Somewhere only we know - Harry Styles & Katherina Milantra

-Sabés que Harry no lo hizo apropósito, ¿verdad?-preguntó Cloe a mis espaldas mientras nos arreglamos para la fiesta en la casa de Jenny.
Terminé de arreglar la camisa dentro del short ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=68241512&.locale=es ), frente al espejo, antes de girarme y mirarla. Estaba parada de espaldas a la cómoda mirándome con un dejo de miedo ante mi respuesta.
-Sí, Clo, lo sé-respondí mientras tomaba mis zapatos.
-Entonces, dejalo hablar-sugirió exasperada Coco mientras se arreglaba sus pequeños rizos frente al pequeño espejo del mueble donde estaba apoyada la ojiazul.
-Nunca vino a…
-Sí, Kat, si lo hizo-me atajó Cloe decepcionada.
-No me di cuenta-murmuré mordiéndome un labio con culpabilidad.
Un momento… ¿culpabilidad? ¿Yo estaba sintiendo eso?, sí, definitivamente era eso, pero ¿desde cuándo?
-No he parado un segundo en todo el día, entre los caballos lesionados por lo de ayer y Aros, no me he dado cuenta-repetí.
-Quedate tranquila, seguro que en la fiesta intentara hablar con vos-me tranquilizó la morena.
Tomé mi abrigo y bajamos las escaleras en silencio. Abajo nos esperaban los chicos ya arreglados y mi mirada no pudo evitar caer en Harry. Aun tenía rastro de culpabilidad y vergüenza del día anterior, me sorprendí al darme cuenta que su deplorable estado afectaba el mío y de repente quería abrazarlo y decirle que nada era su culpa. Pero me contuve.
Una vez afuera nos dividimos, Cloe, Liam y los morenos en el auto de la primera, mientras que nosotros tres, Louis, Harry y yo, nos subimos al de mi hermanastro.
-Louis-lo llamé desde la parte trasera del auto mientras andamos.
-Sí, Kat-me respondió concentrado en la carretera de tierra.
-Mucho cuidado con lo que haces esta noche y con quien te metés-le pedí.
-¿Vos pidiéndome eso?-preguntó incrédulo y divertido.
-Sí-respondí, también extrañada por mi comportamiento-Solo para que lo tengas en cuenta, ¿alguna vez escuchaste el dicho que dice ‘Pueblo chico, infierno grande’?
-Sí
-Bueno, se adapta muy bien a este pueblo-le adviertí y después de eso nos quedamos en silencio.
-¿Podés decirme, exactamente, a dónde vamos?-preguntó con la vista fija en el camino.
-Vamos a la fiesta de las gemelas Hunter, hacen esta fiesta de fin de año todos los años-le expliqué.
-Y ellas son….-me incitó a hablar.
-Los Hunter son la familia mas adinerada de la zona, compiten en carreras de caballos, todos ellos han sido campeones a nivel estatal, nacional, incluso internacional. Todos excepto Jenny, la gemela buena, que detesta tanto como yo las carreras de caballos. Su gemela, Tiffany, es un demonio y es conocida como ‘La rompe huesos’ para los que la odiamos-relaté brevemente.
-¿Odiás las carreras de caballos? ¿Rompe huesos?-preguntó extrañado-¿No amas a los caballos?-regresó el tema a la primer pregunta.
-No todo lo que se haga con caballos está bien, Louis.-inspiré profundamente antes de empezar la explicación-A los caballos no se los puede usar para un deporte hasta que no cumple seis años, edad en la que sus huesos se terminan de formar, endurecer, como quieras llamarlo,-expliqué paciente-si podés entrenarlo, pero no trabajarlo. Las carreras de caballos se corren con animales de unos, dos, tres años y así, por lo tanto los caballos de carreras llegan a los ocho años, o menos, con todos los huesos rotos y astillados y no sirven ni siquiera para el campo. Tiffany ha ganado todas las carreras en las que ha corrido, pagando con la vida de muchos caballos que, después que le rompiera todos los huesos, son sacrificados-terminé.
Algo se retorcía en mí al hablar de ello. El odio por los jinetes corredores de caballos y la pena y angustia por los caballos utilizados.
