Mi alma gemela. (Harry Styles) [TERMINADA]

Los chicos, Ariana y yo, nos quedamos pasmados. Anabella, se limitó a sonreír, y a guiarnos por toda la escuela.
Pasamos por la plaza principal, donde se hallaba una fuente de un cupido de piedra, con el gesto de tirar una flecha al cielo. Las pequeñas piedrecitas tapaban el suelo de cemento, dejándo ver un aspecto más bonito y bien cuidado. Delante estaba la escuela, pero Bella nos quería enseñar todo el campus. Seguimos el camino por unas escalitas que bajaban hasta una espécie de jardín. Las enredaderas sustituían las paredes, el suelo era de piedra, y las pequeñas florecitas azules y malvas adornaban peculiarmente un banco de hierro, con grabados en el respaldo.
-Esto es un pequeño jardín, donde puedes hacer deberes tranquilamente. Estas enredaderas, són especiales, es decir, carcomen el ruido. No oirás nada de nada, por mucho ruido que hagan los demás, fuera del jardín.-Explicó Bella. En seguida lo bauticé como "El parque de los llantos" puedes estar muy tranquila llorando sin escuchar nada.

Nos dimos cuenta de que había una puerta en un lateral de la pared, en forma de arco, que continuaba en un puente. Pasamos el puente de piedra, fijándonos en el paisaje que permitía verse desde esa altura. Había un campo de fútbol enorme con gradas y banderas en las esquinas, con el nombre del equipo. Justo debajo, habían las animadoras, ensayando nuevas coreografías, y los jugadores de fútbol, alineados, descansando mientras planeaban una estratégia de juego.

Los chicos bajaron directamente a esa parte y empezaron a hablar con los jugadores, y una que otra mirada de las animadoras.
Mientras, Ariana, Bella y yo, sonreíamos como tontas al ver a los chicos.
Niall, que había ido a buscar otro refresco, nos sussurró al oído:

-Las tres princesas, vieron jugar a la pelota a sus enamorados. Todo que era patético y ridículo, ellas pensaban en cada uno de sus movimientos, como una cosa sexy y de infinita hermosura. Aunque, la jóven rebelde de pícara sonrisa, parecía que tenía otra cosa en mente...-No lo dejé acabar, porque enseguida le golpeé en la entrepierna, roja de vergüenza.
-Auch...-Dijo con un tono muy agudo, Niall, que se retorcía en el suelo.

Después de eso, ví a Harry acercarse a la capitana de las animadoras de pelo rubio teñido, ojos verdes y sonrisa falsa. No sabían ni de qué hablaban, pero por las miradas que se echaban, por como la tía se toqueteaba pegajosamente un tirabuzón de pelo rubio y como se mordía de vez en cuando el labio inferior, era bastante para hacerme reaccionar negativamente, con la sangre ardendo en mis mejillas y desatando ira por do quier.
Pude oír las últimas frases de su tan "interesante" conversa. Aunque no entendí nada, porque hablaban en Francés.
"-Ravi de vous rencontrer Harry, j'espère que vous rester un autre jour, je dois avouer que nous avons eu une chimie instantanée. Vous savez, ce que vous voulez, parce que j'ai donné mon téléphone." Le dijo la rúbia plástica, soltando una risita. Harry le sonrió, dejando ver sus hoyuelos que tanto me gustaban, aunque la sonrisa no iba dirigida a mí, sino a esa hembra del zorro.
"-Ravi de vous rencontrer et de Cristel appel as'll, ne laisse pas la chance de pouvoir rencontrer une femme merveilleuse et attrayante comme vous, ou dix millions d'années." Le contestó él, lo que provocó que ella se sonrojara y le diese un pequeño beso en la mejilla de él. Eso ya era el colmo. Empezar a coquetear en mis narices, no entender ni los cojones de su conversa cursi en Francés y empezar a darse besos asquerosos. Ahora me dirán que es una costumbre Francesa...pues bien, si és así, ¡ODIO ESA COSTUMBRE!.
Niall, aún tirado en el suelo, logró seguir con su fastidiosa novla, todo y que faltaba un dedo de mi paciéncia, para que se agotase y enviárlo a freír espárragos.

-La jóven de sonrisa picarona, vio la incómoda escena de su enámorado ligando con otra. Sorprendentemente, estos, empezaron ha hablar cursimente en Francés. La fúria se podría presenciar en los ojos celestes de Judy, quién estaba ahora, recórdando mil y una maneras de matar a a su amado de pelo irresistiblemente rizado, que por cierto, no era tan irresistible que el ángelito tan sexy que tienen de narrador...-Él quería seguir hablando, pero antes de que se enrollara a piropearse a sí mismo, le dí otra vez en la entrepierna.
-¿Quieres quedarte estéril o que?-Le pregunté entrecerrando los ojos, ahora, simplemente tenía ganas de sacar mi dedo corazón a pasear, y enseñárselo a todo el mundo. Si no és posible, me conformo con dejar estéril a Niall.
-Auch...Noo, yo quiero tener pequeños "yo" y que sean tan sexys como su padre...-Le díi otra vez. Aunque en otro asunto, me hubiera reído, solo recordándo la escena de la rubia oxigenada hablando con Harry, me sacaba las ganas de reír, ir allí y matarlo yo, personalmente de un golpe. Levanté a Niall en el aire, y lo dejé de pie en el suelo, ya que él, no parecía colaborar demasiado levantándose.
Las chicas lo ayudaron en ponerse en pie, pero justo el momento que se ponía en pie, su cara se descolocó, en una mueca de incredulidad. Sus ojos azules, casi se le salían de las órbitas, mirando a una chica que estaba sacando una coca-cola, de la maquina de refrescos, donde él había estado anteriormente.