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The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
o-o Bebe, no :c Chica nooooooooooo! :s :s O bueno continuala chao.
Strength.
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
VOLVII!
No te pude comentar porque mi tablet no me deja :( pero por dentro decia: "Siguelasiguelasiguelasiguelasiguela..."
La sigo ADORANDO y sigo NECESITANDO que la sigas!
No quiero que terminee! =(:(
Besotes Argentinos linda
No te pude comentar porque mi tablet no me deja :( pero por dentro decia: "Siguelasiguelasiguelasiguelasiguela..."
La sigo ADORANDO y sigo NECESITANDO que la sigas!
No quiero que terminee! =(:(
Besotes Argentinos linda
Sofii
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
LO SABIA! jajajaj sabía que estaba embarazada! xDDD
Espero que le den una buena paliza! y que llamen de una vez a la policia! ¬¬ Muerte con el!
Sigueee! :))
Espero que le den una buena paliza! y que llamen de una vez a la policia! ¬¬ Muerte con el!
Sigueee! :))
LuceHamilton
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
Holaa:)Nueva lectora, amo tu novela!!Sigue porfa ;)
PD:Me empecé a leer tu novela y me hice cuenta solo para decierte lo genial qu es :P
PD:Me empecé a leer tu novela y me hice cuenta solo para decierte lo genial qu es :P
Maite Payne
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
jflkajfldkjflaksdfjalkjflakfjdalkjsfdjñlaksjdflakñjdf BABE!!!!!!!!!!! FJLKAJDFLKAJFLKAJDFLAÑJFLAK Que genial *w*
flñkjadflkajflkasjds dj que hijo de ******* como se le ocurre????????? Espero Niall & Liam no hagan nada grave porque si no morire :/
3 caps???? Really? djflñkadflkajdlk es tan :''( la nove es perfecta como para que termine :#
Bueno lo único que te pedire es que la sigas :)
flñkjadflkajflkasjds dj que hijo de ******* como se le ocurre????????? Espero Niall & Liam no hagan nada grave porque si no morire :/
3 caps???? Really? djflñkadflkajdlk es tan :''( la nove es perfecta como para que termine :#
Bueno lo único que te pedire es que la sigas :)
Mrs.JonasPotatoe
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
Gracias chicas por todos los comentarios!! Son unos amores!!
En un ratito ya les dejo cap..capaz que les deje dos si quieren, ayer había dicho que iba a subir otro y no pude...
Bienvenida Maite Payne!!! Que lindo que te haya gustado y te hayas hecho una cuenta para camentar!!! :) Gracias!!
Bueno como ya dije en un ratito tienen cap!
Besotes gigantes a todas!!! ;)
En un ratito ya les dejo cap..capaz que les deje dos si quieren, ayer había dicho que iba a subir otro y no pude...
Bienvenida Maite Payne!!! Que lindo que te haya gustado y te hayas hecho una cuenta para camentar!!! :) Gracias!!
Bueno como ya dije en un ratito tienen cap!
Besotes gigantes a todas!!! ;)
AlenaRose
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
Capitulito chiquis! Algo largoo.. :P
Mierda, esto era malo. La primera cosa que disparó a través de mi cerebro era que necesitaba mantener a Niall bajo control. Claro, yo quería matar a ese imbécil tanto como él, pero en serio necesitábamos tener cuidado. Si, literalmente, le saltábamos encima tan pronto como entrara, nos seríamos responsables, y le había prometido a su mamá que no le permitiría hacer eso. No dejaría que Niall fuera a la cárcel por ese idiota, Ángel necesitaba de su hermano mayor, sobre todo ahora con el bebé en camino. La segunda cosa que surgió en mi mente era que necesitaba sacar a mi chica y mi bebé como el infierno fuera de aquí, ahora.
—Ángel, vamos, te llevaré a la mí a casa —declaré, agarrando su mano y tirando de ella lejos de Niall.
Ella arrancó su mano de la mía y me miró.
— ¡No voy a ninguna parte! No voy a dejarlos hacer esto, a ninguno de los dos. Ustedes no pueden darle una paliza, se meterán en problemas. ¡Estás siendo tan jodidamente estúpido! —gritó. Las lágrimas rodaban por su rostro mientras hablaba.
—Ángel, tiene que salir, ahora —ordené. No se iba a quedar aquí, cerca de ese hombre, de ninguna forma, porque si él la miraba de manera equivocada no sería capaz de contenerme, y mucho menos mantener a Niall bajo control.
Sacudió la cabeza con fuerza. Siempre había sido terca, por lo general me encantaba eso de ella —pero no en estos momentos, no lo hacía. Bueno, si lo quiere así, entonces al diablo. La tomé, envolviéndola en mis brazos, levantándola en estilo nupcial.
— ¡Liam, no te atrevas! —gritó, su rostro poniéndose rojo de ira mientras luchaba por bajarse. Negué con la cabeza, lidiaría con su enojo después, no estaría enfadada conmigo por mucho tiempo y una noche con la ley del hielo valdría totalmente la pena, solo si sabía que ella estaba completamente a salvo. Comenzó a sollozar y envolver sus brazos alrededor de mi cuello, mientras la cargaba fuera de la casa. ¡Maldita sea, me estaba matando! Odiaba verla llorar.
Le di un beso al lado de su cabeza.
—Shh, todo va a estar bien, te lo prometo. Sólo te necesito a salvo para poder concentrarme en mantener tranquilo a Niall, ¿de acuerdo? —dije honestamente.
Llegamos a mi casa y abrí la puerta rápidamente, en dirección al sofá. Me senté y la mantuve en mi regazo, meciéndola suavemente.
—Por favor, no te metas en problemas, Liam, por favor —suplicó, abrazándome con más fuerza.
—No lo haré. Necesito ir al lado ahora. Tú te quedas aquí, no vengas hasta que venga a buscarte. ¿Me entiendes? ¿Puedes hacer eso por mí? —pregunté con desesperación.
Ella suspiró y se alejó sin mirarme.
—Sólo ve entonces —espetó enfadada, alejándose de mi regazo para sentarse en el sofá. Esto realmente no le gustaba en lo absoluto.
Gruñí, odiando su expresión de enojo.
—Te amo, Ángel. Sólo los necesito a ti y a nuestro bebé seguro —expliqué mientras besaba su mejilla, frotando mi mano sobre su vientre plano. Luché contra la urgencia de sonreír pensando en mi bebé creciendo dentro de ella, ese pequeño bebé afortunado que conseguía estar más cerca de ella que nadie por los próximos ocho meses. Asintió y cerró los ojos, lágrimas silenciosas estaban aún cayendo por su rostro.
Me puse de pie y me volví para irme.
— ¿Liam? —llamó justo cuando llegué a la puerta. Me di la vuelta, con la esperanza de una sonrisa—. Te amo demasiado. Si te envían a la cárcel por asesinato entonces esperaré por ti —afirmó sin ninguna emoción en su voz en absoluto. No era una broma, realmente pensaba que iba a ir a la cárcel.
No le respondí, sólo me fui. No había respuesta para eso. Estaba seriamente enfadada conmigo y tendría mucho que hacer después de esto. Nunca había hecho nada que ella no quisiera antes y que odiaba hacerlo ahora.
Corrí de nuevo hacia mi amigo. Él se paseaba en la sala, luciendo mortalmente enojado.
—Niall, tienes que escucharme —dije, agarrando su hombro y haciéndolo enfrentarme.
—Lo sé, lo sé. No puedo hacer nada a menos que él comience, nada. Sólo quiero hablar con él y decirle que se largue de nuestras vidas, pero si se acerca a mí, juro... —Apretó los dientes. No le hacía falta terminar la frase, ya sabía lo que haría y no sería indoloro tampoco.
Después de unos diez minutos un coche se detuvo en frente. Agarré el brazo de Niall cuando se levantó del sofá.
—Tranquilízate de una maldita vez, Niall. ¿Entiendes? —ordené. Él asintió y me dirigí a la puerta. La abrí y el imbécil se quedó mirándome furiosamente. Mis manos estaban ansiosas de estrangularlo. No lo había visto desde que lo echamos por la puerta seguido de todas sus cosas, hace tres años, pero lucía exactamente igual al que recordaba.
—Liam Payne, has crecido un poco, ¿eh? —afirmó, mientras me examinaba.
—Stephen Horan, ¿dejaste de abusar sexualmente a las muchachas? —respondí, mi mano apretando la manija de la puerta con tanta fuerza que mis dedos estaban doliendo.
Él me miró y se abrió paso en la casa.
— ¿Dónde diablos están Niall y Amber? —preguntó con enojo.
—Estoy aquí. Y Amber está fuera —dijo Niall con calma. Tal vez tranquilo, después de todo. iba a estar
— ¡Tú, pequeña mierda! ¡Siempre fuiste un maldito problema! ¿Dónde mierda están mi esposa e hijo? Y me voy a llevar a Amber también —gritó Stephen dirigiéndose hacia el pasillo en la parte trasera. Podía sentir mi ira en aumento cada vez que decía el nombre de mi ángel. Me tomó un par de respiraciones profundas, necesitaba ser el fuerte. Niall se echó a reír.
—Sí, está bien —dijo con sarcasmo. Creo que estaba tratando de incitar a su padre a empezar algo. Creo que estaba pensando en dejarle conseguir un par de golpes al principio para que pueda decir que fue en defensa propia.