-Los mata-sintetizó Harry, aun con la cabeza gacha.
Dios, cuanta falta me hacía escuchar su voz. Ronca y grave, mientras arrastraba las palabras una por una.
-Exacto-le doy la razón y todo volvió a quedar en silencio.
Cuando llegamos, los demás ya lo habían hecho, asique entré en la gran casa y enseguida divisé a Jenny bailando con Dean, muy apretados y tiernos. Él le sacaba varias cabezas y espaldas, mientras ella, delgada y de baja estatura se movía al ritmo de la música y, a pesar de la diferencia de tamaño, él tenía que seguirle el paso.
Me di vuelta, buscando a mis hombres, pero se habían esfumado. Me puse a buscar caras conocidas. Claro, todas eran conocidas, pero no las que me apetecía ver. ¿Por qué Harry no venía a hablar conmigo? Empecé a caminar, necesitaba hablar con él y aclarar las cosas. ¿Qué no podíamos tener una semana tranquila?
Lo divisé apoyado contra la barra ¿tan mal se sentía? Di unos pasos acercándome y, cuando estuve a unos metros de él, sentí unos brazos que me rodearon y un aliento a alcohol en mi oído.
-Que alegría verte, Kitty Kat.
Supe inmediatamente de quien se trataba. Intenté girarme y enfrentarlo, pero el muy cobarde me lo impidió.
-No, Kitty Kat, sabés que me gusta sentir tu trasero-habló ronco y desagradable afirmando mis caderas a las suyas.
-Quiero que me sueltes, Johnson-exigí sin temor.
-Oh, no, Milantra, ¿recuerdas el año pasado?-hizo una pausa-quiero una repetición, del año pasado, del anterior y del anterior-dijo pasando su mano hacía delante, pero antes que pudiera tocar nada la separé de mi cuerpo.
-No quiero nada con vos, lo nuestro terminó, entendelo-le pedí separándome de él y girándome.
Estaba igual que siempre, sus ojos claros enrojecidos y desorbitados por las drogas y el alcohol, su cabeza rubia rapada con unos pocos centímetros de pelo y su enorme cuerpo luchando por mantenerse en pie.
-Una última vez, Kitty Kat-rogó apegándome otra vez a su cuerpo arrastrando las palabras.
-Soltame-exigí pegándole en un intento de escape.
-No-dijo en mi oído dejando un sucio beso.
-Dijo que la soltés-escuché a mis espaldas.
Furioso, Bradley, levantó la mirada.
-¿Y vos sos?-preguntó arto, pero aun apretándome contra él.
-Quien te va a romper la cara si no la soltas-espetó Styles.
Fui dejada a un lado, pero antes de volverse al ruliento se empezó a acercar a mis labios. En ese momento agradecí haberme criado con dos hermanos y en el campo. Respiré fuerte por la nariz, pasando a mi garganta toda la mucosidad que pude y cuando estuvo listo se lo lancé a la cara. No pude evitar reír al ver lo que había salido de mi garganta, bien grande y verde, en el medio de su cara.
Se quitó lo que le había escupido con brusquedad y atinó a tomarme entre sus brazos otra vez, pero cuando estuvo a punto de hacerlo fue golpeado.
Una trompada por allí, un empujón por allá.
La pelea seguía su curso normal. Todos los presentes habían formado una ronda a su alrededor. Zayn, Louis y los amigos de Bradley intentaban de separarlos pero no parecía haber forma de hacerlo.
Después de un derechazo por parte de Harry, el rubio cayó al piso y, antes de ponerse de pie, tomó una botella rota que estaba esparcida por el piso. En el momento en el que me interpuse entre los dos chicos me di cuenta que había llegado tarde.
Harry tenía un tajo que le cruzaba, por lo menos, la mitad del pecho.
-Sacalo que acá, Mike-le ordené a uno de los amigos del rubio.
El aludido solo asintió y se cargo Bradley en el hombro para sacarlo de la casa mientras yo hacía lo mismo con Harry.
-Dejame ir a terminar de romperle la cara, Kat-me rogó una vez fuera.
