Amarte es un placer (Logan Lerman y Amy Blanchard)

Holap! Pues quise subirles este One Shot que hice de Don Lerman desde hace ya algún tiempo. Espero les guste, también tengo otro One Shot pero mi computadora es un asco :P y no me deja poner el link. Si quieren leerlo me avisan ¿sale? Si les gusta ¿me regalan un comentario? :)
Ficha.-
Titulo: Amarte es un place
Autora: Princess Ice(Andre)
Adaptación: no
Género: One Shot, romance
Otras páginas: No

Amarte es un Placer
-Tú, Logan Lerman ¿aceptas a esta mujer como esposa para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las tristezas, hasta que la muerte los separe?
-Sí, acepto
-Tú, Amy Blanchard ¿aceptas a este hombre como esposo…-el maestro de ceremonias siguió su pregunta. Mire a Logan y me encontré con sus ojos inspeccionándome de arriba abajo. Se veía tan guapo, enfundado en ese frac negro que resaltaba sus ojos azules, una flor blanca descansaba en el pequeño bolsillo. La flor combina con mi vestido. Examina mi rostro por un segundo y sé que daría lo que fuera por saber que estoy pensando. Aprieta las manos a sus costados, como si se estuviese conteniendo para no tocarme. Sonrío tímidamente
-Sí, acepto
-Bien. Si la unión es de común acuerdo entonces necesitan un símbolo de este amor-el sacerdote paró su discurso mientras el pequeño Iker, mi primer sobrino se acercaba con una especie de almohadón en forma de corazón-Estas alianzas simbolizan su pertenecía, son un signo de vuestro amor.
Logan toma una de las cajitas de terciopelo rojo y la abre- Yo, Logan Lerman te entrego esta alianza como muestra de mi amor. Mi corazón te ha pertenecido desde siempre y lo sabes. Soy tuyo-mientras habla una sonrisa traviesa se asoma por sus labios. Lo miro a los ojos, esos pedazos de cielo embadurnados de ébano que se mostraban más brillosos de lo normal. Alarga su brazo hasta tomar mi mano y desliza el anillo dorado sobre mi dedo anular, aguardando un segundo para contemplar cómo se ve. Acaricia mi mano.
-Yo, Amy Blanchard te entrego esta alianza como muestra de mi amor y mi devoción. Mi corazón te pertenece ahora, nunca será de alguien más porque soy tuya.
Repito el gesto de Logan al deslizar la alianza por su dedo. El atrapa mi mano entre la suya una vez termino de colocarlo-Así está mejor-apenas articula pero leo sus labios, aquellos trazos carmesí que lograban alterar mi respiración y diezmaban mis capacidades motoras con sus besos. Me sonrojo y él arquea una ceja, siguiendo el curso de mi mirada, averiguando mis pensamientos de seguro. El maestro de ceremonias se aclara la garganta.
-Señores Logan, Amy. Yo los declaro marido y mujer puede besar a la novia.
Y este era el momento que ambos habíamos estado esperando. Los ojos de Logan oscureciéndose, convirtiéndose en el mar en lugar del cielo en menos de un minuto. Supongo que los míos también lo hacen por la sonrisita de placer que esboza. Coloca una mano en mi cintura y deja un beso que pretende ser casto…sólo pretende porque yo me encargo que quitarle toda la castidad posible. Atrapo sus labios entre los míos y comienzo a hacer el movimiento, ese sincronizado baile en que se funden nuestros labios cada que nos besamos. Lo siento sonreír antes de dejarse llevar. Coloca la otra mano en mi cintura y las mías se dirigen su pecho musculoso. Escucho aplausos, gritos de euforia y felicitaciones pero no es hasta que la falta de aire en mis pulmones me obliga a respirar cuando me separo de él.
Los abrazos y besos de nuestras familias comienzan al instante. Mi hermana llora como si fuera mi madre y mi madre sonríe tal como yo lo hacía cuando miraba las fotografías de su boda. Mi papá y mi hermano me abrazan tan fuerte que por un momento creo que van a romperme las costillas. Logan recibe el abrazo de su madre con afecto esbozando una media sonrisa. Luego vienen los agradecimientos a la asistencia de los presentes, los buenos deseos hacia nosotros y el vals.
-¿Recuerdas cuando nos vimos por primera vez?-pregunta mientras nos mecemos al compás de la música. Su mano se encuentra acariciando mi espalda baja; las mías están en su cuello
-La primera o la segunda vez
Río con un sonido natural. Arruga el seño haciendo un gesto tan gracioso que debo reprimir una carcajada. En el segundo siguiente se une a mis carcajadas.
