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Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
MARATÓN
Capitulo 15 Maratón [1/5]
Alex y yo fuimos de compras al centro comercial, en el auto de papá. Cuando llegamos, la plaza estaba repleta de gente.
Había ahorrado lo suficiente para comprarles algo a mis padres, a Alison, a mi abuela, y a Zayn.
Estaba angustiada, necesitaba escuchar su voz, pero él no llamaba.
—¡Mira! —Alex señaló unos zapatos y corrió a verlos.
Esperé en el mismo lugar. Sin moverme, saqué mi celular.
—¿Si?
—Amor, hola, ¿Por qué no has llamado?
—Hola, Brianna...
—¿Cuándo regresas?
—Después de las fiestas —me sorprendió su tono.
—Pero, creí que ibas a pasarla con tu mamá.
—No, esta vez no.
Eso significaba más días sin verlo.
—Mmm...
—Pues, nos vemos.
—Ajá —respondí desganadamente.
Colgó sin decir otra cosa.
Me quedé inmóvil ante la actitud con la que me había respondido Zayn. Su voz era, fría y distante, pero sobretodo, me llamo Brianna. Era mi nombre, pero me había acostumbrado a escuchar un "preciosa" o "amor".
"¿Qué diablos le pasa?"
Hacía frío, así que decidí entrar a buscar a Alex, quien ya se acercaba a mí con una bolsa.
Sonreí y la tomé de la mano.
Tardamos un buen rato recorriendo tiendas y haciendo largas filas en las cajas para pagar.
Regresamos a casa cubiertas de cajas y regalos.
El 24 de diciembre, nos dedicamos a preparar comida y arreglar la casa para el festejo.
Por la noche, llegaron mis tíos y mis primos. Cenamos e hicimos el tradicional intercambio de regalos. Después de abrir el mío, me aparté por un momento del resto de la familia, saqué mi teléfono y pulse <>.
"Espero que la estés pasando bien amor. Te amo."
Guardé el celular en el bolsillo de mi abrigo y me senté junto a Alex.
Dieron las 2:00 am y recibí un mensaje. Era Jessica.
"Felicidades, amiga. Te quiero."
Le respondí algo similar.
Acomodé una almohada y me recosté en el sofá. Me quedé dormida.
Zayn no respondió.
Al día siguiente, todos desayunamos, excepto yo, porque mi mente estaba lejos de ahí.
Me bañé y me arreglé para visitar a mamá y darle su obsequio.
Subí al auto y me estacione frente a la casa de mi abuela. Al bajar, no pude evitar voltear a la puerta negra del otro lado de la calle. Suspiré y entré.
Mamá me abrazo y también me dio un regalo.
—Que rico hueles.
Sonreí.
Era el perfume que Zayn me había regalado en mi cumpleaños. Era otra magnifica forma de tenerlo cerca.
Saludé a mi abuela y las 3 conversamos acompañadas de una taza de café.
Pasó otra larga semana sin saber de Zayn. Esta vez había apagado su teléfono. En verdad estaba asustada.
Narra Zayn:
Cada vez me es mas difícil sonreír y fingir que todo está bien. Fue extraño estar lejos de mi familia en navidad, pero prefería eso a verla.
Me parte el alma leer sus mensajes diciéndome que me ama, que me necesita. No puedo evitar recordar todo lo que hemos vivido juntos.
Ahora solo me queda aceptar que ella nunca fue para mí, y resignarme a sepultar en mi memoria esos bellos momentos.
Por supuesto que no le guardo rencor, porque lo que esta pasando no es culpa de nadie, es solo que me duele, porque estaba dispuesto a pasar el resto de mis días a su lado. Me duele ignorar sus llamadas, me duele tener que alejarme de ella, me duele que sea mi hermano un rival, me duele no poder hacer nada.
Cualquiera diría que lo que siento es rabia, por que mi hermano y mi novia se besaron, sin embargo no es así. Me siento derrotado, porque me han quitado lo que más amo en el mundo.
Pero, esto es lo correcto, la vida me a demostrado que no podemos estar juntos, que olvidarla será lo mejor, porque contra Ethan no puedo luchar, no contra él.
Creo que estoy preparado para regresar, para decirle a mis padres que no pienso asistir a la misma escuela que Brianna y para decirle a ella, que lo nuestro ya no puede ser.
Llegaría de sorpresa, porque no quería que nadie fuera a recogerme al aeropuerto. Mucho menos ella.
Mis maletas estaban en la puerta y mi abuelo me esperaba en el auto.
Tomé mi chamarra, mi boleto y mi pasaporte. Salí de la habitación y bajé.
—Abuela, gracias por todo.
No pudo contener las lágrimas y me abrazó.
—Vuelve cuando quieras.
—Así será. Te quiero —besé su frente y tomé mis cosas.
Abrí la cajuela y metí el equipaje. Subí al auto y me abroché el cinturón.
Llegamos al aeropuerto y al abrir la puerta, sentí el frío viento que me despeinaba el cabello. Bajé y saqué la maleta de la parte trasera.
—Cuídate, muchacho. No nos olvides.
—Lo prometo, abuelo. Gracias.
Atravesé las puertas automáticas y volteé para mirar de nuevo a mi abuelo. El movió su mano despidiéndose. Sonreí y seguí caminando.
Después del trámite de documentación, me senté a esperar la indicación para abordar.
El estómago me daba vueltas, quería llamarla, deseaba que a mi llegada, ella estuviera esperándome. Pero tenía que hacerme a la idea de que tenía que olvidarla a como diera lugar.
Se escuchó una voz que nombraba el número del vuelo que me correspondía. Me levanté con un suspiro y caminé.
Estaba tan estresado, tan confundido, tan herido, que me dormí todo el viaje. El brusco movimiento del avión al aterrizar, me despertó. Desabroché mi cinturón y caminé a la salida.
Respiré hondo. Me alegraba estar en casa.
"Aquí vamos."
Capitulo 16 Maratón [2/5]
Tomé un taxi y le indiqué la dirección de mi casa.
Durante el trayecto mi mente comenzó a trabajar en las posibles explicaciones que tendría que darle a mamá, por haber llegado de improviso y porque no iría a la escuela que por fin me había aceptado.
El conductor se detuvo frente a mi casa. Le pagué y bajé junto con mis cosas.
Di un último suspiro y abrí la puerta. Entré y vi a mamá en la cocina.
—Hola —dije y ella volteó.
—¡Zayn! Hijo, ¿por qué no avisaste que regresabas?
—No era necesario.
—¿Cómo te fue?
—Bien, mamá.
—Que bueno, hijo —me abrazó—. ¿Tienes hambre?
—Si.
—Siéntate.
Moví la silla.
—Supongo que Brianna tampoco sabe que regresaste.
Bajé la mirada al escuchar su nombre, y todos los recuerdos que me traía.
—No.
—Llámala.
—Pienso ir a buscarla a su casa, más tarde.
Mamá sonrió.
—¿Y mis hermanos?
—Con tu papá.
—Mmm —dije mientras hundía el tenedor en el spaghetti.
—¿Por qué apagaste tu celular? Me fue imposible comunicarme contigo, menos mal que tenía el número de la casa de tus abuelos, de no haber sido así habría tomado el primer avión para ir a buscarte.
—Lo siento, mamá... —"No quería recibir más llamadas de Brianna"— Perdí el cargador.
Me miró.
—Solo quería saber que estabas bien.
Tomé su mano.
—No quería asustarte.
Sonrió.
Terminé de comer y subí a ducharme. Era momento de darle una explicación lo mas lógica posible a Brianna, por muy dura que ésta fuera. Me alisté y bajé de nuevo.
—Mamá, regreso más tarde.
—Ok.
Tomé las llaves de mi auto y salí de la casa.
No estaba totalmente seguro de que Briana estaba en casa de su padre, sin embargo me dirigí allá.
Narra Brianna:
Alex tenía su cabeza sobre mi abdomen, buscando algo en la televisión que pudiera entretenernos.
Yo escuchaba lejana el ruido de los botones del control remoto emitiendo un "clic" cada vez que Alex los oprimía. Tenía la mirada fija en la ventana y en el cielo gris que se reflejaba a través de ella.
Ya no era cuestión de hacer drama por las repentinas vacaciones de Zayn, era más bien ese miedo a su también repentino cambio de actitud. Hace días que no escuchaba su voz. Era la soledad, era la necesidad de sentir sus labios y el roce de su cuerpo con el mío. Lo extrañaba.
Mi mente anhelaba ver su rostro, para olvidar que quiera o no, también necesito a Ethan.
Un timbrazo me hizo reaccionar y desviar mi mirada de donde estaba.
—Vas —dijimos al mismo tiempo.
—Que la suerte lo decida.
—Piedra, papel o tijera —cantamos.
—Ja, perdiste —le dije.
Alex se puso los zapatos y bajó refunfuñando a abrir. Tomé el control y me puse a navegar entre los canales.
Después de un par de minutos, Alex regresó y se paró frente al televisor con una sonrisa de oreja a oreja.
La miré.
—¿Era Robert?
Negó con la cabeza y con la misma sonrisa en su rostro.
—¿Entonces?
Pasó su mano por su cabellera arremedando a…
—¡¿Zayn?!
—¡Ajá!
Me levanté rápidamente y la empujé. Bajé las escaleras de a 2 o 3 o 4 en 4. Abrí la puerta y ahí estaba, tal y como lo recordaba. Excepto por que no sonreía como yo. Como esperaba que lo hiciera.
Sin decir palabra alguna me colgué de su cuello y lo besé.
Tomó mi cintura y respondió al beso.
—Zayn —le dije entre lágrimas.
—Hola.
—Te extrañé muchísimo.
No dijo nada. Se quedó quieto, mirándome.
Volví a abrazarlo.
—¿Por qué no llamaste?
Bajó la mirada.
—¿Sabes? Perdí el cargador de mi teléfono —dijo con la misma mirada seria.
Sonreí.
—Zayn, me has hecho falta.
Hizo una mueca.
—Guardé tu regalo de navidad. Ven —lo tomé de la mano—, te lo doy de una vez.
Me jaló.
—Después.
Suspiré. Era el momento de decirle lo que había pasado en su ausencia.
—Zayn —puse mis manos en su pecho—, tengo que decirte algo.
Se acarició la barbilla.
—Yo también.
"Genial."
—Tu primero.
Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y retrocedió unos pasos.
—Dime, Zayn.
—Bueno… yo… tu… no…
Enarqué una ceja.
—Brianna —miró al cielo—, decidí que necesito mi espacio.
—¿Espacio? No entiendo.
—Quiero decir que… estoy terminando contigo.
—¿Qué? ¿Por qué?
Bajó la mirada de nuevo.
—¡Zayn! ¿Por qué?
—Porque estoy aburrido, estoy cansado de ti.
Me alejé y comencé a llorar.
—¿Disculpa?
—Lo que oíste. Ya conseguí lo que quería.
—¿Qué? ¿Acostarte conmigo?
Siguió mirando al suelo.
—¡Mírame! —tomé su rostro.
Esa acción me trajo un recuerdo en el que yo le decía:
—Te quiero.
—Hablas como si fuera una despedida.
—Pues… considerando que nunca has saltado de una ventana… —sonreí— quería que lo supieras… —bajé la mirada.
—Ey, nena… —Puso sus manos en mis mejillas— Lo sé… y más vale que tu también tengas en cuenta que eres todo para mi. Y si no es así, o algún día lo llegas a olvidar, sólo bastara con que me mires a los ojos, ellos no saben mentir… —Me tomó de los hombros y me acurrucó en su pecho.
Y mi mente regresó al presente.
No sé como, pero de alguna forma, esos hermosos ojos, no expresaban nada. No me decían nada.
—¿Qué te hace pensar que eres tan especial, nena?
Lo solté. El llanto era tan fuerte que me quebraba la voz. Me quedé inmóvil tratando de recuperar el aliento.
Me descubrí el pecho y jalé con las fuerzas que me quedaban la mitad de corazón con la letra de su nombre grabada.
—Vete —suspiré limpiándome las lágrimas—, al diablo Za-yn-Ma-lik. ¡Vete al diablo! —Le grité mientras le aventaba el dije.
Caminé a la puerta sin voltear. Tenía que sostenerme de algo antes de que mi alma saliera de mi cuerpo.
Capitulo 17 Maratón [3/5]
Me senté en el suelo frío recargándome en la puerta después de haberla cerrado. Abracé mis rodillas e incliné mi cabeza.
Lloré, lloré como nunca. Una vez más, me habían roto el corazón. Una vez más di todo sin medida. Una vez mas, me quede vacía.
¿Eso era el amor? ¿Lágrimas y dolor?
En 7 meses, Zayn se había convertido en mi vida entera, era la persona que siempre había estado esperando. Y de la nada, me dice que sólo se divirtió conmigo.
Ni aunque me hubiera caído un piano o me hubiera arrollado un tren, sentiría el dolor que en ese momento recorría mis entrañas.
¿Qué había hecho mal? ¿Eran las consecuencias de amarlo tanto? ¿Acaso tanto amor estaba prohibido?
Sentí una puñalada atravesar mi pecho cuando de repente me vi ahí, sola, sin Zayn y... sin Ethan.
Era estúpido estar pensando en el también, pero era una especie de droga que me hacía inmune a la soledad y al sufrimiento.
Narra Zayn:
Estuve a punto de detenerla y hacerle ver que nada de lo acababa de decir era verdad. Sin embargo, me quedé inmóvil, viéndola llorar.
Entró destrozada a su casa azotando la puerta en mis narices.
Ojalá me hubiera abofeteado, ojalá me hubiera mandado más lejos que "al diablo".
No estaba en mis planes decirle lo que le dije, pero eso ayudaría a que me odiara y se olvidara de mi. Así como yo intentaría olvidarme de ella.
A partir de este momento tiene que dejar de importarme lo que le pase, incluyendo mi reemplazo, aunque fuera Ethan.
Me froté el rostro y una lágrima descendió por mi mejilla. Miré al suelo y recogí la mitad del corazón que me había arrojado. La acaricié con la yema de mi dedo y la guardé en mi bolsillo. Era sólo un recuerdo más.
Subí al auto y descargué mi coraje con un puñetazo en el volante. Me incliné sobre él y emití un grito ahogado.
Me incorporé y alcé la vista al último piso de la casa. Giré las llaves y el motor rugió.
Acababa de renunciar a mi otra mitad.
"Ahora si, que pase lo que tenga que pasar."
Narra Brianna:
Me levanté y subí las escaleras lentamente sosteniéndome del pasamanos.
—¿Qué pasa? ¿Estás llorando? Brianna, ¿qué tienes? —Alex corrió a mi lado.
La abrasé y comencé a hablar, pero el llanto me impidió articular las palabras con claridad.
—No te estoy entendiendo nada.
—¡Que termino conmigo! —Grité.
—¿QUÉ?
Me senté en la cama.
—¿Por qué?
No le respondí. Saqué mi celular y le marqué a Jessica.
—Hola, nena —respondió.
—Jessica —le dije con la voz ronca—, ¿podemos vernos?
—Claro, ¿estás llorando?
