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SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Enseguida la sigo^^Violeta escribió:aldkjalskdj me encantó (:
¡Siguela!
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
.
—Así que este es Palos Verdes —dije, apoyándome en la parte delantera del coche, junto a ______, dejando mi bolso sobre el capó.
—Bueno, esto que ves y lo que hemos dejado atrás —me corrigió ella. La observé, no podía dar por perdida una batalla. Como yo.
—Te recuerdo que no he podido mirar demasiado el paisaje, venía conduciendo —le dije, cruzándome de brazos, no perdería la partida con ella.
—Desde luego que lo recuerdo, no me dejarás olvidarlo —dijo y luego comenzó a parodiar mi voz—, voy conduciendo, voy conduciendo.
—¡Eh! —quise parecer indignado— yo no hablo así.
______ me miró desde su altura, directamente a los ojos, como llevaba haciendo durante todo el camino.
—Oh, claro, tienes razón… eres mucho más irritante…
Si mirada, parecía destilar por todos lados un, ‘contesta eso Malik’. Y yo no me amedrentaría.
—Desde luego que lo soy, llevo demasiados días aprendiendo de ti —le contesté con total tranquilidad, la que me duró, sólo hasta el brinco que pegué, cuando me pellizcó el brazo— ¡Auch!
La miré, en el momento exacto en que mi teléfono comenzó a sonar.
—Aprende a defenderte con palabras —le dije, aunque mi primer impulso, fue el de darle un manotazo, como solía hacer con los chicos, cuando se pasaban de la raya.
_____ rió y se movió ligeramente, para que yo pudiese sacar el teléfono de mi bolso.
—¿Sí? —pregunté al responder.
—¿Dónde estás? —escuché la voz de Harry.
—Dando un paseo, ¿y tú?, ¿ya estás en casa?
—Sí y los chicos no tienen comida —dijo, refiriéndose a los perros.
—Quieres que pase ¿no?
—Si puedes, yo vengo muerto… —se quejó.
—Ya, de estar tirado en la arena —reí. _____ tenía la mirada perdida en algún punto del paisaje.
—¡El sol cansa! —se defendió.
—¿Y no se te cansaron los ojos de mirar el ‘paisaje’? —bromeé.
—Un poco, pero me duelen más las costillas, por los codazos que me llevé —confesó.
—¿Codazos? —pregunté curioso.
Harry rió con picardía.
—Ya te contaré… —ofreció. Sabía que no hablaría más— de momento, no olvides la comida o los chicos nos comerán a nosotros.
—Bien, pero no estoy seguro de lo que tardaré —le advertí.
—¿Y eso?
—Bueno, digamos que yo también te contaré más tarde —me reí con la misma picardía que él.
—Touché.
Aceptó y ambos dimos por terminada la llamada. ______ continuaba observando el horizonte. Nos habíamos detenido en un mirador, que nos permitía ver el mar y el atardecer que comenzaba a gestarse. De pronto me quedé abducido por una única nube, que surcaba el cielo, como si navegara, dividida entre el azul de la noche y el anaranjado del sol que moría.
—Es un hermoso lugar —dije, recordando entonces el teléfono en mi mano, animándome a tomar una foto para la aplicación. Los últimos días habían sido muy extraños, desde que tuviésemos la genial idea de subir una foto, con nuestras respectivas esposas, se habían dado de baja varias cuentas, algunas por voluntad propia y otras las habíamos tenido que cerrar nosotros.
—Es un bonito sitio —apoyó ______, mirándome mientras subía la imagen a la aplicación— ¿le dirás a Harry dónde estás?
—No es para Harry.
—¿Ah, no? —la miré de reojo, ella evitaba mirar directamente la pantalla de mi teléfono. Yo lo escondí un poco más de su vista.
—No seas curiosa —me mofé. _________ me observó entre sorprendida y ofendida. Yo contenía la sonrisa que en cualquier momento se me escaparía.
—No estoy curioseando —se defendió, fingiendo indignación.
—¿Ah, no? —imité su tono.
Ella achicó sus ojos claro, intentando dar énfasis a un enfado, que yo no creía que tuviera. Puse la pantalla del teléfono ante sus ojos.
—La subí a la aplicación —le dije, cuando se enfocó en el aparato.
—Hermoso lugar —leyó lo que había puesto en la entrada—, ya te están llegando comentarios.
Yo volví a mirar la pantalla y comprobé lo que decía.
—Suele pasar, llegan de inmediato… —le conté, mientras leía algunos de los comentarios. Me reí ante uno de ellos.
—¿Qué dice? —preguntó _________.
—¿No, que no eres curiosa? —insistí, molestándola.
________ gruño suavemente en respuesta, cruzándose de brazos.
—Me preguntan si estoy con mi esposa —le dije.
—Oh…
Me encogí de hombros.
—Sí, oh —sonreí y comencé a responder.
—¿Qué dirás? —preguntó, mirando la pantalla de mi teléfono otra vez.
—La verdad —me observó atentamente, como si yo estuviese blasfemando—, que estoy en buena compañía.
La miré directamente, el atardecer iluminaba, hermosamente, su rostro.
—Gracias… —murmuró. Yo le sonreí, notando, como su mirada comenzaba a debilitarme nuevamente.
Volví al teléfono, dejando un par de comentarios más, antes de dejarlo y sacar mis cigarrillos.
—Nunca te he preguntado si fumas —abrí la caja y le ofrecí a _______.
—No, gracias… —respondió, observando los cigarrillos— digamos que ahora pertenezco a la ‘FA’
—¿FA? —pregunté, llevándome un cigarrillo a los labios, encendiéndolo.
—Sí, fumadores anónimos —se encogió de hombros. Yo sonreí, soltando el humo de la primera bocanada.
—No había escuchado eso antes —confesé.
—Es una broma —me aclaró—, aunque me muero por fumar.
—Lo siento —dije, disponiéndome a apagar el cigarrillo.
—¡No! —me detuvo, la miré. En sus ojos se veía el ansia.
—Quizás deberías probar sólo un poco, parece que lo desearas mucho —advertí, ella no dejaba de mirar el cigarrillo en mi mano, que iba consumiéndose poco a poco.
—Podría… —habló con voz perdida— pero juré no volver a tocar un filtro, con los labios.
Ante esa aclaración y la imagen de sus labios, ansiosos, entreabiertos. Una imagen cruzó mi mente.
—No tienes que hacerlo… —le dije.
_______ me observó, como si presintiera algo en mis palabras. Me llevé el cigarro a la boca y aspiré el humo profundamente, reteniéndolo en y acercándome a ella, para que comprendiera. Sus ojos se encontraron con los míos y sus labios salieron a mi encuentro, apenas rozándose con los míos, mientras yo iba liberando el humo dentro de su boca.
Cómo habíamos llegado a esto, no lo sabía, pero se me antojaba sensual y hasta erótico. La presión de la sangre en mi entrepierna, me lo confirmó, pero ella no podía notarlo, no aún, así que no me detendría. ______ entrecerró los ojos, emitiendo un suave gemido que me demostraba el placer que estaba sintiendo y mis labios se movieron ligeramente sobre los suyos, clamando por una caricia.
Se alejó de mí, algunos centímetros, aún perdida en la sensación exhalando el humo lentamente. Luego me miró, yo estaba perdido en su boca.
—Más —me pidió y la vi humedecerse los labios con lentitud, casi saboreándose, cuando yo apreté el filtro con los míos, aspirando profundamente.
Me incliné en su dirección y ______ se acercó, abriendo la boca, para repetir la maniobra. Se llenó la boca con el humo y cuando yo respiré, sus ojos claros se enfocaron en los míos, en tanto su lengua tocaba mis labios, como si me invitaran a algo más. Dejé caer el cigarrillo, enlazando mis dedos en su cabello y tocando con mi lengua la suya, mientras el humo se escapaba de nuestras bocas.
