Creaste mi mundo [Liam Payne&LorenaWoodson]

Caminó con pasos débiles a donde se encontraba Zayn tirado en el cuelo. Se sentó a su lado, recostándose de la pared con las piernas medio estiradas. La doctora pasó por sus lados, dándoles una mirada consoladora y sin detener su paso, la vieron hasta que se perdió en el largo pasillo.

Louis pasó su brazo izquierdo alrededor de los hombros de Zayn, escuchó el leve sollozo de este y lo apegó más hacia él. Quien se tumba, permitiéndose llorar en las piernas del castaño. Tomando en cuenta todas las veces que había soportado cosas para no llorar y ahora era el momento, donde todo había explotado, donde la gota que faltaba había derramado el vaso.

Louis con lágrimas en sus ojos, comenzó a dejar suaves caricias en el pelo del moreno, maldiciendo el destino, preguntándose, por qué él, por qué Harry y no un asesino o un violador… ¿por qué se tenían que morir personas inocentes?

Harry no era una mala persona, él protegía a la familia, se preocupaba por las fans, siempre trataba de ser dulce con ellas, era atento con sus novias –por más que dijeran mierdas sobre él–, siempre mostraba una sonrisa por cuan mal estuviese la situación, escuchaba a los demás, como gran amigo que era.

¡Mierda! ¿Era? Pero si él todavía no ha muerto… ¿todavía? Louis sacudió su cabello y trató de alejarse de esos pensamientos. Recordó lo mucho que Harry amaba a los niños, a los animales ¿por qué el destino quiso que fuera él?

Todos esos pensamientos se revolvieron en su cabeza, dando paso a más lágrimas.

Se sobresaltó ante un movimiento y se dio cuenta que era el moreno volteándose, quedando con todo el cuerpo afuera y la nuca apoyada en sus piernas. Tenía los ojos rojos de tanto llorar, su rostro era terrible.

– Primero perdí a mi tío –dice con voz ahogada, tratando de recuperar el aliento–. Ahora… Harry –otra lágrima se esparció por su rostro al mencionar el nombre de su amigo–. ¿Por qué le cortaron los rulos?

– Creo que es porque tuvo pequeñas quemaduras en la cabeza.

Zayn sacó su teléfono, quería despejar su mente un rato, mientras Louis seguía dejando suaves caricias en el cabello de este.

El moreno se sorprendió al ver las tendencias globales, al menos seis eran sobre el ruloso.

Entre ellas destacaban:

#SupportforHarry

#LatinAmericaWantsHarry'sHealth

Harry Styles

#StayStrongHarry

ハリーはご用心

No podía creerlo, hasta en japonés. Pero lo que le encogió el corazón, fue leer una que decía:

R.I.P. Harry

Pero al acceder a este, solo vio comentarios de fans, mentándole la madre a las personas que habían creado el TT. Miserables que no tienen algo mejor que hacer por sus vidas, disfrutan del dolor ajeno y por eso es que el mundo está, como está.

Se escucharon pasos acercándose a ellos y luego distinguieron la silueta de una mujer, que pronto vieron que era la misma enfermera. Sonrieron al verla, la cara agraciada de la mujer les brindaba paz y serenidad.

– Necesitan hablar con ustedes –los chicos fruncen el ceño confundidos y la mujer les indica para que la sigan.

Van caminando por el extenso pasillo y luego cruzan a su derecha. Se limitan a callarse y no preguntar al respecto, aunque se morían de ganas por saber a donde los llevaban. Algunos pacientes los miraban extrañados, otros confundidos y algunas nerviosos, posiblemente porque los conocían. Para la suerte de ellos, no había ninguna adolescente por el lugar. De hecho la más joven era la enfermera.

Al final se detuvieron en una habitación, en donde la mujer abrió la puerta, para que ellos pasaran. Sus rostros eran indeducibles.

¿Qué se suponía que tenían que ver ellos con aquél señor?

Con la mirada le exigieron una explicación a la joven enfermera.

– El dice que los conoce, quiere hablar con ustedes en privado. Con su permiso, me retiro.

Luego de eso tranca la puerta dejándolos a ellos tres solos. Antes de que Zayn comenzara a hablar –porque la verdad no entendía ni pito, el por qué se encontraba allí, en ese lugar y con ese señor–, lo interrumpió.

– Soy el padre de Lorena –los chicos abrieron los ojos de par en par–, le pregunté a la enfermera sobre la salud de mi acompañante y me dijo que estaba recibiendo visita de sus amigos, así que supuse que eran lo que estaban con él en la banda ¿me equivoco?

– No se equivoca –habló Louis sorprendido–, de hecho no sabíamos que usted estaba vivo –admitió nervioso.

– Yo tampoco sé qué milagro hicieron para que siguiera con vida, pero aquí estoy. La historia es muy larga y no tengo por qué contárselas, solo sé que ustedes conocen a mi hija y saben dónde está… necesito verla.

Los chicos se miraron y luego continuaron hablando con el señor, haciéndole algunas preguntas, pocas para no molestarlo mucho. A pesar de haber estado en el mismo incendio que Harry, logró curarse más. Se veía con más vida.

El castaño le indicó a Zayn a que fuera en busca de Lorena y él asintió. Total, no se sentía muy feliz allá, teniendo a Harry cerca y en ese estado. Sabía que no iba a poder aguanta si le pasara algo y él estuviese sumamente cerca. Así que era mejor, esperar en casa y llorar allá, cuidaría a Niall y despejaría la mente un rato.

Llegó en no más de 20 minutos y al entrar pudo ver una imagen conmovedora.

Lorena durmiendo en los brazos de Liam en el mueble, pero luego bajó su vista y pudo ver a Niall tirado en el piso con las manos abiertas y se fijó que en una tenía una bolsa de papitas, lo que le acusó bastante gracia, como repulsión. Es que este muchacho jamás se cansaba de comer.

Trancó la puerta con fuerza para que lograran escucharlo. De inmediato abrió los ojos Liam y Lorena se sobresaltó un poco, el único que seguía bajo los brazos de Morfeo era Niall, quien se veía plácidamente acostado en el suelo.

– Despiértate, llegó Zayn –le tiró Liam un almohadazo. Lorena se alarmó ante cualquier noticia del moreno. Niall se despertó a duras penas, y le pidió a Zayn que contara cómo iba todo.

El moreno dio pocos pasos y se sentó en el sofá junto a ellos, dejándose caer. Liam notó sus ojos cansados y rojos.

– Necesito que tú y Lorena vayan al hospital.

– ¿Qué pasó Zayn? –Pregunta la castaña alarmada.

– Es una sorpresa –trata de hacerle un guiño a Liam, quien no logra comprender.

– Apúrense, que se les hace tarde, yo cuido a Niall.

– ¡Pero si yo quería ir! –Protesta el rubio, pero Zayn se abalanza contra él haciéndole cosquillas.

– Rápido, corran por sus vidas que yo detengo al duende –comentó en son de juego a los otros. Niall lo mira confundido, pero a la vez carcajeándose. Liam carga en sus brazos a Lorena y sube corriendo, ocasionando que ella se riera, todo para seguir el juego de Zayn.

Lorena se cambia y luego sale a esperar a Liam, quien salió al rato tomándola de la cintura, al bajar siguen escuchando las risas de Niall, suplicando para que lo lleven, por más que estaba sano, no podía andar saliendo.

Trancaron la puerta y se marcharon al hospital.

Niall soltó un bufido y se cruzó de brazos. Cierta imagen la causó ternura a Zayn, que no tardó ni dos segundos, cuando comenzó a soltar lágrimas sin parar.

– No quiero que Harry muera, Niall –dice con el corazón destrozado y Niall sin pensarlo se acerca a él y lo arropa con sus brazos, dándole todo el apoyo que necesitaba.


Liam llegó al hospital junto a Lorena y con la vista localizó al castaño, que le indicó a Liam donde estaba ‘la sorpresa’.

Pasaron a una habitación y Lorena no comprendía absolutamente nada, hasta que logró escuchar aquella voz que tanto extrañaba, aquella voz que la hacía feliz en cuestión de segundos. Simplemente, aquella voz que tanto amaba.

Fue dando pasos nerviosos y lentos hacia esa voz que volvió a sonar.

– Hija.

Liam agarró la mano de Lorena y la puso en el pecho del padre de esta.

– Papá, eres tú –dice esta con ganas de gritar al cielo y llorar de felicidad a la vez. Con su mano toca su rostro y comienza a emitir un chillido extraño–. ¡Estás vivo! ¡Papá, estás vivo! –Comienza a dar leves brinquitos.

– Sí hija, lo estoy.

Se agachó un poco para darle un corto abrazo, un abrazo cargado de amor, esperanza, paz. Hendrick era lo único que le quedaba de familia y sin duda alguna, era la mejor noticia que le habían dado en todo el día. Fue un momento lleno de felicidad.

Liam y Louis veían la escena satisfechos, pero luego el novio de esta, mira a Louis con una mirada interrogante acerca de la salud de Harry. Pero el castaño solo da una mirada cargada de pena mirando al suelo.

– ¿Cómo llegaste hasta aquí? ¿Qué fue lo qué pasó? –Pregunta ansiosa a su padre, pero la voz de la enfermera la interrumpe.

– Tienen que salir de aquí, dentro de dos horas podrán hablar con él, ya que ahora tiene que cenar y eso.

Todos asintieron y Hendrick apretó la mano fuerte de su hija, dejándole un beso.

– No sabes cuanta falta me hiciste –le dijo con total serenidad.

– Ni tú a mí, papá.

Se fue con los chicos abandonando la habitación.

Ella estaba feliz.

Muy feliz.