—Ahora —le repliqué, ignorando su pregunta.
—De acuerdo, ¿dónde?
—En la plaza, cerca de mi casa, ¿sabes donde?
—Si, si.
—En media hora. En la entrada principal.
—Ok.
Colgué.
—Vámonos —le dije a Alex.
—¿A dónde?
—Veremos a Jessica en la plaza y les contaré cada detalle de lo que acaba de pasar.
No pensaba hablar a mi hermana y después tener que platicárselo de nuevo a Jessica. No tenía humor para repetirlo.
Tomamos un suéter y las llaves del auto.
Manejé hasta el lugar que acordé con Jessica en medio de lágrimas y sollozos. Alex sólo me miraba; y me irritaba.
—¿Me puedes dejar de mirar? —Dejó de mirarme— Gracias.
Me estacioné en el primer lugar libre que encontramos. Bajamos del auto y caminamos a la entrada principal de la plaza.
Jess estaba recargada en la pared, con las manos dentro de sus bolsillos. Me miró y camino hacia nosotras.
—Hola, Alex —le sonrió.
—Hola, Jess —respondió ella.
—Sonabas mal, nena, ¿qué pasa?
La miré y de nuevo rompí en llanto.
—¡Jess! —Dije abrazándola.
Acarició mi cabello.
—¿Qué tienes?
Me incorporé.
—Vamos —les dije.
Caminamos a la cafetería. Entramos y pedimos una mesa.
Mire la carta y finalmente me decidí por un capuchino. Jess y Alex ordenaron también.
—¿Ya vas a decirnos por qué tanto misterio?
Bajé la mirada.
—Zayn terminó conmigo.
—¡¿QUÉ?! —dijo Jess inclinándose sobre sus codos.
—Hoy regresó de Inglaterra, fue a verme, lo abracé —las lágrimas seguían fluyendo—, y sólo me dijo que estaba aburrido de mi.
—¿Le dijiste algo de Ethan?
Alex se inclinó también para escuchar mejor.
—No —puse mis manos en la mesa—, ni siquiera me dejó decírselo.
—No entiendo por qué terminó contigo.
—Ni yo —dije.
—Amiga —tomó una de mis manos.
—¿Por qué? ¿Cuándo encontraré a alguien que me quiera?
Alex y Jess se miraron.
—Bri, no queda otra que seguir adelante —dijo Alex.
Suspiré.
—Ya lo sé, pero me duele como no tienen idea.
—Juntas lo superaremos —ambas frotaron mis brazos.
Traté de sonreír, pero fue inútil.
Nos terminamos nuestras respectivas bebidas y caminamos al auto de Jessica.
—Gracias, amiga.
—No fue nada, si necesitas otra cosa, no dudes en llamarme.
Asentí.
Jessica subió a su auto y se marchó.
Alex y yo caminamos al nuestro.
Capitulo 18 Maratón [4/5]
Narra Zayn:
Llegué a casa y metí el auto.
Mi expresión era la de una persona que acaba de perder a un ser querido. Y así era, acababa de perder a mi todo.
Entré y Taylor me recibió con un fuerte abrazo.
—Hola, chaparro. ¿Cómo te has portado?
—Bien. ¿Me trajiste algo?
Sonreí.
—Si, pero mañana te lo doy, ¿ok?
—Si —dijo alejándose de mí.
—¿Y mamá?
—No sé —dijo Ethan.
Lo ignoré y subí a mi recámara. Me encerré y me arrojé a la cama. Esculqué mis bolsillos hasta encontrar lo que buscaba. El dije. Desabroché el mío y los guardé en el cajón de mi esquinero.
Hundí mi cabeza en la almohada y miré al techo, como solía hacerlo cuando me sentía mal.
Ahora sólo faltaba explicarle a mi mamá por qué no quería estudiar en la misma escuela que Brianna. Y además, explicarle, por qué terminé con ella.
El enorme vacío que sentía en mi pecho hizo que me quedara dormido.
Abrí los ojos con la esperanza de que todo fuera como antes al despertar. Pero no fue así, ese horrible hueco seguía dentro de mí.
Abrí la llave de la regadera, entré y sentí el agua helada bajar por mi espalda. No me importo, me senté y abracé mis rodillas. Permanecí así, con la mirada perdida. Fue el grito de mi madre indicando que el desayuno estaba listo lo que me hizo reaccionar.
Salí de la ducha y me cambié. Bajé a desayunar. Listo para hablar sobre el pequeño problema de la escuela.
Mi madre estaba volteada mirando por la ventana.
Me senté y me serví jugo.
—Mamá…
—¿Si?
—Ya tengo los resultados del examen de admisión.
—¿Y qué paso? —Preguntó volteándose para poder verme.
—Logré entrar.
—Que bueno, hijo. ¿Cuándo empiezas?
—Es que —me rasqué la cabeza—, ya no quiero ir a esa escuela.
—¿Por qué? —Frunció el ceño.
—Pues… porque… ya no me gusta —sonreí.
—Pues lo siento, ya perdiste un año e hiciste 2 veces el examen. Así que vas a ir a esa escuela.
—Per…
—Esta decidido, Zayn —me interrumpió.
La miré.
—Y no me vayas a salir con que ya eres mayor de edad, porque no me interesa.
No dije nada.
—Entonces ¿Cuándo empiezas?
—En 2 semanas —dije de mala gana.
—Ok.
Terminamos de desayunar y suspiré aliviado de que mamá no hubiera preguntado por Brianna.
Me levanté de la silla.
—Voy a ver a papá.
Asintió.
Tomé las llaves del auto y salí.
Me puse unos lentes de sol para fingir no ver a la abuela de Brianna.
Narra Brianna:
Esta vez no actuaba como cuando… él… se fue de vacaciones, no, esta vez era completamente diferente.
No hablaba con nadie al menos que fuera necesario, comía muy poco, dormía para no pensarlo y despertaba para no soñarlo. No reía, no veía televisión, no salía y ya hasta se me había olvidado como era mi sonrisa.
A papá le ponía de mal humor verme así, por eso fingía frente a él. Jess me llamaba, pero siempre le pedía a Alex que le dijera que estaba indispuesta.
Aun quedaban 2 semanas de vacaciones.
Me levanté y me arreglé lo mejor que pude para visitar a mi abuela. Por su puesto pensaba que ir allá, frente a los Malik era como un intento de suicidio, pero no podía ocultarme de él toda la vida y mucho menos demostrarle que estaba destrozada por su culpa.
Alex ya estaba de regreso en la escuela, así que no tuve que avisarle a nadie a donde iba.
Bajé del autobús y estuve a punto de regresar corriendo. Suspiré y camine con paso firme a la florería. A lo lejos pude ver que el negocio de Marie estaba abierto como siempre, pero que afortunadamente ella no estaba a la vista. Me escabullí rápidamente para evitarme las preguntas.
Entré y mi abuela estaba sentada picando zanahorias.
—Hola —le dije.
—Hola —respondió ella.
Me senté sin decir nada más.
—¿Qué tienes?
"Y aquí vienen las lágrimas otra vez."
Suspiré.
—Zayn y yo terminamos
"Me terminó."
Mi abuela dejó el cuchillo en la mesa y me miró.
—¿Por qué?
Tendría que mentirle, porque conociéndola, se levantaría e iría a buscarlo.
—Pues, ya no nos entendíamos.
—Pero, ¿cómo no van a entenderse?
—Ya vez —me recargué en la silla y tomé una bocanada de aire para que las lágrimas no hicieran su aparición.
—Y tu… estás bien.
—Claro —fingí una sonrisa.
Le ayudé a cocinar para aprovechar y cambiar de tema. Comimos y regresé a casa. Cuando salí, afortunadamente Marie había cerrado la lonchería. Respiré aliviada y caminé a la parada del autobús.
Ahora sólo faltaba decirle a mamá lo del fracaso de mi relación. Bueno, y a los curiosos de la escuela que preguntaran por el chico de cabello perfecto.
Capitulo 19 Maratón [5/5]
Narra Zayn:
—¿Y Brianna?
"Mierda, llegó el momento de decirle."
—Bueno, mamá, no te lo había dicho, pero, terminamos.
Me miró con una expresión de sorpresa.
—¿Cómo?
—Pues… si.
—Pero, Zayn…
—No era la indicada.
—Si hasta le pediste matrimonio.
"Tenías que recordarme eso."
—Fue solo un juego —tragué saliva para no romper en llanto.
—Ay, hijo, ¿qué te digo? —Levantó los hombros.
Me quedé callado.
—¿Terminaste con ella? —Ethan venía bajando por las escaleras.
"Si, ya es toda tuya" pensé, pero quisiera habérselo dicho; en lugar de eso, simplemente le dije:
—Si.
—¿Y cómo está?
"Igual o peor que yo."
—No lo sé.
Cruzó los brazos y se retrancó en la pared.
—¿Por qué lo hiciste?
"¿Por qué va a ser? No era para mí."
—Por motivos que no te incumben.
Sonrió y se sentó.
—Chicos, no quiero pleitos, ¿si?
—Descuida, mama —me levanté y fulminé con la mirada a Ethan.
Como suponía, mi cambio de humor era evidente. La mayor parte del día estaba de malas, con el entrecejo fruncido y con ganas de golpear al primero que se me atravesara.
Era inútil borrar de mi cabeza su rostro cubierto de lágrimas y las palabras horribles que le dije aquel día.
Mi vida ya no tenía sentido. Me daba igual si comía o no. Me importaba poco mi aspecto y lo que dijeran los demás.
Por su puesto tenía que fingir frente a mi madre y frente a Ethan. Tenía que hacer parecer que todo seguía de maravilla, por mucho que doliera hacerlo.
Aunque habían dos cosas que realmente me preocupaban: la primera, Ethan aún no se encargaba de buscar a Brianna. Se suponía que debía hacerlo. Se suponía que era su oportunidad de hacerla feliz. Y la reacción que tendríamos al vernos de nuevo, en 1 semana, todos los días, en la escuela.
Claro que no estaba mental ni físicamente preparado para ninguna de esas dos cosas. Nunca me resignaría a ver a Brianna besando otros labios y acariciando otro cuerpo que no fuera el mío. Pero mi madre estaba empeñada en que debía ir a esa escuela y supongo que no me quedaba de otra.
Narra Brianna:
Es imposible dejar de llorar. Me pregunto cuanto más soportare esto. Mis pupilas apenas pueden distinguirse por la cantidad de agua que sale de ellas, además de las notables horas sin dormir. Creo que mi cabello empieza a caerse más de lo normal. Y no es necesario ejercitarme, porque gracias a la poca cantidad de comida que ingiero, he perdido unos kilos.
Paso un 99% del día hablándole a la pared, viendo la gente pasar por mi ventana. Y el 1% restante, frente al espejo, diciéndome que no iba a morir, que nada iba a cambiar sólo por que él no estaba ahí. Tratando de convencerme de que no me dolía, que más bien, a veces me traicionaba el corazón.
En resumen, perdía el tiempo, porque sabía que nada de eso era cierto.
Apenas puedo distinguir la voz de Alex cuando me habla. Mi mirada es vaga y sin objetivo alguno.
He platicado ya con mamá sobre mi ruptura con Zayn. Por su puesto, preguntó mil cosas sobre la razón de nuestra decisión —la de Zayn—, porque también le mentí diciéndole que me parecía buena idea el haber terminado. Ahora, también trataba de animarme y ayudarme a distraerme.
A mi me parecía patética mi actitud al fingir frente a los demás, pero a fin de cuentas, era lo mejor.
El teléfono no deja de sonar y me estresa el que se me hayan terminado los pretextos para evadir a Jessica.
Hoy me desperté por la madrugada, con un grito ahogado, a mitad de una pesadilla. Lamentablemente, papá se dio cuenta y aprovechó para decirme que había estado notando mi comportamiento de las últimas semanas. Supongo que ni siquiera me di cuenta porque estaba más ocupada pensando en que sería mejor. Estar muerta o fingir vivir. Sin él.
—Te lo advierto, Brianna, si no mejoras, tendrás que regresar con tu madre.
Lo miré con una expresión de debilidad.
—¿Ya no quieres hacerte cargo de mi? —Mi voz era ronca y parecía más bien un susurro.
—Hija —se sentó a mi lado y me rodeó con sus brazos—, se perfectamente quien es el culpable de que estés así. Y es solo que, me parece que tu madre sería la más indicada para levantarte de esto.
Me encogí de hombros.
—Ya se me pasará, necesito tiempo, ¿si?
"En un siglo, tal vez."
—¿Me prometes que harás un esfuerzo por mejorarte?
Asentí lentamente y esbocé una media sonrisa.
Besó mi frente y salió de la habitación.
Suspiré.
"Tiene razón. La vida sigue."
No pude dormir el resto de la noche.
Al amanecer, me levanté de la cama y caminé al baño. Mojé mi rostro con agua fría y me mire al espejo.
La chica que en él se reflejaba, era completamente diferente a mi. Sus ojos no expresaban nada.
"Saldré de ésta."
Me quité la ropa y abrí la llave de la regadera. Dejé que cada gota de agua tibia recorriera cada centímetro de mi cuerpo. Después de un largo rato, salí enredada en una toalla.
Tocaron la puerta.
—¿Puedo pasar? —preguntó Alex.
—Ajá.
—Abajo está Jessica y dice que no se irá hasta que te vea.
Sonreí.
—Dile que suba.
Alex caminó de vuelta a las escaleras para darle mi mensaje a Jess.
Cambié la toalla por una bata, mientras esperaba envuelta en las cobijas.
—¿Brianna?
—Hola —dije con voz ronca.
—Dios mío. ¿Dónde está mi amiga?
Levanté la mano.
—¿Qué te pasó?
No dije nada.
—Ven, levántate, vamos a dar una vuelta.
—¿A dónde?
—Ya veremos.
Iba a negarme e inventar algo, pero vino a mi mente la promesa que le había hecho a mi padre.
—Ok —me descubrí y me dirigí a buscar algo que ponerme.
Luego de 40 minutos de arreglo personal, tomé mi billetera y una sudadera.
—Listo.
Jess sonrió y abrió la puerta.
—¿No llevas tu celular? —Señaló el pequeño aparato que estaba sobre el escritorio.
La miré y regrese. Tomé el teléfono, abrí el cajón de la mesita de noche y lo aventé dentro de él.
—Vámonos.
Jessica levantó los hombros.
—¿Vienes, Alex? —Traté de sonar dulce.
—Bueno… —Se levantó y caminó tras nosotras.
Papá me dedico una enorme sonrisa y volvió la vista al partido de fútbol.
Capitulo 15 Maratón [1/5]
Alex y yo fuimos de compras al centro comercial, en el auto de papá. Cuando llegamos, la plaza estaba repleta de gente.
Había ahorrado lo suficiente para comprarles algo a mis padres, a Alison, a mi abuela, y a Zayn.
Estaba angustiada, necesitaba escuchar su voz, pero él no llamaba.
—¡Mira! —Alex señaló unos zapatos y corrió a verlos.
Esperé en el mismo lugar. Sin moverme, saqué mi celular.
—¿Si?
—Amor, hola, ¿Por qué no has llamado?
