Re: Solo Fue Una Memoria (Joe y Tu)

por **andreita** Miér 24 Oct 2012, 12:13 pm

waaa em encataron los cpas!!!!1
esnwerio
ayyyyy
ya queiro saber que va a apasar
y aun tengo la duda de adam

por **MaleeJonas** Miér 24 Oct 2012, 1:19 pm

andreita escribió:waaa em encataron los cpas!!!!1
esnwerio
ayyyyy
ya queiro saber que va a apasar
y aun tengo la duda de adam

Oye tu comen me pone muuuuy felizzz
Que bueno que te hayan encantado los caps
Y respndiendo a tu duda de que si Adam es hijo de Joe?
No, no lo es, Adam es hijo de Kev, sobrino de Joe
Causa un poco de intriga por el parecido de Adam con Joe, pero no, no es su hijo

por **JB&1D2** Miér 24 Oct 2012, 2:46 pm

Oh maraton!!!yay
me encanto
por que denise no la quiere si la rayiz es pana?
siguelaa

por **andreita** Miér 24 Oct 2012, 3:23 pm

MaleeJonas escribió:
andreita escribió:waaa em encataron los cpas!!!!1
esnwerio
ayyyyy
ya queiro saber que va a apasar
y aun tengo la duda de adam

Oye tu comen me pone muuuuy felizzz
Que bueno que te hayan encantado los caps
Y respndiendo a tu duda de que si Adam es hijo de Joe?
No, no lo es, Adam es hijo de Kev, sobrino de Joe
Causa un poco de intriga por el parecido de Adam con Joe, pero no, no es su hijo

aaaaaaaaaaaaaaaaa bueno
jajajajaja :)
la evrdad es que esta suepr la nove!!! ens erio
super buena
solo espero que la felicidad no acabeeeeeeeeeeee

por **Yhosdaly** Jue 25 Oct 2012, 7:24 pm

SIGUELAA POR AMOR DE DIOS! MUERO POR SABER QUE SIGUE!
AMO ESTA NOVE Y MAS COMO ESCRIBES
SIGUELAAAAAA
SI-GUEL-LA

por **andreita** Dom 28 Oct 2012, 7:30 am

vcappppppppp

por **JB&1D2** Dom 28 Oct 2012, 12:58 pm

Cuando subiras cap?

por **MaleeJonas** Lun 29 Oct 2012, 9:08 am

Capitulo 15:

Tan pronto como mamá me vio cuando abrió la puerta principal, se abalanzo hacia mí. Me abrazo fuertemente mientras ambas reíamos. ¡Extrañaba tanto a mi madre!

Entramos juntas en la casa. Yo cerré la puerta principal después de entrar.

Cuando mamá se separo de mi, pude notar que sus ojos grises estaban cristalizados y sus mejillas bañadas en lagrimas. Coloque mis manos a ambos lados de su rostro y seque las lágrimas con mis dedos pulgares. Una sonrisa de ternura se coló en mis labios.

-Te he extrañado mucho, ____ –dijo ella, entre un sollozo-. ¿Por qué ya no vienes frecuentemente?

-El trabajo –le recordé-. Además, no he tenido mucho tiempo en las vacaciones. Di clases también en la escuela de verano.

-Ese amor por tu trabajo… –hizo una mueca de orgullo y acaricio levemente mi mejilla. Se giro hacia el interior de la casa y grito-: ¡Ben, ____ está aquí!

Papá apareció por el pasillo poco después. Traía una gran sonrisa y sus brazos extendidos hacia mí. Me mordí el labio inferior suprimiendo una gran sonrisa, que como quiera se coló por mis labios, y corrí hacia él. Lo abrace fuertemente –como si no hubiera mañana. Mi padre era una de las cosas más preciadas que yo tenía en el mundo. Él siempre, siempre estuvo conmigo para todo. Era raro porque se suponía que la madre siempre fuera la confidente, la mejor amiga, y eso. Pero no, conmigo no. Ella me quería muchísimo, si, pero ella se llevaba mejor con mi hermana, Marie. Mientras que papá y yo hicimos una conexión.

