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♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
Capítulo 9
Un estallido de risas de detrás de la pantalla de papel nos hizo saltar. Era fácil de olvidar que estábamos en un lugar público, encerrados sólo en una ilusión de privacidad. Ahora me preguntaba si había hablado lo suficientemente fuerte para que los otros comensales me escucharan a través de la delgada pantalla.
Ajusté mi posición sobre el cojín. Joe no se movió. Su cuerpo, reclinado hacia atrás contra los cojines y la pared con su pierna rota derecho a un lado, dijo “Relájate”. Con sus dedos, congelados y medios inquietos en su rodilla buena, dijo: “No se supone que las personas me pregunten eso. Ya sea eso o han sido disparado a través de la pantalla de papel”
El no estaba sangrando. Pero empecé a ver su punto acerca de alcanzar una aguja y luego dejarlo ir, porque honestamente, ¿qué harías tu con una aguja? Él era un pez de seis pies de alto fuera del agua detrás de una mesa miniatura. Incluso cabizbajo, sus hombros eran anchos, su cabeza estaba incluso con la mía, y sus piernas tomaron todo el espacio frente a él. No me sorprende que el accidente lo hubiera partido. Si él era demasiado grande para la mesa tatami, el era demasiado grande para el Miata de Mike.
“¿Ellos no lo saben?” dijo, luego aclarando su garganta.
“Incluso Keke y Lila no lo saben, y ellos lo saben todo”
El rió amargamente “No pertenecía allí, si eso es lo que quieres saber. Pero aprendí una cosa o dos. Si algún día quieres vender Crack, yo te puedo mostrar cada posible lugar en donde esconderlo”.
Me encogí “No, te estoy preguntando por qué fuiste”
“Pensé que tú sabías” dijo categóricamente. “¿Por qué lo sabría yo?”
“Tu madre me defendió”
El mesero volvió y colocó platos rectangulares con pequeños platillos en frente de nosotros. Después de que se fue, hice lo que Joe hizo, vertió salsa de soya en uno de los platillos.
Joe hábilmente atrapó a un bloque de atún crudo con los palillos y lo sostuvo en mi dirección. “Pruébalo”
Sacudí mi cabeza y me concentré en balancear la pieza de atún entre los palillos. No era buena en esto. Y
odiaba arruinar el hermoso diseño del plato, perfectos círculos unidos de arroz encerrando puntos de color rosa y verde. Finalmente sumergí uno en salsa de soya, masticándolo y tragándolo, dándome tiempo de pensar. “No sabía que mi mamá te defendió”
“Por supuesto que lo hizo. Ella es una defensora pública. Mi padre seguro que no pagaría por un abogado. Y él era el que quería que yo fuera a detención”
“¿Por…?” Me alegraba de que estuviéramos comiendo. Mirábamos nuestra comida en vez de nosotros mismos. Esa debía ser la clave para que Joe y yo tuviéramos una conversación. La conversación era tan pesada que ni siquiera podía saborear lo que comía, pero era un pequeño precio para algo que me moría por saber.
“Fui a detención juvenil porque huí” dijo.
Pensé que lo había mal entendido. “¿De casa?” clarifiqué. Frunciendo el ceño a mi salsa de soya.
“Si. Huí de casa. Como lo haces cuando huyes de casa a los seis años porque tu papá no te dejó ver Scooby - Doo”.
La historia no tenía sentido para mí. Empecé a comprender que quizás Joe mantenía un orientador, y que probablemente el veía esta tersa conversación como una forma de “Abrirse”. Pero yo necesitaba sacar cada detalle de él “¿y por qué fuiste enviado a detención juvenil por eso?”
“Mi padre le preguntó al juez si podían enviarme. Tu sabes, para enderezarme de una vez por todas”. En su tono amargo, reconocí un recuerdo de su padre llamándolo marica. Me había deslizado por un trampolín para encontrarme debajo un nido de serpientes.
“Enderezarte. ¿Que estaba mal en ti?” lo imaginé hurtando, fumando hierba. Una persona que no pasara tanto tiempo a su alrededor quizá sospecharía estas cosas ahora, como un estudiante de último año. Él tenía esa inquieta personalidad, esa arrogante expresión en sus cejas. Pero él nunca haría nada para arruinar su oportunidad de nadar. Y de vuelta al noveno grado… como yo lo recordaba, él era incluso menos probable de lucir como un delincuente. Riendo y siendo cruel, el todavía no había desarrollado su meloso sarcasmo. Recordé estar sorprendida cuando alguien me había dicho que Joe Jonas estaba en detención juvenil, no fuera por alguna gripe.
“Oh! Pfff...” hizo un gesto con los palillos en el aire, cambió de nuevo a la voz de su padre “¿Qué no estaba mal en mi? Leo demasiado. Quiero nadar en vez de querer juegos para hombres fuertes como el futbol. Y mi padre no me pudo convencer de unirme a la Infantería Marina”.
“¡A la Marina! ¿Tú?”
“Exacto” sus manos se movieron en el aire en frente de él. “El me reclutaría en mi cumpleaños dieciocho si eso fuera todavía posible. Pero sé que no soportaría a las personas diciéndome que hacer y de hecho tener que hacerlo. En un submarino. Donde fui atrapado” Aun agarrando los palillos en su dedo anular y en el meñique, los dedos índice y pulgar cerrados alrededor de una garganta imaginaria. Luego sus manos cayeron a la mesa en derrota, sumergiéndose y hundiéndose.
Me reí, porque una parte de mi quería creer que él estaba bromeando.
No lo estaba. Me cubrió con una mirada de enojo “Mi hermano actúa mitad muerto desde que volvió de la marina, como si él hubiera sido lobotomizado”.
Luego su expresión enojada cayó. El comprendió lo que había dicho. Lobotomías y otros tratamientos para enfermedades mentales eran unos de los temas de los que no queríamos hablar.
La clave era evitar mirarnos. Miré hacia mi plato de nuevo, deslizando un rollo de atún en salsa de soya, esperando a que él fuera a seguir el ejemplo.
“¿Por qué huirías lejos?” pregunté bruscamente, deslizando un pedazo en mi boca.
“Mi padre me golpeó” sus dedos golpearon dos veces su rodilla, doblemente más rápido que el ritmo de la banda de rock japonesa susurrando sobre la voz de la multitud. “Siento poner todo esto sobre ti. Nunca nadie había preguntado”.
Nunca nadie se atrevió a hacerlo. Pensé. Puse mis palillos sobre el plato. A lo largo de la escuela siempre había sido buena para resolver problemas y buena escuchando. Pero no estaba segura de poder manejar la aguja en la que me tambaleaba “¿Todavía sigue golpeándote?” susurré.
“No, soy más grande de lo que solía ser” su voz estaba apretada. La mano en su rodilla se detuvo “De todas formas, fue en este tiempo raro. Cuando mi mamá murió, Kevin todavía estaba en los alrededores, y los tres estábamos bien”.
