you're my wonderwall - Niall Horan & Tú - TERMINADA.

Hoy era el gran día, cumplirían un mes de salir y por la mañana te levantaste con una sonrisa en la cara, las cosas no habían ido muy mal, peleas típicas y tontas. Sonreíste y te vestiste diferente, más arreglada, aunque suponías que no iban a hacer nada ya que Niall estaba en muletas, tampoco querías ir como una pordiosera. A las once el timbre sonó dejándote sorprendida, o era Harry viniendo a fastidiar o … no sabías quién podría ser. Hoy los chicos tenían el día libre y era poco probable que Niall se despertara a esa hora que para él era temprana.

—¿Niall?—preguntaste al verlo sonriente y bien despierto delante de ti.

—Hola, buenos días—te besó cariñosamente—, te he extrañado.

—Yo también—lo abrazaste—pasa.

Él sonrió y de abrazó por detrás, vaya, Niall se había despertado muy, muy contento y te referías también en otro sentido, esa cosa que sentías no creías que era el teléfono. Sonreíste divertida, tal vez era el momento de darle el regalo aunque al final fue él quien te lo dio ya que fue espectacular. Nunca se había comportado de esa manera tan cariñosa y tan tierna y eso te hacía sentir bien, querida.

—Tenemos que vestirnos—sonrió divertido—vamos a salir, ¿quieres?

—Me da pereza—reíste estirándote—pero tenemos que irnos, tenemos que celebrar.

—Sí, por cierto, feliz aniversario, un mes ya—te abrazó atrayéndote hacia él.

—Igualmente—lo besaste—luego te doy mi regalo.

—¿Otro?—se estiró.

—El regalo es diferente, mal pensado—reíste golpeándolo.

Los dos siguieron bromeando mientras que se vestían, te encantaba cuando Niall estaba tan relajado y tenía esa sonrisa tan enorme en su rostro. Cuando finalmente terminaron de ponerse la ropa, salieron de la casa y pararon un taxi. No sabías dónde iban a dirigirse ya que no conocías el lugar que te decía Niall pero no era momento de preguntar, ibas a pasar el día con Niall, eso era lo único que era importante en ese mismo instante.

—¿Sabes? Me encanta que estemos así—lo abrazaste.

—Sí, a mi también—besó tu frente—siento mucho que sea un poco más idiota en algunas ocasiones, no sé qué me pasa. O llego muy cansado, o he tenido algún mal día o algo parecido. Quiero que sepas que no tengo nada contigo por mucho que me comporte mal, eres lo mejor, lo prometo.

Un ‘te quiero’ se quería escapar de tus labios pero no sabías si era la ocasión ya que no querías asustar a Niall con tus sentimientos, bueno, no era la primera vez que le decías eso pero siempre habían sido amigos, desde que estaban saliendo esas palabras no habían salido de los labios de ninguno y no querías ser la primera en decirlo. Ibas a esperar … tal vez ninguno se atrevería a decirlo aunque lo sentían.

—Llegamos—te hizo bajarte delante de una casa blanca y enorme—vamos.

—¿Qué hacemos aquí?—preguntaste sin entender nada.

—Vamos, no preguntes—rió.

Riendo lo seguiste hasta que llegaron a la puerta, él sacó una llave de los pantalones y abrió la puerta. Todo se veía bastante oscuro aunque un paseo de velas alumbraban algo así no se chocaban con nada.

—¿Qué hacemos aquí?—hablaste bajito.

—Sigue andando—te pidió dándote un suave empujón.

Casi con miedo seguiste andando hasta que diste de una puerta abierta que estaba totalmente iluminada por unas velas que estaban al fondo en forma de corazón. Te diste la vuelta y miraste a Niall que estaba mirándote con las mejillas sonrojadas. ¡Todo eso era para ti, para ustedes! ¡Era porque habían cumplido un mes de salir! Lo abrazaste con fuerzas y después lo besaste, él estaba empezando a parecer un novio de verdad y eso te agradaba.

—Quería hacer un viaje pero no teníamos tiempo así que fui a por lo sencillo—balbuceó nervioso—, aunque el viaje no está del todo cancelado, lo aplazaremos un poco nada más.

—Esto es perfecto Niall—entraste más a la habitación y miraste le hermoso corazón que estaba hecho por las velas. En las paredes corazones rojos estaban pegados y en el techo flotando habían globos con vuestros hombres. En medio de todo eso, había una mesa que estaba llena de comida y bebida. Presentías que iban a pasar un día bastante bueno ahí encerrados.

—Lo mejor de todo es que tenemos jacuzzi—rió él pícaro.

—¿Niall?—lo miraste con ojos brillantes—Yo … te quiero.

Y lo que no habías querido decir se te había salido de la boca, no te arrepentías ya que se lo merecía … aunque te daba miedo su reacción, tal vez huiría pensando que te habías enamorado de él o algo parecido.

—Yo también te quiero—contestó seguro.

Con un grito de felicidad de tiraste a sus brazos y los dos cayeron al suelo en un beso apasionado, te habías hecho daño en la pierna pero en ese momento no te importaba mucho, solo querías besarlo, hacer el amor hasta quedar exhaustos y comer toda esa rica comida que había en la mesa. Iban a ir poco a poco, y primero empezaban con hacer el amor, era lo más fácil y lo que más deseaban en ese momento.

—Una fresa, una fresa—gritó Niall emocionado mientras que abría la boca para que se la tiraras.

Cogiste una fresa, la metiste en nata y le tiraste la fresa que aterrizó justo en su boca. Los dos lo celebraron con un beso y después él cogió una cereza para tirártela a ti. Su modo de divertir era un poco raro pero estaban sentados en el suelo con una sábana cada uno y nada más encima, les daba pereza vestirse si se volverían a desnudar más tarde.

—¿Esto de quién es?—preguntaste cuando estaban mirando la televisión en una habitación que había en el piso de arriba.

—Es la nueva casa de Harry pero la hemos estrenado nosotros—rió—, pensaba hacerlo en mi casa pero no había tanto espacio y eso es lo que yo necesitaba.

—Espacio para ensuciarlo—te estiraste en la cama con pereza—estoy cansada.

—¿Ya lo estás? Son recién las cinco de la tarde babe.

—Me desperté temprano—le sacaste la lengua poniéndote de tripa.

—¡No te duermas!—te dio una cachetada suave en el trasero.

—¡Déjame!—reíste moviéndote.

Por supuesto Niall no te dejó dormirte hasta que se quedó él dormido. Al verlo reíste y le hiciste una foto para subirla a twitter burlándote de él, salía con la boca abierta y tenía un poco la lengua sacada. Finalmente tú también tuviste un descanso y dormiste, al despertar lo hiciste cuando Niall estaba viendo una película en la televisión que parecía interesante ya que estaba con la cabeza en el otro lado (donde deberían de estar los pies) y estaba con unos bóxers blancos dejándote admirar su espalda que estaba empezando a formarse y su trasero que sin vaqueros era uno muy bonito.

—Buenas noches culón—le diste en el culo haciendo que brincara del susto.

—¡Ay!—te miró frunciendo el ceño—No me des estos sustos, Dios mío, casi me muero.

—Lo siento—te tumbaste encima de su espalda—¿cómo dormiste?

—Bien—rió—¿y tú?

—Muy bien—le besaste el hombro.

La noche la pasaron ahí encerrados comiendo, viendo televisión, jugando, corriendo. Fue divertido ya que cuando estaban los dos todo era diferente, no peleaban, no se reprochaban nada, todo era amor y paz. En cambio, cuando Niall tenía a alguien a su alrededor parecía cambiar totalmente y no entendías porqué. ¿Le avergonzabas o algo? ¿No quería aceptar que tenía novia? Eran preguntas y preguntas que obviamente no ibas a preguntar ya que él probablemente lo negaría todo y sería una tontería, podrían acabar hasta peleando. Aunque tener todo eso dentro no era cómodo, te sentías como sofocada cada vez que salían todos juntos y Niall estaba en una punta y tú en otra ya que él no quería que nadie les tomara fotos comprometedoras. Eso apestaba y de una manera muy seria ya que no sabías cuánto tiempo aguantarías más como la novia que se esconde. Entendías que él tenía sus problemas, era una persona muy conocida tanto nacionalmente como internacionalmente, pero también tenía el derecho de tener una maldita novia y de tener su vida privada. Te enfadaba muchísimo cuando abrían esos temas y él seguía con que no quería aceptar nada. Eso te daba a entender que vuestra relación no duraría más de unos pobres meses.

—¿En qué tanto piensas?—te preguntó Niall cuando estaban mirando la luna tumbados en el patio.

—En muchas cosas—suspiraste.

—¿Cómo qué?

—Te voy a hacer una pregunta nada más, ¿podrás contestarme?

—Depende.

—No, prométeme que me contestarás con sinceridad y ahora, por favor—lo miraste angustiada.

—Vale, ¿qué pasa?—te miró serio.

—¿Te avergüenzo yo o algo parecido? ¿No te gusta como soy o …?

—¿Pero de qué estás hablando?—te miró sorprendido—No me seas tonta _____(TN), si no me hubiera gustado tu forma de ser no habría salido contigo. No me avergüenzas en nada, ¿qué te hace pensar eso? ¿Me crees lo que te digo?

—Prometiste presentarme a tus amigos y todavía no lo has hecho—susurraste insegura.

—Mañana todos tenemos una cena y lo haré, no quería decírtelo porque bueno, pensaba que sería una sorpresa pero si te quedas más tranquila sabiéndolo está bien entonces.

—Soy una estúpida, lo estropeo todo—te golpeaste la frente.

—No lo eres, quieta—te cogió de las muñecas con suavidad—, todo está bien, me encanta que aclaremos estas dudas así no habrá peleas ni nada por el estilo. Has hecho bien.

—Hoy ha sido un día perfecto—lo abrazaste sintiéndote protegida.

—Sí, ha sido un día casi perfecto porque … me hace falta darte una cosa—sonrió él—, no es gran cosa … pero es muy especial para mí ya que me lo dio una persona muy querida y que aprecio mucho—se sacó un pequeño colgante del bolsillo—. Esto me lo dio mi abuela, me lo dio para que la suerte estuviera conmigo así que ahora te lo doy a ti, yo ya tengo mi talismán de la suerte.

—Niall … no …—miraste el colgante que era uno fino de oro y tenía un trébol con cuatro palabras grabadas encima de cada hoja, ESPERANZA, FE, AMOR Y SUERTE.

—Es tuyo—te besó—te … lo mereces.