-Mi princesa –murmuro en mi oído-. Te extrañe mucho.

-Yo también, papá –sonreí sobre su hombro mientras una lagrima se escapaba por mi mejilla.

Nos quedamos unos segundos más abrazados y después nos soltamos. Nos miramos a los ojos sonrientes. No había cambiado nada. Su estatura de seis pies y una pulgada seguía intacta. Yo, aun con tacones, tenía que ponerme de puntitas. Su cabellera negra había comenzado a teñirse de blanco, igual que la de mamá, pero su energía y su versatilidad era la misma. Mi padre era un hombre de hierro.

-Estás hermosa, cariño –me dijo-. ¿Qué tal has estado?

-Todo estupendamente. Ha mejorado –sonreí.

-¿Todo bien en la escuela? ¿Con Alice?

-Si. Todo está bien. Alice… pues, sigue siendo la misma de siempre –nos reímos.

-Me imagino.

-_____ –dijo mi madre a mi lado con una sonrisa-. ¿Quieres quedarte a comer? Hice comida suficiente.

-Claro que si, mamá –reí-. Con gusto.

Joe no vendría a mi casa hasta muy tarde en la noche. Así que, ¿Por qué no quedarme un rato a charlar con mis padres? Además, necesitaba comer. Y los dos días anteriores Joe se había encargado de eso. No tenía ganas de cocinar un viernes.

Ayude a mi madre a arreglar la mesa y a servir la comida. Papá también ayudo. Aunque era raro en el hacer las tareas domesticas, si ayudo. Y pronto nos sentamos a comer. Durante un rato, lo único que se escucho fueron los utensilios de plata chocar entre sí mientras comíamos. Nadie hablo. Pero mis padres se dedicaron miradas cómplices sobre algo de lo que yo estaba al margen. Fruncí el ceño preguntándome que seria. Pero no tardaron mucho en explicarlo.

-Cariño –comenzó papá, serio-, nos… hemos enterado de algo importante. Creo que… -se aclaro la garganta. Su misterio me puso los pelos de punta. ¿Qué sabia?-.

-Creemos que deberías enterarte también –continuo mamá con la misma seriedad de papá. Soltó el tenedor sobre el plato y me miro. Ambos me estaban mirando fijamente. Mmm.

Deje de comer también y los mire. Esta seriedad suya me estaba asustando hasta el punto en que me erizaron los vellos de los brazos. Uy.

-Okey, me están asustando –dije, mirándolos a ambos-. Vayan al grano.

-Joe está de vuelta –dijo papá, firme.

Fruncí el entrecejo y me aguante una carcajada. ¿Tanto drama para eso? ¿En serio? De acuerdo, no hubiera pensado eso hace tres días atrás. Me hubiera quedado estupefacta pensando en lo que querría Joe en Coldwater otra vez.

-¿Eso es todo? –Respondí, esbozando una sonrisa-. ¿Todo un show para esto?

Mis padres se miraron entre sí, sorprendidos. No se esperaban esa reacción de mí. No, cuando Joe me había roto el corazón haciéndolo añicos demasiado fuerte, haciéndome sangrar y llorar una y otra vez. No, ellos se esperaban algo más dramático.

-Pen… pensamos que tú… tal vez… te hubieras puesto a llorar si lo sabías –tartamudeo ella, mirándome-. Después de todo lo que paso…

-Tal vez lo hubiera hecho si ustedes me lo hubieran dicho antes de enfrentarme a él –suspire, agachando la mirada.

-¿Qué? –Exclamo papá-. ¿Ya… hablaste con él? ¿Qué paso?

Lo mire, mordiéndome el labio inferior. No quería mentirles, a ninguno, pero… sabía a dónde irían si les decía lo que había pasado en estos tres días anteriores. No quería llegar a la parte de los consejos y los recuerdos. Los recuerdos no eran bonitos.

-Si, hable con él –volví a suspirar, agarrando el tenedor sobre mi plato y moviendo el arroz sobre él.

-¿Y…? –insto mamá.

-Estamos juntos de nuevo –dije en un hilo de voz, casi inaudible.

Pero gracias al gran silencio en la casa, ellos lograron escucharme. ¡Amo mi buena suerte!

-¿Cómo? –exclamo papá, ligeramente molesto. Solo ligeramente-. ¿Después de todo lo que te hizo? No te entiendo, ____, juro que no lo hago.

-Lo amo –replique, levantando la mirada-. Nos amamos. Queremos estar juntos. Todo el mundo se merece una segunda oportunidad.

-No ese desgraciado –se estaba poniendo rojo de la rabia. Yo era un desastre con la respiración. Dentro, fuera, dentro, fuera.

-¡Papá! –me indigne-. Joe… explico lo que había pasado –o al menos un poco, pensé-. Se disculpo. Estamos bien –o por lo menos en el tiempo que llevamos juntos.

-No te merece, mi amor –dijo mamá con una voz dulce-. Y tú te mereces algo mejor. No algo como él.

Hice un mohín con los labios y fruncí el ceño.

-Yo me merezco el poder decidir por mi misma –dije. Estaba enojándome-. No soporto que todo el mundo me diga que hacer. Además de que todos están en contra de mi relación con Joe. Quiero estar otra vez con él, y punto. ¡Déjenme ser feliz!

El rostro de mi padre comenzó a desteñirse hasta volver a su color normal; la ira comenzó a disminuir. Mamá estaba tranquila en su lugar, viéndose apacible. Suspiro y asintió antes de hablar.

-Bien, tienes razón. Eres adulta y puedes decidir. No contradigo eso, puedes hacerlo, pero nosotros queremos lo mejor para ti y Joe no es lo mejor. Tienes un empleo fijo, una casa, eres hermosa, inteligente, ____, por Dios. ¿Por qué él? Tiene una banda, no tiene casa…

-Pero lo amo –repetí, sintiéndome presionada-. Es todo lo que importa. Además, de que es reciproco.

-Cariño –desvié la vista hacia papá-, los hombres dicen muchas mentiras para conquistar a una mujer, para dominarla. No dejes que él lo haga contigo.

Sus palabras estuvieron lo restante del día en mi cabeza. No se me despegaron ni un momento. “Los hombres dicen muchas mentiras para conquistar a una mujer…” Yo no creía que Joe estuviera haciendo eso conmigo. No y no. Joe no era de esos hombres y menos cuando me trataba con tanta dulzura, con tanto amor. Sus ojos se iluminaban cuando me miraba. Siempre. Su sonrisa era genuina. Sus sentimientos eran… verdaderos. Eso yo pensaba, claro. Y siempre pensaría. Yo tenía la razón: Joe no era de esos hombres y punto.

Pero aun así no se esfumaron las palabras de papá de mi cabeza.

Al llegar a casa, me desvestí y me puse una camisola para dormir, aunque no tenía planeado dormir. Me recosté en el sofá de la sala de estar viendo televisión mientras esperaba a que Joe llegara. No me iría a dormir sin él. No, me rehusaba a hacerlo. Yo quería verlo, besarlo, abrazarlo, quedarme dormida en su abrazo. Simplemente sentir su cuerpo junto al mío. Lo necesitaba.

Había comenzado a dar cabezadas después de una hora de televisión. Eran casi las once de la noche y Joe no había aparecido. Mis parpados se cerraban lentamente como si el piloto automático comenzara a apagarse. Pero me resigne a dejarlo apagarse. Quería ver a Joe.

Me desperté bruscamente con el ruido del timbre. Gire la vista a mi alrededor atontada. Me había quedado dormida en el sofá después de tanta cabeceada. Bostece y me levante del sofá directamente hacia la puerta. La abrí aun bostezando. Joe rió al verme.

-¿Te desperté, no? –pregunto.

Asentí. Él sonrió.

-Lo siento, linda.

Sacudí la cabeza dando un paso hacia el lado para que él entrara. Cerré la puerta después de que entrara y lo seguí. Se sentó en el sofá donde me había quedado dormida y yo camine hacia él. Coloco sus manos sobre mis caderas cuando pase junto a él y me jalo hasta que me senté sobre sus piernas. Gemí un poco y cerré los ojos.

-Quiero dormir –me queje.

-Vamos a dormir, entonces. ¿Qué hacías despierta? ¿Me esperabas?

Asentí.

-No tenias porque hacerlo –acaricio mi brazo con su dedo índice-. No, cuando te ves tan cansada.

-Quería hacerlo –abrí los ojos para mirarlo-. Te extrañe.

-Yo también, linda –sonrió. Subió su mano hacia mi mejilla y la acaricio con ternura-. Te extrañe mucho más de lo que piensas –desvió su mirada hacia mi hombro desnudo y poso sus labios sobre él.

-Quiero dormir –repetí, entre un gemido.

-Muy bien, lo sé –aparto sus labios de mi hombro y sonrió-. Vamos a dormir.

Coloco gentilmente sus labios debajo de mi barbilla e hizo que me inclinara hasta unir nuestros labios. Un beso que quería desde la mañana. Rico.

Sonreí cuando él soltó mis labios.

-Vamos, levántate. A la cama –me dijo, dando varias palmaditas en mi espalda.

Tambaleante, camine hasta la habitación. Joe apago la televisión y me siguió poco después. Entre en la habitación mirando solamente la cama que estaba frente a mí. Era mi primer viernes que me iba a la cama con tanto sueño. La mayoría de las veces, me dormía con esfuerzo, buscando el sueño. Y ese viernes que podía aprovecharlo con Joe, tenía demasiado sueño. ¡Espectacular!

Me enrede entre las sabanas y repose mi cabeza sobre la almohada cerrando los ojos al instante. Escuche el retumbar de las zapatillas contra el suelo y la ropa al ser removida del cuerpo. Poco después, sentí que un lado de la cama se hundía seguido por el brazo de Joe rodeando mi cintura. Sonreí suspirando.

-Buenas noches, linda –murmuro en mi oído. Deposito un beso en mi cuello antes de que cayera en la dulce inconsciencia del sueño.

Girls aqui su cap
No habia subido porque mi internet estos dias le ha pegado la luna, pero ya entendio q no se puede comportar asi y me dejo subirles el cap! ajajaja
Espero lo disfruten
XOXO

por **andreita** Lun 29 Oct 2012, 9:27 am

espero que joe no arruine nada !
siguela cuando pones maratoN'

por **JB&1D2** Lun 29 Oct 2012, 11:19 am

No se hay algo raro va a pasar algo feo y la rays va a sufrir mucho de nuevo. Pero ojala que no
Siguela

por **@ntonella** Lun 29 Oct 2012, 3:16 pm

New reader!!! :)
sigueeee

por **andreita** Miér 31 Oct 2012, 7:18 am

capiiiiiiiiiiiiiii

por Invitado Miér 31 Oct 2012, 9:35 am

Seeeeeeeeeeguila!! :D

por **JB&1D2** Miér 31 Oct 2012, 11:43 am

Ay siguelaaaa

por **MaleeJonas** Miér 31 Oct 2012, 12:12 pm

Hola chicas.. I'm here para dejarles el proximo cap y avisandoles q mañana no les subire cap porque es mi cumple mañana sere mayor de edad y estare ocupada, ya saben toda la cosa de la fiesta aunq lo mas posible el viernes tampoco (me toca limpiar el desastre del jueves), por lo que tratare de subirles el fin de semana

Capitulo 16:

Era viernes. Era día de salida y ya Alice tenía planeado ir –como el viernes anterior- a John’s Bar. Ya parecía ser rutina. A ella le encantaba están allí metida. Siempre que me invitaba a salir: John’s Bar. No habían mas lugares a los que salir, no, John’s Bar. Y ese no era mi lugar favorito. John no era mi persona favorita en todo el mundo. Desde la preparatoria a estado detrás de mí, poniéndome el ojo, coqueteándome, insinuando cosas que no me gustaban. Él era un caso extremo de cuidado, pero Alice no parecía entenderlo.

