Yo Soy la Princesa Clarissa [Liam Payne]

Coloque un poco de lápiz labial sobre mis labios lance un pequeño beso al aire hacia el espejo pestañe varias veces haciendo que la capa de maquillaje se viera a la perfección, tome un cepillo y comencé a cepillármelo como amaba mi cabellera castaña siempre la he amado es lo único hermoso que hay en mi demás mis hermanos dicen que soy peor. Hoy era el día, mi hermana se comprometería con el príncipe de Georgia.

Soy, Clarissa la princesa de Turquía pero todos me dicen clara para no alargarlo tanto, me gusta más clara.

Mi madre hoy ofrecería a mi hermana Matilde como prometida del príncipe Louis Tomlinson príncipe de Georgia, mi madre dice que los intereses del reino han caído por lo que mi hermana debe hacer el trabajo sucio como asi decirlo. Mi hermana Matilde era muy bella y simpática ella fue la única heredera de la belleza externa de mi madre, y lo que más me gusta de ella es su sentido del humor, Matilde es mi hermana que siempre eme apoya y me consuela ella es como un diario de mi vida la amo más que nada aunque me dolía el verla casada con el hombre que no ama, con el hombre que ella no desea tener un final feliz.

Escuche el carruaje y la puerta de mi habitación abrirse, el momento había llegado.

-Princesa clara, su familia la espera abajo es la única que falta- me aviso la ama de casa Julieta, rápidamente acomode mi enorme vestido y como pude Salí de la puerta para bajar al salón donde todos me esperaban.

Aunque no lo crean ni Matilde ni mi familia conocíamos al príncipe Louis por lo que pedimos al cielo que no sea de esos amargado y patéticos príncipes que suele haber. Ya estaba con mi familia platicando con mi hermano Harry, estaba diciendo las mejores disparates cosa que molestaba a mi madre decía que debíamos compórtanos como todos unos adultos y no como unos niños de 10 años, pero vamos Harry siempre será un niño de 10 años encarcelado en un cuerpo de un hombre de 20.

-Buenas tardes- se presento el reí de Georgia, no se veía el tal príncipe.
-Buenas tardes- respondimos toda nuestra familia haciendo una reverencia-

Quedamos en completo silencio mientras que el rei comenzaba a colocarse rojo al ver que detrás suyo su hijo no se encontraba, reí a lo bajo.

-Lo siento padre pero estos panques son demasiado ricos- comento mientras entraba al salón con una bandeja de panques la mi nana había preparado. –Buenas Tardes, Soy Louis… Louis Tomlinson- se presento.

Mi mandíbula estaba por caerse y pegar con el piso rebotando quedando nuevamente hacia mi boca. Pase un poco de saliva al sentir su mirada en mi, me estaba poniendo nerviosa, dios esta es el príncipe mas guapo y simpatico que en mis historia e visto, voltee a ver a Matilde quien estaba en la misma situación que yo, estábamos completamente en un trance al ver aquel príncipe frente a nosotros, -maldita Matilde siempre te toca lo mejor- gruñí bajo.

-vamos hermanitas cierren esas boca que se les va meter una boca- agrego sonando chistoso. –Soy Harry Styles, príncipe de Turquía- se presento ante él.
-mucho gusto, cuñado- le guiño el ojo y las mejillas de Matilde se sonrojaron.- y tu has de ser Matilde ¿Qué no?- me pregunto e inmediatamente Salir de mi trance que sus ojos me habían provocado y nerviosamente negué no podía articular ninguna palabra ante su mirada.


Después de aquella pequeña equivocación de personaje nos presentamos adecuadamente porque se notaba a lenguas que su padre no quería perder mas tiempo con las bromas de Louis que me alegraron el dia. Todos estaban en el comedor mientras que yo sigilosamente me escape hacia mi pasillo secreto hacia mi lugar favorito donde podía eliminar todos aquellos pensamientos que hacían mi dia negro pero gracias a Louis mi dia negro se volvió gris una rayita menos, aun seguía pensando en mi padre.

Tome uno de los libros de la biblioteca y me senté donde mi padre solía sentarse, me coloque su bata de piel extraida de francia totalmente elejante y comoda, abrí el libro donde anteriormente me había quedado y comencé a leer, comencé a perderme y alejarme de mi realidad. Sin darme cuenta alguna ya estaba completamente dormida en el sillón favorito de mi padre, el libro estaba firmen te prensado de mi mano sobre mi pecho un chiflido hizo que me levantara de inmediato. Rápidamente comencé a levantarme y visualice como un traje azul con unos pantalones algo ajustados que movia los dedos sobre los libros.

