Days to Remember (One Direction & Tu)

*Lunes*
Sí, hoy podía sentir cómo mi vida cambiaría pronto; 18 años no se cumplen todos los días. Desperté con una sonrisa y me abracé a mi misma, como acostumbro a hacer y repetí “Felicidades” muy ansiosa, no me culpen por hacer eso una mala costumbre. Me arreglé, me uniformé y salí apresurada para buscar a Eli, quien ya se encontraba esperándome recargada en el barandal
-Felicidades, muchacha- me dijo y se acercó a darme un cálido y muy bonito abrazo- Toma- estiro su mano y me dio una bolsa de regalo diciendo “Felicidades”. La abrí apenada y vi a un pequeño perro de felpa, estaba hermoso. Mas en el interior, se observaba algo de color rojo; metí la mano y lo saqué. ¡Vaya sorpresa!
-¡¡Elizabeth!! ¿Qué regalo es este?- exclamé divertida, riendo a carcajadas… Una ropa interior bastante seductora era el regalo sorpresa. Ella también reía como loca y sólo se encogía de hombros, nuestros gritos hicieron salir a Alicia y a John
-Muchas felicidades, mi niña- dijo John estirando su brazo para darme otro bonito obsequio. Lo abracé tiernamente y cogí el regalo; era una linda blusa.
-Pásala hermoso, cielo- dijo sonriente Alicia. Me acerqué y le di un sonoro beso en la mejilla, agradeciendo por último el regalo que me habían obsequiado ambos abuelos. Elizabeth indicó que era hora de irnos y obedecí. Salimos y nos dirigimos al colegio.
A la entrada del colegio, me adelanté dejando sola a Eli ya que estaba discutiendo con Jason, ¿cuándo terminarán? Era algo que me gustaría saber, para que así Lou sea completamente feliz con mi alocada amiga que me regala ropa interior para ocasiones apasionantes y candentes, genial.
-Que feo día- escuché a alguien decir a mis espaldas- Es una mentira, niña. Muchas felicidades, espero te guste- era Lou. Estiró su brazo y me dio una caja de tamaño medio. La abrí y me llevé una muy linda sorpresa; Un lindo portarretratos, con una foto nuestra en él con la mismísima foto que nos tomamos en un descanso del partido de fútbol. Casi lloro de la alegría y sin poder evitarlo, lo abracé fuertemente y agradecí una y otra vez el detalle, si que empezaba a ser un buen cumpleaños. Me alejé de él porque casi lo sofoco y continué sacando las cosas de mi casillero
-¡Felicidades!- exclamaron al unísono Liam y Natalie
-Pequeña, bueno ya no eres tan pequeña- fingió llorar Liam- Muchas felicidades, que hoy nos la pasaremos genial. Ven aquí- Liam tomó de mis hombros y me atrajo hacia él. Me abrazo fuertemente- Espero te la pases hermoso, debes pasarla hermoso. Estas gigante ya. ¡Cómo crecen!- decía exageradamente aquél castaño. Liam era tan bello, correspondí al abrazo un poco más fuerte y le di un tierno beso en la mejilla
-¡Feliz cumpleaños! Toma, linda. Que este regalo viene de parte de los dos- dijo Natalie mientras sacaba de su bolso una pequeña caja y apuntaba con su cabeza a su apuesto novio. Tomé el regalo y la abracé fuertemente, nuevamente agradeciendo mil veces. La caja contenía dos lindas pulseras, yo no usaba muchas pero estas eran verdaderamente bonitas. Todos sonrieron y Liam y Natalie avisaron que se tenían que ir a su clase, Louis dijo que iría al baño y yo seguía sacando los últimos libros de mi casillero
-Y eso que quería ser el primero en darte regalo- dijo haciendo puchero Niall. Cerré el casillero y lo miré, él tan tierno.