-Pero si serás estúpido, Styles-exclamé exasperada-, lo único que vas a hacer ahora es ir a casa.
-Quiero arrancarle las pelotas, nada más, después nos vamos-insistió haciendo puchero.
¿Qué había tomado?
-¿Acaso te has visto el pecho?-pregunté mientras los demás se acercaban.
-Entonces llevame al hospital, no a casa-replicó.
-¿Y ser el chisme del pueblo mañana por la mañana?-pregunté irónica- No, gracias, todavía tengo algo de sentido común.
-Tenés que encargarte de eso, Kitty –aseguró Liam- no se curara por sí solo, es muy profundo.
-Lo sé, necesito las llaves de un auto-hablé al grupo entero que me rodeaba.
-Yo te llevaré-aseguró Louis.
-No hace falta.
-¿Tenés permiso de conducir?-preguntó desconfiado.
-No lo traigo encima, pero no hay policías aquí a esta altura de la noche y me sé varios atajos si alguno aparece.-le aseguré extendiendo mi mano-Ustedes disfrutes la fiesta.
-Dáselas, Louis, no le hará nada-le asegura mi hermano.
El dueño del coche me dio lo que le pido a regañadientes y me ayudaron a subir y abrochar a Harry en el asiento del copiloto.
Encendí el motor y emprendimos el camino al aras. Pronto llegamos al portón con el cartel, que colgaba unos metros por encima, citando ‘El Herrero’.
Después de entrar a la propiedad andamos un rato más hasta llegar a la construcción, pero en vez de entrar a la casa lo llevé al establo.
-¿Por qué estamos aquí?-preguntó en tanto lo sentaba contra el mullido aserrín y viruta* de uno de los boxes vacios.
-Tengo que curarte esos moretones y ese corte-le expliqué brevemente encendiendo una lámpara a gas y apoyándola en el borde del comedero.
-¿Sabés coser?-preguntó después de tragar pesadamente.
-Te sorprenderías de lo que puedo hacer-digo misteriosa.
-Si muero será tu culpa-me advirtió.
-Oh, Harry, no sabés las veces que le he cosido a Liam, Dean o Bradley-cerré la boca de golpe al mencionarlo.
-Es él, ¿verdad?, Bradley es con quien peleé esta noche, ¿verdad?
Yo solo bajé la mirada buscando la aguja y el hilo más finos en el botiquín de equinos.
-Cuentame sobre él-me pidió tomándome por el mentón.
Me limité a negar febrilmente con la cabeza.
-Vamos, no voy a juzgarte o a irme a ningún lado por saber de tu pasado, Kat, además, necesito una distracción mientras me clavas esa aguja-insitió mirando el instrumento en mi mano.
-¿De verdad querés saber?-le pregunté desconfiada.
-Más que nada-me aseguró.
Acepté, pero antes de hacer nada lo hice envolverse con varias mantas para caballo, dejando al descubierto su pecho, y sacarse su buzo y su remera.
-Bradley Johnson es y ha sido el drogadicto y conflictivo del instituto desde que tengo memoria-empezé pasando la aguja por primera vez.
Él sueltó un gemido. Tomé una de sus manos y la apoyé en mi muslo.
-Apretá si duele demasiado.-le aseguré-Él es compañero de Liam, dos años más porque repitió de grado, y cuando yo tenía doce años empezamos a salir. Bradley me decía que mi hermano no debía saberlo, claro que yo no sabía porque en ese momento, pero tampoco me preocupaba demasiado. Las primeras semanas fueron relativamente normales, salíamos después de la escuela, tomábamos helado, íbamos al cine del pueblo…Pero todo cambió cuando me presentó a sus amigos y comprendí el porqué del secreto de nuestra relación. Castrarlo sería lo mínimo que mi hermano le haría, aunque por algún motivo, salirse de las reglas y tener secretos, era excitante y satisfactorio. El punto es que los amigos de Bradley y él estaban metidos en el alcohol y la droga, marihuana, cocaína y no se cual otra más. Como era de esperar, poco a poco me fui hundiendo en su mundo. Todo marchaba de mil maravillas, las escapadas por la noche, las largas charlas sin sentido por los efectos del alcohol, el aumento de mis sentidos por el LSD.-me detuve un momento, saboreando esas viejas memorias por un segundo-Ese año, en mi cumpleaños número trece, Bradley me folló por primera vez y mi éxtasis solo fue en acenso. No puedo decir que hicimos el amor porque mentiría deliberadamente, pues yo no estaba enamorada de él, si no de su mundo y los placeres que me producía. Era feliz y despreocupada.
