Enamorado… ¿De una fantasma? Nick J. y Tu

Lunes por la mañana Nicholas despertó con más ganas que nunca, sus días incluso su vida había cambiado, ilusión, esperanza, alegría, y todos esos sentimientos llegaron cuando conoció a ________ esa bella sonrisa, esa soltura al bailar, su hermoso cabello, todo en ella le había fascinado, aun estando en la cama Nicholas pensaba en la noche del sábado, y sonreía como un loco.
― ¿Por qué tan sonriente? ― le pregunto Joe el hermano mediano de Nicholas, un hombre alto, cabello castaño oscuro, unos ojos cafés chocolates debajo de unas cejas muy pobladas
― Por nada― le contesto su pequeño hermano soltando un suspiro
― Si claro, una sonrisa de oreja a oreja, un suspiro muy marcado y unos ojos de borrego a medio morir, y eso no es nada― le dijo Joe sarcásticamente
― Bueno está bien te contare lo que me paso― dijo sentándose en la cama ― conocía a una chica, una hermosa chica, y ahora no la puedo sacar de mi cabeza― Nicholas sonreía cada vez que recordaba a ______
― Si lo sospeche desde un principio― dijo Joe sentándose al lado de su hermano ― bueno cuéntame sobre ella―
― Bueno a pesar de que la acabo de conocer te podría hablar sobre ella todo el día― ambos rieron al ver la expresión del cautivado chico ― se llama _______ y es licenciada en Hotelería y turismo ―
― Ósea que tendrás viajes muy entretenidos― dijo Joe
― Eso espero y que sea con ella―
― Wo, espera hermano ¿No te estarás enamorando verdad? ― le pregunto Joe un poco extrañado
― Bueno tanto como enamorado no, pero es que esa chica es hermosa, es simplemente perfecta― dijo Nicholas con otro suspiro
― Entonces quiero conocer a la mujer que dejo a un lado la amargura de mi hermano― dijo Joe dándole una palmada en el hombro de su hermano
― Oye yo no estaba amargado― dijo Nicholas con un quejido
― Tienes que aceptar que si lo estabas, te reúsas a salir, no querías hablar con ninguna chica― le dijo Joe mientras se ponía de pie
― El hecho que no quisiera hablar con ninguna mujer no quiere decir que este amargado, es que todas las chicas que ustedes me han presentado son mujeres superficiales― Nicholas recordaba a cada una de las chicas huecas que huían de él
― Bueno que quieres hermano, así son las mujeres de hoy en día solo se preocupan por verse bien― dijo Joe
― Eso también lo pensaba yo hasta que conocí a _________― dijo con una gran sonrisa
― Casi se me olvidaba por que vine, mamá nos dejo el desayuno en la mesa, además venía a decirte que hablo el mecánico y dijo que tu carro estaba listo que puedes ir cuando quieras por el― Nicholas salto de la cama en cuanto su hermano menciono lo del carro, hace casi dos semanas se había averiado ya estaba harto de tomar taxis de hecho también estaba harto de caminar hacia el bar que le quedaba un poco alejado de su casa, se metió a la ducha tardándose menos de dos minutos y así con la misma prisa se arreglo para poder ir por su carro.
Sin ni siquiera desayunar Nicholas salió de su casa y tomo un taxi, fue con al taller mecánico en donde se encontraba su coche, cuando llego pudo ver su coche engrasado, se veía muy sucio “Ni si quiera tuvieron la amabilidad de limpiarlo un poco” pensó Nicholas, se adentro aun mas al local, ahí estaba el mecánico, un señor como de 40 años, con un bigote y pelo negro encanado, con pantalones de mezclilla llenos de grasa
― ¿Viene por su carro? ― le pregunto muy amable el mecánico
― Si, ya vengo por él― dijo Nicholas pasando su mano por el cofre ― ¿Qué es lo que tenía? ―
― Bueno, eran las balatas se las cambiamos y pusimos el aceite de la trasmisión, ya le hacía falta― le dijo el mecánico ― bueno entremos a la oficina para que pueda pagar y ya llevarse su carro―
Nicholas entro a la oficina y con gusto pago lo acordado, el mecánico le dio la llave del carro y Nicholas lo saco del local, por fin lo tenía, su carro era todo para él, podía manejar sin rumbo y eso lo hacía feliz, lo distraía de todo lo malo que le pasaba.
