Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Beautiful eyes (Harry Styles)
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: One Shot's
Página 1 de 3. • Comparte
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
Beautiful eyes (Harry Styles)
Nombre: Beautiful eyes
Autor: Derphantasie
Adaptación: No
Género: Romance
Advertencias: No, es un one shot dedicado a Cris, ella me lo pidió como premio por una cosa que hice y que ganó junto a Mika.
Otras páginas: En mi tumblr AQUÍ
____________________________________________________________________
Beautiful eyes
I Parte
Autor: Derphantasie
Adaptación: No
Género: Romance
Advertencias: No, es un one shot dedicado a Cris, ella me lo pidió como premio por una cosa que hice y que ganó junto a Mika.
Otras páginas: En mi tumblr AQUÍ
____________________________________________________________________
Beautiful eyes
I Parte
Las chicas se pasaban el balón entre ellas, lo lanzaban tan alto que yo ni siquiera lo alcanzaba. Cuando creía verlo, el sol me cegaba y perdía la jugada otra vez. Me gritaban para que prestara atención, pero simplemente era pésima en voleibol.
Mi equipo era el peor, la entrenadora había elegido dos capitanas de equipo y cada chica escogía jugadoras. Yo fui la última y por descarte. Tampoco era mucho que hiciera la diferencia, de por sí el equipo que me había tocado era malo. Sólo la capitana y dos chicas más tocaban el balón, las otras estaban como yo, tratando de no ser golpeadas y que el sol no las dejara ciegas de por vida.
Del otro lado del patio, por la pista, estaban los chicos. El entrenador los hacia correr todas las clases, sin falta, alrededor de unos veinte minutos. Terminaban sudados, cansados y algunos casi muertos. Pero no se detenían nunca, y eso era algo de admirar, considerando que yo caía al suelo a los tres minutos de trote.
La entrenadora hizo sonar el silbato, sonreí aliviada, había acabado el primer tiempo y tendría cinco minutos de descanso de esa tortura.
La clase femenina se disperso, mis amigas fueron al baño a refrescarse y beber agua, pero las demás se acercaron de a poco a la pista para ver a los chicos correr.
Casi todas iban a ver a Liam y a Niall, los mejores amigos que se conocieran en la escuela y más deseados entre las chicas. Se veían particularmente bien sudados, y eso volvía locas a las demás. Eran atractivos, era verdad, pero no pasaban de eso, les faltaba algo especial que yo buscaba y que el resto no consideraba.
Era exigente, lo tenía en cuenta.
Ni siquiera me di cuenta de lo rápido que pasó el tiempo, cuando el silbato nos asustó y la entrenadora nos indicó que era el momento de definir al equipo ganador.
Comenzamos a jugar otra vez, y desde la pista se veía como los chicos se detenían de a poco porque habían acabado de correr. Tenían que pasar sí o sí por al lado de nuestro espacio en el que debatíamos a las ganadoras. Era mi oportunidad de tocar el balón aunque sea con el dedo meñique porque todas las chicas estarían distraídas.
Comenzaron a caminar a nuestro alrededor, rodeando el espacio establecido para el juego. Las víctimas cayeron de a poco, una por una desvió su mirada hacia ellos. Suspiraban al verlos pasar, como si no los vieran nunca. Hice una mueca de incomodidad.
Hasta que en un descuido, una chica lanzó el balón demasiado bajo, pero lo suficiente para que pasara por sobre la red. Corrí hasta acercarme a donde creí que caería, y golpeé con fuerza la pelota en cuanto la vi descender.
El problema fue que sólo la golpeé, nada más. No medí distancia ni objetivo, miré a todos lados buscando a dónde rayos había caído, miré al cielo, pero el sol seguía impidiéndome ver. Sin embargo, no fue demasiado difícil saberlo, escuché los gritos de los dos entrenadores y supe que lo había hecho otra vez.
—¡Sam! —cerré los ojos, tratando de revertir el tiempo y no decidir arriesgarme en hacer esa jugada.
El entrenador y un grupo de chicos se amontonaron alrededor de otro que yacía en el suelo. Era la tercera vez que golpeaba a alguien con la pelota en el mes. Definitivamente el voleibol no era lo mío.
La entrenadora me regañó y me obligó a hacerme cargo del chico lastimado. Refunfuñé de mala gana, no era egoísta, pero tenía mejores cosas que hacer.
Me acerqué al grupo que se aglomeraba en el suelo, intentando despertar al chico. Lo miré y me dio algo de pena, por mi culpa había quebrado sus lentes.
Estaba inconsciente, como un muerto en el suelo, no reaccionaba ante nada. Sus gafas aún se acomodaban sobre sus ojos y el puente de nariz, con los cristales rotos. Tenía la boca un poco torcida por el impacto y le sangraba la nariz, el cabello revuelto y toda la frente y su camiseta sudada.
—Bien hecho, Sam. Le diste a Styles —me dijo el entrenador—. Al menos tuvo algo de acción hoy —continúo diciendo. El entrenador era un hombre moreno, de mediana estatura y muy fuerte, siempre trataba a los estudiantes como a sus hijos o amigos, pero parecía el tal Styles no estaba en su grupo de excelentes deportistas.
Miré otra vez al chico, pero me pareció distinto que hace diez segundos. Ya no lucía tan patético.
—La entrenadora me dijo que me hiciera cargo —les dije a todo el público que se amontonaba por ver sangrar a Styles.
—Genial, no tenemos tiempo que perder con tonterías como estas, las clasificatorias comienzan en una semana y mi equipo tiene que practicar —señaló el hombre. Liam y Niall, que se encontraban entre los curiosos, sonrieron con verdadera alegría, no eran unos creídos, pero a veces me molestaba su buena suerte en todo lo que hicieran.
—Ajá, sí, como sea —le resté importancia con la mano, no me interesaba en lo más mínimo si el equipo de fútbol de la escuela ganaba algo, mientras no me hicieran ir a un partido, todo bien.
Se alejaron de a poco y ni siquiera me ayudaron a llevar a Styles a otro lugar más apartado del juego de voleibol que se había reanudado sin mí. Si no lo sacaba de allí, lo golpearían de nuevo.
—Hey, despierta, Bello Durmiente, es hora de comer —ese truco siempre funcionaba, al menos conmigo, pero con él no pareció surgir efecto alguno.
Me senté a su lado, esperaría que despertara y mientras esquivaba la pelota si es que venía dirigida hacia nosotros. Le limpié la nariz con una toalla que traía colgando de su cuello para secar el sudor, le quité los lentes y lo dejé tranquilo.
Styles era un chico raro, no miraba a casi nadie a la cara, ya que siempre la tenía oculta detrás de un libro, lucía nervioso la mayor parte del día, removía los botones de su camisa cada media hora y se frotaba las manos cuando estaba al borde del colapso, es decir, casi siempre.
De pronto, oí un quejido. Me incliné de rodillas, cubrí el sol del rostro de Styles con mi cabello y mi cabeza, para que no le molestara la luz cuando despertara. De a poco fue abriendo los ojos, sus manos temblaron y deduje que no sabía lo que había deducido y que estaba muy nervioso por eso, a él le gustaba tener cada momento de su día planificado, era como una especia de maníaco-compulsivo.
—¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo más que no sea la nariz o la cabeza? —le pregunté de inmediato. Pero no pareció tomarse las preguntas con mucha paciencia, frunció el ceño y cerró los ojos con fuerza, como si le doliera todo.
Bufé aburrida, no se podía con Styles.
—Vamos, no tengo todo el día —murmuré fastidiada.
—Mi nariz… —balbuceó Styles. Volví a acercarme, esta vez dispuesta a arrastrarlo si era necesario para que se pusiera de pie.
Pero quedé congelada, estática y petrificada al mirarlo. No era su nariz que volvía a sangrar como por arte de magia, ni la mueca en su rostro de completo desprecio hacia mí, sino sus ojos. Sus malditos y hermosos ojos verdes.
Eso era lo que buscaba, un destello en la mirada. No importaba el color, sino la esencia y la intensidad. Y los ojos de Styles tenían todo eso y mucho más. Y sólo los tenía entreabiertos.
Admitía que nunca le había puesto demasiada atención, además, yo no le agradaba a Harry porque él decía que era muy “extrovertida” para su gusto y porque estaba todo el día con las gafas puestas, no había motivo alguno para mirarlo a los ojos.
Pero me costó un buen rato en salir de la inmovilidad para recobrar algo de dignidad.
—Te encuentras… esto… emm… ¿bien?
—Estoy en el suelo, me duele la cabeza —se tocó la nariz y la sangre cubrió su mano—, me sangra la nariz… estoy de maravillas —me contestó con evidente sarcasmo.
—Genial —susurré sin pensarlo, hipnotizada todavía por sus ojos. Buscó sus gafas, que yo se las había quitado y dejado a un lado, y cuando se las colocó creí que el hechizo se interrumpiría. Pero no sucedió, a pesar de lo grandes, anticuadas y feas gafas, sus ojos seguían siendo especiales.
Maldije para mis adentros, de todos los chicos del mundo, tenía que fijarme en la mirada de Styles, el chico al que no le agradaba ni por asomo.
Mi equipo era el peor, la entrenadora había elegido dos capitanas de equipo y cada chica escogía jugadoras. Yo fui la última y por descarte. Tampoco era mucho que hiciera la diferencia, de por sí el equipo que me había tocado era malo. Sólo la capitana y dos chicas más tocaban el balón, las otras estaban como yo, tratando de no ser golpeadas y que el sol no las dejara ciegas de por vida.
Del otro lado del patio, por la pista, estaban los chicos. El entrenador los hacia correr todas las clases, sin falta, alrededor de unos veinte minutos. Terminaban sudados, cansados y algunos casi muertos. Pero no se detenían nunca, y eso era algo de admirar, considerando que yo caía al suelo a los tres minutos de trote.
La entrenadora hizo sonar el silbato, sonreí aliviada, había acabado el primer tiempo y tendría cinco minutos de descanso de esa tortura.
La clase femenina se disperso, mis amigas fueron al baño a refrescarse y beber agua, pero las demás se acercaron de a poco a la pista para ver a los chicos correr.
Casi todas iban a ver a Liam y a Niall, los mejores amigos que se conocieran en la escuela y más deseados entre las chicas. Se veían particularmente bien sudados, y eso volvía locas a las demás. Eran atractivos, era verdad, pero no pasaban de eso, les faltaba algo especial que yo buscaba y que el resto no consideraba.
Era exigente, lo tenía en cuenta.
Ni siquiera me di cuenta de lo rápido que pasó el tiempo, cuando el silbato nos asustó y la entrenadora nos indicó que era el momento de definir al equipo ganador.
Comenzamos a jugar otra vez, y desde la pista se veía como los chicos se detenían de a poco porque habían acabado de correr. Tenían que pasar sí o sí por al lado de nuestro espacio en el que debatíamos a las ganadoras. Era mi oportunidad de tocar el balón aunque sea con el dedo meñique porque todas las chicas estarían distraídas.
Comenzaron a caminar a nuestro alrededor, rodeando el espacio establecido para el juego. Las víctimas cayeron de a poco, una por una desvió su mirada hacia ellos. Suspiraban al verlos pasar, como si no los vieran nunca. Hice una mueca de incomodidad.
Hasta que en un descuido, una chica lanzó el balón demasiado bajo, pero lo suficiente para que pasara por sobre la red. Corrí hasta acercarme a donde creí que caería, y golpeé con fuerza la pelota en cuanto la vi descender.
El problema fue que sólo la golpeé, nada más. No medí distancia ni objetivo, miré a todos lados buscando a dónde rayos había caído, miré al cielo, pero el sol seguía impidiéndome ver. Sin embargo, no fue demasiado difícil saberlo, escuché los gritos de los dos entrenadores y supe que lo había hecho otra vez.
—¡Sam! —cerré los ojos, tratando de revertir el tiempo y no decidir arriesgarme en hacer esa jugada.
El entrenador y un grupo de chicos se amontonaron alrededor de otro que yacía en el suelo. Era la tercera vez que golpeaba a alguien con la pelota en el mes. Definitivamente el voleibol no era lo mío.
La entrenadora me regañó y me obligó a hacerme cargo del chico lastimado. Refunfuñé de mala gana, no era egoísta, pero tenía mejores cosas que hacer.
Me acerqué al grupo que se aglomeraba en el suelo, intentando despertar al chico. Lo miré y me dio algo de pena, por mi culpa había quebrado sus lentes.
Estaba inconsciente, como un muerto en el suelo, no reaccionaba ante nada. Sus gafas aún se acomodaban sobre sus ojos y el puente de nariz, con los cristales rotos. Tenía la boca un poco torcida por el impacto y le sangraba la nariz, el cabello revuelto y toda la frente y su camiseta sudada.
—Bien hecho, Sam. Le diste a Styles —me dijo el entrenador—. Al menos tuvo algo de acción hoy —continúo diciendo. El entrenador era un hombre moreno, de mediana estatura y muy fuerte, siempre trataba a los estudiantes como a sus hijos o amigos, pero parecía el tal Styles no estaba en su grupo de excelentes deportistas.
Miré otra vez al chico, pero me pareció distinto que hace diez segundos. Ya no lucía tan patético.
—La entrenadora me dijo que me hiciera cargo —les dije a todo el público que se amontonaba por ver sangrar a Styles.
—Genial, no tenemos tiempo que perder con tonterías como estas, las clasificatorias comienzan en una semana y mi equipo tiene que practicar —señaló el hombre. Liam y Niall, que se encontraban entre los curiosos, sonrieron con verdadera alegría, no eran unos creídos, pero a veces me molestaba su buena suerte en todo lo que hicieran.
—Ajá, sí, como sea —le resté importancia con la mano, no me interesaba en lo más mínimo si el equipo de fútbol de la escuela ganaba algo, mientras no me hicieran ir a un partido, todo bien.
Se alejaron de a poco y ni siquiera me ayudaron a llevar a Styles a otro lugar más apartado del juego de voleibol que se había reanudado sin mí. Si no lo sacaba de allí, lo golpearían de nuevo.
—Hey, despierta, Bello Durmiente, es hora de comer —ese truco siempre funcionaba, al menos conmigo, pero con él no pareció surgir efecto alguno.
Me senté a su lado, esperaría que despertara y mientras esquivaba la pelota si es que venía dirigida hacia nosotros. Le limpié la nariz con una toalla que traía colgando de su cuello para secar el sudor, le quité los lentes y lo dejé tranquilo.
Styles era un chico raro, no miraba a casi nadie a la cara, ya que siempre la tenía oculta detrás de un libro, lucía nervioso la mayor parte del día, removía los botones de su camisa cada media hora y se frotaba las manos cuando estaba al borde del colapso, es decir, casi siempre.
De pronto, oí un quejido. Me incliné de rodillas, cubrí el sol del rostro de Styles con mi cabello y mi cabeza, para que no le molestara la luz cuando despertara. De a poco fue abriendo los ojos, sus manos temblaron y deduje que no sabía lo que había deducido y que estaba muy nervioso por eso, a él le gustaba tener cada momento de su día planificado, era como una especia de maníaco-compulsivo.
—¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo más que no sea la nariz o la cabeza? —le pregunté de inmediato. Pero no pareció tomarse las preguntas con mucha paciencia, frunció el ceño y cerró los ojos con fuerza, como si le doliera todo.
Bufé aburrida, no se podía con Styles.
—Vamos, no tengo todo el día —murmuré fastidiada.
—Mi nariz… —balbuceó Styles. Volví a acercarme, esta vez dispuesta a arrastrarlo si era necesario para que se pusiera de pie.
Pero quedé congelada, estática y petrificada al mirarlo. No era su nariz que volvía a sangrar como por arte de magia, ni la mueca en su rostro de completo desprecio hacia mí, sino sus ojos. Sus malditos y hermosos ojos verdes.
Eso era lo que buscaba, un destello en la mirada. No importaba el color, sino la esencia y la intensidad. Y los ojos de Styles tenían todo eso y mucho más. Y sólo los tenía entreabiertos.
Admitía que nunca le había puesto demasiada atención, además, yo no le agradaba a Harry porque él decía que era muy “extrovertida” para su gusto y porque estaba todo el día con las gafas puestas, no había motivo alguno para mirarlo a los ojos.
Pero me costó un buen rato en salir de la inmovilidad para recobrar algo de dignidad.
—Te encuentras… esto… emm… ¿bien?
—Estoy en el suelo, me duele la cabeza —se tocó la nariz y la sangre cubrió su mano—, me sangra la nariz… estoy de maravillas —me contestó con evidente sarcasmo.
—Genial —susurré sin pensarlo, hipnotizada todavía por sus ojos. Buscó sus gafas, que yo se las había quitado y dejado a un lado, y cuando se las colocó creí que el hechizo se interrumpiría. Pero no sucedió, a pesar de lo grandes, anticuadas y feas gafas, sus ojos seguían siendo especiales.
Maldije para mis adentros, de todos los chicos del mundo, tenía que fijarme en la mirada de Styles, el chico al que no le agradaba ni por asomo.
Derphantasie
Re: Beautiful eyes (Harry Styles)
aaaaah Que linda :) sabes eres una muuuuuy buena escritora, me encanto la parte donde "me quedo hipnotizada" con sus ojos*--* Muy buenaa espero y subas la 2 parte pronto :happy:
CrisJonasStyles
Re: Beautiful eyes (Harry Styles)
adore este One Shot¡¡¡ "Sus malditos y hermosos ojos verdes."jajjaja me encanto¡¡¡
fansguys
Re: Beautiful eyes (Harry Styles)
La Ameeee!, no la piensas ddejar asi verdad? ._. Siguela cuando Puedas! Besoos♥
Lenny'Unicorns'EveryWhere
Re: Beautiful eyes (Harry Styles)
ahora subo la otra parte ;)Lenny'Unicorns'EveryWhere escribió:La Ameeee!, no la piensas ddejar asi verdad? ._. Siguela cuando Puedas! Besoos
Derphantasie
II Parte
II Parte:
Harry leía otro libro, cubría todo su rostro y tenía los codos sobre la mesa. Su madre no le había enseñado modales.
Tenía a un costado una bandeja con comida, aunque tuviera hambre nunca dejaba de leer. O hacia ambas cosas al mismo tiempo, pero ahora parecía concentrado en su lectura, nada lo inmutaba. Ni siquiera Louis Tomlinson, su mejor amigo y payaso de la clase desde que tenía memoria, que le acariciaba la pierna con su pie en un intento fallido para molestarlo. No, Harry parecía estar en el mundo mágico de Harry Potter –el libro que leía-.
—¡Sam! —escuché desde el fondo de la cafetería. Zayn agitaba su mano en el aire y me hacia señas para que me fuera a sentar con él y el resto de nuestro grupo de amigos. Al medio de todo el bullicio de estudiantes, en la mesa de Liam y Niall y su equipo de fútbol, reían estruendosamente. No tenía ganas de pasar por su lado, y además, quería hacer otra cosa.
Miré a Zayn y negué con la cabeza, el me dedicó una mirada confundida, pero le hice una seña apuntando a Harry y el comprendió. Le había dicho la semana pasada a Zayn que me gustaban los ojos de Harry, se burló de mí un día completo, pero para el siguiente se le había quitado lo gracioso y me dijo que me ayudaría a acercarme a él. No es como si quisiera ser su novia de inmediato, pero al menos tenía que probar si él era tan especial como su mirada.
Caminé lento, pasando un pie tras el otro con dificultad, hasta acercarme a la mesa de Harry. Parecía haber una barrera que nos separaba, un campo invisible que él levantaba contra el mundo. Hice una mueca, de pronto volvía a darme pena.
—Hey, Styles, Tomlinson, ¿puedo sentarme con ustedes? —les pregunté con una sonrisa tensa. Louis me miró con curiosidad y me corrió una silla, era un sí por su parte. En cambio, Harry, hizo un ademán con la mano para que me callara.
—Ignóralo, está leyendo su libro… otra vez —me dijo Louis.
Me senté al lado de Louis, frente a Harry, pero sentía la tensión en el ambiente. Harry detonaba hostilidad, se notaba incomodo y sus dedos tamborileaban la cubierta de su libro en señal de nerviosismo.
—¿Harry Potter? Mi favorito es el tercero, ¿cuál es el tuyo, Harry? —no hubo respuesta de su parte, más que un aire de irritación. Masculló algo entre dientes, algo que no comprendí.
—El suyo también es el tercero —me tradujo Louis, cumpliendo el rol de interlocutor.
Apreté con fuerza la caja de leche en mis manos, esto no estaba saliendo bien. Harry ni siquiera había levantado la mirada y desde hace una semana que no había vuelto a ver sus ojos.
Tenía gafas nuevas, pero igual de horrorosas que las anteriores. Suponía que estaba más enfadado conmigo que con el mundo por haberlo golpeado y convertirlo en la burla de los demás. Lo molestaron constantemente los días posteriores al accidente, por haber sido “noqueado por una chica”. Tuve unas cuantas peleas y vergüenzas en mi misión por limpiar su reputación y decir que había sido sin querer, pero defenderlo causaba más burlas y lo dejé de hacer por si él escuchaba por allí que yo me estaba entrometiendo.
Bebí mi leche y me comí mi emparedado de a bocadillos pequeños, a la espera de que Harry me dejara ver sus ojos. Pero nada, ni un solo gesto ni seña, seguía enfrascado en su lectura.
—Yo me tengo que ir, ahora. Quedé con mi novia de pasar este rato con ella, así que nos vemos en clases, Harry. Adiós, Shrader —se despidió Louis, y se fue, llevándose consigo su bandeja y mi oportunidad de entender a Harry.
De ahí en adelante los minutos fueron tensos, horribles y duraderos. No quería levantarme de la mesa y decirle a Harry que me tendía que ir, quería pasar tiempo con él. Pero tampoco me apetecía ser ignorada.
—Gracias… —escuché de repente.
Casi me ahogué con el último bocadillo de emparedado, miré a todos lados buscando a la persona que había dicho eso, pero ya sabía de antemano que esa era su voz. Lo que lo hacía más sorprendente.
—¿Por qué? —me aclaré la garganta, quería oírlo sin interrupciones.
—Por defenderme —se apartó los rizos de la frente y al fin sacó su rostro del libro. Choqué con su intensa mirada, con ese verdor que me dejaba inmóvil como por magia—. Louis me dijo que estuviste defendiéndome. No debiste hacerlo, puedo hacerlo yo solo, pero de todas formas… gracias… aunque haya sido tu culpa.
Y si creía que sus ojos eran un universo completo, su voz ronca y pausada y la sonrisa que me dedicó al final, casi me mataron. Era un crimen ser así.
Por primera vez en mi vida sentí que me sonrojaba, el calor se iba acumulando en mis mejillas y la sangre se agolpaba con rapidez, podía oírla detrás de mis orejas como palpitaba de vergüenza y felicidad.
Y me sorprendí a mí misma, porque nunca antes me había sentido así con unas cuantas palabras de un chico.
—Bueno…eso… lo siento, no era mi intención golpearte, sólo quería ser útil para mi equipo —volvió a sonreír e hizo algo que nunca antes nadie le había observado hacer: Apartó su libro, marcando la página, lo cerró y lo dejó a un lado de la mesa, cerca de su bandeja.
—No te preocupes, no es la primera vez que me golpean y tampoco la última —el chico hostil, nervioso y maniático había desaparecido y dejaba paso a otro encantador.
Y yo me quedaba en blanco. No sabía que decirle ni que hacer, era como si conociera a una persona nueva. Toda la imagen del Styles anterior se derrumbó en cuanto volvió a sonreír y sus ojos se achicaron, sonriendo también.
—Em… me tengo que ir, sí, me están llamando… los… dementores, eso, adiós —dejé mi bandeja allí y salí corriendo, como una cobarde.
Cuando crucé las puertas de la cafetería, choqué mi espalda contra la pared, y me senté en el suelo. Vaya desastre que era, con razón Zayn se burlaba de mí.
Me quedé así unos cinco minutos, esperando a que se me quitara lo agitada y lo sonrojada. Conté hasta veinte a ver si me calmaba, pero tenía el corazón desesperado.
Con sólo recordar su mirada, mi mente se abrumaba, y con su sonrisa, dejaba de pensar como una persona normal.
De pronto, alguien se colocó frente a mí. Alcé la mirada y me encontré con Zayn, quien se sentó a mi lado y me tomó de las manos.
—Vi todo lo que sucedió, y déjame decir que nunca lo había visto sonreír. Mucho menos a una chica. Pero lo arruinaste cuando te escapaste.
—¿Hizo algo? ¿Cómo reaccionó? —inquirí.
—Volvió a leer —genial, dejé pasar mi oportunidad.
—Es que no sabes lo nerviosa que me puse al verlo a los ojos, tiene un no sé qué que me deja petrificada.
—Sólo son sus ojos, Sam. Hay personas con ojos más bonitos, como los míos —le golpeé en el hombro, no era el momento adecuado de bromear. Aunque se lo agradecía internamente por hacerme reír.
—Es que no es la forma, ni el color, sino su mirada, es extraño de explicar.
Zayn se aclaró la garganta y me miró seriamente.
—Esto me lo dijo mi madre cuando era niño, y me lo repiten la mayoría de las personas, para que no creas que es invención mía: “Los ojos son la ventana del alma”.
—¿Y qué quiere decir eso? —le pregunté confundida.
—Dímelo tú, eres mujer, se supone que entiendes de estas cosas románticas —le tiré el cabello por idiota.
Sonó el timbre y nos colocamos de pie. Nos fuimos a clase, yo cuidando mis espaldas para no encontrarme con Harry.
Pensé toda la tarde sobre lo que me había dicho Zayn. ¿Acaso yo veía algo en Harry que los demás no? Si era así, ¿qué sería para que fuera tan hermoso?
Antes de que dieran las 4 y abrieran las puertas para marcharnos a nuestras casas, tocaron la puerta del salón y la maestra la abrió. Al minuto me llamó y me entregó una carta, mal doblada y con una caligrafía que parecía tener prisa.
Se lo agradecí y me fui a sentar para terminar de ordenar mis cosas. Era un papel arrugado, pero con la intención de parecer un sobre-carta al mismo tiempo. Lo abrí con cuidado, y sólo había unas cuantas palabras.
“Me gustan tus ojos, son hermosos. Pero lo que más me gusta es la manera en que miraste en el almuerzo.
Harry”
No fue necesario mirarlo a la cara para sonrojarme otra vez.
Ya me hacía una idea del por qué me gustaba.
Tenía a un costado una bandeja con comida, aunque tuviera hambre nunca dejaba de leer. O hacia ambas cosas al mismo tiempo, pero ahora parecía concentrado en su lectura, nada lo inmutaba. Ni siquiera Louis Tomlinson, su mejor amigo y payaso de la clase desde que tenía memoria, que le acariciaba la pierna con su pie en un intento fallido para molestarlo. No, Harry parecía estar en el mundo mágico de Harry Potter –el libro que leía-.
—¡Sam! —escuché desde el fondo de la cafetería. Zayn agitaba su mano en el aire y me hacia señas para que me fuera a sentar con él y el resto de nuestro grupo de amigos. Al medio de todo el bullicio de estudiantes, en la mesa de Liam y Niall y su equipo de fútbol, reían estruendosamente. No tenía ganas de pasar por su lado, y además, quería hacer otra cosa.
Miré a Zayn y negué con la cabeza, el me dedicó una mirada confundida, pero le hice una seña apuntando a Harry y el comprendió. Le había dicho la semana pasada a Zayn que me gustaban los ojos de Harry, se burló de mí un día completo, pero para el siguiente se le había quitado lo gracioso y me dijo que me ayudaría a acercarme a él. No es como si quisiera ser su novia de inmediato, pero al menos tenía que probar si él era tan especial como su mirada.
Caminé lento, pasando un pie tras el otro con dificultad, hasta acercarme a la mesa de Harry. Parecía haber una barrera que nos separaba, un campo invisible que él levantaba contra el mundo. Hice una mueca, de pronto volvía a darme pena.
—Hey, Styles, Tomlinson, ¿puedo sentarme con ustedes? —les pregunté con una sonrisa tensa. Louis me miró con curiosidad y me corrió una silla, era un sí por su parte. En cambio, Harry, hizo un ademán con la mano para que me callara.
—Ignóralo, está leyendo su libro… otra vez —me dijo Louis.
Me senté al lado de Louis, frente a Harry, pero sentía la tensión en el ambiente. Harry detonaba hostilidad, se notaba incomodo y sus dedos tamborileaban la cubierta de su libro en señal de nerviosismo.
—¿Harry Potter? Mi favorito es el tercero, ¿cuál es el tuyo, Harry? —no hubo respuesta de su parte, más que un aire de irritación. Masculló algo entre dientes, algo que no comprendí.
—El suyo también es el tercero —me tradujo Louis, cumpliendo el rol de interlocutor.
Apreté con fuerza la caja de leche en mis manos, esto no estaba saliendo bien. Harry ni siquiera había levantado la mirada y desde hace una semana que no había vuelto a ver sus ojos.
Tenía gafas nuevas, pero igual de horrorosas que las anteriores. Suponía que estaba más enfadado conmigo que con el mundo por haberlo golpeado y convertirlo en la burla de los demás. Lo molestaron constantemente los días posteriores al accidente, por haber sido “noqueado por una chica”. Tuve unas cuantas peleas y vergüenzas en mi misión por limpiar su reputación y decir que había sido sin querer, pero defenderlo causaba más burlas y lo dejé de hacer por si él escuchaba por allí que yo me estaba entrometiendo.
Bebí mi leche y me comí mi emparedado de a bocadillos pequeños, a la espera de que Harry me dejara ver sus ojos. Pero nada, ni un solo gesto ni seña, seguía enfrascado en su lectura.
—Yo me tengo que ir, ahora. Quedé con mi novia de pasar este rato con ella, así que nos vemos en clases, Harry. Adiós, Shrader —se despidió Louis, y se fue, llevándose consigo su bandeja y mi oportunidad de entender a Harry.
De ahí en adelante los minutos fueron tensos, horribles y duraderos. No quería levantarme de la mesa y decirle a Harry que me tendía que ir, quería pasar tiempo con él. Pero tampoco me apetecía ser ignorada.
—Gracias… —escuché de repente.
Casi me ahogué con el último bocadillo de emparedado, miré a todos lados buscando a la persona que había dicho eso, pero ya sabía de antemano que esa era su voz. Lo que lo hacía más sorprendente.
—¿Por qué? —me aclaré la garganta, quería oírlo sin interrupciones.
—Por defenderme —se apartó los rizos de la frente y al fin sacó su rostro del libro. Choqué con su intensa mirada, con ese verdor que me dejaba inmóvil como por magia—. Louis me dijo que estuviste defendiéndome. No debiste hacerlo, puedo hacerlo yo solo, pero de todas formas… gracias… aunque haya sido tu culpa.
Y si creía que sus ojos eran un universo completo, su voz ronca y pausada y la sonrisa que me dedicó al final, casi me mataron. Era un crimen ser así.
Por primera vez en mi vida sentí que me sonrojaba, el calor se iba acumulando en mis mejillas y la sangre se agolpaba con rapidez, podía oírla detrás de mis orejas como palpitaba de vergüenza y felicidad.
Y me sorprendí a mí misma, porque nunca antes me había sentido así con unas cuantas palabras de un chico.
—Bueno…eso… lo siento, no era mi intención golpearte, sólo quería ser útil para mi equipo —volvió a sonreír e hizo algo que nunca antes nadie le había observado hacer: Apartó su libro, marcando la página, lo cerró y lo dejó a un lado de la mesa, cerca de su bandeja.
—No te preocupes, no es la primera vez que me golpean y tampoco la última —el chico hostil, nervioso y maniático había desaparecido y dejaba paso a otro encantador.
Y yo me quedaba en blanco. No sabía que decirle ni que hacer, era como si conociera a una persona nueva. Toda la imagen del Styles anterior se derrumbó en cuanto volvió a sonreír y sus ojos se achicaron, sonriendo también.
—Em… me tengo que ir, sí, me están llamando… los… dementores, eso, adiós —dejé mi bandeja allí y salí corriendo, como una cobarde.
Cuando crucé las puertas de la cafetería, choqué mi espalda contra la pared, y me senté en el suelo. Vaya desastre que era, con razón Zayn se burlaba de mí.
Me quedé así unos cinco minutos, esperando a que se me quitara lo agitada y lo sonrojada. Conté hasta veinte a ver si me calmaba, pero tenía el corazón desesperado.
Con sólo recordar su mirada, mi mente se abrumaba, y con su sonrisa, dejaba de pensar como una persona normal.
De pronto, alguien se colocó frente a mí. Alcé la mirada y me encontré con Zayn, quien se sentó a mi lado y me tomó de las manos.
—Vi todo lo que sucedió, y déjame decir que nunca lo había visto sonreír. Mucho menos a una chica. Pero lo arruinaste cuando te escapaste.
—¿Hizo algo? ¿Cómo reaccionó? —inquirí.
—Volvió a leer —genial, dejé pasar mi oportunidad.
—Es que no sabes lo nerviosa que me puse al verlo a los ojos, tiene un no sé qué que me deja petrificada.
—Sólo son sus ojos, Sam. Hay personas con ojos más bonitos, como los míos —le golpeé en el hombro, no era el momento adecuado de bromear. Aunque se lo agradecía internamente por hacerme reír.
—Es que no es la forma, ni el color, sino su mirada, es extraño de explicar.
Zayn se aclaró la garganta y me miró seriamente.
—Esto me lo dijo mi madre cuando era niño, y me lo repiten la mayoría de las personas, para que no creas que es invención mía: “Los ojos son la ventana del alma”.
—¿Y qué quiere decir eso? —le pregunté confundida.
—Dímelo tú, eres mujer, se supone que entiendes de estas cosas románticas —le tiré el cabello por idiota.
Sonó el timbre y nos colocamos de pie. Nos fuimos a clase, yo cuidando mis espaldas para no encontrarme con Harry.
Pensé toda la tarde sobre lo que me había dicho Zayn. ¿Acaso yo veía algo en Harry que los demás no? Si era así, ¿qué sería para que fuera tan hermoso?
Antes de que dieran las 4 y abrieran las puertas para marcharnos a nuestras casas, tocaron la puerta del salón y la maestra la abrió. Al minuto me llamó y me entregó una carta, mal doblada y con una caligrafía que parecía tener prisa.
Se lo agradecí y me fui a sentar para terminar de ordenar mis cosas. Era un papel arrugado, pero con la intención de parecer un sobre-carta al mismo tiempo. Lo abrí con cuidado, y sólo había unas cuantas palabras.
“Me gustan tus ojos, son hermosos. Pero lo que más me gusta es la manera en que miraste en el almuerzo.
Harry”
No fue necesario mirarlo a la cara para sonrojarme otra vez.
Ya me hacía una idea del por qué me gustaba.
__________________________________________________________________________________
Creen que vale para una tercera parte??
Derphantasie
Re: Beautiful eyes (Harry Styles)
Aaaaaaaaaaaaaaay!
mori con la "carta" de Harry!
SIIIIIIIIIII TERCERA PARTE!!!
mori con la "carta" de Harry!
SIIIIIIIIIII TERCERA PARTE!!!
Pepaa
Re: Beautiful eyes (Harry Styles)
D: eres rápida para leerPepaa escribió:Aaaaaaaaaaaaaaay!
mori con la "carta" de Harry!
SIIIIIIIIIII TERCERA PARTE!!!
Derphantasie
Re: Beautiful eyes (Harry Styles)
es preciosa¡¡¡ si tercera parte¡¡¡ esta hermosa... adore la todo¡¡¡
fansguys
Re: Beautiful eyes (Harry Styles)
—Em… me tengo que ir, sí, me están llamando… los… dementores, eso, adiós —dejé mi bandeja allí y salí corriendo, como una cobarde.
Esque oye yo voy a usar esa excusa la proxima vez que me quiera ir de algun lugar...
Totootototototoooo here I am con sueño pero leyendo tu One Shot
Y dejame decirte que no me gusta leer de estos, no me agrada que sean cortos pues para mi entre mas larga sea una historia mejor -por eso siempre me llaman mas los libros que parecen enciclopedias XD-
Esta genial, quiero una tercera parte!
Oye acaso me espiaste en mi clase de Educacion Fisica?. Jaja te juro que parece que la primera parte la sacaste de mi mente, me senti demasiado (demasiado, demasiado) identificada con ella (lo cual me asombra y me da miedo) jaja. Esa primera parte fue un jueves normal y patetico de una vida que solia llevar cuando aun no terminaba el curso.
Incluso lo de los chicos, ja, eso pasa exactamente en mi escuela. (Iack)
Yo quiero una tercera parte :B anda tu tambien quieres :B jaja
Esque oye yo voy a usar esa excusa la proxima vez que me quiera ir de algun lugar...
Totootototototoooo here I am con sueño pero leyendo tu One Shot
Y dejame decirte que no me gusta leer de estos, no me agrada que sean cortos pues para mi entre mas larga sea una historia mejor -por eso siempre me llaman mas los libros que parecen enciclopedias XD-
Esta genial, quiero una tercera parte!
Oye acaso me espiaste en mi clase de Educacion Fisica?. Jaja te juro que parece que la primera parte la sacaste de mi mente, me senti demasiado (demasiado, demasiado) identificada con ella (lo cual me asombra y me da miedo) jaja. Esa primera parte fue un jueves normal y patetico de una vida que solia llevar cuando aun no terminaba el curso.
Incluso lo de los chicos, ja, eso pasa exactamente en mi escuela. (Iack)
Yo quiero una tercera parte :B anda tu tambien quieres :B jaja
Heaven.Foster
Re: Beautiful eyes (Harry Styles)
no te espié, llamemosle, experiencia personal, así que estamos iguales XDHeaven.Foster escribió:—Em… me tengo que ir, sí, me están llamando… los… dementores, eso, adiós —dejé mi bandeja allí y salí corriendo, como una cobarde.
Esque oye yo voy a usar esa excusa la proxima vez que me quiera ir de algun lugar...
Totootototototoooo here I am con sueño pero leyendo tu One Shot
Y dejame decirte que no me gusta leer de estos, no me agrada que sean cortos pues para mi entre mas larga sea una historia mejor -por eso siempre me llaman mas los libros que parecen enciclopedias XD-
Esta genial, quiero una tercera parte!
Oye acaso me espiaste en mi clase de Educacion Fisica?. Jaja te juro que parece que la primera parte la sacaste de mi mente, me senti demasiado (demasiado, demasiado) identificada con ella (lo cual me asombra y me da miedo) jaja. Esa primera parte fue un jueves normal y patetico de una vida que solia llevar cuando aun no terminaba el curso.
Incluso lo de los chicos, ja, eso pasa exactamente en mi escuela. (Iack)
Yo quiero una tercera parte :B anda tu tambien quieres :B jaja
incluso, también golpeé a alguien, pero no fue a un chico, sino a mi profesor de Ed. física XD
ahora me odia ¬¬
Derphantasie
Re: Beautiful eyes (Harry Styles)
Jajajajajajaajajajajajajajajajajaja me hubiera gustado ver eso 8)
Heaven.Foster
Re: Beautiful eyes (Harry Styles)
Awww que lindo, tierno, todo!!!
Lo ame!!!
Siii hace las 3° parte!!!!! :P
Kisses
Lo ame!!!
Siii hace las 3° parte!!!!! :P
Kisses
LittleGirl_1D
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
Temas similares
» When you look me in the eyes{Harry Styles}
» There's something in your eyes |Harry Styles|
» Just close your eyes {Harry Styles}
» His eyes/Harry Styles&tú.
» Green Eyes |Harry Styles|
» There's something in your eyes |Harry Styles|
» Just close your eyes {Harry Styles}
» His eyes/Harry Styles&tú.
» Green Eyes |Harry Styles|
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: One Shot's
Página 1 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.