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Moments (Niall) [Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Moments (Niall) [Terminada]
Nombre: Moments.
Autor: Amelia.
Adaptación: No.
Género: Romance.
Advertencias: No actualizo todos los días.
Otras páginas: No.
Autor: Amelia.
Adaptación: No.
Género: Romance.
Advertencias: No actualizo todos los días.
Otras páginas: No.
—¿Qué te sucede?
—Me sucede que estoy harta de esto. Me haces daño y aún sigo detrás de ti.
—¿Qué?
—Estoy harta de tu bipolaridad. Actúas dulce un momento, y luego te pones distante, esto me…
—¿Qué te pasa hoy?
Eso fue la gota que derramó el vaso.
—¡Qué me gustas Horan! Y no dejas que nadie te quiera, te vas a quedar solo, y luego pensarás en lo que te digo.
—Yo…
—Nada Horan, olvídalo...
—Me sucede que estoy harta de esto. Me haces daño y aún sigo detrás de ti.
—¿Qué?
—Estoy harta de tu bipolaridad. Actúas dulce un momento, y luego te pones distante, esto me…
—¿Qué te pasa hoy?
Eso fue la gota que derramó el vaso.
—¡Qué me gustas Horan! Y no dejas que nadie te quiera, te vas a quedar solo, y luego pensarás en lo que te digo.
—Yo…
—Nada Horan, olvídalo...
Última edición por Amelia el Dom 10 Feb 2013, 8:56 am, editado 6 veces
Amelia
Re: Moments (Niall) [Terminada]
Capítulo 1. A good luck necklace
—Dios mío, no puedo creer que ya vienen—dijo mi hermana sin dejar de brincar de un lado a otro de la habitación.
—Wow, y yo emocionada por ver a nuestro primo que tenemos, ¿cuánto sin verlo? ¿Cómo dos años?—dije son sorna.
—Eh, sí, a él también.
—Nunca cambiarás—dije negando con la cabeza sin dejar de mirar hacia la revista que hojeaba.—¿Podrías bajarle a la música?
—Eh… no—dijo, supe que estaba sonriendo para sí misma. Di un largo suspiro.—Cantan hermosamente, ¿no crees?
—Eh… sí, como sea—dije sin prestarle mucha atención—. ¿Sabes? Aún tenemos que ensayar la canción para la clase de música. Olvídate de que vuelvo a hacer pareja contigo.
—Lo haces porque me amas—se paró de su cama y se tiró en la mía, a mi lado.
—No me queda de otra, eres mi hermana—dije aún sin levantar la vista de la revista.—Cuando vengan, trata de comportarte… lo más normal que puedas. Se quedarán aquí por unos días y quiero que por lo menos se lleven una buena impresión de esta familia y que no recuerden estas semanas como las peores de sus vacaciones—dije ahora mirándola.
—¿Cómo puedes estar tan calmada?
—¿Por qué no lo estaría?
—¡Porque es One Direction!—su tono de obviedad me hizo levantar una ceja.
—Son chicos normales que tienen talento, más nada. Ni siquiera los conozco, sólo quiero ver a Louis.
—Tanto tiempo sin verlo, ¿no? Recuerdo que solo teníamos que cruzar la calle para ir a su casa y pasar la tarde haciendo tonterías.
—Luego nos mudamos—mencioné recordando.
—Luego él entró a Factor X—continuó ella.
—Luego se hizo famoso.
—Luego estuvo en una banda. Luego se olvidó de nosotros, luego lo extrañamos, luego…
—Deja de ser dramática—dije riendo.—Nunca cambiarás.
—Así me amas—dijo ella pestañeando numerosas veces.
—Tienes razón—abracé a mi melliza. Seguimos hablando de cosas tontas, mientras yo trenzaba su cabello, igual al mío, sólo que el de ella recortado en capas y un poco más corto.
Las dos teníamos tez clara, ojos color miel con tonos verdes y cabello castaño oscuro. Éramos inseparables. Las personas pensaban que éramos gemelas, puesto que a veces nos vestíamos iguales, pero en nuestros rostros se notaba que no éramos tan idénticas.
—Niñas…—cantábamos a coro Call me maybe, cuando una mujer de cabellos dorados y ojos color miel asomó la cabeza por la puerta de color blanca.
—¿Qué pasa mamá?—preguntó Des bajándole a la música.
—Agarra a tu hermana Den, los chicos han llegado—justo antes de que mi hermana pegara el grito de su vida, tapé con una almohada su cara.
—Yo la calmo, ahora mismo bajo—dije sonriéndole inocentemente. Me subí encima de mi hermana, la cual no dejaba de patalear.—Si no dejas de gritar y patalear, te vas a asfixiar. Dejó de hacerlo.
—Lo siento, estoy emocionada—dijo mordiéndose el labio inferior.
—Tranquila…
—Dios, debo arreglarme el cabello, ponerme otra cosa…—estaba a punto de pararse y dirigirse al espacioso armario, cuando la tomé del brazo haciendo que cayera de nuevo en la cama.
—¿A dónde crees que vas? Estás perfecta así como estás—dije mirándola. Vestía unos shorts de jean oscuro, y una blusa de color anaranjado muy claro de tiros y sus sandalias. Tenía su muñeca con múltiples pulseritas de goma de varios colores como yo, y en su otra muñeca, la pulsera tejida de color blanco con un dije dorado, idéntica a la que yo tenía. Yo tenía unos shorts de color coral, con una blusa de rayas grises y blancas con el dibujo de un timón de un barco en él, del color del pantalón.—Además, la trenza que te hice te queda muy bien—dije mirándola con las cejas levantadas.
—Ok, vamos—dijo suspirando. Ella estaba nerviosa, porque agarraba fuertemente mi mano, casi clavando sus uñas pintadas de blanco en la palma de esta.
—Hey, tranquila, tus uñas se teñirán de rosado si sigues apretando mi mano—me burlé.
Bajamos las escaleras y a mitad de esta, ya se podían ver a nuestros invitados y a nuestros padres en la sala, algo me detuvo, el brazo de mi hermana.
—Oh no, yo me voy…—dijo tratando de subir las escaleras de nuevo, pero la tomé de la cintura y se lo impedí. Se podía decir que ella era la más tímida cuando no conocía a alguien, pero luego de tomar confianza, era la persona más loca que se puede conocer. Y ver a su banda favorita en la sala de su casa la hacía sentir emocionada, cohibida, alegre, asustada, y la hacía entrar en un estado de shock. Sabía todas esas cosas porque estábamos algo así como conectadas la una con la otra.
—Den, Des—se escuchó la voz risueña de Lou.
—Lou, casi ni te reconozco—dije sonriéndole mientras lo abrazaba por el cuello.—Espera, se supone que yo estoy enojada contigo—dije alejándome de él.
—¿Yo que hice?—dijo confundido.
—Será, qué no hiciste…—le miré entrecerrando los ojos.
—¿Qué ocurre?—dijo aún mirándome mientras abrazaba de lado a Destiny.
—No has vuelto a llamar como en seis meses. No te he visto desde que me mudé, hace más de dos años.
—Lo siento pequeña—dijo mirándome haciendo un puchero.
—Ya no soy pequeña, pronto cumpliré los dieciocho—me crucé de brazos y girando la cara dramáticamente.
—Ese día sí que no me lo perderé—sonrió. Me volví a abrazar. El era nuestro hermano, y nos dolió mucho saber que nos separaríamos.—Chicos, estas chicas son mis hermanas, Denisse—se me señaló, aún con su brazo sobre mis hombros, a la vez que les saludaba con la mano—y Destiny—señaló a mi hermana que se quedó estática. Me encantaba cómo nos llamaba “sus hermanas”, cuando en verdad éramos primos.—Por cierto… son intocables…—las dos lo miramos sintiéndonos abochornadas—.Ellos son Harry, Liam, Zayn y Niall.
—Hola—les dije a todos. Miré a mi hermana, que seguía estática. La empujé por el hombro para que reaccionara, pero se cayó y me lanzó una mirada asesina desde el suelo. Ella haló mi tobillo y caí al suelo también, haciendo a los chicos presentes y a mis padres reír.
—Siempre son así—dijo Louis encogiéndose de hombros.
Nos paramos sonriendo.
La habitación se quedó en silencio, un silencio un tanto incómodo.
—Em… Tu padre y yo iremos al supermercado a comprar los ingredientes para la cena de esta noche…
—No se preocupe, podemos ir a cenar a fuera, no queremos importunarlos…—dijo el de cabello color miel, supongo que Liam.
—¿Qué cosas dices? Claro que no. Acaban de remodelar la cocina y los uso como excusa para estrenarla—reímos.—Volveremos pronto, por favor—se dirigió a nosotros tres—, quiero mi casa en pie para cuando volvamos.
—¿Has escuchado Louis?—le señalé con un dedo, sabiendo que aquello iba dirigido para mí y mi hermana también.
—Llamen cualquier cosa—dijo mi padre saliendo y cerrando la puerta detrás de sí.
—Des, ve a enseñarle a los chicos su habitación—le dije codeándola para que reaccionara.
—¿Qué?—dijo mirándome como si estuviera diciendo locuras.
—Lo que dije, ve—dije empujándola levemente. Asentí y levanté los pulgares.
—Está bien—dijo bajito. Ella seguía en estado de shock, sabía que en cuanto estuviéramos solas comenzaría a gritar, o a llorar, o las dos cosas.
Todos se fueron a las habitaciones para invitados que quedaban en el piso de abajo. Un pito en la cocina me hizo sobresaltar, ya que me había quedado metida en mis pensamientos. En el horno ya estaban listas unas galletas.
—¿Qué huele tan bien?—dijo alguien entrando en la cocina, serví las galletas con cuidado en un plato y me giré. Era el chico rubio. No me había fijado en lo azulada de su mirada, un azul claro, hermoso. Negué con la cabeza, saliendo de mis pensamientos.
—Galletas, ¿quieres?—dije sonriendo.—Pero espera un momento, están acabadas de sacar. El se quedó fijamente mirando mi cuello, o algo así, se acercó y supe qué estaba mirando, mi collar.
—¿Puedo?—dijo mirándome, asentí y tomó el pequeño dije de trébol en sus manos, rozando mi cuello de paso, haciéndome sentir nerviosa.—Que coincidencia—dijo después de un rato mientras soltaba el dije y metía su mano en el cuello de su camiseta de color rojo y sacaba una cadena de oro, similar a la mía, pero más fina, y con el mismo dije. Consistía en un dije con forma de trébol de tres hojas, este tenía escrito “buena suerte” en varios idiomas, en letras pequeñas y otras más grandes.
—Me da suerte—dije sonriendo.
—Sí, a mi también…—dijo ahora llevando la galleta a su boca. No había notado lo cerca que estábamos el uno del otro, así que me fui de ahí, pasando a un lado de él.
Salí de la cocina, y vi a los demás sentados en el mueble, haciendo chiste y riendo, vi a mi hermana riendo también, pero sabía que estaba nerviosa. Fui al sillón donde estaba ella y me senté en sus piernas juguetonamente.
—Quítate, pesas—dijo tratando de empujarme.
—Que ruda—dije sentándome en el brazo del mueble, al lado de ella.
—Es su último año en la escuela, ¿cierto?—preguntó Louis.
—Sí, y el más estresante—suspiré.
—¡La canción!—dijo Des mirándome de repente.
—¿Qué? Yo te estaba esperando a ti—dije cruzándome de brazos.
—¿Qué canción?—preguntó Lou.
—Una tarea que debemos presentar para nuestra clase de canto, pero tu querida primita aquí presente no quiere practicar—dije mirándola a ella.
—¿Cantan?—preguntó el chico de cabello rizado y encantadores ojos verdes.
—¿No les había comentado que mi familia estaba llena de estrellas?—dijo Louis poniendo la espalda recta y echando la cabeza hacia atrás, con porte presumido. Rodé los ojos.
—Canten—Louis nos miró emocionado.
—No, me da vergüenza—dije mirándome mientras negaba.
—No te da vergüenza cuando cantas en el teatro de tu escuela—levantó sus cejas.
—No es lo mismo…—me crucé de brazos.
—Vamos… ¿cuál es la canción?
—La profesora eligió Talking to the moon para nosotras.
—Vamos, canten, no nos reiremos—dijo el de cabello negro, burlándose, mientras yo le miraba con la ceja alzada.
—Ignóralo, sólo canta—nos animó Lou.
—¿Te callarás si lo hacemos?—preguntó Destiny, hastiada por la insistencia.
—Sí—dijo aplaudiendo y sonriendo como un niño de tres años. Los amigos de Louis nos miraban con expresión burlona, no creían que cantáramos tan bien como decía Lou. Mi hermana se dio cuenta de eso, por lo que me miró y asintió, casi imperceptiblemente.
Cantamos la versión más corta que habíamos hecho de la canción. Luego de que finalizáramos la canción prolijamente, Lou hizo como si estuviese limpiándose las lágrimas. Los chicos nos miraban sorprendidos.
—Lo sé, las apariencias engañan—dije mirándolos. El chico rubio, Niall, se había acercado y nos miraba sonriendo.
—Me aburro, ¿qué hacemos ahora?—habló nuestro primo.
—Ustedes son los invitados, elijan—les dije.
—Caminemos por los alrededores…—mencionó Harry.
—Algo me dices que quieres llamar la atención de las adolescentes americanas—dijo mi hermana después de estar todo el momento callada.
—¿Yo? Claro que no—dijo en un tono que hacía más que obvio que sí quería eso. Nos hizo reír.
—¿Vamos entonces?—habló el de cabello de color miel.
—Déjame buscar mis gafas—dije caminando hacia las escaleras.
—¡Búscame las mías!—gritó mi hermana desde abajo.
Rebusqué en mi habitación por nuestras gafas de sol. Las tomé y cogí nuestros teléfonos y me puse unos zapatos bajos de color blanco y bajé presurosa. No había nadie en la sala, todos estaban a fuera, cada quien con sus gafas puestas, viendo el tremendo clima soleado.
—¿Tienes las llaves?—le pregunté a mi hermana, la cual jugaba con ellas y cerraba la puerta.
—Vámonos—dijo Des, tomando confianza poco a poco.
—Yo iba con mi brazo entrelazado con el de Lou, mientras íbamos echando chistes y hablando de cosas triviales. La mayoría de las cosas que salían de la boca de Louis eran cosas embarazosas acerca de nosotras cuando éramos más chicas.
—Deja de ponernos en vergüenza—dijo Destiny dándole un manotazo en la espalda.
—Solo tienes que decirlo, no recurrir a la violencia—dijo mirándola fingiendo molestia.—Por eso Denisse es mi favorita—dijo en broma mientras me abrazaba y yo reía. En eso sentí un flash, me giré y Lou me soltó.
—¿Quién es ella?—preguntó una mujer al lado de un camarógrafo con un aparato en su mano, creo que una grabadora.—¿Es tu novia?
Louis y yo reímos a carcajadas.
—Vámonos de aquí—susurró Harry y le dijo algo a la mujer y sonrió amablemente, y nos fuimos de ahí, caminando a toda prisa.
Estábamos en la sala de la casa. Mis padres estaban en su habitación, mientras nosotros matábamos el tiempo antes de la cena. Zayn usaba su computadora portátil, estaba entre Liam y Niall, que veían un video y se reían fuertemente. Harry estaba pasando canales en la gran televisión, Destiny tocaba distraídamente su guitarra en una esquina del salón, Louis y yo estábamos en el otro sillón, viendo cada cual su celular.
—¡Novio!—me tiré sobre Louis, mientras le daba un sonoro beso en la mejilla.
—¿Qué te sucede?—preguntó.
—Ahora somos novios oficiales, ¿no es hermoso?—dije aún abrazándolo por el cuello.
—¿De qué hablas?—preguntó el chico rubio, que ahora nos estaba prestando atención.
—Lo acabo de ver en una página. Mira… La nueva novia de Louis…—dije enseñándole el teléfono. Nos reímos.— Wow, sus fans son venenosas—mencioné al ver los comentarios de muerte que enviaban.
—Nos aman—dijo Louis empujándome, quitándome de encima de él, mientras yo reía.
—Oh oh—dijo Des, que estaba viendo por la ventana, corriendo un poquito la cortina.
—¿Qué pasa?—dije acercándome.
—Hay fans fuera de la casa, y parece que no se van a ir…
—Dios mío, no puedo creer que ya vienen—dijo mi hermana sin dejar de brincar de un lado a otro de la habitación.
—Wow, y yo emocionada por ver a nuestro primo que tenemos, ¿cuánto sin verlo? ¿Cómo dos años?—dije son sorna.
—Eh, sí, a él también.
—Nunca cambiarás—dije negando con la cabeza sin dejar de mirar hacia la revista que hojeaba.—¿Podrías bajarle a la música?
—Eh… no—dijo, supe que estaba sonriendo para sí misma. Di un largo suspiro.—Cantan hermosamente, ¿no crees?
—Eh… sí, como sea—dije sin prestarle mucha atención—. ¿Sabes? Aún tenemos que ensayar la canción para la clase de música. Olvídate de que vuelvo a hacer pareja contigo.
—Lo haces porque me amas—se paró de su cama y se tiró en la mía, a mi lado.
—No me queda de otra, eres mi hermana—dije aún sin levantar la vista de la revista.—Cuando vengan, trata de comportarte… lo más normal que puedas. Se quedarán aquí por unos días y quiero que por lo menos se lleven una buena impresión de esta familia y que no recuerden estas semanas como las peores de sus vacaciones—dije ahora mirándola.
—¿Cómo puedes estar tan calmada?
—¿Por qué no lo estaría?
—¡Porque es One Direction!—su tono de obviedad me hizo levantar una ceja.
—Son chicos normales que tienen talento, más nada. Ni siquiera los conozco, sólo quiero ver a Louis.
—Tanto tiempo sin verlo, ¿no? Recuerdo que solo teníamos que cruzar la calle para ir a su casa y pasar la tarde haciendo tonterías.
—Luego nos mudamos—mencioné recordando.
—Luego él entró a Factor X—continuó ella.
—Luego se hizo famoso.
—Luego estuvo en una banda. Luego se olvidó de nosotros, luego lo extrañamos, luego…
—Deja de ser dramática—dije riendo.—Nunca cambiarás.
—Así me amas—dijo ella pestañeando numerosas veces.
—Tienes razón—abracé a mi melliza. Seguimos hablando de cosas tontas, mientras yo trenzaba su cabello, igual al mío, sólo que el de ella recortado en capas y un poco más corto.
Las dos teníamos tez clara, ojos color miel con tonos verdes y cabello castaño oscuro. Éramos inseparables. Las personas pensaban que éramos gemelas, puesto que a veces nos vestíamos iguales, pero en nuestros rostros se notaba que no éramos tan idénticas.
—Niñas…—cantábamos a coro Call me maybe, cuando una mujer de cabellos dorados y ojos color miel asomó la cabeza por la puerta de color blanca.
—¿Qué pasa mamá?—preguntó Des bajándole a la música.
—Agarra a tu hermana Den, los chicos han llegado—justo antes de que mi hermana pegara el grito de su vida, tapé con una almohada su cara.
—Yo la calmo, ahora mismo bajo—dije sonriéndole inocentemente. Me subí encima de mi hermana, la cual no dejaba de patalear.—Si no dejas de gritar y patalear, te vas a asfixiar. Dejó de hacerlo.
—Lo siento, estoy emocionada—dijo mordiéndose el labio inferior.
—Tranquila…
—Dios, debo arreglarme el cabello, ponerme otra cosa…—estaba a punto de pararse y dirigirse al espacioso armario, cuando la tomé del brazo haciendo que cayera de nuevo en la cama.
—¿A dónde crees que vas? Estás perfecta así como estás—dije mirándola. Vestía unos shorts de jean oscuro, y una blusa de color anaranjado muy claro de tiros y sus sandalias. Tenía su muñeca con múltiples pulseritas de goma de varios colores como yo, y en su otra muñeca, la pulsera tejida de color blanco con un dije dorado, idéntica a la que yo tenía. Yo tenía unos shorts de color coral, con una blusa de rayas grises y blancas con el dibujo de un timón de un barco en él, del color del pantalón.—Además, la trenza que te hice te queda muy bien—dije mirándola con las cejas levantadas.
—Ok, vamos—dijo suspirando. Ella estaba nerviosa, porque agarraba fuertemente mi mano, casi clavando sus uñas pintadas de blanco en la palma de esta.
—Hey, tranquila, tus uñas se teñirán de rosado si sigues apretando mi mano—me burlé.
Bajamos las escaleras y a mitad de esta, ya se podían ver a nuestros invitados y a nuestros padres en la sala, algo me detuvo, el brazo de mi hermana.
—Oh no, yo me voy…—dijo tratando de subir las escaleras de nuevo, pero la tomé de la cintura y se lo impedí. Se podía decir que ella era la más tímida cuando no conocía a alguien, pero luego de tomar confianza, era la persona más loca que se puede conocer. Y ver a su banda favorita en la sala de su casa la hacía sentir emocionada, cohibida, alegre, asustada, y la hacía entrar en un estado de shock. Sabía todas esas cosas porque estábamos algo así como conectadas la una con la otra.
—Den, Des—se escuchó la voz risueña de Lou.
—Lou, casi ni te reconozco—dije sonriéndole mientras lo abrazaba por el cuello.—Espera, se supone que yo estoy enojada contigo—dije alejándome de él.
—¿Yo que hice?—dijo confundido.
—Será, qué no hiciste…—le miré entrecerrando los ojos.
—¿Qué ocurre?—dijo aún mirándome mientras abrazaba de lado a Destiny.
—No has vuelto a llamar como en seis meses. No te he visto desde que me mudé, hace más de dos años.
—Lo siento pequeña—dijo mirándome haciendo un puchero.
—Ya no soy pequeña, pronto cumpliré los dieciocho—me crucé de brazos y girando la cara dramáticamente.
—Ese día sí que no me lo perderé—sonrió. Me volví a abrazar. El era nuestro hermano, y nos dolió mucho saber que nos separaríamos.—Chicos, estas chicas son mis hermanas, Denisse—se me señaló, aún con su brazo sobre mis hombros, a la vez que les saludaba con la mano—y Destiny—señaló a mi hermana que se quedó estática. Me encantaba cómo nos llamaba “sus hermanas”, cuando en verdad éramos primos.—Por cierto… son intocables…—las dos lo miramos sintiéndonos abochornadas—.Ellos son Harry, Liam, Zayn y Niall.
—Hola—les dije a todos. Miré a mi hermana, que seguía estática. La empujé por el hombro para que reaccionara, pero se cayó y me lanzó una mirada asesina desde el suelo. Ella haló mi tobillo y caí al suelo también, haciendo a los chicos presentes y a mis padres reír.
—Siempre son así—dijo Louis encogiéndose de hombros.
Nos paramos sonriendo.
La habitación se quedó en silencio, un silencio un tanto incómodo.
—Em… Tu padre y yo iremos al supermercado a comprar los ingredientes para la cena de esta noche…
—No se preocupe, podemos ir a cenar a fuera, no queremos importunarlos…—dijo el de cabello color miel, supongo que Liam.
—¿Qué cosas dices? Claro que no. Acaban de remodelar la cocina y los uso como excusa para estrenarla—reímos.—Volveremos pronto, por favor—se dirigió a nosotros tres—, quiero mi casa en pie para cuando volvamos.
—¿Has escuchado Louis?—le señalé con un dedo, sabiendo que aquello iba dirigido para mí y mi hermana también.
—Llamen cualquier cosa—dijo mi padre saliendo y cerrando la puerta detrás de sí.
—Des, ve a enseñarle a los chicos su habitación—le dije codeándola para que reaccionara.
—¿Qué?—dijo mirándome como si estuviera diciendo locuras.
—Lo que dije, ve—dije empujándola levemente. Asentí y levanté los pulgares.
—Está bien—dijo bajito. Ella seguía en estado de shock, sabía que en cuanto estuviéramos solas comenzaría a gritar, o a llorar, o las dos cosas.
Todos se fueron a las habitaciones para invitados que quedaban en el piso de abajo. Un pito en la cocina me hizo sobresaltar, ya que me había quedado metida en mis pensamientos. En el horno ya estaban listas unas galletas.
—¿Qué huele tan bien?—dijo alguien entrando en la cocina, serví las galletas con cuidado en un plato y me giré. Era el chico rubio. No me había fijado en lo azulada de su mirada, un azul claro, hermoso. Negué con la cabeza, saliendo de mis pensamientos.
—Galletas, ¿quieres?—dije sonriendo.—Pero espera un momento, están acabadas de sacar. El se quedó fijamente mirando mi cuello, o algo así, se acercó y supe qué estaba mirando, mi collar.
—¿Puedo?—dijo mirándome, asentí y tomó el pequeño dije de trébol en sus manos, rozando mi cuello de paso, haciéndome sentir nerviosa.—Que coincidencia—dijo después de un rato mientras soltaba el dije y metía su mano en el cuello de su camiseta de color rojo y sacaba una cadena de oro, similar a la mía, pero más fina, y con el mismo dije. Consistía en un dije con forma de trébol de tres hojas, este tenía escrito “buena suerte” en varios idiomas, en letras pequeñas y otras más grandes.
—Me da suerte—dije sonriendo.
—Sí, a mi también…—dijo ahora llevando la galleta a su boca. No había notado lo cerca que estábamos el uno del otro, así que me fui de ahí, pasando a un lado de él.
Salí de la cocina, y vi a los demás sentados en el mueble, haciendo chiste y riendo, vi a mi hermana riendo también, pero sabía que estaba nerviosa. Fui al sillón donde estaba ella y me senté en sus piernas juguetonamente.
—Quítate, pesas—dijo tratando de empujarme.
—Que ruda—dije sentándome en el brazo del mueble, al lado de ella.
—Es su último año en la escuela, ¿cierto?—preguntó Louis.
—Sí, y el más estresante—suspiré.
—¡La canción!—dijo Des mirándome de repente.
—¿Qué? Yo te estaba esperando a ti—dije cruzándome de brazos.
—¿Qué canción?—preguntó Lou.
—Una tarea que debemos presentar para nuestra clase de canto, pero tu querida primita aquí presente no quiere practicar—dije mirándola a ella.
—¿Cantan?—preguntó el chico de cabello rizado y encantadores ojos verdes.
—¿No les había comentado que mi familia estaba llena de estrellas?—dijo Louis poniendo la espalda recta y echando la cabeza hacia atrás, con porte presumido. Rodé los ojos.
—Canten—Louis nos miró emocionado.
—No, me da vergüenza—dije mirándome mientras negaba.
—No te da vergüenza cuando cantas en el teatro de tu escuela—levantó sus cejas.
—No es lo mismo…—me crucé de brazos.
—Vamos… ¿cuál es la canción?
—La profesora eligió Talking to the moon para nosotras.
—Vamos, canten, no nos reiremos—dijo el de cabello negro, burlándose, mientras yo le miraba con la ceja alzada.
—Ignóralo, sólo canta—nos animó Lou.
—¿Te callarás si lo hacemos?—preguntó Destiny, hastiada por la insistencia.
—Sí—dijo aplaudiendo y sonriendo como un niño de tres años. Los amigos de Louis nos miraban con expresión burlona, no creían que cantáramos tan bien como decía Lou. Mi hermana se dio cuenta de eso, por lo que me miró y asintió, casi imperceptiblemente.
Cantamos la versión más corta que habíamos hecho de la canción. Luego de que finalizáramos la canción prolijamente, Lou hizo como si estuviese limpiándose las lágrimas. Los chicos nos miraban sorprendidos.
—Lo sé, las apariencias engañan—dije mirándolos. El chico rubio, Niall, se había acercado y nos miraba sonriendo.
—Me aburro, ¿qué hacemos ahora?—habló nuestro primo.
—Ustedes son los invitados, elijan—les dije.
—Caminemos por los alrededores…—mencionó Harry.
—Algo me dices que quieres llamar la atención de las adolescentes americanas—dijo mi hermana después de estar todo el momento callada.
—¿Yo? Claro que no—dijo en un tono que hacía más que obvio que sí quería eso. Nos hizo reír.
—¿Vamos entonces?—habló el de cabello de color miel.
—Déjame buscar mis gafas—dije caminando hacia las escaleras.
—¡Búscame las mías!—gritó mi hermana desde abajo.
Rebusqué en mi habitación por nuestras gafas de sol. Las tomé y cogí nuestros teléfonos y me puse unos zapatos bajos de color blanco y bajé presurosa. No había nadie en la sala, todos estaban a fuera, cada quien con sus gafas puestas, viendo el tremendo clima soleado.
—¿Tienes las llaves?—le pregunté a mi hermana, la cual jugaba con ellas y cerraba la puerta.
—Vámonos—dijo Des, tomando confianza poco a poco.
—Yo iba con mi brazo entrelazado con el de Lou, mientras íbamos echando chistes y hablando de cosas triviales. La mayoría de las cosas que salían de la boca de Louis eran cosas embarazosas acerca de nosotras cuando éramos más chicas.
—Deja de ponernos en vergüenza—dijo Destiny dándole un manotazo en la espalda.
—Solo tienes que decirlo, no recurrir a la violencia—dijo mirándola fingiendo molestia.—Por eso Denisse es mi favorita—dijo en broma mientras me abrazaba y yo reía. En eso sentí un flash, me giré y Lou me soltó.
—¿Quién es ella?—preguntó una mujer al lado de un camarógrafo con un aparato en su mano, creo que una grabadora.—¿Es tu novia?
Louis y yo reímos a carcajadas.
—Vámonos de aquí—susurró Harry y le dijo algo a la mujer y sonrió amablemente, y nos fuimos de ahí, caminando a toda prisa.
Estábamos en la sala de la casa. Mis padres estaban en su habitación, mientras nosotros matábamos el tiempo antes de la cena. Zayn usaba su computadora portátil, estaba entre Liam y Niall, que veían un video y se reían fuertemente. Harry estaba pasando canales en la gran televisión, Destiny tocaba distraídamente su guitarra en una esquina del salón, Louis y yo estábamos en el otro sillón, viendo cada cual su celular.
—¡Novio!—me tiré sobre Louis, mientras le daba un sonoro beso en la mejilla.
—¿Qué te sucede?—preguntó.
—Ahora somos novios oficiales, ¿no es hermoso?—dije aún abrazándolo por el cuello.
—¿De qué hablas?—preguntó el chico rubio, que ahora nos estaba prestando atención.
—Lo acabo de ver en una página. Mira… La nueva novia de Louis…—dije enseñándole el teléfono. Nos reímos.— Wow, sus fans son venenosas—mencioné al ver los comentarios de muerte que enviaban.
—Nos aman—dijo Louis empujándome, quitándome de encima de él, mientras yo reía.
—Oh oh—dijo Des, que estaba viendo por la ventana, corriendo un poquito la cortina.
—¿Qué pasa?—dije acercándome.
—Hay fans fuera de la casa, y parece que no se van a ir…
Última edición por Amelia el Jue 27 Dic 2012, 8:13 am, editado 1 vez
Amelia
Re: Moments (Niall) [Terminada]
Capítulo 2. Tears
—¿Y qué? ¿Van a salir o no? Dudo que me quieran ver a mí—dije con una ceja alzada.
—¿Son muchas?—preguntó Louis.
—Unas doce chicas impacientes—me fui a sentar a un lado de mi primo, que comía una zanahoria, viniendo de él, no me encontraba nada raro.
—Yo voy—dijo este parándose aún con media zanahoria en su mano.—¿Vienes Harry? Sabes que quieren verte mover tus rizos—le guiñó un ojo. Por lo que me había dicho, Harry era su mejor amigo.
—Pues vamos—dijo parándose.
—Yo también voy—dijo Niall parándose, y por alguna razón, me quedé mirándole.
Los únicos en quedarse dentro de la casa fueron Liam, que al parecer tenía un horrible dolor de cabeza y Zayn, que miraba algo en su computadora aún con sus audífonos puestos. Sentí el mueble hundirse a mi lado, era Des.
—¿Qué te pasa? Te has quedado mirando a Niall.
—El casi no sonríe—dije distraídamente.
—Sí, es por sus dientes, son algo torcidos, pero pienso que eso debe ser un impedimento para sonreír—habló bajito, para que yo solo la escuchara.
—Eres una acosadora—dije riendo mientras la empujaba—. Liam, ¿sigues vivo?—le pregunté al ver que tenía un brazo sobre sus ojos y no se movía.
—Eso trato—dijo con voz ronca.
—Es mejor que vayas a recostar un poco…—él asintió sonriendo—¿te llevo una aspirina?
—Eso estaría perfecto—dijo mientras desaparecía por el pasillo de las habitaciones para huéspedes.
—Vuelvo ahora—me fui hacia el botiquín que estaba en mi habitación y luego bajé y le llevé la aspirina con un vaso de agua.
—Gracias—sonrió volviéndose a recostar en la cama.
—Trata de no morir—me burlé mientras salía de la habitación.
—Haré mi mayor esfuerzo—fue lo que escuché. Caminé por el pasillo, el cual estaba algo oscuro, por lo que no me fijé en que alguien venía de frente. Caí sobre mi espalda. Me froté la cabeza mientras me levantaba, quedando sentada.
—Lo siento… no te vi—me calé al ver sus ojos azules fríos y rostro inexpresivo. Pasó a un lado de mí, sin decir nada y entró a la habitación en la que dormía Liam.