—Hola, Brianna...
—¿Cuándo regresas?
—Después de las fiestas —me sorprendió su tono.
—Pero, creí que ibas a pasarla con tu mamá.
—No, esta vez no.
Eso significaba más días sin verlo.
—Mmm...
—Pues, nos vemos.
—Ajá —respondí desganadamente.
Colgó sin decir otra cosa.
Me quedé inmóvil ante la actitud con la que me había respondido Zayn. Su voz era, fría y distante, pero sobretodo, me llamo Brianna. Era mi nombre, pero me había acostumbrado a escuchar un "preciosa" o "amor".
"¿Qué diablos le pasa?"
Hacía frío, así que decidí entrar a buscar a Alex, quien ya se acercaba a mí con una bolsa.
Sonreí y la tomé de la mano.
Tardamos un buen rato recorriendo tiendas y haciendo largas filas en las cajas para pagar.
Regresamos a casa cubiertas de cajas y regalos.
El 24 de diciembre, nos dedicamos a preparar comida y arreglar la casa para el festejo.
Por la noche, llegaron mis tíos y mis primos. Cenamos e hicimos el tradicional intercambio de regalos. Después de abrir el mío, me aparté por un momento del resto de la familia, saqué mi teléfono y pulse <
"Espero que la estés pasando bien amor. Te amo."
Guardé el celular en el bolsillo de mi abrigo y me senté junto a Alex.
Dieron las 2:00 am y recibí un mensaje. Era Jessica.
"Felicidades, amiga. Te quiero."
Le respondí algo similar.
Acomodé una almohada y me recosté en el sofá. Me quedé dormida.
Zayn no respondió.
Al día siguiente, todos desayunamos, excepto yo, porque mi mente estaba lejos de ahí.
Me bañé y me arreglé para visitar a mamá y darle su obsequio.
Subí al auto y me estacione frente a la casa de mi abuela. Al bajar, no pude evitar voltear a la puerta negra del otro lado de la calle. Suspiré y entré.
Mamá me abrazo y también me dio un regalo.
—Que rico hueles.
Sonreí.
Era el perfume que Zayn me había regalado en mi cumpleaños. Era otra magnifica forma de tenerlo cerca.
Saludé a mi abuela y las 3 conversamos acompañadas de una taza de café.
Pasó otra larga semana sin saber de Zayn. Esta vez había apagado su teléfono. En verdad estaba asustada.
Narra Zayn:
Cada vez me es mas difícil sonreír y fingir que todo está bien. Fue extraño estar lejos de mi familia en navidad, pero prefería eso a verla.
Me parte el alma leer sus mensajes diciéndome que me ama, que me necesita. No puedo evitar recordar todo lo que hemos vivido juntos.
Ahora solo me queda aceptar que ella nunca fue para mí, y resignarme a sepultar en mi memoria esos bellos momentos.
Por supuesto que no le guardo rencor, porque lo que esta pasando no es culpa de nadie, es solo que me duele, porque estaba dispuesto a pasar el resto de mis días a su lado. Me duele ignorar sus llamadas, me duele tener que alejarme de ella, me duele que sea mi hermano un rival, me duele no poder hacer nada.
Cualquiera diría que lo que siento es rabia, por que mi hermano y mi novia se besaron, sin embargo no es así. Me siento derrotado, porque me han quitado lo que más amo en el mundo.
Pero, esto es lo correcto, la vida me a demostrado que no podemos estar juntos, que olvidarla será lo mejor, porque contra Ethan no puedo luchar, no contra él.
Creo que estoy preparado para regresar, para decirle a mis padres que no pienso asistir a la misma escuela que Brianna y para decirle a ella, que lo nuestro ya no puede ser.
Llegaría de sorpresa, porque no quería que nadie fuera a recogerme al aeropuerto. Mucho menos ella.
Mis maletas estaban en la puerta y mi abuelo me esperaba en el auto.
Tomé mi chamarra, mi boleto y mi pasaporte. Salí de la habitación y bajé.
—Abuela, gracias por todo.
No pudo contener las lágrimas y me abrazó.
—Vuelve cuando quieras.
—Así será. Te quiero —besé su frente y tomé mis cosas.
Abrí la cajuela y metí el equipaje. Subí al auto y me abroché el cinturón.
Llegamos al aeropuerto y al abrir la puerta, sentí el frío viento que me despeinaba el cabello. Bajé y saqué la maleta de la parte trasera.
—Cuídate, muchacho. No nos olvides.
—Lo prometo, abuelo. Gracias.
Atravesé las puertas automáticas y volteé para mirar de nuevo a mi abuelo. El movió su mano despidiéndose. Sonreí y seguí caminando.
Después del trámite de documentación, me senté a esperar la indicación para abordar.
El estómago me daba vueltas, quería llamarla, deseaba que a mi llegada, ella estuviera esperándome. Pero tenía que hacerme a la idea de que tenía que olvidarla a como diera lugar.
Se escuchó una voz que nombraba el número del vuelo que me correspondía. Me levanté con un suspiro y caminé.
Estaba tan estresado, tan confundido, tan herido, que me dormí todo el viaje. El brusco movimiento del avión al aterrizar, me despertó. Desabroché mi cinturón y caminé a la salida.
Respiré hondo. Me alegraba estar en casa.
"Aquí vamos."
Capitulo 16 Maratón [2/5]
Tomé un taxi y le indiqué la dirección de mi casa.
Durante el trayecto mi mente comenzó a trabajar en las posibles explicaciones que tendría que darle a mamá, por haber llegado de improviso y porque no iría a la escuela que por fin me había aceptado.
El conductor se detuvo frente a mi casa. Le pagué y bajé junto con mis cosas.
Di un último suspiro y abrí la puerta. Entré y vi a mamá en la cocina.
—Hola —dije y ella volteó.
—¡Zayn! Hijo, ¿por qué no avisaste que regresabas?
—No era necesario.
—¿Cómo te fue?
—Bien, mamá.
—Que bueno, hijo —me abrazó—. ¿Tienes hambre?
—Si.
—Siéntate.
Moví la silla.
—Supongo que Brianna tampoco sabe que regresaste.
Bajé la mirada al escuchar su nombre, y todos los recuerdos que me traía.
—No.
—Llámala.
—Pienso ir a buscarla a su casa, más tarde.
Mamá sonrió.
—¿Y mis hermanos?
—Con tu papá.
—Mmm —dije mientras hundía el tenedor en el spaghetti.
—¿Por qué apagaste tu celular? Me fue imposible comunicarme contigo, menos mal que tenía el número de la casa de tus abuelos, de no haber sido así habría tomado el primer avión para ir a buscarte.
—Lo siento, mamá... —"No quería recibir más llamadas de Brianna"— Perdí el cargador.
Me miró.
—Solo quería saber que estabas bien.
Tomé su mano.
—No quería asustarte.
Sonrió.
Terminé de comer y subí a ducharme. Era momento de darle una explicación lo mas lógica posible a Brianna, por muy dura que ésta fuera. Me alisté y bajé de nuevo.
—Mamá, regreso más tarde.
—Ok.
Tomé las llaves de mi auto y salí de la casa.
No estaba totalmente seguro de que Briana estaba en casa de su padre, sin embargo me dirigí allá.
Narra Brianna:
Alex tenía su cabeza sobre mi abdomen, buscando algo en la televisión que pudiera entretenernos.
Yo escuchaba lejana el ruido de los botones del control remoto emitiendo un "clic" cada vez que Alex los oprimía. Tenía la mirada fija en la ventana y en el cielo gris que se reflejaba a través de ella.
Ya no era cuestión de hacer drama por las repentinas vacaciones de Zayn, era más bien ese miedo a su también repentino cambio de actitud. Hace días que no escuchaba su voz. Era la soledad, era la necesidad de sentir sus labios y el roce de su cuerpo con el mío. Lo extrañaba.
Mi mente anhelaba ver su rostro, para olvidar que quiera o no, también necesito a Ethan.
Un timbrazo me hizo reaccionar y desviar mi mirada de donde estaba.
—Vas —dijimos al mismo tiempo.
—Que la suerte lo decida.
—Piedra, papel o tijera —cantamos.
—Ja, perdiste —le dije.
Alex se puso los zapatos y bajó refunfuñando a abrir. Tomé el control y me puse a navegar entre los canales.
Después de un par de minutos, Alex regresó y se paró frente al televisor con una sonrisa de oreja a oreja.
La miré.
—¿Era Robert?
Negó con la cabeza y con la misma sonrisa en su rostro.
—¿Entonces?
Pasó su mano por su cabellera arremedando a…
—¡¿Zayn?!
—¡Ajá!
Me levanté rápidamente y la empujé. Bajé las escaleras de a 2 o 3 o 4 en 4. Abrí la puerta y ahí estaba, tal y como lo recordaba. Excepto por que no sonreía como yo. Como esperaba que lo hiciera.
Sin decir palabra alguna me colgué de su cuello y lo besé.
Tomó mi cintura y respondió al beso.
—Zayn —le dije entre lágrimas.
—Hola.
—Te extrañé muchísimo.
No dijo nada. Se quedó quieto, mirándome.
Volví a abrazarlo.
—¿Por qué no llamaste?
Bajó la mirada.
—¿Sabes? Perdí el cargador de mi teléfono —dijo con la misma mirada seria.
Sonreí.
—Zayn, me has hecho falta.
Hizo una mueca.
—Guardé tu regalo de navidad. Ven —lo tomé de la mano—, te lo doy de una vez.
Me jaló.
—Después.
Suspiré. Era el momento de decirle lo que había pasado en su ausencia.
—Zayn —puse mis manos en su pecho—, tengo que decirte algo.
Se acarició la barbilla.
—Yo también.
"Genial."
—Tu primero.
Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y retrocedió unos pasos.
—Dime, Zayn.
—Bueno… yo… tu… no…
Enarqué una ceja.
—Brianna —miró al cielo—, decidí que necesito mi espacio.
—¿Espacio? No entiendo.
—Quiero decir que… estoy terminando contigo.
—¿Qué? ¿Por qué?
Bajó la mirada de nuevo.
—¡Zayn! ¿Por qué?
—Porque estoy aburrido, estoy cansado de ti.
Me alejé y comencé a llorar.
—¿Disculpa?
—Lo que oíste. Ya conseguí lo que quería.
—¿Qué? ¿Acostarte conmigo?
Siguió mirando al suelo.
—¡Mírame! —tomé su rostro.
Esa acción me trajo un recuerdo en el que yo le decía:
—Te quiero.
—Hablas como si fuera una despedida.
—Pues… considerando que nunca has saltado de una ventana… —sonreí— quería que lo supieras… —bajé la mirada.
—Ey, nena… —Puso sus manos en mis mejillas— Lo sé… y más vale que tu también tengas en cuenta que eres todo para mi. Y si no es así, o algún día lo llegas a olvidar, sólo bastara con que me mires a los ojos, ellos no saben mentir… —Me tomó de los hombros y me acurrucó en su pecho.
Y mi mente regresó al presente.
No sé como, pero de alguna forma, esos hermosos ojos, no expresaban nada. No me decían nada.
—¿Qué te hace pensar que eres tan especial, nena?
Lo solté. El llanto era tan fuerte que me quebraba la voz. Me quedé inmóvil tratando de recuperar el aliento.
Me descubrí el pecho y jalé con las fuerzas que me quedaban la mitad de corazón con la letra de su nombre grabada.
—Vete —suspiré limpiándome las lágrimas—, al diablo Za-yn-Ma-lik. ¡Vete al diablo! —Le grité mientras le aventaba el dije.
Caminé a la puerta sin voltear. Tenía que sostenerme de algo antes de que mi alma saliera de mi cuerpo.
Capitulo 17 Maratón [3/5]
Me senté en el suelo frío recargándome en la puerta después de haberla cerrado. Abracé mis rodillas e incliné mi cabeza.
Lloré, lloré como nunca. Una vez más, me habían roto el corazón. Una vez más di todo sin medida. Una vez mas, me quede vacía.
¿Eso era el amor? ¿Lágrimas y dolor?
En 7 meses, Zayn se había convertido en mi vida entera, era la persona que siempre había estado esperando. Y de la nada, me dice que sólo se divirtió conmigo.
Ni aunque me hubiera caído un piano o me hubiera arrollado un tren, sentiría el dolor que en ese momento recorría mis entrañas.
¿Qué había hecho mal? ¿Eran las consecuencias de amarlo tanto? ¿Acaso tanto amor estaba prohibido?
Sentí una puñalada atravesar mi pecho cuando de repente me vi ahí, sola, sin Zayn y... sin Ethan.
Era estúpido estar pensando en el también, pero era una especie de droga que me hacía inmune a la soledad y al sufrimiento.
Narra Zayn:
Estuve a punto de detenerla y hacerle ver que nada de lo acababa de decir era verdad. Sin embargo, me quedé inmóvil, viéndola llorar.
Entró destrozada a su casa azotando la puerta en mis narices.
Ojalá me hubiera abofeteado, ojalá me hubiera mandado más lejos que "al diablo".
No estaba en mis planes decirle lo que le dije, pero eso ayudaría a que me odiara y se olvidara de mi. Así como yo intentaría olvidarme de ella.
A partir de este momento tiene que dejar de importarme lo que le pase, incluyendo mi reemplazo, aunque fuera Ethan.
Me froté el rostro y una lágrima descendió por mi mejilla. Miré al suelo y recogí la mitad del corazón que me había arrojado. La acaricié con la yema de mi dedo y la guardé en mi bolsillo. Era sólo un recuerdo más.
Subí al auto y descargué mi coraje con un puñetazo en el volante. Me incliné sobre él y emití un grito ahogado.
Me incorporé y alcé la vista al último piso de la casa. Giré las llaves y el motor rugió.
Acababa de renunciar a mi otra mitad.
"Ahora si, que pase lo que tenga que pasar."
Narra Brianna:
Me levanté y subí las escaleras lentamente sosteniéndome del pasamanos.
—¿Qué pasa? ¿Estás llorando? Brianna, ¿qué tienes? —Alex corrió a mi lado.
La abrasé y comencé a hablar, pero el llanto me impidió articular las palabras con claridad.
—No te estoy entendiendo nada.
—¡Que termino conmigo! —Grité.
—¿QUÉ?
Me senté en la cama.
—¿Por qué?
No le respondí. Saqué mi celular y le marqué a Jessica.
—Hola, nena —respondió.
—Jessica —le dije con la voz ronca—, ¿podemos vernos?
—Claro, ¿estás llorando?
—Ahora —le repliqué, ignorando su pregunta.
—De acuerdo, ¿dónde?
—En la plaza, cerca de mi casa, ¿sabes donde?
—Si, si.
—En media hora. En la entrada principal.
—Ok.
Colgué.
—Vámonos —le dije a Alex.
—¿A dónde?
—Veremos a Jessica en la plaza y les contaré cada detalle de lo que acaba de pasar.
No pensaba hablar a mi hermana y después tener que platicárselo de nuevo a Jessica. No tenía humor para repetirlo.
Tomamos un suéter y las llaves del auto.
Manejé hasta el lugar que acordé con Jessica en medio de lágrimas y sollozos. Alex sólo me miraba; y me irritaba.
—¿Me puedes dejar de mirar? —Dejó de mirarme— Gracias.
Me estacioné en el primer lugar libre que encontramos. Bajamos del auto y caminamos a la entrada principal de la plaza.
Jess estaba recargada en la pared, con las manos dentro de sus bolsillos. Me miró y camino hacia nosotras.
—Hola, Alex —le sonrió.
—Hola, Jess —respondió ella.
—Sonabas mal, nena, ¿qué pasa?
La miré y de nuevo rompí en llanto.
—¡Jess! —Dije abrazándola.
Acarició mi cabello.
—¿Qué tienes?
Me incorporé.
—Vamos —les dije.
Caminamos a la cafetería. Entramos y pedimos una mesa.
Mire la carta y finalmente me decidí por un capuchino. Jess y Alex ordenaron también.
—¿Ya vas a decirnos por qué tanto misterio?
Bajé la mirada.
—Zayn terminó conmigo.
—¡¿QUÉ?! —dijo Jess inclinándose sobre sus codos.
—Hoy regresó de Inglaterra, fue a verme, lo abracé —las lágrimas seguían fluyendo—, y sólo me dijo que estaba aburrido de mi.
—¿Le dijiste algo de Ethan?
Alex se inclinó también para escuchar mejor.
—No —puse mis manos en la mesa—, ni siquiera me dejó decírselo.
—No entiendo por qué terminó contigo.
—Ni yo —dije.
—Amiga —tomó una de mis manos.
—¿Por qué? ¿Cuándo encontraré a alguien que me quiera?
Alex y Jess se miraron.
—Bri, no queda otra que seguir adelante —dijo Alex.
Suspiré.
—Ya lo sé, pero me duele como no tienen idea.
—Juntas lo superaremos —ambas frotaron mis brazos.
Traté de sonreír, pero fue inútil.
Nos terminamos nuestras respectivas bebidas y caminamos al auto de Jessica.
—Gracias, amiga.
—No fue nada, si necesitas otra cosa, no dudes en llamarme.
Asentí.
Jessica subió a su auto y se marchó.
Alex y yo caminamos al nuestro.
Capitulo 18 Maratón [4/5]
Narra Zayn:
Llegué a casa y metí el auto.
Mi expresión era la de una persona que acaba de perder a un ser querido. Y así era, acababa de perder a mi todo.
Entré y Taylor me recibió con un fuerte abrazo.
—Hola, chaparro. ¿Cómo te has portado?
—Bien. ¿Me trajiste algo?
Sonreí.
—Si, pero mañana te lo doy, ¿ok?
—Si —dijo alejándose de mí.
—¿Y mamá?
—No sé —dijo Ethan.
Lo ignoré y subí a mi recámara. Me encerré y me arrojé a la cama. Esculqué mis bolsillos hasta encontrar lo que buscaba. El dije. Desabroché el mío y los guardé en el cajón de mi esquinero.
Hundí mi cabeza en la almohada y miré al techo, como solía hacerlo cuando me sentía mal.
Ahora sólo faltaba explicarle a mi mamá por qué no quería estudiar en la misma escuela que Brianna. Y además, explicarle, por qué terminé con ella.
El enorme vacío que sentía en mi pecho hizo que me quedara dormido.
Abrí los ojos con la esperanza de que todo fuera como antes al despertar. Pero no fue así, ese horrible hueco seguía dentro de mí.
Abrí la llave de la regadera, entré y sentí el agua helada bajar por mi espalda. No me importo, me senté y abracé mis rodillas. Permanecí así, con la mirada perdida. Fue el grito de mi madre indicando que el desayuno estaba listo lo que me hizo reaccionar.
Salí de la ducha y me cambié. Bajé a desayunar. Listo para hablar sobre el pequeño problema de la escuela.
Mi madre estaba volteada mirando por la ventana.
Me senté y me serví jugo.
—Mamá…
—¿Si?
—Ya tengo los resultados del examen de admisión.
—¿Y qué paso? —Preguntó volteándose para poder verme.
—Logré entrar.
—Que bueno, hijo. ¿Cuándo empiezas?
—Es que —me rasqué la cabeza—, ya no quiero ir a esa escuela.
—¿Por qué? —Frunció el ceño.
—Pues… porque… ya no me gusta —sonreí.
—Pues lo siento, ya perdiste un año e hiciste 2 veces el examen. Así que vas a ir a esa escuela.
—Per…
—Esta decidido, Zayn —me interrumpió.
La miré.
—Y no me vayas a salir con que ya eres mayor de edad, porque no me interesa.
No dije nada.
—Entonces ¿Cuándo empiezas?
—En 2 semanas —dije de mala gana.
—Ok.
Terminamos de desayunar y suspiré aliviado de que mamá no hubiera preguntado por Brianna.
Me levanté de la silla.
—Voy a ver a papá.
Asintió.
Tomé las llaves del auto y salí.
Me puse unos lentes de sol para fingir no ver a la abuela de Brianna.
Narra Brianna:
Esta vez no actuaba como cuando… él… se fue de vacaciones, no, esta vez era completamente diferente.
No hablaba con nadie al menos que fuera necesario, comía muy poco, dormía para no pensarlo y despertaba para no soñarlo. No reía, no veía televisión, no salía y ya hasta se me había olvidado como era mi sonrisa.
A papá le ponía de mal humor verme así, por eso fingía frente a él. Jess me llamaba, pero siempre le pedía a Alex que le dijera que estaba indispuesta.
Aun quedaban 2 semanas de vacaciones.
Me levanté y me arreglé lo mejor que pude para visitar a mi abuela. Por su puesto pensaba que ir allá, frente a los Malik era como un intento de suicidio, pero no podía ocultarme de él toda la vida y mucho menos demostrarle que estaba destrozada por su culpa.
Alex ya estaba de regreso en la escuela, así que no tuve que avisarle a nadie a donde iba.
Bajé del autobús y estuve a punto de regresar corriendo. Suspiré y camine con paso firme a la florería. A lo lejos pude ver que el negocio de Marie estaba abierto como siempre, pero que afortunadamente ella no estaba a la vista. Me escabullí rápidamente para evitarme las preguntas.
Entré y mi abuela estaba sentada picando zanahorias.
—Hola —le dije.
—Hola —respondió ella.
Me senté sin decir nada más.
—¿Qué tienes?
"Y aquí vienen las lágrimas otra vez."
Suspiré.
—Zayn y yo terminamos
"Me terminó."
Mi abuela dejó el cuchillo en la mesa y me miró.
—¿Por qué?
Tendría que mentirle, porque conociéndola, se levantaría e iría a buscarlo.
—Pues, ya no nos entendíamos.
—Pero, ¿cómo no van a entenderse?
—Ya vez —me recargué en la silla y tomé una bocanada de aire para que las lágrimas no hicieran su aparición.
—Y tu… estás bien.
—Claro —fingí una sonrisa.
Le ayudé a cocinar para aprovechar y cambiar de tema. Comimos y regresé a casa. Cuando salí, afortunadamente Marie había cerrado la lonchería. Respiré aliviada y caminé a la parada del autobús.
Ahora sólo faltaba decirle a mamá lo del fracaso de mi relación. Bueno, y a los curiosos de la escuela que preguntaran por el chico de cabello perfecto.
Capitulo 19 Maratón [5/5]
Narra Zayn:
—¿Y Brianna?
"Mierda, llegó el momento de decirle."
—Bueno, mamá, no te lo había dicho, pero, terminamos.
Me miró con una expresión de sorpresa.
—¿Cómo?
—Pues… si.
—Pero, Zayn…
—No era la indicada.
—Si hasta le pediste matrimonio.
"Tenías que recordarme eso."
—Fue solo un juego —tragué saliva para no romper en llanto.
—Ay, hijo, ¿qué te digo? —Levantó los hombros.
Me quedé callado.
—¿Terminaste con ella? —Ethan venía bajando por las escaleras.
"Si, ya es toda tuya" pensé, pero quisiera habérselo dicho; en lugar de eso, simplemente le dije:
—Si.
—¿Y cómo está?
"Igual o peor que yo."
—No lo sé.
Cruzó los brazos y se retrancó en la pared.
—¿Por qué lo hiciste?
"¿Por qué va a ser? No era para mí."
—Por motivos que no te incumben.
Sonrió y se sentó.
—Chicos, no quiero pleitos, ¿si?
—Descuida, mama —me levanté y fulminé con la mirada a Ethan.
Como suponía, mi cambio de humor era evidente. La mayor parte del día estaba de malas, con el entrecejo fruncido y con ganas de golpear al primero que se me atravesara.
Era inútil borrar de mi cabeza su rostro cubierto de lágrimas y las palabras horribles que le dije aquel día.
Mi vida ya no tenía sentido. Me daba igual si comía o no. Me importaba poco mi aspecto y lo que dijeran los demás.
Por su puesto tenía que fingir frente a mi madre y frente a Ethan. Tenía que hacer parecer que todo seguía de maravilla, por mucho que doliera hacerlo.
Aunque habían dos cosas que realmente me preocupaban: la primera, Ethan aún no se encargaba de buscar a Brianna. Se suponía que debía hacerlo. Se suponía que era su oportunidad de hacerla feliz. Y la reacción que tendríamos al vernos de nuevo, en 1 semana, todos los días, en la escuela.
Claro que no estaba mental ni físicamente preparado para ninguna de esas dos cosas. Nunca me resignaría a ver a Brianna besando otros labios y acariciando otro cuerpo que no fuera el mío. Pero mi madre estaba empeñada en que debía ir a esa escuela y supongo que no me quedaba de otra.
Narra Brianna:
Es imposible dejar de llorar. Me pregunto cuanto más soportare esto. Mis pupilas apenas pueden distinguirse por la cantidad de agua que sale de ellas, además de las notables horas sin dormir. Creo que mi cabello empieza a caerse más de lo normal. Y no es necesario ejercitarme, porque gracias a la poca cantidad de comida que ingiero, he perdido unos kilos.
Paso un 99% del día hablándole a la pared, viendo la gente pasar por mi ventana. Y el 1% restante, frente al espejo, diciéndome que no iba a morir, que nada iba a cambiar sólo por que él no estaba ahí. Tratando de convencerme de que no me dolía, que más bien, a veces me traicionaba el corazón.
En resumen, perdía el tiempo, porque sabía que nada de eso era cierto.
Apenas puedo distinguir la voz de Alex cuando me habla. Mi mirada es vaga y sin objetivo alguno.
He platicado ya con mamá sobre mi ruptura con Zayn. Por su puesto, preguntó mil cosas sobre la razón de nuestra decisión —la de Zayn—, porque también le mentí diciéndole que me parecía buena idea el haber terminado. Ahora, también trataba de animarme y ayudarme a distraerme.
A mi me parecía patética mi actitud al fingir frente a los demás, pero a fin de cuentas, era lo mejor.
El teléfono no deja de sonar y me estresa el que se me hayan terminado los pretextos para evadir a Jessica.
Hoy me desperté por la madrugada, con un grito ahogado, a mitad de una pesadilla. Lamentablemente, papá se dio cuenta y aprovechó para decirme que había estado notando mi comportamiento de las últimas semanas. Supongo que ni siquiera me di cuenta porque estaba más ocupada pensando en que sería mejor. Estar muerta o fingir vivir. Sin él.
—Te lo advierto, Brianna, si no mejoras, tendrás que regresar con tu madre.
Lo miré con una expresión de debilidad.
—¿Ya no quieres hacerte cargo de mi? —Mi voz era ronca y parecía más bien un susurro.
—Hija —se sentó a mi lado y me rodeó con sus brazos—, se perfectamente quien es el culpable de que estés así. Y es solo que, me parece que tu madre sería la más indicada para levantarte de esto.
Me encogí de hombros.
—Ya se me pasará, necesito tiempo, ¿si?
"En un siglo, tal vez."
—¿Me prometes que harás un esfuerzo por mejorarte?
Asentí lentamente y esbocé una media sonrisa.
Besó mi frente y salió de la habitación.
Suspiré.
"Tiene razón. La vida sigue."
No pude dormir el resto de la noche.
Al amanecer, me levanté de la cama y caminé al baño. Mojé mi rostro con agua fría y me mire al espejo.
La chica que en él se reflejaba, era completamente diferente a mi. Sus ojos no expresaban nada.
"Saldré de ésta."
Me quité la ropa y abrí la llave de la regadera. Dejé que cada gota de agua tibia recorriera cada centímetro de mi cuerpo. Después de un largo rato, salí enredada en una toalla.
Tocaron la puerta.
—¿Puedo pasar? —preguntó Alex.
—Ajá.
—Abajo está Jessica y dice que no se irá hasta que te vea.
Sonreí.
—Dile que suba.
Alex caminó de vuelta a las escaleras para darle mi mensaje a Jess.
Cambié la toalla por una bata, mientras esperaba envuelta en las cobijas.
—¿Brianna?
—Hola —dije con voz ronca.
—Dios mío. ¿Dónde está mi amiga?
Levanté la mano.
—¿Qué te pasó?
No dije nada.
—Ven, levántate, vamos a dar una vuelta.
—¿A dónde?
—Ya veremos.
Iba a negarme e inventar algo, pero vino a mi mente la promesa que le había hecho a mi padre.
—Ok —me descubrí y me dirigí a buscar algo que ponerme.
Luego de 40 minutos de arreglo personal, tomé mi billetera y una sudadera.
—Listo.
Jess sonrió y abrió la puerta.
—¿No llevas tu celular? —Señaló el pequeño aparato que estaba sobre el escritorio.
La miré y regrese. Tomé el teléfono, abrí el cajón de la mesita de noche y lo aventé dentro de él.
—Vámonos.
Jessica levantó los hombros.
—¿Vienes, Alex? —Traté de sonar dulce.
—Bueno… —Se levantó y caminó tras nosotras.
Papá me dedico una enorme sonrisa y volvió la vista al partido de fútbol.
Bellink1D
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
NOOOOOOOOOOOOOO POR QUE ZAYN HIZO ESO NOSE VALE:( LOS DOS SE AMAN TIENEN QUE ESTAR JUNTO SI ME ENCANTO EL MARATON ESPERO SUBAS PRONTO SI BESOS XX
||Hazzy||
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
Vale.... :imdead:
CÓMO HACES ESO ZAYN!!!??? :lloro:
Porfiii síguela cuando puedas que no pueden quedar así las cosas entre ellos... estan hechos el uno para el otro :sad:
No me puedo creer que haya hecho eso... si fuera yo le propinaba la cachetada :¬¬:
Bueno cuando puedas please, sigue!
Un abrazo psicológico :hug:
CÓMO HACES ESO ZAYN!!!??? :lloro:
Porfiii síguela cuando puedas que no pueden quedar así las cosas entre ellos... estan hechos el uno para el otro :sad:
No me puedo creer que haya hecho eso... si fuera yo le propinaba la cachetada :¬¬:
Bueno cuando puedas please, sigue!
Un abrazo psicológico :hug:
DiiMalikPayne*
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
OH MI DIOS! Siguela, está tan AWESOME :corre:
AdrianaMM
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
osea que!?? hay no pobre Brianna mejor que no se quede con ninguno de los malik y se enamore de un extraterrestre hahahah xD okno .-.
