Uи suєñσ♥ |Niαll Hσяαи & tú|

Apenas despierta se lanza a los brazos del ojiazul. Aquel Acepta, confundido y sorprendido también. La muchacha está asustada como para dudar de quien esté abrazando en ese mismo momento.
-Tranquilízate ¿Si?-Intenta tranquilizarla.
Ella está temblando bajo las sabanas. Un grito se está formando en su garganta pero se ahoga cuando Louis le dice en susurro:
-No estás sola, estoy contigo.
Aquel susurro le hizo subir la sangre a las mejillas; Louis la estrecha contra sí y acaricia su espalda. Se repite ella misma, queriendo que sus temblores desaparezcan. Su timidez sale a la luz y se aleja de él tímidamente, a su estilo. Absorta con lo que acaba de pasar se acomoda lo más alejada que pudo del ojiazul y se cubre totalmente con la tela de las frazadas suaves aunque la conexión de los ojos de ambos no se rompe. Sonríe bajando la mirada ocultando su alegría; jamás le habían dicho algo así. Su vida era dinero y nada más, no sentimientos, la obligaban a eso.
La timidez siempre fue parte de ella y siempre lo será si nadie se la quita. Por más que Louis sea de fiar ella no podría con sus mejillas coloradas. Sus sonrojos eran casi por nada y por todo. Por que le sonrían, por como la miran, por como le hablan, por todo y nada.
Su cuerpo deja de temblar excepto sus labios.
-No entiendo por qué eres tan tímida.
Su rostro se pone rojo como si un balde de pintura rojiza le haya arrojado-. Y-yo tampo…co
El muchacho prefiere callar y observarla. Su ceño está fruncido al igual que su entre cejo. Sus labios están más rojos de lo normal rogando un beso. Sus ojos están mucho más claros que antes, tiene miedo aún. Sus mejillas rosáceas dejan su color pálido y aumenta la intensidad de su sonrojo. El muchacho provoca eso.
El momento de tensión desaparece y el miedo de la chica se desvanece. La pelinegra casi ni recuerda su pesadilla. Ya, está, se han tranquilizado de nuevo.

[…]

La brisa del día viernes anuncia un ambiente tenso. Una lluvia acaba de cesar y el cielo amenaza con volver a llorar. Las nubes no tardar en tornarse negro ceniza, tan espeso como la niebla que abunda el ambiente, también. Las calles están vacías y sin brillo ni belleza, solo calles gris, aburridas. En Londres el clima va de mal en peor, el frío envuelve Inglaterra y el color alegre escasea. Un día feo, muy feo.

-¿No quieres…salir? El día está aburrido y las chicas se fueron con sus familias.
-No.-Se niega rotundamente la azabache hundida en la cama de su hermana.
-¿Por qué?-Pone una cara de perrito mojado que nadie resistiría excepto ella.
-Mira que haciéndote la parrita mojada no funciona conmigo, conozco tus estrategias, ____.
Bufa impaciente y molesta. Su hermana está en cama hace 3 días seguidos y se despega de ella solo para comer, ducharse y hacer sus necesidades, nada más. _____ está hasta de la amargura de sus palabras; su papá la cambió mucho.
-No sé, por lo menos ayuda a tu preciosura de hermana a limpiar y levántate de allí que te quedarás de madera si sigues durmiendo así.
-No, si salgo de acá será por algo importante.
-Tu hermana es importante, aún.
Se siente ignorada, estúpida e insistente, se rinde cuando se da cuenta. Decide ir a por Niall, por un poco de atención y cariño por lo menos.

El rubio está con la mirada perdida sentado en su sillón de cuero. Su semblante serio y pensativo asusta a la chica. Normalmente Niall está feliz y alegre pero hoy está serio.
-¡Hey, duende!-Anuncia su presencia y se sienta con él.
-Hola, ____ ¿Qué tal?
-Er, bien ¿Tú?
-Supongo.
-¿Supones? Niall ¿Es en serio? ¿Qué pasa?-Pregunta tranquila buscando no meter la pata por si algo le fue mal.
-Y-yo estoy bien-Vuelve a su semblante serio pero firme.
-No me mienta, Horan.
-Bueno, mi no-novia.
-¿Novia? Recuerdo perfectamente que no tenías novia, Niall. Además…-Sus palabras se ahogan en su mar de confusión y decepción, se le nota en los ojos- No,…la has estado engañando ¡¿Conmigo?!
-Yo… Umm...-Mirada gacha, tono de voz nervioso…Es verdad.
-¡Eres detestable! Vete a la mierda, pendejo. Y yo…yo creí que me gustabas.

-____, ¿Estás bien?-Preguntó la pelinegra preocupada y apenada.
-No, nada.-Afirmó ocultando su tristeza en una sonrisa.
-Oye, tengo que contarte algo. Es sobre papá...
La interrumpió-No, no quiero saber nada de él.
-Y también es de Niall.
Se puso atenta al tema en seguida y la ojiazul sigue:
-Papá me dijo que me emparejó con él.
¡Wow! Eso no se lo esperaba. Que la novia que Niall decía era su propia hermana ¡Que decepción! Los ánimos le cayeron al suelo.
-Oh, enhorabuena, serás famosa.
-¡No! ¡Yo no quiero! Yo se lo que sientes. Se que te gusta y no quiero meterme con él. Si fuera por mí, claramente no lo haría. Tengo códigos.
-No importa. No me afecta en nada.-Le cayó bajo, muy bajo pero no entristecería a su hermana por su capricho.
-Además me gusta otra persona-Comentó sorprendiendo a la castaña.
-Y...¿Quien es?-Tenía ganas de llorar, de llorar hasta que se deshidrate.
-Él ya tiene novia y...no quiero arruinar sus planes. No me entrometería en ellos.-Angustiada y apenada bajó su mirada hacia abajo.

[...]

-Niall y tú ¿Novios? ¡Imposible!
El ambiente estaba muy feo, tenso e incómodo. Los 4 amigos de Niall sabía sobre su nueva "novia". El padre de ella había "comprado" a Niall como novio de su hija, a cambio de grandes sumas de dinero, muy generosas. La empresa aceptó y eran obligados a estar juntos. Adam, padre de Agus y ___, quería que su hija fuera reconocida, empezar siendo novio de un popstar y luego retomar una carrera de cantante o actriz.
-En serio fue contra mi voluntad-Susurró Niall igual de decepcionado que Agus. Ella bajó la mirada, sabía que ellos comenzarían a menospreciarla.
-¡¿Y tú no dirás nada?!-Escuchó el grito de Louis abundó en sus oídos y le dolieron los tímpanos. Estaban molestos, muy molestos. Era obvio que Niall terminaría con ____ y no con una chica que ni conocía.
-Yo...
-¡¿Tú que?!-Volvió a escuchar su voz. La pelinegra dio un paso atrás sintiéndose rechazada. Sintiéndose rechaza, estúpido y odiada. Se sintió pequeña, inferior a ellos.
-¡No me grites!-Gritó, su timidez se esfumó en una fracción de segundo. Decidida e indignada dejó a sus pies guiar hacia la puerta haciendo resonar sus Vans rosa pálido. Quería llorar, había levantado la voz y eso la decepcionaba era de mala educación y ella sabía que su educación era perfecta y muy buena. Salió del estudio mientras la remera holgada rosa claro se movía al compás del viento que la obligó a retroceder. Corrió hacia el auto que su papá le había enviado un día antes. Entró y rompió a llorar. Fue horrible ver a los chicos escupiendo las palabras a ella, viéndola inferior y horrenda. La miraban con los ojos duros y para nada cálidos, como estaban la vez que los conoció. Se sintió sucia, sucia e idiota, frente a 4 chicos más su nuevo novio. Fue contra su voluntad, un "amor forzado" y para nada feliz. La respiración se le fue debilitando hasta que dejó de respirar normalmente. Las lágrimas la ahogaban. "Uno, dos, tres" "uno, dos, tres" susurraba para acompasar la respiración. Toses y arcadas aparecieron. "Uno, dos, tres". Abrió la ventana para inspirar aire fresco la cerró rápidamente, por si algún estúpido intentara robar su auto o algo parecido. Pensó en si le robasen el auto y la violaran como ya han intentado, esas imágenes hicieron que volviera a las toses. Escuchó los golpecitos en su ventana, pero estaba demasiado preocupada en como respirar que ni les hizo caso. A medida que pasaban los segundos los golpecitos eran más insistentes y fuertes. No quiso mirar quien era temiendo que sea un estúpido barrigón. Abrió la puerta fuertemente queriendo vomitar mientras tosía. Oprimió su mano hacia su pecho buscando su collar, buscando el collar de plata con su infinito y una cruz que le había regalado su abuela con su abuelo. Lo encontró y se lo llevo al corazón comenzando a rezar. Cerró sus ojos fuertemente dejándose llevar por los brazos que la rodeaban. Alguien estaba midiendo su temperatura con la mano en su frente. La apartó fuertemente y se apoyó con el auto buscando equilibrio.