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Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
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Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
Okey no quiero que les de algo!
Ya subo! ;)
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Ya subo! ;)
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Última edición por HeyItsLupitaNJ el Vie 30 Nov 2012, 8:19 pm, editado 1 vez
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
• VALENTINE - CAPITULO 23 (PARTE 2) •
La zarandeó, y ella dio un traspié, recuperó el equilibrio, y alzó la vista para ver a Valentine de pie, refocilándose sobre el cuerpo encogido de Luke. Alargó la punta de un pie pulcramente embutido en una bota y empujó a Luke, que emitió un sonido estrangulado.
-¡Déjale en paz! –chilló ______(tn), intentando liberarse de las manos de Nicholas.
Era inútil: él era demasiado fuerte.
-Para –le siseó él al oído-. Sólo lo empeorarás para ti. Es mejor si no miras.
-¿Cómo haces tú? –siseó ella a su vez-. Cerrar los ojos y pretender que algo no sucede no hace que deje de ser verdad, Nicholas. Deberías saberlo muy bien…
-______(tn), para.
Su tono casi la dejó helada. Sonó desesperado.
Valentine reía entre dientes.
-Si al menos hubiera pensado –se burló- en traer conmigo una arma de auténtica plata, podría haberte despachado tal y como se hace con los de tu especie, Lucian.
Luke gruñó algo que ______(tn) no consiguió oír. Esperó que fuera algo grosero. Se retorció en un intento de soltarse de Nicholas. Sus pies resbalaron y él la atrapó, tirando hacia atrás de ella con una fuerza atroz. La rodeaba con los brazos, se dijo ______(tn), pero no del modo que ella había deseado en una ocasión, no como había imaginado.
-Al menos deja que me levante –dijo Luke-. Déjame morir de pie.
Valentine le miró desde el otro extremo de la espada, y se encogió de hombros.
-Puedes morir tumbado de espaldas o de rodillas –dijo-. Pero sólo un hombre se merece morir de pie, y tú no eres un hombre.
-¡NO!
Chilló ______(tn) mientras, sin mirarla, Luke empezaba a izarse penosamente para adoptar una posición arrodillada.
-¿Por qué tienes que hacerlo peor para ti? –exigió Nicholas en un susurro quedo y tenso-. Te dije que no miraras.
______(tn) jadeaba por el esfuerzo y el dolor.
-¿Por qué tienes que mentirte a ti mismo?
-¡No miento! –Las manos que la sujetaban la agarraron con más violencia, a pesar de que ella no había intentado liberarse-. Sólo quiero lo que es buen o en mi vida…, mi padre…, mi familia… No puedo perderlo todo otra vez.
Luke estaba arrodillado muy erguido ahora. Valentine había alzado la espada ensangrentada. Luke tenía los ojos cerrados, y murmuraba algo: palabras, una oración, ______(tn) no lo sabía. Se revolvió en los brazos de Nicholas, volviéndose violentamente para poder mirarle a la cara. El muchacho tenía los labios apretados en una fina línea, la mandíbula rígida, peor los ojos…
La frágil armadura se rompía. Necesitaba sólo un último empujón por parte de ella. Se esforzó por encontrar las palabras.
-Tienes una familia –dijo-. Una familia son simplemente las personas que te quieren.
Como los Lightwood te quieren. Alec, Isabelle… -Su voz se quebró-. Luke es mi familia, y ¿tú vas a hacerme contemplar cómo muere justo del mismo modo en que pensaste que habías visto morir a tu padre cuando tenías diez años? ¿Es eso lo que quieres, Nicholas? ¿Es ésta la clase de hombre que quieres ser? Como…
Se interrumpió, aterrada de improviso por la idea de haber ido demasiado lejos.
-Como mi padre –dijo él.
Su voz era gélida, distante, inanimada como la hoja de un cuchillo. “Le he perdido”, pensó ella, desesperanzada.
-Agáchate –dijo, y la empujó, con fuerza.
______(tn) dio un traspié, cayó al suelo y rodó sobre una rodilla. Irguiéndose arrodillada, vio que Valentine alzaba bien alta la espada sobre la cabeza de Luke. El resplandor del candelabro situado en el techo estallando sobre la hoja despidió brillantes puntos de luz que le acuchillaron los ojos.
-¡Luke! –chilló con todas sus fuerzas.
La hoja se clavó con fuerza… en el suelo. Luke ya no estaba allí. Nicholas se había movido más rápido incluso de lo que ______(tn) hubiera creído posible para un cazador de sombras; lo había apartado de un empujón, derribándole, cuan largo era, a un lado. Nicholas se quedó mirando a su padre a la cara por encima de la temblorosa empuñadura de la espada, con el rostro blanco, pero la mirada firme.
-Creo que deberías irte –dijo Nicholas.
Valentine contempló fijamente a su hijo, lleno de incredulidad.
-¿Qué has dicho?
Luke había conseguido sentarse. Sangre fresca manchaba su camisa. Contempló sorprendido cómo Nicholas alargaba una mano y con delicadeza, casi desinteresadamente, acariciaba la empuñadura de la espada que había quedado clavada en el suelo.
-Creo que me has oído, padre.
La voz de Valentine sonó igual que un látigo.
-Jonathan Morgenstern…
Con la velocidad del rayo, Nicholas agarró la empuñadura de la espada, arrancó el arma de las tablas del suelo, y la alzó. La sostuvo ligeramente, horizontal y plana, con la punta flotando a pocos centímetros por debajo de la barbilla de su padre.
-Ése no es mi nombre –dijo-. Mi nombre es Nicholas Wayland.
Los ojos de Valentine seguían fijos en Nicholas; apenas parecía advertir la presencia de la espada ante su garganta.
-¿Wayland? –rugió-. ¡No llevas sangre Wayland! Michael Wayland era un desconocido para ti…
-Lo mismo –dijo Nicholas con calma- que eres tú. –Agitó la espada hacia la izquierda-. Ahora muévete.
Valentine empezó a negar con la cabeza.
-Jamás. No aceptaré órdenes de un niño.
La punta de la espada le besó la garganta. ______(tn) lo contemplaba todo con fascinado horror.
-Soy un niño muy bien adiestrado –repuso Nicholas-. Tú mismo me instruiste en el minucioso arte de matar. Sólo necesito mover dos dedos para rebanarte la garganta, ¿lo sabías? –Sus ojos eran duros-. Supongo que sí.
-Eres muy diestro –admitió Valentine.
Su tono era displicente pero, ______(tn) advirtió, permanecía realmente quieto.
-Pero no podrías matarme. Siempre has tenido un corazón blando.
-Quizás él no podría. –Era Luke, de pie ahora, pálido y ensangrentado, pero erguido-. Pero yo podría. Y no estoy del todo seguro de que él pudiera detenerme.
Los ojos febriles de Valentine se movieron veloces hacia Luke, y regresaron a su hijo.
Nicholas no se había vuelto al hablar Luke, sino que permanecía inmóvil como una estatua, con la espada quieta en la mano.
-Ya oyes al monstruo amenazándome, Jonathan –dijo Valentine-. ¿Te pones de su parte?
-Tiene razón –respondió él con suavidad-. No estoy totalmente seguro de que pudiera detenerle si quisiera hacerte daño. Los hombres lobos curan tan de prisa.
El labio de Valentine se crispó.
-Así pues –escupió-, al igual que tu madre, ¿prefieres a esta criatura, esta criatura medio diabólica a tu propia sangre, a tu propia familia?
Por primera vez la espada que empuñaba Nicholas pareció temblar.
-Me abandonaste cuando era un niño –replicó con voz mesurada-. Dejaste que pensara que estabas muerto y me enviaste lejos a vivir con desconocidos. Jamás me dijiste que tenía una madre, una hermana. Me dejaste solo.
La palabra fue un grito.
-Lo hice por ti…, para mantenerte a salvo –protestó Valentine.
-Si te importara Nicholas, si te importara la sangre, no habrías matado a sus abuelos. Mataste a gente inocente –intervino ______(tn), enfurecida.
-¿Inocente? –soltó Valentine-. ¡Nadie es inocente en una guerra! ¡Se pusieron del lado de Jocelyn y en mi contra! ¡Le habrían permitido que me quitara a mi hijo!
Luke soltó un suspiro sibilante.
-Sabías que ella iba a abandonarte –dijo-. ¿Sabías que iba a huir, incluso antes del Levantamiento?
-¡Por supuesto que lo sabía! –rugió Valentine.
Su gélido control se había resquebrajado, y ______(tn) pudo ver la hirviente cólera bullendo bajo la superficie, enroscándose a los tendones de su cuello, convirtiendo sus manos en puños.
-¡Hice lo que tenía que hacer para proteger lo que era mío, y al final les di más de lo que jamás merecieron: la pira funeraria concedida sólo a los más importantes guerreros de la Clave!
-Los quemaste –declaró ______(tn) en tono categórico.
-¡Sí! –chilló Valentine-. Los quemé.
Nicholas profirió un sonido ahogado.
-Mis abuelos…
-Jamás los conociste –insistió Valentine-. No pretendas sentir una pena que no sientes.
La punta de la espada temblaba más rápidamente en aquellos momentos. Luke posó una mano sobre el hombro de Nicholas.
-Tranquilo –dijo.
Nicholas no le miró. Respiraba como si hubiese estado corriendo. ______(tn) podía ver el sudor brillándole en la nítida línea divisoria de la clavícula, pegándole los cabellos a las sienes. Las venas eran visibles a lo largo de los dorsos de las manos.
“Va a matarlo –pensó-. Va a matar a Valentine.”
Dio un paso al frente a toda prisa.
-Nicholas…, necesitamos la Copa. O ya sabes lo que hará con ella.
Nicholas se pasó la lengua por los resecos labios.
-La Copa, padre. ¿Dónde está?
-En Idris –respondió él con calma-. Donde tú nunca la encontrarás.
La mano de Nicholas temblaba violentamente.
-Dime…
-Dame la espada, Jonathan.
Era Luke, la voz tranquila, incluso afable.
La voz de Nicholas sonó como si hablara desde el fondo de un pozo.
-¿Qué?
______(tn) dio otro paso al frente.
-Dale a Luke la espada. Deja que la tenga él, Nicholas.
Él negó con la cabeza.
-No puedo.
La muchacha dio otro paso más; uno más, y estaría lo bastante cerca como para tocarle.
-Sí, puedes –dijo con suavidad-. Por favor.
Él no la miró. Tenía la mirada trabada con la de su padre. El momento se alargó más y más, de un modo interminable. Por fin asintió, con un gesto seco, sin bajar la mano.
Pero sí dejó que Luke fuera a colocarse a su lado, y que colocara la mano sobre la suya, en la empuñadura del arma.
-Puedes soltarla ahora, Jonathan –dijo Luke, y entonces, al ver el rostro de ______(tn), se corrigió-. Nicholas.
Nicholas pareció no haberle oído. Soltó la empuñadura y se apartó de su padre. Parte del color de su rostro había regresado, y en aquellos momentos tenía un tono más parecido a la masilla, el labio ensangrentado allí donde se lo había mordido. ______(tn) anheló tocarle, rodearle con los brazos, pero supo que él jamás se lo permitiría.
-Tengo una sugerencia –dijo Valentine a Luke, en un tono sorprendentemente tranquilo.
-Deja que adivine –replicó Luke-. Es “no me mates”, ¿verdad?
Valentine rió, fue un sonido carente por completo de alegría.
-No me rebajaría a rogarte por mi vida –declaró.
-Bien –repuso Luke, dando un golpecito a la barbilla del otro con la espada-. No voy a matarte a menos que me obligues a ello, Valentine. No pienso asesinarte frente a tus propios hijos. Lo que quiero es la Copa.
Los rugidos procedentes del piso inferior eran más fuertes ya. ______(tn) oyó lo que parecían pisadas en el pasillo fuera de la habitación.
-Luke…
-Lo oigo –dijo él con brusquedad.
-La Copa está en Idris, os lo he dicho –contestó Valentine, moviendo los ojos más allá de Luke.
Luke sudaba.
-Si está en Idris, usaste el Portal para llevarla allí. Iré contigo. La traeré de vuelta.
Los ojos de Luke se movían veloces de un lado a otro. Había más movimiento afuera en el pasillo ahora, sonidos de gritos, de algo que se hacía añicos.
-______(tn), quédate con tu hermano. Después de que pasemos, usad el Portal para que os lleve a un lugar seguro.
-No me iré de aquí –declaró Nicholas.
-Sí, lo harás. –Algo golpeó contra la puerta y Luke alzó la voz-. Valentine, el Portal.
Muévete.
-¿O qué?
Los ojos de Valentine estaban puestos en la puerta con una expresión contemplativa.
-Te mataré si me obligas a ello –aseguró Luke-. Delante de ellos o no. El Portal, Valentine. Ahora.
Valentine extendió las manos a ambos lados.
-Si lo deseas.
Retrocedió levemente, justo en el momento en que la puerta estallaba hacia dentro, con los goznes desparramándose por el suelo. Luke se escabulló a un lado para evitar ser aplastado por la puerta que caía, volviéndose al hacerlo, con la espada aún en la mano.
Un lobo apareció en el umbral, una montaña enfurecida de pelo moteado, con los hombros encorvados al frente, los labios echados hacia atrás sobre unos dientes que gruñían. Manaba sangre de innumerables cortes en su pelaje.
Nicholas maldecía en voz baja, con un cuchillo serafín ya en la mano. ______(tn) le sujetó la muñeca.
-No…, es un amigo.
Nicholas le lanzó una breve mirada incrédula, pero bajó el brazo.
-Alaric…
Luke gritó algo entonces, en un idioma que ______(tn) no comprendió. Alaric volvió a gruñir, agazapándose más contra el suelo, y por un confuso momento, la muchacha pensó que iba a lanzarse sobre Luke. Entonces vio que Valentine se llevaba la mano al cinturón, el centelleo de gemas rojas, y advirtió que había olvidado que él aún tenía la daga de Nicholas.
Oyó que una voz gritaba el nombre de Luke, pensó que era la suya…, luego se dio cuenta de que parecía como si su garganta estuviera pegada con cola, y que era Nicholas quién había gritado.
Luke se dio la vuelta, espantosamente despacio, al mismo tiempo que el cuchillo abandonaba la mano de Valentine y volaba hacia él como una mariposa plateada que giraba y giraba sobre sí misma en el aire. Luke alzó su espada… y algo enorme y de un gris leonado pasó como una exhalación entre él y Valentine. Escuchó el aullido de Alaric, elevándose e interrumpiéndose repentinamente; oyó el sonido de la hoja al clavarse. Lanzó una exclamación ahogada e intentó correr hacia delante, pero Nicholas la echó hacia atrás.
El lobo se desplomó encogido a los pies de Luke, con sangre salpicando su pelaje. Sin fuerzas, con las patas, Alaric arañó la empuñadura del cuchillo que sobresalía de su pecho.
Valentine soltó una carcajada.
-Y éste es el modo en el que pagas la lealtad ciega que adquiriste a tan bajo precio, Lucian –dijo-. Dejando que mueran por ti.
Retrocedía, con los ojos fijos aún en Luke.
Luke, con el rostro blanco, le miró, y luego bajó la vista hacia Alaric; sacudió la cabeza una vez, y luego cayó de rodillas, inclinándose sobre el hombre lobo caído. Nicholas sujetaba todavía a ______(tn) por los hombros.
-Quédate aquí, ¿me oyes? Quédate aquí –siseó.
Y fue tras Valentine, que se marchaba a toda prisa, inexplicablemente, hacia una pared.
¿Planeaba arrojarse por la ventana? ______(tn) podía ver el reflejo del hombre en el enorme espejo de marco dorado a medida que se acercaba a él, y la expresión de su rostro, una especie de socarrón alivio, la inundó de rabia asesina.
-Lo tienes claro –masculló, moviéndose para seguir a Nicholas.
Se detuvo sólo para recoger el kindjal de empuñadura azul de debajo de la mesa, a donde Valentine lo
había enviado de una patada. El arma le resultó reconfortante en la mano, le dio confianza, mientras apartaba una silla caída de su camino y se acercaba al espejo.
Nicholas tenía el cuchillo serafín en la mano, y la luz que emanaba de él proyectaba un fuerte resplandor hacia arriba, oscureciendo los círculos bajo sus ojos, los huecos de las mejillas. Valentine se había dado la vuelta y permanecía inmóvil, recortado en su luz, con la espalda contra el espejo. En la superficie, ______(tn) pudo ver también a Luke detrás de ellos; había dejado la espada en el suelo, y extraía el kindjal de empuñadura roja del pecho de Alaric, con suavidad y cuidado. Sintió náuseas y sujeto su propia arma con más fuerza.
-Nicholas… -empezó a decir.
Él no se volvió para mirarla, aunque por supuesto podía verla reflejada en el espejo.
-______(tn), te dije que esperaras.
-Es como su madre –comentó Valentine.
Tenía una de las manos a la espalda y se dedicaba a pasarla a lo largo del borde del grueso marco dorado del espejo.
-No le gusta hacer lo que le dicen.
Nicholas no temblaba como le había sucedido antes, pero ______(tn) pudo percibir hasta qué punto se había tensado su control, como la piel sobre un tambor.
-Iré con él a Idris, ______(tn). Traeré de vuelta la Copa.
-No, no puedes –empezó ______(tn), y vio, en el espejo, cómo el rostro del muchacho se crispaba.
-¿Tienes una idea mejor? –inquirió él.
-Pero Luke…
-Lucian –dijo Valentine en una voz suave como la seda- se está ocupando de un camarada caído. En cuanto a la Copa, e Idris, no están lejos. A través del espejo, se podría decir.
Los ojos de Nicholas se entrecerraron.
-¿El espejo es el Portal?
Los labios de Valentine se estrecharon y dejó caer la mano, apartándose del espejo al mismo tiempo que la imagen en éste se arremolinaba y cambiaba igual que acuarelas diluyéndose en una pintura. En lugar de la habitación con su madera oscura y velas, ______(tn) vio campos verdes, el denso color esmeralda de las hojas de los árboles y un amplio prado que descendía hasta una gran casa de piedra a lo lejos. Pudo oír el zumbido de las abejas, el susurrar de hojas en el viento y el aroma de la madreselva que arrastraba el viento.
-Ya te dije que no estaba lejos.
Ahora, Valentine estaba de pie en lo que parecía una arcada dorada, con los cabellos agitándose bajo el mismo viento que agitaba las hojas en los lejanos árboles.
-¿Está como tú lo recuerdas, Jonathan? ¿No ha cambiado nada?
______(tn) sintió que el corazón se le contraía en el pecho. No tenía la menor duda de que se trataba de la casa de la infancia de Nicholas, presentada para tentarle del mismo modo que uno podría tentar a un niño con un caramelo o un juguete. Miró en dirección a Nicholas, pero él no pareció verla en absoluto. Tenía los ojos fijos en el Portal, y en la vista que había al otro lado de los campos verdes y la casa solariega. Vio que el rostro se le suavizaba, su boca, como si contemplara a alguien que amara, se curvó con nostalgia.
-Todavía puedes venir a casa –insistió su padre.
La luz del cuchillo serafín que Nicholas sostenía proyectó su sombra hacia atrás de modo que ésta pareció cruzar el Portal, oscureciendo los luminosos campos y el prado del otro lado.
La sonrisa desapareció de la boca de Nicholas.
-Ésa no es mi casa –dijo-. Mi casa ahora está aquí.
Con un ataque de rabia contorsionando sus facciones, Valentine miró a su hijo. ______(tn) jamás olvidaría aquella mirada: le hizo sentir un repentino anhelo de estar con su madre.
Porque por muy enfadada con ella que hubiera estado su madre, Jocelyn jamás la habría mirado de aquel modo. Siempre la había mirado con amor.
______(tn) sintió tanta lástima por Nicholas entonces, que era imposible sentir más.
-Muy bien –dijo Valentine, y dio un veloz paso atrás a través del Portal de modo que sus pies se posaron en el suelo de Idris; sus labios se curvaron en una sonrisa-. Ah – indicó-, el hogar.
Nicholas avanzó a trompicones hasta el borde del Portal antes de detenerse, con una mano sobre el marco dorado. Una extraña vacilación parecía haberse apoderado de él, al mismo tiempo que Idris rielaba ante sus ojos como un espejismo en el desierto. Haría falta sólo un paso…
-Nicholas, no –dijo ______(tn) rápidamente-. No vayas tras él.
-Pero la Copa –repuso él.
La muchacha era incapaz de saber qué pensaba él, pero el arma que empuñaba temblaba violentamente junto con la mano.
-¡Deja que la Clave la consiga! Nicholas, por favor. “Si cruzas ese Portal, podrías no regresar jamás. Valentine te matará. Tú no quieres creerlo, pero lo hará.”
-Tu hermana tiene razón.
Valentine estaba de pie entre la hierba verde y las flores silvestres, con las briznas de hierba agitándose alrededor de sus pies, y ______(tn) se dio cuenta de que, a pesar de que encontraban a centímetros de distancia el uno del otro, se hallaban en países diferentes.
-¿Realmente crees que puedes ganarme? ¿Aunque tú tengas un cuchillo serafín y yo esté desarmado? No sólo soy más fuerte que tú, sino que dudo que seas capaz de matarme. Y tendrás que matarme, Jonathan, antes de que te entregue la Copa.
Nicholas cerró con más fuerza la mano sobre el arma del ángel.
-Puedo…
-No, no puedes.
Alargó la mano, a través del Portal, y agarró la muñeca de Nicholas, arrastrándola al frente hasta que la punta de la hoja serafín tocó su pecho. Allí donde la mano y la muñeca de Nicholas atravesaron el Portal, éstas parecieron rielar como si estuvieran hechas de agua.
-Hazlo, pues –indicó Valentine-. Hunde la hoja. Siete… tal vez nueve centímetros.
Tiró de la cuchilla hacia él, con la punta de la daga cortando la tela de la camisa. Un círculo rojo como una amapola floreció justo sobre el corazón. Nicholas, con una exclamación ahogada, desasió la mano de un tirón y retrocedió trastabillando.
-Lo que yo pensaba –dijo su padre-. Un corazón demasiado blando.
Y con una sorprendente brusquedad lanzó el puño en dirección a Nicholas. ______(tn) chilló, pero el golpe jamás alcanzó al joven: en su lugar, golpeó la superficie del Portal entre ellos con un sonido parecido al de un millar de cosas frágiles que se rompen. Grietas en forma de telas de araña resquebrajaron el cristal que no era cristal; lo último que ______(tn) oyó antes de que el Portal se desvaneciera en un diluvio de fragmentos irregulares fue la risa burlona de Valentine.
El cristal recorrió el suelo como una lluvia de hielo, una cascada extrañamente hermosa de fragmentos plateados. ______(tn) retrocedió, pero Nicholas se quedó muy quieto mientras el cristal llovía sobre él, con la mirada fija en el marco vacío del espejo.
______(tn) había esperado que lanzara una palabrota, que gritara o maldijera a su padre, pero en lugar de ello se limitó a esperar a que los fragmentos dejaran de caer. Cuando lo hicieron, se arrodilló en silencio y con cuidado en el maremágnum de cristales rotos y recogió uno de los pedazos más grandes, dándole vueltas en las manos.
-No.
______(tn) se arrodilló a su lado, dejando en el suelo el cuchillo que había estado empuñando. La presencia del arma y ano la reconfortaba.
-No había nada que pudieras haber hecho.
-Sí, lo había. –Seguía con la vista puesta en el cristal; con el cabello salpicado de esquirlas rotas de éste-. Podía haberle matado –Giró el fragmento hacia ella-. Mira – dijo.
Miró. En el trozo de cristal pudo ver aún un pedazo de Idris…, un poco de cielo azul, la sombra de hojas verdes. Exhaló dolorosamente.
-Nicholas…
-¿estáis bien?
______(tn) alzó los ojos. Era Luke, de pie junto a ellos. Iba desarmado, con los ojos hundidos en círculos azules de agotamiento.
-estamos bien –dijo ella.
Pudo ver una figura desmadejada en el suelo detrás de él, medio cubierta con el largo abrigo de Valentine. Una mano sobresalía de debajo del borde de la tela, rematada por unas zarpas.
-¿Alaric…?
-Está muerto –dijo Luke.
Había gran cantidad de dolor controlado en su voz; aunque apenas había conocido a Alaric, ______(tn) supo que el aplastante peso de la culpa permanecería con él siempre.
“Y éste es el modo en el que pagas la lealtad ciega que adquiriste a tan bajo precio, Lucian –dijo-. Dejando que mueran por ti.”
-Mi padre ha escapado –dijo Nicholas-. Con la Copa. –Su voz era apagada-. Se la entregamos justo a él. He fracasado.
Luke dejó que una de sus manos cayera sobre la cabeza de Nicholas, quitándole los cristales de los cabellos. Aún tenía las zarpas fuera, los dedos manchados de sangre, pero Nicholas soportó su contacto como sino le importara, y no dijo nada en absoluto.
-No es tu culpa –repuso Luke, bajando los ojos hacia ______(tn).
Los ojos azules mostraron una mirada firme y dijeron a la muchacha: “Tu hermano te necesita; permanece junto a él”.
Ella asintió, y Luke les dejó y fue a la ventana. La abrió de par en par, dejando entrar en la habitación una ráfaga de aire que hizo parpadear las velas. ______(tn) le oyó chillar, llamando a los lobos que había abajo.
La joven volvió a arrodillarse junto a Nicholas.
-Todo va bien –dijo con voz entrecortada, aunque estaba claro que no era así, y podría no volver a ser así jamás; le puso la mano sobre el hombro.
La tela de la camisa tenía un tacto áspero bajo sus dedos, estaba empapada de sudor y resultaba extrañamente reconfortante.
-Hemos recuperado a mi madre. Te tenemos a ti. Tienes todo lo que importa.
-Él tenía razón. Por eso yo era incapaz de obligarme a cruzar el Portal –murmuró Nicholas-. No podía hacerlo. No podía matarle.
-Sólo habrías fracasado si lo hubieses hecho.
No le contestó, se limitó a murmurar algo por lo bajo. Ella no consiguió oír del todo las palabras, pero alargó la mano y le quitó el trozo de cristal. Nicholas sangraba por dos finos y estrechos cortes allí donde lo había sujetado. Ella colocó el fragmento en el suelo y le cogió la mano, cerrándole los dedos sobre la palma herida.
-Sinceramente, Nicholas –comenzó, con la misma delicadeza con la que le había tocado-, ¿es que no sabes que no se debe jugar con cristales rotos?
Él profirió un sonido parecido a una risa estrangulada antes de alargar las manos y envolverla en un abrazo. ______(tn) era consciente de que Luke les observaba desde la ventana, pero cerró los ojos con firmeza y enterró el rostro en el hombro de Nicholas. El muchacho olía a sal y a sangre, y sólo cuando su boca se acercó a la oreja de ella comprendió qué era lo que decía, lo que había estado murmurando antes, y era la letanía más simple de todas: el nombre de ______(tn), sólo su nombre.
-¡Déjale en paz! –chilló ______(tn), intentando liberarse de las manos de Nicholas.
Era inútil: él era demasiado fuerte.
-Para –le siseó él al oído-. Sólo lo empeorarás para ti. Es mejor si no miras.
-¿Cómo haces tú? –siseó ella a su vez-. Cerrar los ojos y pretender que algo no sucede no hace que deje de ser verdad, Nicholas. Deberías saberlo muy bien…
-______(tn), para.
Su tono casi la dejó helada. Sonó desesperado.
Valentine reía entre dientes.
-Si al menos hubiera pensado –se burló- en traer conmigo una arma de auténtica plata, podría haberte despachado tal y como se hace con los de tu especie, Lucian.
Luke gruñó algo que ______(tn) no consiguió oír. Esperó que fuera algo grosero. Se retorció en un intento de soltarse de Nicholas. Sus pies resbalaron y él la atrapó, tirando hacia atrás de ella con una fuerza atroz. La rodeaba con los brazos, se dijo ______(tn), pero no del modo que ella había deseado en una ocasión, no como había imaginado.
-Al menos deja que me levante –dijo Luke-. Déjame morir de pie.
Valentine le miró desde el otro extremo de la espada, y se encogió de hombros.
-Puedes morir tumbado de espaldas o de rodillas –dijo-. Pero sólo un hombre se merece morir de pie, y tú no eres un hombre.
-¡NO!
Chilló ______(tn) mientras, sin mirarla, Luke empezaba a izarse penosamente para adoptar una posición arrodillada.
-¿Por qué tienes que hacerlo peor para ti? –exigió Nicholas en un susurro quedo y tenso-. Te dije que no miraras.
______(tn) jadeaba por el esfuerzo y el dolor.
-¿Por qué tienes que mentirte a ti mismo?
-¡No miento! –Las manos que la sujetaban la agarraron con más violencia, a pesar de que ella no había intentado liberarse-. Sólo quiero lo que es buen o en mi vida…, mi padre…, mi familia… No puedo perderlo todo otra vez.
Luke estaba arrodillado muy erguido ahora. Valentine había alzado la espada ensangrentada. Luke tenía los ojos cerrados, y murmuraba algo: palabras, una oración, ______(tn) no lo sabía. Se revolvió en los brazos de Nicholas, volviéndose violentamente para poder mirarle a la cara. El muchacho tenía los labios apretados en una fina línea, la mandíbula rígida, peor los ojos…
La frágil armadura se rompía. Necesitaba sólo un último empujón por parte de ella. Se esforzó por encontrar las palabras.
-Tienes una familia –dijo-. Una familia son simplemente las personas que te quieren.
Como los Lightwood te quieren. Alec, Isabelle… -Su voz se quebró-. Luke es mi familia, y ¿tú vas a hacerme contemplar cómo muere justo del mismo modo en que pensaste que habías visto morir a tu padre cuando tenías diez años? ¿Es eso lo que quieres, Nicholas? ¿Es ésta la clase de hombre que quieres ser? Como…
Se interrumpió, aterrada de improviso por la idea de haber ido demasiado lejos.
-Como mi padre –dijo él.
Su voz era gélida, distante, inanimada como la hoja de un cuchillo. “Le he perdido”, pensó ella, desesperanzada.
-Agáchate –dijo, y la empujó, con fuerza.
______(tn) dio un traspié, cayó al suelo y rodó sobre una rodilla. Irguiéndose arrodillada, vio que Valentine alzaba bien alta la espada sobre la cabeza de Luke. El resplandor del candelabro situado en el techo estallando sobre la hoja despidió brillantes puntos de luz que le acuchillaron los ojos.
-¡Luke! –chilló con todas sus fuerzas.
La hoja se clavó con fuerza… en el suelo. Luke ya no estaba allí. Nicholas se había movido más rápido incluso de lo que ______(tn) hubiera creído posible para un cazador de sombras; lo había apartado de un empujón, derribándole, cuan largo era, a un lado. Nicholas se quedó mirando a su padre a la cara por encima de la temblorosa empuñadura de la espada, con el rostro blanco, pero la mirada firme.
-Creo que deberías irte –dijo Nicholas.
Valentine contempló fijamente a su hijo, lleno de incredulidad.
-¿Qué has dicho?
Luke había conseguido sentarse. Sangre fresca manchaba su camisa. Contempló sorprendido cómo Nicholas alargaba una mano y con delicadeza, casi desinteresadamente, acariciaba la empuñadura de la espada que había quedado clavada en el suelo.
-Creo que me has oído, padre.
La voz de Valentine sonó igual que un látigo.
-Jonathan Morgenstern…
Con la velocidad del rayo, Nicholas agarró la empuñadura de la espada, arrancó el arma de las tablas del suelo, y la alzó. La sostuvo ligeramente, horizontal y plana, con la punta flotando a pocos centímetros por debajo de la barbilla de su padre.
-Ése no es mi nombre –dijo-. Mi nombre es Nicholas Wayland.
Los ojos de Valentine seguían fijos en Nicholas; apenas parecía advertir la presencia de la espada ante su garganta.
-¿Wayland? –rugió-. ¡No llevas sangre Wayland! Michael Wayland era un desconocido para ti…
-Lo mismo –dijo Nicholas con calma- que eres tú. –Agitó la espada hacia la izquierda-. Ahora muévete.
Valentine empezó a negar con la cabeza.
-Jamás. No aceptaré órdenes de un niño.
La punta de la espada le besó la garganta. ______(tn) lo contemplaba todo con fascinado horror.
-Soy un niño muy bien adiestrado –repuso Nicholas-. Tú mismo me instruiste en el minucioso arte de matar. Sólo necesito mover dos dedos para rebanarte la garganta, ¿lo sabías? –Sus ojos eran duros-. Supongo que sí.
-Eres muy diestro –admitió Valentine.
Su tono era displicente pero, ______(tn) advirtió, permanecía realmente quieto.
-Pero no podrías matarme. Siempre has tenido un corazón blando.
-Quizás él no podría. –Era Luke, de pie ahora, pálido y ensangrentado, pero erguido-. Pero yo podría. Y no estoy del todo seguro de que él pudiera detenerme.
Los ojos febriles de Valentine se movieron veloces hacia Luke, y regresaron a su hijo.
Nicholas no se había vuelto al hablar Luke, sino que permanecía inmóvil como una estatua, con la espada quieta en la mano.
-Ya oyes al monstruo amenazándome, Jonathan –dijo Valentine-. ¿Te pones de su parte?
-Tiene razón –respondió él con suavidad-. No estoy totalmente seguro de que pudiera detenerle si quisiera hacerte daño. Los hombres lobos curan tan de prisa.
El labio de Valentine se crispó.
-Así pues –escupió-, al igual que tu madre, ¿prefieres a esta criatura, esta criatura medio diabólica a tu propia sangre, a tu propia familia?
Por primera vez la espada que empuñaba Nicholas pareció temblar.
-Me abandonaste cuando era un niño –replicó con voz mesurada-. Dejaste que pensara que estabas muerto y me enviaste lejos a vivir con desconocidos. Jamás me dijiste que tenía una madre, una hermana. Me dejaste solo.
La palabra fue un grito.
-Lo hice por ti…, para mantenerte a salvo –protestó Valentine.
-Si te importara Nicholas, si te importara la sangre, no habrías matado a sus abuelos. Mataste a gente inocente –intervino ______(tn), enfurecida.
-¿Inocente? –soltó Valentine-. ¡Nadie es inocente en una guerra! ¡Se pusieron del lado de Jocelyn y en mi contra! ¡Le habrían permitido que me quitara a mi hijo!
Luke soltó un suspiro sibilante.
-Sabías que ella iba a abandonarte –dijo-. ¿Sabías que iba a huir, incluso antes del Levantamiento?
-¡Por supuesto que lo sabía! –rugió Valentine.
Su gélido control se había resquebrajado, y ______(tn) pudo ver la hirviente cólera bullendo bajo la superficie, enroscándose a los tendones de su cuello, convirtiendo sus manos en puños.
-¡Hice lo que tenía que hacer para proteger lo que era mío, y al final les di más de lo que jamás merecieron: la pira funeraria concedida sólo a los más importantes guerreros de la Clave!
-Los quemaste –declaró ______(tn) en tono categórico.
-¡Sí! –chilló Valentine-. Los quemé.
Nicholas profirió un sonido ahogado.
-Mis abuelos…
-Jamás los conociste –insistió Valentine-. No pretendas sentir una pena que no sientes.
La punta de la espada temblaba más rápidamente en aquellos momentos. Luke posó una mano sobre el hombro de Nicholas.
-Tranquilo –dijo.
Nicholas no le miró. Respiraba como si hubiese estado corriendo. ______(tn) podía ver el sudor brillándole en la nítida línea divisoria de la clavícula, pegándole los cabellos a las sienes. Las venas eran visibles a lo largo de los dorsos de las manos.
“Va a matarlo –pensó-. Va a matar a Valentine.”
Dio un paso al frente a toda prisa.
-Nicholas…, necesitamos la Copa. O ya sabes lo que hará con ella.
Nicholas se pasó la lengua por los resecos labios.
-La Copa, padre. ¿Dónde está?
-En Idris –respondió él con calma-. Donde tú nunca la encontrarás.
La mano de Nicholas temblaba violentamente.
-Dime…
-Dame la espada, Jonathan.
Era Luke, la voz tranquila, incluso afable.
La voz de Nicholas sonó como si hablara desde el fondo de un pozo.
-¿Qué?
______(tn) dio otro paso al frente.
-Dale a Luke la espada. Deja que la tenga él, Nicholas.
Él negó con la cabeza.
-No puedo.
La muchacha dio otro paso más; uno más, y estaría lo bastante cerca como para tocarle.
-Sí, puedes –dijo con suavidad-. Por favor.
Él no la miró. Tenía la mirada trabada con la de su padre. El momento se alargó más y más, de un modo interminable. Por fin asintió, con un gesto seco, sin bajar la mano.
Pero sí dejó que Luke fuera a colocarse a su lado, y que colocara la mano sobre la suya, en la empuñadura del arma.
-Puedes soltarla ahora, Jonathan –dijo Luke, y entonces, al ver el rostro de ______(tn), se corrigió-. Nicholas.
Nicholas pareció no haberle oído. Soltó la empuñadura y se apartó de su padre. Parte del color de su rostro había regresado, y en aquellos momentos tenía un tono más parecido a la masilla, el labio ensangrentado allí donde se lo había mordido. ______(tn) anheló tocarle, rodearle con los brazos, pero supo que él jamás se lo permitiría.
-Tengo una sugerencia –dijo Valentine a Luke, en un tono sorprendentemente tranquilo.
-Deja que adivine –replicó Luke-. Es “no me mates”, ¿verdad?
Valentine rió, fue un sonido carente por completo de alegría.
-No me rebajaría a rogarte por mi vida –declaró.
-Bien –repuso Luke, dando un golpecito a la barbilla del otro con la espada-. No voy a matarte a menos que me obligues a ello, Valentine. No pienso asesinarte frente a tus propios hijos. Lo que quiero es la Copa.
Los rugidos procedentes del piso inferior eran más fuertes ya. ______(tn) oyó lo que parecían pisadas en el pasillo fuera de la habitación.
-Luke…
-Lo oigo –dijo él con brusquedad.
-La Copa está en Idris, os lo he dicho –contestó Valentine, moviendo los ojos más allá de Luke.
Luke sudaba.
-Si está en Idris, usaste el Portal para llevarla allí. Iré contigo. La traeré de vuelta.
Los ojos de Luke se movían veloces de un lado a otro. Había más movimiento afuera en el pasillo ahora, sonidos de gritos, de algo que se hacía añicos.
-______(tn), quédate con tu hermano. Después de que pasemos, usad el Portal para que os lleve a un lugar seguro.
-No me iré de aquí –declaró Nicholas.
-Sí, lo harás. –Algo golpeó contra la puerta y Luke alzó la voz-. Valentine, el Portal.
Muévete.
-¿O qué?
Los ojos de Valentine estaban puestos en la puerta con una expresión contemplativa.
-Te mataré si me obligas a ello –aseguró Luke-. Delante de ellos o no. El Portal, Valentine. Ahora.
Valentine extendió las manos a ambos lados.
-Si lo deseas.
Retrocedió levemente, justo en el momento en que la puerta estallaba hacia dentro, con los goznes desparramándose por el suelo. Luke se escabulló a un lado para evitar ser aplastado por la puerta que caía, volviéndose al hacerlo, con la espada aún en la mano.
Un lobo apareció en el umbral, una montaña enfurecida de pelo moteado, con los hombros encorvados al frente, los labios echados hacia atrás sobre unos dientes que gruñían. Manaba sangre de innumerables cortes en su pelaje.
Nicholas maldecía en voz baja, con un cuchillo serafín ya en la mano. ______(tn) le sujetó la muñeca.
-No…, es un amigo.
Nicholas le lanzó una breve mirada incrédula, pero bajó el brazo.
-Alaric…
Luke gritó algo entonces, en un idioma que ______(tn) no comprendió. Alaric volvió a gruñir, agazapándose más contra el suelo, y por un confuso momento, la muchacha pensó que iba a lanzarse sobre Luke. Entonces vio que Valentine se llevaba la mano al cinturón, el centelleo de gemas rojas, y advirtió que había olvidado que él aún tenía la daga de Nicholas.
Oyó que una voz gritaba el nombre de Luke, pensó que era la suya…, luego se dio cuenta de que parecía como si su garganta estuviera pegada con cola, y que era Nicholas quién había gritado.
Luke se dio la vuelta, espantosamente despacio, al mismo tiempo que el cuchillo abandonaba la mano de Valentine y volaba hacia él como una mariposa plateada que giraba y giraba sobre sí misma en el aire. Luke alzó su espada… y algo enorme y de un gris leonado pasó como una exhalación entre él y Valentine. Escuchó el aullido de Alaric, elevándose e interrumpiéndose repentinamente; oyó el sonido de la hoja al clavarse. Lanzó una exclamación ahogada e intentó correr hacia delante, pero Nicholas la echó hacia atrás.
El lobo se desplomó encogido a los pies de Luke, con sangre salpicando su pelaje. Sin fuerzas, con las patas, Alaric arañó la empuñadura del cuchillo que sobresalía de su pecho.
Valentine soltó una carcajada.
-Y éste es el modo en el que pagas la lealtad ciega que adquiriste a tan bajo precio, Lucian –dijo-. Dejando que mueran por ti.
Retrocedía, con los ojos fijos aún en Luke.
Luke, con el rostro blanco, le miró, y luego bajó la vista hacia Alaric; sacudió la cabeza una vez, y luego cayó de rodillas, inclinándose sobre el hombre lobo caído. Nicholas sujetaba todavía a ______(tn) por los hombros.
-Quédate aquí, ¿me oyes? Quédate aquí –siseó.
Y fue tras Valentine, que se marchaba a toda prisa, inexplicablemente, hacia una pared.
¿Planeaba arrojarse por la ventana? ______(tn) podía ver el reflejo del hombre en el enorme espejo de marco dorado a medida que se acercaba a él, y la expresión de su rostro, una especie de socarrón alivio, la inundó de rabia asesina.
-Lo tienes claro –masculló, moviéndose para seguir a Nicholas.
Se detuvo sólo para recoger el kindjal de empuñadura azul de debajo de la mesa, a donde Valentine lo
había enviado de una patada. El arma le resultó reconfortante en la mano, le dio confianza, mientras apartaba una silla caída de su camino y se acercaba al espejo.
Nicholas tenía el cuchillo serafín en la mano, y la luz que emanaba de él proyectaba un fuerte resplandor hacia arriba, oscureciendo los círculos bajo sus ojos, los huecos de las mejillas. Valentine se había dado la vuelta y permanecía inmóvil, recortado en su luz, con la espalda contra el espejo. En la superficie, ______(tn) pudo ver también a Luke detrás de ellos; había dejado la espada en el suelo, y extraía el kindjal de empuñadura roja del pecho de Alaric, con suavidad y cuidado. Sintió náuseas y sujeto su propia arma con más fuerza.
-Nicholas… -empezó a decir.
Él no se volvió para mirarla, aunque por supuesto podía verla reflejada en el espejo.
-______(tn), te dije que esperaras.
-Es como su madre –comentó Valentine.
Tenía una de las manos a la espalda y se dedicaba a pasarla a lo largo del borde del grueso marco dorado del espejo.
-No le gusta hacer lo que le dicen.
Nicholas no temblaba como le había sucedido antes, pero ______(tn) pudo percibir hasta qué punto se había tensado su control, como la piel sobre un tambor.
-Iré con él a Idris, ______(tn). Traeré de vuelta la Copa.
-No, no puedes –empezó ______(tn), y vio, en el espejo, cómo el rostro del muchacho se crispaba.
-¿Tienes una idea mejor? –inquirió él.
-Pero Luke…
-Lucian –dijo Valentine en una voz suave como la seda- se está ocupando de un camarada caído. En cuanto a la Copa, e Idris, no están lejos. A través del espejo, se podría decir.
Los ojos de Nicholas se entrecerraron.
-¿El espejo es el Portal?
Los labios de Valentine se estrecharon y dejó caer la mano, apartándose del espejo al mismo tiempo que la imagen en éste se arremolinaba y cambiaba igual que acuarelas diluyéndose en una pintura. En lugar de la habitación con su madera oscura y velas, ______(tn) vio campos verdes, el denso color esmeralda de las hojas de los árboles y un amplio prado que descendía hasta una gran casa de piedra a lo lejos. Pudo oír el zumbido de las abejas, el susurrar de hojas en el viento y el aroma de la madreselva que arrastraba el viento.
-Ya te dije que no estaba lejos.
Ahora, Valentine estaba de pie en lo que parecía una arcada dorada, con los cabellos agitándose bajo el mismo viento que agitaba las hojas en los lejanos árboles.
-¿Está como tú lo recuerdas, Jonathan? ¿No ha cambiado nada?
______(tn) sintió que el corazón se le contraía en el pecho. No tenía la menor duda de que se trataba de la casa de la infancia de Nicholas, presentada para tentarle del mismo modo que uno podría tentar a un niño con un caramelo o un juguete. Miró en dirección a Nicholas, pero él no pareció verla en absoluto. Tenía los ojos fijos en el Portal, y en la vista que había al otro lado de los campos verdes y la casa solariega. Vio que el rostro se le suavizaba, su boca, como si contemplara a alguien que amara, se curvó con nostalgia.
-Todavía puedes venir a casa –insistió su padre.
La luz del cuchillo serafín que Nicholas sostenía proyectó su sombra hacia atrás de modo que ésta pareció cruzar el Portal, oscureciendo los luminosos campos y el prado del otro lado.
La sonrisa desapareció de la boca de Nicholas.
-Ésa no es mi casa –dijo-. Mi casa ahora está aquí.
Con un ataque de rabia contorsionando sus facciones, Valentine miró a su hijo. ______(tn) jamás olvidaría aquella mirada: le hizo sentir un repentino anhelo de estar con su madre.
Porque por muy enfadada con ella que hubiera estado su madre, Jocelyn jamás la habría mirado de aquel modo. Siempre la había mirado con amor.
______(tn) sintió tanta lástima por Nicholas entonces, que era imposible sentir más.
-Muy bien –dijo Valentine, y dio un veloz paso atrás a través del Portal de modo que sus pies se posaron en el suelo de Idris; sus labios se curvaron en una sonrisa-. Ah – indicó-, el hogar.
Nicholas avanzó a trompicones hasta el borde del Portal antes de detenerse, con una mano sobre el marco dorado. Una extraña vacilación parecía haberse apoderado de él, al mismo tiempo que Idris rielaba ante sus ojos como un espejismo en el desierto. Haría falta sólo un paso…
-Nicholas, no –dijo ______(tn) rápidamente-. No vayas tras él.
-Pero la Copa –repuso él.
La muchacha era incapaz de saber qué pensaba él, pero el arma que empuñaba temblaba violentamente junto con la mano.
-¡Deja que la Clave la consiga! Nicholas, por favor. “Si cruzas ese Portal, podrías no regresar jamás. Valentine te matará. Tú no quieres creerlo, pero lo hará.”
-Tu hermana tiene razón.
Valentine estaba de pie entre la hierba verde y las flores silvestres, con las briznas de hierba agitándose alrededor de sus pies, y ______(tn) se dio cuenta de que, a pesar de que encontraban a centímetros de distancia el uno del otro, se hallaban en países diferentes.
-¿Realmente crees que puedes ganarme? ¿Aunque tú tengas un cuchillo serafín y yo esté desarmado? No sólo soy más fuerte que tú, sino que dudo que seas capaz de matarme. Y tendrás que matarme, Jonathan, antes de que te entregue la Copa.
Nicholas cerró con más fuerza la mano sobre el arma del ángel.
-Puedo…
-No, no puedes.
Alargó la mano, a través del Portal, y agarró la muñeca de Nicholas, arrastrándola al frente hasta que la punta de la hoja serafín tocó su pecho. Allí donde la mano y la muñeca de Nicholas atravesaron el Portal, éstas parecieron rielar como si estuvieran hechas de agua.
-Hazlo, pues –indicó Valentine-. Hunde la hoja. Siete… tal vez nueve centímetros.
Tiró de la cuchilla hacia él, con la punta de la daga cortando la tela de la camisa. Un círculo rojo como una amapola floreció justo sobre el corazón. Nicholas, con una exclamación ahogada, desasió la mano de un tirón y retrocedió trastabillando.
