Hermoso Destino {Harry y tú} One Shot.

Nombre: Hermoso Destino.
Autor: Abbi (yo).
Adaptación: No.
Género:(Romance)
Advertencias: Ninguna.
Otras páginas: No.

Caminé lentamente hacía la puerta de salida. Estaba claro que Edward solo jugaba conmigo. ¿Cómo el chico que se había burlado con mis sentimientos podría estar arrepentido? Unas lágrimas saladas brotaron de mis ojos, había perdido mis papeles por un muchacho que apenas si sabía mi nombre.
Cerré la puerta por detrás y una ráfaga de viento recorrió mi espalda. Algunas luces, provenientes de los viejos faroles ubicados en los bordes las frías calles de Nueva York, alumbraban los edificios.
Rápidamente, tras escuchar unas voces, me froté los ojos con las mangas de mi sudadera. Cuando mis párpados se secaron, logré divisar a Edward y a una persona que pensé conocer. El frío se filtró por mis jeans y temblé. Me decidí a correr atrás de el desgraciado de mi ex-novio, pero de pronto el acompañante de este se acercó a mí.
- ¿___(tn)___? -espetó al verme, y largó una profunda carcajada.- ¿Encerio eres tú?
Mis dientes dejaron de castañar levanté mi mirada hacía la persona que me hablaba. Era él, Harold, un amor de secundaria quien me había dejado plantada la noche de graduación. Había cambiado tanto, aunque claro, sus hoyelos seguían caracterizándolo como la primera vez que lo ví. Sus ojos brillaban más de lo normal.
- Harry. - articulé, indiferente.- ¡Cuánto tiempo! fue lindo verte, pero ahora mismo tengo cosas que hacer.
Mis deseos por reclamarle todo lo que sufrí por él habían, de pronto, eran nulos.
Avancé unos pasos, hasta que sentí unos brazos rodearme.
-¿Sabes por cuanto tiempo esperé este momento?
Reí incrédula y volteé sobre mis tobillos, obteniendo una corta distancia entre nuestras narices.
-¡Oh! ¿Encerio? disculpa por haberte hecho esperar.
Revoleó los ojos y luego volvió su mirada hacía la mía, largando un suspiro. Se separó de mí.
-Bien, supongo que al menos me dejarás llevarte a casa. -vociferó, abriendome la puerta de un Porsche negro. -Es peligroso que una muchacha tan fina como tú camine sola un sábado a la noche.
Me guiñió un ojo, haciendo que mi corazón diera un vuelco. Me resigné y subí al asiento de acompañante.
El camino me pareció eterno. Me limité a observar por la ventanilla todo el trayecto. Hasta que finalmente sentí el auto estacionarse. Tragué saliva antes de tomar la cálida mano de Harold y bajar. Lo observé detenidamente: su chaqueta combinaba perfectamente con sus bien moldeados rulos, y sus zapatillas hacían juego con sus ojos. El hizo lo mismo, lo cual hizo que muchos nervios recorrieran mi cuerpo.
- Aprendí a conducir, ¿lo notaste muñeca? -sonrió de esa forma tan especial que podría hacer que miles de chicas cayeran rendidas a sus pies.
-Claro. Esto, gracias Styles. Fue lindo verte.
Me dirigí a la puerta de entrada, cuando recordé algo. Me giré con curiosidad.
-Harry... solo por curiosidad .- miré hacía abajo.- ¿Qué hacías con Ed?
''¡Tonta, tonta, tonta!'' -pensé- ''es su amigo, ¿no es obvio, acaso?''
-Salió con mi hermana el fin de semana, y tú sabes, Gemma es la clase de persona que no necesita estar con alguien para divertirse.
Mis ojos se cristalizaron. ''Imbécil'' pensé. La rabia comenzó a apoderarse de mi ser.
De pronto mis piernas comenzaron a fallarme, haciendo que pierda el control y, inevitablemente me llevó a una humillante caida. Sin pensarlo dos veces, Harry me tomó en sus brazos, notablemente preocupado.
-¡__(tn)__! ¿Estás bien? -dijo, nervioso- ¡Joder! te llevaré a tu habitación.
En un movimiento rápido, tomo mis llaves y, en menos de 3 minutos me depositó en mi cama, para luego sentarse a mi lado.
-Ardes en fiebre -afirmó, posando su suave mano en mi frente.- ¿Hoy no a sido un buen día, verdad?
Tomé una bocanada de aire, y lo tomé de la mejilla.
-¡Cálmate Harry! -reí tímidamente.- La culpa fue mía, ¿Que clase de idiota se cae sin razón?
Se acercó lo suficiente para que nuestras respiraciones se mezclaran. Su aroma a libros nuevos se apoderó de mi olfato, causandome una sensación de paz.
-La clase de Idiota de la que me enamoré hace dos años. -rió irónicamente.- Y a la cuál dejé plantada por tener el deber de cuidar a mi mamá de su enfermedad.
-Harry, yo... -intenté explicar mi actitud anterior, desconsertada.
No me dejó hablar puesto que recogió sus llaves de la mesa de luz y avanzó rápido hacía la puerta.
¿Debía dejarlo ir? o mejor dicho, ¿Quería dejarlo ir? ¿Justo ahora?
Me paré ignorando el dolor y corrí hacía él. Y, una vez que se volteó, me refugié en sus brazos para tomarlo del cabello, y besarlo de la forma más desesperada.

FIN.

LINDA HISTORIA :lloro: TODO FUE UN MAL ENTENDIDO QUE BUEO QUE TERMINO EN UN HERMOSO BESO :hug: