Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
ARDIENTE TENTACION (ADAPTADA) JUSTIN BIEBER Y TU
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 1. • Comparte
ARDIENTE TENTACION (ADAPTADA) JUSTIN BIEBER Y TU
Autor: karlix
Adaptación: si
Género:Romance,etc.
Advertencias: no por el momento
Otras páginas: si
Adaptación: si
Género:Romance,etc.
Advertencias: no por el momento
Otras páginas: si
INTRODUCCION.
Tres simples reglas a seguir:
#1 No nombres.
#2 No preguntas personales.
#3 No lazos afectivos.
Son las indicaciones que el desconocido da a _____ en su primer encuentro, pero
¿Para ambos será igual de simple seguirlas al pie de la letra?
Tres simples reglas a seguir:
#1 No nombres.
#2 No preguntas personales.
#3 No lazos afectivos.
Son las indicaciones que el desconocido da a _____ en su primer encuentro, pero
¿Para ambos será igual de simple seguirlas al pie de la letra?
jackson.
Re: ARDIENTE TENTACION (ADAPTADA) JUSTIN BIEBER Y TU
First Reader! Síguela, está interesante!
Pásate por mi Novela: Búsqueda Implacable [Justin y Tú] https://onlywn.activoforo.com/t26772-busqueda-implacable-justin-y-tu-adaptada
Pásate por mi Novela: Búsqueda Implacable [Justin y Tú] https://onlywn.activoforo.com/t26772-busqueda-implacable-justin-y-tu-adaptada
Swaggy Girl8
Re: ARDIENTE TENTACION (ADAPTADA) JUSTIN BIEBER Y TU
CAPITULO UNO.
Bajé del taxi, estaba lloviendo y corrí los pocos metros para entrar al
edificio. El vigilante me saludó con una sonrisa, como siempre, se la
devolví amable. Caminé al ascensor y apreté el botón para subir, de
inmediato se abrió la puerta y entré, toqué el botón del piso 5 y esperé
con cierta impaciencia el llegar a mi destino. Se abrieron las puertas y
rápidamente saqué las llaves de mi bolso, abrí y entré al departamento, miré el reloj y faltaba justo una hora para que Brandon pasara por mí, así que de inmediato me metí al baño y me di una rápida ducha. Terminé de arreglarme justo 5 minutos antes de las 8, salí de la habitación y me senté en el sillón a esperarlo. Me di cuenta que el botón de la contestadora estaba en rojo y parpadeando, señal de que tenía un mensaje, así que lo presioné y escuché la dulce voz de novio.
– ¡Feliz Cumpleaños _____!,mi amor, no sabes cómo lamento no poder llevarte hoy a cenar, pero, es
imprescindible para la empresa que cierre hoy este contrato, representa muchos millones y por más que le supliqué a Ryan que enviara a alguien más no quiso, me reitero que sólo yo podía convencer al cliente, te prometo que te lo recompensaré, recuerda que te amo.
Cerré los ojos resignada y dejé caer mi cabeza en el respaldo del sillón, que inconveniente resulta que tu cumpleaños caiga en un martes y que la única persona que tienes cerca para celebrarlo tenga que cumplir con un compromiso laboral. Deseé en ese momento seguir viviendo con Mario, al
menos tendría compañía, entonces recordé que odiaba muchas cosas de su ciudad y además no tendría el magnífico empleo que ahora tenía que, aparte de disfrutar, me permite darme varios lujos.
Me levanté del sillón y me dirigí a la cocina, busqué en la alacena de abajo y encontré una botella de vodka a la mitad, la saqué y la coloqué en la mesa, abrí el frigorífico saqué unos hielos, un zumo de naranja y de la alacena de arriba un vaso. Coloqué un par de hielos en éste, un poco de vodka y llené el vaso con el zumo.“Feliz cumpleaños _____”, me dije y alcé mi vaso, como brindando con el aire, y le di un trago considerable.
Me senté en una silla del comedor y puse un poco de música, era mi cumpleaños número 23 y lo estaba celebrando sola,lo que orilló a que hiciera un recuento de mi vida, a decir verdad, la
gran mayoría de mis cumpleaños habían sido aburridos, a excepción de número 21 que Brandon me organizó una fiesta sorpresa. En general, mi vida era bastante monótona, centrada básicamente en mi trabajo y en mi novio, un importante corredor de bolsa que me dedicaba las pocas horas
que su trabajo le permitía, en cuanto a amigas, sólo dos, una casada y la otra madre soltera, genial, no tenía opciones de con quién pasar este cumpleaños.
El sonido de mi teléfono me sacó de esas cavilaciones, me levanté y tomé mi bolso que había dejado en el mueble junto a la puerta, empecé a buscarlo y entonces encontré con que
entretenerme un rato, mi bolso era un completo desorden. Justo cuando tomé el celular dejé de sonar, era mi mamá Asley, al menos este año lo recordó, pero la verdad no tenía ganas de escuchar a mi alocada madre, así que volví a sentarme en el comedor y me preparé otro vodka con zumo..
Vacié todo el contenido de mi bolso sobre la mesa, había un gran surtido, entradas de cine, notas de restaurantes, servilletas, mentas, plumas, pintalabios, tarjetas, así que empecé a seleccionar lo
que podría servirme y lo que era basura. De pronto, una servilleta con algo escrito llamó mi atención, era un número de móvil y una frase escrita debajo, “Clave: ¿Estás libre esta noche?”, entonces recordé la conversación fortuita que había tenido con una chica en el baño de aquel
bar al que fui con unos compañeros de la oficina tres semanas atrás. Ya con unas copas encima me quejé de la poca atención de mi novio, ella sacó una servilleta y anotó esos datos, “no te vas a arrepentir, sólo di la clave y entrarás al paraíso, el chico es un dios y te aseguro que te dejará sin sentido”.
Mire fijamente la servilleta, releí varias veces el número y la frase, era una locura, citar a un completo desconocido tan sólo por la inmensa soledad que sentía y, además con qué fines, no iríamos a cenar precisamente, esa chica me había dejado muy claras cuales eran las habilidades de su “amigo”, como lo llamó. ¿Y qué más daba hacer una locura en mi cumpleaños?, siempre he sido una chica muy correcta, ni siquiera me fui de excursión en la escuela y siempre tenía las mejores calificaciones, nunca les había dado un dolor de cabeza a mis padres y mi jefe siempre alababa mi sentido de la responsabilidad, así que al diablo con todo, tenía derecho a divertirme, además ya estaba maquillada y arreglada.
Nerviosa tomé mi teléfono, digité los números, pero al momento de presionar el botón de
llamar me acobardé y entonces terminé presionando el de colgar, repetí el mismo procedimiento varias veces mientras mi corazón se aceleraba con cada intento. Bebí el último trago de la bebida y me dio el valor que me faltaba, así que finalmente presioné el botón de llamar mientras
sentía los latidos de mi corazón en la garganta y hasta podía escucharlos. sonó una vez, dos, tres, pero, ¿en qué estaba pensando?, era martes y seguramente él tenía una vida y asuntos que atender, estaba por colgar cuando una hermosa voz aterciopelada me dijo -“hola”, me
quedé muda, mis manos sudaban y creo que todo mi cuerpo temblaba por los nervios, -“hola”, volvió a decir el extraño ahora con un tono más sensual.
Bajé del taxi, estaba lloviendo y corrí los pocos metros para entrar al
edificio. El vigilante me saludó con una sonrisa, como siempre, se la
devolví amable. Caminé al ascensor y apreté el botón para subir, de
inmediato se abrió la puerta y entré, toqué el botón del piso 5 y esperé
con cierta impaciencia el llegar a mi destino. Se abrieron las puertas y
rápidamente saqué las llaves de mi bolso, abrí y entré al departamento, miré el reloj y faltaba justo una hora para que Brandon pasara por mí, así que de inmediato me metí al baño y me di una rápida ducha. Terminé de arreglarme justo 5 minutos antes de las 8, salí de la habitación y me senté en el sillón a esperarlo. Me di cuenta que el botón de la contestadora estaba en rojo y parpadeando, señal de que tenía un mensaje, así que lo presioné y escuché la dulce voz de novio.
– ¡Feliz Cumpleaños _____!,mi amor, no sabes cómo lamento no poder llevarte hoy a cenar, pero, es
imprescindible para la empresa que cierre hoy este contrato, representa muchos millones y por más que le supliqué a Ryan que enviara a alguien más no quiso, me reitero que sólo yo podía convencer al cliente, te prometo que te lo recompensaré, recuerda que te amo.
