Creaste mi mundo [Liam Payne&LorenaWoodson]

Solté mi mano al instante. Louis seguía tocando la puerta, no dejaba de gritar, se estaba volviendo estresante.

– Liam te hice una pregunta –dijo algo intenso.

– Ella está aquí conmigo –contestó Liam naturalmente.

– Es mejor que te pongas la camisa –le dije en susurro pero creo que Louis alcanzó a oír.

– ¿La camisa? ¿Qué rayos pasa aquí? –Mis nervios estaban a millón, ¿ahora dónde me metía?

– Escuchaste mal hermano –sentí como se iba colocando la polera y luego abrió la puerta– No vuelvas a tocar la puerta así.

– No sé qué pasa con ustedes dos, pero Niall se pondrá furioso –replicó Louis.

– ¿Furioso por qué? –Atacó Liam– no le estoy haciendo algo malo.

– No es por lo malo, ambos sabemos por qué –estaba confundida, no sabía qué rayos ocurría, y qué era lo que sabían ellos de Niall sobre mí, era algo confuso, de hecho demasiado.

– ¿Podrían callarse? –Grité desesperada– no sé de qué carrizos hablan.

– Lorena, –sentí la mano de Liam sobre mi brazo– tiene razón Louis, yo no pinto nada aquí –culminó eso para alejarse de nosotros.

– Ahora dime tú –me enfrenté a Louis– ¿qué es lo que pasa?

– Nada Lorena –respondió algo estresado– vámonos mejor –me tomó del brazo.

Como pudimos pasamos por el montón de chicas, gritos y gritos retumbaban mi tímpano, me monté lo más rápido que pude en la gran camioneta, al rato se unió Louis, no sé ni cómo pudo zafarse de una chica que lo agarró justo cuando estaba intentado montarme.


– ¡Esto es una locura! –Exclamé sorprendida.

– No has visto nada –respondió Louis sin darse cuenta lo que había dicho– que digo… –corrigió– escu-ucha-ado-o.

– No te preocupes tonto –le di un pequeño golpe de juego en el brazo– ahora que estamos solos y no pienses mal –me reí a lo que Louis soltó un suspiro de alivio, creo que si había pensado mal– puedes decirme, por qué Niall no querría que estuviera con Liam, o sea que no lo tratara o algo por el estilo.

– Escucha Lorena –su voz temblaba– no es por tratar a Liam o no, es por las intenciones que tiene e´contigo.

– ¿De qué hablas? –Pregunté curiosa, de seguro Louis iba a confesarme algo que Niall no me había dicho.

– Solo te lo diré si prometes quedarte callada ¿lo harás? –Preguntó dudoso.

– Sí –le dije con un tono de seguridad, era necesario para mí saber qué pasaba.

– No le puedes decir a Niall que te conté.

– Dime –contesté impaciente, no tenía ninguna intención de decirle a Niall, pero quería saber.

– Tú… le gustas a Liam –rió– creo que ya te habías dado cuenta, pero hay un problema –¿yo le gustaba a Liam? todavía no caía en cuenta– es que…

– ¡Vas happenin! –Entró Zayn en la camioneta interrumpiendo, lo que nos sobresaltó a los dos– creo que interrumpí en algo –dijo gracioso.

– No –contesté temblorosa, que inoportuno era Zayn, justo cuando Louis iba a decirme todo llega él, por lo menos me dijo la mitad de la historia, algo que no me creía, como era posible que yo le gustara a Liam, si apenas acabo de llegar, digo… las chicas son nada más las que se ilusionan rápido, como yo.

– Ok, como digas –respondió Zayn no muy convencido.


Al rato llegaron Niall, Harry y por último, Liam. Traté de dormirme en la camioneta pero no pude, no dejaba de pensar en la breve discusión de Louis y Liam, era algo inquietante. Los truenos retumbaban en toda la vía, el frío congelaba la punta de mi nariz, temblaba demasiado, comencé a recordar todo lo que había pasado con mi mamá, las lágrimas comenzaron a salir de nuevo.

– Lorena ¿estás bien? –Me preguntó Louis que estaba a mi lado preocupado.

– Tengo-o frío-o –dije tiritando.

– Claro que no –intervino Harry– estas llorando.

– Estoy bien, no se-e preocup-e-en –la verdad me sentía horrible, pero no quería que nadie lo supiera, solo quería estar sola.

– Permiso Louis –habló Niall que andaba al otro lado, se sentó a mi lado– tranquila –puso mi cabeza en su pecho– no pienses en eso –me susurró en el oído, Niall sabía que había recordado la muerte de mi madre, él me conocía perfectamente y no podía mentirle, así que resigné a cerrar los ojos y tratar de dormirme.

Había sido un día extraño.

O mejor dicho, un concierto extraño.

Llegamos en una hora y media, la cual pase media tratando de dormir, lo primero que hice al llegar fue lanzarme en la cama, ahora mía y arroparme, el frío ya se estaba volviendo insoportable. Niall se acostó a mi lado.

– Aprovecha, porque cuando viajemos dormirás en camas diferentes –se rió.

– No es justo –contesté– deberíamos quedarnos aquí toda la vida –tenía tanto sueño que ni sabía lo que estaba diciendo.

– Estoy muy cansado, fue un día algo loco ¿no? –Me preguntó también medio dormido.

– Sí –tenía demasiadas dudas en mi cabeza– Niall, una pregunta –tenía que sacarle algo, de todas maneras no le diré que fue Louis el que me confesó lo de Liam.

– ¿Qué? –Acarició mi cabello.

– ¿Yo le gusto a Liam? -Pregunté sin pena, era necesario para mí saberlo, Niall se quedó callado, no sé si fue buena idea preguntarle pero quería salir de la gran duda que me atormentaba.

– Si Lorena, –respondió algo seco– es mejor que duermas, mañana será otro largo día –¿otro largo día? no pensaba salir de nuevo con ellos, no quería hacer el ridículo en la calle, además ya se habían burlado mucho de mí por hoy, me negaba rotundamente.