One Girl, Four Directions [1D & Tú]

ajskasjak, FEEEEEEEEER... ¿Donde estas??... ¿Acaso creíste que se venia el fin del mundo y te escondiste para nunca salir? xd.. jajaja ok no -.- jajaja... ¡QUIERO CAPITULO!!! :)

Vas a subir dos caps? Nos haces felices fer! Me quedare a esperarlos <3

Y los capitulos? A no importa los esperare porque me gusta esta novelaa :)

Holiss!! siguelaaa! tu nove es LO maximoo!! me encantaa

me voy a deprimir! jajajajaja
Siguelaaa!! <3

Feeeeeeeer... de enserio nos asustes xd... jajaja, soy muy impaciente, ¿pero quien es paciente cuando la hacen esperar un capitulo durante una ETERNIDAD???... ok, tratare de no llorar xd, y esperare :)

Jdhskxjndfjchdbfjdhff perdonen por no subir!!! Es muy difícil de explicar pero juuuro que les tengo guardado cosas buuuenass. Ahora mismo les tengo 3 capitulos pero los 2 primeros están en mi laptop y estoy de vacaciones donde solo tengo internet en mi celular!!! Si logro compartirme internet al compu les subo los 3 capitulos prometidos!!
Gracias por sertan pacientes hermosas!
BESOS

Capítulo 35
Al final, el beso del comienzo

Contemplé las paredes de mi cuarto, llenas de posters y afiches, los cuales, al terminar el verano se mudarían conmigo a mi nueva casa. Me causaba angustia saber que, ahora que me había vuelto tan unida a mi primo, tendría que alejarme otra vez de el, y esa habitación volvería a estar vacía.

Tomé mi teléfono y marqué el numero de mi padre. Debía hablar con él acerca de cómo serían las cosas al comenzar la escuela. Además, era mi último año, pronto me iría a la universidad y tarde o temprano debíamos afrontar eso.

- Hija, hola -contestó mi padre.

- ¿Estás muy ocupado? -me aseguré.

- No, sólo... papeleo -concluyó con un suspiro-. ¿Por qué, qué necesitas?

- Yo... Sólo quería hablar de la nueva casa -resumí.

- Pues, me alegra que alfin toques el tema -me felicitó- ¿Qué es lo que quieres saber?

- Yo... Sólo que ¿Queda muy lejos de aquí, de la casa de Niall? -lo interrogué- Más o menos.

- A unas pocas cuadras, ¿Por?

- No, por nada -mentí-. Está bien, tengo miedo de volver a separarme de Niall. No lo quiero perder otra vez.

- Pero _____, podrás verlo incluso todos los días -me aseguró-. Hija, debo colgar.

- Adiós...

- Espera -me detuvo-. ¿Has hablado con tu madre?

Medité un segundo- La verdad no. La llamaré más seguido, ¿vale?

- Ok. Adiós.

Ipso facto, corté la llamada y tomé una ducha. Escogí un conjunto ligero de ropa para estar dentro de la casa. Pensaba pasar todo el día viendo películas con Niall, así que toqué la puerta de su habitación.

Después de varios golpes sin respuesta, aproximé mi oido a la madera para encontrarme con el sonido del agua corriendo. Ya que estaba tomando una ducha, bajé las escaleras.

- _____ -me llamó Iara desde la sala.

Al seguir su voz, me la encontré sentada en e sofá pequeño: Mi sofá. Le hice un gesto con la mano el cual no comprendió, así que me vi obligada a ordenarle que se sentara en el otro sofá. Ella obedeció y me mostró una carta.

- ¿Sabes para qué son estas entradas? -me hizo adivinar sonriente; negué con la cabeza- El festival de metallica.

- ¿Y eso es...? -hice ademán de no comprender.

- Una fiesta, miles de personas y las mejores bandas de metal del país -exageró-. Tienes que ir conmigo.

- La verdad... No me gusta el heavy metal -me disculpé con la mirada.

- ¡A nadie le gusta! -rió- Pero va a ser masivo, _____. Al fin puedo ir a estos eventos, estuve esperando llegar a los 18 toda mi vida.

- Entonces, ¿Es para mayores de edad? -asintió-Diana... Por si no lo recuerdas, tengo 17.

Su mirada se desilucionó- Genial, ya no tengo con quien ir.

- ¿Siquiera tienes a alguien que te lleve? -la interrogué.

- Le iba a pedir a Lou...

- Louis tiene una entrevista esta noche -le informé-. Deberás pedírselo a Niall.

Me observó con desprecio. Claramente no quería pedirle ese favor a mi primo, no después del numerito de ayer, pero era su última esperanza. Suspiró y finalmente me pidió que la acompañara, así que subimos las escaleras.

- Niall... -tocó a su puerta.

- Me estoy vistiendo -gritó desde el otro lado.

- Sólo quería preguntarte si... Me podías llevar a un evento hoy por la noche -hizo una mueca.

- ¿Qué evento?

- El festival de metallica -contestó ella.

- ¿Qué? No irás -Iara abrió los ojos como platos-. No te llevaré a ese lugar.

Iara, furiosa, hizo caso omiso al hecho que se estaba vistiendo y abrió la puerta de golpe.

- ¡Ey...! -se quejó Niall, quien traía los pantalones abajo y no llevaba puesta camisa.

Se apresuró a subirse los pantalones, al menos para no tener los bóxers al descubierto.

- ¿Cómo que no iré? -lo regañó- ¿Me estás prohibiendo asistir?

- Si -dijo vagamente.

- ¡No puedes!

Me sentí como una sobra en esa situación asi que me largué, pero quería escuchar esa discusión así que me quedé escondida junto a la puerta.

- Iara, esos lugares son muy peligrosos -le advirtió Niall.

- Ah, Niall, no sabes disfrutar la vida -gruñó la chica-. Mientras más peligroso sea el lugar, más divertido.

- ¿Para qué quieres correr tantos riesgos?

- ¿No se tratan de eso los 18? -espetó- Quiero aprovechar todo al máximo, no entiendo por qué tú no.

Niall suspiró- Iara, no irás, ¿está bien? No te dejaré.

La escuché caminar hacia mi y dar un portazo.

Narra Iara:

Cayó la noche, y yo estaba arreglada para salir. No me importaba que Niall me hubiera prohibido ir, lo haría de todas formas. Tomé un taxi hacia allá, lo cual no fue nada barato pero valía la pena.

Visualicé la entrada, y comencé a atravesar el estacionamiento, pero de pronto una figura masculina detuvo mi paso.

- ¿Quieres un paseo en moto? -me ofreció el tipo.

Era de unos veintitantos, tal vez treinta, bastante musculoso y aterrador.

- No, gracias -le sonreí sínicamente.

De pronto, llegaron dos hombres más.

- ¿Por qué no, lindura? -dijo uno de ellos.

Intenté avanzar, pero no me lo permitieron- De verdad, no quiero.

- Vamos... Quédate un momento y puedes beber con nosotros -propuso.

Realmente, no sonaba como una mala idea. Los tragos ahí costaban mucho y el hecho de beber con estos "tipos malos" era tentadora.

- Vale -acepté.

Me pasaron una botella y comencé a ingerir el ácido líquido en ella. Entonces, uno de ellos se pegó a mi cuerpo.

- Dime, linda ¿cuánto cobras? -preguntó.

Casi escupí el licor- No, no me vendo.

- ¿Osea que te vas conmigo gratis? -agarró mi cintura fuertemente.

- ¡No! -intenté alejarme, inútilmente- No me iré a ningún lado contigo, ni con ninguno de ustedes.

- Sé que lo harás -sentí como jalaban de mi ropa y me empujaban entre ellos.

- ¡Ya, suéltenme!

No dejaban de mnosearme. Justo cuando pensé que era mi perdición, un auto se vino en nuestra dirección a toda velocidad, provocando que los hombres se apartaran rápidamente. Una persona se bajó del vehículo y me tomó del brazo; era Niall.

- ¡Sube al auto! -me ordenó enfadado.

Me empujó dentro y arrancó rápidamente.

No pronunció ninguna palabra, pero podía escuchar sus dientes rechinar con rabia.

- Gracias -articulé-. Por haber...

- No entiendes -me interrumpió-. Te dije que no fueras, lo hiciste de todos modos.

- Pero es que no tenías derecho a...

- ¿Qué te hubieran hecho esos tipos si yo no hubiese llegado? -volvió a interrumpirme- Es decir, ¿cómo pudiste haberme hecho algo así?

Aquella última pregunta me hizo confundir. ¿Por qué eso lo afectaba precisamente a él?

- Como si yo te interesara -bufé.

- Claro que me...

- Como amiga, vale -esta vez fue mi turno de interrumpirlo-. Oh, es cierto, también te parezco guapa, sólo eso.

- ¿Por qué cambias el tema?

- ¡Por que es el tema que me interesa! -me sacó de mis casillas- Estoy harta de que sólo te intereses en mí por mi físico.

- ¿De dónde sacas eso? -frunció el ceño.

- Por que jamás te fijaste en mi cuando era una polluela dientona y fea... ¿Por qué ahora si?

Narra Niall:

Esas palabras me tomaron desapercibido, pero no por que no pudiera contestar si no por que no eran ciertas. Decidí guardar un respetuoso silencio y dejar que, por est vez, ganara la pelea. La llevaría a su casa, y que descansara un poco de mí, eso era lo correcto.

Pero entonces me di cuenta; debía explicárselo todo y debía hacerlo frente a frente, pero al llegar a su casa no me escucharía: debía hacerlo ahora. Detuve el vehículo.

- Mírame -le ordené, a lo cual obedeció-. Hay dos cosas que debes saber.

- ¿Qué? -suspiró.

- Cuando éramos pequeños, yo... Estaba enamorado de ti -admití, a lo que ella bufó incrédula-. No digo que me gustabas o algo, yo estaba enamorado.

Entonces me creyó. Y bien hecho, pues era completamente sincero.

- ¿Y... y lo segundo? -preguntó.

- Que todavía estoy enamorado de ti.

Sus ojos reflejaron confusión, culpa, molestia, agrado y algún otro sentimiento que no pude descifrar. Fue tal su enredo de emociones que no fue capaz de articular una palabra cuando abrió la boca. Se sentó derecha con la vista en frente y arranqué el auto, para seguir el camino en un completo silencio. Al llegar a su casa, aparqué pero no se bajó del auto.

- ¿Lo dices en serio? -me interrogó de pronto, a lo que yo asentí- ¿Y por qué me lo dices ahora?

- Por que no quería arruinar lo que teníamos -reconocí.

Me dedicó una media sonrisa- No lo hiciste. Era imposible que lo hicieras.

- ¿Por...?

Antes de poder formular una pregunta, Iara agarró mi rostro con ambas manos y plantó un beso en mis labios.

- Yo... -se apartó bastante ruborizada- Me...

Tampoco le permití acbar su frase pues sellé sus labios con los míos, fundiéndonos en un beso que había anhelado hace años.