Bienvenidos a Los Juegos Del Hambre Nº 100

Esto aun no terminaba, las chicas ya pueden dar un suspiro, porque no han sido ellas, pero aun quedan los chicos. Marthy, emocionada por todo lo que esta pasando, (si sigue así la matare cuando nadie se entere) se encamina hacia la hurna con el nombre de todos los varones. En estos momentos no temo por mi, si no por mi mejor amiga y mi hermano, que puede salir elegido para venir conmigo. Saca el primer papelito y lo lee claramente -James Wilson - Un sonido de sorpresa se escucho proveniente de todos, desde la fila de los chicos, en la de 18 años, aparece un apuesto chico, era realmente guapo, cabello castaño algo oscuro y ojos azules, era alto y tenía un rostro serio. Sin duda ya todos lo conocían, era por así decirlo, un rebelde, mas bien un profeciónal, este año puede ser que nos valla bien. Luego de eso, Marthy saca otro papel con el nombre de otro chico - Albi Terrey - Un chico de mi edad sale de su fila, era alto y piel morocha, cabello negro al igual que sus ojos, ya lo conocía, estaba en mi clase, es un chico con un gran sentido del humor, siempre save sacar una sonrisa aunque estes pasando por el peor momento de tu vida, es sin duda, un amor de persona. Ahora tocaba el segundo chico, y yo seguía rezando para que no saliera mi hermano, por suerte esta ves no fue el. - Ayrton Cuelg - Un muchacho de 17 años pero con un rostro angelical sube al escenario, tenía un cabello color negro y ojos profundamente azules que llamaban la atención, mucho a decir verdad, se lo notaba algo asustado, nadie lo culpaba. Y por ultimo, cosa que agradecí profundamente - Zan Parry - No había salido mi hermano, al contrario, un chico de 15 años hermoso, pero con cuerpo de un hombre bien formado apareció. Este año puede ser que la suerte este y no este de nuestro lado.
-Saludense chicos - nos ordeno, y así lo hicimos, nos dimos todos un apreton de manos, y luego Marthy volvio a hablar con el tipico saludo - Felices juegos del hambre, y que la suerte este siempre de su lado! - dicho eso unos agentes de la paz nos llevaron dentro del edificio para despedirnos de nuestras familias.