la excitación y la furia ardían a fuego lento en su interior.
- Eso ya lo habíamos hablado. ¿Seguimos, cher? Es tu elección.
Al final, _____ estaba demasiado excitada, y sentía demasiada curiosidad por saber lo que haría a continuación para considerar cualquier otra cosa.
- Será como tú digas, señor.
- Buena chica. Abre los muslos.
Apoyándose contra la puerta, _____ abrió las piernas. Zayn arrastró los dedos entre los hinchados y húmedos pliegues femeninos, jugueteando con la punta del clítoris, y expandiéndola humedad con los dedos. La respiración de _____ se aceleró junto con los latidos de su corazón. Asombroso. Zayn sabía exactamente dónde tocar, cuándo y por cuánto tiempo para llevarla hasta el precipicio, pero sin dejar que cayera.
Muy pronto, ella sintió que el rubor se extendía por toda su piel. Era una masa gimiente y temblorosa, suplicando por que él la llenara, por que aliviara esa monstruosa necesidad que había creado en ella. _____ le recorrió el pecho con mano sávidas, acariciando las increíbles líneas de los pectorales, el abdomen musculoso. Era asombroso. Tenía músculos duros, pero a la vez suaves, por todos lados.
La llevaba casi al límite de la excitación con esos habilidosos dedos, y con algún pellizco ocasional en sus pechos. Los besos largos y febriles la hacían gemir, arquearse e implorar en silencio. Jugó con ella, llevándola más y más alto hasta que _____ se sintió mareada, delirante, capaz de hacer cualquier cosa para que él acabara con ese tormento.
Desesperada, bajó la mano por el estómago de Zayn y agarró la protuberancia de su miembro a través de los vaqueros. Era enorme. Grueso y duro, le daría lo que su cuerpo necesitaba. ¿Por qué no lo hacía ya?
Con un siseo, Zayn le agarró la muñeca y la volvió a poner contra la puerta, cerca de la cabeza de _____.
- No me has pedido permiso para tocarme.
- Pensé que te gustaría. - Jadeó ella.
- Pensaste que así me privarías del control, _____, que así podrías obtener rápidamente lo que querías. Non. Me tocas cuando yo lo diga y no antes.
Inquieta, más allá de la necesidad, cambió el peso de un pie a otro. Él metió un pie entre sus muslos para que no los pudiera cerrar. Jugueteó de nuevo con sus pezones, ahora ligeramente doloridos. De alguna manera, ese diminuto indicio de dolor sólo consiguió que cada toque fuera más vivido, que cada caricia fuera directa a su clítoris.
- Por favor, señor.
- ¿Por favor qué, cher? - Le volvió a pellizcar los pezones y murmuró la pregunta contra sus labios. - ¿Quieres que te folle?
Ella jamás le había dicho esas palabras a un hombre en su vida. Jamás imaginó que podría llegar a decirlas. Pero ahora, no podía imaginar no decirlas. Necesitaba a Zayn ya, embistiéndola dura y rápidamente.
- Sí. - Murmuró. - Fóllame.
Él se detuvo, arqueando una ceja con impaciencia.
- Señor. - Añadió ella precipitadamente, entre jadeos. - Fóllame, señor.
Como recompensa, él deslizó dos dedos sobre su clítoris y lo frotó suavemente, dibujando unos tortuosos círculos en torno al duro nudo. _____ había imaginado que, sin lugar a dudas, su deseo no podía aumentar mucho más. Se había equivocado, pensó con un gemido.
Ahora, cada aliento de _____ era un jadeo. El aire entraba y salía rápidamente de sus pulmones. Los latidos de su corazón lo ahogaban todo excepto la necesidad de sentirle profundamente en su interior.
- Bájame la cremallera de los pantalones.
_____ no vaciló, ni jugueteó. Bajó la cremallera y le deslizó los odiados vaqueros por las caderas. Zayn no llevaba ropa interior, así que su miembro brotó libre hacia las manos que lo esperaban.
Ella lo frotó. Su técnica era apurada e inexperta, estaba segura, pero la urgía la necesidad de tocarle, de sentir al hombre que pronto estaría dentro de ella. Cerró los puños entorno a él, uno sobre otro, y le acarició la gruesa y gloriosa longitud.
Hasta que él la agarró de las muñecas y le apartó las manos, volviéndolas a poner contra la puerta.
—No sigues mis indicaciones, cher. Dije que me bajaras la cremallera, no que me bajaras los pantalones y me acariciaras la polla. Un error más y tendrás que olvidarte de que te folle.
Ella se mordió los labios, tratando de contener la impaciencia y asintiendo con la cabeza.
- Comprendo, señor.
Le latió el clítoris al decir esas palabras. Dios, ¿qué le ocurría? Había llegado demasiado lejos para que le importara. Pero más tarde...
En silencio, él saco un paquete del bolsillo y se bajó los vaqueros hasta las rodillas. Segundos después, rasgó el cuadrado paquete metálico y se enfundó el preservativo en el glande púrpura, luego lo deslizó por toda su longitud. Lentamente. Demasiado lentamente para _____, que resistió el impulso de ayudarle o de apresurarlo o de mover los pies conimpaciencia.
De repente, él se inclinó, la levantó por las caderas y apretó el cuerpo de _____ entre la puerta y su propio cuerpo.
- Rodéame la cintura con las piernas.
Ella vaciló. ¿Podía la gente realmente tener relaciones sexuales de pie? Ella jamás había intentado hacer nada más exótico que permanecer encima.
- Hazlo. - La voz de Zayn era afilada como el acero.
Sin más vacilación, _____ levantó las dos piernas y le rodeó las caderas. Unos momentos después, él la recompensó con la sensación de su pene indagando en su entrada, grueso y preparado. Conteniendo el aliento, se agarró a sus hombros, justo en el borde, esperando.
La penetró con la punta, y aunque dura, la sintió como un trozo de cielo, como un elixir mágico que aliviara el dolor que la carcomía viva.
- Dilo otra vez. - Exigió él con una voz ronca. - Dime qué quieres.
_____ ni se planteó vacilar.
- Follame. ¡Ahora!
Entonces, Zayn empujó las caderas de _____ hacia abajo mientras él empujaba hacia arriba. Los tiernos tejidos internos que llevaban tanto tiempo sin ser penetrados protestaron al principio, incapaces de acomodar su grosor. Ella gritó.
- Relájate. - Se salió de ella. - Ábrete para mí, cher.
_____ se esforzó en relajar sus músculos, algo difícil cuando estaba agonizando lentamente por el deseo. Zayn siguió empujando lentamente, con su carne atravesándola como si fuera mantequilla suave, despertando todas sus terminaciones nerviosas y provocándole estremecimientos de placer. _____ sintió que estallaría y le pareció que pasaba una eternidad hasta que él estuvo enterrado por completo en ella. Oh, Dios, necesitaba correrse.
Jamás había tomado a un hombre tan grande ni tan profundamente. Lo podía sentir casi en la garganta. La anchura de la erección la hizo estirarse hasta que su carne ardió. Pero no era suficiente.
Ese indicio de dolor fue como echar leña al fuego. Su sangre corrió rauda por sus venas, y rompió a sudar. El dolor la hizo ser consciente de estar viva, del intenso placer que aún estaba por llegar.
- ¡Más! - Exigió ella. - Nunca ha sido tan bueno.
Sin previo aviso, él se retiró casi en su totalidad, luego volvió a penetrarla con más suavidad que antes. El dolor se desvaneció, pero los sensibles pliegues del sexo de _____ se habían estirado más que nunca. Ella hubiera jurado que podía sentir cada centímetro, cada vena de su pene rozarle la carne tan repentinamente sensible de su interior.
Zayn le proporcionó un placer atormentador con cada lenta estocada, cada roce del glande en su interior la hacía jadear y arder de necesidad, haciendo que se olvidara de todo menos de las sensaciones que le provocaba, de la necesidad que tenía de él.
- Cher, tu sens si douce. - Le murmuró Zayn al oído mientras empujaba en ella una vez más. - Eres tan dulce.
Ella intentó contenerse, resistirse al placer que amenazaba con hacerle perder la cordura. Pero con esas palabras y el siguiente envite de su dura erección, el orgasmo la barrió como un furioso huracán... rápido, fuerte, distinto a cualquier cosa que hubiera experimentado antes.
- ¡Zayn! - Gritó ella, clavándole las uñas en los hombros.
_____ supo entonces que su primera suposición había sido correcta: jamás volvería a ser la misma.
Zayn bajó las manos hasta sus caderas y las asió con fuerza, atraiéndola directamente contra la erección contenida en los vaqueros. La acomodó justo en el lugar adecuado, y ella sintió que su ansiedad crecía. Tanto que le dolía. La apretó de nuevo contra sí, obligando a _____ a levantar la pierna para rodearle la cintura, abriendo su cuerpo para él en una súplica silenciosa.
Él aceptó de inmediato, cogiéndole el muslo y anclándolo sobre su cadera, consiguiendo el roce perfecto con su clítoris. _____ se asió a sus hombros desnudos y duros, intentando resistir a pesar de la mareante necesidad.
¿Había estado alguna vez tan excitada? No. ¿Alguna vez había deseado algo tanto como para sentir que moriría si no lo conseguía? No.
Era una tortura. Era un placer.
Él continuó devorándole la boca, dándole pequeños mordísquitos en los labios, enroscando su lengua con la de él. Zayn no dejó sin atender ninguna parte de la boca de _____, y la saboreó a conciencia. Con desesperación, ella restregó los pechos contra el muro caliente y duro del pecho de Zayn, rodeándole el cuello con los brazos y profundizando más el beso.
Cuando apartó sus labios de los de ella, _____ se agarró a él en señal de protesta. Él le apartó los brazos y los apoyó contra la puerta con una mirada de advertencia.
Se sostuvieron las miradas, los ojos oscuros de Zayn brillaban de necesidad, instándola a aceptar todo lo que quisiera hacer acontinuación. _____ tenía el cuerpo demasiado excitado y la mente demasiado obnubilada por el deseo para negarse. La respiración entrecortada de Zayn era la única indicación de que no estaba tan controlado como parecía.
Presionándola contra la puerta, Zayn se apretó de nuevo contra ella, rozándole el pene otra vez contra su clítoris. Pero ahora, se inclinó para añadir una nueva sensación a la mezcla: su boca en los pezones de _____.
_____ se arqueó contra Zayn, no sólo ansiosa por ofrecerle más, sino por el dolor que sentía. Él comenzó una hábil succión, un lametazo provocador.
- Zayn. - Protestó ella suavemente. - Zayn.
- Ya sabes cómo llamarme. - Le advirtió, pellizcando con sus dedos los sensibles pezones. - Hasta que te corras no quiero volver a oír mi nombre en tus labios.
- Sí, señor. - Gimió ella. Lo que fuera para que volviera a tomar los pezones en su boca.
La recompensó con una ardiente succión de las cimas de sus pechos; primero una y luego la otra. Y viceversa. Una y otra vez. Primero con la lengua caliente, luego con tiernos mordiscos que la hicieron jadear y arañarlo.
Por primera vez en su vida, pudo sentir realmente que sus pezones se llenaban de sangre, que se hinchaban.
Con un último lametazo, Zayn volvió a usar las manos.
- Muy bonitos. Deberían de estar así siempre, tiernos, rosados, erguidos, esperando que los acaricie.
Volvió a cerrar los pulgares y los dedos sobre ellos con la dureza necesaria para hacerla contener el aliento. Luego los retorció, haciendo que _____ gritara, mientras la humedad anegaba sus muslos como un torrente. Dios, jamás había estado tan sensible, sentía que podría llegar al orgasmo sólo con que jugara con sus pezones. Había leído que era posible, pero jamás se lo había creído. Hasta ahora.
- ¿Estás resbaladiza y ardiente para mí? - Le preguntó mientras le rozaba el cuello con su cálido aliento.
- Sí. - Respondió ella entrecortadamente.
- ¿Sí, qué?
- Sí, señor.
Zayn deslizo los dedos por el valle entre sus pechos, los arrastró por su vientre, su monte de Venus, luego los sumergió en su húmedo calor. Acarició el clítoris y ella gimió contra su boca.
- Tócame. - Gimió _____.
- Aquí no mandas tú, cher. Aceptas lo que te doy. No importa cómo te lo dé.
- Pero...
Zayn dio un paso atrás, rompiendo todo contacto. _____ se lo quedó mirando fijamente con los ojos bien abiertos. Qué bastardo.
- O lo hacemos a mi manera o no lo hacemos. ¿Entendido?
- Maldición, eres un arrogante. - Le contestó rechinando los dientes mientras la excitación y la furia ardían a fuego lento en su interior.
- Eso ya lo habíamos hablado. ¿Seguimos, cher? Es tu elección.
Al final, _____ estaba demasiado excitada, y sentía demasiada curiosidad por saber lo que haría a continuación para considerar cualquier otra cosa.
- Será como tú digas, señor.
- Buena chica. Abre los muslos.
Apoyándose contra la puerta, _____ abrió las piernas. Zayn arrastró los dedos entre los hinchados y húmedos pliegues femeninos, jugueteando con la punta del clítoris, y expandiéndola humedad con los dedos. La respiración de _____ se aceleró junto con los latidos de su corazón. Asombroso. Zayn sabía exactamente dónde tocar, cuándo y por cuánto tiempo para llevarla hasta el precipicio, pero sin dejar que cayera.
Muy pronto, ella sintió que el rubor se extendía por toda su piel. Era una masa gimiente y temblorosa, suplicando por que él la llenara, por que aliviara esa monstruosa necesidad que había creado en ella. _____ le recorrió el pecho con mano sávidas, acariciando las increíbles líneas de los pectorales, el abdomen musculoso. Era asombroso. Tenía músculos duros, pero a la vez suaves, por todos lados.
La llevaba casi al límite de la excitación con esos habilidosos dedos, y con algún pellizco ocasional en sus pechos. Los besos largos y febriles la hacían gemir, arquearse e implorar en silencio. Jugó con ella, llevándola más y más alto hasta que _____ se sintió mareada, delirante, capaz de hacer cualquier cosa para que él acabara con ese tormento.
Desesperada, bajó la mano por el estómago de Zayn y agarró la protuberancia de su miembro a través de los vaqueros. Era enorme. Grueso y duro, le daría lo que su cuerpo necesitaba. ¿Por qué no lo hacía ya?
Con un siseo, Zayn le agarró la muñeca y la volvió a poner contra la puerta, cerca de la cabeza de _____.
- No me has pedido permiso para tocarme.
- Pensé que te gustaría. - Jadeó ella.
- Pensaste que así me privarías del control, _____, que así podrías obtener rápidamente lo que querías. Non. Me tocas cuando yo lo diga y no antes.
Inquieta, más allá de la necesidad, cambió el peso de un pie a otro. Él metió un pie entre sus muslos para que no los pudiera cerrar. Jugueteó de nuevo con sus pezones, ahora ligeramente doloridos. De alguna manera, ese diminuto indicio de dolor sólo consiguió que cada toque fuera más vivido, que cada caricia fuera directa a su clítoris.
- Por favor, señor.
- ¿Por favor qué, cher? - Le volvió a pellizcar los pezones y murmuró la pregunta contra sus labios. - ¿Quieres que te folle?
Ella jamás le había dicho esas palabras a un hombre en su vida. Jamás imaginó que podría llegar a decirlas. Pero ahora, no podía imaginar no decirlas. Necesitaba a Zayn ya, embistiéndola dura y rápidamente.
- Sí. - Murmuró. - Fóllame.
Él se detuvo, arqueando una ceja con impaciencia.
- Señor. - Añadió ella precipitadamente, entre jadeos. - Fóllame, señor.
Como recompensa, él deslizó dos dedos sobre su clítoris y lo frotó suavemente, dibujando unos tortuosos círculos en torno al duro nudo. _____ había imaginado que, sin lugar a dudas, su deseo no podía aumentar mucho más. Se había equivocado, pensó con un gemido.
Ahora, cada aliento de _____ era un jadeo. El aire entraba y salía rápidamente de sus pulmones. Los latidos de su corazón lo ahogaban todo excepto la necesidad de sentirle profundamente en su interior.
- Bájame la cremallera de los pantalones.
_____ no vaciló, ni jugueteó. Bajó la cremallera y le deslizó los odiados vaqueros por las caderas. Zayn no llevaba ropa interior, así que su miembro brotó libre hacia las manos que lo esperaban.
Ella lo frotó. Su técnica era apurada e inexperta, estaba segura, pero la urgía la necesidad de tocarle, de sentir al hombre que pronto estaría dentro de ella. Cerró los puños entorno a él, uno sobre otro, y le acarició la gruesa y gloriosa longitud.
Hasta que él la agarró de las muñecas y le apartó las manos, volviéndolas a poner contra la puerta.
—No sigues mis indicaciones, cher. Dije que me bajaras la cremallera, no que me bajaras los pantalones y me acariciaras la polla. Un error más y tendrás que olvidarte de que te folle.
Ella se mordió los labios, tratando de contener la impaciencia y asintiendo con la cabeza.
- Comprendo, señor.
Le latió el clítoris al decir esas palabras. Dios, ¿qué le ocurría? Había llegado demasiado lejos para que le importara. Pero más tarde...
En silencio, él saco un paquete del bolsillo y se bajó los vaqueros hasta las rodillas. Segundos después, rasgó el cuadrado paquete metálico y se enfundó el preservativo en el glande púrpura, luego lo deslizó por toda su longitud. Lentamente. Demasiado lentamente para _____, que resistió el impulso de ayudarle o de apresurarlo o de mover los pies conimpaciencia.
De repente, él se inclinó, la levantó por las caderas y apretó el cuerpo de _____ entre la puerta y su propio cuerpo.
- Rodéame la cintura con las piernas.
Ella vaciló. ¿Podía la gente realmente tener relaciones sexuales de pie? Ella jamás había intentado hacer nada más exótico que permanecer encima.
- Hazlo. - La voz de Zayn era afilada como el acero.
Sin más vacilación, _____ levantó las dos piernas y le rodeó las caderas. Unos momentos después, él la recompensó con la sensación de su pene indagando en su entrada, grueso y preparado. Conteniendo el aliento, se agarró a sus hombros, justo en el borde, esperando.
La penetró con la punta, y aunque dura, la sintió como un trozo de cielo, como un elixir mágico que aliviara el dolor que la carcomía viva.
- Dilo otra vez. - Exigió él con una voz ronca. - Dime qué quieres.
_____ ni se planteó vacilar.
- Follame. ¡Ahora!
Entonces, Zayn empujó las caderas de _____ hacia abajo mientras él empujaba hacia arriba. Los tiernos tejidos internos que llevaban tanto tiempo sin ser penetrados protestaron al principio, incapaces de acomodar su grosor. Ella gritó.
- Relájate. - Se salió de ella. - Ábrete para mí, cher.
