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SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Vanessa_ escribió:Vives en las Vegas? :wut: Que biiiiiiien^^ hay chicos guapos? jajajajajaja bueno..... después la sigo ok? yo vivo en Barcelona.(En)amorada escribió:¡Aaaaah! Estoy emocionada. Yo vivo en Las Vegas, aun que soy de España. M encanta la historia, síguela pronto que quiero saber que pasa con los matrimonios y los tatuajes.
Besos
Yo soy originaria de Madrid, pero vivo en Las Vegas para mejorar mi inglés. Lo de los chicos, hay de todo ya que hay tanto americanos como turistas extranjeros.
Estoy deseando leer la continuación. La verdad es que tu descripción de la ciudad es acertada xD
Hopetodie<3
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Yo también me iré a mejorar mi ingles, pero en Londres, me gusta más, ya que siempre fue mi sueño, yo nací en Brasil en realidad, pero llevo aquí desde los 8 meses, ya que mis padres son de aquí. Que biiien, me encantaría ir alguna vez ahí, aun que prefiero Reino Unido antes que E.E.U.U, enseguida la continuo, no te preocupes. ;)(En)amorada escribió:Vanessa_ escribió:Vives en las Vegas? :wut: Que biiiiiiien^^ hay chicos guapos? jajajajajaja bueno..... después la sigo ok? yo vivo en Barcelona.(En)amorada escribió:¡Aaaaah! Estoy emocionada. Yo vivo en Las Vegas, aun que soy de España. M encanta la historia, síguela pronto que quiero saber que pasa con los matrimonios y los tatuajes.
Besos
Yo soy originaria de Madrid, pero vivo en Las Vegas para mejorar mi inglés. Lo de los chicos, hay de todo ya que hay tanto americanos como turistas extranjeros.
Estoy deseando leer la continuación. La verdad es que tu descripción de la ciudad es acertada xD
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
*Narra Zayn*
Estaba nuevamente frente al espejo, mirando el nombre tatuado en mi vientre, buscando quizás, encontrar el recuerdo de ese momento en que debí decidir hacerlo.
—Mierda…
Mascullé cansado, volviendo a poner le parche en su sitio y acomodándome la ropa. Me masajeé la frente, saliendo del baño, sin saber qué iba a hacer con este problema .Simon había dicho que teníamos que encontrar a esas chicas, pero lo único que teníamos eran un par de nombres de pila y, claro, un par de certificados de matrimonio extendidos en Las Vegas. El problema es que ni siquiera sabíamos en qué ‘juzgado’ nos habíamos casado.
Resoplé, dejándome caer boca abajo en la cama, con la cabeza casi colgando y una mano tocando el piso. ¿Cómo era posible que Harry y yo, terminásemos casados? Intenté centrarme, otra vez, en los recuerdos, pero siempre llegaba al mismo punto, Harry y ______, abrazados como si se conocieran de toda la vida, algunos pasos por delante de Camille y yo, que íbamos tomados de la mano. Me sentía mareado, muy mareado, pero lo cierto es que me sentía también, extraordinariamente liberado, como si todos los problemas, los inconvenientes y las obligaciones, se hallaran en una especie de mundo paralelo, al que no tenía pensado regresar.
—¿Quieres hacer algo divertido? —me había preguntado ella, sonriendo con esa mezcla de dulzura y complicidad que había llamado mi atención desde el principio.
—¡Claro! —respondí, sin siquiera pensármelo. Ella tomó mi mano, con las dos suyas y tiró de mí, al interior de un nuevo salón de juego, sin dejar de mirarme, casi como si me invitara a pisar en la cornisa del infierno y mirar en su interior.
No podía negar que recordar aquella mirada me extasiaba nuevamente. ¿Tan prisionero me sentía, que en cuanto encontré una puerta de escape, ya no medí mis acciones?
—Estaba borracho —me recordé en voz alta, girándome para mirar al techo blanco.
La puerta de mi habitación se abrió sin previo aviso.
—¿Qué?... —alcancé a preguntar, antes de que Harry me hablara con una expresión extraña y un grito contenido.
—¡Zayn! —me extendió el teléfono de casa.
—¿Qué pasa?—pregunté nuevamente, recibiéndolo.
—Tu Mamá—respondió Harry, alejándose del teléfono, como si tuviese un virus.
—¿Y por qué me la pasas a mí? —le reclamé, tapando el auricular, pero escuchando claramente la voz de mi madre gritando mi nombre.
Estaba furiosa.
Mi expresión de pregunta, para Harry fue obvia. ¿Quién le había contado a mi madre?
—No sé… —alzó las manos Harry.
En ese momento la voz de mi madre se escuchó, preguntando por mi amigo .Harry se encogió sobre sí mismo. Me acerqué el teléfono al oído.
—Mamá.
Lo siguiente fue alejarme el teléfono unos cuantos centímetros, porque mi madre estaba que rebotaba de enfado.
—¡Cómo es posible que me entere por la televisión, de cosas como estás! —escuché claramente.
—¿Cómo que por televisión? —pregunté mirando a Harry, ¿tan lejos había llegado todo en, prácticamente, un día?
—¡Tú abuela quieres subirse a un avión y traerte de las orejas ! —mi madre no estaba dispuesta a escuchar.
—Mamá… —intenté.
—¡Quiero una explicación ahora mismo Zayn Malik! —continuaba. Yo sentí un frío hilo recorrer mi columna. Mamá era capaz de tomarse un avión y llegar a casa a regañarme. Era una mujer muy práctica, pero siempre me había enseñado a que mi vida era eso, nuestra, pero esperaba que usáramos el criterio que nos había enseñado a tener, y esto, claramente, se salía de dicho criterio.
—¿Y Harry? —pregunté intentando dar largas.
