Escobillas de vater que sirven como arma [One Direction]

Nombre:Escobillas de vater que sirven como arma.
Autor: Carlota Malik.
Género: Comedia.
Advertencias: Es corto.
Otras páginas: No.



Escobillas de vater que sirven como arma

Las vacaciones de verano traen consigo muchas cosas, entre ellas tenemos a esos mosquitos del tamaño de elefantes y algunas semanas libres, incluso si hablamos de personajes famosos. Así mismo, tener tiempo libre arrastra consigo horas de mortal aburrimiento. Especialmente si eres famoso y para salir a la calle tienes que ir con un gorila de seguridad que te persigue a cada paso.
Según Harry, eso no es nada divertido. No puede librarse de la seguridad sin correr el riesgo de ser perseguido más tarde por una estampida de fans por las calles de Londres, y eso es todavía menos divertido. Así que, en su defensa, Harry puede alegar que… bueno, que estaba aburrido y que Niall y Zayn deberían haber sido conscientes de ello.
Todo empezó, obviamente, con esa frase. Un ‘estoy aburrido’ que sonaba a ‘como siga así me convertiré en un hongo y acabaré fundido con el sofá’ que se hizo eco también en la voz de Louis. Mala combinación. Intercambiaron sonrisas cómplices que, desde lejos, se podía ver la travesura que escondían. No hizo falta mucho más para que ambos se pusieran en marcha.
Un misterioso y escueto mensaje en el móvil fue lo único que hizo falta para atraer a sus dos amigos a la casa que compartían. Algo sobre una fan psicótica dentro de casa, un cuchillo de carnicero, ladrona de calzoncillos y John Lennon muriendo a manos de un fan, todo ello escrito de manera apurada y con innumerables faltas. Zayn y Niall ya se olían que aquello era una broma, uno de tantos mensajes absurdos que se enviaban al día, pero aun así, viendo el aburrimiento que presentaban sus amigos, se presentaron ambos en su casa. Niall comiendo una bolsa de patatas que se había negado a compartir, cabe destacar.
La puerta entre abierta, la televisión emitiendo una y otra vez el video de The Ring, aquella película de terror, y totalmente vacía. Zayn rodó los ojos ante el teatro preparado y, en el momento que decidió darse la vuelta, tras a ver mirado la tele con el ceño fruncido, su móvil comenzó a sonar estrepitosamente. Niall se sobresaltó y se atragantó con el puñado de patatas que había empezado a engullir. No por miedo, si no por la risa que le causó aquel tono del teléfono. ‘I´m a barbie girl, in a barbie world…’ y la carcajada resonó por todo el salón.
—¿Has sido tú, no? —murmuró Zayn, refiriéndose al cambio en su tono de llamada.
—La idea era que sonase delante de otra gente… —repuso el rubio, mientras se alejaba un poco para evitar la colleja que Zayn pretendía darle. Tras descolgar aquella llamada de número oculto, el móvil se quedó sin batería y aquella voz ronca, de ultratumba, no pudo continuar advirtiendo de que ‘les veía’ y les ‘haría cosas malas’.
Un par de horas después, Liam los encontró agazapados en la bañera, tras la cortina, y armados con un secador de pelo y una escobilla del váter. Cómo habían acabado así era un misterio para Liam, pero las risas de Harry y Louis eran tan altas que Niall estaba seguro de que había señoras sordas en Irlanda que podían oírles reír.
—Zayn —llamó, soltando el secador e ignorando la mirada confusa de Liam, el único que parecía mantener la compostura.
—¿Sí, Niall? —preguntó el moreno, sabiendo por dónde iban los tiros.
—Ve a por la maquinilla de afeitar y la plancha del pelo, tenemos que cobrar una venganza.
Y las risas se cortaron abruptamente, siendo sustituidas por una carrera épica por toda la casa y un apurado Liam intentando sujetar las cosas que tiraban a su paso.