_____ se esforzó en relajar sus músculos, algo difícil cuando estaba agonizando lentamente por el deseo. Zayn siguió empujando lentamente, con su carne atravesándola como si fuera mantequilla suave, despertando todas sus terminaciones nerviosas y provocándole estremecimientos de placer. _____ sintió que estallaría y le pareció que pasaba una eternidad hasta que él estuvo enterrado por completo en ella. Oh, Dios, necesitaba correrse.
Jamás había tomado a un hombre tan grande ni tan profundamente. Lo podía sentir casi en la garganta. La anchura de la erección la hizo estirarse hasta que su carne ardió. Pero no era suficiente.
Ese indicio de dolor fue como echar leña al fuego. Su sangre corrió rauda por sus venas, y rompió a sudar. El dolor la hizo ser consciente de estar viva, del intenso placer que aún estaba por llegar.
- ¡Más! - Exigió ella. - Nunca ha sido tan bueno.
Sin previo aviso, él se retiró casi en su totalidad, luego volvió a penetrarla con más suavidad que antes. El dolor se desvaneció, pero los sensibles pliegues del sexo de _____ se habían estirado más que nunca. Ella hubiera jurado que podía sentir cada centímetro, cada vena de su pene rozarle la carne tan repentinamente sensible de su interior.
Zayn le proporcionó un placer atormentador con cada lenta estocada, cada roce del glande en su interior la hacía jadear y arder de necesidad, haciendo que se olvidara de todo menos de las sensaciones que le provocaba, de la necesidad que tenía de él.
- Cher, tu sens si douce. - Le murmuró Zayn al oído mientras empujaba en ella una vez más. - Eres tan dulce.
Ella intentó contenerse, resistirse al placer que amenazaba con hacerle perder la cordura. Pero con esas palabras y el siguiente envite de su dura erección, el orgasmo la barrió como un furioso huracán... rápido, fuerte, distinto a cualquier cosa que hubiera experimentado antes.
- ¡Zayn! - Gritó ella, clavándole las uñas en los hombros.
_____ supo entonces que su primera suposición había sido correcta: jamás volvería a ser la misma.
Nialler♡
Re: Dominada por el deseo (HOT) Zayn malik y tu
kjfgjsdfgnkjsdngkjdfngkjndf quiero que la sigas:(((( :lloro:
little butterfly_
Re: Dominada por el deseo (HOT) Zayn malik y tu
Holaaa nueva lectoraaa
Amo tu nove me encanta
Espero q la sigas linda
Amo tu nove me encanta
Espero q la sigas linda
Milu Acosta Malik Bieber
Re: Dominada por el deseo (HOT) Zayn malik y tu
Hi! Soy tu nuevo y Fiel lector, esta novela es simplemente PER-FECT O SEA ASI CHICA!! XD LO SE PARESCO GAY o.o OKYA._.' Bueno SEGUILA!! Siempre te cagare los comments :3
JackDBoy
Re: Dominada por el deseo (HOT) Zayn malik y tu
Hola, Bienvenida.Milu Acosta Malik Bieber escribió:Holaaa nueva lectoraaa
Amo tu nove me encanta
Espero q la sigas linda
Por supuesto, subire un capitulo en un rato.
Nialler♡
Re: Dominada por el deseo (HOT) Zayn malik y tu
Bueno, esto es genial. Primera novela en la que tengo un lectorJackDBoy escribió:Hi! Soy tu nuevo y Fiel lector, esta novela es simplemente PER-FECT O SEA ASI CHICA!! XD LO SE PARESCO GAY o.o OKYA._.' Bueno SEGUILA!! Siempre te cagare los comments :3
Nialler♡
Re: Dominada por el deseo (HOT) Zayn malik y tu
Capitulo 21
Con el grito de _____ resonando en sus oídos, Zayn se sumergió en el sedoso paraíso de su vagina una vez más y perdió el control del orgasmo que retenía por un hilo.
La explosión se originó en un punto de su vientre, y el placer se extendió por su miembro. Salió a chorros de su cuerpo, llevando la dicha a todas partes. Se sintió un poco mareado. Letemblaban los dedos. Los latidos del segundo clímax de _____ lo envolvieron, ordeñando cada gota de semen, dejándolo sumido en una pesada satisfacción.
¿Había sido tan bueno alguna vez?
¿Había sido tan bueno alguna vez?
Luchando por recobrar el aliento, Zayn abrió los ojos para ver la cara ruborizada de _____, sus labios hinchados, sus hombros relajados.
« ¿Mostraría ella ese aspecto tras pasar una noche con Harry?»
El pensamiento surgió de la nada. La cólera lo atravesó como un relámpago, como si lo hubiera invadido una corriente helada. Se quedó paralizado.
¿Cólera? Sí, Harry la había tocado. Ella pertenecía a ese bastardo.
«Ah, pero te la acabas de tirar», se recordó a sí mismo. «La venganza es dulce».
Cierto, pero sus entrañas, ese lugar donde le supuraba una herida que lo corroía desde hacía tres años por la traición de Harry, no gritaban de júbilo, sino que estaban pendiente de las sensaciones que _____ extendía a su alrededor, de su perfume a frambuesa. Acababa de correrse en su interior y ya quería volver a hacerlo.
«Muy listo, Zayn».
La había engañado para llevarla allí y se la había tirado como pago de una deuda. El primer objetivo de la misión se había cumplido. Fin de la historia.
Zayn se obligó a retirarse y a dejar a _____ de pie. Ella lo miró con los ojos agrandados, buscando consuelo y preguntándole sin palabras qué iba a pasar entre ellos ahora.
Como si él lo supiera.
Reprimiendo una maldición, se dio la vuelta, se quitó el condón de un tirón y lo lanzó al cubo de basura más próximo. El porqué volvía a estar enojado, no lo sabía. ¿Quizá porque a él le gustaba _____ y ella no merecía ser utilizada? O puede que fuera porque había querido creer que ella no traicionaría al hombre con el que pensaba casarse, abriéndose de piernas para otro.
Era una estupidez.
Se cerró la cremallera de los vaqueros y miró a _____ de nuevo. Le temblaba el labio inferior. Su expresión había pasado de saciada a precavida en unos segundos. Algo en lo más profundo de Zayn quiso abrazarla y tranquilizarla. Otra parte de él estaba asustada de su reacción ante ella.
- Coge lo que quieras de la cocina. - Le señaló a su alrededor y se dio la vuelta para marcharse.
Con largas zancadas, Zayn atravesó la cabaña hasta sus dominios privados. Sacando las llaves del bolsillo, abrió la puerta.
«Entra. Cierra. No la mires».
Imposible.
Zayn se giró para mirarla. Incluso desde el otro extremo de lacabaña podía ver los temblores que la recorrían, las marcas de su barba en la piel desnuda, los pezones hinchados tan dulces y suculentos que le hacían la boca agua, y el vello rojizo que cubría la entrada de su sexo.
Se le contrajo el vientre.
«Vuelve. Cruza la habitación, cógela. Tómala otra vez».
Ignorando la voz, cerró la puerta de golpe y echó el cerrojo, luego se acercó al ordenador del escritorio de la esquina. Se desplomó pesadamente en la silla y lo encendió. Pero sus pensamientos e impulsos no estaban para acciones mundanas. Su instinto le decía que acababa de cometer un gran error al darle la espalda a _____. Si hubiera pensado más allá de su deseo de tomarla y de la reacción alocada que había tenido ante ella, se habría dado cuenta de que si quería que dejara a Harry, tenía que mantenerla embelesada y saciada. Constantemente. Nada más le podía asegurar que _____ dejaría por su propia voluntad al antiguo compañero de Zayn. Y si tuviera dos dedos de frente, se pondría de pie, volvería con ella y la llevaría a su cama para atarla.
Pero Zayn vaciló. _____ había abierto una brecha en su control. Necesitaba recuperar el aliento, pensar. _____ y sus sentimientos no eran importantes; sólo importaba haber llevado a cabo la primera parte de su venganza. Tenía que decidir cómo conseguir lo demás, la parte en que ella dejaría a Harry. Tenía que ordenar sus prioridades.
Pero en vez de eso, pensaba en peligrosas fantasías que incluían atarla a su cama y penetrarla lentamente. Mataría por sentir la exuberante calidez de sus labios, por acariciarle la suave garganta, por saborear sus pezones rosados, el estómago plano. Por probar la humedad de su sexo que estaba seguro que sabría a ambrosía.
Maldita sea, tenía que dejar de pensar con la polla y recordar que _____ era un medio para conseguir un fin. Ella había engañado a su novio... no era la mujer adecuada con la que enrollarse. Ya había pasado por eso antes. Tenía cicatrices que lo probaban.
Por si fuera poco, a ella aún la perseguía un acosador que quería matarla. Estaba asustada y él se había prometido protegerla, y obtener de ella algunas respuestas. Era lo menos que podía hacer, por utilizarla. Tenía que concentrarse en protegerla, no en las sensaciones que le provocaba. O en imaginar cómo sería someterla por completo.
Ya encontraría la manera de convencerla de que dejara a Harry sin que ello implicara hundir su miembro en su cuerpo repetidas veces hasta que ambos estuvieran demasiado saciados para moverse.
Una rápida mirada al reloj de su muñeca le dijo a Zayn que todavía no eran las siete de la mañana, demasiado temprano para llamar a Niall, su socio, o a cualquier otra persona. Niall tenía un montón de contactos, desde senadores a conserjes.
Conocería a alguien que supiera algo sobre el acosador. Pero hasta entonces, todo lo que Zayn tenía que hacer era concentrarse en _____ o en la venganza.
Vale, en la venganza. Pensaría en eso, se centraría en lo dulce que sería hacer pagar a Harry por su traición. No se sentía especialmente contento, al menos aún no. Probablemente no lo estaría hasta que _____ dejara a ese bastardo. Había sabido desde el principio que su plan tenía un enorme defecto: que _____ no le contara a Harry su indiscreción, si era así, Zayn no tenía manera de asegurarse de que Harry lo descubría. No habría manera de probarlo. Y probarlo... era importante. De hecho, lo era todo.
Levantándose de la silla, Zayn se paseó por la habitación. ¿Cómo podría probarle a Harry que había penetrado profundamente a su mujer hasta hacerla gritar su nombre? Él había obtenido una prueba irrefutable de la traición de Harry con un vídeo, pero...
Pero... podría pagar a Harry con la misma moneda.
Zayn sonrió. Ojo por ojo...
Ignorando una punzada de culpabilidad, volvió rápidamente a la silla y se dejó caer en el asiento para comenzar a teclear. Unos segundos después, encontró lo que estaba buscando: la grabación de seguridad de la cabaña unos minutos antes. Abrió el archivo y comenzó a mirarlo desde las 6 a.m. Lo pasó a cámara rápida hasta que _____ apareció de pronto gritando con aquella pequeña toalla verde.
Luego se reclinó en el asiento para observarlo a velocidad normal y con sonido. No quería perderse ni un segundo.
Demonios, tenía un pelo precioso, tan rojo, que caía sobre sus hombros como una tentación ígnea. Esa piel cremosa, salpicada de pecas, lo impulsaba a querer recorrerlas con la lengua. Se ponía duro sólo con recordar la manera en que olía, como a frambuesas frescas con una pizca de canela. _____ era el tipo de mujer fuerte, que no se rendía, que a él le gustaba saborear. Hacía mucho tiempo que no conocía a una mujer como ella. Perdía el tiempo con Harry.
En el vídeo en blanco y negro, la besaba y le acariciaba los pezones. Observar cómo cerraba los ojos, cómo se ruborizaba, cómo se arqueaba para ofrecerse a él, le excitó una vez más. Experimentarlo había sido... algo increíble, pero observarla era como volver a tenerla de nuevo y saborear cada reacción.
Ella le susurró algo. Zayn le respondió, pero el audio del archivo no lo recogía. Aunque poco importó cuando dejó caer la toalla. Si bien su propio cuerpo bloqueaba la mayor parte de la vista del cuerpo de _____, podía verse la curva de un pecho y un atisbo de suaves pliegues rosados, protegidos por el vello rojizo. Pero también se veía mucho más. La curva exuberante de sus caderas, la flexibilidad de sus muslos. Su expresión vulnerable. Habia corrido un riesgo con él, y lo sabía. Y entonces vio su reserva. No estaba convencida al cien por cien de ceder. Pero la dolorida curiosidad había derrotado, finalmente, a la preocupación. Se moría de ganas de someterse, pero no quería aceptarlo.
Y tenía que haber una razón. Estaba más que interesado en resolver ese misterio.
Zayn maldijo de nuevo, debatiéndose entre la culpabilidad, la curiosidad y el repentino apremio del deseo cuando se observó a sí mismo levantarla, apretarla contra la puerta y entrar en ella con una serie de envites apasionados. Recordó —comenzando asudar— lo estrecha que había sido, cómo se había esforzado en tomarle. Pero no había pronunciado una palabra, una queja. Una mueca de dolor le cruzó el rostro, y Zayn apretó los puños. Maldita sea, ¿por qué no le había dicho nada? Hacerle daño era lo último que había querido. La próxima vez...
No puede haber una próxima vez, se recordó a sí mismo. Ya tenía lo que necesitaba en ese archivo. ¿El saber que ella había sentido tal devastación sensual a manos de un total desconocido seria suficiente para hacerla dejar a Harry? Era muy pronto para decirlo, pero se temía que obligarla a dejar al hijo del senador no sería tan fácil. Tendría que idear algo...
Mientras la observaba aceptar toda la longitud de su miembro y la expresión de placer en su rostro, esperaba que aquel encuentro no hubiera sido suficiente, deseaba que ella se sometiera a él otra vez. Y otra. ¿Por qué negar la verdad? Lo atraía. Todo en ella lo atraía: su piel, su olor, su audacia. Era una interesante mezcla de inocencia y provocación. Tímida y contenida un momento y atrevida e implorante al siguiente. Le gustaba esa pequeña paradoja en ella.
El vídeo continuó, segundo a segundo, mientras la aplastaba con fuerza contra la puerta. Podía ver cómo el orgasmo se abría paso desde el interior de _____. Abrió los dulces labios. Gimió y apretó las piernas en torno a él. La observó quedarse sin aliento y casi podía sentir su sedoso calor envolviéndolo, incluso ahora. Borrar de su memoria su olor, sus reacciones —toda ella— no iba a ser fácil.
Zayn se removió, ajustándose los pantalones. Hizo una mueca. ¿Cuándo se había puesto tan duro como una roca por una mujer quince minutos después de haberla tomado? Muy rara vez. ¿Cuándo una mujer había invadido su mente después de tomarla? Nunca.
Soltó un suspiro. ¿Por qué era ella diferente? Las palabras de su abuelo le impactaron como un ariete en el vientre. «Si sueñas a menudo con una mujer pelirroja, es que vas a conocerla y que va a convertirse en tu alma gemela». Imposible. La mujer de su mente, de sus sueños, era simplemente una fantasía. No era _____.
Pero con ella se había sentido como si fuera una fantasía hecha realidad.
En la pantalla, _____ le arañaba la espalda. La podía oír claramente: «Más. Nunca ha sido tan bueno». Jadeó un par de veces, antes de que sus labios le rozaran febrilmente el cuello.«Nunca había sido así».
Zayn tembló ante el recuerdo. Sí, había sido bueno. Jodidamente espectacular, si era honesto consigo mismo. Maldita sea, no tenía necesidad de tirársela de nuevo. Ahora que tenía la prueba de que lo habían hecho, esa parte de su venganza había sido completada. _____ había servido a sus propósitos. Y no existía eso de la media naranja.
«¡Zayn!», observó cómo _____ gritaba su nombre y se dejaba caer contra él, dando y tomando placer.
Allí en la silla, con la mirada clavada en el cuerpo de _____, con las pelotas tensas por la necesidad de correrse de nuevo, Zayn apretó los dientes conteniendo el deseo de acariciarse la polla a través de los vaqueros.
Pero también podía ver que ella se contenía, manteniéndose de alguna manera apartada de él, sin entregarse por completo a sus caricias. Algo de lo que no se había dado cuenta mientras estaba enterrado en su canal, apretado y húmedo, con sus gritos resonando en los oídos. Observó la pantalla con atención. Era un misterio. ¿De qué demonios se trataba?
Rebobinó y volvió a ver los últimos momentos de nuevo. Bueno, no podía saber por qué _____ había contenido una parte de sí misma al final. Sólo sabía que le disgustaba mucho. Lo sentía como una traición. Algo que le impelía a conseguir su completa rendición.
Maldiciendo, Zayn cortó y pegó un trozo del vídeo, incluyendo esos momentos en los que _____ decía que nunca había sido tan bueno, y cuando gritaba su nombre mientras se corría. Tal vez Harry no se daría cuenta de que ella no se había entregado sin reservas.
Una cosa era cierta. Harry era un hijo de perra, pero no era estúpido.
Aun así eran las mejores secuencias que tenía. Serían suficientes para convencer a Harry. Podría ocuparse de lo que fuera que _____ ocultaba más tarde.
Antes de poder cambiar de idea, Zayn envió el archivo al mail personal de Harry, junto con unas palabras amistosas.
«¿Cómo va esa carrera política, viejo amigo? Zayn»
¿Cuánto tiempo —se preguntó— pasaría antes de que su «colega» viera el vídeo de su antiguo compañero de escuadrón tirándose a su novia? ¿Qué haría cuando lo hiciera?
No pudo reprimir una fría sonrisa de satisfacción.
Pero _____ volvió a inmiscuirse en sus pensamientos. Esbozó una sonrisa cuando la imaginó abierta y atada en su cama, y él a punto de tomarla. Completamente a su merced. Húmeda, suplicante. Dispuesta y ansiosa de que la poseyera de todas las maneras posibles.
Y se preguntó qué tendría que hacer para persuadirla no sólo de dejar a Harry, sino de entregarse sin reservas.
Tenía que descubrirlo. Ese deseo no iba a desvanecerse, se conocía lo suficientemente bien para saberlo. Eclipsaría todo lo demás. Por ahora, el tiempo estaba de su parte. _____ estaba a salvo por el momento. El acosador probablemente no tenía ni idea de dónde estaba. Sería difícil que alguien que no fuera acadiano siguiera a un hijo de los pantanos por esa salvaje e indomable tierra.
Así que Zayn la seduciría, y llevaría a _____ de nuevo a la sumisión. Y no sólo una vez. Ella dejaría a Harry. Y le entregaría esa parte de sí misma que no le había dado antes. Esa parte que él sospechaba que no le había ofrecido a ningún hombre. Zayn pensaba asegurarse de que se lo diera todo a él.
Nialler♡
Re: Dominada por el deseo (HOT) Zayn malik y tu
hola emm nueva lectora? se que es tarde pero mejor tarde que nunca no ? ueno me llamo iara y me encanto por favooor seguila siiiiii?
♥Belictionerforever♥
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