— ¿Dónde están? —Stephen prácticamente gritó. Siempre tuvo muy mal carácter.
—Te estoy diciendo, viejo, que si alguna vez te acercas a mi hermana una vez más, te voy a matar —gruñó Niall—. ¿Me entiendes? Tienes que salir de la ciudad ahora. No hay nada aquí para ti ahora. Ruby no te quiere tampoco, nadie te quiere —le espetó.
Sonrió ligeramente mientras Stephen se acercó a él con los puños apretados.
— ¡Esto es todo por tu maldita culpa! Tú y Amber tenían que abrir sus sucias bocas y decirle a Harry lo que pasó. Has arruinado todo para mí, todo, pedazo de mierda. Debería haber empujado a tu jodida madre por las escaleras o algo así, cuando me dijo que estaba embarazada de ti —gritó Stephen con rabia.
¡Maldita sea, era un imbécil!
Niall agarró y lo arrojó contra la pared, golpeándolo hasta dejarlo sin respirar.
¡Mierda! Agarré a Niall justo cuando estaba a punto de darle un puñetazo y lo aparté.
— ¡Así no! Niall, no así —le grité, tratando de detenerlo.
— ¡Déjame ir! Voy a matarlo maldita sea. Liam, ¡déjame ir! —gritó, tratando de deshacerse de mí.
— ¡Niall, cálmate! —escuché decir a Amber.
Mi sangre se congeló al sonido de su voz. ¿Qué demonios estaba haciendo allí?
Todos nos volvimos para verla de pie en la puerta. Solté a Niall rápidamente y fui hacia ella, pero ese idiota estaba entre ella y yo. Agarró su muñeca. Ella se estremeció y trató de sacar su brazo fuera de su control.
— ¡Tú! ¡Tú maldita arruinaste todo! —le gritó.
— ¡Déjala ir, ahora! —gruñí a través de mis dientes apretados, apenas capaz de contener mi ira. Podía oír latir mi corazón tamborileando en mis oídos, estaba tan enojado que me temblaban las manos. Iba a matarlo en tres segundos si no la dejaba ir.
Se volvió para mirarme, el odio clara en su rostro.
— ¡Vete a la mierda! Es mi hija —gritó, tirando de ella bruscamente cerca de él. Ella se volvió y trató de alejarlo. Su rostro se endureció. Me lancé hacia adelante al mismo tiempo, la abofeteó con fuerza en la cara.
Agarré su camisa y le di un puñetazo de lleno en la cara, disfrutando del satisfactorio "crack" que hizo su nariz mientras mi puño conectaba con ella. Retiré mi brazo y lo golpeé una y otra vez, ignorando el dolor que cada golpe causaba en mi mano. Después del cuarto o quinto golpe su cuerpo estaba cojeando un poco así que lo empujé contra la pared, así no tenía que sostenerlo, y le di un puñetazo otra vez. Puse todo mi odio en él, toda la ira, el dolor y la impotencia que alguna vez había sentido cuando veía a mi chica llorar hasta dormirse. Nunca dejaría a este hombre lastimarla de nuevo. Se dejó caer al suelo, envolviendo sus brazos alrededor de su cabeza, pero no me detuve, no podía parar. Así que empecé a darle patadas en su lugar.
De repente, Niall me agarró por detrás y me palmeó mi cara por primera vez en la pared. ¿Qué diablos estaba haciendo?
— ¡No! ¡Todavía no he terminado! ¡Aléjate de mí Niall! —le grité, tratando desesperadamente de quitármelo para poder matar al hombre que hizo de la vida de mi Ángel una desgracia. Me aparté de la pared tratando de liberarme.
—Amber está herida, Liam —dijo Niall, empujándome contra la pared otra vez, su brazo a través de la parte trasera de mi cuello.
— ¡Sólo aléjate de mí. Déjame terminar! —grité, todavía luchando en contra de su abrazo.
— ¡LIAM, AMBER ESTÁ HERIDA! —gritó esta vez.
Espera, ¿qué dijo? ¿Amber? Oh, Dios mío.
— ¿Qué? ¿Dónde? ¿Dónde está? —pregunté con desesperación. No la vi salir lastimada, él la abofeteó y se cayó y todo lo que pude ver fue a él. ¡Mierda!
Me soltó y me volví para buscarla, yaciendo de costado, hecha un ovillo, con los ojos cerrados, la mandíbula apretada, todo su rostro era la viva imagen del dolor.
Me sentí mal mientras corría a su lado, inclinándome sobre ella con rapidez.
— ¿Ángel? —susurré, agachándome y acariciando su mejilla de color rojo donde él
la había abofeteado.
Gimió y trató de moverse, haciendo un estrangulado jadeo.
—Me duele, Liam. Por favor, me duele mucho —exclamó, mirándome desesperadamente. Parecía aterrorizada, se veía tan asustada que sentí como si mi corazón dejara de latir al verla.
— ¿Qué te duele, Ángel? —pregunté, tratando de aliviarla mientras me inclinaba y besaba su mejilla dolorida. Necesitaba conseguir un poco de hielo o algo así, entonces estaría bien, tendría un moretón por una semana aproximadamente, pero estaría bien.
—Mi estómago —dijo con voz ronca, sollozando, volviendo el rostro hacia el suelo, llorando histéricamente.
¿Su estómago duele? Miré hacia abajo a su estómago, lo estaba acunando protectoramente. Podía ver la sangre filtrándose a lo largo de la pierna de sus pantalones vaqueros. Mi corazón se detuvo, no podía respirar. Todo lo que podía ver era la sangre, lo único que podía oír era su llanto y quejidos.
Oí el coche estacionar, así que di un salto y corrí hacia la ventana. Me estremecí cuando lo vi salir del coche y caminar furioso hacia la casa. Me sentí enferma. No podía dejarlos hacer esto, se iban a meter en tantos problemas. No podría soportar perder a ninguno de ellos.
No quería que Niall se metiera en problemas, pero en serio me mataría si Liam estaba en problemas por esto.
Mordí mi labio, pensando. Tal vez podría ir y ser otro testigo, entonces de esa manera cuando él empiece algo primero podría decir que fue en defensa propia también. Otro testigo ayudaría sin duda a su caso. Oh, mierda, ¡Liam me va a matar por esto! Salí corriendo de su casa hacia la mía. Podía oír gritos provenientes de adentro y me detuve, sentí el temor familiar que siempre sentía cuando era una niña. No podía moverme del lugar, era como si estuviera congelada. Podía oír su voz, gritando, y me helaba la sangre —pero esos eran Niall y Liam allí, siempre estaban cuidando de mí, siempre. Podía hacer esto por ellos, todo lo que tenía que hacer era presenciar como él lanzaba el primer golpe.
Me acerqué a la puerta, no estaba cerrada, sólo la empujé.
— ¡Esto es todo por tu maldita culpa! Tú y Amber tenían que abrir sus sucias bocas y decirle a Harry lo que pasó. Has arruinado todo para mí, todo, pedazo de mierda. Debería haber empujado a tu jodida madre por las escaleras o algo así, cuando me dijo que estaba embarazada de ti —gritó mi padre enojado.
Gemí a causa de las horribles palabras que acababa de decirle a mi hermano. Mi padre siempre fue desagradable pieza, pero eso fue bajo, incluso para él.
Escuché una explosión y un gemido, así que abrí la puerta, para ver a Liam sosteniendo a Niall, tratando desesperadamente de mantenerlo lejos de mi padre, que estaba parado contra la pared, mirándolos con rabia.
— ¡Así no! Niall, ¡así no! —gritó Liam, a Niall mientras lo sujetaba en sus brazos.
Mi hermano no estaba calmándose. Su rostro estaba rojo de ira, lo único que podía detenerlo cuando estaba así, era yo. Odiaba verme alterada ni algo, era tan sobreprotector.
— ¡Niall, cálmate! —supliqué desesperadamente.
Él dejó de moverse, Liam lo apartó y me miró sorprendido y un poco asustado. Se movió hacia mí y vi a mi padre, moverse al mismo tiempo, estaba mucho más cerca de mí que Liam, y estaba bloqueando su camino. Ni siquiera tuve tiempo de alejarme antes de que agarrara mi muñeca, apretándola fuerte, su cara enojada y roja. Me estremecí mientras me apretaba más fuerte haciendo al dolor disparar por mi brazo. Intenté sacar mi brazo con rapidez, pero él no lo soltaba.
— ¡Tú! ¡Tú maldita arruinaste todo! —me gritó, hundiendo sus uñas en mi piel. No podía respirar.
— ¡Déjala ir, ahora! —ordenó Liam, luciendo tan enojado que realmente me asustó.
Mi padre se volvió hacia él, aun sujetándome con fuerza.
— ¡Vete a la mierda! Es mi hija —le espetó él, tirando de mi brazo, haciéndome perder mi equilibrio y tropezar más cerca suyo. Podía oler el alcohol en su aliento, haciéndome sentir enferma. Giré y tiré de mi brazo, tratando de liberarme. Todavía no me dejaba ir, así que puse mi mano sobre su pecho y lo empujé tan fuerte como pude. Él no se movió ni un centímetro. Vi su mano moverse y cerré los ojos sabiendo que me iba a golpear.
