Ballads&Hits [OneDirection] 1ra Parte {Terminada}

Zayn no me ha hablado desde el sábado. Ya son cuatro días sin tenerlo conmigo y eso me está carcomiendo por dentro. Por una parte, quiero arrastrarme por el suelo y pedirle que olvidemos todo el asunto y volvamos a estar junto, pero mi orgullo no me permite hacer aquello. Tengo razón en enojarme, en gritarle y en pensar cualquier cosa con el mensaje que leí, si hubiera sido un rumor, yo tendría que haber estado más tranquila y preguntarle si era verdad o no, pero la cuestión es que yo misma vi el mensaje. Zayn insistía en que Perrie es nadie, y algo adentro me decía que no le creyera.

Loretto no puede decirme nada. Le prometió hace tiempo a Zayn de que si yo me enteraba de casualidad sobre esta muchacha, ella no contaría absolutamente nada, pero Zayn no le hizo prometer de que no podía mandarme con otra persona para saber todo. Miranda también es gran amiga de los chicos, y estoy segura de que ella conoce todos los detalles. El problema es que no encuentro ni un segundo con ella para estar solas, siempre tiene a Louis encima o a Niall. Y justo cuando la veo sola en su casillero, Zayn aparece en el suyo (el cual está prácticamente al lado de la rubia) impidiéndome acceso a la información que necesito. Es como si supiera que busco saber quién es esa tal Perrie.

Finalmente, me canso del drama y decido preguntárselo a Allegra en el receso. Ella debe saber algo. Parezca o no, Louis y Allegra por mas peleas e insultos que se den, se cuentan todo. Son dos cotorras chismorreándose cada cosa.

Llego al casillero de mi hermana y cuando ella voltea, me sonríe. Está enterada del problema con Zayn, pero no sabe el por qué. No quise decírselo a mis tíos tampoco, solo Louis lo sabe, pero tampoco va a decirme quien es Perrie. Tiene sellados los labios al igual que Niall y Liam.

- ¿Qué tal todo?

- Como se puede – suspiro y le doy una sonrisa media – Necesito hablar contigo.

- Claro, dime que necesita mi hermanita menor – estira sus labios juntándolos y me manda un beso en el aire. Frunzo el ceño.

- Me das miedo cuando haces eso. Basta, no lo hagas de nuevo – ella sonríe aún más y saca sus libros para luego cerrar su casillero.

- Suéltalo, Lucy – insiste poniéndose nerviosa.

Miro a mí alrededor asegundándome de que no este Zayn cerca, pero me concentro en la pareja que se acerca: Niall con Valerie abrazados. Se ven tan tiernos juntos, realmente tiernos y ya van dos meses. No han tenido ninguna pelea, y aunque los padres de Valerie odian a Niall y los de Niall odian a Valerie, ellos siguen juntos sin importarle lo que digan ellos o el resto de la escuela. Ojala Zayn fuera la mitad de tierno de lo que es el rubio.

- ¿Tú sabes quién es Perrie? – pregunto en susurros.

- ¿Perrie? ¿Hablas de Perrie Edwards? – abre los ojo sorprendida.

- Sí, creo que es ella. – me encojo de hombros – No sé el apellido, solo sé que esa tal Perrie tiene o tuvo algo con Zayn, pero él no quiere decirme nada.

- ¿Por ella te peleaste con Malik?

- Le mando un mensaje – apoyo mi cabeza en el casillero y reprimo las lágrimas – Lo leí. Decía que lo extrañaba, que quería verlo, y lo llamaba cachorrito.

- ¡Es esa perra! – murmura exasperada. Se ve que está bastante molesta – Esa chica es una idiota, Lucy.

- ¿Quién es?

- Es la ex novia de Zayn – me mira con tristeza. – Zayn y ella salieron hace algunos meses atrás. Cortaron dos meses antes de que tú y Zayn comenzaran a hablar. Por ella fue la razón de que Harry y Zayn estuvieran peleados tanto tiempo.

La miro sorprendida y también herida. Aun me duele de que Zayn no haya podido confiar en mi para contarme. Siento que las lágrimas van a caer en cualquier momento, por lo que me despido de mi hermana y le pido que en casa me termine de contar todo con más tranquilidad. Corro prácticamente hacia el baño de mujeres y me encierro en un cubículo durante todo el resto de la mañana.

No puedo parar de llorar como idiota. He estado llorando estos cuatro días seguidos por la horrible ausencia que siento al no tener a Zayn conmigo, al no poder abrazarlo, besarlo, o siquiera tocarlo. Me siento utilizada, porque quizás Zayn solo estaba conmigo para sacarse de la cabeza y del corazón a Perrie, porque quizás nunca me quiso como creía, porque nunca fui su chica realmente.

Rompo a llorar aún más con esos pensamientos. ¿Por qué no soy lo suficiente para él? ¿Por qué cuando todo estaba yendo tan bien tuve que aterrizar tan duro en la tierra? ¿Acaso siempre tenía que ser así? Estoy cansada, realmente cansada. Solo quiero relajarme, quiero estar tranquila y sin que nadie me moleste.

Quiero una vuelta al mundo.

Me fijo en mi celular la hora y compruebo que estoy en la cuarta hora, por lo que podre salir sin que el inspector me eche de nuevo a detención. Salgo del baño echa un desastre, de seguro tengo los ojos hinchados y la nariz roja, pero por suerte tengo mi buzo grande con la capucha que cubrirá mi rostro de las personas. Lo que menos necesito es que tengan más lastima. Pienso ir al estacionamiento y fumar un porro, uno de los tantos que le he comprado a Niall. Zayn no estaba de acuerdo con que lo hiciera, pero después de todo era mi dinero.

Cuando estoy a punto de salir por la puerta trasera, diviso a lo lejos un castaño caminando en mi dirección. Liam me sonríe pero su sonrisa se desvanece y frunce el ceño. Seguramente se preguntara porque estuve llorando.

Salgo directamente de la escuela y camino hacia el estacionamiento, diviso el auto de Louis y me siento dándole la espalda al instituto, de esa manera no me verán. Prendo el porro con un encendedor rápidamente. Últimamente se me está dando muy bien esto de armar, prender y fumar.

- ¿Qué estás haciendo, Lucy? – Liam llega a mi lado y se cruza de brazos mientras encarna una ceja.

- Me fumo un porro ¿Nunca lo has hecho? – digo con sarcasmo y comienzo a darle caladas.

- Me estoy refiriendo que estás haciendo con tu relación con Zayn – suspira y se sienta a mi lado – No han hablado por cuatro días. Los tengo contados. Cuatro días desde que Zayn anda con un humor de perros por todos lados.

Pienso en Safa y en lo contenta que estaba de que Zayn no estaría de malhumor. Siento que la he decepcionado, y es horrible que justo nos peleáramos cuando yo había conocido ese día a su familia, a las personas más importantes para él y ahora nada. Ojala les haya dicho de que habíamos discutido por una estupidez. No quiero que sepan que Zayn me ha engañado o utilizado. No quiero que piensen mal de él.

- Ya se le pasara. – me encojo de hombros restándole importancia – De seguro está molesto porque no puede ver a Perrie o algo así – esta vez la voz se me quiebra, y aunque no termine el porro, lo apago de todas formas. Ni siquiera he fumado la mitad.

- Lucy, Zayn no quiere a Perrie. Ella…

- No quiero saberlo, Liam – replico limpiándome las lágrimas que han salido – Ya me da igual, ya no somos novios.

- ¿Han terminado oficialmente?

- No, pero…

- Pero nada, Lucy. Zayn sigue siendo tu novio, solo están peleados. – sonríe e imito su gesto – Y creo que deberían arreglarse rápido, en su casa le están echando la bronca por ser tan idiota.

- Yo no quería…

- Lo sé, Lucy. Él también lo sabe – dice comprensivamente. – Ya verás que ambos arreglaran las cosas. Zayn te quiere y es enserio, sabes que jamás te mentiría.

- Liam, creas o no, me haces acordar a Woody de Toy Story.

- Yo soy tu amigo fiel – me guiña el ojo mientras canturrea y se me es imposible no reírme ante aquello.

A la salida.