-Elizabeth se te adelantó- reí y me recargué un poco en los casilleros. Vi a Lou salir del baño y luego me lanzó una mirada pícara y se alejó- Venga, no te enfades
-No lo hago, niña. En fin, toma espero que realmente te guste- se agachó y tomó una bolsa, una grande de regalo y me la dio. La miré de reojo y preferí darle un abrazo, un largo abrazo el cual el correspondió abrazando mi cintura y acercándome cada vez más a él. Un buen rato estuvimos así, su loción era fresca y hechizante- Anda, ábrela. Quiero ver tu impresión- dijo mientras se separaba, pero una de sus manos seguía adherida a mi.
-Veamos que es, rubiecito- abrí la bolsa y lo primero que se podía ver era un peluche, un lindo caballo café de felpa. Sonreí como niña al verlo y lo saqué, luego lo abracé con mi brazo desocupado y seguí viendo el lindo obsequio de Niall; A un costado de la bolsa estaba una carta enorme que de portada resaltaba un “Feliz día” estaba muy linda. Después, un pequeño ramo de flores decorado realmente atractivo, luego un tierno globo con felicitaciones en él y eso era todo… O eso creí.
-Vamos, echa un último vistazo- señaló con su cabeza la bolsa y me hinqué para poder buscar mejor lo que me faltaba. Encontré un sobre de tamaño medio que decía “Top Secret” en él. Reí y con cuidado comencé a abrirlo. Después de un duro trabajo por no romper su contenido, lo logré. Lo primero que vi fue dos entradas para el cine, que según decía no tenían fecha de caducidad. Fue un detalle muy grato, eran de las cosas que pronto me dijo que cumpliríamos juntos. Le regalé una muy agradecida sonrisa y seguí inspeccionando. Al poco tiempo, saqué un papel frágil y arrugado de ahí, lo desarrugué con cuidado y lo más llamativo era un slogan “Todos los libros que usted quiera a su alcance” Seguí revisando aquel papel y creo que si no lloré fue porque fui valiente
-Del día que nos conocimos- logré decir tratando de desatar el nudo de mi garganta- Cuando empezó todo
-Así es, creo que ahora ya puedes conservar el ticket- dijo entre risas y yo reí también negando con mi cabeza y con una mano en mi boca, realmente no me esperaba algo así- Disfruta tu día, pequeña
-Gracias, Niall. He quedado encantada- lo abracé nuevamente como antes, con el pequeño detalle que le besé detenidamente su cuello y él se estremeció. Me sonrojé y el estaba en las mismas, me ayudo a recoger mi regalo y nos dirigimos a clase
-¿Saldremos hoy?- preguntó entusiasmado
-Como sabes Harry está aquí y han organizado una fiesta “sorpresa”- dije agregando comillas a mi hablar- ¿Quieres ir?
-¿Bromeas? Lo último que querrá Harry es que yo vaya. Olvídalo, nosotros salimos luego porque, ¿verdad que saldrás conmigo?
-Claro que sí- asentí ruborizada y él rió. Nos adentramos al salón abrazados y me dirigí a mi lugar, de atrás como siempre. En eso mi celular me recordó que tenía dos mensajes, lo había olvidado. Hace rato vibró pero estaba realmente enfocada en el regalo de Niall
“Mi chiquita hermosa, ¡muchas felicidades! Cómo has crecido, niña. Apenas ayer estabas festejando tu cumpleaños número 6 en el orfanato, ¿recuerdas? Me invitaste a tomar “té” y bailamos como locos. En fin, que al rato te veo ¿no? Disfruta tu día, te amo xx” Remitente, mi mejor amigo de toda la vida.
“Heeeeeeeey! Según yo iba a despertarme temprano a felicitarte, pero soy algo dormilón. En fin, ¡Felicidades! Pásala asombroso. En unas horas nos divertiremos y te daré un lindo abrazo ¡y tu regalo! Te quiero, pequeña” Remitente, él… Harry, el que aparece de la nada y provoca un revoltijo. Cierto, en unas horas festejaré con personas especiales: Zayn, Louis, Liam, Harry, Natalie y Elizabeth… Sólo que faltaría una persona para que también yo me la pasara mejor: un cretino.

