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SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
dios dios dios, ya quiero saber que harán con todo este tema lakdjfaldjfasd.
Siguela por favor! (:
Siguela por favor! (:
Violeta
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
.
Narra ______:
La habitación permanecía en penumbra, sólo nos iluminaban las luces del jardín, que entraban por la cortina entreabierta, yo miraba el techo, sin poder dormir. Me giré, buscando mi teléfono sobre la mesa de noche, faltaban algunos minutos para las tres de la madrugada, lo que me llevaba a concluir que llevaba cerca de media hora despierta. Me puse en pie, comenzando a pasearme descalza por la silenciosa habitación. Miré el bulto que formaba Camille sobre la cama, durmiendo tranquilamente, como si no estuviésemos en una casa diferente, ni en una cama distinta.
Agua, eso, bajaría por un vaso de agua e intentaría tranquilizarme, después de todo, pasaría algunos meses viviendo aquí, para acallar las habladurías, según me había explicado Harry. Puse la mano en la maílla de la puerta, cuando recordé mi atuendo. Una camisola de seda color gris perla. Apunté mentalmente, el pasarme por mi departamento, para traer un pijama, más del estilo, mata pasiones. Así que me puse el mismo jeans que traía puesto y la blusa.
Abrí la puerta con cautela, encontrándome el pasillo en absoluta seguridad. Harry había dicho que los perros dormirían en el jardín, así que la casa estaría libre de ellos. Por alguna extraña razón, me sentí mala persona, al saber que les estaba quitando parte de su territorio a esos cuatro animales, pero ¿qué culpa tenía yo, del pánico que me causaban las fauces?
Bajé la contoneada escalera, luego de pasar por la habitación que estaban compartiendo lo chicos. Era curioso, Harry parecía el más relajado de los dos, pero era Zayn quien nos había cedido su habitación a Camille y a mí.
Cuando llegué a la cocina, me sentí con más libertad de acción. Encendí una luz baja que iluminaba sólo los muebles, desde las estanterías y comencé a buscar en las alacenas, hasta que di con los vasos. La casa parecía bastante ordenada, para tratarse de la que compartían una banda de chicos tan jóvenes. Llené el vaso con agua directamente del grifo y observé mi entorno, meditando en los prejuicios que podía crearse una persona, cuando desconocía de lo que hablaba., aunque estaba, también, la posibilidad de que me estuviese adelantando, apenas llevábamos aquí unas horas.
Y en este punto, era en el que mi cabeza comenzaba a trabajar, analizando la forma de actuar de cada uno. Harry parecía amable, nos había enseñado algunos sitios de la casa y había pedido algo para cenar. Ambos nos explicaron que eran vegetarianos, por lo que Niall y Louis preferían comer fuera de casa, y Liam estaba con su novia en su departamento. Zayn sonrió durante gran parte de la improvisada cena que tuvimos, sobre todo con Helena, que parecía especialmente receptiva a todas sus bromas, e incluso nos convirtió a Harry y a mí, en sus fáciles blancos, sobre todo a mí, aunque esa actitud en ella no me era desconocida, y aunque me enfadase en ocasiones, normalmente lo llevaba bien.
Pero estos días habían sido una excepción en toda regla. Me sentía como si alguien, un ente invisible y maléfico, me hubiese sacado de mi centro, poniéndome en una barca ligera y a la deriva.
Resoplé. Necesitaba un cigarrillo, como no lo había necesitado en los últimos tres meses que llevaba sin fumar. Bebí otro sorbo de agua, llenándome las mejillas con ella, para calmar la ansiedad. En ese momento oí un ruido en la sala y una voz suave que hablaba conservando un tono bajo, para no molestar.
Me quedé en completo silencio, esperando que quién quiera que fuese, pasará desapercibida la baja luz de la cocina.
No tuve tanta suerte.
—Hola… —me habló Zayn, desde amplia puerta que conectaba el comedor, con la cocina.
Sólo en ese instante, me di cuenta de que tenía las mejillas infladas por el agua que no me había bebido, él sonreía suavemente, yo me tragué el agua de inmediato.
—Hola… —dije, en cuanto me fue posible.
—¿No puedes dormir? —preguntó. Aunque no sabría definir si era preocupación real, o simple amabilidad.