:wut: DIOS siguela mujer!! que esta bien buena como el culo de Louis!!
haha DIOS ok ok me pase...
DIOS en cerio siguela !! besos :* :enamorado: te amo!! en el buen sentido haha
:wut: DIOS siguela mujer!! que esta bien buena como el culo de Louis!!
haha DIOS ok ok me pase...
DIOS en cerio siguela !! besos :* :enamorado: te amo!! en el buen sentido haha
mariipiupiu1DLP_<3
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
magic directioner forever escribió:NOOOOOOOOOOOOOO POR QUE ZAYN HIZO ESO NOSE VALE:( LOS DOS SE AMAN TIENEN QUE ESTAR JUNTO SI ME ENCANTO EL MARATON ESPERO SUBAS PRONTO SI BESOS XX
oliiiiiisss okya._. acabo de terminar las clases D: espero tener tiempo para subir caps mañana :)
Bellink1D
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
DiiMalikPayne* escribió:Vale.... :imdead:
CÓMO HACES ESO ZAYN!!!??? :lloro:
Porfiii síguela cuando puedas que no pueden quedar así las cosas entre ellos... estan hechos el uno para el otro :sad:
No me puedo creer que haya hecho eso... si fuera yo le propinaba la cachetada :¬¬:
Bueno cuando puedas please, sigue!a
Un abrazo psicológico :hug:
eeee... haciendolo? okno.-. ignora eso xd sorry voy a ver si la sigo mañana, que acabo de terminar las clases D:
no, no pueden, verdad? NO
tenia sus razones para hacerlo... u.u por tu forma de expresarte, no te habras leido THG, verdad? xd
la voy a seguir, tranquila...algun dia xd no mentira, como dije mas arriba, tratare de seguirla mañana... :)
Bellink1D
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
AdrianaMM escribió:OH MI DIOS! Siguela, está tan AWESOME :corre:
hahahaha, la tratare de seguir mañana, ;)
Bellink1D
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
mariipiupiu1DLP_<3 escribió: osea que!?? hay no pobre Brianna mejor que no se quede con ninguno de los malik y se enamore de un extraterrestre hahahah xD okno .-.
:wut: DIOS siguela mujer!! que esta bien buena como el culo de Louis!!
haha DIOS ok ok me pase...
DIOS en serio siguela!! besos :* :enamorado: te amo!! en el buen sentido haha
hahahaha tu comentario me da mucha risa... xD pero vos como que venis del futuro o que? Pues si, se enamora de un extraterrestre... de otro universo, se llama Zayn Malik :l _ y por lo tanto, si se enamora de un Malik jijijiji xd
tranquilaaaaaa, no te pasas, no se de la novela, no soy lectora, peeo el culo de BooBear esta muuuuuuy bueno *.*
yo tambien te amo!! en el mismo sentido tranqui e.e xd
Bellink1D
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
Bueno, chicas, primero que nada, me disculpo por haberlas dejado sin capitulo por casi 5 meses D: pero las clases me tenian a monte u.u acabo de terminarlas y ahora es que estoy descansando... :/ y aparte, ahora en vacaciones, tengo que trabajar con mi mama c: pero como recompensa, mañana, por haber esperado tanto, les prometo, les PROMETO, que TRATARÉ de subirles, por lo menos, un maraton de cinco capitulos, para despues retomar un;ritmo... si no lo subo mañana, lo subo el viernes. Y, una pregunta, van a querer 3ra temporada?
Bueno, chicas, las dejo porque aqui en Venezuela son las 11:38pm :l
Besos y abrazos a todas, y gracias por esperar tanto tiempo, lo aprecio muchisimo :) byeee
Bueno, chicas, las dejo porque aqui en Venezuela son las 11:38pm :l
Besos y abrazos a todas, y gracias por esperar tanto tiempo, lo aprecio muchisimo :) byeee
Bellink1D
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
holiguis como andas porfa siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
si yo quiero tercera temporada jejejeej sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeee
beijosmua xox
si yo quiero tercera temporada jejejeej sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeee
beijosmua xox
||Hazzy||
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
MARATÓN
Capitulo 20 Maratón [1/5]
Le ordené a mis ojos y al resto de mi cuerpo que reaccionaran. Tardé un poco, pero finalmente, desperté completamente.
Recordaba cuando el primer día de clases era motivo de emoción. Esta vez no me parecía que lo fuera.
Terminé de arreglarme más rápido de lo normal. Tomé mi bolso y bajé a desayunar.
Le dí un beso a papá en la mejilla y bajé del auto con una estúpida sonrisa en mis labios.
Camine lentamente y antes de cruzar la entrada busqué a Jess con la mirada. La hallé de espaldas, tomada de la mano de Josh.
Que eso no te afecte, me dije.
Volteó como si alguien le hubiera avisado sobre mi llegada.
—Hola, Brianna. ¿Cómo estás?
—Frotó mi hombro.
—Normal, supongo, al menos aún respiro.
Me miró.
—Hola, Josh.
—Si quieres que alguien le de una buena lección —chocó su puño contra la palma de su otra mano—, sólo avísame, ¿si?
Traté de reír y respiré hondo.
—Lo que en verdad me ayudaría, es que ya no mencionen el tema.
Jessica y Josh se miraron y asintieron con la cabeza.
Aún podía sentir el frío viento de Enero revolotear por mi cabello. Froté mis brazos y cubrí mis manos con las mangas del suéter.
—Ahí viene Andie —Jess señaló la puerta por donde seguían cruzando decenas de estudiantes.
Perfecto. Seguro preguntará por él.
Volteé siguiendo la vista de Jessica para poder ver a Andie también. Pero alguien más llamó mi atención. Sentí un escalofrío intenso bajar desde mi nuca hasta los dedos de mis pies. Me sostuve del hombro de Jess y respiré hondo.
—¿Qué pasa?
—¡Mierda, mierda, mierda! —Exclamé entre jadeos.
—Brianna —frunció el entrecejo.
Comencé a llorar desconsoladamente.
—Me estás asustando.
—Olvidé por completo que había hecho el examen para entrar aquí.
—¿Quién?
—Jessica esto será peor de lo que pensaba.
—No te entiendo.
Levante débilmente mi dedo índice apuntando a la entrada.
—¿Qu…? —No terminó su pregunta cuando abrió los ojos como platos— ¡No! ¡No!
Mis piernas comenzaron a temblar y el llanto no cesaba.
Tomé una enorme bocanada de aire y ambas volvimos la vista a aquel chico. Contemplé cada detalle de su vestimenta, de su rostro y de su cuerpo. Ya no era el mismo.
Vestía una bermuda beige, una playera blanca con una grosería estampada en rojo y unos toscos tennis, sin nada más que lo cubriera del frío. Su mirada estaba fija a cada paso que daba. Sus ojos se ocultaban bajo su gorra —también blanca.
Caminó lentamente hasta la jardinera más cercana y levantó la vista. Los primeros rayos del sol chocaron contra los aretes que adornaban sus orejas. Miró a la parte más alta del edificio que tenía enfrente y se acarició la barbilla. El movimiento dejó a relucir un tatuaje con forma de una mano señalizando amor y paz.
Fruncí el ceño.
Relamió su labio inferior y volteó su gorra. Suspiró y caminó a las escaleras de metal del fondo.
Pasó su mochila al frente y pude así, contemplar otro tatuaje. Un ying yang en su muñeca izquierda.
Dejé pasar unos segundos y desvié mi ojos a otro sitio. No pude soportar más.
—Nena, tranquila.
La abracé.
—Ni siquiera es el Zayn que yo conocía.
Jessica sólo se limitó a acariciar mi espalda.
Andie se acerco y nos saludó. La ignoré y caminé lo más rápido que pude al sanitario. Jess me siguió, ignorando también a Andie.
Dejé caer mi mochila cerca del lavamanos y me recargué de espaldas al espejo.
—Brianna, no puedes esconderte de él toda la vida.
—Lo sé, pero, ¿cómo voy a soportar verlo todos los días?
—Es algo que tendrás que enfrentar —puso su mano en mi hombro—, y yo te voy a ayudar.
Me giré y pasé mis dedos por mi cabellera. Suspiré y tomé mis cosas.
Jessica sonrió.
Entrelazamos nuestras manos y caminamos por el pasillo. Subimos al segundo piso. Giramos a la derecha y buscamos la puerta con el número 204. Cuando lo encontramos nos detuvimos frente a ella y miré a través del pequeño cuadro de cristal.
—Por lo menos sólo tendrás que verlo en los descansos. La pesadilla sería si estuviera —gire perilla de la puerta para abrir— en nuestro salón.
—Jessica —la miré—, ya cá-lla-te.
Quise levantar mis piernas y correr, correr hasta que no pudiera más, pero éstas no hicieron movimiento alguno.
Dentro del salón, se escuchaban murmullos y todos ocupaban ya un pupitre. Incluyéndolo a él.
Fue como si en ese momento, el reloj se hubiera detenido y yo estuviera presenciando un asesinato. Mi rostro se quedó inmóvil y mis ojos se clavaron en él.
Reaccioné justo antes de que pudiera notar que lo miraba. Busqué en cada fila un par de asientos. Los hallé, pero no estaban juntos como yo esperaba. Había uno desocupado al fondo y otro atrás de… Zayn.
—Señoritas —volteamos a la vez que el profesor nos llamó—, adentro por favor —sonreímos.
Hice una mueca.
—Nos volvemos a ver chicas.
—Hola —lo saludó Jessica.
Avanzamos y me senté en la silla del fondo.
—Jameson —todos voltearon a verme. Excepto él. Al escuchar mi apellido, arrugó con todas sus fuerzas la hoja de papel sobre la que estaba garabateando.
—¿Sí? —Dije.
—La quiero al frente por favor.
No diga.
—Parker, cambien lugares por favor.
Se lo ruego… ¡No!
Capitulo 21 Maratón [2/5]
Jessica y yo nos miramos. Tomamos nuestras cosas y caminamos entre las sillas. El resto de la clase esperó pacientemente a que hiciéramos el cambio.
Quería morirme o matar al profesor.
Pasé tan cerca de Zayn que casi rosé su cuerpo.
—Muy bien, vamos a empezar.
La clase inició y cada minuto que transcurría era asfixiante.
Respiraba hondo y retenía la respiración para evitar que el perfume de su cabello me penetrara las fosas nasales.
Conforme el maestro parloteaba yo aproveché la dolorosa cercanía para divisar mejor uno de sus tatuajes. Cada movimiento de sus articulaciones al escribir, hacía que los picos del dibujo bailaran.
Las manos me sudaban y el corazón me latía con más fuerza que nunca.
Escuché a lo lejos el timbre. Tan pronto como sonó, Zayn tomó sus cosas con brusquedad y salió despavorido del aula.
Jessica rodeó mi cuello.
—Lo siento, de verdad.
—Por favor, no es tu culpa —acaricié su mano.
—Tengo hambre.
Torcí la vista para encontrarme con sus ojos.
Sonrió.
—Pues vamos —me levanté y salimos también del salón.
Bajamos las escaleras y atravesamos la multitud que rondaba por el patio.
De pronto Jess apretó mi mano y se detuvo.
—¿Qué? —pregunté.
Hizo un movimiento con la cabeza.
—Ah —dije—, vamos, puedo enfrentarlo —esbocé una débil sonrisa.
También sonrió y seguimos caminando.
Kathy nos miró y en su rostro se dibujó una mirada burlona.
Ya se, ahora soy yo la que tiene que retorcerse, porque Zayn ya no es mío.
La ignoré y nos perdimos entre el largo pasillo que conducía a la cafetería.
Narra Zayn:
Mis ojos se desviaron por un momento y siguieron a la chica de hermosa y larga cabellera negra que acababa de pasar frente a mí. Mi mente tampoco estaba ahí, escuchaba cada palabra que Kathy emitía lejos, muy lejos.
—No puedo creer que al fin estés aquí, Zayn.
Le dediqué una sonrisa forzada.
—Podemos platicar —tomó mi mano—, si quieres.
Escuché también murmullos y risitas detrás de mi. Volteé y vi a 3 chicas secreteándose entre sí.
—¿Son tus amigas? —Zafé mi mano y crucé los brazos.
—Ajá —no entendía el porque de su enorme sonrisa.
—Te veo luego, ¿si? —Metí mis manos a los bolsillos de la bermuda. ¿Por qué diablos no había llevado un suéter?
—Te espero a la salida —no era una pregunta.
Fruncí el entrecejo y caminé sin decir nada más.
La presencia de esa niña me estresaba. Era pegajosa e irritante. Y con el mal humor que tenía en ese momento, era lo doble de insoportable.
Junté mis manos y soplé dentro de ellas. El aliento tibio que provino de mi boca, me reconfortó un poco. Busqué una banca desocupada para poder sentarme antes de que mi cuerpo se congelara.
Hallé una cerca de la puerta principal. Caminé hacia ella y me senté, dejando caer mi mochila en el suelo. Me incliné poniendo mis codos sobre mis rodillas, cubriendo mi rostro con las manos.
La cabeza me daba vueltas. Tenía unas ganas locas de hablarle, de besarla, de sentirla, pero había un 101% de probabilidades de que me odiara y no tuviera la más mínima intención de volverme a dirigir la palabra en lo que nos quedaba de vida. Si a esto podía llamársele vida.
Volví la vista al exterior y entré todas las personas que caminaban por todos lados, la vi pasar otra vez. Sus pasos eran seguros, como los de una chica "normal". Su cabello brillaba y se movía al ritmo del viento. Lucía más hermosa que nunca. Su suéter lila se entallaba perfectamente a las curvas de su cintura. Sonreía. No con la misma intensidad que yo recordaba, pero al menos parecía que no se sentía igual que yo.
A pesar de todo me alegraba, si ella sonreía, yo tenía que hacer lo mismo. La amaba tanto que sería feliz con lo que a ella le hiciera feliz. Subió al salón y yo respiré hondo.
Esperaría ahí, sentado, hasta la próxima clase, mientras mi cerebro y mi corazón se hacían a la idea de que pasaría más tiempo cerca de ella del que yo pensaba.
Estaba helando afuera, y la mayoría me miraba con asombro, ya que aparentemente era el único que vestía como si sintiera un calor abrasador.
Me levanté, recogí mis cosas y decidí dar una vuelta por la escuela.
Narra Brianna:
La puerta se cerró y la maestra comenzó a hablar.
No pude evitar preguntarme en donde se había metido el chico nuevo de los aretes. Tuvimos que comprarle unas galletas a Janeth para que aceptara cambiarme el lugar, y así poder sentarme junto a Jessica.
Pude concentrarme mejor que en la clase anterior con el aroma de Zayn frente a mí.
En el siguiente descanso, me negué a salir del salón. Crucé mis brazos sobre la mesa y me recosté sobre ellos. Los 10 minutos se pasaron rápidamente y al escuchar la chicharra anunciando el inicio de la siguiente clase, levanté mi rostro. Todos entraban a ocupar sus lugares. Cuando la multitud fue disminuyendo, apareció él, con el rostro inexpresivo. Un rostro que me recordaba el día en que lo conocí. Sacudí ligeramente mi cabeza para borrar esos recuerdos de mi mente.