Lo llevo a un auto lavado para que lo dejaran como nuevo, lo aspiraran y le pusieran un aroma para quitarle el olor a grasa, después compro un refresco y comenzó a conducir para darle una especie de bienvenida a su carro.
Era casi la una de la tarde y no tenía nada que hacer así que fue a un parque para comprar un helado.
― Hola ¿qué le damos joven? ― pregunto el despachador
― Un helado de chocolate por favor― dijo amablemente Nicholas
― Chocolate, a mi me encanta ese ― dijo una chica al lado de él, la chica era bonita, buenas curvas, unos ojos verdes que resaltaban con ese cabello rubio y una sonrisa con labial rosa
― Si bueno mi sabor favorito es el de algodón de azúcar, pero el de chocolate también es bueno― dijo Nicholas tomando el helado que le preparo el señor de los helados
― ¿Eres de por aquí? ― le pregunto la mujer
― Sí, vivo por aquí ― dijo Nicholas algo cortante al notar que le estaba coqueteando
― SI yo también soy de por aquí, si quieres podemos caminar mientras nos comemos nuestros helados― dijo la chica ― por cierto mi nombre es Helena ―
― Nicholas mucho gusto― le dio un apretón de mano y comenzaron a caminar, Nicholas no quería caminar con aquella mujer, pero tampoco quería ser grosero con ella, a él no le gustaba decir que no a una invitación y él sabía que eso es un problema que necesitaba solucionar.
Mientras caminaban la chica solo contaba cosas de ella, como su color favorito su música favorita y hasta las compras de ropa que había hecho en el último mes, él miro el parque en donde estaba, es el mismo en donde se había detenido a hablar con ______ él día que la conoció, esperaba con ansias que el sábado llegara para volverla a ver,
― Sabes creo que sería bueno que intercambiáramos números para llamarnos ― dijo Helena
― Ammm claro― dijo sin entusiasmo ― pásame el tuyo ― Nicholas saco su celular para anotar el numero que jamás marcaría, levanto la mirada un poco y vio la banca en donde se sentaron él y ______, y ahí había alguien con un gorro y una cámara fotográfica profesional que le tapaba toda la cara.
Le llamo la atención así que se quedo viendo fijo hacia esa persona,
― ¿__________? ― se pregunto
― No, me llamo Helena― dijo la rubia ― ¿A apuntaste mi teléfono? ―
Nicholas se quedo viendo a la personas hasta que bajo la cámara de su rostro si era ella, era ______
― No, me tengo que ir adiós― le dijo apurado Nicholas mientras corría hacia la banca, deposito su helado en un cesto de basura, bajo la velocidad cuando estaba a punto de llegar a la banca, acomodo su ropa y se sentó al lado de la chica
― No me dijiste que también eras fotógrafa― le pregunto Nicholas haciendo que _________ lo volteara a ver y creara una sonrisa en su rostro, esa sonrisa que a él le encantaba
― ¿Me estas siguiendo? ― pregunto ________ tomándole una foto a la cara de él
― No, yo estaba aquí de paso― dijo embobado
― Para mí que si me estas siguiendo― dijo ella
― o ¿Tal vez tu me estas siguiendo? Y usas esa cámara para tomarme fotos incriminatorias dime ¿Para quién trabajas? ― le dijo Nicholas acercándose un poco a ella
― Para la CIA y te estamos vigilando― dijo con esa mirada que los policías hacen al interrogar