—Estaba durmiendo, sólo tenía un poco de sed —me giré, vaciando el resto del contenido de mi vaso, enjuagándolo ligeramente, para poder irme.
—¿Y duermes vestida? —preguntó, con cierto tono juguetón en la voz, que quizás fue el que me despistó por un momento.
—No —me giré y me subí un poco la blusa, mostrando la tela de mi camisola, cubriéndola de inmediato, cuando me percaté de lo inapropiado que era aquello, ¿pero en qué estaba pensando?
En nada, obviamente.
Me quedé en completo silencio, Zayn sonrió y por primera vez sentí, que era por algo que lograba yo en él y no Helena.
—Tú tampoco estás en pijama —le hice notar, arrepintiéndome de inmediato, cuando él alzó una ceja. Por mi mente pasó de, inmediato, la posibilidad de que Zayn no usase pijama—bueno, eso a mí no me importa ¿no?
Esto no iba bien encaminado, si era yo la que formulaba y respondía mis propias preguntas.
—Bueno… mañana tengo que trabajar —dije, buscando un modo de salir de ahí. Sonreí torpemente, como me venía sucediendo estos días y comencé a caminar hacia la salida.
—Aún no me iba a la cama —dijo, cuando pasé junto a él. ¿Sólo a mí, me parecía la palabra ‘cama’, demasiado intima entre ambos?
—Oh… —respondí, mirándolo. Que alto parecía, ahora que yo estaba descalza. Volvió a sonreír.
—Que descanses —dijo entonces y no pude evitar pensar, en que parecía más amable, mientras más de noche era.
—Gracias.
Contesté sin más, avanzando en dirección a la habitación. Y mientras más lejos estaba de él, más pensaba en que debí haberle deseado, ‘buenas noches’ también.
.
Narra Zayn*
.
La vi alejarse, de camino a las escaleras, dando pasos cortos. Su cabello oscuro, cubriendo la espalda casi hasta la misma cintura, cortado en mechones irregulares, que le daban un extraño aspecto de vivacidad que no parecía poseer su carácter.
Me acerqué al grifo y tomé el mismo vaso en el que ella había bebido, llenándolo de agua, para poder beber yo. Era extraña la sensación de tener a estas dos chicas en casa. Mientras cenábamos, mi atención estaba puesta en Camille, que me hacía reír con su simpleza y sus bromas fáciles, pero había una cierta vulnerabilidad en ______, que no sabía bien, como veía si ella parecía tener las defensas en alto todo el tiempo. Pero ahora mismo, con ese mínimo gesto de enseñarme su pijama bajo la ropa, había velado esa vulnerabilidad, para ocultarla casi tan rápido como había florecido.
El agua refrescó mi garganta y mi cuerpo. Debía ir a dormir, si quería ser capaz de levantarme, como quería Harry. Según él, para situar a ‘las chicas’, ellas luego se buscarían la vida solas.
.
Tenía el ostro oculto de la luz, con ambas manos. Los codos apoyados en la mesa de la cocina, en tanto mi boca se abría en un bostezo tras otro, como si quisiera salírseme el espíritu por la boca.
—No sé porqué mierda te empecinas en esto —me quejé con Harry, que acababa de poner la cafetera. Su aspecto parecía un poco mejor que el mío, gracias a su cabello permanentemente rizado, no se notaba lo desordenado—todavía ni se levantan.
—Cállate—fue la respuesta adormilada que recibí de él.
—¿No se pueden hacer un café solas—reclamé, cuando un nuevo bostezo me atacó—se lo podrían haber tomado en su trabajo.
—Cállate Zayn —volvió a insistir Harry, pero entre mis bostezos constantes y mi mal humor, no tenía intenciones de obedecerlo.
—Además, he dormido pésimo —intenté estirar la espalda, destapándome los ojos, abriendo la boca en toda su magnitud, cuando un nuevo bostezo se hizo presente—me has dado de patadas toda la noche.
—Eres desesperante —bostezó Harry, dejándose caer en la silla que había frente a mí—en casa de la cabaña, dormíamos en la misma cama y no te quejabas tanto
Harry volvió a bostezar, contagiándome de paso. Me puse en pie.
—Ya, la cama era grande, como la tuya, pero nosotros éramos bastante más pequeños —alcancé a terminar la frase, sin que me atacara un nuevo bostezo, pero Harry terminó con eso, cuando liberó uno— mierda… —me quejé—necesito un café…
Me acerqué a la cafetera, que aún estaba trabajando.
Las voces de las chicas se abrieron paso por la escalera y luego la sala. Aunque la que hablaba era Alexia y Helena más parecía gruñir que hablar.
—Buenos días —dijo ______, al entrar en la cocina y encontrarse con nosotros. Su saludo parecía tan compuesto, que no me extrañaría que lo hubiese estado ensayando toda la noche.
—Buenos días —intentó ser amable Harry, todo lo que su propio sueño le permitía.
Yo alcé la mano en respuesta, girándome hacia la pared, cuando un nuevo bostezo me obligó a abrir la boca, como si quisiera tragarme media cocina.
—Huele a café—habló Camille, como si fuese una especie de animalito que busca la comida por el olfato.
La miré y tría los ojos medio cerrados.
—No me mires —me advirtió—, no soy persona antes del primer café.
—Ni yo…
—Y mi amiguita se empeñó en que saliésemos pronto —hizo un gesto despectivo a su espalda, indicando a ______, que parecía impecable, a pesar de haber dormido, ¿cuánto?, ¿seis horas quizás?
—Ya llegamos una hora tarde —avisó ella, ordenando algunas cosas en el interior de su enorme bolso.
—¡Pero podríamos haber llegado más tarde! —la increpó Camille, molesta.
______ la miró, como una madre mira a su hija y le advierte, que en público no le haga escenas.
¿Para todo sería igual de empaquetada? Mentalmente, me recordé, que no era bueno que me hiciera esa pregunta.
—¿Zayn? —me habló entonces ______. La miré e intenté mantener los ojos abiertos, durante los treinta segundos de atención que podía prestarle—tenías el teléfono de un taxi —me recordó, con cierta, amable, suavidad.
—Ahí —le indiqué a su espalda, una pizarra de corcho que había en la pared, en la que solíamos pinchar mensajes.
—Zayn —escuché la voz recriminatoria de Harry, quién al parecer, estaba empecinado en que fuésemos unas especie de ‘esposos perfectos’, ¡pero si esto era una parodia!
—¿Qué? —me encogí de hombros.
—Déjalo tranquilo Harry, tiene sueño —habló ______ junto a mi amigo.
No me iban a decir ahora, que doña ‘perfecta’ y Harry iban a congeniar ¿no?
Resoplé, mirando la cafetera.
—Demasiado idílico ¿no? —murmuró Camille, junto a mí.
Le sonreí, al menos había alguien en casa que me comprendía.
Cuando la cafetera sonó, avisando que el café estaba listo. ______ se había alejado para pedir un taxi. Camille se alejó hacía la mesa, mientras yo me servía una taza de café. Harry se acercó u me susurró, con su mejor tono de regaño.
—Intenta ser un poco más amable.
Lo miré de reojo.
—No te pongas exigente —me quejé—ya sabes que me pongo idiota, cuando tengo sueño —______ seguía hablando por teléfono— además, no tendría ni que explicártelo.
Llevé mi taza la mesa, pero cuando llegué a ella, se la extendí a Camille, intentando un poco de aquella amabilidad en la que insistía tanto Harry. Ella me respondió con un gracias algo arañado por su voz.
—¿Ves? —dijo Harry, cuando me acerqué por otra taza.
—Ya, déjame en paz.
Comencé a servir una taza para ______, cuando Harry habló.
—¿Café? —se dirigió a ella.
—Que amable, gracias —escuché su respuesta, aderezada de una sonrisa.
Le dejé la taza a Harry, servida y me fui a la mesa, para que él se hiciera el amable.
—No tienen que levantarse tan pronto, por nosotras —habló ______, luego de un momento de silencio.
—¿Lo ves? —le dije a Harry. Éste sólo me miró.
—Queríamos que se sintieran a gusto —explicó.
—Gracias —respondió ella y volvió a beber de su café.
Un nuevo silencio, que me invitaba a volver a la cama, se paseo entre nosotros. Hasta que _______ volvió a hablar.