-Pensé que eras raro
-¿raro?
Asiento apretando los dientes para no reírme-Tenías los únicos ojos azules que había visto en mi vida pensé que eras de otro planeta o algo así. Esa fue la primera vez de verdad
El rió presionando su boca contra mi hombro desnudo, produciendo una vibración muy agradable en mi estomago.
-Ya en serio ¿Lo recuerdas?
Por supuesto. Claro que lo recordaba. Bastaba cerrar los ojos y dejarme llevar a Seattle 3 años antes, el momento en que mis ojos se encontraron con los de Logan en lo que yo había creído, era la primera vez que le veía a la cara.
Sentada en un banco con el ruido del viento y unos besos como telón de fondo. Contemplo al puñado de personas trotando, niños correteando por el suelo repleto de guijarros, muchachos tras balones en las respectivas canchas. Todos haciendo aquello que menos me gusta en esta vida: deporte. Ignoro el hecho y me fijo en el viento que golpea en mi cara, revuelve mi cabello café oscuro y lo despeina. Intento arreglarlo pero me rindo un segundo más tarde. El sonido de los besos se identifica. Me remuevo incómoda y lucho por no caerme ante el poco espacio que queda en una pequeña banca ocupada por tres personas. Detesto este parque. Bueno, detesto estar aquí. No parece haber diferencia entre estos dos pensamientos pero me corrijo porque no odio en ningún momento visitar el parque. Un lugar tan concurrido y solitario según tú lo desees, bañado por la luz de la luna y el refrescante viento que compensa el agotador sol matutino. Lo que en realidad odio es lo que está sucediendo a mis espaldas, las demostraciones de afecto que este par realizan aunque me tengan allí, sentada en el mismo lugar que ellos, respirando su mismo aire y evitando mirar lo que sea que hagan. Sí, por eso odio al parque, las ramas quebradizas en el suelo ausente de pasto verde, los arboles de un café pálido y viejo y la permanente suciedad de todo lo que me rodea en este parque horrible no es lo que me molesta, sino la tarea para la que he venido.
“Chaperona” dice una molesta voz en mi cabeza. Intento ignorarla pero el sonido se replica varias veces, como si se tratara de una niña malcriada que piensa que si llora lo suficientemente alto tendrá atención.
Sí, odio ser chaperona.
Una muchacha pasa y su mirada se cruza con la mía, me saluda con entusiasmo y sigue trotando sin voltear la vista. Tardo un segundo en reconocerla y levanto la mano pero mi cuerpo se ha girado de tal modo, que no soy capaz de evitar la última escena.
Jessica introduciendo la lengua salvajemente en la boca de su novio.
Giro la vista rápidamente. Por supuesto que la imagen será difícil de olvidar. No es que sea una especie de mojigata ni nada de eso pero el hecho de que se besen de forma lasciva cerca de mí, me lleva a imaginar el cuadro general. Dos enamorados fogosos y la muchachita con expresión sufrida por lo que no puede tener. Puedo ver a algunos de los que trotan riéndose. Confirmado, soy la burla para todo aquel que pase frente a nosotros y ESO es lo que me molesta. Miro las musarañas tratando de mantener lo poco que me queda de dignidad y entonces los besos terminan. ¡Genial, al menos se acuerdan de respirar!
-Oye-me dice Gerard a quien en mi mente llamo de muchas formas menos por su nombre-¿No quieres a hacer deporte o algo así?
Reprimo la necesidad de “hacer deporte” con mis manos en su cuello.
-Sí, Amy vé, ve a jugar en los columpios por ahí
-Tengo 17 años Jess, va contra las reglas
-Entonces toma el balón de Gery y ponte a hacer unos tiros
-Claro y como la cancha está tan desierta…
Jess rueda los ojos. Si las miradas mataran, pienso
-De verdad que nunca te divertes, eres una aguafiestas Amy…mejor vete sólo vete
Hace un sonido de fastidio, le quito el celular de las manos y me levanto de la banca.
Nunca se crean el asunto de que el amor de hermanos es lo más fuerte que existe en el mundo. Sí claro la fraternidad existe, hasta que un tipo aparece, sólo son buenas y vienen a ti hasta que aparece otro inútil que escuche sus dramas.
El amor es para imbéciles-me quejo y pongo uno de los juegos que tiene el móvil para distraerme.
¿Quién necesita el amor?
Demás decir que yo no.