Cerré los ojos resignada y dejé caer mi cabeza en el respaldo del sillón, que inconveniente resulta que tu cumpleaños caiga en un martes y que la única persona que tienes cerca para celebrarlo tenga que cumplir con un compromiso laboral. Deseé en ese momento seguir viviendo con Mario, al
menos tendría compañía, entonces recordé que odiaba muchas cosas de su ciudad y además no tendría el magnífico empleo que ahora tenía que, aparte de disfrutar, me permite darme varios lujos.
Me levanté del sillón y me dirigí a la cocina, busqué en la alacena de abajo y encontré una botella de vodka a la mitad, la saqué y la coloqué en la mesa, abrí el frigorífico saqué unos hielos, un zumo de naranja y de la alacena de arriba un vaso. Coloqué un par de hielos en éste, un poco de vodka y llené el vaso con el zumo.“Feliz cumpleaños _____”, me dije y alcé mi vaso, como brindando con el aire, y le di un trago considerable.
Me senté en una silla del comedor y puse un poco de música, era mi cumpleaños número 23 y lo estaba celebrando sola,lo que orilló a que hiciera un recuento de mi vida, a decir verdad, la
gran mayoría de mis cumpleaños habían sido aburridos, a excepción de número 21 que Brandon me organizó una fiesta sorpresa. En general, mi vida era bastante monótona, centrada básicamente en mi trabajo y en mi novio, un importante corredor de bolsa que me dedicaba las pocas horas
que su trabajo le permitía, en cuanto a amigas, sólo dos, una casada y la otra madre soltera, genial, no tenía opciones de con quién pasar este cumpleaños.
El sonido de mi teléfono me sacó de esas cavilaciones, me levanté y tomé mi bolso que había dejado en el mueble junto a la puerta, empecé a buscarlo y entonces encontré con que
entretenerme un rato, mi bolso era un completo desorden. Justo cuando tomé el celular dejé de sonar, era mi mamá Asley, al menos este año lo recordó, pero la verdad no tenía ganas de escuchar a mi alocada madre, así que volví a sentarme en el comedor y me preparé otro vodka con zumo..
Vacié todo el contenido de mi bolso sobre la mesa, había un gran surtido, entradas de cine, notas de restaurantes, servilletas, mentas, plumas, pintalabios, tarjetas, así que empecé a seleccionar lo
que podría servirme y lo que era basura. De pronto, una servilleta con algo escrito llamó mi atención, era un número de móvil y una frase escrita debajo, “Clave: ¿Estás libre esta noche?”, entonces recordé la conversación fortuita que había tenido con una chica en el baño de aquel
bar al que fui con unos compañeros de la oficina tres semanas atrás. Ya con unas copas encima me quejé de la poca atención de mi novio, ella sacó una servilleta y anotó esos datos, “no te vas a arrepentir, sólo di la clave y entrarás al paraíso, el chico es un dios y te aseguro que te dejará sin sentido”.
Mire fijamente la servilleta, releí varias veces el número y la frase, era una locura, citar a un completo desconocido tan sólo por la inmensa soledad que sentía y, además con qué fines, no iríamos a cenar precisamente, esa chica me había dejado muy claras cuales eran las habilidades de su “amigo”, como lo llamó. ¿Y qué más daba hacer una locura en mi cumpleaños?, siempre he sido una chica muy correcta, ni siquiera me fui de excursión en la escuela y siempre tenía las mejores calificaciones, nunca les había dado un dolor de cabeza a mis padres y mi jefe siempre alababa mi sentido de la responsabilidad, así que al diablo con todo, tenía derecho a divertirme, además ya estaba maquillada y arreglada.
Nerviosa tomé mi teléfono, digité los números, pero al momento de presionar el botón de
llamar me acobardé y entonces terminé presionando el de colgar, repetí el mismo procedimiento varias veces mientras mi corazón se aceleraba con cada intento. Bebí el último trago de la bebida y me dio el valor que me faltaba, así que finalmente presioné el botón de llamar mientras
sentía los latidos de mi corazón en la garganta y hasta podía escucharlos. sonó una vez, dos, tres, pero, ¿en qué estaba pensando?, era martes y seguramente él tenía una vida y asuntos que atender, estaba por colgar cuando una hermosa voz aterciopelada me dijo -“hola”, me
quedé muda, mis manos sudaban y creo que todo mi cuerpo temblaba por los nervios, -“hola”, volvió a decir el extraño ahora con un tono más sensual.
jackson.
Re: ARDIENTE TENTACION (ADAPTADA) JUSTIN BIEBER Y TU
Me ha encanta do el primer cap.¡¡¡¡
Pon otro pronto¡¡¡
Pon otro pronto¡¡¡
Carla.argi
Re: ARDIENTE TENTACION (ADAPTADA) JUSTIN BIEBER Y TU
Carla.argi escribió:Me ha encanta do el primer cap.¡¡¡¡
Pon otro pronto¡¡¡
Gracias por leerla pronto subo el siguiente capitulo y espero que tambien te encante ;)
jackson.
Re: ARDIENTE TENTACION (ADAPTADA) JUSTIN BIEBER Y TU
CHICAS CREO QUE CANCELARE LA NOVELA XQ NADIE COMENTA Y ESO ME DUELE MUCHO ........SI NO QUIEREN QUE LA CANCELE XFAVOR COMENTEN SI
jackson.
Re: ARDIENTE TENTACION (ADAPTADA) JUSTIN BIEBER Y TU
Capítulo Dos.
– ¿Estás libre está noche? – dije atropelladamente cerrando los ojos como si él me estuviera viendo.
– Sí, ¿en dónde nos vemos? – respondió y casi pude asegurar que sonreía.
– No lo sé, tú dime – no iba a citarlo en mi departamento, alguien podría verlo.
– ¿Te queda cerca el Hotel Rose Imperial? – muy conveniente, cómo no se me ocurrió.
– Como a 20 minutos – dije no muy segura, no lo identificaba bien.
– Te veo en el lobby en media hora, ¿te parece bien?
– Sí, claro – con suerte si el tráfico me lo permitía.
– ¿Cómo te reconozco?
– Mido como 1.60, cabello largo castaño y ondulado, ojos verdes, piel
blanca y traigo un vestido negro asimétrico de manga corta, que me llega
debajo de la rodilla, y yo, ¿cómo te reconozco a ti?
– Simplemente lo sabrás, en media hora te veo.
Escuche el tun, tun, tun que indicaba que él había colgado primero.
Metí lo indispensable a mi bolso, como un labial, mi monedero y mis
llaves, tomé mi abrigo y salí prácticamente corriendo. Mientras bajaba
por el ascensor pensaba en lo que estaba a punto de hacer, era
completamente insensato, una total locura, una cita en un hotel con un
desconocido que igual y podría ser un psicópata. Pero ya lo había hecho y
además mi número había quedado registrado en su celular, si no me
aparecía seguramente me buscaría para reprocharme.
Tomé un taxi
y le indiqué la dirección, exactamente 25 minutos después estaba yo
cruzando la puerta del hotel, uno de cinco estrellas, por cierto, jamás
me imaginé que ahí te alquilaran una habitación sólo por una noche. Tomé
un gran respiro mientras caminaba nerviosa de un lado a otro, y, ¿si
era una tomada de pelo?, ¿una broma?, la chica que me dio el teléfono
sólo la había visto una vez en mi vida y por lo que recordaba ya estaba
pasadita de copas. Definitivamente había perdido el juicio, estaba por
salir del lugar cuando alguien susurró en mi oído.
– ¿Estás libre esta noche? – el sonido de su voz erizó mi piel.
Asentí con la cabeza, aquella intensa sensación que su aliento produjo
en mi oreja no me permitió hablar y eso que todavía no me tocaba. Volteé
y me encontré con el hombre más guapo que había visto jamás; alto,
delgado, de piel blanca, ojos miel que parecían verdes, cabello corto
desordenado y con una sonrisa cautivadora, vestía un traje negro
impecable, en verdad era un dios. Me ofreció su brazo y nerviosa lo
tomé. Caminamos en silencio al elevador. Subimos al piso 15 y recorrimos
el pasillo hasta la última habitación. Deslizó la tarjeta y la puerta
se abrió, me dejó pasar primero, además de guapo olía exquisitamente.
Entro detrás de mí, encendió la luz y cerró la puerta.
– ¿Cómo me contactaste? – preguntó mientras yo caminaba al centro de la habitación.
– Una… amiga me dio tu número – no consideré buena idea decirle la verdad.
– ¿Te explico las reglas? – dijo con un tono de solemnidad.
– No… sólo me dijo la clave. – respondí volteándome y encarándolo.
– Bien, regla número 1, no nombres, no me dirás el tuyo ni yo te diré
el mío; regla número 2, no preguntas personales, nada que pueda dar
indicios de quienes somos en realidad, ¿entendido?
– Sí, no nombres, no preguntas personales – repetí como si fuera una alumna.
Se acercó a mí, mi corazón se disparó más de lo que ya estaba, me quitó
el abrigo y comenzó a acariciarme un brazo con el dorso de su mano,
como acto reflejo cerré los ojos, sentí como acariciaba el otro brazo
con la yema de sus dedos, lo próximo que sentí fueron sus tibios labios
recorriendo mi cuello mientras me sujetaba por la cintura, yo subí mis
manos por su pecho y lo abracé por el cuello, estaba perdiéndome en sus
caricias, ¿cómo era posible que un desconocido estuviera excitándome de
esa manera?
Deslizó sus manos por mi espalda y bajo lentamente
el cierre de mi vestido mientras sus labios subían por mi mentón hasta
llegar a los míos, me besó despacio y suavemente, yo correspondí un
tanto frenética, me estaban matando sus caricias y había deseado, como
nunca antes, sentir su boca unida a la mía. Le quité el saco y lo tiré
en el suelo, él comenzó a bajar lentamente mi vestido en tanto yo
desabrochaba su camisa sin dejar de besarnos, el vestido cayó al suelo y
yo levanté los pies para librarme completamente de él y lo aventé al
igual que su camisa.
Entonces, él besó uno de mis hombros
mientras sus manos desabrochaban el sostén y me lo quitaba por completo,
besó uno de mis senos mientras acariciaba el otro con movimientos
circulares, yo estaba ya jadeando y tenía mis manos enterradas en su
cabello. Subió por mi cuello con besos cortos hasta volver a besarme en
los labios y me dirigió hacia la cama, me tendió en ella y se colocó
encima de mí, fue besando mi cuello nuevamente y siguió bajando por
entre mis senos, continuó hacia mi ombligo y sentí como sus manos me
quitaban la única prenda que me quedaba. Abrí la boca cuando sentí que
besaba la parte más íntima de mi cuerpo, con las manos apreté el edredón
y un fuerte gemido se me escapó que, incluso, me sorprendió, yo era del
tipo silencioso en esas cuestiones, pero sus caricias me estaban
enloqueciendo, de pronto sentí una fuerte corriente eléctrica
recorriendo cada minúscula parte de mi cuerpo, estaba llegando al
clímax, otro sonido escapó de mi boca y apreté aún más la colcha.
Mi respiración y mi pulso estaban a mil y trataba de controlarlos, vi
como él se levantaba y terminaba de desnudarse, de su pantalón sacó un
condón, le retiró la envoltura y se lo puso, al subirse a la cama
acarició mis piernas con sus manos hasta llegar a la cadera, acarició mi
pelvis y no sé qué botón encendió, pero sentí una fuerte necesidad de
tenerlo dentro, así que abrí mis piernas y sentí como se introducía, me
aferré a su espalda mientras él se movía constantemente besando
alternadamente mis senos, jadeaba, pero, a decir verdad, mis gemidos
eran los que inundaban la habitación, jamás había sentido lo que ahora
estaba experimentando, aceleró sus movimientos mientras se apoyaba con
ambas manos sobre la cama, pude ver completamente su rostro retorcido,
mis manos subían y bajaban por su espalda mientras le suplicaba por más,
sus movimientos se volvieron frenéticos y de pronto me envolvió una
sensación totalmente desconocida y nueva para mí, era el éxtasis total,
creo que hasta luces de colores pude ver. Se dejó caer rendido sobre mí,
estábamos empapados en sudor. Cuando controló un poco su respiración,
se acostó a mi lado, nos quedamos en silencio unos minutos, yo trataba
de recobrar el aliento y el sentido de las cosas, entonces él se levantó
de la cama.
– ¿Te vas ya? – pregunté casi con pánico.
– Sí – se dirigió al baño – pero tú puedes quedarte, la habitación ya está pagada – agregó.
– Espera… tú… – no supe como formular la pregunta para que no sonara personal.
– Regla número tres: no lazos afectivos – dijo y entró al baño.
¿Así que eso era todo? Sexo casual entre dos extraños, sin compromisos
de ninguna índole, sin explicaciones ni interrogantes, sonaba sencillo y
simple. Suspiré, sin duda alguna era el mejor cumpleaños de toda mi
vida, sonriente y satisfecha abracé la almohada y me quedé profundamente
dormida.
– ¿Estás libre está noche? – dije atropelladamente cerrando los ojos como si él me estuviera viendo.
– Sí, ¿en dónde nos vemos? – respondió y casi pude asegurar que sonreía.
– No lo sé, tú dime – no iba a citarlo en mi departamento, alguien podría verlo.
– ¿Te queda cerca el Hotel Rose Imperial? – muy conveniente, cómo no se me ocurrió.
– Como a 20 minutos – dije no muy segura, no lo identificaba bien.
– Te veo en el lobby en media hora, ¿te parece bien?
– Sí, claro – con suerte si el tráfico me lo permitía.
– ¿Cómo te reconozco?
– Mido como 1.60, cabello largo castaño y ondulado, ojos verdes, piel
blanca y traigo un vestido negro asimétrico de manga corta, que me llega
debajo de la rodilla, y yo, ¿cómo te reconozco a ti?
– Simplemente lo sabrás, en media hora te veo.
Escuche el tun, tun, tun que indicaba que él había colgado primero.
Metí lo indispensable a mi bolso, como un labial, mi monedero y mis
llaves, tomé mi abrigo y salí prácticamente corriendo. Mientras bajaba
por el ascensor pensaba en lo que estaba a punto de hacer, era
completamente insensato, una total locura, una cita en un hotel con un
desconocido que igual y podría ser un psicópata. Pero ya lo había hecho y
además mi número había quedado registrado en su celular, si no me
aparecía seguramente me buscaría para reprocharme.
Tomé un taxi
y le indiqué la dirección, exactamente 25 minutos después estaba yo
cruzando la puerta del hotel, uno de cinco estrellas, por cierto, jamás
me imaginé que ahí te alquilaran una habitación sólo por una noche. Tomé
un gran respiro mientras caminaba nerviosa de un lado a otro, y, ¿si
era una tomada de pelo?, ¿una broma?, la chica que me dio el teléfono
sólo la había visto una vez en mi vida y por lo que recordaba ya estaba
pasadita de copas. Definitivamente había perdido el juicio, estaba por
salir del lugar cuando alguien susurró en mi oído.
– ¿Estás libre esta noche? – el sonido de su voz erizó mi piel.
Asentí con la cabeza, aquella intensa sensación que su aliento produjo
en mi oreja no me permitió hablar y eso que todavía no me tocaba. Volteé
y me encontré con el hombre más guapo que había visto jamás; alto,
delgado, de piel blanca, ojos miel que parecían verdes, cabello corto
desordenado y con una sonrisa cautivadora, vestía un traje negro
impecable, en verdad era un dios. Me ofreció su brazo y nerviosa lo
tomé. Caminamos en silencio al elevador. Subimos al piso 15 y recorrimos
el pasillo hasta la última habitación. Deslizó la tarjeta y la puerta
se abrió, me dejó pasar primero, además de guapo olía exquisitamente.
Entro detrás de mí, encendió la luz y cerró la puerta.
– ¿Cómo me contactaste? – preguntó mientras yo caminaba al centro de la habitación.
– Una… amiga me dio tu número – no consideré buena idea decirle la verdad.
– ¿Te explico las reglas? – dijo con un tono de solemnidad.
– No… sólo me dijo la clave. – respondí volteándome y encarándolo.
– Bien, regla número 1, no nombres, no me dirás el tuyo ni yo te diré
el mío; regla número 2, no preguntas personales, nada que pueda dar
indicios de quienes somos en realidad, ¿entendido?
– Sí, no nombres, no preguntas personales – repetí como si fuera una alumna.
Se acercó a mí, mi corazón se disparó más de lo que ya estaba, me quitó
el abrigo y comenzó a acariciarme un brazo con el dorso de su mano,
como acto reflejo cerré los ojos, sentí como acariciaba el otro brazo
con la yema de sus dedos, lo próximo que sentí fueron sus tibios labios
recorriendo mi cuello mientras me sujetaba por la cintura, yo subí mis
manos por su pecho y lo abracé por el cuello, estaba perdiéndome en sus
caricias, ¿cómo era posible que un desconocido estuviera excitándome de
esa manera?
