Sí, soy gorda... pero lo que importa es lo de adentro... ¡ja! esa ni tú te la crees

siguela porfavor si siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
siguela
siguela
siguela
siguela
siguela

No le llevó mucho tiempo caer en los brazos de Morfeo; pero a diferencia de otras noches, su último pensamiento no fue para su banda favorita, sino para Brenda, su amiga cibernética, haciéndose por milésima vez aquella pregunta, ¿la querría Brenda con sus kilos de más?...

"Do you remember summer '09
I wanna go back there every night
I just can't lie it was the best time of my life
lying on the beach as the sun blew out
playing the guitar by the fire too loud
oh mama they could never set us down"

Las voces de aquellos cinco chicos, integrantes de su banda favorita, sacaron a Lucinda de los brazos de Morfeo, trayéndola de vuelta a la realidad.

Suspiró molesta, eran las siete de la mañana y era sábado, eso es mala combinación, se maldijo por no haber desactivado la alarma el día anterior y giró en su cama, arropándose con la manta; abrió los ojos de repente al recordar el porqué de la alarma… Brenda.

Saltó de la cama y se dobló el tobillo al aterrizar, maldijo por lo bajo y se dirigió al baño, no lo iba a negar, estaba muy emocionada.

Salió del baño diez minutos después tarareando Rock me mientras buscaba qué ponerse, al final, optó por unos jeans anchos, una polera manga larga de one direction y unas converse a juego.

Cepilló sus dientes y peinó su cabello. Bajó a la cocina y se preparó unas tostadas con mantequilla, intentando ignorar el dolor palpitante de las heridas del día anterior; terminó su desayuno y salió hacia el aeropuerto.





Brenda suspiró mirando por la ventana del avión, odiaba toda esa situación, ella ya tenía una vida en California, y ahora tenía que empezar de nuevo en Londres, la ciudad más opuesta a su hogar que se pudiera imaginar, era cierto que allí estaba Lucinda, pero igual iba a extrañar su amada ciudad.

Otro suspiro se escapó de sus labios mientras escuchaba Little things, amaba esa canción, se había convertido en su himno, se sentía muy identificada con la letra.

Se paró de su asiento y caminó hasta el baño, en ese momento, agradecía muchísimo que sus padres hubieran viajado el día anterior; se lavó la cara y las manos, buscando despejar su mente… no lo consiguió.

Se miró al espejo, frustrada, una atractiva chica de unos 17 años le devolvió la mirada. Era de estatura promedio, con cabello color castaño claro, casi rubio al sol que caía en definidos rulos hasta su cintura; sus facciones eran finas y delicadas; su piel, era blanca y tersa; vestía unos jeans desgastados y una blusa de volados azul cielo con sandalias a juego que se lucía perfectamente en su esbelta figura.

Apartó la vista, cansada de todo, y se dirigió de vuelta a sentarse, tratando de hacerse la idea de que Londres sería su nuevo hogar, le guste o no.





Lucinda levantó el cartel de bienvenida que le había preparado a Brenda, no la conocía ni por foto, y un cartel que rezaba "Bienvenida a la tierra de One Direction, Brenda", le parecía una buena opción.

Buscó impaciente a alguien que muestre una leve muestra de interés por su letrero, paseó su vista de una lado para otro sin encontrar nada, estaba empezando a desesperarse cuando reparó en ella, una castaña hermosísima que la veía insegura.

Sus miedos se incrementaron al verla acercarse, ¡maldito destino!, esa chica era preciosa, ¿qué demonios había hecho en una vida pasada para merecer eso?, ahora era más que seguro que Brenda la odiaría y también la insultaría o en el mejor de los casos, la ignoraría.

-Hola-dijo aquella chica mirándola con una sonrisa insegura…
comentennnnnnnn

awww
subistes cap
sig

oli me encontre con esta novela y me encantaron los capitulos ojala la puedas seguir y sere tu fiel lectora!!! besos :bye: