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Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por FockinPrincess Lun 26 Nov 2012, 3:40 pm
HEEEEEY SEXY LADIES! La Nogue is here, yeeeeh buddiee!
A lo que voy, me encanta que estén juntos pero no que se lo oculten al guapo de Tommo.
Y la rallis... Cacho BITCH! Ahí toah locah dejandole marcas al morocho juju
Siguela cuando puedas hermosa :) pero si es pronto mejor juju
xx
A lo que voy, me encanta que estén juntos pero no que se lo oculten al guapo de Tommo.
Y la rallis... Cacho BITCH! Ahí toah locah dejandole marcas al morocho juju
Siguela cuando puedas hermosa :) pero si es pronto mejor juju
xx
FockinPrincess
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por TatiStoran Jue 29 Nov 2012, 6:52 pm
Gaabii02 escribió:WHAAAAAAAAAAAAAAAAAATS UP BABE!? Holanda, soy Gabriela, *Argentina, 15 años* y leo la novela desde el dia Uno, solo que hasta hace un dia no tenia cuenta en el foro, asi q ni podia comentar....pero ya he llegadooo :P mujer escribis hermoooooooooooso. amo que muestres ambas perspectivaaaaaaaaas y que seamos tan tiernos y apasionados a la vez, es como muy rfhyurfgduhb Zayn me quiere, lero lero (8) y OH POR LA SANTA MIERDA LOUIS DEJAME SER HAPPY FOREVAH CON EL PAPEEEETO MALIK, POR DIOS!!!!!!!!! vos con ele, yo con zaynchuliiiii (? osanga, uno no puede luchar contra las decisiones del corazon ...bueno, ya vere como soluciono eso (? mujer seguilaaaaaaaaaaa, queres q me de un infarto!? seguilaaaaaaaaa por favoooooooooor *.* me imagine y todo la escena de cuando zayn va a su casucha y estan todos y lo interrogan, y despues cuando esta con baby Lux...o sea, me imagine TODO *merezco la vida de Rashituli*. bueno, whatever, espero *con ansias* el proximo capitulooooo! Para cuando necesites algo, Gabriela esta aca For you ok ? :) beso leeeenda
Holaaaaaaaa! Awww que lindaaaaa!! :) Me llamo Tatiana y soy de Colombia. Muchas gracias por leer la novela. JAJAJAJAJ sí, Louis es muy molesto! Lo tendré en cuenta -el que te necesite- Ya la sigo y espero que te guste!
TatiStoran
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por TatiStoran Jue 29 Nov 2012, 6:59 pm
Serenity escribió:MEJOR AMIGA PERDIDA! ESTAS AHI?
TE ACORDAS DE MI? EN UN PRINCIPIO ERA TOTALMENTE ADICTA A TU NOVELA, Y HABLABAMOS MUCHO SOBRE LO IGUALES QUE ERAMOS, Y NOS APRECIA MUY RARO, DESPUES MAGICAMENTE DESAPARECI PORQUE LAS PUTAS PRUEBAS ANULARON MI VIDA Y BASICAMENTE MI VIDA SE BASABA EN COMER Y ESTUDIAR Y AHORA VOLVI Y DE A POCO FUI ENTRANDO A CADA NOVELA QUE ESTABA LEYENDO Y CUANDO ENTRE A ESTA Y VI NUESTRAS CONVERSACIONES ME DEPRIMIIIIIIIIIII.
TE DEJE RE COLGADA Y NUNCA MAS TE CONTESTE Y NADA Y FUE COMO RE DKFJDLKFD :(
ADEMAS SUBISTE UN MONTON DE CAPITULOS! QUE LOS QUIERO LEER YAYAYAYA! PERO ANTES NECESITABA MANDARTE ESTO, COMO ESTASSSSSS? HACE UN MONTON QUE NO HABLABAMOS :( ME DETESTO.
PASAME TU FB PORFI!
Aquí estoy! Estaba de viaje :( Sí, te perdiste mucho. Pensé que ya no te gustó la trama y el hilo de la novela. Me alegra saber que no es así :) ¿Qué pasó con tus pruebas? TENEMOS MUCHO DE QUE HABLAR! Dale yo te paso mi face por un mensaje privado y hablamos con más calma por ahí. Estoy bien aunque me han pasado un montón de cosas. Un beso!!!!!!
TatiStoran
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por TatiStoran Jue 29 Nov 2012, 7:01 pm
Vanesa Lozano escribió:wiiiiiiiiiiiiiiiiii
estuvo hermosooo siguelaaaaaaaaaaaaaaa porvaforrrrrrr
YA LA SIGO :)
TatiStoran
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por TatiStoran Jue 29 Nov 2012, 7:05 pm
FockinPrincess escribió:HEEEEEY SEXY LADIES! La Nogue is here, yeeeeh buddiee!
A lo que voy, me encanta que estén juntos pero no que se lo oculten al guapo de Tommo.
Y la rallis... Cacho BITCH! Ahí toah locah dejandole marcas al morocho juju
Siguela cuando puedas hermosa :) pero si es pronto mejor juju
xx
Ya la seguí! :D Ahora que no estoy de viaje la podré seguir más seguido!
TatiStoran
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por TatiStoran Jue 29 Nov 2012, 7:07 pm
Capítulo 16:
Sigue narrando Zayn:
No fue tan difícil picar lo que mi pequeña me dijo que picara. Cuando comenzó a cocinar el coliflor para hacer la ensalada me dijo que fuera por todo el apartamento y abriera las ventanas para que el olor no se concentrara.
Después volví a la cocina y me dijo como preparar la salsa para el pollo con unas verduras que ella había picado y sacado de unas latas. Los dos perniles de pollo se estaban cocinando muy bien. Luego me dijo que echara la salsa en el pollo y que revolviera. Ella le apagó al fogón del coliflor, lo llevó al lavaplatos y le sacó el agua. Luego echó las verduras que yo había picado, sal, pimienta y picó dos huevos que había cocinado. Yo seguía revolviendo mientras la miraba moverse. Era una experta en la cocina y de nuevo me maravillaba con su forma delicada y segura de hacer las cosas.
Dejé de revolver y me acerqué por atrás. Enrollé mis brazos en su cintura.
-Hacemos un buen equipo – susurré a su oído. Escuché como tragaba saliva ruidosamente.
-Sí, ya lo creo – susurró. Posé mis labios sobre su mejilla izquierda, le aparté el cabello y comencé a bajar lentamente hacía un lado su garganta sin despegar mis labios de su piel. Ella revolvía la ensalada, pero ahora lo hacía de una manera más lenta.
Le deposité un pequeño beso. Mi pequeña dejó de respirar entre mis brazos. Sonreí en su garganta, bajé un poco más y volví a darle un pequeño beso. Soltó el aire. La haría sufrir. Me vengaría por lo del chupón. Me dirigí hacia su clavícula y volví a darle un pequeño beso. Suspiró.
-Za…Za...Zayn – musitó casi inaudible. Al parecer le había costado mucho encontrar la voz.
-¿Sí? – dije sobre su piel.
-Re…Re…visa el… po… llo…
-¿Perdón? – había entendido perfectamente, pero quería hacerla sufrir.
-Revisa… el… pollo – susurró. Antes de irme a mirar la olla donde estaba el pollo me devolví y llegué hasta un lado de su garganta y deposite un último beso. La solté y fui hacia la estufa. No me miraba, pero yo si lo hacía.
El pollo estuvo listo y la ensalada también. Cortó un poco de pan francés y sirvió dos platos. Colocó los platos en el comedor del apartamento y sacó un poco de té que había en la nevera. El comedor era de ocho puestos. Nos sentamos frente al otro.
-Pruébalo – me dijo. Cogí la cuchara y tomé un poco de pollo. Estaba delicioso.
-Está muy rico – ella sonrió.
-Ese crédito es tuyo. El secreto para que el pollo esté rico es la salsa que va por encima – dijo mientras llevaba algo de pollo a su boca. Después de tragar habló de nuevo – prueba el coliflor – hice un puchero.
-Pero…
-Pruébalo – volvió a insistir – si lo pruebas y no te gusta déjalo ahí.
-Está bien – tomé aire y miré esa cosa blanca con tomate, zanahoria, cebolla y huevo. Alá por favor que no esté feo, pedí. Ella esperaba muy expectante. Tomé un poco y lo miré.
-¿Tan mal se ve? – preguntó en un tono triste. La miré y en su cara reflejaba tristeza. No quería que se sintiera mal. Metí esa ensalada en mi boca, la mastiqué, saboreé muy bien y la verdad es que no estaba tan mal, de hecho, después de unos segundos pude sentir una sabor más… ¿Explosivo?
-Está delicioso – sonrió ampliamente. No había otra palabra para describir eso. En serio que mi pequeña cocinaba muy bien, tanto que había hecho que comiera algo que por 19 años de mi vida había odiado y me había resistido a probar - ¿Cómo le hiciste?
-Es un secreto – tomó un poco de coliflor y lo comió.
-Vamos tienes que decirme – tomé más de aquel coliflor y lo llevé a mi boca – si mi madre se enterara de esto… Te daría una mención de honor – mi pequeña rió y tomó un pedazo de su pollo.
Mientras cenábamos reíamos. Era tan sencillo estar con mi pequeña y la verdad es que extrañaba mucho el sonido de su risa. Después de cenar me ofrecí a lavar los platos y (TN)____ se fue a bañar.
Terminé de lavar y ella no había salido de su habitación. Fui a la sala, me quité los zapatos, me acosté sobre el sofá y encendí el televisor. Luego de unos minutos mi pequeña se asomó con una sonrisa traviesa. Llevaba un short pequeño blanco con corazones rosados y una blusa de tiras rosadas. Rodeó el sofá y saltó hacia mi abdomen. Solté un grito y ella soltó una fuerte carcajada.
-Mañana tengo que ir a la universidad temprano – anunció. Yo me levanté y la acomodé. Mi pequeña colocó sus piernas alrededor de mi cintura, como acostumbraba a hacer, y posó sus manos alrededor de mi cuello.
-¿No puedes faltar?
-No – musitó – pero salgo temprano. Estaré aquí para almorzar y no tengo que volver más a la universidad hasta el lunes – sonrió ampliamente. Yo hice lo mismo.
-Así que… ¿Te tengo todo el fin de semana para mí? – mi pequeña se mordió el labio.
-Si – susurró – al menos que tengas que irte.
-No – dije de inmediato – no me iré. Gracias a Alá que tengo todo el fin de semana libre.
-¿Alá? – la miré confundido. ¿Mi pequeña no sabía de mi religión?
-Soy musulmán – dije – y mi Dios es Alá.
-Ah – musitó. Y de pronto caí en cuenta que no sabía cuál era su religión.
-¿Eres cristiana? – negó con la cabeza.
-Por nacimiento se supone que soy católica. Mis padres me bautizaron en la iglesia católica – respondió – pero igual no creo en la iglesia – quedé frio. ¿No creía en su iglesia? Yo era musulmán. No el mejor de todos, pues no estaba practicando las reglas o los mandamientos que exigían el Corán, pero creía en Alá.
-¿Por qué no? ¿En qué crees? – pregunté. Ahora teníamos una conversación seria y sabría más cosas de mi pequeña.
-Creo en Dios, pero también tengo dudas de su existencia – comenzó a explicar - ¿Quién lo creo a él? ¿La nada? – bufó – Por favor ese cuento a otro idiota. Eso es lo que siempre ha dicho la iglesia. No creo en la iglesia católica porque es mentirosa. Le oculta muchos secretos a la humanidad. Católicos o cristianos son casi lo mismo. Sólo que llaman a las Jesús de otra manera y tienes otras reglas. Es super raro – calló un momento.
-Continua – la animé a seguir. Sabía que no había terminado. Ella sonrió.
-Y que la iglesia hubiera hecho guerras santas por defender yo no sé cosas me parece absurdo – tomó aire – ¿Por qué haría guerra contra el islam? Te tengo la respuesta, pues por el poder y el dominio de la sociedad. A parte de lo económico. Para mí la religión islam no tenía la culpa de nada. Si se expandía ¿Ellos que podían hacer? La gente necesita creer en algo y creían en eso. Y se supone que matar en un pecado, pero los obispos y todo ese reino religioso se excusaron diciendo que mataban a los enemigos en el nombre de Dios ¡¿En nombre de Dios?! Pero si Dios no existe… O bueno no sé sabe. ¿Cómo iban a hacer y a decir en algo a quién no ven? – Mi pequeña tenía buenos argumentos y vaya que se ponía de genio cuando defendía sus creencias.
-Entonces – me atreví a hablar - ¿En qué crees?
-Te dije que creo en Dios – musitó – pero que tengo mis dudas. Zayn como te dije antes el ser humano necesita creer en algo superior a él para no sentirse solo y quiero concluir este tema diciendo que la religión fue creada para que hombre tuviera miedo.
-¿Por qué dices eso?
-Te va a sonar muy mal cariño, pero… ¿Quién dijo que matar es malo? ¿Quién dijo que robar es malo? – no dije nada. Sabía la respuesta a esas preguntas – La religión a través del hombre y la razón es simple para mantener un orden en la sociedad.
Mi pequeña era muy inteligente y estaba de acuerdo con ella. Bueno en algunas cosas y verla un poco sofocada por lo irritada que la volvía hablar de ese tema la hacía verse más hermosa de lo que era. Un pequeño color rojo abrió paso sobre sus mejillas. Sonreí y mordí mi labio.
-¿Qué?
-Me has sorprendido – contesté honestamente – con tu respuesta y argumentos – bajó su mirada y el color rojo en sus mejillas fue ahora más intenso. Estaba apenada – y… – levantó su mirada para encontrarse con la mira – te ves muy hermosa con ese color rojo en tus mejillas – llevé mi mano derecha a su mejilla derecha. Abrió los ojos de golpe cuando la toqué y pude darme cuenta bajo la palma de mi mano que su mejilla estaba caliente.
-Bésame – susurró.
-Ven aquí - y la atraje hacia mi boca.
Su dulce contacto con mi boca hizo estremecer todo mi cuerpo. Podía besar sus labios durante horas y no me cansaría de su sabor. Mi pequeña llevó una mano hacia mi nuca y lo tomó con fuerza. Mi cuerpo me pedía más de ella, más de esa dulce, carnosa, suave y tierna boca. Así que mi lengua fue directo hacia la suya buscando eso que tanto necesitaba, esa caricia. Y la encontró. Su caricia fue tan suave y tan provocativa que todas mis células nerviosas brincaron de la felicidad, pero yo quería más y lo peor es que no sabía que era.
Mi pequeña se movió más hacia a mí y sus pechos tocaron mi pecho. ¡Madre santa! ¿No llevaba brasier? Hizo fuerza con sus brazos queriendo tenerme más cerca. Estábamos cerca, pero yo quería estar más junto a ella, así que bajé mis brazos hacia su espalda y la abracé con fuerza. Sus pechos se enterraron con fuerza contra mi pecho. Gemí y ella se volvió a mover entre mis piernas aunque esta vez ocurrió algo que nunca hubiera imaginado. Bueno tal vez sí, pero más adelante y si lo pensaba mejor me había tardado un poco en reaccionar por su forma de besarme. No lo podía negar y esperaba que ella no se diera cuenta de que en el momento que se movió entre mis piernas su movimiento hizo que me excitara. (TN)____ me iba a matar, pues ahora bajaba sus manos por mi pecho. Yo por mi parte no podía evitar mover sus manos en su espalda y confirmar que no llevaba brasier me excitó, más de lo que podía creer. ¿Cómo no me había dado cuenta de que no llevaba brasier?
Entonces soltó un botón, el primer botón, de mi camisa de leñador. Gimió cuando subí un poco su blusa e hice contacto con su piel. Las palmas de mis manos se pasearon lentamente sobre la parte baja de su espalda. Su lengua se metió en mi boca y mientras le daba una suave caricia a su compañera soltó el segundo botón de mi camisa. No pude evitar soltar un sonido sordo desde mi pecho. Se volvió a mover de la misma forma provocativa sobre mí e hizo que mi excitación creciera más. Soltó mi boca y bajo por mi cuello. La iniciativa siempre era de ella.
-Te quiero – susurró sobre mi garganta.
-No más que yo – le informé tirando mi cabeza hacia atrás con los ojos cerrados. Disfrutando de sus besos – No más que yo.
-¿Y qué te hace pensar eso? – preguntó mientras pasaba al otro lado de mi garganta.
Tomé su cara entre mis manos. En sus ojos podía ver un brillo diferente y sé que ella también podía verlos en los míos. Le di un beso cortó pero salvaje. Luego la volví a mirar. ¿Cómo podía confirmarle que la quería más que de lo que ella me quería a mí?
-Estoy esperando tu respuesta – susurró suave con una sonrisa de medio lado. Miré hacia mi entrepierna y podía verse el bulto.
-Creo que eso te lo confirma – nunca había sido tan explícito con ella, pero el fuego que ella provocaba en mi era incontrolable y hoy había flaqueado. Mi pequeña bajo la mirada a la entrepierna. Nuestras miradas volvieron a encontrarse.
-Eso no confirma nada – musitó en medio de esa sonrisa traviesa que tanto me gustaba. ¿Le gustaba tenerme así excitado?
-Como te atreves a decir eso – dije haciéndome el ofendido. (TN)____ soltó una carcajada y me volvió a besar.
Su beso fue lento. De pronto pasó la punta de su lengua contra mi labio superior. ¡Alá!, pensé. Y me excité más de lo que estaba. Luego succionó mi labio y lo soltó. Abrí los ojos y me encontré con su mirada.
-Lo digo porque yo… - calló
-¿Tú qué? – insistí. Quería saber sus pensamientos. ¿Por qué no podía ser como ese maldito vampiro que es capaz de leer la mente?
-Porque estoy mojada – sus palabras partieron mi columna en dos. Mi corazón dio un brinco brusco, mi piel se erizó y sentí con a mi excitación le pasa una corriente de sangre y de electricidad pura.
-No me digas eso… por favor.
-¿Por qué? – me miró confusa.
-(TN)____ estoy a punto de cogerte del trasero, llevarte a tu habitación y te juro que… – mi pequeña me interrumpió.
-Antes de que sigas – me tapó la boca con la mano – quiero preguntarte algo.
-Dime – dije entre su mano. Ella retiró su mano.
-Es algo que me ronda por mi cabeza – musitó – Louis… me contó una cosa sobre ti – me tensé. Mierda. ¿Qué podría ser? – Louis me contó que… que eres de esos chicos peligrosos. Que solo quieres pasar el rato y ya. Zayn quiero la verdad y sólo la verdad.
Toda onda de excitación se desvaneció. ¿Qué podía decirle? ¿La verdad? La verdad era tan negra como la noche. Demonios. Louis le había dicho como era, pero ese era el antiguo Zayn antes de conocerla, antes de sentir todo lo que siento por ella. Sé que la quiero y sé que no la quiero sólo para pasar el rato. Y por todos los dioses le había pedido que fuera mi novia. Yo eso no se lo decía a cualquiera.
Tomé su mejilla y la acaricié con mi pulgar
-¿La verdad? – ella asintió – lo que Louis te dijo es verdad. Soy de esos chicos peligrosos, pero desde que te conocí… (TN)____ contigo todo es diferente, te lo he dicho. Y yo a ti no te quiero solo para un rato y ya. Contigo quiero vivir cosas, experimentar eso que llaman amor y experimentarlo en todo los sentidos de la palabra convivencia, palabras, miradas, sonrisas, charlas, salidas, caricias, besos… Todo – nunca en mi vida había hablado con tanta verdad como lo estaba haciendo en ese momento, pero mi pequeña se merecia la verdad. Una verdad que nunca vi asomar. Una verdad que nunca pensé que interferiría – Cariño no te puedo mentir sobre mi pasado, pero tampoco puedo mentirte sobre el presente. En mi pasado era todo un cabrón y en mi presente quiero ser ese único chico para ti. No quiero que nadie más te bese, te abrace y te mire como yo lo hago. Sí, soy celoso y no voy a mentirte tampoco en eso – suspiré. Ahora lo que quería era que ella me confirmará que soy el único chico en su vida, no sé si el ideal pero si al único que bese y abrace – sólo espero ser ese único chico para ti.
-Lo eres – susurró y luego un poco más bajo dijo – y yo espero ser esa única chica para ti.
-Lo eres – le confirmé – No me interesa nadie más. Sólo quiero estar contigo.
-Júramelo – la tomé ambos las de su rostro. Nos mirábamos a los ojos.
-Te lo juro – la acerqué más hacia mí – te lo juro. Ahora por favor bésame porque tenerte así de cerca y no tener tus labios junto a los míos me esta matando.
Esta vez fue un beso delicado. Ambos demostrábamos que confiábamos el uno con el otro. Mis labios se movían suaves sobre los suyos. Quería que confirmara que todo lo que le había dicho era verdad. No había mentiras en mis palabras. Había sido ciento por ciento honesto y sabía que (TN)____ tenía miedo. Miedo de que le hiciera daño, pero eso nunca iba a pasar, ni en sueños.
Mi lengua le dio una suave caricia a la suya mientras rosaba la yema de mis dedos sobre su mejilla. Luego los únicos que trabajaron en aquel beso fueron nuestros labios. Después de unos minutos más separamos nuestras bocas, pero no nuestros rostros. (TN)____ subió su mano hasta mi mejilla y le dio un suave toque. Yo retiré mi rostro unos centímetros para verle su perfecto rostro. Mordí mi labio su sola belleza me deslumbraba. Ella seguía acariciando mi mejilla. Después de unos segundos tomó mis labios con sus manos y los acarició. Cerré los ojos mientras me deleitaba con su roce que ahora se extendía por todo mi rostro. Era mágico. Era perfecto. Abrí mis ojos después de unos minutos.
-Déjame a mí – mi pequeña bajó sus manos de mi rostro y cerró los ojos.
Alcé una mano hacia su mejilla y cuando hice contacto con su piel ella dio un pequeño salto. Sonreí. Me deleité cuando tomé en mis manos sus labios suaves y carnosos. Me acerqué un poco y le deposite un beso en cada uno de sus parpados cerrados. Seguí pasando la yema de mis dedos sobre su rostro maravillándome y tratando de encontrarle una imperfección. No había y si alguien decía que lo había con mucho gusto le podía estar metiendo una patada en el trasero por mentiroso. Luego de unos minutos mi pequeña abrió sus ojos y de mis labios salieron unas palabras sin permiso:
-Confía en mí.
-Lo hago – mi corazón pareció expandirse por todo mi pecho.
-No temas de nada – ella asintió y se abalanzó hacia mí para darme un abrazo. Puse una mano en su cabeza y otra en su espalda.
-¿Te puedo confesar algo? – susurró.
-Pequeña me puedes decir lo que quieras.
-Tengo un poquito de miedo – susurró. Acaricié su cabello y le di un pequeño beso.
-Es normal, pero exactamente de qué o porqué tienes miedo.
-De lo que siento – susurró – me siento sorprendida con todo esto, pero también me siento muy feliz.
-Te entiendo, yo también me siento así – susurré a su oído.
-También tengo miedo porque… – dejó de abrazarme y se alejó unos centímetros de mi rostro. Yo entrelacé ambas manos en su espalda – Zayn… yo… – escondió su rostro entre su manos. Tomé sus manos con las mías y destapé su rostro.
-Dime – susurré – mi amor no temas decirme tus miedos. Yo los haré desaparecer, te lo prometo – miró mis ojos de nuevo y entonces sé que puedo encontrar esa confianza que le estaba mostrando y entregando. Tomó aire.
-Zayn yo soy virgen – susurró casi inaudible.
Aquello era algo que no me esperaba. (TN)___ virgen, pero ¿Cómo? Si es que su forma de besar y de moverse junto con nuestros besos no parecía una virgen. Entonces entendí cuál era su miedo. Que yo tuviera experiencia y que ella no, que la fuera a comparar con otras las chicas con las que había estado y que si lo fuéramos a hacer no me llegará a gustar. Un total y disparatado pensamiento, pues si su forma de besar era como ir al cielo no pensaba como sería hacer el amor con ella. Sí, hacer el amor con ella. Tener sexo era solo el acto, pero cuando lo hiciéramos lo haríamos con amor tan suave y lento que el mismo dios Eros no sentiría envidia.
-¿Y qué pasa con eso? – pregunté.
-Sé lo que piensan los hombres de las mujeres vírgenes – susurró.
-Olvida esos pensamientos generalizados que tienes de los hombres, por favor – tomé su mejilla – No me interesa si eres virgen o no. Te pedí que fueras mi novia y te dije que te quiero antes de saber esto. Para mí sólo es tú. Mi (TN)___. Mi pequeña – y le di un corto beso para confirmarle todo lo que le había dicho – y cómo te dije antes voy a hacer desaparecer tus miedos, pero cuando tú quieras enfrentarlos.
-Gracias – sonrió de medio lado. Ambos sabíamos lo que significaba. Cuando ella estuviera lista haríamos el amor. Me acerqué a ella dejando una distancia de cinco centímetros.
-Te quiero – susurré – Ahora vamos a la cama que mañana tienes clase.
Dormimos abrazados. Hundirme en la aroma de su cabello a fresias y el del su cuerpo a vainilla era estar en el paraíso.
Sigue narrando Zayn:
No fue tan difícil picar lo que mi pequeña me dijo que picara. Cuando comenzó a cocinar el coliflor para hacer la ensalada me dijo que fuera por todo el apartamento y abriera las ventanas para que el olor no se concentrara.
Después volví a la cocina y me dijo como preparar la salsa para el pollo con unas verduras que ella había picado y sacado de unas latas. Los dos perniles de pollo se estaban cocinando muy bien. Luego me dijo que echara la salsa en el pollo y que revolviera. Ella le apagó al fogón del coliflor, lo llevó al lavaplatos y le sacó el agua. Luego echó las verduras que yo había picado, sal, pimienta y picó dos huevos que había cocinado. Yo seguía revolviendo mientras la miraba moverse. Era una experta en la cocina y de nuevo me maravillaba con su forma delicada y segura de hacer las cosas.
Dejé de revolver y me acerqué por atrás. Enrollé mis brazos en su cintura.
-Hacemos un buen equipo – susurré a su oído. Escuché como tragaba saliva ruidosamente.
-Sí, ya lo creo – susurró. Posé mis labios sobre su mejilla izquierda, le aparté el cabello y comencé a bajar lentamente hacía un lado su garganta sin despegar mis labios de su piel. Ella revolvía la ensalada, pero ahora lo hacía de una manera más lenta.
Le deposité un pequeño beso. Mi pequeña dejó de respirar entre mis brazos. Sonreí en su garganta, bajé un poco más y volví a darle un pequeño beso. Soltó el aire. La haría sufrir. Me vengaría por lo del chupón. Me dirigí hacia su clavícula y volví a darle un pequeño beso. Suspiró.
-Za…Za...Zayn – musitó casi inaudible. Al parecer le había costado mucho encontrar la voz.
-¿Sí? – dije sobre su piel.
-Re…Re…visa el… po… llo…
-¿Perdón? – había entendido perfectamente, pero quería hacerla sufrir.
-Revisa… el… pollo – susurró. Antes de irme a mirar la olla donde estaba el pollo me devolví y llegué hasta un lado de su garganta y deposite un último beso. La solté y fui hacia la estufa. No me miraba, pero yo si lo hacía.
El pollo estuvo listo y la ensalada también. Cortó un poco de pan francés y sirvió dos platos. Colocó los platos en el comedor del apartamento y sacó un poco de té que había en la nevera. El comedor era de ocho puestos. Nos sentamos frente al otro.
-Pruébalo – me dijo. Cogí la cuchara y tomé un poco de pollo. Estaba delicioso.
-Está muy rico – ella sonrió.
-Ese crédito es tuyo. El secreto para que el pollo esté rico es la salsa que va por encima – dijo mientras llevaba algo de pollo a su boca. Después de tragar habló de nuevo – prueba el coliflor – hice un puchero.
-Pero…
-Pruébalo – volvió a insistir – si lo pruebas y no te gusta déjalo ahí.
-Está bien – tomé aire y miré esa cosa blanca con tomate, zanahoria, cebolla y huevo. Alá por favor que no esté feo, pedí. Ella esperaba muy expectante. Tomé un poco y lo miré.
-¿Tan mal se ve? – preguntó en un tono triste. La miré y en su cara reflejaba tristeza. No quería que se sintiera mal. Metí esa ensalada en mi boca, la mastiqué, saboreé muy bien y la verdad es que no estaba tan mal, de hecho, después de unos segundos pude sentir una sabor más… ¿Explosivo?
-Está delicioso – sonrió ampliamente. No había otra palabra para describir eso. En serio que mi pequeña cocinaba muy bien, tanto que había hecho que comiera algo que por 19 años de mi vida había odiado y me había resistido a probar - ¿Cómo le hiciste?
-Es un secreto – tomó un poco de coliflor y lo comió.
-Vamos tienes que decirme – tomé más de aquel coliflor y lo llevé a mi boca – si mi madre se enterara de esto… Te daría una mención de honor – mi pequeña rió y tomó un pedazo de su pollo.
Mientras cenábamos reíamos. Era tan sencillo estar con mi pequeña y la verdad es que extrañaba mucho el sonido de su risa. Después de cenar me ofrecí a lavar los platos y (TN)____ se fue a bañar.
Terminé de lavar y ella no había salido de su habitación. Fui a la sala, me quité los zapatos, me acosté sobre el sofá y encendí el televisor. Luego de unos minutos mi pequeña se asomó con una sonrisa traviesa. Llevaba un short pequeño blanco con corazones rosados y una blusa de tiras rosadas. Rodeó el sofá y saltó hacia mi abdomen. Solté un grito y ella soltó una fuerte carcajada.
-Mañana tengo que ir a la universidad temprano – anunció. Yo me levanté y la acomodé. Mi pequeña colocó sus piernas alrededor de mi cintura, como acostumbraba a hacer, y posó sus manos alrededor de mi cuello.
-¿No puedes faltar?
-No – musitó – pero salgo temprano. Estaré aquí para almorzar y no tengo que volver más a la universidad hasta el lunes – sonrió ampliamente. Yo hice lo mismo.
-Así que… ¿Te tengo todo el fin de semana para mí? – mi pequeña se mordió el labio.
-Si – susurró – al menos que tengas que irte.
-No – dije de inmediato – no me iré. Gracias a Alá que tengo todo el fin de semana libre.
-¿Alá? – la miré confundido. ¿Mi pequeña no sabía de mi religión?
-Soy musulmán – dije – y mi Dios es Alá.
-Ah – musitó. Y de pronto caí en cuenta que no sabía cuál era su religión.
-¿Eres cristiana? – negó con la cabeza.
-Por nacimiento se supone que soy católica. Mis padres me bautizaron en la iglesia católica – respondió – pero igual no creo en la iglesia – quedé frio. ¿No creía en su iglesia? Yo era musulmán. No el mejor de todos, pues no estaba practicando las reglas o los mandamientos que exigían el Corán, pero creía en Alá.
-¿Por qué no? ¿En qué crees? – pregunté. Ahora teníamos una conversación seria y sabría más cosas de mi pequeña.
-Creo en Dios, pero también tengo dudas de su existencia – comenzó a explicar - ¿Quién lo creo a él? ¿La nada? – bufó – Por favor ese cuento a otro idiota. Eso es lo que siempre ha dicho la iglesia. No creo en la iglesia católica porque es mentirosa. Le oculta muchos secretos a la humanidad. Católicos o cristianos son casi lo mismo. Sólo que llaman a las Jesús de otra manera y tienes otras reglas. Es super raro – calló un momento.
-Continua – la animé a seguir. Sabía que no había terminado. Ella sonrió.
-Y que la iglesia hubiera hecho guerras santas por defender yo no sé cosas me parece absurdo – tomó aire – ¿Por qué haría guerra contra el islam? Te tengo la respuesta, pues por el poder y el dominio de la sociedad. A parte de lo económico. Para mí la religión islam no tenía la culpa de nada. Si se expandía ¿Ellos que podían hacer? La gente necesita creer en algo y creían en eso. Y se supone que matar en un pecado, pero los obispos y todo ese reino religioso se excusaron diciendo que mataban a los enemigos en el nombre de Dios ¡¿En nombre de Dios?! Pero si Dios no existe… O bueno no sé sabe. ¿Cómo iban a hacer y a decir en algo a quién no ven? – Mi pequeña tenía buenos argumentos y vaya que se ponía de genio cuando defendía sus creencias.
-Entonces – me atreví a hablar - ¿En qué crees?
-Te dije que creo en Dios – musitó – pero que tengo mis dudas. Zayn como te dije antes el ser humano necesita creer en algo superior a él para no sentirse solo y quiero concluir este tema diciendo que la religión fue creada para que hombre tuviera miedo.
-¿Por qué dices eso?
-Te va a sonar muy mal cariño, pero… ¿Quién dijo que matar es malo? ¿Quién dijo que robar es malo? – no dije nada. Sabía la respuesta a esas preguntas – La religión a través del hombre y la razón es simple para mantener un orden en la sociedad.
Mi pequeña era muy inteligente y estaba de acuerdo con ella. Bueno en algunas cosas y verla un poco sofocada por lo irritada que la volvía hablar de ese tema la hacía verse más hermosa de lo que era. Un pequeño color rojo abrió paso sobre sus mejillas. Sonreí y mordí mi labio.
-¿Qué?
-Me has sorprendido – contesté honestamente – con tu respuesta y argumentos – bajó su mirada y el color rojo en sus mejillas fue ahora más intenso. Estaba apenada – y… – levantó su mirada para encontrarse con la mira – te ves muy hermosa con ese color rojo en tus mejillas – llevé mi mano derecha a su mejilla derecha. Abrió los ojos de golpe cuando la toqué y pude darme cuenta bajo la palma de mi mano que su mejilla estaba caliente.
-Bésame – susurró.
-Ven aquí - y la atraje hacia mi boca.
Su dulce contacto con mi boca hizo estremecer todo mi cuerpo. Podía besar sus labios durante horas y no me cansaría de su sabor. Mi pequeña llevó una mano hacia mi nuca y lo tomó con fuerza. Mi cuerpo me pedía más de ella, más de esa dulce, carnosa, suave y tierna boca. Así que mi lengua fue directo hacia la suya buscando eso que tanto necesitaba, esa caricia. Y la encontró. Su caricia fue tan suave y tan provocativa que todas mis células nerviosas brincaron de la felicidad, pero yo quería más y lo peor es que no sabía que era.
Mi pequeña se movió más hacia a mí y sus pechos tocaron mi pecho. ¡Madre santa! ¿No llevaba brasier? Hizo fuerza con sus brazos queriendo tenerme más cerca. Estábamos cerca, pero yo quería estar más junto a ella, así que bajé mis brazos hacia su espalda y la abracé con fuerza. Sus pechos se enterraron con fuerza contra mi pecho. Gemí y ella se volvió a mover entre mis piernas aunque esta vez ocurrió algo que nunca hubiera imaginado. Bueno tal vez sí, pero más adelante y si lo pensaba mejor me había tardado un poco en reaccionar por su forma de besarme. No lo podía negar y esperaba que ella no se diera cuenta de que en el momento que se movió entre mis piernas su movimiento hizo que me excitara. (TN)____ me iba a matar, pues ahora bajaba sus manos por mi pecho. Yo por mi parte no podía evitar mover sus manos en su espalda y confirmar que no llevaba brasier me excitó, más de lo que podía creer. ¿Cómo no me había dado cuenta de que no llevaba brasier?
Entonces soltó un botón, el primer botón, de mi camisa de leñador. Gimió cuando subí un poco su blusa e hice contacto con su piel. Las palmas de mis manos se pasearon lentamente sobre la parte baja de su espalda. Su lengua se metió en mi boca y mientras le daba una suave caricia a su compañera soltó el segundo botón de mi camisa. No pude evitar soltar un sonido sordo desde mi pecho. Se volvió a mover de la misma forma provocativa sobre mí e hizo que mi excitación creciera más. Soltó mi boca y bajo por mi cuello. La iniciativa siempre era de ella.
-Te quiero – susurró sobre mi garganta.
-No más que yo – le informé tirando mi cabeza hacia atrás con los ojos cerrados. Disfrutando de sus besos – No más que yo.
-¿Y qué te hace pensar eso? – preguntó mientras pasaba al otro lado de mi garganta.
Tomé su cara entre mis manos. En sus ojos podía ver un brillo diferente y sé que ella también podía verlos en los míos. Le di un beso cortó pero salvaje. Luego la volví a mirar. ¿Cómo podía confirmarle que la quería más que de lo que ella me quería a mí?
-Estoy esperando tu respuesta – susurró suave con una sonrisa de medio lado. Miré hacia mi entrepierna y podía verse el bulto.
-Creo que eso te lo confirma – nunca había sido tan explícito con ella, pero el fuego que ella provocaba en mi era incontrolable y hoy había flaqueado. Mi pequeña bajo la mirada a la entrepierna. Nuestras miradas volvieron a encontrarse.
-Eso no confirma nada – musitó en medio de esa sonrisa traviesa que tanto me gustaba. ¿Le gustaba tenerme así excitado?
-Como te atreves a decir eso – dije haciéndome el ofendido. (TN)____ soltó una carcajada y me volvió a besar.
Su beso fue lento. De pronto pasó la punta de su lengua contra mi labio superior. ¡Alá!, pensé. Y me excité más de lo que estaba. Luego succionó mi labio y lo soltó. Abrí los ojos y me encontré con su mirada.
-Lo digo porque yo… - calló
-¿Tú qué? – insistí. Quería saber sus pensamientos. ¿Por qué no podía ser como ese maldito vampiro que es capaz de leer la mente?
-Porque estoy mojada – sus palabras partieron mi columna en dos. Mi corazón dio un brinco brusco, mi piel se erizó y sentí con a mi excitación le pasa una corriente de sangre y de electricidad pura.
-No me digas eso… por favor.
-¿Por qué? – me miró confusa.
-(TN)____ estoy a punto de cogerte del trasero, llevarte a tu habitación y te juro que… – mi pequeña me interrumpió.
-Antes de que sigas – me tapó la boca con la mano – quiero preguntarte algo.
-Dime – dije entre su mano. Ella retiró su mano.
-Es algo que me ronda por mi cabeza – musitó – Louis… me contó una cosa sobre ti – me tensé. Mierda. ¿Qué podría ser? – Louis me contó que… que eres de esos chicos peligrosos. Que solo quieres pasar el rato y ya. Zayn quiero la verdad y sólo la verdad.
Toda onda de excitación se desvaneció. ¿Qué podía decirle? ¿La verdad? La verdad era tan negra como la noche. Demonios. Louis le había dicho como era, pero ese era el antiguo Zayn antes de conocerla, antes de sentir todo lo que siento por ella. Sé que la quiero y sé que no la quiero sólo para pasar el rato. Y por todos los dioses le había pedido que fuera mi novia. Yo eso no se lo decía a cualquiera.
Tomé su mejilla y la acaricié con mi pulgar
-¿La verdad? – ella asintió – lo que Louis te dijo es verdad. Soy de esos chicos peligrosos, pero desde que te conocí… (TN)____ contigo todo es diferente, te lo he dicho. Y yo a ti no te quiero solo para un rato y ya. Contigo quiero vivir cosas, experimentar eso que llaman amor y experimentarlo en todo los sentidos de la palabra convivencia, palabras, miradas, sonrisas, charlas, salidas, caricias, besos… Todo – nunca en mi vida había hablado con tanta verdad como lo estaba haciendo en ese momento, pero mi pequeña se merecia la verdad. Una verdad que nunca vi asomar. Una verdad que nunca pensé que interferiría – Cariño no te puedo mentir sobre mi pasado, pero tampoco puedo mentirte sobre el presente. En mi pasado era todo un cabrón y en mi presente quiero ser ese único chico para ti. No quiero que nadie más te bese, te abrace y te mire como yo lo hago. Sí, soy celoso y no voy a mentirte tampoco en eso – suspiré. Ahora lo que quería era que ella me confirmará que soy el único chico en su vida, no sé si el ideal pero si al único que bese y abrace – sólo espero ser ese único chico para ti.
-Lo eres – susurró y luego un poco más bajo dijo – y yo espero ser esa única chica para ti.
-Lo eres – le confirmé – No me interesa nadie más. Sólo quiero estar contigo.
-Júramelo – la tomé ambos las de su rostro. Nos mirábamos a los ojos.
-Te lo juro – la acerqué más hacia mí – te lo juro. Ahora por favor bésame porque tenerte así de cerca y no tener tus labios junto a los míos me esta matando.
Esta vez fue un beso delicado. Ambos demostrábamos que confiábamos el uno con el otro. Mis labios se movían suaves sobre los suyos. Quería que confirmara que todo lo que le había dicho era verdad. No había mentiras en mis palabras. Había sido ciento por ciento honesto y sabía que (TN)____ tenía miedo. Miedo de que le hiciera daño, pero eso nunca iba a pasar, ni en sueños.
Mi lengua le dio una suave caricia a la suya mientras rosaba la yema de mis dedos sobre su mejilla. Luego los únicos que trabajaron en aquel beso fueron nuestros labios. Después de unos minutos más separamos nuestras bocas, pero no nuestros rostros. (TN)____ subió su mano hasta mi mejilla y le dio un suave toque. Yo retiré mi rostro unos centímetros para verle su perfecto rostro. Mordí mi labio su sola belleza me deslumbraba. Ella seguía acariciando mi mejilla. Después de unos segundos tomó mis labios con sus manos y los acarició. Cerré los ojos mientras me deleitaba con su roce que ahora se extendía por todo mi rostro. Era mágico. Era perfecto. Abrí mis ojos después de unos minutos.
-Déjame a mí – mi pequeña bajó sus manos de mi rostro y cerró los ojos.
Alcé una mano hacia su mejilla y cuando hice contacto con su piel ella dio un pequeño salto. Sonreí. Me deleité cuando tomé en mis manos sus labios suaves y carnosos. Me acerqué un poco y le deposite un beso en cada uno de sus parpados cerrados. Seguí pasando la yema de mis dedos sobre su rostro maravillándome y tratando de encontrarle una imperfección. No había y si alguien decía que lo había con mucho gusto le podía estar metiendo una patada en el trasero por mentiroso. Luego de unos minutos mi pequeña abrió sus ojos y de mis labios salieron unas palabras sin permiso:
-Confía en mí.
-Lo hago – mi corazón pareció expandirse por todo mi pecho.
-No temas de nada – ella asintió y se abalanzó hacia mí para darme un abrazo. Puse una mano en su cabeza y otra en su espalda.
-¿Te puedo confesar algo? – susurró.
-Pequeña me puedes decir lo que quieras.
-Tengo un poquito de miedo – susurró. Acaricié su cabello y le di un pequeño beso.
-Es normal, pero exactamente de qué o porqué tienes miedo.
-De lo que siento – susurró – me siento sorprendida con todo esto, pero también me siento muy feliz.
-Te entiendo, yo también me siento así – susurré a su oído.
-También tengo miedo porque… – dejó de abrazarme y se alejó unos centímetros de mi rostro. Yo entrelacé ambas manos en su espalda – Zayn… yo… – escondió su rostro entre su manos. Tomé sus manos con las mías y destapé su rostro.
-Dime – susurré – mi amor no temas decirme tus miedos. Yo los haré desaparecer, te lo prometo – miró mis ojos de nuevo y entonces sé que puedo encontrar esa confianza que le estaba mostrando y entregando. Tomó aire.
-Zayn yo soy virgen – susurró casi inaudible.
Aquello era algo que no me esperaba. (TN)___ virgen, pero ¿Cómo? Si es que su forma de besar y de moverse junto con nuestros besos no parecía una virgen. Entonces entendí cuál era su miedo. Que yo tuviera experiencia y que ella no, que la fuera a comparar con otras las chicas con las que había estado y que si lo fuéramos a hacer no me llegará a gustar. Un total y disparatado pensamiento, pues si su forma de besar era como ir al cielo no pensaba como sería hacer el amor con ella. Sí, hacer el amor con ella. Tener sexo era solo el acto, pero cuando lo hiciéramos lo haríamos con amor tan suave y lento que el mismo dios Eros no sentiría envidia.
-¿Y qué pasa con eso? – pregunté.
-Sé lo que piensan los hombres de las mujeres vírgenes – susurró.
-Olvida esos pensamientos generalizados que tienes de los hombres, por favor – tomé su mejilla – No me interesa si eres virgen o no. Te pedí que fueras mi novia y te dije que te quiero antes de saber esto. Para mí sólo es tú. Mi (TN)___. Mi pequeña – y le di un corto beso para confirmarle todo lo que le había dicho – y cómo te dije antes voy a hacer desaparecer tus miedos, pero cuando tú quieras enfrentarlos.
-Gracias – sonrió de medio lado. Ambos sabíamos lo que significaba. Cuando ella estuviera lista haríamos el amor. Me acerqué a ella dejando una distancia de cinco centímetros.
-Te quiero – susurré – Ahora vamos a la cama que mañana tienes clase.
Dormimos abrazados. Hundirme en la aroma de su cabello a fresias y el del su cuerpo a vainilla era estar en el paraíso.
TatiStoran
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por TatiStoran Jue 29 Nov 2012, 7:11 pm
Capítulo 17:
Sigue narrando Zayn:
Desperté solo entre las sabanas de la cama de mi pequeña. A mi lado, sobre su almohada, había una pequeña nota.
“Buenos días dormilón. He dejado tu desayuno en el microondas, sólo tienes que calentarlo. Al medio estaré de vuelta. Te quiero”
Salí de la cama, fui al baño a cepillarme los dientes y lavarme la cara. Después fui hacia la cocina y calenté el desayuno. Huevos revueltos, tocineta, y un pan relleno de queso, el cual se fundió al ser calentado en el microondas.
Mientras desayunaba mi celular comenzó a sonar. Era Louis. No contesté por lo que volvió a llamar, esta vez sí contesté.
-Hola – dije.
-¡Zayn! – gritó - ¡¿Dónde estás?!
-Por ahí – musité.
-Oh vamos. Te hemos estado buscando para salir con los chicos – dijo.
-Estoy ocupado - ¿Cómo le hacía eso a Louis? Los demás chicos lo sabían y por mí no le iban a decir nada. Me iba a condenar con tantas mentiras.
-Que misterioso eres – calló un momento – ¡Espera! ¿Acaso estás con tu… chica misteriosa?
-Mmm… - ¿Qué le podía decir? No podía decirle que estaba o iba a ir Bradford – Si… algo así.
-¿Cómo que “algo así”? – Escuché a Harry decirle a Louis que ya no me molestara – Calla Hazza. A ver Zayn ¿Estás o no con esa chica?
-Más o menos – contesté. Mis manos me temblaban y mi apetito se había ido – mira Louis no quiero ser grosero, pero quiero pasar estos días con ella.
-Está bien – dijo Louis resignado – pero los chicos y yo queremos conocerla. Disfruta tu fin de semana con ella.
-Vale, gracias – suspire.
-¡Ay! ¡Una cosa más! – gritó Louis antes de que colgara.
-¿Qué?
-¡Utiliza protección! – gritó. Luego soltó una carcajada y colgó.
¡¿Utiliza protección?! Sentí un escalofrío en mi cuerpo. Louis y sus ocurrencias.
Al terminar de desayunar lavé los platos, fui a la ducha y me cambié. Quería sorprender a mi pequeña y que mejor manera de prepararle algo. No era muy bueno cocinando, de hecho apestaba en la cocina. Así que tendría que llamar a Danny. Desgraciadamente él es muy bueno en la cocina. Estalló en risas cuando le conté para qué lo llamaba. Le di la dirección y en media hora llegó con varias bolsas.
-Deberías ayudarme – dijo quejándose. Lo alcancé y tomé algunas bolsas. Le mostré camino a la cocina – Vaya – musitó cuando entramos – Esta chica sí que tiene buen gusto.
-Sí, lo tiene – sonreí de medio lado al recordar la cara de mi pequeña sonriendo.
-Bueno haremos tallarines… – lo interrumpí.
-¿Haremos? – pregunté incrédulo. Si lo había llamado era para que él cocinara.
-Sí, haremos – dijo y sacó los ingredientes de la bolsa - ¿Creías que yo iba a cocinar solo? – bufó – A demás deberías aprender para que esto no vuelva a pasar. Si vine fue para sacarte de este apuro con esta chica… Por cierto ¿Dónde está?
-En la universidad – contesté – Sabes que no soy bueno cocinando – Me puse a su lado – ¿Sólo haremos tallarines de almuerzo?
-Oh no – rió – los tallarines los acompañaremos con una salsa de champiñones que tu preparas y puré de papás que también harás tú.
-¿Tú qué harás?
-Pues los tallarines – dijo mientras buscaba una olla – Mete el vino a la nevera.
-¿Vino?
-Bueno ese lo traje por si acaso – volteó a verme – ya sabes… tal vez lo necesites en la noche – abrí mis ojos como platos. Danny soltó una carcajada mientras llenaba la olla con agua.
-Eres un...
-¿Un buen amigo? – dijo interrumpiéndome – Sí, lo soy. De beber voy a hacer jugo de mora. Estamos a mano ¿No?
-¿Ah? – Danny rió de nuevo.
-De verdad que esta chica te trae mal – musitó – Pues que tú haces dos cosas y yo también – y encendió la estufa - A demás si pones tu esfuerzo tendrás tu recompensa.
-¿Recompensa?
-Claro. La sonrisa de tu chica. Bueno por ahora pongamos manos a la obra. Son las diez y media ¿A qué hora llega…?
-¿(TN)____? Creo que a las doce y media.
-Oh con que se llama (TN)____ - sonrió. Mierda, mierda. Ahora sabía su nombre – Tiene bonito nombre.
-No digas como se llama – le pedí – y menos frente a los chicos.
-¿Por qué? – me miró confundido luego de echar los tallarines en la olla y poner está en la estufa.
-Louis me mataría – Danny abrió los ojos – No es lo que piensas. No estoy saliendo con alguna chica que él hubiera salido. Para Louis (TN)___ es su mejor amiga. La considera su hermana.
-Oh, ya veo. Bueno empecemos a cocinar para que cuando llegue (TN)___ esté todo listo y le tengas una bonita sorpresa – sonreí.
Danny me explicó cómo hacer la salsa. No era tan difícil y de vez en cuando se acercaba para ver cómo la estaba preparando. Luego me dijo como hacer un buen puré. Yo lo sabía el procedimiento sólo que la cantidad de los ingredientes no. Por eso es que Liam decía que mi puré era incomestible. Al final aprendí.
Luego que los tallarines estuvieran cocidos, Danny les agregó la salsa. Mientras los tallarines se cocinaban con la salsa, Danny iba haciendo el jugo. Cuando estuvo todo el almuerzo listo. Danny me felicitó.
-Son las doce y veinticinco – musitó mirando el reloj – deberías ir sirviendo. Yo me voy. (TN)____ ya debe estar por llegar. Corta un poco de pan francés y sírvelo en una cesta.
-¿Cómo demonios sabes tanto de culinaria? – pregunté mientras buscaba unos platos.
-Cultura – dijo riendo – Bueno la verdad es que cuando te gusta y quieres conquistar a una chica aprendes y haces de todo.
No lo había pensado así, pero la verdad era la primera vez que quería a una chica, a mi pequeña.
-Tienes razón – dije sonriendo mientras servía los tallarines.
-Mira – Danny sacó unas rosas que estaban envueltas en una de las tantas bolsas que traía.
-¿Cómo…?
-Sabía que las ibas a necesitar – musitó – sé que esa chica… (TN)___ es muy especial para ti.
-Lo es – tomé las rosas.
-Lo sé – combino – es la primera vez que haces algo romántico por una chica y ya veré como me lo pagarás después – dijo sonriendo – Mmm… tal vez un desayuno a la cama – alzó la voz mientras salía de la cocina.
-Ya quisieras – busqué un jarrón y las metí en agua. Salí de la cocina y no vi a Danny - ¿Danny?
-¡Aquí! – gritó desde la habitación en donde estaba su mural de fotos. Entré
-¿Qué haces?
-Decidí explorar un poco el apartamento – susurró mientras veía muy concentrado las fotos – Es muy bonita.
-Sí, lo es – combine. Aunque para mi bonita era solo un poco para definir su belleza. De pronto Danny soltó una carcajada - ¿De qué te ríes?
-De ti. Mira
Me acerqué a donde él estaba y entonces pude ver de qué se reía. Se reía de mí. Había una foto mía en el collage que mi pequeña estaba haciendo. No podía creerlo. Mi corazón se expandió por todo mi pecho latiendo fuera de control. Significaba mucho para ella. Bueno sabía que era así después de que me confesara acerca de su virginidad, pero esto era una prueba más.
-¿Zayn? ¿Zayn? ¡Zayn! – gritó Danny.
-¿Qué pasa? – dije mirándolo.
-¡Oh por dios! ¡Estás enamorado de (TN)___!
-¿Ah? ¿Qué dices?
-¿Qué digo? Pues mírate – hizo un gesto con la mano hacía mi – En serio tienes una cara que nunca te había visto.
-Es un poco rápido para que digas eso – dije un poco irritado.
-No te molestes – dijo mientras salía de la pequeña habitación - ¿Por qué eres tan testarudo? En fin yo me voy.
-Bien. Vete – y fui a la cocina para terminar de servir el almuerzo.
-No te enojes – dijo Danny mientras me ayudaba a llevar la comida al comedor.
-No estoy enojado – Danny entrecerró los ojos – es en serio.
-Bueno – sonrió y me dio un palmada en la espalda – No olvides cortar el pan y servir el jugo. Me voy.
-Eso voy a hacer ahora mismo.
Danny tomó sus cosas, fue hasta la puerta principal y se fue. Yo fui a la cocina y corté el pan y serví el jugo. Mientras lo colocaba en la mesa y terminaba de acomodar la mesa escuché como se abría la puerta. Luego escuché unos pasos, me enderecé y preparé mi mejor sonrisa. De pronto la vi buscando algo o alguien con la mirada. Llevaba unos covers blancos, un jean azul, una blusa roja, un saco blanco, una bufanda y su bolso. Al verme sonrió, luego miró a la mesa y su entrecejo se arrugó, y volvió a mirarme. Abrió la boca pero no dijo nada. ¡Sí! Había logrado sorprenderla.
-Sorpresa – musité. Mi pequeña no dijo nada. Me acerqué a ella y la tomé de la cintura - ¿Qué pasa? – susurré. Tomé su barbilla para que me mirara a los ojos – ¿No te gusta?
-No… Si – la miré confundido y ella se mordía su labio. Me derretí ante su gesto – Estoy impresionada y… sorprendida – susurró. Sonreí.
-Qué bueno – susurré.
Y no resistí más tenía que estrechar sus labios junto a los míos. El contacto fue tan placentero y saludable para mis sentidos. Era un beso suave. Un beso de bienvenida. Mis labios rosaban los suyos en una lentitud diciéndoles que querían explorar cada rincón. Se sentía tan bien, pero hice que nos separamos para que mi pequeña pudiera disfrutar de su sorpresa.
Tomé su bolso y la tomé de la mano.
-Ven – y la llevé a su asiento en el comedor. Frente al mío.
Al principio pensaba poner ambos platos juntos, pero decidí que no porque no me quería perder ninguna de sus sonrisas y de sus expresiones. Dejé el bolso en el sofá. Fui a mi asiento y me senté. Mi pequeña sonreía.
-¿A qué se debe todo esto?
-Quería sorprenderte…
-Lo has conseguido – dijo interrumpiéndome. Sonreí.
-Y quería tener un gesto contigo - ¿Un gesto contigo?, repetí en mi mente. ¿Qué demonios era eso? ¿Un gesto? Yo podía tener un gesto así con otra persona, pero es que las palabras de Danny se pasaban por mi mente incluso con su maldita voz “¡Estás enamorado de (TN)___!” – Pruébalo.
(TN)___ tomó el tenedor y la cuchara, enrolló los tallarines y los metió en su boca. Yo esperaba expectante a su reacción. Me miró y sonrió.
-¡Están deliciosos!
-¿En serio? No tienes que decir que están ricos si en verdad no lo están – arqueó una ceja.
-¿No los has probado? – negué con la cabeza – Pruébalos – hice lo que dijo y era cierto. Vaya sabía cocinar. Bueno con ayuda de Danny.
-¿Por qué no los habías probado? – preguntó y luego tomó una rebanada de pan.
-No los hice yo solo – admití – un amigo me ayudó.
-¿Un amigo?
-Sí. Él hizo lo tallarines. Yo la salsa y el puré – sonrió.
-¿Sabías que el secreto de todas las pastas está en la salsa? – abrí los ojos.
-No sabía eso.
-Entérate.
Por eso era que Danny quería que yo prepara la salsa y que lo ayudara. Rayos le debía una bien grande.
Mientras almorzábamos mi pequeña me contaba cómo le había ido en la universidad y yo le contaba cómo fue que preparé el almuerzo y le contaba las historias de cómo los chicos se burlaban cuando trata de cocinar. Mi pequeña sólo reía. No sé si conmigo o de mí, pero no me importa porque el sonido de su risa era tan dulce y musical para mis oídos que lo único que hacía era deleitarme.
Cuando terminamos de almorzar mi pequeña se ofreció a lavar los platos, pero parte de la sorpresa era que la iba a consentir y que no iba a dejar que hiciera nada. A demás las rosas estaban en la cocina y se las daría en la noche. Ella dejó de insistir en lavar los tratos y dijo que iba al baño. Casi volando fui a la cocina y lavé todo para que a ella no se le ocurriera entrar. Cuando terminé fui a su habitación y ahí estaba ella sentada sobre un banquito mirándose al espejo mientras se trenzaba su cabello. Se había cambiado. Ahora llevaba un short azul y un buzo rojo de tejido. Su mirada se cruzó con la mía. Sonrió.
-Espero que no salgamos hoy.
-No – musité y me acerqué hasta quedar atrás de ella – solo tú y yo. Nadie más. Iré al baño.
-Está bien.
Entré al baño solo para una cosa. Cepillarme los dientes. No quería que (TN)____ oliera mi aliento a ajo gracias a la salsa. Cuando salí ella seguía sentada en el banquito trenzándose el cabello. Me acerqué de nuevo a ella. Me incliné y le di un beso en el cuello.
-Za… - reí.
-¿Qué pasa? – levanté mi mirada y la vi a través del espejo. No dijo nada, pero luego de unos segundos sus mejillas tomaron un color rojizo - ¿Has terminado de hacer tu trenza?
-Si, por…
Entonces la tomé de la cintura y las piernas y la cargué llevándola a la cama. La dejé ahí y me uní a su lado. Me miró y soltó una carcajada. Luego tomó mis mejillas y me acercó a ella.
Tomó mis labios lentamente y así mismo los rozó. Mi pequeña deslizó su mano izquierda hasta mi cuello y luego tomó mi camisa. Dirigí mis manos hacía su cintura. El sabor de sus labios era magnifico, pero yo necesitaba más de ella. Necesita sentirla más cerca. Así que mi lengua buscó la suya y suavemente le dio un roce. Cuando sentí nuestras lenguas juntas aquella corriente eléctrica que siempre pasaba por mi columna cuando estaba con mi pequeña se paró por una fracción de segundo y cuando volvió a pasar hizo que me erizara. Mi respiración se aceleraba, la de mi pequeña también. Sabía a donde llegaríamos si seguíamos besándonos. Llegaríamos al punto donde podría flaquear, así que separé nuestros rostros.
-Perdón – susurró.
-No te preocupes – sonreí y acaricié su mejilla.
-Me ha gustado este postre – arqueé una ceja - ¿No queda más? – mordí mi labio. ¿Cómo negarle aquella petición a mi ángel?
-Solo un poco – susurré y me acerqué de nuevo.
Esta vez (TN)___ tomó mis labios con fuerza. Gemí al contacto. Mientras nuestras lenguas se acariciaban yo me inclinaba hacía arriba y mi pequeña pasaba sus piernas alrededor de mi cintura.
Mi respiración se aceleraba y mis manos sin querer se iban metiendo en debajo de su buzo para acariciar su espalda. De pronto mi pequeña se apartó bruscamente. Abrí los ojos y ella me miraba con horror. Sabía por qué.
-Zayn yo…
-Tranquila – musité – ven aquí – alargué mi mano. (TN)____ la tomó y se acercó de nuevo a mí – te entiendo, bonita. No tienes que darme explicaciones – tomé su mejilla entre mis manos – te quiero.
-Y yo a ti – susurró y enterró su cara en mi cuello.
No dijimos nada más no había necesidad. Yo acaricia su brazo mientras sentía su respiración en mi cuello. Me moví un poco para verle su rostro entonces vi que mi pequeña estaba dormida. Me moví hacía un lado y la acomodé en la cama. Ella se movió un poco, pero no se despertó. Vi el reloj y eran las dos de la tarde. Dormiría un poco y luego me levantaría para prepararle otra sorpresa a mi pequeña. Me acomodé al lado de mi pequeña y cerré mis ojos.
Cuando desperté mi pequeña seguía durmiendo, pero tenía su rostro apoyado en mi pecho. Enterré mi cara en su cabello y me deleité con su olor a fresias. Luego fijé mi vista hacía el reloj, eran las seis de la tarde. La tomé suave por los hombros para poderme mover y salir de la cama. Al depositar a mi pequeña sobre la almohada soltó un pequeño suspiro y arrugó el entrecejo. ¿Estaba teniendo una pesadilla?
Fui al baño e hice mis necesidades. Después salí a la cocina. ¿Qué podía hacer de cenar? ¿Algo suave? Pero la peor verdad se asomaba por mi cabeza: ¿Qué podía yo prepararle? Lo único que me salía bien era hacer sándwiches y eso era por sentido común. Todo el mundo sabía poner un pan y sobre él una rebanada de queso y otra de mortadela, y sobre esto otro pedazo de pan.
Solté un suspiro y la verdad me estaba irritando. Me juré que tomaría clases de cocina. ¿Sándwiches y vino? Que combinación más rara, pero bueno no tenía otra salida. Busqué las rebanadas de pan, el queso, la mortadela, mantequilla, lechuga y tomate. Comencé a preparar los sándwiches cuando recordé por alguna razón una conversación que tuvo Liam con Danny sobre cómo tomar vino. No es solo tomarse la copa y ya. El vino también tiene aperitivos y estos podían ser queso o salchichas cocinadas. Primero para no embriagarse rápido y segundo por elegancia. Así que saqué unas salchichas que estaban en la nevera, las corté y las puse en una cacerola con aceita para que se fritaran.
Terminé de hacer los sándwiches mientras se fritaban las pequeñas rodajas de salchichas. Cuando estuvieron listas las coloqué en un plato y las guardé en el microondas.
Eran las seis y media, y (TN)___ seguía durmiendo. Tenía que despertarla sino esta noche no dormiría, pero antes saqué una pequeña manta del cuarto de baño y la puse en la mesita que estaba en el centro de la sala. Coloqué ahí los sándwiches y dos copas con vino hasta la mitad. Busqué unas velas que habían en la cocina, las encendí y las puse en la mesita. Afortunadamente estaban en un recipiente. No apagué las luces del todo, sólo baje un poco la intensidad.
Me sorprendía de lo sencillo y bonito que se veía la sala; sin embargo sentía que aquello para mi pequeña era poco. Ella merecía más. Luego entré a la habitación y mi pequeña seguía en la misma posición en que la había dejado. Me acerqué y le di un beso en la mejilla
-(TN)___, amor. Despierta – rocé mis dedos con su mejilla – Has dormido toda la tarde.
-Mmm…
-Ven, bonita – rocé de nuevo su mejilla – Sal de cama.
-No – susurró con voz ronca.
-¿Por qué no?
-No quiero – tomó la sabana y se tapó la cara.
-¿No quieres ver la sorpresa que te preparé? – destapó su rostro y me miró con cautela. Sonreí.
-¿Sorpresa? – se aclaró la garganta – ¿Qué sorpresa? – me encogí de hombros.
-Sal de la cama y verás – musité. Sonrió.
-Está bien. Voy al baño.
Mi pequeña prácticamente salió de un salto de la cama y fue al baño. Luego de unos minutos salió con el pelo suelto y con una sonrisa. Su cabello caía sobre su espalda y había unos pequeños risos en las puntas. Tenía el rostro más reluciente ¿Acaso era posible?
-Listo. Vamos – dijo mientras se acercaba. Me levanté, tomé una mascada que había en un pechero, me puse tras ella y tapé sus ojos - ¿Qué haces?
-Camina – susurré a su oído.
-Pero…
-Yo te guiaré – y le di un beso en la mejilla. Tomé su mano – Ven, sígueme.
Caminamos en silencio. Yo vigilaba sus pasos. Cuando llegamos a la sala, rodeé uno de los muebles y mi pequeño hizo lo mismo. Cuando solté su mano mi pequeña chilló:
-¿A dónde vas? – me puse atrás de ella.
-Estoy atrás tuyo – rodeé su cintura con mis brazos.
-¿A qué huele? – preguntó.
-Dímelo tú.
-Mmm… Huele a comida y como a vainilla – musitó. No me había dado cuenta que las velas eran aromatizadas.
-¿Quieres ver? – pregunté.
-Si – soltó una risita.
Quité la mascada de sus ojos y hubo un silencio. ¿Por qué no decía nada? ¿No le había gustado? Sentí como mi corazón se encogía con ese pensamiento. Después la escuché sollozar ¿Estaba llorando? ¿Por qué?
-Pequeña, ¿Qué te pasa? – dije a sus espaldas. Ella se giró y enterró su rostro en mi pecho.
-Gra…ci…as – susurró con su cara enterrada en mi pecho.
-No entiendo por qué lloras – retiró su rostro y me miró.
-Es… que – se mordió el labio – esta es la primera vez alguien algo así de lindo por mí.
-¿En serio? – asintió. No podía creer lo que me decía. ¿Cómo alguien nunca le había tenido un detalle con ella? – Bueno para mí también es la primera vez. Nunca había tenido un detalle romántico con alguna chica.
-¿En serio? O me lo dices solo para que no me sienta como una tonta. Tomé su rostro en mis manos.
-Te lo digo en serio – acerqué su rostro – Hieres a mi lado romántico que por primera vez se está mostrando.
-Te quiero – mi corazón se ensancho por todo mi pecho al escuchar esas palabras salir de su boca.
-Como yo a ti – susurré – Ahora disfruta de tu sorpresa – mi pequeña asintió.
La lleve a la mesita y ambos nos sentimos en el piso. Esta vez no estábamos de frente, estábamos sentados juntos. Tomó su sándwiche y lo llevó a la boca.
-Está muy rico – dijo después de tragar.
-¿En serio? – asintió - ¿Así sólo sea un simple sándwiche?
-Así sea sólo un sándwiche – musitó sonriendo. Tomé el mío y lo mordí. Mi pequeña tomó un poco de vino - ¿De dónde has sacado el vino? No es mío.
-Por ahí – susurré y mordí más el sándwiche.
-Siempre tan misterioso – musitó mirándome mientras comía más de su sándwiche. Tomé un poco de vino.
-Lo soy – combiné con una sonrisa - ¿Por qué no me habías dicho lo de la foto? – (TN)___ tosió un poco cuando se atragantó con el sándwiche. Me miró.
-¿Qué haces revisando mi collage?
-Tenía curiosidad de verlo de nuevo – mentí. La verdad era que gracias Danny sabía de la existencia de esa foto – pero no has contestado mi pregunta. ¿Por qué no me habías dicho lo de la foto?
-Lo… Lo había olvidado... decirte – se encogió de hombros.
Seguimos comiendo en silencio y para mi sorpresa mi pequeña fue la primera en terminarse el vino.
-No pensé que te gustará mucho el vino – apunté.
-Oh si – dijo sonriendo – me gusta mucho, pero no soy buena soportando el alcohol. Dos o tres copas más y estoy borracha.
Me giré un poco y tomé la mascada. Giré hacía mi pequeña, quien me miraba confundida.
-Falta otra parte de tu sorpresa.
-¿Más? – asentí.
-Voltéate – Mi pequeña se giró y tapé de nuevo sus ojos – No vayas a espiar. Quédate aquí.
-Sí.
Tomé los platos, fui a la cocina y los dejé en el fregadero. Fui al microondas e hice que me las salchichas se calentaran un minuto. Luego fui a la nevera por la botella de vino y un poco de queso que había picado en cuadritos.
Lleve la botella y el queso a la mesita y la dejé al lado de las copas. Mi pequeña seguía con la mascada puesta y no se había movido. Sonó el timbre del microondas, corrí a sacar las salchichas volví a la sala y las dejé en la mesita junto al queso.
Finalmente el detalle final. Las rosas. Las saqué del florero y las envolví de nuevo en el papel que habían estado envueltas cuando Danny las trajo. Eran siete rosas rojas. No se habían marchitado, seguían intactas. Salí de la cocina con una sonrisa y me senté al lado de mi pequeña.
-Volví – musité.
-¿Ya me puedo quitar la mascada?
-Que impaciente – dejé las rosa a mi espalda.
-Quiero ver – susurró ansiosa.
-No es la gran sorpresa del año…
-Para mí lo es – dijo interrumpiéndome.
-Bueno. Te voy a quitar la mascada.
Tomé el lazó entre mis manos y lo desanudé. Mi pequeña abrió los ojos y tomó una bocanada de aire. Se giró a verme sonriendo y volvió a mirar hacia adelante. Mientras miraba hacía el vino tomé las rosas de mi espalda y las puse al frente de mi pecho. Mis manos temblaban. Nunca le había regalado una rosa a una mujer a excepción de mi madre y mis hermanas.
-Zayn… – calló al ver las rosas en mis manos y abrió los ojos.
Sabía que la había sorprendido, eso se notaba en la expresión de su rostro, pero no decía nada. ¿Será que tampoco le habían dado flores nunca? ¡Demonios! Pero ¿Qué le pasaba a los chicos con los que había salido?; sin embargo un parte se alegraba de que yo fuera el primero en darle muchos detalles.
Ya la seguí. Les subí dos capítulos porque he estado ausente. Espero que les guste y si es así no olviden comentar. Muy pronto viene lo hottie :twisted: Un abrazo!
Sigue narrando Zayn:
Desperté solo entre las sabanas de la cama de mi pequeña. A mi lado, sobre su almohada, había una pequeña nota.
“Buenos días dormilón. He dejado tu desayuno en el microondas, sólo tienes que calentarlo. Al medio estaré de vuelta. Te quiero”
Salí de la cama, fui al baño a cepillarme los dientes y lavarme la cara. Después fui hacia la cocina y calenté el desayuno. Huevos revueltos, tocineta, y un pan relleno de queso, el cual se fundió al ser calentado en el microondas.
Mientras desayunaba mi celular comenzó a sonar. Era Louis. No contesté por lo que volvió a llamar, esta vez sí contesté.
-Hola – dije.
-¡Zayn! – gritó - ¡¿Dónde estás?!
-Por ahí – musité.
-Oh vamos. Te hemos estado buscando para salir con los chicos – dijo.
-Estoy ocupado - ¿Cómo le hacía eso a Louis? Los demás chicos lo sabían y por mí no le iban a decir nada. Me iba a condenar con tantas mentiras.
-Que misterioso eres – calló un momento – ¡Espera! ¿Acaso estás con tu… chica misteriosa?
-Mmm… - ¿Qué le podía decir? No podía decirle que estaba o iba a ir Bradford – Si… algo así.
-¿Cómo que “algo así”? – Escuché a Harry decirle a Louis que ya no me molestara – Calla Hazza. A ver Zayn ¿Estás o no con esa chica?
-Más o menos – contesté. Mis manos me temblaban y mi apetito se había ido – mira Louis no quiero ser grosero, pero quiero pasar estos días con ella.
-Está bien – dijo Louis resignado – pero los chicos y yo queremos conocerla. Disfruta tu fin de semana con ella.
-Vale, gracias – suspire.
-¡Ay! ¡Una cosa más! – gritó Louis antes de que colgara.
-¿Qué?
-¡Utiliza protección! – gritó. Luego soltó una carcajada y colgó.
¡¿Utiliza protección?! Sentí un escalofrío en mi cuerpo. Louis y sus ocurrencias.
Al terminar de desayunar lavé los platos, fui a la ducha y me cambié. Quería sorprender a mi pequeña y que mejor manera de prepararle algo. No era muy bueno cocinando, de hecho apestaba en la cocina. Así que tendría que llamar a Danny. Desgraciadamente él es muy bueno en la cocina. Estalló en risas cuando le conté para qué lo llamaba. Le di la dirección y en media hora llegó con varias bolsas.
-Deberías ayudarme – dijo quejándose. Lo alcancé y tomé algunas bolsas. Le mostré camino a la cocina – Vaya – musitó cuando entramos – Esta chica sí que tiene buen gusto.
-Sí, lo tiene – sonreí de medio lado al recordar la cara de mi pequeña sonriendo.
-Bueno haremos tallarines… – lo interrumpí.
-¿Haremos? – pregunté incrédulo. Si lo había llamado era para que él cocinara.
-Sí, haremos – dijo y sacó los ingredientes de la bolsa - ¿Creías que yo iba a cocinar solo? – bufó – A demás deberías aprender para que esto no vuelva a pasar. Si vine fue para sacarte de este apuro con esta chica… Por cierto ¿Dónde está?
-En la universidad – contesté – Sabes que no soy bueno cocinando – Me puse a su lado – ¿Sólo haremos tallarines de almuerzo?
-Oh no – rió – los tallarines los acompañaremos con una salsa de champiñones que tu preparas y puré de papás que también harás tú.
-¿Tú qué harás?
-Pues los tallarines – dijo mientras buscaba una olla – Mete el vino a la nevera.
-¿Vino?
-Bueno ese lo traje por si acaso – volteó a verme – ya sabes… tal vez lo necesites en la noche – abrí mis ojos como platos. Danny soltó una carcajada mientras llenaba la olla con agua.
-Eres un...
-¿Un buen amigo? – dijo interrumpiéndome – Sí, lo soy. De beber voy a hacer jugo de mora. Estamos a mano ¿No?
-¿Ah? – Danny rió de nuevo.
-De verdad que esta chica te trae mal – musitó – Pues que tú haces dos cosas y yo también – y encendió la estufa - A demás si pones tu esfuerzo tendrás tu recompensa.
-¿Recompensa?
-Claro. La sonrisa de tu chica. Bueno por ahora pongamos manos a la obra. Son las diez y media ¿A qué hora llega…?
-¿(TN)____? Creo que a las doce y media.
-Oh con que se llama (TN)____ - sonrió. Mierda, mierda. Ahora sabía su nombre – Tiene bonito nombre.
-No digas como se llama – le pedí – y menos frente a los chicos.
-¿Por qué? – me miró confundido luego de echar los tallarines en la olla y poner está en la estufa.
-Louis me mataría – Danny abrió los ojos – No es lo que piensas. No estoy saliendo con alguna chica que él hubiera salido. Para Louis (TN)___ es su mejor amiga. La considera su hermana.
-Oh, ya veo. Bueno empecemos a cocinar para que cuando llegue (TN)___ esté todo listo y le tengas una bonita sorpresa – sonreí.
Danny me explicó cómo hacer la salsa. No era tan difícil y de vez en cuando se acercaba para ver cómo la estaba preparando. Luego me dijo como hacer un buen puré. Yo lo sabía el procedimiento sólo que la cantidad de los ingredientes no. Por eso es que Liam decía que mi puré era incomestible. Al final aprendí.
Luego que los tallarines estuvieran cocidos, Danny les agregó la salsa. Mientras los tallarines se cocinaban con la salsa, Danny iba haciendo el jugo. Cuando estuvo todo el almuerzo listo. Danny me felicitó.
-Son las doce y veinticinco – musitó mirando el reloj – deberías ir sirviendo. Yo me voy. (TN)____ ya debe estar por llegar. Corta un poco de pan francés y sírvelo en una cesta.
-¿Cómo demonios sabes tanto de culinaria? – pregunté mientras buscaba unos platos.
-Cultura – dijo riendo – Bueno la verdad es que cuando te gusta y quieres conquistar a una chica aprendes y haces de todo.
No lo había pensado así, pero la verdad era la primera vez que quería a una chica, a mi pequeña.
-Tienes razón – dije sonriendo mientras servía los tallarines.
-Mira – Danny sacó unas rosas que estaban envueltas en una de las tantas bolsas que traía.
-¿Cómo…?
-Sabía que las ibas a necesitar – musitó – sé que esa chica… (TN)___ es muy especial para ti.
-Lo es – tomé las rosas.
-Lo sé – combino – es la primera vez que haces algo romántico por una chica y ya veré como me lo pagarás después – dijo sonriendo – Mmm… tal vez un desayuno a la cama – alzó la voz mientras salía de la cocina.
-Ya quisieras – busqué un jarrón y las metí en agua. Salí de la cocina y no vi a Danny - ¿Danny?
-¡Aquí! – gritó desde la habitación en donde estaba su mural de fotos. Entré
-¿Qué haces?
-Decidí explorar un poco el apartamento – susurró mientras veía muy concentrado las fotos – Es muy bonita.
-Sí, lo es – combine. Aunque para mi bonita era solo un poco para definir su belleza. De pronto Danny soltó una carcajada - ¿De qué te ríes?
-De ti. Mira
Me acerqué a donde él estaba y entonces pude ver de qué se reía. Se reía de mí. Había una foto mía en el collage que mi pequeña estaba haciendo. No podía creerlo. Mi corazón se expandió por todo mi pecho latiendo fuera de control. Significaba mucho para ella. Bueno sabía que era así después de que me confesara acerca de su virginidad, pero esto era una prueba más.
-¿Zayn? ¿Zayn? ¡Zayn! – gritó Danny.
-¿Qué pasa? – dije mirándolo.
-¡Oh por dios! ¡Estás enamorado de (TN)___!
-¿Ah? ¿Qué dices?
-¿Qué digo? Pues mírate – hizo un gesto con la mano hacía mi – En serio tienes una cara que nunca te había visto.
-Es un poco rápido para que digas eso – dije un poco irritado.
-No te molestes – dijo mientras salía de la pequeña habitación - ¿Por qué eres tan testarudo? En fin yo me voy.
-Bien. Vete – y fui a la cocina para terminar de servir el almuerzo.
-No te enojes – dijo Danny mientras me ayudaba a llevar la comida al comedor.
-No estoy enojado – Danny entrecerró los ojos – es en serio.
-Bueno – sonrió y me dio un palmada en la espalda – No olvides cortar el pan y servir el jugo. Me voy.
-Eso voy a hacer ahora mismo.
Danny tomó sus cosas, fue hasta la puerta principal y se fue. Yo fui a la cocina y corté el pan y serví el jugo. Mientras lo colocaba en la mesa y terminaba de acomodar la mesa escuché como se abría la puerta. Luego escuché unos pasos, me enderecé y preparé mi mejor sonrisa. De pronto la vi buscando algo o alguien con la mirada. Llevaba unos covers blancos, un jean azul, una blusa roja, un saco blanco, una bufanda y su bolso. Al verme sonrió, luego miró a la mesa y su entrecejo se arrugó, y volvió a mirarme. Abrió la boca pero no dijo nada. ¡Sí! Había logrado sorprenderla.
-Sorpresa – musité. Mi pequeña no dijo nada. Me acerqué a ella y la tomé de la cintura - ¿Qué pasa? – susurré. Tomé su barbilla para que me mirara a los ojos – ¿No te gusta?
-No… Si – la miré confundido y ella se mordía su labio. Me derretí ante su gesto – Estoy impresionada y… sorprendida – susurró. Sonreí.
-Qué bueno – susurré.
Y no resistí más tenía que estrechar sus labios junto a los míos. El contacto fue tan placentero y saludable para mis sentidos. Era un beso suave. Un beso de bienvenida. Mis labios rosaban los suyos en una lentitud diciéndoles que querían explorar cada rincón. Se sentía tan bien, pero hice que nos separamos para que mi pequeña pudiera disfrutar de su sorpresa.
Tomé su bolso y la tomé de la mano.
-Ven – y la llevé a su asiento en el comedor. Frente al mío.
Al principio pensaba poner ambos platos juntos, pero decidí que no porque no me quería perder ninguna de sus sonrisas y de sus expresiones. Dejé el bolso en el sofá. Fui a mi asiento y me senté. Mi pequeña sonreía.
-¿A qué se debe todo esto?
-Quería sorprenderte…
-Lo has conseguido – dijo interrumpiéndome. Sonreí.
-Y quería tener un gesto contigo - ¿Un gesto contigo?, repetí en mi mente. ¿Qué demonios era eso? ¿Un gesto? Yo podía tener un gesto así con otra persona, pero es que las palabras de Danny se pasaban por mi mente incluso con su maldita voz “¡Estás enamorado de (TN)___!” – Pruébalo.
(TN)___ tomó el tenedor y la cuchara, enrolló los tallarines y los metió en su boca. Yo esperaba expectante a su reacción. Me miró y sonrió.
-¡Están deliciosos!
-¿En serio? No tienes que decir que están ricos si en verdad no lo están – arqueó una ceja.
-¿No los has probado? – negué con la cabeza – Pruébalos – hice lo que dijo y era cierto. Vaya sabía cocinar. Bueno con ayuda de Danny.
-¿Por qué no los habías probado? – preguntó y luego tomó una rebanada de pan.
-No los hice yo solo – admití – un amigo me ayudó.
-¿Un amigo?
-Sí. Él hizo lo tallarines. Yo la salsa y el puré – sonrió.
-¿Sabías que el secreto de todas las pastas está en la salsa? – abrí los ojos.
-No sabía eso.
-Entérate.
Por eso era que Danny quería que yo prepara la salsa y que lo ayudara. Rayos le debía una bien grande.
Mientras almorzábamos mi pequeña me contaba cómo le había ido en la universidad y yo le contaba cómo fue que preparé el almuerzo y le contaba las historias de cómo los chicos se burlaban cuando trata de cocinar. Mi pequeña sólo reía. No sé si conmigo o de mí, pero no me importa porque el sonido de su risa era tan dulce y musical para mis oídos que lo único que hacía era deleitarme.
Cuando terminamos de almorzar mi pequeña se ofreció a lavar los platos, pero parte de la sorpresa era que la iba a consentir y que no iba a dejar que hiciera nada. A demás las rosas estaban en la cocina y se las daría en la noche. Ella dejó de insistir en lavar los tratos y dijo que iba al baño. Casi volando fui a la cocina y lavé todo para que a ella no se le ocurriera entrar. Cuando terminé fui a su habitación y ahí estaba ella sentada sobre un banquito mirándose al espejo mientras se trenzaba su cabello. Se había cambiado. Ahora llevaba un short azul y un buzo rojo de tejido. Su mirada se cruzó con la mía. Sonrió.
-Espero que no salgamos hoy.
-No – musité y me acerqué hasta quedar atrás de ella – solo tú y yo. Nadie más. Iré al baño.
-Está bien.
Entré al baño solo para una cosa. Cepillarme los dientes. No quería que (TN)____ oliera mi aliento a ajo gracias a la salsa. Cuando salí ella seguía sentada en el banquito trenzándose el cabello. Me acerqué de nuevo a ella. Me incliné y le di un beso en el cuello.
-Za… - reí.
-¿Qué pasa? – levanté mi mirada y la vi a través del espejo. No dijo nada, pero luego de unos segundos sus mejillas tomaron un color rojizo - ¿Has terminado de hacer tu trenza?
-Si, por…
Entonces la tomé de la cintura y las piernas y la cargué llevándola a la cama. La dejé ahí y me uní a su lado. Me miró y soltó una carcajada. Luego tomó mis mejillas y me acercó a ella.
Tomó mis labios lentamente y así mismo los rozó. Mi pequeña deslizó su mano izquierda hasta mi cuello y luego tomó mi camisa. Dirigí mis manos hacía su cintura. El sabor de sus labios era magnifico, pero yo necesitaba más de ella. Necesita sentirla más cerca. Así que mi lengua buscó la suya y suavemente le dio un roce. Cuando sentí nuestras lenguas juntas aquella corriente eléctrica que siempre pasaba por mi columna cuando estaba con mi pequeña se paró por una fracción de segundo y cuando volvió a pasar hizo que me erizara. Mi respiración se aceleraba, la de mi pequeña también. Sabía a donde llegaríamos si seguíamos besándonos. Llegaríamos al punto donde podría flaquear, así que separé nuestros rostros.
-Perdón – susurró.
-No te preocupes – sonreí y acaricié su mejilla.
-Me ha gustado este postre – arqueé una ceja - ¿No queda más? – mordí mi labio. ¿Cómo negarle aquella petición a mi ángel?
-Solo un poco – susurré y me acerqué de nuevo.
Esta vez (TN)___ tomó mis labios con fuerza. Gemí al contacto. Mientras nuestras lenguas se acariciaban yo me inclinaba hacía arriba y mi pequeña pasaba sus piernas alrededor de mi cintura.
Mi respiración se aceleraba y mis manos sin querer se iban metiendo en debajo de su buzo para acariciar su espalda. De pronto mi pequeña se apartó bruscamente. Abrí los ojos y ella me miraba con horror. Sabía por qué.
-Zayn yo…
-Tranquila – musité – ven aquí – alargué mi mano. (TN)____ la tomó y se acercó de nuevo a mí – te entiendo, bonita. No tienes que darme explicaciones – tomé su mejilla entre mis manos – te quiero.
-Y yo a ti – susurró y enterró su cara en mi cuello.
No dijimos nada más no había necesidad. Yo acaricia su brazo mientras sentía su respiración en mi cuello. Me moví un poco para verle su rostro entonces vi que mi pequeña estaba dormida. Me moví hacía un lado y la acomodé en la cama. Ella se movió un poco, pero no se despertó. Vi el reloj y eran las dos de la tarde. Dormiría un poco y luego me levantaría para prepararle otra sorpresa a mi pequeña. Me acomodé al lado de mi pequeña y cerré mis ojos.
Cuando desperté mi pequeña seguía durmiendo, pero tenía su rostro apoyado en mi pecho. Enterré mi cara en su cabello y me deleité con su olor a fresias. Luego fijé mi vista hacía el reloj, eran las seis de la tarde. La tomé suave por los hombros para poderme mover y salir de la cama. Al depositar a mi pequeña sobre la almohada soltó un pequeño suspiro y arrugó el entrecejo. ¿Estaba teniendo una pesadilla?
Fui al baño e hice mis necesidades. Después salí a la cocina. ¿Qué podía hacer de cenar? ¿Algo suave? Pero la peor verdad se asomaba por mi cabeza: ¿Qué podía yo prepararle? Lo único que me salía bien era hacer sándwiches y eso era por sentido común. Todo el mundo sabía poner un pan y sobre él una rebanada de queso y otra de mortadela, y sobre esto otro pedazo de pan.
Solté un suspiro y la verdad me estaba irritando. Me juré que tomaría clases de cocina. ¿Sándwiches y vino? Que combinación más rara, pero bueno no tenía otra salida. Busqué las rebanadas de pan, el queso, la mortadela, mantequilla, lechuga y tomate. Comencé a preparar los sándwiches cuando recordé por alguna razón una conversación que tuvo Liam con Danny sobre cómo tomar vino. No es solo tomarse la copa y ya. El vino también tiene aperitivos y estos podían ser queso o salchichas cocinadas. Primero para no embriagarse rápido y segundo por elegancia. Así que saqué unas salchichas que estaban en la nevera, las corté y las puse en una cacerola con aceita para que se fritaran.
Terminé de hacer los sándwiches mientras se fritaban las pequeñas rodajas de salchichas. Cuando estuvieron listas las coloqué en un plato y las guardé en el microondas.
Eran las seis y media, y (TN)___ seguía durmiendo. Tenía que despertarla sino esta noche no dormiría, pero antes saqué una pequeña manta del cuarto de baño y la puse en la mesita que estaba en el centro de la sala. Coloqué ahí los sándwiches y dos copas con vino hasta la mitad. Busqué unas velas que habían en la cocina, las encendí y las puse en la mesita. Afortunadamente estaban en un recipiente. No apagué las luces del todo, sólo baje un poco la intensidad.
Me sorprendía de lo sencillo y bonito que se veía la sala; sin embargo sentía que aquello para mi pequeña era poco. Ella merecía más. Luego entré a la habitación y mi pequeña seguía en la misma posición en que la había dejado. Me acerqué y le di un beso en la mejilla
-(TN)___, amor. Despierta – rocé mis dedos con su mejilla – Has dormido toda la tarde.
-Mmm…
-Ven, bonita – rocé de nuevo su mejilla – Sal de cama.
-No – susurró con voz ronca.
-¿Por qué no?
-No quiero – tomó la sabana y se tapó la cara.
-¿No quieres ver la sorpresa que te preparé? – destapó su rostro y me miró con cautela. Sonreí.
-¿Sorpresa? – se aclaró la garganta – ¿Qué sorpresa? – me encogí de hombros.
-Sal de la cama y verás – musité. Sonrió.
-Está bien. Voy al baño.
Mi pequeña prácticamente salió de un salto de la cama y fue al baño. Luego de unos minutos salió con el pelo suelto y con una sonrisa. Su cabello caía sobre su espalda y había unos pequeños risos en las puntas. Tenía el rostro más reluciente ¿Acaso era posible?
-Listo. Vamos – dijo mientras se acercaba. Me levanté, tomé una mascada que había en un pechero, me puse tras ella y tapé sus ojos - ¿Qué haces?
-Camina – susurré a su oído.
-Pero…
-Yo te guiaré – y le di un beso en la mejilla. Tomé su mano – Ven, sígueme.
Caminamos en silencio. Yo vigilaba sus pasos. Cuando llegamos a la sala, rodeé uno de los muebles y mi pequeño hizo lo mismo. Cuando solté su mano mi pequeña chilló:
-¿A dónde vas? – me puse atrás de ella.
-Estoy atrás tuyo – rodeé su cintura con mis brazos.
-¿A qué huele? – preguntó.
-Dímelo tú.
-Mmm… Huele a comida y como a vainilla – musitó. No me había dado cuenta que las velas eran aromatizadas.
-¿Quieres ver? – pregunté.
-Si – soltó una risita.
Quité la mascada de sus ojos y hubo un silencio. ¿Por qué no decía nada? ¿No le había gustado? Sentí como mi corazón se encogía con ese pensamiento. Después la escuché sollozar ¿Estaba llorando? ¿Por qué?
-Pequeña, ¿Qué te pasa? – dije a sus espaldas. Ella se giró y enterró su rostro en mi pecho.
-Gra…ci…as – susurró con su cara enterrada en mi pecho.
-No entiendo por qué lloras – retiró su rostro y me miró.
-Es… que – se mordió el labio – esta es la primera vez alguien algo así de lindo por mí.
-¿En serio? – asintió. No podía creer lo que me decía. ¿Cómo alguien nunca le había tenido un detalle con ella? – Bueno para mí también es la primera vez. Nunca había tenido un detalle romántico con alguna chica.
-¿En serio? O me lo dices solo para que no me sienta como una tonta. Tomé su rostro en mis manos.
-Te lo digo en serio – acerqué su rostro – Hieres a mi lado romántico que por primera vez se está mostrando.
-Te quiero – mi corazón se ensancho por todo mi pecho al escuchar esas palabras salir de su boca.
-Como yo a ti – susurré – Ahora disfruta de tu sorpresa – mi pequeña asintió.
La lleve a la mesita y ambos nos sentimos en el piso. Esta vez no estábamos de frente, estábamos sentados juntos. Tomó su sándwiche y lo llevó a la boca.
-Está muy rico – dijo después de tragar.
-¿En serio? – asintió - ¿Así sólo sea un simple sándwiche?
-Así sea sólo un sándwiche – musitó sonriendo. Tomé el mío y lo mordí. Mi pequeña tomó un poco de vino - ¿De dónde has sacado el vino? No es mío.
-Por ahí – susurré y mordí más el sándwiche.
-Siempre tan misterioso – musitó mirándome mientras comía más de su sándwiche. Tomé un poco de vino.
-Lo soy – combiné con una sonrisa - ¿Por qué no me habías dicho lo de la foto? – (TN)___ tosió un poco cuando se atragantó con el sándwiche. Me miró.
-¿Qué haces revisando mi collage?
-Tenía curiosidad de verlo de nuevo – mentí. La verdad era que gracias Danny sabía de la existencia de esa foto – pero no has contestado mi pregunta. ¿Por qué no me habías dicho lo de la foto?
-Lo… Lo había olvidado... decirte – se encogió de hombros.
Seguimos comiendo en silencio y para mi sorpresa mi pequeña fue la primera en terminarse el vino.
-No pensé que te gustará mucho el vino – apunté.
-Oh si – dijo sonriendo – me gusta mucho, pero no soy buena soportando el alcohol. Dos o tres copas más y estoy borracha.
Me giré un poco y tomé la mascada. Giré hacía mi pequeña, quien me miraba confundida.
-Falta otra parte de tu sorpresa.
-¿Más? – asentí.
-Voltéate – Mi pequeña se giró y tapé de nuevo sus ojos – No vayas a espiar. Quédate aquí.
-Sí.
Tomé los platos, fui a la cocina y los dejé en el fregadero. Fui al microondas e hice que me las salchichas se calentaran un minuto. Luego fui a la nevera por la botella de vino y un poco de queso que había picado en cuadritos.
Lleve la botella y el queso a la mesita y la dejé al lado de las copas. Mi pequeña seguía con la mascada puesta y no se había movido. Sonó el timbre del microondas, corrí a sacar las salchichas volví a la sala y las dejé en la mesita junto al queso.
Finalmente el detalle final. Las rosas. Las saqué del florero y las envolví de nuevo en el papel que habían estado envueltas cuando Danny las trajo. Eran siete rosas rojas. No se habían marchitado, seguían intactas. Salí de la cocina con una sonrisa y me senté al lado de mi pequeña.
-Volví – musité.
-¿Ya me puedo quitar la mascada?
-Que impaciente – dejé las rosa a mi espalda.
-Quiero ver – susurró ansiosa.
-No es la gran sorpresa del año…
-Para mí lo es – dijo interrumpiéndome.
-Bueno. Te voy a quitar la mascada.
Tomé el lazó entre mis manos y lo desanudé. Mi pequeña abrió los ojos y tomó una bocanada de aire. Se giró a verme sonriendo y volvió a mirar hacia adelante. Mientras miraba hacía el vino tomé las rosas de mi espalda y las puse al frente de mi pecho. Mis manos temblaban. Nunca le había regalado una rosa a una mujer a excepción de mi madre y mis hermanas.
-Zayn… – calló al ver las rosas en mis manos y abrió los ojos.
Sabía que la había sorprendido, eso se notaba en la expresión de su rostro, pero no decía nada. ¿Será que tampoco le habían dado flores nunca? ¡Demonios! Pero ¿Qué le pasaba a los chicos con los que había salido?; sin embargo un parte se alegraba de que yo fuera el primero en darle muchos detalles.
Ya la seguí. Les subí dos capítulos porque he estado ausente. Espero que les guste y si es así no olviden comentar. Muy pronto viene lo hottie :twisted: Un abrazo!
TatiStoran
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por Invitado Vie 30 Nov 2012, 1:18 pm
TatiStyles escribió:Serenity escribió:MEJOR AMIGA PERDIDA! ESTAS AHI?
TE ACORDAS DE MI? EN UN PRINCIPIO ERA TOTALMENTE ADICTA A TU NOVELA, Y HABLABAMOS MUCHO SOBRE LO IGUALES QUE ERAMOS, Y NOS APRECIA MUY RARO, DESPUES MAGICAMENTE DESAPARECI PORQUE LAS PUTAS PRUEBAS ANULARON MI VIDA Y BASICAMENTE MI VIDA SE BASABA EN COMER Y ESTUDIAR Y AHORA VOLVI Y DE A POCO FUI ENTRANDO A CADA NOVELA QUE ESTABA LEYENDO Y CUANDO ENTRE A ESTA Y VI NUESTRAS CONVERSACIONES ME DEPRIMIIIIIIIIIII.
TE DEJE RE COLGADA Y NUNCA MAS TE CONTESTE Y NADA Y FUE COMO RE DKFJDLKFD :(
ADEMAS SUBISTE UN MONTON DE CAPITULOS! QUE LOS QUIERO LEER YAYAYAYA! PERO ANTES NECESITABA MANDARTE ESTO, COMO ESTASSSSSS? HACE UN MONTON QUE NO HABLABAMOS :( ME DETESTO.
PASAME TU FB PORFI!
Aquí estoy! Estaba de viaje :( Sí, te perdiste mucho. Pensé que ya no te gustó la trama y el hilo de la novela. Me alegra saber que no es así :) ¿Qué pasó con tus pruebas? TENEMOS MUCHO DE QUE HABLAR! Dale yo te paso mi face por un mensaje privado y hablamos con más calma por ahí. Estoy bien aunque me han pasado un montón de cosas. Un beso!!!!!!
ESTAS LOCAAAAAAAAA? COMO NO ME VA A GUSTAR LA NOVELA? ME ENCANTAAAA! Pasa que tenia muchas pruebas y el poco tiempo libre lo aprovechaba con amigos, pero ya volvi y obvio que para quedarme!
Que ni se te vuelva a pasar por la cabeza que no me gusta la nove, es mas probable que me atropelle un camion que que la deje de leer porque no me gusta!
Ya vi tu msj y te agregue, cuando me aceptes hablamos, besotes!!!
Invitado
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Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por Vanesa Lozano Vie 30 Nov 2012, 2:18 pm
omgggggggg estuvo tan hermosoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo siguelaaaaaaaaa oh morire ok no pero la amo siguela por favorrrrrrrrr
Vanesa Lozano
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por FockinPrincess Sáb 01 Dic 2012, 4:12 am
LOS DOS SE VEN TAN ENAMORADOS... PERO ME SIGUE DANDO PENITA LOU... EL POBRE SIGUE SIN ENTERARSE DE NADA JAJAJAJ
SUBE CUANDO PUEDAS HERMOSA
xx
SUBE CUANDO PUEDAS HERMOSA
xx
FockinPrincess
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por lovejb03 Sáb 01 Dic 2012, 7:31 pm
hi! I'm your new reader and I loved all your chapters *-* me llamo Michelle y ya soy oficialmente tu Fan ;) dios en serio que amo tu nove es tan... Nsjjxiodksjuej :3 síguela pronto porfis y me harás muy feliz!
lovejb03
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por estefania oo Dom 02 Dic 2012, 12:11 am
oye esta benisima sigela 
estefania oo
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por babbiiy Dom 02 Dic 2012, 11:59 am
Amo tu novelaa siguielaaq
babbiiy
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por ElizabeethStyles Dom 02 Dic 2012, 3:54 pm
¡Hola! Nueva lectora:3 me fascino tu novela, ¡tienes que seguirla! eres muy buena :)
ElizabeethStyles
Re: Novela I'll be here, by your side. (ZAYN y Tú)
por TatiStoran Lun 03 Dic 2012, 1:30 pm
Vanesa Lozano escribió:omgggggggg estuvo tan hermosoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo siguelaaaaaaaaa oh morire ok no pero la amo siguela por favorrrrrrrrr
Aww me alegra mucho que te haya gustado :) Ya la sigoooo!
TatiStoran
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