Afortunadamente, Joe me acompañaría. Él había hecho planes con John y la banda para tocar de nuevo en el bar. Esa era una de las razones por las que acompañaba a Alice al bar. Aunque a ella no le gustara la idea de volver a tener a Joe cerca y mucho menos, en mi compañía. Ella estaba firmemente convencida –al igual que mis padres- de que Joe no era el indicado para mi vida. No debía volver a tener confianza en él, después de lo que hizo. Pero, yo confiaba firmemente en el. Nadie cambiaría eso. Excepto el propio Joe. Punto.

Salí de la escuela acompañada por Adam. Lo llevaría a casa ese viernes también porque Joe no podría ir a recogerlo a tiempo. Además, Adam estaba entretenido con la conversación que me había montado. Y yo también. Hablaba algo sobre las clases, lo que había pasado en el día, y muchas cosas. Adolescentes.

A mitad de camino, encendió la radio y comenzó a cantar. Su voz era igual de afinada que la de Joe. Hasta tenían un tono parecido. El parentesco de Adam y Joe era demasiado. Confiaba plenamente en que él era su sobrino, pero igual era sumamente raro. Lo deje pasar otra vez y escuche su exquisita voz como si fuera el propio Joe el que estuviera cantando. De verdad era maravilloso.

Me estacione frente a la casa de sus abuelos, riendo. Adam me había contado un chiste de último minuto y no había podido contener la risa. Él agarro su mochila, se inclino para darme un beso en la mejilla y bajo del auto. Freno en seco frente al auto mientras miraba hacia la casa con expresión asustada. Fruncí el ceño girando la mirada hacia allá. Me tope con la visión de Denise furiosa frente a la casa. Hace mucho que no la veía, pero no era un gusto verla. Seguía igual que antes, con su cabello rizado sobre sus hombros, por su rostro no pasaban las arrugas de la vejez y su cuerpo estaba muy bien conservado. Su frialdad seguía siendo tan glaciar como el polo norte. Suspire, sosteniéndole la mirada. No le tenía miedo.

Adam se acerco a ella con paso vacilante. Era como si tuviera miedo a que la fiera lo atacara a él. Pero su ira no era dirigida a Adam; era dirigida a mí por mi relación renovada con su hijo. Me prepare para un discurso.

Adam dio media vuelta y se acerco a mi auto. Baje la ventanilla para que el pudiera enviarme en mensaje de Denise, pero solo me hizo una seña para que bajara del auto.

-Está muy enojada, ____ –me advirtió. Ya había aprendido a llamarme por mi nombre y no como usualmente me llamaba: Miss Hill. Yo se lo había pedido-. Ten cuidado.

Asentí con la cabeza, apagando el auto y quitando las llaves del contacto. Cerré la ventanilla antes de apagar el auto y salí del. Cerré la puerta y me arregle la falda estilo lápiz mientras caminaba hacia ella con paso firme y decidido. Ella no me dejaría vencerme. Ya había tenido este tipo de duelo antes… y con ella.

-Buenas tardes, señora Denise. ¿Cómo ha estado? –dijo amablemente, solo para verme bien frente a ella. Fue en vano.

Su mano azoto mi mejilla con una fuerte bofetada que me giro el rostro. Gemí ahogadamente sintiendo como el área comenzaba a arder. Me lleve la mano hacia la mejilla por puro instinto y devolví la mirada hacia ella. Sus ojos llameaban con furia.

-Perra –susurro-. No debías volver a seducirlo. Él estaba bien sin ti. No te necesita. Aléjate, ____, antes de que vuelva a romperte.

-Tiene miedo a que esta vez no lo haga –dije-. Él va en serio, señora. Él quiere que nuestra relación sea fuerte otra vez. Justo como antes –sonreí con sarcasmo-. Pero tienes miedo. No soy lo suficientemente buena para él, según tus criterios ¿no?

-Deja de hacer que me enoje, niña –advirtió, con los ojos, ardiendo en cólera-. Podría ocurrir algo malo.

-No me das miedo, Denise –dije, enfrentándola con la barbilla en alto-. No, ahora que te conozco de verdad. Y eres peor que la más terrible arpía. ¡Eres una bruja despiadada!

Ella intento volver a abofetearme, pero logre alcanzar su mano antes de que llegara a mi rostro. Sonreí con cinismo y ella soltó su muñeca con brutalidad. Nos sostuvimos la mirada durante unos momentos antes de que ella hablara.

-Púdrete. No te mereces a mi hijo. Joe es un hombre hecho y derecho, lleno de aspiraciones y dinero. Algo que –me miro de arriba abajo- de por sí, no tienes, querida. No te atrevas a ser tan descarada. Tu fase de niña buena no te queda.

-Abuela –interrumpió Adam.

Ambas giramos la mirada hacia él, dándonos cuenta de que estábamos discutiendo en su cara. Mi enojo cedió un poco.

-¿Quieren dejar de discutir? –Frunció el ceño-. Y más si hablan de Joe. Es su vida. Déjalo vivir, abuela.

Sonreí con sus palabras. Ese niño era imprudentemente genial.

-¡Cállate, Adam! Nadie pidió tu opinión –señalo la casa con el brazo extendido hacia atrás-. Entra, llámalo y dile que lo quiero inmediatamente aquí.

Adam suspiro y se encamino hacia la casa susurrando: “si, abuela”. Denise devolvió la mirada hacia mí, tan pronto como Adam desapareció tras la puerta de la casa. Me señalo con su dedo índice, entrecerrando los ojos.

-Lárgate –dijo-. Y piensa en lo que te dije. No me gusta tu influencia en Joe. No eres buena para él.

-Piense lo que quiera –dije, dándome por vencida con ella. Ninguna de las dos cambiaríamos de opinión respecto a nuestras posiciones-. Joe y yo estamos firmes, se lo aseguro. No tengo nada más que decirle.

Le di la espalda después de ver su rostro encendido por el enojo. Subí a mi auto y arranque, dirigiéndome a casa. ¡Menuda tarde había tenido! Denise se había atrevido a pegarme. ¡A pegarme! Esa me las pagaría tarde o temprano. Bruja. Me había dejado la mejilla roja y un poco amoratada, note cuando me mire en el espejo retrovisor. La mujer, a pesar de sus años, golpeaba duro. Era increíble que no me hubiera roto la quijada. Hubiera sido el colmo.

Me quite los tacones lanzándolos al suelo mientras caminaba hacia la habitación. Deje el bolso sobre el sofá sin preocuparme de él. Lance la ropa al suelo furiosamente después de quitármela. Estaba aun enojada. La mejilla me ardía y dolía. Me enoje al verme en el espejo de cuerpo entero en el baño. La mejilla se veía feísima. Comencé a maldecir tan pronto como me di cuenta de que el maquillaje no la cubriría lo suficiente como para pasar desapercibida. ¡Menuda cachetada había recibido, ah! Demonios…

El teléfono comenzó a sonar cuando salí del baño y me dirigía al refrigerador en busca de hielo. Me desvié del camino y recogí el bolso tirado sobre el sofá. Las cosas que estaban dentro de él estaban desparramadas sobre el sofá, pero poco me importo. No estaba de humor.

-Hola –conteste de malagana.

-¿Qué te dijo e hizo mamá? –pregunto Joe con un tono parecido al mío.