—Hoy comenzaré a trabajar en la organización de la gira —no estaba seguro de si eso debía de ser relevante. Yo en lo único que pensaba ahora mismo, era en una almohada mullida.
—Que bien… —asintió Harry.
Entonces noté la mirada de ______ en mí, como si esperara algo. La observé, ella entreabrió los labios, como si quisiera decir algo más. Y volví a ver, por una milésima de segundo, aquella vulnerabilidad.
El sonido del portero automático nos alertó a todos.
—El taxi —sentenció ______, poniéndose de pie. Harry fue hasta la puerta, para responder.
Camille se puso en pie y se removió un poco, como si estuviese poniendo en su sitio todos sus huesos. No pude evitar observar los contoneos de su cuerpo.
—Camille —llamó su atención ______.
—¿Qué? —preguntó ella, algo más despejada.
_______ me miró de reojo.
—Vamos, se nos hace tarde —le explicó.
—Se nos hace tarde, se nos hace tarde —repitió Camille, como una cantinela que la tenía aburrida, marchándose hacía la sala.
—Bueno… —me dijo, como si buscara despedirse.
—¿Quieres que las vaya por ustedes en la tarde? —le ofrecí, después de todo, ellas habían tenido que prescindir de sus coches por falta de sitio.
Me miró algo sorprendida.
—No, no te molestes —respondió, volviendo a aquella barrera infranqueable de responsabilidad y capacidad.
—No es molestia —dije con sinceridad.
Ella negó suavemente con un gesto y me sonrió. Había algo tras esa pared que levantaba, que tiraba de mi curiosidad, ¿sería aquello lo que me llevó a tatuarme su nombre? Y la pregunta volvió a dar vueltas en mi cabeza ¿se habría tatuado ella el mío?
—El taxi espera —dijo Harry, tras ella.
—Voy —reaccionó con apremio.
Y sentí que por aquellos segundos en los que nos miramos sin hablar, nos habíamos comunicado.
La vi alejarse, Harry lo hizo a su lado.
—A ti te gusta ______ —me sorprendí al escuchar la voz pacifica de Niall junto a mí, sin saber, cuándo ni de dónde, había aparecido.
—¿Qué?, ¿esa bruja controladora? —me puse en pie rápidamente, para ir por otra taza de café.
—Por eso mismo te gusta —continuó Niall—, te gustó desde que te subiste al escenario con ella.
Lo miré arrugando el ceño.
—Tú estás loco —negué con un gesto, sirviéndome mi segunda taza de café, sin saber de dónde podía Niall sacar una cosa así.
—Sí, claro… el loco soy yo, pero el que aún se pregunta ‘por qué ella’, eres tú.
Sentenció, antes de marcharse, dejándome sólo con mi consciencia. Quise seguirlo, pero la pregunta que había dejado en el aire y que ciertamente yo me repetía, no me dejó hacerlo.
“Por qué ella”
.
“La regla es; Las Vegas no es buen sitio para enamorarse”
Última edición por Vanessa_ el Vie 09 Nov 2012, 4:34 pm, editado 1 vez
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
ya subí new capituloVioleta escribió:dios dios dios, ya quiero saber que harán con todo este tema lakdjfaldjfasd.
Siguela por favor! (:
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
CHICAS, AQUÍ COMIENZA MAS O MENOS LA HISTORIA...AQUÍ ES CUANDO ZAYN EMPIEZA A ATRAERSE POR RAYIS
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
JAJAJAJAJAJJAJA amé la parte de Niall :')
Es como que llegó a coger algo de comida, le dijo eso a Zayn y se fue JAJAJAJAJAJ.
No se porque me da risa pero bueno :')
Sube otro capítulo, por favor por favor por favor, solo uno más<3
Es como que llegó a coger algo de comida, le dijo eso a Zayn y se fue JAJAJAJAJAJ.