El resto del día actué como si él no existiera.
La última clase terminó con la primera tarea del semestre. La anoté refunfuñando y guardé mis cosas.
Caminé con Jess hasta el patio con una sonrisa triunfadora por haber sobrevivido al torturante primer día de escuela. Conforme bajábamos los escalones, suplicaba para mis adentros por que no me topara con Malik. Hasta ahora el destino había tenido consideración conmigo y mis ojos cafés no se habían encontrado con sus ojos miel.
Al menos, me sentía afortunada. Hasta que llegamos a la puerta. Una sensación de miedo me invadió, pero desapareció reemplazándose por una sonrisa de oreja a oreja —como hace mucho no esbozaba—. Verlo me hizo sentir segura, porque aunque no era precisamente el momento de pensar en eso, sabía que si había alguien había cuidado de mi, había sido él.
—Jess te veo luego —caminé sin esperar una respuesta.
¡Ethan!
Corrí a abrazarlo.
Capitulo 22 Maratón [3/5]
Rodeó mi cintura.
—Vamos, no quiero que Zayn me vea aquí —tomó mi mano y caminamos.
En verdad me hacía bien tenerlo a mi lado. Sus ojos, su cabello y sus brazos seguían teniendo el mismo resplandor que recordaba.
Aunque a él le preocupaba que nos vieran, a mi eso me tenía sin cuidado. Sólo me importaba decirle lo mucho que me había hecho falta.
—Creí que estarías furiosa conmigo por... —se rascó la cabeza— lo del… beso.
—Ah —sonreí-, no, creo que ya no.
Nos detuvimos en un parque a unas calles de la escuela.
—Y… ¿Cómo estás?
Me senté en una banca.
—Bien.
Se sentó junto a mí.
—¿Te han dicho que eres pésima para mentir?
Reí.
—Créeme que tampoco me explico que paso con Zayn.
Suspiré.
—No importa.
—Se lo mucho que él significa para ti.
Los ojos empezaron a llenárseme de lágrimas.
—Me mintió, me utilizó, ¿quién diablos se cree?
—Brianna, quiero que sepas que voy a cuidar de ti hasta que tu corazón deje de latir.
Lo miré.
—Y yo quiero que sepas que ya no creo en las promesas.
—No todos somos iguales —rozó mi mejilla.
—Da igual. No pienso volver a enamorarme.
—Eso no puede evitarse.
—Pues lo lograré —me limpié las lágrimas y crucé los brazos.
—Yo… te amo.
Fingí no escuchar eso.
—Y se que también estás enamorada de mi.
Lo miré de reojo. Su rostro reflejaba esperanza e ilusión.
—Si —dije mirando al frente—, pero eso no quiere decir nada.
Se inclinó sobre sus rodillas.
—Lo se.
—Ethan —me incliné también—, yo… necesito tiempo.
Suspiró.
—Eres una parte importante en mi vida y por alguna razón no dudo ni un poco de lo que me estás diciendo, pero, ¿sabes? Es difícil volver a confiar —comencé a llorar otra vez.
Limpió las gotas que recorrían mi rostro.
—Jamás, jamás me atrevería a hacerte sufrir.
Esbocé una débil sonrisa.
—No te alejes de mi —me lancé a sus brazos.
—Lo juro.
Su pecho era cálido como un sol de verano. Justo lo que necesitaba para el escalofriante frío que me penetraba.
Acarició mi cabello y besó mi cabeza.
Mis lágrimas mojaron su chaqueta. Me incorporé para limpiarlas, pero me interrumpió levantando mi rostro.
—Puedo lograr que aprendas a amarme como yo te amo.
Lo miré fijamente.
—Se perfectamente que al corazón no se le manda, pero la atracción que sientes por mi puede convertirse en algo más.
Hice una mueca.
—Yo…
—No digas nada. Veremos que pasa más adelante.
Asentí y me perdí de nuevo en el calor de sus brazos.
Regresamos a la parada del autobús y acordamos que yo subiría primero. Me despidió con un tierno beso en la frente.
Durante todo el trayecto a casa, aun podía sentir sus delicados labios en mi rostro. No sabía exactamente si mi corazón, mi cuerpo y mi mente, estaban listos para amar otra vez, para entregarlo todo. Ya no tenía ni la menor duda de lo que sentía por Ethan. Era una electrizante necesidad de estar a su lado. Me hacía sentía bien. Claro que estaba enamorada de él. Lo quería. ¿Pero amarlo? Eso aún no.
Suspiré y me recargué en la ventanilla.
Primero tenía que quitarme esa estúpida sensación de creer que Zayn se arrepentiría y me pediría perdón. Esa estúpida ilusión de verlo entrar con una sonrisa diciéndome que todo lo que escuché aquel día era simplemente una broma de mal gusto.
Estaba dispuesta a salir del hueco en el que Zayn me había dejado atrapada y ¿quién mejor para ayudarme que Ethan?
Narra Zayn:
No podía creerlo. Estaba esperanzado en que Kathy se olvidara de su promesa de esperarme al terminar las clases, pero no fue así. No sirvió de mucho el haber hecho tiempo en la cafetería.
Estaba recargada en una jardinera, con una vista perfecta que le aseguraba tenerme bien vigilado.
Miré a otro lado para no parecer interesado.
—¡Zayn!
Fuck.
—Espérame —entrelazó su brazo con el mío.
Me molestaba la confianza que se tomaba conmigo.
La miré.
—¿Nos vamos?
Ya que.
—Ajá.
Salimos de la escuela y caminamos a la parada.
—Te sientan bien los aretes —acarició mis orejas.
Me estremecí ante el roce de su mano.
—Gracias —hice un movimiento discreto que me zafara de su agarre.
—¿Y tu noviecita?
Resoplé.
—Ya no somos novios —dije rechinando los dientes.
Su rostro se iluminó.
—¿Ah no?
—No.
—Uy. Quiere decir que estás libre —sonrió.
Levanté los hombros.
Subimos al autobús y nos sentamos.
—¿Y por qué la cara triste? Si a leguas se notaba que ella no te convenía.
Fruncí el entrecejo.
—¿Y tú que sabes?
—Sólo sé que necesitas a alguien que te ayude a olvidarla.
Reí.
—No me digas.
Asintió.
—Y ese alguien podría ser alguien como… yo.
La miré.
—Me bajo aquí —me levanté y apreté el botón para que el chofer se detuviera.
Me bajé del autobús y caminé sin saber a donde.
¿En serio pensaba que lograría sacar a Brianna de mi cabeza? ¿De mi corazón? ¿Después de todo lo que hemos vivido juntos?
Capitulo 23 Maratón [4/5]
Narra Brianna:
El resto de la tarde la dediqué a hacer los deberes. Charlé con Alex sobre mi primer día. Respiré hondo antes de mencionarle a mi nuevo compañero de clases.
Me miró y dejó caer la cuchara en el plato. Lo que provocó que unas gotas de sopa saltaran en su blusa. No le importó.
—¿Zayn? ¿En tu escuela?
Me encogí de hombros.
—¿Y en tu salón?
Asentí con una sonrisa que apenas lograba entender.
—Eso es mala suerte —limpió la mancha que su sorpresa había provocado.
—Bueno, no puedo esconderme de él toda la vida. Vive frente a la casa de mi abuela; es inevitable verlo.
Hizo una mueca.
Me sentí orgullosa por la manera en que estaba asimilando la situación, y a la vez, sorprendida. Se suponía que estaría inconsolable, llorando otra vez. Tal vez era porque después de su adiós, ya no me quedaba nada. Porque estaba vacía. Incluso, sin lágrimas.
Volví la vista al televisor cruzando los brazos y perdiéndome en la secuencia de los movimientos y las palabras que provenían del aparato.
Cuando menos me di cuenta estaba de nuevo en la escuela. El rostro perfecto pero inexpresivo de Zayn, caminaba hacia mí.
Yo sólo admiraba su repentino cambio de apariencia. Los tatuajes y los aretes que prendían de sus orejas. Me gustaba. Mis piernas se movieron involuntariamente para acercarse también. La distancia era cada vez más corta, pero una silueta llamó mi atención rozando mi cuerpo al pasar junto a mí. Seguí con la mirada a la chica, quien apresuró el paso para ir por delante. Entonces comprendí.
Zayn no me miraba a mí. Una sonrisa se dibujo en sus labios. Tomó el rostro Kathy y la besó, bajando lentamente sus manos a su cintura.
Retrocedí con un grito atorado en mi garganta.
Él ni siquiera había notado que yo estaba ahí.
Tropecé y el peso de mi cuerpo me dejó tirada en el suelo.
Desperté e impulsivamente apreté fuertemente la mano de Alex.
—¡Auch! —Exclamó.
—Lo siento. Tuve una… pesadilla.
Enarcó una ceja.
Forcé una sonrisa y me levanté del sofá. Entré al baño y abrí el grifo. El agua que inundaba mis manos me tranquilizo un poco. Mojé mi rostro y me miré en el espejo.
No me importa qué o con quien haga su vida.
Cerré la llave y me sequé.
No me importaba... ¿o si?
Narra Zayn:
Fue definitivamente el día más largo de mi vida. Las manecillas del reloj avanzaban lentamente. Asfixiándome.
No cabe duda de que las cosas nunca salen como uno quisiera. En mis planes no estaba enamorarme otra vez. O hasta pensar en mi matrimonio. Pero si nunca imaginé que ella aparecería de repente volteando mi mundo de cabeza. ¿Cómo iba a imaginar entonces que de pronto la perdería?
La impresión de volver a verla aún no me permitía recobrar el aliento por completo. Caminé hasta casa. No sé cuantos kilómetros. Sólo se que me ayudaron a despejar mi mente.
Apenas podía creer lo que ese enorme vacío había hecho de mí.
Conforme caminaba, contemplaba cada uno de mis tatuajes —excepto los que tenía bajo la ropa— y pasaba las yemas de mis dedos por los aretes que ahora adornaban mis orejas. Pero fue una de las pocas cosas que se me ocurrieron para aparentar el surgimiento de un nuevo chico. De un nuevo Zayn. Que no le teme a nada. Ni siquiera al amor. Alguien que está dispuesto a seguir adelante con todos y cada uno de los trozos de su corazón.
Mamá me observaba detenidamente siempre que tenía oportunidad.
Me había resignado a su exigencia de estudiar en donde yo no quería, pero no aceptaba algún comentario sobre mi nueva apariencia. Y al parecer, lo notaba. Porque desde el día en que vio los dibujos plasmados en mi piel y los agujeros que relucían en mis orejas, no a dicho algo sobre ellos.
Cerré la puerta suavemente y tiré la mochila en el suelo. Ya no era capaz de distinguir si el hormigueo que recorría mi cuerpo era producto de la tristeza, la frustración, el coraje, la decepción o el inútil esfuerzo por conseguir que una lágrima me ayudara a desahogarme.
Deseaba con todas mis fuerzas que ya no me doliera, que el amor que siento por ella se fuera, no hallarla en todos mis sueños y perder para siempre el calor de sus besos. Quería borrarme su nombre, dejar de extrañarla, olvidar que la amaba. Poder respirar y olvidar como lo hizo ella. Alejarme de su recuerdo. Pero seguía allí, aferrada de mi alma, no se quería ir. Era imposible escapar, se había convertido en mi sombra, su perfume no moría, se escondía en mí ser.
Vive dentro de mí.
Además, el peso de la culpa era tormentoso. Aunque no pudiera regresar el tiempo, me conformaría con cambiar cada una de las palabras que la hicieron derramar una lágrima.
En menos de 20 horas iba a verla de nuevo y no me quedaba de otra que enfrentar la situación. La única solución que se me ocurría —no entrar a clases— me traería muchos problemas con mis padres.
Capitulo 24 Maratón [5/5]
Narra Brianna:
Ethan me había llamado. Acordó pasar por mí a la escuela.
Por primera vez, desde que tengo memoria, tomé la primera blusa que vi. No quería actuar como si me arreglara para alguien en especial.
Atravesé el patio con la mirada al frente. Cuando pise el penúltimo escalón, mi estomago volvió a hacer de las suyas. Respiré hondo y seguí avanzando. Abrí la puerta y… suspiré aliviada. Aún no llegaba. Jessica me miró y me hizo una señal para que me sentara al lado de ella.
—Hola.
—Hola, Jess —sonreí.
—Comenzaba a olvidárseme lo linda que es tu sonrisa, chica.
Me senté.
—Bueno, es que alguien se ha encargado de devolvérmela.
Enarcó una ceja y soltó una risita como si supiera perfectamente de quien hablaba.
—Ayer hablamos —no mencioné el nombre.
Jessica y yo estábamos tan conectadas que estaba segura de que efectivamente sabía a quien me refería.
—¿Y qué te dijo? —Alejó la vista de su cuaderno y se inclinó a mi pupitre.
—Que me ama —torcí la boca.
—¿Y tú qué le dijiste?
—Que ya no creía en las promesas.
—¿Te prometió algo?
Asentí.
—Dijo que cuidaría de mí hasta que mi corazón dejara de latir.
Puso su mano sobre el lado izquierdo del pecho.
—Que lindo —exclamó.
—Y además mencionó muy seguro que yo estaba enamorada de él.
—Eso ya lo sabíamos todos —sonrió. La palabra "todos" era un terminó exagerado. Solo lo sabían ella y Alex.
—Y… —Enrolló un mechón de mi pelo en sus dedos— ¿Piensas darle una oportunidad?
Hubo un largo silencio.
—No estoy completamente preparada para una relación. Pero él es como… una droga. A su lado, me siento segura. Y es la única persona que puede ayudarme a llenar el hueco que está carcomiendo mi corazón.
—¿Eso es un si?
La voz del profesor de química impidió que le respondiera. Ni siquiera había notado que Zayn ya ocupaba su lugar.
—Eso es un tal vez —le susurré.
Tenía razón cuando me dije que necesitaba repasar los temas si no quería tener problemas con la materia. No lo hice. No entendía nada.
Un escalofrío bajó por mi espalda cuando el maestro menciono algo sobre "hacer equipos" y comenzó a formar las parejas. Mis esperanzas se vieron perdidas al ver a Jess juntarse con un chico. Las piernas me temblaban cuando escuche a lo lejos mi apellido.
—Jameson —me señaló y con la vista buscó a quien sería mi compañero de trabajo.
Suplicaba para mis adentros que no mencionara su nombre.
—Joven —puso una mano sobre el asiento de Zayn. Él levantó la mirada—. Usted, con la señorita por favor.
Apreté los ojos y miré al techo esperando que un meteorito aterrizara sobre mi cabeza, o que comenzara a temblar el suelo.
—Maestro —Zayn levantó la mano—, de hecho —rodeó su abdomen—, quería… pedirle permiso para ausentarme un momento —hizo una mueca—, me siento mal.
Lo inspeccionó con la mirada.
—Vaya a la enfermería antes de que ocurra un accidente.
Zayn caminó a la puerta con una expresión seria. Pero a través de la cual pude percibir una sonrisa triunfadora.
Mentiroso. Gracias de todas formas.
Sí que era mi día de suerte.
Limpié discretamente el sudor de mis manos y esperé a que me asignaran otra pareja.
—Adams —dijo finalmente el profesor.
Una chica de cabellera rubia y ojos color chocolate se puso de pie.
—Por favor —me miró. La chica caminó hacia mí con una pequeña sonrisa.
—Hola —dijo—, soy Olivia.
—Brianna —también sonreí.
Por supuesto, Zayn no regresó. Supuse que para darle mas efecto a su actuación.
Olivia no era una chica a la que acabara de conocer. Había estado también el semestre anterior en la clase. Siempre me había parecido amable pero un tanto sería. Aunque muy buena en química, por lo que aproveché para aclarar unas dudas. Terminamos la actividad justo cuando el timbre sonó.
Miré a través de la ventana y el opaco color del cielo penetró mis ojos. Giré la vista a la puerta y contemplé la romántica escena que protagonizaban Jessica y Josh. Deseaba que a mi mejor amiga nunca se le borrara la sonrisa que la caracterizaba desde que inició su relación. Deseaba que su felicidad durara más, mucho más, de lo que había durado la mía.
Tenía sed, pero no deseaba interrumpir a Jess. Me levanté y me escabullí por el pasillo hasta las escaleras.
Regresé al cabo de 5 minutos con el pote de mi jugo entre los labios. Todos empezaban a entrar a las aulas. Hice lo mismo y al atravesar la puerta, no pude evitar darme cuenta que él ya estaba de regreso.
¿Ya esta mejor tu estomago, Malik?
Torcí la mirada y ocupé mi lugar.
Capitulo 20 Maratón [1/5]
Le ordené a mis ojos y al resto de mi cuerpo que reaccionaran. Tardé un poco, pero finalmente, desperté completamente.
Recordaba cuando el primer día de clases era motivo de emoción. Esta vez no me parecía que lo fuera.
Terminé de arreglarme más rápido de lo normal. Tomé mi bolso y bajé a desayunar.
Le dí un beso a papá en la mejilla y bajé del auto con una estúpida sonrisa en mis labios.
Camine lentamente y antes de cruzar la entrada busqué a Jess con la mirada. La hallé de espaldas, tomada de la mano de Josh.
Que eso no te afecte, me dije.
Volteó como si alguien le hubiera avisado sobre mi llegada.
—Hola, Brianna. ¿Cómo estás?
—Frotó mi hombro.
—Normal, supongo, al menos aún respiro.
Me miró.
—Hola, Josh.
—Si quieres que alguien le de una buena lección —chocó su puño contra la palma de su otra mano—, sólo avísame, ¿si?
Traté de reír y respiré hondo.
—Lo que en verdad me ayudaría, es que ya no mencionen el tema.
Jessica y Josh se miraron y asintieron con la cabeza.
Aún podía sentir el frío viento de Enero revolotear por mi cabello. Froté mis brazos y cubrí mis manos con las mangas del suéter.
—Ahí viene Andie —Jess señaló la puerta por donde seguían cruzando decenas de estudiantes.
Perfecto. Seguro preguntará por él.
Volteé siguiendo la vista de Jessica para poder ver a Andie también. Pero alguien más llamó mi atención. Sentí un escalofrío intenso bajar desde mi nuca hasta los dedos de mis pies. Me sostuve del hombro de Jess y respiré hondo.
—¿Qué pasa?
—¡Mierda, mierda, mierda! —Exclamé entre jadeos.
—Brianna —frunció el entrecejo.
Comencé a llorar desconsoladamente.
—Me estás asustando.
—Olvidé por completo que había hecho el examen para entrar aquí.
—¿Quién?
—Jessica esto será peor de lo que pensaba.
—No te entiendo.
Levante débilmente mi dedo índice apuntando a la entrada.
—¿Qu…? —No terminó su pregunta cuando abrió los ojos como platos— ¡No! ¡No!
Mis piernas comenzaron a temblar y el llanto no cesaba.
Tomé una enorme bocanada de aire y ambas volvimos la vista a aquel chico. Contemplé cada detalle de su vestimenta, de su rostro y de su cuerpo. Ya no era el mismo.
Vestía una bermuda beige, una playera blanca con una grosería estampada en rojo y unos toscos tennis, sin nada más que lo cubriera del frío. Su mirada estaba fija a cada paso que daba. Sus ojos se ocultaban bajo su gorra —también blanca.
Caminó lentamente hasta la jardinera más cercana y levantó la vista. Los primeros rayos del sol chocaron contra los aretes que adornaban sus orejas. Miró a la parte más alta del edificio que tenía enfrente y se acarició la barbilla. El movimiento dejó a relucir un tatuaje con forma de una mano señalizando amor y paz.
Fruncí el ceño.
Relamió su labio inferior y volteó su gorra. Suspiró y caminó a las escaleras de metal del fondo.
Pasó su mochila al frente y pude así, contemplar otro tatuaje. Un ying yang en su muñeca izquierda.
Dejé pasar unos segundos y desvié mi ojos a otro sitio. No pude soportar más.
—Nena, tranquila.
La abracé.
—Ni siquiera es el Zayn que yo conocía.
Jessica sólo se limitó a acariciar mi espalda.
Andie se acerco y nos saludó. La ignoré y caminé lo más rápido que pude al sanitario. Jess me siguió, ignorando también a Andie.
Dejé caer mi mochila cerca del lavamanos y me recargué de espaldas al espejo.
—Brianna, no puedes esconderte de él toda la vida.
—Lo sé, pero, ¿cómo voy a soportar verlo todos los días?
—Es algo que tendrás que enfrentar —puso su mano en mi hombro—, y yo te voy a ayudar.
Me giré y pasé mis dedos por mi cabellera. Suspiré y tomé mis cosas.
Jessica sonrió.
Entrelazamos nuestras manos y caminamos por el pasillo. Subimos al segundo piso. Giramos a la derecha y buscamos la puerta con el número 204. Cuando lo encontramos nos detuvimos frente a ella y miré a través del pequeño cuadro de cristal.
—Por lo menos sólo tendrás que verlo en los descansos. La pesadilla sería si estuviera —gire perilla de la puerta para abrir— en nuestro salón.
—Jessica —la miré—, ya cá-lla-te.
Quise levantar mis piernas y correr, correr hasta que no pudiera más, pero éstas no hicieron movimiento alguno.
Dentro del salón, se escuchaban murmullos y todos ocupaban ya un pupitre. Incluyéndolo a él.
Fue como si en ese momento, el reloj se hubiera detenido y yo estuviera presenciando un asesinato. Mi rostro se quedó inmóvil y mis ojos se clavaron en él.
Reaccioné justo antes de que pudiera notar que lo miraba. Busqué en cada fila un par de asientos. Los hallé, pero no estaban juntos como yo esperaba. Había uno desocupado al fondo y otro atrás de… Zayn.
—Señoritas —volteamos a la vez que el profesor nos llamó—, adentro por favor —sonreímos.
Hice una mueca.
—Nos volvemos a ver chicas.
—Hola —lo saludó Jessica.
Avanzamos y me senté en la silla del fondo.
—Jameson —todos voltearon a verme. Excepto él. Al escuchar mi apellido, arrugó con todas sus fuerzas la hoja de papel sobre la que estaba garabateando.
—¿Sí? —Dije.
—La quiero al frente por favor.
No diga.
—Parker, cambien lugares por favor.
Se lo ruego… ¡No!
Capitulo 21 Maratón [2/5]
Jessica y yo nos miramos. Tomamos nuestras cosas y caminamos entre las sillas. El resto de la clase esperó pacientemente a que hiciéramos el cambio.
Quería morirme o matar al profesor.
Pasé tan cerca de Zayn que casi rosé su cuerpo.
—Muy bien, vamos a empezar.
La clase inició y cada minuto que transcurría era asfixiante.
Respiraba hondo y retenía la respiración para evitar que el perfume de su cabello me penetrara las fosas nasales.
Conforme el maestro parloteaba yo aproveché la dolorosa cercanía para divisar mejor uno de sus tatuajes. Cada movimiento de sus articulaciones al escribir, hacía que los picos del dibujo bailaran.
Las manos me sudaban y el corazón me latía con más fuerza que nunca.
Escuché a lo lejos el timbre. Tan pronto como sonó, Zayn tomó sus cosas con brusquedad y salió despavorido del aula.
Jessica rodeó mi cuello.
—Lo siento, de verdad.
—Por favor, no es tu culpa —acaricié su mano.
—Tengo hambre.
Torcí la vista para encontrarme con sus ojos.
Sonrió.
—Pues vamos —me levanté y salimos también del salón.
Bajamos las escaleras y atravesamos la multitud que rondaba por el patio.
De pronto Jess apretó mi mano y se detuvo.
—¿Qué? —pregunté.
Hizo un movimiento con la cabeza.
—Ah —dije—, vamos, puedo enfrentarlo —esbocé una débil sonrisa.
También sonrió y seguimos caminando.
Kathy nos miró y en su rostro se dibujó una mirada burlona.
Ya se, ahora soy yo la que tiene que retorcerse, porque Zayn ya no es mío.
La ignoré y nos perdimos entre el largo pasillo que conducía a la cafetería.
Narra Zayn:
Mis ojos se desviaron por un momento y siguieron a la chica de hermosa y larga cabellera negra que acababa de pasar frente a mí. Mi mente tampoco estaba ahí, escuchaba cada palabra que Kathy emitía lejos, muy lejos.
—No puedo creer que al fin estés aquí, Zayn.
Le dediqué una sonrisa forzada.
—Podemos platicar —tomó mi mano—, si quieres.
Escuché también murmullos y risitas detrás de mi. Volteé y vi a 3 chicas secreteándose entre sí.
—¿Son tus amigas? —Zafé mi mano y crucé los brazos.
—Ajá —no entendía el porque de su enorme sonrisa.
—Te veo luego, ¿si? —Metí mis manos a los bolsillos de la bermuda. ¿Por qué diablos no había llevado un suéter?
—Te espero a la salida —no era una pregunta.
Fruncí el entrecejo y caminé sin decir nada más.
La presencia de esa niña me estresaba. Era pegajosa e irritante. Y con el mal humor que tenía en ese momento, era lo doble de insoportable.
Junté mis manos y soplé dentro de ellas. El aliento tibio que provino de mi boca, me reconfortó un poco. Busqué una banca desocupada para poder sentarme antes de que mi cuerpo se congelara.
Hallé una cerca de la puerta principal. Caminé hacia ella y me senté, dejando caer mi mochila en el suelo. Me incliné poniendo mis codos sobre mis rodillas, cubriendo mi rostro con las manos.
La cabeza me daba vueltas. Tenía unas ganas locas de hablarle, de besarla, de sentirla, pero había un 101% de probabilidades de que me odiara y no tuviera la más mínima intención de volverme a dirigir la palabra en lo que nos quedaba de vida. Si a esto podía llamársele vida.
Volví la vista al exterior y entré todas las personas que caminaban por todos lados, la vi pasar otra vez. Sus pasos eran seguros, como los de una chica "normal". Su cabello brillaba y se movía al ritmo del viento. Lucía más hermosa que nunca. Su suéter lila se entallaba perfectamente a las curvas de su cintura. Sonreía. No con la misma intensidad que yo recordaba, pero al menos parecía que no se sentía igual que yo.
A pesar de todo me alegraba, si ella sonreía, yo tenía que hacer lo mismo. La amaba tanto que sería feliz con lo que a ella le hiciera feliz. Subió al salón y yo respiré hondo.
Esperaría ahí, sentado, hasta la próxima clase, mientras mi cerebro y mi corazón se hacían a la idea de que pasaría más tiempo cerca de ella del que yo pensaba.
Estaba helando afuera, y la mayoría me miraba con asombro, ya que aparentemente era el único que vestía como si sintiera un calor abrasador.
Me levanté, recogí mis cosas y decidí dar una vuelta por la escuela.
Narra Brianna:
La puerta se cerró y la maestra comenzó a hablar.
No pude evitar preguntarme en donde se había metido el chico nuevo de los aretes. Tuvimos que comprarle unas galletas a Janeth para que aceptara cambiarme el lugar, y así poder sentarme junto a Jessica.
Pude concentrarme mejor que en la clase anterior con el aroma de Zayn frente a mí.
En el siguiente descanso, me negué a salir del salón. Crucé mis brazos sobre la mesa y me recosté sobre ellos. Los 10 minutos se pasaron rápidamente y al escuchar la chicharra anunciando el inicio de la siguiente clase, levanté mi rostro. Todos entraban a ocupar sus lugares. Cuando la multitud fue disminuyendo, apareció él, con el rostro inexpresivo. Un rostro que me recordaba el día en que lo conocí. Sacudí ligeramente mi cabeza para borrar esos recuerdos de mi mente.
El resto del día actué como si él no existiera.
La última clase terminó con la primera tarea del semestre. La anoté refunfuñando y guardé mis cosas.
Caminé con Jess hasta el patio con una sonrisa triunfadora por haber sobrevivido al torturante primer día de escuela. Conforme bajábamos los escalones, suplicaba para mis adentros por que no me topara con Malik. Hasta ahora el destino había tenido consideración conmigo y mis ojos cafés no se habían encontrado con sus ojos miel.
Al menos, me sentía afortunada. Hasta que llegamos a la puerta. Una sensación de miedo me invadió, pero desapareció reemplazándose por una sonrisa de oreja a oreja —como hace mucho no esbozaba—. Verlo me hizo sentir segura, porque aunque no era precisamente el momento de pensar en eso, sabía que si había alguien había cuidado de mi, había sido él.
—Jess te veo luego —caminé sin esperar una respuesta.
¡Ethan!
Corrí a abrazarlo.
Capitulo 22 Maratón [3/5]
Rodeó mi cintura.
—Vamos, no quiero que Zayn me vea aquí —tomó mi mano y caminamos.
En verdad me hacía bien tenerlo a mi lado. Sus ojos, su cabello y sus brazos seguían teniendo el mismo resplandor que recordaba.
Aunque a él le preocupaba que nos vieran, a mi eso me tenía sin cuidado. Sólo me importaba decirle lo mucho que me había hecho falta.
—Creí que estarías furiosa conmigo por... —se rascó la cabeza— lo del… beso.
—Ah —sonreí-, no, creo que ya no.
Nos detuvimos en un parque a unas calles de la escuela.
—Y… ¿Cómo estás?
Me senté en una banca.
—Bien.
Se sentó junto a mí.
—¿Te han dicho que eres pésima para mentir?
Reí.
—Créeme que tampoco me explico que paso con Zayn.
Suspiré.
—No importa.
—Se lo mucho que él significa para ti.
Los ojos empezaron a llenárseme de lágrimas.
—Me mintió, me utilizó, ¿quién diablos se cree?
—Brianna, quiero que sepas que voy a cuidar de ti hasta que tu corazón deje de latir.
Lo miré.
—Y yo quiero que sepas que ya no creo en las promesas.
—No todos somos iguales —rozó mi mejilla.