Frené unos minutos para analizar el rostro de Harry. Se había olvidado de la aguja que lo atravesaba constantemente y esperaba impaciente a que continuara el relato.
-Como te dije, todo iba bien. Hasta que, al año siguiente, Bradley se besó con Tiffany Hunter en medio de los pasillos del instituto. Claro que nosotros nunca lo habíamos hecho en público por mi hermano y los únicos que sabían de mi relación con él eran Jenny y Dean. Pero aun así éramos novios hacía poco más de un año y me había engañado sin más. Sus amigos y Dean casi lo acecinan. Yo me sentía horrible, literalmente, abandonada, menos. No me molestaba que la hubiera besado porque, como ya te dije, no sentía nada por él. Me enfurecía lo que me había hecho sentir y empecé a desahogar mis penas en las drogas, el alcohol, los porros, cualquier cosa que me quitara el sentido y el sufrimiento por unas horas. Me había alejado de todos en mi familia, puesto que quería estar sola. En el medio Bradley siguió persiguiéndome para que lo perdonara, incluso vino a aquí y ahí fue cuando mi padre se entero que habíamos estado saliendo. No sabía desde hacía cuando, claro, pero se encargó de que no me volviera a molestar. Él no se había imaginado que estaba en el mismo mundo que Bradley. Debés pensar que en este pueblo se sabe todo y que él estuviera en las drogas no era historia nueva, pero mi padre nunca hubiera si quiera pensado que yo consumía…Hasta que nos agarró la policía. Cuando se enteró me castigó, le puso seguro a la puerta de mi cuarto, pero del lado de afuera, me quitó las llaves de la casa. Todo un maniaco. Pero no le había puesto barrotes a mi ventana-me detuve, está vez para cortar el hilo y soltar una pequeña sonrisilla al recordar la soga de sábanas que había hecho-, asique cada noche yo salía por la ventana de mi habitación y volvía a la madrugada. Mi padre se enteró, era de esperarse, pero lo hizo al mismo tiempo en el que mi madre volvió y le puso el juicio. Estuvieron dos meses en juicio hasta que se enteró y ahí, sin más, renunció a mi tenencia.-frené otra vez, para morderme el labio con fuerza para no gritar-Yo vuelvo para navidad y las vacaciones de verano cada año y bueno, he follado con Bradley varias veces, porque es con el único con el que no seré chisme del pueblo, puesto que lo que pasa dentro de su grupo queda allí, y son mis amigos también, porque aun después de terminar con Bradley yo seguía juntándome con ellos.
-¿Y por qué no querías que te suelte está noche?-me preguntó después de un rato de silencio, al darse cuenta que había terminado de relatar.
¿Esa es la única pregunta qué tenía? Qué alivio.
-Porque no quería follar con él-respondí sin importancia limpiándole su labio roto.
-¿Por qué no?-insistió.
-Porque no se me apetecía tener sexo con él. No le des tantas vueltas al asunto, Harry.-le pedí poniendo una bolsa de gel congelado en su ojo.
-¿Qué querías hacer está noche?
-Pero si serás terco-me quejé, él solo levantó sus hombros.-Quería hablar con vos, quería saber por qué demonios actúas como si te fuera a matar cada vez que te veo.
-¿No lo harás?-preguntó con miedo.
-¿Por qué lo haría?-respondí con otra pregunta.
-Bueno, porque yo fui quien dejó la cerca mal cerrada-respondió con obviedad.
Solté una carcajada antes de responder.
-Si supieras la cantidad de veces que yo he dejado la cerca totalmente abierta para poder escapar con tranquilidad.
Su mandibula perforó su cuerpo, la viruta, el aserrín, el suelo del establo y no sé hasta donde llegó.
-Estás de broma-intentó convencerse.
-No, claro que siempre me fijaba que Pegaso estuviera dentro del establo y le daba un tratamiento especial a los que habían sufrido alguna lesión, zanahorias, manzanas, azúcar-enumeré con tranquilidad.
-Pero tu hermano…
-Y agradecé que mi padre no te tiene confianza porque te hubiera hecho limpiar el establo con la lengua-le advertí.
-Entonces tendré que hacer eso por Pegaso y el resto de los caballos lesionados-asumió, yo solo asentí.-Y por vos, por haberte metido en el agua helada.
-No estaría mal-aseguré con aire inocente.
Tomó mi pierna más próxima a su cuerpo y me la pasó del otro lado, dejándome sentada a horcajadas. Me pasó por los hombros una de las mantas, que no había usado. Y Poniendo una mano en mi baja espalda, por debajo de la manta, me deslizó por sus piernas flexionadas para acercarme a su torso semi recostado sobre la viruta y el aserrín.
Atrapó, con su boca, la mía y empezó a besarme mientras me acariciaba las piernas, la espalda y todas las partes de mi cuerpo que sus manos alcanzaron. Me sacó con desesperación la blusa mientras su lengua dejaba de acariciar la mía para atacar mi cuello y yo eché la cabeza a un costado soltando un gemido.
Bajó por mi cuello hasta mi clavícula dejando cortos y húmedos besos o succionando levemente mi piel. Cuando llegó a la zona de entremedio de mis pechos se limitó a soltar un largo y profundo gemido, haciendo que su aliento pusiera mi piel de gallina.
Tomé presurosa su mentón y volví a besarlo en los labios, para poder, yo, bajar mis besos por su cuello, su pecho y abdomen, acariciando su pálida piel y pasando mis dedos suavemente por encima del vendaje.
Hacía rato que sentía su erección contra mi entre pierna cuando llegué al borde de sus pantalones y cuando estaba encargándome de desabrocharlos escuché que la pesada puerta del establo se abría y unos rápidos pasos se acercaban.
Volví a abrochar los pantalones de Harry, quien me miró extrañado.
-Les agradecería que no traumaran a los caballos por satisfacer sus necesidades sexuales-pidió mi hermano parándose fuera del box.
Bajé la cabeza para reprimir una carcajada. Estaba molesto, nunca había aceptado ver a su hermanita con algún chico y menos en esta situación.
-Les recuerdo que mañana tenemos que despertarnos temprano y son las cuatro de la mañana-se dispuso a irse pero se volvió hacia nosotros-. Les recomendaría que se pongan las remeras para salir, no vaya a ser que se agarren un resfriado-dijo sínico.
-Gracias, Li-dije divertida mientras él salía y yo me tiraba a un costado para poder reirme.
-¿Qué hay de gracioso en esto?-me preguntó histérico Harry-¡Tú hermano va a matarme!-exclamó poniéndose la remera de forma brusca y quedándose atascado.
Me enderecé para ayudarlo y cuando logró sacar la cabeza la acuné en mis manos.
-Como si yo fuera a dejar que algo te pasara, tonto.
Me levanté y acomodé las cosas en tanto él doblaba las mantas.
-Kat-me llamó cuando estaba abriendo la puerta.
-¿Sí?
-¿Hay algún baño aquí?-preguntó señalando sus pantalones.
-No, tendrás que llegar hasta la casa-respondí mientras salía riéndome.




*Aserrín y Viruta: es de lo que puede estar hecho el piso de un box, son como la cama del caballo. Se pone todo contra una de las paredes y sobre el piso, a medida que el caballo va usando el que está en el piso, el caballerizo/cuidador va “bajando” el que esta contra la pared, por eso Harry está sentado contra eso.

AYCONCHALE :'D me encanta :3 síguela

Que malaaaaaaaaaaaaaaaaa! jajajajajajajajajajajajja maldita!

Meeee encaaaaaaaaaaaantaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssddddddddddddddddddffffffffffffffffffffffffggggggggggggggggggggggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkllllllllllllllllllllllllll