De Ballerine [Zayn Malik] Primera Parte Terminada

Lizzy sonrió levemente mientras él seguía mirándola, sorprendido. Luego de un tiempo sin obtener algun tipo de respuesta, se alejó maldiciéndose a sí misma.
-Idiota, más que idiota- se dijo golpeándose la frente con una mano.
El chico se puso delante de ella y le agarró la mano. Ella levantó la mirada hacia él y entonces Zayn vio aquel brillo especial que tenía cuando se encontró con ella disfrazada en el hall.
¡Era ella! ¡La odalisca era Lizzy!
-Es increíble… eres tú…- dijo él mientras la joven sonreía levemente- pero ¿cómo lo hiciste? Todo parecía muy bien planeado.
Ell se alejó un poco y se miró en el espejo. Sus mejillas estaban ruborizadas.
-Me costó bastante planearlo pero Clear me ayudó bastante.
-Pero ¿y Niall? ¿Cómo? ¿Cuándo hablaste con él?- preguntó él queriendo conocer todos los detalles.
-El día que tú tuviste el examen, Clear y yo fuimos a hablar con él, le pedimos que me ayudara pero que no se lo dijera a nadie. Quería que todos supieran que había vuelto aunque nadie sabría exactamente que era yo.
-Impresionante…
-Quería esperar un poco más aquel día pero como vi que habías discutido con Kim y que te ibas a ir, tuve que hacer la señal antes de que salieras para que me vieras, porque en parte el baile era para ti…- dijo ella totalmente avergonzada. Apartó la mirada.
Él tomó su barbilla y la obligó a mirarlo.
-¿Hiciste ese baile por mí?- ella asintió y él sonrió- de haber sabido que eras tú no te hubiera dejado subir así…
-¿Por… por qué?- tartamudeó la joven.
-Porque de lo hermosa que estabas, todos estaban como hipnotizados por tu baile y ahora me siento celoso.
-¿Ce… celoso?
-Sí. Parecías una diosa y he oído comentarios de algunos chicos que no me gustan para nada.
-Pero ¿te gustó el baile?
-¿Qué si me gustó? Estaba hipnotizado, veía que me mirabas fijamente y no entendía por qué, luego me rozaste la mano para que te siguiera. En el hall no quisiste decirme quién eras pero tu beso se quedó grabado a fuego en mi mejilla- dijo él acariciándole los labios con el pulgar- estos días apenas he dormido pensando en ti. Me encantó tu baile.
La cara de él se acercó peligrosamente a la de ella.
-Apenas ensayé…- logró decir ella ya que su respiración se estaba agitando al tenerlo tan cerca de sus labios.
-Pues fue un baile impresionante, parecías un encantador de serpientes, si hubieses ordenado algo todos lo habrían hecho sin rechistar.
Lizzy sonrió al igual que él y finalmente Zayn apoyó sus labios sobre los de ella. Apoyó una mano en la nuca de ella para atraparla contra su cuerpo ardiente mientras que la joven lo abrazó y separó sus labios para que él la invadiera con su lengua.
Fue un beso dulce, lento y suave. No había prisa, él quería saborear su boca como si fuese un dulce tentador. Luego atrapó su labio inferior con los dientes y ella gimió.
Después de unos segundos, se separó y ella abrió los ojos para mirarlo. Zayn sonrió. Los labios de la joven estaban levemente hinchados y eso le encantó.
-Te deseo, Lizzy. Me estás volviendo loco…
-No dejo de pensar en ti…- dijo ella acabando aquel verso de la canción de él que se le había quedado grabado.
Él la miró sorprendido mientras ella sonreía.
-¿Leíste mi canción?
-Sí, fui a buscarte a tu habitación pero no estabas, entonces vi la hoja y leí la canción. Era realmente preciosa- dijo ella.
Zayn apoyó su frente en la de la castaña mientras sus brazos la atrapaban junto a él.
-Esta vez no pienso dejarte escapar como la última vez… eres mía…
La joven sonrió y se acercó tanto que sus labios estaban separados por escasos milímetros.
-Seré tuya…
Entonces, ella lo besó con una dulzura inimaginable.
Casi sin darse cuenta, ambos retrocedieron hasta que la espalda de ella quedó pegada al espejo mientras se besaban apasionadamente. Las manos de él bajaron desde el cuello hasta hombros y brazos con una delicadeza que a ella le producía unos placenteros escalofríos.
Zayn posó sus manos en la cintura de la joven donde descansaba la parte baja de la blusa y comenzó a subirla lentamente pero ella lo detuvo con manos temblorosas. Él se apartó un poco y ambos se miraron a los ojos. Las mejillas de Lizzy eran del color del granate.
-¿Sucede algo?- preguntó él jadeante.
Ella apartó la mirada mordiéndose el labio inferior para luego contestar.
-Nunca… he hecho esto…
-¿Sería tu primera vez? -Ella asintió levemente.
Zayn la obligó a mirarlo y le besó suavemente en los labios.
-Lo siento- logró decir ella en un susurro.
-No tienes por qué sentirlo…- le dijo él. -Si no quieres hacerlo...
-Quiero. -susurró ella.
La tomó de la mano y la sacó de allí. Cerró la puerta con la llave que ella tenía y la llevó hasta la habitación de la chica.
-¿Por qué estamos en mi habitación?
-Bueno, si esta va a ser tu primera vez, tendrá que ser perfecta…
Ella lo miró sorprendida ya que pensó que huiría al saber que era su primera vez pero se equivocó.
Él la atrajo hacia sí y volvió a besarla apasionadamente mientras la llevaba hasta la cama. Allí, Lizzy se tendió con él encima sin separar sus labios más que lo suficiente para poder respirar.
Zayn atrapó el borde de su blusa y la subió lentamente mientras que las yemas de los dedos surcaban su delicado vientre haciendo que este se tensara de deseo aún así, ella, movida por el instinto, se dejó quitar la blusa quedándose en sujetador.
Él se apartó para mirarla y ella, muerta de vergüenza, se cubrió con los brazos. El chico sonrió y con delicadeza le apartó los brazos.
-No tengas vergüenza- le susurró con una voz ronca por el deseo.
Luego volvió a besarla poseyéndola. La joven sintió un bulto sobre su vientre y abrió los ojos sorprendida lo que a él le sacó una sonrisa. La elevó un poco y con manos expertas desabrochó el sujetador para liberar los senos de la joven. Volvió a recostarla y sus manos ascendieron desde la cintura hasta la parte inferior de los pechos de esta que comenzaron a sensibilizarse como ella nunca imaginó que pasaría.
La boca de Zayn pasó de los labios a la mandíbula que mordió suavemente, luego pasó al cuello y lentamente fue bajando hasta atrapar unos de sus pezones con la boca para torturarlo delicadamente y que ella gimiera de placer debajo de él.
Así sucedió. lIZZY ardía febrilmente al notar aquella deliciosa invasión que el chico hacía a su cuerpo. Ella no sabía muy qué hacer y cuando él tomó posesión de sus sensibles pezones, sólo pudo abrazarse a él para no caer en un abismo oscuro de placer.
El chico, deseoso de más, bajó sus labios para jugar con el pequeño orificio del ombligo mientras le bajaba los pantalones con la ropa interior dejándola completamente desnuda ante él, sin ningún tipo de prenda que ocultara aquel hermoso y delicado cuerpo.
Sus manos acariciaron los muslos de la joven hasta llegar al interior de estos donde a ella se le concentraba un inmenso calor mezclado con una humedad que no sabía explicar. Entonces, una de las manos del chico tocó aquel calor y ella saltó, sorprendida.
-No te asustes…
Zayn exploró con su mano aquel recoveco tan escondido entre los muslos de la joven mientras ella gemía de placer y se le tensaba el vientre como si recibiese una pequeña descarga eléctrica cada vez que tocaban aquella zona tan sensible de su cuerpo.
Ella quería tocarlo, quería sentir su piel pero no se atrevía a hacer nada ya que su cuerpo estaba respondiendo de una forma poco usual en ella a cada caricia que él le proporcionaba. Todo eso era nuevo para ella y se sentía perdida.
-Quiero tocarte…- confesó ella tímidamente jadeando de placer.
-Soy todo tuyo, princesa…- le dijo él y abandonó aquel pequeño punto de placer de la joven, la cual protestó.
Tomó las manos de ella y las dirigió directamente hasta la camiseta para que se la quitara. Ella procedió a hacerlo con manos temblorosas y una vez se la quitó, tocó cada uno de los rincones del torso del chico.
Zayn volvió a tomar posesión de su boca dando delicados besos en las comisuras de sus labios, ella bajó las manos hasta la cinturilla de los vaqueros de él y comenzó a desabrocharlos, animada por él a que lo hiciera. El chico la ayudó y ambos se quedaron completamente desnudos frente al otro.
Elizabeth no pudo evitar bajar la mirada y al ver el miembro erecto del chico, se sonrojó. Pero tuvo poco tiempo para recuperarse de aquella visión porque Zayn comenzó a jugar con su feminidad haciéndola gemir de placer.
-Me vas a matar…- susurró ella entre jadeos.
-Sí pero de placer…
La mano del chico se movió más rápido. Los jadeos de la joven se intensificaron hasta que no pudo más y estalló gritando el nombre del chico.
Extasiada, se quedó tendida en la cama recuperando el control de su cuerpo que aún estaba vibrando por aquellas caricias. Zayn la miró y la besó con delicadeza en los labios volviendo a acariciarla. Si no se introducía en ella, de un momento a otro reventaría.
-Te necesito, Liz… necesito estar dentro de ti ahora mismo, pero quiero ir despacio… no quiero hacerte más daño del necesario…
Ella sonrió levemente.
-Lo sé… sé que no me harías daño…
Las manos del joven se movieron por el cuerpo de ella despertándolo para llevarla de nuevo al placer y ella no dudó en responder a sus caricias de un modo seductor a la vez que inocente que lo provocaban más y más.
La zona entre los muslos de ella estaba ardiendo y muy húmeda por lo que Zayn se colocó entre sus se introdujo lentamente. Ella no pudo evitar tensarse ante la evidente embestida que iba a sufrir y se aferró a las sábanas con los puños cerrados al igual que sus ojos. El joven tomó las manos de ella y las aflojó, luego la besó con dulzura.
-No te preocupes… relájate- le susurró él al oído. Ella inspiró hondo y con los ojos cerrados asintió- mírame… -Al principio se resistió un poco pero luego fue abriendo los ojos hasta que se encontró con la oscura mirada de Zayn, velada por el deseo de poseerla.
El moreno comenzó a entrar en aquella abertura muy lentamente hasta que consiguió romper con la virginidad de la joven. Ella se arqueó y gritó con una mezcla de dolor y placer. Él permaneció dentro de ella unos momentos para darle tiempo a recuperarse y cuando vio que más o menos se recomponía, salió completamente para luego volver a entrar en la calidez de su cuerpo que lo recibía.
Lizzy lo miró y tanta ternura en su mirada conmovió al chico por lo que tomó sus labios a medida que acometía contra el cuerpo de ella lentamente. Pero poco a poco estas acometidas fueron aumentando de velocidad mezclándose con los jadeos de ambos hasta que finalmente, llegaron a la cima más alta para luego caer en picado en un delicioso orgasmo llamándose el uno al otro.
Él se apartó y se tendió al lado de ella respirando con dificultad al igual que ella. Ambos estaban exhaustos y sudorosos.
Zayn viró la cara hacia ella y vio algunas lágrimas que él limpió con dulzura.
-Te he hecho daño ¿verdad?
Ella lo miró y sonrió levemente.
-Lo justo…
-Lo siento…
-No, no lo sientas, ha sido maravilloso… hermoso…
Él la atrajo hacia sí y la retuvo entre sus brazos.
-Me alegro de que te gustara… -Ella se acurrucó contra el cuerpo de él y tras unos momentos de silencio preguntó:
-Esto que acaba de suceder, ¿cómo nos deja? Quiero decir, ¿qué seremos desde este momento?
-Para mí serás mi princesa, yo para ti, no lo sé…
Lizzy posó su mano en la mejilla de él y lo acarició con delicadeza mientras sonreía.
-¿Qué te gustaría ser para mí?
-Pues casi tanto como tú eres para mí…
-He de confesar que tenía miedo de lo que estaba sintiendo por ti… cuando me besaste por primera vez no pude evitar compararte con mi ex pero ahora me he dado cuenta de que él es parte de mi pasado y tú eres mi presente. De todas formas, estoy segura de que me has comparado con otras chicas cuando me besaste.
-Probablemente lo hiciera pero para mí, el beso que nos dimos aquel día fue muy especial e imposible de olvidar.
-¿De verdad? Yo tampoco podía olvidarlo pero también pensaba en mi ex porque estaba muy confundida, no sabía qué me estaba pasando realmente. Creo que no sentía lo mismo estando con Eddie que estando contigo…- dijo y no pudo evitar bostezar, estaba exhausta y no le vendría mal un poco de descanso.
Zayn le acarició el brazo con dulzura y le susurró:
-Descansa, debes estar cansadísima, la primera vez es la más dolorosa y probablemente la que más canse…
Ella asintió y cerró los ojos. A los pocos minutos se quedó profundamente dormida. Él la miró y se sintió complacido. Las dos medias lunas oscuras que formaban sus pestañas descansaban sobre unas mejillas aún sonrojadas por el increíble acto de amor que acababa de vivir. Su perfil clásico lo volvía loco.
Finalmente, él también se quedó profundamente dormido con una sonrisa en su semblante.

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