Mi amigo me miró con ganas de estrangularme, yo me encogí de hombros, ¿qué esperaba?, no me iba a llevar el regaño yo sólo.
—¡Pasame con Harry! —exclamó mi madre y yo le extendí el teléfono a Harry.
—Serás… —me arrebató el teléfono— Tía.- Los chicos llaman a mi madre tía, dicen que es como si fuera de la familia.
Escuché las exclamaciones de mi madre, a pesar de que era Harry quien sostenía el teléfono. Mi amigo suspiró y esperó, pacientemente.
—Lo arreglaremos tía… —dijo y luego me sonrió—Te paso con él.
Miré el teléfono que me extendía y luego a él. Tomé el aparato y se lo arranque de la mano.
—Sí —respondí a mi madre, que ya estaba tomando aire, para dejarme caer otra serie de reclamos—Lo solucionaremos mamá, ya estamos mayores, si metemos la pata tenemos que afrontarlo y ya está.
—¿Afrontarlo?, ¡¿afrontarlo?! —cerré los ojos, no lograría que se callara—¡¿qué harás?!, ¡¿traerás a tu esposa a casa?! —habló con tono irónico, pero no fue eso lo que me puso la espalda como escarpias. Fue la palabra ‘esposa’.
.
.
*Narra ______*
—No puedo creerlo —expresó Helena, cuando vio el tatuaje que me había hecho. Pero en realidad, la que no podía creérselo era yo. ¿Cómo diablos era que tenía el nombre de Zaynl tatuado casi en la pelvis?
Resoplé.
—Esto es el colmo —manifesté mi enfado, mientras me acomodaba nuevamente la ropa— si ni siquiera me caía bien.
—Por el tatuaje, no parece que te cayera tan mal… —indicó ella, callándose ante la mirada que le di, a través del espejo del baño.
Cuando terminé de arreglarme el cinturón del pantalón, volví a hablar.
—¿Cómo es que terminamos acostándonos? —expresé la pregunta que llevaba haciéndome desde que Alex me mostrara la imagen.
—¿Y eso es lo que te preocupa? —me preguntó Camille. La miré nuevamente, tenía razón. Lo que ahora tenía que preocuparme era conseguir ese divorcio.
—Al menos sé quién es… —hice una mueca expresando mi escasa conformidad, mientras me acomodaba el cabello en el espejo del baño.
Había estado en la oficina de Alex, hasta hacía un momento y me había sentido tan agobiada, que había detenido la discusión a la mitad, con la promesa de regresar.
—Y al menos sabemos que son amigos… —murmuró Camille. La miré. Sus palabras me habían resultado demasiado curiosas.
—¿Tienes interés en el amigo? —cuyo nombre llevo tatuado, agregó mi mente.
—Bueno… digamos que… —vaciló. La observé más atentamente, ya sospechaba yo que había algo que me ocultaba.
—¿Qué?... —la insté implacable.
Las palabras de su boca, salieron con tanta rapidez, que tuve que pensarlas un momento, luego de oírselas.
—Me casé con él.
La miré, parpadee y cuando comprendí lo que eso significaba, tuve ganas de estrangularla.
—¡¿Lo sabías?!
Camille abrió la boca para decir algo, pero se comió las palabras.
—Serás... —sentía que iba a estallar de lo furiosa que estaba, pero aún así no encontraba calificativo suficiente, en todo el repertorio de palabrotas que me sabía, para calificarla— ¡mala amiga!
Gruñí de rabia.
—Ay, ______... no es tan terrible, ya sabemos quiénes son. Vamos, nos divorciamos y ya está —alzó las manos, como los magos cuando muestran que las tienen limpias de trucos.
Enfaticé cada palabra, intentando que en su minúscula cabecita entrara ese hecho.
—Pero no sabíamos quienes eran.
Se encogió de hombros.
—Ahora sí, era cuestión de tiempo —le quitó relevancia, como si estuviese hablando de comprar leche desnatada o semidesnatada.
Eché el aire fuera, hasta que se me vaciaron los pulmones. Y aún tenía que regresar con Alex.
Volví a mirar a Camille.
—Ahora te irás conmigo a ver a Alex —le advertí, de camino a la salida del baño.
—¿Yo?, ¿por qué? —reclamó a mi espalda— la casada que le importa eres tú.
Me detuve y la observé. Sus ojos claros me miraban del mismo modo que habían hecho, cuando con trece años, me dijo que le había escrito al chico que me gustaba y que este le había respondido. Como si no viese nada malo en ello.
—Vamos —le dije, ya sin capacidad para alterarme.
Caminar, desde el baño, hasta la oficina de Alex, me hizo sentir como el recorrido que hacen los condenados a muerte. Sabía que una vez entrara en esa oficina, tendría que confesar todos mis pecados, a excepción del tatuaje, ese no se lo diría ni loca.
Di dos golpes en la puerta y abrí. Alex estaba hablando por el teléfono y me hizo un gesto con la mano, para que entrara.
—Sí, sí… nos encargaremos de llevar la situación —hizo una pausa, escuchando a su interlocutor— desde luego, si hay algo, ya lo comentaremos—otra pausa, me indicó una silla, pero no me senté—le llamaré señor Simon, descuide—me miró directamente, yo le mantuve la mirada, aunque se me estaban poniendo los nudillos blancos, de tanto apretar el respaldo de la silla—adiós.
Cortó la llamada.
—Camille… veo que ______ ha traído a su abogada—habló Alex con sarcasmo.
—Las dos estamos metidas en el lío, ella se casó con el amigo —le solté sin anestesia.
—¿Qué?
Suspiré, éste estaba siendo un día demasiado largo.
Alex se puso en pie y dio una vuelta sobre sí mismo, con ambas manos en la cintura, observando los objetos sobre su escritorio.
—No preguntaré cómo ha pasado esto… —comenzó a ordenar los dos lápices que había sobre el escritorio, alineándolos con la libreta y el portátil—porque me temo que no me va a gustar —respiró profundamente y nos miró. Primero a mí, luego a Camille, para volver a fijar su mirada en mí—esa cuenta es muy importante para nosotros y no quisiera perderla por esto —nos mantuvimos en silencio—no sé cuál es el plan del manager, para acallar las voces de la prensa, que en este momento está dilapidando la imagen de la banda —comenzó a agitar la mano en el aire para enfatizar sus palabras—por no sé qué cosa del alma gemela de uno de ellos, del otro no he sabido nada.
¿Alma gemela?, pero ¿qué cursilada era esa?
—¿Ellos saben qué…? —comencé a preguntar, con tanta cautela, que no terminé la frase.
—No… —negó mirándome— no saben que trabajas en esta agencia. Trabajan —corrigió de inmediato— Pero no podré ocultarlo, Simon, el manager —aclaró, ante mi interrogante silenciosa, ya que aún no interiorizaba nada de la información que me había dejado para el trabajo—está que se sube por las paredes intentando encontrarlas.
Me sentí, de pronto, intimidada. Pero como si lo hubiese adivinado, Camille sacó la voz.
—Entonces nos presentaremos con ellos, nos verán, nos divorciaremos y ya está —se encogió de hombros, como era habitual en ella, todo parecía sencillo desde su prisma de la vida.
—Camille —dije su nombre en tono cansino, esperando que comprendiera que no era tan fácil.
- ______ espera… —habló Alex— no es mala idea…
Me quedé observándolo, esperando que complementara aquella aseveración, porque mi cabeza no comprendía, en qué universo podía ser buena idea presentarme ante mi ¿esposo?, con el tatuaje de mi 'cuñado' de camino al paraíso.
—La fotografía en la que sales, la obtuve por la prensa,Simon no sabe que la he visto y de esa manera dejamos el problema en sus manos.
Complemento, demasiado bien, su afirmación.
—¿Ves? —me sonrió Camille.
Yo sentía la sangre cada vez más fría. Creo que iba de paso a convertirme en lagartija.
.
Mantenía las manos sobre el volante del coche, apretando con tanta fuerza, que se me estaba cortando la circulación de la sangre. Notaba la boca seca y el estómago hecho un nudo. Antes todas estas sensaciones, prefería mil veces, la resaca que había pasado hacía unas horas atrás.
—Cálmate—me pidió Camille, junto a mí.
—Me pides demasiado.
Habíamos conseguido una cita de trabajo con la banda, una cita que había sido programada en la casa de dos de ellos, suponía que los dos que estaban enlazados legalmente a nuestra vidas. Se suponía que íbamos a tratar el tema de la promoción de la gira y que, probablemente, nos informarían de su situación con la prensa. Aunque bien sabía yo, que no llegaríamos a esa parte, en cuanto nos vieran todo sería un torbellino.
—Toca el timbre y salgamos de este lío de una vez —me instó Camille— ¿qué nos puede pasar?
Ante sus palabras, un trozo de mi cabeza, que no estaba ocupado por la aprensión, se sintió aliviado.
—Vamos, total, ya estamos casadas ¿no? —dije, tocando el timbre.
—¡Así se habla! —me animó ella. Le sonreí.
Después de todo, habíamos ido a Las Vegas, para tener unos días de aventura, lejos de las presiones de la realidad.
“¿Sí?”
Escuché una voz, al otro lado del portero automático, pero ante la sola idea de entrar ahí, el nudo que tenía en el estómago apretó un poco más y la voz no me salió.
“¿Sí?”
Insistió la voz, que de alguna manera pareció infiltrarse, en esos recuerdos que no lograba reflotar del mar de alcohol de esa noche.
—Venimos de ‘Revolution’ —salió en mi rescaté Camille.
“Bien”
El sonido del intercomunicador dio paso a otro sonido, el de la puerta de entrada abriéndose para nosotras.
.
"La regla es; Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. Pero no siempre puedes cumplirla."
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
'OHH YO QUERIA QUE SUBIERAAAAAAAAAA! :'(
Nueva Lectora here (:
Me a encantado y me da un poco de risa esta patre "Me quedé observándolo, esperando que complementara aquella aseveración, porque mi cabeza no comprendía, en qué universo podía ser buena idea presentarme ante mi ¿esposo?, con el tatuaje de mi 'cuñado' de camino al paraíso." JAJAJAJAJAJAJAJA.
Tienes que seguirla :))
Nueva Lectora here (:
Me a encantado y me da un poco de risa esta patre "Me quedé observándolo, esperando que complementara aquella aseveración, porque mi cabeza no comprendía, en qué universo podía ser buena idea presentarme ante mi ¿esposo?, con el tatuaje de mi 'cuñado' de camino al paraíso." JAJAJAJAJAJAJAJA.
Tienes que seguirla :))
MarianMorgenstern
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Estaba ocupada, por eso no iba a subir, pero ya termine mi tarea para el colegio.... así que ahora subo otro cap :PMarianMorgenstern escribió:'OHH YO QUERIA QUE SUBIERAAAAAAAAAA! :'(
Nueva Lectora here (:
Me a encantado y me da un poco de risa esta patre "Me quedé observándolo, esperando que complementara aquella aseveración, porque mi cabeza no comprendía, en qué universo podía ser buena idea presentarme ante mi ¿esposo?, con el tatuaje de mi 'cuñado' de camino al paraíso." JAJAJAJAJAJAJAJA.
Tienes que seguirla :))
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Cuando me bajé del coche, tuve que quedarme un momento apoyada en la puerta cerrada de éste. Sentía como me temblaban las piernas, imposibilitándome para caminar.