-¿Qué haces aquí?- pregunte adormilada, me incorpore en el sillón mirándole fijamente.
-Solo quise saber dónde estaba la pequeña Styles-
-Pues aquí estoy, si quieres te puedes retirar me gusta estar sola- debía confesar no estaba enojada con el solo que alguien me levante de un cómodo y rico sueño me ponía malas.
-pensé que eras más divertida- comento con un tono de decepción en su voz.
-Lo siento…- me levante y acomode el libro que mi padre adoraba donde siempre- es que odio que me despierten-
-oh, lo siento- se lamento- pero bueno ¿Por qué te fuiste? Apenas iba platicar con vosotras cuando de la nada te desapareciste de mis ojos.
-y.. ¿Para qué me quieres ahí?, tu estas aquí por Matilde no por mi-
-Si bueno como sea Matilde es algo aburrida- hice una mueca admitiendo- y no se siento que contigo me llevare mejor, siento que seremos muy buenos amigos aparte de cuñados-


Después de aquella confesión que Louis me había hecho le invite a sentarse junto a mí en el sillón de papa y conversamos sobre muchas cosas, Louis era muy divertido y espontaneo me gustaba, pero había algo que odiaba sus gemas azules en las cuales me perdía como una idiota enamorada. Sabía que Louis no estaba hecho para mi si no para mi hermana pero por lo menos podía tomarlo como mi mejor amigo, como una compañía que estaría siempre ahí conmigo cuando más lo necesite.

1 año más tarde.

Muchos de mis conocidos y familia hasta la propia Matilde aseguraría que finalizaría enamorada de Louis tomlinson el príncipe de Georgia y prometido de mi hermana, claramente no, todos están equivocado yo con Louis tengo una relación única amistad y cariño nos tratamos como si fuéramos hermanos, cómplices, y dueños de nosotros mismos.

La boda de Matilde y Louis es en 1 semana esos 2 tortolos les basto con solo 2 meses para caer rendido el uno al otro, en pocas ocasiones la mirada de Matilde me quiere matar cuando me ve cercas de su ‘BooBear’ pero sinceramente no haría nada en su contra para sepáralos son perfectamente juntos son esa pareja de la cual te enamoras completamente.

Referente a mí y la muerte de mi padre aun no la he superado por completo pero Louis me ha ayudado a ser más feliz o risueña así como el. Más de 1 vez hemos hecho algunas travesuras en el palacio como si fuéramos unos adolecentes ordinarios y eso amaba de Louis que no era como los demás príncipes de egocéntricos él era como estar con un pequeño gatito que nunca quieres dejar de abrazar.

Muchas veces he escrito en mi diario personal cuando encontrare esa persona indicada para mi, esa persona por la cual deba extrañar en todo momento, esa persona que quiero besar hasta ser polvos, esa persona por la cual de hasta mi vida, esa persona que me enamore completamente que me haga sentir que soy la única en su vida, esa persona perfecta para mí. Cada vez que veo la relación de Matilde y Louis siempre añoro que mi madre me escoja a un comprometido como Louis y ser idénticamente feliz como mi hermana o mucho más.

Hoy sería el primer día en que saldría del palacio después de unos cuantos meses de encerrarme en la biblioteca de mi padre llorando mientras lo extrañaba conmigo. La muerte de mi padre dio un giro inesperado en el pueblo y en el reino mi madre al igual que yo aun no se recupera de la muerte de su único amor pero aun así sigue sonriendo para la único que le quedamos nosotras sus hijas.

-¿vas a venir o no?- pregunto Louis disgustado después de esperar casi 10 minutos abajo-
-claro, solo déjame…. Eh… ya bajo- rápidamente guarde mi diario y mi bolígrafo y lo puse con llave.
-¿Por qué tardaste tanto?-
-es que estaba en el baño-
-¿pues qué hacías?-
-tú sabes… cosas de mujeres- hice una mueca-

Subí al auto negro de Louis y condujo hacia el pueblo, hoy sería una de sus últimas noches como cómplices después de que se case con Matilde ellos dos se mudan a otra ciudad, cosa que me pone triste el saber que en menos de 1 semana Louis se iría de mi lado no para siempre pero si la mayoría del tiempo extrañaría a mi idiota a mi lado.