Su mano conectó con mi cara, haciéndome sentir como si mi cabeza hubiera explotado. Me caí hacia atrás y me estrellé en el aparador. Dolor como nunca había sentido en mi vida se disparó a través de mi estómago y mi espalda baja. Era como si alguien me hubiera apuñalado. Me aferré al aparador, tratando de mantenerme en pie mientras siseaba a través de mis dientes. Niall pasó por encima y me agarró tirando de mí hacia abajo sobre el piso, sentándonos abajo apoyándonos en el aparador.
—Mierda. Ambs, ¿estás bien? —preguntó con desesperación, acunando mi cabeza contra su pecho.
Envolví mis brazos alrededor de mi estómago, tratando de respirar a través del dolor.
—No —gruñí. ¡Oh, no, estaba perdiendo el bebé!— ¿Liam? ¿Dónde está Liam? — pregunté, abriendo los ojos y mirando alrededor por él, pero apenas podía ver nada, porque mis ojos estaban llenos de lágrimas. Podía oír ruido gruñidos y gemidos. Oh Dios, él no está... ¡Por favor, dime que no está haciendo eso! Parpadeé y miré para ver a Liam golpear a mi padre una y otra vez, su rostro era la viva imagen de la rabia. Él no iba a parar hasta que ya no respiraba. Esto era todo. Liam me iba a ser arrebatado, y yo estaba perdiendo su bebé. Sentí mi corazón rompiéndose en mil pedazos.
—Ve a detenerlo —susurré, apenas capaz de hablar.
—No. Deja que lo mate —gruñó Niall enojado.
Negué con la cabeza. ¡Oh, Dios mío, por favor!
—Niall, ¡ve a detenerlo! Por mí, ¿por favor? Lo necesito. Dile que estoy herida. Lo necesito —jadeé mientras una oleada de náuseas se apoderaba de mí, haciéndome vomitar—. ¿Liam? —grité desesperadamente, pero fue apenas un susurro. Niall se movió.
—Iré a buscarlo —dijo rápidamente mientras se ponía de pie de un salto. Rodé hasta ponerme de lado, llevando mis rodillas al pecho, sosteniendo mi estómago.
¡Oh por favor, no me dejes perder este bebé! Cerré los ojos con fuerza contra el dolor; un par de segundos después Liam acarició mi mejilla haciéndola arder de nueva.
— ¿Ángel? —susurró, sonando tan preocupado que me rompía el corazón una vez más. ¿Cómo podía decirle que estaba perdiendo el bebé? Él estaba tan feliz por eso, ¿cómo demonios iba a decir las palabras? Quería envolverlo con mis brazos y hacer que me abrazara y que hiciera que todo esto se fuera. Liam podía hacer que todo estuviera bien, él podía hacer que todo estuviera bien.
Me moví para levantarme pero una oleada fresca de dolor me golpeó, haciéndome jadear.
—Duele, Liam. Por favor, duele tanto —murmuré, levantando la Mirada hacia su perfecto rostro. Él lucía tan preocupado por mí. Yo estaba perdiendo todo. ÉL iba a ir a la cárcel y yo estaría sola. ¿Cómo iba a vivir sin él?
— ¿Qué duele, Ángel? —preguntó, mientras inclinaba su cabeza y besaba mi mejilla.
—Mi estómago. —No pude mirar su rostro cuando se dio cuenta que estaba perdiendo el bebé, no quise ver el dolor y la devastación allí. Volví me rostro hacia la alfombra y sollocé. Esto era completamente mi culpa. Debería haberme quedado en su casa como me dijo. Si estuviera allí ahora el bebé estaría a salvo, y Liam no estaría enfrentándose a la cárcel. Él sólo había golpeado a mi padre porque yo estaba allí, no lo hubiera hecho si yo sólo me hubiera quedado. ¿Por qué no podría haberme quedado allí como él me había dicho?
— ¡Niall! ¡Llama una ambulancia! —gritó Liam desesperadamente. Estaba acariciando la parte de atrás de mi cabeza suavemente—. Shh, todo está bien. Está bien, Ángel —me arrulló. Sentí su brazo envolverme, así que volví mi rostro hacia él. Estaba acostado junto a mí. ¿Cómo demonios todavía me estaba consolando?
Esto era todo mi culpa; ¿por qué no me gritaba?
—Lo lamento tanto —dije honestamente. Esto iba a arruinar todo; él no me querría ahora que había matado a nuestro bebé.
Él inclinó la cabeza y besó mi frente.
—Ángel, no tienes nada que lamentar —susurró, acercándose a mí. Su mano frotaba círculos en mi estómago, tan suavemente que apenas podía sentirlo.
—Esto es mi culpa —exclamé, sollozando una vez más. Él sacudió la cabeza ferozmente y se alejó de mí de un empujón. Sentí mi corazón romperse. Lo sabía; él me iba dejar ahora. Se puso de pie y fue hacia mi padre quien estaba intentando levantarse del suelo y comenzó a golpearlo de nuevo, gritando una retahíla de improperios.
Niall lo lanzó al piso.
— ¡Détente! ¡Ve con Amber, ahora! —ordenó, mirándolo con ira.
Liam asintió y corrió de vuelta hacia mí.
—Voy a levantarte, ¿de acuerdo? —dijo suavemente.
Sacudí la cabeza, no quería moverme.
—No. Por favor no —susurré. El dolor era tal que me sentía enferma. Él lucía como si también estuviera sufriendo mientras se movía sobre mí, apartando el cabello del mi rostro, besándome suavemente, murmurando palabras tranquilizadoras.
— ¿Dónde está la maldita ambulancia? —le gritó a Niall.
—En camino. ¿Qué le sucede? —preguntó mi hermano, arrodillándose junto a mí. Apreté la mano de Liam, sin querer verlos pelear por esto si Niall se asustaba por lo del bebé.
—Está embarazada, Niall —explicó Liam, besando mi mejilla.
— ¿E…embarazada? —tartamudeó. Liam asintió, mirándome con preocupación.
—Voy a hacerte pagar por esto, ¡pequeña mierda! —gritó mi padre desde la puerta. Niall y Liam ambos se movieron para levantarse pero yo tomé la mano de Liam, no quería estar sola de nuevo.
—Sal de aquí antes de que te mate yo mismo, y si ella pierde su bebé lo juro por Dios, estás muerto —gruñó Niall venenosamente.
—Niall, por favor —susurré, sin querer más problemas.
— ¿Bebé? ¿Está embarazada? La pequeña zorra —gruñó mi padre.
Liam estaba tan enojado que todo su rostro estaba rojo cuando se movió para levantarse una vez más. Justo en ese momento pude oír las sirenas aumentando haciéndose más intensas. El rostro de Liam voló al mío, sonrió débilmente.
—Está bien ahora, Ángel, la ayuda llegó. Todo va a estar bien —dijo suavemente.
Levanté la mirada para ver que mi padre se había ido; Niall estaba de pie en la puerta esperando la ambulancia.
Liam me estaba mirando, sus hermosos ojos azules apretados con preocupación.
Lo amaba tanto, ¿cómo me las voy a arreglar cuando él me deje y se vaya a la universidad, y todo lo que me quede sea lo que podría haber sido?
El paramédico se acercó con Niall.
— ¿Qué sucedió? —le preguntó a Liam.
—Está embarazada. Amber, ¿te golpeaste el estómago o algo? —preguntó Liam, sosteniéndome la mano con fuerza. Asentí, asustada de moverme en caso de que el dolor se pusiera peor, no podía soportar mucho más.
— ¿Cuán avanzado está el embarazo? —preguntó el paramédico.
—Cinco semanas —respondió Liam, mirándolo en forma suplicante.
—De acuerdo. Bueno, te llevaremos al hospital; te revisaré en la ambulancia. ¿Te duele en otro lugar, Amber? —preguntó el paramédico.
—Me duele la espalda, y las caderas. —Hice una mueca cuando me guió para que yaciera sobre la espalda.
Él asintió.
—Eso puede suceder a veces. Parece que podrías tener un aborto —dijo en tono de disculpas. Asentí mostrando mi acuerdo. Ya sabía eso, no había manera que no estuviera teniendo un aborto, esto era demasiado doloroso para ser otra cosa. Liam sostuvo mi mano todo el camino, sólo mirándome, sin hablar. Su rostro era la imagen del dolor. Él estaba sufriendo mucho; podía ver el dolor en sus rasgos mientras me miraba. No me iba a perdonar.
Cuando llegamos allí fui llevada en una camilla a un pequeño cubículo y un doctor vino casi inmediatamente.
—De acuerdo, Amber, voy a tener que mirar y ver si tu cérvix está abierto —explicó, poniéndose unos guantes.
Miré horrorizada a Liam, apretando su mano con más fuerza.
—Shh, todo está bien. Estoy aquí. Todo está bien —me calmó, frotando su mano libre suavemente contra mi rostro. Grité cuando el dolor me atravesó, hacienda que nuevas lágrimas cayeran mientras el doctor hacía su examen. Liam las besó suavemente, mirándome, con el corazón roto.
—Lo lamento, pero tu cérvix está abierto, estás teniendo un aborto. Necesitamos hacer un procedimiento para apresurar las cosas. Sólo tienes cinco semanas así que ésta es la manera las rápida y segura —dijo el doctor, arrojando lejos sus guantes manchados de sangre.
— ¿Qué procedimiento? —preguntó Liam.
