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Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
-
________ se incorporó. De pronto, se dio cuenta de lo... viril que parecía. Había una tenue uve de sudor en el centro de su camiseta. Se había peinado el pelo hacia atrás con los dedos y, como de costumbre, no se había afeitado esa mañana. Junto a ella, Niall siguió corrigiendo alegremente su plano.
Sí, Louis era viril, peligroso y exasperante, pero también era el hombre más amable que había conocido nunca. Intentando recordado, ________ dio un paso adelante.
-No sé cómo darte las gracias.
-Ya me las ha dado Niall.
Ella asintió y puso una mano sobre el hombro de Niall.
-Acaba eso, Niall. Yo estaré en el cuarto de estar, con Louis -entró en el cuarto de estar. Estaba, como siempre, desordenado y lleno de cosas. Tas daba vueltas por la alfombra, buscando migas de galletas-. Creía conocer a Niall de arriba abajo -empezó-. Pero no sabía que para él significaría tanto una mesa de dibujo. Supongo que creía que era demasiado pequeño para apreciar algo así.
-Ya te he dicho que tiene un don natural.
-Sí, lo sé -se mordió el labio, deseando haber aceptado el café para tener algo que hacer con las manos-. Niall me ha dicho que le estás dando clases de dibujo. Estás haciendo por él más de lo que podía esperar. Y, desde luego, mucho más de lo que estás obligado a hacer.
Él le lanzó una mirada larga y penetrante.
-Esto no tiene nada que ver con la obligación. ¿Por qué no te sientas?
-No -ella juntó las manos y luego las separó-. No, da igual.
-¿Prefieres pasearte por la habitación? -preguntó él, sonriendo.
Ella sintió que su determinación se disipaba un poco más.
-Puede que luego. Solo quería decir que te estoy muy agradecida. Niall nunca había tenido... -un padre. Aquellas palabras estuvieran a punto de escapársele, pero consiguió tragárselas sintiendo de pronto una especie de horror-. Nunca había tenido a nadie que le prestara tanta atención... aparte de mí, claro –dejó escapar un leve suspiro-. Has sido muy generoso por regalarle la mesa de dibujo. Niall dice que era tuya.
-Mi padre hizo que me la construyeran cuando tenía más o menos la edad de Niall. Quería que dejara de dibujar monstruos y empezara a hacer algo útil -dijo sin amargura, pero con cierta sorna. Hacía tiempo que no les guardaba rencor a sus padres por su falta de comprensión.
-Debe de significar mucho para ti si las has guardado todo este tiempo. Sé que a Niall le encanta, pero ¿no deberías conservarla para tus hijos?
Louis bebió un sorbo de zumo y miró a su alrededor.
-Parece que, de momento, no tengo hijos.
-Pero aun así...
-________, no se la habría regalado si no hubiera querido hacerlo. Lleva años en el trastero, acumulando polvo. Me encanta ver que Niall puede sacarle partido -se acabó el zumo y, dejando el vaso sobre la mesa, se acercó a ella-. Es un regalo para Niall. Tú no tienes por qué sentirte obligada.
-Lo sé, no quería...
-Sí, ya -él la miraba fijamente, sin sonreír, con esa serena intensidad que sacaba a relucir en los momentos más inesperados-. Sé que no lo piensas conscientemente, pero la idea ronda por ahí, en algún lugar de tu cabeza.
-No creo que estés usando a Niall para acercarte a mí, si te refieres a eso.
-Me alegro -le pasó un dedo por la mejilla-. Porque la verdad es, señora Wallace, que Niall me gustaría también sin ti, o tú sin él. Pero da la casualidad de que vais los dos juntos en el mismo paquete.
-Sí, así es. Niall y yo somos una unidad. Lo que le afecta a él, me afecta a mí.
Louis ladeó la cabeza, comprendiendo de pronto.
-Me parece estar percibiendo una advertencia. ¿No piensas que estoy haciéndome el amiguete de Niall para meterme en la cama con su madre?
-No, claro que no -ella se apartó bruscamente, mirando hacia el despacho-. Si lo pensara, no dejaría que Niall se acercara a ti.
-Pero... -le puso las manos sobre los hombros y las unió tras su nuca- te preguntas si lo que sientes por mí puede ser un reflejo de lo que siente Niall.
-Yo nunca he dicho que sienta nada por ti.
-Sí, lo has dicho. Lo dices cada vez que me acerco a ti. No, no te retires, ________ -la apretó con más fuerza-. Seamos sinceros. Quiero acostarme contigo. No tiene nada que ver con Niall, y menos de lo que pensaba con la punzada de deseo que sentí la primera vez que vi tus piernas -ella lo miró tímidamente a los ojos-. Tiene que ver más bien con el hecho de que te encuentro atractiva en muchos sentidos. Eres inteligente, fuerte y estable. Puede que no suene muy romántico, pero la verdad es que tu estabilidad me parece muy atrayente. Yo nunca he tenido mucha -le acarició levemente la nuca-. Tal vez no estés preparada para dar un paso así en este momento. Pero te agradecería que miraras de frente lo que deseas, lo que sientes.
-No sé si puedo. Tú estás solo. Yo tengo a Niall. Haga lo que haga, sea cual sea la decisión que tome, afectará a mi hijo. Hace años me prometí que no volvería a sufrir por culpa de sus padres. Y pienso cumplir esa promesa.
Louis quiso pedirle que le hablara del padre de Niall, pero el chico estaba en la otra habitación.
-Déjame decirte lo que creo. Tú nunca podrías tomar una decisión que hiciera sufrir a Niall. Pero sí una que te hiciera sufrir a ti. Quiero estar contigo, ________, y no creo que el hecho de que estemos juntos vaya a hacerle daño a Niall.
-Ya he acabado -Niall salió del despacho con el papel en las manos. ________ intentó apartarse, pero Louis la retuvo-. Quiero llevármelo para enseñárselo a Josh mañana, ¿vale? Sabiendo que sería peor resistirse, ________ se quedó quieta, con los brazos de Louis sobre los hombros.
