SUBASTADOS*Zayn y tu HOT*

por **Vanessa.** Sáb 03 Nov 2012, 3:58 am

Nombre: Subastados
Autor: No se :S
Genero: Drama,Romance,HOOOOT
Advertencias: Si ven que pone "Alexia" en vez de "______" o Helena en vez de Camille, es por que es adaptada y son los nombres originales...y se me abra olvidado cambiarlos :oops:
Otras páginas: Si, facebook y algunas más.

Sinopsis

Las subastas son entretenidas, y muy particularmente calientes, dineros sobre la mesa, peleando entre sí, por conseguir pasar la noche con esa persona que pagaste una buena cantidad de dinero
En las vegas todo se queda y luego se olvida, pero para dos jóvenes de la banda más exitosa del momento no va a ser lo mismo, siendo una imagen pública no todo se lograra quedar en las vegas. Cuando su cara salga en cada parte y no por su música si no por el escándalo mediático que están causando.

Lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas; Pero sera esta la excepción.

Si les ha gustado comenten, no se queden como fantasmas

por **Vanessa.** Sáb 03 Nov 2012, 8:04 am

CAPITULO 1 Las Vegas
-Uno…Dos…Tres…Las Vegas!-Gritamos todos al coro. Es que estábamos emocionadísimos con todo esto, teníamos fama, las mejores fans, mejor producción y ahora estábamos en Las vegas. Ahora seriamos reyes de la noche.
-Ahora podemos comer. Tengo ambre.-Dijo Niall tocándosela barriga, es que este tipo nunca dejaba de comer.
-Venga ya siéntate y traga…-Todos nos sentamos. Luego Liam se paro de la mesa y no dejo casi sorprendidos…
-Las Vegas baby… Apúrense que hoy es una noche de trastornó.-Yo con la boca entre abierta y con mi tenedor casi entrado a mi boca pero no lo iso ante esa reacción de Liam, nunca era tan eufórico, pero me agradaba.
-Venga vámonos!.-Grite yo, y me trague lo ultimo de la comida. Nos arreglamos un poco la facha.
(…)
-A donde iremos.-Dijo Louis mientras se caminaba con ese andar que siempre tenia.
-Yo ire a esa tienda, ya vuelvo.-Dijo Harry mientras entraba a la tienda…Los chicos dijeron que ivan y ya volverían pero no los veo aun por aquí, pero que les digo es las vegas, no?. Camine un par de minutos…-Listo ya llegue.
-Pense que tendría que comprar otra cajetilla mas.-Dije botando la cajetilla de cigarrillos vacida al tacho.-
-Y los demás dondes están, Zayn.-Encogí los hombros, pues era verdad ni idea yo con ellos.-Pues llamale.-Dijo el casi apurado, como note no se avía comprado nada el muy tarado, marque el numero de Liam.
-¿Liam?
-¡Tienen que venir aquí!—Escuché que gritaba por encima de el ruido de fondo.
-¡¿A dónde?—le grité también, pensando que si no lo hacía no escucharía. Harry arrugo el ceño sin comprender.
Hablo, pero no llegué a comprenderle, Niall y Louis hablaron también, justo en ese momento.
-¡¿Qué?
-¡Pregunta por la subasta!—gritó Liam y me cortó el teléfono, en el momento en que me pareció escuchar a Niall silbar.
Miré a Harry, que me hizo un gesto que claramente me preguntaba qué pasaba.
-Dicen que pregunte por ¿una subasta?—le dije a Harry, preguntando más que respondiendo.
Harry rió.
-¿No querías venir a Las Vegas?—me instó, mirando alrededor, comenzando a caminar cuando visualizó a un guardia.
Pocos minutos después, estábamos entrando en un enorme salón, que parecía un sitio de espectáculos, con un escenario central y mesas de póker franqueándolo. Las personas gritaban, silbaban, reían y bebían como si no hubiese mundo después de hoy. Yo no podía borrar la sonrisa de mi cara, ante tanto escándalo.
-¡Busquemos a los chicos!—gritó Harry en mi oído.
Comenzamos a mirar alrededor y a internarnos en medio de las personas, buscando a Louis, Liam y Niall, con poco éxito. En tanto la voz de un animador, se escuchaba por todo el salón, gracias a los amplificadores estratégicamente instalados.
*Quien le ara compañía a esta hermosa señorita. Alexia.-Decía el hombre que hablaba chillonamente.-Empezaremos la subasta, con alguien de cualquier lugar.-Y fue en ese momento cuando sentí esa luz en mí, miradas en mí, no entendía.
-Sube!.-Escuche la voz de Liam a lo lejos, yo solo camine hasta el escenario.
*Bien, cómo te llamas.-Pregunto el hombre, yo no tenía idea.
-Zayn.-Dije casi inseguro, la chica que estaba al lado mío también estaba nerviosa o más que eso enojada.
-Bien, empieza la subasta cuánto dinero das.-Pregunto el hombre.
-Doscientos dólares?.—Dije casi dudoso, no entendía, note como la mirada dela chica me comía con la mirada.
-Bien empieza con doscientos dólares, quién da más.-Escuche la voz de Harry por lo fondo diciendo “Quinientos dólares” y así iba aumentando, Harry lanzaba más dinero a la mesa por esta chica.
-Doy Mil cuatrocientos dólares, por el chico.-Quede helado, alguien avía dado eso por mi!.
-Subasta doble, esto me gusta.-Cada vez subían las apuestas. Hasta que el hombre decidió abrir su boca.-Subastados!...
(…)