La escuché gemir suavemente, cuando su pecho chocó contra el mío, imagino que rememorando, al igual que yo, las sensaciones que nos habían embargado, hacía sólo horas.
.
Narra ______
.
Su boca, esa demoledora combinación de ternura y fiereza que había en sus besos, lograba que una cálida sensación se centrara en la parte más sensible de mi cuerpo, justo ahí, entre los pliegues de mi intimidad, golpeándome con un deseo tan ardiente, que me costaba respirar. Necesitaba pegarme más a él, lo necesitaba, pero tenía que romper el beso, me estaba mareando, Zayn me lo impidió, insistiendo un poco más, quizás tan necesitado como yo. Me sostuve, con ambas manos de sus brazos y abrí la boca para que su lengua la explorara. Todas las sensaciones que había repasado en mi mente durante la noche, más las fantasías que habían surgido de ellas, todo estaba recorriéndome ahora mismo, estimulando cada parte de mi ser.
—Zayn… —murmuré su nombre, cuando me fue posible.
—Oh… —siseo el aire al respirar, apoyando su frente contra la mía, buscando calmarse. Algo que ambos necesitábamos.
Pero ¿por qué? Una pregunta comenzó a juguetear en mi mente y antes de poder contenerla, ya había brotado de mis labios.
—¿Y si subimos al coche?
Ambos sabíamos que no sería para hablar.Zayn se separó ligeramente de mí y me miró.
—Vamos.
Aceptó y aquello fue como gasolina para el fuego que me ardía bajo la piel.
Zayn abrió la puerta trasera del coche y yo tomé el bolso que antes dejara ahí, arrojándolo hacia adelante, para entrar. No podía creerlo, me encontraba en la parte trasera de un coche, como cuando tenía diecisiete años y la policía casi me atrapa con Joseph, mi novio de entonces. Una de las manos de Zayn, se posó en mi cadera, creo que para este momento nos sentíamos más y más cercanos, íbamos perdiendo poco a poco el pudor, tal como caen los pétalos de una rosa al abrirse.
Su boca buscó mis labios, mi mejilla, mi cuello. Causándome tal fascinación, que suspiré abriendo el aire con mi voz. Su mano en mi cadera, me indicó lo que aquello le había hecho sentir a él. Su lengua paladeó mi oído, jugueteo con el movimiento de mis pendientes y su respiración, pincelada por el suave sonido de su voz, me estremeció.
Y creció dentro de mí el ansia, las ganas de ayudarlo a experimentar lo que yo sentía ahora mismo.
De ese modo mi boca viajo a su cuello, un cuello largo, estilizado y suave. Lo besé con la cautela de quién aún desconoce el punto exacto. Zayn se tensó y esperó. Su otra mano tomó la mía, queriendo hacer con ella algo, que parecía no llegar a decidir. Después de todo, el pudor no se había perdido por completo. Dejé que mi mano descansara sobre su muslo, moviéndola ligeramente por su pierna, en busca de aquello que él ansiaba. Noté como su cuerpo se tensaba y su respiración se agitaba, lo sentí de pronto tan vulnerable.
Cuando mis dedos rozaron el bulto bajo su pantalón, Zayn jadeó, pero no se movió, yo toqué un poco más, intentando adivinar el tamaño que su sexo podía tener, mientras mi boca ascendía hasta su boca, que se rindió en un beso casi extraviado.
—Quiero seguir… —murmuré contra sus labios.
—Yo también… —habló agitado, más que yo incluso— pero tendría que ser en otro lugar…
—¿Otro lugar? —repetí, tocando su boca con mi lengua.
Zayn me besó profundamente, ante la provocación. Un beso embriagador, adictivo, exquisito. Mis propios labios iban reconociendo ya, su forma de besar. Mi mano sobre su pantalón solo reposaba, pero podía sentir los movimientos inquietos bajo él.
—Sí… —susurró, sin dejar de besarme del todo— aquí no tengo protección.
Me detuve en medio del beso. Zayn me miró.
—¿Qué pasa? —quiso saber.
Pero no pude decírselo, no pude ni siquiera planteárselo.
¿Habíamos usado protección en Las Vegas?
.
“La regla es; Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas.”
.
Continuará…
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
OMG, AHORA PARA QUE ELLA ESTÉ EMBARAZADA D:
ALDKJFSDKJFSDK
SIGUELA PRONTO :3
ALDKJFSDKJFSDK
SIGUELA PRONTO :3
Violeta
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Okno. No lo puedo creer Estara la Rayiis embarazada o.o
Siguela OMG
Siguela OMG
DENISEd'Malik
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
JAJAJAJAJAJAJAJAJA hoy mismo la sigo :hug:Violeta escribió:OMG, AHORA PARA QUE ELLA ESTÉ EMBARAZADA D:
ALDKJFSDKJFSDK
SIGUELA PRONTO :3
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
jajajajaja eso ya lo veras tú misma...... :twisted:DilyJonas escribió:omg, y si no usaron? :llllllll
sigue pronto!
ahora subo un cap :(L):
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
enseguida la sigoooo*-*DENISEd'Malik escribió:Okno. No lo puedo creer Estara la Rayiis embarazada o.o
Siguela OMG
gracias por leer :oops:
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
.
Narra Zayn
Entraba en el pasillo del supermercado, en el que se encontraban los alimentos para mascotas, _____ había entrado conmigo y me había dicho, con bastantes rodeos, que tenía que ir por algo y que ya nos encontraríamos en las cajas, para pagar. Lo cierto es que aún me sentía algo confundido por lo que había sucedido en el coche. Durante un momento, me sentí tan excitado, que se me olvidó incluso en lugar en el que estaba, todo iba avanzando de forma muy sensual, incluso ______ respondía a los besos y a las caricias, con una iniciativa exquisita. Pero de pronto, sin saber cómo, ni por qué, ella se enfrío. Se acomodó en su lado del asiento y me sonrió dejando de acariciarme. Suspiré, incluso ahora que recordaba su mano acariciando mi entrepierna, por encima del pantalón, ésta se endurecía.
—Mierda —me quejé, tirando disimuladamente de mi pantalón, para que dejara de ‘estrangularme’.
Definitivamente ______ tenía que estar loca, de otra manera no entendía su actitud.
Miré en la estantería, la bolsa con la comida que solía llevar para los chicos y tiré de ella, sin poder quitar de mi cabeza la mirada apasionada de ______ y el modo tan directo y exquisito, en que me había invitado a entrar al coche. Cuando llegué junto a la caja, la encontré a ella, pagando lo que había comprado.
—¿Estás lista? —pregunté, intentando mirar qué era aquello tan secreto que había comprado, pero ella se interpuso.
—Sí y no seas tan curioso —me dijo, en tanto la cajera me miraba, introduciendo la compra de _____ en una bolsa de papel, para luego enrollarla en torno al contenido.
—Me tendrás que hacer un manual —murmuré, dejando la bolsa con la comida de los perros, sobre la cinta, para pagar.
—¿Un manual? —me preguntó ella, pagando el importe que le había indicado la cajera, recibiendo luego el cambio.
—Sí, uno que me sirva para comprenderte —le sonreí a la cajera, que me observó y me sonrió también.
—No te entiendo —la escuché decir y aunque no la miré, casi podría asegurar que tensó la espalda.
Marqué el número de seguridad de la tarjeta con la que acaba de pagar y recibí el comprobante. Miré a ______.
—Pues eso es lo mismo que me sucede a mí contigo —le respondí, dándole un fugaz beso en los labios, que no se esperó, mientras tomaba de entre sus manos la bolsa de papel con su compra.
—¡Eh! —reclamó, entre sorprendida y molesta.
—Sólo lo meteré en esta que es más grande —me defendí, dejando caer la bolsa de papel, dentro de la bolsa de plástico que contenía mi compra.
_____ observó el destino de aquel paquete y luego me miró a mí, para entregarme una advertencia y luego la mitad de un desprecio, al darse la vuelta para salir de la tienda.
—Gracias —le dije a la cajera, que nuevamente me respondió con una sonrisa amable.
.
Narra _______
.
No podía creer que me hubiese despistado de esa manera con un beso. Zaynl era un tramposo, estaba comprobado, así que debía apuntarlo en mi memoria y no olvidarlo, si no quería volver a caer como una ilusa. Ahora que caminaba tras de mí hacia el coche, no debía de preocuparme su presencia, ni la distancia que lo separaba de mí, ni el calor imprevisto de sus labios contra los míos, no, lo único que debía de preocuparme, era la prueba de embarazo que llevaba envuelta en una bolsa de papel. Necesitaba, cuanto antes, salir de la incertidumbre que me había atacado, estando con él en el coche, y que ya no me permitió pensar en nada más. Ni siquiera en el prominente estado de excitación, en el que ambos nos encontrábamos. Simplemente había acabado con los besos, las caricias y cualquier posibilidad de ‘seguir’ luego.
Estaba segura, que si Zayn, hubiese sido yo, habría hecho lo mismo.
Sabía que quizás era demasiado pronto, sólo hacía una semana de nuestro accidentado viaje a Las Vegas, pero a pesar de ello, quería cerciorarme. No había podido leer bien las indicaciones en la caja de la prueba, por la prisa que tenía en ir a pagarla, sin que él la viese. Noté un nudo formarse en mi estómago. ¿Y si estaba embarazada?, ¿qué haría?
Resoplé.
—¿Pasa algo? —preguntó Zayn tras de mí, cuando estuvimos sólo a pasos del coche.
Me mordí el labio nerviosa, amparada por la imposibilidad de que me viera, y negué con un gesto rápido.
Me acomodé en el asiento de acompañante, en tanto él dejaba la bolsa en la parte de atrás. La miré, como un gato observa la pescadería, incapaz de alcanzarla.
Zayn se acomodó en su lado del coche, comenzando a ponerse el cinturón de seguridad. Observé sin proponérmelo, la forma en que sus largos dedos recorrían la cinta y la ajustaban a su torso. Su brazo tatuado, me producía una extraña sensación de desasosiego y tranquilidad. Quizás un día, le preguntaría que significaba esa composición. Quizás algún día podría sentir esos dedos filtrarse por…
—El cinturón —lo escuché decir.
—¿Ah?... —lo miré a los ojos, comprendiendo que me había descubierto— sí.
Acepté, notando el calor en las mejillas, ascender y estallar, mientras mis ojos se mantenían mirando algún punto, en el que no pudiese mirarlo a él.
El coche se puso en marcha y pasaron algunos minutos, en los que ambos nos mantuvimos en silencio. Mi mente no paraba de trabajar, bullía ansiosa por diferentes pasajes de lo vivido estos últimos días, sin lograr una coherencia. O tal vez sí, tal vez sí lograban una única coherencia. Miré a Zayn, que observaba atentamente la carretera, ¿pensaría también en mí? Quería preguntárselo, pero no me atrevía, no.
—¿Qué piensas? —me preguntó él y yo noté como el corazón se me aceleraba con una sola respiración.
—Nada —respondí automáticamente. Zayn sonrió con un pequeño sonido que se me hizo irónico y exquisito a la vez.
¿Podía eso suceder?
—La experiencia me dice, que cuando una mujer dices ‘nada’, es un ‘todo’ seguro —respondió, aún observando la carretera, pero yo tenía la sensación de tener sus ojos fijos en mí.
—¿Sí?... —respondí, gestando la siguiente pregunta, en la acidez de mi propio estómago— ¿de cuánta experiencia estamos hablando?, porque hasta dónde yo sé, has andado pregonando por ahí, una cantinela sobre el amor verdadero.
Su sonrisa se amplió y mi corazón se agitó un poco más.
—¿Y por qué mezclas el amor verdadero con esto? —me preguntó. ¿Es que no lo entendía?
—¿No es obvio? —insistí.
—Para mí no.
Su risa se convirtió en una pequeña carcajada, plagada de deliciosa malicia. ¿Desde cuándo había perdido la capacidad de enfadarme con él?
—Eres odioso… —dije, más como defensa, que por sentirlo en realidad.
Y volvió a reír.
—Relájate —me pidió, apretando con su mano, una de las mías, que mantenía descansando sobre mi pierna.
Me quedé observando aquel gesto, como si me estuviesen hablando en un idioma que no comprendía, completamente confusa por la cercanía que sentía.
—Sí, quizás necesito relajarme —murmuré, sabiendo que no lo haría, hasta que esa dichosa prueba, me mostrara el signo negativo, el color negro, la bola flotando, o lo que fuese que trajera.
Suspiré.
—Llegaremos a casa en un momento… —habló quitando su mano de la mía. Yo la miré alejarse, notando una pequeña punzada de carencia en el pecho.
.
En unos cuantos minutos estuvimos dentro de casa, estacionando el coche en el garaje. Me bajé, intentando rodear el vehículo para ir por mi dichoso paquetito, pero Zayn se paró frente a mí, en el espacio que había entre su coche y la pared. No quise mirarlo y me moví un poco a la derecha, hacía la pared, pensando en pasar por el sitio que ahí quedaba, pero él me bloqueó el movimiento nuevamente. Entonces lo miré. Sus ojos estaban fijos en los míos y a punto estuve de recrearme en ellos, cuando decidí que no podía. Quise girarme y rodear el coche, por el otro lado, pero sus manos apresaron mis brazos, con seguridad.
—Quiero un beso —me dijo directamente, con una sinceridad casi visceral. Yo separé los labios como única respuesta. Y cerré los ojos. Todo mi cuerpo respondió a la caricia, no sé si fue por el calor de su boca, que se filtró por la médula de mis huesos, o si fue por la angustiante necesidad que se instaló entre mis piernas, pero lo cierto es que me sentí blanda y sin voluntad, sólo con esa caricia.
La parte baja de mi espalda chocó contra el capó del coche y de mis labios salió un suspiro que golpeó contra los suyos, rompiéndose. Su cadera se pegó a la mía y pude, con alguna zona aún activa de mi cerebro, notar el modo en que su cuerpo respondía. Una de sus manos comenzó a acariciar mi brazo, mientras que su lengua hurgaba en mi boca a sus anchas, con absoluta autoridad y concesión. Volví a suspirar, sintiendo la espalda casi pegada al metal del coche, su sexo presionando con dominación contra mi ingle, separando ligeramente mis piernas.
¡Dios!, deseaba tanto sentirlo dentro, que me dolía la piel por el roce de la ropa.
—Quiero… —murmuré contra su boca, notando la palma de su mano posarse sobre mi pecho, buscando con los dedos la protuberancia de mi pezón.
—¿Quieres…? —preguntó lamiendo mi cuello y mi oído.
—Mmm… —gemí suavemente—quiero… —intenté una vez más, buscando recuperar la capacidad de manifestar las palabras—quiero… —jadeé, cuando sus dedos encontraron mi pezón y lo acariciaron por encima de la blusa.
—¿Qué…? —suspiró la pregunta, atrapando mi oído con sus dientes, en tanto mi mano encontraba su cadera y la atraía más hacía mi centro.
Quería… quería…
Sentirlo dentro, sentir su piel, llenarme las manos, sin ropa de por medio, con las formas de su cuerpo, quería cabalgar sobre su figura y escucharlo gemir al hacerlo. Quería hacerle el amor, quería saber cómo se sentía poseerlo.
Pero ahí estaba mi consciencia. Maldita consciencia que apareces y me privas de la irresponsabilidad.
—No… —murmuré removiéndome ligeramente, para que me soltara.
—¿No…? —en su voz se oía la confusión.
Busqué su oído y lo lamí, ansiosa, deseosa y casi sin voluntad para detenerme.
—No aquí… —susurré rozando mis labios con su oído. Zayn se estremeció y se quejó de placer. Yo me estremecí con él.
—Oh, ______… —suspiró— me vas a matar de un calentón.
La risa broto de mí clara y sin pensármelo.
—Tú empezaste… —dije divertida. Él apoyó ambas manos en el capó del coche, una a cada lado de mi cuerpo y me miró erguido. Sus ojos destilaban pasión, pero no cualquier pasión, era de aquellas que lo revolucionaban todo.
A lo largo de mi experiencia con los hombres, he podido comprobar que me atraen desde lejos, cuando aún no puedo tocarlos o tenerlos, como ahora a Zayn. Normalmente no dicen las palabras correctas, o no tocan en el lugar adecuado, pero Zayn ahora mismo, me estaba dando una lección de humildad, me estaba demostrando con una mirada, que podía estar equivocada y que él podía ser ‘ese’ hombre, que cumpliera más de lo que prometía.
—¿Zayn? —oímos la voz de Harry, desde la entrada a la casa. Ni siquiera escuchamos la puerta.
Apenas y nos dio tiempo de separarnos.
—¿Sí? —contestó Zayn, avanzando hasta la puerta trasera del coche y sacando la bolsa con la comida de los perros.
—Escuché el coche, pero no entrabas… —habló con total ligereza Harry—Hola _____, ¿qué tal el paseo? —preguntó, cuando me vio.
Zayn le entregó la bolsa. No. Un fino hilo de hielo me recorrió la espalda.
—Bien —dije, avanzando hasta la bolsa. Harry la abrió y miró el interior.
—¿Qué más trajiste? —le preguntó a Zayn, sacando la bolsa de papel del interior. mi bolsa de papel.
Casi entré en pánico.
—¡Eso es mío! —exclamé, extendiendo la mano, pasando casi por encima de Zayn, que me dejó paso, algo sorprendido.
—Ok… —murmuró Harry, igual de sorprendido por mi reacción, entregándome la bolsa—cualquiera pensaría que traes diamantes ahí —se mofó.
—Es verdad —dijo Zayn, junto a mí, mirando la bolsa entre mis manos. Yo la escondí tras mi espalda, resguardándola de su mirada inquisidora— ¿qué tanto escondes? —insistió.
Miré a Harry, que había dejado todo lo que hacía y me miraba. La presión de aquellas miradas sobre mí fue instantánea, tanto, que a punto estuve de confesar.
—Tampones, eso es lo que traigo —miré a uno y luego al otro— ¿contentos?
Harry rió y Zayn hizo un gesto extraño con la cabeza y el ceño, como si se sorprendiera y comprendiera de inmediato. Quizás pensaría que ahí estaba la raíz de mi negativa.
—Permiso —dije, pasando entre ambos, pegando mi bolsa de papel al pecho y esperando a que nadie más se interpusiera, entre mí y mi prueba de embarazo.
.
“Lo que pasa en Las Vegas… “
.
Continuará…
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
ya quiero saber si la rayis está embarazada aklsdjfalksdjfaldk D:
siguela! (;
siguela! (;
Violeta
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
ya lo verás en el proximo capitulo, dentro de 5 comentarios o menos lo subire, gracias por leer bonita *-*Violeta escribió:ya quiero saber si la rayis está embarazada aklsdjfalksdjfaldk D:
siguela! (;
:hug:
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
si? hoy mismo la sigo ;)mariOneDirection12 escribió:me encanto*-* siguela
Vanessa.
Re: SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*
Siguela ! :))
Me mato la parte:
—Tampones, eso es lo que traigo —miré a uno y luego al otro— ¿contentos?
Harry rió y Zayn hizo un gesto extraño con la cabeza y el ceño
Me mato la parte:
—Tampones, eso es lo que traigo —miré a uno y luego al otro— ¿contentos?
Harry rió y Zayn hizo un gesto extraño con la cabeza y el ceño
DENISEd'Malik
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