-¿en qué piensas?- al notarme tan callado y pensativa Louis pregunto sin dejar de mirar hacia el camino-
-Nada, solo que extrañare estos momentos contigo- voltee hacia verlo e hizo una media sonrisa-
-yo también clara, sería raro no estar con mi cómplice, con la única que sé hacer mis travesuras hacia Matilde- reí un poco.
-pero ya enserio ¿prometes no olvidarme?- me coloque de perfil y le hice una sonrisa inocente el detuvo el auto en medio de la nada-
-Te lo prometo- mostró su meñique- vendré a visitarte las veces que pueda.
-entrelazo mi meñique con el de el- Gracias por ser el mejor –volvió a arrancar su auto.

Algunos preguntarían ¿Qué rayos hacían el príncipe y la princesa en el pueblo?, es fácil tenían ganas de por una vez en su vida no sentirse inferior a los demás, querían sentirse como los del pueblo, normales y ordinarios. Clara y Louis caminaron por todos los caminos piedrosos del pueblo en veces los tacos de clara le lastimaban pero aun así no impediría su caminata por el pueblo. Algunos hacían reverencia otros solo saludaban, sabían cómo eran clara y Louis con una sonrisa o un ‘buenos días’ les bastaba como reverencia.

La vida de princesas y reinos no era como la edad media era modera, sin extravagantes vestidos sino simples y cómodos sin carrosas ni caballos solo autos de lujo brindados, era como las demás del pueblo pero algo más de nivel.

Llegamos al palacio y pudimos percatar que algo raro estaba sucediendo por los rostros de mi madre y de Matilde no era nada bueno, mire a Louis de reojo y este me acaricio levemente la espalda tratando de calmarme. Me acerque hacia aquellas dos mujeres y les mire fijamente.

-¿Qué pasa?, ¿Por qué esas caras?- comencé a tirar preguntas.

Las dos me miraban con tristeza no entendía el porqué ya que no decían nada.

-Clara, queremos que te sientes…- hice lo que me ordenaron. -¿Nos dejan a solas?- pregunto mi madre hacia Louis y Matilde, rápidamente salieron dejándome a solas con mi madre.
-Ya dime, ¿Qué sucede?- dije impaciente.
-Hija…-tomo un mecho de mi cabellera y comenzó a acariciarlo con sus yemas. -¿Recuerdas le motivo por el cual tuvimos que casar a Matilde?-
-sí, perfectamente lo recuerdo ¿Por qué?-
-Los intereses han bajado nuevamente parece que con el dinero del padre de Louis no ha funcionando y necesitamos otro mas-
-¿Cómo que necesitan a otro más?-
-Necesitamos que te cases lo más rápido posible con el conde de Londres, Niall Horan- abrí mis ojos como plato al escuchar que mi madre me dijo que me casaría.
-¿Qué?, ¿estas loca?, Yo no me casare sin amor madre, te lo había comentado- comencé a alterarme, días después de que Matilde contrajera matrimonio con Louis hable con mi madre sobre que no sucediese lo mismo conmigo por mas que le atino con Louis no estaría segura de que atinaría conmigo, yo quería casarme por otra perspectiva no por la misma que Matilde, no quiero casarme sin amor.
-Clara, lo siento pequeña, tienes que hacerlo por el bien de la familia-

Leves e inocentes lagrimas cayeron sobre mi mejilla haciéndome ver más débil. Mire hacia mi madre por última vez esa mirada traspasaba odio y dolor, no me casaría de eso estaba segura.

Después de esa pequeña pelea con mi madre decidí prepara mis maletas e huir, huir de todo lo que me corresponde, huir de los lujos, del dinero, de la injusticia, y de los matrimonios sin amor, huir de este maldito mundo el cual siempre he odiado. Tome pocas pertenencias de preferencia joyas y así poder venderlas a los del taller para poder tener algo de dinero y alejarme lo más rápido posible de Turquía.

Después de vender mis joyas y que me hayan dado muy buena cantidad como para sobrevivir casi toda mi vida, con lagrimas y el corazón en la mano subí hacia el tren que me llevaría hacia Canadá, hacia el lugar más lejano que pudiese estar de ahí.