No me pregunto porque pero odio todo lo que tiene que ver con el romance al menos en la vida real realidad. En mis 17 años nunca he tenido un “episodio romántico” y no es que me esté quejando de la situación. He rechazado a cada de uno de los genios que se les ha ocurrido acercarse a mí. No ha sido difícil, sólo es recurrir a un poco de mi hermoso sarcasmo mordaz y los golpes. Bueno, eso no me pone lo suficientemente contenta pero sólo ha sido una vez y el tipo no se ha vuelto a acercar, eso lo explica mejor que cualquier cosas: las cosas románticas no son para mí, ni los besos, ni los abrazos ni las cartas ¿o sí?
Siento que una mueca se dibuja en mi rostro, mi serpiente acababa de estrellarse con un obstáculo. Escucho el pitido del “game over” y vuelvo a poner el juego, llego hasta las canchas
Bueno, si hubo una vez cuando iba en la Escuela y tenía 11. Alguien me dio una carta, era un muchacho de ojos azules como el cielo, cuyo cabello negro le daba un toque diferente por lo bien que contrastaba con su pálida piel, un niño muy tierno y diferente. Para mí fue una gran sorpresa verlo. Nunca antes había visto un morocho con ese color de ojos. Se llamaba Logan o algo así. Me sentaron a su lado en Música y al final de la clase dijo que yo cantaba como un ángel. No entendí muy bien el halago impreso en la frase así que no le respondí y el desapareció al sonido de la campana del final de clases. Los días pasaron cantando y recibiendo halagos de ese chico, hasta que un día el no llegó. Tuve que ocupar sola mi lugar en Música y cantar de igual manera el pedazo de la canción que la maestra nos había asignado a dúo. Cuando llegué a casa, lo encontré en mi sala, con un pequeño trozo de papel en la mano que me lo extendió y se marchó.
-Adiós-le dije antes de que atravesara el umbral. Sonrió con tristeza y se fue.
No recuerdo bien lo que decía la carta pero al final, el P.D declaraba: Mi corazón se queda contigo, cuídalo bien hasta que yo vuelva.
Han pasado 7 años y Logan no ha vuelto. No es que yo lo espere pero me gustaría saber que pretendía con esa carta. Es decir ¿Por qué me lo dijo si podía callarse? ¿Qué caso tenía hablar si era algo que no tenía futuro?
Vuelvo a perder en “Snake” y me rindo. No habrá nada agradable en toda la noche y para colmo, un balón viene cayendo en picada hacia mí. ¿Un balón? Alejo la vista del móvil por completo y el balón me da en el centro del rostro. Me cubro la cara con las manos y mis cuerdas vocales reprimen una palabra soez.
-Eh, lo siento-dice una voz de hombre.
Quiero decirle todo lo que se me ocurre pero no quiero que los guardias me nieguen el acceso al parque de por vida. Me limito a descubrir mi cara y mirarlo.
-¿Amy? ¿Amy Blanchard?-su voz es dudosa pero clara. Atontada por el golpe, asiento débilmente ¿Cómo es que sabe mi nombre?
-Eh, yo lo siento…no quise
-Sí, si no quisiste-digo con rabia. Intento incorporarme pero la cabeza me duele, creo que veo doble.
-Ven, yo te ayudo-se ofrece. Y así es como vuelvo a encontrarme con Logan, al instante siguiente de haberlo recordado ¿Destino? Uno muy cruel sin duda porque el dolor se extendió toda la noche y la hinchazón convirtió mi nariz en una gran bola roja. Logan se quedó conmigo hasta que Meredith recordó que no iba sola, disculpándose durante los primeros segundos hasta que su expresión de miedo mermó mis intentos de discutir, insistiendo en poner hielo en el lugar donde el balón había golpeado, hasta que las luces del parque se apagaron Logan estuvo ahí. Por supuesto yo no lo recordaba, no tenía las facciones del niño con el que hacia dúo en clase de Música, sus ojos azules parecían cafés bajo la pobre luz de la farola que nos iluminaba y luego cuando la luz de las farolas se extinguió por completo no pude ver nada más. No sé si fue el golpe o el enojo pero al día siguiente había olvidado su rostro, creo que para mí solo era el idi0ta que me había dejado un chichón del porte de su pelota. Hasta que llegó el domingo y lo vi sentado en mi mueble favorito mientras bajaba a tomar el desayuno. Hice una mueca de fastidio
-¿Y tú qué haces aquí?
-Vino a visitarte Amy y te trajo un rosa-mamá me extendió la hermosa margarita para que la tomara pero me negué- ¿A poco no sabes quién es este chico?
Y así fue como descubrí que el idi0ta lanza balones desvíados era Logan Lerman, el muchacho de los dúos en la escuela, el chico de la carta.
Mamá nos dejó solos para que habláramos. Como la mayoría de las personas, sabía sobre los sentimientos de Logan y quería echarle una mano….un caso muy extraño pero cierto.
Logan volvió a disculparse varias veces, hasta que le grité que se callara, se quedó pensativo unos instantes y luego me observó con una mirada escrutadora
-¿Cuál es tu problema Amy?
Quise enojarme, conseguir un balón y golpearlo para explicar su pregunta de la manera más explícita pero a medida que sus ojos me miraban, una extraña y molesta voltereta en mi estómago me sugirió que ese no era el problema del que hablaba. Nos miramos por mucho tiempo y luego sólo susurré un “no lo sé” tan bajo que no estuve segura de haberlo dicho. Me levanté bruscamente y esperé que se fuera pero él no lo hizo, siguió mirándome con esos perturbadores ojos azules. Serví el zumo de naranja que mi madre había preparado y le ofrecí un poco. No sé muy bien cómo pero empezamos a conversar de cosas triviales y aunque teníamos puntos de vista diferentes me agradó. Después de eso, todas las semanas se aparecía en casa, conversábamos por largo rato, nos ayudábamos con la tarea y el parecía decidido a reírse de todas las bromas tontas y sarcásticas que se me pasaban por la cabeza y yo las decía para poder verlo reír. Hasta que llegó el 14 de febrero. Logan apareció en casa temprano con otra flor amarilla como la primera vez que llegó y una caja de chocolates bajo el brazo; me los tendió con una hermosa sonrisa.
-¿Por qué el regalo?-pregunté mientras dividía el último chocolate y le daba un poco, incómoda por su gesto.
-Es 14 de febrero, día del amor y la amistad
Amistad claro. Asentí sonrojada ¿Qué era lo que me pasaba?
-Tú eres ambas cosas para mí Amy
-Logan…-ahora venían las declaraciones amorosas, ese tema en el que yo era pésima.
-No, Amy no te lo digo para ponerte en compromiso, ni con la intención de que seas mi novia. Lo digo porque lo siento y ya no puedo callarme, no quiero hacerlo. Estoy enamorado de ti desde que somos niños pero no voy a obligarte a decidir si me quieres o no.
No voy a negarlo. Sus palabras no me causaron nada. Conocía hombres mentirosos y los encasillaba fácilmente a todos en ese género, no me permitía pensar Logan podía ser diferente, lo eché de casa
-Yo lo sé Amy. Sé cuál es tu problema-dijo aparentando serenidad. Lo miré con una ceja enarcada, exigiendo explicaciones-Tienes miedo del daño que podría hacerte el amor-y se fue sin decir más
Ese fue el comentario que realmente me hirió. Mis padres se habían divorciado cuando tenía 9 años y eso definitivamente me había marcado. Aún lloraba cuando recordaba los momentos en que se demostraban amor frente a nosotros en su aniversario para que una semana después papá se marchara embarcado en un taxi. Una lágrima se derramó por mi mejilla. Yo no era alguien bueno para amar. No lo merecía
Pero Logan no se rindió. Siguió visitándome y tratándome como si nada hubiera pasado. Me volvía dependiente de su mirada y sonrisa conforme pasaban los meses. Un día mencionó algo de ir a estudiar a Londres y lloré toda la noche. Logan no podía dejarme porque la vida antes de él, era sólo un nubarrón amorfo de color oscuro, era horrible no tener alguien que me comprendiera y quería volver a ella. Así que no lo dejé ir, no solo. Aplicamos a la misma Universidad y estudiamos en Londres.
Poco a poco mis barreras se fueron derrumbando, permití que me tomara de la mano, que su mano se colocara en mi cintura, me permití recostar mi cabeza en su hombro y pecho para escuchar los latidos de su corazón. Permití todo muy confundido, las sensaciones con que mi cuerpo recibía su contacto era tan distinto al rechazo que formaba mi mente, hasta que me besó un suave beso en los labios bastó para que el hielo que quedaba en mí se derritiera. Yo era la misma de siempre pero mi corazón ya no era mío, le pertenecía a alguien más y ese era Logan. Han pasado dos años desde aquel beso, el suave roce que me llevo hasta el cielo y que hoy me llevará más lejos.
-Me lanzaste un balón en la cara-lo acuso
-No fui yo-empezó a reírse-iba a la portería. John desvió la trayectoria del balón
-Oh, no Logan te has equivocado. No me enamore de ti hasta….-pero no me dejó seguir, sus labios ya estaban posándose sobre los míos, haciéndome olvidar la razón por la que estaba allí, elevándome hasta lugares en cuya existencia no creía, un nivel de felicidad tan excesivo que no debería ser legal.
Pero lo era porque no veía a los federales por ningún lado. Sólo a Logan y a mí, el y yo; era suficiente porque lo amaba. Había comprendido el significado de esta sencilla palabra y podía decirla sin arrugar el seño. Amo a Logan.
-¿Cuándo fue? ¿Cuándo te besé porque no te callabas
Entrecerré los ojos-Sabes que odio eso
-Eso no es lo que me dice tu boca o tu lengua-me sonrojo y muerdo el labio para evitar recordar esos momentos. Logan deposita un beso casto en ellos-No te hagas daño-me pide-mejor cuéntame como fue esa parte.
-Ah, pues eso…te lo diré otro día
-Amy, eres injusta. Siempre te cuento como me enamoré yo
-Podría decirse que yo ya lo sabía
-¿Por qué será?-dice Logan naturalmente sarcástico
-Lo importante es que lo sé y tu no
-Mala-entrecierra los ojos y luego separa la distancia, apretándome a su cuerpo. Mi corazón empieza un latido irregular. Examina toda mi cara un segundo y luego comienza a trazar mis mejillas con su dedo en un suave movimiento que acelera mis sentidos.
-Vamos, Amy…mi dulce Amy-se inclina hacia mí y aspira el olor de mi cabello. Su respiración roza mi oído. Abro los labios ligeramente. Quiero sentir su respiración sobre mi boca y él lo sabe.
-Deja de manipularme Lerman
Me mira de nuevo sus ojos con cierto brillo de diversión. –No se te escapa ninguna
Niego con la cabeza
-Vamos cuéntamelo
-¿qué tal si te doy una pista?- Amplia los ojos con interés.
-Margaritas amarillas-digo con mi mueca sarcástica. Logan gruñe y me inclina hacia atrás como si fuera a plantarme uno de esos profundos besos que me dejaban mareada.
-Logan hay mucha gente-encoge los hombros y susurra ¿y qué?
-No me importa si hay mucha gente. Todos saben que serás mía para toda la vida
- tendrás toda la vida para presionarme
-Y para manipularte-dice en voz baja cerca de mi oído
-Tienes razón-concedo antes de que estrelle sus labios contra los míos. Es la verdad “toda la vida” parece una frase bastante agradable. Muerde mi labio inferior y finaliza el beso, agachando un poco más la cabeza para juntar nuestras frentes.
-Te amo
-Y yo a ti Logan, y yo a ti.
Por tiPOR TIPor ti :)

GEMEEEE! ME ALEGRA MUCHO QUE AYAS SUBIDO ESTE HERMOSO ONE SHOT! QUE YA CASI ME LO APRENDO DE MEMORIADE TANTO RELEERLO.. CREO QUE TENGO UN PROBLEMA! JAJAJAJ LO AMO DEMASIADO!
LA HISTORIA ES TAN TIERNA, TAN ROMÁNTICA, TAN HERMOSA! DEBO ADMITIR QUE ME SIENTO IDENTIFICADA CON AMY ANTES DE QUE LE DIERAN EL PELOTAZO EN LA CARA.... SOLO ESPERO ENCONTRAR UN DÍA A MI LOGAN LERMAN (l) BUENO SE VALE SOÑAR NO? GEME GRACIAS POR ESTA HERMOSA HISTORIA.

the biggest fan escribió:GEMEEEE! ME ALEGRA MUCHO QUE AYAS SUBIDO ESTE HERMOSO ONE SHOT! QUE YA CASI ME LO APRENDO DE MEMORIADE TANTO RELEERLO.. CREO QUE TENGO UN PROBLEMA! JAJAJAJ LO AMO DEMASIADO!
LA HISTORIA ES TAN TIERNA, TAN ROMÁNTICA, TAN HERMOSA! DEBO ADMITIR QUE ME SIENTO IDENTIFICADA CON AMY ANTES DE QUE LE DIERAN EL PELOTAZO EN LA CARA.... SOLO ESPERO ENCONTRAR UN DÍA A MI LOGAN LERMAN (l) BUENO SE VALE SOÑAR NO? GEME GRACIAS POR ESTA HERMOSA HISTORIA.

Awww gemee me alegra que te haya gustado :D aprendetelo nomás :P yo no me molesto jejej seee ¿quién no quiere un LOgan :twisted: ?