-Claro.
Niall los observó a ambos un momento. Nunca había visto a un hombre abrazar a su madre, salvo a su abuelo y a su tío. Se preguntaba si eso convertía a Louis en parte de la familia.
-Mañana por la tarde voy a casa de Josh y me quedo a dormir. Vamos a estar despiertos toda la noche.
-Entonces, tendré que cuidar de tu madre, ¿no?
-Supongo -Niall empezó a enrollar el lienzo de papel para guardado en un tubo, como le había enseñado Louis.
-Niall sabe perfectamente que no necesito que nadie me cuide.
Louis no le hizo caso y siguió hablando con Niall.
-¿Qué te parece si saco a tu madre por ahí?
-¿Quieres decir a cenar a un restaurante y esas cosas?
-Algo así.
-Vale.
-Bien. Iré a buscarla a las siete.
-No creo que...
-¿A las siete no te parece bien? -la interrumpió Louis-. Bueno, pues, entonces, a las siete y media. Pero ni un minuto más tarde. Si a las ocho no he cenado, me pongo de un humor de perros -le dio un rápido beso en la frente antes de soltada-. Que te lo pases bien en casa de Josh.
-Lo haré -Niall recogió la chaqueta y la mochila. Luego, se acercó a Louis y le dio un abrazo. Las palabras que ________ tenía en la punta de la lengua se secaron-. Gracias por la mesa. de dibujo y por todo. Es genial.
-De nada. Hasta el lunes -esperó hasta que ________ estuvo en la puerta-. A las siete y media.
Ella asintió y cerró la puerta suavemente a su espalda.
*Pueden preguntarme lo que quieranAQUÍ
Capitulo 6 (Parte3)
________ se incorporó. De pronto, se dio cuenta de lo... viril que parecía. Había una tenue uve de sudor en el centro de su camiseta. Se había peinado el pelo hacia atrás con los dedos y, como de costumbre, no se había afeitado esa mañana. Junto a ella, Niall siguió corrigiendo alegremente su plano.
Sí, Louis era viril, peligroso y exasperante, pero también era el hombre más amable que había conocido nunca. Intentando recordado, ________ dio un paso adelante.
-No sé cómo darte las gracias.
-Ya me las ha dado Niall.
Ella asintió y puso una mano sobre el hombro de Niall.
-Acaba eso, Niall. Yo estaré en el cuarto de estar, con Louis -entró en el cuarto de estar. Estaba, como siempre, desordenado y lleno de cosas. Tas daba vueltas por la alfombra, buscando migas de galletas-. Creía conocer a Niall de arriba abajo -empezó-. Pero no sabía que para él significaría tanto una mesa de dibujo. Supongo que creía que era demasiado pequeño para apreciar algo así.
-Ya te he dicho que tiene un don natural.
-Sí, lo sé -se mordió el labio, deseando haber aceptado el café para tener algo que hacer con las manos-. Niall me ha dicho que le estás dando clases de dibujo. Estás haciendo por él más de lo que podía esperar. Y, desde luego, mucho más de lo que estás obligado a hacer.
Él le lanzó una mirada larga y penetrante.
-Esto no tiene nada que ver con la obligación. ¿Por qué no te sientas?
-No -ella juntó las manos y luego las separó-. No, da igual.
-¿Prefieres pasearte por la habitación? -preguntó él, sonriendo.
Ella sintió que su determinación se disipaba un poco más.
-Puede que luego. Solo quería decir que te estoy muy agradecida. Niall nunca había tenido... -un padre. Aquellas palabras estuvieran a punto de escapársele, pero consiguió tragárselas sintiendo de pronto una especie de horror-. Nunca había tenido a nadie que le prestara tanta atención... aparte de mí, claro –dejó escapar un leve suspiro-. Has sido muy generoso por regalarle la mesa de dibujo. Niall dice que era tuya.
-Mi padre hizo que me la construyeran cuando tenía más o menos la edad de Niall. Quería que dejara de dibujar monstruos y empezara a hacer algo útil -dijo sin amargura, pero con cierta sorna. Hacía tiempo que no les guardaba rencor a sus padres por su falta de comprensión.
-Debe de significar mucho para ti si las has guardado todo este tiempo. Sé que a Niall le encanta, pero ¿no deberías conservarla para tus hijos?
Louis bebió un sorbo de zumo y miró a su alrededor.
-Parece que, de momento, no tengo hijos.
-Pero aun así...
-________, no se la habría regalado si no hubiera querido hacerlo. Lleva años en el trastero, acumulando polvo. Me encanta ver que Niall puede sacarle partido -se acabó el zumo y, dejando el vaso sobre la mesa, se acercó a ella-. Es un regalo para Niall. Tú no tienes por qué sentirte obligada.
-Lo sé, no quería...
-Sí, ya -él la miraba fijamente, sin sonreír, con esa serena intensidad que sacaba a relucir en los momentos más inesperados-. Sé que no lo piensas conscientemente, pero la idea ronda por ahí, en algún lugar de tu cabeza.
-No creo que estés usando a Niall para acercarte a mí, si te refieres a eso.
-Me alegro -le pasó un dedo por la mejilla-. Porque la verdad es, señora Wallace, que Niall me gustaría también sin ti, o tú sin él. Pero da la casualidad de que vais los dos juntos en el mismo paquete.
-Sí, así es. Niall y yo somos una unidad. Lo que le afecta a él, me afecta a mí.
Louis ladeó la cabeza, comprendiendo de pronto.
-Me parece estar percibiendo una advertencia. ¿No piensas que estoy haciéndome el amiguete de Niall para meterme en la cama con su madre?
-No, claro que no -ella se apartó bruscamente, mirando hacia el despacho-. Si lo pensara, no dejaría que Niall se acercara a ti.
-Pero... -le puso las manos sobre los hombros y las unió tras su nuca- te preguntas si lo que sientes por mí puede ser un reflejo de lo que siente Niall.
-Yo nunca he dicho que sienta nada por ti.
-Sí, lo has dicho. Lo dices cada vez que me acerco a ti. No, no te retires, ________ -la apretó con más fuerza-. Seamos sinceros. Quiero acostarme contigo. No tiene nada que ver con Niall, y menos de lo que pensaba con la punzada de deseo que sentí la primera vez que vi tus piernas -ella lo miró tímidamente a los ojos-. Tiene que ver más bien con el hecho de que te encuentro atractiva en muchos sentidos. Eres inteligente, fuerte y estable. Puede que no suene muy romántico, pero la verdad es que tu estabilidad me parece muy atrayente. Yo nunca he tenido mucha -le acarició levemente la nuca-. Tal vez no estés preparada para dar un paso así en este momento. Pero te agradecería que miraras de frente lo que deseas, lo que sientes.
-No sé si puedo. Tú estás solo. Yo tengo a Niall. Haga lo que haga, sea cual sea la decisión que tome, afectará a mi hijo. Hace años me prometí que no volvería a sufrir por culpa de sus padres. Y pienso cumplir esa promesa.
Louis quiso pedirle que le hablara del padre de Niall, pero el chico estaba en la otra habitación.
-Déjame decirte lo que creo. Tú nunca podrías tomar una decisión que hiciera sufrir a Niall. Pero sí una que te hiciera sufrir a ti. Quiero estar contigo, ________, y no creo que el hecho de que estemos juntos vaya a hacerle daño a Niall.
-Ya he acabado -Niall salió del despacho con el papel en las manos. ________ intentó apartarse, pero Louis la retuvo-. Quiero llevármelo para enseñárselo a Josh mañana, ¿vale? Sabiendo que sería peor resistirse, ________ se quedó quieta, con los brazos de Louis sobre los hombros.
-Claro.
Niall los observó a ambos un momento. Nunca había visto a un hombre abrazar a su madre, salvo a su abuelo y a su tío. Se preguntaba si eso convertía a Louis en parte de la familia.
-Mañana por la tarde voy a casa de Josh y me quedo a dormir. Vamos a estar despiertos toda la noche.
-Entonces, tendré que cuidar de tu madre, ¿no?
-Supongo -Niall empezó a enrollar el lienzo de papel para guardado en un tubo, como le había enseñado Louis.
-Niall sabe perfectamente que no necesito que nadie me cuide.
Louis no le hizo caso y siguió hablando con Niall.
-¿Qué te parece si saco a tu madre por ahí?
-¿Quieres decir a cenar a un restaurante y esas cosas?
-Algo así.
-Vale.
-Bien. Iré a buscarla a las siete.
-No creo que...
-¿A las siete no te parece bien? -la interrumpió Louis-. Bueno, pues, entonces, a las siete y media. Pero ni un minuto más tarde. Si a las ocho no he cenado, me pongo de un humor de perros -le dio un rápido beso en la frente antes de soltada-. Que te lo pases bien en casa de Josh.
-Lo haré -Niall recogió la chaqueta y la mochila. Luego, se acercó a Louis y le dio un abrazo. Las palabras que ________ tenía en la punta de la lengua se secaron-. Gracias por la mesa. de dibujo y por todo. Es genial.
-De nada. Hasta el lunes -esperó hasta que ________ estuvo en la puerta-. A las siete y media.
Ella asintió y cerró la puerta suavemente a su espalda.
*Pueden preguntarme lo que quieranAQUÍ
EleanorJCalder
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
Lu. {takemehome} escribió:Awwwwwwwwwwww,amé las dos partes. ¡Es tan tierno! Yo querer más. *tipo a lo Tarzán* Síguela cuando puedas linda,xx
Muchismas gracias! :D ¿Te gusta tarzan? Yo adoro a Janeee!! es hermosaa
EleanorJCalder
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
I'm sexy and I know it ;) escribió:Llege yo!! La lectora mas sexy de todas!! ;)
Me encantaron los capis!!
Tu manera de escribir es tan vknoglenhgo.. Escribis como re profesional, no se como decirte.. Amo como escribis!
Por curiosidad, cuantos años tenes?? :D
SIguela prontoo! BEsoos :D
Volviste Lectoraa sexiiii!!!! azsdfghj ¿Cómo estás? jajaj Muchas graciaaaaaaas! Tengo 17 linda ¿y tu?
EleanorJCalder
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
Roochi.1D escribió:
asjdhakjdshakjdhakjs MIERDA, QUE LE DIGA LO QUE SIENTE DE UNA VEZ!
Y sí, es más linnnnnnnnnnnndo ♥
Me encanta Niall , es tan asjdhkjasdhkasjdhaksdkj ♥ :3
Me muero de ternuraaaaaaaaaaaa . !
Espero el proximo :D
ASDFGHJ GRACIAS! ¿A poco no moriste de la ternura de Nialler en este cap? Yo siii *-* Le da permiso a la rayisss
EleanorJCalder
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
Nuria One Direction escribió:Ameee los caps! Diooos! Louis es tan asghuajkdgasjfha y Niall es tan tierno y tan majiico!:D siiguelaap!!
Lou es indescriptibleeee!! Lo adoro con Nialler es una amoreeee! :D Gracias por pasarte
EleanorJCalder
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
Hola Hola!!! Gracias ¿Dime que te gusto este cap? Yo lo adoro Niall le da permiso de salir con Rayis *-* ¡GRACIAS POR PASARTE!marina_onedirection escribió:Me gusto mucho el cap. Adoro esta novela es muy buena y aparte esta el pequeño Niall que lo hace todo mejor aun. Siguela pronto que esta muy interesante Muchos besos <3
EleanorJCalder
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
chuqi escribió:poefaaaaaaaaaaaaa qiero caaaaaaaaap! :(
Ya subi cap lindurraaaa! :D
EleanorJCalder
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
awwwwwwwwwwwwwwwwwwwww, me mueeeeeeeeeero !