-¿Están todos?- preguntó Liam contando con su dedo índice a los presentes- Ah, bueno creo que sí. Suban ya!
-Venga, vámonos- apoyó Louis mientras se subía al amplio auto de su castaño amigo
-¡Elizabeth!- gritó alguien a lo lejos, era Jason- ¿A dónde vas, amor?
-A una fiesta. Nos vemos después- dijo sin darle mucha importancia al interés de su novio
-Iremos a una fiesta para mi dulce amiga y descuida, yo la cuido- intervino Louis y Elizabeth le regaló una grata y enorme sonrisa- Ahora si nos disculpas, nos vamos- Louis dejó sin palabras a Jason cuando le cerró la puerta en sus narices. Todos reímos de eso y Liam nos llevó al cierto lugar donde sería la fiesta.
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-¡¡______!!- Zayn gritó tan escandalosamente que estoy segura que los vecinos de los vecinos pudieron haber escuchado su gran grito. Corrí hacía él, como tipo película, y lo abracé fuertemente. Él se encargó de elevarme en el aire- ¡Muchas felicidades!
-Hey, también quiero felicitarla- interrumpió Harry y Zayn me bajo y me acerqué a él- Felicidades, mi niña- Harry me abrazó envolviendo mi cintura en sus fuertes brazos y yo posé mis brazos en alrededor de su cabello, jugando con sus rizos.
-Gracias por todo esto- me separé de él y me dirigí a dónde todos estaban; en el patio. Ahora la celebración era en la casa de uno de los primos de Harry. Todos ya tenían una cerveza en su mano y reían sin control; Liam abrazaba a Natalie y por primera vez, espero, Louis y Elizabeth demostraban cuánto se querían, sin que nadie les pudiera decir algo. Zayn se acercó a mi y me ofreció una cerveza, esta vez no la pude negar ¿Qué más da? Hoy estoy celebrando mi cumpleaños número 18, que esto sea inolvidable y un día por recordar, no?
-Cuéntenme ¿cómo han estado? ¿qué hay de nuevo?- preguntó Harry mientras tomaba asiento en una de las sillas que estaban acomodadas tiempo atrás
-Que amo a Elizabeth- respondió Louis emocionado y Elizabeth sólo se sonrojo y besó detenidamente sus labios
-Eso me molesta, Louis es mío muchacha- amenazó a Eli y le apuntó con su dedo, ella sólo le sacó la lengua- No es por nada pero, ¿cuándo terminarás con Jason?
-Según yo, ya hemos terminado… Pero mañana le aclararé las cosas- dijo alegre y Louis la miró con ojos de gran alegría, de amor, de sorpresa… De que ya sería suya por el resto de su vida. Todos dijimos que era genial, y lo era; ya quería que ellos fueran felices juntos. Seguíamos con la plática, mientras Natalie y Zayn ponían la música. Ellos no se entendían y discutían por cuál dejar, todos reíamos… Parecían hermanos. Todos en ese ambiente nos agradábamos, era un excelente festejo. Zayn optó por dejar que Natalie dejara su música y ésta corrió a jalar a su novio a la pista de baile que en este caso era un poco alejado de dónde estábamos sentados. Louis sacó a bailar a su “amiga” y Harry sacó a bailar a Zayn, extraño que dos hombres bailen tan pegados frente a mi. A este paso creo que ya todos estaban ebrios, excepto Liam, claro… él seguía siendo el ángel del grupo. Al poco rato, Zayn me invitó a bailar y luego me dijo que entraramos a la casa
-Te daré tu regalo- me dijo mientras abría la puerta que daba a la casa. Fue justo a donde estaba su chaqueta y sacó una bolsita de ahí- Nuevamente, felicidades- dijo entusiasmado y yo lo besé mil veces en sus mejillas, era el mejor. Tenerlo como amigo desde el golpe más fuerte en mi vida y que siga siendo el mejor amigo, ese, ese era el mejor regalo. Abrí la pequeña bolsa y me encontré con una carta, echa por él, y una cajita. La abrí y vi una linda mitad de corazón que resaltaba un “Mejores”. Arqueé una ceja y después el sacó de su bolso su pequeño llavero; él tenía la mitad que faltaba del corazón, pero grabado en el estaba “amigos” Grité de felicidad y me abalancé en sus brazos y le repetía “eres el mejor” cientos de veces. El reía y yo no sé que sentimiento tenía, estaba verdaderamente emocionada.
-Chicos, vamos a jugar fútbol. ¿Se apuntan?- preguntó tiernamente Louis y ambos accedimos. Nos fuimos a la parte trasera e hicimos los equipos; Liam, Natalie, Louis y Harry contra mi, Zayn y Eli. Empezó el partido; todo era sin reglas. Elizabeth y Natalie se disputaban el balón, Louis y Zayn se reían de todo y a veces peleaban “brusco” y Harry, Liam y yo nos decíamos de cosas. Anoté el primer gol, ya que los demás se descuidaron pues no había portero. Estábamos jugando a nuestra manera. Después Louis tiró a Elizabeth contra el suelo y la empezó a besar sin piedad, todos abucheamos la escena y ellos nos ignoraron. Liam tomó de la mano a su novia y nos dijo que la comida estaba lista. Todos obedecimos, excepto la pareja cachonda del césped. Decidimos comer dentro, ya que realmente no queríamos saber que estaba pasando fuera.
-Pásame otra cerveza- pidió Zayn a Harry y él se la dio- Después teníamos planeado ver una película afuera, con el proyector… Pero debido que se arma una escena no apta para mis ojos, no sé si siga en pie
-Deberían irse a una habitación- sugirió riendo Natalie
-Tu deberías estar en la habitación con Liam- agregó Harry entre risas y todos nos reímos de su comentario. Natalie sólo se sonrojo
-Harry. No es gracioso- lo regañó Liam y besó a su novia dulcemente
-Oh, yo sólo decía- Harry se hizo el ofendido- Pero podemos echarles agua y después vemos la película, ¿No zayn?
-Vale, ve a echarles el agua tu. A estas alturas dudo que sigan con ropa- rió Zayn y yo solté una tremenda carcajada, imaginando que Elizabeth ahora usara lo que ella me obsequio.
-Por eso digo que es mejor quedarnos aquí- dijo por último Harry y todos acordamos que les echaríamos agua juntos. Lo más chistoso fue que acabando de dar ideas de cómo separarlos, los susodichos se adentraran a la cocina para comer; Elizabeth venía despeinada y con la blusa algo mal acomodada y Louis venía con los botones desabrochados de su camisa. Todos reímos y Harry agradeció porque si podríamos ver la película afuera.
-Para la otra vayan a una habitación, por favor- pidió entre risas Liam y los indicados para captar el mensaje sólo se sonrojaban
-Comemos y ya nos vamos, descuida- aseguró Louis y empezó a comer de la poca pizza que aún quedaba. Ya estaba anocheciendo, el tiempo se fue mientras bailábamos, jugábamos y bebíamos. Zayn y Harry acomodaron las cosas para ver la película. Yo ayudé a pasar las sillas y los pufs (esos asientos de bolitas de unicel, cómodos de verdad) y a pasar las charolas con los aperitivos para acompañar la película. En la cocina, y haciendo nada, seguían Louis y Elizabeth aún comían, pero a su modo… Dándose de comer ambos. Liam tenía contra la pared a Natalie y hacían su escenita. Dios santo, al paso que vamos Zayn, Harry y yo veremos la película solamente. Acabé de acomodar todo y tomé asiento, después llegaron las demás parejas y se sentaron igual. Liam ocupó un sillón espacioso y lo compartió con su novia, estaban acostados; Louis se sentó en uno de los pufs y al lado estaba Elizabeth y al lado de Eli, estaba Zayn. Yo con Harry, estábamos ocupando las sillas, ubicadas atrás de los tres anteriores. Comenzó la película, era una de terror, o eso entendí. La verdad es que Louis estaba ebrio y decía cuánta estupidez. Harry igual ya estaba en las mismas y reía como tonto, Zayn se estaba durmiendo o estaba muriendo, no podías notar la diferencia. Liam y Natalie, pues en lo suyo.
-No te he dado tu regalo, acompáñame- susurró Harry en mi odio y asentí con la cabeza. El tomó de mi mano y me llevo a la casa. Dentro de esta, él se giró a mi y me dio un beso en la mejilla- Mi chaqueta esta arriba, ven vamos por ella- tomó, nuevamente, de mi mano y me llevo al piso de arriba. Se posó en el marco de la puerta de la primera habitación y me permitió entrar primero. Pasé y vi una chaqueta en la cama; me empezaba a alarmar, pero creo que cuando vi la chaqueta me calmé un poco. No fue nada lo que duró mi despreocupes, pues Harry había cerrado la puerta con seguro… Válgame Dios.
-¿Qué ocurre, Harry?- pregunté sin dar mucha notes a mi preocupación. Él sólo se acercó a mí y colocó una mano en mi cintura y la otra en mi cuello. Su respiración era agitada y su aliento olía un poco a alcohol. ¿De nuevo en una habitación? Sólo en eso pensé
-Te traje aquí porque quería decirte algo- dijo mientras miraba mis labios y estaba seguro de querer besarlos cuanto antes
-¿Qué cosa es?- pregunté sin darle mucha importancia a su mirada fija
-Que te extrañé- finalizó- Ah y que nuevamente pueda arrepentirme de esto- iba a preguntar ¿De qué? Pero no me dio tiempo ni de dar un último respiro. Sus labios atacaron deseosos los míos y con su mano que posaba en mi cintura, me atrajo más a él… Muy cerca, tanto que un bulto se podía sentir contra mi feminidad. Muy extraño… seguí el beso sin complicación cuando debía parar. Otra yo actuó en el momento posando mis brazos alrededor de su cuello y sujetando con mis manos su nuca. De un brinco el me hizo agarrarme de su cadera. Me dio vueltas como la última vez y una sonrisa se dibujaba en su rostro mientras continuaba besándome. Lo que temía que ocurriera, ocurrió; Harry me recostó cuidadosamente en la cama, tratando de no poner todo su peso en mi, y comenzó a acariciar mi muslo. Los besos dejaron de ser tiernos, es más nunca lo fueron, simplemente se iban intensificando. Sus manos juguetearon donde no debían alzando así mi playera. Logró lo que quería, dejarme descubierta. Paró unos instantes y vio mis pechos, nada nuevo tenían pero el sonrió gozoso. Continuó con el beso mientras con su mano frotaba delicadamente uno de mis dos amigos delanteros. El beso bajó a mi cuello y yo enterraba las uñas en su espalda. Llegué al final de su playera e hice un movimiento indicando que se la quitara, el se separó y se la quitó sin problema. Dios santo, extrañé tanto esos bíceps, ese espectacular abdomen… Lo extrañé a él, lo admito. Sus manos traviesas, que nunca se olvidaron, empezaron a desabrochar mi pantalón… Primero el botón, después la cremallera. Los bajó sin pena alguna hasta la mitad de mis muslos y su mano se adentro por debajo de mi ropa interior. Si lo que quería era llevarme hasta el cielo, lo logró. Sus dedos eran ya expertos de cómo hacer lo que se debía hacer. Los movimientos se iban poniendo más bruscos, él ya estaba totalmente excitado, se le notaba. Se encimó con cuidado en mi, y lo hizo a propósito, para que yo sintiera lo preparado que ya estaba su compañero. Besó mis labios, acarició cada parte de mi y por último no aguanto más y comenzó a zafar la hebilla de su cinturón; desabrocho el botón y bajó la cremallera de sus pantalones. Empezó a deslizarse en sus éstos, hasta quedar en ropa interior. Calvin Klein resaltaba en sus bóxers, mentira, resaltaba el amigo de Harry. Presuroso, buscó en su bolsillo su cartera y sacó un preservativo. Después me besó. ¿De verdad? ¿Mi primera vez con él? He escuchado que la primera vez es con quien de verdad amas, con quien crees que es digno de entregarte por completo. El problema era ese; no estoy segura de amar a Harry, como solía hacerlo. Era guapo, fue hermoso conmigo, era tan atractivo… pero no, no me sentía tan segura de entregarme a ese alguien que en verdad no amo con pasión.
-Basta, Harry. No está bien esto- lo alejé de mí y me senté en el borde de la cama. Que patético, paré todo esto muy tarde. Mi cabeza estallaba, ahora veo que no es bueno ingerir alcohol. Harry se sentó igual en el borde de la cama y puso sus codos en sus rodillas y su cabeza cayó entre sus manos
-Lo siento, te dije que me arrepentiría- se disculpó y soltó un largo suspiro- En verdad no, pero sé que no estuvo del todo bien- reconoció todo y se dirigió a vestirse. Yo me subí los pantalones y busqué mi playera en el piso y rápido me la puse
-Hey- me acerqué a él y lo abracé de sorpresa- De verdad que eres increíble y te quiero, y así lo será siempre pero, lo nuestro creo que ya fue… Y ahora sólo somos amigos- dije mientras mi cabeza reposaba en su espalda. El volteó su cabeza y tomó de mis manos las apartó y se volteó hacía mi
-Eso es cierto, lo lamento- dijo y me besó en la frente para luego encerrarme en un tímido abrazo. ¿De verdad que me dijo eso? Con que Harry sólo busca diversión… En el fondo una furia inmensa yacía. De verdad que qué torpe fui… Era obvio que el no quería nada formal, sino desde que me vio me hubiera pedido regresar con él. Ahora entiendo a Lou, es débil; Harry no quiere enamorarse, no quiere entregarse… No quiere comprometerse. Busca diversión, satisfacción, deseo y todas las palabras que en ese instante me daban asco. Deshice el abrazo y salí de la habitación, aunque estuviese enojada, escuchaba perfectamente los gemidos en una de las otras habitaciones; y pensar que así podía estar yo. Bajé las escaleras y en la cocina estaban Louis, Elizabeth y Zayn, jugando cartas y bebiendo un poco más. Vaya, los de la habitación eran la pareja de “angelitos”
-¡Mushasha!- exclamo un tanto ebrio Louis- ¿Ya acabó la diversión?- preguntó divertido y yo lo fulminé con la mirada. Elizabeth lo notó y calló a su “novio” con un beso.
-¿Qué paso? ¿Dónde estabas? ¿¡Qué hacías!?- preguntaba alarmado Zayn- _____, mírate nada más. Por favor, dime que no hiciste una tontería- a Zayn se le empezaban a nublar los ojos; lo entendía perfectamente… Me veía como a su dulce hermanita y más que eso, teníamos una promesa de cuidarnos por siempre y nunca dejar que nadie nos lastime
-Zayn.. Yo..- decía entrecortadamente, un inesperado nudo empezaba a molestar en mi garganta- No hice nada malo… Sólo fue… No pasó eso- finalicé y lo abracé, busqué refugio en sus brazos- Vámonos, por favor- pedí y él me miró con compasión. Aviso que nos íbamos y cogió su chamarra, llevando ahí las llaves de su auto.
Abordamos y yo sólo venía pensando en el suceso de hace unos minutos. ¿Qué hice? Yo extrañaba a Harry, pero ahora entiendo que su amistad no nuestro noviazgo. No era tenerlo de nuevo para colmar el deseo, no era para repetir unas vacaciones con él y esperar que algo nuevo pasase. No, no era eso. Repentinamente comencé a llorar, sólo fue una calentura… En verdad agradecía que “eso” no llegara a ocurrir. Pero lo que más me lastimo, fue saber que todo lo que decían de Harry era cierto y que, inconscientemente, caí en sus redes. Harry era adorable, era dulce, era el Harry del cual yo caí rendida y embobada. El único error, fue no darme el tiempo necesario para saber su parte secreta y más conocida. Zayn frotó su mano contra mi pierna, me hizo volver a la realidad con ese roce. Agradecí a todo lo que se me vino en mente el tener a un amigo como él. Despojé un poco la cabeza y noté que un semáforo rojo nos impedía seguir con el trayecto
-¿Qué pasará con Niall?- preguntó. Niall… Niall Horan, el no se merecía eso ¡Dios! No éramos nada pero yo sentía que lo éramos todo y ¿ahora? ¿Qué método usaré para engañarme a mi misma y pretender que nada pasó?

Abrí los ojos y yo estando en la habitación, arropada y con una nota, fue extraño
Caíste dormida en el trayecto a casa, te acobijé y te arrullé jaja. Buen día en la escuela. Suerte con lo que se te cruce; Zayn xx
Genial, tenía dolor de cabeza y todo el universo me obliga a ir al colegio. Me alisté como siempre, pero sin ganas y sin resaltar tanto el maquillaje. Salí de mi habitación y me dirigí al piso de abajo ya que Eli no había aparecido para apurarme. Llamé a su puerta para avisar que se nos haría tarde y esperé un poco, a decir verdad.
-Oh,___. Elizabeth no irá hoy, se siente un poco mal. ¿Te llevo aún así?-atendió y explicó su madre. ¿Sentirse mal? Lo que tiene es resaca, es una niña mala. Broma, porque yo también la tengo
-Descuide. Dígale que se mejore- lo dije con ironía y unas ganas de gritarle- Iré caminando
Apresuré mis pasos a la entrada hasta que me encontré con la persona tan menos indicada en este planeta afuera del edificio; con pijama. Lucía tan atractivo, y yo lucía tan torpe al no saber qué hacer.
-Hey. Ayer me asustaste cuando no te vi pensé que, no sé, habías muerto
-Gracias por los buenos finales Harry- dije con diversión. Él soltó una pequeña risita y me miró, esa mirada que te invita a enamorarte de ella. Sacudí mi cabeza un poco y decidida, comencé a caminar con rumbo al colegio. Harry me impidió seguir caminando ya que me jaló del brazo y se ofreció a ir conmigo. No tuve problemas con eso y accedí. Actuábamos tan normal, como si ayer no hubiese pasado nada. Como si no estuvimos ayer en una habitación a punto de hacer algo que lo cual nos pudimos haber arrepentido. Es más, actuábamos como completos extraños. Ni una palabra, ni un susurro, nada.
-Bueno. Yo aquí te dejo, estoy en pijama y no me humillaré ante la escuela- dijo Harry. Con tantos pensamientos en mi cabeza no noté cuando ya cerca de la fachada de un lugar sin alegría. Asentí con la cabeza y comencé a distanciarme de él. Nuevamente él me detuvo
-¿Qué pasa, rizos?- pregunté curiosa y mientras me soltaba del agarre previo
-¿Olvidaste lo de ayer?- preguntó temeroso. ¿Lo olvidé? ¿Tu crees que lo olvidé? No estaba tan ebria ni soy tan torpe para olvidar eso. Negué con la cabeza y el, ahora, me miro pícaramente- Bueno, pues.. em.. yo..Te extrañé mucho y pues extrañé las cosas que solíamos hacer y a ti, a tus ocurrencias, extrañé los momentos juntos. No quiero que pienses que vine para aprovecharme de ti, porque no es así. Yo te quise, y sea lo que sea que te haya dicho Louis o cualquiera es verdad, pero no en su totalidad. No me enamoro, no soy así ____. Pero de verdad que he querido a tantas personas y en las primeras, créeme que estas tu. No te pido que volvamos, porque temo la distancia. Sólo te pido que no saques conclusiones absurdas de que sólo eras un juego para mi. Me iré hoy en la tarde y no quiero que tengas malas expectativas ahora de mi. Bueno, se te hace tarde. Adiós- dijo penoso y sin muchos ánimos. No lo podía creer, ¿acaso leyó mis pensamientos? No sé que creer. No quiero ni pensar en nada acerca de eso. Lo vi alejándose y yo sólo sentía el viento rozar mi rostro mientras estaba estupefacta en mi lugar. Sin aviso previo, corrí a él y lo abracé lo más fuerte que pude. Harry correspondió el abrazo y acarició mi larga cabellera. Duramos varios segundos así, y entre susurros escuché un Gracias por todo después él se alejó definitivamente.
Ingresé al colegio con la mirada y mente perdida. El roce con Nazarena me hizo despertar de mi trance existencial
-¿Todo bien? Te notas tan mal. ¿Ayer fue un día divertido, eh?- preguntó divertida la porrista. Reí ante sus preguntas y le esbocé una cálida sonrisa-Bueno, toma algo que no te ves muy bien del todo. ¡Nos vemos!
-Gracias, Naz- si era el apodo que yo le había dado hace poco, muy original. Ella me sonrió y se alejó corriendo feliz
-¡Oh, espera! ¿Cómo está Zayn? Creo que hoy lo veré-ella corrió nuevamente a mi y se veía tan emocionada con respecto a su cita, que tierna.
-Esta bien. Ya sabes, él es el mejor-contesté sintiendome tan feliz de tenerlo como mejor amigo
-Creí que ese era Niall- comentó Naz. Ella reía y yo sentía el ardor en mi cara, ese ardor que me hace saber que me estoy enrojeciendo. Simplemente sonreí como una tonta enamorada-En fin chica. Búscalo que creo que hoy no tuvo un muy buen día ¡Adiós!-se despidió y definitivamente se fue. Me sorprendí con su comentario, claro que lo buscaría pero ahora necesitaba dirigirme a mi casillero, que por cierto queda cerca del de él. Me dirigí a éste y comencé a sacar las cosas necesarias. El ruido cercano al abrir un casillero me hizo saber que él estaba ahí, tan cerca mío.
-Cretino- lo saludé tiernamente, sí. Me gustaba decirle así, ya que fue el inicio de todo y de lo primero que pensé de él. Niall alzó la vista y prácticamente me ignoro-¿Sucede algo?
-No- respondió cortante. Me agaché para quedar a su altura, ya que su casillero era uno de los bajos, y le miré fijamente
-A ti te pasa algo- deducí tan sabia y él rió irónicamente-¿Me cuentas que pasó?
-Pasó que soy un estúpido siempre al enamorarme. Pasa que siempre salgo herido, que soy un idiota al dar lo mejor de mi y que todo sea en vano- respondió bastante enojado y si mi vista no engaña, sus ojos empezaban a avisar que un llanto se haría presente
-Es sobre tu imposible ¿no?- pregunté herida. Me mataba el hecho de verlo así o me mataba saber que no era yo la que le robaba suspiros. Niall me miró, con una mirada que gritaba tantas cosas
-Am, ajá. Mi imposible que ahora si se me escapó de las manos- dijo seco. Nada de nada se escuchó en esa frase. Me parecía que tenía que ver conmigo, que él se entero de lo de ayer pero, vamos a quien engaño. Niall es un dulce y que él se enamore de mi es una en un millón de posibilidades
-Ah, bueno. Ánimo, no me gusta verte así- dije y me paré para así largarme de ahí
-¿Por qué lo de ayer? ¿Aún quieres a Harry? Es lo que necesito saber- paré mi caminata. Toda yo era un desastre; mis ojos ya con lágrimas en ellos y éstas derramandose por mis mejillas, mis piernas temblaban, mi corazón latía a una velocidad no muy satisfactoria... ¿Se enteró? ¿En verdad soy yo? ¿Su imposible?... Volteé y lo vi ahí, llorando y negando con su cabeza
-Niall, yo- me acerqué a él pero el me impidió acortar la distancia ya que negó por última vez y se marchó de ahí. Me quedé inmóvil en mi lugar. Me sentía tan sucia, tan mal conmigo y con él. Todo un asco de persona. Todo este tiempo siendo yo, todo este tiempo tuve para ser feliz con quien yo perdidamente me enamoré y en sólo una noche, tan sólo unos diez minutos me hicieron perder lo que yo anhelé por meses.