¿Del odio al amor hay un solo paso?... ¿Y sí nunca existió tal odio? Solo se confunden sentimientos.... [Larry Stylinson]

Siento el cap corto u.u

Capítulo 18
Louis se levantó de la cama, estirándose.
- ¿Abres? – Preguntó Harry, sorbiendo de su café –
- ¿Yo? – Respondió con otra pregunta Louis, clara señal de que no quería ir – ¿Por qué no vas tú? – Louis apunto con el índice a Harry –
- ¿Sabías que señalar es de mala educación? – Harry frunció el ceño y negó con la cabeza – No tienes modales Tomlinson –
- ¿Modales? – Louis se cruzó de brazos - ¿Desde cuándo tú tienes modales? –
- Desde este momento. Ahora, sé un caballero y ve a abrirles la puerta a las bellas doncellas que esperan – Harry se había levantado y estaba junto a la ventana, observando levemente, pero lo suficiente para saber quiénes estaban afuera –
- ¿Por qué no eres TÚ un caballero y vas TÚ a abrirles la puerta? – Louis lo contradijo, estaba dispuesto a no abrir la puerta –
- Porque este humilde caballero está cansado – Harry sonrió, su pálida piel contrastaba completamente con sus labios rojos por el café y curvados por la sonrisa – Y tú estás parado, así que anda, no seas flojo –
- No –
- Louis….-
- No –
- Lou…. –
- ¡Qué no! ¡También estás parado! ¡Ve tú y abre la maldita puerta! ¡No me pienso mover! – Louis estaba enojado, fastidiado y el calor sólo lo molestaba más, era casi inevitable que le gritara –
- ¡Bien! Pero ve y date una ducha amigo, la necesitas – Harry se movió, acercándose a Louis. Volvió a sonreír, dándole unas palmadas en el hombro a su amigo –Lo necesitas, apestas – Agrego, para salir corriendo –
Louis rodo los ojos, restregándose la cara con ambas manos. Sí, tal vez necesitaba una ducha. Salió del cuarto, dirigiéndose al baño color crema. Tomo su toalla azul y abrió la regadera, colocando el agua para que fuera tibia. Entro y se quitó la ropa, sumergiéndose rápidamente al agua.
Las gotas se escurrían por su piel, relajándolo por completo. No duro mucho tiempo así. Las preguntas surcaron su mente, tensándolo nuevamente. ¿Por qué había sentido celos de Amber? Estaba seguro que no era por la amistad de Harry. Se negaba a ver la verdad, se negaba a aceptar que estaba enamorado. Esa simple frase, ese sólo pensamiento permanecía guardado con llave en lo más profundo de su mente. Tenías que escarbar para que el llegara a pasar eso como posibilidad. Descarto la respuesta y se dejó relajar nuevamente por el agua.
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Harry despertó agitado. Había soñado con ‘eso’ de nuevo, lo había recordado. Realmente se había esforzado para guardarlo en el lugar más profundo de su mente y con candado, y no volver a pensarlo. Su madre no sabía nada, así que no podía permitirse recordarlo. Tenía que fingir. Pero su mente le jugaba una mala broma, y algunas noches vestía ese recuerdo como una horrible pesadilla, una tan real, que realmente él creía que Alex lo había atrapado de nuevo. Ya llevaba una semana soñando lo mismo. ¿Por qué no podía olvidarlo? Cada día era más difícil tratar de convencer a su mente que no había pasado nada, que nunca pasó nada, y contar falsos ‘buenos momentos’ en la escuela a todos. Había decidido que nunca nadie se enteraría, o al menos eso creía. Sabía muy bien que cada cabeza era un mundo, y que sí se esforzaba, podía fingir como siempre, que nunca existió ese momento, ni ningún otro. Y no ‘traumatizarse’, pero al parecer, ya no podria aguantar más eso.
Parecía enfermo. Sus ojos estaban hinchados y unas ojeras amenazaban por comenzar a notarse. Todas las noches corría directo al baño, el recuerdo le daba tanto asco y lo horrorizaba a la vez que se le revolvía el estómago.
Como las últimas veces, corrió al baño. Se aferró al retrete blanco y devolvió lo de las últimas horas, que no fue mucho. No estaba comiendo adecuadamente, no lo hacía desde el último día de clases. Nadie lo había notado, por supuesto. Se esmeraba en que no lo hicieran. Se limpió la boca y se lavó los dientes, odiaba tener ese sabor amargo en su boca.
Se dirigió del nuevo al cuarto. Sabía que no podría dormir y sólo daría vueltas en la cama, pero no podía estar en la sala a esas horas de la madrugada. Suspiro y se restregó la cara con la mano derecha. Esperaba que nadie notara algo extraño en él. Realmente lo esperaba.