Con todos, de amorrrrr :3
De verdad que quieres matarme de amor :(
Espero el proximo :')
Con todos, de amorrrrr :3
De verdad que quieres matarme de amor :(
Espero el proximo :')
Roochi.1D
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
EleanorJCalder escribió:I'm sexy and I know it ;) escribió:Llege yo!! La lectora mas sexy de todas!! ;)
Me encantaron los capis!!
Tu manera de escribir es tan vknoglenhgo.. Escribis como re profesional, no se como decirte.. Amo como escribis!
Por curiosidad, cuantos años tenes?? :D
SIguela prontoo! BEsoos :D
Volviste Lectoraa sexiiii!!!! azsdfghj ¿Cómo estás? jajaj Muchas graciaaaaaaas! Tengo 17 linda ¿y tu?
Jajaj.. I'm sexy and i know it..Bienn.. VOS??
A punto de cumplir 13 :D
Hoy termine la primaria.. :P
Me encanto el capiiituloo!! Fue tan jkernforefg... :)
SIGUELA PRONTOO!! BESOS :D
I'm sexy and I know it ;)
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
siguelaaaaaaaaaaaa:) ame el cap:D es genial tu noveeee:)
Nuria One Direction
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
Wuju cita cita cita !! Van a tener una cita que emocionante y encima Niall apoya a Louis ya se tienen mucho aprecio bueno siguela que esta muy interesante y quiero ver que pasa lugo muchos besitos guapa <3
Invitado
Invitado
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
-
Podía haber puesto cualquier excusa, pero lo cierto era que no quería. Sabía que aquella cena era una encerrona de Louis, pero, mientras se abrochaba el ancho cinturón de cuero, descubrió que no le importaba. En realidad, casi sentía alivio porque fuera él quien hubiese tomado la decisión.
Estaba nerviosa, de eso no había duda. De pie ante el espejo de la cómoda respiró hondo varias veces. Sí, estaba nerviosa, pero no eran nervios de los que le hacían un nudo en el estómago, como cuando iba a una entrevista de trabajo. A pesar de no saber con certeza qué sentía hacia Louis Tomlinson, se alegraba de no estar asustada. Tomó el cepillo, observó su reflejo en el espejo y se alisó el pelo. No parecía alterada, se dijo. Eso era otro punto a su favor. El vestido negro de lana le sentaba bien, con su profundo escote y su cintura ajustada. El cinturón, de color rojo, acentuaba la cintura justo antes de que la falda se abriera en vuelo. Por alguna razón, el rojo le daba confianza. Los colores vivos le parecían un modo de defenderse como otro cualquiera, precisamente por ser una persona extremadamente discreta.
Se puso unos grandes pendientes en forma de espiral, también rojos. Como la mayoría de su ropa, el vestido era práctico. Servía lo mismo para ir a la oficina, a una reunión de la Asociación de Padres de Alumnos o a una comida de negocios. Esa noche, pensó con una media sonrisa, serviría además para una cita.
Intentó no pensar en cuánto tiempo hacía que no tenía una cita y se tranquilizó al reparar en que conocía a Louis lo suficiente como para mantener una conversación fluida toda la velada. Una velada de adultos. Lo cual le hacía mucha ilusión, pese a su adoración por Niall.
Al oír que llamaban a la puerta, se miró por última vez al espejo y fue a abrir. En cuanto abrió, su confianza de desvaneció.
Aquel no parecía Louis. Los vaqueros rotos y las sudaderas dadas de sí habían desaparecido. Aquel hombre lleva un traje oscuro con una camisa azul pálido. Y corbata. El botón superior de la camisa estaba abierto, y la corbata, de seda azul oscuro, tenía un nudo bajo y flojo. Iba perfectamente afeitado y su pelo se ondulaba, negro y lustroso, sobre las orejas y el cuello de la camisa.
De improviso, ________ se sintió tímida y apocada.
Sin embargo, estaba guapísima. Louis se turbó ligeramente al mirarla. Los zapatos de noche la alzaban hasta un par de centímetros por debajo de su altura, de modo que prácticamente podían mirarse de frente a los ojos. Al ver su expresión de timidez, Louis se relajó un poco y le ofreció una sonrisa.
-Parece que he escogido el color adecuado -dijo, dándole un ramo de rosas rojas.
Ella sabía que era absurdo que una mujer de su edad se aturdiera por unas simples flores. Pero sintió que el corazón le daba un vuelco al recogerlas.
-¿Otra vez se te ha olvidado el diálogo? -preguntó él.
-¿El diálogo?
-Gracias.
El aroma de las rosas flotaba a su alrededor, suave y dulce.
-Gracias.
Él tocó un pétalo. Ya sabía que la piel de ________ tenía casi aquel mismo tacto.
-Ahora se supone que tienes que ponerlas en agua.
Sintiéndose una estúpida, ________ retrocedió.
-Sí, claro. Pasa.
-La casa parece otra sin Niall -comentó cuando ________ fue a buscar un jarrón.
-Sí. Cada vez que se va a dormir a casa de algún amigo, me cuesta horas acostumbrarme al silencio.
Louis la había seguido a la cocina. ________ se puso a trastear arreglando las rosas. «Soy una mujer adulta», se decía. «El hecho de que no haya tenido una cita desde que iba al instituto no significa que no recuerde cómo comportarme» .
-¿Qué sueles hacer cuando tienes una noche libre?
-Oh, leo, o me quedo viendo una película hasta tarde -se dio la vuelta con el Jarrón y estuvo a punto de chocar con Louis. El agua se agitó al borde del recipiente.
-Ya casi no se te nota lo del ojo -señaló suavemente el moratón, que apenas era ya una tenue sombra.
-No era para tanto -notaba la garganta seca. Aunque fuera una mujer adulta, se alegraba enormemente de que el jarrón se interpusiera entre ellos-. Voy por el abrigo.
HOLA PERSONITAS HERMOSAS, ESPERO QUE ESTEN BIEN, LES PONDRÉ EL CAPITULO 7 COMPLETO POR SER LAS MEJORES LECTORAS DE LA VIDA ♥
*Pueden preguntarme lo que quieranAQUÍ
Capitulo 7 (Parte1)
Podía haber puesto cualquier excusa, pero lo cierto era que no quería. Sabía que aquella cena era una encerrona de Louis, pero, mientras se abrochaba el ancho cinturón de cuero, descubrió que no le importaba. En realidad, casi sentía alivio porque fuera él quien hubiese tomado la decisión.
Estaba nerviosa, de eso no había duda. De pie ante el espejo de la cómoda respiró hondo varias veces. Sí, estaba nerviosa, pero no eran nervios de los que le hacían un nudo en el estómago, como cuando iba a una entrevista de trabajo. A pesar de no saber con certeza qué sentía hacia Louis Tomlinson, se alegraba de no estar asustada. Tomó el cepillo, observó su reflejo en el espejo y se alisó el pelo. No parecía alterada, se dijo. Eso era otro punto a su favor. El vestido negro de lana le sentaba bien, con su profundo escote y su cintura ajustada. El cinturón, de color rojo, acentuaba la cintura justo antes de que la falda se abriera en vuelo. Por alguna razón, el rojo le daba confianza. Los colores vivos le parecían un modo de defenderse como otro cualquiera, precisamente por ser una persona extremadamente discreta.
Se puso unos grandes pendientes en forma de espiral, también rojos. Como la mayoría de su ropa, el vestido era práctico. Servía lo mismo para ir a la oficina, a una reunión de la Asociación de Padres de Alumnos o a una comida de negocios. Esa noche, pensó con una media sonrisa, serviría además para una cita.
Intentó no pensar en cuánto tiempo hacía que no tenía una cita y se tranquilizó al reparar en que conocía a Louis lo suficiente como para mantener una conversación fluida toda la velada. Una velada de adultos. Lo cual le hacía mucha ilusión, pese a su adoración por Niall.
Al oír que llamaban a la puerta, se miró por última vez al espejo y fue a abrir. En cuanto abrió, su confianza de desvaneció.
Aquel no parecía Louis. Los vaqueros rotos y las sudaderas dadas de sí habían desaparecido. Aquel hombre lleva un traje oscuro con una camisa azul pálido. Y corbata. El botón superior de la camisa estaba abierto, y la corbata, de seda azul oscuro, tenía un nudo bajo y flojo. Iba perfectamente afeitado y su pelo se ondulaba, negro y lustroso, sobre las orejas y el cuello de la camisa.
De improviso, ________ se sintió tímida y apocada.
Sin embargo, estaba guapísima. Louis se turbó ligeramente al mirarla. Los zapatos de noche la alzaban hasta un par de centímetros por debajo de su altura, de modo que prácticamente podían mirarse de frente a los ojos. Al ver su expresión de timidez, Louis se relajó un poco y le ofreció una sonrisa.
-Parece que he escogido el color adecuado -dijo, dándole un ramo de rosas rojas.
Ella sabía que era absurdo que una mujer de su edad se aturdiera por unas simples flores. Pero sintió que el corazón le daba un vuelco al recogerlas.
-¿Otra vez se te ha olvidado el diálogo? -preguntó él.
-¿El diálogo?
-Gracias.
El aroma de las rosas flotaba a su alrededor, suave y dulce.
-Gracias.
Él tocó un pétalo. Ya sabía que la piel de ________ tenía casi aquel mismo tacto.
-Ahora se supone que tienes que ponerlas en agua.
Sintiéndose una estúpida, ________ retrocedió.
-Sí, claro. Pasa.
-La casa parece otra sin Niall -comentó cuando ________ fue a buscar un jarrón.
-Sí. Cada vez que se va a dormir a casa de algún amigo, me cuesta horas acostumbrarme al silencio.
Louis la había seguido a la cocina. ________ se puso a trastear arreglando las rosas. «Soy una mujer adulta», se decía. «El hecho de que no haya tenido una cita desde que iba al instituto no significa que no recuerde cómo comportarme» .
-¿Qué sueles hacer cuando tienes una noche libre?
-Oh, leo, o me quedo viendo una película hasta tarde -se dio la vuelta con el Jarrón y estuvo a punto de chocar con Louis. El agua se agitó al borde del recipiente.
-Ya casi no se te nota lo del ojo -señaló suavemente el moratón, que apenas era ya una tenue sombra.
-No era para tanto -notaba la garganta seca. Aunque fuera una mujer adulta, se alegraba enormemente de que el jarrón se interpusiera entre ellos-. Voy por el abrigo.
HOLA PERSONITAS HERMOSAS, ESPERO QUE ESTEN BIEN, LES PONDRÉ EL CAPITULO 7 COMPLETO POR SER LAS MEJORES LECTORAS DE LA VIDA ♥
*Pueden preguntarme lo que quieranAQUÍ
EleanorJCalder
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
sajdaskjdhakdshaksdhkdha <3
I LOVE YOU.
Amé el capitulo :3
Espero el proximo :) xx
I LOVE YOU.
Amé el capitulo :3
Espero el proximo :) xx
Roochi.1D
Re: Un héroe en Nueva York - [Louis Tomlinson]
-
Dejó las rosas en la mesa, junto al sofá, y se acercó al armario. Ya había metido un brazo en la manga cuando Louis se aproximó para ayudarla. Hacía que aquel gesto común y corriente pareciera sensual, pensó ________, mirando al frente. Louis le rozó los hombros con las manos, las dejó allí un instante y luego las bajó a lo largo de sus brazos y volvió a subidas para sacarle el pelo de debajo del cuello del abrigo.
________ cerró los puños y giró la cabeza.
-Gracias.
-De nada -sin apartar las manos de sus hombros, Louis la obligó a darse la vuelta para mirarlo-. Quizá te sientas mejor si nos quitamos esto del medio ahora mismo –la besó suavemente, pero con firmeza. Las manos rígidas de ________ se aflojaron. Aquel beso no era exigente, ni apasionado. Pero su comprensión la conmovió profundamente-. ¿Te sientes mejor? -murmuró Louis.
-No estoy segura.
Riendo, él volvió a rozarle levemente los labios.
-Pues yo sí -tomándola de la mano, se dirigió hacia la puerta.
El restaurante era francés, discreto y selecto. Las paredes, cubiertas de un papel de pálidas flores, refulgían a la suave luz y el parpadeo de las velas. Los clientes hablaban en voz baja sobre manteles de hilo y copas de cristal. El bullicioso ajetreo de las calles que daba más allá de las puertas de cristal esmerilado.
-Ah, señor Tomlinson, hacía mucho que no lo veíamos por aquí -el maître se acercó a darles la bienvenida.
-Sabes que siempre vuelvo por vuestros caracoles.
Riendo, el maître le indicó a un camarero que se alejara.
-Buenas noches, mademoiselle. Permítanme conducidos a su mesa.
El pequeño reservado, iluminado por la luz de las velas y oculto a la vista de los demás comensales, era un lugar para darse las manos y compartir secretos íntimos. Al sentarse, sus piernas se rozaron.
-El sumiller vendrá enseguida. Que disfruten de la velada.
-No hace falta preguntar si ya habías estado aquí antes.
-De vez en cuando me canso de las pizzas congeladas. ¿Te apetece champán?
-Me encantaría.
Él pidió una botella y el sumiller pareció complacido por su elección. ________ abrió la carta y suspiró al leer los refinados nombres de los platos.
-Me acordaré de esto la próxima vez que le dé un mordisco a medio sándwich de atún entre cita y cita.
-¿Te gusta tu trabajo?
-Mucho -se preguntó qué sería el soufflé de crabe-. Rosen es un incordio, pero también hace que te esfuerces por ser eficiente.
-Y a ti te gusta ser eficiente.
-Es importante para mí.
-¿Y qué más es importante para ti, aparte de Niall?
-La estabilidad -ella lo miró con una media sonrisa-. Aunque supongo que eso también tiene que ver con Niall. La verdad es que en los últimos años todo lo que se ha vuelto importante para mí tiene que ver con Niall.
Alzó la mirada cuando el sumiller les llevó el vino y, con toda ceremonia, se lo dio a probar a Louis. ________ vio que el vino, frío y dorado, colmaba su copa.
-Por Niall, entonces -dijo Louis, alzando su copa para brindar-. Y por su fascinante mamá.
________ bebió un sorbo, un poco asombrada porque supiera tan bien. Había probado el champán otras veces, pero, como casi todo lo que tenía que ver con Louis, nunca de aquel modo.
-Nunca me he considerado fascinante.
-A mí me fascina una mujer bonita criando a un hijo sola en una de las ciudades más conflictivas del mundo -bebió un sorbo y sonrió-. Y, además, tienes unas piernas increíbles.
Ella se echó a reír y, pese a que Louis la tomó de la mano, no sintió vergüenza.
-Eso ya me lo habías dicho antes. Por lo menos, largas sí que son. Era más alta que mi hermano hasta que salió del instituto, cosa que lo ponía furioso. Así que me pusieron de apodo «la Larga».
-A mí me llamaban «el Alambre».
-¿El alambre?
-Sí, por lo flacucho.
Por encima del vaso, ________ observó su ancho torso cubierto por la chaqueta del traje.
-No me lo creo.
-Algún día, si estoy lo bastante borracho, te enseñaré fotos.
Louis pidió la cena en un francés impecable. ________ estaba boquiabierta de asombro. Aquel era el escritor de cómics, pensó, el mismo que construía castillos de nieve y hablaba con su perro. Notando su mirada de asombro, Louis arqueó una ceja.
-Pasé un par de veranos en París durante el instituto.
-Ah -de pronto, ella recordó de dónde procedía-. Dijiste que no tienes más hermanos. ¿Tus padres viven en Nueva York?
-No -él desgajó un pedazo de crujiente pan francés-. Mi madre hace un viaje relámpago de vez en cuando para comprar o ir al teatro, y mi padre viene a veces por asuntos de negocios, pero Nueva York no es de su estilo. Siguen viviendo casi todo el año en Newport, donde yo crecí.
-Ah, Newport. Nosotros pasamos por allí una vez, cuando yo era pequeña. En verano, siempre íbamos de vacaciones en coche, dando tumbos de un lado para otro –se puso el pelo tras la oreja sin darse cuenta, ofreciéndole a Louis una deliciosa vista de su cuello-. Recuerdo las casas, esas enormes mansiones con columnas y flores y árboles ornamentales. Hasta hicimos fotos. Nos parecía increíble que alguien viviera allí –se interrumpió de repente y miró a Louis, que tenía una expresión divertida-. Y resulta que tú vivías allí.
-Es curioso. Yo en verano pasaba mucho tiempo observando a los turistas con unos prismáticos. Puede que enfocara a tu familia.
-Éramos los de la ranchera con las maletas atadas en la baca.
-Claro, ya me acuerdo -le ofreció un trozo de pan-. Os envidiaba un montón.
-¿De veras? -se detuvo con el cuchillo de la mantequilla en el aire-. ¿Y eso por qué?
-Porque ibais de vacaciones y comíais perritos calientes. Y porque dormíais en moteles con máquinas de refrescos en la puerta y jugabais al bingo en el coche entre ciudad y ciudad.
-Sí -murmuró ella-. Creo que eso lo resume muy bien.
-No pretendo hacerme el pobre niño rico -añadió él al ver que sus ojos cambiaban de expresión-. Solo digo que tener una casa enorme no es necesariamente mejor que tener una ranchera -volvió a llenarle la copa de vino-. En cualquier caso, pasé mi etapa de rebelde al que le importa un comino el dinero hace mucho tiempo.
-No sé si creerlo, viniendo de alguien que deja que el polvo se acumule encima de sus muebles Luis XV.
-Eso no es rebeldía, es pereza.
-Además de un pecado -añadió ella-. Me dan ganas de agarrar un trapo y un bote de cera.
-Si te apetece limpiarme la caoba, hazlo con toda libertad.
Ella alzó una ceja al ver que Louis le sonreía.
-¿Y qué hacías durante tu etapa de rebelde?
Le acarició levemente las puntas de los dedos. Louis apartó la mirada de sus manos unidas y la miró a los ojos.
-¿De veras quieres saberlo?
-Sí.
-Entonces, hagamos un trato. La historia de una vida ligeramente abreviada por otra.
________ comenzaba a sentirse osada pero no por el vino, sino por él.
-Está bien. Tú primero.
-Empezaré diciendo que mis padres querían que fuera arquitecto. Era la única profesión práctica y aceptable en la que, según ellos, podía utilizar mis habilidades artísticas. Las historietas que dibujaba no los entusiasmaban precisamente. En realidad, los dejaban atónitos, así que procuraban ignorarlas. Nada más salir del instituto, decidí dedicar mi vida al arte.
Les sirvieron los entrantes. Louis suspiró entusiasmado al ver los caracoles.
-Así que, ¿te viniste a Nueva York?
-No, a Nueva Orleáns. En aquella época aún no podía disponer de mi dinero, aunque no creo que lo hubiera utilizado, de todos modos. Como me negaba a recurrir al respaldo económico de mis padres, Nueva Orleáns era el lugar más cercano a París al que podía permitirme ir. Y la verdad es que me encantaba. Me moría de hambre, pero me encantaba la ciudad. Esas tardes bochornosas y sofocantes, el olor del río... Era mi primera gran aventura. ¿Quieres uno? Están buenísimos.
-No, yo...
-Vamos, me lo agradecerás -le acercó su tenedor a los labios.
________ abrió la boca a regañadientes-. Mmm -el sabor del caracol se deslizó, cálido y exótico, por su lengua-. No es lo que esperaba.
-Eso suele pasar con las cosas que valen la pena. Ella alzó su copa y se preguntó qué diría Niall cuando le contara que se había comido un caracol.
-Bueno, ¿y qué hiciste en Nueva Orleáns?
-Monté un caballete en Jackson Square y me ganaba la vida retratando a los turistas y vendiendo acuarelas. Viví tres años en una habitación en la que me cocía en verano y me helaba en invierno. Y, sin embargo, me consideraba un tipo con suerte.
-¿Qué ocurrió?
MIL PERDONES!!!! Tuve que salir y no pude continuar subiendo, en un segundo subo la parte 3, de nuevo mil perdones linduras!!!!
*Pueden preguntarme lo que quieranAQUÍ
Capitulo 7 (Parte2)
Dejó las rosas en la mesa, junto al sofá, y se acercó al armario. Ya había metido un brazo en la manga cuando Louis se aproximó para ayudarla. Hacía que aquel gesto común y corriente pareciera sensual, pensó ________, mirando al frente. Louis le rozó los hombros con las manos, las dejó allí un instante y luego las bajó a lo largo de sus brazos y volvió a subidas para sacarle el pelo de debajo del cuello del abrigo.
________ cerró los puños y giró la cabeza.
-Gracias.
-De nada -sin apartar las manos de sus hombros, Louis la obligó a darse la vuelta para mirarlo-. Quizá te sientas mejor si nos quitamos esto del medio ahora mismo –la besó suavemente, pero con firmeza. Las manos rígidas de ________ se aflojaron. Aquel beso no era exigente, ni apasionado. Pero su comprensión la conmovió profundamente-. ¿Te sientes mejor? -murmuró Louis.
-No estoy segura.
Riendo, él volvió a rozarle levemente los labios.
-Pues yo sí -tomándola de la mano, se dirigió hacia la puerta.
El restaurante era francés, discreto y selecto. Las paredes, cubiertas de un papel de pálidas flores, refulgían a la suave luz y el parpadeo de las velas. Los clientes hablaban en voz baja sobre manteles de hilo y copas de cristal. El bullicioso ajetreo de las calles que daba más allá de las puertas de cristal esmerilado.
-Ah, señor Tomlinson, hacía mucho que no lo veíamos por aquí -el maître se acercó a darles la bienvenida.
-Sabes que siempre vuelvo por vuestros caracoles.
Riendo, el maître le indicó a un camarero que se alejara.
-Buenas noches, mademoiselle. Permítanme conducidos a su mesa.
El pequeño reservado, iluminado por la luz de las velas y oculto a la vista de los demás comensales, era un lugar para darse las manos y compartir secretos íntimos. Al sentarse, sus piernas se rozaron.
-El sumiller vendrá enseguida. Que disfruten de la velada.
-No hace falta preguntar si ya habías estado aquí antes.
-De vez en cuando me canso de las pizzas congeladas. ¿Te apetece champán?
-Me encantaría.
Él pidió una botella y el sumiller pareció complacido por su elección. ________ abrió la carta y suspiró al leer los refinados nombres de los platos.
-Me acordaré de esto la próxima vez que le dé un mordisco a medio sándwich de atún entre cita y cita.
-¿Te gusta tu trabajo?
-Mucho -se preguntó qué sería el soufflé de crabe-. Rosen es un incordio, pero también hace que te esfuerces por ser eficiente.
-Y a ti te gusta ser eficiente.
-Es importante para mí.
-¿Y qué más es importante para ti, aparte de Niall?
-La estabilidad -ella lo miró con una media sonrisa-. Aunque supongo que eso también tiene que ver con Niall. La verdad es que en los últimos años todo lo que se ha vuelto importante para mí tiene que ver con Niall.
Alzó la mirada cuando el sumiller les llevó el vino y, con toda ceremonia, se lo dio a probar a Louis. ________ vio que el vino, frío y dorado, colmaba su copa.
-Por Niall, entonces -dijo Louis, alzando su copa para brindar-. Y por su fascinante mamá.
________ bebió un sorbo, un poco asombrada porque supiera tan bien. Había probado el champán otras veces, pero, como casi todo lo que tenía que ver con Louis, nunca de aquel modo.
-Nunca me he considerado fascinante.
-A mí me fascina una mujer bonita criando a un hijo sola en una de las ciudades más conflictivas del mundo -bebió un sorbo y sonrió-. Y, además, tienes unas piernas increíbles.
Ella se echó a reír y, pese a que Louis la tomó de la mano, no sintió vergüenza.
-Eso ya me lo habías dicho antes. Por lo menos, largas sí que son. Era más alta que mi hermano hasta que salió del instituto, cosa que lo ponía furioso. Así que me pusieron de apodo «la Larga».
-A mí me llamaban «el Alambre».
-¿El alambre?
-Sí, por lo flacucho.
Por encima del vaso, ________ observó su ancho torso cubierto por la chaqueta del traje.
-No me lo creo.
-Algún día, si estoy lo bastante borracho, te enseñaré fotos.
Louis pidió la cena en un francés impecable. ________ estaba boquiabierta de asombro. Aquel era el escritor de cómics, pensó, el mismo que construía castillos de nieve y hablaba con su perro. Notando su mirada de asombro, Louis arqueó una ceja.
-Pasé un par de veranos en París durante el instituto.
-Ah -de pronto, ella recordó de dónde procedía-. Dijiste que no tienes más hermanos. ¿Tus padres viven en Nueva York?
-No -él desgajó un pedazo de crujiente pan francés-. Mi madre hace un viaje relámpago de vez en cuando para comprar o ir al teatro, y mi padre viene a veces por asuntos de negocios, pero Nueva York no es de su estilo. Siguen viviendo casi todo el año en Newport, donde yo crecí.
-Ah, Newport. Nosotros pasamos por allí una vez, cuando yo era pequeña. En verano, siempre íbamos de vacaciones en coche, dando tumbos de un lado para otro –se puso el pelo tras la oreja sin darse cuenta, ofreciéndole a Louis una deliciosa vista de su cuello-. Recuerdo las casas, esas enormes mansiones con columnas y flores y árboles ornamentales. Hasta hicimos fotos. Nos parecía increíble que alguien viviera allí –se interrumpió de repente y miró a Louis, que tenía una expresión divertida-. Y resulta que tú vivías allí.
-Es curioso. Yo en verano pasaba mucho tiempo observando a los turistas con unos prismáticos. Puede que enfocara a tu familia.
-Éramos los de la ranchera con las maletas atadas en la baca.
-Claro, ya me acuerdo -le ofreció un trozo de pan-. Os envidiaba un montón.
-¿De veras? -se detuvo con el cuchillo de la mantequilla en el aire-. ¿Y eso por qué?
-Porque ibais de vacaciones y comíais perritos calientes. Y porque dormíais en moteles con máquinas de refrescos en la puerta y jugabais al bingo en el coche entre ciudad y ciudad.
-Sí -murmuró ella-. Creo que eso lo resume muy bien.
-No pretendo hacerme el pobre niño rico -añadió él al ver que sus ojos cambiaban de expresión-. Solo digo que tener una casa enorme no es necesariamente mejor que tener una ranchera -volvió a llenarle la copa de vino-. En cualquier caso, pasé mi etapa de rebelde al que le importa un comino el dinero hace mucho tiempo.
-No sé si creerlo, viniendo de alguien que deja que el polvo se acumule encima de sus muebles Luis XV.
-Eso no es rebeldía, es pereza.
-Además de un pecado -añadió ella-. Me dan ganas de agarrar un trapo y un bote de cera.
-Si te apetece limpiarme la caoba, hazlo con toda libertad.
Ella alzó una ceja al ver que Louis le sonreía.
-¿Y qué hacías durante tu etapa de rebelde?
Le acarició levemente las puntas de los dedos. Louis apartó la mirada de sus manos unidas y la miró a los ojos.
-¿De veras quieres saberlo?
-Sí.
-Entonces, hagamos un trato. La historia de una vida ligeramente abreviada por otra.
________ comenzaba a sentirse osada pero no por el vino, sino por él.
-Está bien. Tú primero.
-Empezaré diciendo que mis padres querían que fuera arquitecto. Era la única profesión práctica y aceptable en la que, según ellos, podía utilizar mis habilidades artísticas. Las historietas que dibujaba no los entusiasmaban precisamente. En realidad, los dejaban atónitos, así que procuraban ignorarlas. Nada más salir del instituto, decidí dedicar mi vida al arte.
Les sirvieron los entrantes. Louis suspiró entusiasmado al ver los caracoles.
-Así que, ¿te viniste a Nueva York?
-No, a Nueva Orleáns. En aquella época aún no podía disponer de mi dinero, aunque no creo que lo hubiera utilizado, de todos modos. Como me negaba a recurrir al respaldo económico de mis padres, Nueva Orleáns era el lugar más cercano a París al que podía permitirme ir. Y la verdad es que me encantaba. Me moría de hambre, pero me encantaba la ciudad. Esas tardes bochornosas y sofocantes, el olor del río... Era mi primera gran aventura. ¿Quieres uno? Están buenísimos.
-No, yo...
-Vamos, me lo agradecerás -le acercó su tenedor a los labios.
________ abrió la boca a regañadientes-. Mmm -el sabor del caracol se deslizó, cálido y exótico, por su lengua-. No es lo que esperaba.
-Eso suele pasar con las cosas que valen la pena. Ella alzó su copa y se preguntó qué diría Niall cuando le contara que se había comido un caracol.
-Bueno, ¿y qué hiciste en Nueva Orleáns?
-Monté un caballete en Jackson Square y me ganaba la vida retratando a los turistas y vendiendo acuarelas. Viví tres años en una habitación en la que me cocía en verano y me helaba en invierno. Y, sin embargo, me consideraba un tipo con suerte.
-¿Qué ocurrió?
MIL PERDONES!!!! Tuve que salir y no pude continuar subiendo, en un segundo subo la parte 3, de nuevo mil perdones linduras!!!!
*Pueden preguntarme lo que quieranAQUÍ
EleanorJCalder
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