—¡Niall! ¡Espérate Niall!—gritaba Harry caminando presurosamente por el pasillo.
—¿Qué haces ahí?—preguntó Louis viniendo detrás del chico de cabello rizado.
—Es que… nada—me paré con ayuda de Lou.—¿Qué le pasa a Niall?
—Hablamos luego—dijo yéndose detrás de Harry y cerrando la puerta detrás de él.
—Dios, es que a mí no me cuentan nada—Zayn también caminaba en dirección a la habitación.
—¿Qué pasa con estos chicos?—me tumbé en el sillón, donde seguía mi hermana.
—Entraron muy raro…
—¿Por qué no vamos al cine más tarde? Me aburro.
—Estás calmada—dije—, es raro. Creí que ibas a sufrir una crisis nerviosa.
—Son más normales de lo que pensé.
—¿Así que no te vas a casar con Liam?—pregunté burlonamente.
—Eh… no. El sería mi segunda opción. Tengo a Josh Hutcherson en la mira—sonrió malvadamente.
—Ya, en serio…—la miré con los ojos entrecerrados.—Sabemos que te gusta Dylan desde siempre.
—Sí, pero él no se fija en mí… tengo que ir considerando mis demás opciones—se encogió de hombros.—Ve a preguntarle a los chicos a ver si quieren ir con nosotras.
—¡No! Niall me miró como si quisiera matarme—dije bajando la voz.
—Vamos, no seas dramática. Yo iré a pintarme las uñas—miró sus uñas mientras se paraba y tomaba su guitarra. Desapareció por las escaleras. Rodé los ojos.
Descalza, fui hacia el pasillo. Toqué la puerta dos veces y luego abrí, asomando la cabeza. Al momento de asomar la cabeza, todos se callaron y hubo un ambiente de tensión, de esos momentos que se formaban y se podían cortar con un cuchillo. Todas las miradas estaban puestas en mí. Liam, Louis y Niall estaban en la cama. Este último con la cara escondida entre sus manos. Zayn y Harry estaban de pie frente a estos.
—¿Interrumpo algo?—pregunté, y me arrepentí al instante.
—Sí…
—No, descuida—Harry cortó a Zayn. Niall se paró, su cara estaba levemente roja y sus mejillas húmedas. Caminó hacia la puerta, así que me hice a un lado, y él salió, sin siquiera mirarme.
—Venía a preguntarles si querían ir con Des y conmigo al cine más tarde.
—Por mí está bien—sonrió Louis, aunque no fue esa sonrisa ancha que siempre nos daba. Le dirigí una mirada significativa que él entendió. Al final, solo bajó la vista.
—Está bien…—volví a cerrar la puerta y me fui hacia mi habitación, pensando en la mirada de Niall y por qué ese gesto me hacía sentir rara.
Encontré a mi hermana terminando de pintar sus uñas, que antes estaban pintadas de blanco, de un color negro. Me acerqué a ella y tomé un esmalte de color negro con brillos y comencé a pintarme las uñas también, tratando de distraerme para no pensar en lo que pasó anteriormente.
—Estás como que demasiado pensativa. Mejor te quito esto de las manos antes de que se caiga y manche la alfombra—dijo quitando el potecito de esmalte para uñas y dejándolo sobre su escritorio.
—No es nada—dije mirando por la ventana.—Iré a beber algo.
—Nos vamos en una hora, ¿ok?—dijo soplando sus uñas.
—Perfecto—salí de allí. Sentía la necesidad de preguntarle a Niall qué había pasado, pero me daba vergüenza, cosa que raras veces pasaba. Bajé al primer piso y vi que estaba todo en silencio. La casa era enorme, pero con cinco hombres dudaba que pudiera estar en silencio.
—¡Eso fue trampa!—escuché un grito proviniendo del patio trasero. Me acerqué a las puertas corredizas y corrí una, para poder salir. Los chicos estaban en la piscina, Zayn estaba en una de las sillas de playa que había allí como hace rato, en su computadora. Harry se había puesto encima de Louis hundiéndolo, Liam y Niall jugaban voleibol con una pelota. Me acerqué al chico moreno.
—¿Por qué no entras al agua?
—¿Qué te importa?—respondió sin levantar la vista de la pantalla.
—¿Eres así con todas las chicas?—pregunté molesta.
—¿Así cómo?—no levantó la vista de la pantalla.
—¿Qué te pasa?—me paré, poniendo las manos en mi cintura.—¿A caso te hice algo?
—A mí, nada—no me miraba aún.
—Y yo que pensé que eran amigables—estaba a punto de irme por donde había venido, cuando una mano se aferró a mi muñeca.
—Espera, no te vayas—me sonrió. Le miré con la ceja alzada.—¡Louis!—llamó a mi primo, el cual se quitó el cabello de la cara y miró hacia nosotros—me debes diez—dijo el moreno sonriendo.
—Espera… ¿qué?—le miré confundida. El hizo una seña con su mano y me indicó que me sentara de nuevo.
—El me dijo que eras difícil de hacer enojar, y yo le dije a Louis que nadie aguantaba al Zayn engreído. Así que te di hasta el final de este día para que explotaras. Louis dijo que explotarías en más o menos dos días—giré los ojos.
—Ok… ¿ahora hablo con el Zayn amigable?
—Sí—dijo sonriendo de lado.
—¿Me dirás por qué no te metes a la piscina?
—No me gusta el agua… no puedo nadar.
—Oh… ya veo—no quise preguntarle más porque supuse que no se sentiría muy cómodo contándome eso.
Nos quedamos hablando durante todo el rato. Ya estaba algo oscuro, pero los chicos no salían del agua aún. Resultaba que Zayn era un chico divertido, algo misterioso, pero divertido y alguien con que se podía hablar fácilmente. Miré a Niall un par de veces, y vi que se encontraba mejor, sonreía, no era mucha la diferencia, pero sonreía algo. Hasta que él salió y agarró una toalla que estaba en una silla y luego de secarse un poco el cabello, entró en la casa.
—¡Den!—me gritó mi hermana desde la puerta.
—¿Qué te pasa?—le respondí en el mismo tono. Ella vestía una blusa de rayas negras y blancas con el borde del cuello de color rojo. Tenía unos pantalones blancos y unos zapatos de tacón rojo. Su cabello castaño estaba trenzado y le caía por el hombro.
—Ha pasado más de una hora y no te has vestido.
—¡Es cierto!—dije levantándome de prisa.
—Muévete—dijo ella mientras desaparecía en el interior de la casa.
—¿No van a ir al cine con nosotras? Quien no esté listo en media hora se queda—dije corriendo hacia el interior de la casa. La casa estaba oscura, así que fui encendiendo las luces del pasillo a medida que pasaba. Y como me lo temía, choqué con él.—Lo siento, de nuevo.
—No importa—dijo bajito. Mi blusa se había mojado un poco por su torso húmedo. Nos miramos durante unos segundos hasta que él apartó la vista y se alejó un poco. ¿Acaso me odiaba?
—¿Te encuentras bien? Hace rato…
—No quiero hablar de eso—dijo algo cortante.
—Está bien...—me sentí mal. No le había caído a alguien tan mal tan deprisa.—¿Vas a ir al cine con nosotros?
—Em… sí, está bien—me miró por última vez y luego se fue, desapareciendo por el pasillo.
Cuando subí a mi habitación y encontré a mi hermana terminando de ponerse el rímel. Me metí a la ducha rápidamente, antes de que a mi hermana le diera un ataque. Me puse unos pantalones ajustados de color blanco, una blusa más desahogada de color blanco con rayas negras. Por último, me puse mis tacones de color azul. A mi hermana y a mí nos gustaba vestirnos parecido en algunas ocasiones. Yo me dejé el cabello suelto y me puse unos aretes de pluma de color negro. Me puse un poco de color en las mejillas y delineador y labial de color rosa pálido.
—Vamos—ella ya estaba saliendo de la habitación. Tomé mi bolso y mi teléfono y apagué la luz de la habitación. Bajamos las escaleras y Zayn, Liam y Harry ya estaban ahí abajo, esperando.
—¡Louis! No puedo creer que te tome tanto tiempo arreglarte—grité a mitad del pasillo.—¡Incluso Harry ya está listo!
—¿Qué quieres decir con eso?—gritó el aludido desde el pasillo.
No apresuré al chico rubio porque me daba miedo su reacción de rechazo, de mala gana, me hacía sentir dolida de alguna manera.
—¡Ya estoy aquí!—dijo saliendo de la habitación, con Niall detrás.
—Hey, estamos iguales—Destiny comentó cuando estuvimos en la sala, haciéndonos señas a mí y a Lou. Él tenía una playera de color blanco con rayas negras y unos pantalones
—Esto merece una foto—dijo este lanzándole su teléfono a Liam.—Digan carrots—traté de contener la risa por la forma en que lo dijo.
—Ya vámonos, se hará más tarde—nos apresuró mi hermana.
—Liam conducirá mi auto—dije cuando estuvimos en el garaje. Allí había cuatro autos, dos de mis padres y los restantes eran mío y de mi hermana. Yo no entendía la necesidad de tener dos, pero mis padres dijeron que era más cómodo y no sé que cuanta cosa. Parecía que en ese momento no tenían algo mejor en qué gastar el dinero.
—¿Por qué yo no puedo?—dijo Louis haciendo un puchero.
—Porque no confío en ti detrás de un volante—dije tocando su cabello mientras le sonreía. Los demás rieron.
—Yo me iré con ustedes—dijo Zayn caminando hacia nosotras. Louis le miró con los ojos entrecerrados, pero por suerte no dijo nada. Era como tener un hermano mayor.
Nos subimos al auto con Des de conductora, mientras Zayn iba en el asiento trasero. En más de una tuve que mandar a Zayn a callar porque Des estaba que no podía más y en cualquier momento pisaría el acelerador en vez del freno en algún semáforo, pero él no hacía caso.
En la radio sonaba Stereo Hearts y cantábamos a coro las letras de la canción como locos. Por suerte los cristales eran polarizados.
Cuando salimos del estacionamiento, compramos rápidamente las boletas antes de que las chicas presentes se dieran cuenta de que allí estaba One Direction. Luego de más de cinco minutos de discusión por la cual película veríamos, ellos ganaron, eligiendo así una de terror. Ellos se metieron a la sala corriendo, menos Louis, que se había quedado a comprar las palomitas y demás.
—Los mataré si no puedo dormir más tarde—les dije cuando ya nos comenzábamos a sentar. Solo quedaba un asiento entre Zayn y Niall. Consideré la idea de sentarme en otro lado, pero se vería muy mal. Dando un largo suspiro me senté y traté de no mirar a mi izquierda. La película se llamaba Más a allá del lago y trataba de un grupo de amigos que iba de camping y se quedaban a las orillas de un lago, en el cual se meten a bañar en la noche. Pero algo raro habita allí y pues los persigue y los mata uno a uno de la forma más sangrienta posible. Yo apretaba el brazo de Zayn mientras él reía por mi expresión.
—No te rías—golpeé su brazo.
—Ya puedes mirar, no pasa nada—me susurró. Levanté la cabeza y justo en ese momento masacraban al penúltimo chico. Lo maté con la mirada mientras él sonreía con suficiencia. Lueog me reí yo al ver su expresión de miedo. Harry y Louis se abrazaban graciosamente mientras Liam le tapaba los ojos a Destiny, alegando que ella no podía ver eso.
—Dios, por fin se acabó—me paré en cuanto los créditos dieron fin a la película.
—Ni siquiera viste un minuto corrido de la película—se burló Zayn.
—Tú cállate—le empujé. Un grupo de personas murmuraban a nuestra espalda. Una de las cosas que escuché fue el nombre de Harry.—No se vayan a voltear, pero creo que ya los reconocieron—susurré.
Hicieron justo lo que les dije que no hicieran. Como si estuvieran sincronizados, todos se giraron.
—Demonios—susurró Destiny.
Salimos como pudimos de la sala de cine, ya que todos estaban alrededor de nosotros, gritando y preguntando cosas.
—¡Harry te amo!—gritaba una de las fans cuando estuvimos en el estacionamiento.
—¡Adiós! Yo también—respondió sonriendo, a lo que la chica gritó eufórica.
—¿Ella es tu novia Louis?—me señaló.
Nos reímos como en la tarde, a lo mejor había visto la noticia.
—No, ella es mi prima—rió Louis mientras entraba en el coche. Todo aquello había sido grabado, y no tardarían mucho en subirlo a Youtube.
—Bien, no podemos dormir—Des y yo bajamos las escaleras en pijama, encontrando a los chicos en pijama también. Mamá y papá argumentaron que se quedarían hasta tarde donde unos amigos, no me sorprendía si no regresaban hasta la mañana. Trataban de estar lo menos posible en una casa llena de adolescentes locos. Eso sí, haciéndoles jurar que no habrían fiestas ni “cosas raras” en su ausencia. Fue más incómodo que recibir la charla acerca del sexo.
Yo usaba un pantalón largo de color negro con la silueta de la carita de Mickey Mouse y una blusa de tiros de color blanco. Destiny usaba un pantalón largo también, de color gris y una blusa blanca igual que la mía.
—Harry tenía tanto miedo que nos rogó que le acompañáramos—dijo Liam como excusa.
—¿Qué?—dijo el chico de cabello rizado, ahora tapado por un gorrito de tela de color gris.—Tú fuiste el que me dijiste que me quedara contigo.
—Porque Louis me pidió que lo acompañara—dijo Liam excusándose.
—Y a mí me lo pidió Zayn—se defendió Louis. Todos miramos a Zayn.
—¿Qué? No me quería quedar solo—se encogió de hombros y todos reímos.
—¿Dónde está Niall?—preguntó mi hermana.
—Dijo que se iba a ir a dormir—la voz de Lou era de incomodidad.—¿Puedes asegurarte de que sigue vivo?—me miró a mí.
—¿Por qué yo?
—¿Ves que alguien más quiere pararse y caminar por ese pasillo oscuro para que esa cosa lo ataque? Pues no—dijo como si fuera obvio. Rodé los ojos y me paré por fin. Toqué dos veces a la puerta y asomé la cabeza. El estaba acostado boca abajo, y podía jurar que estaba dormido, pero lo vi temblar levemente, hasta que levantó la cabeza. Estaba llorando. Dejé la puerta entreabierta y me acerqué, preocupada. Me senté a su lado con cuidado.
—¿Qué te sucede? Tal vez no te conozca desde hace mucho, pero algo me dice que no eres así.
—¿Por qué te importaría? Tú lo has dicho, no me conoces—su tono era cortante.
—¿Por qué me tratas así? No te he hecho nada…
El no respondió, solo se dio la vuelta, quedando sobre su costado, dándome la espalda. Siguió temblando levemente, siguió llorando. No me fui, sino que hice lo que me gustaría que me hicieran en un momento así, lo abracé. El no hizo nada, pero tampoco respondió al abrazo. Acaricié su brazo suavemente tratando de calmar las pequeñas convulsiones que tenía. No sé cuánto tiempo nos quedamos así, pero fue mucho tiempo, yo me había quedado dormitando sobre su hombro mientras lo abrazaba. Abrí los ojos y vi que su mano estaba sobre la mía y eso me puso nerviosa. El había caído en un profundo sueño, así que me levanté con cuidado y me fui de la habitación. Zayn y Liam dormían en el sofá en una posición incómoda. Harry y Louis estaban en el suelo y se abrazaban, y mi hermana estaba acostada en el otro sofá. Busqué mantas y los arropé a todos, y luego subí hacia mi habitación, aún pensando en lo que había pasado anteriormente. La tristeza que le invadía, su actitud cortante hacia mí, su mano sobre la mía y el ritmo alocado de mi corazón eran algunas de las cosas que sobrecargaban mi mente.
—¿Y qué? ¿Van a salir o no? Dudo que me quieran ver a mí—dije con una ceja alzada.
—¿Son muchas?—preguntó Louis.
—Unas doce chicas impacientes—me fui a sentar a un lado de mi primo, que comía una zanahoria, viniendo de él, no me encontraba nada raro.
—Yo voy—dijo este parándose aún con media zanahoria en su mano.—¿Vienes Harry? Sabes que quieren verte mover tus rizos—le guiñó un ojo. Por lo que me había dicho, Harry era su mejor amigo.
—Pues vamos—dijo parándose.
—Yo también voy—dijo Niall parándose, y por alguna razón, me quedé mirándole.
Los únicos en quedarse dentro de la casa fueron Liam, que al parecer tenía un horrible dolor de cabeza y Zayn, que miraba algo en su computadora aún con sus audífonos puestos. Sentí el mueble hundirse a mi lado, era Des.
—¿Qué te pasa? Te has quedado mirando a Niall.
—El casi no sonríe—dije distraídamente.
—Sí, es por sus dientes, son algo torcidos, pero pienso que eso debe ser un impedimento para sonreír—habló bajito, para que yo solo la escuchara.
—Eres una acosadora—dije riendo mientras la empujaba—. Liam, ¿sigues vivo?—le pregunté al ver que tenía un brazo sobre sus ojos y no se movía.
—Eso trato—dijo con voz ronca.
—Es mejor que vayas a recostar un poco…—él asintió sonriendo—¿te llevo una aspirina?
—Eso estaría perfecto—dijo mientras desaparecía por el pasillo de las habitaciones para huéspedes.
—Vuelvo ahora—me fui hacia el botiquín que estaba en mi habitación y luego bajé y le llevé la aspirina con un vaso de agua.
—Gracias—sonrió volviéndose a recostar en la cama.
—Trata de no morir—me burlé mientras salía de la habitación.
—Haré mi mayor esfuerzo—fue lo que escuché. Caminé por el pasillo, el cual estaba algo oscuro, por lo que no me fijé en que alguien venía de frente. Caí sobre mi espalda. Me froté la cabeza mientras me levantaba, quedando sentada.
—Lo siento… no te vi—me calé al ver sus ojos azules fríos y rostro inexpresivo. Pasó a un lado de mí, sin decir nada y entró a la habitación en la que dormía Liam.
—¡Niall! ¡Espérate Niall!—gritaba Harry caminando presurosamente por el pasillo.
—¿Qué haces ahí?—preguntó Louis viniendo detrás del chico de cabello rizado.
—Es que… nada—me paré con ayuda de Lou.—¿Qué le pasa a Niall?
—Hablamos luego—dijo yéndose detrás de Harry y cerrando la puerta detrás de él.
—Dios, es que a mí no me cuentan nada—Zayn también caminaba en dirección a la habitación.
—¿Qué pasa con estos chicos?—me tumbé en el sillón, donde seguía mi hermana.
—Entraron muy raro…
—¿Por qué no vamos al cine más tarde? Me aburro.
—Estás calmada—dije—, es raro. Creí que ibas a sufrir una crisis nerviosa.
—Son más normales de lo que pensé.
—¿Así que no te vas a casar con Liam?—pregunté burlonamente.
—Eh… no. El sería mi segunda opción. Tengo a Josh Hutcherson en la mira—sonrió malvadamente.
—Ya, en serio…—la miré con los ojos entrecerrados.—Sabemos que te gusta Dylan desde siempre.
—Sí, pero él no se fija en mí… tengo que ir considerando mis demás opciones—se encogió de hombros.—Ve a preguntarle a los chicos a ver si quieren ir con nosotras.
—¡No! Niall me miró como si quisiera matarme—dije bajando la voz.
—Vamos, no seas dramática. Yo iré a pintarme las uñas—miró sus uñas mientras se paraba y tomaba su guitarra. Desapareció por las escaleras. Rodé los ojos.
Descalza, fui hacia el pasillo. Toqué la puerta dos veces y luego abrí, asomando la cabeza. Al momento de asomar la cabeza, todos se callaron y hubo un ambiente de tensión, de esos momentos que se formaban y se podían cortar con un cuchillo. Todas las miradas estaban puestas en mí. Liam, Louis y Niall estaban en la cama. Este último con la cara escondida entre sus manos. Zayn y Harry estaban de pie frente a estos.
—¿Interrumpo algo?—pregunté, y me arrepentí al instante.
—Sí…
—No, descuida—Harry cortó a Zayn. Niall se paró, su cara estaba levemente roja y sus mejillas húmedas. Caminó hacia la puerta, así que me hice a un lado, y él salió, sin siquiera mirarme.
—Venía a preguntarles si querían ir con Des y conmigo al cine más tarde.
—Por mí está bien—sonrió Louis, aunque no fue esa sonrisa ancha que siempre nos daba. Le dirigí una mirada significativa que él entendió. Al final, solo bajó la vista.
—Está bien…—volví a cerrar la puerta y me fui hacia mi habitación, pensando en la mirada de Niall y por qué ese gesto me hacía sentir rara.
Encontré a mi hermana terminando de pintar sus uñas, que antes estaban pintadas de blanco, de un color negro. Me acerqué a ella y tomé un esmalte de color negro con brillos y comencé a pintarme las uñas también, tratando de distraerme para no pensar en lo que pasó anteriormente.
—Estás como que demasiado pensativa. Mejor te quito esto de las manos antes de que se caiga y manche la alfombra—dijo quitando el potecito de esmalte para uñas y dejándolo sobre su escritorio.
—No es nada—dije mirando por la ventana.—Iré a beber algo.
—Nos vamos en una hora, ¿ok?—dijo soplando sus uñas.
—Perfecto—salí de allí. Sentía la necesidad de preguntarle a Niall qué había pasado, pero me daba vergüenza, cosa que raras veces pasaba. Bajé al primer piso y vi que estaba todo en silencio. La casa era enorme, pero con cinco hombres dudaba que pudiera estar en silencio.
—¡Eso fue trampa!—escuché un grito proviniendo del patio trasero. Me acerqué a las puertas corredizas y corrí una, para poder salir. Los chicos estaban en la piscina, Zayn estaba en una de las sillas de playa que había allí como hace rato, en su computadora. Harry se había puesto encima de Louis hundiéndolo, Liam y Niall jugaban voleibol con una pelota. Me acerqué al chico moreno.
—¿Por qué no entras al agua?
—¿Qué te importa?—respondió sin levantar la vista de la pantalla.
—¿Eres así con todas las chicas?—pregunté molesta.
—¿Así cómo?—no levantó la vista de la pantalla.
—¿Qué te pasa?—me paré, poniendo las manos en mi cintura.—¿A caso te hice algo?
—A mí, nada—no me miraba aún.
—Y yo que pensé que eran amigables—estaba a punto de irme por donde había venido, cuando una mano se aferró a mi muñeca.
—Espera, no te vayas—me sonrió. Le miré con la ceja alzada.—¡Louis!—llamó a mi primo, el cual se quitó el cabello de la cara y miró hacia nosotros—me debes diez—dijo el moreno sonriendo.
—Espera… ¿qué?—le miré confundida. El hizo una seña con su mano y me indicó que me sentara de nuevo.
—El me dijo que eras difícil de hacer enojar, y yo le dije a Louis que nadie aguantaba al Zayn engreído. Así que te di hasta el final de este día para que explotaras. Louis dijo que explotarías en más o menos dos días—giré los ojos.
—Ok… ¿ahora hablo con el Zayn amigable?
—Sí—dijo sonriendo de lado.
—¿Me dirás por qué no te metes a la piscina?
—No me gusta el agua… no puedo nadar.
—Oh… ya veo—no quise preguntarle más porque supuse que no se sentiría muy cómodo contándome eso.
Nos quedamos hablando durante todo el rato. Ya estaba algo oscuro, pero los chicos no salían del agua aún. Resultaba que Zayn era un chico divertido, algo misterioso, pero divertido y alguien con que se podía hablar fácilmente. Miré a Niall un par de veces, y vi que se encontraba mejor, sonreía, no era mucha la diferencia, pero sonreía algo. Hasta que él salió y agarró una toalla que estaba en una silla y luego de secarse un poco el cabello, entró en la casa.
—¡Den!—me gritó mi hermana desde la puerta.
—¿Qué te pasa?—le respondí en el mismo tono. Ella vestía una blusa de rayas negras y blancas con el borde del cuello de color rojo. Tenía unos pantalones blancos y unos zapatos de tacón rojo. Su cabello castaño estaba trenzado y le caía por el hombro.
—Ha pasado más de una hora y no te has vestido.
—¡Es cierto!—dije levantándome de prisa.
—Muévete—dijo ella mientras desaparecía en el interior de la casa.
—¿No van a ir al cine con nosotras? Quien no esté listo en media hora se queda—dije corriendo hacia el interior de la casa. La casa estaba oscura, así que fui encendiendo las luces del pasillo a medida que pasaba. Y como me lo temía, choqué con él.—Lo siento, de nuevo.
—No importa—dijo bajito. Mi blusa se había mojado un poco por su torso húmedo. Nos miramos durante unos segundos hasta que él apartó la vista y se alejó un poco. ¿Acaso me odiaba?
—¿Te encuentras bien? Hace rato…
—No quiero hablar de eso—dijo algo cortante.
—Está bien...—me sentí mal. No le había caído a alguien tan mal tan deprisa.—¿Vas a ir al cine con nosotros?
—Em… sí, está bien—me miró por última vez y luego se fue, desapareciendo por el pasillo.
Cuando subí a mi habitación y encontré a mi hermana terminando de ponerse el rímel. Me metí a la ducha rápidamente, antes de que a mi hermana le diera un ataque. Me puse unos pantalones ajustados de color blanco, una blusa más desahogada de color blanco con rayas negras. Por último, me puse mis tacones de color azul. A mi hermana y a mí nos gustaba vestirnos parecido en algunas ocasiones. Yo me dejé el cabello suelto y me puse unos aretes de pluma de color negro. Me puse un poco de color en las mejillas y delineador y labial de color rosa pálido.
—Vamos—ella ya estaba saliendo de la habitación. Tomé mi bolso y mi teléfono y apagué la luz de la habitación. Bajamos las escaleras y Zayn, Liam y Harry ya estaban ahí abajo, esperando.
—¡Louis! No puedo creer que te tome tanto tiempo arreglarte—grité a mitad del pasillo.—¡Incluso Harry ya está listo!
—¿Qué quieres decir con eso?—gritó el aludido desde el pasillo.
No apresuré al chico rubio porque me daba miedo su reacción de rechazo, de mala gana, me hacía sentir dolida de alguna manera.
—¡Ya estoy aquí!—dijo saliendo de la habitación, con Niall detrás.
—Hey, estamos iguales—Destiny comentó cuando estuvimos en la sala, haciéndonos señas a mí y a Lou. Él tenía una playera de color blanco con rayas negras y unos pantalones
—Esto merece una foto—dijo este lanzándole su teléfono a Liam.—Digan carrots—traté de contener la risa por la forma en que lo dijo.
—Ya vámonos, se hará más tarde—nos apresuró mi hermana.
—Liam conducirá mi auto—dije cuando estuvimos en el garaje. Allí había cuatro autos, dos de mis padres y los restantes eran mío y de mi hermana. Yo no entendía la necesidad de tener dos, pero mis padres dijeron que era más cómodo y no sé que cuanta cosa. Parecía que en ese momento no tenían algo mejor en qué gastar el dinero.
—¿Por qué yo no puedo?—dijo Louis haciendo un puchero.
—Porque no confío en ti detrás de un volante—dije tocando su cabello mientras le sonreía. Los demás rieron.
—Yo me iré con ustedes—dijo Zayn caminando hacia nosotras. Louis le miró con los ojos entrecerrados, pero por suerte no dijo nada. Era como tener un hermano mayor.
Nos subimos al auto con Des de conductora, mientras Zayn iba en el asiento trasero. En más de una tuve que mandar a Zayn a callar porque Des estaba que no podía más y en cualquier momento pisaría el acelerador en vez del freno en algún semáforo, pero él no hacía caso.
En la radio sonaba Stereo Hearts y cantábamos a coro las letras de la canción como locos. Por suerte los cristales eran polarizados.
Cuando salimos del estacionamiento, compramos rápidamente las boletas antes de que las chicas presentes se dieran cuenta de que allí estaba One Direction. Luego de más de cinco minutos de discusión por la cual película veríamos, ellos ganaron, eligiendo así una de terror. Ellos se metieron a la sala corriendo, menos Louis, que se había quedado a comprar las palomitas y demás.
—Los mataré si no puedo dormir más tarde—les dije cuando ya nos comenzábamos a sentar. Solo quedaba un asiento entre Zayn y Niall. Consideré la idea de sentarme en otro lado, pero se vería muy mal. Dando un largo suspiro me senté y traté de no mirar a mi izquierda. La película se llamaba Más a allá del lago y trataba de un grupo de amigos que iba de camping y se quedaban a las orillas de un lago, en el cual se meten a bañar en la noche. Pero algo raro habita allí y pues los persigue y los mata uno a uno de la forma más sangrienta posible. Yo apretaba el brazo de Zayn mientras él reía por mi expresión.
—No te rías—golpeé su brazo.
—Ya puedes mirar, no pasa nada—me susurró. Levanté la cabeza y justo en ese momento masacraban al penúltimo chico. Lo maté con la mirada mientras él sonreía con suficiencia. Lueog me reí yo al ver su expresión de miedo. Harry y Louis se abrazaban graciosamente mientras Liam le tapaba los ojos a Destiny, alegando que ella no podía ver eso.
—Dios, por fin se acabó—me paré en cuanto los créditos dieron fin a la película.
—Ni siquiera viste un minuto corrido de la película—se burló Zayn.
—Tú cállate—le empujé. Un grupo de personas murmuraban a nuestra espalda. Una de las cosas que escuché fue el nombre de Harry.—No se vayan a voltear, pero creo que ya los reconocieron—susurré.
Hicieron justo lo que les dije que no hicieran. Como si estuvieran sincronizados, todos se giraron.
—Demonios—susurró Destiny.
Salimos como pudimos de la sala de cine, ya que todos estaban alrededor de nosotros, gritando y preguntando cosas.
—¡Harry te amo!—gritaba una de las fans cuando estuvimos en el estacionamiento.
—¡Adiós! Yo también—respondió sonriendo, a lo que la chica gritó eufórica.
—¿Ella es tu novia Louis?—me señaló.
Nos reímos como en la tarde, a lo mejor había visto la noticia.
—No, ella es mi prima—rió Louis mientras entraba en el coche. Todo aquello había sido grabado, y no tardarían mucho en subirlo a Youtube.
—Bien, no podemos dormir—Des y yo bajamos las escaleras en pijama, encontrando a los chicos en pijama también. Mamá y papá argumentaron que se quedarían hasta tarde donde unos amigos, no me sorprendía si no regresaban hasta la mañana. Trataban de estar lo menos posible en una casa llena de adolescentes locos. Eso sí, haciéndoles jurar que no habrían fiestas ni “cosas raras” en su ausencia. Fue más incómodo que recibir la charla acerca del sexo.
Yo usaba un pantalón largo de color negro con la silueta de la carita de Mickey Mouse y una blusa de tiros de color blanco. Destiny usaba un pantalón largo también, de color gris y una blusa blanca igual que la mía.
—Harry tenía tanto miedo que nos rogó que le acompañáramos—dijo Liam como excusa.
—¿Qué?—dijo el chico de cabello rizado, ahora tapado por un gorrito de tela de color gris.—Tú fuiste el que me dijiste que me quedara contigo.
—Porque Louis me pidió que lo acompañara—dijo Liam excusándose.
—Y a mí me lo pidió Zayn—se defendió Louis. Todos miramos a Zayn.
—¿Qué? No me quería quedar solo—se encogió de hombros y todos reímos.
—¿Dónde está Niall?—preguntó mi hermana.
—Dijo que se iba a ir a dormir—la voz de Lou era de incomodidad.—¿Puedes asegurarte de que sigue vivo?—me miró a mí.
—¿Por qué yo?
—¿Ves que alguien más quiere pararse y caminar por ese pasillo oscuro para que esa cosa lo ataque? Pues no—dijo como si fuera obvio. Rodé los ojos y me paré por fin. Toqué dos veces a la puerta y asomé la cabeza. El estaba acostado boca abajo, y podía jurar que estaba dormido, pero lo vi temblar levemente, hasta que levantó la cabeza. Estaba llorando. Dejé la puerta entreabierta y me acerqué, preocupada. Me senté a su lado con cuidado.
—¿Qué te sucede? Tal vez no te conozca desde hace mucho, pero algo me dice que no eres así.
—¿Por qué te importaría? Tú lo has dicho, no me conoces—su tono era cortante.
—¿Por qué me tratas así? No te he hecho nada…
El no respondió, solo se dio la vuelta, quedando sobre su costado, dándome la espalda. Siguió temblando levemente, siguió llorando. No me fui, sino que hice lo que me gustaría que me hicieran en un momento así, lo abracé. El no hizo nada, pero tampoco respondió al abrazo. Acaricié su brazo suavemente tratando de calmar las pequeñas convulsiones que tenía. No sé cuánto tiempo nos quedamos así, pero fue mucho tiempo, yo me había quedado dormitando sobre su hombro mientras lo abrazaba. Abrí los ojos y vi que su mano estaba sobre la mía y eso me puso nerviosa. El había caído en un profundo sueño, así que me levanté con cuidado y me fui de la habitación. Zayn y Liam dormían en el sofá en una posición incómoda. Harry y Louis estaban en el suelo y se abrazaban, y mi hermana estaba acostada en el otro sofá. Busqué mantas y los arropé a todos, y luego subí hacia mi habitación, aún pensando en lo que había pasado anteriormente. La tristeza que le invadía, su actitud cortante hacia mí, su mano sobre la mía y el ritmo alocado de mi corazón eran algunas de las cosas que sobrecargaban mi mente.
Última edición por Amelia el Jue 27 Dic 2012, 8:14 am, editado 1 vez
Amelia
Re: Moments (Niall) [Terminada]
Hola me ah ecantado tu novela siguel
Pd: si necesitas a alguien para Liam aca estoy vale?
Pd: si necesitas a alguien para Liam aca estoy vale?
Invitado
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Re: Moments (Niall) [Terminada]
Capítulo 3. Gettin' closer
Eran las ocho de la mañana cuando me desperté y comprobé la hora en mi teléfono. En ese momento Des entraba a la habitación con la manta con la que la había arropado y frotándose el cuello.
—Pudiste haberme despertado. Dios, necesito un masaje—dijo quejándose mientras se tiraba en la cama.
—Sabes bien que pude haberte arrastrado por toda la casa y aún así no te hubieses despertado—le dije mientras me paraba y arreglaba las sábanas.
—Buen punto—cubrió su cara con la almohada.
—Por cierto… ¿vas a la fiesta de Rachel?
—¿Yo? Ni loca me paso por ahí. ¿Irás?
—Tal vez sólo unos minutos, Helen me le pidió—dije sonriendo de lado.
—Espero que no se te pegue lo pe…—no terminó de hablar porque la miré con las cejas alzadas—eso mismo.
Me metí al baño y me di una ducha, despabilándome rápidamente con el agua helada. Me cepillé los dientes y fui al armario. Me puse unos shorts de color verde claro, una blusa sin mangas de color azul marino por el calor y unos zapatos casuales de color blanco y rayas color azul. Dejé mi cabello suelto y me puse un gorrito de tela de color blanco y accesorios de color verde. Solo me puse delineador y brillo en los ojos. Tomé mi bolsito blanco y mi celular y me fui.
—¿A dónde vas?—preguntó mi hermana, que ya había arreglado su cama.
—Voy a salir, no sé, quizá a desayunar o a comer un helado.
—¿Tan temprano?
—Nunca es temprano o tarde para comer helado—le saqué la lengua—. ¿Vienes?
—No lo creo, mejor me quedaré aquí. Además, Liam me ha retado a un juego de Mario Kart en wl Wii, y no creas que me vencerá—la miré con las cejas alzadas.—No me mires así, sabes que nadie me gana… solo somos amigos—dijo al fin entendiendo mis intenciones—, no pienso violarlo ni nada mientras no estás.
—Más te vale—le guiñé un ojo y salí de la habitación.
Bajé las escaleras despacio, no había nadie en la sala. Escuché un sonido en la cocina y entré cuidadosamente, ahí estaba Harry, sin camiseta y con sus pantalones de jean ajustados y casi a mitad del trasero, dejando ver parte de sus bóxers púrpuras. Fui hasta él y lo tomé por la pretina del pantalón y la subí hacia arriba, subiendo sus pantalones, él se giró y sonrió.
—¿Qué sucedió? ¿Se te quedaron las camisetas en Londres?—dije mirándole con la ceja alzada.
—Hace calor—dijo haciendo un puchero.
—Pero nada… a vestirse—dije señalando la puerta de manera autoritaria. Reímos.
—¿A dónde vas?—preguntó bebiendo un vaso con jugo de naranja.
—A desayunar, o a salir de esta casa, me siento encerrada—le sonreí.—¿Te anotas?
—Eh… sí, dame un minuto.
—Pregúntale a los demás a ver si quieren ir—le dije cuando ya estaba saliendo. Fui hacia la sala y me senté en un mueble, mientras leía unos mensajes que me había enviado Helen, una amiga del instituto. Noté a alguien caminar detrás de mí, era Niall. Caminaba hacia la cocina, quise decirle algo, pero las palabras quedaron atoradas en mi garganta. Luego de unos segundos de pensar tanto fui hacia la cocina.—Hey—le saludé nerviosamente. Demonios, parecía una acosadora, minuto a minuto detrás de él.
—Hola—dijo con una sonrisa de lado.
Bueno… era un avance, por lo menos no te habla de manera cortante, pensé.
—¿Cómo estás?—dije refiriéndome a lo de anoche.
—Eh… por eso… gracias—dijo nerviosamente.
—De nada. Yo…
—¿Nos vamos?—Harry entró a la cocina con Zayn detrás de él.
—¿Vas a ir a desayunar con nosotros?—preguntó el chico de cabello negro.
—Sí—dijo mientras los tres salían de la cocina. Suspiré fuertemente y salí detrás de los tres chicos.
—¿Nos vamos caminando?—preguntó Harry.
—No gracias, no me apetece ser arrollada por locas fans queriendo tomarse una foto con ustedes o violarlos en plena acera, no sé ustedes…—le miré con las cejas alzadas.
—Que ruda…—se quejó juguetonamente.—¡Yo conduzco!—levantó sus manos y se acercó a mí.
—No, lo conduzco yo, además, no sabes a dónde iremos.
—Pero conduciré de vuelta, ¿sí? Por favor—me rogó.
—Eres insistente Styles—me subí al asiento del conductor, con Zayn en el de copiloto—. Está bien.
—¿Cómo les fue?—preguntó Des concentrada en la pantalla del televisor cuando entramos a la casa.
—Bien—dije mirando disimuladamente al chico rubio, que tenía sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—¿Quién va ganando?—preguntó Harry sentándose en el suelo, a un lado de Liam.
—Yo, ¿quién más? ¿Este perdedor?—dijo con sorna mi hermana señalando a Liam con la barbilla.
Los demás se habían sentado a ver la reñida competencia que ocurría entre Liam y Destiny. Me acerqué a Niall por detrás.
—¿Puedo hablarte un segundo?—sin girarse, asintió. Comencé a caminar hacia el patio trasero, donde estaba la piscina. Me senté en una de las sillas de playa y él se sentó frente a mí.—No quiero que creas que soy una acosadora ni nada por el estilo—le sonreí—, pero creo que hemos comenzado con el pie izquierdo. Si te hecho algo, quiero que me lo digas.
—Tú no has hecho nada…—dijo en un tono dulce, mirándome—fui yo, lo siento si me comporté como un idiota.
—¿Qué te pasó?—pregunté.
—Yo no quiero hablar de eso ahora mismo.
—Descuida. ¿Estamos en paz?—dije tendiendo la mano para que la estrechara.
—En paz—dijo tomándola. El contacto duró mucho más de lo necesario, y sentí cosquillas en mi mano y mi estómago. Separamos nuestras manos sonrojándonos.
Las próximas horas fueron realmente asombrosas e impresionantes. Nos quedamos hablando de un montón de cosas, para conocernos mejor, y me sorprendía lo dulce y tierno y gracioso que era Niall verdaderamente.
—Entonces Louis te bajó los pantalones en plena plaza…
—Sí, estaba esperando para comprar una hamburguesas y el sólo lo hizo, en plena fila. Creo que hasta lo grabaron—reímos.
—¿Y no te molestaste?
—No, no me importa en verdad—le miré sonriendo.
—¡Vamos a comer!—apareció Destiny—¡Mamá trajo comida china!
Comimos entre risas, claro, por parte de todos, ya que entre mamá, papá y Louis se encargaban de avergonzarnos con viejas historias bochornosas.
—Ya cállate Louis—dije luego de habernos avergonzado bastante. Había pasado rato desde que habíamos comido, así que yo recogía los platos y envases plásticos de la comida.
—¡Vamos a la piscina!
Cada quien fue corriendo hacia sus respectivas habitaciones buscando el traje de baño.
—¿Has visto mi bikini blanco con negro?—preguntó mi hermana.
—Toma—se lo arrojé, mientras ella me pasaba mi bikini color azul cielo con los bordes de color blanco y beige. Nos pusimos una vestidos ligeros por encimas y como solíamos hacer, nos tiramos una foto, la cual subió a su Twitter segundos después.
—Somos demasiados sexys—dijo ella tirando un beso al espejo.
—Lo sé, ahora bajemos.
Cuando salimos al área de la piscina, ya estaban los chicos en ella, jugando la pelota de voleibol. Nos quitamos los vestidos y nos tiramos a la piscina, salpicando a los chicos. Hicimos guerras en el agua. Cada quien escogió un pareja, menos Zayn, que estaba sentado a la orilla, que a pesar de que no le gustaba el agua, trataba de compartir con nosotros un poco, además, no era muy profunda que digamos.
Quedamos Niall y yo, Liam y mi hermana y los inseparables Harry y Louis. Primero íbamos yo y Niall y mi hermana y Liam. Nos subimos a la espalda de los chicos y comenzamos a empujarnos entre nosotros. Ellos cayeron, así que nos tocó con los otros dos.
—Eso fue trampa—dije luego de que cayéramos, quitándome el cabello de la cara.
—Claro que no—dijo Louis cruzándose de brazos.
—Liam le haló los pies a Niall, confabularon para esto, porque sabían que les ganaríamos—le saqué la lengua.
Me senté en la orilla junto a Zayn con los pies en el agua.
—Voy a una fiesta esta noche, es solo un momento pero ¿quieres venir?
—Claro, ¿por qué no?
—¿Escuché la palabra fiesta?—dijo Harry apoyando sus brazos en la orilla.
—Yeah buddy—dijo Nial acercándose también.
—¿Se apuntan?—pregunté.
—Yo tengo una cita con Eleanor—dijo Louis saliendo de la piscina.
—¿Qué? ¿Por qué yo no sabía eso? ¿Me estás dejando?—dijo Harry pareciendo indignado.
—¿Eleanor? ¿La chica que vive al final de la calle?—pregunté sonriendo—¿Cómo la conociste?
—Esta mañana salí a dar una vuelta y hablamos. Por cierto Harry, tómatelo como un receso, vamos a darnos un tiempo…
—No Louis, eres un traidor, yo creí que podía confiar en ti—Harry salió de la piscina y corrió hacia el interior de la casa, mojando todo a su paso. Louis le siguió, mojando todo también, y Destiny detrás de ellos, regañándolos por mojar el suelo.
—¿Liam…?—pregunté.
—Por mí está bien.
—Eso quiere decir que somos nosotros cuatro—dije sonriendo.
—¿Qué pasa con Destiny? Pensé que iban a todos lados juntas—preguntó Zayn.
—Ella odia a Rachel, la organizadora de la fiesta, yo voy solo por una amiga mía. Me ha estado rogando.
—¿Cuándo nos vamos?—preguntó el irlandés.
—Como en tres horas.
La música se escuchaba calles antes de de la gran casa. Sentía mis oídos retumbar con la música pegadiza que hacía a los jóvenes presentes bailar. Las paredes vibraban por el volumen de la música y el olor a alcohol estaba impregnado en el ambiente. Un chico que parecía estar ebrio me empujó, y unos pálidos brazos me atraparon. Miré hacia arriba, encontrándome con esa mirada azul inconfundible a pesar de la oscuridad.
—Nos veremos aquí en una hora, ¿entendido?—tuve que gritar para que me escucharan.
Asintieron y nos dispersamos. Me abría paso entre la multitud buscando a Helen. La vi cerca de la barra pidiendo un trago.
—¡Viniste!—ella gritó para que pudiera escucharla.
—Que conste, solo lo hago por ti—dije en su oído.
—¡Vamos a bailar!—bebió su trago de sopetón y me arrastró hacia la pista. Comenzamos a bailar entre la multitud.
En un momento bailábamos juntas, pero unos minutos después, ella había desaparecido entre la gente. Estaba a punto de salir a buscarla de nuevo, cuando dos manos me tomaron por la cintura, bajé la vista y reconocí aquella pulsera tejida de color negro y azul. Sonreí, mientras sentía nuestros cuerpos pegarse y moverse al ritmo de la pegajosa música. Mariposas recorrían mi estómago, mi espalda, mi cintura, por donde sus manos tocaban.
En una de las canciones me giré y quedamos frente a frente, con sus manos aún en mi cintura y las mías en su pecho. Nos sonreímos y seguimos bailando, arrojando cualquier temor y vergüenza por la borda.
Nuestra pequeña burbuja explotó cuando Harry arrastró del brazo a Niall.
—¿Qué pasa?—pregunté a pesar de la música.
—Se dieron cuenta de que estamos aquí, vámonos.—dijo Zayn apareciendo de la nada.
Salimos a toda prisa de la casa, con Liam pisándome los talones. Varias chicas comenzaban a seguirnos ya. Casi llegábamos hasta mi auto a paso rápido, pero ellas parecían estar desesperadas, ya que nos rodearon rápidamente. Hablaban todas al mismo tiempo, preguntaban cosas, tomaban fotos, halaban las ropas de los chicos, gritaban, todo al mismo tiempo, haciéndome sentir mareada.
No pude distinguir ni una palabra de lo que decían. Pero si hubo algo que entendí:
—¡Nial! ¡Haznos un favor y ponte aparatos!—vi como su sonrisa se volvía una mueca sin expresión alguna, y sus ojos se agrandaban levemente.
Otra de ellas gritaba que no era atractivo, o algo así fue lo que escuché. De lo que estoy segura es que le dolió bastante. El comenzaba a alejarse por donde habíamos venido anteriormente. Me acerqué a Zayn.
—Toma las llaves, yo iré con él, ¿te sabes el camino de regreso?
—Sí—le di un rápido abrazo y corrí detrás de Niall, que lo había perdido de vista.
La casa de Rachel no estaba muy lejos de la mía, unas tres cuadras.
—¡Niall!—lo vi caminando a paso rápido.
Entonces entendí.
Por eso había estado de ese humor. Por eso había estado llorando. Por cosas que las fans le habían dicho.
—¡Niall!—lo volví a llamar, corriendo como pude hasta llegar a él. Lo tomé del brazo.—Niall…
El evitaba mi mirada, pero estaba llorando.
—Hey, ven aquí—abrí los brazos, y a pesar de que él era más alto que yo, me abrazó. Estuvimos así unos minutos.—No tienes por qué hacer caso a lo que digan ellas…
—Tú no entiendes…
—Casi llegamos… hablaremos de esto en la casa.
Caminamos en silencio hasta que estuvimos frente a la gran casa. Busqué la llave en mi bolso y entramos.
Había una nota en el recibidor.
"Fui con Harry a dar una vuelta. Papá y mamá salieron.
—Destiny".
—Niall… ¿por qué tienes que creer lo que ellas dicen? ¿No es más importante lo que pienses tú?
—¿Por qué ellas no pueden amarme como yo lo hago?—su voz se quebró, y eso partió mi corazón. El se sentó en el sofá, y yo me quedé parada frente a él.
—¿Estabas así anteriormente por lo mismo?
—Me habían dicho que no les importaba si yo me iba de la banda, que no destacaba, que… que era feo…
—¿Por qué crees eso?—dije ahora agachándome para quedar a su altura.—Tú eres tan atractivo como lo son Harry, Lou, Zayn o Liam. Tienes tanto talento como ellos. Además, si dicen eso de ti no son verdaderas directioners como dicen ser. Allá fuera hay muchas chicas que se derriten por ti, que te defienden y que matarían a cualquier “directioner” que diga cosas así de ti. No tienes por qué creer que eres menos que los demás, porque no es cierto. ¿Entiendes?
—No es tan simple—dijo tratando de no mirarme.
Me senté a su lado y lo abracé. Pero él se deshizo del abrazo y se fue a la habitación.
Volvíamos a estar como antes.
Eran las ocho de la mañana cuando me desperté y comprobé la hora en mi teléfono. En ese momento Des entraba a la habitación con la manta con la que la había arropado y frotándose el cuello.
—Pudiste haberme despertado. Dios, necesito un masaje—dijo quejándose mientras se tiraba en la cama.
—Sabes bien que pude haberte arrastrado por toda la casa y aún así no te hubieses despertado—le dije mientras me paraba y arreglaba las sábanas.
—Buen punto—cubrió su cara con la almohada.
—Por cierto… ¿vas a la fiesta de Rachel?
—¿Yo? Ni loca me paso por ahí. ¿Irás?
—Tal vez sólo unos minutos, Helen me le pidió—dije sonriendo de lado.
—Espero que no se te pegue lo pe…—no terminó de hablar porque la miré con las cejas alzadas—eso mismo.
Me metí al baño y me di una ducha, despabilándome rápidamente con el agua helada. Me cepillé los dientes y fui al armario. Me puse unos shorts de color verde claro, una blusa sin mangas de color azul marino por el calor y unos zapatos casuales de color blanco y rayas color azul. Dejé mi cabello suelto y me puse un gorrito de tela de color blanco y accesorios de color verde. Solo me puse delineador y brillo en los ojos. Tomé mi bolsito blanco y mi celular y me fui.
—¿A dónde vas?—preguntó mi hermana, que ya había arreglado su cama.
—Voy a salir, no sé, quizá a desayunar o a comer un helado.
—¿Tan temprano?
—Nunca es temprano o tarde para comer helado—le saqué la lengua—. ¿Vienes?
—No lo creo, mejor me quedaré aquí. Además, Liam me ha retado a un juego de Mario Kart en wl Wii, y no creas que me vencerá—la miré con las cejas alzadas.—No me mires así, sabes que nadie me gana… solo somos amigos—dijo al fin entendiendo mis intenciones—, no pienso violarlo ni nada mientras no estás.
—Más te vale—le guiñé un ojo y salí de la habitación.
Bajé las escaleras despacio, no había nadie en la sala. Escuché un sonido en la cocina y entré cuidadosamente, ahí estaba Harry, sin camiseta y con sus pantalones de jean ajustados y casi a mitad del trasero, dejando ver parte de sus bóxers púrpuras. Fui hasta él y lo tomé por la pretina del pantalón y la subí hacia arriba, subiendo sus pantalones, él se giró y sonrió.
—¿Qué sucedió? ¿Se te quedaron las camisetas en Londres?—dije mirándole con la ceja alzada.
—Hace calor—dijo haciendo un puchero.
—Pero nada… a vestirse—dije señalando la puerta de manera autoritaria. Reímos.
—¿A dónde vas?—preguntó bebiendo un vaso con jugo de naranja.
—A desayunar, o a salir de esta casa, me siento encerrada—le sonreí.—¿Te anotas?
—Eh… sí, dame un minuto.
—Pregúntale a los demás a ver si quieren ir—le dije cuando ya estaba saliendo. Fui hacia la sala y me senté en un mueble, mientras leía unos mensajes que me había enviado Helen, una amiga del instituto. Noté a alguien caminar detrás de mí, era Niall. Caminaba hacia la cocina, quise decirle algo, pero las palabras quedaron atoradas en mi garganta. Luego de unos segundos de pensar tanto fui hacia la cocina.—Hey—le saludé nerviosamente. Demonios, parecía una acosadora, minuto a minuto detrás de él.
—Hola—dijo con una sonrisa de lado.
Bueno… era un avance, por lo menos no te habla de manera cortante, pensé.
—¿Cómo estás?—dije refiriéndome a lo de anoche.
—Eh… por eso… gracias—dijo nerviosamente.
—De nada. Yo…
—¿Nos vamos?—Harry entró a la cocina con Zayn detrás de él.
—¿Vas a ir a desayunar con nosotros?—preguntó el chico de cabello negro.
—Sí—dijo mientras los tres salían de la cocina. Suspiré fuertemente y salí detrás de los tres chicos.
—¿Nos vamos caminando?—preguntó Harry.
—No gracias, no me apetece ser arrollada por locas fans queriendo tomarse una foto con ustedes o violarlos en plena acera, no sé ustedes…—le miré con las cejas alzadas.
—Que ruda…—se quejó juguetonamente.—¡Yo conduzco!—levantó sus manos y se acercó a mí.
—No, lo conduzco yo, además, no sabes a dónde iremos.
—Pero conduciré de vuelta, ¿sí? Por favor—me rogó.
—Eres insistente Styles—me subí al asiento del conductor, con Zayn en el de copiloto—. Está bien.
—¿Cómo les fue?—preguntó Des concentrada en la pantalla del televisor cuando entramos a la casa.
—Bien—dije mirando disimuladamente al chico rubio, que tenía sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—¿Quién va ganando?—preguntó Harry sentándose en el suelo, a un lado de Liam.
—Yo, ¿quién más? ¿Este perdedor?—dijo con sorna mi hermana señalando a Liam con la barbilla.
Los demás se habían sentado a ver la reñida competencia que ocurría entre Liam y Destiny. Me acerqué a Niall por detrás.
—¿Puedo hablarte un segundo?—sin girarse, asintió. Comencé a caminar hacia el patio trasero, donde estaba la piscina. Me senté en una de las sillas de playa y él se sentó frente a mí.—No quiero que creas que soy una acosadora ni nada por el estilo—le sonreí—, pero creo que hemos comenzado con el pie izquierdo. Si te hecho algo, quiero que me lo digas.
—Tú no has hecho nada…—dijo en un tono dulce, mirándome—fui yo, lo siento si me comporté como un idiota.
—¿Qué te pasó?—pregunté.
—Yo no quiero hablar de eso ahora mismo.
—Descuida. ¿Estamos en paz?—dije tendiendo la mano para que la estrechara.
—En paz—dijo tomándola. El contacto duró mucho más de lo necesario, y sentí cosquillas en mi mano y mi estómago. Separamos nuestras manos sonrojándonos.
Las próximas horas fueron realmente asombrosas e impresionantes. Nos quedamos hablando de un montón de cosas, para conocernos mejor, y me sorprendía lo dulce y tierno y gracioso que era Niall verdaderamente.
—Entonces Louis te bajó los pantalones en plena plaza…
—Sí, estaba esperando para comprar una hamburguesas y el sólo lo hizo, en plena fila. Creo que hasta lo grabaron—reímos.
—¿Y no te molestaste?
—No, no me importa en verdad—le miré sonriendo.
—¡Vamos a comer!—apareció Destiny—¡Mamá trajo comida china!
Comimos entre risas, claro, por parte de todos, ya que entre mamá, papá y Louis se encargaban de avergonzarnos con viejas historias bochornosas.
—Ya cállate Louis—dije luego de habernos avergonzado bastante. Había pasado rato desde que habíamos comido, así que yo recogía los platos y envases plásticos de la comida.
—¡Vamos a la piscina!
Cada quien fue corriendo hacia sus respectivas habitaciones buscando el traje de baño.
—¿Has visto mi bikini blanco con negro?—preguntó mi hermana.
—Toma—se lo arrojé, mientras ella me pasaba mi bikini color azul cielo con los bordes de color blanco y beige. Nos pusimos una vestidos ligeros por encimas y como solíamos hacer, nos tiramos una foto, la cual subió a su Twitter segundos después.
—Somos demasiados sexys—dijo ella tirando un beso al espejo.
—Lo sé, ahora bajemos.
Cuando salimos al área de la piscina, ya estaban los chicos en ella, jugando la pelota de voleibol. Nos quitamos los vestidos y nos tiramos a la piscina, salpicando a los chicos. Hicimos guerras en el agua. Cada quien escogió un pareja, menos Zayn, que estaba sentado a la orilla, que a pesar de que no le gustaba el agua, trataba de compartir con nosotros un poco, además, no era muy profunda que digamos.
Quedamos Niall y yo, Liam y mi hermana y los inseparables Harry y Louis. Primero íbamos yo y Niall y mi hermana y Liam. Nos subimos a la espalda de los chicos y comenzamos a empujarnos entre nosotros. Ellos cayeron, así que nos tocó con los otros dos.
—Eso fue trampa—dije luego de que cayéramos, quitándome el cabello de la cara.
—Claro que no—dijo Louis cruzándose de brazos.
—Liam le haló los pies a Niall, confabularon para esto, porque sabían que les ganaríamos—le saqué la lengua.
Me senté en la orilla junto a Zayn con los pies en el agua.
—Voy a una fiesta esta noche, es solo un momento pero ¿quieres venir?
—Claro, ¿por qué no?
—¿Escuché la palabra fiesta?—dijo Harry apoyando sus brazos en la orilla.
—Yeah buddy—dijo Nial acercándose también.
—¿Se apuntan?—pregunté.
—Yo tengo una cita con Eleanor—dijo Louis saliendo de la piscina.
—¿Qué? ¿Por qué yo no sabía eso? ¿Me estás dejando?—dijo Harry pareciendo indignado.
—¿Eleanor? ¿La chica que vive al final de la calle?—pregunté sonriendo—¿Cómo la conociste?
—Esta mañana salí a dar una vuelta y hablamos. Por cierto Harry, tómatelo como un receso, vamos a darnos un tiempo…
—No Louis, eres un traidor, yo creí que podía confiar en ti—Harry salió de la piscina y corrió hacia el interior de la casa, mojando todo a su paso. Louis le siguió, mojando todo también, y Destiny detrás de ellos, regañándolos por mojar el suelo.
—¿Liam…?—pregunté.
—Por mí está bien.
—Eso quiere decir que somos nosotros cuatro—dije sonriendo.
—¿Qué pasa con Destiny? Pensé que iban a todos lados juntas—preguntó Zayn.
—Ella odia a Rachel, la organizadora de la fiesta, yo voy solo por una amiga mía. Me ha estado rogando.
—¿Cuándo nos vamos?—preguntó el irlandés.
—Como en tres horas.
La música se escuchaba calles antes de de la gran casa. Sentía mis oídos retumbar con la música pegadiza que hacía a los jóvenes presentes bailar. Las paredes vibraban por el volumen de la música y el olor a alcohol estaba impregnado en el ambiente. Un chico que parecía estar ebrio me empujó, y unos pálidos brazos me atraparon. Miré hacia arriba, encontrándome con esa mirada azul inconfundible a pesar de la oscuridad.
—Nos veremos aquí en una hora, ¿entendido?—tuve que gritar para que me escucharan.
Asintieron y nos dispersamos. Me abría paso entre la multitud buscando a Helen. La vi cerca de la barra pidiendo un trago.
—¡Viniste!—ella gritó para que pudiera escucharla.
—Que conste, solo lo hago por ti—dije en su oído.
—¡Vamos a bailar!—bebió su trago de sopetón y me arrastró hacia la pista. Comenzamos a bailar entre la multitud.
En un momento bailábamos juntas, pero unos minutos después, ella había desaparecido entre la gente. Estaba a punto de salir a buscarla de nuevo, cuando dos manos me tomaron por la cintura, bajé la vista y reconocí aquella pulsera tejida de color negro y azul. Sonreí, mientras sentía nuestros cuerpos pegarse y moverse al ritmo de la pegajosa música. Mariposas recorrían mi estómago, mi espalda, mi cintura, por donde sus manos tocaban.
En una de las canciones me giré y quedamos frente a frente, con sus manos aún en mi cintura y las mías en su pecho. Nos sonreímos y seguimos bailando, arrojando cualquier temor y vergüenza por la borda.
Nuestra pequeña burbuja explotó cuando Harry arrastró del brazo a Niall.
—¿Qué pasa?—pregunté a pesar de la música.
—Se dieron cuenta de que estamos aquí, vámonos.—dijo Zayn apareciendo de la nada.
Salimos a toda prisa de la casa, con Liam pisándome los talones. Varias chicas comenzaban a seguirnos ya. Casi llegábamos hasta mi auto a paso rápido, pero ellas parecían estar desesperadas, ya que nos rodearon rápidamente. Hablaban todas al mismo tiempo, preguntaban cosas, tomaban fotos, halaban las ropas de los chicos, gritaban, todo al mismo tiempo, haciéndome sentir mareada.
No pude distinguir ni una palabra de lo que decían. Pero si hubo algo que entendí:
—¡Nial! ¡Haznos un favor y ponte aparatos!—vi como su sonrisa se volvía una mueca sin expresión alguna, y sus ojos se agrandaban levemente.
Otra de ellas gritaba que no era atractivo, o algo así fue lo que escuché. De lo que estoy segura es que le dolió bastante. El comenzaba a alejarse por donde habíamos venido anteriormente. Me acerqué a Zayn.
—Toma las llaves, yo iré con él, ¿te sabes el camino de regreso?
—Sí—le di un rápido abrazo y corrí detrás de Niall, que lo había perdido de vista.
La casa de Rachel no estaba muy lejos de la mía, unas tres cuadras.
—¡Niall!—lo vi caminando a paso rápido.
Entonces entendí.
Por eso había estado de ese humor. Por eso había estado llorando. Por cosas que las fans le habían dicho.
—¡Niall!—lo volví a llamar, corriendo como pude hasta llegar a él. Lo tomé del brazo.—Niall…
El evitaba mi mirada, pero estaba llorando.
—Hey, ven aquí—abrí los brazos, y a pesar de que él era más alto que yo, me abrazó. Estuvimos así unos minutos.—No tienes por qué hacer caso a lo que digan ellas…
—Tú no entiendes…
—Casi llegamos… hablaremos de esto en la casa.
Caminamos en silencio hasta que estuvimos frente a la gran casa. Busqué la llave en mi bolso y entramos.
Había una nota en el recibidor.
"Fui con Harry a dar una vuelta. Papá y mamá salieron.
—Destiny".
—Niall… ¿por qué tienes que creer lo que ellas dicen? ¿No es más importante lo que pienses tú?
—¿Por qué ellas no pueden amarme como yo lo hago?—su voz se quebró, y eso partió mi corazón. El se sentó en el sofá, y yo me quedé parada frente a él.
—¿Estabas así anteriormente por lo mismo?
—Me habían dicho que no les importaba si yo me iba de la banda, que no destacaba, que… que era feo…
—¿Por qué crees eso?—dije ahora agachándome para quedar a su altura.—Tú eres tan atractivo como lo son Harry, Lou, Zayn o Liam. Tienes tanto talento como ellos. Además, si dicen eso de ti no son verdaderas directioners como dicen ser. Allá fuera hay muchas chicas que se derriten por ti, que te defienden y que matarían a cualquier “directioner” que diga cosas así de ti. No tienes por qué creer que eres menos que los demás, porque no es cierto. ¿Entiendes?
—No es tan simple—dijo tratando de no mirarme.
Me senté a su lado y lo abracé. Pero él se deshizo del abrazo y se fue a la habitación.
Volvíamos a estar como antes.
Última edición por Amelia el Jue 27 Dic 2012, 8:15 am, editado 1 vez
Amelia
Re: Moments (Niall) [Terminada]
Hola tu 2 lectoraaaaaaaa soy sandra me podrias poner con Hazza porfavor? me encanta tu novela
{YoungWildAndFree}
Re: Moments (Niall) [Terminada]
Capítulo 4. Good night
Dos días habían pasado luego de aquella fiesta. Dos días de desayunos incómodos, de salidas incómodas, de miradas avergonzadas, de bromas por parte de los demás, de tantas cosas y emociones que me hacían sentir desesperada.
Habíamos salido a recorrer Los Ángeles, a disfrutar del sol y a comer por ahí, pero no nos habíamos dirigido ni una sola palabra durante ese tiempo. Jugábamos al “tú me ignoras, yo te ignoro”. Y eso me estaba volviendo totalmente loca.
Era un martes por la tarde. Los deberes ya estaban hechos, Destiny dormía como tronco, los chicos jugaban videojuegos abajo, mis padres trabajaban y yo moría por volver a abrazar a Niall para que dejara de sufrir, pero temía enormemente su rechazo.
Necesitaba salir de aquella casa. Me vestí con una ropa fresca debido al calor que hacía. Tomé mi bolso, mi teléfono y mis gafas de sol. Bajé las escaleras. Me quedé mirando un tanto la televisión, donde se desarrollaba una reñida competencia entre Liam y Zayn, jugaban Mario Kart. Y Zayn tenía las de perder.
—¡Bu!—grité cuando estuve detrás del sofá, dónde él se encontraba.
El se sobresaltó y yo sonreí.
—¡Gané!—dijo Zayn parándose del sofá y haciendo un bailecito de victoria.
—¡Eso no fue justo!—dijo girándose hacia mí.
—¿Quién te obliga a ser tan asustadizo?—me encogí de hombros.—Me voy, adiós—me despedí con la mano cuando estaba casi en la puerta.
—No, todavía no jovencita—Louis me tomó de los brazos y me arrastró hacia una esquina.
—¿Qué pasa?—pregunté confusa.
—¿Qué te pasa a ti?
—¿A mí? Nada, ¿por qué?
—Podrás estar en clase de drama y actuar bien, pero a mí no me engañas. Te pasa algo. Has estado rara estos días—me quede callada, bajando la cabeza.—Es por Niall, ¿verdad?—sentí las lágrimas a punto de salir de mis ojos. Sólo me encogí de hombros en respuesta.
—No llores—dijo limpiando una lágrima que se había deslizado por mi mejilla. Levantó mi rostro y me hizo mirarlo.
—Lou, ¿Qué debo hacer? ¿Olvidarme de todo y hacer como que nada ha pasado? Porque… no sé… en serio...—mi voz salía entrecortada.
—Nunca he escuchado a mi hermanita rindiéndose por algo…—dijo cruzándose de brazos.—Arreglen las cosas… que se yo… solo vuelvan a estar como hace dos días…
—Pero no ahora… yo no puedo… ¿y si me rechaza de nuevo? ¿Sabes cuán vergonzoso es eso?—dije tratando de no levantar la voz.
—Tú sabrás… pero lo único que no quiero es que estés triste. Ven aquí—me abrazó y yo rodeé su cintura fuertemente, escondiendo mi cara en entre su cuello. Nos separamos y preguntó:—¿A dónde ibas?
—Quería salir. Tal vez vaya a la heladería que está a unas calles—dije encogiéndome de hombros.
—¿Te vas en el auto?
—No, prefiero caminar. Necesito aire. Adiós—dije dándole un beso en la mejilla. Había dado unos pasos cuando me giré y le dije:—Por cierto, gracias Lou—le sonreí y me fui, sintiendo aquella mirada celeste sobre mí.
Caminé despacio, concentrándome en cada detalle a mi alrededor, las personas caminando con prisa, grupos de jóvenes riendo mientras cruzaban la calle, el ruido de los autos al pasar, los bocinazos que pegaban unas veces, y gritos desesperados de chicas. Gritos…
Estaba a punto de girarme cuando alguien me tomó del brazo, más bien me halaba, haciéndome correr para seguir su paso. Una mano blanquecina se aferraba a mi muñeca fuertemente. Noté su cabello rubio moverse ligeramente con el viento, me daba la espalda. Era Niall. Y corríamos de las fans.
—¿Qué…?—iba a preguntarle, pero doblamos violentamente en la esquina. Las chicas no dejaban de perseguirnos.
Nos metió entre un callejón, un espacio que había entre dos edificios. Mi espalda había quedado pegada a la pared de ladrillo y él prácticamente cubriéndome, mientras ocultaba su rostro en mi hombro, permitiéndome escuchar su agitada respiración.
Giramos nuestros rostros cuando vimos a las chicas locas pasar de largo por el callejón. Luego nos miramos, estábamos muy cerca.
—¿Qué haces?—dije sin moverme.
—Yo… eh…—tartamudeó.
—Tú…—hice un gesto con la mano para que prosiguiera, mientras me apartaba de él.
—Lo siento, yo… quiero decir gracias…
—Yo no te entiendo Niall…—dije cortante.—A veces creo que eres bipolar. En un momento te comportas normalmente, y luego te pones arisco y antipático, yo… olvídalo—dije dándome la vuelta para irme, pro el me agarró del brazo.
—Por eso es que estoy aquí—dijo haciendo que mi espalda se pegara a la pared mientras el me agarraba por los hombros.—Lo siento, sé que solo tratabas de ayudarme, pero es que no es tan simple… duele cada vez que lo dicen y…—bajó la mirada, quitando sus manos de mis hombros.
—No tienes que hacerles caso—dije acariciando su mejilla inconscientemente, él me miró tiernamente, y retiré mi mano al instante, sonrojándome.—Estás bien tal y como eres, no soy una loca fan y te aseguro que la banda no sería lo mismo sin ti, o sin ninguno de los otros cuatro. Los cinco tienen un maravilloso talento y son especiales tal y como son.
—Me gustaría creer eso…
—Pronto lo harás, te lo aseguro—dije sonriendo derrotada, había querido estar enojada con él, y era un hecho que no podía.
—Gracias—dijo mirándome a los ojos.
Se acercó lentamente, aún examinando mis ojos. Yo ya sentía su respiración sobre mi rostro, sus ojos se cerraron, esperando el tan deseado momento y mis manos subieron por su pecho mientras las suyas ocupaban mi cintura. Me besó, y era mejor a como me lo había imaginado. Sus labios se entreabrieron al igual que los míos, moviéndose perfectamente, como si hubiésemos sido hechos el uno para el otro. Una de sus manos se posó en mi cuello, mientras acariciaba mi piel con su pulgar. Mis manos se enredaron en sus suaves cabellos rubios.
—Den… ¡Denisse!
—¡Denisse!—parpadeé un par de veces para volver a la realidad, su mano se movía frente a mi rostro.—¿Estás en este mundo?—preguntó con una sonrisa de lado.
—Lo siento—le sonreí avergonzada. ¿Desde cuándo tenía esos pensamientos así con él? ¡Ah sí! Desde aquella tarde en la piscina, en la que nos quedamos hablando como viejos amigos…. Incluso hace dos noches, cuando me dejó sola en el sofá.
—¿En qué pensabas?
—Nada importante—le resté importancia.
Niall asomó la cabeza por la salida del callejón para ver si no había fans por allí.
—Vamos—dijo él saliendo del estrecho espacio.
Quise tomarle por el brazo y decirle que no volviéramos a pelear, que no me vuelva a rechazar así cuando sólo trataba de ayudarle, decirle que no me hiciera sentir mal de nuevo, quise abrazarlo y hasta quise revolver sus rubios cabellos y comprobar la suavidad de estos.
—¿Qué pasa?—preguntó. Yo había tomado su brazo inconscientemente.
—Nada, lo siento—dije al instante, sintiendo el calor subir a mis mejillas.
—Vamos entonces—dijo sonriendo, mientras salíamos de aquel estrecho espacio.
Fuimos a una heladería de camino a casa, eran más o menos las seis de la tarde. Quise pagar lo mío, pero él insistió en pagar por los dos, ya que él era el hombre allí, según había dicho él. Dijo que para la próxima pagaría yo y en fin, puso miles de excusas para pagar, y se salió con la suya.
—Entonces Lou te bajó los pantalones en plena plaza…—traté de estallar en risas, lo cual no funcionó.
—Sí. Estaba esperando en la fila para comprar unas hamburguesas y él se me acercó por detrás y sólo los bajó. Creo que tomaron fotos de eso…—dijo pensativo, terminando su helado de chocolate.
—¿No te da vergüenza?—pregunté aún entre risas mientras nos acercábamos a un zafacón a botar los vasitos plásticos y demás.
—No, en verdad. Eso hace reír a la gente, y a mí también. De hecho, pienso que fue gracioso.
—Eso está bien—le sonreí, mientras caminaba con las manos metidas en los bolsillos de mis shorts.
—Y… cuéntame más de ti, ya me harté de hablar de mí—dijo aún mirando hacia el frente.
—¿Qué quieres saber? No hay nada interesante…—suspiré.
—No lo sé, lo que sea. ¿Cómo eran con Louis hace dos años?
—Oh—sonreí ante los recuerdos.—Pues… Vivíamos al frente, así que estábamos juntos la mayor parte del tiempo. Ibamos a la misma escuela. Recuerdo que era su último año, yo tenía unos dieciséis. Lo molestaban porque le gustaba cantar…
—¿En serio?—preguntó mirándome brevemente.
—Sí. Hasta que llegó su graduación. Destiny y yo asistimos porque él nos había invitado, nos quedamos a la fiesta luego de la ceremonia. Y cantó, si vieras aquello. Las chicas gritaban y se acercaban al escenario, ignorando a sus citas, las cuales no estaban muy contentas que digamos. Nunca le importó lo que pensaban de él—dije y me arrepentí dos segundos después. Niall bajó su cabeza.—Lo siento, no quise…—tomé su brazo, haciéndolo parar.
—No importa—seguimos caminando.—¿Sabes? Harry y yo nos parecemos mucho en ese aspecto.
—¿Eh?—no entendí.
—No sé si te habrás enterado, pero Harry falló en su solo durante un concierto. Todos hablaban de eso en Twitter, los videos ya circulaban por Youtube, él simplemente se deprimió. No le gustaba saber lo que los demás decían de él, pero aún así lo hacía. Estuvo muy mal. Incluso lloró durante una entrevista—no me imaginaba a una persona tan alegre, divertida y simplemente alguien como Harry pudiera ponerse así.
—No lo sabía...—dije mirándole.
—El dijo que siempre había querido ser de esas personas que no le importaban lo que dijeran de él, pero simplemente no lo era.
—Debió ser duro. Supongo que es una de las cosas que conlleva ser famoso, ¿no?
—Sí, no todo es muy bonito como todos piensan.
En pocos minutos más estuvimos en la casa. Abrí con la llave y entramos.
—¿Dónde están todos?—le pregunté a Kristie, que estaba sentada en el sofá viendo televisión, aprovechando los momentos en los que la casa estaba en silencio.
—Salieron a comprar de cenar, volverán en poco tiempo.
—Yo me voy a dormir, no tengo hambre—dije dándole un beso en la mejilla a mi madrastra.
—¿Te sientes mal?—preguntó preocupada.
—No, descuida.
Iba a subir las escaleras, cuando una mano fría tomó mi muñeca. Me giré. Niall se quedó mirándome, aún con su mano en mi muñeca.
—Gracias—dijo para luego sonreír de lado.
—No hay de qué—murmuré. Nuestras miradas se cruzaron durante unos segundos más y luego se giró, dirigiéndose hacia su habitación. Miré hacia el sofá y Kristie me miraba con las cejas alzadas, había visto todo.—No preguntes—dije antes de subir corriendo las escaleras.
Me puse unos pantalones muy cortos de color rosado, supongo que eran de Des y una remera con mangas largas de color azul marino, que dejaba ver parte de mi abdomen después de todo. Me encogí de hombros y me acosté en mi boca abajo, sin siquiera cubrirme con las sábanas.
—Den, ¿segura que no quieres comer nada?—los chicos me habían mandado a buscar a Denisse, la cual había dicho que no quería nada, pero ellos se miraban y cuchicheaban, tramando algo. Abrí la puerta de su habitación y la encontré en su cama, durmiendo. Me acerqué inconscientemente. Sus pantalones rosados eran demasiado cortos, haciéndome tragar saliva sonoramente, y su remera se había subido, dejando a la vista parte de su espalda baja. Tratando de quitar cualquier otro pensamiento morboso que cruzaba por mi cabeza, la cubrí con las sábanas y sin poderme resistir, acaricié su cabello un par de veces.
—Niall…—suspiró ella. Me paralicé creyendo que había despertado, pero estaba totalmente dormida.
Me fui de allí antes de que se despertara y pensara que me aprovechaba de ella mientras dormía.
—Buenas noches—murmuré antes de irme.
—Buenas noches Niall—suspiré abrazando mi almohada cuando la puerta se había cerrado.
Otro de los hermosos momentos que guardaría.
Gracias a las que leen la historia. Por cierto, esta historia va muy adelantada, así que no puedo cambiar nada, por tanto, no puedo ponerlas como pareja de ninguno de esos sexys chicos D;. Sorry girls :(.
Además, si comienzo a agregarles parejas a todos, me salgo mucho de enfoque y pierdo el sentido de la historia.
Gracias por su comprensión <3.
Dos días habían pasado luego de aquella fiesta. Dos días de desayunos incómodos, de salidas incómodas, de miradas avergonzadas, de bromas por parte de los demás, de tantas cosas y emociones que me hacían sentir desesperada.
Habíamos salido a recorrer Los Ángeles, a disfrutar del sol y a comer por ahí, pero no nos habíamos dirigido ni una sola palabra durante ese tiempo. Jugábamos al “tú me ignoras, yo te ignoro”. Y eso me estaba volviendo totalmente loca.
Era un martes por la tarde. Los deberes ya estaban hechos, Destiny dormía como tronco, los chicos jugaban videojuegos abajo, mis padres trabajaban y yo moría por volver a abrazar a Niall para que dejara de sufrir, pero temía enormemente su rechazo.
Necesitaba salir de aquella casa. Me vestí con una ropa fresca debido al calor que hacía. Tomé mi bolso, mi teléfono y mis gafas de sol. Bajé las escaleras. Me quedé mirando un tanto la televisión, donde se desarrollaba una reñida competencia entre Liam y Zayn, jugaban Mario Kart. Y Zayn tenía las de perder.
—¡Bu!—grité cuando estuve detrás del sofá, dónde él se encontraba.
El se sobresaltó y yo sonreí.
—¡Gané!—dijo Zayn parándose del sofá y haciendo un bailecito de victoria.
—¡Eso no fue justo!—dijo girándose hacia mí.
—¿Quién te obliga a ser tan asustadizo?—me encogí de hombros.—Me voy, adiós—me despedí con la mano cuando estaba casi en la puerta.
—No, todavía no jovencita—Louis me tomó de los brazos y me arrastró hacia una esquina.
—¿Qué pasa?—pregunté confusa.
—¿Qué te pasa a ti?
—¿A mí? Nada, ¿por qué?
—Podrás estar en clase de drama y actuar bien, pero a mí no me engañas. Te pasa algo. Has estado rara estos días—me quede callada, bajando la cabeza.—Es por Niall, ¿verdad?—sentí las lágrimas a punto de salir de mis ojos. Sólo me encogí de hombros en respuesta.
—No llores—dijo limpiando una lágrima que se había deslizado por mi mejilla. Levantó mi rostro y me hizo mirarlo.
—Lou, ¿Qué debo hacer? ¿Olvidarme de todo y hacer como que nada ha pasado? Porque… no sé… en serio...—mi voz salía entrecortada.
—Nunca he escuchado a mi hermanita rindiéndose por algo…—dijo cruzándose de brazos.—Arreglen las cosas… que se yo… solo vuelvan a estar como hace dos días…
—Pero no ahora… yo no puedo… ¿y si me rechaza de nuevo? ¿Sabes cuán vergonzoso es eso?—dije tratando de no levantar la voz.
—Tú sabrás… pero lo único que no quiero es que estés triste. Ven aquí—me abrazó y yo rodeé su cintura fuertemente, escondiendo mi cara en entre su cuello. Nos separamos y preguntó:—¿A dónde ibas?
—Quería salir. Tal vez vaya a la heladería que está a unas calles—dije encogiéndome de hombros.
—¿Te vas en el auto?
—No, prefiero caminar. Necesito aire. Adiós—dije dándole un beso en la mejilla. Había dado unos pasos cuando me giré y le dije:—Por cierto, gracias Lou—le sonreí y me fui, sintiendo aquella mirada celeste sobre mí.
Caminé despacio, concentrándome en cada detalle a mi alrededor, las personas caminando con prisa, grupos de jóvenes riendo mientras cruzaban la calle, el ruido de los autos al pasar, los bocinazos que pegaban unas veces, y gritos desesperados de chicas. Gritos…
Estaba a punto de girarme cuando alguien me tomó del brazo, más bien me halaba, haciéndome correr para seguir su paso. Una mano blanquecina se aferraba a mi muñeca fuertemente. Noté su cabello rubio moverse ligeramente con el viento, me daba la espalda. Era Niall. Y corríamos de las fans.
—¿Qué…?—iba a preguntarle, pero doblamos violentamente en la esquina. Las chicas no dejaban de perseguirnos.
Nos metió entre un callejón, un espacio que había entre dos edificios. Mi espalda había quedado pegada a la pared de ladrillo y él prácticamente cubriéndome, mientras ocultaba su rostro en mi hombro, permitiéndome escuchar su agitada respiración.
Giramos nuestros rostros cuando vimos a las chicas locas pasar de largo por el callejón. Luego nos miramos, estábamos muy cerca.
—¿Qué haces?—dije sin moverme.
—Yo… eh…—tartamudeó.
—Tú…—hice un gesto con la mano para que prosiguiera, mientras me apartaba de él.
—Lo siento, yo… quiero decir gracias…
—Yo no te entiendo Niall…—dije cortante.—A veces creo que eres bipolar. En un momento te comportas normalmente, y luego te pones arisco y antipático, yo… olvídalo—dije dándome la vuelta para irme, pro el me agarró del brazo.
—Por eso es que estoy aquí—dijo haciendo que mi espalda se pegara a la pared mientras el me agarraba por los hombros.—Lo siento, sé que solo tratabas de ayudarme, pero es que no es tan simple… duele cada vez que lo dicen y…—bajó la mirada, quitando sus manos de mis hombros.
—No tienes que hacerles caso—dije acariciando su mejilla inconscientemente, él me miró tiernamente, y retiré mi mano al instante, sonrojándome.—Estás bien tal y como eres, no soy una loca fan y te aseguro que la banda no sería lo mismo sin ti, o sin ninguno de los otros cuatro. Los cinco tienen un maravilloso talento y son especiales tal y como son.
—Me gustaría creer eso…
—Pronto lo harás, te lo aseguro—dije sonriendo derrotada, había querido estar enojada con él, y era un hecho que no podía.
—Gracias—dijo mirándome a los ojos.
Se acercó lentamente, aún examinando mis ojos. Yo ya sentía su respiración sobre mi rostro, sus ojos se cerraron, esperando el tan deseado momento y mis manos subieron por su pecho mientras las suyas ocupaban mi cintura. Me besó, y era mejor a como me lo había imaginado. Sus labios se entreabrieron al igual que los míos, moviéndose perfectamente, como si hubiésemos sido hechos el uno para el otro. Una de sus manos se posó en mi cuello, mientras acariciaba mi piel con su pulgar. Mis manos se enredaron en sus suaves cabellos rubios.
—Den… ¡Denisse!
—¡Denisse!—parpadeé un par de veces para volver a la realidad, su mano se movía frente a mi rostro.—¿Estás en este mundo?—preguntó con una sonrisa de lado.
—Lo siento—le sonreí avergonzada. ¿Desde cuándo tenía esos pensamientos así con él? ¡Ah sí! Desde aquella tarde en la piscina, en la que nos quedamos hablando como viejos amigos…. Incluso hace dos noches, cuando me dejó sola en el sofá.
—¿En qué pensabas?
—Nada importante—le resté importancia.
Niall asomó la cabeza por la salida del callejón para ver si no había fans por allí.
—Vamos—dijo él saliendo del estrecho espacio.
Quise tomarle por el brazo y decirle que no volviéramos a pelear, que no me vuelva a rechazar así cuando sólo trataba de ayudarle, decirle que no me hiciera sentir mal de nuevo, quise abrazarlo y hasta quise revolver sus rubios cabellos y comprobar la suavidad de estos.
—¿Qué pasa?—preguntó. Yo había tomado su brazo inconscientemente.
—Nada, lo siento—dije al instante, sintiendo el calor subir a mis mejillas.
—Vamos entonces—dijo sonriendo, mientras salíamos de aquel estrecho espacio.
Fuimos a una heladería de camino a casa, eran más o menos las seis de la tarde. Quise pagar lo mío, pero él insistió en pagar por los dos, ya que él era el hombre allí, según había dicho él. Dijo que para la próxima pagaría yo y en fin, puso miles de excusas para pagar, y se salió con la suya.
—Entonces Lou te bajó los pantalones en plena plaza…—traté de estallar en risas, lo cual no funcionó.
—Sí. Estaba esperando en la fila para comprar unas hamburguesas y él se me acercó por detrás y sólo los bajó. Creo que tomaron fotos de eso…—dijo pensativo, terminando su helado de chocolate.
—¿No te da vergüenza?—pregunté aún entre risas mientras nos acercábamos a un zafacón a botar los vasitos plásticos y demás.
—No, en verdad. Eso hace reír a la gente, y a mí también. De hecho, pienso que fue gracioso.
—Eso está bien—le sonreí, mientras caminaba con las manos metidas en los bolsillos de mis shorts.
—Y… cuéntame más de ti, ya me harté de hablar de mí—dijo aún mirando hacia el frente.
—¿Qué quieres saber? No hay nada interesante…—suspiré.
—No lo sé, lo que sea. ¿Cómo eran con Louis hace dos años?
—Oh—sonreí ante los recuerdos.—Pues… Vivíamos al frente, así que estábamos juntos la mayor parte del tiempo. Ibamos a la misma escuela. Recuerdo que era su último año, yo tenía unos dieciséis. Lo molestaban porque le gustaba cantar…
—¿En serio?—preguntó mirándome brevemente.
—Sí. Hasta que llegó su graduación. Destiny y yo asistimos porque él nos había invitado, nos quedamos a la fiesta luego de la ceremonia. Y cantó, si vieras aquello. Las chicas gritaban y se acercaban al escenario, ignorando a sus citas, las cuales no estaban muy contentas que digamos. Nunca le importó lo que pensaban de él—dije y me arrepentí dos segundos después. Niall bajó su cabeza.—Lo siento, no quise…—tomé su brazo, haciéndolo parar.
—No importa—seguimos caminando.—¿Sabes? Harry y yo nos parecemos mucho en ese aspecto.
—¿Eh?—no entendí.
—No sé si te habrás enterado, pero Harry falló en su solo durante un concierto. Todos hablaban de eso en Twitter, los videos ya circulaban por Youtube, él simplemente se deprimió. No le gustaba saber lo que los demás decían de él, pero aún así lo hacía. Estuvo muy mal. Incluso lloró durante una entrevista—no me imaginaba a una persona tan alegre, divertida y simplemente alguien como Harry pudiera ponerse así.
—No lo sabía...—dije mirándole.
—El dijo que siempre había querido ser de esas personas que no le importaban lo que dijeran de él, pero simplemente no lo era.
—Debió ser duro. Supongo que es una de las cosas que conlleva ser famoso, ¿no?
—Sí, no todo es muy bonito como todos piensan.
En pocos minutos más estuvimos en la casa. Abrí con la llave y entramos.
—¿Dónde están todos?—le pregunté a Kristie, que estaba sentada en el sofá viendo televisión, aprovechando los momentos en los que la casa estaba en silencio.
—Salieron a comprar de cenar, volverán en poco tiempo.
—Yo me voy a dormir, no tengo hambre—dije dándole un beso en la mejilla a mi madrastra.
—¿Te sientes mal?—preguntó preocupada.
—No, descuida.
Iba a subir las escaleras, cuando una mano fría tomó mi muñeca. Me giré. Niall se quedó mirándome, aún con su mano en mi muñeca.
—Gracias—dijo para luego sonreír de lado.
—No hay de qué—murmuré. Nuestras miradas se cruzaron durante unos segundos más y luego se giró, dirigiéndose hacia su habitación. Miré hacia el sofá y Kristie me miraba con las cejas alzadas, había visto todo.—No preguntes—dije antes de subir corriendo las escaleras.
Me puse unos pantalones muy cortos de color rosado, supongo que eran de Des y una remera con mangas largas de color azul marino, que dejaba ver parte de mi abdomen después de todo. Me encogí de hombros y me acosté en mi boca abajo, sin siquiera cubrirme con las sábanas.
—Den, ¿segura que no quieres comer nada?—los chicos me habían mandado a buscar a Denisse, la cual había dicho que no quería nada, pero ellos se miraban y cuchicheaban, tramando algo. Abrí la puerta de su habitación y la encontré en su cama, durmiendo. Me acerqué inconscientemente. Sus pantalones rosados eran demasiado cortos, haciéndome tragar saliva sonoramente, y su remera se había subido, dejando a la vista parte de su espalda baja. Tratando de quitar cualquier otro pensamiento morboso que cruzaba por mi cabeza, la cubrí con las sábanas y sin poderme resistir, acaricié su cabello un par de veces.
—Niall…—suspiró ella. Me paralicé creyendo que había despertado, pero estaba totalmente dormida.
Me fui de allí antes de que se despertara y pensara que me aprovechaba de ella mientras dormía.
—Buenas noches—murmuré antes de irme.
—Buenas noches Niall—suspiré abrazando mi almohada cuando la puerta se había cerrado.
Otro de los hermosos momentos que guardaría.
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Hola :3.Gracias a las que leen la historia. Por cierto, esta historia va muy adelantada, así que no puedo cambiar nada, por tanto, no puedo ponerlas como pareja de ninguno de esos sexys chicos D;. Sorry girls :(.
Además, si comienzo a agregarles parejas a todos, me salgo mucho de enfoque y pierdo el sentido de la historia.
Gracias por su comprensión <3.
Última edición por Amelia el Jue 27 Dic 2012, 8:16 am, editado 1 vez
Amelia
Re: Moments (Niall) [Terminada]
Capítulo 5. Truth or dare
A la mañana siguiente me desperté con una enorme sonrisa, claro que por lo que pasó anoche. Revisé la hora, aún faltaba una hora para las siete, había tiempo de sobra. Me metí al baño entre saltitos y me metí a la ducha. Me puse unos pantalones de color turquesa y una blusa blanca larga. Me puse unos zapatos de color gris. Cuando salí, Destiny ya estaba entrando al baño, medio dormida. Trencé mi largo cabello y recogí mi flequillo con un lindo gancho con una flor blanca.
Destiny ya tenía unos jeans ajustados puesto y una blusa color coral.
—Te espero abajo—le dije a la vez que tomaba mi bolso y me lo ponía al hombro.
Dejé el bolso encima del sofá y fui a la cocina, ahí estaba mamá, terminando de preparar panqueques en cantidad industrial.
—¿Puedes terminar aquí? Tengo que irme—preguntó sin girarse.
—Claro.
—Gracias, adiós Den—me dio un beso en la cabeza y se fue tomando su bolso de encima de la encimera.
—¿Qué es lo que huele delicioso?—preguntó una voz masculina detrás de mí.
—¿Qué haces despierto a esta hora Harry?—le pregunté.
—El desayuno es mejor caliente, puedo seguir durmiendo después—dijo mientras agarraba un panqueque y comenzaba a comérselo.
—Espera a los demás…—le dije pegándole en la mano.
—Tendrás que cuidarte si viene Niall, porque se comería todo eso él solo—dijo riendo, mientras salía de la cocina.
Había sacado el último panqueque y lo había puesto en el plato con todos los demás. Lo llevé a la mesa y puse seis platos, por si Destiny quería. Puse el jugo junto los platos y fui a buscar los vasos. Eran muchos vasos, por lo que tenía problema, a medio camino casi caigo con todo y vasos.
—Ven, te ayudo—dijo mi rubio amigo tomando varios vasos.
—Gracias—le sonreí. Me acerqué para saludarle con un beso en la mejilla.—¡Destiny!
—Ya voy, no grites—dijo bajando las escaleras.—Hola Niall—ella se acercó a él y le dio un beso en la mejilla como saludo.
—¿Vas a comer o nos vamos?—le pregunté.
—No tengo hambre, comeremos algo en el instituto—dijo ya saliendo de la casa con las llaves de su auto.
—Adiós Den—se despidió con la cama.
—¡Harry! ¡Ven antes de que Niall se coma todo!—grité en el pasillo, el rubio rió.—Adiós Niall.
—No quiero estudiar matemáticas—dijo Destiny quejándose, mientras entrábamos a la casa.
—Fácil, no estudies—dije encogiéndome de hombros.
—Para ti es fácil porque ni siquiera tienes que estudiar—dijo entre dientes.
—Porque yo sí presto atención a la clase, en vez de estar babeando por Josh—dije en una voz melosa.
—Cállate—se ruborizó—. Tú no puedes hablar, he visto cómo miras a Horan.
—¿Y…?—dije girando el rostro para que no viera mi rostro sonrojado. Iba a subir las escaleras, pero vi que Destiny se sentaba en el mueble, subía los pies a la mesa y sacaba su computadora portátil—¿No subes?
—Me quedaré estudiando aquí.
—Cualquier cosa Liam te ayudará, ¿verdad Liam?—dije en voz muy alta.
—¿Qué?—dijo el aludido saliendo de su habitación.
—Sí, te ayudará—dije en dirección a mi hermana, todo con tal de que no me pidiera ayuda a mí, pues sabía que aparte de que no entendería nada, de alguna manera terminaríamos hablando de chicos, chismes y criticando personas.
Subí a mi cuarto y me quité los zapatos. Me senté en la cama y saqué mi computadora de mi bolso, dispuesta a terminar el trabajo final de Historia, por suerte no había examen final. Estaba concentrada en el trabajo, cuando escuché la puerta abrirse.
—¿Qué haces?—preguntó Niall sentándose a mi lado.
—Termino mi investigación para mi trabajo—dije sin levantar la vista de la pantalla.
—Que aburrido—dijo mientras se recostaba sobre los almohadones.
—¿Quién dijo que hacer tareas es divertido?—reí entre dientes.
—Pues no la hagas…
—Ojalá fuera tan fácil como eso—dije mirándole, nuestras miradas se cruzaron por unos momentos y luego tuve que apartarla, para no comenzar a babear allí mismo.—¿Por qué no bajas? Te aburrirás mucho aquí…
—Vine a hacerte compañía—dijo sonriendo, jugando con el encaje de un cojín.— ¿O acaso no quieres que esté aquí?—se hizo el indignado.
—Como quieras, luego no digas que no te lo advertí.
El ambiente se quedó en silencio durante varios minutos. Muchos diría yo. De repente, Niall comenzó a hacerme cosquillas, mientras yo me retorcía, rogándole que me soltara.
—¡Ya basta Horan! ¡Suéltame!—dije retorciéndome.
—Oblígame—yo estaba recostada en mi espalda, y él tenía casa rodilla apoyada en la cama a cada lado de mi cadera.
—¿Sabes que si subo mi rodilla te desheredo?—dije sonriendo malvadamente.
—Como tú digas—dijo volviéndose a sentar rápidamente, y poniendo cara de niño bueno.
Hubo unos minutos más de silencio, hasta que él volvió a hablar.
—¿Sabes? Nunca he tenido una amiga como tú—me giré.
—¿Cómo?
—O sea, sí he tenido amigos, tengo a los chicos, pero no he tenido una amiga así como tú.
—¿Así como?—pregunté.
—No sé, a la que siento que le puedo contar todo. En pocos días ya sabes todo de mí. Siento que puedo confiar en ti—hizo una pausa antes de sonreír y continuar—. Eres así como mi mejor amiga—sonreí, sintiéndome algo rara, pero aún así feliz de que confíe en mí en tan poco tiempo.
—Pues claro que puedes confiar en mí…mejor amigo—dije sonriéndole abiertamente. Me abrazó tiernamente, a lo que yo sonreí.
Nos pasamos la tarde completa hablando, sólo hablando y riendo, mientras yo trataba de terminar mi trabajo.
—Por poco y no me haces terminar mi trabajo Horan—dije mientras cerraba la computadora.
—Pero lo terminaste—dijo encogiéndose de hombros.
—¡Chicos!—gritó Destiny entrando a la habitación—Mis padres no vendrán hasta tarde, vamos a jugar verdad o reto, ¿se unen?
—Claro que sí—dije al instante. A la hora de ese juego, Des y yo éramos demasiado competitivas entre nosotras, de manera que siempre elegíamos reto.—¿Vienes?—le pregunté a Niall.
—Vamos—sonrió mientras los tres bajábamos las escaleras.
Nos pusimos en una ronda, Yo estaba entre Louis y Niall, y Destiny frente a mí, con una botella vacía en sus manos, y con una sonrisa malvada mientras me miraba.
—¡Qué comience el juego!—gritaron ella y Louis al mismo tiempo. Ella giró la botella, y por coincidencia la boca de este quedo frente a mí.—Que coincidencia hermanita—me miró malvadamente. Sabía que ella planeaba una venganza por lo que le hice en la escuela. Había llamado a Josh y le había dicho que mi hermana lo estaba buscando, solo para que hablaran y ella se trabó y dijo muchas tonterías.— ¿Verdad o reto?
—Reto
—Dale un beso al alguien aquí presente—dije mientras ya comenzaba a acercarme a ella—menos a mí.
Perra, articulé con los labios en su dirección, ella sólo me miró victoriosa, porque ella pensaba que besaría a Niall.
—Ven aquí novio—dije en dirección a Louis. Nos dimos un besito, solo un pequeño toque de labios. A mí no me importaba, él era como mi hermano, y ni loca besaría a Niall. La mire victoriosa mientras ella resoplaba, sufriendo su pérdida.
Giré la botella y ésta apuntó a Harry.
—¿Verdad o reto?—pregunté malvadamente.
—Verdad—dijo seguro.
—¿Con cuántas chicas te has acostado en este mes?—todas las miradas se enfocaron en él.
—Tres—dijo en un susurro.
—¡Demonios Harry estamos a principio de mes!—nos reímos ante el comentario de Liam.
—Me las vas a pagar—murmuró en mi dirección, con cara malévola.
Harry giró la botella y esta apuntó a Niall.
—¿Verdad o reto?—preguntó frotándose las manos.
—¿Alguien te gusta en esta habitación?—todas las miradas se posaron en él, y mi respiración se paró.
—No—dijo muy seguro, aunque Harry se quedó mirándolo y luego sonrió, cosa que no entendí.
—¿Verdad o reto?—le preguntó Niall a Liam cuando la botella lo apuntó.
—¿Eres virgen?—preguntó burlón. Los chicos rieron, y Liam se sonrojó. Lo molestaban porque él siempre era el más responsable y se comportaba como un papá con todos.
—No—dijo mirándolo con una ceja alzada. Yo me reí ante la escena.
Liam giró la botella y esta me apuntó a mí, de nuevo.
—Cédeme tu turno—le pidió Des.
—¿Acaso eso se puede?—preguntó Harry.
—Nunca dije que no—se defendió Destiny.
—Déjala—le dije a Liam.
—Está bien—este cedió.
—¿Verdad o reto?
—Sabes que elegiré reto—dije mirándola desafiante.
—Tírate a la piscina en ropa interior—ella sonrió.
—El agua está helada—dije calmadamente.
—¿Ya tienes miedo?—dijo desafiándome.
—Destiny…—le reprochó Lou.
—Lo haré—dije parándome.
—Denisse…—Lou me detuvo.
—Por Dios Lou, como si no me hubiesen visto con bikini—le calmé, girando los ojos.
Caminé hacia la puerta de cristal y la corrí. Me saqué los pantalones y la blusa y me tiré a la piscina de golpe.
—Deja de mirarla así Harry—dije girando su cabeza.
—Tú no hables, si vieras cómo la miras—contraatacó.
Mi cuerpo se tensó cuando la vi quitarse la ropa sin ningún titubeo. Sentí mis mejillas ponerse calientes y coloradas, y puse la excusa de que le iría a buscar una toalla.
Salí con una toalla y ella estaba saliendo de la piscina, me acerqué a la puerta corrediza y la miré mejor. Sus curvas resaltaban con la luz de los faroles que estaban pegados a las paredes, su cintura estrecha me incitaba a tomarla y acercarla a mí. Mi respiración se estaba cortando.