No se porque me da risa pero bueno :')
Sube otro capítulo, por favor por favor por favor, solo uno más<3
Violeta
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
https://onlywn.activoforo.com/t21772-vivir-contigo-es-un-infierno-harry-styles-y-tu?highlight=vivir+contigo+es+un+infierno porfavor chicas ayudenme :c lean mi nove es nueva y necesito lectoras me estoy deprimiendo :C
daniella19982012
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Ok ahorita subo :hug:Violeta escribió:JAJAJAJAJAJJAJA amé la parte de Niall :')
Es como que llegó a coger algo de comida, le dijo eso a Zayn y se fue JAJAJAJAJAJ.
No se porque me da risa pero bueno :')
Sube otro capítulo, por favor por favor por favor, solo uno más<3
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Ahora cada vez que bajo a The Strip (La calle de casinos y hoteles de Las Vegas, si la de las lucecitas :) ) no puedo evitar acordarme de tu fic. La verdad es que me encanta.
Síguela pronto.
Síguela pronto.
Hopetodie<3
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Bienvenida, espero que te guste :hug:*Alii'Q..<3* escribió:Hola nueva lectora.. la ameee siguela(:
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Que bieeeen ahora mismo subiré otro capitulo. :D(En)amorada escribió:Ahora cada vez que bajo a The Strip (La calle de casinos y hoteles de Las Vegas, si la de las lucecitas :) ) no puedo evitar acordarme de tu fic. La verdad es que me encanta.
Síguela pronto.
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
.
El tenedor se paseaba por las diferentes hojas que componían mi ensalada, las movía, las pinchaba y las reagrupaba, por colores, formas y tamaños, en tanto mi cabeza no dejaba de trabajar. No tenía pensamientos demasiado concretos, el trabajo, Alex, la nueva situación en la que estábamos, Harry, los planes de promoción para la gira de One Direction, Zayn, la voz de Camille de fondo, Zayn, los perros que había en casa de los chicos, Zayn.
—Creo que Zayn se parece mucho a mí al despertar —alcé la mirada y la enfoqué en Camille.
—¿Qué dices? —pregunté, como si de pronto hubiese dicho algo importante. Ella me observó.
—Simplemente, que Zayn se parece a mí al despertar —se encogió de hombros.
—Oh, sí… se pone idiota… —acepté.
—Sí —sonrió Camille— ¿no es lindo?
Lindo. Sólo mi amiga podía considerar una actitud tan agria, por la mañana, como algo ‘lindo’.
—Si tú lo dices… —no tenía deseos de discutir.
—Nos sirvió el café —se encogió de hombros.
—A ti te lo serviría, porque a mí me lo dio Harry —le aclaré.
—Como debe ser ¿no? —rió.
—No por favor… —me quejé hundiéndome ligeramente en mi silla— como vuelvas a hablar del dichoso matrimonio, me largo.
Camille me miró y se encogió de hombros.
—Guillermo me invitó a bailar este fin de semana —comenzó a contarme. Guillermo era un compañero de la universidad, con el que Camille seguía manteniendo amistad y con el que nos encontrábamos de tanto, en tanto.
—Que bien… —dije, volviendo a la agrupación sectorizada, de mi ensalada.
—Le dije que iríamos —la mire nuevamente.
—¿Ambas?
—Sí —se encogió de hombros.
Sólo en ese momento pensé en los chicos. No estaba del todo segura de que fuese una buena idea, pero ellos mismos habían dicho, que de momento nuestras identidades eran desconocidas y que no nos preocupáramos.
“Los Ángeles es muy grande”
Habían sido las palabras de Harry.
Me encogí de hombros.
—Salir a bailar nos vendrá bien —pero eso sí, nada de alcohol, pensé.
.
Narra Zayn
.
Abrí los ojos, cuando eran las dos de la tarde. La luz del día se filtraba, tímidamente, por las pequeñas aberturas de la persiana, pero ya no podría dormir más. Me había vuelto a meter en la cama, en cuanto Camille y ______ habían abandonado la casa, aunque no pude dormirme de inmediato, pensando en las palabras que me había dejado caer Niall.
—Tonterías —hablé en voz baja, dirigiéndome a mi pequeña niña, que descansaba en la cama junto a mí.
Era imposible que a mí me gustase ______, era demasiado altiva y ese aire de ‘sabelotodo’ que paseaba por todas partes, no era algo con lo que yo quisiese lidiar. Sin embargo, en mi vientre había tatuado algo que me contradecía completamente. Algo agradable debía encontrarle ¿no? Pero en tanto imaginaba a ______, intentando recordar su forma de mirar o la forma en que se delineaban sus labios, mis propios pensamientos me traicionaban, mostrándome la voluptuosidad de Camille y el modo en que sus labios marcaban una sonrisa maliciosa.
Resoplé, acomodando mi ropa interior y lo que había bajo ella. Definitivamente compartía genes con mi amigo, aunque a mí se me diese mejor mantenerlos a raya.
Lo malo del celibato, era que siempre estabas pensando en el sexo. Y lo malo de ser sexualmente activo, es que siempre estabas pensando en repetir.
No había manera.
—¡A la ducha! —exclamé con el ánimo que me daba el sueño reparador, poniéndome de pie de un salto, para meterme al baño.
Una vez frente al espejo, mire mi apariencia nada cautivadora. La barba crecida, el cabello revuelto, los ojos algo hinchados. Miré la cicatriz del tatuaje, que ya estaba prácticamente curado, si esta fuese una situación corriente, y a su vez, éste, un tatuaje normal, no habría dudado en ponerlo en la aplicación, pero dadas las circunstancias, casi no había entrado en ella estos últimos días. Cada vez que lo hacía, era para ver una avalancha de críticas, quejas y uno que otro, buen deseo.
Me saboreé los labios, cuando el recuerdo de un beso me llegó, casi de forma inconsciente, para cuando me di cuenta de él, mis labios ya estaban húmedos. Me centré en la sensación del recuerdo, un beso apasionado, intenso, entregado. La forma de unos labios llenos, sin ser gruesos y el suspiro de ______ al dejar de besarnos.
“Quiero hacerme un tatuaje”
Había dicho y yo le había sonreído.
Me quedé mirando mi propia imagen en el espejo, mi mirada encontrándose contra el cristal, mientras mi mente intentaba extender, infructuosamente, ese recuerdo. Solté el aire lentamente, cuando comprendí que no recordaría nada más.
—Maldito vodka.
No volvería a beber en toda mi vida.
Y con ese pensamiento me metí a la ducha.
.
Narra ______:
.
—¿Qué haces? —le preguntó Camille a Zayn, que venía de copiloto, como era habitual, mientras este observaba su teléfono móvil.
—Revisar preguntas —contestó él.
—¿Preguntas? —interrogó Camille. Harry y yo nos manteníamos en silencio.
—Sí, de la aplicación —continuó explicándole Zayn.
—Mmm… ¿y qué te dicen?, si se puede saber claro… —sonrió Camille.
Zayn suspiró.
—De todo —por lo visto, no tenía demasiados deseos de explicarse, pero Camille parecía querer continuar con las preguntas, así que la siguiente en formular una, fui yo.
—¿Hay alguna zona para correr cerca? —cambié el tema, dirigiéndome más directamente a Harry.
—Hay un parque, no muy lejos —me respondió.
—Nosotros solemos ir a un gimnasio —agregó Zayn, sorprendiéndome por su amabilidad.
—Tengo costumbre de salir a correr —aclaré.
Entonces intervino Camille.
—Pero en un gimnasio encontrarás maquinas para correr.
—Ya lo sé, pero el aire libre es un aliciente para mí —argumente.
—Eso es cierto —me apoyó Harry —si quieres, puedo enseñarte el lugar cuando lleguemos.
—Te lo agradecería
De ese modo, en cuanto llegamos a la casa de los "famosos", subí a mi habitación, luego de saludar más tímidamente de lo que habría deseado,a Louis y Niall que estaban en la sala, Liam estaba con su novia, como debía ser. Me preparé, con la ropa de deporte, que Camille había puesto en mi maleta, recordando de paso, que no había pasado por el departamento para recoger algo más, tendría que ir mañana. Me recogí el pelo, en una coleta alta y bajé al encuentro de Harry, que me indicaría la zona por la que podría hacer ejercicio.
—Ya estoy lista —le avisé, en cuanto llegué a la sala. Todos me observaron, sin excepción.
No pude evitar sentir cierta timidez, después de todo estaba hablando de cuatro hombres, y yo no estaba precisamente en una reunión de trabajo, que era dónde mejor me manejaba.