—Vamos —me apremió Camille junto a mí. Yo negué con un gesto y con una expresión de pánico que debió asustarla—¿Qué te pasa?
—No puedo—gemí la confesión.
Camille tomó una de mis manos y comenzó a frotar mi muñeca, como si con eso fuese a calmarme.
—Ya verás como sí puedes —me alentó.
—Tienes demasiada fe.
Sonrió, soltó mi muñeca y comenzó a avanzar hacia la puerta de entrada.
—Tú confía en mí —quiso animarme, pero yo murmuré caminando tras ella.
—Lo mismo dijiste cuando nos fuimos a Las Vegas.
Me miró con los ojos muy abiertos y luego volvió a sonreír.
—Opss.
¿Opss?
—De Revolution ¿no? —escuché la voz de un hombre, que se acercaba. Ambas miramos, yo lo hice poco a poco, tras Helena.
Casi se me escapa un suspiro de alivio, cuando comprobé que no lo conocía.
—Sí—respondió Helena, por ambas, moviéndose para que yo también estuviese frente al hombre.
—Bien—nos sonrió con amabilidad, extendiendo la mano a continuación—soy Simons —estrechó la mano de ambas con cierta premura—¿entremos?
No. Pensé.
—Claro —murmuré sin voz.
Él se dio la vuelta y Camille me dio un empujón.
“¿Qué?”
Pregunté, modulando únicamente. Ella se me acercó al oído.
—Mejor enfadada, que con miedo.
Lo cierto es que muchas veces quería matar a mi amiga, pero muchas otras, necesitaba tomarla de la mano y no soltarla hasta que la tormenta amainara. Como ahora.
Los pasos que nos separaban de la puerta, se me hicieron pesados y muy pocos. Antes de llegar a pensar en cómo iba a enfrentarme a lo que venía, ya estaba dentro de la casa.
Fuerz ______. Me dije internamente, cuando vi una cabeza rubia, apoyada en un sillón, dándonos la espalda y a Harry hablando con alguien más.
—Chicos —habló Simons—estas personas vienen de la agencia.
Me obligué a mantenerme en mi sitio y no huir, cuando los ojos de Harry se fijaron en mí y luego en Camille, desorbitándose. Zaynl se puso en pie y su expresión fue exacta.
Nos mantuvimos así un instante, ni ellos ni nosotros decíamos nada. ¿Serviría eso como sorpresa?, porque se suponía que teníamos que sentirnos sorprendidas ¿no?
Lo primero que se oyó en el salón, fue una risa que parecía haber sido contenida hasta el límite, escapando cuando ya no hubo posibilidad de aguantarla más.
—¿Qué es lo que pasa? —preguntó Simons, quizás la pregunta que más temía.
Sólo en ese instante parecimos reaccionar. Bajé la mirada, imposibilitada para decir algo.
—Simons—escuché a Zayn. Reconocí su voz de inmediato, a pesar de no estar mirando.
Simons se acercó a él, dejándonos en la entrada. Pero entonces intervino Camille.
—No sabía que tenían una banda —Avanzó hacia los chicos, mientras uno de los amigos, uno que recordaba haber visto antes y que estaba en un rincón, conteniendo a duras penas el ataque de risa que tenía, nos miraba como si tuviésemos la cara maquillada de payaso—¿lo sabías tú? —me preguntó entonces Camille.
Separé los labios, pero no pude emitir palabra. Negué con un gesto rápido.
—¿Saber qué? —preguntó entonces Simons, mirando a intervalos a los chicos y a nosotras. Su rostro cambió en un segundo, cuando la comprensión lo aplastó.
—Sí, son ellas —dijo Harry y Simons nos miró detenidamente, como si buscara relacionarnos con las locas de las fotos.
—Necesito agua —me di la vuelta, para salir de la casa, escuchando a mi espalda una nueva explosión de risa.
Si ese chico seguía riendo así, iba a reventar.
—Espera, espera —escuché la voz de Simons, tras de mí.
Dios, me iba a dar algo en esta casa. Necesitaba aire. ¡Necesitaba vacaciones!
—Necesito agua… —le dije, cuando me di la vuelta, respondiendo a su reclamo.
Me tomó del brazo, con más amabilidad de la que podía esperar.
—Ven, entra y siéntate un momento —comenzó a avanzar conmigo hacia el interior de la sala.
Yo contuve el aire, hasta casi ahogarme, a medida que me acercaba.
—Harry, agua —pidió.
—Sí, claro —actuó diligente.
Sólo en ese momento me atreví a mirar más directamente a ambos chicos. Harry se encaminó hacía el fondo de la sala y Zayn retrocedió unos pasos, tomando distancia de mí, pero observándome atentamente, mientras me sentaba.
La risa del amigo de cabello de un castaño un tanto colorido oscuro, se escuchaba al fondo.
—¡Basta Louis! —le exigió Zayn.
Louis, sí, ahora lo recordaba.
—Agua —vi la mano de Harry, extenderme la botella de agua y un vaso. La tomé, abriéndola con prisa, para beberme un trago larguísimo, sin pararme a mirar a nadie a mi alrededor.
El vaso se quedó en su mano.
—Chicos —escuché a Simons que les hablaba. En cuestión de un instante, nos encontramos Camille y yo, solas en la sala, con un Louis, Niall y Liam que nos miraban desde el otro lado de ésta.
.
.
Simons nos había llevado a Harry y a mí, a una de las habitaciones cercanas a la sala. Me dejé caer en uno de los sillones que había ahí, demasiado sorprendido como para decir nada. Harry fue el primero en hablar.
—Al menos ya están aquí —mencionó, yo lo miré sin mirarlo en realidad, recordando el momento en que ambas chicas fueron presentadas por Simons.
Me encontré con los ojos de Alexia y de Helena. Pero ya no supe a quién debía mirar.