Sentía como mi cabeza giraba, que mierda paso ayer…mi cabeza… No recuerdo nada, solo a esta chica, ______ y una subasta,…iba a moverme de lado, cuando veo mechas de cabello color miel al lado mío, me pare en seco aun no creyéndome lo que avía hecho. Veo Bien quien era y era la chica de la subasta, ______…Me levante de la cama…A paso lento, moví un poco a la chica, como era que se llamaba, verdad, ______
-Mmmm…-Dijo murmurando ante el movimiento que le realice. Abrió un ojo. Y hablo-Tú no eres Harry...

por Invitado Sáb 03 Nov 2012, 8:09 am

Holo! Camille Here!
Primera Reader...Creo
En Fin! Sigueeeeeeeee
El cap me encanto estaba tan Genialoso
que creo que llorare :lloro:
Nah! Sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
se que es adaptada...pero igual te preguntare
Necesitas chicas Para Lou o Harry o Niall o Liam?/ larga pregunta/
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeee

por **Sherlocked** Sáb 03 Nov 2012, 8:27 am

ME ENCANTO POBRE DE ZAYN NO SE ACUERDA DE NADA

por **Vanessa.** Sáb 03 Nov 2012, 9:07 am

Camille~LittleThings.1D escribió:Holo! Camille Here!
Primera Reader...Creo
En Fin! Sigueeeeeeeee
El cap me encanto estaba tan Genialoso
que creo que llorare :lloro:
Nah! Sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
se que es adaptada...pero igual te preguntare
Necesitas chicas Para Lou o Harry o Niall o Liam?/ larga pregunta/
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeee

Gracias por leer ;) Ahora mismo la sigo, creo que necesito una para Harry, no la acabe de leer muy bien,cuando necesite, te pongo a ti, pero como te llamo? :O

por Invitado Sáb 03 Nov 2012, 9:08 am

Bien Harry!
me llamo Camille /see es Rarito/
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

por **Vanessa.** Sáb 03 Nov 2012, 9:13 am

Camille~LittleThings.1D escribió:Bien Harry!
me llamo Camille /see es Rarito/
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