—Gracias Niall—dije tomando la toalla de su mano y rodeándome con ella.
Destiny me miró con los ojos entrecerrados, y yo de nuevo, victoriosa.
Giré la botella y apuntó a Zayn.
—Sal con Harry en ropa interior y saluda a las personas que pasan.
—De acuerdo—dijo encogiéndose de hombros.
Harry se quitaba la ropa lentamente, en el centro del círculo que habíamos formado, como si estuviera un striptease. Louis gritaba enloquecido, nosotros reímos. Los dos de quedaron en bóxers, debía admitirlo, todos tenían un cuerpo asombroso. Hasta Niall, no sabía cómo se mantenía en forma aún comiendo tanto. Me había quedado mirándoles, cuando sentí una mano tapar mi vista.
—No veas eso—dijo Niall en mi oído, haciéndome estremecer.
—Ha ha—reí sarcásticamente mientras quitaba su mano de mis ojos. Una corriente eléctrica atravesó mi cuerpo cuando nuestras manos se tocaron. Las retiramos al instante.
Seguimos jugando hasta más o menos las diez de la noche. Me fui a cambiar y luego pedimos pizza. Destiny se quedó con los chicos mientras yo subía. Niall subió conmigo y nos pusimos a ver una película en la televisión.
En un momento, mi cabeza quedó recostada en el hombro de mi amigo, ya comenzaba a quedarme dormida.
—Te quiero… mejor amiga—susurró.
—Yo también—él se tensó, había creído que me había dormido. Pasé un brazo por su abdomen, abrazándolo, mientras quedaba totalmente dormida.
A la mañana siguiente me desperté con una enorme sonrisa, claro que por lo que pasó anoche. Revisé la hora, aún faltaba una hora para las siete, había tiempo de sobra. Me metí al baño entre saltitos y me metí a la ducha. Me puse unos pantalones de color turquesa y una blusa blanca larga. Me puse unos zapatos de color gris. Cuando salí, Destiny ya estaba entrando al baño, medio dormida. Trencé mi largo cabello y recogí mi flequillo con un lindo gancho con una flor blanca.
Destiny ya tenía unos jeans ajustados puesto y una blusa color coral.
—Te espero abajo—le dije a la vez que tomaba mi bolso y me lo ponía al hombro.
Dejé el bolso encima del sofá y fui a la cocina, ahí estaba mamá, terminando de preparar panqueques en cantidad industrial.
—¿Puedes terminar aquí? Tengo que irme—preguntó sin girarse.
—Claro.
—Gracias, adiós Den—me dio un beso en la cabeza y se fue tomando su bolso de encima de la encimera.
—¿Qué es lo que huele delicioso?—preguntó una voz masculina detrás de mí.
—¿Qué haces despierto a esta hora Harry?—le pregunté.
—El desayuno es mejor caliente, puedo seguir durmiendo después—dijo mientras agarraba un panqueque y comenzaba a comérselo.
—Espera a los demás…—le dije pegándole en la mano.
—Tendrás que cuidarte si viene Niall, porque se comería todo eso él solo—dijo riendo, mientras salía de la cocina.
Había sacado el último panqueque y lo había puesto en el plato con todos los demás. Lo llevé a la mesa y puse seis platos, por si Destiny quería. Puse el jugo junto los platos y fui a buscar los vasos. Eran muchos vasos, por lo que tenía problema, a medio camino casi caigo con todo y vasos.
—Ven, te ayudo—dijo mi rubio amigo tomando varios vasos.
—Gracias—le sonreí. Me acerqué para saludarle con un beso en la mejilla.—¡Destiny!
—Ya voy, no grites—dijo bajando las escaleras.—Hola Niall—ella se acercó a él y le dio un beso en la mejilla como saludo.
—¿Vas a comer o nos vamos?—le pregunté.
—No tengo hambre, comeremos algo en el instituto—dijo ya saliendo de la casa con las llaves de su auto.
—Adiós Den—se despidió con la cama.
—¡Harry! ¡Ven antes de que Niall se coma todo!—grité en el pasillo, el rubio rió.—Adiós Niall.
—No quiero estudiar matemáticas—dijo Destiny quejándose, mientras entrábamos a la casa.
—Fácil, no estudies—dije encogiéndome de hombros.
—Para ti es fácil porque ni siquiera tienes que estudiar—dijo entre dientes.
—Porque yo sí presto atención a la clase, en vez de estar babeando por Josh—dije en una voz melosa.
—Cállate—se ruborizó—. Tú no puedes hablar, he visto cómo miras a Horan.
—¿Y…?—dije girando el rostro para que no viera mi rostro sonrojado. Iba a subir las escaleras, pero vi que Destiny se sentaba en el mueble, subía los pies a la mesa y sacaba su computadora portátil—¿No subes?
—Me quedaré estudiando aquí.
—Cualquier cosa Liam te ayudará, ¿verdad Liam?—dije en voz muy alta.
—¿Qué?—dijo el aludido saliendo de su habitación.
—Sí, te ayudará—dije en dirección a mi hermana, todo con tal de que no me pidiera ayuda a mí, pues sabía que aparte de que no entendería nada, de alguna manera terminaríamos hablando de chicos, chismes y criticando personas.
Subí a mi cuarto y me quité los zapatos. Me senté en la cama y saqué mi computadora de mi bolso, dispuesta a terminar el trabajo final de Historia, por suerte no había examen final. Estaba concentrada en el trabajo, cuando escuché la puerta abrirse.
—¿Qué haces?—preguntó Niall sentándose a mi lado.
—Termino mi investigación para mi trabajo—dije sin levantar la vista de la pantalla.
—Que aburrido—dijo mientras se recostaba sobre los almohadones.
—¿Quién dijo que hacer tareas es divertido?—reí entre dientes.
—Pues no la hagas…
—Ojalá fuera tan fácil como eso—dije mirándole, nuestras miradas se cruzaron por unos momentos y luego tuve que apartarla, para no comenzar a babear allí mismo.—¿Por qué no bajas? Te aburrirás mucho aquí…
—Vine a hacerte compañía—dijo sonriendo, jugando con el encaje de un cojín.— ¿O acaso no quieres que esté aquí?—se hizo el indignado.
—Como quieras, luego no digas que no te lo advertí.
El ambiente se quedó en silencio durante varios minutos. Muchos diría yo. De repente, Niall comenzó a hacerme cosquillas, mientras yo me retorcía, rogándole que me soltara.
—¡Ya basta Horan! ¡Suéltame!—dije retorciéndome.
—Oblígame—yo estaba recostada en mi espalda, y él tenía casa rodilla apoyada en la cama a cada lado de mi cadera.
—¿Sabes que si subo mi rodilla te desheredo?—dije sonriendo malvadamente.
—Como tú digas—dijo volviéndose a sentar rápidamente, y poniendo cara de niño bueno.
Hubo unos minutos más de silencio, hasta que él volvió a hablar.
—¿Sabes? Nunca he tenido una amiga como tú—me giré.
—¿Cómo?
—O sea, sí he tenido amigos, tengo a los chicos, pero no he tenido una amiga así como tú.
—¿Así como?—pregunté.
—No sé, a la que siento que le puedo contar todo. En pocos días ya sabes todo de mí. Siento que puedo confiar en ti—hizo una pausa antes de sonreír y continuar—. Eres así como mi mejor amiga—sonreí, sintiéndome algo rara, pero aún así feliz de que confíe en mí en tan poco tiempo.
—Pues claro que puedes confiar en mí…mejor amigo—dije sonriéndole abiertamente. Me abrazó tiernamente, a lo que yo sonreí.
Nos pasamos la tarde completa hablando, sólo hablando y riendo, mientras yo trataba de terminar mi trabajo.
—Por poco y no me haces terminar mi trabajo Horan—dije mientras cerraba la computadora.
—Pero lo terminaste—dijo encogiéndose de hombros.
—¡Chicos!—gritó Destiny entrando a la habitación—Mis padres no vendrán hasta tarde, vamos a jugar verdad o reto, ¿se unen?
—Claro que sí—dije al instante. A la hora de ese juego, Des y yo éramos demasiado competitivas entre nosotras, de manera que siempre elegíamos reto.—¿Vienes?—le pregunté a Niall.
—Vamos—sonrió mientras los tres bajábamos las escaleras.
Nos pusimos en una ronda, Yo estaba entre Louis y Niall, y Destiny frente a mí, con una botella vacía en sus manos, y con una sonrisa malvada mientras me miraba.
—¡Qué comience el juego!—gritaron ella y Louis al mismo tiempo. Ella giró la botella, y por coincidencia la boca de este quedo frente a mí.—Que coincidencia hermanita—me miró malvadamente. Sabía que ella planeaba una venganza por lo que le hice en la escuela. Había llamado a Josh y le había dicho que mi hermana lo estaba buscando, solo para que hablaran y ella se trabó y dijo muchas tonterías.— ¿Verdad o reto?
—Reto
—Dale un beso al alguien aquí presente—dije mientras ya comenzaba a acercarme a ella—menos a mí.
Perra, articulé con los labios en su dirección, ella sólo me miró victoriosa, porque ella pensaba que besaría a Niall.
—Ven aquí novio—dije en dirección a Louis. Nos dimos un besito, solo un pequeño toque de labios. A mí no me importaba, él era como mi hermano, y ni loca besaría a Niall. La mire victoriosa mientras ella resoplaba, sufriendo su pérdida.
Giré la botella y ésta apuntó a Harry.
—¿Verdad o reto?—pregunté malvadamente.
—Verdad—dijo seguro.
—¿Con cuántas chicas te has acostado en este mes?—todas las miradas se enfocaron en él.
—Tres—dijo en un susurro.
—¡Demonios Harry estamos a principio de mes!—nos reímos ante el comentario de Liam.
—Me las vas a pagar—murmuró en mi dirección, con cara malévola.
Harry giró la botella y esta apuntó a Niall.
—¿Verdad o reto?—preguntó frotándose las manos.
—¿Alguien te gusta en esta habitación?—todas las miradas se posaron en él, y mi respiración se paró.
—No—dijo muy seguro, aunque Harry se quedó mirándolo y luego sonrió, cosa que no entendí.
—¿Verdad o reto?—le preguntó Niall a Liam cuando la botella lo apuntó.
—¿Eres virgen?—preguntó burlón. Los chicos rieron, y Liam se sonrojó. Lo molestaban porque él siempre era el más responsable y se comportaba como un papá con todos.
—No—dijo mirándolo con una ceja alzada. Yo me reí ante la escena.
Liam giró la botella y esta me apuntó a mí, de nuevo.
—Cédeme tu turno—le pidió Des.
—¿Acaso eso se puede?—preguntó Harry.
—Nunca dije que no—se defendió Destiny.
—Déjala—le dije a Liam.
—Está bien—este cedió.
—¿Verdad o reto?
—Sabes que elegiré reto—dije mirándola desafiante.
—Tírate a la piscina en ropa interior—ella sonrió.
—El agua está helada—dije calmadamente.
—¿Ya tienes miedo?—dijo desafiándome.
—Destiny…—le reprochó Lou.
—Lo haré—dije parándome.
—Denisse…—Lou me detuvo.
—Por Dios Lou, como si no me hubiesen visto con bikini—le calmé, girando los ojos.
Caminé hacia la puerta de cristal y la corrí. Me saqué los pantalones y la blusa y me tiré a la piscina de golpe.
—Deja de mirarla así Harry—dije girando su cabeza.
—Tú no hables, si vieras cómo la miras—contraatacó.
Mi cuerpo se tensó cuando la vi quitarse la ropa sin ningún titubeo. Sentí mis mejillas ponerse calientes y coloradas, y puse la excusa de que le iría a buscar una toalla.
Salí con una toalla y ella estaba saliendo de la piscina, me acerqué a la puerta corrediza y la miré mejor. Sus curvas resaltaban con la luz de los faroles que estaban pegados a las paredes, su cintura estrecha me incitaba a tomarla y acercarla a mí. Mi respiración se estaba cortando.
—Gracias Niall—dije tomando la toalla de su mano y rodeándome con ella.
Destiny me miró con los ojos entrecerrados, y yo de nuevo, victoriosa.
Giré la botella y apuntó a Zayn.
—Sal con Harry en ropa interior y saluda a las personas que pasan.
—De acuerdo—dijo encogiéndose de hombros.
Harry se quitaba la ropa lentamente, en el centro del círculo que habíamos formado, como si estuviera un striptease. Louis gritaba enloquecido, nosotros reímos. Los dos de quedaron en bóxers, debía admitirlo, todos tenían un cuerpo asombroso. Hasta Niall, no sabía cómo se mantenía en forma aún comiendo tanto. Me había quedado mirándoles, cuando sentí una mano tapar mi vista.
—No veas eso—dijo Niall en mi oído, haciéndome estremecer.
—Ha ha—reí sarcásticamente mientras quitaba su mano de mis ojos. Una corriente eléctrica atravesó mi cuerpo cuando nuestras manos se tocaron. Las retiramos al instante.
Seguimos jugando hasta más o menos las diez de la noche. Me fui a cambiar y luego pedimos pizza. Destiny se quedó con los chicos mientras yo subía. Niall subió conmigo y nos pusimos a ver una película en la televisión.
En un momento, mi cabeza quedó recostada en el hombro de mi amigo, ya comenzaba a quedarme dormida.
—Te quiero… mejor amiga—susurró.
—Yo también—él se tensó, había creído que me había dormido. Pasé un brazo por su abdomen, abrazándolo, mientras quedaba totalmente dormida.
Última edición por Amelia el Jue 27 Dic 2012, 8:17 am, editado 1 vez
Amelia
Re: Moments (Niall) [Terminada]
holas nueva lectora me encanto lo ame!!!!! besotes lo ame te adoro !!!!
Leilu
Re: Moments (Niall) [Terminada]
https://onlywn.activoforo.com/t13131-la-historia-de-una-directioner-one-direction-y-tu LEAN MI NOVELA YA SUBI EL 1ER CAPITULO, COMENTA POR FAVOR:D SIGUELA
~Ambi.
Re: Moments (Niall) [Terminada]
Capítulo 6. Don't cry
—¡Niall!—lo llamé tan pronto entré a la casa ajetreada, el calor era horrible y tenía miles de cosas que hacer y encima, estudiar, y mi rubio amigo no aparecía por ningún lado. Miré la hora, el reloj hacía su típico tic—tac marcando las dos de la tarde.—¡Niall!—volví a llamar.
—¿Qué pasa? ¿Se te ha perdido tu esposo?—se burló Zayn que estaba sentado en el sofá mirando algo en su laptop con sus audífonos puestos.
—Ha ha, qué gracioso—dije bajando la pantalla de la computadora a propósito.—¿Dónde está Niall?
—¿Para qué lo quieres?—preguntó.
—Necesito que me ayude a llevar unas cajas a la escuela… pero ya que estás aquí haciendo nada…—le miré alzando las cejas mientras sonreía.
—¡Niall!—lo llamó él también.
—Vaya Zayn, qué amigo me gasto—dije cruzándome de brazos.
—¿Qué sucede en esta casa?—dijo Niall saliendo de la cocina, mientras bebía un vaso de agua.
—Necesito tu ayuda—dije mientras tomaba el vaso de entre su mano y bebía toda el agua, luego le entregué el vaso de nuevo.
—¿Qué sucede?—preguntó pasándole el vaso a Zayn.
—Te pedí que me buscaras agua—se quejó el moreno.
—Dile a ella, no fui yo quién se bebió tu agua…—dijo sin prestarle mucha atención.
—Ven—lo tomé del brazo y lo arrastré conmigo hasta el garaje.—Necesito que me ayudes a llevar estas cajas a mi auto y luego al gimnasio—dije sacando una goma para el cabello de mi bolso y amarrando mi cabello en una coleta alta. Niall se quedó mirándome mientras hacía eso.—¿Qué?
—Me gusta más suelto—me ruboricé completamente.
—Hace mucho calor, como podrás ver—dije sonriendo.
Cargamos las cajas hasta el asiento trasero y nos subimos al auto. Cantábamos con las canciones que pasaban en la radio, claro, cuando Niall se decidía por poner una de las tantas emisoras o hablábamos de todo, y a la vez de nada.
—Ven, hagamos esto rápido para que nadie te vea—dije cargando una caja. El me miró arqueando la ceja.—Hablo de las fans, pervertido—me reí mientras cerraba el auto y nos dirigíamos al gimnasio.
—No me has dicho para qué es todo esto—dijo unos minutos después de caminar por los pasillos.
—Destiny y yo nos unimos al comité de decoración a principio de año. Tenemos un baile anual al terminar los exámenes…
—Creí que hacían uno de bienvenida…
—Pues sí, también ese—le sonreí, indicándole con la barbilla la puerta del gimnasio—. El punto es que el baile de Blanco y Negro tiene que estar espectacular al ser nuestro último año, y estamos bastante atareadas.
—¿Sólo para estudiantes?
—No, este año se puede invitar a quien sea—dije ahora poniéndome nerviosa.
—¿Y… tienes pareja?—preguntó tratando de parecer casual, mientras dejaba las cajas en el suelo, junto a las que había dejado.
—Sí—murmuré, poniéndome frente a él.
—¿Quién es? Espero que no será un estúpido patán aprovechador…—comenzó a decir entrecerrando los ojos y apuntándome con un dedo amenazadoramente.
—Es un buen chico. Se llama Logan, es un buen chico, descuida Horan, nadie te va a reemplazar—dije abrazándole brevemente.
Las paredes ya estaban forradas de cortinas negras y blancas y comenzaban a colgar las guirnaldas de brillantinas de color plateado y negro. Dos chicos comenzaban a colgar el gran cartel en la entrada, que rezaba con grandes letras de color negro “BAILE DE BLANCO Y NEGRO”.
—¿Dónde están las estrellas Carter?—Rachel estaba detrás de mí, con una libreta en su mano y un lápiz en la otra.
—En esa caja—señalé una caja a un lado de mi pie. Rachel y yo no nos llevábamos particularmente bien, pero nos habíamos unido y dejado nuestras diferencias momentáneamente por la causa. Aún así, su vos era hostil, pero controlaba los comentarios degradantes que daba cualquier reina de la escuela.
Destiny había tenido múltiples problemas con ella por el asunto ese de la popularidad. A mí no me importaba mucho realmente, pero Des insistía en mantener nuestro status y no dejarnos arrollar por Rachel.
—Ok—Rachel, que no se había percatado de la presencia de mi rubio amigo abrió los ojos—Niall… Nial Horan…—titubeó como idiota.
—Ella es la chica de la fiesta—le dije a Niall que sólo le sonreía.
—¿Qué? ¿El había ido a mi fiesta y no me había enterado?
—Sí, y también fueron Liam y Zayn—dije tratando de molestarla un poco.
—¡¿Qué?!—ella se puso casi histérica.—¿Y tú que hacías con ellos?—preguntó despectivamente, mas no abandoné mi cara “angelical”.
—Creí que sabías que Louis era mi primo—dije pensativa.
—¿Qué?—preguntó por tercera vez.
—Toma—dije a Niall pasándole las llaves de mi auto—. Considérate halagado, no a todo el mundo le dejo mi auto en sus manos—él las tomó.
—Me llamas y paso por ti luego, ¿ok?—dijo dándome un beso en la mejilla como despedida.—Adiós… Rachel—dijo despidiéndose con la mano.
—Adiós Horan—gritó mi hermana como despedida desde el otro lado del salón.
Las demás chicas se quedaron mirándonos, creí que a esta altura de juego, todos sabrían de nuestra relación con Louis.
—¡Trabajen y dejen de estar mirando!—ordenó Destiny.
—Vamos Brown, a pegar las estrellas—dije tomando una de las tantas cajas que habíamos traído. Rachel tomó otra y se fue a la pared opuesta para comenzar con la tarea.
Horas iban y venían y el gimnasio quedaba cada vez más espectacular. La esfera de discoteca ya estaba afirmada al techo y los chicos hacían una prueba para modificar la velocidad con la que giraría la gran bola de cristal. Las guirnaldas caían del techo como una lluvia de cristales, brillando conforme la luz les iluminaba. La tarima estaba decorada con blanco y negro, con las luces apuntando al centro de este.
—Creo que está bien por hoy. Ya pueden irse—dije terminando de recoger las pocas cosas dispersas en el suelo. Dejamos las cajas con las demás decoraciones en una esquina y salimos, cerrando el gimnasio para la vista de algún curioso.
La mayoría se habían ido en sus autos.
—¿Te quedas?—preguntó Destiny entrando a su carro.
—Sí, Niall viene en camino y vamos a ir por un helado—dije haciendo un bailecito.—Por cierto… ¿Nate te invitó?—dije picándole un brazo.
—Sí… pero también lo hizo Tyler, y los dos son chicos lindos, y estoy indecisa.
—Sé que es algo que no quieres escuchar, pero… ¿Y Josh?
—El muy estúpido ha invitado a Rachel—dijo frustrada.
—Descuida, además, Nate es más guapo—dije encogiéndome de hombros.
—Nos vemos al rato—besó mi mejilla y se fue.
Me senté en un banco a esperar a mi amigo, mientras leía unos mensajes en mi teléfono, cuando una blanca mano cubrió mi mano.
—¿Quién es?—yo ya sabía quién era.
—Tu peor pesadilla—dijo con voz grave.
—Sí, como no Logan—me burlé. El retiró sus manos.
—¿Cómo les fue en el gimnasio?
—Bien, casi terminamos—dije sonriente.—¿Cómo les fue en el entrenamiento?—Logan pertenecía al equipo de fútbol, así que los jueves por la tarde se quedaban en el instituto a practicar.
—Bien, nuestro último juego es mañana, vendrás, ¿no?
—Claro, ¿cómo perderme ese juego?
Logan tenía tez pálida, ojos oscuros, al igual que su cabello, un poco más largo que el de Niall, y ahora lo llevaba algo despeinado, cosa que lo hacía ver adorable. Llevaba la camiseta colgando en su hombro, el calor, supuse.
El se sentó a mi lado y seguimos hablando cómodamente, riéndonos y comentando cosas de los exámenes y del baile próximo.
—Por suerte mañana terminamos—dijo con una ancha sonrisa.
—Sí, ¡vacaciones!—dije levantando los brazos.—La graduación es en dos semanas, ¿cierto?
—Sí. ¿Nos iremos a The Point luego en la noche?
—Creo que sí, Rachel sabe—acordamos juntarnos en la discoteca The Point la misma noche de la ceremonia de graduación.
Seguimos hablando acerca de lo que íbamos a estudiar más tarde, a qué universidad iríamos, en fin… qué sería de nosotros fuera del instituto. Estaba entretenida en la conversación que no noté que Niall había llegado hasta que tocó la bocina suavemente.
—Ya me tengo que ir…—dije parándome mientras tomaba mi bolso.
—El es…—dijo apuntando con la barbilla hacia el auto, en donde estaba Niall mirándonos.
—No, es mi mejor amigo le sonreí. Me acerqué y me despedí con un beso en la mejilla.
—Adiós—dijo cuando ya me alejaba.
Estaba cansada como para conducir, así que dejé que Niall siguiera.
—Vamos por unos helados, ¿quieres?—le sonreí.
—Eh… sí, vamos—dudó antes de responder y poner en marcha el auto. Sabía que no tardaría en preguntar quién era aquel chico con el que estaba hablando. Cambiaba de emisora cuando lo dejó salir—. ¿Ese era el tal Logan?
—El mismo—sonreí ante su cara seria.
—¿Te ríes de mí?—preguntó mirándome durante pocos segundos.
—Te ves tierno con esa cara de niño enojado—dije sin pensar. Desvié la mirada y miré por la ventana, no dijimos nada más.
Fue un poco incómodo, bueno… muy incómodo.
—¿Dónde estaban?—me preguntó Zayn entrar. Con Zayn había hecho una estrecha relación.
—Buscando el postre—dije enseñándole la bolsa transparente con un gran bote de helado.
—Vamos a cenar—se escuchó la voz de mamá en la cocina.
Ella había hecho una deliciosa pasta, y al final, quedaba una sola albóndiga, cosa que había generado una pelea entre Harry y Louis.
—¡No! ¡Es mía!—dijo Louis cruzándose de brazos.
—Yo no veo tu nombre por ningún lado—llevaban buen rato en eso. Así que la tomé y la comí de un solo bocado, antes sus expectantes ojos. Me paré para retirar los platos.
—Ya no más peleas—dije sonriéndoles a los dos.
Niall me ayudó a llevar los platos a la cocina, mientras los lavaba. Los demás ya comenzaban a comer helado y a ver películas. Mamá y papá se habían encerrado en su habitación como habían hecho en las últimas semanas, huyendo de estar compartiendo el mismo aire con siete adolescentes enloquecidos.
Niall estaba sentado en la encimera, con sus codos apoyados en sus muslos, mirando atentamente a cada movimiento que hacía. Durante un momento, nuestras miradas se habían encontrado.
De improviso, Niall bajó de la encimera y dejó el plato que estaba en mis manos en el fregadero, mientras me tomaba por la cintura y me pegaba a su cuerpo. Mi respiración estaba agitada y sentía los latidos de mi corazón en mi oído.
Su mano acarició con mucha delicadeza mi rostro, un roce. Me sonrió tiernamente y sus manos se apretaron alrededor de mi cintura.
—Eres hermosa, ¿lo sabías?—susurró.
No hubo respuesta por mi parte. Estaba sorprendida. Por el tiempo que conocía a Niall sabía que él no se atrevería a soltar esas palabras fácilmente, se atormentaría constantemente pensando en si decirlo sería correcto o no. Claro… si sentía otras cosas hacia tal persona, puesto que ya había hecho algún comentario diciendo que yo era linda.
Su mano bajó hasta mi cuello y me acercó más a él. Unos segundos después, su rostro acortó la distancia entre nosotros y me besó. Me besó.
Sus labios se movían desesperados sobre los míos, mientras sus manos se aferraban a mi cuerpo como si fuese a desaparecer.
Sus manos dudaron en el final de mi blusa, pero luego comenzaron a explorar mi espalda debajo de esta, haciéndome sentir cosquillas por donde sus dedos pasaban. Mis manos, a pesar de estar mojadas por lo que estaba haciendo anteriormente, acariciaban sus cabellos y cuello.
—Denisse… ¡Denisse!
—¡Denisse! De nuevo te quedaste en el aire—Niall movía mi mano frente a mi rostro, tratando de devolverme a la realidad. Bufé, molesta.
Esos pensamientos abordaban mi cabeza en los momentos menos esperados, recordándome cada vez que eso no pasaría. El se encargaba de recordarme que solo éramos mejores amigos.
Porque sí, me había dado cuenta de que lo que sentía por Niall no era una simple amistad.
Terminé de lavar los platos en total silencio, sintiendo algunos mechones de cabello hacer cosquillas en mis mejillas y cuello. Me sequé las manos y me dispuse a salir de la cocina.
—¿Qué te pasa?—preguntó Niall agarrándome de la mano.
—Nada… voy a estudiar un poco más para mi examen de Química. Estoy cansada, eso es todo—dije con una sonrisa falsa. El me soltó, no muy convencido aún.
—¿Quieres helado?—preguntó Louis sentado en el sofá. Negué con la cabeza mientras comenzaba a subir las escaleras. Mi hermana me miró, y dejó su helado en la mesa, se acercó y me abrazó.
—Ven, vamos a hablar—dijo ella rodeándome con un brazo mientras subíamos. Ella se sentó en mi cama y yo me senté a su lado, para terminar apoyando la cabeza en sus piernas cruzadas.—¿Qué te hizo Niall?—preguntó luego de unos segundos en los que me permití soltar un par de lágrimas.—Vamos, cuéntame.
—El no me hizo nada—dije entrecortadamente.
—¿Entonces? Pensé que eran mejores amigos…
—Ese es el problema. El me recuerda a cada segundo que eso es lo que somos…
—¿Tú no quieres ser su amiga?—preguntó confusa.—Ya sé… te gusta.
—Sí—suspiré—. Y me duele cada vez que dice que soy su mejor amiga y que esto y que aquello, y no puedo reclamarle nada, porque… pues él no tiene la culpa… estoy hecha un enredo…—dije confundiéndome con mis propias palabras.
—No sé qué decirte…—dijo ella sin dejar de acariciar mi cabello.
—Debería olvidar todo eso, ¿verdad? Hacer como si nada pasa y aprovechar su amistas, ¿no?
—No lo sé. Eso sólo lo sabrás tú cariño—dijo apretando mi mano cuando me erguí, quedando sentada.—Vamos, tienes a muchísimos chicos detrás de ti. Logan está como quiere, y no es un patán…
—Es que yo no quiero a Logan o a otro chico… lo quiero a él—dije tapando mis ojos para evitar que más lágrimas salieran.
—Vamos Den—dijo tomándome por las muñecas—, arriba esos ánimos. Tú no eres de las que se lamentan toda la noche…
—Es cierto… esa eres tú—me burlé, limpiando una lágrima.
—Cállate—dijo ella fingiendo enfado—. Ya no llores más.
—Gracias Des—la abracé fuertemente.
—Denisse...—Louis murmuró desde la puerta, interrumpiendo nuestro abrazo.
—Yo iré a vigilar que la casa no caiga a pedazos—dijo Des saliendo luego de dejar un beso en la mejilla de su primo.
—Escuchaste todo, ¿no?—dije jugando con las sábanas de lunares.
—Sí. Entonces te gusta Niall…—su tono no era de burla ni nada así… era más bien serio.
—Sí…—no supe qué más decir. Louis se sentó frente a mí.
—No quiero que sufras por él… tú sabes tanto como nosotros cuán variante es su autoestima, y a veces se considera menos que los demás. No lo sé, él es muy confuso.
—No sé qué hacer Louis—dije sin poder evitar que más lágrimas salieran.
—Ven aquí—nos recostamos en la cama mientras él me abrazaba, como en los viejos tiempos. Yo sollozaba en su pecho mientras él acariciaba mi cabello.—Tranquila, no se lo diré a nadie, pero creo que Harry se lo imagina.
Asentí, temiendo a que si hablaba, mi voz se cortara, haciéndome sonar patética.
—Den…—sentí como Lou levantaba la mirada, yo no lo hice, pues sabía de sobra quién era.
—Niall… déjanos solos por un momento, ¿Sí? No es nada malo, descuida—dijo voz suave.
—Pero…está bien.
—Shh… ya no llores—susurró en mi oído.—Odio ver llorando a mi hermanita.
—¡Niall!—lo llamé tan pronto entré a la casa ajetreada, el calor era horrible y tenía miles de cosas que hacer y encima, estudiar, y mi rubio amigo no aparecía por ningún lado. Miré la hora, el reloj hacía su típico tic—tac marcando las dos de la tarde.—¡Niall!—volví a llamar.
—¿Qué pasa? ¿Se te ha perdido tu esposo?—se burló Zayn que estaba sentado en el sofá mirando algo en su laptop con sus audífonos puestos.
—Ha ha, qué gracioso—dije bajando la pantalla de la computadora a propósito.—¿Dónde está Niall?
—¿Para qué lo quieres?—preguntó.
—Necesito que me ayude a llevar unas cajas a la escuela… pero ya que estás aquí haciendo nada…—le miré alzando las cejas mientras sonreía.
—¡Niall!—lo llamó él también.
—Vaya Zayn, qué amigo me gasto—dije cruzándome de brazos.
—¿Qué sucede en esta casa?—dijo Niall saliendo de la cocina, mientras bebía un vaso de agua.
—Necesito tu ayuda—dije mientras tomaba el vaso de entre su mano y bebía toda el agua, luego le entregué el vaso de nuevo.
—¿Qué sucede?—preguntó pasándole el vaso a Zayn.
—Te pedí que me buscaras agua—se quejó el moreno.
—Dile a ella, no fui yo quién se bebió tu agua…—dijo sin prestarle mucha atención.
—Ven—lo tomé del brazo y lo arrastré conmigo hasta el garaje.—Necesito que me ayudes a llevar estas cajas a mi auto y luego al gimnasio—dije sacando una goma para el cabello de mi bolso y amarrando mi cabello en una coleta alta. Niall se quedó mirándome mientras hacía eso.—¿Qué?
—Me gusta más suelto—me ruboricé completamente.
—Hace mucho calor, como podrás ver—dije sonriendo.
Cargamos las cajas hasta el asiento trasero y nos subimos al auto. Cantábamos con las canciones que pasaban en la radio, claro, cuando Niall se decidía por poner una de las tantas emisoras o hablábamos de todo, y a la vez de nada.
—Ven, hagamos esto rápido para que nadie te vea—dije cargando una caja. El me miró arqueando la ceja.—Hablo de las fans, pervertido—me reí mientras cerraba el auto y nos dirigíamos al gimnasio.
—No me has dicho para qué es todo esto—dijo unos minutos después de caminar por los pasillos.
—Destiny y yo nos unimos al comité de decoración a principio de año. Tenemos un baile anual al terminar los exámenes…
—Creí que hacían uno de bienvenida…
—Pues sí, también ese—le sonreí, indicándole con la barbilla la puerta del gimnasio—. El punto es que el baile de Blanco y Negro tiene que estar espectacular al ser nuestro último año, y estamos bastante atareadas.
—¿Sólo para estudiantes?
—No, este año se puede invitar a quien sea—dije ahora poniéndome nerviosa.
—¿Y… tienes pareja?—preguntó tratando de parecer casual, mientras dejaba las cajas en el suelo, junto a las que había dejado.
—Sí—murmuré, poniéndome frente a él.
—¿Quién es? Espero que no será un estúpido patán aprovechador…—comenzó a decir entrecerrando los ojos y apuntándome con un dedo amenazadoramente.
—Es un buen chico. Se llama Logan, es un buen chico, descuida Horan, nadie te va a reemplazar—dije abrazándole brevemente.
Las paredes ya estaban forradas de cortinas negras y blancas y comenzaban a colgar las guirnaldas de brillantinas de color plateado y negro. Dos chicos comenzaban a colgar el gran cartel en la entrada, que rezaba con grandes letras de color negro “BAILE DE BLANCO Y NEGRO”.
—¿Dónde están las estrellas Carter?—Rachel estaba detrás de mí, con una libreta en su mano y un lápiz en la otra.
—En esa caja—señalé una caja a un lado de mi pie. Rachel y yo no nos llevábamos particularmente bien, pero nos habíamos unido y dejado nuestras diferencias momentáneamente por la causa. Aún así, su vos era hostil, pero controlaba los comentarios degradantes que daba cualquier reina de la escuela.
Destiny había tenido múltiples problemas con ella por el asunto ese de la popularidad. A mí no me importaba mucho realmente, pero Des insistía en mantener nuestro status y no dejarnos arrollar por Rachel.
—Ok—Rachel, que no se había percatado de la presencia de mi rubio amigo abrió los ojos—Niall… Nial Horan…—titubeó como idiota.
—Ella es la chica de la fiesta—le dije a Niall que sólo le sonreía.
—¿Qué? ¿El había ido a mi fiesta y no me había enterado?
—Sí, y también fueron Liam y Zayn—dije tratando de molestarla un poco.
—¡¿Qué?!—ella se puso casi histérica.—¿Y tú que hacías con ellos?—preguntó despectivamente, mas no abandoné mi cara “angelical”.
—Creí que sabías que Louis era mi primo—dije pensativa.
—¿Qué?—preguntó por tercera vez.
—Toma—dije a Niall pasándole las llaves de mi auto—. Considérate halagado, no a todo el mundo le dejo mi auto en sus manos—él las tomó.
—Me llamas y paso por ti luego, ¿ok?—dijo dándome un beso en la mejilla como despedida.—Adiós… Rachel—dijo despidiéndose con la mano.
—Adiós Horan—gritó mi hermana como despedida desde el otro lado del salón.
Las demás chicas se quedaron mirándonos, creí que a esta altura de juego, todos sabrían de nuestra relación con Louis.
—¡Trabajen y dejen de estar mirando!—ordenó Destiny.
—Vamos Brown, a pegar las estrellas—dije tomando una de las tantas cajas que habíamos traído. Rachel tomó otra y se fue a la pared opuesta para comenzar con la tarea.
Horas iban y venían y el gimnasio quedaba cada vez más espectacular. La esfera de discoteca ya estaba afirmada al techo y los chicos hacían una prueba para modificar la velocidad con la que giraría la gran bola de cristal. Las guirnaldas caían del techo como una lluvia de cristales, brillando conforme la luz les iluminaba. La tarima estaba decorada con blanco y negro, con las luces apuntando al centro de este.
—Creo que está bien por hoy. Ya pueden irse—dije terminando de recoger las pocas cosas dispersas en el suelo. Dejamos las cajas con las demás decoraciones en una esquina y salimos, cerrando el gimnasio para la vista de algún curioso.
La mayoría se habían ido en sus autos.
—¿Te quedas?—preguntó Destiny entrando a su carro.
—Sí, Niall viene en camino y vamos a ir por un helado—dije haciendo un bailecito.—Por cierto… ¿Nate te invitó?—dije picándole un brazo.
—Sí… pero también lo hizo Tyler, y los dos son chicos lindos, y estoy indecisa.
—Sé que es algo que no quieres escuchar, pero… ¿Y Josh?
—El muy estúpido ha invitado a Rachel—dijo frustrada.
—Descuida, además, Nate es más guapo—dije encogiéndome de hombros.
—Nos vemos al rato—besó mi mejilla y se fue.
Me senté en un banco a esperar a mi amigo, mientras leía unos mensajes en mi teléfono, cuando una blanca mano cubrió mi mano.
—¿Quién es?—yo ya sabía quién era.
—Tu peor pesadilla—dijo con voz grave.
—Sí, como no Logan—me burlé. El retiró sus manos.
—¿Cómo les fue en el gimnasio?
—Bien, casi terminamos—dije sonriente.—¿Cómo les fue en el entrenamiento?—Logan pertenecía al equipo de fútbol, así que los jueves por la tarde se quedaban en el instituto a practicar.
—Bien, nuestro último juego es mañana, vendrás, ¿no?
—Claro, ¿cómo perderme ese juego?
Logan tenía tez pálida, ojos oscuros, al igual que su cabello, un poco más largo que el de Niall, y ahora lo llevaba algo despeinado, cosa que lo hacía ver adorable. Llevaba la camiseta colgando en su hombro, el calor, supuse.
El se sentó a mi lado y seguimos hablando cómodamente, riéndonos y comentando cosas de los exámenes y del baile próximo.
—Por suerte mañana terminamos—dijo con una ancha sonrisa.
—Sí, ¡vacaciones!—dije levantando los brazos.—La graduación es en dos semanas, ¿cierto?
—Sí. ¿Nos iremos a The Point luego en la noche?
—Creo que sí, Rachel sabe—acordamos juntarnos en la discoteca The Point la misma noche de la ceremonia de graduación.
Seguimos hablando acerca de lo que íbamos a estudiar más tarde, a qué universidad iríamos, en fin… qué sería de nosotros fuera del instituto. Estaba entretenida en la conversación que no noté que Niall había llegado hasta que tocó la bocina suavemente.
—Ya me tengo que ir…—dije parándome mientras tomaba mi bolso.
—El es…—dijo apuntando con la barbilla hacia el auto, en donde estaba Niall mirándonos.
—No, es mi mejor amigo le sonreí. Me acerqué y me despedí con un beso en la mejilla.
—Adiós—dijo cuando ya me alejaba.
Estaba cansada como para conducir, así que dejé que Niall siguiera.
—Vamos por unos helados, ¿quieres?—le sonreí.
—Eh… sí, vamos—dudó antes de responder y poner en marcha el auto. Sabía que no tardaría en preguntar quién era aquel chico con el que estaba hablando. Cambiaba de emisora cuando lo dejó salir—. ¿Ese era el tal Logan?
—El mismo—sonreí ante su cara seria.
—¿Te ríes de mí?—preguntó mirándome durante pocos segundos.
—Te ves tierno con esa cara de niño enojado—dije sin pensar. Desvié la mirada y miré por la ventana, no dijimos nada más.
Fue un poco incómodo, bueno… muy incómodo.
—¿Dónde estaban?—me preguntó Zayn entrar. Con Zayn había hecho una estrecha relación.
—Buscando el postre—dije enseñándole la bolsa transparente con un gran bote de helado.
—Vamos a cenar—se escuchó la voz de mamá en la cocina.
Ella había hecho una deliciosa pasta, y al final, quedaba una sola albóndiga, cosa que había generado una pelea entre Harry y Louis.
—¡No! ¡Es mía!—dijo Louis cruzándose de brazos.
—Yo no veo tu nombre por ningún lado—llevaban buen rato en eso. Así que la tomé y la comí de un solo bocado, antes sus expectantes ojos. Me paré para retirar los platos.
—Ya no más peleas—dije sonriéndoles a los dos.
Niall me ayudó a llevar los platos a la cocina, mientras los lavaba. Los demás ya comenzaban a comer helado y a ver películas. Mamá y papá se habían encerrado en su habitación como habían hecho en las últimas semanas, huyendo de estar compartiendo el mismo aire con siete adolescentes enloquecidos.
Niall estaba sentado en la encimera, con sus codos apoyados en sus muslos, mirando atentamente a cada movimiento que hacía. Durante un momento, nuestras miradas se habían encontrado.
De improviso, Niall bajó de la encimera y dejó el plato que estaba en mis manos en el fregadero, mientras me tomaba por la cintura y me pegaba a su cuerpo. Mi respiración estaba agitada y sentía los latidos de mi corazón en mi oído.
Su mano acarició con mucha delicadeza mi rostro, un roce. Me sonrió tiernamente y sus manos se apretaron alrededor de mi cintura.
—Eres hermosa, ¿lo sabías?—susurró.
No hubo respuesta por mi parte. Estaba sorprendida. Por el tiempo que conocía a Niall sabía que él no se atrevería a soltar esas palabras fácilmente, se atormentaría constantemente pensando en si decirlo sería correcto o no. Claro… si sentía otras cosas hacia tal persona, puesto que ya había hecho algún comentario diciendo que yo era linda.
Su mano bajó hasta mi cuello y me acercó más a él. Unos segundos después, su rostro acortó la distancia entre nosotros y me besó. Me besó.
Sus labios se movían desesperados sobre los míos, mientras sus manos se aferraban a mi cuerpo como si fuese a desaparecer.
Sus manos dudaron en el final de mi blusa, pero luego comenzaron a explorar mi espalda debajo de esta, haciéndome sentir cosquillas por donde sus dedos pasaban. Mis manos, a pesar de estar mojadas por lo que estaba haciendo anteriormente, acariciaban sus cabellos y cuello.
—Denisse… ¡Denisse!
—¡Denisse! De nuevo te quedaste en el aire—Niall movía mi mano frente a mi rostro, tratando de devolverme a la realidad. Bufé, molesta.
Esos pensamientos abordaban mi cabeza en los momentos menos esperados, recordándome cada vez que eso no pasaría. El se encargaba de recordarme que solo éramos mejores amigos.
Porque sí, me había dado cuenta de que lo que sentía por Niall no era una simple amistad.
Terminé de lavar los platos en total silencio, sintiendo algunos mechones de cabello hacer cosquillas en mis mejillas y cuello. Me sequé las manos y me dispuse a salir de la cocina.
—¿Qué te pasa?—preguntó Niall agarrándome de la mano.
—Nada… voy a estudiar un poco más para mi examen de Química. Estoy cansada, eso es todo—dije con una sonrisa falsa. El me soltó, no muy convencido aún.
—¿Quieres helado?—preguntó Louis sentado en el sofá. Negué con la cabeza mientras comenzaba a subir las escaleras. Mi hermana me miró, y dejó su helado en la mesa, se acercó y me abrazó.
—Ven, vamos a hablar—dijo ella rodeándome con un brazo mientras subíamos. Ella se sentó en mi cama y yo me senté a su lado, para terminar apoyando la cabeza en sus piernas cruzadas.—¿Qué te hizo Niall?—preguntó luego de unos segundos en los que me permití soltar un par de lágrimas.—Vamos, cuéntame.
—El no me hizo nada—dije entrecortadamente.
—¿Entonces? Pensé que eran mejores amigos…
—Ese es el problema. El me recuerda a cada segundo que eso es lo que somos…
—¿Tú no quieres ser su amiga?—preguntó confusa.—Ya sé… te gusta.
—Sí—suspiré—. Y me duele cada vez que dice que soy su mejor amiga y que esto y que aquello, y no puedo reclamarle nada, porque… pues él no tiene la culpa… estoy hecha un enredo…—dije confundiéndome con mis propias palabras.
—No sé qué decirte…—dijo ella sin dejar de acariciar mi cabello.
—Debería olvidar todo eso, ¿verdad? Hacer como si nada pasa y aprovechar su amistas, ¿no?
—No lo sé. Eso sólo lo sabrás tú cariño—dijo apretando mi mano cuando me erguí, quedando sentada.—Vamos, tienes a muchísimos chicos detrás de ti. Logan está como quiere, y no es un patán…
—Es que yo no quiero a Logan o a otro chico… lo quiero a él—dije tapando mis ojos para evitar que más lágrimas salieran.
—Vamos Den—dijo tomándome por las muñecas—, arriba esos ánimos. Tú no eres de las que se lamentan toda la noche…
—Es cierto… esa eres tú—me burlé, limpiando una lágrima.
—Cállate—dijo ella fingiendo enfado—. Ya no llores más.
—Gracias Des—la abracé fuertemente.
—Denisse...—Louis murmuró desde la puerta, interrumpiendo nuestro abrazo.
—Yo iré a vigilar que la casa no caiga a pedazos—dijo Des saliendo luego de dejar un beso en la mejilla de su primo.
—Escuchaste todo, ¿no?—dije jugando con las sábanas de lunares.
—Sí. Entonces te gusta Niall…—su tono no era de burla ni nada así… era más bien serio.
—Sí…—no supe qué más decir. Louis se sentó frente a mí.
—No quiero que sufras por él… tú sabes tanto como nosotros cuán variante es su autoestima, y a veces se considera menos que los demás. No lo sé, él es muy confuso.
—No sé qué hacer Louis—dije sin poder evitar que más lágrimas salieran.
—Ven aquí—nos recostamos en la cama mientras él me abrazaba, como en los viejos tiempos. Yo sollozaba en su pecho mientras él acariciaba mi cabello.—Tranquila, no se lo diré a nadie, pero creo que Harry se lo imagina.
Asentí, temiendo a que si hablaba, mi voz se cortara, haciéndome sonar patética.
—Den…—sentí como Lou levantaba la mirada, yo no lo hice, pues sabía de sobra quién era.
—Niall… déjanos solos por un momento, ¿Sí? No es nada malo, descuida—dijo voz suave.
—Pero…está bien.
—Shh… ya no llores—susurró en mi oído.—Odio ver llorando a mi hermanita.
Última edición por Amelia el Jue 27 Dic 2012, 8:17 am, editado 1 vez
Amelia
Re: Moments (Niall) [Terminada]
Capítulo 7. You are so beautiful
Mis ojos se abrieron lentamente. Mi brazo rodeaba a alguien, levanté la mirada y me encontré con el rostro dormido de Lou, sonreí tiernamente. Me paré con cuidado, tratando de no despertarlo. Lo arropé con las sábanas ya que el aire acondicionado seguía encendido. Lou se abrazó a una de mis almohadas, aún inmerso en un profundo sueño. Sonreí con ternura. Destiny no estaba en la habitación.
Seguía con la misma ropa de anoche. Me duché y me vestí con shorts, una blusa amarilla desahogada y zapato amarillos, hacía bastante calor. Me puse accesorios de color amarillo. Delineé mis ojos y me puse algo de color en las mejillas. Me acerqué a la cama y dejé un beso en la mejilla de mi hermanito, para luego tomar mi bolso y salir, cerrando la puerta suavemente detrás de mí. Bajé las escaleras despacio. No quería encontrarme con Niall, sabía que él me preguntaría por lo de anoche.
Entré a la cocina, y me encontré con una nota pegada en la puerta del refrigerador.
“Me fui antes al instituto, surgió un problema con algo en el gimnasio.—Des”.
La arrugué arrojándola al zafacón. Me serví un vaso de jugo de naranja. Me había recostado en la encimera, mientras me echaba el cabello hacia atrás.
—Denisse…
—¿Qué haces despierto?—pregunté fingiendo naturalidad, por algo estaba en clase de drama.
—Solo quería saber cómo te encontrabas—sus manos estaban metidas en los bolsillos traseros de su pantalón. Su camiseta azul hacía contraste con el mar de sus ojos.
—No es nada, descuida—dije volteándome para lavar la taza, en verdad no quería mirarlo a la cara.
—Creí que teníamos una gran confianza—su voz salió en un murmullo, se sentía herido, y eso no era lo que quería. Me giré de pronto, y vi que su cabeza estaba gacha, mientras hacía movimientos con su pie. Me acerqué a él, acomodando mi bolso en mi hombro.
—Eh… no tiene nada que ver con que te tenga confianza o no… es solo algo que quiero guardar para mí, por el momento…—no supe qué más decir.
—Louis lo sabe—sí que le había dolido.
—Porque él se dio cuenta sin siquiera decirle—quise acariciar su mejilla, pero me resistí, apretando mi mano a la correa de mi bolso.
—Bueno… sabes que estoy aquí para cualquier cosa, ¿no?—dijo dándome una sonrisa de lado. Asentí. Me acerqué a él y le dejé un beso en su mejilla.
—Hasta el rato—salí de ahí luego de despedirme de él, tomando las llaves de mi auto que estaban sobre la mesa. Me fui de ahí rápidamente, antes de llegar tarde a mi examen de química.
—¿Cómo te fue?—le pregunté a Destiny cuando entré al gimnasio.
—Mejor de lo que esperaba—dijo ella sonriente, terminando de anotar algo en una libreta.—¿Estás mejor?—preguntó dejando su libreta de lado y mirándome.
—Sí, eso creo. Esta mañana Niall preguntó qué me pasaba. Le dije que era algo que quería guardar para mí—dije sonriendo de lado.—¿Cómo vamos por aquí?—dije tratando de evitar el tema.
—Bien. La esfera se dañó, van a traer otra. Debe de llegar en…
—¿Alguien pidió una bola de discoteca?—se escuchó la voz de alguien que reconocía. Me giré. Logan cargaba una caja, la dejaba en el suelo y se agachaba a abrirla. Una nueva bola de discoteca brillaba dentro del cartón.
—Perfecto, gracias Logan—le sonreí. Pronto, dos de los chicos que nos ayudaban con la música y lo técnico, cargaron la bola y comenzaron a montarla, preparando todo. Logan se quedó allí, con sus manos dentro de sus bolsillos.
—¿Todo en pie para mañana?—dijo balanceándose sobre sus talones.
—Claro, ¿qué pensabas? ¿Qué te dejaría plantado?—me crucé de brazos.
—En realidad no lo sé, ayer tu amigo me miró como si quisiera matarme—dijo sonriendo de lado.
—Ha ha—reí entre dientes—, descuida. ¿A qué hora es el juego?
—Pues, en una hora. Tengo que ir a prepararme y eso. Deséame suerte—dijo mientras caminaba hacia la salida.
—¡Estaré animándote!—le dije despidiéndome con la mano.
—Destiny, ya todo está listo—dijo Rachel con mala gana, no quería ni dirigirle la palabra a mi hermana.
—Eh… sí, perfecto.
—Parece que hacemos un buen equipo, cuando no nos estamos matando—dije pasando un brazo por los hombros de cada una, realmente divertida por la situación.
—Como sea—dijo Rachel, apartándose.
—Vamos a la casa, hay que cambiarnos para el juego—dijo mi hermana entrelazando mi brazo con el suyo.
Esperamos a que los chicos restantes salieran y cerramos las puertas del gimnasio.
—Entonces, ¿ligando con Smith?—preguntó alzando las cejas.
—¿Qué? Claro que no—dije al instante.
—No es malo. Puedes intentarlo, ¿no? El es lindo, y no es un patán.
—¿Tú crees?—pregunté suspirando.
—Claro que sí. Como dije, es lindo, y se ve que le gustas, todos se han dado cuenta.
—Bueno… he de admitir que es dulce, pero… no sé. No sé si puedo sentir algo más por él que amistad—recosté mi cabeza en su hombro por un breve instante.—¿Te decidiste?
—Sí. Voy al baile con Nate.
—Creo que así es mejor. Josh no te merece. Demuéstrale de lo que se pierde.
—Eso es lo que voy a hacer—dijo ella con una sonrisa malvada, reímos.
Quince minutos después llegamos a la casa y subimos rápidamente y bañarnos y cambiarnos. Me puse unos shorts de color azul, con un cinturón fino de color negro, y una blusa blanca con un corazón rosa en el centro. Me puse unos zapatos cómodos de color blanco y trencé mi cabello, dejando que cayera a un lado de mi cuello. Delineé mis ojos y en pocos minutos estuve lista. Destiny se puso unos shorts de jean claros y una blusa morada, unas sandalias y accesorios de color violeta.
—¿Por qué será que somos tan hermosas?—dijo ella haciendo poses a mi lado en el espejo.
—Estate quieta—dije mientras le hacía una coronita con una trenza—. Lista—terminé su peinado con un lazo de color azul clarito y pronto estuvo lista.—Preciosa—le halé de las mejillas como si fuera una bebé.
Tomamos nuestras gafas de sol y nuestros bolsos y salimos de la habitación.
—¿Le avisamos a los chicos?—pregunté parándome en el pasillo.
—Sí, ¿por qué no?—bajamos las escaleras y fuimos hacia las dos habitaciones de invitados. Cada quien a una. Yo fui a la que compartían Liam, Niall y Zayn.
—Hola chicos—dije entrando luego de haber tocado.
—¿A dónde vas?—preguntó Niall.
—Pues, hay un juego de fútbol, el último de este año, y Des y yo vamos. ¿Quieren venir?—pregunté.
—Eh… ¿qué dicen?—preguntó Liam mirando a sus compañeros.
—No hemos hecho nada hoy, anótame—dijo Zayn buscando una camiseta en el armario.
—Yo también voy—dijo Liam, repitiendo la misma acción de Zayn.
—¿Tengo otra opción?—preguntó Niall divertido.
—No—reí entre dientes.
Todo tenía que ser como antes. Ser los mejores amigos y quedarnos como eso.
—Dejaré que se vistan, antes de que se desnuden frente a mí—dije saliendo de la habitación.
—¡Harry! ¡Ponte ropa!—dijo Louis correteando detrás del chico de rizos.
—¿Por qué? ¡Hace calor! ¡Me voy a derretir!—dijo exagerando. Entré a la hitación, y Louis corría detrás de Harry, que huía solo con su bóxer puesto y Des miraba la escena con una ceja enarcada.
—Me voy, par de ridículos—dijo ella negando saliendo de la habitación.
—Harry, te doy tres para que te vistas—dije levantando tres dedos—. Tres… dos…—el me miró y lo miré, enarcando las cejas.
—¡Dame eso!—le gritó a Louis, arrebatándole la ropa de entre las manos.
—¿Cómo haces eso?—preguntó mi primo.
—Tengo mis tácticas—le guiñé un ojo mientras salía de la habitación.
La noche esperada había llegado. Los atuendos blancos y negros rondaban por la habitación, los accesorios del mismo color, los zapatos.
—Quieta, quiera, no pestañees—dije mientras terminaba de ponerle la máscara a Destiny—. Ya está.
Destiny vestía un vestido ajustado de color negro y unos tacones blancos, al contrario de mí, vestido blanco y zapatos negros. Nos maquillamos y terminamos de colocarnos nuestros accesorios.
Como era de costumbre, nos tiramos una foto juntas, la cual mi hermana se encargó de subir a su Twitter.
—El timbre—dijimos las dos emocionadas. Miramos por la ventana, era Nate.
—Buena suerte preciosa—le dije mientras dábamos saltitos de emoción.
—Ok, déjame respirar—hizo ejercicios de respiración rápida y exageradamente para luego darme un corto abrazo e irse de la habitación.
Me quedé unos minutos más retocando mi maquillaje. Me vi en el espejo. Mi cabello caía en suaves ondas, como era de costumbre. Comenzaba a sentir sed, por lo que bajé las escaleras y bebí un poco de agua.
—Estas hermosa—una voz detrás de mí me hizo girarme.
—Gracias Niall, te ves muy guapo—dije sonriéndole.
El usaba una camisa blanca, un pantalón de vestir negro, al igual que su chaqueta y zapatos. Estaba realmente guapo.
Unos minutos después, los cuatro chico restantes estuvieron listos y en la sala.
—Bien, no quiero que llamen mucho la atención, ¿ok?—dije señalando a cada uno con un dedo.
—Sí señora—dijo Lou graciosamente haciendo un saludo militar. El timbre sonó.
Fui a abrir la puerta. Logan vestía de negro, a excepción de su camisa. Me sonrió.
—Hola—saludé con una sonrisa.
—Estás hermosa—sonrió de lado, entregándome una rosa blanca.
—Gracias—me sonrojé mientras bajaba la vista. Me había olvidado totalmente de los chicos. Me giré—. Los veo en un rato chicos—me despedí con la mano y me fui, viendo cómo Niall agachaba la mirada.
El me abrió caballerosamente la puerta y luego entró. Dos minutos luego de estar en marcha sin decir palabra habló.
—Si no me equivoco, ¿esos no son una banda británica?—preguntó mirándome de reojo.
—Eh, sí. One Direction.
—Sí, esos. Mi hermana es una loca fan de ellos. Se moriría y los viera—rió—. ¿Qué hacían en tu casa?
—Ellos se están quedando en mi casa por unas semanas, durante sus vacaciones.
—¿Sueno grosero si pregunto por qué?
—No, claro que no. Louis es mi primo—me miró sorprendido—, sí. Son muy agradables. Solo espero que no llamen demasiado la atención.
—Pides mucho. Que ellos fueran sería lo mismo que Justin Bieber se presentara de la nada—reímos.
Era grandioso estar con Logan, y fácil. No había conversaciones forzadas, todo fluía como si nos conociéramos desde hace tiempo.
—¿Lista?—preguntó dándome la mano cuando me abrió la puerta.
—Sí—dije suspirando mientras entrelazaba mi brazo con el suyo.
Abrimos la puerta del gimnasio y nos encontramos con el salón iluminado por la luz reflejada en la bola de cristal giratoria y las estrellas fluorescentes pegadas a las paredes. Todo era genial.
—Todo es… perfecto—dije sonriendo abiertamente.
—¿Bailamos?—dijo colocándose frente a mí y tendiéndome su mano.
—Claro que sí—la tomé y nos adentramos a la pista de baile.
Era una música lenta. Sus manos se colocaron firmes en mi cintura, y entrelacé mis dedos detrás de su cuello. Hablábamos y reíamos suavemente, para no importunar a las demás parejas que estaban metidas en sus burbujas de romance.
—Eres muy hermosa…—murmuró él luego de unos minutos de silencio.
Mis ojos se abrieron lentamente. Mi brazo rodeaba a alguien, levanté la mirada y me encontré con el rostro dormido de Lou, sonreí tiernamente. Me paré con cuidado, tratando de no despertarlo. Lo arropé con las sábanas ya que el aire acondicionado seguía encendido. Lou se abrazó a una de mis almohadas, aún inmerso en un profundo sueño. Sonreí con ternura. Destiny no estaba en la habitación.
Seguía con la misma ropa de anoche. Me duché y me vestí con shorts, una blusa amarilla desahogada y zapato amarillos, hacía bastante calor. Me puse accesorios de color amarillo. Delineé mis ojos y me puse algo de color en las mejillas. Me acerqué a la cama y dejé un beso en la mejilla de mi hermanito, para luego tomar mi bolso y salir, cerrando la puerta suavemente detrás de mí. Bajé las escaleras despacio. No quería encontrarme con Niall, sabía que él me preguntaría por lo de anoche.
Entré a la cocina, y me encontré con una nota pegada en la puerta del refrigerador.
“Me fui antes al instituto, surgió un problema con algo en el gimnasio.—Des”.
La arrugué arrojándola al zafacón. Me serví un vaso de jugo de naranja. Me había recostado en la encimera, mientras me echaba el cabello hacia atrás.
—Denisse…
—¿Qué haces despierto?—pregunté fingiendo naturalidad, por algo estaba en clase de drama.
—Solo quería saber cómo te encontrabas—sus manos estaban metidas en los bolsillos traseros de su pantalón. Su camiseta azul hacía contraste con el mar de sus ojos.
—No es nada, descuida—dije volteándome para lavar la taza, en verdad no quería mirarlo a la cara.
—Creí que teníamos una gran confianza—su voz salió en un murmullo, se sentía herido, y eso no era lo que quería. Me giré de pronto, y vi que su cabeza estaba gacha, mientras hacía movimientos con su pie. Me acerqué a él, acomodando mi bolso en mi hombro.
—Eh… no tiene nada que ver con que te tenga confianza o no… es solo algo que quiero guardar para mí, por el momento…—no supe qué más decir.
—Louis lo sabe—sí que le había dolido.
—Porque él se dio cuenta sin siquiera decirle—quise acariciar su mejilla, pero me resistí, apretando mi mano a la correa de mi bolso.
—Bueno… sabes que estoy aquí para cualquier cosa, ¿no?—dijo dándome una sonrisa de lado. Asentí. Me acerqué a él y le dejé un beso en su mejilla.
—Hasta el rato—salí de ahí luego de despedirme de él, tomando las llaves de mi auto que estaban sobre la mesa. Me fui de ahí rápidamente, antes de llegar tarde a mi examen de química.
—¿Cómo te fue?—le pregunté a Destiny cuando entré al gimnasio.
—Mejor de lo que esperaba—dijo ella sonriente, terminando de anotar algo en una libreta.—¿Estás mejor?—preguntó dejando su libreta de lado y mirándome.
—Sí, eso creo. Esta mañana Niall preguntó qué me pasaba. Le dije que era algo que quería guardar para mí—dije sonriendo de lado.—¿Cómo vamos por aquí?—dije tratando de evitar el tema.
—Bien. La esfera se dañó, van a traer otra. Debe de llegar en…
—¿Alguien pidió una bola de discoteca?—se escuchó la voz de alguien que reconocía. Me giré. Logan cargaba una caja, la dejaba en el suelo y se agachaba a abrirla. Una nueva bola de discoteca brillaba dentro del cartón.
—Perfecto, gracias Logan—le sonreí. Pronto, dos de los chicos que nos ayudaban con la música y lo técnico, cargaron la bola y comenzaron a montarla, preparando todo. Logan se quedó allí, con sus manos dentro de sus bolsillos.
—¿Todo en pie para mañana?—dijo balanceándose sobre sus talones.
—Claro, ¿qué pensabas? ¿Qué te dejaría plantado?—me crucé de brazos.
—En realidad no lo sé, ayer tu amigo me miró como si quisiera matarme—dijo sonriendo de lado.
—Ha ha—reí entre dientes—, descuida. ¿A qué hora es el juego?
—Pues, en una hora. Tengo que ir a prepararme y eso. Deséame suerte—dijo mientras caminaba hacia la salida.
—¡Estaré animándote!—le dije despidiéndome con la mano.
—Destiny, ya todo está listo—dijo Rachel con mala gana, no quería ni dirigirle la palabra a mi hermana.
—Eh… sí, perfecto.
—Parece que hacemos un buen equipo, cuando no nos estamos matando—dije pasando un brazo por los hombros de cada una, realmente divertida por la situación.
—Como sea—dijo Rachel, apartándose.
—Vamos a la casa, hay que cambiarnos para el juego—dijo mi hermana entrelazando mi brazo con el suyo.
Esperamos a que los chicos restantes salieran y cerramos las puertas del gimnasio.
—Entonces, ¿ligando con Smith?—preguntó alzando las cejas.
—¿Qué? Claro que no—dije al instante.
—No es malo. Puedes intentarlo, ¿no? El es lindo, y no es un patán.
—¿Tú crees?—pregunté suspirando.
—Claro que sí. Como dije, es lindo, y se ve que le gustas, todos se han dado cuenta.
—Bueno… he de admitir que es dulce, pero… no sé. No sé si puedo sentir algo más por él que amistad—recosté mi cabeza en su hombro por un breve instante.—¿Te decidiste?
—Sí. Voy al baile con Nate.
—Creo que así es mejor. Josh no te merece. Demuéstrale de lo que se pierde.
—Eso es lo que voy a hacer—dijo ella con una sonrisa malvada, reímos.
Quince minutos después llegamos a la casa y subimos rápidamente y bañarnos y cambiarnos. Me puse unos shorts de color azul, con un cinturón fino de color negro, y una blusa blanca con un corazón rosa en el centro. Me puse unos zapatos cómodos de color blanco y trencé mi cabello, dejando que cayera a un lado de mi cuello. Delineé mis ojos y en pocos minutos estuve lista. Destiny se puso unos shorts de jean claros y una blusa morada, unas sandalias y accesorios de color violeta.
—¿Por qué será que somos tan hermosas?—dijo ella haciendo poses a mi lado en el espejo.
—Estate quieta—dije mientras le hacía una coronita con una trenza—. Lista—terminé su peinado con un lazo de color azul clarito y pronto estuvo lista.—Preciosa—le halé de las mejillas como si fuera una bebé.
Tomamos nuestras gafas de sol y nuestros bolsos y salimos de la habitación.
—¿Le avisamos a los chicos?—pregunté parándome en el pasillo.
—Sí, ¿por qué no?—bajamos las escaleras y fuimos hacia las dos habitaciones de invitados. Cada quien a una. Yo fui a la que compartían Liam, Niall y Zayn.
—Hola chicos—dije entrando luego de haber tocado.
—¿A dónde vas?—preguntó Niall.
—Pues, hay un juego de fútbol, el último de este año, y Des y yo vamos. ¿Quieren venir?—pregunté.
—Eh… ¿qué dicen?—preguntó Liam mirando a sus compañeros.
—No hemos hecho nada hoy, anótame—dijo Zayn buscando una camiseta en el armario.
—Yo también voy—dijo Liam, repitiendo la misma acción de Zayn.
—¿Tengo otra opción?—preguntó Niall divertido.
—No—reí entre dientes.
Todo tenía que ser como antes. Ser los mejores amigos y quedarnos como eso.
—Dejaré que se vistan, antes de que se desnuden frente a mí—dije saliendo de la habitación.
—¡Harry! ¡Ponte ropa!—dijo Louis correteando detrás del chico de rizos.