—Se llama EPCR. En un proceso quirúrgico. Necesitará ser hecho bajo anestesia general y retirará todos los rastros del embarazo —explicó, mirándome con un poco de tristeza.
¿Proceso quirúrgico?
— ¿Eso es seguro? —preguntó Liam, apretando mi mano con más fuerza.
El doctor asintió.
—Es la forma más segura. Podríamos dejar que se expulsara solo durante la siguiente semana aproximadamente, pero eso podría tener un alto riesgo de infección. Es mejor para Amber si lo sacamos rápidamente.
Asentí. Quería que esto terminara; no quería estar sangrando abundantemente por una semana, especialmente si era así de doloroso todo el tiempo. Liam me miró, esperando porque yo tomara la decisión.
—De acuerdo —murmuré, cerrando los ojos.
—De acuerdo, bien, iré y me aseguraré de que haya un quirófano libre. Es un proceso muy rápido. Volverás aquí después —afirmó el doctor, asintiendo hacia
Liam mientras se iba rápidamente.
Sorbí por la nariz y me volví hacia Liam.
—Lo lamento tanto, Liam, esto es todo mi culpa.
Él jadeó, y sacudió la cabeza con fiereza.
— ¡Podrías dejar de decir eso! No es tu culpa, Ángel. Deja de culparte. Ese imbécil te hizo esto, no tú. —Si inclinó y me besó la frente con suavidad.
—No. No debería haber dejado tu casa. Me dijiste que me quedar allí. Debería haberte escuchado, y ahora he matado a nuestro bebé —sollocé, sintiendo mi corazón romperse una vez más.
Él salió cuidadosamente de la cama y me envolvió con sus brazos, intentando no moverme.
—Nada de esto es tu culpa; tú no mataste al bebé, Ángel. Es sólo una de esas cosas. Sabes que soy un firme creyente en que todo sucede por una razón; no se suponía que tuviéramos este bebé. No tienes la culpa. Si alguien tiene la culpa, ese soy yo, si no le hubiera dicho que saliera de encima de ti él podría no haberte golpeado —dijo quedamente. Sacudí la cabeza y sepulté mi rostro en su pecho, aferrándome a él con fuerza, esto no era su culpa, nada de esto era su culpa—. Te amo —susurró una y otra vez en mi oído, hasta que el doctor volvió y me llevó al quirófano.
Liam caminó junto a mi cama hasta que llegué al cuarto y no se le permitió entrar más. Me besó suavemente, los ojos brillantes con tristeza y dolor.
—Estaré aquí cuando despiertes. Te amo más que a nada —me prometió.
Sonreí ante sus palabras. Él todavía me aba, todavía me quería. Sólo esperaba que no estuviese diciendo esas cosas porque yo estaba disgustada o dolorida. Recé porque él realmente todavía me quisiera después de lo que había hecho.
Tan pronto como ella pasó esas puertas y estuvo fuera de mi vista, me hundí en el piso y puse la cabeza en mis manos. Todo mi cuerpo dolía. Ella tenía tanto dolor y no había nada que yo pudiera hacer. Habíamos perdido al bebé, y por alguna estúpida razón ella se culpaba porque ese idiota lo hiciera. Apreté mis manos en puños, presionándolos contra los ojos, intentando no pensar en él. Más pensaba en él, más quería salir de aquí y arrancarle la cabeza; pero no podía hacer eso.
Necesitaba estar aquí para mi chica cuando ella despertara. Ella no necesitaba nada más de que preocuparse ahora mismo.
Creía lo que le había dicho antes. Si se suponía que debíamos tener ese bebé, entonces así hubiera sido. Ella no lo hubiera perdido si así hubiera debido ser.
Siempre había creído que todo sucedía por una razón – pero eso no hacía que perder este bebé doliera menos. Un pequeño, perfecto bebé que había imaginado luciría justo como su mamá en todos los aspectos. Cerré los ojos y apoye la cabeza contra la pared, esperando que ella saliera. Apenas noté cuando Niall vino y se sentó junto a mí, pasando un brazo por mi hombro.
—Lo perdió —murmuré.
El brazo de Niall se apretó alrededor de mis hombros.
—Sí. Estará bien, Liam —me aseguró, apretando mi hombro.
Estaba sorprendido de que no me estuviera pateando por haber dejado embarazada a su hermanita, pero para ser honesto, no podía importarme menos. Él no podía causarme más dolor del que ya sentía, la única que podía lastimarme así era mi Ángel. Ella era la única que tenía el poder de matarme.
Después de alrededor de cuarenta minutos la sacaron de la cirugía, todavía dormida por la anestesia. Me puse de pie de un salto, mirándola.
— ¿Está bien? —pregunté desesperadamente, dando saltos alrededor de la cama mientras la empujaban por el corredor.
—Todo salió bien. Sacamos todo. Estará bien. Podría comenzar a despertarse de la anestesia en una hora. La mantendremos aquí durante la noche, y la dejaremos ir mañana en algún momento de la tarde. Tendrá que estar tranquila por unos días—confirmó el doctor. Asentí y la seguí hasta su cuarto, sentándome junto a su cama, sosteniendo su mano con fuerza. Niall y yo nos sentamos en silencio junto a la cama, no había nada que decir, nada que pudiera mejorar esto.
Después de alrededor de media hora, ella movió su mano en la mía. Di un salto mientras sus ojos aleteaban. Ésta era la segunda vez en tres días que había despertado así conmigo y le pedía a Dios que nunca fuera así de nuevo, porque ya no podía soportar más de esto.
—Hola, Ángel —murmuré, acariciando suavemente su rostro, lucía dolorida y ya estaban comenzando a formarse cardenales donde él la había golpeado.
Ella volvió la cabeza hacia mí pero no abrió los ojos.
—Te quedaste —exhaló, una pequeña sonrisa en la esquina de su boca. ¿Honestamente pensaba que la dejaría?
—Por supuesto que me quedé. —La besé suavemente. Ella lloriqueó y tomó débilmente el frente de mi camisa mientras me devolvía el beso.
—Te amo tanto, Liam —susurró.
—Sé que es así, pero yo te amo más —respondí. Nunca nadie había amado tanto a alguien como yo la amaba a ella.
Niall se aclaró la garganta para que me apartara, todavía sosteniendo su mano con fuerza. Él se inclinó sobre ella y la abrazó.
—Lamento que hayas perdido a tu bebé, Ambs —dijo, luciendo como si realmente lo sintiera.
Ella asintió y sonrió con tristeza.
—Sí, yo también —contestó ella, su voz rompiéndose mientras hablaba.
—Voy a ir a llamar a Ruby y a Harryy. También llamaré a tus padres, Liam —dijo Niall, besando su mejilla antes de desaparecer detrás de la cortina, dándonos algo de privacidad.
— ¿Te acostarías conmigo?
Asentí y me metí cuidadosamente a la cama con ella.
— ¿Te duele algo? —pregunté mientras suavemente pasaba un brazo sobre ella.
—No realmente. Estoy dolorida, pero no tanto como antes. —Hizo una mueca mientras se movía en la cama.
Cerré los ojos y sepulté el rostro en el costado de su cuello.
—Necesitas dejar de asustarme de esta manera. Realmente me vas a causar un ataque al corazón pronto —bromeé, intentando aligerar la situación.
Ella rió sin humor.
—Estoy tan cansada, Liam. —Volvió la cabeza, acariciando la mía con su nariz.
—Duerme, Ángel —la arrullé, subiendo las sábanas para mantenerla tibia.
Ella se durmió y se despertó varias veces por unas pocas horas. Le dieron más medicinas para el dolor, pero dijo que estaba bien. Después de un par de horas le permitieron salir de la cama para ir al baño mientras que fuera acompañada por dos enfermeras; lo cual ella no apreció en lo absoluto.
Una enfermera vino a las nueve, sonriéndome con tristeza.
—Lo siento, pero las horas de visita han terminado. Voy a tener que pedirte que te vayas —dijo en tono de disculpas mientras acomodaba a Amber en su cama.
— ¿En serio? ¿No puedo quedarte? No causaré problemas, ¿por favor? Dormiré en la silla, ni siquiera sabrá que estoy aquí —rogué, dándole la expresión que parecía funcionar tan bien con Amber.
Ella suspiró y puso los ojos en blanco.
—De acuerdo. Pero si alguien pregunta, te escabulliste aquí. ¿Entiendes? — preguntó, sonriendo y sacudiendo la cabeza.
Sonreí.
—Gracias. —Wow, ese rostro también funcionaba en otra gente.
Niall se despidió, prometiendo volver a primera hora de la mañana, y traernos a Amber y a mí una muda de ropa. Una vez que se hubo ido, ella se movió en la cama, haciendo una ligera mueca pero intentando no mostrarme que le dolía.
—Dormiré en la silla, Ángel —protesté, haciendo una mueca ante de la idea de darme vuelta y aplastarla o algo.
— ¿Por favor, Liam? —rogó.
Maldición, ¿por qué no podía decirle que no a esta chica? Suspiré y me saqué las zapatillas, metiéndome en la cama con ella. Ella se acurrucó contra mi pecho y lloró hasta quedarse dormida.
Desperté muy temprano en la mañana con alguien sacudiendo mi brazo. Levanté la mirada para ver a dos hombres de pie allí, ambos mirándome severamente. ¿Qué demonios? Oh maldición, ¡me voy a meter en problemas por dormir aquí!
— ¿Liam Payne? —preguntó uno de ellos.
Asentí y me senté en silencio.
—Sí —susurré, intentando no despertar a Amber. Demasiado tarde, se movió y dio un salto cuando vio a los dos hombres de pie allí.
—Liam Payne, estoy arrestándolo por sospecha de Daños Físicos Graves. No tiene que decir nada, pero cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra en una corte. Tiene derecho a un abogado. Si no puede pagarlo, uno le será facilitado — afirmó, mientras tomaba mi brazo.
¿DFG? ¿Ese imbécil está presentando cargos?
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Capitulo 21.
Liam.
Mierda, esto era malo. La primera cosa que disparó a través de mi cerebro era que necesitaba mantener a Niall bajo control. Claro, yo quería matar a ese imbécil tanto como él, pero en serio necesitábamos tener cuidado. Si, literalmente, le saltábamos encima tan pronto como entrara, nos seríamos responsables, y le había prometido a su mamá que no le permitiría hacer eso. No dejaría que Niall fuera a la cárcel por ese idiota, Ángel necesitaba de su hermano mayor, sobre todo ahora con el bebé en camino. La segunda cosa que surgió en mi mente era que necesitaba sacar a mi chica y mi bebé como el infierno fuera de aquí, ahora.
—Ángel, vamos, te llevaré a la mí a casa —declaré, agarrando su mano y tirando de ella lejos de Niall.
Ella arrancó su mano de la mía y me miró.
— ¡No voy a ninguna parte! No voy a dejarlos hacer esto, a ninguno de los dos. Ustedes no pueden darle una paliza, se meterán en problemas. ¡Estás siendo tan jodidamente estúpido! —gritó. Las lágrimas rodaban por su rostro mientras hablaba.
—Ángel, tiene que salir, ahora —ordené. No se iba a quedar aquí, cerca de ese hombre, de ninguna forma, porque si él la miraba de manera equivocada no sería capaz de contenerme, y mucho menos mantener a Niall bajo control.
Sacudió la cabeza con fuerza. Siempre había sido terca, por lo general me encantaba eso de ella —pero no en estos momentos, no lo hacía. Bueno, si lo quiere así, entonces al diablo. La tomé, envolviéndola en mis brazos, levantándola en estilo nupcial.
— ¡Liam, no te atrevas! —gritó, su rostro poniéndose rojo de ira mientras luchaba por bajarse. Negué con la cabeza, lidiaría con su enojo después, no estaría enfadada conmigo por mucho tiempo y una noche con la ley del hielo valdría totalmente la pena, solo si sabía que ella estaba completamente a salvo. Comenzó a sollozar y envolver sus brazos alrededor de mi cuello, mientras la cargaba fuera de la casa. ¡Maldita sea, me estaba matando! Odiaba verla llorar.
Le di un beso al lado de su cabeza.
—Shh, todo va a estar bien, te lo prometo. Sólo te necesito a salvo para poder concentrarme en mantener tranquilo a Niall, ¿de acuerdo? —dije honestamente.
Llegamos a mi casa y abrí la puerta rápidamente, en dirección al sofá. Me senté y la mantuve en mi regazo, meciéndola suavemente.
—Por favor, no te metas en problemas, Liam, por favor —suplicó, abrazándome con más fuerza.
—No lo haré. Necesito ir al lado ahora. Tú te quedas aquí, no vengas hasta que venga a buscarte. ¿Me entiendes? ¿Puedes hacer eso por mí? —pregunté con desesperación.
Ella suspiró y se alejó sin mirarme.
—Sólo ve entonces —espetó enfadada, alejándose de mi regazo para sentarse en el sofá. Esto realmente no le gustaba en lo absoluto.
Gruñí, odiando su expresión de enojo.
—Te amo, Ángel. Sólo los necesito a ti y a nuestro bebé seguro —expliqué mientras besaba su mejilla, frotando mi mano sobre su vientre plano. Luché contra la urgencia de sonreír pensando en mi bebé creciendo dentro de ella, ese pequeño bebé afortunado que conseguía estar más cerca de ella que nadie por los próximos ocho meses. Asintió y cerró los ojos, lágrimas silenciosas estaban aún cayendo por su rostro.
Me puse de pie y me volví para irme.
— ¿Liam? —llamó justo cuando llegué a la puerta. Me di la vuelta, con la esperanza de una sonrisa—. Te amo demasiado. Si te envían a la cárcel por asesinato entonces esperaré por ti —afirmó sin ninguna emoción en su voz en absoluto. No era una broma, realmente pensaba que iba a ir a la cárcel.
No le respondí, sólo me fui. No había respuesta para eso. Estaba seriamente enfadada conmigo y tendría mucho que hacer después de esto. Nunca había hecho nada que ella no quisiera antes y que odiaba hacerlo ahora.
Corrí de nuevo hacia mi amigo. Él se paseaba en la sala, luciendo mortalmente enojado.
—Niall, tienes que escucharme —dije, agarrando su hombro y haciéndolo enfrentarme.
—Lo sé, lo sé. No puedo hacer nada a menos que él comience, nada. Sólo quiero hablar con él y decirle que se largue de nuestras vidas, pero si se acerca a mí, juro... —Apretó los dientes. No le hacía falta terminar la frase, ya sabía lo que haría y no sería indoloro tampoco.
Después de unos diez minutos un coche se detuvo en frente. Agarré el brazo de Niall cuando se levantó del sofá.
—Tranquilízate de una maldita vez, Niall. ¿Entiendes? —ordené. Él asintió y me dirigí a la puerta. La abrí y el imbécil se quedó mirándome furiosamente. Mis manos estaban ansiosas de estrangularlo. No lo había visto desde que lo echamos por la puerta seguido de todas sus cosas, hace tres años, pero lucía exactamente igual al que recordaba.
—Liam Payne, has crecido un poco, ¿eh? —afirmó, mientras me examinaba.
—Stephen Horan, ¿dejaste de abusar sexualmente a las muchachas? —respondí, mi mano apretando la manija de la puerta con tanta fuerza que mis dedos estaban doliendo.
Él me miró y se abrió paso en la casa.
— ¿Dónde diablos están Niall y Amber? —preguntó con enojo.
—Estoy aquí. Y Amber está fuera —dijo Niall con calma. Tal vez tranquilo, después de todo. iba a estar
— ¡Tú, pequeña mierda! ¡Siempre fuiste un maldito problema! ¿Dónde mierda están mi esposa e hijo? Y me voy a llevar a Amber también —gritó Stephen dirigiéndose hacia el pasillo en la parte trasera. Podía sentir mi ira en aumento cada vez que decía el nombre de mi ángel. Me tomó un par de respiraciones profundas, necesitaba ser el fuerte. Niall se echó a reír.
—Sí, está bien —dijo con sarcasmo. Creo que estaba tratando de incitar a su padre a empezar algo. Creo que estaba pensando en dejarle conseguir un par de golpes al principio para que pueda decir que fue en defensa propia.
— ¿Dónde están? —Stephen prácticamente gritó. Siempre tuvo muy mal carácter.
—Te estoy diciendo, viejo, que si alguna vez te acercas a mi hermana una vez más, te voy a matar —gruñó Niall—. ¿Me entiendes? Tienes que salir de la ciudad ahora. No hay nada aquí para ti ahora. Ruby no te quiere tampoco, nadie te quiere —le espetó.
Sonrió ligeramente mientras Stephen se acercó a él con los puños apretados.
— ¡Esto es todo por tu maldita culpa! Tú y Amber tenían que abrir sus sucias bocas y decirle a Harry lo que pasó. Has arruinado todo para mí, todo, pedazo de mierda. Debería haber empujado a tu jodida madre por las escaleras o algo así, cuando me dijo que estaba embarazada de ti —gritó Stephen con rabia.
¡Maldita sea, era un imbécil!
Niall agarró y lo arrojó contra la pared, golpeándolo hasta dejarlo sin respirar.
¡Mierda! Agarré a Niall justo cuando estaba a punto de darle un puñetazo y lo aparté.
— ¡Así no! Niall, no así —le grité, tratando de detenerlo.
— ¡Déjame ir! Voy a matarlo maldita sea. Liam, ¡déjame ir! —gritó, tratando de deshacerse de mí.
— ¡Niall, cálmate! —escuché decir a Amber.
Mi sangre se congeló al sonido de su voz. ¿Qué demonios estaba haciendo allí?
Todos nos volvimos para verla de pie en la puerta. Solté a Niall rápidamente y fui hacia ella, pero ese idiota estaba entre ella y yo. Agarró su muñeca. Ella se estremeció y trató de sacar su brazo fuera de su control.
— ¡Tú! ¡Tú maldita arruinaste todo! —le gritó.
— ¡Déjala ir, ahora! —gruñí a través de mis dientes apretados, apenas capaz de contener mi ira. Podía oír latir mi corazón tamborileando en mis oídos, estaba tan enojado que me temblaban las manos. Iba a matarlo en tres segundos si no la dejaba ir.
Se volvió para mirarme, el odio clara en su rostro.
— ¡Vete a la mierda! Es mi hija —gritó, tirando de ella bruscamente cerca de él. Ella se volvió y trató de alejarlo. Su rostro se endureció. Me lancé hacia adelante al mismo tiempo, la abofeteó con fuerza en la cara.