—Deberíamos hablar con ella y arreglar lo del divorcio —continuó Harry.
Simons se paseaba por la habitación meditando, sin responder.
—Sí, lo del divorcio hay que solucionarlo ya —apoyé a mi fiel amigo.
Simons continuaba sin responder. Nos miró.
—Creo que esto hay que pensarlo un poco más —sentenció.
Harry y yo nos miramos.
“¿Qué hay que pensar?”
Preguntamos al unísono.
—No hay que apresurarse —dijo Simons, mirándome directamente— ¿sabes las cosas que se están diciendo, sobre todo de ti, en la prensa? —me preguntó.
—¿Y de Harry no? —quise defenderme.
Simons miró a mi amigo, e hizo un gesto displicente con la mano.
—De lo que hace él nadie se extraña.
Harry rió con sarcasmo.
—¡Hey!, algo más de respeto ¿no? —reclamó, pero Simons sólo mostró una sonrisa floja y continuó dirigiéndose a mí.
—Eres tú el que está armando revuelo. Si bien, la mitad de los fans están que se lanzan de un puente, la otra mitad cree que quizás esta chica con la que te has casado es tu amor verdadero —ahora el gesto displicente me lo llevaba yo— por todo ese cuento del alma gemela…
—¡Hey!, que para mí no es un cuento ¿eh? —reclamé.
—Bueno, bueno… me parece muy bien que lo creas —aceptó—, pero si ahora te divorcias, a días de estar casado, no te creerá nadie más.
El silencio se hizo en la habitación. Las palabras de Simons habían sido demasiado claras.
—¿Y qué… sugieres? —fueron las cautelosas palabras de Harry.
Simons nos mantuvo la mirada un momento, para luego hablar con calma.
—Conservar el matrimonio un poco más —a medida que hablaba yo intentaba comprender lo que pretendía— unos meses —¿seguir casados?— hasta que comience la gira -Simons continuaba hablando, como si estuviese recreando la idea a medida que la contaba. Yo sólo lo miraba, sin saber muy bien a dónde iba a parar— luego comenzaran los conciertos… —comenzaba a pasearse por la habitación— y siempre podemos hablar de distanciamiento debido a la gira… imposibilidad para mantenerse juntos…
—¿Diferencias irreconciliables? —se burló Harry.
Simons lo miró, como si Harry hubiese descubierto la rueda.
—¡Eso!
Harry me miró.
—Esta es una locura.
Sentencié, sin saber cómo pretendía Simons que sacáramos adelante esa idea.
—¿Locura? —me pregunto Simons, negando con una sonrisa irónica— No, locura la que cometieron ustedes dos, par de inconscientes y a las puertas del lanzamiento del nuevo disco.
Quise decir algo, pero Harry se me adelantó.
—No me parece tan mala idea Zayn.
Lo miré, meditando en la posibilidad de que me hubiesen cambiado a Harry, porque no me podía estar diciendo esto.
—¿No te parece mala idea? —le pregunté con cierto tono de incredulidad— ¿y con cuál de las dos esposas se supone que te quedaras? —Harry me echó su mejor mirada de ‘cállate’, pero yo estaba demasiado alterado para hacerlo— ¿con la legal o con la que te acostaste?, porque yo tengo mis dudas ¿sabes?
—¡A ver, a ver, a ver! ¡¿qué me he perdido?! —preguntó Simons. Yo continuaba mirando a Harry, que alzó ambas cejas.
—Vamos, tú estás de hablador, termina de contárselo —me instó.
Miré a Simons, que parecía cada vez más rojo.
—Eso —dije.
—¿Eso? —pregunto Simons.
Resoplé.
—Que éste —indiqué a Harry—terminó acostado con la que… se casó conmigo…
Balbuceé la última parte de la frase, porque hablar de matrimonio era algo que no se terminaba de encajar en mi cabeza.
—¡¿Y tú?! —saltó Harry.
Yo no respondí. Simons comenzó a masajearse la sien.
—Definitivamente, ustedes van a matarme.
—¿Y quién se los va a decir? —preguntó Harry, ambos miramos a Simons.
Su risa brotó irónica y sus palabras más irónicas aún.
—No recuerdo que para meterse en este lío, pidieran un manager.
.
Narra ______
.
Los tres chicos nos miraban directamente, sentados junto a un pequeño bar que había en un rincón de la sala. El primero, había logrado dejar de reír a carcajadas, pero no dejaba de sonreírnos. El segundo sólo nos miraba, como si fuésemos una especie de animalitos exóticos a los que había que observar atentamente, para no perder detalle. Y el tercero,pues el negaba con la cabeza y con una sonrisa burlona.
—Me siento muy incómoda —le dije a Camille, que se había sentado junto a mí— ¿no crees que deberíamos irnos?
—Bueno, tú has querido eso desde que llegamos, qué digo —exclamó—, lo has querido desde antes de venir.
—Camille, vámonos —la apremié, luego le susurré—además, esos tres nos miran como si…
—¿…fuésemos animalitos de feria? —preguntó mi amiga, terminando la frase por mí.
—Eso.
Ella y yo continuábamos mirando a los tres chicos y ellos a nosotras, entrando en una especie de batalla silenciosa. Los veíamos decirse cosas, aunque no alcanzábamos a escucharlos, como ellos no nos oían.
—¿Crees que hablen nuestro idioma? —me preguntó Camille.
—Supongo…
—Harry murmuraba cosas en otro idioma... —murmuró como si cavilara. La miré.
—Serás bruja —me miró asustada—¿te acuerdas de eso también?
Ella comenzó a balbucear.
—Acordarme, acordarme… no… pero…
Comencé a negar con un gesto.
—Debiste parar esto.
Pero antes de que ella me dijese nada, oímos la puerta tras la que se habían perdido Harry y Zayn, junto con su manager. El nudo que tenía en el estómago, y que había comenzado a remitir, volvió a acentuarse.
—Tranquila —murmuró Camille— de aquí salimos con fecha para el divorcio.
Simons encabezaba el pequeño grupo. Harry venía tras él, con las manos hundidas en los bolsillos de su pantalón, sin demasiadas ganas de mirarnos. Zayn quiso dedicarnos una medio sonrisa.
—Chicas… —comenzó a hablar Simons. Vaya, ¿utilizaban a su manager para esto también?— hemos estado hablando y bueno… esta es una situación un tanto inusual…
Escuchamos un pequeño acceso de risa a nuestra espalda, pero ninguno se detuvo a prestarle atención.
—Estamos dispuestas al divorcio, cuando ustedes quieran —saqué la voz, casi sin pensarlo, los ojos de aquellos chicos me estaban dejando marcas indelebles en la espalda.
—Bueno… —titubeo Simos, mirando al par de amigos y algo en mi espalda, se tensó— no es tan fácil —un nuevo acceso de risa, igual que el anterior se escuchó, y como antes, nadie le prestó mayor atención— tenemos algo que proponerlas…
—¿Algo que proponernos? —preguntó Camille a mi lado.
Simons sonrió, con su mejor sonrisa ejecutiva, y nos soltó la bomba.
—Pensamos que sería mejor, para los chicos, de cara al público, que siguieran casados.
Tras nosotros se escuchó unas carcajada batiente, que ninguno de los presentes pudimos ignorar.
“¡ Cállense !”
Se escuchó clara y concisa, la voz de Simons,Harry, Zaynl, Camille y yo.
.
“Lo que sucede en Las Vegas… puede viajar a cualquier otro lugar”
.
Continuará…
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
CHICAS AQUI ESTA EL NUEVO CAPITULO, ESPERO QUE LES GUSTE. BYE :(L):
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Hoooooooooooooooli.
Nueva lectora! Me llamo Violeta, pero puedes llamarme Vi :3 ME ENCANTA, la novela. Es tan asldkfjasdljfasds*-*
Siguela por favor! (;
Nueva lectora! Me llamo Violeta, pero puedes llamarme Vi :3 ME ENCANTA, la novela. Es tan asldkfjasdljfasds*-*
Siguela por favor! (;
Violeta
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Jajaja, buenísimo. La verdad es que es un puntazo todo el rollo del tatuaje y la historia. Me encantaron los capítulos, síguela pronto y a ver cuando empieza lo hot (Lo siento soy bastante perver).
B
Síguela
B
Síguela
Hopetodie<3
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
New readeeeer!!!! Me fascina me encanta me mataaaa!!!! Zaynchiu casado.... Wooow. Siguela siii??? Porfiiiiis????
FerNovelWriter
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
OMFG!
HELLOWIS :hug:
Soy tu nueva lectora:)
cuando la sigues?
aqui me tienes metida! :D
xx
HELLOWIS :hug:
Soy tu nueva lectora:)
cuando la sigues?
aqui me tienes metida! :D
xx
March Horan
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Narra ______*
Jugaba con el lápiz entre los dedos, sin lograr concentrarme en nada absolutamente. Cada vez que intentaba pensar en el trabajo y abría una nueva hoja para ello, mi mente volaba nuevamente a casa de Harry, y me sumergía en aquella absurda conversación.
—Seguir casados—me burlé en un susurro, que casi de inmediato rayó en la indignación— ¡y Camille, va y acepta! —me puse en pie furibunda y le hablé al cristal, como si pudiese responderme—pues que siga casada ella.
Aún no podía creer la cara con la que me había mirado y se había encogido de hombros.
“Si los podemos ayudar bien, ¿no?”
—¿Se puede? —escuché a mi espalda, me giré, reconociendo de inmediato la voz de Alex.
—Sí, claro —comencé a remover los papeles sobre el escritorio, fingiendo estar revisando algo de eso.
—Acabo de hablar con Camille —mencionó, yo solo hice un gesto con las cejas, sin mirarlo, preguntándome por qué con Camille, antes que conmigo.
—¿Ah, sí?
—Sí… —jugueteó con la sílaba, de ese modo que le conocía. Lo miré—dice que no les fue mal.
—Tampoco nos fue bien —sentencié, cruzándome de brazos y mirándolo atentamente. Conocía esa actitud en Alex, la persuasión, se la había visto muchas veces frente a nuestros clientes, cuando necesitaba un poco más de tiempo, o cuando quería que ellos se convencieran de que su táctica era la mejor.
Lo vi pasearse por mi oficina, buscando un resquicio para plantear lo que venía a decir. Yo no estaba para rodeos.
—Dilo.
Le solté con poca paciencia. Lo cierto es que se me había ido acabando desde que me había levantado esta mañana. Me miró y sonrió suavemente.
—He hablado con Simons… —el hombre de la sonrisa eterna, pensé— dice que seguirá manteniendo la cuenta con nosotros… —las pausas que estaba haciendo para hablar, se me iban alojando en el estómago, como si fuesen trampas para ratones— me contó… de la proposición que les hizo…
—Ya, ¿y?
—Que creo… —seguíamos con las pausitas—que deberías aceptarla.
Clac. Todas las trampas se cerraron atrapando mis tripas.
Comencé a organizar los papeles, sueltos, sobre mi escritorio, con cierto nerviosismo.
—No creí que tú me pidieras eso —confesé, con más resentimiento del que habría querido. Quizás, una parte de mí había conservado la esperanza, de que su enfado fuese por algo más que por la cuenta.
—No te lo pediría _______ —se acercó, buscando que lo mirara. Yo me sentí intimidada por esa cercanía, pero aún así no levanté la mirada—, pero serán solo unas semanas, hasta la gira…
Entonces lo miré.