Estoy en mi casillero una vez que todos se fueron. No he aparecido en clases ni una sola vez, me quede con Liam en la sala de música la mayor parte del tiempo y casi ni he ido a clases. Tengo miedo de que mis notas bajen, así que pase a la sala de profesores antes de que todos se fueran, por suerte estaban todos ellos y di mis disculpas. Ellos saben que soy especial, así por decirlo, por lo que solo me fotocopiaron lo que habían enseñado y me pasaron la tarea. Debo recordar hacer una torta para agradecerles a todos ellos. No entiendo porque la mayoría de las personas los odian, son gentiles y amables cuando realmente se lo requiere, pero si estrictos. Eso es bueno.

Guardo mi libro de literatura avanzada en mi mochila y el libro de matemáticas, junto con el de biología. Son las únicas materias que me han dejado tarea y en cuanto llegue a casa debo hacerlas rápidamente para copiar lo que me he perdido en el día. No puedo dejar que mis notas bajen, deben seguir siendo tan bien como siempre lo fueron. Además, hoy tengo que ir a encargar todos los libros que leeré durante el verano. Suelo hacerlo en estas fechas antes de que se agoten, de lo contrario, me pasare el verano volviendo a releer libros que ya he memorizado incluso.

- ¡Lucy! – me sobresalto al escuchar la voz de Niall a lo lejos.

Miro hacia su dirección y lo veo sonriente caminando hacia a mí, pero no viene solo, Zayn lo sigue con una fría expresión en el rostro. Revoleo los ojos y vuelvo a mi casillero, recogiendo las últimas cosas y también la lista de los libros de historia, de geología y de ciencias.

- ¿Qué tal, Niall? – digo sin levantar la vista de mis cosas una vez que siento que está a mi lado.

- Eh, bien… creo – vacila un poco – Zayn me dijo que te diga que hasta cuando seguirán así.

Abro con los ojos en grande y lo miro finalmente. Zayn está a recostado en el casillero siguiente y Niall delante de él, algo nervioso e impaciente. Se ve que el idiota lo obligo a que me hablara y justamente del tema. Pero me molesta que sea tan cobarde y poco hombre como para no venir y preguntarme él solito, en cambio, tiene que obligar a su amigo a que trate de resolver los problemas.

- Dile a Zayn, que cuando madure un poco y deje de ser tan pendejo y, por supuesto, que cuando me diga quien puta es Perrie, hablaremos. Mientras tanto, que se vaya a la mismísima mierda.

Los dos abren la boca y me miran impresionados. Bien, quizás me pase un poco pero estoy harta de todas sus actitudes estúpidas. Cierro con fuerza mi casillero y cuando siento pasos detrás de mí, me volteo y le digo a Niall que le diga a su amigo que no quiero que me siga porque tengo cosas mucho más importantes que hacer.
Camino rápido hasta la salida, de igual forma siento los gritos de Zayn llamándome. Cuando tras paso la puerta de la escuela, Zayn me sujeta el brazo haciéndome girar hasta quedar frente a él. Está molesto, muy molesto y respira con rapidez.

- ¿Quieres que me vaya a la mierda? ¿Enserio?

- Por favor – sonrió cínicamente y trato de zafarme de su agarre, sin éxito – Sera mejor que me sueltes, Zayn. Las cosas ya están bastante complicadas entre nosotros, así que suéltame.

- ¿Para qué? ¿Para irte con Styles? – espeta el acercándome más a él.

- Pensé que tenías que ir con Perrie, cachorrito – contraataco y vuelvo a intentar zafarme de el - ¿Qué tal la pasaste el sábado con ella? Seguro que bien.

- Basta, Lucy.

- ¿O qué? ¿Te dejo plantado? ¿Se fue con otro? – insisto y sigo tratando de liberarme pero solo consigo que me estreche más a el - ¿Sabes con quien pase el sábado, además que con Loretto? Con Harry.

- ¡Basta! – grita tan fuerte que hace que sienta temor. Me suelta con brusquedad y da unos pasos atrás – Eres una idiota. No pensé que podías llegar a ser así.

- Entonces estamos iguales – replico sintiendo unas lágrimas deslizarse por mis mejillas. Las seco y lo miro fulminándolo con la mirada – Yo no pensé que eras así.

- Obviamente, esto termina aquí – sonríe falsamente y menea con la cabeza. Siento un crujido tan fuerte dentro mío, algo que me está matando pero no me tiro al suelo a llorar como quiero, sino que respiro con profundidad y me contengo – Que seas feliz con Styles, Lucinda.

- Suerte con Perrie, cachorrito.

Doy media vuelta y salgo corriendo hacia la parada de autobús. Vuelvo a escuchar los gritos de Zayn detrás de mí y como trata de alcanzarme, lo que me motiva a correr más rápido a pesar de las lágrimas que están nublando mi vista. Cuando llego a la parada, veo que justo el autobús para y me subo con rapidez en él. Doy gracias a Dios de que este prácticamente vacío y que el conductor acelera tan rápido en cuanto subo completamente. Pago y me limpio las lágrimas. Mientras camino para buscar un asiento, veo por la ventana y Zayn me ve desde la vereda y niega con la cabeza. Se lleva las manos en esta y se muerde con fuerza el labio. No puedo evitar romperme a llorar verlo así.

Hasta aquí todo ha llegado.

Cuatro horas después.

Me la pase llorando en un parque durante dos horas y medias seguidas, recordando una y otra vez todas las palabras mías y de Zayn, de cómo nos hablamos, de cómo acabamos, de como toda nuestra historia ya yace muerta. No he podido controlar las lágrimas, dejando mis ojos hinchados y un horrible dolor de cabeza. Cuando finalmente pienso que debo parar aunque sea unos minutos, me dirijo a una farmacia para comprar unos analgésicos contra el dolor de cabeza. Los tomo después de comprarme una botella de agua y me voy a la librería para encargar los libros.

Estoy varios minutos para encargarlos y pagarlos con la tarjeta de crédito que me ha obsequiado Mark cuando cumplí quince, solo que la uso tan poco que se merece ser usada hoy. Elijo algunas novelas también y, finalmente, me despido de la vendedora, agradeciéndole por la atención.

Saco mi celular y lo prendo, veo que tengo muchas llamadas perdidas: 34 de Zayn, 23 de Allegra, 32 de Regina, 12 de Louis, 5 de Niall, 7 de Loretto y Liam, 2 de Harry y… oh mierda. 65 de Mark. ¿Tantas llamadas se pueden recibir en pocas horas? Ni hablar de los mensajes, todos ellos piden que les responda, que los llame, que les diga si estoy bien. Obviamente, borro todos los de Zayn. Ya no quiero saber de él, ya no quiero sufrir. Ahora tengo que ocuparme de algo más importante, como que mi tío me va a matar. No, primero va a matar a Allegra y a Louis por dejarme ir sola, segundo ira por Zayn al enterarse que es toda su culpa y, cuando me encuentre, me matara a mí. Dudo que Regina lo contenga esta vez.

Camino rápido hacia un teléfono público debido a que el maldito celular no tiene saldo. Entro a la cabina roja y marco el número de mi casa, pero nadie contesta. Vuelvo a marcar e insistir, y siguen sin responder. Me deben estar buscando ¡Incluso habrán llamado a la policía! Mark es capaz de todo, estará volviéndose loco en estos momentos.

Comienzo a desesperarme y a buscar a algún taxi, pero ninguno de los malditos están disponibles o siquiera paran. Me estoy sintiendo culpable y desesperada, quiero llorar por lo idiota que soy y de cómo estarán todos. Soy una estúpida ¡Y nadie llama cuando el celular maldito esta prendido!

Corro en dirección a una parada para esperar a un autobús que me deje cerca de mi casa, tendré que aguantarme si esta vacío o no, tendré que ser fuerte y subirme a pesar de que estén todos apretados, por más pánico que me dé, debo hacerlo antes de que cause aún más problemas de los que he causar más pánico que me dé, debo hacerlo antes de que cause aún más problemas de los que he causado.

- ¿Lucy? ¿Eres tú? – escucho una voz familiar a lo lejos. Miro hacia la persona y veo a Harry acercándose - ¡Dios mío, Lucinda! ¡Eres tú!

Lo veo correr hacia a mí, pienso que se quedara parado enfrente de mí y comenzara a regañarme como si fuera una niña pequeña, lo cual aceptaría dado las circunstancias. Pero Harry no lo hace, sino que me abraza.
Harry me está tocando. Me está abrazando.

Grito con fuerza mientras comienzo a llorar.

- ¡He, chico! ¡Suéltala! – grita un hombre que también está en la parada.

- ¡Lo siento! – Harry se separa con rapidez de mí en cuanto se da cuenta de lo que estaba haciendo.

- Aléjate de ella, niño – le dice una anciana levantando el bastón en su dirección – Sino te las veras conmigo.

- Ella es mi amiga, mi cuñada - << ¿Tu cuñada? ¡Haz roto con mi hermana! >> pienso, pero decido no decirlo y concentrarme en respirar bien – Sufre ataques de pánico cuando la tocan.

- ¿Entonces por qué la tocaste? – interroga otra mujer entrecerrando los ojos.

- ¿Saben qué? No tengo porque darle explicaciones a ustedes, pero tu si a mí, Lucy. ¿Se puede saber dónde demonios estabas todas estas horas? Van a matarte en cuanto llegues a tu casa. Están buscándote por todas la ciudad, incluso Allegra me mando a buscarte por aquí.

Me alejo unos pasos de él y levanto el dedo en señal en que necesito un momento. Quito la botella de agua de mi mochila y tomo una gran cantidad de agua. Trato de recordar como respirar con tranquilidad y me repito que no hay ningún peligro, que Harry no me tocara de nuevo o me hará daño. Estoy a salvo, Harry es un buen ¿amigo? O lo que sea, es bueno, es el mejor amigo de Louis, es el mejor amigo de Loretto también.

- Lucy ¿Estas bien? – pregunta preocupado acercándose unos pasos hacia a mí. Retrocedo de inmediato – Tranquila, yo no voy a hacerte daño ¿Si? Recuerda que yo soy tu amigo, nos conocemos desde que éramos niños y jamás te haría nada.

- Linda ¿Estas bien enserio? – la mujer que miraba con acusación a Harry intenta acercarse, pero eso me hace asustarme más y romper a llorar.

Siento las miradas de todos a mí alrededor. Estoy dando un gran espectáculo y eso no me gusta, para nada.

- Lucy – me llama Harry, pero no lo miro – Lucy, mírame – insiste y lo hago, me concentro en sus ojos verdes. Se va acercando lentamente – Yo no voy a hacerte daño, ni estas personas ¿Si? Ahora vayamos al auto, todos están preocupados por ti. Allegra no ha dejado de llorar y de sentirse culpable por no haberte acompañado, Louis también está bastante mal.

- Lo siento – susurro y miro al suelo – Perdón, enserio perdón. ¿Podemos irnos ya?

Las personas se dispersan y me voy con Harry hacia su auto, donde me dice que está en dos cuadras. Desaparecemos de la vista de las personas una cuadra después y dejo fluir mis lágrimas nuevamente. Me duele que no haya disminuido para nada mis temores ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué no puedo superarlo? Todavía me tiemblan las piernas y las manos, el corazón me late tan fuerte que incluso siento que me dará un paro cardiaco.

Harry se para con brusquedad y gira, me mira con tristeza y me doy cuenta que ya hemos llegado a su auto.

- Después de esto, quiero que me prometas que iras a un psiquiatra.

Lo miro sin comprender.

- ¿Por qué? – musito casi sin voz.

- No quiero volver ver que lloras porque yo te he tocado. Ha sido… - traga saliva y mira hacia otro lado – ha sido doloroso. Incluso me sentí como una mierda.

- No lo eres, Harry – replico levantando un poco la voz – Solo que yo estoy mal, de verdad estoy mal. No estoy mejorando, mis calificaciones están bajando, y rompí con Zayn esta tarde y… y…

Dejo todo inconcluso y me echo a llorar con más fuerza. Me siento cansada y bastante lastimada, pero tengo que reponerme rápido y marcharnos de una buena vez antes de que sigan preocupándose por mí.

- Lucy, yo antes era claustrofóbico –lo miro interrogativa ante su comentario - ¿Y sabes cómo lo supere? Poniéndome a prueba y pensando en un momento feliz, hazlo también tú.

Miro a Harry y me seco las lágrimas. Está acercándose lentamente hacia a mí, mantiene sus brazos a una distancia de mí, pero están redondeando en el aire mi cuerpo. Entiendo lo que quiere tratar de hacer, quiere que yo sea quien lo abrace, no que el a mí. Nunca he intentado querer yo tocar a una persona, no quiero hacerlo, no quiero seguir llorando, pero me digo a mi misma que se lo debo por como lo hice sentir y por tomarse el tiempo de buscarme. Respiro con profundidad y me repitió que Harry jamás me hará daño, que jamás podría hacerlo. Y sin más, lo abrazo con fuerza.

Pienso en papa, en los momentos hermosos que hemos pasado juntos riéndonos y haciéndole bromas al vecino – el cual el detestaba porque le ganaba siempre por hacer mejores barbacoas que el – y en como pasaba horas a su lado leyendo libros y preguntándole cada ocurrencia de la vida. También pienso en Mark, en cómo viene a desearme buenas noches todos los días desde que me he mudado con él, en cómo se queda a mi lado cuanto toco el piano por más que le aburra la música clásica, en lo celoso que puede ser, pero al mismo tiempo en cuanto puede amarme incluso más que a sus propios hijos. Pienso en el abuelo, el viejo gruñón que, a pesar de tener un corazón de hielo, está orgulloso de mi por ser la única de todos sus nietos que ha seguido sus pasos, en como unas notas hacen que el silencio entre nosotros nos diga lo que sentimos y pensamos, en como sus ojos se encuentran con los míos y sintamos que estamos mirando nuestro reflejo. Finalmente pienso en Zayn, que por más idiota que hemos sido los dos, simplemente no puedo dejar de amarlo como lo hago, porque he caído como una tonta enamorada a sus pies, por sus gestos, sus ojos, su sonrisa, su malhumor inaguantable y la manera en que me hace sentir.

Una mezcla de pánico, miedo, tristeza y nervios inundan dentro de mí. Aprieto con más fuerza a Harry al sentir todas estas emociones y siento todo mi cuerpo temblar. Cierro los ojos con fuerza y entierro mi cabeza en su pecho mientras suelto silenciosas lágrimas. Harry pone sus manos en mi espalda y me estrecha con más fuerza.

Quedamos unos minutos así, quizás unos diez minutos, pero para ese entonces yo estoy disfrutando la calidez de su cuerpo y he dejado de temblar, incluso de temer. Harry me está acariciando el pelo y me repite que el jamás podría dañarme, que confié en el y que esté tranquila. Nos separamos con lentitud hasta soltarnos. Luego el trata de tocarme, lo que me hace sobresaltar un poco.

- Veo que solo ha funcionado una vez – sonríe con tristeza.

Levanto la mano e intento acercarla a la suya. No sé en qué momento, pero nuestras manos están apoyadas una en la otra. Su mano es más grande que la mía, es más cálida y no es fría. Miro los ojos de Harry contenta por el gran progreso que he tenido, pero mi sonrisa se va desvaneciendo cuando noto que el está serio, mirándome directo a los ojos.

El corazón me empieza a latir con fuerza, pero no es por el pánico, es por la forma en que sus ojos verdes están penetrando mi alma, en cómo me estoy perdiendo en ellos, en cómo me doy cuenta que sus ojos siguen siendo tan hermosos como los de aquel niño que fue hace años atrás, el cual me defendía de Louis cuando me molestaba, el que se sonrojaba cuando le daba un beso en la mejilla o le hacía un cumplido, el que me dio mi primer beso.

Me abalanzo sobre Harry y lo abrazo, casi queriendo sentir su tacto. Todavía estoy un poco atemorizada por el pánico al tocarlo, pero hay otra cosa que es más fuerte que está haciendo a un lado el pánico. No es como lo que siento por Zayn, con Zayn no hay nada más que seguridad y amor que pueda reemplazar el pánico, con Harry es algo distinto, algo fuerte pero no estoy segura que es.

Harry me corresponde el abrazo y me da un beso en la mejilla.

Al menos hay otra persona en el mundo que permito que me toque.


- ¡Lucy! – chilla Allegra en cuanto me bajo del auto. Veo que está llorando y se acerca corriendo hacia a mí.

Harry me había dicho que estaban todos desesperados por encontrarme, pero no pensé que tanto. Están todos. Todos mis amigos, mis familiares, incluso esta Zayn. Oh mierda, me espera un gran castigo.
Noto que Allegra quiere abrazarme, así que doy un paso hacia atrás para indicarle que ni se le ocurra, pero ella no parece pensar lo mismo, porque enseguida me abraza.

No de nuevo. No de nuevo esta horrible sensación.

- Allegra, suéltala – le dice Harry con temor.

Demasiado tarde porque ya estoy gritando con fuerza y rompiendo a llorar de nuevo. No estoy respirando, no puedo dejar de gritar y el cuerpo me está temblando. Un fuerte dolor se instala en mi cabeza dándome una gran punzada y una ola de calor me golpea con fuerza, dándome la necesidad de quitarme toda la ropa a pesar de que esta helando.

Allegra se aparta de mí con la expresión de estar arrepentida. Siento que todo comienza a dar vueltas y las voces se vuelven más lejanas cada vez más y más. Solo escucho que Harry me pide que me siente en la vereda y con dificultad lo hago.

No sé de qué están hablándome, tampoco me estoy preocupando por ello, mis ojos comienzan a ver otras cosas.

Estoy viendo a Allegra cuando era niña, estamos en nuestro cuarto cuando vivíamos en New Castle, era rosado chillón por su parte y la mía era azul, con mis posters pegados de las figuras de acción que tenía. Estábamos jugando a las Barbies y riéndonos porque Barbie iba a darle un beso a Ken finalmente después de tantas vueltas de la vida, hasta que escuchamos a mi padre gritar y mi madre corriendo hacia nosotras.

- Escóndanse en el ático – sus ojos azules están llenos de temor y su cuerpo tiembla.

Allegra no reacciona y la mira en shock cuando la ve desaparecer. La obligo a levantarse y a caminar con cuidado hacia el ático. Una vez adentro nos encerramos.

Vuelve a pasar lo mismo que mis pesadillas. Mama y papa gritar mientras les disparan, un hombre me está violando y toqueteando mientras el otro le apura diciéndole que quiere su turno. La sirena de la policía, el hombre dispararle a mis padres, ellos escapando, Allegra gritando y abrazándome, los policías entrar y yo desmayarme.

Pestañeo con rapidez y es como si volviera al presente. Mark esta arrodillado frente a mí con lágrimas empapando sus ojos y sus mejillas, está tomando mi mano y me pide a susurros que reaccione, que hable. Hay un hombre que le pide que me deje ir, que debo ir al hospital a ser atendida. Me doy cuenta que estoy en la sala y sentada en el sillón.

Miro fijamente a mi tío y soy incapaz de sentir algo más allá que dolor cuando se da cuenta que he salido de mi estado de shock.

- ¿Lucy? Cariño, respóndeme ¿Estas bien?

- No – contesto con sinceridad.

- ¿Te paso algo? ¿Te sucedió algo? Respóndeme con la verdad, Lucy, sabes que te ayudare.

- Me violaron – contesto con la voz neutra. Reacciono y veo que no estamos él y yo solos, además del hombre, sino que está mi familia, mis amigos, Zayn y Harry. Todos se miran entre ellos y yo miro a cada uno de ellos. Mi mirada se centra en Allegra, quien se está mordiendo nerviosa sus uñas y me mira con culpabilidad, sus ojos están rojos y no puede parar de temblar. Vuelvo a mi tío – Mataron a mis padres delante de mí. A mama le dispararon en la cabeza y a papa en el pecho – prosigo. Hace años atrás, Mark había querido que yo le contara lo que había sucedido, yo había utilizado justamente estas palabras – Al menos mi hermana está a salvo.

Y desde ahí todo se vuelve negro.