Agarré su camisa y le di un puñetazo de lleno en la cara, disfrutando del satisfactorio "crack" que hizo su nariz mientras mi puño conectaba con ella. Retiré mi brazo y lo golpeé una y otra vez, ignorando el dolor que cada golpe causaba en mi mano. Después del cuarto o quinto golpe su cuerpo estaba cojeando un poco así que lo empujé contra la pared, así no tenía que sostenerlo, y le di un puñetazo otra vez. Puse todo mi odio en él, toda la ira, el dolor y la impotencia que alguna vez había sentido cuando veía a mi chica llorar hasta dormirse. Nunca dejaría a este hombre lastimarla de nuevo. Se dejó caer al suelo, envolviendo sus brazos alrededor de su cabeza, pero no me detuve, no podía parar. Así que empecé a darle patadas en su lugar.
De repente, Niall me agarró por detrás y me palmeó mi cara por primera vez en la pared. ¿Qué diablos estaba haciendo?
— ¡No! ¡Todavía no he terminado! ¡Aléjate de mí Niall! —le grité, tratando desesperadamente de quitármelo para poder matar al hombre que hizo de la vida de mi Ángel una desgracia. Me aparté de la pared tratando de liberarme.
—Amber está herida, Liam —dijo Niall, empujándome contra la pared otra vez, su brazo a través de la parte trasera de mi cuello.
— ¡Sólo aléjate de mí. Déjame terminar! —grité, todavía luchando en contra de su abrazo.
— ¡LIAM, AMBER ESTÁ HERIDA! —gritó esta vez.
Espera, ¿qué dijo? ¿Amber? Oh, Dios mío.
— ¿Qué? ¿Dónde? ¿Dónde está? —pregunté con desesperación. No la vi salir lastimada, él la abofeteó y se cayó y todo lo que pude ver fue a él. ¡Mierda!
Me soltó y me volví para buscarla, yaciendo de costado, hecha un ovillo, con los ojos cerrados, la mandíbula apretada, todo su rostro era la viva imagen del dolor.
Me sentí mal mientras corría a su lado, inclinándome sobre ella con rapidez.
— ¿Ángel? —susurré, agachándome y acariciando su mejilla de color rojo donde él
la había abofeteado.
Gimió y trató de moverse, haciendo un estrangulado jadeo.
—Me duele, Liam. Por favor, me duele mucho —exclamó, mirándome desesperadamente. Parecía aterrorizada, se veía tan asustada que sentí como si mi corazón dejara de latir al verla.
— ¿Qué te duele, Ángel? —pregunté, tratando de aliviarla mientras me inclinaba y besaba su mejilla dolorida. Necesitaba conseguir un poco de hielo o algo así, entonces estaría bien, tendría un moretón por una semana aproximadamente, pero estaría bien.
—Mi estómago —dijo con voz ronca, sollozando, volviendo el rostro hacia el suelo, llorando histéricamente.
¿Su estómago duele? Miré hacia abajo a su estómago, lo estaba acunando protectoramente. Podía ver la sangre filtrándose a lo largo de la pierna de sus pantalones vaqueros. Mi corazón se detuvo, no podía respirar. Todo lo que podía ver era la sangre, lo único que podía oír era su llanto y quejidos.
Amber.
Oí el coche estacionar, así que di un salto y corrí hacia la ventana. Me estremecí cuando lo vi salir del coche y caminar furioso hacia la casa. Me sentí enferma. No podía dejarlos hacer esto, se iban a meter en tantos problemas. No podría soportar perder a ninguno de ellos.
No quería que Niall se metiera en problemas, pero en serio me mataría si Liam estaba en problemas por esto.
Mordí mi labio, pensando. Tal vez podría ir y ser otro testigo, entonces de esa manera cuando él empiece algo primero podría decir que fue en defensa propia también. Otro testigo ayudaría sin duda a su caso. Oh, mierda, ¡Liam me va a matar por esto! Salí corriendo de su casa hacia la mía. Podía oír gritos provenientes de adentro y me detuve, sentí el temor familiar que siempre sentía cuando era una niña. No podía moverme del lugar, era como si estuviera congelada. Podía oír su voz, gritando, y me helaba la sangre —pero esos eran Niall y Liam allí, siempre estaban cuidando de mí, siempre. Podía hacer esto por ellos, todo lo que tenía que hacer era presenciar como él lanzaba el primer golpe.
Me acerqué a la puerta, no estaba cerrada, sólo la empujé.
— ¡Esto es todo por tu maldita culpa! Tú y Amber tenían que abrir sus sucias bocas y decirle a Harry lo que pasó. Has arruinado todo para mí, todo, pedazo de mierda. Debería haber empujado a tu jodida madre por las escaleras o algo así, cuando me dijo que estaba embarazada de ti —gritó mi padre enojado.
Gemí a causa de las horribles palabras que acababa de decirle a mi hermano. Mi padre siempre fue desagradable pieza, pero eso fue bajo, incluso para él.
Escuché una explosión y un gemido, así que abrí la puerta, para ver a Liam sosteniendo a Niall, tratando desesperadamente de mantenerlo lejos de mi padre, que estaba parado contra la pared, mirándolos con rabia.
— ¡Así no! Niall, ¡así no! —gritó Liam, a Niall mientras lo sujetaba en sus brazos.
Mi hermano no estaba calmándose. Su rostro estaba rojo de ira, lo único que podía detenerlo cuando estaba así, era yo. Odiaba verme alterada ni algo, era tan sobreprotector.
— ¡Niall, cálmate! —supliqué desesperadamente.
Él dejó de moverse, Liam lo apartó y me miró sorprendido y un poco asustado. Se movió hacia mí y vi a mi padre, moverse al mismo tiempo, estaba mucho más cerca de mí que Liam, y estaba bloqueando su camino. Ni siquiera tuve tiempo de alejarme antes de que agarrara mi muñeca, apretándola fuerte, su cara enojada y roja. Me estremecí mientras me apretaba más fuerte haciendo al dolor disparar por mi brazo. Intenté sacar mi brazo con rapidez, pero él no lo soltaba.
— ¡Tú! ¡Tú maldita arruinaste todo! —me gritó, hundiendo sus uñas en mi piel. No podía respirar.
— ¡Déjala ir, ahora! —ordenó Liam, luciendo tan enojado que realmente me asustó.
Mi padre se volvió hacia él, aun sujetándome con fuerza.
— ¡Vete a la mierda! Es mi hija —le espetó él, tirando de mi brazo, haciéndome perder mi equilibrio y tropezar más cerca suyo. Podía oler el alcohol en su aliento, haciéndome sentir enferma. Giré y tiré de mi brazo, tratando de liberarme. Todavía no me dejaba ir, así que puse mi mano sobre su pecho y lo empujé tan fuerte como pude. Él no se movió ni un centímetro. Vi su mano moverse y cerré los ojos sabiendo que me iba a golpear.
Su mano conectó con mi cara, haciéndome sentir como si mi cabeza hubiera explotado. Me caí hacia atrás y me estrellé en el aparador. Dolor como nunca había sentido en mi vida se disparó a través de mi estómago y mi espalda baja. Era como si alguien me hubiera apuñalado. Me aferré al aparador, tratando de mantenerme en pie mientras siseaba a través de mis dientes. Niall pasó por encima y me agarró tirando de mí hacia abajo sobre el piso, sentándonos abajo apoyándonos en el aparador.
—Mierda. Ambs, ¿estás bien? —preguntó con desesperación, acunando mi cabeza contra su pecho.
Envolví mis brazos alrededor de mi estómago, tratando de respirar a través del dolor.
—No —gruñí. ¡Oh, no, estaba perdiendo el bebé!— ¿Liam? ¿Dónde está Liam? — pregunté, abriendo los ojos y mirando alrededor por él, pero apenas podía ver nada, porque mis ojos estaban llenos de lágrimas. Podía oír ruido gruñidos y gemidos. Oh Dios, él no está... ¡Por favor, dime que no está haciendo eso! Parpadeé y miré para ver a Liam golpear a mi padre una y otra vez, su rostro era la viva imagen de la rabia. Él no iba a parar hasta que ya no respiraba. Esto era todo. Liam me iba a ser arrebatado, y yo estaba perdiendo su bebé. Sentí mi corazón rompiéndose en mil pedazos.
—Ve a detenerlo —susurré, apenas capaz de hablar.
—No. Deja que lo mate —gruñó Niall enojado.
Negué con la cabeza. ¡Oh, Dios mío, por favor!
—Niall, ¡ve a detenerlo! Por mí, ¿por favor? Lo necesito. Dile que estoy herida. Lo necesito —jadeé mientras una oleada de náuseas se apoderaba de mí, haciéndome vomitar—. ¿Liam? —grité desesperadamente, pero fue apenas un susurro. Niall se movió.
—Iré a buscarlo —dijo rápidamente mientras se ponía de pie de un salto. Rodé hasta ponerme de lado, llevando mis rodillas al pecho, sosteniendo mi estómago.
¡Oh por favor, no me dejes perder este bebé! Cerré los ojos con fuerza contra el dolor; un par de segundos después Liam acarició mi mejilla haciéndola arder de nueva.
— ¿Ángel? —susurró, sonando tan preocupado que me rompía el corazón una vez más. ¿Cómo podía decirle que estaba perdiendo el bebé? Él estaba tan feliz por eso, ¿cómo demonios iba a decir las palabras? Quería envolverlo con mis brazos y hacer que me abrazara y que hiciera que todo esto se fuera. Liam podía hacer que todo estuviera bien, él podía hacer que todo estuviera bien.
Me moví para levantarme pero una oleada fresca de dolor me golpeó, haciéndome jadear.
—Duele, Liam. Por favor, duele tanto —murmuré, levantando la Mirada hacia su perfecto rostro. Él lucía tan preocupado por mí. Yo estaba perdiendo todo. ÉL iba a ir a la cárcel y yo estaría sola. ¿Cómo iba a vivir sin él?
— ¿Qué duele, Ángel? —preguntó, mientras inclinaba su cabeza y besaba mi mejilla.
—Mi estómago. —No pude mirar su rostro cuando se dio cuenta que estaba perdiendo el bebé, no quise ver el dolor y la devastación allí. Volví me rostro hacia la alfombra y sollocé. Esto era completamente mi culpa. Debería haberme quedado en su casa como me dijo. Si estuviera allí ahora el bebé estaría a salvo, y Liam no estaría enfrentándose a la cárcel. Él sólo había golpeado a mi padre porque yo estaba allí, no lo hubiera hecho si yo sólo me hubiera quedado. ¿Por qué no podría haberme quedado allí como él me había dicho?
— ¡Niall! ¡Llama una ambulancia! —gritó Liam desesperadamente. Estaba acariciando la parte de atrás de mi cabeza suavemente—. Shh, todo está bien. Está bien, Ángel —me arrulló. Sentí su brazo envolverme, así que volví mi rostro hacia él. Estaba acostado junto a mí. ¿Cómo demonios todavía me estaba consolando?
Esto era todo mi culpa; ¿por qué no me gritaba?
—Lo lamento tanto —dije honestamente. Esto iba a arruinar todo; él no me querría ahora que había matado a nuestro bebé.
Él inclinó la cabeza y besó mi frente.
—Ángel, no tienes nada que lamentar —susurró, acercándose a mí. Su mano frotaba círculos en mi estómago, tan suavemente que apenas podía sentirlo.
—Esto es mi culpa —exclamé, sollozando una vez más. Él sacudió la cabeza ferozmente y se alejó de mí de un empujón. Sentí mi corazón romperse. Lo sabía; él me iba dejar ahora. Se puso de pie y fue hacia mi padre quien estaba intentando levantarse del suelo y comenzó a golpearlo de nuevo, gritando una retahíla de improperios.
Niall lo lanzó al piso.
— ¡Détente! ¡Ve con Amber, ahora! —ordenó, mirándolo con ira.
Liam asintió y corrió de vuelta hacia mí.
—Voy a levantarte, ¿de acuerdo? —dijo suavemente.
Sacudí la cabeza, no quería moverme.
—No. Por favor no —susurré. El dolor era tal que me sentía enferma. Él lucía como si también estuviera sufriendo mientras se movía sobre mí, apartando el cabello del mi rostro, besándome suavemente, murmurando palabras tranquilizadoras.
— ¿Dónde está la maldita ambulancia? —le gritó a Niall.
—En camino. ¿Qué le sucede? —preguntó mi hermano, arrodillándose junto a mí. Apreté la mano de Liam, sin querer verlos pelear por esto si Niall se asustaba por lo del bebé.
—Está embarazada, Niall —explicó Liam, besando mi mejilla.
— ¿E…embarazada? —tartamudeó. Liam asintió, mirándome con preocupación.
—Voy a hacerte pagar por esto, ¡pequeña mierda! —gritó mi padre desde la puerta. Niall y Liam ambos se movieron para levantarse pero yo tomé la mano de Liam, no quería estar sola de nuevo.
—Sal de aquí antes de que te mate yo mismo, y si ella pierde su bebé lo juro por Dios, estás muerto —gruñó Niall venenosamente.
—Niall, por favor —susurré, sin querer más problemas.
— ¿Bebé? ¿Está embarazada? La pequeña zorra —gruñó mi padre.
Liam estaba tan enojado que todo su rostro estaba rojo cuando se movió para levantarse una vez más. Justo en ese momento pude oír las sirenas aumentando haciéndose más intensas. El rostro de Liam voló al mío, sonrió débilmente.
—Está bien ahora, Ángel, la ayuda llegó. Todo va a estar bien —dijo suavemente.
Levanté la mirada para ver que mi padre se había ido; Niall estaba de pie en la puerta esperando la ambulancia.
Liam me estaba mirando, sus hermosos ojos azules apretados con preocupación.
Lo amaba tanto, ¿cómo me las voy a arreglar cuando él me deje y se vaya a la universidad, y todo lo que me quede sea lo que podría haber sido?
El paramédico se acercó con Niall.
— ¿Qué sucedió? —le preguntó a Liam.
—Está embarazada. Amber, ¿te golpeaste el estómago o algo? —preguntó Liam, sosteniéndome la mano con fuerza. Asentí, asustada de moverme en caso de que el dolor se pusiera peor, no podía soportar mucho más.
— ¿Cuán avanzado está el embarazo? —preguntó el paramédico.
—Cinco semanas —respondió Liam, mirándolo en forma suplicante.
—De acuerdo. Bueno, te llevaremos al hospital; te revisaré en la ambulancia. ¿Te duele en otro lugar, Amber? —preguntó el paramédico.
—Me duele la espalda, y las caderas. —Hice una mueca cuando me guió para que yaciera sobre la espalda.
Él asintió.
—Eso puede suceder a veces. Parece que podrías tener un aborto —dijo en tono de disculpas. Asentí mostrando mi acuerdo. Ya sabía eso, no había manera que no estuviera teniendo un aborto, esto era demasiado doloroso para ser otra cosa. Liam sostuvo mi mano todo el camino, sólo mirándome, sin hablar. Su rostro era la imagen del dolor. Él estaba sufriendo mucho; podía ver el dolor en sus rasgos mientras me miraba. No me iba a perdonar.
Cuando llegamos allí fui llevada en una camilla a un pequeño cubículo y un doctor vino casi inmediatamente.
—De acuerdo, Amber, voy a tener que mirar y ver si tu cérvix está abierto —explicó, poniéndose unos guantes.
Miré horrorizada a Liam, apretando su mano con más fuerza.
—Shh, todo está bien. Estoy aquí. Todo está bien —me calmó, frotando su mano libre suavemente contra mi rostro. Grité cuando el dolor me atravesó, hacienda que nuevas lágrimas cayeran mientras el doctor hacía su examen. Liam las besó suavemente, mirándome, con el corazón roto.
—Lo lamento, pero tu cérvix está abierto, estás teniendo un aborto. Necesitamos hacer un procedimiento para apresurar las cosas. Sólo tienes cinco semanas así que ésta es la manera las rápida y segura —dijo el doctor, arrojando lejos sus guantes manchados de sangre.
— ¿Qué procedimiento? —preguntó Liam.
—Se llama EPCR. En un proceso quirúrgico. Necesitará ser hecho bajo anestesia general y retirará todos los rastros del embarazo —explicó, mirándome con un poco de tristeza.
¿Proceso quirúrgico?
— ¿Eso es seguro? —preguntó Liam, apretando mi mano con más fuerza.
El doctor asintió.
—Es la forma más segura. Podríamos dejar que se expulsara solo durante la siguiente semana aproximadamente, pero eso podría tener un alto riesgo de infección. Es mejor para Amber si lo sacamos rápidamente.
Asentí. Quería que esto terminara; no quería estar sangrando abundantemente por una semana, especialmente si era así de doloroso todo el tiempo. Liam me miró, esperando porque yo tomara la decisión.
—De acuerdo —murmuré, cerrando los ojos.
—De acuerdo, bien, iré y me aseguraré de que haya un quirófano libre. Es un proceso muy rápido. Volverás aquí después —afirmó el doctor, asintiendo hacia
Liam mientras se iba rápidamente.
Sorbí por la nariz y me volví hacia Liam.
—Lo lamento tanto, Liam, esto es todo mi culpa.
Él jadeó, y sacudió la cabeza con fiereza.
— ¡Podrías dejar de decir eso! No es tu culpa, Ángel. Deja de culparte. Ese imbécil te hizo esto, no tú. —Si inclinó y me besó la frente con suavidad.
—No. No debería haber dejado tu casa. Me dijiste que me quedar allí. Debería haberte escuchado, y ahora he matado a nuestro bebé —sollocé, sintiendo mi corazón romperse una vez más.
Él salió cuidadosamente de la cama y me envolvió con sus brazos, intentando no moverme.
—Nada de esto es tu culpa; tú no mataste al bebé, Ángel. Es sólo una de esas cosas. Sabes que soy un firme creyente en que todo sucede por una razón; no se suponía que tuviéramos este bebé. No tienes la culpa. Si alguien tiene la culpa, ese soy yo, si no le hubiera dicho que saliera de encima de ti él podría no haberte golpeado —dijo quedamente. Sacudí la cabeza y sepulté mi rostro en su pecho, aferrándome a él con fuerza, esto no era su culpa, nada de esto era su culpa—. Te amo —susurró una y otra vez en mi oído, hasta que el doctor volvió y me llevó al quirófano.
Liam caminó junto a mi cama hasta que llegué al cuarto y no se le permitió entrar más. Me besó suavemente, los ojos brillantes con tristeza y dolor.
—Estaré aquí cuando despiertes. Te amo más que a nada —me prometió.
Sonreí ante sus palabras. Él todavía me aba, todavía me quería. Sólo esperaba que no estuviese diciendo esas cosas porque yo estaba disgustada o dolorida. Recé porque él realmente todavía me quisiera después de lo que había hecho.
Liam.
Tan pronto como ella pasó esas puertas y estuvo fuera de mi vista, me hundí en el piso y puse la cabeza en mis manos. Todo mi cuerpo dolía. Ella tenía tanto dolor y no había nada que yo pudiera hacer. Habíamos perdido al bebé, y por alguna estúpida razón ella se culpaba porque ese idiota lo hiciera. Apreté mis manos en puños, presionándolos contra los ojos, intentando no pensar en él. Más pensaba en él, más quería salir de aquí y arrancarle la cabeza; pero no podía hacer eso.
Necesitaba estar aquí para mi chica cuando ella despertara. Ella no necesitaba nada más de que preocuparse ahora mismo.
Creía lo que le había dicho antes. Si se suponía que debíamos tener ese bebé, entonces así hubiera sido. Ella no lo hubiera perdido si así hubiera debido ser.
Siempre había creído que todo sucedía por una razón – pero eso no hacía que perder este bebé doliera menos. Un pequeño, perfecto bebé que había imaginado luciría justo como su mamá en todos los aspectos. Cerré los ojos y apoye la cabeza contra la pared, esperando que ella saliera. Apenas noté cuando Niall vino y se sentó junto a mí, pasando un brazo por mi hombro.
—Lo perdió —murmuré.
El brazo de Niall se apretó alrededor de mis hombros.
—Sí. Estará bien, Liam —me aseguró, apretando mi hombro.
Estaba sorprendido de que no me estuviera pateando por haber dejado embarazada a su hermanita, pero para ser honesto, no podía importarme menos. Él no podía causarme más dolor del que ya sentía, la única que podía lastimarme así era mi Ángel. Ella era la única que tenía el poder de matarme.
Después de alrededor de cuarenta minutos la sacaron de la cirugía, todavía dormida por la anestesia. Me puse de pie de un salto, mirándola.
— ¿Está bien? —pregunté desesperadamente, dando saltos alrededor de la cama mientras la empujaban por el corredor.
—Todo salió bien. Sacamos todo. Estará bien. Podría comenzar a despertarse de la anestesia en una hora. La mantendremos aquí durante la noche, y la dejaremos ir mañana en algún momento de la tarde. Tendrá que estar tranquila por unos días—confirmó el doctor. Asentí y la seguí hasta su cuarto, sentándome junto a su cama, sosteniendo su mano con fuerza. Niall y yo nos sentamos en silencio junto a la cama, no había nada que decir, nada que pudiera mejorar esto.
Después de alrededor de media hora, ella movió su mano en la mía. Di un salto mientras sus ojos aleteaban. Ésta era la segunda vez en tres días que había despertado así conmigo y le pedía a Dios que nunca fuera así de nuevo, porque ya no podía soportar más de esto.
—Hola, Ángel —murmuré, acariciando suavemente su rostro, lucía dolorida y ya estaban comenzando a formarse cardenales donde él la había golpeado.
Ella volvió la cabeza hacia mí pero no abrió los ojos.
—Te quedaste —exhaló, una pequeña sonrisa en la esquina de su boca. ¿Honestamente pensaba que la dejaría?
—Por supuesto que me quedé. —La besé suavemente. Ella lloriqueó y tomó débilmente el frente de mi camisa mientras me devolvía el beso.
—Te amo tanto, Liam —susurró.
—Sé que es así, pero yo te amo más —respondí. Nunca nadie había amado tanto a alguien como yo la amaba a ella.
Niall se aclaró la garganta para que me apartara, todavía sosteniendo su mano con fuerza. Él se inclinó sobre ella y la abrazó.
—Lamento que hayas perdido a tu bebé, Ambs —dijo, luciendo como si realmente lo sintiera.
Ella asintió y sonrió con tristeza.
—Sí, yo también —contestó ella, su voz rompiéndose mientras hablaba.
—Voy a ir a llamar a Ruby y a Harryy. También llamaré a tus padres, Liam —dijo Niall, besando su mejilla antes de desaparecer detrás de la cortina, dándonos algo de privacidad.
— ¿Te acostarías conmigo?
Asentí y me metí cuidadosamente a la cama con ella.
— ¿Te duele algo? —pregunté mientras suavemente pasaba un brazo sobre ella.
—No realmente. Estoy dolorida, pero no tanto como antes. —Hizo una mueca mientras se movía en la cama.
Cerré los ojos y sepulté el rostro en el costado de su cuello.
—Necesitas dejar de asustarme de esta manera. Realmente me vas a causar un ataque al corazón pronto —bromeé, intentando aligerar la situación.
Ella rió sin humor.
—Estoy tan cansada, Liam. —Volvió la cabeza, acariciando la mía con su nariz.
—Duerme, Ángel —la arrullé, subiendo las sábanas para mantenerla tibia.
Ella se durmió y se despertó varias veces por unas pocas horas. Le dieron más medicinas para el dolor, pero dijo que estaba bien. Después de un par de horas le permitieron salir de la cama para ir al baño mientras que fuera acompañada por dos enfermeras; lo cual ella no apreció en lo absoluto.
Una enfermera vino a las nueve, sonriéndome con tristeza.
—Lo siento, pero las horas de visita han terminado. Voy a tener que pedirte que te vayas —dijo en tono de disculpas mientras acomodaba a Amber en su cama.
— ¿En serio? ¿No puedo quedarte? No causaré problemas, ¿por favor? Dormiré en la silla, ni siquiera sabrá que estoy aquí —rogué, dándole la expresión que parecía funcionar tan bien con Amber.
Ella suspiró y puso los ojos en blanco.
—De acuerdo. Pero si alguien pregunta, te escabulliste aquí. ¿Entiendes? — preguntó, sonriendo y sacudiendo la cabeza.
Sonreí.
—Gracias. —Wow, ese rostro también funcionaba en otra gente.
Niall se despidió, prometiendo volver a primera hora de la mañana, y traernos a Amber y a mí una muda de ropa. Una vez que se hubo ido, ella se movió en la cama, haciendo una ligera mueca pero intentando no mostrarme que le dolía.
—Dormiré en la silla, Ángel —protesté, haciendo una mueca ante de la idea de darme vuelta y aplastarla o algo.
— ¿Por favor, Liam? —rogó.
Maldición, ¿por qué no podía decirle que no a esta chica? Suspiré y me saqué las zapatillas, metiéndome en la cama con ella. Ella se acurrucó contra mi pecho y lloró hasta quedarse dormida.
Desperté muy temprano en la mañana con alguien sacudiendo mi brazo. Levanté la mirada para ver a dos hombres de pie allí, ambos mirándome severamente. ¿Qué demonios? Oh maldición, ¡me voy a meter en problemas por dormir aquí!
— ¿Liam Payne? —preguntó uno de ellos.
Asentí y me senté en silencio.
—Sí —susurré, intentando no despertar a Amber. Demasiado tarde, se movió y dio un salto cuando vio a los dos hombres de pie allí.
—Liam Payne, estoy arrestándolo por sospecha de Daños Físicos Graves. No tiene que decir nada, pero cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra en una corte. Tiene derecho a un abogado. Si no puede pagarlo, uno le será facilitado — afirmó, mientras tomaba mi brazo.
¿DFG? ¿Ese imbécil está presentando cargos?
AlenaRose
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
Ohh no lo puedo ceeer Bueno soy nueva lectora , entre muy tarde ? Bueno no iumporta tu nov me encanta y me cree cuenta para poder comentar to novee La amoo en serio siguelaa ehh =)
Invitado
Invitado
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
Ohh no lo puedo ceeer Bueno soy nueva lectora , entre muy tarde ? Bueno no iumporta tu nov me encanta y me cree cuenta para poder comentar to novee La amoo en serio siguelaa ehh =)
Invitado
Invitado
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
Hola necesito lectoras :)
#Happines
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
NO ME JODAS!
Pierde al bebe y encima se llevan a Liam a la cárcel? AMBER ESPABILA PRONTO Y DI QUE ESE HOMBRE TE PEGO Y LIAM TE DEFENDIÓ {Y QUE SUME LO DEL ABUSO}
sigueeeeeeeeeee!
Pierde al bebe y encima se llevan a Liam a la cárcel? AMBER ESPABILA PRONTO Y DI QUE ESE HOMBRE TE PEGO Y LIAM TE DEFENDIÓ {Y QUE SUME LO DEL ABUSO}
sigueeeeeeeeeee!
LuceHamilton
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
en donde esta ese desgraciado proque yo voy y lo mato por querer acercarse a amber y por haberla hecho perder su bebe y porque ademas va y denuncia a mi dulce liam!!! yo lo mato!! asi que diganme en donde esta!!!!!!
besos xD no hagas caso a mis locos coments xD
besos xD no hagas caso a mis locos coments xD
ANITALUISI
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
AHHH CONTINUA!! NO LA DEJES AHI!!! ME QUIERES MATAR O QUE! escribe porfa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
camy -lover of music
Re: The Boy Who Sneaks in my Bedroom Window (Liam Payne) - TERMINADA.
Ohh no puede ser esta presentando cargos siguelaaaaa
!!
!!
Invitado
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