Vale Camille :hug: ahoooora mismo la sigooo ^^

por **Vanessa.** Sáb 03 Nov 2012, 9:51 am

SUBASTADOS*Zayn y tu HOT* 1307627937273f

CAPITULO 2 Resaca

—¿______?
Ella no respondió, sumergida en el sueño, como se encontraba. Sólo en ese momento reparé en mi propia desnudez. Me llevé una mano abierta, hasta los ojos, cubriéndome con ella de la luz, intentando recordar cómo era que estaba ahora aquí, con ella y con un tatuaje más en el cuerpo.
—Mierda… mierda, mierda, mierda…
Resoplé. No había manera de recordar el tatuaje, menos aún lo demás. Pero, ¡si ni siquiera estaba con ella durante la noche! Con quien sí me divertí, me reí y coquetee fue con Camille, con la amiga. ¿Y dónde estaba ella ahora?
—No…
Expresé negando ante mi propio monólogo interno. ¿Con Harry?
Comencé a mirar a mi alrededor, encontrándome con ropa de ambos por todos lados, tenía que separar la mía, pero ponerme en pie fue un suplicio, peor que encontrarme en una montaña rusa, haciendo espirales y sin cinturón de seguridad. Extendí una mano, buscando una pared para sostenerme, mareado de tal manera, que la primera arcada no se dejó esperar.
Me llevé una mano a la boca, intentando recordar en dónde se encontraba el baño. La lógica me hizo entrar, desnudo como estaba, por una puerta lateral. En cuanto entré, solté todo lo que mi estómago expulsó fuera, en el lavamanos, imposibilitado de llegar al retrete. Una segunda y luego una tercera arcada, hasta que me dolían los músculos del estómago. Respiré y eché a correr el agua. Sentándome luego, lentamente, sobre la tapa del retrete.
Recordaba el vodka que habíamos tomado, el tequila. Arrugué un poco el ceño intentando recordar algo más, pero el resto eran imágenes difusas y ni mi estómago, ni mi cabeza, estaban para esfuerzos. Resoplé, cuando el estómago se me revolvió nuevamente. Tenía que encontrar a Harry y a los demas, mi teléfono, al menos tenía que encontrar mi ropa interior. Respiré profundamente y me puse en pie endureciendo el estómago, para evitar una nueva arcada, pero causando una punzada en mi vientre, en el sitio del tatuaje. Me miré en el espejo que tenía en frente, se alcanzaba a traslucir una palabra escrita bajo la venda, ¿qué me había escrito?
Comencé a tirar de uno de los bordes, para remover lo suficiente como para mirar.
—Mierda.
De todas las cosas que podía tatuarme, tenía que poner el nombre de ella. ¡Si no pensaba verla más!, ni siquiera recordaba cómo era que estaba en esta situación. ¿Me habrían drogado?, me moví y la miré dormida sobre la cama. Al menos ahí no parecía peligrosa. Entrecerré los ojos y salí del baño, observando las prendas en el suelo, sin mover demasiado la cabeza, necesitaba un par de analgésicos de forma urgente. Cuando visualicé, algo parecido a mi ropa interior, la removí con el pie para confirmarlo. Bien, estaba ahí, pero ahora venía el segundo paso, agacharme para tomarla. Quise inclinarme, pero el dolor en mi cabeza me lo impidió, así que flexioné las rodillas, hasta que, con el tronco completamente recto, pude alcanzar la prenda. La acomodé en su sitio, escuchando en ese momento un aviso de mi teléfono, perdido en algún lugar de la habitación. Intenté dilucidar la procedencia, observando a ______ sobre la cama, que se removió ligeramente. Perfecto, bajo la cama. Mierda. Me agaché apretando los dientes ante el dolor, mascullando una oración, en la que todos mis parientes cercanos salían mal parados y encontré el teléfono. Estaba sin batería. Lo dejé sobre la cama, ya me encargaría de él después. Volví junto a la cama, con algo más de resignación y costumbre, me agaché, a pesar del dolor de cabeza, tomando la ropa de ______ que encontraba en el camino y dejándola sobre la cama. Incluyendo la lencería, que era bastante sugerente, a pesar de que no recordaba, ni siquiera, si se la había quitado yo. Quise negar con un gesto de mi cabeza, pero me abstuve. Después de todo sí era mi habitación, ya que mi bolso estaba sobre una silla. Me vestí, cuidando de no sacudir demasiado mis escasos pensamientos. Miré a ______, con la cabeza escondida bajo la almohada y medio cuerpo descubierto, meditando en dejarle una nota. No, no podía ser tan impersonal. Me acerqué a la cama y me senté junto a ella. Se removió cuando lo hice, con un suave sonido de molestia.
—______… —le hablé, con la voz casi apagada, no quería que resonara dentro de mi cabeza, pero ella no respondió—______... —intenté con un poco más de voz, arrugando el ceño por el dolor. Cuando vi que no respondía, la toqué con dos dedos en la espalda. Era extraño, se suponía que ella y yo habíamos pasado la noche juntos, pero tocarla ahora mismo, era algo casi inapropiado.
—Mmm... —se quejó, girando la cabeza, bajo la almohada, en mi dirección.
Lo siguiente, fue ver sus ojos apenas abiertos por un segundo, como si quisiera comprobar de quién se trataba.
—______…—murmuré nuevamente— me voy… —ella no dijo nada.
¿Y ahora qué? ¿Me lo he pasado muy bien?, pero si ni siquiera me acordaba de cómo me lo había pasado. Después de todo, la nota no era tan mala idea ¿no? Me puse en pie.
—Yo dormiré un poco más… —la escuché murmurar.
—Bien… la habitación se puede ocupar hasta media noche —hablé en bajo tono.
Ella volvió a abrir un ojo y me miró, podría decir que casi inquisitiva.
—de verdad tu no eres Harry?—dijo, como si acabara de reparar en ello. Me dijo lo mismo que hace unos minutos solo que ahora en pregunta.
—No —quise soltar una sonrisa sarcástica, pero ni eso me podía permitir.
A saber cómo pensaba volar de vuelta a Los Ángeles. Cerró los ojos nuevamente y metió, más, la cabeza bajo la almohada. La miré unos segundo, antes de comprender que a eso se limitaría nuestra precaria conversación. Al menos me había despedido, así que eso no quedaría en mi consciencia.Tomé mi bolso y salí de la habitación, encontrándome en medio del pasillo, completamente desorientado. Lo lógico sería que recordara la posición de la habitación de Harry y los demás, pero no era así. Escuché en ese momento, una puerta a mi derecha y miré, encontrándome con mi amigo, enfundado en unos enormes lentes oscuros.
—La cabeza me está matando —murmuró apenas.
—Hasta en eso nos parecemos.
Miró hacía la puerta de mi habitación.
—¿Con quién estabas? —preguntó, como si esperara descubrirme en algo.
—¿Con quién estás tú? —lo interrogué. Harry suspiró descubierto.
—Con Camille.
—______.
Ambos nos quedamos en silencio.
—¿Y qué hacemos? —lo insté a decidir, después de todo era el más experimentado de los dos en estas situaciones.
—Camille está dormida… —pareció meditar—le dejé una nota y a casa.
—Eso es un poco… —no encontraba la palabra para definir lo.
—¿Frívolo? —preguntó.
—Pues sí.
—Lo siento , pero no creo que estuviésemos aquí para entablar una relación de otro tipo.
Suspiré dándole la razón. No es que lo mío hubiese sido muy diferente.
—¿Dejaste una nota? —me preguntó con un susurro.
—Algo así.
Harry se quedó de pie, mirando a ambos lados del pasillo.
—¿Hacía dónde estaban las habitaciones de los chicos? —preguntó.
Una pregunta que nos tomó unos segundos largos, responder.
El viaje de vuelta a Los Ángeles, me pareció compuesto de los cuarenta y cinco minutos más largos de toda mi vida. La cabeza me bombeaba la sangre con tanta intensidad, que me preguntaba, si no se me había cambiado el corazón de sitio, además de no permitirme ni siquiera dormir. Niall, Liam y Louis, murmuraban y se reían acomodados en sus asientos, atrás de los nuestros, pero ni Harry ni yo, éramos capaces de replicar nada.
¿Qué mierda habíamos tomado? Ya llevaba dos analgésicos y todo seguía igual.
—¿De qué tanto se ríen estos dos?—le pregunté a Harry
—Me parece evidente… de la cara que llevamos…
Me quedé en silencio un largo momento más, reacomodándome en el asiento y reaccionando ante la pequeña punzada en la herida del tatuaje.
—Harry…
—Mmm…
—¿Recuerdas cómo es que cambiamos…?
—¿De chicas?
—Sí.
Harry no respondió de inmediato, parecía estar buscando la respuesta igual que yo.
—Mi memoria llega, hasta que Liam, Louis y Niall nos dejaron —me explicó.
—Bueno… yo recuerdo que salimos de ese salón y nos fuimos a otro… pero…
—Ah, sí… tú ibas con Camille y ______ conmigo…
Volvimos a silenciarnos, creo que para él y para mí, el resto estaba envuelto en una densa neblina. Recordaba risas, copas, el ruido de las fichas, la música, la mano de Camille explorando mi pecho ¿Cómo es que había terminado con la chica de Harry? Arrugué el ceño, cansado de pensar, quizás cuando la cabeza dejase de dolerme, podría recordar un poco más, seguro que ahora mis recuerdos, estaban apresados por la inflamación de mi cerebro.
Cuando cruzamos la puerta de casa, cada uno se fue a su habitación, sabía que dormiríamos sin ponernos un límite. Por mi parte, ni siquiera me quité los zapatos, dejándome caer sobre la cama.
De pronto, escuché el timbre de la puerta sonando de forma insistente, no sé cuánto tiempo llevaba acostado, creo que apenas medio minuto, aunque claro, mi percepción del tiempo no era demasiado exacta ahora mismo.
Gruñí, moviéndome sobre la cama, tapándome la cabeza con todo lo que encontré a mano. La colcha, los cojines, las almohadas. Buscando crear un pequeño refugio, dejando sólo espacio para respirar.
Luego de unos minutos el timbre continuaba sonando, ¿quién podía ser tan insistente? Luego fue el teléfono de casa el que comenzó a sonar.
Mierda.
Pateé y agité los brazos, desperdigando las partes de mi refugio por todos lados.
—¡Harry! —grité furioso, sin que me importase el dolor de cabeza, ¿es que no escuchaba el timbre?
Me fui de camino a la puerta, pero de paso le di un par de golpes a su puerta.
—¡¿Quién?!
Pregunté con muy poca cortesía, cuando levanté el teléfono.
—Simon, abre.
No había petición implícita. Era una exigencia clara.
Abrí la puerta de entrada y me fui a la habitación de Harry nuevamente, en tanto Simon estacionaba su coche.
—¡Harry! —toqué y abrí, cuando no obtuve respuesta.
Me lo encontré sobre la cama, metido en su propio refugio anti ruidos. Tiré de la colcha que Harry sostenía con fuerza. Me eché atrás, cuando comenzó a patalear furioso, arrojando todo.
—¡¿Por qué mierda no me dejan dormir?!—se quejó.
—Estás expresando mis pensamientos —dije, saliendo a la sala, encontrándome con Simon que me miró como si quisiera acribillarme.
—¿Qué pasa?—me dejé caer en un sillón y me tapé los ojos con un cojín.
—Yo no vengo a dar explicaciones, vengo a pedirlas —contestó.
Me destapé un ojo y lo miré, sí que estaba furioso. No es que su carácter fuese demasiado amable, la mitad del tiempo estaba estresado, pero ahora parecía tener motivos reales.
—¿Qué quieres que te expliquemos?—apareció Harry por el pasillo— fuimos a Las Vegas, eso ya lo sabías.
—Ya… ¿pero se puede saber qué hicieron allá? —preguntó con cierta ironía. Harry y yo nos miramos, no hablamos, pero ambos pensamos en que los demás chicos ¿Le habrían contado a Simon de nuestra aventurita?. Y aunque lo hubiesen hecho, ¿por qué estaba Simon tan enfadado?, ni que tuviésemos dieciséis años.
—Nada que tengamos que contar—quise cortar el interrogatorio.
Simon volvió a darme esa mirada acribilladora, tan intensa, que me sobé el pecho instintivamente. Luego sacó su teléfono, buscando algo en él, Harry y yo volvimos a mirarnos.
—De esto, ¿no tienen nada que decirme? —preguntó, extendiendo la pantalla del teléfono hacía mí, que estaba más cerca. Harry se arrimó para mirar.
Me quedé helado.
—¡¿Cómo, mierda, me hacen esto?! —preguntó.
En la pantalla de su teléfono, aparecía una foto de Harry, con ______, besándose apasionadamente, ella llevaba una corona en la cabeza, de la que salía un pequeño velo blanco. Harry mostrando en la foto, un certificado matrimonial extendido en Las Vegas.
—Es una broma ¿no? —le pregunté, ante la imposibilidad de Harry, para hablar.
Simon achicó los ojos e hizo un movimiento en la pantalla de su teléfono, para poner frente a mí otra imagen.No pude, ni siquiera quejarme. Ante mí, la imagen de Camille, con su mano metida bajo mi camiseta, mientras nos besábamos como si fuésemos dos moluscos, ante la bendición de un juez vestido de Elvis
—Y lo peor no es que lo hicieran —comenzó a dar vueltas erráticas Simon. Luego se detuvo y nos miró—lo peor es que lo subieron a sus cuentas, a la cuenta de One direction.
El hielo que me recorrió la espalda fue tal, que hasta me olvidé del dolor de cabeza.
"La regla es; Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. Pero no siempre puedes cumplirla."

por Invitado Sáb 03 Nov 2012, 9:59 am

Sigueeeeeeeee TE LO RUEGO!
te lo IMPLORO!//
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

por **Vanessa.** Sáb 03 Nov 2012, 10:23 am

Camille~LittleThings.1D escribió:Sigueeeeeeeee TE LO RUEGO!
te lo IMPLORO!//
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

ahora subire otro

por **melissa (ovaa)** Sáb 03 Nov 2012, 1:25 pm

siguelaaaaaaaaaaaa esta bien linda ( soy nueva :lloro: lectora) siguelaaa

por **Vanessa.** Dom 04 Nov 2012, 6:53 am

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CAPITULO 3 Resaca parte II

¿Cómo era posible, que un dolor de cabeza durase tanto tiempo?
Llevaba más de doce horas, desde que habíamos vuelto de Las Vegas, y la cabeza aún me estaba matando. Eso, sin contar la punzada de dolor que tenía en la parte baja del vientre, justo en el centro, sobre el crecimiento del vello.
¡¿Pero cómo me había puesto un tatuaje justo ahí?!
De verdad, necesitaba que alguien me explicara, cómo había degenerado tanto la noche. Y como si mi dolor de cabeza, no fuese suficiente castigo, el teléfono sonó. Repté por la cama, hasta la mesa y tomé el teléfono.
—¿Sí?—respondí, con mal tono, como advirtiendo a mi interlocutor, que más le valía que fuese algo importante.
—¡Has despertado! —escuché la voz de Helena al otro lado— Bienvenida al mundo de los vivos.
—¿Me llamas para reírte de mí? —le pregunté, buscando el reloj, para mirar la hora.
Las diez.
—En parte —sonrió.
¿Cómo era posible que ella estuviese tan fresca y yo tan maltratada?
—Esa parte ya la has cumplido —le contesté, pero antes de alcanzar a ironizar un poco más sobre el tema, recordé que era lunes—¿Es lunes?
Abrí los ojos con premura, tenía que levantarme.
—¡Tengo que trabajar! —le grité al teléfono, al menos la cabeza parecía haber mejorado ligeramente, ya que aún se me revolvían los pensamientos, pero no tanto, como para no poder expresarme.
—Tranquila, para eso te llamo —dijo Camille, deteniéndome de camino al baño.
—¿Cómo que tranquila? —la interrogué. Ella susurró.
—He avisado que tenías cita con el médico y que llegarías más tarde —suspiré aliviada, después de todo, sí parecía mi amiga.
Ante ese pensamiento, recordé otras cosas que ya arreglaría con ella.
—No creas que te voy a disculpar tan fácil —le advertí, pero con la voz mucho más tranquila.
Camille se rió.
—Pero si te lo pasaste bien —quiso defenderse, yo me miré en el espejo que tenía junto a la pared y me toqué suavemente la piel, alrededor del vendaje que tenía en el vientre.
Un pequeño respingo de dolor me tensó la espalda.
—¿Cómo sabes tú eso? —la interrogué, y ante mi propia pregunta, le hice otra—¿qué viste?
—Bueno… simplemente, que no parecías enfadada —quiso bromear—nada enfadada.
—¿Hasta dónde recuerdas tú? —mis recuerdos ahora mismo no se extendían a mucho más, que los últimos tequilas y los besos que me estaba dando con Harry.
Llegada a este punto, no podía más que suspirar. ¿Cómo era posible que terminara en la cama con Zayn?
—No mucho más que tú —respondió rápidamente—y ahora tengo que cortar, dejé café hecho —me avisó—ven pronto —murmuró y cortó la llamada.
Me quedé mirando el teléfono. La prisa de Camille era, como poco, sospechosa. Resoplé y me masajeé la frente.
—Una ducha…
Me dije a mí misma, eso era lo que necesitaba ahora mismo.
Dos horas más tarde, con mis lentes oscuros y esperando que nadie me dirigiera la palabra, entré en la agencia. No había puesto aún mis cosas sobre el escritorio, cuando Alexander, mi jefe, me habló.
—¿Qué tal con el médico? —preguntó, desde la puerta.
¿Qué le decía yo ahora?
—Bien, sólo era… —mierda, debí hablar con Camille primero.
—Alergia ¿no? —Su mirada inquisidora, de jefe desconfiado, no la borraba, a pesar de sus hermosos ojos claros.
—Sí —me apresuré a responder—pero estaré bien en un día, dos como mucho.
Sonreí. Sonreír siempre servía ¿no?
Alex me miró y luego de un instante de meditar mi respuesta sonrió también.
—Te traigo algunas de las tareas que hay para esta semana—me extendió una memoria USB. La recibí—tenemos algo de prisa con el tercer archivo, ya sabes cómo es esto.
—Claro, lo miraré enseguida.
Alex se retiró y yo resoplé suavemente, sintiéndome aliviada. Bien, lo primero sería un café. Me fui a la máquina de café y me pedí uno fuerte, la cabeza había dejado de molestar bastante, luego del último analgésico. Creo que, o bien había olvidado lo que era una resaca, o estaba experimentando la más larga de mi vida.
—Uno igual para mí —escuché a Camille, la miré de reojo y le saqué un café.
—¿Has recordado algo más? —la insté, mientras el café iba llenando el vaso.
—Que insistente estás con ese tema —me dijo, alcanzando su café— ¿Porqué no te lo tomas cómo es?, un fin de semana en Las Vegas y ya está. Lo pasamos bien, conocimos a unos tipos muy simpáticos, nos sacudimos el estrés con ellos y ya está.
—Hablas, de sacudirnos el estrés y el problema no es ese, el problema es que no me acuerdo —me quejé— Si tú puedes vivir con eso, yo no.
Camille se rió sonoramente, llevándose luego una mano a la boca, mirando alrededor para asegurarse de no haber llamado la atención de nadie.
—Por mí parte, utilizando el buen ánimo que cargo como argumento —bajo un poco el tono de su voz— creo que tiene que haber sido un polvo magnífico.
Negué con un gesto.
—Yo no me conformo con eso —me encogí de hombros.
Lo mínimo que esperaba era recordar un buen polvo, aunque dado el estado de mi cuerpo, debía de dar las gracias, de no sentirme abierta por todos los frentes.
—Y tengo un tatuaje… —me quejé.
—¡¿Qué?! —preguntó Camille y se echó a reír, como suponía que haría.
—¿Ves? —la señalé con un gesto de mi mano— sabía que, harías eso…
—¿Y qué es? —quiso saber.
—No lo sé, no he querido mirarlo —confesé.
Lo cierto es que para cosas como esta, era una cobarde.
—¿Y dónde está? —insistió Camille.
Me toqué la zona, por encima de la ropa.
—Wow, algo muy íntimo… —la miré.
—¿Es que nada te tomas en serio? —le pregunté— Además, aún me debes una explicación por lo de la subasta.
Camille bebió de su café y me miró mientras lo hacía.
—¿Diversión? —intentó.
Yo sólo la miré.
Conocía a Camille desde la escuela, por una razón u otra, siempre terminábamos juntas. Primero en la misma clase y ella sentándose en el sitio tras de mí, luego, cuando estuvimos en la escuela de modelaje, ella entró también, cuando lo dejé, no pasaron ni tres meses, para que ella lo dejara también. Con el tiempo, decidí estudiar para relaciones públicas, y aquí estaba compartiendo trabajo con ella, además de piso.
Era mi amiga, y quizás justamente por ello, seguía compartiendo todo con ella. Hasta el chico de una noche, por lo visto.
—¿Y de dónde sacaste los tres mil quinientos dólares que pagaste por… el chico ese? —no quise llamarlo por su nombre, prefería que se quedara en aquella especie de anonimato.
—Me los dio él—se encogió de hombros, bebiendo nuevamente de su café. El mío se estaba quedando frío.
Arrugué el ceño.
—¿No te parecen extraños? —insistí.
Helena soltó el aire.
—Que agobio contigo… —se dio la vuelta—si lo hubiese sabido, no te llevaba a Las Vegas.
La seguí.
—El problema no está en ir a Las Vegas —murmuré a su espalda, ya que íbamos circulando por el pasillo central, que daba acceso a todas las pequeñas oficinas acristaladas.
—¿Y en qué parte está la equis de tu ecuación? —me miró un instante, sin detenerse.
Ahí me había dado un golpe bajo. Ella sabía que yo era imparable, que una vez que mi cabeza generaba un conflicto, me rebanaba los sesos intentando disipar la incógnita de la ecuación.
Suspiré.
—Tengo trabajo —balbuceé, deteniéndome frente a mi oficina.
Se detuvo.
—Y yo… cerros de él… —sonrió— ¿nos vamos juntas?
—Ok.
—¿Y me dejarás mirar eso, en casa? —me hizo un gesto, indicando mi tatuaje. El primero que me hacía, por cierto.
Negué, riendo. Sabía que Camille estaba siempre conmigo, pero a veces me preguntaba si era yo la que le allanaba el camino a ella, o ella a mí.
—Ok… lo miraremos…
Me senté frente a mi escritorio y comencé a encender todo. Me masajeé la sien, el dolor de cabeza iba remitiendo, al menos podría tener un día lunes, a media máquina, sin morir en el intento. En cuanto la USB estuvo instalada, comencé a abrir los archivos que me había dejado Alex.
Me perdí en un recuerdo que sí tenía claro. El día que había llegado a presentarme para este trabajo.
Había terminado la carrera hacía sólo unos meses, de eso hacía ya tres años. Alex había comenzado con la agencia hacía muy poco, así que al principio sólo estábamos él, una asistente y yo. Poco a poco, el negocio había funcionado y nos habíamos hecho de una cartera de clientes.
Cuando Alex me había entrevistado, y luego de hacerme una serie de preguntas sobre el trabajo, me había dicho algo que, hasta ahora, se había mantenido entre nosotros.
“Tengo un único problema —me había mirado y yo pensé, no lo consigo— si trabajo contigo, no podré invitarte a salir”
“Quiero el trabajo —le había dicho, sin saber si era lo que quería oír.
Sonrió, observando el lápiz que mantenía entre sus dedos.
“Y yo quiero una buena relacionadora…”
De ese modo se había marcado la línea entre ambos. Durante los primeros meses, aquella línea había sido muy fina, pero con el paso del tiempo, y con el exceso de trabajo, se hizo férrea. Últimamente estaba difuminándose otra vez. Quizás por eso, había aceptado escaparme a Las Vegas, para sacar de mi cabeza a Alex, por el fin de semana.
Pestañee un par de veces y me obligué a centrarme en el trabajo.
Los archivos tenían el nombre del evento en cuestión. La exposición de un pintor, el desfile de una tienda de moda que se abría en el boulevard, el inicio de la gira de una banda, la apertura al mercado de una marca de productos para el cabello. Resoplé ante lo último, no me gustaba nada tratar con los estilistas, parecían muy amables, cuando ibas a que te atendieran, pero no había forma de mantenerlos contentos, cuando quién ofrecía los servicios eras tú.
En ese momento sonó, apareció un mensaje en el buzón de entrada, que usaba en el trabajo.
Alex.
Ven a mi oficina.
Me quedé mirando el mensaje. ¿Tan pronto quería un plan de trabajo? Si apenas llevaba un café.
Resoplé y me puse en pie, con el ipad en la mano, dispuesta a comenzar la semana de trabajo. A pesar del tatuaje, a pesar de tener, la mitad de, mi visita a Las Vegas borrada, y a pesar de querer sacar de mi cabeza, al jefe con el que me iba a encontrar ahora.
—¿Alex? —pregunté, asomándome en su oficina, que era la única que no era acristalada.
Me miró y no puedo negar que parecía molesto. ¿Se habría enterado de la mentira del médico?
—Pasa y cierra.
Fueron sus únicas palabras. Así que obedecí.
—Estaba revisando lo que me dejaste… —comencé a explicarme.
—______—mi nombre dicho en tono serio. No me miraba a los ojos, sólo observaba el lápiz en su mano.
—Alex —usé el mismo tono de voz.
Aquí, hace tiempo, él y yo estábamos al mismo nivel en el trabajo. Él era el jefe, porque había apostado sus recursos en la empresa, pero ambos trabajábamos codo a codo.
Me miró fijamente.
—¿Conoces a Harry Styles?, ¿One Direction? —me preguntó.
La verdad es que no comprendía muy bien la pregunta. ¿Sty…qué?, ¿One Direction?, ¿Harry?. Cuando mis pensamientos llegaron a ese punto, me asusté. Alex me miró, como si adivinara lo que estaba pensando.
Giró el portátil que tenía sobre el escritorio y me mostró una imagen. Sentí como la sangre se me bajaba a los pies de un solo golpe
—Mierda…
Expresé casi sin aliento.
—Mira, lo mismo que pensé yo.
“Lo que pasa en Las Vegas, ¿Se queda en Las Vegas?”

por **Vanessa.** Dom 04 Nov 2012, 6:55 am

melissa (ovaa) escribió:siguelaaaaaaaaaaaa esta bien linda ( soy nueva :lloro: lectora) siguelaaa

JAJAJAJ graciaas por leerla ya he colgado otro capitulo...espero que te guste ;)

por **Hopetodie<3** Dom 04 Nov 2012, 9:22 am

¡Aaaaah! Estoy emocionada. Yo vivo en Las Vegas, aun que soy de España. M encanta la historia, síguela pronto que quiero saber que pasa con los matrimonios y los tatuajes.

Besos

por **Vanessa.** Dom 04 Nov 2012, 10:26 am

(En)amorada escribió:¡Aaaaah! Estoy emocionada. Yo vivo en Las Vegas, aun que soy de España. M encanta la historia, síguela pronto que quiero saber que pasa con los matrimonios y los tatuajes.

Besos

Vives en las Vegas? :wut: Que biiiiiiien^^ hay chicos guapos? baba

jajajajajaja bueno..... después la sigo ok? yo vivo en Barcelona.

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