Mi alma gemela. (Harry Styles) [TERMINADA]

-¿Está dormida?- Dijo una voz femenina y familiar.


-Creo que sí, pero no grites tanto, que si no se despertará-
Dijo otra voz más dulce y aguda.


Abrí los párpados pesados por el sueño, y me percaté de que tenía un dolor terrible de cabeza y náuseas: Resaca.


Quatro cabezas me miraron sonrientes.


-¿Estás Bien?-Dijo Ariana.


-¿Porque Harry estaba contigo?-Dijo Sparkler un poco
molesta.


-¿Te hizo algo?-Añadió Anabella, preucupada.


-¿Estás mareada?-Preguntó Swage.


-Limpiamos todo el desastre, ya que tu estabas muy mal. Pero te queremos igual borrachuza.-Sonrió dulcemente Sparkler.


Aunque la cabeza me daba vueltas, aconseguí responder todas las preguntas:


-No, No lo sé, No, Si, Muchas gracias.-Respondí las preguntas en el orden correcto.


Derrepente me dieron náuseas y la bilis se instaló amenazadoramente en mi garganta. Volé hacía el baño mientras vaciaba todo lo que tenía en el estómago, mientras un sabor ácido y amargo se regustaba en mi
boca.

Volví a la habitación para zambullirme de nuevo a la cama entre las profundidades de los cojines y las sábanas.

-Judy, por peor que te sientas, has de ir al instituto, total solo es una resaca, tómate una aspirina y bebe un poco de agua. Se te pasará enseguida.- Me aconsejó Anabella. Yo bufé, molesta por no poder quedarme en casa. Ellas, que ya estaban arregladas, rebuscaron en mi armario, algo decente, para ponerme:

www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=58685615


Cuando ya estube lista, fuimos de camino al instituto, mientras comíamos M&M’s. Cuando llegammos después de una larga carrera, nos dirigimos al campus verde, donde nos esperaba el professor de Gimnasia.

Llegamos allí, mientras observaba al professor presentarse.


Pelo canoso, musculoso, bronceado de bote, camiseta naranja ajustada, pantalones de chandal, botella de agua fría en una mano y gafas de mosca que le tapaban lso ojos. Pude observar que sus rasgos duros y amplios, no disimulaban la puntiaguda
barba que se estaba formando en su barbilla, a causa de no afeitarse.

-Bien alumnos, me llamo John Straigh, y seré vuestro
professor de Gimnásia durante el resto del curso.-Me hizo grácia porque tenía la voz muy aguda, como si detrás de esa apariéncia de duro, estuviese una niñita de seis años, hablando en nombre de él.


La classe rió de su tono de voz, y aunque él parecía no darse cuenta de la broma, nos seguía las risas.


-En la classe de hoy, haremos las audiciones para las animadoras y para los jugadores de fútbol. Formen filas.

Las chicas se pusieron los uniformes para la prueba y daban bsaltos y gritos de emoción. Seguro que solo querían ser animadoras para pavoneárse delante de los chicos. Aunque tampoco me puedo quejar, yo estaba apunto de saltar la banda de hierro que separaba chicos de chicas para las diferentes pruebas, y presumir de mi uniforme negro y rojo, muy ajustado a Harry.
Entonces…¿Todas teníamos ese propósito?

Me fijé que muchas de las chicas, miraban a Harry, y le sonreían seductoramente, me hirvió la sangre a alta temperatura, que ni yo sabía que se podia alcanzar. Antes de que me abalanzara sobre ellas y les arrancara las extensiones, un silbato nos recordó que debíamos hacer la prueba individual, así que me esperé en la banca espectadora del campo de fútbol, y esperé junto mis amigas, a que nos llamaran.


Me fijé que algunas salían de la prueba abrazando a sus amigas y riendo, mientras que otras salían llorando o disgustadas con la Mirada baja.


Al fin, me llamaron. Bajé las escalas de la banca de espectador, hasta al centro del campo de fútbol, donde los jugadores, se habían tomado un descanso, y me miraban fijamente. Giré mi cabeza para ver a las chicas, que estas me miraban alzando los pulgares, para animarme.

Asentí riendo, y me plante delante de la capitana de animadoras, Cristel, o como la conocemos todos: Señorita zorrin zorrinson.

Me lanzó dos pompones rojos contiras plateadas, y me asintió en para darme la seña de que empezara.

Empezó a sonar la canción de “Loreen- Euphoria”, y yo me puse en la pose inicial.
www.youtube.com/watch?v=bcnWysA9gxo

Me arrodillé con la Mirada baja y los brazos en alto moviéndo los pompones. Alcé lentamente la Mirada inexpresiva, para de un Segundo al otro hacer una voltereta, y quedarme en pie. Puse los brazos en jarras, mientras las manos aún sostenían los pompones, moví los brazos en el paso de la hélice, y caí abriéndome de piernas. Hice la rueda ya acabé en un mortal hacia atrás, después giré en la otra dirección mientras hacía muchas volteretas seguidas, hasta acabar en pie. Giré en una rueda perfecta y finalmente, levité en el aire, me sostuve unos segundos, para después hacer un mortal adelante y caer al suelo, acabando la actuación.
Bien, yo no sabía hacer mortales en la Tierra, apenas sabía hacer la voltereta, lo que pasa es que, al saber volar, podía controlar mi cuerpo como quisiera.
Oí unos aplausos y abrí mis ojos azules, para ver a Cristel con una cara entre asombro y fastidio, y a todos los chicos mirándome y aplaudiendo. Hasta algunos me tiraron una papeleta con su número.
Louis, que estaba con los chicos de fútbol, me alzó los pulgares tal y como habían hecho las chicas antes de entrar en la audición. Suponí que a él también lo habían aceptado, pero como jugador del equipo.
A su lado estaba Harry que le lanzó una mirada fulminante a Louis. Yo reí de sus celos, aunque...¿celos? ¿porque los habría de tener?

Al fin Cristel habló, ahora con más calma:

-Vous êtes dans l'équipe des sessions de formation sont le lundi et le jeudi et le samedi, il ya un match.- Habló ella, en Francés, claro. Yo entendí algo, más o menos.

-¿Y...mmm-No sabía como hablarle para que me entendiera.- los uniformes?.-Le pregunté gesticulando con mucho énfasis.

-Sentez Lo, et non pas la langue que vous parlez ...-Dijo ella inocentemente. ¡Ahora SÍ lo entendí! y ella también me entendió. Exploté mi paciencia, algo no muy sorprendente en mí...
-¡¡¡¿¿¿ESO LO ENTIENDES ZORRA???!!!- Le enseñé mi dedo corazón y le planté delante de su cara. En pocas palabras..., la estaba mandando a freír espárragos.
La piel de la francesa se encendió de rojo y sus ojos grises mandaban frialdad, empezó a gritar un montón de cosas, que por la forma en lo que lo decía, no parecía demasiado amable...
Volé sin hacerle caso, ni a ella ni a Harry, hacia casa.
Una vez allí, tomé mi guitarra color vino, que aún no había estrenado y volví al instituto, a sentarme en el banco del parque de los sollozos, para componer una canción. Sí, cuando estaba estresada, compartía mis emociones con la hoja y la tinta del bolígrafo, para pasárlo a las seis cuerdas de la guitarra.
Comencé a pensar de lo que podría tratar la canción. Y entonces se me encendió la bombilla. Él és el único que puede hacerme sonreír sin hacer bromas, el único que cuando está lejos de mí aparece un sentimiento de vacío en el estómago que nadie puede hacerme sentir...El único que estoy segura a quien quiero.

[justify]Escribí con letra temblorosa: "One thing"

Las palabras brotaron de mis manos, para instalarse cómodamente en el papel rayado.

-Judy, hemos de hablar.-Una voz ronca y lenta, inundó el parque. Yo dí un pequeño bote del susto, pero por suerte no se me cayó la guitarra.

Y ahí estaba él, con el uniforme de capitán de fútbol. Sin duda muy sexy. ¿Judy que estás diciendo? ¡Se supone que lo has de olvidar!
Tomé compostura y le dirigí la mirada más fría que pude, aunque me pareciera más a Bambi.

-No hay nada que hablar, lo dejaste muy claro el otro día de lo que sentías por mí, y yo no te obligaré a cambiar de opinión.-Dije intentando hacer algunos acordes con la guitarra, que concordasen con la canción.

-Y no he cambiado de opinión por lo que siento hacía a ti.-Sonrió. Mis ojos se aguaron durante un momento, pero no me pasó nada, mi corazón ya estaba roto. Tomé aire antes de soltarle:

-Cierra la boca.

-De acuerdo pero antes...-Le interrumpí.

-¿Qué parte de "cierra la boca" no has entendido?-Le solté molesta. Él me miró triste.

-Sólo dame una oprtunidad para hablar contigo, solo pido una oportunidad.

-No me interessa nada de lo que salga de tu boca. Ahora véte, no quiero volver a verte-Le dije, indiferente. Me importaba y mucho. Y yo que pensaba que era mala mentirosa...
Como ví que él no se movía, me moví yo. Pero cuando hice el gesto de marcharme él me cogió de la muñeca y hizo girarme hacía él. Cara a cara.