—Da igual. No pienso volver a enamorarme.
—Eso no puede evitarse.
—Pues lo lograré —me limpié las lágrimas y crucé los brazos.
—Yo… te amo.
Fingí no escuchar eso.
—Y se que también estás enamorada de mi.
Lo miré de reojo. Su rostro reflejaba esperanza e ilusión.
—Si —dije mirando al frente—, pero eso no quiere decir nada.
Se inclinó sobre sus rodillas.
—Lo se.
—Ethan —me incliné también—, yo… necesito tiempo.
Suspiró.
—Eres una parte importante en mi vida y por alguna razón no dudo ni un poco de lo que me estás diciendo, pero, ¿sabes? Es difícil volver a confiar —comencé a llorar otra vez.
Limpió las gotas que recorrían mi rostro.
—Jamás, jamás me atrevería a hacerte sufrir.
Esbocé una débil sonrisa.
—No te alejes de mi —me lancé a sus brazos.
—Lo juro.
Su pecho era cálido como un sol de verano. Justo lo que necesitaba para el escalofriante frío que me penetraba.
Acarició mi cabello y besó mi cabeza.
Mis lágrimas mojaron su chaqueta. Me incorporé para limpiarlas, pero me interrumpió levantando mi rostro.
—Puedo lograr que aprendas a amarme como yo te amo.
Lo miré fijamente.
—Se perfectamente que al corazón no se le manda, pero la atracción que sientes por mi puede convertirse en algo más.
Hice una mueca.
—Yo…
—No digas nada. Veremos que pasa más adelante.
Asentí y me perdí de nuevo en el calor de sus brazos.
Regresamos a la parada del autobús y acordamos que yo subiría primero. Me despidió con un tierno beso en la frente.
Durante todo el trayecto a casa, aun podía sentir sus delicados labios en mi rostro. No sabía exactamente si mi corazón, mi cuerpo y mi mente, estaban listos para amar otra vez, para entregarlo todo. Ya no tenía ni la menor duda de lo que sentía por Ethan. Era una electrizante necesidad de estar a su lado. Me hacía sentía bien. Claro que estaba enamorada de él. Lo quería. ¿Pero amarlo? Eso aún no.
Suspiré y me recargué en la ventanilla.
Primero tenía que quitarme esa estúpida sensación de creer que Zayn se arrepentiría y me pediría perdón. Esa estúpida ilusión de verlo entrar con una sonrisa diciéndome que todo lo que escuché aquel día era simplemente una broma de mal gusto.
Estaba dispuesta a salir del hueco en el que Zayn me había dejado atrapada y ¿quién mejor para ayudarme que Ethan?
Narra Zayn:
No podía creerlo. Estaba esperanzado en que Kathy se olvidara de su promesa de esperarme al terminar las clases, pero no fue así. No sirvió de mucho el haber hecho tiempo en la cafetería.
Estaba recargada en una jardinera, con una vista perfecta que le aseguraba tenerme bien vigilado.
Miré a otro lado para no parecer interesado.
—¡Zayn!
Fuck.
—Espérame —entrelazó su brazo con el mío.
Me molestaba la confianza que se tomaba conmigo.
La miré.
—¿Nos vamos?
Ya que.
—Ajá.
Salimos de la escuela y caminamos a la parada.
—Te sientan bien los aretes —acarició mis orejas.
Me estremecí ante el roce de su mano.
—Gracias —hice un movimiento discreto que me zafara de su agarre.
—¿Y tu noviecita?
Resoplé.
—Ya no somos novios —dije rechinando los dientes.
Su rostro se iluminó.
—¿Ah no?
—No.
—Uy. Quiere decir que estás libre —sonrió.
Levanté los hombros.
Subimos al autobús y nos sentamos.
—¿Y por qué la cara triste? Si a leguas se notaba que ella no te convenía.
Fruncí el entrecejo.
—¿Y tú que sabes?
—Sólo sé que necesitas a alguien que te ayude a olvidarla.
Reí.
—No me digas.
Asintió.
—Y ese alguien podría ser alguien como… yo.
La miré.
—Me bajo aquí —me levanté y apreté el botón para que el chofer se detuviera.
Me bajé del autobús y caminé sin saber a donde.
¿En serio pensaba que lograría sacar a Brianna de mi cabeza? ¿De mi corazón? ¿Después de todo lo que hemos vivido juntos?
Capitulo 23 Maratón [4/5]
Narra Brianna:
El resto de la tarde la dediqué a hacer los deberes. Charlé con Alex sobre mi primer día. Respiré hondo antes de mencionarle a mi nuevo compañero de clases.
Me miró y dejó caer la cuchara en el plato. Lo que provocó que unas gotas de sopa saltaran en su blusa. No le importó.
—¿Zayn? ¿En tu escuela?
Me encogí de hombros.
—¿Y en tu salón?
Asentí con una sonrisa que apenas lograba entender.
—Eso es mala suerte —limpió la mancha que su sorpresa había provocado.
—Bueno, no puedo esconderme de él toda la vida. Vive frente a la casa de mi abuela; es inevitable verlo.
Hizo una mueca.
Me sentí orgullosa por la manera en que estaba asimilando la situación, y a la vez, sorprendida. Se suponía que estaría inconsolable, llorando otra vez. Tal vez era porque después de su adiós, ya no me quedaba nada. Porque estaba vacía. Incluso, sin lágrimas.
Volví la vista al televisor cruzando los brazos y perdiéndome en la secuencia de los movimientos y las palabras que provenían del aparato.
Cuando menos me di cuenta estaba de nuevo en la escuela. El rostro perfecto pero inexpresivo de Zayn, caminaba hacia mí.
Yo sólo admiraba su repentino cambio de apariencia. Los tatuajes y los aretes que prendían de sus orejas. Me gustaba. Mis piernas se movieron involuntariamente para acercarse también. La distancia era cada vez más corta, pero una silueta llamó mi atención rozando mi cuerpo al pasar junto a mí. Seguí con la mirada a la chica, quien apresuró el paso para ir por delante. Entonces comprendí.
Zayn no me miraba a mí. Una sonrisa se dibujo en sus labios. Tomó el rostro Kathy y la besó, bajando lentamente sus manos a su cintura.
Retrocedí con un grito atorado en mi garganta.
Él ni siquiera había notado que yo estaba ahí.
Tropecé y el peso de mi cuerpo me dejó tirada en el suelo.
Desperté e impulsivamente apreté fuertemente la mano de Alex.
—¡Auch! —Exclamó.
—Lo siento. Tuve una… pesadilla.
Enarcó una ceja.
Forcé una sonrisa y me levanté del sofá. Entré al baño y abrí el grifo. El agua que inundaba mis manos me tranquilizo un poco. Mojé mi rostro y me miré en el espejo.
No me importa qué o con quien haga su vida.
Cerré la llave y me sequé.
No me importaba... ¿o si?
Narra Zayn:
Fue definitivamente el día más largo de mi vida. Las manecillas del reloj avanzaban lentamente. Asfixiándome.
No cabe duda de que las cosas nunca salen como uno quisiera. En mis planes no estaba enamorarme otra vez. O hasta pensar en mi matrimonio. Pero si nunca imaginé que ella aparecería de repente volteando mi mundo de cabeza. ¿Cómo iba a imaginar entonces que de pronto la perdería?
La impresión de volver a verla aún no me permitía recobrar el aliento por completo. Caminé hasta casa. No sé cuantos kilómetros. Sólo se que me ayudaron a despejar mi mente.
Apenas podía creer lo que ese enorme vacío había hecho de mí.
Conforme caminaba, contemplaba cada uno de mis tatuajes —excepto los que tenía bajo la ropa— y pasaba las yemas de mis dedos por los aretes que ahora adornaban mis orejas. Pero fue una de las pocas cosas que se me ocurrieron para aparentar el surgimiento de un nuevo chico. De un nuevo Zayn. Que no le teme a nada. Ni siquiera al amor. Alguien que está dispuesto a seguir adelante con todos y cada uno de los trozos de su corazón.
Mamá me observaba detenidamente siempre que tenía oportunidad.
Me había resignado a su exigencia de estudiar en donde yo no quería, pero no aceptaba algún comentario sobre mi nueva apariencia. Y al parecer, lo notaba. Porque desde el día en que vio los dibujos plasmados en mi piel y los agujeros que relucían en mis orejas, no a dicho algo sobre ellos.
Cerré la puerta suavemente y tiré la mochila en el suelo. Ya no era capaz de distinguir si el hormigueo que recorría mi cuerpo era producto de la tristeza, la frustración, el coraje, la decepción o el inútil esfuerzo por conseguir que una lágrima me ayudara a desahogarme.
Deseaba con todas mis fuerzas que ya no me doliera, que el amor que siento por ella se fuera, no hallarla en todos mis sueños y perder para siempre el calor de sus besos. Quería borrarme su nombre, dejar de extrañarla, olvidar que la amaba. Poder respirar y olvidar como lo hizo ella. Alejarme de su recuerdo. Pero seguía allí, aferrada de mi alma, no se quería ir. Era imposible escapar, se había convertido en mi sombra, su perfume no moría, se escondía en mí ser.
Vive dentro de mí.
Además, el peso de la culpa era tormentoso. Aunque no pudiera regresar el tiempo, me conformaría con cambiar cada una de las palabras que la hicieron derramar una lágrima.
En menos de 20 horas iba a verla de nuevo y no me quedaba de otra que enfrentar la situación. La única solución que se me ocurría —no entrar a clases— me traería muchos problemas con mis padres.
Capitulo 24 Maratón [5/5]
Narra Brianna:
Ethan me había llamado. Acordó pasar por mí a la escuela.
Por primera vez, desde que tengo memoria, tomé la primera blusa que vi. No quería actuar como si me arreglara para alguien en especial.
Atravesé el patio con la mirada al frente. Cuando pise el penúltimo escalón, mi estomago volvió a hacer de las suyas. Respiré hondo y seguí avanzando. Abrí la puerta y… suspiré aliviada. Aún no llegaba. Jessica me miró y me hizo una señal para que me sentara al lado de ella.
—Hola.
—Hola, Jess —sonreí.
—Comenzaba a olvidárseme lo linda que es tu sonrisa, chica.
Me senté.
—Bueno, es que alguien se ha encargado de devolvérmela.
Enarcó una ceja y soltó una risita como si supiera perfectamente de quien hablaba.
—Ayer hablamos —no mencioné el nombre.
Jessica y yo estábamos tan conectadas que estaba segura de que efectivamente sabía a quien me refería.
—¿Y qué te dijo? —Alejó la vista de su cuaderno y se inclinó a mi pupitre.
—Que me ama —torcí la boca.
—¿Y tú qué le dijiste?
—Que ya no creía en las promesas.
—¿Te prometió algo?
Asentí.
—Dijo que cuidaría de mí hasta que mi corazón dejara de latir.
Puso su mano sobre el lado izquierdo del pecho.
—Que lindo —exclamó.
—Y además mencionó muy seguro que yo estaba enamorada de él.
—Eso ya lo sabíamos todos —sonrió. La palabra "todos" era un terminó exagerado. Solo lo sabían ella y Alex.
—Y… —Enrolló un mechón de mi pelo en sus dedos— ¿Piensas darle una oportunidad?
Hubo un largo silencio.
—No estoy completamente preparada para una relación. Pero él es como… una droga. A su lado, me siento segura. Y es la única persona que puede ayudarme a llenar el hueco que está carcomiendo mi corazón.
—¿Eso es un si?
La voz del profesor de química impidió que le respondiera. Ni siquiera había notado que Zayn ya ocupaba su lugar.
—Eso es un tal vez —le susurré.
Tenía razón cuando me dije que necesitaba repasar los temas si no quería tener problemas con la materia. No lo hice. No entendía nada.
Un escalofrío bajó por mi espalda cuando el maestro menciono algo sobre "hacer equipos" y comenzó a formar las parejas. Mis esperanzas se vieron perdidas al ver a Jess juntarse con un chico. Las piernas me temblaban cuando escuche a lo lejos mi apellido.
—Jameson —me señaló y con la vista buscó a quien sería mi compañero de trabajo.
Suplicaba para mis adentros que no mencionara su nombre.
—Joven —puso una mano sobre el asiento de Zayn. Él levantó la mirada—. Usted, con la señorita por favor.
Apreté los ojos y miré al techo esperando que un meteorito aterrizara sobre mi cabeza, o que comenzara a temblar el suelo.
—Maestro —Zayn levantó la mano—, de hecho —rodeó su abdomen—, quería… pedirle permiso para ausentarme un momento —hizo una mueca—, me siento mal.
Lo inspeccionó con la mirada.
—Vaya a la enfermería antes de que ocurra un accidente.
Zayn caminó a la puerta con una expresión seria. Pero a través de la cual pude percibir una sonrisa triunfadora.
Mentiroso. Gracias de todas formas.
Sí que era mi día de suerte.
Limpié discretamente el sudor de mis manos y esperé a que me asignaran otra pareja.
—Adams —dijo finalmente el profesor.
Una chica de cabellera rubia y ojos color chocolate se puso de pie.
—Por favor —me miró. La chica caminó hacia mí con una pequeña sonrisa.
—Hola —dijo—, soy Olivia.
—Brianna —también sonreí.
Por supuesto, Zayn no regresó. Supuse que para darle mas efecto a su actuación.
Olivia no era una chica a la que acabara de conocer. Había estado también el semestre anterior en la clase. Siempre me había parecido amable pero un tanto sería. Aunque muy buena en química, por lo que aproveché para aclarar unas dudas. Terminamos la actividad justo cuando el timbre sonó.
Miré a través de la ventana y el opaco color del cielo penetró mis ojos. Giré la vista a la puerta y contemplé la romántica escena que protagonizaban Jessica y Josh. Deseaba que a mi mejor amiga nunca se le borrara la sonrisa que la caracterizaba desde que inició su relación. Deseaba que su felicidad durara más, mucho más, de lo que había durado la mía.
Tenía sed, pero no deseaba interrumpir a Jess. Me levanté y me escabullí por el pasillo hasta las escaleras.
Regresé al cabo de 5 minutos con el pote de mi jugo entre los labios. Todos empezaban a entrar a las aulas. Hice lo mismo y al atravesar la puerta, no pude evitar darme cuenta que él ya estaba de regreso.
¿Ya esta mejor tu estomago, Malik?
Torcí la mirada y ocupé mi lugar.
Bellink1D
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
He ahí, el maratón prometido, no subiré más caps hasta tener, por lo menos, dos comentarios de dos usuarios diferentes :c veo que en 5 meses pasan muchas cosas.... :'( espero que les gusten los caps...
Bellink1D
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
Síguela por favorrrr reina
Mariana.
Re: Te amaba. Zayn Malik y Brianna(tu) [Continuación de "Te amo. Zayn Malik y Brianna(tu)"
¡HOLAAA! bueno, solo quería decirte que... ¡amo tu nove! debería ser ilegal que la dejes así, lol, siguela pronto, por favor.
Ah, por cierto, soy nueva lectora, lol. :) xx
Ah, por cierto, soy nueva lectora, lol. :) xx
mirnaa' de jonas miller
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