—Y luego durante la gira, querrán que sigamos fingiendo que somos esposas a distancia ¿no?—ironicé.
—La casa en la que viven es grande, podrán tener habitaciones separadas —continuó.
Arrugué levemente el ceño. Aquí había algo más que una cuenta.
—Puedo conseguir mejores clientes —le ofrecí.
—No con la rapidez necesaria —sentenció.
—¿Qué es lo que pasa? —lo increpé.
Alex contrajo su expresión, hasta la de una seriedad abrumadora.
—Malas inversiones.
—¿Qué tan malas? —el tema del matrimonio falso, paso a un segundo plano, para mí, cuando noté su aprensión.
Su respuesta fue categórica.
—De las que te arruinan.
.
Narra Zayn*
.
Me encontraba en el jardín, aplastando la hierba, paseándome de un lado al otro. Era el tercer cigarrillo que me fumaba al hilo, aunque ninguno de los dos anteriores llegué a fumarlos completos. Estaba nervioso, inquieto. No quería ver la televisión o revisar la prensa, quería mantenerme oculto en este jardín, a la sombra de las palmeras y los árboles.
Suspiré, apagando el tercer cigarrillo, sin llegar a terminarlo.
—¿Te queda alguno? —escuché a Harry junto a mí. Pues Harry avía comenzado este abito hace muy poco, pero solamente uno al día, no era como yo que era alguien obsesionado con el cigarrillo, aun que nadie de afuera de esta casa de locos sabia que el fumaba, solo sabían de yo y mi vicio.
Metí la mano al bolsillo de la chaqueta que llevaba y le extendí la caja. Harry saco uno y me ofreció otro, que recibí sin objeción.
Ambos comenzamos a fumar en silencio.
—¿Qué crees que decidan? —le pregunté.
—No lo sé… al menos tú tienes esposa.
Era verdad, Helena se había mostrado bastante receptiva con la idea, era Alexia la que parecía renuente, Harry era el que debía intentar solucionar aquello, pero yo no podía olvidar que, después de todo, el tatuaje que cicatrizaba en mi vientre llevaba el nombre de ______.
—¿Llegará a un acuerdo de dinero Simons con ellas? —le formulaba preguntas a Harry, que había estado hablando un poco más de tiempo con Simons. Yo había salido de la casa en cuanto las chicas se habían marchado.
—De momento no han hablado de eso —Harry aspiró el humo, lo contuvo un momento y luego lo expulsó— quiere ver si ellas sugieren algo.
El que aspiró del cigarrillo, ahora, fui yo. Dejé que el humo jugara con mi ansiedad.
—Si dicen que sí, tendremos que preparar habitaciones para ellas —sentencié.
—Probablemente.
Era extraño imaginarnos con ellas viviendo en casa. Además, estando con Louis y Niall con nosotros ahora mismo, poco sitio quedaba libre. Pues Liam tenia su novia desde ya hace mucho, Louis también pero su novia estaba con su familia, así que Liam vivía con su novia, en un departamento, solo venia a las reuniones importantes del grupo o a compartir con nosotros, tratábamos de ser lo mas unidos posibles.
—No podemos decirles a Lou y Niall que se vayan por ahí —respondió Harry, a una pregunta que sólo me formulé en mi mente.
—¿Y entonces? —lo miré casi con pánico. Harry me observó y soltó una carcajada que resonó en mis oídos como un cencerro.
—Por favor Zayn —continuó riendo mientras hablaba— dormiste con una de ellas ¿recuerdas?
¿Por qué tenía Harry que ser tan diferente a mí en esto?, hasta me hacía sentir absurdo. No soy ese tipo de chicos que todo se lo toma a la ligera, Harry antes era así, pero hubo un tiempo en el que cambio, y quedo como este nuevo Harry.
—¿Y qué sugieres?—lo increpé molesto— ¿que duerma con mi cuñada?
—No estaría mal, si puedo dormir yo con tu esposa —se burló.
Le di un empujón.
—¡Ahhh! —se quejó entre risas.
Lo miré y finalmente reí también, a pesar de que algo dentro, me decía que este plan era como una especie de bomba, que en cualquier momento nos estallaría en la cara.
—De todas maneras, deberíamos dejarlas dormir juntas ¿no crees? —me dijo Harry, cuando finalmente dejamos de reír.
—Eso, en el caso de que tu esposa quiera venir —apagué el cigarrillo en el cenicero que sostenía en la mano.
—Claro, en el remoto caso que acepte…
Creo que ambos recordamos la mirada asesina que ______ puso sobre Camille, cuando esta considero que ayudarnos era, en sus palabras, una buena causa.
Harry y yo rompimos a reír nuevamente.
—Tendré que hablar con ella… —sentenció Harry.
—¿Con… ______? —pregunté algo indeciso.
—Sí —me miró Harry—, a no ser, que quieras hacerlo tú.
Casi me mofé en su cara.
—No, no, yo paso… ese problemita es todo tuyo —sólo me faltó alzar las manos, para remarcar las pocas ganas que tenía, de acercarme al carácter que parecía tener ______.
Harry sonrió.
—Mal Amigo…
.
Narra ______
Me observaba en el espejo del baño, mientras el cepillo de dientes iba haciendo su trabajo, vibrando contra el esmalte. Aún era lunes, pero eso cambiaría dentro de poco, media hora quizás. La conversación que había tenido con Alex, aún daba vueltas en mi cabeza, sin permitirme un descanso.
—La ruina… —balbuceé con el cepillo metido en la boca, escupiendo cuando necesité hacerlo.
Aún no comprendía cómo era posible que Alex hubiese metido la pata e esa forma. La cuenta del grupo ese, parecía más necesaria que nunca.
—¡______, tu teléfono! —escuché a Camille, gritar a través del pequeño pasillo.
¿Quién podía estar llamando por teléfono a esta hora? Mi madre no podía ser, había hablado con ella durante la tarde, dando gracias al cielo, que ella desconociera la situación en la que me encontraba.
Entré en mi habitación y tomé el móvil que estaba sobre la cama. El número me era desconocido. ¿Publicidad?
—¿Sí?
—¿______? —escuché una voz masculina.
—Sí, ¿quién habla?
—Soy Harry.
—¿Qué Harry? —por alguna extraña razón, mi cabeza no lo procesó al instante. Lo escuché sonreír y lo supe.
—Styles —aclaró.
—Oh.
—Sí, oh.
Se produjo un pequeño silencio.
—Bueno, tú dirás —le cedí la palabra.
—Para ser una relacionadora pública, no eres precisamente amable —¿me estaba regañando?
—Hay personas como yo, que trabajamos de lunes a viernes —le contesté con el mismo desparpajo que él había empleado.
—Yo también trabajo —contraatacó.
—¿Ah, sí?, ¿a qué hora comienzas? —pregunté.
No emitió sonido, durante un instante.
—Creo que me estoy desviando —escapó por la tangente.
—Dime entonces, para qué llamabas.
Bien sabía yo, para qué. O al menos lo suponía. Me pareció oírlo suspirar en el teléfono.
—Me gustaría reunirme contigo, hablar sobre... —hizo una pausa—nuestra situación.
—¿Tú y yo? —pregunté y se me hizo un nudo en el estómago, ante la referencia de cercanía entre ambos.
—Sí, claro…
Este era el momento. Tenía que pensar en si daría ese paso o no. Si no aceptaba la propuesta de Harry, era probable que nos retiraran la cuenta y con eso perjudicaría enormemente a Alex. Mi trabajo también peligraría, pero lo peor, para mí, era que Alex perdiera la agencia. Por otra parte, se trataba de unos meses, tres como mucho.
-¿______? —habló Harry, ante mi silencio.
—Sí… que voy, pero… iré con Camille, me gustaría que nos reuniéramos los cuatro —condicioné— ¿estará Simons también?
—¿Quieres que esté? —preguntó con cortante amabilidad.
¿Lo quería?
—Me da igual, aunque creo que esto es algo que deberíamos tratar los cuatro.
—Estoy de acuerdo con eso —vaya, al fin nos poníamos de acuerdo en algo—, ¿te parece bien si cenamos mañana?
Ni siquiera se lo había preguntado a Camille, pero dadas las circunstancias, ella vendría.
—Bien, ¿lugar? —quise saber, para concretar los detalles lo antes posible y terminar con la llamada.
—Te avisaré mañana ¿te parece? —él también parecía querer concretar todo.
—Perfecto.
Nuevamente se produjo un silencio., mucho más incomodo esta vez, ya que no sabíamos como despedirnos.
—Nos vemos —dijo.
—Nos vemos.
.
*Narra Zayn
.
—¿Estás seguro que le diste bien las indicaciones del lugar? —le pregunté a Harry jugueteando con uno de los cubiertos de la mesa en la que nos encontrábamos.
—Sí Zayn, que insistente eres —se quejó, tan molesto como yo, luego de casi treinta minutos de espera.
—Me parece… —bufé— si vamos a comenzar así, no nos llevaremos nada bien.
Harry se masajeo la frente.
—Sólo serán unas semanas… —intentó calmarme.
—Meses, querrás decir —le interrumpí. Bebiéndome el resto del contenido de mi copa.
—No bebas tan rápido —me advirtió.
Lo miré enfadado, pero comprendiendo lo que me decía. Después de todo, el alcohol nos había metido en esto.
Alejé la copa, casi de inmediato.
—¡Eh! —hizo un gesto Harry, alzando la mano. Miré a mi espalda y las vi a ambas, que caminaron hacia nosotros en cuanto nos vieron.
—Al fin… —masculle mirando a mi amigo.
—Tú sólo cálmate, vinimos aquí con una finalidad ¿recuerdas?
No respondí, cómo olvidarlo, no podía dejar de pensar en ello, era como si me hubiese resbalado en el peldaño de una escalera y bajado el resto de esta a golpes.
—Hola —habló ______ de pie junto a la mesa—, lamento el retraso, pero no conocíamos este restaurante.
—Además, ______ insistía en que era del otro lado de la avenida principal —reclamó Camille, en contra de su amiga, sentándose junto a mí.
La observé, ella me miró y me sonrió. Tenía la sensación de que los problemas nunca pesaban en su espalda. Había una ligereza en sus palabras, que hasta podría decir que me resultaba agradable.
—Camille... —le reprendió su amiga, aún de pie.
—¿Qué? —se encogió de hombros en respuesta— no siempre tienes la razón. Anda, siéntate.
Creo que si ______ no la fulminó con la mirada, era porque carecía de ese super poder, pero deseos, desde luego que tenía. Intenté contener la risa.
—Sí, siéntate —la invitó Harry, junto a él.
______ obedeció, con ese aire altivo que solía mantener, que era el mismo que le había visto en medio de la subasta y que me parecía tan extravagante, que jamás pensaría en ella como compañera. Pero una pequeña punzada fantasma en el tatuaje de mi vientre, me recordó que aquello no era del todo cierto.
—Bien —habló Camille, de todos los presentes, la que mejor llevaba el asunto— yo tengo hambre, ¿comemos primero?
La miré y volvió a sonreírme, pero noté el peso de otra mirada puesta en mí y me fue imposible evitarla. ______ me miraba, estaría preguntándose, igual que yo, ¿cómo había sucedido?
.
"La regla es; Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. Pero a veces llega más lejos."
.
Continuará…
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Gracias :hug:Teya1D escribió:Seguilaaaaaaaa amo t novelaaaaaaaaa!!!!
Vanessa.
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