-Lo que yo pensaba –dijo su padre-. Un corazón demasiado blando.
Y con una sorprendente brusquedad lanzó el puño en dirección a Nicholas. ______(tn) chilló, pero el golpe jamás alcanzó al joven: en su lugar, golpeó la superficie del Portal entre ellos con un sonido parecido al de un millar de cosas frágiles que se rompen. Grietas en forma de telas de araña resquebrajaron el cristal que no era cristal; lo último que ______(tn) oyó antes de que el Portal se desvaneciera en un diluvio de fragmentos irregulares fue la risa burlona de Valentine.
**************************************
El cristal recorrió el suelo como una lluvia de hielo, una cascada extrañamente hermosa de fragmentos plateados. ______(tn) retrocedió, pero Nicholas se quedó muy quieto mientras el cristal llovía sobre él, con la mirada fija en el marco vacío del espejo.
______(tn) había esperado que lanzara una palabrota, que gritara o maldijera a su padre, pero en lugar de ello se limitó a esperar a que los fragmentos dejaran de caer. Cuando lo hicieron, se arrodilló en silencio y con cuidado en el maremágnum de cristales rotos y recogió uno de los pedazos más grandes, dándole vueltas en las manos.
-No.
______(tn) se arrodilló a su lado, dejando en el suelo el cuchillo que había estado empuñando. La presencia del arma y ano la reconfortaba.
-No había nada que pudieras haber hecho.
-Sí, lo había. –Seguía con la vista puesta en el cristal; con el cabello salpicado de esquirlas rotas de éste-. Podía haberle matado –Giró el fragmento hacia ella-. Mira – dijo.
Miró. En el trozo de cristal pudo ver aún un pedazo de Idris…, un poco de cielo azul, la sombra de hojas verdes. Exhaló dolorosamente.
-Nicholas…
-¿estáis bien?
______(tn) alzó los ojos. Era Luke, de pie junto a ellos. Iba desarmado, con los ojos hundidos en círculos azules de agotamiento.
-estamos bien –dijo ella.
Pudo ver una figura desmadejada en el suelo detrás de él, medio cubierta con el largo abrigo de Valentine. Una mano sobresalía de debajo del borde de la tela, rematada por unas zarpas.
-¿Alaric…?
-Está muerto –dijo Luke.
Había gran cantidad de dolor controlado en su voz; aunque apenas había conocido a Alaric, ______(tn) supo que el aplastante peso de la culpa permanecería con él siempre.
“Y éste es el modo en el que pagas la lealtad ciega que adquiriste a tan bajo precio, Lucian –dijo-. Dejando que mueran por ti.”
-Mi padre ha escapado –dijo Nicholas-. Con la Copa. –Su voz era apagada-. Se la entregamos justo a él. He fracasado.
Luke dejó que una de sus manos cayera sobre la cabeza de Nicholas, quitándole los cristales de los cabellos. Aún tenía las zarpas fuera, los dedos manchados de sangre, pero Nicholas soportó su contacto como sino le importara, y no dijo nada en absoluto.
-No es tu culpa –repuso Luke, bajando los ojos hacia ______(tn).
Los ojos azules mostraron una mirada firme y dijeron a la muchacha: “Tu hermano te necesita; permanece junto a él”.
Ella asintió, y Luke les dejó y fue a la ventana. La abrió de par en par, dejando entrar en la habitación una ráfaga de aire que hizo parpadear las velas. ______(tn) le oyó chillar, llamando a los lobos que había abajo.
La joven volvió a arrodillarse junto a Nicholas.
-Todo va bien –dijo con voz entrecortada, aunque estaba claro que no era así, y podría no volver a ser así jamás; le puso la mano sobre el hombro.
La tela de la camisa tenía un tacto áspero bajo sus dedos, estaba empapada de sudor y resultaba extrañamente reconfortante.
-Hemos recuperado a mi madre. Te tenemos a ti. Tienes todo lo que importa.
-Él tenía razón. Por eso yo era incapaz de obligarme a cruzar el Portal –murmuró Nicholas-. No podía hacerlo. No podía matarle.
-Sólo habrías fracasado si lo hubieses hecho.
No le contestó, se limitó a murmurar algo por lo bajo. Ella no consiguió oír del todo las palabras, pero alargó la mano y le quitó el trozo de cristal. Nicholas sangraba por dos finos y estrechos cortes allí donde lo había sujetado. Ella colocó el fragmento en el suelo y le cogió la mano, cerrándole los dedos sobre la palma herida.
-Sinceramente, Nicholas –comenzó, con la misma delicadeza con la que le había tocado-, ¿es que no sabes que no se debe jugar con cristales rotos?
Él profirió un sonido parecido a una risa estrangulada antes de alargar las manos y envolverla en un abrazo. ______(tn) era consciente de que Luke les observaba desde la ventana, pero cerró los ojos con firmeza y enterró el rostro en el hombro de Nicholas. El muchacho olía a sal y a sangre, y sólo cuando su boca se acercó a la oreja de ella comprendió qué era lo que decía, lo que había estado murmurando antes, y era la letanía más simple de todas: el nombre de ______(tn), sólo su nombre.
Bueno aquí esta la última parte del último capitulo!
Se que las deje así;
:wut: :lloro: :wut: :lloro: :wut: :lloro:
Pero bueno así es la novela!
Mañana les traigo el epílogo & el siguiente libro
no quiero que les de algo por no saber que más
pasará......
Gracias por leer! :)
Lu wH!;*
X
Se que las deje así;
:wut: :lloro: :wut: :lloro: :wut: :lloro:
Pero bueno así es la novela!
Mañana les traigo el epílogo & el siguiente libro
no quiero que les de algo por no saber que más
pasará......
Gracias por leer! :)
Lu wH!;*
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
aaawww pero entonces no pueden estar juntos???!!!
Y Alaric murio!!! Pobre de Luke!!!
Maldito Valentine!!! Lo unico bueno fue que Nick se desengaño de el!!!
Siguela!!!
Y Alaric murio!!! Pobre de Luke!!!
Maldito Valentine!!! Lo unico bueno fue que Nick se desengaño de el!!!
Siguela!!!
aranzhitha
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
aranzhitha escribió:aaawww pero entonces no pueden estar juntos???!!!
Y Alaric murio!!! Pobre de Luke!!!
Maldito Valentine!!! Lo unico bueno fue que Nick se desengaño de el!!!
Siguela!!!
Solo te diré una cosa:
NO SAQUES CONCLUSIONES AÚN!
^.^ Recuerda que aún tenemos 4 libros por delante!
Así que todooooooo puede suceder! ;)
Ya la sigo!
X
NO SAQUES CONCLUSIONES AÚN!
^.^ Recuerda que aún tenemos 4 libros por delante!
Así que todooooooo puede suceder! ;)
Ya la sigo!
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HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
• EPÍLOGO - LA ASCENSIÓN SEDUCE •
El pasillo del hospital era cegadoramente blanco. Tras tantos días de vivir a la luz de las antorchas, las lámparas de gas y la sobrenatural luz mágica, la luz fluorescente hacía que las cosas parecieran planas y anormales. Cuando ______(tn) dio su nombre en el mostrador de recepción, advirtió que la enfermera que le entregaba la hoja de visita tenía una piel que resultaba extrañamente amarilla bajo la fuerte iluminación.
“Tal vez sea un demonio”, pensó ______(tn), devolviendo la hoja.
-La última puerta al final del pasillo –informó la enfermera, lanzándole una sonrisa amable.
“O tal vez estoy enloqueciendo.”
-Lo sé –respondió-. Estuve aquí ayer.
“Y el día anterior, y el día anterior a ése.”
Eran las primeras horas de la tarde, y el pasillo no estaba atestado. Un anciano avanzaba arrastrando unos pies calzados con zapatillas de felpa y vestido con una bata, llevando a rastras un equipo móvil de oxígeno tras él. Dos médicos con dos batas quirúrgicas verdes sostenían sendas tazas de poliestireno, con una columna de vapor alzándose de la superficie del líquido en el aire gélido. Dentro del hospital la refrigeración estaba al máximo, aunque en el exterior el tiempo había empezado a ser por fin más otoñal.
______(tn) encontró la puerta del final del pasillo. Estaba abierta. Miró al interior, no deseando despertar a Luke si éste dormía en la silla situada junto a la cama, tal y como lo había estado haciendo las últimas dos veces que ella había aparecido. Pero estaba en pie y consultando con un hombre alto vestido con los hábitos color pergamino de los Hermanos Silenciosos. El hombre volvió la cabeza, como percibiendo la llegada de ______(tn), y éste vio que se trataba del hermano Jeremiah.
Cruzó los brazos sobre el pecho.
-¿Qué es lo que sucede?
Luke tenía aspecto agotado, con una desaliñada barba de tres días y las gafas subidas sobre la cabeza. La muchacha pudo ver el bulto de los vendajes que todavía le rodeaban la parte superior del pecho bajo la holgada camisa de franela.
-El hermano Jeremiah se iba en estos momentos –dijo.
Alzando la capucha, Jeremiah fue hacia la puerta, pero ______(tn) le cortó el paso.
-¿Y? –le interrogó-. ¿Va a ayudar a mi madre?
Jeremiah se acercó más, y ella pudo sentir el frío que emanaba de su cuerpo, como vapor de un iceberg. “No puedes salvar a otros hasta que te hayas salvado a ti mismo primero”, dijo la voz en su mente.
-Este rollo de las galletitas de la suerte se está quedando muy pasado de moda –repuso ______(tn)-. ¿Qué le pasa a mi madre? ¿Lo sabe? ¿Pueden ayudarla los Hermanos Silenciosos tal y como ayudaron a Alec?
“Nosotros no ayudamos a nadie –dijo Jeremiah-. Ni tampoco es de nuestra incumbencia asistir a aquellos que se han separado voluntariamente de la Clave.”
La muchacha se echó hacia atrás mientras Jeremiah pasaba junto a ella y salía al pasillo.
Le contempló alejarse, mezclándose con la multitud, sin que ni una sola persona le mirara dos veces. Cuando dejó que sus propios ojos se entrecerraran, vio la reluciente aura del glamour que lo envolvía, y se preguntó qué veían ellos: ¿Otro paciente? ¿Un médico que andaba apresuradamente con una bata quirúrgica? ¿Un visitante afligido?
-Decía la verdad –dijo Luke desde detrás de ella-. Él no curó a Alec; lo hizo Magnus Bane. Y tampoco sabe qué es lo que le pasa a tu madre.
-Lo sé –replicó ______(tn), volviendo la cara hacia la habitación.
Se acercó a la cama con paso fatigado. Resultaba difícil conectar a la pequeña figura blanca que yacía allí recubierta por encima y por debajo por un enjambre de tubos, con su efervescente madre de cabellos llameantes. Desde luego, sus cabellos seguían siendo rojos, extendidos sobre la almohada igual que un chal de hilo cobrizo, pero su tez estaba tan pálida que a ______(tn) le recordaba a la Bella Durmiente del museo de Madame Tussaud, cuyo pecho ascendía y descendía sólo porque le daba vida un mecanismo de relojería.
Tomó la delgada mano de su madre y la sostuvo, tal y como había hecho el día anterior y el anterior a ése. Sentía el pulso latiendo en la muñeca de Jocelyn, firme e insistente.
“Quiere despertar –pensó ______(tn)-. Sé que quiere hacerlo.”
-desde luego que quiere –dijo Luke, y ______(tn) se sobresaltó al comprender que había hablado en voz alta-. Lo tiene todo para querer ponerse bien, incluso más de lo que podría imaginar.
______(tn) volvió a dejar la mano de su madre sobre la cama, con delicadeza.
-Te refieres a Nicholas.
-Por supuesto que me refiero a Nicholas –replicó Luke-. Le ha llorado diecisiete años. Si pudiera decirle que ya no necesita llorarle… -Se interrumpió.
-Dicen que la gente en coma a veces puede oírte –ofreció ella.
Desde luego, los médicos habían dicho que aquello no era un coma corriente: ninguna herida, ninguna falta de oxígeno, ningún repentino fallo cardíaco o cerebral lo había causado. Era como si sencillamente estuviera dormida, y no se la pudiera despertar.
-Lo sé –dijo Luke-. He estado hablando con ella. Casi sin pausar. –Le lanzó una sonrisa cansada-. Le he contado lo valiente que has sido. Lo orgullosa que estaría de ti. Su hija guerrera.
Algo agudo y doloroso se alzó en el interior de la garganta de la muchacha, y ella lo empujó hacia abajo, apartando la mirada de Luke para dirigirla a la ventana. A través de ella podía ver la pared de ladrillo liso del edificio de enfrente. Allí no había hermosas vistas de árboles o de un río.
-He hecho las compras que me pediste –indicó-. Compré mantequilla de cacahuete, leche, cereales y pan. –Hundió la mano en el bolsillo de los vaqueros-. Tengo el cambio…
-Quédatelo –respondió Luke-. Puedes usarlo para pagarte un taxi de vuelta.
-Simon va a llevarme en coche –informó ______(tn); comprobó el reloj de mariposas que colgaba del llavero-. De hecho, probablemente esté abajo ahora.
-Estupendo, me alegro de que vayas a pasar un rato con él. –Luke pareció aliviado-. Quédate el dinero de todos modos. Cómprate comida para llevar esta noche.
La muchacha abrió la boca para protestar, luego la cerró. Luke era, como su madre siempre había dicho, una roca en tiempos difíciles, sólida, con la que se podía contar y totalmente inquebrantable.
-Ve a casa luego, ¿de acuerdo? También tú necesitas dormir.
-¿Dormir? ¿Quién necesita dormir? –Se mofó él, peor ella le vio el cansancio en el rostro cuando volvió a sentarse junto al lecho de su madre y, con delicadeza, alargó la mano para apartar un mechón de pelo del rostro de Jocelyn.
______(tn) se dio la vuelta con lágrimas en los ojos.
La furgoneta de Eric estaba parada al ralentí junto al bordillo cuando salió por la puerta principal del hospital. El cielo describía un arco en lo alto, con el perfecto azul de un cuenco de cerámica, y se oscurecía hasta alcanzar un tono zafiro sobre el río Hudson, donde el sol empezaba a descender. Simon se inclinó para abrirle la puerta desde dentro, y ella se encaramó al asiento del copiloto.
-Gracias.
-¿Adónde? ¿De vuelta a casa? –preguntó él, metiendo la furgoneta en el tráfico de la Primera.
-Ni siquiera sé ya dónde está eso –suspiró ella.
Simon la miró de reojo.
-¿Sintiendo lástima de ti misma, Fray?
Su tono era burlón y tierno. Si ella miraba detrás de él, todavía podía ver las manchas oscuras del asiento trasero en el que había yacido Alec, sangrando sobre el regazo de Isabelle.
-Sí. No. No lo sé –volvió a suspirar, tirando de un rizo rebelde de cabello cobrizo-. Todo ha cambiado. Todo es diferente. A veces deseo que todo pudiera volver a ser como era antes.
-Yo no –respondió Simon, ante su sorpresa-. ¿Adónde vamos? Al menos dime si a la zona alta o al centro.
-Al Instituto –respondió ______(tn)-. Lo siento –añadió, cuando él efectuó un cambio de sentido terriblemente ilegal.
La furgoneta, girando sobre dos ruedas, chirrió a modo de protesta.
-Debería habértelo dicho antes.
-Ajá –replicó Simon-. No has vuelto allí aún, ¿verdad? No desde…
-No, no desde –repitió ______(tn)-. Nicholas me telefoneó y me contó que Alec e Isabelle estaban bien. Al parecer sus padres están regresando de Idris, ahora que alguien por fin les ha contado de una vez lo que realmente sucedió. Estarán aquí dentro de un par de días.
-¿Resultó raro, tener noticias de Nicholas? –preguntó Simon, con voz cuidadosamente neutral-. Quiero decir, desde que descubriste que…
Su voz se apagó.
-¿Sí? –preguntó ______(tn), la voz cortante-. ¿Desde que descubrí qué? ¿Qué es un asesino transvertido que abusa sexualmente de los gatos?
-No me sorprende que ese gato suyo odie a todo el mundo.
-Vamos, cállate, Simon –replicó ella, enojada-. Sé a lo que te refieres, y no, no resultó raro. Nunca sucedió nada entre nosotros, de todos modos.
