Llamada en espera. [Zayn Malik]

-No, como ves estoy yo solo- rieron- sinceramente no sé dónde está. Ey, piernitas de tero, ahora que te veo bien ¿estás muy pálida? ¿te pasa algo?- Amber negó inmediatamente.
-No, claro que no- Tomó asiento y se quedó ahí un poco mareada.
-Amber, ¿vos comiste?
Ella se hizo la desentendida y desvió su mirada del moreno. ¿Le podía mentir? Estaba entre el sí y el no, cruzar un puente o quedarse quieta. Y entonces eligió, quedarse quieta.
-Sí, todos los días- mintió- ¿por qué lo preguntas, Zayn?- otra vez se hizo la desentendida.
-Es que, estás pálida y pareces débil. Además, estás flaca- Amber quiso sonreír. ¡Le había dicho el propio Malik que estaba flaca! Eso era un buen indicio.. su sacrificio estaba dando resultado, no pensaba dejarlo justo en el mejor momento, meditó la castaña.
-Solo me siento mal, no suelo venir a la dirección muy seguido- se excusó. Zayn rió.
-Bueno, quizás sea que solo estás descompuesta. No sé por qué se me ocurrió pensar que no comías piernitas de tero, perdón.
-Estás perdonado- rió- es sólo eso, me siento mal. ¿Cuándo va a venir el director?
-¿En serio quieres que venga y te vea aquí? ¿la estás pasando mal conmigo? Fea la actitud, piernitas de tero.
-Oh, no. Me extraña que no esté, eso pasa nada más- contestó riendo Amber.
-Ah, pero siempre se va y vuelve después de dos o tres horas. Supongo que no te hará muy mal pasar un ratito conmigo, ¿o me crees mala influencia?
-Ja-ja, no Zayn.
-Te invito a pasear, ¿qué dices piernitas de tero? No creo que yo sea una persona rechazable, además no acepto un no.
-Zayn ¿estás loco? Estamos en la escuela, ¿a dónde podemos pasear?
-Eres una miedosa.
-Zayn, no voy a ir.
-Miedosa- Amber lo miró mal- Cobarde.
-Vamos, solo para que veas que no soy ninguna miedosa. Ahora, si nos llegan a ver caminando fuera del colegio en horario escolar, y ahí sí te haces cargo de la situación, Malik.
-Siempre dije que soy precioso, por eso nadie me dice que no- alardeó Malik bromeando- Vamos, piernitas de tero.
Amber lo miró y se echó a reír. Los dos salieron de la dirección custodiando que no los vea nadie y se dirigieron hacia la puerta de Belmont, una de las preparatorias más famosas de Londres les iba a jugar una mala pasada si los encontraban queriéndose ‘'ratear’’. Pero, por suerte lograron atravesar la puerta, al salir Malik quiso correr pero se dio cuenta que Amber no podía, y caminó a la par de ella, le pareció raro, pero lo dejó pasar y no preguntó nada. Iban caminando y charlando sobre temas triviales hasta que Malik vió que en la vereda de enfrente había una heladería. Y se le ocurrió tomar helados.
-Piernitas de tero, ¿qué dices de tomar un helado? Invito yo- Amber lo miró y tan solo en pensar en el helado se le revolvió el estómago, además no podía ingerirlo, no podía comer nada, según ella. Otra vez mintiéndole.
-No, gracias. Si quieres, yo te acompaño pero solo te lo tomas tú. ¿Sí?
-No, porque yo quiero que tomemos los dos. A ver piernitas de tero ¿por qué no queres tomar un helado?- Ella negó como niña pequeña. A Malik le dio ternura- eso no responde mi pregunta, ¿por qué?
-¡Porque no!
-Yo estoy seguro que el helado te gusta, ahora ¿por qué no queres comerlo?- Amber pensó algo y se le ocurrió la misma excusa que hace un rato.
-¡Porque dije que me sentía mal! Y si como el helado, me va a hacer peor. ¿Qué, acaso no razonas, Zayn?- Y ahí él comprendió.
-Ah, es verdad. Perdón otra vez. ¡Entonces te llevo a algún otro lado!
-Sí, genio. ¿A dónde, a ver? Te comento que estamos dos cuadras del colegio y no tengo muchos ánimos de caminar hacia el fin del mundo en busca de algo ‘’divertido’’
-Genia- respondió sarcástico Malik- te ofrezco llevarte a un centro comercial y poder jugar a los juegos que hay allí. No te digo al parque porque me vas a decir que las montañas rusas te van a hacer mal y vas a vomit..
-¡Entendí Zayn! Solo no lo digas- rieron- cuéntame, genio.. ¿en qué vamos?
-En mi auto, genia. Si tan solo pensaras un poquito.. está estacionado en el estacionamiento que se encuentra cerca de aquí.
-Uy, discúlpame señor ‘’yo tengo auto’’
-Ya cállate piernitas de tero, mejor vamos al auto y de ahí al nuestro próximo destino: el centro comercial- dijo él haciendo gestos raros.
-¡Iupi!- festejó Amber. Y por inercia lo abrazó. Zayn sonrió.
-Estoy seguro que la vamos a pasar bien- ella lo miró- y también si de algo más estoy seguro, es que me gustan esas demostraciones de afecto que te agarran de repente.