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"Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
Siguela Please.. por favor.. por las que la leemos.. quiero más mucho más...
Danne G.
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
bueno chicas primero que nada gracias por sus coments :D :love:
Disculpenme por no subir antes, pero empece el cole y ya estoy full -.-! Mi tarea de fisica y mate no son nada normales! La de mate son aproximadamente 135 ejercicios! y auque pareca broma asi de mie.... es mi profesor :) .I. jajajajajajaja disculpen la groseria pro es la verdad. Bueno pero de todas maneras me parecio injusto dejarlas esperando asi que mande a mi tarea a dar un paseo un rato para subirles cap :P Y bueno como la nove esta por terminar les subire cap todos los dias hasta que acabe, osea que entre lunes y martes se acaba la nove :( Pero Tranquis ya tengo una nueva nove de la misma autora pero MUCHISIMOOO mas hot muajajajajajaja :twisted: Bueno mucha palabraria... aqui les dejo el cap! ENJOY IT!
Capítulo23
Poco después de que Nick y _______ regresaran a Inglaterra, se vieron obligadosa enfrentarse con la inevitable interacción de dos familias que no podríanhaber sido más diferentes. La madre de Nick, Denise, quiso que fueran a cenarpara que todos pudieran conocerse, ya que no había sido posible hacerlo antesde la boda. A pesar de que Nick le había advertido a ________ lo que debíaesperar y ella, a su vez, se había esforzado por preparar a su madre y a suhermano, sospechaba que el encuentro traería, como mucho, resultadosvariopintos.
A Dios gracias, Jeremy se había reconciliado felizmente con el hecho de que NicholasJonas fuese su cuñado. Como se había convertido en un chico alto y delgaduchoen los pasados meses, le sacaba varios centímetros a _______ cuando, se dispusoa abrazarla en el salón de su casa. Su cabello castaño dorado se había aclaradode forma considerable gracias a todo el tiempo que había pasado al aire libre ysus ojos azules destacaban, brillantes y sonrientes, en su rostro bronceado.
—No podía creer lo que veían mis ojos cuando leí la carta de mamá en la que mecontaba que ibas a casarte con Nicholas Jonas —le dijo—. Después de todas lascosas que has dicho sobre él estos dos últimos años...
—Jeremy —lo reprendió _______—. ¡No te atrevas a repetir nada de eso!
Sin parar de reír, Jeremy mantuvo un brazo alrededor de su hermana y le tendióla otra mano a Nick.
—Felicidades, señor. —Mientras se estrechaban las manos, dijo con picardía—. Enrealidad, no me ha sorprendido ni lo más mínimo. Mi hermana se ha quejado deusted tanto y durante tanto tiempo que sabía que debía de sentir algo fuertepor usted.
La cálida mirada de Nick se posó sobre su esposa, que había fruncido el ceño.
—No puedo imaginarme de qué podía quejarse... —dijo con descaro.
—Creo que dijo... —comenzó Jeremy y, acto seguido, compuso una mueca exageradacuando _______ le dio un codazo en costillas—. De acuerdo, no diré nada —dijoal tiempo que alzaba las manos a la defensiva sin dejar de reír, mientras seapartaba de ella—. Me limitaba a mantener una conversación educada con mirecién estrenado cuñado.
—En las «conversaciones educadas» se habla sobre el tiempo, o se preguntaacerca de la salud de alguien —le informó _________—. En absoluto se discuteacerca de ciertas revelaciones potencialmente embarazosas que una hermana hayahecho en confidencia.
Deslizando un brazo alrededor de la cintura de ________, Nick la apretó contrasu pecho y bajó la cabeza para susurrarle al oído
—Puedo hacerme una ligera idea de lo que dijiste. Después de todo, te mostrabasmuy dispuesta a decírmelo cara a cara.
Al escuchar la nota de diversión en su voz, ________ se relajó contra él.
Como nunca había visto a su hermana relacionarse de forma tan cómoda con unhombre y tras haber observado los cambios que se habían producido en ella,Jeremy sonrió.
—Diría que el matrimonio te sienta muy bien, ________.
Justo entonces, Alma entró en la habitación y se apresuró a llegar al lado desu hija con un grito de alegría.
—Cariño, ¡te he echado tanto de menos! —La abrazó con fuerza y se giró hacia Nickcon una brillante sonrisa—. Querido señor Jonas, bienvenido a casa. ¿Le hagustado París?
—Mucho, más de lo que puedo expresar con palabras —replicó Nick con calidez altiempo que se inclinaba a besarla en la mejilla que le ofrecía. No miró a ________cuando añadió—. Disfruté especialmente del champán.
—Vaya, no me cabe duda —respondió Alma—. Estoy segura de que cualquiera que... ________,querida, ¿qué estás haciendo?
—Sólo quiero abrir la ventana —dijo _________ con voz estrangulada; su rostrohabía adquirido el color de las remolachas al escuchar el comentario de Nick yrecordar la noche que él había utilizado una copa de champán para un usoespecialmente creativo—. Hace un calor espantoso aquí dentro... ¿Por quédemonios están cerradas las ventanas en esta época del año? —Sin mirar a nadiea la cara, forcejeó con el pestillo hasta que Jeremy fue a ayudarla.
Mientras Nick y Alma conversaban, Jeremy abrió la ventana y esbozó una sonrisaal ver que _______ colocaba el rostro de modo que la brisa refrescara sussonrojadas mejillas.
—Debe de haber sido toda una luna de miel —murmuró con una sonrisa pícara.
—¡Se supone que tú no debes saber nada acerca de esas cosas! —susurró _________.
Jeremy emitió un resoplido.
—Tengo catorce años, ________, no cuatro. —Inclinó la cabeza hacia la de suhermana—. De modo que... ¿por qué te casaste con el señor Jonas? Mamá dice quees porque te colocó en una posición comprometida, pero conociéndote como teconozco, sé que eso no es todo. Una cosa es segura: no dejarías que nadie tecomprometiera a menos que quisieras. —El brillo de diversión se esfumó de susojos y le preguntó de forma más seria—: ¿Ha sido por su dinero? He visto lascuentas de los gastos de la casa... Es obvio que no teníamos ni dos chelines.
—No fue sólo por el dinero. —__________ podía presumir de haber sido siemprefranca con su hermano, pero le resultaba difícil admitir la verdad, inclusoante sí misma—. Me puse enferma en Stony Cross y el señor Jonas se mostró inesperadamente amableconmigo. Y cuando comencé a mostrarme menos grosera con él, descubrí que él yyo tenemos una especie de... Bueno, de afinidad...
—¿Intelectual o física? —La sonrisa de Jeremy regresó cuando el muchacho leyóla respuesta en sus ojos—. ¿Ambas? Eso está bien. Dime, ¿estás ena...?
—¿Qué andáis cuchicheando? —preguntó Alma con una carcajada, al tiempo que leshacía un gesto para que se apartasen de la ventana.
—Le estaba suplicando a mi hermana que no intimidara con la mirada a suflamante marido —replicó Jeremy, y ________ puso los ojos en blanco.
—Gracias —le dijo Nick con seriedad—. Como podrás imaginar, hace falta unaenorme fortaleza para lidiar con una esposa semejante, pero hasta ahora heconseguido... —Se detuvo con una sonrisa al contemplar la mirada amenazadora de________—. Me acabo de dar cuenta de que tu hermano y yo deberíamos compartirnuestras confidencias masculinas fuera; entretanto, puedes contarle a tu madretodo sobre París. Jeremy, ¿te gustaría dar una vuelta en mi faetón?
Su hermano no necesitó más estímulos.
—Espere que coja mi sombrero y mi abrigo y...
—No te molestes en ponerte el sombrero —le advirtió Nick de forma lacónica—. Noserías capaz de mantenerlo sobre la cabeza durante más de un minuto.
—Señor Jonas—gritó ________ tras ellos—, si hiere o mata a mi hermano, sequedará sin cenar.
Nick gritó algo incomprensible por encima del hombro y ambos desaparecieron porla puerta del vestíbulo.
—Los faetones son demasiado ligeros y rápidos, y vuelcan con demasiadafacilidad —dijo Alma, que fruncía el ceño por la preocupación—. Espero que elseñor Jonas sea un conductor avezado.
—En exceso —comentó ________ con una sonrisa tranquilizadora—. Nos trajo hastaaquí desde el hotel a un paso tan tranquilo, que me hizo pensar que íbamos enun pesado y antiguo carruaje familiar. Jeremy no podría estar en mejores manos,te lo prometo.
Durante la hora siguiente, las dos mujeres permanecieron sentadas en elsaloncito y compartieron una tetera mientras discutían todo lo que habíaocurrido durante los últimos quince días. Tal y como ________ esperaba, Alma nohizo ninguna pregunta sobre los aspectos más íntimos de la luna de miel,absteniéndose de entrometerse en la intimidad de la pareja. De cualquier forma,estaba demasiado interesada en las descripciones de los muchos extranjeros quehabía conocido ________ y de las fiestas a las que había asistido. La vida delos ricos empresarios industriales le era desconocida; de modo que prestó todasu atención mientras su hija se esforzaba por describírselos.
—Cada vez hay más gente de esa que llega a Inglaterra —señaló Alma— paraemparejar sus fortunas con títulos.
—Como los Bowman— dijo _______.
—Sí. Parece quecon cada temporada, nos vemos invadidos por un número creciente deamericanos... y Dios sabe que ya es bastante difícil atrapar a un noble. Esobvio que no necesitamos más competencia. Me alegrará muchísimo que todo estefrenesí empresarial se asiente por fin y las cosas vuelvan a ser tal y comoeran antes.
________ sonrió a regañadientes mientras se preguntaba cómo podría explicarle asu madre que, según todo lo que había visto y oído, el proceso de la expansiónindustrial tan sólo acababa de empezar... y que las cosas jamás volverían a sercomo habían sido. ________ apenas había empezado a comprender la transformaciónque los ferrocarriles, los barcos de hélice y las fábricas mecanizadasllevarían a cabo en Inglaterra y en el resto del mundo. Aquéllos eran los temasque Nick y sus conocidos habían discutido durante las cenas, en lugar de lostemas habituales de las clases superiores, como la caza y las fiestascampestres.
—Dime, ¿te llevas bien con el señor Jonas? —preguntó Alma—. Desde luego, pareceque así es.
—Oh, claro que sí. Sin embargo, diría que el señor Jonas no se parece a ningunode los hombres que tú o yo hayamos conocido jamás. Los caballeros a los queestamos acostumbradas... Bueno, sus mentes no funcionan como la suya. Él... éles un progresista...
—¡Ave María Purísima! —exclamó Alma con cierto desagrado—. ¿Te refieres alámbito político?
—No... —________ hizo una pausa y compuso una mueca cómica que reflejaba que nisiquiera sabía a qué partido estaba afiliado su marido—. En realidad, despuésde escuchar alguno de sus puntos de vista, no me cabe duda de que es un Whig, oincluso un liberal...
—¡Qué Dios nos ampare! Tal vez dentro de algún tiempo puedas persuadirle de quetome otra dirección.
Aquello hizo que ________ se echara a reír.
—Lo dudo mucho. Pero ése no es realmente el problema, porque... Mamá, enrealidad, estoy empezando a creer que, algún día las opiniones de esosempresarios y mercantilistas pesarán más que las de la nobleza. Tan sólo suinfluencia financiera...
—__________ —la interrumpió Alma con suavidad—, creo que es algo maravillosoque desees apoyar a tu marido. Sin embargo un hombre que se dedica al comerciojamás llegará a ser tan influyente como un aristócrata. No en Inglaterra, desdeluego.
De pronto, su conversación se vio interrumpida por la repentina entrada deJeremy en el salón. Estaba despeinado y con los ojos abiertos como platos.
—¿Jeremy? —exclamó Roberta con preocupación antes de ponerse en pie de unsalto—. ¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde está el señor Hunt?
—Paseando a los caballos alrededor de la plaza para tranquilizarlos. —Meneó lacabeza y dijo casi sin aliento—. Ese hombre es un lunático. Hemos estado apunto de volcar al menos tres veces; casi atropellamos a media docena depersonas y me he sacudido tanto que tengo la parte inferior del cuerpo negra yazul. Si hubiera tenido aliento, habría empezado a rezar, porque estaba claroque nos íbamos a morir. Jonas tiene los caballos más alevosos que he visto entoda mi vida y suelta unos juramentos tan ofensivos que tan sólo uno de elloshabría bastado para que me expulsaran de la escuela...
—Jeremy —comenzó ________ a modo de disculpa, abrumada ante la idea de que Nickhubiese tratado a su hermano de un modo tan terrible—. Me siento tan...
—¡Sin duda ha sido la mejor tarde de toda mi vida! —continuó Jeremy lleno dejúbilo,—. Le supliqué a Jonas que saliéramos mañana a dar otra vuelta, y dijoque lo haría si tenía tiempo... Dios, ¡ese hombre es todo un fenómeno, ________!Voy a por un poco de agua... Tengo una capa de un centímetro de polvo adheridaa la garganta.
Salió corriendo con una carcajada adolescente mientras su madre y su hermana loobservaban sin pestañear y con la boca abierta.
Esa misma noche, algo más tarde, Nick llevó a Roberta, a Jeremy y a su madre aldomicilio que había sobre la carnicería, donde sus padres seguían viviendo.Éste consistía en tres habitaciones principales y una escalera estrecha queconducía al ático de la tercera planta; el lugar era pequeño, aunque estababien acondicionado.
Aun así, _______ podía leer la perpleja desaprobación en el rostro de su madre,ya que Alma no podía comprender por qué los Jonas no querían vivir en unabonita casa en la ciudad o, incluso, en una adosada. Cuanto más se empeñaba ________en explicarle que los Jonas no sentían vergüenza alguna de su profesión y queno deseaban escapar del estigma que suponía pertenecer a la clase trabajadora,más confusa se sentía Alma. Molesta por la sospecha de que su madre se estabamostrando deliberadamente obtusa, _______ había abandonado todo intento dediscutir sobre la familia de Nick y se había puesto de acuerdo en secreto conJeremy para evitar que Alma dijera algo desdeñoso delante de ellos.
—Lo intentaré —le había dicho Jeremy sin mucha convicción—. Pero ya sabes quemamá nunca se ha llevado muy bien con la gente que es diferente a nosotros.
Ante lo cual, ________ suspiró con exasperación.
—Dios no quiera que pasemos una noche con gente que no sea exactamente igualque nosotros. Podríamos aprender algo malo. O peor aún, podríamos inclusodivertimos... ¡Qué vergüenza!
Una sonrisa extraña apareció en los labios de su hermano.
—No seas demasiado dura con ella, _________. No hace mucho que tú mostrabas elmismo desdén por los de los peldaños inferiores.
—¡De eso nada! Yo... —________ había hecho una pausa frunciendo el ceño conferocidad para, después, soltar un suspiro—. Tienes razón, yo también era así,aunque ahora no sé por qué. Trabajar no es nada deshonroso, ¿verdad? Desdeluego, a mí me parece mucho más admirable que holgazanear.
Jeremy no pudo dejar de sonreír.
—Has cambiado —fue su único comentario. A lo que _________ replicó sin ganas:
—Puede que eso no sea tan malo.
En esos momentos, mientras ascendían por las estrechas escaleras que llevabandesde la carnicería a las habitaciones privadas de los Jonas, ________ eraconsciente del sutil comedimiento en los modales de Nick, la única señal de lainseguridad que sentía. Era obvio que estaba preocupado acerca de cómo «sellevarían», tal y como lo había expresado Jeremy, ella y su familia. Decidida aque la noche fuera un éxito, ________ esgrimió una sonrisa decidida que nisiquiera se tambaleó cuando escuchó la conmoción en la residencia Jonas: unacacofonía de gritos de adultos, chillidos infantiles y golpes que hacía pensarque estuvieran tumbando muebles.
—¡Madre bendita! —exclamó Alma—. Eso parece... parece...
—¿Una reyerta? —apuntó Nick tratando de servir de ayuda—. Podría serlo. En mifamilia no siempre es fácil distinguir una conversación de salón de una peleaen el cuadrilátero.
Cuando entraron en la habitación principal, ________ trató de identificar lamultitud de rostros: estaba la hermana mayor de Nick, Maya, madre de mediadocena de niños que se movían como los toros de Pamplona a través del pequeñocircuito de habitaciones; también estaban el marido de Maya, los padres de Nick,tres hermanos pequeños y una hermana menor llamada Meredith, cuya sombríaserenidad resultaba extrañamente discordante en todo aquel tumulto.
Por lo que Nick le había contado, sentía un cariño especial por Meredith, queera bastante distinta a sus alborotadores parientes, tímida y aficionada a lalectura.
Los niños se arremolinaron alrededor de Nick que demostró poseer unasorprendente facilidad para tratar con ellos; los lanzó con pericia al aire yconsiguió inspeccionar simultáneamente la nueva caída de un diente y aplicar unpañuelo a una nariz mocosa. Los primeros minutos del recibimiento fueron algoconfusos, con distintas rondas de presentaciones a gritos, los niños corriendode un lado para otro y los alaridos indignados de un gato que estaba aposentadojunto a la chimenea y que acababa de ser mordido por un perrito curioso. _________tenía esperanzas de que las cosas se calmaran después de aquello pero, a decirverdad, la algarabía general continuó toda la noche. De vez en cuando, echabaun vistazo a la rígida sonrisa de su madre, a la relajada diversión de Jeremy ya la cómica exasperación que sufría Nick cuando todos sus esfuerzos portranquilizar aquel manicomio obtenían escasos resultados.
El padre de Nick, Paul, era un hombre enorme e imponente, con unos rasgos que,sin esfuerzo alguno, habrían bastado para intimidar a la austeridad en persona.De forma ocasional, sus ojos se suavizaban con una sonrisa que no era tancarismática como la de Nick, pero que poseía su propio y sereno encanto. _______se las apañó para mantener una conversación amistosa con él, ya que estabasentada a su lado durante la cena. Por desgracia parecía que las dos madres nose comunicaban muy bien. La causa no parecía ser tanto el desagrado como unacompleta incapacidad de relacionarse la una con la otra. Sus vidas, el cúmulode experiencias que las había creado y había dado forma a sus puntos de vista,no podrían haber sido más distintos.
La cena consistió en gruesos filetes de ternera bien cocinados, acompañados porpudin y una mínima cantidad de verduras. ________ suprimió un melancólicosuspiro cuando recordó los platos que había disfrutado en Francia y comenzó acortar con diligencia el enorme trozo de ternera.
No mucho después, Meredith la interpeló con un comentario amistoso.—________, tiene quecontarnos más cosas sobre París. Mi madre y yo nos disponemos a realizar porprimera vez un recorrido por el continente dentro de poco.
—Qué maravilla —exclamó _________—. ¿Cuándo partirán?
—Dentro de una semana, en realidad. Estaremos fuera durante al menos un mes ymedio; empezaremos por Calais y terminaremos en Roma...
La conversación sobre el viaje continuó hasta que la cena hubo concluido y unadoncella de la cocina se acercó con el fin de quitar los platos mientras lafamilia se retiraba al salón, donde tomarían el té y las pastas.
Para deleite de los niños, Jeremy se sentó con ellos en el suelo cerca de lachimenea y se dispuso a jugar a los palillos y a ayudarles a controlar alperrito. ________ se sentó cerca para observar sus payasadas mientrasconversaba con la hermana mayor de Nick. No se le pasó por alto que Nick habíadesaparecido con su madre quien, según suponía, tendría muchas preguntas quehacerle a su hijo mayor acerca de su precipitada boda y del estado de sumatrimonio.
—¡Por todos los diablos! —exclamó Jeremy—. El perrito ha dejado un charco en lachimenea.
—Por favor, que alguien busque a la doncella y se lo diga— dijo Maya, mientraslos niños lloraban de la risa ante los malos modales del animal.
Ya que ________ era la que se había sentado más cerca de la puerta, se levantoal instante. Al entrar en la habltación contigua descubrió que la doncella dela cocina aún seguía retirando, los restos de la cena. Después de que ________le informara acerca del pequeño incidente, la muchacha se dirigió rápidamenteal salón con un puñado de trapos. _______ la habría seguido, pero escuchó elmurmullo de una conversación procedente de la cocina y se detuvo un momentocuando oyó la voz baja y desaprobadora de Denise.
—¿... y ella te ama, Diego?
________ se quedó helada donde estaba, escuchando atentamente la respuesta de Nick.
—La gente se casa por otras razones, además de ésa.
—Entonces no te ama —escuchó decir a Denise sin más—. No puedo decir que mesorprenda. Las mujeres como ésa jamás...
—Ten cuidado —murmuró Nick—. Estás hablando de mi esposa.
—Será un bonito adorno para tu brazo —continuó Denise— cuando te muevas entrelos de la clase alta. Pero ¿se habría casado contigo si no tuvieras dinero? ¿Sequedará contigo en los malos tiempos? Ojala te hubieras fijado más en laschicas con las que traté de emparejarte. Esa Molly Havelock, o Peg Larcher...,chicas buenas y fuertes que serían una verdadera ayuda como pareja...
_________ no pudo soportarlo más. Controlando su expresión, se escabulló denuevo hacia el ruido y la luz del salón.
«Bueno, eso es lo que ocurre por espiar», se dijo a si misma de mala gana altiempo que se preguntaba si la apinión de Denise sobre ella podría caer másbajo. Las críticas dolían pero tenía que reconocer que no había ninguna razónde peso para que le cayera bien a la madre de Nick, ni a su familia. De hecho, ________comprendióque, al ponderar todos los beneficios que traería consigo el matrimonio con Nick,jamás se le había ocurrido preguntarse qué podría darle ella a cambio.
Preocupada, se preguntó si debería contarle algo a Nick sobre lo que había oídoy decidió de inmediato no hacerlo. Sacar el tema a colación sólo lo obligaría adecir algo para tranquilizarla o, tal vez, disculparse en nombre de su madre, yninguna de las dos cosas era necesaria. Sabía que le llevaría tiempodemostrarles su valía a Nick y a su familia... y, quizá, también a ella misma.
Mucho más tarde, esa misma noche, cuando _______ y Nick estaban de regreso enel Rutledge, Nick la tomó por los hombros y la miró con una ligera sonrisa.
—Gracias —dijo.
—¿Por qué?
—Por mostrarte tan agradable con mi familia. —La apartó un poco y apretó loslabios contra su coronilla—. Y por haber pasado por alto que son tan diferentesa ti.
_______ se ruborizó de placer ante sus halagos y, de repente, se sintió muchomejor.
—Me lo he pasado bien esta noche —mintió, y Nick esbozó una sonrisa.
—Yo no diría tanto...
—Bueno, puede que hubiera un momento o dos, cuando tu padre se puso a hablarsobre las entrañas de los animales..., o cuando tu hermana comentó lo que elbebé había hecho durante el baño... Pero, en conjunto, han sido muy... muy...
—¿Ruidosos? —sugirió Nick, con los ojos brillantes a causa de la diversión.
—Iba a decir «buenos».
Nick deslizó la mano por su espalda, masajeando las zonas tensas que había bajosus omóplatos.
—Estás llevando todo este asunto de ser la esposa de un plebeyo bastante bien,considerando las circunstancias.
—En realidad, no es tan malo —musitó ________. Deslizó con suavidad y ciertocoqueteo una mano sobre la parte delantera del cuerpo de su marido y le dedicóuna mirada provocadora—. Puedo pasarlo por alto con bastante facilidad graciasa esta... impresionante... y bien dotada...
—¿Cuenta bancaria?
_________ sonrió e introdujo los dedos en la cinturilla de su pantalón.
—No me refería a la cuenta bancaria —susurró justo antes de que la boca de Nickse uniera a la suya.
Al día siguiente, ________ estaba impaciente por reunirse con Demi y Selena,cuya suite estaba en la misma ala del Rutledge que la suya. Sin dejar de gritary reír mientras se abrazaban, las tres causaron un enorme alboroto hasta que laseñora Bowman envio a una doncella para decirles que se callaran.
—Quiero ver a Evie —se quejó ________ al tiempo que entrelazaba su
Disculpenme por no subir antes, pero empece el cole y ya estoy full -.-! Mi tarea de fisica y mate no son nada normales! La de mate son aproximadamente 135 ejercicios! y auque pareca broma asi de mie.... es mi profesor :) .I. jajajajajajaja disculpen la groseria pro es la verdad. Bueno pero de todas maneras me parecio injusto dejarlas esperando asi que mande a mi tarea a dar un paseo un rato para subirles cap :P Y bueno como la nove esta por terminar les subire cap todos los dias hasta que acabe, osea que entre lunes y martes se acaba la nove :( Pero Tranquis ya tengo una nueva nove de la misma autora pero MUCHISIMOOO mas hot muajajajajajaja :twisted: Bueno mucha palabraria... aqui les dejo el cap! ENJOY IT!
Capítulo23
Poco después de que Nick y _______ regresaran a Inglaterra, se vieron obligadosa enfrentarse con la inevitable interacción de dos familias que no podríanhaber sido más diferentes. La madre de Nick, Denise, quiso que fueran a cenarpara que todos pudieran conocerse, ya que no había sido posible hacerlo antesde la boda. A pesar de que Nick le había advertido a ________ lo que debíaesperar y ella, a su vez, se había esforzado por preparar a su madre y a suhermano, sospechaba que el encuentro traería, como mucho, resultadosvariopintos.
A Dios gracias, Jeremy se había reconciliado felizmente con el hecho de que NicholasJonas fuese su cuñado. Como se había convertido en un chico alto y delgaduchoen los pasados meses, le sacaba varios centímetros a _______ cuando, se dispusoa abrazarla en el salón de su casa. Su cabello castaño dorado se había aclaradode forma considerable gracias a todo el tiempo que había pasado al aire libre ysus ojos azules destacaban, brillantes y sonrientes, en su rostro bronceado.
—No podía creer lo que veían mis ojos cuando leí la carta de mamá en la que mecontaba que ibas a casarte con Nicholas Jonas —le dijo—. Después de todas lascosas que has dicho sobre él estos dos últimos años...
—Jeremy —lo reprendió _______—. ¡No te atrevas a repetir nada de eso!
Sin parar de reír, Jeremy mantuvo un brazo alrededor de su hermana y le tendióla otra mano a Nick.
—Felicidades, señor. —Mientras se estrechaban las manos, dijo con picardía—. Enrealidad, no me ha sorprendido ni lo más mínimo. Mi hermana se ha quejado deusted tanto y durante tanto tiempo que sabía que debía de sentir algo fuertepor usted.
La cálida mirada de Nick se posó sobre su esposa, que había fruncido el ceño.
—No puedo imaginarme de qué podía quejarse... —dijo con descaro.
—Creo que dijo... —comenzó Jeremy y, acto seguido, compuso una mueca exageradacuando _______ le dio un codazo en costillas—. De acuerdo, no diré nada —dijoal tiempo que alzaba las manos a la defensiva sin dejar de reír, mientras seapartaba de ella—. Me limitaba a mantener una conversación educada con mirecién estrenado cuñado.
—En las «conversaciones educadas» se habla sobre el tiempo, o se preguntaacerca de la salud de alguien —le informó _________—. En absoluto se discuteacerca de ciertas revelaciones potencialmente embarazosas que una hermana hayahecho en confidencia.
Deslizando un brazo alrededor de la cintura de ________, Nick la apretó contrasu pecho y bajó la cabeza para susurrarle al oído
—Puedo hacerme una ligera idea de lo que dijiste. Después de todo, te mostrabasmuy dispuesta a decírmelo cara a cara.
Al escuchar la nota de diversión en su voz, ________ se relajó contra él.
Como nunca había visto a su hermana relacionarse de forma tan cómoda con unhombre y tras haber observado los cambios que se habían producido en ella,Jeremy sonrió.
—Diría que el matrimonio te sienta muy bien, ________.
Justo entonces, Alma entró en la habitación y se apresuró a llegar al lado desu hija con un grito de alegría.
—Cariño, ¡te he echado tanto de menos! —La abrazó con fuerza y se giró hacia Nickcon una brillante sonrisa—. Querido señor Jonas, bienvenido a casa. ¿Le hagustado París?
—Mucho, más de lo que puedo expresar con palabras —replicó Nick con calidez altiempo que se inclinaba a besarla en la mejilla que le ofrecía. No miró a ________cuando añadió—. Disfruté especialmente del champán.
—Vaya, no me cabe duda —respondió Alma—. Estoy segura de que cualquiera que... ________,querida, ¿qué estás haciendo?
—Sólo quiero abrir la ventana —dijo _________ con voz estrangulada; su rostrohabía adquirido el color de las remolachas al escuchar el comentario de Nick yrecordar la noche que él había utilizado una copa de champán para un usoespecialmente creativo—. Hace un calor espantoso aquí dentro... ¿Por quédemonios están cerradas las ventanas en esta época del año? —Sin mirar a nadiea la cara, forcejeó con el pestillo hasta que Jeremy fue a ayudarla.
Mientras Nick y Alma conversaban, Jeremy abrió la ventana y esbozó una sonrisaal ver que _______ colocaba el rostro de modo que la brisa refrescara sussonrojadas mejillas.
—Debe de haber sido toda una luna de miel —murmuró con una sonrisa pícara.
—¡Se supone que tú no debes saber nada acerca de esas cosas! —susurró _________.
Jeremy emitió un resoplido.
—Tengo catorce años, ________, no cuatro. —Inclinó la cabeza hacia la de suhermana—. De modo que... ¿por qué te casaste con el señor Jonas? Mamá dice quees porque te colocó en una posición comprometida, pero conociéndote como teconozco, sé que eso no es todo. Una cosa es segura: no dejarías que nadie tecomprometiera a menos que quisieras. —El brillo de diversión se esfumó de susojos y le preguntó de forma más seria—: ¿Ha sido por su dinero? He visto lascuentas de los gastos de la casa... Es obvio que no teníamos ni dos chelines.
—No fue sólo por el dinero. —__________ podía presumir de haber sido siemprefranca con su hermano, pero le resultaba difícil admitir la verdad, inclusoante sí misma—. Me puse enferma en Stony Cross y el señor Jonas se mostró inesperadamente amableconmigo. Y cuando comencé a mostrarme menos grosera con él, descubrí que él yyo tenemos una especie de... Bueno, de afinidad...
—¿Intelectual o física? —La sonrisa de Jeremy regresó cuando el muchacho leyóla respuesta en sus ojos—. ¿Ambas? Eso está bien. Dime, ¿estás ena...?
—¿Qué andáis cuchicheando? —preguntó Alma con una carcajada, al tiempo que leshacía un gesto para que se apartasen de la ventana.
—Le estaba suplicando a mi hermana que no intimidara con la mirada a suflamante marido —replicó Jeremy, y ________ puso los ojos en blanco.
—Gracias —le dijo Nick con seriedad—. Como podrás imaginar, hace falta unaenorme fortaleza para lidiar con una esposa semejante, pero hasta ahora heconseguido... —Se detuvo con una sonrisa al contemplar la mirada amenazadora de________—. Me acabo de dar cuenta de que tu hermano y yo deberíamos compartirnuestras confidencias masculinas fuera; entretanto, puedes contarle a tu madretodo sobre París. Jeremy, ¿te gustaría dar una vuelta en mi faetón?
Su hermano no necesitó más estímulos.
—Espere que coja mi sombrero y mi abrigo y...
—No te molestes en ponerte el sombrero —le advirtió Nick de forma lacónica—. Noserías capaz de mantenerlo sobre la cabeza durante más de un minuto.
—Señor Jonas—gritó ________ tras ellos—, si hiere o mata a mi hermano, sequedará sin cenar.
Nick gritó algo incomprensible por encima del hombro y ambos desaparecieron porla puerta del vestíbulo.
—Los faetones son demasiado ligeros y rápidos, y vuelcan con demasiadafacilidad —dijo Alma, que fruncía el ceño por la preocupación—. Espero que elseñor Jonas sea un conductor avezado.
—En exceso —comentó ________ con una sonrisa tranquilizadora—. Nos trajo hastaaquí desde el hotel a un paso tan tranquilo, que me hizo pensar que íbamos enun pesado y antiguo carruaje familiar. Jeremy no podría estar en mejores manos,te lo prometo.
Durante la hora siguiente, las dos mujeres permanecieron sentadas en elsaloncito y compartieron una tetera mientras discutían todo lo que habíaocurrido durante los últimos quince días. Tal y como ________ esperaba, Alma nohizo ninguna pregunta sobre los aspectos más íntimos de la luna de miel,absteniéndose de entrometerse en la intimidad de la pareja. De cualquier forma,estaba demasiado interesada en las descripciones de los muchos extranjeros quehabía conocido ________ y de las fiestas a las que había asistido. La vida delos ricos empresarios industriales le era desconocida; de modo que prestó todasu atención mientras su hija se esforzaba por describírselos.
—Cada vez hay más gente de esa que llega a Inglaterra —señaló Alma— paraemparejar sus fortunas con títulos.
—Como los Bowman— dijo _______.
—Sí. Parece quecon cada temporada, nos vemos invadidos por un número creciente deamericanos... y Dios sabe que ya es bastante difícil atrapar a un noble. Esobvio que no necesitamos más competencia. Me alegrará muchísimo que todo estefrenesí empresarial se asiente por fin y las cosas vuelvan a ser tal y comoeran antes.
________ sonrió a regañadientes mientras se preguntaba cómo podría explicarle asu madre que, según todo lo que había visto y oído, el proceso de la expansiónindustrial tan sólo acababa de empezar... y que las cosas jamás volverían a sercomo habían sido. ________ apenas había empezado a comprender la transformaciónque los ferrocarriles, los barcos de hélice y las fábricas mecanizadasllevarían a cabo en Inglaterra y en el resto del mundo. Aquéllos eran los temasque Nick y sus conocidos habían discutido durante las cenas, en lugar de lostemas habituales de las clases superiores, como la caza y las fiestascampestres.
—Dime, ¿te llevas bien con el señor Jonas? —preguntó Alma—. Desde luego, pareceque así es.
—Oh, claro que sí. Sin embargo, diría que el señor Jonas no se parece a ningunode los hombres que tú o yo hayamos conocido jamás. Los caballeros a los queestamos acostumbradas... Bueno, sus mentes no funcionan como la suya. Él... éles un progresista...
—¡Ave María Purísima! —exclamó Alma con cierto desagrado—. ¿Te refieres alámbito político?
—No... —________ hizo una pausa y compuso una mueca cómica que reflejaba que nisiquiera sabía a qué partido estaba afiliado su marido—. En realidad, despuésde escuchar alguno de sus puntos de vista, no me cabe duda de que es un Whig, oincluso un liberal...
—¡Qué Dios nos ampare! Tal vez dentro de algún tiempo puedas persuadirle de quetome otra dirección.
Aquello hizo que ________ se echara a reír.
—Lo dudo mucho. Pero ése no es realmente el problema, porque... Mamá, enrealidad, estoy empezando a creer que, algún día las opiniones de esosempresarios y mercantilistas pesarán más que las de la nobleza. Tan sólo suinfluencia financiera...
—__________ —la interrumpió Alma con suavidad—, creo que es algo maravillosoque desees apoyar a tu marido. Sin embargo un hombre que se dedica al comerciojamás llegará a ser tan influyente como un aristócrata. No en Inglaterra, desdeluego.
De pronto, su conversación se vio interrumpida por la repentina entrada deJeremy en el salón. Estaba despeinado y con los ojos abiertos como platos.
—¿Jeremy? —exclamó Roberta con preocupación antes de ponerse en pie de unsalto—. ¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde está el señor Hunt?
—Paseando a los caballos alrededor de la plaza para tranquilizarlos. —Meneó lacabeza y dijo casi sin aliento—. Ese hombre es un lunático. Hemos estado apunto de volcar al menos tres veces; casi atropellamos a media docena depersonas y me he sacudido tanto que tengo la parte inferior del cuerpo negra yazul. Si hubiera tenido aliento, habría empezado a rezar, porque estaba claroque nos íbamos a morir. Jonas tiene los caballos más alevosos que he visto entoda mi vida y suelta unos juramentos tan ofensivos que tan sólo uno de elloshabría bastado para que me expulsaran de la escuela...
—Jeremy —comenzó ________ a modo de disculpa, abrumada ante la idea de que Nickhubiese tratado a su hermano de un modo tan terrible—. Me siento tan...
—¡Sin duda ha sido la mejor tarde de toda mi vida! —continuó Jeremy lleno dejúbilo,—. Le supliqué a Jonas que saliéramos mañana a dar otra vuelta, y dijoque lo haría si tenía tiempo... Dios, ¡ese hombre es todo un fenómeno, ________!Voy a por un poco de agua... Tengo una capa de un centímetro de polvo adheridaa la garganta.
Salió corriendo con una carcajada adolescente mientras su madre y su hermana loobservaban sin pestañear y con la boca abierta.
Esa misma noche, algo más tarde, Nick llevó a Roberta, a Jeremy y a su madre aldomicilio que había sobre la carnicería, donde sus padres seguían viviendo.Éste consistía en tres habitaciones principales y una escalera estrecha queconducía al ático de la tercera planta; el lugar era pequeño, aunque estababien acondicionado.
Aun así, _______ podía leer la perpleja desaprobación en el rostro de su madre,ya que Alma no podía comprender por qué los Jonas no querían vivir en unabonita casa en la ciudad o, incluso, en una adosada. Cuanto más se empeñaba ________en explicarle que los Jonas no sentían vergüenza alguna de su profesión y queno deseaban escapar del estigma que suponía pertenecer a la clase trabajadora,más confusa se sentía Alma. Molesta por la sospecha de que su madre se estabamostrando deliberadamente obtusa, _______ había abandonado todo intento dediscutir sobre la familia de Nick y se había puesto de acuerdo en secreto conJeremy para evitar que Alma dijera algo desdeñoso delante de ellos.
—Lo intentaré —le había dicho Jeremy sin mucha convicción—. Pero ya sabes quemamá nunca se ha llevado muy bien con la gente que es diferente a nosotros.
Ante lo cual, ________ suspiró con exasperación.
—Dios no quiera que pasemos una noche con gente que no sea exactamente igualque nosotros. Podríamos aprender algo malo. O peor aún, podríamos inclusodivertimos... ¡Qué vergüenza!
Una sonrisa extraña apareció en los labios de su hermano.
—No seas demasiado dura con ella, _________. No hace mucho que tú mostrabas elmismo desdén por los de los peldaños inferiores.
—¡De eso nada! Yo... —________ había hecho una pausa frunciendo el ceño conferocidad para, después, soltar un suspiro—. Tienes razón, yo también era así,aunque ahora no sé por qué. Trabajar no es nada deshonroso, ¿verdad? Desdeluego, a mí me parece mucho más admirable que holgazanear.
Jeremy no pudo dejar de sonreír.
—Has cambiado —fue su único comentario. A lo que _________ replicó sin ganas:
—Puede que eso no sea tan malo.
En esos momentos, mientras ascendían por las estrechas escaleras que llevabandesde la carnicería a las habitaciones privadas de los Jonas, ________ eraconsciente del sutil comedimiento en los modales de Nick, la única señal de lainseguridad que sentía. Era obvio que estaba preocupado acerca de cómo «sellevarían», tal y como lo había expresado Jeremy, ella y su familia. Decidida aque la noche fuera un éxito, ________ esgrimió una sonrisa decidida que nisiquiera se tambaleó cuando escuchó la conmoción en la residencia Jonas: unacacofonía de gritos de adultos, chillidos infantiles y golpes que hacía pensarque estuvieran tumbando muebles.
—¡Madre bendita! —exclamó Alma—. Eso parece... parece...
—¿Una reyerta? —apuntó Nick tratando de servir de ayuda—. Podría serlo. En mifamilia no siempre es fácil distinguir una conversación de salón de una peleaen el cuadrilátero.
Cuando entraron en la habitación principal, ________ trató de identificar lamultitud de rostros: estaba la hermana mayor de Nick, Maya, madre de mediadocena de niños que se movían como los toros de Pamplona a través del pequeñocircuito de habitaciones; también estaban el marido de Maya, los padres de Nick,tres hermanos pequeños y una hermana menor llamada Meredith, cuya sombríaserenidad resultaba extrañamente discordante en todo aquel tumulto.
Por lo que Nick le había contado, sentía un cariño especial por Meredith, queera bastante distinta a sus alborotadores parientes, tímida y aficionada a lalectura.
Los niños se arremolinaron alrededor de Nick que demostró poseer unasorprendente facilidad para tratar con ellos; los lanzó con pericia al aire yconsiguió inspeccionar simultáneamente la nueva caída de un diente y aplicar unpañuelo a una nariz mocosa. Los primeros minutos del recibimiento fueron algoconfusos, con distintas rondas de presentaciones a gritos, los niños corriendode un lado para otro y los alaridos indignados de un gato que estaba aposentadojunto a la chimenea y que acababa de ser mordido por un perrito curioso. _________tenía esperanzas de que las cosas se calmaran después de aquello pero, a decirverdad, la algarabía general continuó toda la noche. De vez en cuando, echabaun vistazo a la rígida sonrisa de su madre, a la relajada diversión de Jeremy ya la cómica exasperación que sufría Nick cuando todos sus esfuerzos portranquilizar aquel manicomio obtenían escasos resultados.
El padre de Nick, Paul, era un hombre enorme e imponente, con unos rasgos que,sin esfuerzo alguno, habrían bastado para intimidar a la austeridad en persona.De forma ocasional, sus ojos se suavizaban con una sonrisa que no era tancarismática como la de Nick, pero que poseía su propio y sereno encanto. _______se las apañó para mantener una conversación amistosa con él, ya que estabasentada a su lado durante la cena. Por desgracia parecía que las dos madres nose comunicaban muy bien. La causa no parecía ser tanto el desagrado como unacompleta incapacidad de relacionarse la una con la otra. Sus vidas, el cúmulode experiencias que las había creado y había dado forma a sus puntos de vista,no podrían haber sido más distintos.
La cena consistió en gruesos filetes de ternera bien cocinados, acompañados porpudin y una mínima cantidad de verduras. ________ suprimió un melancólicosuspiro cuando recordó los platos que había disfrutado en Francia y comenzó acortar con diligencia el enorme trozo de ternera.
No mucho después, Meredith la interpeló con un comentario amistoso.—________, tiene quecontarnos más cosas sobre París. Mi madre y yo nos disponemos a realizar porprimera vez un recorrido por el continente dentro de poco.
—Qué maravilla —exclamó _________—. ¿Cuándo partirán?
—Dentro de una semana, en realidad. Estaremos fuera durante al menos un mes ymedio; empezaremos por Calais y terminaremos en Roma...
La conversación sobre el viaje continuó hasta que la cena hubo concluido y unadoncella de la cocina se acercó con el fin de quitar los platos mientras lafamilia se retiraba al salón, donde tomarían el té y las pastas.
Para deleite de los niños, Jeremy se sentó con ellos en el suelo cerca de lachimenea y se dispuso a jugar a los palillos y a ayudarles a controlar alperrito. ________ se sentó cerca para observar sus payasadas mientrasconversaba con la hermana mayor de Nick. No se le pasó por alto que Nick habíadesaparecido con su madre quien, según suponía, tendría muchas preguntas quehacerle a su hijo mayor acerca de su precipitada boda y del estado de sumatrimonio.
—¡Por todos los diablos! —exclamó Jeremy—. El perrito ha dejado un charco en lachimenea.
—Por favor, que alguien busque a la doncella y se lo diga— dijo Maya, mientraslos niños lloraban de la risa ante los malos modales del animal.
Ya que ________ era la que se había sentado más cerca de la puerta, se levantoal instante. Al entrar en la habltación contigua descubrió que la doncella dela cocina aún seguía retirando, los restos de la cena. Después de que ________le informara acerca del pequeño incidente, la muchacha se dirigió rápidamenteal salón con un puñado de trapos. _______ la habría seguido, pero escuchó elmurmullo de una conversación procedente de la cocina y se detuvo un momentocuando oyó la voz baja y desaprobadora de Denise.
—¿... y ella te ama, Diego?
________ se quedó helada donde estaba, escuchando atentamente la respuesta de Nick.
—La gente se casa por otras razones, además de ésa.
—Entonces no te ama —escuchó decir a Denise sin más—. No puedo decir que mesorprenda. Las mujeres como ésa jamás...
—Ten cuidado —murmuró Nick—. Estás hablando de mi esposa.
—Será un bonito adorno para tu brazo —continuó Denise— cuando te muevas entrelos de la clase alta. Pero ¿se habría casado contigo si no tuvieras dinero? ¿Sequedará contigo en los malos tiempos? Ojala te hubieras fijado más en laschicas con las que traté de emparejarte. Esa Molly Havelock, o Peg Larcher...,chicas buenas y fuertes que serían una verdadera ayuda como pareja...
_________ no pudo soportarlo más. Controlando su expresión, se escabulló denuevo hacia el ruido y la luz del salón.
«Bueno, eso es lo que ocurre por espiar», se dijo a si misma de mala gana altiempo que se preguntaba si la apinión de Denise sobre ella podría caer másbajo. Las críticas dolían pero tenía que reconocer que no había ninguna razónde peso para que le cayera bien a la madre de Nick, ni a su familia. De hecho, ________comprendióque, al ponderar todos los beneficios que traería consigo el matrimonio con Nick,jamás se le había ocurrido preguntarse qué podría darle ella a cambio.
Preocupada, se preguntó si debería contarle algo a Nick sobre lo que había oídoy decidió de inmediato no hacerlo. Sacar el tema a colación sólo lo obligaría adecir algo para tranquilizarla o, tal vez, disculparse en nombre de su madre, yninguna de las dos cosas era necesaria. Sabía que le llevaría tiempodemostrarles su valía a Nick y a su familia... y, quizá, también a ella misma.
Mucho más tarde, esa misma noche, cuando _______ y Nick estaban de regreso enel Rutledge, Nick la tomó por los hombros y la miró con una ligera sonrisa.
—Gracias —dijo.
—¿Por qué?
—Por mostrarte tan agradable con mi familia. —La apartó un poco y apretó loslabios contra su coronilla—. Y por haber pasado por alto que son tan diferentesa ti.
_______ se ruborizó de placer ante sus halagos y, de repente, se sintió muchomejor.
—Me lo he pasado bien esta noche —mintió, y Nick esbozó una sonrisa.
—Yo no diría tanto...
—Bueno, puede que hubiera un momento o dos, cuando tu padre se puso a hablarsobre las entrañas de los animales..., o cuando tu hermana comentó lo que elbebé había hecho durante el baño... Pero, en conjunto, han sido muy... muy...
—¿Ruidosos? —sugirió Nick, con los ojos brillantes a causa de la diversión.
—Iba a decir «buenos».
Nick deslizó la mano por su espalda, masajeando las zonas tensas que había bajosus omóplatos.
—Estás llevando todo este asunto de ser la esposa de un plebeyo bastante bien,considerando las circunstancias.
—En realidad, no es tan malo —musitó ________. Deslizó con suavidad y ciertocoqueteo una mano sobre la parte delantera del cuerpo de su marido y le dedicóuna mirada provocadora—. Puedo pasarlo por alto con bastante facilidad graciasa esta... impresionante... y bien dotada...
—¿Cuenta bancaria?
_________ sonrió e introdujo los dedos en la cinturilla de su pantalón.
—No me refería a la cuenta bancaria —susurró justo antes de que la boca de Nickse uniera a la suya.
Al día siguiente, ________ estaba impaciente por reunirse con Demi y Selena,cuya suite estaba en la misma ala del Rutledge que la suya. Sin dejar de gritary reír mientras se abrazaban, las tres causaron un enorme alboroto hasta que laseñora Bowman envio a una doncella para decirles que se callaran.
—Quiero ver a Evie —se quejó ________ al tiempo que entrelazaba su
Dayi_JonasLove!*
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
brazo con el de Selenamientras se dirigían al recibidor de la suite—. ¿Cómo se encuentra?
—Se metió en un lío espantoso hace quince días por tratar de ver a su padre—replicó Selena con un suspiro—. Su situación ha empeorado y ahora se encuentrapostrado en cama. Lo malo es que a Evie la pillaron escapándose de la casa yahora su tía Florence y el resto de la familia la mantienen encerrada.
—¿Durante cuánto tiempo?
—Indefinidamente —fue la descorazonadora respuesta;
—Dios, qué gente más odiosa —murmuró ________—. Ojala pudiera ir a rescatarla.
—¿No sería de lo más divertido? —susurró Selena, que se sintió al instantefascinada con la idea—. Deberíamos raptarla. Llevaremos una escalera y lacolocaremos bajo su ventana, y...
—...su tía Florence nos echaría a los perros — dijo Demi a modo deadvertencia—. Tienen dos mastines enormes que se pasean por la propiedad denoche.
—Les arrojaremos algo de carne con un somnífero —replicó Selena—. Y mientrasduermen...
—Vamos, deja ya esos planes descabellados —exclamó Demi—. Quiero oído todoacerca de la luna de miel.
Dos pares de ojos castaños examinaron a ________ con un interés muy pocoadecuado para dos jóvenes virginales.
—¿Y bien? —Preguntó Demi—. ¿Cómo es? ¿Es tan doloroso como dicen?
—Desembucha, ________ —la urgió Selena—. Recuerda que prometimos contárnoslotodo.
________ sonrió porque estaba disfrutando bastante de tener conocimientos sobrealgo que aún resultaba tan misterioso para ellas.
—Bueno, en ciertos momentos resultó bastante incómodo —admitió—. Pero Nick fuemuy amable y... atento... y, si bien no tengo ninguna experiencia previa con laque compararlo, no puedo creer que ningún hombre pueda llegar a ser un amantetan maravilloso.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Demi.
Un cálido sonrojo tiñó las mejillas de _______. Con vacilación, buscó las palabrasque explicaran algo que, de pronto, le resultaba imposible de describir. Sepodían relatar los detalles técnicos del asunto, pero eso apenas dejabaentrever la ternura de una experiencia tan íntima.
—Las relaciones íntimas son algo que va mucho más allá de lo que jamás podríaisimaginar... Al principio, te quieres morir de la vergüenza, pero después haymomentos en los que la sensación es tan maravillosa que te olvidas de todo y loúnico que importa es estar cerca de él.
Se produjo un breve silencio mientras las hermanas meditaban sus palabras.
—¿Cuánto dura? —inquirió Selena.
El sonrojo de ________ se hizo más evidente.
—En algunas ocasiones, sólo unos minutos... y en otras, unas cuantas horas.
—¿Unas cuantas horas?— repitieron ambas a la vez con una mirada atónita. Demifrunció la nariz con desagrado.
—¡Dios Santo! Eso suena horrible.
________ se echó a reír al ver su expresión.
—No es horrible en absoluto. En realidad, es estupendo.
Demi meneó la cabeza.
—Ya descubriré lamanera de lograr que mi marido termine rápidamente. Hay cosas mucho mejores quehacer que pasar horas en la cama haciendo «eso».
________ sonrió de oreja a oreja.
—Ya que hablamos del misterioso caballero que un día será tú esposo... Debemoscomenzar con los planes de estrategia para nuestra siguiente campaña. Latemporada no empezará hasta enero, lo que nos deja varios meses paraprepararnos.
—Selena y yo necesitamos un patrocinador aristócrata —dijo Demi con unsuspiro—. Por no mencionar varias lecciones de etiqueta. Y, por desgracia, _______,puesto que te has casado con un plebeyo, no tienes ninguna influencia social yestamos como al principio. —A regañadientes, añadió—: No he pretendidoofenderte, querida.
—No me has ofendido —replicó ________ con suavidad—. De cualquier forma, Nicktiene algunos amigos entre la nobleza... Lord Westcliff, para más señas.
—¡Oh, no! —dijo Selena con firmeza—. No quiero tener nada que ver con él.
—¿Por qué no?
Selena arqueó las cejas como si le sorprendiera tener que explicarlo.
—¿Porque es el hombre más insufrible que he conocido?
—Pero Westcliff está muy bien situado —la engatusó ________—. Y es el mejoramigo de Nick. Yo tampoco lo tengo en gran estima, pero podría ser un aliadomuy útil. Se dice que el título de Westcliff es el más antiguo de Inglaterra.La sangre no puede ser más azul que la suya.
—Y lo sabe muy bien—dijo Selena con acritud—. A pesar de toda su chácharapopulista, no es difícil darse cuenta de que en el fondo, le encanta ser un pardel reino con un montón de sirvientes a los que poder mangonear.
—Me pregunto por qué Westcliff no se ha casado todavía —mutó Demi—. A pesar desus defectos, hay que admitir que sería un trofeo del tamaño de una ballena.
—Me sentiré encantada cuando alguien le clave arpón—murmuró Selena, con lo queconsiguió que las otras dos se echaran a reír.
Si bien la «buena sociedad» se había ausentado de Londres durante los meses máscálidos del verano, la vida en la ciudad no estaba paralizada por completo.Hasta que el Parlamento suspendiera su actividad el 12 de agosto, fecha que coincidíacon la apertura de la veda del urogallo, la presencia ocasional de aristócratasaún se requería durante las sesiones vespertinas. Mientras los hombres asistíanal Parlamento o se reunían en los clubes, sus esposas iban de compras,visitaban a sus amistades y escribían cartas. Por las noches, asistían a cenas,veladas y bailes que, por lo general, se prolongaban hasta las dos o las tresde la madrugada. Tal era la agenda de un aristócrata o incluso la de aquellosque tenían profesiones que se consideraban aristocráticas, como los clérigos,los oficiales de la marina o los médicos.