—Bien, vamos entonces —anunció Harry, acercándose a mí, revisando en sus bolsillos, probablemente para asegurarse de tener sus llaves—Zayn… —se giró hacía su amigo—me pasaré por el gim, ¿te vienes?
—No —negó este—hoy no.
Harry hizo un gesto con la mano, despidiéndose de todos los demás.
Avanzamos por el jardín, en medio de un silencio extraño, no alcanzaba a ser embarazoso, al contrario, era una especie de silencio pactado e incluso agradable, parecía que no necesitábamos llenarlo con palabras vacías.
Abrió la puerta de salida y el clic se escuchó tras nosotros, cuando la cerradura eléctrica hizo su trabajo. Se quedó de pie mirándome.
—Quizás debería dejarte mis llaves —meditó y no pude evitar, reparar en la confianza que estaba depositando en mí.
—Oh no, ya me abrirán la puerta los que quedan dentro —le expliqué con lógica.
—Ahora, pero si quieres moverte más libremente… —continuó analizando.
—Por ahora sólo tengo pensado ir a correr y mañana a trabajar, así que no hay prisa —le sonreí, sintiéndome cómoda con su amabilidad permanente.
—Bien… —aceptó, pero supe que la inquietud seguía dando vueltas en su cabeza—vamos por aquí —me indicó el camino a mi izquierda, y de ese modo, luego de caminar algunos cientos de metros, nos encontramos con un gran parque—puedes comenzar el recorrido por aquí, el parque es bastante extenso.
—Perfecto —me sentí animada. La luz del sol aún me acompañaba, así que no tendría problema.
Comencé a acomodar los auriculares de mi móvil en mis oídos, para ir escuchando música mientras corría.
—¿Qué música tienes? —me preguntó entonces y me sorprendí.
—Oh, bueno… de todo un poco… —le dije, esperaba que no me preguntara por música de One Direction, porque de momento ni siquiera los había oído.
—Déjame ver —sonrió, extendiendo su mano para que le dejara mi móvil.
—No, no, no… —me negué sonriendo, esperando que la relaciones publicas que llevaba dentro, fuese capaz de convencerlo de desistir— ver el móvil de una chica, es demasiado personal.
Me miró y en la comisura de sus labios jugó una maliciosa sonrisa.
—Lo aceptó por ahora, pero tendrás que decirme qué música escuchas —insistió.
—¿Para qué quieres saberlo? —mantuve la sonrisa, que iba poco a poco, haciéndose más sincera.
—Digamos que… por cultura general… —¿me estaba coqueteando?
______, ______, esto no era buena idea. Me dije, intentando apresar mi juicio, ya que no podía olvidar que me había divertido mucho con él, durante aquella noche en Las Vegas.
Bajé la mirada para centrarme, antes de volver a enfocar mis ojos en los suyos.
—Concedido, te lo diré… uno de estos días… —sonreí, no podía creerlo ¿ahora le coqueteaba yo?—tengo qué… —indiqué el camino.
—Sí claro, ir a correr —aceptó él.
—Eso
Nos miramos un instante más, yo retrocedí dos pasos y luego le di la espalda, echando a correr, como sabía que debía hacer. El apellido Styles o Malik, eran sinónimo de complicaciones ahora mismo. De todos modos miré hacia atrás, luego de avanzar unos metros. Harry se había alejado.
.
Narra Zayn:
.
—Tengo que darle de comer a mis perros —le dije a Camille, que se había bebía una cerveza, sentada junto a Louis y niall
—Te acompaño —sentenció, poniéndose de pie de inmediato, con aquella sonrisa radiante que parecía mantener en todo momento. Sin duda, era una chica alegre.
—A ti no te dan miedo los perros ¿no? —le dije, mientras caminábamos hacía la cocina, para sacar lo necesario al jardín.
—No, me encantan —expresó con alegría. Yo sonreí—pero no debes juzgar a ___(tu apodo) por ello.
____(tu apodo), era una forma cariñosa de referirse a su amiga. Era curioso, ambas discutían siempre, nunca parecían compartir el mismo punto de vista, sin embargo aquella expresión de afecto decía más que todas las discusiones que pudiesen tener.
—No la juzgo —me encogí de hombros, sacando de una alacena la bolsa con la comida.
—Es tímida, aunque intenta sobreponerse a esa timidez. Es valiente, para casi todo, menos para los perros —rió nuevamente, la miré, y sus ojos color miel se quedaron puestos en los míos— aunque debería ser ella quien te cuente estas cosas…
—Podemos hablar de otra cosa —sentencié.
—Podemos… —miró mis manos—¿les pondrás agua también?—habló refiriéndose a los perros.
—Sí, pero fuera ya hay.
De ese modo salimos al jardín y comenzamos a llenar los platos de los chicos con la comida. Ellos revoloteaban a nuestro alrededor dando pequeños saltos de alegría.
—Se nota que son felices —dijo, entonces Camille.
—Eso procuramos —me incliné y acaricié la cabeza de mi ‘niña’ que comenzaba a comer.
—___ es buena… —dijo de pronto. La miré sin comprender. Me sonrió y se mordió el labio— fui yo quien la metió en todo este lío…
Me incorporé.
—Yo no la vi forzada —aclaré, refiriéndome a la subasta y a los juegos en las salas de casino, posteriores a eso, al menos hasta dónde recordaba.
—No, claro… forzada no… —rió—bueno, un poco, por cosas… ya sabes…
—¿Saber? —negué—yo no sé nada.
Me miró, se mordió el labio como si evaluara seguir hablando.
—Bueno, yo no debería hablar estas cosas contigo —en sus ojos jugaba esa chispa de diversión que mantenía siempre intacta—, tú no eres su marido.
—Es verdad, soy el tuyo —quise probar su respuesta.
—Pues sí, el mío —aún seguía encendida la chispa de su vivacidad.
—Te recuerdo que no pasaste la noche de bodas conmigo —le sonreí, siguiendo el juego. Por alguna razón sus palabras no me resultaban mal intencionadas, Camille tenía un aire agradable, bromista incluso.
Me miró, intentando parecer sorprendida.
—¿Ah, no?, yo juraría que la pase con alguien idéntico a ti —continuó sonriendo, y yo solté una carcajada.
En ese momento escuché el timbre del portero automático, sonando insistentemente. Arrugué el ceño entrando en la casa, seguido por Helena.
Louis y Niall me miraron con la misma interrogante. ¿Quién sería?
—¿Sí? —pregunté con un tono bastante seco.
—¡Zayn! ¡Zayn! ¡por favor! —escuché la voz de ______, junto con más voces que parecían muy cerca de ella, le hablaban, le preguntaban cosas.
Mi primera intención fue la de abrir, pero si lo hacía desde aquí, para cuando me diera cuenta, estaría el jardín repleto de desconocidos.
—¡Espera!
Le pedí, dispuesto a salir a la parte delantera del jardín.
—¿Qué pasa? —escuché la pregunta de Camille tras de mí.
—Quédate dentro —le pedí—, vamos.
Les dije a niall y Louis, que me siguieron sin preguntar nada. Ellos ya conocían de estas cosas, habíamos pasado mucho juntos.
A medida que me acercaba a la puerta, se oían las voces más y más cerca, creo que casi pude escuchar la voz de ______ pidiéndoles, a quién quiera que fuesen aquella personas, periodistas quizás, que se alejaran.
Cuando toqué el botón de apertura, y antes de accionarlo, miré a los chicos.
—Voy a abrir —les dije, ambos asintieron.
Accioné el botón y en cuanto la puerta se abrió, me encontré con los ojos claros de ______, suplicándome porque la ayudara. Las luces de los flashes nos iluminaron insistentemente, mientras las voces de aquellos que la acosaban, nos llenaban de preguntas. Su mano se extendió hacía mí y la sostuve por el antebrazo, tirando de ella hacia el interior, sintiendo su cuerpo chocar contra el mío, arrastrándola hacia el interior, sumergida en mi abrazo, Louis y Niall cerraron la puerta.
.
“La regla es; Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. ¿Seguro que puedes cumplirlo?”
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
aaaay, me gustó el final alksdjfklsjfskd
que Zayn abraza a la rayis para que entre*-*
sube otro capítulo por favor!<3
que Zayn abraza a la rayis para que entre*-*
sube otro capítulo por favor!<3
Violeta
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