-Llega a mi casa y lo sabrás. Te gustara ver la obra de arte que hizo en mi mejilla –reí con sarcasmo-. Es hermosa.

Él soltó una maldición y me colgó.

Unos diez minutos después, llego a mi casa. Y soltando mas maldiciones miro mi mejilla. La rozo con su pulgar y cada uno de sus dedos como si estuviera comprobando que era real. Gire la cabeza para mirarlo, pero él coloco su mano debajo de mi mentón y volvió a girar mi cabeza con suavidad. Aunque el prácticamente deseaba retorcer algo con tanta fuerza que se quebrara, sabía que no lo haría conmigo. Era demasiado cuidadoso.

-¿De verdad ella hizo esto? –pregunto, después de unas veinte respiraciones y quince suspiros.

Asentí.

-¿Con que derecho ella se mete en mi vida? –exclamo-. Está bien que sea mi madre, pero no debería meterse en mi vida romántica. Yo hago lo que quiero y lo que no. Y si quiero estar contigo, lo hare. No me importa lo que ella piense.

Coloco sus brazos alrededor de mi cintura y me pego a él, haciendo que mi ceño se difundiera un poco. Enrolle mis brazos alrededor de su cuello y me puse de puntillas para besarlo en los labios.

-No soportare más humillaciones de tu madre, Joe –dije.

-Lo sé –una sonrisa apareció en su rostro-. ¿Le dijiste bruja y arpía?

-Se lo merecía –hice un mohín-. Desde hace ocho años se lo merecía.

Él se limito a reír mientras se doblaba un poco para alcanzar mis labios.

-¿Por qué se odian tanto? –Pregunto de repente-. Desde el primer día llevan una riña que ninguna ha ganado. ¿Por qué?

-No lo sé –me encogí de hombros-. Es cosa de tu madre. A ella jamás le he agradado. Yo estaba dispuesta a caerle bien, a ser buena nuera… pero ella se empeño en no quererme –suspire.

-Se que estabas dispuesta a todo por caerle bien a mi familia, linda –rozo nuestras narices en gesto tierno y continuo-: no es culpa tuya.

Suspire, poniendo los ojos en blanco. Lance mi cabeza hacia atrás y exhale. Joe río un poco con mi gesto y se inclino hasta pegar sus labios en mi cuello. Deposito un beso allí y otro en mi clavícula, aun sonriendo.

-¿Vamos a salir o te quieres quedar aquí? –murmuro sobre mi piel.

Me incorpore lentamente procurando no chocar nuestras cabezas.

-No te puedes quedar, Joe –dije al instante-. Tu banda tiene que tocar hoy en John’s Bar.

-Los chicos pueden tocar sin mí.

-No pueden.

-Si, y lo hacen –elevo su cabeza y me miro-. Tu eres más importante, ____. La banda puede esperar.

-Pero yo estoy bien –replique-. No tienes porque abandonar tu trabajo por mí. Además, voy a llegar con Alice de todos modos –sonreí-. Te veré allí.

-¿No vas conmigo? –Hizo puchero-. ¿Por qué?

-Porque tengo que prepararme, lindo –dije, sonriendo mientras agarraba su rostro entre mis manos-. Y tú debes estar en John’s pronto.

-¿No puedo quedarme un ratito mas y arrugar las sabanas de tu cama?

-No –reí-. Pero esta noche, tal vez.

Él sonrió y me beso. Me estrecho entre sus brazos antes de volver a besar mis labios y soltarme. Hizo una mueca y suspiro.

-Te veré allí, entonces –volvió a besarme-. Procura que Alice se mantenga al margen. Es aun más insoportable cuando esta bebida.

-Lo intentare –reí-. Pero será como pedirle al sol que deje de brillar. Además, hoy es viernes.

El puso los ojos en blanco.

-Inténtalo –se inclino y me beso una vez más-. Te amo.

-Yo igual.

Y se marcho. Dejándome con una sonrisa boba danzando en mis labios.

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