-Mírame a los ojos y dime que quieres que me vaya. Si és así, me iré y no volveré a molestarte jamás.- Me dijo. Sus palabras me trasbalsaron un poco, pero recompuse fuerzas y respondí, mirando al suelo:

-Quiero que te vayas.-Dije firme, pero él sonrió.

-Mírame a los ojos y dímelo.-Ahora lo dijo más serio.
Le intenté mirar a sus ojos verdes e intensos, pero solo pude evitar su mirada.

-No puedo.-Me solté de su agarre y me fuí de allí dejándolo con la palabra en la boca.

Me dirigí a un terreno solitario, parecido más bien a un bosque. Estaba a unos metros de la escuela, así que podía componer mi canción con más tranquilidad, salvo un pequeño problema. Notaba sus pisadas detrás de mí. Me paré enmedio de los pinos verdes y robustos y la tierra oscura y húmeda. El cielo estaba grisáceo, y los árboles tapaban los pocos rayos de sol que iluminaban ténuemente la escuela.
Cogí la guitarra y me senté, apoyada en uno de los pinos, con la guitarra recostada en mi pecho, intentando pasar de la preséncia de Harry.

-¿Puedo sentarme?-Dijo él.

-¡Haz lo que quieras, pero déjame componer en paz!-Le grité. Él, en un rápido movimiento, me dejó delante suyo. Su frente estaba apoyada en la mía.

-Cometí un error, el más grande de toda mi vida. Y ese fué evitarte e intentar olvidarte y decirte que no te quería cuando era todo lo contrario. Sólo por miedo de que me separaran de tí y me rompieran el corazón.

Me quedé congelada, pero reaccioné y escupí las palabras:

-Pues olvídame.

-No puedo Judy. No puedo olvidarme de tí, no puedo evitarte, no puedo estar lejos de tí, no puedo dejar que tú no seas la ama de mis pensamientos, no puedo cambiarte por otra chica porque tú eres la única que capta mi atención. No puedo dejarte ir porque...-Me miró a los ojos más intensamente de lo que habían hecho nunca.- Porque estoy enamorado de tí.

Me tomó por la cintura y me atrajo hacía él. Todo había sido una mentira. ¡Harry me quería! ¡El chico de pelo alborotado me quería! ¡Estaba enamorado de mí! En mi interior se formaron fuegos artificiales. Parecía estar volando...aunque claro, podía ser que sí. Miré hacia abajo y ví que no, no estaba volando. Estaba tan feliz que a la vez me asustaba.
Hice una amplia sonrisa y él imitó mi acción. Antes de que pudiera decir algo más, lo cogí por el rostro y le planté un gran beso en los labios. Nuestras bocas se encontraron desesperadas, mientras se besaban ansiosamente. Cada beso era una droga, adictivo. Y cuando creía que cuantos más besos satisfacerían mi hambre, hacían el efecto contrario. Sus labios tenían un sabor parecido al de frutas, de fresas para ser exáctos. Eso lo hacía aún más adictivo, y me preguntaba si lo iba a soltar alguna vez.
Nos separamos por falta de aire, pero sus labios, rojos e hinchados, le hacían darle una imágen más atractiva.
él me miró con el mismo brillo en sus ojos verdes celestes, y no tardamos más de un segundo para volvernos a pegar en otro beso.

-Te.Qui.E.Ro.-Me dijo entre beso y beso. Yo solo pude sonreír, no podía hacer más que eso, estallaba de felicidad.

Poco después, nos encontrábamos abrazados sobre el césped húmedo. Los dos sonreíamos y yo estaba a punto de dormirme entre sus brazos. Ah, esos brazos protectores, tallados por los mismos dioses al igual que el resto de su cuerpo ardiente.

-Judy.-Me susurró. Yo abrí los ojos y le miré. Su rostro era de felicidad, aunque se estaba quedando dormido.

-Díme Hazza.-Le dije, también adormilada.

-¿Quieres ser mi novia, apesar de las consecuencias que eso concluya?- Dijo mirándome tiernamente. Sonreí involuntariamente y las palabras saltaron como si me fuera la vida en ello.

-Claro que sí, tontito, apessar de las consecuencias-Le dije, pasé mis brazos sobre su cuello mintras él apretaba mi cintura. Le acaricié su cabello rizado mientras él sonreía. Finalmente se acercó a mí depositando un maravilloso beso en mis labios.
Mientras cerraba los ojos, quedando nuevamente dormida, pude notar que mi corazón se iba reconstruyendo de golpe. Con refuerzos y mucho más grande. Noté una sensación que no sabría explicar, pero iba más allá de todo lo real.
El amor de ser correspondida.