—¿Por qué? ¡Hace calor! ¡Me voy a derretir!—dijo exagerando. Entré a la hitación, y Louis corría detrás de Harry, que huía solo con su bóxer puesto y Des miraba la escena con una ceja enarcada.
—Me voy, par de ridículos—dijo ella negando saliendo de la habitación.
—Harry, te doy tres para que te vistas—dije levantando tres dedos—. Tres… dos…—el me miró y lo miré, enarcando las cejas.
—¡Dame eso!—le gritó a Louis, arrebatándole la ropa de entre las manos.
—¿Cómo haces eso?—preguntó mi primo.
—Tengo mis tácticas—le guiñé un ojo mientras salía de la habitación.
La noche esperada había llegado. Los atuendos blancos y negros rondaban por la habitación, los accesorios del mismo color, los zapatos.
—Quieta, quiera, no pestañees—dije mientras terminaba de ponerle la máscara a Destiny—. Ya está.
Destiny vestía un vestido ajustado de color negro y unos tacones blancos, al contrario de mí, vestido blanco y zapatos negros. Nos maquillamos y terminamos de colocarnos nuestros accesorios.
Como era de costumbre, nos tiramos una foto juntas, la cual mi hermana se encargó de subir a su Twitter.
—El timbre—dijimos las dos emocionadas. Miramos por la ventana, era Nate.
—Buena suerte preciosa—le dije mientras dábamos saltitos de emoción.
—Ok, déjame respirar—hizo ejercicios de respiración rápida y exageradamente para luego darme un corto abrazo e irse de la habitación.
Me quedé unos minutos más retocando mi maquillaje. Me vi en el espejo. Mi cabello caía en suaves ondas, como era de costumbre. Comenzaba a sentir sed, por lo que bajé las escaleras y bebí un poco de agua.
—Estas hermosa—una voz detrás de mí me hizo girarme.
—Gracias Niall, te ves muy guapo—dije sonriéndole.
El usaba una camisa blanca, un pantalón de vestir negro, al igual que su chaqueta y zapatos. Estaba realmente guapo.
Unos minutos después, los cuatro chico restantes estuvieron listos y en la sala.
—Bien, no quiero que llamen mucho la atención, ¿ok?—dije señalando a cada uno con un dedo.
—Sí señora—dijo Lou graciosamente haciendo un saludo militar. El timbre sonó.
Fui a abrir la puerta. Logan vestía de negro, a excepción de su camisa. Me sonrió.
—Hola—saludé con una sonrisa.
—Estás hermosa—sonrió de lado, entregándome una rosa blanca.
—Gracias—me sonrojé mientras bajaba la vista. Me había olvidado totalmente de los chicos. Me giré—. Los veo en un rato chicos—me despedí con la mano y me fui, viendo cómo Niall agachaba la mirada.
El me abrió caballerosamente la puerta y luego entró. Dos minutos luego de estar en marcha sin decir palabra habló.
—Si no me equivoco, ¿esos no son una banda británica?—preguntó mirándome de reojo.
—Eh, sí. One Direction.
—Sí, esos. Mi hermana es una loca fan de ellos. Se moriría y los viera—rió—. ¿Qué hacían en tu casa?
—Ellos se están quedando en mi casa por unas semanas, durante sus vacaciones.
—¿Sueno grosero si pregunto por qué?
—No, claro que no. Louis es mi primo—me miró sorprendido—, sí. Son muy agradables. Solo espero que no llamen demasiado la atención.
—Pides mucho. Que ellos fueran sería lo mismo que Justin Bieber se presentara de la nada—reímos.
Era grandioso estar con Logan, y fácil. No había conversaciones forzadas, todo fluía como si nos conociéramos desde hace tiempo.
—¿Lista?—preguntó dándome la mano cuando me abrió la puerta.
—Sí—dije suspirando mientras entrelazaba mi brazo con el suyo.
Abrimos la puerta del gimnasio y nos encontramos con el salón iluminado por la luz reflejada en la bola de cristal giratoria y las estrellas fluorescentes pegadas a las paredes. Todo era genial.
—Todo es… perfecto—dije sonriendo abiertamente.
—¿Bailamos?—dijo colocándose frente a mí y tendiéndome su mano.
—Claro que sí—la tomé y nos adentramos a la pista de baile.
Era una música lenta. Sus manos se colocaron firmes en mi cintura, y entrelacé mis dedos detrás de su cuello. Hablábamos y reíamos suavemente, para no importunar a las demás parejas que estaban metidas en sus burbujas de romance.
—Eres muy hermosa…—murmuró él luego de unos minutos de silencio.
Última edición por Amelia el Jue 27 Dic 2012, 8:18 am, editado 1 vez
Amelia
Re: Moments (Niall) [Terminada]
SIGUELAAAA POR FAVOR c: https://onlywn.activoforo.com/t13131-la-historia-de-una-directioner-one-direction-y-tu LEE MI NOVELA SUBI 5TO CAPITULO, COMENTA POR FAVOR:D.
~Ambi.
Re: Moments (Niall) [Terminada]
Capítulo 8. You are special
La música seguía sonando, tranquila, lenta, y el amor y romanticismo se podía sentir en el aire. Hasta que la canción terminó. Y se comenzó a escuchar More than this en las bocinas. Pero no se escuchaba como si fuera de algún CD, podía reconocer sus voces perfectamente, estaban en vivo. Yo, al igual que las personas que antes estaban bailado con sus parejas se giraron, quedando de frente al escenario.
—When he open his arms and hold you close tonight, it just won’t feel right…—se podía escuchar la dulce voz de Harry. Las chicas estaban en una especie de shock al ver a los chicos ahí cantando, pero, es que ni yo me imaginé que cantarían.
Logan me volvió a tender su mano para bailar de nuevo, y dándole una última mirada a Niall, la tomé. El volvió a tomarme por la cintura y mis manos descansaron agarradas por detrás de su cuello.
Tal parece que nadie quería interrumpir aquel momento con griteríos, ya que copiaron nuestro ejemplo y bailaron despacio, aún escuchando las melodiosas voces de aquella banda que traía a muchas chicas locas.
La canción terminó y los aplausos no se tardaron en escuchar.
—Iré un momento con Josh, ¿te importa si…?
—No, descuida, nos vemos en un rato—le sonreí. Luego se alejó entre las personas. Me acerqué a la escalera del escenario, el cual se había armado anoche, por donde los chicos bajaban, no sin antes haber prometido a sus fans una canción más.
Beautiful people inundó el gimnasio, subiendo de repente toda la energía de los chicos allí presentes, los cuales bailaban y saltaban, disfrutando del momento. Claro, ya algunas chicas se habían acercado a los cinco chicos. Me acerqué a Louis y tan pronto me vio caminó hacia mí y me abrazo.
—Has cantado genial, juro que mis ovarios explotaron en tu solo—dije fingiendo que lloraba.
—Si ese chico se te vuelve a acercar tanto, juro que Niall no será el único en matarlo—dijo él mirándome serio.
—¿Qué?—me reí.
Noté que algunas chicas nos miraban a mí y a mi hermana con cara de no entender nada. Ellas no sabían nuestra relación con Lou.
—¿Es tu novio?—se atrevió a preguntar una de las chicas, apuntándome con un dedo, amenazadora.
—¡Sí!—me colgué del cuello de Lou, abrazándolo y dándole un sonoro beso en la mejilla—. No, mentira, es mi primo—sonreí falsamente, al ver su cara de presumida arrogante.
—Sí, como no—dijo ella sin creérselo.
—Cree lo que quieras—dije restándole importancia.—Vayan a disfrutar de la fiesta, no se metan en problemas ni llamen mucho la atención—dije pasando la vista por cada uno de ellos.—¿Entendido Lou?—Harry se rió porque lo señala a él solamente.—Eso va para ti también Hazza.
Todos se dispersaron, mientras yo aclaraba unas cosas con el DJ. Me alejé hacia el área del buffet, y tomé un poco de refresco. Sentí a alguien detrás de mí. Me giré lentamente, y me encontré con que Niall estaba muy cerca de mí.
—Hey—sonreí.
—Prométeme un baile esta noche—dijo con las manos en sus bolsillos.
—Carter, es la hora—susurró Rachel el mi oído, para salir del gimnasio discretamente.
—Claro Niall… eh… nos vemos luego ¿sí?—le sonreí.
—Claro mejor amiga—fingí una sonrisa, volvía a repetirlo.
Le envié un mensaje a Des para que se reuniera conmigo y con las demás en los baños del gimnasio.
Las luces se apagaron, al igual que la música, dejándonos a todos confusos.
—Un fallo en la electricidad—dijo Liam a mi lado. No se podía ver prácticamente nada. Las personas se habían dispersado para comer y charlar un momento, pero ahora todas cuchicheaban, ya criticando toda la fiesta.
—¿Qué sucede?—unas luces se encendieron de repente, iluminando el centro del gimnasio. Allí había seis chicas, habían salido de la nada. Todos la miraban. Habían formado un círculo y sus cabezas estaban bajas. La música empezó, y con eso, una sorprendente coreografía sorpresa.
Ella estaba allí, bailando, y lo hacía de maravilla. Se movía de un lado para otro con una increíble energía, y me olvidé de todo, de todos.
—Pareces hipnotizado, por lo menos cierra la boca—dijo Louis dándome un empujón.
—Cállate Lou, ni siquiera te escucha, está embobado mirando a Den—se burló Hazza, no le presté ni la más mínima atención.
Es que sí, estaba hipnotizado.
Sus movimientos eran rápidos algunos, otros más lentos, y sensuales, creando un tipo de hipnotismo, y no solo en mí, se podían ver a todo individuo del sexo masculino pasar por una especie de trance.
La música terminó, y todos aplaudieron, mientras nosotras sonreíamos a más no poder. El baile había sido sorpresa, por las “artistas del instituto”. Solíamos hacer esto en varias actividades, siempre sorpresa, y como era nuestro último año, eso no podía faltar.
Vestíamos iguales, pantalones cortos de color negro con brillos y una blusa sin mangas de color blanco, y zapatos negros, nuestros labios estaban pintados de color rojo.
Me acerqué al DJ y este me tendió un micrófono.
—Gracias a todos—dije aún con la respiración entrecortada.—¡Qué siga la fiesta!—dije elevando la voz, todos gritaron y volvieron a la pista a bailar, con la música electrónica que ponía el DJ.
Salí junto con las demás chicas a cambiarnos. Ya vestida de nuevo con el vestido negro y tacones, arreglé un poco mi cabello y me quité el labial rojo, reemplazándolo con el rosa que usaba antes. Me coloqué los accesorios de nuevo y salí, regresando al gimnasio.
Ahora sonaba una música lenta, las parejas de enamorados bailaban pegados, chicos con manos en las cinturas de sus chicas, y ellas rodeando sus cuellos y descansando sus cabezas en sus hombros.
Buscaba a Niall, puesto que le había prometido un baile.
Me dieron ganas de irme cuando lo vi. Ganas de desaparecer. El ya bailaba con otra persona. Bailaba con Rachel. Pero ella ya tenía pareja, ¿qué hacía con él? Estaba bailando, pegados, y al compás de la música.
—¿Bailamos?—susurró alguien detrás de mí.
—Logan—me sorprendí, lo había perdido de vista—, te me habías perdido—tomé su mano, mientras él me llevaba a la pista. Coloco sus manos en mi cintura, como hace rato, mientras yo jugaba con las mías detrás de su cuello. Apoyé mi cabeza en su hombro, pero de manera que pudiera ver a Niall bailando con aquella.
—Creo que has venido al baile con la persona equivocada…—susurró Logan en mi oído.
—¿Qué?—levanté la cabeza y le miré.
—Sabes a qué me refiero—no estaba molesto, me dio una media sonrisa—. Si quieres puedo irme…—se estaba separando de mí.
—No, no te vayas. Vamos a disfrutar los pocos minutos que quedan…—dije sonriéndole.
—Está bien—sonrió de vuelta y nos mecimos suavemente con la música.
—Gracias…—murmuré.
—¿Por qué?—preguntó confuso.
—No lo sé. Por compartir este momento conmigo… todos recordaremos esta noche—luchaba porque las lágrimas no salieran.
Levanté la cabeza y me encontré con esos ojos azules, tan claros que te hipnotizaban al mirarlos. Me sonrió de lado, estrechándome más contra él.
—Niall…—susurré sonriendo mientras mis manos acariciaban suavemente su cuello.
—Shh…—se acercó a mí, y me besó, sin importar que hubiera más personas allí. Una de mis manos permaneció en su cuello, la otra jugaba con su suave y rubio cabello. Sus manos me sostenían por la cintura firmemente, acercándome más a él.
¬—Vamos, te dejo en tu casa—dijo Logan.
Miré a mi alrededor, ya todos se estaban yendo, el baile había concluido, obteniendo críticas positivas.
—Está bien—dije distraídamente, enviándole un mensaje a Des, diciéndole que ya me iba a casa.
Ya en el auto, bostecé algunas dos veces, me fijé que eran las dos de la mañana. En pocos minutos estuvimos frente a mi casa.
—Gracias por esta noche Logan—dije sonriendo.
—Fue una gran noche, sin dudas, buenas noches—estaba a punto de salir, cuando él tomó mi brazo—. Espera—me giré hacia él—, no te pierdas en verano—dijo tímidamente. Le sonreí.
—Por supuesto, nos veremos luego Logan—le di un beso en la mejilla como despedida y ya con la llave en mi mano, abrí la puerta. Los chicos ya estaban allí, con las camisas fuera del pantalón, con las corbatas colgando a cada lado de su cuello, o despeinados.
—Estuviste genial hace rato—dijo Zayn.
—Gracias—le sonreí, quitando los mechones que caían sobre mis ojos.
—¿No ha llegado Des?—preguntó Lou saliendo de la cocina.
—No, solo Den—respondió Harry.
—Chicos, voy a ir a dormir, buenas noches…—me dirigí hacia las escaleras.
—¿Qué? Quédate con nosotros, íbamos a ver una película ahora—dijo Zayn quitándose la corbata y la chaqueta. En ese momento, Niall apareció por el pasillo, ya cambiado, con unos pantalones largos grises de pijama y una camiseta blanca, y su perfecto cabello rubio algo despeinado. Yo giré mi cabeza cuando su mirada se encontró con la mía.
—Otro día…—dije ya subiendo las escaleras, realmente desanimada. Y Louis lo notó, ya que me dirigió una mirada significativa.
Fui a mi habitación y me saqué el vestido rápidamente y los tacones, dejando todo sobre una silla, sin ganas de acomodar nada. Me puse unos shorts de pijama y una sudadera de color azul. Me quité los accesorios y el maquillaje. Amarraba mi cabello en una coleta cuando la puerta se abrió.
—¿Te encuentras bien?
—No Lou—suspiré, sentándome en la cama. El se sentó a mi lado.
—¿Quieres compañía?—preguntó abriendo los brazos. Asentí y escondí mi rostro en su cuello, sintiéndome pequeña a su lado.
—Desearía que te quedaras para siempre—susurré.
—Me temo que eso no puedo hacerlo—acariciaba mi cabello.— Pero te prometo que no volveremos a perder el contacto como antes.
—Eso espero.
Una semana había pasado luego del baile, la graduación fue emotiva por parte de algunos profesores, ya que decían que a pesar de todos los problemas que causamos, habíamos sido uno de los mejores grupos de último año, y que nos llevábamos grandes talentos y mentes.
Durante aquella semana no había hablado mucho con Niall, cosa que me extrañaba. En parte me hacía sentir aliviada, porque no quería escuchar cuando dijera que era una gran amiga para él, que nunca había tenido una amiga como yo, y cosas por el estilo. Pero por otro lado le extrañaba, extrañaba esos momentos en los que nos quedábamos hablando por horas sin aburrirnos, o veíamos películas.
Estaba distante, muy distante.
Y los demás lo sabían. Pero yo no había preguntado, no por el momento.
—¿Dónde están Niall y Liam? No he querido preguntar para no ser metiche, pero ya está todo muy raro—pregunté sentándome en el mueble.
—Sabes que ayer fuimos a una firma de autógrafos—dijo Louis, que estaba sentado a mi lado.
—Sí…
—Pues una “fan”—hizo las comillas con sus dedos—hirió sus sentimientos, de nuevo.
—No me digas que fue algo con respecto a sus dientes de nuevo, o con que si salía de la banda no importaría…
—Sí, y sí—Zayn afirmó.
—¿Y dónde está ahora?
—Dijo que estaba harto de todo eso, bueno, de decirlo, no lo dijo, pero sabemos que es eso y fue al dentista…
—Quiere ponerse aparatos…—terminé la frase por él.
—Sí. Liam lo acompañó—dijo Harry al final.
Seguimos hablando durante unos momentos más, hasta que tocaron la puerta. Liam entró, seguido de Niall, que venía con la cabeza baja y con el ceño fruncido.
Este último caminó hacia su habitación, sin mirar a nadie más.
—Dice que le duele la cabeza—murmuró Liam.
Cerré la puerta y fui hacia la habitación. Niall se encontraba tumbado boca arriba en la cama, con un brazo sobre sus ojos.
—¿Por qué Niall? ¿Por qué no me dijiste nada?
—¿Tenía que decirte?
—Creí que éramos amigos—murmuré, dolida.
—¿Por qué te importa tanto?
—¡Porque tú me importas! ¡Porque me preocupo por ti!
—¿Por qué te molesta tanto?—ahora se levantó, quedando sentado.
—Me molesta que esto lo hayas hecho por un grupo de chicas tontas, que solo piensan en la apariencia, y no miran que eres una gran persona por dentro. Porque molesta que lo hayas hecho por ellas y no por ti mismo. Por eso me molesta. Porque tú no terminas de entender la gran persona que eres Niall—él me miró, con ojos sorprendidos. Desvié mi mirada de la suya, sintiendo las lágrimas luchando por salir.—Y porque me duele que a pesar de que digas que soy tu amiga, no te importa lo que piense y…—no terminé la frase porque una lágrimas comenzó a deslizarse por mi mejilla, ladeé mi cabeza, para que no me viera llorar.—Olvídalo—salí de aquella habitación cuando vi que no me respondía, ni me miraba.
Salí de allí dejando que las lágrimas corrieran. Tomé mis llaves de mi auto que estaban sobre la mesada de la cocina. Los chicos me miraban, mientras yo limpiaba furiosamente las lágrimas.
—Denisse…—Lou tomó mi brazo preocupado, antes de que pudiera salir de la casa.
—¿Qué?—no le miré.
—No vayas así a ningún lado, ven, quédate—dijo rogándome con la mirada.
—Yo… vuelvo en un rato—me solté de su agarre y me limpié la mejilla con brusquedad. Pude ver que Zayn me miraba preocupado, pero no dije nada, y Des, que había bajado las escaleras, miraba todo, preocupada.
Salí de allí antes de que me retuvieran y me metí en mi auto rápidamente.
Manejé sin rumbo alguno. Aparqué cerca de un parque. Vi un árbol grande, que hacía sombra perfectamente. Me senté con la espalda apoyada en el tronco. No supe cuanto tiempo estuve allí, dejando que las lágrimas corrieran.
Tomé mi celular y comencé a ver fotos viejas, mensajes nuevos, hasta que llegué a Twitter.
Y vi un tweet de Niall, publicado hace no tantos minutos.
“@NiallOfficial: I hurt someone accidentally, need her back* ):“
Pude ver muchas respuestas acerca de quién era esa persona, algunos desacuerdos, y varios retweets.
Segundos luego, mi teléfono vibró. Una notificación de la misma red social.
“@NiallOfficial: @Dencarter the best friend ever* hope she forgive me*”.
Maldito.
¿Lo tenía que poner en una red social donde lo podía ver todo el mundo?
¿Tenía que decirme que era su mejor amiga públicamente? No respondí, pero pude ver que al instante ya respondieron muchas fans, y los retweets no se hicieron esperar.
Pero no podía estar sin él ni un momento, así que escribí un mensaje.
“Ven al parque del otro día, aquí te espero”.
Luego respondí su tweet.
“@Dencarter: @NiallOfficial Just sent you a text, I’m waiting for you. You’re the best friend eva too*”.
Si él solo quería amistad, debía comenzar a acostumbrarme a eso. Debía conformarme con su amistad.
“@NiallOfficial: @Dancarter: I’m on my way, need to apologize );*”
Solo lo esperé.
Pude ver algunas de mis amigas que al parecer vieron la conversación, comenzaron a responder a aquello, preguntándose cómo demonios estaba hablando con Niall, y por qué él decía eso.
—Soy un verdadero estúpido que no merece tu amistad, ¿lo sabías?—se escuchó de pronto. Levanté la cabeza y vi cómo se sentaba a mi lado.
—Creí que te dolía la cabeza.
—Me duele, pero esto es más importante—sonreí de lado.—Lo siento. Nunca quise dejarte de lado Den, sabes lo importante que eres para mí…
No, en verdad no lo sabía.
—Tú también para mí, por eso es que me preocupo por ti—apoyé mi barbilla en mis rodillas.
—Te quiero Den—me abrazó—, lo siento, no volvamos a pelear—le devolví el abrazo, y me separé de repente cuando sentí un flash.
—Creo que nos fotografían—dije susurrando.
—No vi nada…—dijo mirando a todos lados.—Ven, vámonos—me tendió la mano para ayudarme a levantar. Sacudí la grama que se había adherido a mis shorts de jean y luego me acomodé el cabello, que caía desordenado por mis hombros.
—Oh oh—murmuré cuando vi que un montón de chicas aparecían de la nada, junto con algunos paparazzis.—Vámonos.
Nos subimos a mi auto y conduje lejos de allí.
—Creo que serás famosa…—dijo rompiendo el silencio.
—Sí… me etiquetarán como tu nueva conquista, luego dirán que soy una perra porque según un artículo anterior estaba de novia de mi primo—dije con sarcasmo.
—¿No te preocupa?—preguntó confuso ante mi despreocupación.
—En verdad no tanto. No me interesa mucho lo que digan tus fans de mí, no las conozco, así que no me debería preocupar lo que digan… ¿no?—al momento me arrepentí—lo siento… no quise decir eso.
—Descuida—me cortó—. Debería ser más como tú. Es que a veces no entiendo, amo a mis fans, pero siento que a veces ellas no hacen lo mismo. Me siento… desplazado, dejado de lado, olvidado…
—Si supieras… hay miles de chicas locas por tus huesos Horan… si quieres puedo enseñarte esos foros. Incluso, un día vi un video en Youtube. Ustedes estaban en una plaza y un montón de chicas los rodeaba, y una te dijo que eras raro, no volviste a sonreír durante los últimos cinco minutos que duró el video—él me miraba.—Había demasiados comentarios de directioners defendiéndote con uñas y dientes, insultando a aquella chica con palabras que ni siquiera sabía que existían… Tú mismo has visto los carteles que hacen para los conciertos… Eres especial Niall, tanto como los demás lo son…
Sí, y por eso es que estoy profundamente enamorada de ti…
------------------------------------------------
*Niall: Herí a alguien sin querer, la necesito de vuelta ):.
*Niall: La mejor amiga, espero que me perdone.
*Denisse: Acabo de eviarte un mensaje, estoy esperándote. Tú también eres el mejor amigo.
*Niall: Estoy en camino, necesito disculparme );.
La música seguía sonando, tranquila, lenta, y el amor y romanticismo se podía sentir en el aire. Hasta que la canción terminó. Y se comenzó a escuchar More than this en las bocinas. Pero no se escuchaba como si fuera de algún CD, podía reconocer sus voces perfectamente, estaban en vivo. Yo, al igual que las personas que antes estaban bailado con sus parejas se giraron, quedando de frente al escenario.
—When he open his arms and hold you close tonight, it just won’t feel right…—se podía escuchar la dulce voz de Harry. Las chicas estaban en una especie de shock al ver a los chicos ahí cantando, pero, es que ni yo me imaginé que cantarían.
Logan me volvió a tender su mano para bailar de nuevo, y dándole una última mirada a Niall, la tomé. El volvió a tomarme por la cintura y mis manos descansaron agarradas por detrás de su cuello.
Tal parece que nadie quería interrumpir aquel momento con griteríos, ya que copiaron nuestro ejemplo y bailaron despacio, aún escuchando las melodiosas voces de aquella banda que traía a muchas chicas locas.
La canción terminó y los aplausos no se tardaron en escuchar.
—Iré un momento con Josh, ¿te importa si…?
—No, descuida, nos vemos en un rato—le sonreí. Luego se alejó entre las personas. Me acerqué a la escalera del escenario, el cual se había armado anoche, por donde los chicos bajaban, no sin antes haber prometido a sus fans una canción más.
Beautiful people inundó el gimnasio, subiendo de repente toda la energía de los chicos allí presentes, los cuales bailaban y saltaban, disfrutando del momento. Claro, ya algunas chicas se habían acercado a los cinco chicos. Me acerqué a Louis y tan pronto me vio caminó hacia mí y me abrazo.
—Has cantado genial, juro que mis ovarios explotaron en tu solo—dije fingiendo que lloraba.
—Si ese chico se te vuelve a acercar tanto, juro que Niall no será el único en matarlo—dijo él mirándome serio.
—¿Qué?—me reí.
Noté que algunas chicas nos miraban a mí y a mi hermana con cara de no entender nada. Ellas no sabían nuestra relación con Lou.
—¿Es tu novio?—se atrevió a preguntar una de las chicas, apuntándome con un dedo, amenazadora.
—¡Sí!—me colgué del cuello de Lou, abrazándolo y dándole un sonoro beso en la mejilla—. No, mentira, es mi primo—sonreí falsamente, al ver su cara de presumida arrogante.
—Sí, como no—dijo ella sin creérselo.
—Cree lo que quieras—dije restándole importancia.—Vayan a disfrutar de la fiesta, no se metan en problemas ni llamen mucho la atención—dije pasando la vista por cada uno de ellos.—¿Entendido Lou?—Harry se rió porque lo señala a él solamente.—Eso va para ti también Hazza.
Todos se dispersaron, mientras yo aclaraba unas cosas con el DJ. Me alejé hacia el área del buffet, y tomé un poco de refresco. Sentí a alguien detrás de mí. Me giré lentamente, y me encontré con que Niall estaba muy cerca de mí.
—Hey—sonreí.
—Prométeme un baile esta noche—dijo con las manos en sus bolsillos.
—Carter, es la hora—susurró Rachel el mi oído, para salir del gimnasio discretamente.
—Claro Niall… eh… nos vemos luego ¿sí?—le sonreí.
—Claro mejor amiga—fingí una sonrisa, volvía a repetirlo.
Le envié un mensaje a Des para que se reuniera conmigo y con las demás en los baños del gimnasio.
Las luces se apagaron, al igual que la música, dejándonos a todos confusos.
—Un fallo en la electricidad—dijo Liam a mi lado. No se podía ver prácticamente nada. Las personas se habían dispersado para comer y charlar un momento, pero ahora todas cuchicheaban, ya criticando toda la fiesta.
—¿Qué sucede?—unas luces se encendieron de repente, iluminando el centro del gimnasio. Allí había seis chicas, habían salido de la nada. Todos la miraban. Habían formado un círculo y sus cabezas estaban bajas. La música empezó, y con eso, una sorprendente coreografía sorpresa.
Ella estaba allí, bailando, y lo hacía de maravilla. Se movía de un lado para otro con una increíble energía, y me olvidé de todo, de todos.
—Pareces hipnotizado, por lo menos cierra la boca—dijo Louis dándome un empujón.
—Cállate Lou, ni siquiera te escucha, está embobado mirando a Den—se burló Hazza, no le presté ni la más mínima atención.
Es que sí, estaba hipnotizado.
Sus movimientos eran rápidos algunos, otros más lentos, y sensuales, creando un tipo de hipnotismo, y no solo en mí, se podían ver a todo individuo del sexo masculino pasar por una especie de trance.
La música terminó, y todos aplaudieron, mientras nosotras sonreíamos a más no poder. El baile había sido sorpresa, por las “artistas del instituto”. Solíamos hacer esto en varias actividades, siempre sorpresa, y como era nuestro último año, eso no podía faltar.
Vestíamos iguales, pantalones cortos de color negro con brillos y una blusa sin mangas de color blanco, y zapatos negros, nuestros labios estaban pintados de color rojo.
Me acerqué al DJ y este me tendió un micrófono.
—Gracias a todos—dije aún con la respiración entrecortada.—¡Qué siga la fiesta!—dije elevando la voz, todos gritaron y volvieron a la pista a bailar, con la música electrónica que ponía el DJ.
Salí junto con las demás chicas a cambiarnos. Ya vestida de nuevo con el vestido negro y tacones, arreglé un poco mi cabello y me quité el labial rojo, reemplazándolo con el rosa que usaba antes. Me coloqué los accesorios de nuevo y salí, regresando al gimnasio.
Ahora sonaba una música lenta, las parejas de enamorados bailaban pegados, chicos con manos en las cinturas de sus chicas, y ellas rodeando sus cuellos y descansando sus cabezas en sus hombros.
Buscaba a Niall, puesto que le había prometido un baile.
Me dieron ganas de irme cuando lo vi. Ganas de desaparecer. El ya bailaba con otra persona. Bailaba con Rachel. Pero ella ya tenía pareja, ¿qué hacía con él? Estaba bailando, pegados, y al compás de la música.
—¿Bailamos?—susurró alguien detrás de mí.
—Logan—me sorprendí, lo había perdido de vista—, te me habías perdido—tomé su mano, mientras él me llevaba a la pista. Coloco sus manos en mi cintura, como hace rato, mientras yo jugaba con las mías detrás de su cuello. Apoyé mi cabeza en su hombro, pero de manera que pudiera ver a Niall bailando con aquella.
—Creo que has venido al baile con la persona equivocada…—susurró Logan en mi oído.
—¿Qué?—levanté la cabeza y le miré.
—Sabes a qué me refiero—no estaba molesto, me dio una media sonrisa—. Si quieres puedo irme…—se estaba separando de mí.
—No, no te vayas. Vamos a disfrutar los pocos minutos que quedan…—dije sonriéndole.
—Está bien—sonrió de vuelta y nos mecimos suavemente con la música.
—Gracias…—murmuré.
—¿Por qué?—preguntó confuso.
—No lo sé. Por compartir este momento conmigo… todos recordaremos esta noche—luchaba porque las lágrimas no salieran.
Levanté la cabeza y me encontré con esos ojos azules, tan claros que te hipnotizaban al mirarlos. Me sonrió de lado, estrechándome más contra él.
—Niall…—susurré sonriendo mientras mis manos acariciaban suavemente su cuello.
—Shh…—se acercó a mí, y me besó, sin importar que hubiera más personas allí. Una de mis manos permaneció en su cuello, la otra jugaba con su suave y rubio cabello. Sus manos me sostenían por la cintura firmemente, acercándome más a él.
¬—Vamos, te dejo en tu casa—dijo Logan.
Miré a mi alrededor, ya todos se estaban yendo, el baile había concluido, obteniendo críticas positivas.
—Está bien—dije distraídamente, enviándole un mensaje a Des, diciéndole que ya me iba a casa.
Ya en el auto, bostecé algunas dos veces, me fijé que eran las dos de la mañana. En pocos minutos estuvimos frente a mi casa.
—Gracias por esta noche Logan—dije sonriendo.
—Fue una gran noche, sin dudas, buenas noches—estaba a punto de salir, cuando él tomó mi brazo—. Espera—me giré hacia él—, no te pierdas en verano—dijo tímidamente. Le sonreí.
—Por supuesto, nos veremos luego Logan—le di un beso en la mejilla como despedida y ya con la llave en mi mano, abrí la puerta. Los chicos ya estaban allí, con las camisas fuera del pantalón, con las corbatas colgando a cada lado de su cuello, o despeinados.
—Estuviste genial hace rato—dijo Zayn.
—Gracias—le sonreí, quitando los mechones que caían sobre mis ojos.
—¿No ha llegado Des?—preguntó Lou saliendo de la cocina.
—No, solo Den—respondió Harry.
—Chicos, voy a ir a dormir, buenas noches…—me dirigí hacia las escaleras.
—¿Qué? Quédate con nosotros, íbamos a ver una película ahora—dijo Zayn quitándose la corbata y la chaqueta. En ese momento, Niall apareció por el pasillo, ya cambiado, con unos pantalones largos grises de pijama y una camiseta blanca, y su perfecto cabello rubio algo despeinado. Yo giré mi cabeza cuando su mirada se encontró con la mía.
—Otro día…—dije ya subiendo las escaleras, realmente desanimada. Y Louis lo notó, ya que me dirigió una mirada significativa.
Fui a mi habitación y me saqué el vestido rápidamente y los tacones, dejando todo sobre una silla, sin ganas de acomodar nada. Me puse unos shorts de pijama y una sudadera de color azul. Me quité los accesorios y el maquillaje. Amarraba mi cabello en una coleta cuando la puerta se abrió.
—¿Te encuentras bien?
—No Lou—suspiré, sentándome en la cama. El se sentó a mi lado.
—¿Quieres compañía?—preguntó abriendo los brazos. Asentí y escondí mi rostro en su cuello, sintiéndome pequeña a su lado.
—Desearía que te quedaras para siempre—susurré.
—Me temo que eso no puedo hacerlo—acariciaba mi cabello.— Pero te prometo que no volveremos a perder el contacto como antes.
—Eso espero.
Una semana había pasado luego del baile, la graduación fue emotiva por parte de algunos profesores, ya que decían que a pesar de todos los problemas que causamos, habíamos sido uno de los mejores grupos de último año, y que nos llevábamos grandes talentos y mentes.
Durante aquella semana no había hablado mucho con Niall, cosa que me extrañaba. En parte me hacía sentir aliviada, porque no quería escuchar cuando dijera que era una gran amiga para él, que nunca había tenido una amiga como yo, y cosas por el estilo. Pero por otro lado le extrañaba, extrañaba esos momentos en los que nos quedábamos hablando por horas sin aburrirnos, o veíamos películas.
Estaba distante, muy distante.
Y los demás lo sabían. Pero yo no había preguntado, no por el momento.
—¿Dónde están Niall y Liam? No he querido preguntar para no ser metiche, pero ya está todo muy raro—pregunté sentándome en el mueble.
—Sabes que ayer fuimos a una firma de autógrafos—dijo Louis, que estaba sentado a mi lado.
—Sí…
—Pues una “fan”—hizo las comillas con sus dedos—hirió sus sentimientos, de nuevo.
—No me digas que fue algo con respecto a sus dientes de nuevo, o con que si salía de la banda no importaría…
—Sí, y sí—Zayn afirmó.
—¿Y dónde está ahora?
—Dijo que estaba harto de todo eso, bueno, de decirlo, no lo dijo, pero sabemos que es eso y fue al dentista…
—Quiere ponerse aparatos…—terminé la frase por él.
—Sí. Liam lo acompañó—dijo Harry al final.
Seguimos hablando durante unos momentos más, hasta que tocaron la puerta. Liam entró, seguido de Niall, que venía con la cabeza baja y con el ceño fruncido.
Este último caminó hacia su habitación, sin mirar a nadie más.
—Dice que le duele la cabeza—murmuró Liam.
Cerré la puerta y fui hacia la habitación. Niall se encontraba tumbado boca arriba en la cama, con un brazo sobre sus ojos.
—¿Por qué Niall? ¿Por qué no me dijiste nada?
—¿Tenía que decirte?
—Creí que éramos amigos—murmuré, dolida.
—¿Por qué te importa tanto?
—¡Porque tú me importas! ¡Porque me preocupo por ti!
—¿Por qué te molesta tanto?—ahora se levantó, quedando sentado.
—Me molesta que esto lo hayas hecho por un grupo de chicas tontas, que solo piensan en la apariencia, y no miran que eres una gran persona por dentro. Porque molesta que lo hayas hecho por ellas y no por ti mismo. Por eso me molesta. Porque tú no terminas de entender la gran persona que eres Niall—él me miró, con ojos sorprendidos. Desvié mi mirada de la suya, sintiendo las lágrimas luchando por salir.—Y porque me duele que a pesar de que digas que soy tu amiga, no te importa lo que piense y…—no terminé la frase porque una lágrimas comenzó a deslizarse por mi mejilla, ladeé mi cabeza, para que no me viera llorar.—Olvídalo—salí de aquella habitación cuando vi que no me respondía, ni me miraba.
Salí de allí dejando que las lágrimas corrieran. Tomé mis llaves de mi auto que estaban sobre la mesada de la cocina. Los chicos me miraban, mientras yo limpiaba furiosamente las lágrimas.
—Denisse…—Lou tomó mi brazo preocupado, antes de que pudiera salir de la casa.
—¿Qué?—no le miré.
—No vayas así a ningún lado, ven, quédate—dijo rogándome con la mirada.
—Yo… vuelvo en un rato—me solté de su agarre y me limpié la mejilla con brusquedad. Pude ver que Zayn me miraba preocupado, pero no dije nada, y Des, que había bajado las escaleras, miraba todo, preocupada.
Salí de allí antes de que me retuvieran y me metí en mi auto rápidamente.
Manejé sin rumbo alguno. Aparqué cerca de un parque. Vi un árbol grande, que hacía sombra perfectamente. Me senté con la espalda apoyada en el tronco. No supe cuanto tiempo estuve allí, dejando que las lágrimas corrieran.
Tomé mi celular y comencé a ver fotos viejas, mensajes nuevos, hasta que llegué a Twitter.
Y vi un tweet de Niall, publicado hace no tantos minutos.
“@NiallOfficial: I hurt someone accidentally, need her back* ):“
Pude ver muchas respuestas acerca de quién era esa persona, algunos desacuerdos, y varios retweets.
Segundos luego, mi teléfono vibró. Una notificación de la misma red social.
“@NiallOfficial: @Dencarter the best friend ever* hope she forgive me*”.
Maldito.
¿Lo tenía que poner en una red social donde lo podía ver todo el mundo?
¿Tenía que decirme que era su mejor amiga públicamente? No respondí, pero pude ver que al instante ya respondieron muchas fans, y los retweets no se hicieron esperar.
Pero no podía estar sin él ni un momento, así que escribí un mensaje.
“Ven al parque del otro día, aquí te espero”.
Luego respondí su tweet.
“@Dencarter: @NiallOfficial Just sent you a text, I’m waiting for you. You’re the best friend eva too*”.
Si él solo quería amistad, debía comenzar a acostumbrarme a eso. Debía conformarme con su amistad.
“@NiallOfficial: @Dancarter: I’m on my way, need to apologize );*”
Solo lo esperé.
Pude ver algunas de mis amigas que al parecer vieron la conversación, comenzaron a responder a aquello, preguntándose cómo demonios estaba hablando con Niall, y por qué él decía eso.
—Soy un verdadero estúpido que no merece tu amistad, ¿lo sabías?—se escuchó de pronto. Levanté la cabeza y vi cómo se sentaba a mi lado.
—Creí que te dolía la cabeza.
—Me duele, pero esto es más importante—sonreí de lado.—Lo siento. Nunca quise dejarte de lado Den, sabes lo importante que eres para mí…
No, en verdad no lo sabía.
—Tú también para mí, por eso es que me preocupo por ti—apoyé mi barbilla en mis rodillas.
—Te quiero Den—me abrazó—, lo siento, no volvamos a pelear—le devolví el abrazo, y me separé de repente cuando sentí un flash.
—Creo que nos fotografían—dije susurrando.
—No vi nada…—dijo mirando a todos lados.—Ven, vámonos—me tendió la mano para ayudarme a levantar. Sacudí la grama que se había adherido a mis shorts de jean y luego me acomodé el cabello, que caía desordenado por mis hombros.
—Oh oh—murmuré cuando vi que un montón de chicas aparecían de la nada, junto con algunos paparazzis.—Vámonos.
Nos subimos a mi auto y conduje lejos de allí.
—Creo que serás famosa…—dijo rompiendo el silencio.
—Sí… me etiquetarán como tu nueva conquista, luego dirán que soy una perra porque según un artículo anterior estaba de novia de mi primo—dije con sarcasmo.
—¿No te preocupa?—preguntó confuso ante mi despreocupación.
—En verdad no tanto. No me interesa mucho lo que digan tus fans de mí, no las conozco, así que no me debería preocupar lo que digan… ¿no?—al momento me arrepentí—lo siento… no quise decir eso.
—Descuida—me cortó—. Debería ser más como tú. Es que a veces no entiendo, amo a mis fans, pero siento que a veces ellas no hacen lo mismo. Me siento… desplazado, dejado de lado, olvidado…
—Si supieras… hay miles de chicas locas por tus huesos Horan… si quieres puedo enseñarte esos foros. Incluso, un día vi un video en Youtube. Ustedes estaban en una plaza y un montón de chicas los rodeaba, y una te dijo que eras raro, no volviste a sonreír durante los últimos cinco minutos que duró el video—él me miraba.—Había demasiados comentarios de directioners defendiéndote con uñas y dientes, insultando a aquella chica con palabras que ni siquiera sabía que existían… Tú mismo has visto los carteles que hacen para los conciertos… Eres especial Niall, tanto como los demás lo son…
Sí, y por eso es que estoy profundamente enamorada de ti…
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*Niall: Herí a alguien sin querer, la necesito de vuelta ):.
*Niall: La mejor amiga, espero que me perdone.
*Denisse: Acabo de eviarte un mensaje, estoy esperándote. Tú también eres el mejor amigo.
*Niall: Estoy en camino, necesito disculparme );.
Última edición por Amelia el Jue 27 Dic 2012, 8:19 am, editado 1 vez
Amelia
Re: Moments (Niall) [Terminada]
Capítulo 9. The trip
—Ya déjame terminar de comer mi helado—dije entre risas. Niall podía llegar a ser muy gracioso. Habíamos ido a comprar helado, como ya se nos hacía costumbre. Pero el no había comprado nada para él. Le dolían los dientes y un tanto la mandíbula. En un momento, él hizo una mueca.—¿Te duele la cabeza todavía?
—Sí.
—Ven, vámonos—me levanté, arrojando la servilleta en un zafacón cercano. El asintió y tomó las llaves de mi auto. Caminaba en silencio a mi lado, y sentí como su mano rozó la mía sin querer. Nos miramos y sonreímos, bajando la mirada medio sonrojados.—Dame las llaves, yo conduzco.
Niall dijo que se iba a ir acostado en el asiento trasero, así supuse que se quedaría dormido fácilmente. La música estaba bajita, y el camino fue un poco largo por el tráfico. Unos cuarenta y cinco minutos más tarde estábamos frente a mi casa.
—Nialler, ya llegamos—dije mientras me giraba. El no hacía señales de responder ni despertarse.
Me bajé del auto y le di la vuelta al auto. Abrí la puerta que estaba contra los pies de Niall y halé uno de estos, hasta que sus dos pies tocaron el suelo. En un movimiento me enredé con sus piernas y caí hacia adelante. Con mis manos pude sostenerme para no estampar mi rostro con el suyo. El había despertado en el momento en que había caído y una de sus manos me había agarrado por la cintura.
Nos miramos durante unos minutos más, que parecieron interminables. Y me besó, me atrajo hacia sí. Pero solo fue por unos cuatro segundos, nos separamos, abriendo los ojos. Me separé automáticamente de él, dándome un fuerte golpe al subir la cabeza.
—¿Pensabas sacarme arrastrando o qué?—preguntó burlón.
—¿Eh?—moví la cabeza. El estaba allí, restregándose los ojos con sus manos. Y yo estaba ahí parada, confundida. ¿Había soñado despierta? Demonios… y yo que lo había sentido tan real.
—Algo así—sonreí de lado, tratando de olvidar lo anterior.
Entramos a la casa y vimos a los chicos apoderados de los sofás y de la televisión, acostados en toda su extensión sobre los acolchados cojines y haciendo zapping.
Zayn estaba con medio cuerpo fuera del sofá, él era el que pasaba los canales buscando algo digno de ver. Me incliné sobre el respaldo del sofá y decidí molestarlo un poco.
—¡Zayn, hola!—grité en su oído, haciendo que se cayera.—¿Qué haces en el suelo?—pregunté inocentemente, impulsándome con mis brazos para saltar sobre el respaldo y caer sentada en el sofá, ahora apoderándome yo del control remoto.
—Nada, solo escuchando el plan que tienen las hormigas para conquistar el mundo—dijo con sarcasmo.
—¿Las hormigas pueden hablar?—preguntó estúpidamente Louis.
—¿Sabes Lou? A veces no sé si eres o te haces…
—¿Ser qué?—preguntó confundido.
—Nada—lo ignoré sonriendo. Zayn volvió a acostarse en el sofá pero con su cabeza recostada en mis piernas.
—Qué cómoda eres—dijo arrebatándome el control.
—Qué amable eres—obviamente me miró mal por mi sarcasmo. Minutos y minutos pasaron luego de cambiar canales, y me estaba aburriendo. Jugaba con el cabello de Zayn, que ahora se encontraba despeinado, y parecía estar haciéndole cosquillas, porque se removía.—Me aburro—dije quitándome de debajo de Zayn de golpe, haciendo que casi se cayera del sofá, de nuevo.
—¿Y por eso tienes que maltratarme?
—No te maltrato. En cambio, si hiciera esto—lo golpeé con un cojín—, eso sí sería maltrato.
—Ven aquí pequeña demonio—dijo persiguiéndome. No supe en qué momento, pero ya tenía a cuatro chicos persiguiéndome por toda la casa. Quedé acorralada entre la puerta corrediza que dirigía hacia el patio.
—No hay escapatoria—dijo Louis con voz maléfica. Zayn me cargó sobre su hombro como si fuera un saco y Liam abrió la puerta corrediza. Luego, Harry me tomó por los brazos y Zayn por los pies y me balanceaban peligrosamente, amenazándome con tirarme a la piscina.
—¡No!—grité cuando me soltaron y caí dentro del agua, causando que salpicara. Salí rápidamente echándome el cabello hacia atrás. Ellos se reían. Entraron a la casa y cómo no, cerraron la puerta. Negué con la cabeza y me caminé un poco, levanté la cabeza, comprobando que ahí se asomaba el balcón de nuestra habitación. Subí por una de las enredaderas, ayudándome de una de las ramas de un árbol cercano. Pronto aterricé en el balcón. Por suerte, la puerta estaba abierta.
Destiny no se encontraba en la habitación. Me quité los shorts que estaban pegados a mis piernas. Luego me quité la blusa que era algo holgada, pero que ahora estaba pegada a mi abdomen como una segunda piel y exprimí mi largo cabello oscuro.
—Den, traigo algunas película…—me giré rápidamente. Niall se encontraba en la puerta con unas películas en sus manos, mirándome fijamente y ruborizado. El ya me había visto en ropa interior, en el reto. Y había confianza, pero él evitaba mi mirada. Me reí suavemente y alcancé una toalla, rodeé mi cuerpo con ella.
Me ruboricé al pensar que si él hubiera entrado segundos más tarde, hubiese existido la posibilidad de que no tuviera nada puesto.
—Eh…—carraspeé—puedes acomodarte, espérame un momento—tomé un pantalón deportivo gris y una remera verde clara que rezaba FREE con letras grandes y grises y ropa interior de color blanca.
Después de cambiarme, pasé el secador hasta que mi cabello estuviera seco. Cogí la ropa mojada y la dejé tendida en la barandilla del balcón para que los últimos rayos del sol la secaran. Volví a la habitación y Niall había puesto una película, la que reconocí al instante. Era Marley and me.
—¿Acaso quieres verme llorar?—dije tumbándome en la cama, a un lado de él.
—¿La has visto?
—Claro, ¿quién no? Lloré como bebé la primera vez que la vi.
—Sí, también Liam—reímos.
Nos reímos más por tonterías que decía el rubio que por la película misma. Momentos como esos son los que conservaría cuando tuvieran que irse en una semana.
Niall se había quedado dormido tumbado boca abajo a mitad de la película. Yo estaba a su lado, en la misma posición. Su cabeza descansaba sobre sus brazos que estaban cruzados. Acaricié con cuidado su cabello, que lo había dejado crecer, y estaba ligeramente más largo. Mis dedos se deslizaron por su mejilla, por el borde de su mandíbula, y él se removió entre sueños.
—¿Por qué Niall? ¿Por qué haces que sienta esto por ti?—murmuré mientras apagaba la televisión mientras volvía a recostarme a su lado, pero esta vez, boca arriba. Sentí una mano tomaba la mía. Era de Niall. Pero él estaba inconsciente, así que no la aparté. Y cerré los ojos, imaginando por un momento que no éramos tan solo mejores amigos.
—Ustedes se van en seis días, ¿Cierto?
—Sí—afirmó Liam.
—¿Por qué no vamos de acampada? Aprovechemos estos seis días antes de que vuelvan a trabajar.—Conozco un lugar al que fuimos con nuestro colegio, hay un lago muy bonito. ¿Se apuntan?
—Yo sí—dijo Liam al instante.
—También—dijeron Louis y Hazza al mismo tiempo.
Los demás asintieron segundos después.
Des y Lou se encargaron de los permisos con nuestros padres. Liam y Harry fueron a comprar la comida necesaria y Niall y Zayn me ayudaban a cargar todo los equipos de acampada.
Una hora más tarde, fuimos a empacar la ropa que necesitaríamos, no mucha por supuesto. Destiny se puso sus shorts de color blanco, junto con una blusa morada oscura que se anudaba al ombligo, dejando el resto a la vista y se puso sus sandalias. Le trencé el cabello y luego se puso sus gafas.
Sobre mi bikini, me puse unos pantaloncitos de color coral, y una blusa blanca con rayas azules que tenían unas gafas de color coral dibujadas. Esta blusa, como la de Destiny dejaba a la vista una porción de mi abdomen. Dejé mi cabello suelto y terminamos de meter la ropa restante en el bolso que compartiríamos las dos. Bajamos unos minutos después y los chicos, vestidos de acuerdo a la ocasión, ya metían los bultos en la Jeepeta que mi padre nos había prestado. El auto era de tres filas, así que cabríamos perfectamente.
Liam de piloto, Destiny de copiloto, para indicarle el camino. Harry, Zayn y Louis iban en los asientos traseros y Niall y yo en los de la tercera fila. Íbamos cantando y haciendo locuras durante la primera media hora, luego, a los tres revoltosos les venció el sueño y durmieron uno arriba de otro, momento que Des aprovecho y les tomó una foto con el celular de Liam y la subió a su Twitter.
Des hablaba en voz baja con Liam, al parecer con el que mejor se había llevado de todos, ignorando lo que pasaba detrás. Yo observaba como Niall jugaba Temple Run en su iPhone, mientras yo trataba de distraerlo para que perdiera.
—Basta—dijo riendo.
—Me aburro, y tú tienes como tres horas jugando eso—me quejé, alejándome de él, fingiendo enojo.
—Ven aquí—dijo dejando su teléfono de lado, inclinándose sobre mí. Quedó sobre mí, aplastándome.
—No me refería a eso Niall, me aplastas.
—Oh, ¿en serio?—dijo haciéndose el inocente.
—¡Niall! Me mordiste—dije riendo, alejándolo de mí.
—Sí, eso hice. Y te gustó—dijo levantando las cejas varias veces.
¡Sí! ¡Me encantó!
—Sí, cómo no—dije con sarcasmo omitiendo lo que mi mente gritaba. Recostó su cabeza en mi hombro y nos tiró una foto con su celular, la cual subió a Twitter segundos después.
En la radio, que estaba a un volumen más bajo, se escuchaba Moments.
Niall cantó su solo en voz baja, justo a mi oído.
—Cantas hermoso, ¿lo sabes?—le dije sinceramente, sonriendo.
—Eh… gracias—dijo. Al momento noté su inseguridad.
—¿Qué? Piensas que no…—él levantó su cabeza de mi hombro.—Parece que voy a tener que probártelo, a ver si así entiendes. Algún día, ya se me ocurrirá cómo probártelo—dije sonriendo, maquinando un montón maneras de hacerlo. Pasé un brazo por sus hombros y el volvió a recostarse sobre mí.
Cuarenta y cinco minutos más tardes estaban todos dormidos, incluyendo a mi hermana, así que terminé diciéndole yo a Liam la dirección, y a pesar de hablar en un tono alto, nadie se despertó. Pronto aparcamos en un terreno llano.
—Es hermoso—dijo Liam antes de bajarse.
—Niall, despierta—le di un empujoncito para que despertara. Sus ojos se abrieron lentamente.
Liam comenzó a desmontar todo del maletero para que pudiéramos salir. Niall subió su asiento y bajó. Me ayudó a bajar tomándome por la cintura. Mi blusa se había levantado y sus manos calientes tocaban la piel de mi cintura. Me sonrojé y me alejé un poco. Abrí la puerta de los asientos traseros para despertar a los demás. Nada.
—¿Les echamos agua?—sugirió Liam.
—No. Ya sé—dije. Abrí la puerta del conductor y encendí la radio, que estaba bajita. Sintonicé una emisora de rock y subí mucho el volumen, cosa que hizo que se sobresaltaran, maldiciendo.
—Zayn, por Dios, ¿dónde aprendiste esas palabras?—dijo Liam pareciendo indignado, para después reírse.
Una más tarde las carpas estaban hechas y los chicos se refrescaban en el lago. Me quité la blusa y el pantalón, y dejé la ropa sobre la pila que habían dejado los chicos y me senté en una de las sillas plegables a disfrutar del sol.
—¿No vienes?—preguntó Niall todo mojado, con el pelo escurriéndole agua. Me bajé las gafas hasta posarlas sobre el puente de mi nariz y noté que el me miraba fijamente, me sonrojé.
—Quería disfrutar del sol…—sin avisarme, me cargó sobre su hombro, haciendo que mis gafas se cayeran al suelo. Yo pataleaba, pero no me soltaba, y sentía su tacto en mis muslos, haciendo que mi piel se erizara.
Nos metió al agua, zambulléndonos a los dos. Subimos rápidamente a tomar aire, y al hacerlo, quedamos muy juntos, haciendo que nuestros labios se rozaran y miles de corrientes eléctricas se apoderaran de mi sistema nervioso.
—Ya déjame terminar de comer mi helado—dije entre risas. Niall podía llegar a ser muy gracioso. Habíamos ido a comprar helado, como ya se nos hacía costumbre. Pero el no había comprado nada para él. Le dolían los dientes y un tanto la mandíbula. En un momento, él hizo una mueca.—¿Te duele la cabeza todavía?
—Sí.
—Ven, vámonos—me levanté, arrojando la servilleta en un zafacón cercano. El asintió y tomó las llaves de mi auto. Caminaba en silencio a mi lado, y sentí como su mano rozó la mía sin querer. Nos miramos y sonreímos, bajando la mirada medio sonrojados.—Dame las llaves, yo conduzco.
Niall dijo que se iba a ir acostado en el asiento trasero, así supuse que se quedaría dormido fácilmente. La música estaba bajita, y el camino fue un poco largo por el tráfico. Unos cuarenta y cinco minutos más tarde estábamos frente a mi casa.
—Nialler, ya llegamos—dije mientras me giraba. El no hacía señales de responder ni despertarse.
Me bajé del auto y le di la vuelta al auto. Abrí la puerta que estaba contra los pies de Niall y halé uno de estos, hasta que sus dos pies tocaron el suelo. En un movimiento me enredé con sus piernas y caí hacia adelante. Con mis manos pude sostenerme para no estampar mi rostro con el suyo. El había despertado en el momento en que había caído y una de sus manos me había agarrado por la cintura.
Nos miramos durante unos minutos más, que parecieron interminables. Y me besó, me atrajo hacia sí. Pero solo fue por unos cuatro segundos, nos separamos, abriendo los ojos. Me separé automáticamente de él, dándome un fuerte golpe al subir la cabeza.
—¿Pensabas sacarme arrastrando o qué?—preguntó burlón.
—¿Eh?—moví la cabeza. El estaba allí, restregándose los ojos con sus manos. Y yo estaba ahí parada, confundida. ¿Había soñado despierta? Demonios… y yo que lo había sentido tan real.
—Algo así—sonreí de lado, tratando de olvidar lo anterior.
Entramos a la casa y vimos a los chicos apoderados de los sofás y de la televisión, acostados en toda su extensión sobre los acolchados cojines y haciendo zapping.
Zayn estaba con medio cuerpo fuera del sofá, él era el que pasaba los canales buscando algo digno de ver. Me incliné sobre el respaldo del sofá y decidí molestarlo un poco.
—¡Zayn, hola!—grité en su oído, haciendo que se cayera.—¿Qué haces en el suelo?—pregunté inocentemente, impulsándome con mis brazos para saltar sobre el respaldo y caer sentada en el sofá, ahora apoderándome yo del control remoto.
—Nada, solo escuchando el plan que tienen las hormigas para conquistar el mundo—dijo con sarcasmo.
—¿Las hormigas pueden hablar?—preguntó estúpidamente Louis.
—¿Sabes Lou? A veces no sé si eres o te haces…
—¿Ser qué?—preguntó confundido.
—Nada—lo ignoré sonriendo. Zayn volvió a acostarse en el sofá pero con su cabeza recostada en mis piernas.
—Qué cómoda eres—dijo arrebatándome el control.
—Qué amable eres—obviamente me miró mal por mi sarcasmo. Minutos y minutos pasaron luego de cambiar canales, y me estaba aburriendo. Jugaba con el cabello de Zayn, que ahora se encontraba despeinado, y parecía estar haciéndole cosquillas, porque se removía.—Me aburro—dije quitándome de debajo de Zayn de golpe, haciendo que casi se cayera del sofá, de nuevo.
—¿Y por eso tienes que maltratarme?
—No te maltrato. En cambio, si hiciera esto—lo golpeé con un cojín—, eso sí sería maltrato.
—Ven aquí pequeña demonio—dijo persiguiéndome. No supe en qué momento, pero ya tenía a cuatro chicos persiguiéndome por toda la casa. Quedé acorralada entre la puerta corrediza que dirigía hacia el patio.
—No hay escapatoria—dijo Louis con voz maléfica. Zayn me cargó sobre su hombro como si fuera un saco y Liam abrió la puerta corrediza. Luego, Harry me tomó por los brazos y Zayn por los pies y me balanceaban peligrosamente, amenazándome con tirarme a la piscina.
—¡No!—grité cuando me soltaron y caí dentro del agua, causando que salpicara. Salí rápidamente echándome el cabello hacia atrás. Ellos se reían. Entraron a la casa y cómo no, cerraron la puerta. Negué con la cabeza y me caminé un poco, levanté la cabeza, comprobando que ahí se asomaba el balcón de nuestra habitación. Subí por una de las enredaderas, ayudándome de una de las ramas de un árbol cercano. Pronto aterricé en el balcón. Por suerte, la puerta estaba abierta.
Destiny no se encontraba en la habitación. Me quité los shorts que estaban pegados a mis piernas. Luego me quité la blusa que era algo holgada, pero que ahora estaba pegada a mi abdomen como una segunda piel y exprimí mi largo cabello oscuro.
—Den, traigo algunas película…—me giré rápidamente. Niall se encontraba en la puerta con unas películas en sus manos, mirándome fijamente y ruborizado. El ya me había visto en ropa interior, en el reto. Y había confianza, pero él evitaba mi mirada. Me reí suavemente y alcancé una toalla, rodeé mi cuerpo con ella.
Me ruboricé al pensar que si él hubiera entrado segundos más tarde, hubiese existido la posibilidad de que no tuviera nada puesto.
—Eh…—carraspeé—puedes acomodarte, espérame un momento—tomé un pantalón deportivo gris y una remera verde clara que rezaba FREE con letras grandes y grises y ropa interior de color blanca.
Después de cambiarme, pasé el secador hasta que mi cabello estuviera seco. Cogí la ropa mojada y la dejé tendida en la barandilla del balcón para que los últimos rayos del sol la secaran. Volví a la habitación y Niall había puesto una película, la que reconocí al instante. Era Marley and me.
—¿Acaso quieres verme llorar?—dije tumbándome en la cama, a un lado de él.
—¿La has visto?
—Claro, ¿quién no? Lloré como bebé la primera vez que la vi.
—Sí, también Liam—reímos.
Nos reímos más por tonterías que decía el rubio que por la película misma. Momentos como esos son los que conservaría cuando tuvieran que irse en una semana.
Niall se había quedado dormido tumbado boca abajo a mitad de la película. Yo estaba a su lado, en la misma posición. Su cabeza descansaba sobre sus brazos que estaban cruzados. Acaricié con cuidado su cabello, que lo había dejado crecer, y estaba ligeramente más largo. Mis dedos se deslizaron por su mejilla, por el borde de su mandíbula, y él se removió entre sueños.
—¿Por qué Niall? ¿Por qué haces que sienta esto por ti?—murmuré mientras apagaba la televisión mientras volvía a recostarme a su lado, pero esta vez, boca arriba. Sentí una mano tomaba la mía. Era de Niall. Pero él estaba inconsciente, así que no la aparté. Y cerré los ojos, imaginando por un momento que no éramos tan solo mejores amigos.
—Ustedes se van en seis días, ¿Cierto?
—Sí—afirmó Liam.
—¿Por qué no vamos de acampada? Aprovechemos estos seis días antes de que vuelvan a trabajar.—Conozco un lugar al que fuimos con nuestro colegio, hay un lago muy bonito. ¿Se apuntan?
—Yo sí—dijo Liam al instante.
—También—dijeron Louis y Hazza al mismo tiempo.
Los demás asintieron segundos después.
Des y Lou se encargaron de los permisos con nuestros padres. Liam y Harry fueron a comprar la comida necesaria y Niall y Zayn me ayudaban a cargar todo los equipos de acampada.
Una hora más tarde, fuimos a empacar la ropa que necesitaríamos, no mucha por supuesto. Destiny se puso sus shorts de color blanco, junto con una blusa morada oscura que se anudaba al ombligo, dejando el resto a la vista y se puso sus sandalias. Le trencé el cabello y luego se puso sus gafas.
Sobre mi bikini, me puse unos pantaloncitos de color coral, y una blusa blanca con rayas azules que tenían unas gafas de color coral dibujadas. Esta blusa, como la de Destiny dejaba a la vista una porción de mi abdomen. Dejé mi cabello suelto y terminamos de meter la ropa restante en el bolso que compartiríamos las dos. Bajamos unos minutos después y los chicos, vestidos de acuerdo a la ocasión, ya metían los bultos en la Jeepeta que mi padre nos había prestado. El auto era de tres filas, así que cabríamos perfectamente.
Liam de piloto, Destiny de copiloto, para indicarle el camino. Harry, Zayn y Louis iban en los asientos traseros y Niall y yo en los de la tercera fila. Íbamos cantando y haciendo locuras durante la primera media hora, luego, a los tres revoltosos les venció el sueño y durmieron uno arriba de otro, momento que Des aprovecho y les tomó una foto con el celular de Liam y la subió a su Twitter.
Des hablaba en voz baja con Liam, al parecer con el que mejor se había llevado de todos, ignorando lo que pasaba detrás. Yo observaba como Niall jugaba Temple Run en su iPhone, mientras yo trataba de distraerlo para que perdiera.
—Basta—dijo riendo.
—Me aburro, y tú tienes como tres horas jugando eso—me quejé, alejándome de él, fingiendo enojo.
—Ven aquí—dijo dejando su teléfono de lado, inclinándose sobre mí. Quedó sobre mí, aplastándome.
—No me refería a eso Niall, me aplastas.
—Oh, ¿en serio?—dijo haciéndose el inocente.
—¡Niall! Me mordiste—dije riendo, alejándolo de mí.
—Sí, eso hice. Y te gustó—dijo levantando las cejas varias veces.
¡Sí! ¡Me encantó!
—Sí, cómo no—dije con sarcasmo omitiendo lo que mi mente gritaba. Recostó su cabeza en mi hombro y nos tiró una foto con su celular, la cual subió a Twitter segundos después.
En la radio, que estaba a un volumen más bajo, se escuchaba Moments.
Niall cantó su solo en voz baja, justo a mi oído.
—Cantas hermoso, ¿lo sabes?—le dije sinceramente, sonriendo.
—Eh… gracias—dijo. Al momento noté su inseguridad.
—¿Qué? Piensas que no…—él levantó su cabeza de mi hombro.—Parece que voy a tener que probártelo, a ver si así entiendes. Algún día, ya se me ocurrirá cómo probártelo—dije sonriendo, maquinando un montón maneras de hacerlo. Pasé un brazo por sus hombros y el volvió a recostarse sobre mí.
Cuarenta y cinco minutos más tardes estaban todos dormidos, incluyendo a mi hermana, así que terminé diciéndole yo a Liam la dirección, y a pesar de hablar en un tono alto, nadie se despertó. Pronto aparcamos en un terreno llano.
—Es hermoso—dijo Liam antes de bajarse.
—Niall, despierta—le di un empujoncito para que despertara. Sus ojos se abrieron lentamente.
Liam comenzó a desmontar todo del maletero para que pudiéramos salir. Niall subió su asiento y bajó. Me ayudó a bajar tomándome por la cintura. Mi blusa se había levantado y sus manos calientes tocaban la piel de mi cintura. Me sonrojé y me alejé un poco. Abrí la puerta de los asientos traseros para despertar a los demás. Nada.
—¿Les echamos agua?—sugirió Liam.
—No. Ya sé—dije. Abrí la puerta del conductor y encendí la radio, que estaba bajita. Sintonicé una emisora de rock y subí mucho el volumen, cosa que hizo que se sobresaltaran, maldiciendo.
—Zayn, por Dios, ¿dónde aprendiste esas palabras?—dijo Liam pareciendo indignado, para después reírse.
Una más tarde las carpas estaban hechas y los chicos se refrescaban en el lago. Me quité la blusa y el pantalón, y dejé la ropa sobre la pila que habían dejado los chicos y me senté en una de las sillas plegables a disfrutar del sol.
—¿No vienes?—preguntó Niall todo mojado, con el pelo escurriéndole agua. Me bajé las gafas hasta posarlas sobre el puente de mi nariz y noté que el me miraba fijamente, me sonrojé.
—Quería disfrutar del sol…—sin avisarme, me cargó sobre su hombro, haciendo que mis gafas se cayeran al suelo. Yo pataleaba, pero no me soltaba, y sentía su tacto en mis muslos, haciendo que mi piel se erizara.
Nos metió al agua, zambulléndonos a los dos. Subimos rápidamente a tomar aire, y al hacerlo, quedamos muy juntos, haciendo que nuestros labios se rozaran y miles de corrientes eléctricas se apoderaran de mi sistema nervioso.
Última edición por Amelia el Jue 27 Dic 2012, 8:20 am, editado 1 vez
Amelia
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