-¿Nada? –repitió Simon, con la incredulidad patente en su tono.
-Nada –repitió ______(tn) con firmeza, echando un vistazo por la ventanilla para que él no viera cómo se le sonrojaban las mejillas.
Pasaban ante una hilera de restaurantes, y vio el Taki’s, brillantemente iluminado en la creciente oscuridad del crepúsculo.
Doblaron la esquina justo cuando el sol desaparecía tras el rosetón del Instituto, inundando la calle situada abajo con una luz nacarina que sólo ellos podían ver. Simon paró frente a la puerta y apagó el motor, agitando nerviosamente las llaves en la mano.
-¿Quieres que suba contigo?
Ella vaciló.
-No, debería hacerlo yo sola.
Vio cómo una expresión desilusionada aparecía en su rostro, pero se desvaneció en seguida. Simon, se dijo, había crecido una barbaridad durante aquellas últimas dos semanas, igual que le había sucedido a ella. Lo que estaba bien, puesto que no habría querido dejarle atrás. Él era parte de ella, tanto como su talento para dibujar, el aire polvoriento de Brooklyn, la risa de su madre y su propia sangre de cazadora de sombras.
-De acuerdo –accedió Simon-. ¿Necesitarás que te lleve más tarde?
Ella negó con la cabeza.
-Luke me dio dinero para un taxi. ¿Quieres pasarte mañana? –añadió-. Podríamos ver Trigun, preparar unas cuantas palomitas. No me iría mal pasar un buen rato en el sofá.
Simon asintió.
-Eso suena muy bien.
Se inclinó hacia ella y la besó ligeramente en el pómulo. Fue un beso tan suave como el revoloteo de una hoja, pero ella sintió un escalofrío en los huesos. Le miró.
-¿Crees que fue una coincidencia? –preguntó.
-¿Pienso que fue qué una coincidencia?
-¿Qué fuéramos a parar al Pandemónium la misma noche que Nicholas y los otros aparecieron por allí persiguiendo a un demonio? ¿La noche antes de que Valentine fuera en busca de mi madre?
Simon negó con la cabeza.
-No creo en coincidencias –dijo.
-Yo tampoco.
-Pero tengo que admitir –añadió él- que, coincidencia o no, resultó ser un incidente fortuito.
-Los Incidentes Fortuitos –exclamó ______(tn)-. Aquí tienes un nombre para una banda.
-Es mejor que la mayoría de los que se nos han ocurrido –admitió Simon.
-Apuesto a que sí.
Saltó fuera de la furgoneta, cerrando la puerta de un portazo tras ella, y le oyó tocar el claxon mientras corría por el sendero hacia la puerta situada entre las losas recubiertas de maleza y le saludaba con la mano sin volver la cabeza.
El interior de la catedral estaba fresco y oscuro, y olía a lluvia y a papel mojado. Sus pisadas resonaron con fuerza sobre el suelo de piedra, y pensó en Nicholas en la iglesia de Brooklyn. “Puede que haya un Dios, ______(tn), y puede que no lo haya, pero no creo que tenga importancia. En cualquier caso, estamos solos.”
En el ascensor se miró a hurtadillas en el espejo mientras la puerta se cerraba con un sonido metálico a su espalda. La mayoría de los moratones y arañazos se habían curado hasta resultar invisibles. Se preguntó si Nicholas la había visto alguna vez con un aspecto tan remilgado como el de hoy: se había vestido para acudir al hospital con una falda negra plisada, brillo de labios rosa y una blusa clásica con cuello marinero. Se dijo que parecía que tuviera ocho años.
Tampoco importaba lo que Nicholas pensara sobre su aspecto, se recordó, ni en aquel momento ni nunca. Se preguntó si se comportarían alguna vez del modo en que lo hacían Simon y su hermana: con una mezcla de aburrimiento y cariñosa irritación. No conseguía imaginarlo.
Oyó los sonoros maullidos antes de que la puerta del ascensor se abriera siquiera.
-Hola, Iglesia –saludó, arrodillándose junto a la bola gris que se retorcía en el suelo-. ¿Dónde está todo el mundo?
Iglesia, que estaba claro que quería que le rascaran la barriga, farfulló ominosamente.
______(tn) se rindió con un suspiró.
-Gato loco –exclamó, rascando con energía-. ¿Dónde…?
-¡______(tn)! –Era Isabelle, irrumpiendo en el vestíbulo ataviada con una larga falda roja, los cabellos sujetos en lo alto de la cabeza con pasadores enjoyados-. ¡Es fantástico verte!
Cayó sobre ______(tn) con un abrazo que casi le hizo perder el equilibrio.
-Isabelle –jadeó ella-. También me alegro de verte –añadió, permitiendo que Isabelle tirara de ella para ponerla en pie.
-Estaba tan preocupada por ti –indicó Isabelle con viveza-. Después de que os marcharais a la biblioteca con Hodge, y yo me quedara con Alec, oí un estallido de lo más aterrador; cuando llegué a la biblioteca, desde luego, ya no estabais, y todo estaba desperdigado por el suelo. Y había sangre y una sustancia negra pegajosa por todas partes –Se estremeció-. ¿Qué era esa cosa?
-Una maldición –respondió ______(tn) en voz queda-. La maldición de Hodge.
-Ah, claro –exclamó Isabelle-. Nicholas me habló de Hodge.
-¿Lo hizo? –______(tn) se sorprendió.
-¿Qué consiguió que le quitaran la maldición y se marchó? Sí, me lo contó. Podría haberse quedado para decir adiós, digo yo –añadió la muchacha-. Estoy un tanto decepcionada con él. Pero imagino que tuvo miedo de la Clave. Acabará poniéndose en contacto, apuesto a que sí.
Así que Nicholas no les había contado que Hodge los había traicionado, se dijo ______(tn), no muy segura de cómo se sentía respecto a eso. Aunque de todos modos, si Nicholas intentaba ahorrarle a Isabelle confusión y decepción, quizá ella no debería intervenir.
-En cualquier caso –siguió Isabelle-, fue horrible, y no sé qué habría hecho si Magnus no hubiese aparecido y hecho magia para devolverle la salud a Alec. ¿Es eso una expresión, “hacer magia”? –arrugó las cejas-. Nicholas nos contó todo lo sucedido en la isla después. En realidad, nos enteramos incluso antes, porque Magnus estuvo hablando por teléfono sobre ello toda la noche. Todo el Submundo era un hervidero. Eres famosa, ya sabes.
-¿Yo?
-Claro. La hija de Valentine.
______(tn) se estremeció.
-Entonces supongo que Nicholas también es famoso.
-Los dos sois famosos –replicó Isabelle con la misma voz llena de vivacidad-. Los famosos hermanos.
______(tn) miró a Isabelle con curiosidad.
-No esperaba que estuvieras tan contenta de verme, debo admitirlo.
La otra joven se llevó las manos a las caderas con expresión indignada.
-¿Por qué no?
-No pensaba que yo te gustara tanto.
La vivacidad de Isabelle se desvaneció y bajó los ojos hacia los plateados dedos de los pies.
-Yo tampoco pensaba que así fuera –admitió-. Pero cuando fui a buscaros a ti y a Nicholas, y habíais desaparecido… -Su voz se apagó-. No me sentí preocupada sólo por él; estaba preocupada también por ti. Hay algo tan… tranquilizador en ti. Y Nicholas mejora tanto cuando tú estás por aquí.
Los ojos de ______(tn) se abrieron de par en par.
-¿De veras?
-Sí, de verdad. De algún modo es menos mordaz. No es que sea más amable, sino que deja que uno vea que hay amabilidad en él. –Hizo una pausa-. Y supongo que sentía celos de ti al principio, pero ahora me doy cuenta de que era estúpido. Sólo porque nunca haya tenido una amiga no significa que no pueda aprender a tener una.
-También yo, la verdad –dijo ______(tn)-. ¿Isabelle?
-¿Sí?
-No tienes que fingir ser amable. Me gustas más cuando simplemente eres tú misma.
-¿Maliciosa, quieres decir? –inquirió ella, y rió.
______(tn) estaba a punto de protestar cuando Alec cruzó la entrada balanceándose sobre un par de muletas. Llevaba una pierna vendada, con los vaqueros enrollados hasta la rodilla, y había otro vendaje en su sien, bajo los oscuros cabellos. Aparte de eso, tenía un aspecto extraordinariamente saludable para alguien que había estado a punto de morir cuatro días antes. Agitó una muleta a modo de saludo.
-Hola –dijo ______(tn), sorprendida de verle levantado y andando-. ¿Estás…?
-Bien? Estoy perfectamente –respondió Alec-. Ni siquiera necesitaré estas cosas dentro de unos pocos días.
Una sensación de culpabilidad obstruyó la garganta de ______(tn). De no haber sido por ella, Alec no tendría que usar muletas.
-Realmente me alegro de que estés bien, Alec –aseguró, poniendo en su voz toda la sinceridad que pudo reunir.
Alec pestañeó.
-Gracias.
-¿Así que Magnus te curó? –inquirió la muchacha-. Luke dijo…
-¡Sí! –exclamó Isabelle-. Fue tan impresionante. Apareció, hizo salir a todo el mundo de la habitación y cerró la puerta. No dejaban de estallar chispas azules y rojas en el pasillo procedentes de debajo del suelo.
-No recuerdo nada de eso –indicó Alec.
-Luego permaneció sentado junto a la cama de Alec toda la noche y hasta la mañana para asegurarse de que despertaba perfectamente –añadió Isabelle.
-Tampoco recuerdo eso –se apresuró a añadir Alec.
Los labios rojos de Isabelle se curvaron en una sonrisa.
-¿Me pregunto cómo supo Magnus que debía venir? Se lo pregunté, pero no quiso decirlo.
______(tn) pensó en el papel doblado que Hodge había arrojado al fuego después de que Valentine se marchara. Era un hombre extraño, que se había tomado el tiempo necesario para hacer lo que podía para salvar a Alec incluso a la vez que traicionaba a todos, y a todo, los que le habían importado jamás.
-No lo sé –dijo.
Isabelle se encogió de hombros.
-Imagino que lo oyó en alguna parte. Lo cierto es que parece estar conectado a una enorme red de chismorreos. Es todo un cotilla.
-Es el Gran Brujo de Brooklyn, Isabelle –le recordó Alec, pero no sin cierto tono divertido; luego volvió la cabeza hacia ______(tn)-. Nicholas está arriba en el invernadero si quieres verle –dijo-. Te acompañaré.
-¿Tú?
-Claro. –Alec pareció sólo ligeramente incómodo-. ¿Por qué no?
______(tn) dirigió una ojeada a Isabelle, que se encogió de hombros. Lo que fuera que Alec tramara, no lo había compartido con su hermana.
-Id –dijo ésta-. Yo tengo cosas que hacer de todos modos. –Agitó una mano en su dirección-. Largo.
Se pusieron en marcha por el pasillo juntos. El paso de Alec era rápido, incluso con muletas, y ______(tn) tuvo que correr un poco para mantenerse a su altura.
-Mis piernas son cortas –le recordó.
-Lo siento. –Aminoró el paso-. Oye –empezó-, esas cosas que me dijiste, cuando te chillé respecto a Nicholas…
-Lo recuerdo –repuso ella con voz queda.
-Cuando me dijiste que tú, ya sabes, que yo era simplemente…, que era porque… - Parecía tener problemas para formar una frase completa, así que volvió a intentarlo-. Cuando dijiste que yo era…
-Alec, no.
-De acuerdo. No importa. –Cerró los labios con fuerza-. No quieres hablar sobre ello.
-No es eso. Es que me siento fatal por lo que dije. Fue horrible. No lo pensaba en absoluto…
-Pero era cierto –afirmó él-. Cada palabra.
-Eso no quiere decir que esté bien –replicó ella-. No todo lo que es cierto necesita ser dicho. Fue mezquino. Y cuando dije que Nicholas me había dicho que nunca habías matado a un demonio, él dijo que era porque siempre le estabas protegiendo a él y a Isabelle.
Era algo bueno lo que decía respecto a ti. Nicholas puede ser un estúpido, pero… -“Te quiere”, estuvo a punto de decir, y se interrumpió-. Nunca ha dicho una mala palabra sobre ti, jamás. Lo juro.
-No tienes que jurar –repuso él-. Ya lo sé.
Sonaba tranquilo, incluso seguro de sí mismo de un modo que ella no le había oído nunca. Le miró, sorprendida.
-Sé que tampoco maté a Abbadon. Pero agradezco que me dijeras que lo había hecho.
______(tn) lanzó una risa trémula.
-¿Agradeces que te mintiera?
-Lo hiciste como un gesto de amabilidad –contestó-. Significa mucho que fueras amable conmigo, incluso después de cómo te traté.
-Creo que Nicholas se habría enojado mucho conmigo por mentirte de no haber estado tan trastornado en aquellos momentos –comentó ______(tn)-. No tan furioso como estaría si supiera lo que te había dicho yo antes, de todos modos.
-Tengo una idea –repuso Alec, sonriendo-. No se lo digamos. Quiero decir que quizá Nicholas sea capaz de decapitar a un demonio du’sien a una distancia de quince metros sólo con un sacacorchos y una goma elástica, pero a veces creo que no sabe mucho sobre las personas.
-Supongo que sí.
Habían llegado al pie de la escalera de caracol que conducía al tejado.
-No puedo subir. –Alec golpeó la muleta contra un peldaño de metal, y éste lanzó un leve tañido.
-No pasa nada. Puedo encontrar el camino.
El muchacho hizo como si fuera a darse la vuelta, luego volvió a dirigirle una veloz mirada.
-Tendría que haber adivinado que eras la hermana de Nicholas –dijo-. Los dos poseéis el mismo talento artístico.
______(tn) se detuvo, con el pie en el primer peldaño. Se sintió desconcertada.
-¿Nicholas dibuja?
-Que va.
Al sonreír, los ojos de Alec se iluminaron igual que lámparas azules, y ______(tn) comprendió qué era lo que Magnus había hallado tan cautivador en él.
-Simplemente bromeaba. Es incapaz de trazar una línea recta.
Con una risita divertida, se alejó balanceándose sobre las muletas. ______(tn) le observó marchar, estupefacta. Un Alec que hacía chistes y bromeaba respecto a Nicholas era algo a lo que podía acostumbrarse, incluso aunque su sentido del humor fuera un tanto inexplicable.
El invernadero estaba tal y como lo recordaba, aunque el cielo por encima del techo de cristal era de color zafiro en esos momentos. El olor limpio y jabonoso de las flores le despejó la mente. Inspirando profundamente, se abrió paso por entre las hojas y las ramas densamente entrelazadas.
Halló a Nicholas sentado en el banco de mármol en el centro del invernadero. Tenía la cabeza inclinada, y parecía dar vueltas ociosamente a un objeto que tenía en las manos.
Alzó los ojos cuando ella se agachó para pasar bajo un rama, y cerró a toda prisa la mano sobre el objeto.
-______(tn) –sonó sorprendido-. ¿Qué haces aquí?
-He venido a verte –respondió ella-. Quería saber cómo estabas.
-Estoy perfectamente.
Llevaba vaqueros y una camiseta blanca. Sus moretones no habían desaparecido del todo aún, y eran como manchas oscuras sobre la carne blanca de una manzana. Por supuesto, se dijo, las heridas auténticas eran internas, ocultas a todos los ojos excepto a los del propio Nicholas.
-¿Qué es eso? –preguntó, señalando su mano cerrada.
Él abrió los dedos. Un irregular fragmento de algo plateado descansaba sobre la palma, brillando azul y verde en los bordes.
-Un pedazo del espejo Portal.
______(tn) se sentó en el banco junto a él.
-¿Ves algo en él?
Nicholas lo giró un poco, dejando que la luz discurriera sobre él igual que agua.
-Trozos de cielo. Árboles, un sendero… No dejo de inclinarlo, intentando ver la casa solariega. Mi padre.
-Valentine –corrigió ella-. ¿Por qué querrías verle?
-Pensaba que a lo mejor podría ver qué hacía con la Copa Mortal –respondió él de mala gana-. Dónde está.
-Nicholas, eso ya no es nuestra responsabilidad. No es nuestro problema. Ahora que la Clave sabe por fin lo que ha sucedido, los Lightwood vuelven. Que se ocupen ellos.
Entonces sí que la miró, y ella se preguntó cómo podía ser que fueran hermanos y parecerse tan poco.
¿No podría ella al menos haber conseguido las oscuras pestañas rizadas o los pómulos angulosos? No parecía muy justo.
-Cuando miré a través del Portal y vi Idris –explicó él-, supe que exactamente lo que Valentine intentaba hacer; quería ver si yo me vendría abajo. Y no importaba…, yo seguía queriendo ir a casa con más ganas de lo que podría haber imaginado.
Ella meneó negativamente la cabeza.
-No veo qué hay que sea tan fantástico respecto a Idris. No es más que un lugar. Del modo en que Hodge y tú habláis de él… -Se interrumpió.
Nicholas volvió a cerrar la mano sobre el fragmento.
-Fui feliz allí. Fue el único lugar donde he sido feliz de ese modo.
______(tn) arrancó un tallo de un arbusto cercano y empezó a quitarle las hojas.
-Sentiste lástima por Hodge. Es por eso que no has contado a Alec y a Isabelle lo que realmente hizo.
Él se encogió de hombros.
-Se acabarán enterando, ya lo sabes.
-Lo sé. Pero no seré yo quien se lo cuente.
-Nicholas… -La superficie del estanque era verde debido a las hojas caídas-. ¿Cómo pudiste ser feliz allí? Sé lo que pensabas, pero Valentine fue un padre terrible. Mató a tus mascotas, te mintió, y sé que te pegó…, ni siquiera pretendas que no lo hizo.
Un atisbo de sonrisa cruzó por el rostro de Nicholas.
-Sólo un jueves sí y otro no.
-Entonces cómo…
-Fue la única vez que me sentí seguro sobre quién era. A dónde pertenecía. Suena estúpido, pero… -Se encogió de hombros-. Mato demonios porque es para lo que sirvo y lo que me enseñaron a hacer, pero eso no es quién soy. Y en parte soy bueno en ello porque después de pensar que mi padre había muerto, me quedé… liberado. No había consecuencias. Nadie que llorara. Nadie que sintiera un interés en mi vida porque había tomado parte en dármela. –Su rostro parecía como si hubiese sido esculpido en algo duro-. Ya no siento eso.
El tallo se había quedado totalmente sin hojas; ______(tn) lo arrojó a un lado.
-¿Por qué no?
-Debido a ti –respondió él-. De no ser por ti, me habría marchado con mi padre a través del Portal. De no ser por ti, iría tras él ahora mismo.
______(tn) clavó la mirada en el estanque lleno de hojas. La garganta le ardía.
-Pensaba que yo te hacía sentir inquieto.
-He pasado tanto tiempo solo –se limitó a decir él-, que creo que me angustiaba la idea de sentir que pertenecía a alguna parte. Pero contigo siento que pertenezco aquí.
-Quiero que vengas a un sitio conmigo –repuso ella de improviso.
La miró de soslayo. Algo en el modo en que sus claros cabellos dorados le caían sobre los ojos la hizo sentir insoportablemente triste.
-¿Dónde?
-esperaba que vinieras al hospital conmigo.
-Lo sabía –Sus ojos se entrecerraron hasta parecer bordes de monedas-. ______(tn), esa mujer…
-También es tu madre, Nicholas.
-Lo sé –dijo él-. Pero es una desconocida para mí. Nunca he tenido más que un progenitor, y él se ha ido. Es peor que si estuviera muerto.
-Lo sé. Y sé que de nada sirve decirte lo fantástica que es mi madre, la persona tan estupenda y maravillosa que es y que serías muy afortunado si la conocieras. No te pido esto por ti, te lo pido por mí. Creo que si oyera tu voz…
-Entonces ¿qué?
-podría despertar. –Le miró con fijeza.
Él le sostuvo la mirada, luego la rompió con una sonrisa…, torcida y un poco maltrecha, pero una auténtica sonrisa.
-Estupendo. Iré contigo. –Se puso en pie-. No tienes que decirme cosas buenas sobre tu madre –añadió-. Ya las conozco.
-¿Sí?
Nicholas se encogió ligeramente de hombros.
-Te crió a ti, ¿no es cierto? –Echó un vistazo al tejado de cristal-. El sol casi se ha puesto.
______(tn) se levantó.
-Deberíamos ir hacia el hospital. Yo pagaré el taxi –añadió en el último momento-. Luke me dio un poco de dinero.
-Eso no será necesario. –La sonrisa de Nicholas se hizo más amplia-. Ven. Tengo algo que enseñarte.
-Pero ¿dónde la conseguiste? –inquirió ______(tn), contemplando la motocicleta posada sobre el borde del tejado de la catedral.
Era de un lustroso verde veneno, con ruedas ribeteadas en plata y brillantes llamas pintadas en el asiento.
-Magnus se quejaba de que alguien se la había dejado fuera de su casa la última vez que dio una fiesta –explicó Nicholas-. Le convencí para que me la diera.
-¿Y has volado con ella hasta aquí arriba?
______(tn) le seguía mirando asombrada.
-Ajá. Empiezo a ser muy bueno en eso. –Pasó una pierna por encima del asiento, y le hizo una seña para que fuera a sentarse detrás de él-. Vamos, te lo mostraré.
-Bueno, al menos esta vez sabes que funciona –repuso ella, colocándose detrás-. Si nos estrellamos en el aparcamiento de un supermercado, te mataré, ¿te enteras?
-No seas ridícula –respondió Nicholas-. No hay estacionamientos en el Upper East Side. ¿Por qué conducir cuando puedes hacer que te traigan los comestibles a casa?
La moto se puso en marcha con un rugido, ahogando sus carcajadas. Con un chillido, ______(tn) se agarró a su cinturón al mismo tiempo que la motocicleta descendía a toda velocidad por el tejado inclinado del Instituto y salía disparada al espacio.
El viento tiró de sus cabellos a medida que se elevaban más y más por encima de la catedral, por encima de los tejados de los edificios de muchas plantas y los bloques de apartamentos cercanos. Y allí estaba, extendida ante ella como un joyero abierto con descuido, aquella ciudad más populosa y sorprendente de lo que ella había imaginado jamás. Allí estaba el rectángulo verde de Central Park, donde las cortes de las hadas se reunían en las noches de verano; allí estaban las luces de los clubs y bares del centro, el Pandemónium donde los vampiros dejaban transcurrir la noche bailando; allí estaban los callejones de Chinatown por los que los hombres lobo deambulaban sigilosamente durante la noche, con las luces de la ciudad reflejándose en su pelaje. Por allí deambulaban los brujos con sus alas de murciélago y ojos felinos, y ahí abajo, cuando se desviaron para pasar sobre el río, distinguió el veloz centelleo de aletas multicolores bajo la piel plateada del agua, el brillo trémulo de largas melenas salpicadas de perlas, y oyó las agudas y ondulantes risas de las sirenas.
Nicholas volvió la cabeza para mirar por encima del hombro, con el viento enmarañando sus cabellos.
-¿En que piensas? –le gritó.
-Sólo en lo distinto que es todo lo de ahí abajo ahora, ya sabes, ahora que puedo ver.
-Todo ahí abajo es exactamente igual –negó él, inclinando la motocicleta en dirección al East River, dirigiéndose de nuevo hacia el puente de Brooklyn-. Eres tú la que es diferente.
Las manos de ______(tn) se cerraron con fuerza sobre su cinturón a medida que descendían más y más sobre el río.
-¡Nicholas!
-No te preocupes. –Sonaba enloquecedoramente divertido-. Sé lo que hago. No pretendo que nos ahoguemos.
Ella entrecerró los ojos para protegerlos del fuerte viento.
-¿Vas a poner a prueba lo que Alec dijo sobre que algunas de estas motos pueden funcionar bajo el agua?
-No. –Enderezó la motocicleta con cuidado mientras se alejaban de la superficie del agua-. Creo que no es más que un cuento.
-Pero Nicholas –replicó ella-. Todos los cuentos son ciertos.
No le oyó reír, pero lo notó, vibrando a través de su caja torácica y penetrándole en las yemas de los dedos. Se sujetó con fuerza mientras él dirigía la moto hacia arriba, acelerándola tanto que salió disparada hacia delante y ascendió como una exhalación a lo largo del puente, igual que un pájaro liberado de una jaula. El estómago le dio un vuelco cuando el río plateado se alejó vertiginosamente y las agujas del puente se deslizaron bajo sus pies, pero en esta ocasión ______(tn) mantuvo los ojos abiertos, para poder contemplarlo todo.
“Tal vez sea un demonio”, pensó ______(tn), devolviendo la hoja.
-La última puerta al final del pasillo –informó la enfermera, lanzándole una sonrisa amable.
“O tal vez estoy enloqueciendo.”
-Lo sé –respondió-. Estuve aquí ayer.
“Y el día anterior, y el día anterior a ése.”
Eran las primeras horas de la tarde, y el pasillo no estaba atestado. Un anciano avanzaba arrastrando unos pies calzados con zapatillas de felpa y vestido con una bata, llevando a rastras un equipo móvil de oxígeno tras él. Dos médicos con dos batas quirúrgicas verdes sostenían sendas tazas de poliestireno, con una columna de vapor alzándose de la superficie del líquido en el aire gélido. Dentro del hospital la refrigeración estaba al máximo, aunque en el exterior el tiempo había empezado a ser por fin más otoñal.
______(tn) encontró la puerta del final del pasillo. Estaba abierta. Miró al interior, no deseando despertar a Luke si éste dormía en la silla situada junto a la cama, tal y como lo había estado haciendo las últimas dos veces que ella había aparecido. Pero estaba en pie y consultando con un hombre alto vestido con los hábitos color pergamino de los Hermanos Silenciosos. El hombre volvió la cabeza, como percibiendo la llegada de ______(tn), y éste vio que se trataba del hermano Jeremiah.
Cruzó los brazos sobre el pecho.
-¿Qué es lo que sucede?
Luke tenía aspecto agotado, con una desaliñada barba de tres días y las gafas subidas sobre la cabeza. La muchacha pudo ver el bulto de los vendajes que todavía le rodeaban la parte superior del pecho bajo la holgada camisa de franela.
-El hermano Jeremiah se iba en estos momentos –dijo.
Alzando la capucha, Jeremiah fue hacia la puerta, pero ______(tn) le cortó el paso.
-¿Y? –le interrogó-. ¿Va a ayudar a mi madre?
Jeremiah se acercó más, y ella pudo sentir el frío que emanaba de su cuerpo, como vapor de un iceberg. “No puedes salvar a otros hasta que te hayas salvado a ti mismo primero”, dijo la voz en su mente.
-Este rollo de las galletitas de la suerte se está quedando muy pasado de moda –repuso ______(tn)-. ¿Qué le pasa a mi madre? ¿Lo sabe? ¿Pueden ayudarla los Hermanos Silenciosos tal y como ayudaron a Alec?
“Nosotros no ayudamos a nadie –dijo Jeremiah-. Ni tampoco es de nuestra incumbencia asistir a aquellos que se han separado voluntariamente de la Clave.”
La muchacha se echó hacia atrás mientras Jeremiah pasaba junto a ella y salía al pasillo.
Le contempló alejarse, mezclándose con la multitud, sin que ni una sola persona le mirara dos veces. Cuando dejó que sus propios ojos se entrecerraran, vio la reluciente aura del glamour que lo envolvía, y se preguntó qué veían ellos: ¿Otro paciente? ¿Un médico que andaba apresuradamente con una bata quirúrgica? ¿Un visitante afligido?
-Decía la verdad –dijo Luke desde detrás de ella-. Él no curó a Alec; lo hizo Magnus Bane. Y tampoco sabe qué es lo que le pasa a tu madre.
-Lo sé –replicó ______(tn), volviendo la cara hacia la habitación.
Se acercó a la cama con paso fatigado. Resultaba difícil conectar a la pequeña figura blanca que yacía allí recubierta por encima y por debajo por un enjambre de tubos, con su efervescente madre de cabellos llameantes. Desde luego, sus cabellos seguían siendo rojos, extendidos sobre la almohada igual que un chal de hilo cobrizo, pero su tez estaba tan pálida que a ______(tn) le recordaba a la Bella Durmiente del museo de Madame Tussaud, cuyo pecho ascendía y descendía sólo porque le daba vida un mecanismo de relojería.
Tomó la delgada mano de su madre y la sostuvo, tal y como había hecho el día anterior y el anterior a ése. Sentía el pulso latiendo en la muñeca de Jocelyn, firme e insistente.
“Quiere despertar –pensó ______(tn)-. Sé que quiere hacerlo.”
-desde luego que quiere –dijo Luke, y ______(tn) se sobresaltó al comprender que había hablado en voz alta-. Lo tiene todo para querer ponerse bien, incluso más de lo que podría imaginar.
______(tn) volvió a dejar la mano de su madre sobre la cama, con delicadeza.
-Te refieres a Nicholas.
-Por supuesto que me refiero a Nicholas –replicó Luke-. Le ha llorado diecisiete años. Si pudiera decirle que ya no necesita llorarle… -Se interrumpió.
-Dicen que la gente en coma a veces puede oírte –ofreció ella.
Desde luego, los médicos habían dicho que aquello no era un coma corriente: ninguna herida, ninguna falta de oxígeno, ningún repentino fallo cardíaco o cerebral lo había causado. Era como si sencillamente estuviera dormida, y no se la pudiera despertar.
-Lo sé –dijo Luke-. He estado hablando con ella. Casi sin pausar. –Le lanzó una sonrisa cansada-. Le he contado lo valiente que has sido. Lo orgullosa que estaría de ti. Su hija guerrera.
Algo agudo y doloroso se alzó en el interior de la garganta de la muchacha, y ella lo empujó hacia abajo, apartando la mirada de Luke para dirigirla a la ventana. A través de ella podía ver la pared de ladrillo liso del edificio de enfrente. Allí no había hermosas vistas de árboles o de un río.
-He hecho las compras que me pediste –indicó-. Compré mantequilla de cacahuete, leche, cereales y pan. –Hundió la mano en el bolsillo de los vaqueros-. Tengo el cambio…
-Quédatelo –respondió Luke-. Puedes usarlo para pagarte un taxi de vuelta.
-Simon va a llevarme en coche –informó ______(tn); comprobó el reloj de mariposas que colgaba del llavero-. De hecho, probablemente esté abajo ahora.
-Estupendo, me alegro de que vayas a pasar un rato con él. –Luke pareció aliviado-. Quédate el dinero de todos modos. Cómprate comida para llevar esta noche.
La muchacha abrió la boca para protestar, luego la cerró. Luke era, como su madre siempre había dicho, una roca en tiempos difíciles, sólida, con la que se podía contar y totalmente inquebrantable.
-Ve a casa luego, ¿de acuerdo? También tú necesitas dormir.
-¿Dormir? ¿Quién necesita dormir? –Se mofó él, peor ella le vio el cansancio en el rostro cuando volvió a sentarse junto al lecho de su madre y, con delicadeza, alargó la mano para apartar un mechón de pelo del rostro de Jocelyn.
______(tn) se dio la vuelta con lágrimas en los ojos.
La furgoneta de Eric estaba parada al ralentí junto al bordillo cuando salió por la puerta principal del hospital. El cielo describía un arco en lo alto, con el perfecto azul de un cuenco de cerámica, y se oscurecía hasta alcanzar un tono zafiro sobre el río Hudson, donde el sol empezaba a descender. Simon se inclinó para abrirle la puerta desde dentro, y ella se encaramó al asiento del copiloto.
-Gracias.
-¿Adónde? ¿De vuelta a casa? –preguntó él, metiendo la furgoneta en el tráfico de la Primera.
-Ni siquiera sé ya dónde está eso –suspiró ella.
Simon la miró de reojo.
-¿Sintiendo lástima de ti misma, Fray?
Su tono era burlón y tierno. Si ella miraba detrás de él, todavía podía ver las manchas oscuras del asiento trasero en el que había yacido Alec, sangrando sobre el regazo de Isabelle.
-Sí. No. No lo sé –volvió a suspirar, tirando de un rizo rebelde de cabello cobrizo-. Todo ha cambiado. Todo es diferente. A veces deseo que todo pudiera volver a ser como era antes.
-Yo no –respondió Simon, ante su sorpresa-. ¿Adónde vamos? Al menos dime si a la zona alta o al centro.
-Al Instituto –respondió ______(tn)-. Lo siento –añadió, cuando él efectuó un cambio de sentido terriblemente ilegal.
La furgoneta, girando sobre dos ruedas, chirrió a modo de protesta.
-Debería habértelo dicho antes.
-Ajá –replicó Simon-. No has vuelto allí aún, ¿verdad? No desde…
-No, no desde –repitió ______(tn)-. Nicholas me telefoneó y me contó que Alec e Isabelle estaban bien. Al parecer sus padres están regresando de Idris, ahora que alguien por fin les ha contado de una vez lo que realmente sucedió. Estarán aquí dentro de un par de días.
-¿Resultó raro, tener noticias de Nicholas? –preguntó Simon, con voz cuidadosamente neutral-. Quiero decir, desde que descubriste que…
Su voz se apagó.
-¿Sí? –preguntó ______(tn), la voz cortante-. ¿Desde que descubrí qué? ¿Qué es un asesino transvertido que abusa sexualmente de los gatos?
-No me sorprende que ese gato suyo odie a todo el mundo.
-Vamos, cállate, Simon –replicó ella, enojada-. Sé a lo que te refieres, y no, no resultó raro. Nunca sucedió nada entre nosotros, de todos modos.
-¿Nada? –repitió Simon, con la incredulidad patente en su tono.
-Nada –repitió ______(tn) con firmeza, echando un vistazo por la ventanilla para que él no viera cómo se le sonrojaban las mejillas.
Pasaban ante una hilera de restaurantes, y vio el Taki’s, brillantemente iluminado en la creciente oscuridad del crepúsculo.
Doblaron la esquina justo cuando el sol desaparecía tras el rosetón del Instituto, inundando la calle situada abajo con una luz nacarina que sólo ellos podían ver. Simon paró frente a la puerta y apagó el motor, agitando nerviosamente las llaves en la mano.
-¿Quieres que suba contigo?
Ella vaciló.
-No, debería hacerlo yo sola.
Vio cómo una expresión desilusionada aparecía en su rostro, pero se desvaneció en seguida. Simon, se dijo, había crecido una barbaridad durante aquellas últimas dos semanas, igual que le había sucedido a ella. Lo que estaba bien, puesto que no habría querido dejarle atrás. Él era parte de ella, tanto como su talento para dibujar, el aire polvoriento de Brooklyn, la risa de su madre y su propia sangre de cazadora de sombras.
-De acuerdo –accedió Simon-. ¿Necesitarás que te lleve más tarde?
Ella negó con la cabeza.
-Luke me dio dinero para un taxi. ¿Quieres pasarte mañana? –añadió-. Podríamos ver Trigun, preparar unas cuantas palomitas. No me iría mal pasar un buen rato en el sofá.
Simon asintió.
-Eso suena muy bien.
Se inclinó hacia ella y la besó ligeramente en el pómulo. Fue un beso tan suave como el revoloteo de una hoja, pero ella sintió un escalofrío en los huesos. Le miró.
-¿Crees que fue una coincidencia? –preguntó.
-¿Pienso que fue qué una coincidencia?
-¿Qué fuéramos a parar al Pandemónium la misma noche que Nicholas y los otros aparecieron por allí persiguiendo a un demonio? ¿La noche antes de que Valentine fuera en busca de mi madre?
Simon negó con la cabeza.
-No creo en coincidencias –dijo.
-Yo tampoco.
-Pero tengo que admitir –añadió él- que, coincidencia o no, resultó ser un incidente fortuito.
-Los Incidentes Fortuitos –exclamó ______(tn)-. Aquí tienes un nombre para una banda.
-Es mejor que la mayoría de los que se nos han ocurrido –admitió Simon.
-Apuesto a que sí.
Saltó fuera de la furgoneta, cerrando la puerta de un portazo tras ella, y le oyó tocar el claxon mientras corría por el sendero hacia la puerta situada entre las losas recubiertas de maleza y le saludaba con la mano sin volver la cabeza.
El interior de la catedral estaba fresco y oscuro, y olía a lluvia y a papel mojado. Sus pisadas resonaron con fuerza sobre el suelo de piedra, y pensó en Nicholas en la iglesia de Brooklyn. “Puede que haya un Dios, ______(tn), y puede que no lo haya, pero no creo que tenga importancia. En cualquier caso, estamos solos.”
En el ascensor se miró a hurtadillas en el espejo mientras la puerta se cerraba con un sonido metálico a su espalda. La mayoría de los moratones y arañazos se habían curado hasta resultar invisibles. Se preguntó si Nicholas la había visto alguna vez con un aspecto tan remilgado como el de hoy: se había vestido para acudir al hospital con una falda negra plisada, brillo de labios rosa y una blusa clásica con cuello marinero. Se dijo que parecía que tuviera ocho años.
Tampoco importaba lo que Nicholas pensara sobre su aspecto, se recordó, ni en aquel momento ni nunca. Se preguntó si se comportarían alguna vez del modo en que lo hacían Simon y su hermana: con una mezcla de aburrimiento y cariñosa irritación. No conseguía imaginarlo.
Oyó los sonoros maullidos antes de que la puerta del ascensor se abriera siquiera.
-Hola, Iglesia –saludó, arrodillándose junto a la bola gris que se retorcía en el suelo-. ¿Dónde está todo el mundo?
Iglesia, que estaba claro que quería que le rascaran la barriga, farfulló ominosamente.
______(tn) se rindió con un suspiró.
-Gato loco –exclamó, rascando con energía-. ¿Dónde…?
-¡______(tn)! –Era Isabelle, irrumpiendo en el vestíbulo ataviada con una larga falda roja, los cabellos sujetos en lo alto de la cabeza con pasadores enjoyados-. ¡Es fantástico verte!
Cayó sobre ______(tn) con un abrazo que casi le hizo perder el equilibrio.
-Isabelle –jadeó ella-. También me alegro de verte –añadió, permitiendo que Isabelle tirara de ella para ponerla en pie.
-Estaba tan preocupada por ti –indicó Isabelle con viveza-. Después de que os marcharais a la biblioteca con Hodge, y yo me quedara con Alec, oí un estallido de lo más aterrador; cuando llegué a la biblioteca, desde luego, ya no estabais, y todo estaba desperdigado por el suelo. Y había sangre y una sustancia negra pegajosa por todas partes –Se estremeció-. ¿Qué era esa cosa?
-Una maldición –respondió ______(tn) en voz queda-. La maldición de Hodge.
-Ah, claro –exclamó Isabelle-. Nicholas me habló de Hodge.
-¿Lo hizo? –______(tn) se sorprendió.
-¿Qué consiguió que le quitaran la maldición y se marchó? Sí, me lo contó. Podría haberse quedado para decir adiós, digo yo –añadió la muchacha-. Estoy un tanto decepcionada con él. Pero imagino que tuvo miedo de la Clave. Acabará poniéndose en contacto, apuesto a que sí.
Así que Nicholas no les había contado que Hodge los había traicionado, se dijo ______(tn), no muy segura de cómo se sentía respecto a eso. Aunque de todos modos, si Nicholas intentaba ahorrarle a Isabelle confusión y decepción, quizá ella no debería intervenir.
-En cualquier caso –siguió Isabelle-, fue horrible, y no sé qué habría hecho si Magnus no hubiese aparecido y hecho magia para devolverle la salud a Alec. ¿Es eso una expresión, “hacer magia”? –arrugó las cejas-. Nicholas nos contó todo lo sucedido en la isla después. En realidad, nos enteramos incluso antes, porque Magnus estuvo hablando por teléfono sobre ello toda la noche. Todo el Submundo era un hervidero. Eres famosa, ya sabes.
-¿Yo?
-Claro. La hija de Valentine.
______(tn) se estremeció.
-Entonces supongo que Nicholas también es famoso.
-Los dos sois famosos –replicó Isabelle con la misma voz llena de vivacidad-. Los famosos hermanos.
______(tn) miró a Isabelle con curiosidad.
-No esperaba que estuvieras tan contenta de verme, debo admitirlo.
La otra joven se llevó las manos a las caderas con expresión indignada.
-¿Por qué no?
-No pensaba que yo te gustara tanto.
La vivacidad de Isabelle se desvaneció y bajó los ojos hacia los plateados dedos de los pies.
-Yo tampoco pensaba que así fuera –admitió-. Pero cuando fui a buscaros a ti y a Nicholas, y habíais desaparecido… -Su voz se apagó-. No me sentí preocupada sólo por él; estaba preocupada también por ti. Hay algo tan… tranquilizador en ti. Y Nicholas mejora tanto cuando tú estás por aquí.
Los ojos de ______(tn) se abrieron de par en par.
-¿De veras?
-Sí, de verdad. De algún modo es menos mordaz. No es que sea más amable, sino que deja que uno vea que hay amabilidad en él. –Hizo una pausa-. Y supongo que sentía celos de ti al principio, pero ahora me doy cuenta de que era estúpido. Sólo porque nunca haya tenido una amiga no significa que no pueda aprender a tener una.
-También yo, la verdad –dijo ______(tn)-. ¿Isabelle?
-¿Sí?
-No tienes que fingir ser amable. Me gustas más cuando simplemente eres tú misma.
-¿Maliciosa, quieres decir? –inquirió ella, y rió.
______(tn) estaba a punto de protestar cuando Alec cruzó la entrada balanceándose sobre un par de muletas. Llevaba una pierna vendada, con los vaqueros enrollados hasta la rodilla, y había otro vendaje en su sien, bajo los oscuros cabellos. Aparte de eso, tenía un aspecto extraordinariamente saludable para alguien que había estado a punto de morir cuatro días antes. Agitó una muleta a modo de saludo.
-Hola –dijo ______(tn), sorprendida de verle levantado y andando-. ¿Estás…?
-Bien? Estoy perfectamente –respondió Alec-. Ni siquiera necesitaré estas cosas dentro de unos pocos días.
Una sensación de culpabilidad obstruyó la garganta de ______(tn). De no haber sido por ella, Alec no tendría que usar muletas.
-Realmente me alegro de que estés bien, Alec –aseguró, poniendo en su voz toda la sinceridad que pudo reunir.
Alec pestañeó.
-Gracias.
-¿Así que Magnus te curó? –inquirió la muchacha-. Luke dijo…
-¡Sí! –exclamó Isabelle-. Fue tan impresionante. Apareció, hizo salir a todo el mundo de la habitación y cerró la puerta. No dejaban de estallar chispas azules y rojas en el pasillo procedentes de debajo del suelo.
-No recuerdo nada de eso –indicó Alec.
-Luego permaneció sentado junto a la cama de Alec toda la noche y hasta la mañana para asegurarse de que despertaba perfectamente –añadió Isabelle.
-Tampoco recuerdo eso –se apresuró a añadir Alec.
Los labios rojos de Isabelle se curvaron en una sonrisa.
-¿Me pregunto cómo supo Magnus que debía venir? Se lo pregunté, pero no quiso decirlo.
______(tn) pensó en el papel doblado que Hodge había arrojado al fuego después de que Valentine se marchara. Era un hombre extraño, que se había tomado el tiempo necesario para hacer lo que podía para salvar a Alec incluso a la vez que traicionaba a todos, y a todo, los que le habían importado jamás.
-No lo sé –dijo.
Isabelle se encogió de hombros.
-Imagino que lo oyó en alguna parte. Lo cierto es que parece estar conectado a una enorme red de chismorreos. Es todo un cotilla.
-Es el Gran Brujo de Brooklyn, Isabelle –le recordó Alec, pero no sin cierto tono divertido; luego volvió la cabeza hacia ______(tn)-. Nicholas está arriba en el invernadero si quieres verle –dijo-. Te acompañaré.
-¿Tú?
-Claro. –Alec pareció sólo ligeramente incómodo-. ¿Por qué no?
______(tn) dirigió una ojeada a Isabelle, que se encogió de hombros. Lo que fuera que Alec tramara, no lo había compartido con su hermana.
-Id –dijo ésta-. Yo tengo cosas que hacer de todos modos. –Agitó una mano en su dirección-. Largo.
Se pusieron en marcha por el pasillo juntos. El paso de Alec era rápido, incluso con muletas, y ______(tn) tuvo que correr un poco para mantenerse a su altura.
-Mis piernas son cortas –le recordó.
-Lo siento. –Aminoró el paso-. Oye –empezó-, esas cosas que me dijiste, cuando te chillé respecto a Nicholas…
-Lo recuerdo –repuso ella con voz queda.
-Cuando me dijiste que tú, ya sabes, que yo era simplemente…, que era porque… - Parecía tener problemas para formar una frase completa, así que volvió a intentarlo-. Cuando dijiste que yo era…
-Alec, no.
-De acuerdo. No importa. –Cerró los labios con fuerza-. No quieres hablar sobre ello.
-No es eso. Es que me siento fatal por lo que dije. Fue horrible. No lo pensaba en absoluto…
-Pero era cierto –afirmó él-. Cada palabra.
-Eso no quiere decir que esté bien –replicó ella-. No todo lo que es cierto necesita ser dicho. Fue mezquino. Y cuando dije que Nicholas me había dicho que nunca habías matado a un demonio, él dijo que era porque siempre le estabas protegiendo a él y a Isabelle.
Era algo bueno lo que decía respecto a ti. Nicholas puede ser un estúpido, pero… -“Te quiere”, estuvo a punto de decir, y se interrumpió-. Nunca ha dicho una mala palabra sobre ti, jamás. Lo juro.
-No tienes que jurar –repuso él-. Ya lo sé.
Sonaba tranquilo, incluso seguro de sí mismo de un modo que ella no le había oído nunca. Le miró, sorprendida.
-Sé que tampoco maté a Abbadon. Pero agradezco que me dijeras que lo había hecho.
______(tn) lanzó una risa trémula.
-¿Agradeces que te mintiera?
-Lo hiciste como un gesto de amabilidad –contestó-. Significa mucho que fueras amable conmigo, incluso después de cómo te traté.
-Creo que Nicholas se habría enojado mucho conmigo por mentirte de no haber estado tan trastornado en aquellos momentos –comentó ______(tn)-. No tan furioso como estaría si supiera lo que te había dicho yo antes, de todos modos.
-Tengo una idea –repuso Alec, sonriendo-. No se lo digamos. Quiero decir que quizá Nicholas sea capaz de decapitar a un demonio du’sien a una distancia de quince metros sólo con un sacacorchos y una goma elástica, pero a veces creo que no sabe mucho sobre las personas.
-Supongo que sí.
Habían llegado al pie de la escalera de caracol que conducía al tejado.
-No puedo subir. –Alec golpeó la muleta contra un peldaño de metal, y éste lanzó un leve tañido.
-No pasa nada. Puedo encontrar el camino.
El muchacho hizo como si fuera a darse la vuelta, luego volvió a dirigirle una veloz mirada.
-Tendría que haber adivinado que eras la hermana de Nicholas –dijo-. Los dos poseéis el mismo talento artístico.
______(tn) se detuvo, con el pie en el primer peldaño. Se sintió desconcertada.
-¿Nicholas dibuja?
-Que va.
Al sonreír, los ojos de Alec se iluminaron igual que lámparas azules, y ______(tn) comprendió qué era lo que Magnus había hallado tan cautivador en él.
-Simplemente bromeaba. Es incapaz de trazar una línea recta.
Con una risita divertida, se alejó balanceándose sobre las muletas. ______(tn) le observó marchar, estupefacta. Un Alec que hacía chistes y bromeaba respecto a Nicholas era algo a lo que podía acostumbrarse, incluso aunque su sentido del humor fuera un tanto inexplicable.
El invernadero estaba tal y como lo recordaba, aunque el cielo por encima del techo de cristal era de color zafiro en esos momentos. El olor limpio y jabonoso de las flores le despejó la mente. Inspirando profundamente, se abrió paso por entre las hojas y las ramas densamente entrelazadas.
Halló a Nicholas sentado en el banco de mármol en el centro del invernadero. Tenía la cabeza inclinada, y parecía dar vueltas ociosamente a un objeto que tenía en las manos.
Alzó los ojos cuando ella se agachó para pasar bajo un rama, y cerró a toda prisa la mano sobre el objeto.
-______(tn) –sonó sorprendido-. ¿Qué haces aquí?
-He venido a verte –respondió ella-. Quería saber cómo estabas.
-Estoy perfectamente.
Llevaba vaqueros y una camiseta blanca. Sus moretones no habían desaparecido del todo aún, y eran como manchas oscuras sobre la carne blanca de una manzana. Por supuesto, se dijo, las heridas auténticas eran internas, ocultas a todos los ojos excepto a los del propio Nicholas.
-¿Qué es eso? –preguntó, señalando su mano cerrada.
Él abrió los dedos. Un irregular fragmento de algo plateado descansaba sobre la palma, brillando azul y verde en los bordes.
-Un pedazo del espejo Portal.
______(tn) se sentó en el banco junto a él.
-¿Ves algo en él?
Nicholas lo giró un poco, dejando que la luz discurriera sobre él igual que agua.
-Trozos de cielo. Árboles, un sendero… No dejo de inclinarlo, intentando ver la casa solariega. Mi padre.
-Valentine –corrigió ella-. ¿Por qué querrías verle?
-Pensaba que a lo mejor podría ver qué hacía con la Copa Mortal –respondió él de mala gana-. Dónde está.
-Nicholas, eso ya no es nuestra responsabilidad. No es nuestro problema. Ahora que la Clave sabe por fin lo que ha sucedido, los Lightwood vuelven. Que se ocupen ellos.
Entonces sí que la miró, y ella se preguntó cómo podía ser que fueran hermanos y parecerse tan poco.
¿No podría ella al menos haber conseguido las oscuras pestañas rizadas o los pómulos angulosos? No parecía muy justo.
-Cuando miré a través del Portal y vi Idris –explicó él-, supe que exactamente lo que Valentine intentaba hacer; quería ver si yo me vendría abajo. Y no importaba…, yo seguía queriendo ir a casa con más ganas de lo que podría haber imaginado.
Ella meneó negativamente la cabeza.
-No veo qué hay que sea tan fantástico respecto a Idris. No es más que un lugar. Del modo en que Hodge y tú habláis de él… -Se interrumpió.
Nicholas volvió a cerrar la mano sobre el fragmento.
-Fui feliz allí. Fue el único lugar donde he sido feliz de ese modo.
______(tn) arrancó un tallo de un arbusto cercano y empezó a quitarle las hojas.
-Sentiste lástima por Hodge. Es por eso que no has contado a Alec y a Isabelle lo que realmente hizo.
Él se encogió de hombros.
-Se acabarán enterando, ya lo sabes.
-Lo sé. Pero no seré yo quien se lo cuente.
-Nicholas… -La superficie del estanque era verde debido a las hojas caídas-. ¿Cómo pudiste ser feliz allí? Sé lo que pensabas, pero Valentine fue un padre terrible. Mató a tus mascotas, te mintió, y sé que te pegó…, ni siquiera pretendas que no lo hizo.
Un atisbo de sonrisa cruzó por el rostro de Nicholas.
-Sólo un jueves sí y otro no.
-Entonces cómo…
-Fue la única vez que me sentí seguro sobre quién era. A dónde pertenecía. Suena estúpido, pero… -Se encogió de hombros-. Mato demonios porque es para lo que sirvo y lo que me enseñaron a hacer, pero eso no es quién soy. Y en parte soy bueno en ello porque después de pensar que mi padre había muerto, me quedé… liberado. No había consecuencias. Nadie que llorara. Nadie que sintiera un interés en mi vida porque había tomado parte en dármela. –Su rostro parecía como si hubiese sido esculpido en algo duro-. Ya no siento eso.
El tallo se había quedado totalmente sin hojas; ______(tn) lo arrojó a un lado.
-¿Por qué no?
-Debido a ti –respondió él-. De no ser por ti, me habría marchado con mi padre a través del Portal. De no ser por ti, iría tras él ahora mismo.
______(tn) clavó la mirada en el estanque lleno de hojas. La garganta le ardía.
-Pensaba que yo te hacía sentir inquieto.
-He pasado tanto tiempo solo –se limitó a decir él-, que creo que me angustiaba la idea de sentir que pertenecía a alguna parte. Pero contigo siento que pertenezco aquí.
-Quiero que vengas a un sitio conmigo –repuso ella de improviso.
La miró de soslayo. Algo en el modo en que sus claros cabellos dorados le caían sobre los ojos la hizo sentir insoportablemente triste.
-¿Dónde?
-esperaba que vinieras al hospital conmigo.
-Lo sabía –Sus ojos se entrecerraron hasta parecer bordes de monedas-. ______(tn), esa mujer…
-También es tu madre, Nicholas.
-Lo sé –dijo él-. Pero es una desconocida para mí. Nunca he tenido más que un progenitor, y él se ha ido. Es peor que si estuviera muerto.
-Lo sé. Y sé que de nada sirve decirte lo fantástica que es mi madre, la persona tan estupenda y maravillosa que es y que serías muy afortunado si la conocieras. No te pido esto por ti, te lo pido por mí. Creo que si oyera tu voz…
-Entonces ¿qué?
-podría despertar. –Le miró con fijeza.
Él le sostuvo la mirada, luego la rompió con una sonrisa…, torcida y un poco maltrecha, pero una auténtica sonrisa.
-Estupendo. Iré contigo. –Se puso en pie-. No tienes que decirme cosas buenas sobre tu madre –añadió-. Ya las conozco.
-¿Sí?
Nicholas se encogió ligeramente de hombros.
-Te crió a ti, ¿no es cierto? –Echó un vistazo al tejado de cristal-. El sol casi se ha puesto.
______(tn) se levantó.
-Deberíamos ir hacia el hospital. Yo pagaré el taxi –añadió en el último momento-. Luke me dio un poco de dinero.
-Eso no será necesario. –La sonrisa de Nicholas se hizo más amplia-. Ven. Tengo algo que enseñarte.
***********************************
-Pero ¿dónde la conseguiste? –inquirió ______(tn), contemplando la motocicleta posada sobre el borde del tejado de la catedral.
Era de un lustroso verde veneno, con ruedas ribeteadas en plata y brillantes llamas pintadas en el asiento.
-Magnus se quejaba de que alguien se la había dejado fuera de su casa la última vez que dio una fiesta –explicó Nicholas-. Le convencí para que me la diera.
-¿Y has volado con ella hasta aquí arriba?
______(tn) le seguía mirando asombrada.
-Ajá. Empiezo a ser muy bueno en eso. –Pasó una pierna por encima del asiento, y le hizo una seña para que fuera a sentarse detrás de él-. Vamos, te lo mostraré.
-Bueno, al menos esta vez sabes que funciona –repuso ella, colocándose detrás-. Si nos estrellamos en el aparcamiento de un supermercado, te mataré, ¿te enteras?
-No seas ridícula –respondió Nicholas-. No hay estacionamientos en el Upper East Side. ¿Por qué conducir cuando puedes hacer que te traigan los comestibles a casa?
La moto se puso en marcha con un rugido, ahogando sus carcajadas. Con un chillido, ______(tn) se agarró a su cinturón al mismo tiempo que la motocicleta descendía a toda velocidad por el tejado inclinado del Instituto y salía disparada al espacio.
El viento tiró de sus cabellos a medida que se elevaban más y más por encima de la catedral, por encima de los tejados de los edificios de muchas plantas y los bloques de apartamentos cercanos. Y allí estaba, extendida ante ella como un joyero abierto con descuido, aquella ciudad más populosa y sorprendente de lo que ella había imaginado jamás. Allí estaba el rectángulo verde de Central Park, donde las cortes de las hadas se reunían en las noches de verano; allí estaban las luces de los clubs y bares del centro, el Pandemónium donde los vampiros dejaban transcurrir la noche bailando; allí estaban los callejones de Chinatown por los que los hombres lobo deambulaban sigilosamente durante la noche, con las luces de la ciudad reflejándose en su pelaje. Por allí deambulaban los brujos con sus alas de murciélago y ojos felinos, y ahí abajo, cuando se desviaron para pasar sobre el río, distinguió el veloz centelleo de aletas multicolores bajo la piel plateada del agua, el brillo trémulo de largas melenas salpicadas de perlas, y oyó las agudas y ondulantes risas de las sirenas.
Nicholas volvió la cabeza para mirar por encima del hombro, con el viento enmarañando sus cabellos.
-¿En que piensas? –le gritó.
-Sólo en lo distinto que es todo lo de ahí abajo ahora, ya sabes, ahora que puedo ver.
-Todo ahí abajo es exactamente igual –negó él, inclinando la motocicleta en dirección al East River, dirigiéndose de nuevo hacia el puente de Brooklyn-. Eres tú la que es diferente.
Las manos de ______(tn) se cerraron con fuerza sobre su cinturón a medida que descendían más y más sobre el río.
-¡Nicholas!
-No te preocupes. –Sonaba enloquecedoramente divertido-. Sé lo que hago. No pretendo que nos ahoguemos.
Ella entrecerró los ojos para protegerlos del fuerte viento.
-¿Vas a poner a prueba lo que Alec dijo sobre que algunas de estas motos pueden funcionar bajo el agua?
-No. –Enderezó la motocicleta con cuidado mientras se alejaban de la superficie del agua-. Creo que no es más que un cuento.
-Pero Nicholas –replicó ella-. Todos los cuentos son ciertos.
No le oyó reír, pero lo notó, vibrando a través de su caja torácica y penetrándole en las yemas de los dedos. Se sujetó con fuerza mientras él dirigía la moto hacia arriba, acelerándola tanto que salió disparada hacia delante y ascendió como una exhalación a lo largo del puente, igual que un pájaro liberado de una jaula. El estómago le dio un vuelco cuando el río plateado se alejó vertiginosamente y las agujas del puente se deslizaron bajo sus pies, pero en esta ocasión ______(tn) mantuvo los ojos abiertos, para poder contemplarlo todo.
FIN
Primer Libro Done! ;)
& creo que quedaron casi como al inicio no! (?
Sin entender lo que sucede! :fiu:
NO SAQUEN CONCLUSIONES AÚN!
Tenemos todavía 4 libros por delante!
Así que todo puede dar un giro de 360° (& de que manera!)
Muchas Gracias por leer! :)
Se que hay muchas lectoras fantasma! & Espero
que de verdad se animen a comentar! ;)
& A mis fieles lectoras! Bueno que les puedo decir!
Ya saben que son las mejores del mundo mundial!
& que las quiero mil8mil! :(L): :hug:
Espero encontrarlas por el próximo tema! ;)
Muchas Gracias por todo otra vez! :D
Lu wH!;*
X
& creo que quedaron casi como al inicio no! (?
Sin entender lo que sucede! :fiu:
NO SAQUEN CONCLUSIONES AÚN!
Tenemos todavía 4 libros por delante!
Así que todo puede dar un giro de 360° (& de que manera!)
Muchas Gracias por leer! :)
Se que hay muchas lectoras fantasma! & Espero
que de verdad se animen a comentar! ;)
& A mis fieles lectoras! Bueno que les puedo decir!
Ya saben que son las mejores del mundo mundial!
& que las quiero mil8mil! :(L): :hug:
Espero encontrarlas por el próximo tema! ;)
Muchas Gracias por todo otra vez! :D
Lu wH!;*
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
Okey Aquí traigo el Link del siguiente tema! ;)
Cazadores de Sombras Cd. de Ceniza - NicholasJ&Tu (Adaptación)
:) Espero Leerlas por allá!
X
Cazadores de Sombras Cd. de Ceniza - NicholasJ&Tu (Adaptación)
:) Espero Leerlas por allá!
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
awwww me encanto!!!
Nicholas es tan tierno!!!
Gracias por subirla, ya me paso por el otro tema!!
Nicholas es tan tierno!!!
Gracias por subirla, ya me paso por el otro tema!!
aranzhitha
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
hahaha OMJ si exactamente aún tengo
Muchas muchas dudas pero ahhhhh
Me alegro que aún haya más de historia
Y muero por leerlas ya
Así qué me voy al otro tema
Awwww me alegra que hayas subido esta nove
Es maravillosa
tQmMm!! :D
Ya me paso por la otra :D
Muchas muchas dudas pero ahhhhh
Me alegro que aún haya más de historia
Y muero por leerlas ya
Así qué me voy al otro tema
Awwww me alegra que hayas subido esta nove
Es maravillosa
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Ya me paso por la otra :D
Karli Jonas
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
aranzhitha escribió:awwww me encanto!!!
Nicholas es tan tierno!!!
Gracias por subirla, ya me paso por el otro tema!!
:) Que bueno que te gustara!
Ahora nos estamos leyendo en la continuación! ;)
Gracias a ti por todo! *-*
X
Ahora nos estamos leyendo en la continuación! ;)
Gracias a ti por todo! *-*
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
Karli Jonas escribió:hahaha OMJ si exactamente aún tengo
Muchas muchas dudas pero ahhhhh
Me alegro que aún haya más de historia
Y muero por leerlas ya
Así qué me voy al otro tema
Awwww me alegra que hayas subido esta nove
Es maravillosa
tQmMm!! :D
Ya me paso por la otra :D
JAJAJAJAJAJ me Imagino, pero pronto las vas a resolver
o bueno te salen más! xD
;) Gracias por siempre leer! *-*
& Si te estoy leyendo por el otro tema!
Love u too;* :(L):
X
o bueno te salen más! xD
;) Gracias por siempre leer! *-*
& Si te estoy leyendo por el otro tema!
Love u too;* :(L):
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
GUUUAAUUU SII QUEDE COMO AL PRINCIPIOOOO!!1
PERO ME ENCANTOO EL PRIMER LIIIBROOO!!!
ESPEREMOS QUE MIS UÑAS AGUANTEN EL SEGUNDO LIBROO!!!
Y GRACIAS POR SUBIR ESTE TIPO DE NOOOVEEESS NIS LEREMOS EN EL SIGUIENTE LIBROOO
PERO ME ENCANTOO EL PRIMER LIIIBROOO!!!
ESPEREMOS QUE MIS UÑAS AGUANTEN EL SEGUNDO LIBROO!!!
Y GRACIAS POR SUBIR ESTE TIPO DE NOOOVEEESS NIS LEREMOS EN EL SIGUIENTE LIBROOO
chelis
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Hueso NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!
Hola!!
Omg! No lo puedo creer! Son hermanos..
Aunque juro que siento que después van a terminar juntos!
No puedo creer que el sea su hermano y tampoco lo quiero creer!
Dios, después de lo del cumpleaños de la rayis no me imaginaba esto!
Ya, en unos 15 minutos me tengo que ir, pero juro que me quedaría para leerme todos los libres que quedan, aunque solo estés adaptando el segundo!
Te amo mi lulu! Sigo amando todas tus adaptaciones y estoy segura que va a segur siendo así!
Dije que iba a escribir un testamento pero no creo que pueda por el tempo!
En el otro tema te dejo mi gran testamento, lo juro!
Y Luke, dios! Juro que sabia en el fondo que no me iba a decepsionar!
Y sigo odiando a Valentine, y lo voy a seguir odiando!
Ya quiero ver la pelicula..:)
Mi mama me esta gritando asi que supongo que es tiempo de irme!
Me calso los tacos y pun! Fiesta fiesta fiesta:)
JAJAJAJA Te amo:)
Omg! No lo puedo creer! Son hermanos..
Aunque juro que siento que después van a terminar juntos!
No puedo creer que el sea su hermano y tampoco lo quiero creer!
Dios, después de lo del cumpleaños de la rayis no me imaginaba esto!
Ya, en unos 15 minutos me tengo que ir, pero juro que me quedaría para leerme todos los libres que quedan, aunque solo estés adaptando el segundo!
Te amo mi lulu! Sigo amando todas tus adaptaciones y estoy segura que va a segur siendo así!
Dije que iba a escribir un testamento pero no creo que pueda por el tempo!
En el otro tema te dejo mi gran testamento, lo juro!
Y Luke, dios! Juro que sabia en el fondo que no me iba a decepsionar!
Y sigo odiando a Valentine, y lo voy a seguir odiando!
Ya quiero ver la pelicula..:)
Mi mama me esta gritando asi que supongo que es tiempo de irme!
Me calso los tacos y pun! Fiesta fiesta fiesta:)
JAJAJAJA Te amo:)
Sunny
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