Para disgusto de _______, pronto se hizo evidente que su marido, a pesar de suriqueza y su innegable éxito, no se dedicaba ni remotamente a una profesiónaristocrática. En consecuencia, a veces se veían excluidos de losacontecimientos de la clase alta en los que ella deseaba participar. Tan sólocuando un noble se encontraba económicamente en deuda con Nick o si era un buenamigo de lord Westclíff, invitaba a los Jonas a su hogar. _______ recibió muypocas visitas de las jóvenes damas casadas que en otra época habían sido susamigas y, aunque jamás le volvían la espalda cuando era ella la que hacía lasvisitas, tampoco la alentaban a que regresara. Las fronteras marcadas por laclase y la posición social eran imposibles de atravesar. Incluso la esposa deun vizconde que se había arruinado debido a los hábitos de juego y las manerasdespilfarradoras de su marido y que, por consiguiente, vivía en una residenciadestartalada con tan sólo dos sirvientes para atenderla, parecía determinada aconservar su superioridad sobre _________. Después de todo, su marido, a pesarde sus imperfecciones, era un noble; y Nicholas Jonas era un despreciableempresario.
Echando humo tras el frío recibimiento de la esposa del vizconde, _______fue aver a Demi y a Selena con el fin de despotricar acerca del montón de desaires ydesconsideraciones que había sufrido. Ambas le mostraron sus simpatías y rieronal escuchar sus apasionadas quejas.
—¡Tendríais que haber visto su salón! — dijo ________, que se paseaba de unlado a otro por delante de las hermanas, sentadas en el canapé de la sala devisitas—. Todo estaba lleno de polvo y las tapicerías estaban deshilachadas,había manchas de vino por toda la alfombra y lo único que esa mujer hacía eraarrugar la nariz y mirarme con lástima por haberme casado por debajo de misposibilidades. «Por debajo de mis posibilidades», dijo, cuando todo el mundosabe que su marido no es más que un estúpido embrutecido por el alcohol que segasta cada chelín en la mesa de dados... Puede que sea un vizconde, pero no esdigno ni de lamerle a Nick la suela la de los zapatos, y os juro que me las viy me las deseé para no decirle a ella eso mismo.
—¿Y por qué te contuviste? —Preguntó Demi con indiferencia—. Yo le habría dichoexactamente lo que pensaba sobre su estúpido esnobismo.
—Porque no se consigue nada tratando de discutir con gente así. —________ fruncióel ceño—. Aunque Nick evitara que una docena de personas murieran ahogadas,jamás sería contemplado con la misma admiración que cualquier viejo noble gordoque se quedara sentado y sin mover un dedo para ayudar.
Selena alzó las cejas ligeramente.
—¿Te arrepientes de no haberte casado con un aristócrata?
—No —dijo ________ al instante y agachó la cabeza como si de pronto, sesintiera avergonzada—. Pero supongo... supongo que hay momentos en los que nopuedo evitar desear que Nick fuese un noble.
Demi la miró con un poco de preocupación.
—Si pudieras volver atrás y cambiar las cosas, ¿elegirías a lord Kendall enlugar de al señor Jonas?
—Dios Santo, no. —Con un suspiro, _______ se dejo caer sobre un taburete decostura y la posición hizo que se hincharan a su alrededor las faldas de suvestido de seda verde estampada con flores diminutas—. No me arrepiento de mielección, pero me duele no poder asistir al baile de los Wymark. O a la veladaque tiene lugar en Gilbreath House. O a cualquiera de los acontecimientos a losque asiste la gente de la alta sociedad. En cambio, el señor Jonas y yoasistimos en la mayoría de las ocasiones a fiestas que una clase de persona muydiferente.
—¿Qué tipo de personas? —preguntó Selena.
Como _________ vacilaba, Demi respondió con una voz cargada de sarcasmo.
—Diría que _______ se refiere a los advenedizos, a toda esa gente que tienenuevas fortunas, valores de la clase baja y modales vulgares. En otraspalabras, gente como nosotras.
—No —dijo _______ al instante, y ambas hermanas se echaron a reír.
—Sí —dijo Demi con dulzura—. Te has casado con alguien de nuestro mundo,querida, y no perteneces a él más de lo que nosotras perteneceríamos a lanobleza si consiguiéramos atrapar a un marido con título. A decir verdad, nopodría importarme menos no mezclarme con los Wymark o con los Gilbreath, queson mortalmente aburridos e intolerablemente engreídos.
________ la observó con un ceño meditabundo al darse cuenta de pronto de que susituación le proporcionaba una nueva ventaja.
—Jamás me había cuestionado si eran o no aburridos —murmuró—. Supongo quesiempre he querido ascender hasta el peldaño más alto sin ni siquiera pararme apensar si me gustaría la vista que se observa desde allí. Pero ahora lacuestión carece de importancia, por supuesto. Y debo encontrar una forma deadaptarme a una vida distinta a la que me había imaginado. —Reposó los codossobre las rodillas, apoyó la barbilla en las manos y añadió a regañadientes—:Sabré que lo he conseguido cuando ya no me duela ser desairada por la esposa decara agria de algún vizconde.
De forma irónica, los Jonas fueron invitados esa misma semana al baile queofrecía lord Hardcastle, quien estaba secretamente en deuda con Nick por losconsejos que le había dado acerca de cómo reestructurar el menguante equilibriofamiliar de inversiones y activos. Era un acontecimiento al que asistiría ungran número de personas y _______ no podía evitar sentirse emocionada. Ataviadacon un vestido de baile color amarillo limón y con el cabello peinado en buclessujetos por un cordoncillo de seda amarillo, entró al salón del brazo de Nick.La sala, flanqueada por columnas de mármol blancas, estaba bañada con elparpadeante resplandor de ocho arañas, y el aire estaba perfumado con lafragancia de los enormes arreglos de rosas y peonías. Tras aceptar una copa dechampán helado, ________ se mezcló de buena gana con amigos y conocidos,gozando de la serena elegancia de la reunión. Ésa era la gente a la que siemprehabía comprendido y tratado de emular: civilizada, de modales correctos yversados en música, arte y literatura. Esos caballeros jamás soñarían condiscutir sobre política o negocios delante de una dama, y todos ellospreferirían recibir un tiro antes de mencionar el coste de las cosas oespecular de manera abierta sobre si alguien más merecía la pena.
Bailó a menudo,con Nick y con otros hombres, riendo, charlando de manera relajada ydescartando con habilidad los cumplidos que le llovían. A mitad de la noche,contempló a Nick desde el otro lado de la sala mientras él conversaba conamigos y experimentó la súbita urgencia de acercarse a él. Una vez que se hubolibrado de un par de jóvenes persistentes, se dirigió al borde del salón debaile, donde el espacio tras las columnas proporcionaba un oscuro pasillo.Entre las columnas, había canapés y pequeños corros de sillas que proveían unespacio para que los invitados se relajaran y charlaran. Pasó tras un grupo deviudas y después por detrás de un grupo de desconsoladas floreros que leprovocó una sonrisa de empatía. Cuando caminaba tras un par de mujeres, noobstante, escuchó algunas palabras que hicieron que se detuviera, oculta trasel escudo de una exuberante maceta de palmas.
—...no sé por qué los han invitado esta noche —decía con furia una de ellas. ________reconoció la voz como la de una de sus antiguas amigas, en aquel momento ladyWells- Throughton, que había hablado con ella tan sólo unos minutos antes conescasa simpatía— Menuda presumida es, con ese vulgar diamante en su dedo y sumaleducado marido... ¡Y ni el menor rastro de vergüenza!
—No le durará mucho la presunción —fue la respuesta de su amiga—. Todavía no seha dado cuenta de que únicamente los invitan a los hogares de aquellos queestán económicamente en deuda con él. O aquellos que son amigos de Westcliff,por supuesto.
—Westcliff es un aliado importante —admitió lady Wells-Throughton—. Pero suaprobación sólo puede ayudarles hasta cierto punto. El caso es que deberíantener el suficiente buen gusto como para no presentarse en lugares a los que nopertenecen. Se casó con un plebeyo y, por tanto, debería mezclarse con los plebeyos.No obstante, supongo que se cree demasiado buena para ellos...
Disgustada y hundida, ________ se apartó sin ser vista de las mujeres quehablaban y se dirigió a uno de los rincones de la sala.
«Realmente debería abandonar esta costumbre de escuchar a escondidas», pensócon ironía al recordar la noche que había escuchado los comentarios de DeniseJonas acerca de ella. «Al parecer, lo único que oigo son cosas poco halagüeñassobre mí misma.»
No le sorprendió que hubiera rumores sobre Nick y ella... Lo que la habíadejado atónita había sido la crueldad del tono de las mujeres. Le resultabaimposible imaginar el motivo de semejante antipatía..., salvo, quizá, que fuesela envidia. _________ había conseguido un marido apuesto, viril y rico,mientras que lady Wells-Throughton se había casado con un noble que por lomenos era treinta años mayor que ella y que poseía el carisma de una maceta.
No era de extrañar que lady Wells-Throughton y sus contemporáneas estuvierandecididas a mantener la única superioridad que poseían: ser miembros de laaristocracia.
________ recordó el comentario de Alma: «Un hombre que se dedica al comerciojamás llegará a ser tan influyente como un aristócrata...» Sin embargo, a ellale parecía que la aristocracia tenía miedo del creciente poder de losempresarios industriales como Nick. Muy pocos se mostrarían tan inteligentescomo lord Westcliff y comprenderían que debían hacer algo más que aferrarse alos antiguos privilegios de los terratenientes para mantener su poder.
Sorteando un par de columnas, _______ echó un vistazo a la multitud distinguidaque llenaba la estancia..., tan arrogante, tan embebida en sus manerastradicionales de pensar y de comportarse..., tan decidida a ignorar que elmundo que la rodeaba había comenzado a cambiar. Aun así, encontraba su compañíainfinitamente más reconfortante que la tosca y, a menudo, inmadura conducta delos amigos empresarios de Nick. De cualquier forma, ya no los miraba conasombro o anhelo. De hecho... Sus pensamientos se vieron interrumpidos por uncaballero que se acercó a ella con dos copas de champán helado. Era corpulento,se estaba quedando calvo y los pliegues de su cuello sobresalían por encima dela corbata de seda. _______ gimió para sus adentros al reconocerlo lordWells-Throughton, el marido de la señora que la había criticado antes con tantoresentimiento. Por la manera en que su ávida mirada se deslizó sobre sus pechoscubiertos con pálido satén, parecía no compartir el deseo de su esposa de que ________se hubiera abstenido de asistir al baile.
Wells-Throughton, cuya inclinación por las relaciones extramaritales era bienconocida, se había acercado a ________ un año antes para dejar caer de formainconfundible que estaba más que dispuesto a ayudarla con su problema económicoa cambio de su compañía. El hecho de que ella lo hubiese rechazado no habíadesalentado su interés, al parecer. Así como tampoco las noticias de sumatrimonio. Para los aristócratas como Wells-Throughton, el matrimonio nosuponía un impedimento para una aventura... Si acaso, era un aliciente. «Jamáste acuestes con una soltera» era un dicho común entre, los nobles y lasaventuras amorosas un privilegio del que los caballeros y las damas casadosdisfrutaban a menudo. Nada resultaba tan atractivo para un par del reino comola joven esposa de otro hombre.
—Señora Jonas —dijo Wells-Throughton con jovialidad, al tiempo que le tendíauna copa de champán que ella aceptó con una fría sonrisa de agradecimiento—.Esta noche está tan hermosa como una rosa de verano.
—Gracias, milord —respondió ________ con modestia. —¿A qué debemos atribuir esteobvio resplandor de felicidad, querida mía?
—A mi reciente matrimonio, señor—. Wells-Throughton se echó a reír entredientes.
—Sí, recuerdo muy bien los primeros días de matrimonio. Disfrute del placermientras dure, porque es demasiado efímero.
—Para algunos, tal vez. Para otros puede durar, toda una vida.
—Qué deliciosamente ingenua es usted, querida mía. —Le dedicó una sonrisaburlona antes de volver a bajar la mirada hacia sus pechos—. Sin embargo, no learruinaré semejantes ideas románticas, ya que desaparecerán a su debido tiempo.
—Lo dudo mucho —dijo _________, lo cual hizo que el hombre soltara unacarcajada.
—¿Ha demostrado Jonas ser un marido satisfactorio, entonces?
—En todos los aspectos —le aseguró.
—Venga, seré su confidente y encontraremos algún rincón apropiado para hablar.Conozco muchos.
—No me cabe duda —replicó ________ con ligereza—, pero no tengo ningunanecesidad de confidencias, milord.
—Insisto en robarle algo de su tiempo durante un momento. —Wells-Throughtoncolocó una de sus gordas manos en la parte baja de la espalda de _________—. Noserá tan estúpida como para montar un alboroto, ¿no es cierto?
A sabiendas de que la única defensa era tomarse a la ligera su persistencia, ________sonrió y le dio la espalda, sorbiendo su champán con estudiada despreocupación.
—No me atrevería a ir a ningún sitio con usted, milord. Me temo que mi maridoposee un temperamento bastante celoso.
Dio un pequeño respingo cuando escuchó la voz de Nick detrás de ella.
—Con buenos motivos, al parecer.
Aunque había hablado en voz baja, había una nota mordaz en su tono que alarmó a________. Lo contempló en silencio rogándole, suplicándole, que no hiciera unaescena. Lord Wells-Throughton era irritante, pero inofensivo, y Nick losconvertiría en el objeto de todas las burlas si reaccionaba de forma exageradaante aquella situación.
—Jonas— murmuró el corpulento aristócrata con una sonrisa y sin la más mínimavergüenza—. Es usted un hombre afortunado al poseer un premio tan delicioso.
—Sí, así es. —La mirada de Nick era, a todas luces, amenazadora—. Y si ustedvuelve a acercarse a ella de nuevo...
—Cariño —lo interrumpió ________ con una sonrisa caprichosa—. Adoro esecarácter primitivo tuyo, pero dejémoslo para después del baile.
Nick no respondió, pero no apartó la mirada de Wells-Throughton hasta que supostura amenazadora llamó la atención de la gente que se encontraba en lasproximidades.
—Manténgase lejos de mi esposa —dijo con suavidad, logrando que el otro hombrepalideciera.
—Buenas noches mi lord —dijo ________, que se bebió el resto de su copa y lededicó al hombre una radiante y falsa sonrisa—. Gracias por el champán.
—Un placer, señora Jonas —fue la malhumorada respuesta de Wells-Throughton, quese retiró con toda rapidez.
Sonrojada por la vergüenza, _________ evitó las miradas curiosas de los demásinvitados y abandonó el salón con Nick pisándole los talones. Se abrió caminohasta un balcón, dejó la copa y permitió que la suave brisa refrescara susardientes mejillas.
—¿Qué te ha dicho? —preguntó Nick bruscamente, de pie delante de ella.
—Nada importante.
—Te estaba haciendo una proposición... Todo el mundo se ha dado cuenta de eso.
—Para él no significa nada, ni para nadie más aquí. Así es como son todos;sabes muy bien que esas cosas nunca se toman en serio. Para ellos, la fidelidades un... un prejuicio de la clase media. Y si un hombre se acerca a la esposade otro, como ha hecho lord Wells-Throughton, nadie le da la menorimportancia...
—Pues tiene una importancia enorme cuando es a mi esposa a la que se acercan.
—Si reaccionas de una manera tan beligerante nos convertirás en unhazmerreír... y, además, eso no demostraría fe alguna en mi fidelidad.
—Tú misma has dicho que los de tu clase ni siquiera creen en la fidelidad.
—No son los de mi clase —le espetó ________, que había perdido los nervios—.¡No desde que me casé contigo, al menos! Ya no sé cuál es mi lugar... No estácon esa gente, pero con la tuya tampoco.
Su expresión no se alteró, pero ella pudo darse cuenta de que lo había herido.Súbitamente contrita, suspiró y se frotó la frente.
—Nicholas, no pretendía decir...
—No pasa nada —dijo con sequedad—. Volvamos dentro.
—Pero quiero explicarte...
—No tienes que explicar nada.
—Nicholas... —Dio un leve respingo y cerró la boca cuando la llevó de nuevo alsalón de baile, deseando de todo corazón poder borrar sus impulsivas palabras. FIN DELCAPÍTULO 23
Dayi_JonasLove!*
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
Noooo mi nick
Cuando aprendere a cerrar la boca
Q pena q se acabe
Siguela prontto
Cuando aprendere a cerrar la boca
Q pena q se acabe
Siguela prontto
Faby Evans Jonas
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
me voy a agarrar a golpes por lo ke le dije a nick enserio hay veces ke hablo de mas :x
bueno siwela y toy tiste xke ya se acabara :( :(
bueno siwela y toy tiste xke ya se acabara :( :(
MissKeynes96
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
Aww Sorry bebé...
que lástima que se acabe me gusta tanto.. Pero vendrá otra eso es una buena noticia
que lástima que se acabe me gusta tanto.. Pero vendrá otra eso es una buena noticia
Danne G.
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
Chicas de verdad tengo un pena horrible
con ustedes :( ojalá puedan disculparme
pero la verdad es que jamás pensé que
con tan poco tiempo en el colé ya emepezaria
a consumirme el tiempo tan pronto...me equivoque
y MUCHOOO! Cuando porfin puedo desocuparme
o ya es el turno de mi bro para la pc, o me queda
muy poco tiempo para editar cap ... Pero logre
desocuparme para mañana y si los profesores no se
ponen poppy tratare de subirles lo mas que pueda
si es posible los caps que quedan para que acabe la nove
Espero sepan entenderme y si Dios quiere espero
nos leamos mañana... Gracias por el apoyo!
Se les quiere un muundooo :love:
G&G
con ustedes :( ojalá puedan disculparme
pero la verdad es que jamás pensé que
con tan poco tiempo en el colé ya emepezaria
a consumirme el tiempo tan pronto...me equivoque
y MUCHOOO! Cuando porfin puedo desocuparme
o ya es el turno de mi bro para la pc, o me queda
muy poco tiempo para editar cap ... Pero logre
desocuparme para mañana y si los profesores no se
ponen poppy tratare de subirles lo mas que pueda
si es posible los caps que quedan para que acabe la nove
Espero sepan entenderme y si Dios quiere espero
nos leamos mañana... Gracias por el apoyo!
Se les quiere un muundooo :love:
G&G
Dayi_JonasLove!*
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
ohhh esta bien! a todos nos consume la escuela
espero cap!!
espero cap!!
Faby Evans Jonas
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
Capítulo 24
Tal y como ________, había temido, la impetuosa acusación que hiciera en elbaile de los Hardcastle había creado un pequeño pero indiscutibledistanciamiento entre ella y su marido. Deseaba disculparse y explicarle que nolo culpaba de nada. No obstante, todos sus esfuerzos por decirle que no searrepentía de haberse casado con él eran suave pero firmemente rechazados. Nick,que siempre estaba dispuesto a discutir cualquier asunto, se negaba en redondoa debatir aquella cuestión.
De forma involuntaria, lo había herido con la delicada precisión de un bisturíy la reacción de su marido revelaba cierto sentimiento de culpa por haberlaseparado del mundo de la clase alta al que ella había soñado una vezpertenecer.
Para alivio de _______, su relación volvió rápidamente a ser como antes:divertida, estimulante e, incluso, afectuosa. Aun así, a ella le preocupabasaber que las cosas no eran del todo iguales. Había momentos en los que Nick semostraba un poco retraído con ella, puesto que ahora ambos sabían que teníapoder para herirlo. Parecía que sólo le permitía acercarse hasta cierto límite,y se protegía a sí mismo imponiendo una distancia prudencial entre ellos. Decualquier forma, le prestaba ayuda y apoyo cuando lo necesitaba... y ahí lodemostró la noche en que se presentó un problema que provenía de una direccióninesperada.
Nick había llegado a casa a una hora inusualmente tardía, tras haber pasadotodo el día en la fábrica de la Consolidated Locomotive. Pasar un día en aquellugar equivalía a regresar al Rutledge con la ropa hecha un desastre y unfuerte olor a humo de carbón, a aceite y a metal.
—¿Qué has estado haciendo? —exclamó _______, divertida y alarmada a un tiempopor su aspecto.
—Pasear por la fundición —replicó Nick, que se quitó el chaleco y la camisa tanpronto como atravesó la puerta de su dormitorio.
________ le dirigió una mirada escéptica.
—Has hecho algo más que «pasear». ¿De qué son esas manchas que tienes en laropa? Da la impresión de que hubieras tratado de construir la locomotora túmismo.
—Hubo un momento en el que se necesitó algo de ayuda extra—. Su torso, demúsculos bien desarrollados, quedó expuesto cuando dejó caer la camisa alsuelo. Parecía estar de muy buen humor. Al ser un hombre fundamentalmentefísico, Nick disfrutaba ejercitándose, sobre todo cuando encaraba laperspectiva de algún peligro. Con el ceño fruncido, _______ fue a preparar labañera en el cuarto de baño adyacente y regresó para descubrir que su maridoestaba vestido únicamente con la ropa interior. Tenía un cardenal del tamaño deun puño en la pierna y una marca roja de quemadura en la muñeca que lograronque ________ exclamara con inquietud:
—¡Estás herido! ¿Qué ha pasado?
Nick pareció momentáneamente perplejo por su preocupación y por la forma en queella se había acercado a él.
—No es nada —dijo al tiempo que alargaba la mano para atrapar la cintura de sumujer. Ella le apartó las manos y se arrodilló para inspeccionar el moratón dela pierna.
—¿Con qué te has hecho esto? —inquirió mientras rozaba el borde de lamagulladura con la punta del dedo—. Ha sido en la fundición, ¿no es así? NicholasJonas, ¡quiero que te mantengas alejado de ese lugar! Con todas esas calderas,grúas y cisternas la próxima vez, lo más seguro es que te aplasten, o queacabes hervido, o lleno de agujeros...
—________... —La voz de Nick destilaba buen humor. Se inclinó para cogerla porlos codos y la ayudó a ponerse en pie—. No puedo hablar contigo mientras estásarrodillada delante de mí de ese modo. No de forma coherente, al menos. Puedoexplicarte exactamente... —Se detuvo un instante, y sus ojos oscurosadquirieron un brillo extraño al observar la expresión de ________—. Estásenfadada, ¿no es cierto?
—¡Cualquier esposa lo estaría si su marido regresara a casa en semejantescondiciones!
Nick colocó la mano detrás de su cuello y le dio un ligero apretón.
—Estás reaccionando de una manera algo exagerada ante un moratón y una pequeñaquemadura, ¿no te parece?
________ frunció el ceño.
—Primero dime lo que ha ocurrido y después decidiré cómo debo reaccionar.
—Había cuatro hombres tratando de sacar una plancha de metal de un horno conunas tenazas de mango largo. Tenían que llevarla hasta un bastidor dondepodrían enrollarla y comprimirla. La plancha de metal resultó ser algo máspesada de lo que esperaban y, cuando se hizo evidente que estaban a punto dedejar caer esa maldita cosa, cogí otro par de tenazas y fui a ayudar.
—¿Por qué no lo hizo alguno de los trabajadores de la fundición?
—Porque dio la casualidad de que era yo quien se encontraba más cerca delhorno. —Nick se encogió de hombros en un esfuerzo por restar importancia alepisodio—. Me hice el moratón al golpearme la rodilla contra el bastidor antesde que consiguiéramos dejar la plancha... Y la quemadura, cuando las tenazas dealguien me rozaron el brazo. Pero no es nada. Yo me curo rápido.
—Vaya, ¿y eso es todo? —preguntó _________—. ¿No has hecho otra cosa quelevantar cientos de kilos de hierro al rojo vivo en mangas de camisa? Soy unaestúpida por preocuparme.
Nick inclinó la cabeza hasta que sus labios rozaron la mejilla de su esposa.
—No tienes que preocuparte por mí.
—Pues alguien debe hacerlo. —________ era consciente de la fuerza y la solidezde ese cuerpo, tan cerca del suyo. Ese esqueleto de huesos grandes estabacargado de fuerza y elegancia masculina. Sin embargo, Nick no era invulnerable,ni tampoco indestructible. No era más que un hombre y a _________ le resultóbastante alarmante darse cuenta de lo importante que era su seguridad para ella.Se apartó de él y fue a revisar el agua del baño al tiempo que decía por encimadel hombro—: Hueles como un tren.
—Con una chimenea enorme —replicó él, que le pisaba los talones.
________ resopló con sorna.
—Si estás tratando de hacerte el gracioso, no te molestes. Estoy furiosacontigo.
—¿Por qué? —murmuró Nick, que la atrapó desde atrás—. ¿Porque estoy herido?Créeme, todas tus partes favoritas se encuentran en plena forma. —La besó en unlado del cuello.
________ tensó la espalda para resistirse al abrazo.
—Me importa un comino si saltas de cabeza a un tanque de hierro fundido; sieres tan estúpido como para ir a la fundición y no llevar la ropa apropiada...
—Sopa del infierno. —Nick acarició con la nariz los delicados mechones de lanuca mientras una de sus manos ascendía para encontrar un pecho.
—¿Qué? —inquirió _______, preguntándose si su marido se había limitado a soltarun nuevo juramento.
—Sopa del infierno... Así es como llaman al hierro fundido —Sus dedos rodearonel molde reforzado del pecho, elevado y rígido de forma artificial gracias alarmazón del corsé—. ¡Por Dios Santo! ¿Qué llevas debajo de este vestido?
—Mi nuevo corsé modelado al vapor. Esa ropa interior de moda, importada desdeNueva York, había sido intensamente almidonada y comprimida sobre unasuperficie de metal, lo que le confería más rigidez a la estructura que la delcorsé convencional.
—No me gusta. No puedo sentir tus pechos.
—Se supone que no debes hacerlo —dijo ________ con fingida paciencia; puso losojos en blanco cuando él alzó las manos hasta su pecho para apretar con el finde comprobarlo—. Nick..., el baño...
—¿Quién fue el idiota que inventó los corsés en primer lugar? —preguntó con ungruñido mientras se apartaba de ella.
—Un inglés, por supuesto.
—No podía ser otro. —La siguió cuando ella se dirigió a cerrar los grifos de labañera.
—Mi modista me ha dicho que los corsés solían ser túnicas que se vestían comosímbolo de servidumbre.
—¿Y por qué estás tan dispuesta a ponerte un símbolo de servidumbre?
—Porque todas las demás lo hacen y, si no lo hiciera, mi cintura resultaría, encomparación, como la de una vaca.
—Vanidad, tu nombre es mujer —recitó, al tiempo que dejaba caer sus calzonessobre el suelo de baldosas.
—Y supongo que los hombres llevan corbata porque son increíblemente cómodas,¿no? —preguntó ________ con dulzura, sin dejar de observar cómo su marido semetía en la bañera.
—Llevo corbata porque, si no lo hiciera, la gente creería que soy aún másincivilizado de lo que ya soy.
Descendiendo con cautela, ya que la bañera no había sido diseñada para unhombre de su tamaño, Nick dejó escapar un siseo de agrado cuando el aguacaliente le rozó la cintura. _______ se colocó a su lado y pasó los dedos porsu abundante cabello mientras murmuraba:
—No saben ni la mitad. Espera..., no metas el brazo en el agua. Te ayudaré abañarte.Mientras loenjabonaba, ________ hizo un placentero inventario del enorme y bien ejercitadocuerpo de su marido. Sus manos se deslizaban muy despacio sobre los duros músculos,en algunos lugares abultados y marcados y en otros, suaves y sólidos. Sensualcomo era, Nick no se esforzó por ocultar el placer que le proporcionaba y lacontempló de forma perezosa a través de los párpados entornados. Se le aceleróla respiración, si bien todavía era bastante regular, y sus músculos sevolvieron como el acero debido a las caricias de las yemas de los dedos de ________.
El silencio de la habitación alicatada sólo se veía roto por el ruido del aguay el sonido de sus respiraciones. De forma distraída ________ metió los dedosentre el vello enjabonado de su pecho mientras recordaba la sensación que éstecausaba sobre sus senos cuando el cuerpo de su marido se movía sobre el suyo.
—Nicholas —susurró.
Él alzó los párpados y sus ojos oscuros se clavaron en ella. Una de esasgrandes manos se deslizó sobre la de ella para apretarla contra los duroscontornos de su pecho.
—¿Sí?
—Si alguna vez te ocurriera algo, yo... —Hizo una pausa al escuchar el sonidode una vigorosa llamada a la puerta de la suite. Su ensoñación se hizo pedazosdebido al impertinente ruido—. Me pregunto quién podrá ser...
La interrupción provocó que una expresión de contrariedad apareciera en elsemblante de Nick.
—¿Has pedido algo?
________ negó con la cabeza y estiró la mano en busca de una toalla parasecarse las manos.
—No hagas caso.
Ella sonrió con amargura cuando los golpes se volvieron más insistentes.
—No creo que nuestro visitante se rinda con tanta facilidad. Supongo que tendréque ir a ver quién es.
Salió del cuarto de baño y cerró la puerta con cuidado para permitir que Nickse lavara en la intimidad. Caminó a grandes pasos hasta la puerta de la suite yla abrió.
—¡Jeremy! —El placer que sentía se desvaneció al instante al ver la expresiónde su hermano. Su rostro adolescente estaba pálido, con la mirada perdida y laboca apretada en una fina línea. No llevaba sombrero ni chaqueta y su cabelloestaba completamente despeinado.
—Jeremy, ¿pasa algo malo? —preguntó mientras lo invitaba a pasar.
—Podría decirse que sí—. Al ver el pánico apenas oculto en su mirada, _______lo observó con creciente preocupación.
—Dime qué ocurre.
Jeremy se pasó una mano por el pelo, lo que sólo consiguió que los abundantesmechones de cabello castaño dorado se quedaran de punta.
—La cuestión es que... —Se detuvo un momento con expresión confundida, como sino pudiera creer lo que estaba a punto de decir.
—¿Cuál es la cuestión? —quiso saber ________.
—La cuestión es que... nuestra madre acaba de apuñalar a alguien.
La joven contempló a su hermano con perplejidad. Poco a poco, un ceño fruncidose instauró en sus rasgos.
—Jeremy —dijo con seriedad—, es la broma de peor gusto que jamás has...
—¡No es una broma! ¡Maldición, ojala lo fuera!
________ no hizo esfuerzo alguno por ocultar su escepticismo.
—¿Y a quién se supone que ha apuñalado?
—A lord Hodgeham. Uno de los viejos amigos de papá, ¿lo recuerdas?
De pronto, la sangre desapareció del rostro de _______ y una expresión dehorror vino a sustituirla.
—Sí —se escuchó susurrar a sí misma—. Lo recuerdo.
—Al parecer, el hombre fue a casa esta noche mientras yo estaba fuera con misamigos, pero regresé a casa temprano y, cuando atravesé el umbral vi la sangreen el suelo de la entrada.
_______ sacudió la cabeza ligeramente mientras trataba de asimilar elsignificado de esas palabras.
—Seguí el rastro hasta el salón —continuó Jeremy—, donde la doncella de lacocina estaba en medio de un ataque de histeria, y el criado trataba de limpiarun charco de sangre de la alfombra mientras mamá permanecía inmóvil como unaestatua, sin decir una palabra. Había unas tijeras ensangrentadas sobre lamesa..., esas que usa para la costura. Por lo que pude entender a lossirvientes, Hodgeham entró en el salón con mamá, se les oyó discutir a voces ydespués Hodgeham salió tambaleándose con las manos apretadas contra el pecho.
La mente de ________ comenzó a trajinar al doble de su velocidad habitual y susideas volaron de forma enloquecida. Alma y ella siempre le habían ocultado laverdad a Jeremy, quien había estado en la escuela en todas las ocasiones queHodgeham había hecho una visita. Por lo que _______ sabía, su hermano no teníaconocimiento alguno de que Hodgeham iba a su casa. Se sentiría destrozado sicomprendiera que parte del dinero que pagaba las cuentas del colegio se habíaobtenido a cambio de... No, no debía descubrirlo. Ya inventaría algunaexplicación. Más tarde. En aquel momento, lo más importante era proteger aAlma.
—¿Dónde se encuentra Hodgeham ahora? —Preguntó la joven— ¿Es muy grave suherida?
—No tengo la menor idea. Al parecer, se encaminó a la puerta trasera, donde loaguardaba su carruaje, y lo ayudaron su propio lacayo y su cochero. —Jeremysacudió la cabeza con frenesí—. No sé dónde lo apuñaló mamá, ni cuántas veces;ni siquiera por qué. Ella no lo dijo... Se limitó a mirarme como si no pudierarecordar ni su propio nombre.
—¿Dónde está ella ahora? No me digas que la has dejado sola en casa...
—Le dije al criado que no la perdiera de vista ni un segundo, y que no la dejara...—Jeremy guardó silencio y dirigió una mirada precavida por encima del hombro de________—. Hola señor Jonas. Siento mucho interrumpir su velada, pero he venidoporque...
—Sí, lo he oído. Tu voz se escuchaba también en la habitación de al lado—. Nickse quedó allí de pie mientras se introducía con calma los faldones de la camisaen los pantalones, pero su mirada, alerta no se apartó ni un instante deJeremy.
Al darse la vuelta, ______ se quedó helada al ver a su marido. Había ocasionesen las que no recordaba lo intimidante que podía resultar Nick, pero, en eseinstante, con esos ojos inmisericordes y esa falta total de expresión, parecíatan duro como un asesino a sueldo.
—¿Por qué fue Hodgeham a la casa a semejantes horas? —se preguntó Jeremy en vozalta, con una expresión de intensa preocupación en su rostro adolescente—. ¿Ypor qué diablos lo recibió mamá? ¿Qué la habrá provocado hasta un puntosemejante? Debe de haberla molestado de algún modo. Seguro que ha dicho algoacerca de papá... O puede que incluso le haya hecho una proposición deshonesta,ese asqueroso bastardo.
Durante el tenso silencio que siguió a las inocentes especulaciones de Jeremy,_______abrió la boca para decir algo, pero Nick negó levemente con la cabeza parasilenciarla. Volvió su atención a Jeremy y dijo con voz fría y baja:
—Jeremy, corre hasta los establos que hay detrás del hotel y ordena queenganchen los caballos a mi carruaje. Y diles que ensillen mi caballo. Despuésde eso, ve a casa para recoger la alfombra y las ropas manchadas de sangre yllévalas a la fábrica de locomotoras: el primer edificio del complejo. Mencionami nombre y el capataz no te hará preguntas. Allí hay un horno...
—Sí —dijo Jeremy, que comprendió de inmediato—. Lo quemaré todo.
Nick asintió con brevedad y el muchacho corrió hacia la puerta sin decir otrapalabra. Cuando Jeremy abandonó la suite, ________ se giró hacia su marido.
—Diego, yo... quiero ir con mi madre...
—Puedes irte con Jeremy.
—No sé qué hacer con lord Hodgeham...
—Lo encontraré —dijo Nick con gravedad—. Tan sólo reza para que la herida seasuperficial. Si muere, será endiabladamente difícil tapar todo este lío.
_______ asintió con la cabeza y se mordió el labio antes de decir:
—Creí que por fin nos habíamos librado de Hodgeham. Ni se me ocurrió pensar quese atrevería a visitar a mi madre de nuevo después de que me casara contigo. Alparecer, no hay nada que lo detenga.
Él la agarró por los hombros y dijo con una suavidad casi escalofriante:
—Yo lo detendré. Puedes quedarte tranquila a ese respecto.
_______ lo observó con el entrecejo fruncido por la preocupación.
—¿Qué planeas hacer al...?
—Hablaremos más tarde. Ahora, ve a coger tu capa.
—Si Nicholas —susurró mientras se dirigía al armario.
Cuando _______ y Jeremy llegaron a casade su madre, encontraron a ésta sentada en las escaleras, con un vaso de licorapretado entre las manos. Parecía pequeña, casi una niña, y a ______ se leencogió el corazón al contemplar la cabeza gacha de su madre.
—Mamá —murmuró al tiempo que se sentaba en el escalón junto a ella.
Colocó un brazo alrededor de la espalda encorvada de la mujer. Entretanto,Jeremy asumió una actitud metódica mientras ordenaba al criado que lo ayudara aenrollar la alfombra del salón y a trasladarla hasta el carruaje que loesperaba en la puerta. A pesar de la preocupación que la embargaba, ________ nopudo evitar darse cuenta de que el muchacho estaba llevando la situaciónextraordinariamente bien para un chico de catorce años.Alma alzó la cabeza ymiró a _______ con expresión agobiada.
—Lo siento tanto...
—No, no lo...
—Justo cuando creía que todo estaba bien por fin, Hodgeham vino aquí... Dijoque quería seguir visitándome y que, si yo no estaba de acuerdo, le contaría atodo el mundo el arreglo que manteníamos. Dijo que nos arruinaría a todos y meconvertiría en una figura de escarnio público. Lloré y supliqué y él se echó areír... Entonces, cuando me puso las manos encima, sentí que algo cedía en miinterior. Vi las tijeras cerca y no pude evitar cogerlas y... traté de matarlo.Espero haberlo conseguido. No me importa lo que me ocurra a partir de ahora...
—Calla, mamá —susurró ________, que colocó un brazo alrededor de sus hombros—.Nadie va a culparte por lo que has hecho; lord Hodgeham era un monstruo y...
—¿Era? —preguntó Alma sin el más mínimo arrepentimiento—. ¿Eso significa que hamuerto?
—No lo sé. Pero todo saldrá bien, sin importar lo que... Jeremy y yo estamosaquí, y el señor Jonas no permitirá que te ocurra nada malo.
—Mamá —dijo Jeremy, que sujetaba uno de los extremos de la alfombra enrolladaque el criado y él transportaban hacia la salida trasera de la casa—, ¿sabesdonde están las tijeras? —La pregunta fue realizada de una manera tan casualque uno creería que las necesitaba para cortar el cordel de un paquete.
—Las tiene la doncella de la cocina, creo —replicó Alma—. Estaba tratando delimpiarlas.
—De acuerdo, se las pediré a ella. —Mientras avanzaban por el vestíbulo, Jeremydijo por encima del hombro—: Echa un vistazo a tu ropa, ¿de acuerdo? Hay quedeshacerse de cualquier cosa que tenga una mancha de sangre.
—Sí, querido.
Escuchándolos a los dos, ________ no pudo evitar preguntarse cómo era posibleque su familia y ella tuvieran una conversación tan normal de jueves por lanoche acerca de cómo deshacerse de las evidencias de un crimen. Y pensar queella se había sentido superior a la familia de Nick... Dio un respingo alrecordar aquello.
Dos horas más tarde, Alma se había terminado su bebida y estaba acurrucada asalvo en su cama; Nick y Jeremy habían llegado a la casa casi a la par.Conversaron por un momento en el vestíbulo. Cuando _______ bajó las escaleras,se detuvo a medio paso al ver a Nick envolver a su hermano en un rápido abrazoy alborotarle el cabello, ya de por sí despeinado. Aquel gesto paternal pareciótranquilizar enormemente a Jeremy y en su rostro se dibujó una sonrisa cansada.________ se quedó helada al verlos a los dos.
Era sorprendente que su hermano aceptase a Nick con tanta facilidad cuando ellahabía esperado que se rebelara ante la autoridad de su marido. Le produjo unasensación extraña presenciar el vínculo que se había formado al instante entreellos, sobre todo sabiendo que no era fácil ganarse la confianza de Jeremy.Hasta ese momento, no se le había ocurrido el alivio que debía suponer para suhermano tener a alguien fuerte en quien apoyarse, alguien que pudierasolucionar problemas que él era demasiado joven para manejar. La luzamarillenta de la lámpara de la entrada se reflejó sobre los oscuros cabellosde Nick y resplandeció sobre sus pómulos cuando la miró.
Deshaciéndose del perplejo nudo de emociones que la embargaba, _______descendió el resto de los escalones y preguntó:
—¿Encontraste a Hodgeham? Y, si así es...
—Sí, lo encontré. —Estiró un brazo para coger la capa que colgaba de labarandilla y la colocó sobre los hombros de su esposa—. Ven, te contaré todo decamino a casa.
_______ se giró hacia su hermano.
—Jeremy, ¿te las apañarás si nos vamos?
—Tengo la situación bien controlada —replicó el chico, lleno de confianzamasculina.
Los ojos de Nick reflejaron una chispa de diversión mientras colocaba una manoen la cintura de ________.
—Vámonos —murmuró.
Una vez que estuvieron en el carruaje, ________ acribilló a su marido apreguntas hasta que él le puso una mano sobre los labios.
—Te lo contaré si eres capaz de guardar silencio durante un par de minutos—dijo.
Ella asintió bajo su mano y Nick sonrió, inclinándose hacia adelante parareemplazar la mano con la boca. Después de ese beso robado, volvió a reclinarseen su asiento y su expresión se tornó seria.
—Encontré a Hodgeham en su casa, donde lo estaba atendido el médico de sufamilia. Y menos mal que aparecí en aquel momento, porque ya habían llamado alalguacil y esperaban su llegada
—¿Cómo conseguiste que los sirvientes te dejaran pasar?
—Me las apañé para entrar en la casa y exigí que me llevaran ante Hodgeham deinmediato. Había mucha confusión en la residencia y nadie se atrevió arechazarme. Uno de los criados me indicó el camino hasta el dormitorio dearriba, donde el doctor estaba cosiendo la herida de Hodgeham. —Un humorsiniestro tiñó su expresión—. Por supuesto, podría haber encontrado lahabitación gracias a los aullidos y los gritos de ese cabrón.
—Bien —dijo _________ con vehemente satisfacción—. Todos los dolores que estésufriendo lord Hodgeham no son suficientes ni de lejos, en mi opinión. ¿Qué talestaba y qué dijo cuando apareciste en la habitación?
Una de las comisuras de Nick se retorció a causa del desagrado.
—Tenía una herida en el hombro..., bastante pequeña. Y es mejor no repetir lamayor parte de las cosas que dijo. Después de permitirle despotricar duranteunos minutos, le pedí al médico que esperase en la habitación de al ladomientras yo mantenía una charla privada con Hodgeham. Le dije que sentía mucholo de su malestar intestinal..., comentario que lo confundió hasta que leexpliqué que le convendría mucho más describir la dolencia a sus amigos como undolor estomacal en lugar de referirse a ella como una puñalada.
—¿Y si no lo hace? —le preguntó ________ con una sonrisa desfallecida.
—Le dejé claro que lo cortaría en rodajas como si fuera un jamón de Yorkshire.Y que, si alguna vez escuchaba el más leve rumor que ensuciara la reputación detu madre o de vuestra familia, le echaría las culpas a él, tras lo cual, noquedarían pedazos suficientes para hacer un entierro decente. Cuando terminé dehablar, Hodgeham estaba demasiado aterrorizado como para respirar. Créeme,jamás se acercará de nuevo a tu madre. En lo que se refiere al doctor, locompensé por su visita y lo convencí de que borrara todo el episodio de sumente. Me habría marchado en ese momento, pero tenía que esperar al alguacil.
—¿Y qué le dijiste al alguacil?
—Le dije que había habido un error y que no se le necesitaba, después de todo.Y, por las molestias, lo invité a tomarse tantas rondas de cerveza comoquisiera en la taberna Brown Bear cuando acabara el turno.
—¡Gracias a Dios! —Más aliviada de lo que podía expresar con palabras, _______se acurrucó junto a él y suspiró sobre su hombro—. ¿Qué pasa con Jeremy? ¿Quéle diremos?
—No es necesario que sepa la verdad; sólo conseguiría que se sintiera herido yconfuso. En lo que a mí respecta, Alma reaccionó de forma exagerada ante losavances de Hodgeham y perdió los nervios por un momento. —Nick acarició subarbilla con la punta del pulgar—. Quiero sugerirte una cosa, y quiero que lamedites seriamente.
Preguntándose si su «sugerencia» iba a ser una orden encubierta, _______ lomiró con suspicacia.
—¿Sí?
—Creo que lo mejor sería que Alma pusiera algo de distancia entre Londres (yHodgeham) y ella hasta que las cosas se calmen.
—¿Cuánta distancia? ¿Y adónde debería ir?
—Puede unirse a la gira que van a hacer mi madre y mi hermana por el continente.Se marchan dentro de unos días...
—Ésa es la peor idea que he oído jamás —exclamó _________—. En primer lugar,quiero que esté cerca, donde Jeremy y yo podamos cuidarla. En segundo, puedogarantizarte que tu madre y tu hermana no se mostrarán muy complacidas...
—Enviaremos también a Jeremy con ellas. Tiene tiempo suficiente antes de quecomience el nuevo curso y será un escolta excelente para las tres.
—Pobre Jeremy... —________ trató de imaginárselo escoltando al trío de mujeresa lo largo y ancho de Europa—. No le desearía una tarea semejante ni a mi peorenemigo.
Nick sonrió.
—Lo más probable es que aprenda un montón sobre las mujeres.
—Y nada agradable, por cierto —replicó ella—. ¿Por qué crees que es necesariosacar a mi madre de Londres? ¿Lord Hodgeham supone todavía algún tipo depeligro?
—No —murmuró mientras le alzaba la cara con suavidad—. Ya te he dicho que jamásse atreverá a acercarse a Alma de nuevo. Sin embargo, si resulta que hay algúnproblema con Hodgeham preferiría solucionarlo mientras ella no está. Además,Jeremy ha dicho que no parece ella misma. Es comprensible dadas lascircunstancias. Unas cuantas semanas de viaje harán que se sienta mejor.
Cuando _______ consideró la idea, tuvo que admitir que tenía cierto sentido.Hacía mucho tiempo que Alma no se tomaba unas vacaciones. Y si Jeremy iba conella; tal vez pudiese tolerar la compañía de las Jonas. En cuanto a la opiniónde Alma... parecía demasiado afectada como para tomar ninguna decisión. Era másque probable que accediera a cualquier plan que le propusieran sus hijos.
—Nicholas —dijo muy despacio—, ¿me estás preguntando mi opinión o me estáscontando lo que has decidido?
La mirada de Nick barrió su rostro para hacer una evaluación rápida.
—¿Cuál de las dos opciones tiene más probabilidades de que te muestres deacuerdo? —Se echó a reír al ver la respuesta en su expresión—. Muy bien, te loestoy preguntando.
_______ sonrió con ironía y volvió a acurrucarse en el hueco de su hombro.
—En ese caso, si Jeremy está de acuerdo... yo también.
FIN DEL CAPÍTULO 24
Tal y como ________, había temido, la impetuosa acusación que hiciera en elbaile de los Hardcastle había creado un pequeño pero indiscutibledistanciamiento entre ella y su marido. Deseaba disculparse y explicarle que nolo culpaba de nada. No obstante, todos sus esfuerzos por decirle que no searrepentía de haberse casado con él eran suave pero firmemente rechazados. Nick,que siempre estaba dispuesto a discutir cualquier asunto, se negaba en redondoa debatir aquella cuestión.
De forma involuntaria, lo había herido con la delicada precisión de un bisturíy la reacción de su marido revelaba cierto sentimiento de culpa por haberlaseparado del mundo de la clase alta al que ella había soñado una vezpertenecer.
Para alivio de _______, su relación volvió rápidamente a ser como antes:divertida, estimulante e, incluso, afectuosa. Aun así, a ella le preocupabasaber que las cosas no eran del todo iguales. Había momentos en los que Nick semostraba un poco retraído con ella, puesto que ahora ambos sabían que teníapoder para herirlo. Parecía que sólo le permitía acercarse hasta cierto límite,y se protegía a sí mismo imponiendo una distancia prudencial entre ellos. Decualquier forma, le prestaba ayuda y apoyo cuando lo necesitaba... y ahí lodemostró la noche en que se presentó un problema que provenía de una direccióninesperada.
Nick había llegado a casa a una hora inusualmente tardía, tras haber pasadotodo el día en la fábrica de la Consolidated Locomotive. Pasar un día en aquellugar equivalía a regresar al Rutledge con la ropa hecha un desastre y unfuerte olor a humo de carbón, a aceite y a metal.
—¿Qué has estado haciendo? —exclamó _______, divertida y alarmada a un tiempopor su aspecto.
—Pasear por la fundición —replicó Nick, que se quitó el chaleco y la camisa tanpronto como atravesó la puerta de su dormitorio.
________ le dirigió una mirada escéptica.
—Has hecho algo más que «pasear». ¿De qué son esas manchas que tienes en laropa? Da la impresión de que hubieras tratado de construir la locomotora túmismo.
—Hubo un momento en el que se necesitó algo de ayuda extra—. Su torso, demúsculos bien desarrollados, quedó expuesto cuando dejó caer la camisa alsuelo. Parecía estar de muy buen humor. Al ser un hombre fundamentalmentefísico, Nick disfrutaba ejercitándose, sobre todo cuando encaraba laperspectiva de algún peligro. Con el ceño fruncido, _______ fue a preparar labañera en el cuarto de baño adyacente y regresó para descubrir que su maridoestaba vestido únicamente con la ropa interior. Tenía un cardenal del tamaño deun puño en la pierna y una marca roja de quemadura en la muñeca que lograronque ________ exclamara con inquietud:
—¡Estás herido! ¿Qué ha pasado?
Nick pareció momentáneamente perplejo por su preocupación y por la forma en queella se había acercado a él.
—No es nada —dijo al tiempo que alargaba la mano para atrapar la cintura de sumujer. Ella le apartó las manos y se arrodilló para inspeccionar el moratón dela pierna.
—¿Con qué te has hecho esto? —inquirió mientras rozaba el borde de lamagulladura con la punta del dedo—. Ha sido en la fundición, ¿no es así? NicholasJonas, ¡quiero que te mantengas alejado de ese lugar! Con todas esas calderas,grúas y cisternas la próxima vez, lo más seguro es que te aplasten, o queacabes hervido, o lleno de agujeros...
—________... —La voz de Nick destilaba buen humor. Se inclinó para cogerla porlos codos y la ayudó a ponerse en pie—. No puedo hablar contigo mientras estásarrodillada delante de mí de ese modo. No de forma coherente, al menos. Puedoexplicarte exactamente... —Se detuvo un instante, y sus ojos oscurosadquirieron un brillo extraño al observar la expresión de ________—. Estásenfadada, ¿no es cierto?
—¡Cualquier esposa lo estaría si su marido regresara a casa en semejantescondiciones!
Nick colocó la mano detrás de su cuello y le dio un ligero apretón.
—Estás reaccionando de una manera algo exagerada ante un moratón y una pequeñaquemadura, ¿no te parece?
________ frunció el ceño.
—Primero dime lo que ha ocurrido y después decidiré cómo debo reaccionar.
—Había cuatro hombres tratando de sacar una plancha de metal de un horno conunas tenazas de mango largo. Tenían que llevarla hasta un bastidor dondepodrían enrollarla y comprimirla. La plancha de metal resultó ser algo máspesada de lo que esperaban y, cuando se hizo evidente que estaban a punto dedejar caer esa maldita cosa, cogí otro par de tenazas y fui a ayudar.
—¿Por qué no lo hizo alguno de los trabajadores de la fundición?
—Porque dio la casualidad de que era yo quien se encontraba más cerca delhorno. —Nick se encogió de hombros en un esfuerzo por restar importancia alepisodio—. Me hice el moratón al golpearme la rodilla contra el bastidor antesde que consiguiéramos dejar la plancha... Y la quemadura, cuando las tenazas dealguien me rozaron el brazo. Pero no es nada. Yo me curo rápido.
—Vaya, ¿y eso es todo? —preguntó _________—. ¿No has hecho otra cosa quelevantar cientos de kilos de hierro al rojo vivo en mangas de camisa? Soy unaestúpida por preocuparme.
Nick inclinó la cabeza hasta que sus labios rozaron la mejilla de su esposa.
—No tienes que preocuparte por mí.
—Pues alguien debe hacerlo. —________ era consciente de la fuerza y la solidezde ese cuerpo, tan cerca del suyo. Ese esqueleto de huesos grandes estabacargado de fuerza y elegancia masculina. Sin embargo, Nick no era invulnerable,ni tampoco indestructible. No era más que un hombre y a _________ le resultóbastante alarmante darse cuenta de lo importante que era su seguridad para ella.Se apartó de él y fue a revisar el agua del baño al tiempo que decía por encimadel hombro—: Hueles como un tren.
—Con una chimenea enorme —replicó él, que le pisaba los talones.
________ resopló con sorna.
—Si estás tratando de hacerte el gracioso, no te molestes. Estoy furiosacontigo.
—¿Por qué? —murmuró Nick, que la atrapó desde atrás—. ¿Porque estoy herido?Créeme, todas tus partes favoritas se encuentran en plena forma. —La besó en unlado del cuello.
________ tensó la espalda para resistirse al abrazo.
—Me importa un comino si saltas de cabeza a un tanque de hierro fundido; sieres tan estúpido como para ir a la fundición y no llevar la ropa apropiada...
—Sopa del infierno. —Nick acarició con la nariz los delicados mechones de lanuca mientras una de sus manos ascendía para encontrar un pecho.
—¿Qué? —inquirió _______, preguntándose si su marido se había limitado a soltarun nuevo juramento.
—Sopa del infierno... Así es como llaman al hierro fundido —Sus dedos rodearonel molde reforzado del pecho, elevado y rígido de forma artificial gracias alarmazón del corsé—. ¡Por Dios Santo! ¿Qué llevas debajo de este vestido?
—Mi nuevo corsé modelado al vapor. Esa ropa interior de moda, importada desdeNueva York, había sido intensamente almidonada y comprimida sobre unasuperficie de metal, lo que le confería más rigidez a la estructura que la delcorsé convencional.
—No me gusta. No puedo sentir tus pechos.
—Se supone que no debes hacerlo —dijo ________ con fingida paciencia; puso losojos en blanco cuando él alzó las manos hasta su pecho para apretar con el finde comprobarlo—. Nick..., el baño...
—¿Quién fue el idiota que inventó los corsés en primer lugar? —preguntó con ungruñido mientras se apartaba de ella.
—Un inglés, por supuesto.
—No podía ser otro. —La siguió cuando ella se dirigió a cerrar los grifos de labañera.
—Mi modista me ha dicho que los corsés solían ser túnicas que se vestían comosímbolo de servidumbre.
—¿Y por qué estás tan dispuesta a ponerte un símbolo de servidumbre?
—Porque todas las demás lo hacen y, si no lo hiciera, mi cintura resultaría, encomparación, como la de una vaca.
—Vanidad, tu nombre es mujer —recitó, al tiempo que dejaba caer sus calzonessobre el suelo de baldosas.
—Y supongo que los hombres llevan corbata porque son increíblemente cómodas,¿no? —preguntó ________ con dulzura, sin dejar de observar cómo su marido semetía en la bañera.
—Llevo corbata porque, si no lo hiciera, la gente creería que soy aún másincivilizado de lo que ya soy.
Descendiendo con cautela, ya que la bañera no había sido diseñada para unhombre de su tamaño, Nick dejó escapar un siseo de agrado cuando el aguacaliente le rozó la cintura. _______ se colocó a su lado y pasó los dedos porsu abundante cabello mientras murmuraba:
—No saben ni la mitad. Espera..., no metas el brazo en el agua. Te ayudaré abañarte.Mientras loenjabonaba, ________ hizo un placentero inventario del enorme y bien ejercitadocuerpo de su marido. Sus manos se deslizaban muy despacio sobre los duros músculos,en algunos lugares abultados y marcados y en otros, suaves y sólidos. Sensualcomo era, Nick no se esforzó por ocultar el placer que le proporcionaba y lacontempló de forma perezosa a través de los párpados entornados. Se le aceleróla respiración, si bien todavía era bastante regular, y sus músculos sevolvieron como el acero debido a las caricias de las yemas de los dedos de ________.
El silencio de la habitación alicatada sólo se veía roto por el ruido del aguay el sonido de sus respiraciones. De forma distraída ________ metió los dedosentre el vello enjabonado de su pecho mientras recordaba la sensación que éstecausaba sobre sus senos cuando el cuerpo de su marido se movía sobre el suyo.
—Nicholas —susurró.
Él alzó los párpados y sus ojos oscuros se clavaron en ella. Una de esasgrandes manos se deslizó sobre la de ella para apretarla contra los duroscontornos de su pecho.
—¿Sí?
—Si alguna vez te ocurriera algo, yo... —Hizo una pausa al escuchar el sonidode una vigorosa llamada a la puerta de la suite. Su ensoñación se hizo pedazosdebido al impertinente ruido—. Me pregunto quién podrá ser...
La interrupción provocó que una expresión de contrariedad apareciera en elsemblante de Nick.
—¿Has pedido algo?
________ negó con la cabeza y estiró la mano en busca de una toalla parasecarse las manos.
—No hagas caso.
Ella sonrió con amargura cuando los golpes se volvieron más insistentes.
—No creo que nuestro visitante se rinda con tanta facilidad. Supongo que tendréque ir a ver quién es.
Salió del cuarto de baño y cerró la puerta con cuidado para permitir que Nickse lavara en la intimidad. Caminó a grandes pasos hasta la puerta de la suite yla abrió.
—¡Jeremy! —El placer que sentía se desvaneció al instante al ver la expresiónde su hermano. Su rostro adolescente estaba pálido, con la mirada perdida y laboca apretada en una fina línea. No llevaba sombrero ni chaqueta y su cabelloestaba completamente despeinado.
—Jeremy, ¿pasa algo malo? —preguntó mientras lo invitaba a pasar.
—Podría decirse que sí—. Al ver el pánico apenas oculto en su mirada, _______lo observó con creciente preocupación.
—Dime qué ocurre.
Jeremy se pasó una mano por el pelo, lo que sólo consiguió que los abundantesmechones de cabello castaño dorado se quedaran de punta.
—La cuestión es que... —Se detuvo un momento con expresión confundida, como sino pudiera creer lo que estaba a punto de decir.
—¿Cuál es la cuestión? —quiso saber ________.
—La cuestión es que... nuestra madre acaba de apuñalar a alguien.
La joven contempló a su hermano con perplejidad. Poco a poco, un ceño fruncidose instauró en sus rasgos.
—Jeremy —dijo con seriedad—, es la broma de peor gusto que jamás has...
—¡No es una broma! ¡Maldición, ojala lo fuera!
________ no hizo esfuerzo alguno por ocultar su escepticismo.
—¿Y a quién se supone que ha apuñalado?
—A lord Hodgeham. Uno de los viejos amigos de papá, ¿lo recuerdas?
De pronto, la sangre desapareció del rostro de _______ y una expresión dehorror vino a sustituirla.
—Sí —se escuchó susurrar a sí misma—. Lo recuerdo.
—Al parecer, el hombre fue a casa esta noche mientras yo estaba fuera con misamigos, pero regresé a casa temprano y, cuando atravesé el umbral vi la sangreen el suelo de la entrada.
_______ sacudió la cabeza ligeramente mientras trataba de asimilar elsignificado de esas palabras.
—Seguí el rastro hasta el salón —continuó Jeremy—, donde la doncella de lacocina estaba en medio de un ataque de histeria, y el criado trataba de limpiarun charco de sangre de la alfombra mientras mamá permanecía inmóvil como unaestatua, sin decir una palabra. Había unas tijeras ensangrentadas sobre lamesa..., esas que usa para la costura. Por lo que pude entender a lossirvientes, Hodgeham entró en el salón con mamá, se les oyó discutir a voces ydespués Hodgeham salió tambaleándose con las manos apretadas contra el pecho.
La mente de ________ comenzó a trajinar al doble de su velocidad habitual y susideas volaron de forma enloquecida. Alma y ella siempre le habían ocultado laverdad a Jeremy, quien había estado en la escuela en todas las ocasiones queHodgeham había hecho una visita. Por lo que _______ sabía, su hermano no teníaconocimiento alguno de que Hodgeham iba a su casa. Se sentiría destrozado sicomprendiera que parte del dinero que pagaba las cuentas del colegio se habíaobtenido a cambio de... No, no debía descubrirlo. Ya inventaría algunaexplicación. Más tarde. En aquel momento, lo más importante era proteger aAlma.
—¿Dónde se encuentra Hodgeham ahora? —Preguntó la joven— ¿Es muy grave suherida?
—No tengo la menor idea. Al parecer, se encaminó a la puerta trasera, donde loaguardaba su carruaje, y lo ayudaron su propio lacayo y su cochero. —Jeremysacudió la cabeza con frenesí—. No sé dónde lo apuñaló mamá, ni cuántas veces;ni siquiera por qué. Ella no lo dijo... Se limitó a mirarme como si no pudierarecordar ni su propio nombre.
—¿Dónde está ella ahora? No me digas que la has dejado sola en casa...
—Le dije al criado que no la perdiera de vista ni un segundo, y que no la dejara...—Jeremy guardó silencio y dirigió una mirada precavida por encima del hombro de________—. Hola señor Jonas. Siento mucho interrumpir su velada, pero he venidoporque...
—Sí, lo he oído. Tu voz se escuchaba también en la habitación de al lado—. Nickse quedó allí de pie mientras se introducía con calma los faldones de la camisaen los pantalones, pero su mirada, alerta no se apartó ni un instante deJeremy.
Al darse la vuelta, ______ se quedó helada al ver a su marido. Había ocasionesen las que no recordaba lo intimidante que podía resultar Nick, pero, en eseinstante, con esos ojos inmisericordes y esa falta total de expresión, parecíatan duro como un asesino a sueldo.
—¿Por qué fue Hodgeham a la casa a semejantes horas? —se preguntó Jeremy en vozalta, con una expresión de intensa preocupación en su rostro adolescente—. ¿Ypor qué diablos lo recibió mamá? ¿Qué la habrá provocado hasta un puntosemejante? Debe de haberla molestado de algún modo. Seguro que ha dicho algoacerca de papá... O puede que incluso le haya hecho una proposición deshonesta,ese asqueroso bastardo.
Durante el tenso silencio que siguió a las inocentes especulaciones de Jeremy,_______abrió la boca para decir algo, pero Nick negó levemente con la cabeza parasilenciarla. Volvió su atención a Jeremy y dijo con voz fría y baja:
—Jeremy, corre hasta los establos que hay detrás del hotel y ordena queenganchen los caballos a mi carruaje. Y diles que ensillen mi caballo. Despuésde eso, ve a casa para recoger la alfombra y las ropas manchadas de sangre yllévalas a la fábrica de locomotoras: el primer edificio del complejo. Mencionami nombre y el capataz no te hará preguntas. Allí hay un horno...
—Sí —dijo Jeremy, que comprendió de inmediato—. Lo quemaré todo.
Nick asintió con brevedad y el muchacho corrió hacia la puerta sin decir otrapalabra. Cuando Jeremy abandonó la suite, ________ se giró hacia su marido.
—Diego, yo... quiero ir con mi madre...
—Puedes irte con Jeremy.
—No sé qué hacer con lord Hodgeham...
—Lo encontraré —dijo Nick con gravedad—. Tan sólo reza para que la herida seasuperficial. Si muere, será endiabladamente difícil tapar todo este lío.
_______ asintió con la cabeza y se mordió el labio antes de decir:
—Creí que por fin nos habíamos librado de Hodgeham. Ni se me ocurrió pensar quese atrevería a visitar a mi madre de nuevo después de que me casara contigo. Alparecer, no hay nada que lo detenga.
Él la agarró por los hombros y dijo con una suavidad casi escalofriante:
—Yo lo detendré. Puedes quedarte tranquila a ese respecto.
_______ lo observó con el entrecejo fruncido por la preocupación.
—¿Qué planeas hacer al...?
—Hablaremos más tarde. Ahora, ve a coger tu capa.
—Si Nicholas —susurró mientras se dirigía al armario.
Cuando _______ y Jeremy llegaron a casade su madre, encontraron a ésta sentada en las escaleras, con un vaso de licorapretado entre las manos. Parecía pequeña, casi una niña, y a ______ se leencogió el corazón al contemplar la cabeza gacha de su madre.
—Mamá —murmuró al tiempo que se sentaba en el escalón junto a ella.
Colocó un brazo alrededor de la espalda encorvada de la mujer. Entretanto,Jeremy asumió una actitud metódica mientras ordenaba al criado que lo ayudara aenrollar la alfombra del salón y a trasladarla hasta el carruaje que loesperaba en la puerta. A pesar de la preocupación que la embargaba, ________ nopudo evitar darse cuenta de que el muchacho estaba llevando la situaciónextraordinariamente bien para un chico de catorce años.Alma alzó la cabeza ymiró a _______ con expresión agobiada.
—Lo siento tanto...
—No, no lo...
—Justo cuando creía que todo estaba bien por fin, Hodgeham vino aquí... Dijoque quería seguir visitándome y que, si yo no estaba de acuerdo, le contaría atodo el mundo el arreglo que manteníamos. Dijo que nos arruinaría a todos y meconvertiría en una figura de escarnio público. Lloré y supliqué y él se echó areír... Entonces, cuando me puso las manos encima, sentí que algo cedía en miinterior. Vi las tijeras cerca y no pude evitar cogerlas y... traté de matarlo.Espero haberlo conseguido. No me importa lo que me ocurra a partir de ahora...
—Calla, mamá —susurró ________, que colocó un brazo alrededor de sus hombros—.Nadie va a culparte por lo que has hecho; lord Hodgeham era un monstruo y...
—¿Era? —preguntó Alma sin el más mínimo arrepentimiento—. ¿Eso significa que hamuerto?
—No lo sé. Pero todo saldrá bien, sin importar lo que... Jeremy y yo estamosaquí, y el señor Jonas no permitirá que te ocurra nada malo.
—Mamá —dijo Jeremy, que sujetaba uno de los extremos de la alfombra enrolladaque el criado y él transportaban hacia la salida trasera de la casa—, ¿sabesdonde están las tijeras? —La pregunta fue realizada de una manera tan casualque uno creería que las necesitaba para cortar el cordel de un paquete.
—Las tiene la doncella de la cocina, creo —replicó Alma—. Estaba tratando delimpiarlas.
—De acuerdo, se las pediré a ella. —Mientras avanzaban por el vestíbulo, Jeremydijo por encima del hombro—: Echa un vistazo a tu ropa, ¿de acuerdo? Hay quedeshacerse de cualquier cosa que tenga una mancha de sangre.
—Sí, querido.
Escuchándolos a los dos, ________ no pudo evitar preguntarse cómo era posibleque su familia y ella tuvieran una conversación tan normal de jueves por lanoche acerca de cómo deshacerse de las evidencias de un crimen. Y pensar queella se había sentido superior a la familia de Nick... Dio un respingo alrecordar aquello.
Dos horas más tarde, Alma se había terminado su bebida y estaba acurrucada asalvo en su cama; Nick y Jeremy habían llegado a la casa casi a la par.Conversaron por un momento en el vestíbulo. Cuando _______ bajó las escaleras,se detuvo a medio paso al ver a Nick envolver a su hermano en un rápido abrazoy alborotarle el cabello, ya de por sí despeinado. Aquel gesto paternal pareciótranquilizar enormemente a Jeremy y en su rostro se dibujó una sonrisa cansada.________ se quedó helada al verlos a los dos.
Era sorprendente que su hermano aceptase a Nick con tanta facilidad cuando ellahabía esperado que se rebelara ante la autoridad de su marido. Le produjo unasensación extraña presenciar el vínculo que se había formado al instante entreellos, sobre todo sabiendo que no era fácil ganarse la confianza de Jeremy.Hasta ese momento, no se le había ocurrido el alivio que debía suponer para suhermano tener a alguien fuerte en quien apoyarse, alguien que pudierasolucionar problemas que él era demasiado joven para manejar. La luzamarillenta de la lámpara de la entrada se reflejó sobre los oscuros cabellosde Nick y resplandeció sobre sus pómulos cuando la miró.
Deshaciéndose del perplejo nudo de emociones que la embargaba, _______descendió el resto de los escalones y preguntó:
—¿Encontraste a Hodgeham? Y, si así es...
—Sí, lo encontré. —Estiró un brazo para coger la capa que colgaba de labarandilla y la colocó sobre los hombros de su esposa—. Ven, te contaré todo decamino a casa.
_______ se giró hacia su hermano.
—Jeremy, ¿te las apañarás si nos vamos?
—Tengo la situación bien controlada —replicó el chico, lleno de confianzamasculina.
Los ojos de Nick reflejaron una chispa de diversión mientras colocaba una manoen la cintura de ________.
—Vámonos —murmuró.
Una vez que estuvieron en el carruaje, ________ acribilló a su marido apreguntas hasta que él le puso una mano sobre los labios.
—Te lo contaré si eres capaz de guardar silencio durante un par de minutos—dijo.
Ella asintió bajo su mano y Nick sonrió, inclinándose hacia adelante parareemplazar la mano con la boca. Después de ese beso robado, volvió a reclinarseen su asiento y su expresión se tornó seria.
—Encontré a Hodgeham en su casa, donde lo estaba atendido el médico de sufamilia. Y menos mal que aparecí en aquel momento, porque ya habían llamado alalguacil y esperaban su llegada
—¿Cómo conseguiste que los sirvientes te dejaran pasar?
—Me las apañé para entrar en la casa y exigí que me llevaran ante Hodgeham deinmediato. Había mucha confusión en la residencia y nadie se atrevió arechazarme. Uno de los criados me indicó el camino hasta el dormitorio dearriba, donde el doctor estaba cosiendo la herida de Hodgeham. —Un humorsiniestro tiñó su expresión—. Por supuesto, podría haber encontrado lahabitación gracias a los aullidos y los gritos de ese cabrón.
—Bien —dijo _________ con vehemente satisfacción—. Todos los dolores que estésufriendo lord Hodgeham no son suficientes ni de lejos, en mi opinión. ¿Qué talestaba y qué dijo cuando apareciste en la habitación?
Una de las comisuras de Nick se retorció a causa del desagrado.
—Tenía una herida en el hombro..., bastante pequeña. Y es mejor no repetir lamayor parte de las cosas que dijo. Después de permitirle despotricar duranteunos minutos, le pedí al médico que esperase en la habitación de al ladomientras yo mantenía una charla privada con Hodgeham. Le dije que sentía mucholo de su malestar intestinal..., comentario que lo confundió hasta que leexpliqué que le convendría mucho más describir la dolencia a sus amigos como undolor estomacal en lugar de referirse a ella como una puñalada.
—¿Y si no lo hace? —le preguntó ________ con una sonrisa desfallecida.
—Le dejé claro que lo cortaría en rodajas como si fuera un jamón de Yorkshire.Y que, si alguna vez escuchaba el más leve rumor que ensuciara la reputación detu madre o de vuestra familia, le echaría las culpas a él, tras lo cual, noquedarían pedazos suficientes para hacer un entierro decente. Cuando terminé dehablar, Hodgeham estaba demasiado aterrorizado como para respirar. Créeme,jamás se acercará de nuevo a tu madre. En lo que se refiere al doctor, locompensé por su visita y lo convencí de que borrara todo el episodio de sumente. Me habría marchado en ese momento, pero tenía que esperar al alguacil.
—¿Y qué le dijiste al alguacil?
—Le dije que había habido un error y que no se le necesitaba, después de todo.Y, por las molestias, lo invité a tomarse tantas rondas de cerveza comoquisiera en la taberna Brown Bear cuando acabara el turno.
—¡Gracias a Dios! —Más aliviada de lo que podía expresar con palabras, _______se acurrucó junto a él y suspiró sobre su hombro—. ¿Qué pasa con Jeremy? ¿Quéle diremos?
—No es necesario que sepa la verdad; sólo conseguiría que se sintiera herido yconfuso. En lo que a mí respecta, Alma reaccionó de forma exagerada ante losavances de Hodgeham y perdió los nervios por un momento. —Nick acarició subarbilla con la punta del pulgar—. Quiero sugerirte una cosa, y quiero que lamedites seriamente.
Preguntándose si su «sugerencia» iba a ser una orden encubierta, _______ lomiró con suspicacia.
—¿Sí?
—Creo que lo mejor sería que Alma pusiera algo de distancia entre Londres (yHodgeham) y ella hasta que las cosas se calmen.
—¿Cuánta distancia? ¿Y adónde debería ir?
—Puede unirse a la gira que van a hacer mi madre y mi hermana por el continente.Se marchan dentro de unos días...
—Ésa es la peor idea que he oído jamás —exclamó _________—. En primer lugar,quiero que esté cerca, donde Jeremy y yo podamos cuidarla. En segundo, puedogarantizarte que tu madre y tu hermana no se mostrarán muy complacidas...
—Enviaremos también a Jeremy con ellas. Tiene tiempo suficiente antes de quecomience el nuevo curso y será un escolta excelente para las tres.
—Pobre Jeremy... —________ trató de imaginárselo escoltando al trío de mujeresa lo largo y ancho de Europa—. No le desearía una tarea semejante ni a mi peorenemigo.
Nick sonrió.
—Lo más probable es que aprenda un montón sobre las mujeres.
—Y nada agradable, por cierto —replicó ella—. ¿Por qué crees que es necesariosacar a mi madre de Londres? ¿Lord Hodgeham supone todavía algún tipo depeligro?
—No —murmuró mientras le alzaba la cara con suavidad—. Ya te he dicho que jamásse atreverá a acercarse a Alma de nuevo. Sin embargo, si resulta que hay algúnproblema con Hodgeham preferiría solucionarlo mientras ella no está. Además,Jeremy ha dicho que no parece ella misma. Es comprensible dadas lascircunstancias. Unas cuantas semanas de viaje harán que se sienta mejor.
Cuando _______ consideró la idea, tuvo que admitir que tenía cierto sentido.Hacía mucho tiempo que Alma no se tomaba unas vacaciones. Y si Jeremy iba conella; tal vez pudiese tolerar la compañía de las Jonas. En cuanto a la opiniónde Alma... parecía demasiado afectada como para tomar ninguna decisión. Era másque probable que accediera a cualquier plan que le propusieran sus hijos.
—Nicholas —dijo muy despacio—, ¿me estás preguntando mi opinión o me estáscontando lo que has decidido?
La mirada de Nick barrió su rostro para hacer una evaluación rápida.
—¿Cuál de las dos opciones tiene más probabilidades de que te muestres deacuerdo? —Se echó a reír al ver la respuesta en su expresión—. Muy bien, te loestoy preguntando.
_______ sonrió con ironía y volvió a acurrucarse en el hueco de su hombro.
—En ese caso, si Jeremy está de acuerdo... yo también.
FIN DEL CAPÍTULO 24
Dayi_JonasLove!*
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
Capítulo 25 _______ no le habíapreguntado a Nick cómo se habían tomado Bertha y Meredith Jonas la noticia deque iban a estar acompañadas por dos nuevos viajeros y la verdad era quetampoco ardía en deseos de escuchar la respuesta. Lo único que le importaba erael hecho de que Alma se encontraría bien lejos de Londres y de cualquierrecuerdo de lord Hodgeham. _______ esperaba que para cuando su madre volviese,lo hiciera como una mujer nueva, en paz consigo misma y lista para comenzar arehacer su vida. El viaje incluso podría depararle alguna alegría a Jeremy, queestaba impaciente por visitar algunos de los lugares sobre los que habíaestudiado en el colegio.
Dado que faltaba menos de una semana para su partida, _______se lanzó a latarea de preparar el equipaje que iban a necesitar su madre y su hermano,tratando de anticipar lo que requeriría un viaje de seis semanas. Sin ocultarla diversión que le producía ver la cantidad de provisiones que _______ habíacomprado para ellos, Nick comentó que cualquiera creería que su familia iba aatravesar regiones inexploradas y salvajes, en lugar de alojarse en una seriede pensiones y hoteles.
—En ocasiones, viajar por el extranjero puede resultar algo incómodo —replicó ________,que estaba muy ocupada metiendo cajas de té y galletas en un bolso de piel. Unapila de cajas y paquetes se amontonaba junto a la cama, lugar que había elegidopara clasificar los artículos en montones organizados. Entre otras cosas, habíareunido remedios medicinales, un par de almohadones y toallas extra, una cajacon material de lectura y paquetes de comida. Sostuvo en alto un frasco decristal de comida en conserva y lo examinó con ojo crítico—. Y la comida es muydiferente en el continente...
—Sí —convino Nick con seriedad—. A diferencia de la nuestra, sabe a algo.
—Y el tiempo es impredecible.
—¿Cielos azules y luz del sol? Dios mío, seguro que querrán evitarlo a todacosta.
_______ respondió a sus burlas con una mirada inquisitiva.
—Seguro que tienes mejores cosas que hacer que mirar cómo abro cajas.
—No cuando lo haces en el dormitorio.
________ se incorporó y cruzó los brazos por delante del pecho antes dedirigirle una mirada de coqueto desafío.
—Me temo que deberá controlar sus instintos básicos, señor Jonas. Tal vez no sehaya dado cuenta, pero la luna de miel ha concluido.
—La luna de miel no termina hasta que yo lo diga —señaló Nick, que extendió unamano para atraparla antes de que ella pudiera escapar. Aplastó sus labios conun beso dominante y la arrojó sobre la cama—. Lo que significa que no tienesescapatoria.
Con una risilla, ________ luchó contra la maraña de faldas hasta que seencontró clavada en el colchón bajo el cuerpo de Nick.
—Tengo que empaquetar más cosas —protestó cuando él se abrió camino entre susmuslos—. Nicholas...
—¿Te he dicho alguna vez que soy capaz de desabrochar los botones con losdientes?
Una risa ahogada escapó de la garganta de _______, que intentó zafarse cuando Nickbajó la cabeza hasta el frontal del corpiño.
—Una habilidad poco útil, ¿no te parece?
—Bueno, resulta muy útil en ciertas situaciones. Deja que te lo demuestre...
Por supuesto, se empaquetaron muy pocas cosas en lo que quedaba de día...
A la postre, no obstante, ________ se encontró por fin delante de la puerta dela casa de su familia en la ciudad, con la vista clavada en el carruaje en elque su madre y su hermano se dirigían hacia Dover, donde se encontrarían conlos Jonas de camino hacia Calais.
Nick permaneció junto a ella, con una mano apoyada en la espalda parareconfortarla, mientras el carruaje doblaba la esquina y se encaminaba hacia lacalle principal. Con tristeza, _______ se despidió con un gesto de la manomientras se preguntaba cómo se las arreglarían sin ella.
Tras llevarla al interior de la casa, Nick cerró la puerta.
—Es lo mejor —le aseguró.
—¿Para ellos o para nosotros?
—Para todos. —Con una leve sonrisa, la giró para que quedara en frente a él—.Te aseguro que las siguientes semanas pasarán muy deprisa. Y, entretanto, va aestar usted muy ocupada, señora Jonas. Para empezar, tenemos una cita estamañana con el arquitecto que nos va a mostrar los planos de la casa, y luegotendrás que decidirte entre dos solares que nuestro agente ha encontrado enMayfair. ________ dejó caer la cabeza contra el pecho de su marido.
—Gracias a Dios. Comenzaba a creer que nunca dejaríamos el Rutledge. No es queno me haya divertido, no te ofendas, pero todas las mujeres queremos un hogarpropio y... —Se detuvo cuando se dio cuenta de que Nick jugueteaba con supeinado—. Nicholas—le advirtió—, ni se te ocurra quitarme las horquillas. Nosabes el esfuerzo que requiere peinarme el pelo de esta manera y... —Suspiró ylo miró ceñuda cuando sintió que se le deshacía el peinado y escuchó elgolpeteo metálico de las horquillas caer al suelo.
—No puedo evitarlo. —Sus dedos se afanaron para deshacerle la trenza—. Tienesun cabello increíblemente hermoso. —Se llevó un sedoso mechón a la cara y sefrotó la mejilla con él—. Es tan suave... Y huele a flores. ¿Cómo consigues quehuela tan bien?
—Jabón —replicó _______ con sequedad, al tiempo que ocultaba el rostro contrasu pecho para ocultar la sonrisa—. De hecho, con el jabón de los Bowman. Selename dio un poco; su padre les envía cajas desde Nueva York.
—Hummm. No me extraña que sea millonario. Todas las mujeres deberían oler así.—Enlazó los dedos en el pelo de ________ y se inclinó para acariciarle elcuello con la nariz— ¿Dónde más lo usas? —preguntó en un susurro.
—Te invitaría a que lo descubrieras —dijo—, pero tenemos que reunirnos con elarquitecto. ¿O ya no te acuerdas?
—Puede esperar.
—Lo mismo que tú —replicó _______ con seriedad, a pesar de que sentía que unacarcajada burbujeaba en su garganta—. Por el amor de Dios, Nicholas, ni queestuvieras tan necesitado. He destinado gran parte de mis esfuerzos asatisfacer...
Nick la besó con tanta calidez y de una forma tan persuasiva que todopensamiento racional se desvaneció de su cabeza. Sujetándola por el pelo conambas manos, la empujó hasta apoyarla contra la pared de la entrada y le metióla lengua en la boca para darse un lánguido festín hasta que ________ sintióque la cabeza le daba vueltas y se vio obligada a hundir los dedos en lasmangas de su chaqueta. Poco a poco él apartó sus labios y le mordió consuavidad en la garganta. Le murmuró cosas que la dejaron desconcertada,expresándose con palabras que nada tenían que ver con la poesía, sino con lacruda sencillez de un hombre cuya pasión por ella no conocía límites.
—Cuando se trata de ti, no tengo control alguno. Lo único en lo que piensocuando no te tengo a mi lado es en estar dentro de ti. Odio todo lo que temantiene apartada de mí.
Llevó las manos a la espalda de su vestido para tirar, con fuerza, y _______ jadeóal notar cómo las hileras de botones cedían y las pequeñas cuentas de marfilvolaban por todas partes. Nick ahogó el sonido con su propia boca y le deslizóel vestido por los brazos al tiempo que pisaba deliberadamente el dobladillo.El maltratado tejido se desgarró y cayó al suelo. A continuación, atrajo a suesposa contra su cuerpo y le sujetó las muñecas con el fin de guiar las manoshasta su entrepierna. _________ aspiró con fuerza cuando sus dedos se amoldarona la dura extensión de su erección y entrecerró los ojos.
—Quiero hacerte gritar; quiero que me arañes y que te desmayes en misbrazos—susurró, y la incipiente barba le raspó la piel—. Necesito tocarte portodas partes, por dentro y por fuera, tan lejos como pueda llegar... —Cediendoa un deseo salvaje, se detuvo y aplastó los labios de ________ con firmepresión, como si el sabor, de su boca fuera un exótico afrodisíaco que lollevara a la locura._________ apenas sedio cuenta de que Nick buscaba en sus bolsillos justo antes de que algotironeara de los cordones de su corsé... Los había cortado con la navaja,comprendió al sentir que la presión de las ballenas cedía alrededor de suscostillas y su cintura.
A sabiendas de que estaba a punto de que Nick la sedujera en la entrada delhogar de su familia, _______ se apartó de él, sonriendo y temblando a la vez.Incluso en los momentos de mayor excitación, él siempre parecía conservar unabrizna de autocontrol, como si refrenara cuidadosamente la fuerza de su pasión.Ella nunca había temido un comportamiento poco caballeroso por su parte...hasta aquel momento. Su marido presentaba un aspecto casi salvaje, con elrostro oscurecido por un rubor nada habitual. El corazón comenzó a martillearlecontra las costillas y tuvo que humedecerse los labios. El nervioso movimientode su lengua atrajo de inmediato la atención de Nick, que clavó la mirada en suboca con sorprendente intensidad.
—Mi dormitorio... —consiguió decir ella, al tiempo que se giraba hacia lasescaleras y comenzaba a subir con piernas temblorosas. No obstante, tras unoscuantos escalones, sintió que Nick se acercaba a ella, la atrapaba entre suspoderosos brazos y la obligaba a darse la vuelta. Antes de que pudiera emitirsonido alguno la levantó en brazos y siguió subiendo las escaleras con unafacilidad pasmosa.
Una vez dentro de su antiguo dormitorio, ella se dio cuenta del fuertecontraste entre la figura oscura de Nick y los pálidos y ajados volantes, losencajes raídos, y las muestras de costura enmarcadas que sus propias manosinfantiles habían confeccionado. Él la desvistió sin miramientos y la tendióentre las sábanas, que carecían de almidón y tenían un ligero olor a humedad,puesto que nadie había dormido allí desde hacía mucho. En poco tiempo, lasropas de Nick se reunieron con las de ella en el suelo, tras lo cual, su cuerpocubrió el de ________. Ella respondió a su urgencia con un inequívoco deseo,extendiendo los brazos para abrazarlo y abriendo las piernas al primer roce desus manos. Entró en ella de inmediato, penetrándola con una embestida fuerte y _________gimió y se puso tensa mientras su cuerpo luchaba por amoldarse a él. En cuantoestuvo dentro de ella, sus caricias se volvieron más tiernas; la urgencia quelo había poseído se transformó en una vehemencia arrebatadora. _________ tuvola sensación de que el cuerpo de su marido había sido creado para complacerla:desde la satinada dureza de sus músculos y el espeso vello que le cosquilleabaen los pezones, hasta el aroma y el sabor que embriagaba sus sentidos.
Abrumada por una intimidad tan devastadora, _______ sintió que los ojos se lellenaban de lágrimas mientras Nick la tranquilizaba con suaves murmullos, sindejar de embestir con las caderas con movimientos más lentos y profundos,tomando más de ella de lo que ________ se habría creído capaz de dar. Él leatrapó los labios con los suyos y absorbió los erráticos suspiros al tiempo quese movía con fuertes y calculados envites que consiguieron que ella tensaratodos y cada uno de sus músculos. ________ gimió contra su boca, suplicándolesin palabras que la llevara hasta la culminación. Cuando por fin accedió, Nick aceleróel ritmo y la transportó a un clímax tan intenso que transformó aquella uniónen algo terrenal, sublime y sobrecogedor.
Minutos más tarde, ________ trató de abrirse camino entre el aturdimiento queabotargaba sus sentidos mientras yacía desmadejada sobre el cuerpo de Nick conla mejilla apoyada contra su hombro. Jamás se había sentido tan saciada... eracomo si todas sus terminaciones nerviosas palpitaran de placer. Y, sin embargo,había percibido algo nuevo en aquella forma de hacer el amor: un cenitinalcanzable que iba más allá de lo que acababan de compartir... unaposibilidad que aún no se había materializado y que se encontraba justo fuerade su alcance. Un sentimiento..., un deseo..., algo prometedor que no teníanombre. Cerró los ojos y disfrutó de la cercanía de sus cuerpos mientras esaescurridiza promesa vagaba sobre ellos como un fantasma benevolente.
Cada vez más curiosa acerca del proyecto que requería tanta atención por partede su marido, _________ le pidió a Nick que la llevara de visita al lugar dondese construían las locomotoras, pero sólo se topó con negativas, evasivas ytácticas dilatorias que tenían como objeto evitar que fuera a aquel lugar. Aldarse cuenta de que por alguna razón, Nick no quería llevarla, la determinaciónde ________ se hizo más firme.
—Sólo una visita corta —insistió una noche—. Lo único que quiero es echarle unvistazo. No tocaré nada. Por el amor de Dios, después de haber escuchado hablartanto de las locomotoras, ¿no me merezco verlas?
—Es demasiado peligroso —replicó Nick con rotundidad—. A una mujer no se le haperdido nada en un sitio lleno de maquinaria pesada y tanques de miles delitros de sopa del infierno...
—Llevas semanas diciéndome lo seguro que es y que no tengo ninguna razón enabsoluto para que me preocupe cuando vas allí ¿y ahora me vienes con que espeligroso?
Al darse cuenta de su error táctico, Nick gruñó.
—El hecho de que sea seguro para mí no significa que lo sea también para ti.
—¿Por qué no?
—Porque eres una mujer.
Hirviendo igual que uno de los tanques de sopa del infierno que él acababa demencionar, _______ lo miró con los ojos entrecerrados.
—Responderé a ese comentario en un segundo —murmuró—... en cuanto consigareprimir el impulso de golpearte con el primer objeto pesado que encuentre.
Nick comenzó a pasearse de un lado a otro por el salón; la frustración quesentía era patente en cada músculo de su cuerpo. Se detuvo delante del canapéen el que estaba sentada y se inclinó sobre ella.
—_______ —comenzó con brusquedad—, visitar una fundición es como mirar a travésde las puertas del infierno. Garantizamos la seguridad en la medida de loposible, pero, a pesar de eso es un lugar ruidoso, tosco y muy sucio. Y sí,siempre existe la posibilidad de que algo salga mal, y tú... —Se detuvo parapasarse las manos por el pelo, tras lo que miró a su alrededor con impaciencia,como si de repente le costara trabajo mirarla a los ojos. Con un considerableesfuerzo, se obligó a continuar—: Eres demasiado importante para mí como paraarriesgar tu seguridad. Tengo la responsabilidad de protegerte.
Los ojos de __________se abrieron de par en par. Se sentía conmovida y más quesorprendida por la confesión de qué era importante para él. Mientras se mirabanen silencio, fue consciente de una tensión muy especial..., una tensión que noresultaba desagradable, pero sí bastante inquietante. Apoyó la mejilla en lamano y lo estudió con detenimiento.
—Agradezco de todo corazón que quieras protegerme —musitó—. Sin embargo, noquiero que me encierren en una torre de marfil. —Al sentir la lucha interiorque experimentaba Nick, continuó con un tono razonable—. Quiero saber másacerca de lo que haces cuando no estás a mi lado. Quiero ver el lugar que estan importante para ti. Por favor.
Nick reflexionó en silencio un instante. Cuando respondió, en su voz seapreciaba una inconfundible aspereza.
—De acuerdo. Dado que es evidente que no me vas a dejar tranquilo si no accedo,te llevaré mañana. Pero no me culpes si te desilusiona lo que ves. Ya te headvertido de lo que hay.
—Gracias —respondió ________ con satisfacción y le dedicó una radiante sonrisaque palideció un poco al escuchar las palabras que él dijo a continuación.
—Por suerte, Westcliff también visitará la fundición mañana, así que será unaoportunidad magnífica para que los dos os conozcáis mejor.
—Qué maravilla —replicó ________ en un débil intento de cortesía al tiempo queluchaba contra la tentación de empezar a maldecir ante la noticia.
Todavía no había perdonado al conde los hirientes comentarios que había hechoacerca de ella, por no mencionar la predicción de que su matrimonio arruinaríala vida de Nick. No obstante, si Nick creía que la idea de pasar un poco detiempo con un asno pomposo como Kevin iba a disuadirla, se iba a llevar unasorpresa. Se obligó a componer una sonrisa y pasó el resto de la nochemeditando acerca de lo triste que era el hecho de que una esposa no pudieraelegir a los amigos de su marido.
Bien entrada la mañana siguiente, Nick llevó a _______ a la propiedad de más detres hectáreas donde se hallaba la Consolidated Locomotive. Sobre las hilerasde edificios, de los que salía ruido constante, se alzaba una miríada deenormes chimeneas que expelían el humo sobre los patios y las callescircundantes. La extensión de la fundición era mucho mayor de lo que _________había imaginado, ya que comprendía maquinaria tan enorme que casi la dejaba sinhabla. El primer lugar que visitaron fue el talle de montaje, donde seencontraban nueve motores de locomotoras en diferentes fases de producción. Elobjetivo de la empresa era producir quince motores el primer año y doblar esacantidad al siguiente. Dado que sabía que el desembolso de la compañía era demedia, de un millón de libras por semana, con una capitalización que doblabaesa cantidad, ________ se quedó mirando a su marido con la boca abierta por elasombro.
—Santo Cielo —dijo con desmayo—, ¿pero cuánto dinero tienes? —Los ojos oscurosde Nick brillaron con diversión ante una pregunta tan maleducada. Se inclinópara murmurarle al oído:—Soy lo bastante ricocomo para que no le falten los botines, señora.
La siguiente parada fue en el taller de diseño, donde los planos de las piezasse estudiaban con todo detalle y se construían prototipos de madera según lasespecificaciones. Más tarde, Nick le explicó que esos modelos de madera seutilizarían para crear modelos en los que se vertía el hierro fundido y sedejaba enfriar. Fascinada _________ le hizo una batería de preguntas acerca delproceso de fundición y del funcionamiento de las máquinas de remaches y lasprensas hidrostáticas, además de interesarse por el motivo por el cual elhierro que se enfriaba rápidamente era más resistente que el que se enfriaba conlentitud. A pesar de los recelos que Nick había albergado en un principio,parecía estar disfrutando de su papel de guía a través de los edificios,sonriendo de vez en cuando ante la expresión absorta de su esposa. La guió consumo cuidado por la fundición, donde ella, descubrió que la comparación quehabía hecho con el infierno no era una exageración. No tenía nada que ver conlas condiciones de los trabajadores, a quienes parecía tratárseles muy bien, nitampoco con los edificios, que estaban más o menos organizados. Se debía más ala naturaleza del trabajo en sí, que parecía una especie de manicomioorganizado en el que el humo, el ruido atronador y el brillante rojo de loshornos proporcionaban un telón de fondo agobiante para un grupo de trabajadorescon demasiadas capas de ropa que cargaban con tenazas y martillos. Sin dudaalguna, los esbirros del diablo no estaban tan bien sincronizados a la hora derealizar sus tareas como esos empleados. Mientras se movían a través de unlaberinto de fuego y hierro, los trabajadores se agachaban bajo los ejes de lasenormes grúas y los tanques de sopa del infierno, deteniéndose de vez en cuandopara dejar que unas grandes planchas de metal pasaran por delante de ellos. _________era consciente de alguna que otra mirada curiosa lanzada en su dirección, pero,en su mayor parte, los trabajadores estaban demasiado absortos en su trabajocomo para permitirse distracción alguna.
Había grúas de transporte a lo largo de todo el centro de la nave que elevabana más de seis metros de altura los vagones llenos de mineral de hierro,fragmentos de este metal, y hulla, y los transportaban hasta varios hornoscilíndricos. La mezcla de hierro se cargaba por la parte superior de loshornos, donde se fundía y se pasaba por unas aspas gigantes para luego verterel resultado en moldes, a los que llegaba mediante otras grúas. El olor acombustible, metal y sudor humano confería al ambiente cierto aspecto nebuloso.________ se acercó de forma instintiva a Nick mientras observaba cómo se vertíael hierro fundido desde los tanques a los moldes.
Molesta por los enervantes quejidos y crujidos del metal que se estabadoblando, el incesante siseo de la maquinaria de vapor y el eco de los golpesde un enorme yunque que manejaban entre seis hombres, ________ no podía evitardar un respingo cada vez que el ruido asaltaba sus oídos. De inmediato, sintióque el brazo de Nick le rodeaba los hombros mientras éste entablaba una charladistendida, aunque a gritos, con el jefe del taller de montaje, el señor Mawer.
—¿Todavía no ha visto a lord Westcliff? —Preguntó Nick—. Tenía pensado llegar ala fundición a mediodía... y nunca lo he visto llegar tarde antes.
El trabajador de mediana edad se enjugó el sudor de la cara con un pañuelo altiempo que dejaba oír su réplica.
—Creo que el conde está en el patio de montaje, señor Jonas. Estaba preocupadopor las dimensiones de las nuevas piezas cilíndricas y quería inspeccionarlasantes de que las montáramos.
Nick miró de soslayo a ________.
—Vamos a salir —le dijo—. Hace un calor de mil demonios y hay demasiado ruidocomo para esperar a Westcliff aquí dentro.
Aliviada ante la perspectiva de escapar del incesante ruido de la fundición, ________aceptó de inmediato. Puesto que ya había echado un buen vistazo a aquel lugar yhabía satisfecho su curiosidad, estaba más que dispuesta a marcharse, aunqueeso significara verse obligada a pasar algún tiempo en compañía de lordWestcliff. Cuando Nick se detuvo para intercambiar unas últimas palabras conMawer, _________ observó cómo se empleaba un fuelle accionado por vapor parainsuflar aire en el enorme horno central. El chorro de aire conseguía que elmetal se desplazara hacia unas calderas cuidadosamente colocadas que conteníanvarios miles de litros de líquido inestable.
Un trozo de hierro particularmente grande cayó contra la puerta de carga en laparte superior del horno... Al parecer, era demasiado grande, ya que elencargado gritó con furia al trabajador que había cargado el vagón. _________ entrecerrólos ojos para observarlos con más atención. Unos gritos de advertenciaprocedentes de los hombres que había en la parte superior de la galeríaanunciaron otro chorro de aire proveniente del fuelle... y, en ese momento,estallo el desastre. El hierro fundido rebosó con suma rapidez de las calderasy cayó, aún hirviendo, desde el horno; parte de él acabó sobre las grúas detransporte. Nick hizo una pausa en su conversación con el señor Mawer y amboshombres levantaron la vista al mismo tiempo.
—Santa Madre de Dios —escuchó ________ que exclamaba su marido.
Apenas tuvo tiempo de atisbar su rostro antes de que la tirara al suelo y lacubriera con su cuerpo. Justo entonces dos bolas de sopa del infierno deltamaño de calabazas cayeron en los pilones de enfriamiento que tenían debajoprovocando explosiones instantáneas.
El impacto de las explosiones fue como una sucesión de golpes que sacudieran sucuerpo por entero. No le quedaba aliento para gritar, ya que Nick la aplastabay le protegía la cabeza con los hombros. Y, después...
Silencio.
Al principio, pareció que la propia tierra se hubiera detenido en seco.Desorientada, ________ parpadeó para aclararse la vista y, en ese momento, susojos se vieron asaltados por el intenso resplandor de las llamas, sobre las quese recortaban las amenazadoras siluetas de las máquinas como si fueran un grupode monstruos salidos de un bestiario medieval. Las oleadas intermitentes decalor que la golpeaban eran tan intensas que amenazaban con arrancarle la carnede los huesos. Los trozos y esquirlas de metal volaban en remolinos por todaspartes como si hubieran sido disparadas por un arma. Estaba rodeada por unavorágine de caos en movimiento, todo ello envuelto en un silencio sobrecogedor.De pronto, sintió una especie de presión en los oídos que fue seguida pocodespués por un agudo pitido.
Alguien trataba de levantarla del suelo. Nick tiró de sus brazos con fuerza yla puso en pie en un único movimiento. Incapaz de resistir el ímpetu, chocócontra el pecho de su marido. Le estaba diciendo algo... Casi podía distinguirel sonido de su voz y comenzó a escuchar pequeñas explosiones y el rugir delfuego de trasfondo, a medida que éste se alimentaba del edificio. Se quedómirando el rostro pétreo de Nick en un intento por comprender sus palabras,pero la distrajo una lluvia de esquirlas de metal que azotó su cara y su cuellocomo un enjambre de molestos insectos. Llevada más por el instinto que por larazón, no pudo evitar dar un manotazo al aire como una estúpida.
Nick la empujó y comenzó a arrastrarla a través de aquel infierno al tiempo queintentaba protegerla con su cuerpo. Una gigantesca caldera rodó delante deellos y comenzó a arrollar todo lo que encontraba a su paso sin que nadapudiera detenerla. Con una maldición, Nick la obligó a retroceder cuando elobjeto pasó con un ruido atronador junto a ellos. Había hombres por todaspartes, empujando, intentando salir, gritando, histéricos por la necesidad desobrevivir mientras se dirigían hacia las salidas situadas a ambos lados deledificio. Una nueva andanada de explosiones, acompañada por el fragor deinnumerables gritos, sacudió la fundición. Hacía demasiado calor para respirar,por lo que ________ se preguntó, sumida en una especie de sopor, si no sequemarían vivos ante de poder alcanzar la puerta siquiera.
—Nicholas —gritó al tiempo que se colgaba de su cintura—. Ahora que lo hepensado mejor, creo que tenías razón.—¿Sobre qué? —preguntóél con la mirada fija en la entrada de la fundición.
—¡Este lugar es, sin duda alguna, demasiado peligroso para mí!
Nick se agachó para echársela sobre el hombro y la llevó por encima de lasgrúas desplomadas y la maquinaria rota, con una mano firmemente ancladaalrededor de sus rodillas. Colgada de esa guisa incapaz de hacer nada, ________vio unos cuantos agujeros en la chaqueta de Nick de los que manaba la sangre yse dio cuenta de que la explosión había clavado esquirlas de metal en suespalda mientras la protegía con el cuerpo. Sorteando un obstáculo tras otro, Nickconsiguió alcanzar la enorme puerta y dejó a ________ en el suelo. Sesorprendió cuando él la empujó con firmeza hacia otra persona, a la que ordenóa voz en grito que la sujetara. Al darse la vuelta, ________ se dio cuenta deque Nick la había dejado en manos del señor Mawer.
—Sáquela de aquí —le ordenó con voz ronca—. No se detenga; hasta que ella estébien lejos del edificio.
—¡Sí, señor!
El jefe de taller sujetó a ________ con un apretón del que le resultó imposiblezafarse.
________ volvió la vista hacia Nick mientras la arrastraban por la fuerza haciala entrada.
—¿Qué vas a hacer?
—Tengo que asegurarme de que todo el mundo consigue salir. Se sintió atravesadapor una oleada de pánico.
—¡No! Nicholas, ven conmigo...
—Saldré en cinco minutos —contestó con brusquedad. El rostro de ________ seconvulsionó y los ojos se le llenaron de lágrimas de furia y pavor. —En cincominutos el edificio habrá quedado reducido a cenizas.
—No se detenga —le dijo su marido a Mawer antes de darse la vuelta.
—¡Nicholas! —chilló ________, que se negó a caminar cuando lo vio desapareceren la fundición. El tejado se hundía pasto de una llamarada azul mientras lamaquinaria que había dentro del edificio crujía y se retorcía bajo el intensocalor. El humo emergía de las puertas y se arremolinaba en columnas negras quecontrastaban con las nubes blancas que coronaban el cielo. _______ no tardó endarse cuenta de que oponerse a la fuerza de Mawer era inútil. Inspiró confuerza el aire del exterior y comenzó a toser cuando sus irritados pulmonestrataron de expulsar el humo viciado. Mawer no se detuvo hasta que la dejó enun camino de grava con la orden de que se quedara allí.
—Su marido saldrá —le dijo—. Puede quedarse aquí y esperarlo. Prométame que nova a moverse, señora Jonas... Yo tengo que hacer el recuento de mis hombres ylo último que necesito es que usted me cause más problemas.
—No me moveré —respondió ________ de forma automática, sin dejar de mirar lapuerta de la fundición—. Váyase.
—Sí, señora.
Permaneció inmóvil sobre la grava, con la mirada perdida en la puerta de lafundición mientras un frenesí de actividad rugía a su alrededor. Algunoshombres pasaban a la carrera por su lado mientras otros se agachaban junto alos heridos. Unos cuantos, como ella misma, permanecían quietos como estatuas,observando el resplandor con la mirada vacía. El fuego rugía con tanta fuerzaque la tierra vibraba, y su intensidad crecía cada vez más a medida que ibaconsumiendo el edificio. Un puñado de hombres acercaba una bomba de mano aledificio; sin duda, la tenían allí para las posibles emergencias, en caso deque no hubiera tiempo suficiente para ir en busca de ayuda. Los hombrestrataban con desesperación de conectar la manguera de piel a una cisternasubterránea. Repartidos a cada lado de la bomba, asieran la larga palanca ycomenzaron a moverla al unísono con el fin de producir la presión necesariapara llenar la cámara de aire del motor, lo que elevaría un chorro de agua atreinta metros por encima del suelo. El esfuerzo resultó tristemente ineficazcontra la magnitud de semejante infierno.
Los minutos de espera transcurrían con tal lentitud que a _________ le parecíanaños. En un momento dado, sintió que sus labios comenzaban a moverse en unasilenciosa plegaria.
«Nicholas, sal... Nicholas, sal.»
Media docena de figuras salieron dando tumbos por la puerta, con los rostros ylas ropas tiznadas por el humo. ________ los recorrió con avidez con la mirada.Al darse cuenta de que su marido no se encontraba entre ellos, volvió aconcentrar su atención en la bomba de mano. Los hombres habían dirigido elchorro de agua hacia el edificio adyacente para empaparlo, con la esperanza deevitar que el fuego se propagara. _______ sacudió la cabeza con incredulidad aldarse cuenta de que habían dado la fundición por perdida. Habían renunciado atodo lo que había dentro..., entre lo que se incluía a cualquier persona quehubiera quedado atrapada. Decidida a no quedarse cruzada de brazos, corrióhacia el otro extremo de la fundición y escudriñó desesperadamente a lamultitud que se había congregado allí, en busca de su marido.
Al ver que uno de los jefes de taller hacía el inventario de los trabajadoresde la fundición evacuados, ________ se acercó a él.
—¿Dónde está el señor Jonas? —preguntó de buenas a primeras, aunque tuvo querepetir la pregunta antes de que el hombre le prestara atención. El trabajadorapenas la miró mientras le contestaba con distraída impaciencia.
—Se ha producido otro derrumbe. El señor Jonas estaba ayudando a liberar a unode los trabajadores que quedó atrapado bajo los escombros. Nadie lo ha vistodesde entonces.
A pesar del calor infernal que emanaba de la fundición, ________ sintió que elfrío la consumía. El temblor se apoderó de su voz.
—Si hubiera sido capaz de salir —dijo—, ya lo habría hecho a estas alturas. Necesitaayuda. ¿No puede entrar alguien para buscarlo? —El jefe de taller la miró comosi estuviera loca.
—¿Entrar en ese infierno? Sería un suicidio.
Acto seguido, le dio la espalda para acercarse a un hombre que yacía tirado enel suelo y le colocó una chaqueta doblada bajo la cabeza. Cuando volvió adirigir la vista hacia el lugar donde se encontraba __________, ella habíadesaparecido. FIN DEL CAPÍTULO 25
Dado que faltaba menos de una semana para su partida, _______se lanzó a latarea de preparar el equipaje que iban a necesitar su madre y su hermano,tratando de anticipar lo que requeriría un viaje de seis semanas. Sin ocultarla diversión que le producía ver la cantidad de provisiones que _______ habíacomprado para ellos, Nick comentó que cualquiera creería que su familia iba aatravesar regiones inexploradas y salvajes, en lugar de alojarse en una seriede pensiones y hoteles.
—En ocasiones, viajar por el extranjero puede resultar algo incómodo —replicó ________,que estaba muy ocupada metiendo cajas de té y galletas en un bolso de piel. Unapila de cajas y paquetes se amontonaba junto a la cama, lugar que había elegidopara clasificar los artículos en montones organizados. Entre otras cosas, habíareunido remedios medicinales, un par de almohadones y toallas extra, una cajacon material de lectura y paquetes de comida. Sostuvo en alto un frasco decristal de comida en conserva y lo examinó con ojo crítico—. Y la comida es muydiferente en el continente...
—Sí —convino Nick con seriedad—. A diferencia de la nuestra, sabe a algo.
—Y el tiempo es impredecible.
—¿Cielos azules y luz del sol? Dios mío, seguro que querrán evitarlo a todacosta.
_______ respondió a sus burlas con una mirada inquisitiva.
—Seguro que tienes mejores cosas que hacer que mirar cómo abro cajas.
—No cuando lo haces en el dormitorio.
________ se incorporó y cruzó los brazos por delante del pecho antes dedirigirle una mirada de coqueto desafío.
—Me temo que deberá controlar sus instintos básicos, señor Jonas. Tal vez no sehaya dado cuenta, pero la luna de miel ha concluido.
—La luna de miel no termina hasta que yo lo diga —señaló Nick, que extendió unamano para atraparla antes de que ella pudiera escapar. Aplastó sus labios conun beso dominante y la arrojó sobre la cama—. Lo que significa que no tienesescapatoria.
Con una risilla, ________ luchó contra la maraña de faldas hasta que seencontró clavada en el colchón bajo el cuerpo de Nick.
—Tengo que empaquetar más cosas —protestó cuando él se abrió camino entre susmuslos—. Nicholas...
—¿Te he dicho alguna vez que soy capaz de desabrochar los botones con losdientes?
Una risa ahogada escapó de la garganta de _______, que intentó zafarse cuando Nickbajó la cabeza hasta el frontal del corpiño.
—Una habilidad poco útil, ¿no te parece?
—Bueno, resulta muy útil en ciertas situaciones. Deja que te lo demuestre...
Por supuesto, se empaquetaron muy pocas cosas en lo que quedaba de día...
A la postre, no obstante, ________ se encontró por fin delante de la puerta dela casa de su familia en la ciudad, con la vista clavada en el carruaje en elque su madre y su hermano se dirigían hacia Dover, donde se encontrarían conlos Jonas de camino hacia Calais.
Nick permaneció junto a ella, con una mano apoyada en la espalda parareconfortarla, mientras el carruaje doblaba la esquina y se encaminaba hacia lacalle principal. Con tristeza, _______ se despidió con un gesto de la manomientras se preguntaba cómo se las arreglarían sin ella.
Tras llevarla al interior de la casa, Nick cerró la puerta.
—Es lo mejor —le aseguró.
—¿Para ellos o para nosotros?
—Para todos. —Con una leve sonrisa, la giró para que quedara en frente a él—.Te aseguro que las siguientes semanas pasarán muy deprisa. Y, entretanto, va aestar usted muy ocupada, señora Jonas. Para empezar, tenemos una cita estamañana con el arquitecto que nos va a mostrar los planos de la casa, y luegotendrás que decidirte entre dos solares que nuestro agente ha encontrado enMayfair. ________ dejó caer la cabeza contra el pecho de su marido.
—Gracias a Dios. Comenzaba a creer que nunca dejaríamos el Rutledge. No es queno me haya divertido, no te ofendas, pero todas las mujeres queremos un hogarpropio y... —Se detuvo cuando se dio cuenta de que Nick jugueteaba con supeinado—. Nicholas—le advirtió—, ni se te ocurra quitarme las horquillas. Nosabes el esfuerzo que requiere peinarme el pelo de esta manera y... —Suspiró ylo miró ceñuda cuando sintió que se le deshacía el peinado y escuchó elgolpeteo metálico de las horquillas caer al suelo.
—No puedo evitarlo. —Sus dedos se afanaron para deshacerle la trenza—. Tienesun cabello increíblemente hermoso. —Se llevó un sedoso mechón a la cara y sefrotó la mejilla con él—. Es tan suave... Y huele a flores. ¿Cómo consigues quehuela tan bien?
—Jabón —replicó _______ con sequedad, al tiempo que ocultaba el rostro contrasu pecho para ocultar la sonrisa—. De hecho, con el jabón de los Bowman. Selename dio un poco; su padre les envía cajas desde Nueva York.
—Hummm. No me extraña que sea millonario. Todas las mujeres deberían oler así.—Enlazó los dedos en el pelo de ________ y se inclinó para acariciarle elcuello con la nariz— ¿Dónde más lo usas? —preguntó en un susurro.
—Te invitaría a que lo descubrieras —dijo—, pero tenemos que reunirnos con elarquitecto. ¿O ya no te acuerdas?
—Puede esperar.
—Lo mismo que tú —replicó _______ con seriedad, a pesar de que sentía que unacarcajada burbujeaba en su garganta—. Por el amor de Dios, Nicholas, ni queestuvieras tan necesitado. He destinado gran parte de mis esfuerzos asatisfacer...
Nick la besó con tanta calidez y de una forma tan persuasiva que todopensamiento racional se desvaneció de su cabeza. Sujetándola por el pelo conambas manos, la empujó hasta apoyarla contra la pared de la entrada y le metióla lengua en la boca para darse un lánguido festín hasta que ________ sintióque la cabeza le daba vueltas y se vio obligada a hundir los dedos en lasmangas de su chaqueta. Poco a poco él apartó sus labios y le mordió consuavidad en la garganta. Le murmuró cosas que la dejaron desconcertada,expresándose con palabras que nada tenían que ver con la poesía, sino con lacruda sencillez de un hombre cuya pasión por ella no conocía límites.
—Cuando se trata de ti, no tengo control alguno. Lo único en lo que piensocuando no te tengo a mi lado es en estar dentro de ti. Odio todo lo que temantiene apartada de mí.
Llevó las manos a la espalda de su vestido para tirar, con fuerza, y _______ jadeóal notar cómo las hileras de botones cedían y las pequeñas cuentas de marfilvolaban por todas partes. Nick ahogó el sonido con su propia boca y le deslizóel vestido por los brazos al tiempo que pisaba deliberadamente el dobladillo.El maltratado tejido se desgarró y cayó al suelo. A continuación, atrajo a suesposa contra su cuerpo y le sujetó las muñecas con el fin de guiar las manoshasta su entrepierna. _________ aspiró con fuerza cuando sus dedos se amoldarona la dura extensión de su erección y entrecerró los ojos.
—Quiero hacerte gritar; quiero que me arañes y que te desmayes en misbrazos—susurró, y la incipiente barba le raspó la piel—. Necesito tocarte portodas partes, por dentro y por fuera, tan lejos como pueda llegar... —Cediendoa un deseo salvaje, se detuvo y aplastó los labios de ________ con firmepresión, como si el sabor, de su boca fuera un exótico afrodisíaco que lollevara a la locura._________ apenas sedio cuenta de que Nick buscaba en sus bolsillos justo antes de que algotironeara de los cordones de su corsé... Los había cortado con la navaja,comprendió al sentir que la presión de las ballenas cedía alrededor de suscostillas y su cintura.
A sabiendas de que estaba a punto de que Nick la sedujera en la entrada delhogar de su familia, _______ se apartó de él, sonriendo y temblando a la vez.Incluso en los momentos de mayor excitación, él siempre parecía conservar unabrizna de autocontrol, como si refrenara cuidadosamente la fuerza de su pasión.Ella nunca había temido un comportamiento poco caballeroso por su parte...hasta aquel momento. Su marido presentaba un aspecto casi salvaje, con elrostro oscurecido por un rubor nada habitual. El corazón comenzó a martillearlecontra las costillas y tuvo que humedecerse los labios. El nervioso movimientode su lengua atrajo de inmediato la atención de Nick, que clavó la mirada en suboca con sorprendente intensidad.
—Mi dormitorio... —consiguió decir ella, al tiempo que se giraba hacia lasescaleras y comenzaba a subir con piernas temblorosas. No obstante, tras unoscuantos escalones, sintió que Nick se acercaba a ella, la atrapaba entre suspoderosos brazos y la obligaba a darse la vuelta. Antes de que pudiera emitirsonido alguno la levantó en brazos y siguió subiendo las escaleras con unafacilidad pasmosa.
Una vez dentro de su antiguo dormitorio, ella se dio cuenta del fuertecontraste entre la figura oscura de Nick y los pálidos y ajados volantes, losencajes raídos, y las muestras de costura enmarcadas que sus propias manosinfantiles habían confeccionado. Él la desvistió sin miramientos y la tendióentre las sábanas, que carecían de almidón y tenían un ligero olor a humedad,puesto que nadie había dormido allí desde hacía mucho. En poco tiempo, lasropas de Nick se reunieron con las de ella en el suelo, tras lo cual, su cuerpocubrió el de ________. Ella respondió a su urgencia con un inequívoco deseo,extendiendo los brazos para abrazarlo y abriendo las piernas al primer roce desus manos. Entró en ella de inmediato, penetrándola con una embestida fuerte y _________gimió y se puso tensa mientras su cuerpo luchaba por amoldarse a él. En cuantoestuvo dentro de ella, sus caricias se volvieron más tiernas; la urgencia quelo había poseído se transformó en una vehemencia arrebatadora. _________ tuvola sensación de que el cuerpo de su marido había sido creado para complacerla:desde la satinada dureza de sus músculos y el espeso vello que le cosquilleabaen los pezones, hasta el aroma y el sabor que embriagaba sus sentidos.
Abrumada por una intimidad tan devastadora, _______ sintió que los ojos se lellenaban de lágrimas mientras Nick la tranquilizaba con suaves murmullos, sindejar de embestir con las caderas con movimientos más lentos y profundos,tomando más de ella de lo que ________ se habría creído capaz de dar. Él leatrapó los labios con los suyos y absorbió los erráticos suspiros al tiempo quese movía con fuertes y calculados envites que consiguieron que ella tensaratodos y cada uno de sus músculos. ________ gimió contra su boca, suplicándolesin palabras que la llevara hasta la culminación. Cuando por fin accedió, Nick aceleróel ritmo y la transportó a un clímax tan intenso que transformó aquella uniónen algo terrenal, sublime y sobrecogedor.
Minutos más tarde, ________ trató de abrirse camino entre el aturdimiento queabotargaba sus sentidos mientras yacía desmadejada sobre el cuerpo de Nick conla mejilla apoyada contra su hombro. Jamás se había sentido tan saciada... eracomo si todas sus terminaciones nerviosas palpitaran de placer. Y, sin embargo,había percibido algo nuevo en aquella forma de hacer el amor: un cenitinalcanzable que iba más allá de lo que acababan de compartir... unaposibilidad que aún no se había materializado y que se encontraba justo fuerade su alcance. Un sentimiento..., un deseo..., algo prometedor que no teníanombre. Cerró los ojos y disfrutó de la cercanía de sus cuerpos mientras esaescurridiza promesa vagaba sobre ellos como un fantasma benevolente.
Cada vez más curiosa acerca del proyecto que requería tanta atención por partede su marido, _________ le pidió a Nick que la llevara de visita al lugar dondese construían las locomotoras, pero sólo se topó con negativas, evasivas ytácticas dilatorias que tenían como objeto evitar que fuera a aquel lugar. Aldarse cuenta de que por alguna razón, Nick no quería llevarla, la determinaciónde ________ se hizo más firme.
—Sólo una visita corta —insistió una noche—. Lo único que quiero es echarle unvistazo. No tocaré nada. Por el amor de Dios, después de haber escuchado hablartanto de las locomotoras, ¿no me merezco verlas?
—Es demasiado peligroso —replicó Nick con rotundidad—. A una mujer no se le haperdido nada en un sitio lleno de maquinaria pesada y tanques de miles delitros de sopa del infierno...
—Llevas semanas diciéndome lo seguro que es y que no tengo ninguna razón enabsoluto para que me preocupe cuando vas allí ¿y ahora me vienes con que espeligroso?
Al darse cuenta de su error táctico, Nick gruñó.
—El hecho de que sea seguro para mí no significa que lo sea también para ti.
—¿Por qué no?
—Porque eres una mujer.
Hirviendo igual que uno de los tanques de sopa del infierno que él acababa demencionar, _______ lo miró con los ojos entrecerrados.
—Responderé a ese comentario en un segundo —murmuró—... en cuanto consigareprimir el impulso de golpearte con el primer objeto pesado que encuentre.
Nick comenzó a pasearse de un lado a otro por el salón; la frustración quesentía era patente en cada músculo de su cuerpo. Se detuvo delante del canapéen el que estaba sentada y se inclinó sobre ella.
—_______ —comenzó con brusquedad—, visitar una fundición es como mirar a travésde las puertas del infierno. Garantizamos la seguridad en la medida de loposible, pero, a pesar de eso es un lugar ruidoso, tosco y muy sucio. Y sí,siempre existe la posibilidad de que algo salga mal, y tú... —Se detuvo parapasarse las manos por el pelo, tras lo que miró a su alrededor con impaciencia,como si de repente le costara trabajo mirarla a los ojos. Con un considerableesfuerzo, se obligó a continuar—: Eres demasiado importante para mí como paraarriesgar tu seguridad. Tengo la responsabilidad de protegerte.
Los ojos de __________se abrieron de par en par. Se sentía conmovida y más quesorprendida por la confesión de qué era importante para él. Mientras se mirabanen silencio, fue consciente de una tensión muy especial..., una tensión que noresultaba desagradable, pero sí bastante inquietante. Apoyó la mejilla en lamano y lo estudió con detenimiento.
—Agradezco de todo corazón que quieras protegerme —musitó—. Sin embargo, noquiero que me encierren en una torre de marfil. —Al sentir la lucha interiorque experimentaba Nick, continuó con un tono razonable—. Quiero saber másacerca de lo que haces cuando no estás a mi lado. Quiero ver el lugar que estan importante para ti. Por favor.
Nick reflexionó en silencio un instante. Cuando respondió, en su voz seapreciaba una inconfundible aspereza.
—De acuerdo. Dado que es evidente que no me vas a dejar tranquilo si no accedo,te llevaré mañana. Pero no me culpes si te desilusiona lo que ves. Ya te headvertido de lo que hay.
—Gracias —respondió ________ con satisfacción y le dedicó una radiante sonrisaque palideció un poco al escuchar las palabras que él dijo a continuación.
—Por suerte, Westcliff también visitará la fundición mañana, así que será unaoportunidad magnífica para que los dos os conozcáis mejor.
—Qué maravilla —replicó ________ en un débil intento de cortesía al tiempo queluchaba contra la tentación de empezar a maldecir ante la noticia.
Todavía no había perdonado al conde los hirientes comentarios que había hechoacerca de ella, por no mencionar la predicción de que su matrimonio arruinaríala vida de Nick. No obstante, si Nick creía que la idea de pasar un poco detiempo con un asno pomposo como Kevin iba a disuadirla, se iba a llevar unasorpresa. Se obligó a componer una sonrisa y pasó el resto de la nochemeditando acerca de lo triste que era el hecho de que una esposa no pudieraelegir a los amigos de su marido.
Bien entrada la mañana siguiente, Nick llevó a _______ a la propiedad de más detres hectáreas donde se hallaba la Consolidated Locomotive. Sobre las hilerasde edificios, de los que salía ruido constante, se alzaba una miríada deenormes chimeneas que expelían el humo sobre los patios y las callescircundantes. La extensión de la fundición era mucho mayor de lo que _________había imaginado, ya que comprendía maquinaria tan enorme que casi la dejaba sinhabla. El primer lugar que visitaron fue el talle de montaje, donde seencontraban nueve motores de locomotoras en diferentes fases de producción. Elobjetivo de la empresa era producir quince motores el primer año y doblar esacantidad al siguiente. Dado que sabía que el desembolso de la compañía era demedia, de un millón de libras por semana, con una capitalización que doblabaesa cantidad, ________ se quedó mirando a su marido con la boca abierta por elasombro.
—Santo Cielo —dijo con desmayo—, ¿pero cuánto dinero tienes? —Los ojos oscurosde Nick brillaron con diversión ante una pregunta tan maleducada. Se inclinópara murmurarle al oído:—Soy lo bastante ricocomo para que no le falten los botines, señora.
La siguiente parada fue en el taller de diseño, donde los planos de las piezasse estudiaban con todo detalle y se construían prototipos de madera según lasespecificaciones. Más tarde, Nick le explicó que esos modelos de madera seutilizarían para crear modelos en los que se vertía el hierro fundido y sedejaba enfriar. Fascinada _________ le hizo una batería de preguntas acerca delproceso de fundición y del funcionamiento de las máquinas de remaches y lasprensas hidrostáticas, además de interesarse por el motivo por el cual elhierro que se enfriaba rápidamente era más resistente que el que se enfriaba conlentitud. A pesar de los recelos que Nick había albergado en un principio,parecía estar disfrutando de su papel de guía a través de los edificios,sonriendo de vez en cuando ante la expresión absorta de su esposa. La guió consumo cuidado por la fundición, donde ella, descubrió que la comparación quehabía hecho con el infierno no era una exageración. No tenía nada que ver conlas condiciones de los trabajadores, a quienes parecía tratárseles muy bien, nitampoco con los edificios, que estaban más o menos organizados. Se debía más ala naturaleza del trabajo en sí, que parecía una especie de manicomioorganizado en el que el humo, el ruido atronador y el brillante rojo de loshornos proporcionaban un telón de fondo agobiante para un grupo de trabajadorescon demasiadas capas de ropa que cargaban con tenazas y martillos. Sin dudaalguna, los esbirros del diablo no estaban tan bien sincronizados a la hora derealizar sus tareas como esos empleados. Mientras se movían a través de unlaberinto de fuego y hierro, los trabajadores se agachaban bajo los ejes de lasenormes grúas y los tanques de sopa del infierno, deteniéndose de vez en cuandopara dejar que unas grandes planchas de metal pasaran por delante de ellos. _________era consciente de alguna que otra mirada curiosa lanzada en su dirección, pero,en su mayor parte, los trabajadores estaban demasiado absortos en su trabajocomo para permitirse distracción alguna.
Había grúas de transporte a lo largo de todo el centro de la nave que elevabana más de seis metros de altura los vagones llenos de mineral de hierro,fragmentos de este metal, y hulla, y los transportaban hasta varios hornoscilíndricos. La mezcla de hierro se cargaba por la parte superior de loshornos, donde se fundía y se pasaba por unas aspas gigantes para luego verterel resultado en moldes, a los que llegaba mediante otras grúas. El olor acombustible, metal y sudor humano confería al ambiente cierto aspecto nebuloso.________ se acercó de forma instintiva a Nick mientras observaba cómo se vertíael hierro fundido desde los tanques a los moldes.
Molesta por los enervantes quejidos y crujidos del metal que se estabadoblando, el incesante siseo de la maquinaria de vapor y el eco de los golpesde un enorme yunque que manejaban entre seis hombres, ________ no podía evitardar un respingo cada vez que el ruido asaltaba sus oídos. De inmediato, sintióque el brazo de Nick le rodeaba los hombros mientras éste entablaba una charladistendida, aunque a gritos, con el jefe del taller de montaje, el señor Mawer.
—¿Todavía no ha visto a lord Westcliff? —Preguntó Nick—. Tenía pensado llegar ala fundición a mediodía... y nunca lo he visto llegar tarde antes.
El trabajador de mediana edad se enjugó el sudor de la cara con un pañuelo altiempo que dejaba oír su réplica.
—Creo que el conde está en el patio de montaje, señor Jonas. Estaba preocupadopor las dimensiones de las nuevas piezas cilíndricas y quería inspeccionarlasantes de que las montáramos.
Nick miró de soslayo a ________.
—Vamos a salir —le dijo—. Hace un calor de mil demonios y hay demasiado ruidocomo para esperar a Westcliff aquí dentro.
Aliviada ante la perspectiva de escapar del incesante ruido de la fundición, ________aceptó de inmediato. Puesto que ya había echado un buen vistazo a aquel lugar yhabía satisfecho su curiosidad, estaba más que dispuesta a marcharse, aunqueeso significara verse obligada a pasar algún tiempo en compañía de lordWestcliff. Cuando Nick se detuvo para intercambiar unas últimas palabras conMawer, _________ observó cómo se empleaba un fuelle accionado por vapor parainsuflar aire en el enorme horno central. El chorro de aire conseguía que elmetal se desplazara hacia unas calderas cuidadosamente colocadas que conteníanvarios miles de litros de líquido inestable.
Un trozo de hierro particularmente grande cayó contra la puerta de carga en laparte superior del horno... Al parecer, era demasiado grande, ya que elencargado gritó con furia al trabajador que había cargado el vagón. _________ entrecerrólos ojos para observarlos con más atención. Unos gritos de advertenciaprocedentes de los hombres que había en la parte superior de la galeríaanunciaron otro chorro de aire proveniente del fuelle... y, en ese momento,estallo el desastre. El hierro fundido rebosó con suma rapidez de las calderasy cayó, aún hirviendo, desde el horno; parte de él acabó sobre las grúas detransporte. Nick hizo una pausa en su conversación con el señor Mawer y amboshombres levantaron la vista al mismo tiempo.
—Santa Madre de Dios —escuchó ________ que exclamaba su marido.
Apenas tuvo tiempo de atisbar su rostro antes de que la tirara al suelo y lacubriera con su cuerpo. Justo entonces dos bolas de sopa del infierno deltamaño de calabazas cayeron en los pilones de enfriamiento que tenían debajoprovocando explosiones instantáneas.
El impacto de las explosiones fue como una sucesión de golpes que sacudieran sucuerpo por entero. No le quedaba aliento para gritar, ya que Nick la aplastabay le protegía la cabeza con los hombros. Y, después...
Silencio.
Al principio, pareció que la propia tierra se hubiera detenido en seco.Desorientada, ________ parpadeó para aclararse la vista y, en ese momento, susojos se vieron asaltados por el intenso resplandor de las llamas, sobre las quese recortaban las amenazadoras siluetas de las máquinas como si fueran un grupode monstruos salidos de un bestiario medieval. Las oleadas intermitentes decalor que la golpeaban eran tan intensas que amenazaban con arrancarle la carnede los huesos. Los trozos y esquirlas de metal volaban en remolinos por todaspartes como si hubieran sido disparadas por un arma. Estaba rodeada por unavorágine de caos en movimiento, todo ello envuelto en un silencio sobrecogedor.De pronto, sintió una especie de presión en los oídos que fue seguida pocodespués por un agudo pitido.
Alguien trataba de levantarla del suelo. Nick tiró de sus brazos con fuerza yla puso en pie en un único movimiento. Incapaz de resistir el ímpetu, chocócontra el pecho de su marido. Le estaba diciendo algo... Casi podía distinguirel sonido de su voz y comenzó a escuchar pequeñas explosiones y el rugir delfuego de trasfondo, a medida que éste se alimentaba del edificio. Se quedómirando el rostro pétreo de Nick en un intento por comprender sus palabras,pero la distrajo una lluvia de esquirlas de metal que azotó su cara y su cuellocomo un enjambre de molestos insectos. Llevada más por el instinto que por larazón, no pudo evitar dar un manotazo al aire como una estúpida.
Nick la empujó y comenzó a arrastrarla a través de aquel infierno al tiempo queintentaba protegerla con su cuerpo. Una gigantesca caldera rodó delante deellos y comenzó a arrollar todo lo que encontraba a su paso sin que nadapudiera detenerla. Con una maldición, Nick la obligó a retroceder cuando elobjeto pasó con un ruido atronador junto a ellos. Había hombres por todaspartes, empujando, intentando salir, gritando, histéricos por la necesidad desobrevivir mientras se dirigían hacia las salidas situadas a ambos lados deledificio. Una nueva andanada de explosiones, acompañada por el fragor deinnumerables gritos, sacudió la fundición. Hacía demasiado calor para respirar,por lo que ________ se preguntó, sumida en una especie de sopor, si no sequemarían vivos ante de poder alcanzar la puerta siquiera.
—Nicholas —gritó al tiempo que se colgaba de su cintura—. Ahora que lo hepensado mejor, creo que tenías razón.—¿Sobre qué? —preguntóél con la mirada fija en la entrada de la fundición.
—¡Este lugar es, sin duda alguna, demasiado peligroso para mí!
Nick se agachó para echársela sobre el hombro y la llevó por encima de lasgrúas desplomadas y la maquinaria rota, con una mano firmemente ancladaalrededor de sus rodillas. Colgada de esa guisa incapaz de hacer nada, ________vio unos cuantos agujeros en la chaqueta de Nick de los que manaba la sangre yse dio cuenta de que la explosión había clavado esquirlas de metal en suespalda mientras la protegía con el cuerpo. Sorteando un obstáculo tras otro, Nickconsiguió alcanzar la enorme puerta y dejó a ________ en el suelo. Sesorprendió cuando él la empujó con firmeza hacia otra persona, a la que ordenóa voz en grito que la sujetara. Al darse la vuelta, ________ se dio cuenta deque Nick la había dejado en manos del señor Mawer.
—Sáquela de aquí —le ordenó con voz ronca—. No se detenga; hasta que ella estébien lejos del edificio.
—¡Sí, señor!
El jefe de taller sujetó a ________ con un apretón del que le resultó imposiblezafarse.
________ volvió la vista hacia Nick mientras la arrastraban por la fuerza haciala entrada.
—¿Qué vas a hacer?
—Tengo que asegurarme de que todo el mundo consigue salir. Se sintió atravesadapor una oleada de pánico.
—¡No! Nicholas, ven conmigo...
—Saldré en cinco minutos —contestó con brusquedad. El rostro de ________ seconvulsionó y los ojos se le llenaron de lágrimas de furia y pavor. —En cincominutos el edificio habrá quedado reducido a cenizas.
—No se detenga —le dijo su marido a Mawer antes de darse la vuelta.
—¡Nicholas! —chilló ________, que se negó a caminar cuando lo vio desapareceren la fundición. El tejado se hundía pasto de una llamarada azul mientras lamaquinaria que había dentro del edificio crujía y se retorcía bajo el intensocalor. El humo emergía de las puertas y se arremolinaba en columnas negras quecontrastaban con las nubes blancas que coronaban el cielo. _______ no tardó endarse cuenta de que oponerse a la fuerza de Mawer era inútil. Inspiró confuerza el aire del exterior y comenzó a toser cuando sus irritados pulmonestrataron de expulsar el humo viciado. Mawer no se detuvo hasta que la dejó enun camino de grava con la orden de que se quedara allí.
—Su marido saldrá —le dijo—. Puede quedarse aquí y esperarlo. Prométame que nova a moverse, señora Jonas... Yo tengo que hacer el recuento de mis hombres ylo último que necesito es que usted me cause más problemas.
—No me moveré —respondió ________ de forma automática, sin dejar de mirar lapuerta de la fundición—. Váyase.
—Sí, señora.
Permaneció inmóvil sobre la grava, con la mirada perdida en la puerta de lafundición mientras un frenesí de actividad rugía a su alrededor. Algunoshombres pasaban a la carrera por su lado mientras otros se agachaban junto alos heridos. Unos cuantos, como ella misma, permanecían quietos como estatuas,observando el resplandor con la mirada vacía. El fuego rugía con tanta fuerzaque la tierra vibraba, y su intensidad crecía cada vez más a medida que ibaconsumiendo el edificio. Un puñado de hombres acercaba una bomba de mano aledificio; sin duda, la tenían allí para las posibles emergencias, en caso deque no hubiera tiempo suficiente para ir en busca de ayuda. Los hombrestrataban con desesperación de conectar la manguera de piel a una cisternasubterránea. Repartidos a cada lado de la bomba, asieran la larga palanca ycomenzaron a moverla al unísono con el fin de producir la presión necesariapara llenar la cámara de aire del motor, lo que elevaría un chorro de agua atreinta metros por encima del suelo. El esfuerzo resultó tristemente ineficazcontra la magnitud de semejante infierno.
Los minutos de espera transcurrían con tal lentitud que a _________ le parecíanaños. En un momento dado, sintió que sus labios comenzaban a moverse en unasilenciosa plegaria.
«Nicholas, sal... Nicholas, sal.»
Media docena de figuras salieron dando tumbos por la puerta, con los rostros ylas ropas tiznadas por el humo. ________ los recorrió con avidez con la mirada.Al darse cuenta de que su marido no se encontraba entre ellos, volvió aconcentrar su atención en la bomba de mano. Los hombres habían dirigido elchorro de agua hacia el edificio adyacente para empaparlo, con la esperanza deevitar que el fuego se propagara. _______ sacudió la cabeza con incredulidad aldarse cuenta de que habían dado la fundición por perdida. Habían renunciado atodo lo que había dentro..., entre lo que se incluía a cualquier persona quehubiera quedado atrapada. Decidida a no quedarse cruzada de brazos, corrióhacia el otro extremo de la fundición y escudriñó desesperadamente a lamultitud que se había congregado allí, en busca de su marido.
Al ver que uno de los jefes de taller hacía el inventario de los trabajadoresde la fundición evacuados, ________ se acercó a él.
—¿Dónde está el señor Jonas? —preguntó de buenas a primeras, aunque tuvo querepetir la pregunta antes de que el hombre le prestara atención. El trabajadorapenas la miró mientras le contestaba con distraída impaciencia.
—Se ha producido otro derrumbe. El señor Jonas estaba ayudando a liberar a unode los trabajadores que quedó atrapado bajo los escombros. Nadie lo ha vistodesde entonces.
A pesar del calor infernal que emanaba de la fundición, ________ sintió que elfrío la consumía. El temblor se apoderó de su voz.
—Si hubiera sido capaz de salir —dijo—, ya lo habría hecho a estas alturas. Necesitaayuda. ¿No puede entrar alguien para buscarlo? —El jefe de taller la miró comosi estuviera loca.
—¿Entrar en ese infierno? Sería un suicidio.
Acto seguido, le dio la espalda para acercarse a un hombre que yacía tirado enel suelo y le colocó una chaqueta doblada bajo la cabeza. Cuando volvió adirigir la vista hacia el lugar donde se encontraba __________, ella habíadesaparecido. FIN DEL CAPÍTULO 25
Dayi_JonasLove!*
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
nooooooooooooooooooooo nick!!!!!!!
Lloee pliss siguela o mirireeee
Lloee pliss siguela o mirireeee
Faby Evans Jonas
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
no no puede ser no le puede pasar naada a nick noo por favor
siguela pronto no nos dejes con esta angustia mucho tiempo sino moriremos
siguela pronto no nos dejes con esta angustia mucho tiempo sino moriremos
MissKeynes96
Re: "Secretos De Una Noche De Verano" (Nick&Tú)
Capítulo26: ¡Capítulo Final!
Si alguien se percató de que unamujer estaba entrando en el edificio, nadie trató de detenerla. _______ secubrió la boca con un pañuelo y se abrió camino a través de las nubes de humoacre que arrancaban regueros de lágrimas de sus ojos entrecerrados. El fuego,que había comenzado al otro lado de la fundición, se estaba extendiendo através de las vigas con voluptuosas oleadas de color azul, blanco y amarillo.Sin embargo, más pavoroso que el calor abrasador era el ruido: el rugido de lasllamas, los chirridos y gemidos del metal que empezaba a doblarse o lostintineos de la maquinaria, pesada que chasqueaba como si fuera el juguete deun niño que alguien pisa hasta aplastado. De forma ocasional, el metal líquidoburbujeaba y lo salpicaba todo en forma de explosiones de metralla.
Recogiéndose las faldas, _______ se tambaleó sobre los escombros al rojo vivoque le llegaban a la altura de la rodilla sin dejar de gritar el nombre de Nick,aunque su voz quedaba amortiguada por la cacofonía de ruidos. Cuando ya casi sehabía resignado a no encontrarlo, percibió movimiento entre los restos quecubrían el suelo.
Con un grito, corrió hacia la gran figura que yacía en el suelo. Era Nick, vivoy consciente, con la pierna atrapada bajo el mástil de acero de una grúa caída.Cuando la vio, su rostro cubierto de hollín esbozó una mueca de horror yforcejeó para incorporarse.
—________ —dijo con voz ronca, pero tuvo que hacer una pausa cuando lesobrevino un ataque de tos—. ¡Maldita sea, no! ¡Lárgate de aquí! ¿Qué demoniosestás haciendo?
Ella meneó la cabeza, ya que no estaba dispuesta a desperdiciar su aliento canuna discusión. La grúa era demasiada pesada para que ninguno de ellas pudieradesplazarla... Tenía que encontrar algo... algo con lo que pudiera hacerpalanca para sacarlo Se enjugó los ojos llenos de lágrimas y rebuscó entre unapila de piezas de la fundición, piedras rotas y un montón de contrapesas. Todaestaba cubierta con una capa de aceite y hollín que la hacía resbalar a cadapaso que daba a través de los escombros. Una hilera de palancas giratoriasdescansaba sobre una pared que se tambaleaba, algunas de las cuales eran másaltas que ella. Llegó hasta las ruedas y encontró una pila de bielas y ejes tangruesas como su puño. Aferró una de las pesadas bielas llenas de grasa y tiróde ella para arrastrarla hacia su marido.
Le bastó echar un vistazo a Nick para darse cuenta de que, de haber podidoponerle las manos encima, la habría matado en el acto.
—_______ —rugió entre espasmos de tos—, ¡sal de este edificio ahora mismo!
—No piensa irme sin ti. —Descubrió a tientas un bloque de madera que anteshabía estado en el extremo de un brazo hidrostático.
Sin dejar de girar y retorcer su pierna atrapada, Nick le dedicó una salva deamenazas y juramentas mientras ella arrastraba el bloque de madera hasta él ylo empujaba contra la grúa.
—¡Es demasiado pesado! —gruñó él mientras la observaba forcejear con la biela.¡No puedes moverla! Vete de aquí. ¡Maldita sea, _______...!
Jadeando por el esfuerzo, ________ colocó la biela sobre el bloque de madera eintrodujo el extremo bajo la grúa. Empujó hacia abajo utilizando todo su peso.La grúa permaneció inmutable en su lugar, indiferente ante sus esfuerzos. Conun siseo de frustración, forcejeó con la palanca hasta que la biela soltó uncrujido de protesta. Era inútil: la grúa no se movería.
De pronto, se escuchó un fuerte crujido y varias esquirlas de hierro volaranpor los aires, por lo que ________ se vio obligada a agacharse y cubrirse lacabeza. Sintió un golpe en el brazo que la sacudió con fuerza suficiente paraenviarla al suelo. Notó un dolor agudo en la parte superior del brazo y, albajar la mirada, descubrió que tenía un trozo de metal incrustado en la carne yla manga del vestido estaba salpicada de brillante sangre roja. Gateó hasta Nicky sintió cómo la apretaba contra su pecho, sirviéndole de escudo hasta que lalluvia de trazas de hierro hubo amainado.
—Nicholas —jadeó al tiempo que pasaba la mirada en los ojos de su marido,inyectados en sangre a causa del humo—, tú siempre llevas una navaja. ¿Dóndeestá?
Nick se quedó inmóvil cuando comprendió lo que implicaba aquella pregunta. Porun instante, _______ vio cómo sopesaba la posibilidad, pero después sacudió lacabeza.
—No —dijo con voz ronca—. Aun cuando pudieras cortarme la pierna, no podríasarrastrarme fuera de aquí. —La empujó para apartada de él—. Ya no quedatiempo... Tienes que salir de esta maldita fundición. —Cuando vio la negativaen el rastro de _________, sus rasgos reflejaron un miedo terrible, no, por él,sino por ella—. Por Dios, _______ —gimió, finalmente dispuesto a suplicar—, no,hagas esto. Por favor. Si te importo algo... —Un estremecimiento de tos hizoque se detuviera—. Vete. ¡Fuera!
Por un instante, ________ casi deseó obedecerlo; fue un instante en el que lasganas de escapar de aquella pesadilla infernal en que se había convertido lafundición en llamas estuvieron a punta de abrumarla. Sin embargo, cuando logróponerse en pie y mirarlo, tan grande y tan indefenso, no pudo obligarse aabandonar el lugar. En cambio, cogió la biela una vez más y volvió a colocarlasobre el bloque de madera, a pesar del intenso dolor de su hombro herido. Elrugido de la sangre en los oídos le imposibilitaba distinguir los bramidos de Nickdel estrépito del edificio que se tambaleaba sobre ellas. Y eso fue deagradecer, ya que él parecía loco de furia. Empujó y se colgó de la palancamientras sus torturados pulmones se esforzaban por conseguir algo de aire y secolapsaban en respuesta. Las cosas se volvieron borrosas a su alrededor, perocontinuó empleando todas las fuerzas que le quedaban sobre la barra de hierro,sirviéndose de su poco peso para tratar de moverla. De pronto, sintió que algoagarraba la parte trasera de su vestido. Si le hubiera quedado algo de alientopara gritar, lo habría hecho. Con un susto de muerte, ________ se quedó rígidacuando sintió que la echaban hacia atrás y le arrancaban las manos de la barra.Entre toses y sollozos, observó a través del humo una silueta oscura y esbeltapor detrás de ella. Una voz fría reverberó en sus oídos.
—Yo levantaré la grúa. Usted encárguese de sacarle la pierna a mi señal.
Reconoció ese tono de voz autocrático incluso antes de verle bien la cara. KevinWestcliff, pensó con perplejidad. Sin duda, era el conde, con su camisa blancadesgarrada y sucia y el rostro cubierto de hollín. A pesar de su desarreglo,parecía sereno y muy dispuesto mientras la instaba a ir hacia Nick. Alzando labarra de hierro con facilidad, el conde ajustó de manera experta la palancabajo el mástil de la grúa. Si bien era de estatura media, su cuerpo esbelto erasólido y estaba increíblemente en forma debido a los años de intenso ejerciciofísico. Mientras Kevin empujaba hacia abajo con una poderosa embestida, ________escuchó los chirridos y crujidos del metal, tras lo cual la enorme grúa selevantó unos pocos, aunque, cruciales, centímetros. El conde le gritó a _______,que tiró frenéticamente de la pierna de Nick, ignorando el gruñido de agoníaque emitió su marido al rodar para quedar libre del objeto que lo aplastaba.
Westcliff dejó caer la grúa, que produjo un tremendo estruendo, y se dispuso aayudar a Nick a ponerse en pie colocando uno de sus amplios hombros bajo elbrazo del hombre para que apoyara el peso del lado herido. ________ se colocóal otro lado y dio un respingo cuando Nick la agarró con una fuerza brutal. Elhumo y el calor resultaban apabullantes, y a ______ le resultaba imposiblerespirar o ver algo o incluso pensar. Las toses sacudían sin descanso sudelgado cuerpo. De haber tenido que valerse por sus propios medios jamás habríasido capaz de encontrar el camino de salida de la fundición. Nick tiraba deella con una fuerza descomunal y, en ocasiones, la alzaba cuando cruzaban losescombros del suelo, que la golpeaban dolorosamente en los tobillos, lasespinillas y las rodillas. El tortuoso viaje parecía durar una eternidad y elavance resultaba cada vez más difícil, mientras la fundición se sacudía y rugíacomo una bestia que sobrevolara a su presa herida. La cabeza de ________comenzó a dar vueltas. Luchó por permanecer consciente cuando su visión sellenó de chispas resplandecientes y una tentadora oscuridad comenzó a cernirsesobre ellos.Jamás podría recordar el momentoen que salieron de la fundición con la ropa llena de hollín, el cabellochamuscado y la cara llena de manchas... Lo único que consiguió recordar mástarde fue que había un número incontable de manos que se extendían hacia ella yque sus doloridas piernas se vieron libres de pronto de la carga de sostener supropio peso. Después de desplomarse lentamente en los brazos de alguien, sintiócómo la alzaban mientras sus pulmones se esforzaban por aspirar aire puro. Lecolocaron un tejido desagradable y empapado sobre la cara, y unas manosdesconocidas se introdujeron bajo su vestido para desabrocharle el corsé. No ledio la más mínima importancia. Arropada por un estupor exhausto, se rindió aaquellas toscas atenciones y tragó el contenido del cazo de metal quepresionaron contra sus labios. Cuando ________ empezó a recuperar finalmente laconciencia, parpadeó unas cuantas veces para permitir que las lágrimas, quecalmaban el ardor de sus ojos, se extendiera por la superficie de sus globosoculares.
—¿Nicholas...? —murmuró al tiempo que forcejeaba para incorporarse. Consuavidad, la obligaron a permanecer tal y como estaba.
—Descanse un poco más —dijo una voz grave—. Su marido se encuentra bien. Algomagullado y un poco chamuscado, pero definitivamente a salvo. No creo que sehaya roto siquiera la maldita pierna.
Cuando recuperó por completo la conciencia, se dio cuenta con aturdido asombrode que estaba medio tumbada en el regazo de lord Westcliff, sobre el suelo, ycon el vestido parcialmente desabrochado. Echó un vistazo a los marcados rasgosdel conde y se dio cuenta que su tez morena estaba llena de manchas negras y deque su cabello estaba despeinado y sucio. El conde, impecable por lo general,tenía un aspecto tan amigable, desarreglado y asequible que apenas logróreconocerlo.
—Nicholas...— susurró.
—Lo están metiendo en mi carruaje en estos momentos. Resulta innecesario decirque está bastante impaciente por que se reúna con él. Voy a llevarlos a ambos aMarsden Terrace; ya he mandado a llamar a un médico, que se encontrará connosotros allí.— Kevin la alzó un poco más entre sus brazos—. ¿Por qué fue trasél? Podría haberse convertido en una viuda muy rica.
Aquella pregunta fue realizada sin burla alguna, pero con un interés que ladejó confundida. En lugar de responder, ________ concentró su atención en unamancha de sangre que el hombre tenía en el hombro.
—No se mueva —murmuró mientras utilizaba una de sus uñas rotas para sujetar unaesquirla de metal que emergía del tejido del camisa. La desprendió con rapidezy el rostro de Kevin reflejó una mueca de dolor.
El conde meneó la cabeza con incredulidad al contemplar la esquirla que ella lemostraba.
—Dios, ni siquiera me había dado cuenta—. _______ encerró el objeto entre susdedos y preguntó con cansancio:
—¿Por qué entró usted, milord?
—Después de que me informaran de que usted se había metido en un edificio enllamas en busca de su marido, creí conveniente ofrecer mis servicios... Quizásabrir una puerta, apartar algún objeto de su camino... Ese tipo de cosas.
—Resultó usted bastante útil —dijo _______, que utilizó deliberadamente elmismo tono aburrido del conde.
Kevin sonrió, lo que dejó al descubierto una hilera de blanquísimos dientestras su rostro ennegrecido por el humo.
Con mucho cuidado, el conde la ayudó a sentarse. Sin retirar el brazo de suespalda, cerró los broches de su vestido de una forma eficiente e impersonalsin apartar la vista de la manifiesta destrucción de la que había sido objetola fundición.
—Sólo han muerto dos hombres, aunque todavía hay uno desaparecido —murmuró—.Todo un milagro si consideramos la extensión del desastre.
—¿Significará esto el final de la fábrica de locomotoras?
—No; espero que podamos reconstruirla a la mayor brevedad—. El conde observócon afecto su rostro exhausto—. Más tarde, podrá explicarme lo que ocurrió.Ahora, permítame que la lleve hasta el carruaje.
_______ soltó un pequeño jadeo cuando el hombre se puso en pie y la cogió enbrazos.
—¡Oh! No hay ninguna necesidad...
—Es lo menos que puedo hacer. —Kevin la obsequió con otra de esas rarassonrisas mientras la acarreaba con asombrosa facilidad—. Tengo algunas cuentaspendientes en lo que a usted se refiere.
—¿Quiere decir que ahora cree que Nicholas me importa de verdad y que no mecasé con él sólo por su dinero?
—Algo así. Al parecer, me equivoqué con usted, señora Jonas. Le ruego queacepte mis más humildes disculpas.
Con la sospecha de que el conde pedía disculpas en muy raras ocasiones, y muchomenos humildes, ________ colocó los brazos alrededor de su cuello.
—Supongo que tendré que aceptarlas —dijo a regañadientes—, ya que nos hasalvado la vida.
Él la colocó de forma más cómoda en sus brazos.
—¿Firmamos la paz, entonces?
—Paz —concedió ella, que empezó a toser contra su hombro.
Mientras el médico atendía a Nick en el dormitorio principal de MarsdenTerrace, Kevin llevó a _______ a un lado y atendió personalmente la herida quetenía en la parte superior del brazo. Tras extraer los trozos de metal que sehabían clavado en su piel, desinfectó la zona con alcohol mientras ________gritaba de dolor. Embadurnó el corte con salvia, lo vendó de manera experta yle ofreció una copa de brandy para aliviar las molestias. Si él había añadidoalgo al brandy o si fue el cansancio lo que intensificó los efectos ________ nuncalo supo. Después de tragar dos dedos del oscuro liquido ambarino, la invadió elsueño y la cabeza empezó a darle vueltas. Fue evidente su mala articulacióncuando le dijo a Kevin que el mundo podía considerarse afortunado de que él nose hubiese unido a la profesión médica, a la que él contestó con seriedad queera muy cierto. Se tambaleó como si estuviera ebria con la intención de buscara Nick, pero fue disuadida con firmezapor el ama de llaves y un par de doncellas, que parecían decididas a bañarla.Antes de que ________ se diese cuenta de lo que ocurría en realidad, la habíanbañado y le habían colocado un camisón, que habían tomado prestado del armariode la anciana madre de Kevin, y yacía en una cama suave y limpia. Tan prontocomo cerró los ojos se hundió sin remedio en un sueño ligero. Para disgusto de _______,se despertó tarde a la mañana siguiente y tuvo que esforzarse por recordardónde estaba y qué había ocurrido. En cuanto su cerebro se concentró en Nicholas,salió a toda prisa de la cama y echó acorrer descalza por el pasillo sinprestar atención a las cosas hermosas que la rodeaban. Se cruzó con unadoncella, que apenas pareció sorprenderse por el aspecto de una mujer con elpelo suelto y desarreglado, el rostro arañado y enrojecido y un camisón que noera de su talla... Una mujer que, a pesar de haberse bañado a conciencia lanoche anterior, todavía apestaba a humo de la fundición.
—¿Dónde está? —preguntó ________ sin andarse por las ramas
Aunque pareciera increíble, la doncella comprendió la brusca pregunta y leindicó a ________ dónde se encontraba la habitación del señor, al final delpasillo.
Al llegar a la puerta abierta, ________ vio a lord Westcliff junto a una camaenorme donde Nick estaba sentado contra una pila de almohadones. Tenía el pechodesnudo y su torso y sus hombros parecían aun más bronceados debido alcontraste con el blanco níveo de las sábanas que tenía subidas hasta lacintura. ________ hizo una mueca al contemplar la profusión de emplastos quetenía sobre el pecho y los brazos, ya que podía hacerse una ligera idea deldolor que debía de haber sufrido cuando le retiraron tanta metralla. Los doshombres dejaron de hablar tan pronto como se dieron cuenta de su presencia. Nick,clavó la mirada en su rostro con una intensidad inquietante. La habitación secargó con una maraña invisible de emociones que los llenó a ambos de unaincómoda tensión. Cuando ________ contempló el rostro pétreo de su marido,ninguna palabra le pareció apropiada. Si hablaba con él en ese momento, no lediría más que una hipérbole pueril o un eufemismo absurdo. Ridículamenteagradecida por la presencia de Kevin como intermediario provisional, _______ ledirigió su primer comentario a él.
—Milord —dijo al tiempo que inspeccionaba las cortes y quemaduras quepresentaba su rostro—, parece el perdedor de una pelea de taberna.
El conde avanzó un poco, tomó su mano y ejecutó una reverencia impecable. Lasorprendió al depositar un caballeroso beso en el dorso de su muñeca.
—De haber participado alguna vez en una pelea de taberna, señora mía, leaseguro que no habría perdido.Aquello arrancó una sonrisa a ________,que no pudo evitar pensar que tan sólo veinticuatro horas antes, habíadespreciado ese arrogante aplomo, por más que en ese momento le resultara casiencantador. Kevin soltó su mano después de darle un apretón reconfortante.
—Con su permiso, señora Jonas, me retiro. No me cabe duda de que tienebastantes cosas que tratar con su marido.
—Gracias, milord.
En cuanto el conde abandonó la habitación, _______ se acercó a la cama. Nickapartó la mirada de ella con el ceño fruncido y la pronunciada estructura de superfil resplandeció bajo la luz del sol.
—¿Tienes la pierna rota? —preguntó ________ con voz ronca. Nick negó con lacabeza sin apartar la mirada del papel estampado con flores que cubría lasparedes de la habitación.
—Se curará pronto.
_______ lo acarició con la mirada, demorándose en la fuerte musculatura de susbrazos y su pecho, en sus manos de dedos largos y en el modo en que un oscuromechón de pelo caía sobre su frente.
—Nicholas —preguntó con suavidad—, ¿no piensas mirarme?
Los ojos del hombre se entrecerraron cuando se giró para observarla con furia.
—Me gustaría hacer algo más que mirarte. Me gustaría estrangularte.
Habría sido una estupidez por parte de _______preguntarle por qué, puesto queya lo sabía. En su lugar, esperó pacientemente mientras la garganta de Nick seconvulsionaba con violencia.
—Lo que hiciste ayer fue imperdonable —dijo él por fin.
Ella lo miró con incredulidad.
—¿Qué?
—Tumbado en aquel infierno, te pedí que cumplieras el que creí que sería elúltimo deseo de mi vida. Y tú te negaste.
—Tal y como han terminado las cosas, no fue tu último deseo —replicó _______ con cautela—. Sobreviviste, al igual que yo yahora todo está bien...
—Por supuesto que no está bien —le espetó Nick, cuyo rostro se oscurecía más ymás por la furia—. Jamás olvidaré lo que sentí al saber que ibas a morir allíconmigo y que no podía hacer una maldita cosa para detenerte. —Apartó la caracuando su voz se quebró debido a la carga de emociones.
________ estiró un brazo para acariciarlo, pero se contuvo con las manossuspendidas en el aire.
—¿Cómo pudiste pedirme que te dejara allí, herido y solo? No fui capaz dehacerlo.
—¡Deberías haber hecho lo que te dije! —________ ni siquiera se inmutó, ya quecomprendía que era el miedo lo que yacía bajo su furia.
—Tú no te habrías marchado si hubiera sido yo quien se encontrara en el suelode la fundición...
—Sabía que dirías eso —comentó con profundo desagrado—. Por supuesto que no tehabría dejado. Yo soy un hombre. Y se supone que los hombres deben proteger asus esposas.
—Y se supone que las mujeres deben servir de ayuda— contraatacó _______.
—Tú no me ayudaste —dijo Nick con los dientes apretados—. Me hiciste pasar uncalvario. Maldita sea, ________, ¿por qué no me obedeciste?
Ella respiró hondo antes de responder.
—Porque te amo.
Nick siguió sin mirarla a la cara mientras las delicadas palabras le producíanun evidente estremecimiento. Su enorme mano se cerró en un puño sobre la colchaal tiempo que sus defensas comenzaban a desmoronarse.
—Habría muerto un millón de veces —dijo con voz trémula— para evitarte el másmínimo daño y el hecho de que estuvieras dispuesta a arriesgar tu vida en unsacrificio sin sentido es más de lo que puedo soportar.
________ comenzó a sentir que le escocían los ojos al mirarlo, mientras lanecesidad y una inextinguible ternura se extendían como un dolor por todo sucuerpo.
—Me di cuenta de una cosa —dijo con voz ronca— cuando estaba de pie frente a lafundición viendo cómo las llamas consumían el edificio y sabiendo que túestabas dentro. —Tragó con fuerza para vencer el enorme nudo que tenía en lagarganta—. Prefería morir en tus brazos, Nicholas, que enfrentarme a una vidasin ti. Todos esos años interminables... todos esos inviernos, veranos... unsin fin de estaciones deseándote sin tenerte jamás. Convertirme en una ancianamientras tú permanecías por siempre joven en mis recuerdos... —Se mordió el labioy meneó la cabeza con los ojos cargados de lágrimas—. Me equivoqué al decirteque no sabía, cuál era mi lugar. Lo sé. Mi lugar está contigo, Nick. Lo únicoimportante es estar contigo. Estás atado a mí para siempre, y jamás teobedeceré cuando me digas que me marche. —Consiguió esbozar una sonrisatrémula—. Así que más te vale dejar de quejarte y resignarte a ello.
Con una rapidez sorprendente, Nick se giró y la arrastró contra él. Enterró surostro en la enredada maraña de cabello de _______ y su voz emergió como unangustiado gruñido.
—Dios mío, ¡no puedo soportarlo! No puedo dejarte salir todos los días temiendoa cada minuto que te ocurra algo, sabiendo que toda la cordura que poseo estáunida a tu bienestar. No puedo soportar este sentimiento... es demasiadofuerte... ¡Por todos los demonios! Me convertiré en un completo lunático. Novolveré a ser de provecho. Si pudiera reducirlo en alguna medida... amarteaunque sólo fuera la mitad... sería capaz de vivir con ello.
________ soltó una débil carcajada al escuchar aquella ruda confesión al tiempoque una oleada de felicidad embargaba todo su ser.
—Pero lo único que deseo es todo tu amor —dijo. Cuando Nick echó la cabezahacia atrás para mirarla, la expresión de su rostro la dejó sin aliento. Le costóvarios segundos recuperarse—. Tu corazón y tu mente —continuó con una sonrisapícara, y, acto seguido, bajó la voz de forma provocativa—. Y todo tu cuerpo,también—. Nick se estremeció y contempló el rostro radiante de su esposa comosi no pudiese apartar la mirada.
—Eso es algo reconfortante, puesto que ayer parecías muy dispuesta a cortarmela pierna con una navaja de bolsillo.
________ compuso un mohín y acarició el vello de su pecho con la yema de losdedos, jugueteando con los oscuros rizos.
—Mi intención era preservar la mayor parte posible de tu persona y sacarte deaquel lugar.
—En ese momento, te habría dejado hacerlo de haber creído que podría funcionar.—Nick le cogió la mano y presionó la palma llena de heridas contra su mejilla—.Eres una mujer fuerte, ________. Más fuerte de lo que hubiera imaginado.
—No, lo que es fuerte es el amor que siento por ti. —Dedicándole una brillantemirada traviesa por detrás de las pestañas, ________ murmuró—: No habría sidocapaz de cortarle la pierna a nadie más, ¿sabes?
—Si arriesgas tu vida de nuevo, sea por la razón que sea, te estrangularé. Venaquí. —Colocó la mano tras la cabeza de su mujer y tiró de ella hacia delante.Cuando sus narices estuvieron a punto de rozarse, inspiró con fuerza y dijo—: Teamo, maldita sea—. Ella le rozó los labios de forma juguetona.
—¿Cuánto? —Nick emitió un pequeño gemido, como si el beso lo hubiese afectadoinmensamente.
—Más allá de todo límite. Para toda la eternidad.
—Yo más —dijo ________ al tiempo que unía su boca a la de él. Sintió unaexquisita oleada de placer acompañada por una elusiva sensación de plenitud, deperfecta realización, que jamás había alcanzado con anterioridad. Estabaflotando en calidez, como si su alma estuviera bañada en luz. Se apartó y vioen la atónita mirada de Nick que él también lo había sentido.
Había un nuevo y maravillado matiz en su voz cuando dijo:
—Bésame otra vez.
—No, te haré daño. Me estoy apoyando sobre tu pierna…
—Eso no es mi pierna —fue su pícara respuesta, y _______ echó a reír.
—Eres un granuja...
—Y tú eres tan hermosa... —susurró Nick—. Por dentro y fuera. _______, miesposa, mi dulce amor... Bésame de nuevo. Y no te detengas hasta que te lopida.
—Sí, Nicholas —murmuró ella, y lo obedeció de buena gana.
FIN DELCAPÍTULO 26
Dayi_JonasLove!*
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