Deslizó sus manos por mi espalda y bajo lentamente
el cierre de mi vestido mientras sus labios subían por mi mentón hasta
llegar a los míos, me besó despacio y suavemente, yo correspondí un
tanto frenética, me estaban matando sus caricias y había deseado, como
nunca antes, sentir su boca unida a la mía. Le quité el saco y lo tiré
en el suelo, él comenzó a bajar lentamente mi vestido en tanto yo
desabrochaba su camisa sin dejar de besarnos, el vestido cayó al suelo y
yo levanté los pies para librarme completamente de él y lo aventé al
igual que su camisa.
Entonces, él besó uno de mis hombros
mientras sus manos desabrochaban el sostén y me lo quitaba por completo,
besó uno de mis senos mientras acariciaba el otro con movimientos
circulares, yo estaba ya jadeando y tenía mis manos enterradas en su
cabello. Subió por mi cuello con besos cortos hasta volver a besarme en
los labios y me dirigió hacia la cama, me tendió en ella y se colocó
encima de mí, fue besando mi cuello nuevamente y siguió bajando por
entre mis senos, continuó hacia mi ombligo y sentí como sus manos me
quitaban la única prenda que me quedaba. Abrí la boca cuando sentí que
besaba la parte más íntima de mi cuerpo, con las manos apreté el edredón
y un fuerte gemido se me escapó que, incluso, me sorprendió, yo era del
tipo silencioso en esas cuestiones, pero sus caricias me estaban
enloqueciendo, de pronto sentí una fuerte corriente eléctrica
recorriendo cada minúscula parte de mi cuerpo, estaba llegando al
clímax, otro sonido escapó de mi boca y apreté aún más la colcha.
Mi respiración y mi pulso estaban a mil y trataba de controlarlos, vi
como él se levantaba y terminaba de desnudarse, de su pantalón sacó un
condón, le retiró la envoltura y se lo puso, al subirse a la cama
acarició mis piernas con sus manos hasta llegar a la cadera, acarició mi
pelvis y no sé qué botón encendió, pero sentí una fuerte necesidad de
tenerlo dentro, así que abrí mis piernas y sentí como se introducía, me
aferré a su espalda mientras él se movía constantemente besando
alternadamente mis senos, jadeaba, pero, a decir verdad, mis gemidos
eran los que inundaban la habitación, jamás había sentido lo que ahora
estaba experimentando, aceleró sus movimientos mientras se apoyaba con
ambas manos sobre la cama, pude ver completamente su rostro retorcido,
mis manos subían y bajaban por su espalda mientras le suplicaba por más,
sus movimientos se volvieron frenéticos y de pronto me envolvió una
sensación totalmente desconocida y nueva para mí, era el éxtasis total,
creo que hasta luces de colores pude ver. Se dejó caer rendido sobre mí,
estábamos empapados en sudor. Cuando controló un poco su respiración,
se acostó a mi lado, nos quedamos en silencio unos minutos, yo trataba
de recobrar el aliento y el sentido de las cosas, entonces él se levantó
de la cama.
– ¿Te vas ya? – pregunté casi con pánico.
– Sí – se dirigió al baño – pero tú puedes quedarte, la habitación ya está pagada – agregó.
– Espera… tú… – no supe como formular la pregunta para que no sonara personal.
– Regla número tres: no lazos afectivos – dijo y entró al baño.
¿Así que eso era todo? Sexo casual entre dos extraños, sin compromisos
de ninguna índole, sin explicaciones ni interrogantes, sonaba sencillo y
simple. Suspiré, sin duda alguna era el mejor cumpleaños de toda mi
vida, sonriente y satisfecha abracé la almohada y me quedé profundamente
dormida.
jackson.
Re: ARDIENTE TENTACION (ADAPTADA) JUSTIN BIEBER Y TU
Me encantó el cap¡¡¡¡
Me encanta la nove, siguela y sube otro cap cuando puedas plis¡¡¡
Chao¡¡
Me encanta la nove, siguela y sube otro cap cuando puedas plis¡¡¡
Chao¡¡
Carla.argi
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.