“Fue justo después de que Kevin fuera enviado al Golfo Pérsico que mi padre y yo descubrimos que no teníamos nada en común. Nada” Golpeó los extremos de ambos palillos en el plato, luego les dio la vuelta y golpeó de nuevo, considerando su último bocadillo de sushi. Lo puso en su boca y masticó lento “Ocho meses para graduación”.
Tomé mi vaso de agua “Por la graduación” Chocamos nuestros vasos y tomamos, mirándonos.
“Bueno” dije “No tenía ni idea de que fuiste a detención ni que mi madre fue tu abogado. Ella es muy seria con el privilegio abogado-cliente. Estoy segura de que ella tiene suciedad de la mayoría del pueblo, pero yo ni siquiera he oído ni pío acerca de ello”.
“¿No te habría dicho ella que estaba defendiendo a tu pareja para el baile?”
Nos miramos. La mirada en su cara era una que yo reconocía. Era la mirada que me dio justo después de rodar sus ojos hacia mí. La expresión que Keke era tan buena imitando.
“¿No le dijiste a tu madre que éramos pareja para el baile de bienvenida?” el suspiró.
Me moví en mi asiento. “No recuerdo exactamente. Eso fue hace tres años”.
Fue su turno de mirarme hasta que mi mirada bajó. Una ceja negra levantada, hasta que confesé.
“Si yo no le dije,” dije rápidamente “No fue por ti. Me sentía desgarbada. No involucraba a mis padres en mi vida social cuando no lo necesitaba. Me sentía avergonzada de esa clase de cosas”. Todavía, hasta la noche del lunes “Y cuando volviste y actuaste como si yo no existiera, yo no poseía las cualidades sociales para ir hacia ti y demandar que había pasado”.
“Estaba enojado contigo porque fuiste al baile con Carey Lewis”. Pensando en eso, si lo había hecho. Yo ni siquiera recordaba el nombre del chico. Su familia se había mudado a Alabama poco después. Ellos estaban asustados de los huracanes.
“Tú te habías ido” dije “Ni siquiera me notificaste. Lo único que sabía era, que habíamos terminado. Como si nada hubiera pasado entre nosotros”.
El puso sus palillos en la mesa y se inclinó hacia atrás contra la pared, enfrentándome. El lucía tan herido que pensé en dar marcha atrás a lo que había dicho-y comprendí que sonaba un montón a lo que le había dicho el sábado en la mañana”.
“Si te hubiera notificado” el dijo pausadamente “Habría llamado y dicho “Hey ____, no seré capaz de llevarte al baile de bienvenida porque estaré entre rejas” ¿Habrías salido conmigo después de todo?”
Pensé NO, dije “Ni siquiera me diste la oportunidad”
“Tienes razón. No lo hice. Yo era excelente juez de carácter. Porque tres años después, sigues estando en contra de mi, y reteniendo el ser contratado como salvavidas en el parque de tu papá”. El alzó ambas cejas, retándome a negarlo.
En la semana desde que mi madre había hecho lo que hizo, nunca me había sentido con tantas ganas de llorar.
Tragué y me incliné sobre la mesa “Joe” susurré “Sé que tienes muchas razones para estar enojado conmigo. Pero por favor no le digas a nadie sobre mi mamá”
El parpadeó “No lo haré”
“Si no por mí, por ella, porque ella fue tu abogado. Tal vez no una exitosa abogada, ya que fuiste a retención…”
“Ella me consiguió una sentencia ligera” interrumpió “Pudo haber sido mucho peor”
“Por favor”
“Dije que no lo haría” repitió mirándome sombríamente. Separé mis labios y tomé aliento para agradecerle.
“Entonces” dijo antes de que pudiera soltar las palabras “Hemos hablado acerca de tu madre, lo cual dijimos que no íbamos a hacer. Hemos hablado de nosotros, lo cual nosotros definitivamente no íbamos a hacer. Tú no me has preguntando nada acerca del accidente. Y tú sabes lo que eso significa. Tú me has traído en una cita. Y a Brandon no le va a gustar, porque como todos sabemos, Brandon es tu novio”
¿Porque estábamos de repente devuelta a esto? Me senté de vuelta en mis tacones y solté un chillido de frustración “Yo no te entiendo”
Él tomó un trago de agua “Yo no te entiendo a ti” él dijo sin mirarme.
“¿Hemos estado aquí sentados por siempre? ¿Cómo obtengo la cuenta?” me volteé para mirar por el establecimiento, a las otras personas teniendo verdaderas citas y con menos drama.
“No hay cuenta. La anfitriona me ama”
“Oh, Yo quiero pagar” Abrí el bolso para sacar una tarjeta de crédito “Te dije que te iba a invitar, y voy a pagar” y por Dios que lo haría.
Joe alcanzó la esquina de la mesa para tomar sus muletas y se preparó en ellas, luchando por levantarse. Para ese entonces reconocí el dolor en sus ojos.
Arrojé cinco dólares para la mesera, por lo menos, y me apresuré alrededor de la mesa para ayudar a Joe “Aquí” tendí mis manos hacia él.
“No necesito tu ayuda” apoyó el hombro contra la pared para deslizarse en ella, pero ahora había dejado caer una muleta. Él fue por ella pero en su lugar tomo mi muñeca.
Los dos nos detuvimos y nos miramos mutuamente. Su gran mano estaba cálida y sólida y fuerte rodeando mi muñeca. Su cara se volvió roja. Diciéndole Boo a Mike haría que su cara se volviera roja, pero Joe no se sonrojaba por nada.
En este instante, Joe era mi novio.
“Okey” torcí mi muñeca fuera de su amarre y me incliné para tomar la muleta caída. Ya he obtenido un novio –Brandon- y yo no necesitaba otro. Yo no era de esas.
Seguí a Joe con sus muletas mientras bajaba lentamente las escaleras y cruzaba el comedor. Me quedé cerca de él mientras intercambiaba unas pocas palabras de un japonés roto con la anfitriona en la puerta. Caminé junto a él por la acerca hacia el Benz, terminando más cerca de él para dejar pasar a parejas riendo, todos ellos dándome el tiempo de pensar en él burlándome de mi misma.
Yo tenía que quedarme con Brandon, tenía que hacerlo. Brandon era la única cosa buena que tenía en mi vida en esos momentos, y la única cosa que tenía perfecto sentido. Si yo rompía con el solo porque Joe Jonas tenía un encaprichamiento conmigo por alguna razón y lanzaba pelea de celos, yo era una tramposa, una que dormía con un novio al que no amaba, y estaba loca.
El problema era, yo estaba loca. Estaba empezando a verlo ahora. Porque cada momento en el que Joe se quejaba de mí saliendo con Brandon en lugar de él, yo quería estar de acuerdo. Y eso dolía.
En el auto, nos sentamos en silencio hasta que doble por la autopista hacia la calle principal a través del pueblo. Joe murmuró “Las cosas iban tan bien”
Lo ignoré y seguí manejando. Durante el verano yo habría manejado a través de las callejuelas detrás de los edificios o en los puentes entre las entradas, recordándome a mi misma cuan tenue era nuestra ciudad en el océano y tierra cambiante. Yo me hubiera desviado a la izquierda y luego a la derecha a través de un laberinto de casa en la playa, cubiertas de flora acaloradamente perfumadas, solo para evitar la zona. La carretera principal que atravesaba la ciudad a estas horas estaba llena de turistas que estaban en la ciudad, comiendo cocina Tahití, mirando a los que estaban en la orilla de la playa, aprovechando el ingreso de la luz en la caída del sol en Deslízate con Clyde. Los turistas ya se habían ido, el horario de apertura se había ido, Deslízate con Clyde cerrados, las aceras vacías. Lo más rápido para llevar a Joe lejos.
“No sé por qué sucedió esto” Joe dijo.
“Lo que quieres decir es, Lo siento ____”
“Lo siento mucho ____” Dijo inmediatamente.
Doblé en el camino hacia el muelle, y me di cuenta de que podría estar manejando hacia el camino equivocado.
“Quieres que te lleve hacia tu casa o…”
“El muelle está bien. Tengo algún papeleo que hacer para el negocio. Mi padre no puede hacer las cuentas”
“Pero tu tampoco puedes hacer las cuentas” Calculo era la única materia que no compartía con Joe. Él estaba en una clase con un nivel más bajo y aún no alcanzaba las notas para la Sociedad Nacional de Honor, el cual era probablemente el porqué estaba tan desesperado de obtener una beca deportista.
“Vengo por lo honesto” dijo mientras me detenía en el muelle.
Yo esperé.
Él esperó.
El motor estaba corriendo. ¿Quería él que me bajara y le abriera la puerta? Miré directamente hacia las luces en las calles hasta que mis ojos se humedecieron.
Y después el estaba abrazándome. Medio abrazándome, realmente, porque yo no le abracé de vuelta. Su mejilla descansando en mi hombro y su mano alcanzo cruzar mi pecho hacia mi lado más lejano “Ok, Que tengas un gran momento” dijo sarcásticamente.
Me apretó fuertemente y me dejó ir, deslizándose fuera y dando un portazo.
Pronto comprendí que debía manejar a casa o él regresaría y me preguntaría porque estaba todavía sentada allí.
Pero por unos minutos disfruté el hormigueo residual ondulando a lo largo de mi piel como las luciérnagas sobrantes en verano, apareciendo y disparando en la oscuridad. Lo vi pasar bajo la farola, desapareciendo en el brillo.
Un chico que era tal amenaza para mi salud mental y mi felicidad no debería de ser tan alto.
EN INGLES LA MAÑANA SIGUIENTE. Él estaba cojeando en el receso, evitando mis ojos. Esto me sorprendió. Después de la noche pasada había pensado que tenía la ventaja y que él vendría temprano a clases para molestarme. Yo necesitaba que él me molestara. No había obtenido ninguna información nueva sobre la lesión. Necesitaba tratar de nuevo. Visitaría el Bug en el depósito de chatarras. Si eso no lo hacía hablar, nada lo haría.
Robé una mirada fija a los asientos asignando, buscando a espías mirándome. Keke y Lila estaban lejos cruzando la habitación. Stephanie era una junior así que ella no estaba en esta clase. Y Brandon en ingles AP sería un desastre, un siervo en la carretera. Aun así, escribí la nota en una hoja completa de papel y se la pasé a Joe desdoblada así las personas alrededor sabrían que no tenía nada que ocultar. Negocios del equipo de natación. Te necesito otra vez después de práctica.
Consideré poner un por favor o una carita feliz pero los deseché ambas. Eso sería admitir que tenía segundos pensamientos acerca de exagerar cuando él se había vuelto contra mí. Especialmente después de que él me contó de su historia acerca de su familia como un marlín eviscerado en el muelle.
El pasó de vuelta el papel con una nota garabateada debajo de la mía.
NO
Mi cara quemó tanto como si él me hubiera llamado mocosa malcriada en público. Pero las personas alrededor de nosotros no se reían sobre eso. Era algo sobre la Sra. Northam zumbando sobre E. M Forster.
En frente de mí. Joe se movió. Los rizos negros subiendo por su cuello, y pude captar un poco de su bronceado cuello. Mi adrenalina subió. El se estaba volteando para susurrar que él quería ir conmigo, pero que no podía después de práctica porque tenía que encargarse de un pulpo. ¿Quizá él iría después?
Él no se volteó. Inclinó la cabeza hasta que el cuello apareció, luego encogió sus hombros. El puso su codo sobre su mesa y su barbilla en la mano, escuchando la lectura de la Señora Northam.
No tan rápido. Escribí en la hoja y luego se la pasé de vuelta. Este momento el no lo agarró cuando toco su hombro, así que di una pequeña lanzada y espere a que cayera en su mesa y no en el piso.
Esa no es la respuesta correcta.
El levantó su mano. Sin esperar a que la Sra. Northam lo notara la interrumpió “Señora Northam, ____ me está distrayendo”. El aula explotó en risas. Calculé como cuanto este incidente sería distorsionado para el tiempo que llegara a Brandon.
“____” la Sra. Northom llamó. “Cualquiera que sea el problema, tal vez estés más cómoda en otro asiento. Haría que Joe se moviera pero él tardaría una hora”.
“Oooooh” dijeron algunos de los chicos. Yo no pensé que esta fuera una línea particularmente buena de la Sra.
Northom, pero los chicos dirían ooooh prácticamente a nada.
Mientras me levantaba, cogí el papel de Joe al menos que quisiera que cayera en las manos equivocadas, y traté de calmarme antes de que alguien notara mi pánico. Las personas probablemente pensarían que Joe y yo estábamos teniendo otro desacuerdo acerca del equipo de natación. Nadie sospecharía que la novia de la estrella del equipo de futbol estaba teniendo un enamoramiento con el chico que fue a retención juvenil. Y que el chico que fue a retención no estuviera devolviendo el favor.
Mientras caminaba de la habitación de casilleros de la mujer hacia la terraza de la piscina para la práctica, Joe se levantó y salió cojeando hacia mí en sus muletas. "Déjame hacer eso por ti." Miré abajo a mi portapapeles. "¿Por qué?" Todas las noches registraba los tiempos de carrera cuidadosamente con lápiz, trazándolos en bolígrafo, pasándolos a la computadora en casa, y, finalmente, enviárselos por correo electrónico al entrenador con instrucciones sobre cómo descargar, porque se le olvida todo el tiempo.
“Soy un jugador del equipo” Dijo Joe sin expresión “Tú tienes una entrevista mañana a la cual tienes que entrenar, y yo estoy sentado aquí. Además, ¿no confías en mi?”
No, pensé. Soltando el portapapeles.
El deslizó hacia abajo sus pantalones.
Bueno, toma dos. Con las muletas todavía empujó firmemente en sus axilas. El desabotonó la cinturilla de sus pantaloncillos cargo con una sola mano. Le doy un vistazo a su ropa interior. No solo una banda gris sino una banda gris escrito Boxers, desaparecían mientras el portapapeles se lo deslizaba sobre ellos.
Cuando da media vuelta y cojea de vuelta hacia las gradas, vi como tenía sentido el llevar el portapapeles en los pantalones en esa manera. Su mochila no estaba alrededor. Él necesitaba las dos manos para sus muletas. Y para moverse, pasó su pierna sana hacia delante sin desplazar la pelvis, por lo que el portapapeles quedó en su lugar.
Estaba rodeada de chicos en traje de baño. Había nueve de ellos aquí, y yo llevaba un traje de baño. ¿Y me pongo caliente y molesta cuando Joe Jonas me muestra su ropa interior? Esto era un testimonio de lo triste de mi vida sexual con Brandon.
Yo no había visto que Joe le diera un vistazo a mi cuerpo casi desnudo, pero desde luego, yo tenía mis ojos sobre sus pantalones. Existía una remota posibilidad que el truco del portapapeles fuera para coquetear conmigo.
Lo seguí hasta las gradas y me senté junto a él.
“No” dijo él, pretendiendo estar absorto en los números de las hojas del portapapeles.
“Quiero ir al depósito de chatarra para darle a Bug una última vuelta, pero no sé dónde está el depósito de chatarra”.
“Puedes ver en la guía telefónica” el levantó una hoja para ver la segunda página de los tiempos. “¿No tiene el Mercedes un GPS?”
Miré hacia la piscina. Todo el mundo estaba aquí incluyendo Stephanie, quien parecía estar hablando profundamente con otra junior, pero tú nunca lo sabías. No podía tener la oportunidad de tocar la rodilla de Joe.
Podría tocarlo para tenerlo a mi lado para el juego el viernes por la noche, pero eso era antes de sentirme culpable por mis fantasías.
Estudié el lado de su cara, la sombra de una barba recién apareciendo a través de su bronceada piel, el final de su cabello negro rizado rodeándole las orejas.
“Por favor” le dije.
Se volteó y miro abajo hacia mí. Sus ojos verdes tomándome. Lucían amigables. Quería caer dentro de ellos, aún cuando yo sabía que la siguiente cosa que el dijera no sonaría como si fuéramos amigos.
“Apenas me hablaste cuando me dejaste la noche pasada” me recordó.
“Me dormí en ello” le dije. Esto no era del todo cierto, pero si lo fue en el estadio de béisbol. Yo había perdido el sueño en ello. “Hablar de un cambio de corazón. Estabas todo apologético ayer por la noche, y ahora tú duramente hablaras conmigo. Además el silencio sepulcral no es tu modus operandi. ¿Qué sucedió?”
El entrenador apareció del edificio luego, soplando su silbato. De mala gana me puse de pie y me dirigí a la piscina.
“Me dormí en ello” Joe dijo detrás de mí.
La práctica fue larga. Necesitaba encontrar alguna forma de que Joe fuera al depósito de chatarra conmigo. Al mismo tiempo, estaba determinada a nadar mejor hoy al contrario de mi desastre el día de ayer. Mientras me tomaba una dosis recomendada de Tylenol, mi cabeza ni siquiera dolía ahora así que no era excusa.
En el medio de un relevo individual de 400, con Stephanie por delante de mí, necesitaba un estimulo de algún lugar. Entonces tomé de adentro de mi misma todo lo que había estado ocultando por una semana y un día.
Tomé de esa rabia hacia mi mamá y nadé directo hacia la sensación de ahogarme. Lo sostuve con fuerza y lo dejé impulsarme hacia adelante a la marcha. Estaba tan enojada con mi papá como lo estaba con mamá, y eso me hizo seguir con el nado de espalda.
Brandon me empujó hacia el nado de espalda. ¿Quien ha oído hablar de un novio de último año que pone obediencia en sus padres de estudiar algebra por encima de tener sexo con su nueva novia? Esta ha sido una madura y responsable decisión de su parte, pero seamos realistas.
Y el último pero no el menos importante allí estaba Joe, que ha estado arruinando mi vida. Si no hubiera sido por Joe confundiéndome acerca de mis lealtades y prioridades. Yo no hubiera estado enojada con Joe en primer lugar. Joe me hace sentir insatisfecha con Brandon, Joe debería pagar. La fuerza de ese enojo me envió a través de la libertad tan rápidamente. Me sentí fuera de control, en una montaña rusa volviéndome salvaje.
Era una buena sensación. Cuando toqué la pared para el tiempo final, estaba desilusionada de que la pasión hubiera terminado.
“Muy cerca de explotar, Commander” el entrenador gritó. Golpeando el aire con su puño. Unos segundos después, cuando las otras chicas tocaron la pared, salieron a la superficie, y vieron lo que yo había hecho, gritaron “Buen Tiempo” Incluso Joe desde las gradas con los pulgares arriba antes de anotar el tiempo en el portapapeles.
“Eres asombrosa” Lila dijo entre alientos en la vía a mi lado “¿Cuál es tu secreto?”
“Si le dijeras a Lila, dejaría de ser un secreto” Keke me advirtió desde el otro lado. Keke y Lila habían estado peleando todo el día. Yo no tenía ni idea del por qué. En mi estado normal yo hubiera profundizado en el problema y ya lo hubiera resuelto para ahora.
“Si Keke se callara, no sería tan perra” dijo Lila.
Keke cruzó a través de mi carril hacia el de Lila para abofetearla. El entrenador sonó su silbato y los chicos se dirigieron hacia la piscina. Ian observó a las gemelas lanzarse entre ellas por un tiempo, luego dijo a nadie en particular “Limpieza en el vía dos”.
Abrazándome a mi misma contra el viento – pero no hacia tanto frío como había estado haciendo en los últimos días, pero nada se sentía tan frío como cuando estaba mojada –me paré justo donde Doug y le dije “Quiero que vayas conmigo al depósito de chatarra. Te lo he pedido amablemente y no tienes ninguna razón para decir que no”.
Él me dejo allí goteando, esperando, mientras él escribía unas cuantas veces más. El tiempo suficiente para que yo mirara a las chicas del otro lado de las gradas dándole a Joe un amplio escaneo. Me sentí autoconsciente de estar hablando con él a solas.
Finalmente dijo tranquilamente “No creo deberíamos pasar más tiempo juntos al menos que yo tenga una oportunidad contigo”.
Me estremecí, un movimiento tan grande que él lo vio. Sus ojos se encontraron con los míos. Luego miró hacia debajo de nuevo al portapapeles, mirando los tiempos.
“Estoy saliendo con Brandon” le dije a su cabizbaja cabeza.
“¿Realmente?” preguntó sin mirar hacia arriba.
“¡¡¡Sí!!!”
“¡Te voy a imprimir una tarjeta de bolsillo cada vez que necesites decir eso, así puedes guárdate tu voz!”
“¿Puedes laminarlo?”
Finalmente el sacudió su cabeza y alzó una ceja hacia mi “No tientes tu suerte”
El entrenador sonó el silbato. Al parecer los chicos lo habían decepcionado con sus trabajos de piernas débiles (o con la pobre demostración el sábado pasado sin Joe) así que todos los chicos tenían que entrar a la piscina con flotadores. Me aparté lejos de Joe, tomé un flotador, y me sumergí en el agua. Tenía un montón de rabia para impulsarme. Yo tenía un plan de investigación que reevaluar.
Finalmente la práctica terminó. El entrenador nos dijo que nos iban a aniquilar en la competencia mañana en la noche porque nosotros teníamos mala actitud (en conclusión: porque Joe estaba fuera) el entrenador sopló su silbato y entró de vuelta al edificio.
Arrastrando mi flotador conmigo, me escondí bajo tres divisiones flotantes y alcancé el carril de Mike antes de que él se escapara de la piscina. Ya había decidido que si no podía llevar a Joe al depósito de chatarra, le preguntaría a Mike lo que había sucedido esa noche.
Cuando salí a la superficie, Mike me vio por el rabillo del ojo y medio volteó, luego se dio cuenta de que era sólo yo. El asumió que me dirigía a alguna otra parte. Y luego, cuando le dije: "Oye, Mike," en realidad él saltó.
"Lo siento" dije, riendo así que el pensara que era perfectamente normal para los chicos saltar cuando las chicas se les acercaban. Me le había aparecido a él bajo el agua. "No hemos tenido la oportunidad de hablar desde el accidente. Después de cambiarnos de ropa, ¿visitarías el Bug en el depósito de chatarra conmigo? Me pregunto si fue fundido el Miata en el accidente y el camión de remolque los arrastro lejos en una sola pieza".
Mientras lo miraba. Mike desarrolló una quemadura severa “No puedo” dijo.
Me acerqué con menos agresividad como pude, prediciendo que él se pondría de un color tan rojo como este. Y yo no lo iba a dejar ir. Puse mi espalda en el borde de la piscina de modo que había que pasar por encima de mí para poder subir, cosa que él no haría. “Vamos” dije “Joe y yo fuimos a cenar para hablar del accidente y eso fue nada“ Mentira.
“Mike tiene una cita” Lila dijo, caminando hacia las gradas con una toalla en su cabello “Conmigo”.
“Está bien” dije. Traté de ocultar mi asombro de Mike teniendo una cita, Lila teniendo una cita, Mike y Lila teniendo una cita “Diviértanse”.
“Se valiente y pregúntale a ____ que es lo que necesitas, Mike” Keke gritó desde la puerta del cuarto de casilleros “Ella tiene un descuento en cuanto los tamaños de preservativos”.
Yo no estaba segura si el resto del equipo que estaba por la piscina entendió la sucia broma de Keke, pero yo la entendí. Y Mike lo entendió. La quemadura de Mike se convirtió en una bien hecha para una langosta. Y Lila lo entendió. Salir en una primera cita- no solo una primera cita con un cualquier chico sino la primera cita nunca- era lo suficientemente incómodo. Pero el tener a tu hermana gemela bromeando ¿de qué necesitabas un preservativo porque tú ibas a tener sexo en la primera cita? Qué humillante.
Espera un minuto. Yo había tenido sexo con Brandon en la primera cita. ¡Pero al menos yo no tenía una hermana que estaba bromeando con el chico acerca de eso! Lila evitando nuestros ojos frunció el ceño “discúlpenme” murmuró, corriendo hacia el vestuario en sus pies descalzos, poniendo una toalla a su alrededor. Un segundo después se oyó gritos través de las paredes de la escuela de ladrillos resistentes a los huracanes.
“No puedo darte un preservativo” le dije a Mike “Deje mis preservativos en el Bug”. Me empujé a mi misma sobre el borde, sacando mi gorro y mis gafas de protección, y goteaban mi camino hacia Joe.
Le atrapé. Él me había estado observando, y cuando caminaba hacia él, no miró hacia abajo lo suficientemente rápido. Me senté junto a él en las gradas y me deslicé en su contra, mojando la cadera de sus pantalones cortos y dejando un parche de color rojo brillante en el lado de su descolorida camiseta roja.
Él estaba ocupado escribiendo algo en la hoja superior. Decidí ser desagradable y apoyé mi cabeza mojada sobre su hombro para ver lo que estaba garabateando. Un corazón con B.M. + _._. en el interior.
“Tú no deberías provocar peleas” dijo Joe “Es malo para la moral del equipo”
“Dame eso” murmuré, quitándole el portapapeles. Cuando tuve problemas para tomar otro aliento, me di cuenta de lo cansada y estresada que estaba. Con un esfuerzo respiré tan profundamente como podía a través de mi nariz y dejé escapar un largo suspiro con los ojos cerrados. “Realmente quiero que vengas a deposito de chatarra conmigo” le digo.
“Y yo realmente pienso que no deberíamos pasar más tiempo juntos”.
Ya no sabía qué hacer. Lo necesitaba para que fuera conmigo así para que yo pudiera descubrir algo sobre el accidente. Y admito, que aunque supiera algo sobre el accidente yo inventaría cualquier excusa para pasar tiempo a solas con Joe.
Abrí mis ojos y le dije la verdad “Estoy saliendo con Brandon...”
El deslizó afuera su billetera de su bolsillo trasero, sacando una tarjeta imaginaria, y tratando de pasármela a mí.
Le golpeé los dedos con los míos. “Pero en algún momento en el futuro, si las cosas no funcionan entre Brandon y yo…. Y no quiero decir que tu tendrías una oportunidad conmigo, porque eso suena como que soy un animal de peluche rosa y naranja en la feria del condado por el tu pagaría un dólar cincuenta para lanzarle dardos”.
Rodó los ojos. Luego se me acercó. El resto del equipo había fluido hacia los vestuarios por ahora. La cubierta de la piscina estaba vacía. Nadie lo vio corriendo el dedo medio a través de mi frente, trazando lo que quedaba de la contusión. Todos los pelos se me pusieron de punta cuando metió un mechón mojado detrás de mi oreja y susurró: "Eso es lo suficientemente bueno para mí."
Julieta♥
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
Wowwwww Capii largooo!!!! Lo ameee! Presiento que ya vienen el beso! Pero lo necesito de verdad! Cuando la rayis se va dar cuenta q no quiere nah con Brandon?
Siguelaaa
NO TE PERODONO por dejarla asi!
Mujerrr siguelaa!
Casii me muero Cuando joe le metio ewl mechon de cabello detr la oreja y ZAS tu me la dejas asi?????
Siguelaaaa
Definivamenteee soy adicta a esta nove!
Siguelaaa amoo como escribes!
SIGUELA
Att: tu mega fiel lectora! <3
Siguelaaa
NO TE PERODONO por dejarla asi!
Mujerrr siguelaa!
Casii me muero Cuando joe le metio ewl mechon de cabello detr la oreja y ZAS tu me la dejas asi?????
Siguelaaaa
Definivamenteee soy adicta a esta nove!
Siguelaaa amoo como escribes!
SIGUELA
Att: tu mega fiel lectora! <3
Yhosdaly
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
Capítulo 10
Caminé lentamente en círculo alrededor del escarabajo, y luego alrededor del Miata.
Examinando el diagrama de los restos que había dibujado en el portapapeles, me apoyé en el Miata. Salté de nuevo cuando crujió y se movió. “Entonces, vi al ciervo y tiré el volante hacia la izquierda”. Sostuve el portapapeles frente a mí y lo moví a la izquierda como un volante.
Joe se encogió de hombros como pudo, mientras se apoyaba en sus muletas en la maleza del depósito de chatarra. Le dio una palmada a un mosquito.
“Mike, desde el otro lado, visualizó al mismo tiempo a los rumiantes y trasladó el órgano de dirección hacia la izquierda”.
“Estoy escuchando”, insistió Joe.
Puse mi mano suavemente en el aplastado panel frontal del Miata. “Parece que los dos giraron a la derecha de forma automática. Como conductor, tú tratarías de chocar de tu propio lado antes que del lado del pasajero, ya que eres el responsable”.
“No vayamos a eso”, dijo Joe, sacudiendo la cabeza. “Era de noche, llovía, las calles estaban resbaladizas. Había un ciervo de mierda, por amor de Dios. No recuerdas el accidente, por lo que tienes que confiar en mí. Yo lo recuerdo, y ni siquiera podría decirte quién cambió el volante a dónde. Todo sucedió muy rápido. Ciervos, BAM., y se acabó”.
Desanimada, dejé caer el portapapeles. Y no sólo porque Joe no me podía dar detalles sobre el accidente. Quería detalles acerca de él, también, y él me dejaba frustrada en todo momento. Una de las pocas cosas que sabía a ciencia cierta acerca de él era que él y Mike se odiaban mutuamente. Cada vez que se encontraban sentados uno junto a otro en la van del equipo de natación, hacían un movimiento para alejarse. Y ahora sonaba como si estuviera defendiendo a Mike.
”¿Qué es esto?”, preguntó cojeando hacia el coche al lado del escarabajo, protegido por una lona. Levantó una de las esquinas de la cubierta para revelar el brillo de pintura metalizada de color rojo.
“Mierda santa, es un Porsche 944 de 1987”.
Me aventuré más cerca.
“Pensé que no sabías nada sobre coches”.
“Pero soy hombre, y reconozco un Porsche 944 de 1987 cuando lo veo”.
De la reverencia de su voz, me di cuenta de que este coche era algo especial. No me pareció gran cosa, sin embargo. “Eso es un trabajo de pintura”.
“Sí, probablemente es una de las razones por las que un Porsche está en un depósito de chatarra. Ese color definitivamente no se encuentra en la naturaleza”. Luego me sonrió. “¿Quieres ir al estacionamiento?”
"Ja, ja, ja", le dije con nerviosismo.
Chasqueó los dedos. “Dijiste a Mike que dejaste tus condones en el escarabajo. ¿Los quieres?”
“Ah, bien”, dije pasando a la parte delantera del escarabajo (el motor estaba en la trasera). Giré la llave en la cerradura, pero no se abrió –lo que no era sorprendente dado que el guardabarros derecho estaba destruido.
Empujé y tiré. “Gracias por acordarte de los condones”, le dije mientras me esforzaba. “¿Tienes planes?”
En respuesta, dejó caer las muletas, me empujó a un lado, y lanzó todo su peso en forzar el capó abierto.
“¡No lo rompas!”, supliqué.
Él me miró.
“Bueno, tienes razón”, admití. El escarabajo estaba deshecho.
Con un gemido de Joe y el coche, el capó se abrió. Parpadeé para contener las lágrimas al ver mi prístino baúl que había cubierto de alfombras nuevas del almacén de restos un par de semanas antes. El espacio de adentro estaba cóncavo. Pobre escarabajo. La caja de condones se había deslizado a la pared posterior. Traté de alcanzarlos y caí dentro del baúl. Joe puso su mano en mi espalda para equilibrarme. El paquete de condones de repente fuera de alcance y extrañamente difícil de sujetar. La cálida mano de Joe quemando a través de la piel de mi espalda. Cuando no pude perder más tiempo sin ser dolorosamente obvio, agarré la caja y me retiré del baúl. Muy lentamente la mano de Joe se deslizó por mi espalda, debajo de mi camisa, hasta mi sujetador.
Me volví hacia él.
Él me miró, sin absolutamente ninguna expresión en su rostro, mientras sus dedos recorrían mi espalda hasta fuera de mi camisa. “¿Qué?”, preguntó inocentemente, desafiándome a que mencionara a Brandon de nuevo.
“Creo que debería sacar todo de mi coche antes que sea triturado en cubo de metal y se pierda para siempre”.
Dejé caer la caja de condones a sus pies, me alejé de él y corrí hacia la puerta del conductor, que se abrió fácilmente. En el piso y debajo del asiento del conductor, no había nada. Tuve problemas para introducir mi cabeza en el espacio entre el tablero de instrumentos del lado del pasajero y el asiento, pero, una vez que lo hice, no vi nada. La guantera, permanentemente abierta con la fuerza del choque, estaba vacía. Nada de esto me sorprendió. Yo tenía un coche muy limpio, a diferencia del Datsun de Keke y Lila, que estaba hasta las rodillas de envoltorios de caramelos. Incliné el asiento hacia delante y me deslicé en la parte posterior.
Joe empujó el asiento del conductor en su lugar y se sentó, gruñendo un poco al subir al coche.
"¿Buscas algo?"
“Medio esperaba encontrar mis pendientes de diamantes aquí”, admití yo, mi voz ahogada contra el piso
alfombrado. Me enderecé y sacudí el pelo de mi cara. “Los llevaba la noche del accidente, y no los he visto desde entonces”.
Estiró la mano hacia delante y abrio el cenicero del tablero. Los diamantes brillaban en su interior.
"¡Eureka!" Apoyándome en el espacio entre los dos asientos delanteros, recogí los diamantes. Mis dedos chocaron con un inesperado bache, y me incliné para mirar. El cenicero se había caído al tocarlo. Uno de los pendientes estaba torcido. La misma fuerza que dobló un arete de platino había hecho también de las suyas en la pierna de Joe en el coche de Mike. Era un milagro que todavía tuviera una pierna. Pero Joe no necesitaba que se lo recordara, así que tragué mis náuseas y sonreí.
“¿Cómo sabías que mis pendientes estarían en el cenicero?” “En los coches viejos con ceniceros, todo el mundo pone cosas en ellos”. Miraba a los pendientes antes que a mí, y extendió su mano. Los coloqué suavemente en su palma, mi mano acariciando su piel brevemente antes de llegar más lejos.
Él se acomodó en la ventana y arrojó fuera los pendientes.
"¡Joe! ¡Muévete!" Golpeé el respaldo del asiento para que me dejara salir. “Puede ser que necesite cambiar el engarce, pero estoy segura de que las piedras están bien”.
"¿Quieres decir que son reales?" Su voz se quebró cuando abrió la puerta y cayó a medias afuera.
"Por supuesto que son reales." Di un paso por encima de él y escaneé el suelo arenoso. Por suerte no habían desaparecido bajo el Porsche. Los recogí de la arena y me volví.
Se había sentado de nuevo en el asiento del conductor, con la puerta abierta, los pies en el suelo fuera del coche, pálido y enfermo.
“Parece que acabas de ver un fantasma. ¿Percocet te trata bien? O… Aquí, los encontré.” Le tendí los pendientes para que los viera, en caso de que estuviera pensando en pagarme por perderlos. Yo nunca haría a alguien hacer algo así.
Se pasó el dedo medio a lo largo de las cejas, como si fuera el único con dolor de cabeza. “Acabo de tener una idea. ¿Crees que podrías conseguir un par de miles de dólares por ellos? Podrías venderlos y utilizar el dinero para un coche más nuevo que tu padre aprobaría”.
“Es una gran idea”, admití. “No puedo hacerlo, sin embargo. Mis padres me regalaron estos pendientes”. Los dejé caer en mi bolsillo.
“¿No te permitirían venderlos? ¿Incluso para conseguir algo que necesitas más? Yo no podría presentar este tipo de argumento lógico a mi padre, pero apuesto que tú podrías hacerlo con los tuyos”.
"Quiero decir, son la última cosa que mi mamá y mi papá me dieron juntos, antes de que se separaron el verano pasado." Yo estaba tirando de ambos lóbulos de las orejas, lo cual me hizo marear. Puse mis manos hacia abajo.
Frunció el ceño ante mí. “¿Por qué no has estado dando vuelta el mundo al revés en busca de tus pendientes de diamantes de verdad?”
Me encogí de hombros. “Me figuré que volverían. Como mi virginidad”. Se echó a reír. Me reí con él, pero sobre todo quería verlo reír. Él se sonrojó como un niño de verdad y se limpió las lágrimas de las esquinas de sus ojos como una persona real.
No podía dar un paso más, porque Brandon era mi novio. Pero yo quería reír con Joe, abrazar a Joe. Una pequeña parte de mí quería ser de Joe. Por sobre su risa, le dije: “Dime cómo la perdiste tú. ¿Fue con esa chica de Destin?”
El sol brillaba en sus ojos, por lo que el verde parecía transparente, como mirar en las aguas poco profundas y ver el cambio en la arena por debajo, miró por encima de mi hombro al Porsche, pero yo sabía que veía a la chica de Destin. Le tomó la mano, y chapotearon en el océano juntos. Puso sus brazos a su alrededor y sostuvo su cuerpo estrechamente en el agua caliente hasta que la marea entró. A última hora de la tarde se secaron y se dirigieron a la ciudad, vagando por las tiendas de regalos trampa para los turistas, y maravillándose de las esculturas de los piratas, que podrían ser elaboradas de cáscaras de coco en la actualidad. Le compró una hamburguesa y compartieron un batido de leche en la Sirena a la Plancha. Tratando de actuar despreocupada y playera, ella había sido tan tonta como para caminar descalza por las aceras calientes. Se cortó un dedo del pie en una concha del pavimento. Él la llevó a cuestas a su jeep en la oscuridad. Se dirigieron al parque playa de la ciudad, e hicieron el amor. Era la primera vez para los dos, que estaban enamorados uno del otro y que significaba algo.
Parpadeó y miró directamente hacia mí.
Tragué saliva y traté de decir suavemente: “¿Qué pasó con ella?”
"Mike le dijo que había estado en detención de jóvenes."
Asentí con la cabeza. "Eso es lo que he oído, pero nunca supe por qué hizo eso". Se encogió de hombros. "Creo que a él le gustaba ella o alguna mierda así. No puede hablar con una chica por sí mismo, así que tiene que robársela a alguien más”.
Asentí con la cabeza otra vez, como si yo fuera un buen oyente. No es como si yo fuera un oyente muy interesado en sacarle información.
“Aunque hasta entonces tú y Mike habían sido amigos cercanos, ¿no?”
“Correcto”, dijo Joe con cuidado. Él sabía que yo estaba tramando algo.
“Y desde entonces, apenas han hablado uno con el otro”.
“Hasta el choque, sí”.
Dependiendo de lo que hubiera sucedido la noche del viernes, mi pregunta siguiente podría mostrar que tenía amnesia. Me estaba quedando sin opciones para descubrir la verdad. Decidí confiar en él.
“Entonces, ¿por qué viajabas en el coche de Mike?”
Se me quedó mirando. No una mirada que me abriera un agujero en la cabeza, o una mirada perdida por encima de mi hombro, sino una mirada con ojos grandes de sorpresa. Con los profundos ojos verdes y las pestañas negras tan largas, nunca me había mirado más caliente. Y yo nunca me sentí más lejos de él, porque él me imaginaba afuera. O no.
“¿Cuando chocamos?” se preguntó, como si hubiera quedado momentáneamente confundido más que boquiabierto.
Golpeé mi pie. Una nube de arena fina se elevó alrededor de mi sandalia. “Sí, cuando chocamos”.
Frotó las manos en sus muslos y miró a su alrededor en el depósito de chatarra, de repente incómodo.
“¿Sabes como Gabriel siempre dice que no se va a embriagar, conduce a una fiesta y luego se emborracha?”
Asentí con la cabeza.
“Dejé mi Jeep en la escuela y fui a la fiesta con Gabriel para poder conducir su Honda a casa después. Luego podría caminar hasta la escuela por mi Jeep.”
Eso tenía sentido. Joe nunca bebía mientras entrenaba. Se desempeñaba como conductor designado para la gente todo el tiempo. “¿Pero?” Le pinché.
“Pero alguien me llevó a casa a Gabriel más temprano y Mike era la única persona que podía llevarme de regreso a la escuela para recoger mi Jeep.”
“Así que tú y Mike se dirigían hacia el norte”, reflexioné yo. Lo que significa que cuando chocamos yo estaba conduciendo hacia el sur, hacia la playa. Hacia casa. Brandon dice que no estaba con él. ¿Dónde podría haber estado?”
“Es un misterio”.
Lo miré. El sarcasmo constante era una cosa. Yo podía con eso, porque me sentía como si le hubiera hecho daño cien veces, aunque no podría decir por qué. Pero que se burlara de mí acerca de esto… Fue demasiado para soportar
Atrapando mi mega caja de condones y envolviendo los brazos alrededor de ella, caminé por el depósito de chatarra hacia el Mercedes.
Detrás de mí oí el ruido de la puerta del escarabajo. Me di cuenta por el chirrido del metal y el golpe que la puerta había caído de sus goznes, pero no me volví.
"____", llamó.
Me detuve entre una antena de TV y un montón de sillas de ruedas. Lo difícil de confiar en ____ era que tenía que estar en su lado bueno para que no dijera a todos en la escuela acerca de mi madre, a pesar de su promesa de no hacerlo. Yo no caminaba de espaldas a él, pero sí con la caja de preservativos frente a mí como un escudo. Lo esperé para maniobrar por el camino estrecho y sinuoso a través de la chatarra. La tarde no estaba cálida como suele estar en Florida, pero cuando se paró con las muletas frente a mí, dos gotas de sudor se soltaron de su cabello y corrieron por su mejilla.
“No me di cuenta de cuánto habías perdido la memoria, ____. ¿Por qué no me lo dijiste?”
“¡Porque perder la memoria parece una locura! Al igual que mi mamá.”
Inclinó la cabeza a un lado, como si mirarme desde un ángulo diferente ayudara. “Esto no es nada como lo de tu mamá”.
“Se siente lo mismo”.
Transferí la caja a mi cadera, y mordisqueé la uña de mi pulgar –algo que normalmente no haría porque arruinaba la manicura y proyectaba debilidad, decía mi mamá.
Finalmente estaba hablando de esto con alguien. Aún si se trataba de Joe Jonas.
"Mi papá me dijo que era lo mismo. Él amenazó con encerrarme con ella si le arruinaba su viaje a Hawaii."
Joe cerró los ojos, pareciendo dolido. Sacudió la cabeza. Luego se apoyó en una muleta e hizo girar la punta de goma de la otra en el suelo, uno de los muchos trucos que había inventado en los últimos días. Mirando la muleta que giraba en lugar de mí, me dijo:
“Dijiste que no recordabas el accidente. Pero te acordabas de mí sacándote del coche. Y me recordabas llamándote niña malcriada”
Yo me reí. “Recuerdo todas las cosas buenas”.
Dejo de hacer girar la muleta y me miró.
“Por eso yo estaba confundida cuando ayer por la mañana actuaste como si estuviéramos juntos”, le expliqué.
“No recuerdo lo que pasó en la sala de emergencias”.
Se me quedó mirando.
"¿Así que…?”, le sugerí.
No dijo ni una palabra.
“Entonces, ¿qué sucedió?” insistí.
"No te preocupes por eso", dijo ásperamente, casi dándome un codazo cuando cojeó en sus muletas junto a mí hacia el Mercedes. Lo vi pasar, mi cara y mi pecho quemando de rabia en el calor del sol, sin poder creer que me había ignorado. Rodeó el Mercedes y ejecutó el proceso de cinco pasos de entrar en un coche con muletas.
Fue entonces cuando corrí hacia él. Corrí con toda mi fuerza, como si estuviera nadando mariposa, impulsada por la furia. Abrí de golpe la puerta del lado del conductor y tiré la caja sobre el reposacabezas al asiento trasero. La caja golpeó la ventana de atrás y algunos condones se salieron cuando la caja cayó en el asiento y después al suelo.
"¡No te preocupes por eso!" Grité. "¿Qué carajo, Joe?”
Tenía los brazos cruzados, la cabeza contra la ventana, los ojos cerrados. “Bien…”comenzó.
Me deslicé en el asiento del conductor y cerré la puerta tan fuerte como pude. “Ya te he dicho…”
“Okay…”dijo él, sin abrir los ojos.
“…esto es realmente importante para mí…”
“Sí…”
“¡Y no es justo que retengas información!”
“Lo que pasó fue que te dije que te amaba”. Sin mover su cuerpo o su cabeza, abrió los ojos y me dirigió una mirada que decía es así.
Puse en marcha el vehículo y retrocedí cuidadosamente fuera del estacionamiento del depósito de chatarra. O, retrocedí cuidadosamente de entre las chatarras de coches donde lo había estacionado. No podía decir si los otros coches aparcados fuera de la oficina funcionaban o no, pero el Mercedes desde luego parecía fuera de lugar entre ellos. Joe movió los hombros lejos de mí y miró por la ventana.
Me tomó hasta que pasamos la escuela secundaria y maniobraba por la plaza, para decir: “Me resulta difícil creerte”.
”Gracias” dijo secamente.
Manejé por la autopista, hacia la playa y el muelle, desconcertada. Yo le creía. No tenía ninguna razón para mentir. Yo simplemente no podía imaginarlo.
Nos tumbamos juntos en la hierba húmeda, y él dijo: “____, lo siento por llamarte niña mimada, y te amo”.
Teníamos las manos unidas entre las camillas en la sala de emergencias. Él besó mis dedos, susurrando: “Nunca te habría llamado niña mimada, y por cierto, te amo”.
Cuando me volví a la carretera de la playa le pregunté: "¿Yo te lo dije también?”
“Tú lo dijiste en primer lugar”.
Se sujetó contra el asiento y la puerta, ya que el coche chocó sobre la acera. Di un volantazo para dirigirlo de nuevo al camino, los ojos como dardos a izquierda y derecha con la esperanza de que el oficial Jonas no estuviera mirando desde su coche policial.
“Joe”, dije finalmente exhalando. “No sé qué hacer. Espero que me des un tiempo para reflexionar sobre esto.
Quiero decir, estoy saliendo con Brandon”.
Golpeó la cabeza contra la ventanilla. “¡Ay, por favor, no hagas eso!”
Extendí mi mano para tocar su cabeza. Incluso moví los dedos, pero no fue suficiente. Bajé mi mano. “No quiero perderte. Me doy cuenta que no te tengo, pero no quiero perder esa oportunidad. Como has dicho, quiero tener una oportunidad contigo”.
"¿En serio?"
"Sí," dije, "pero no en este mismo segundo. Porque yo estoy saliendo con Brandon…"
"¡Jesús!"
"Y yo no quiero ser una tramposa".
"¡No estamos casados, ____!", gritó Joe. "Todavía. Sólo tienes que esperar. Esa es la clase de jodido pensamiento que te hará casarte con Brandon Moore”.
Traté de reír, pero se trataba más de un ahogado grito de asombro. "¡Tengo diecisiete años!"
"Mi punto, exactamente”.
Podía sentirlo mirándome, pero no me atreví a volver la cabeza por miedo a salirme de la carretera de nuevo.
Detuve el coche en el muelle, y le dije tan agradablemente como pude, dadas las circunstancias: “¿Está bien aquí? Igualmente podría dejarte en tu casa. ¿Tienes trabajo para hacer?”
"Sí." Él abrió la puerta y se impulsó hacia fuera, apoyado en el coche.
"Bueno, espera. Todavía es temprano. Podríamos tomar una hamburguesa y hablar un poco más. ¿Tienes un montón trabajo?"
"Las pilas, y luego tengo que limpiar la cubierta de percebes y raspar el arco." Cerró la puerta y abrió la parte trasera para deslizar las muletas afuera.
"Lo digo en serio," le dije por encima del hombro. "Tenemos que hablar de esto o se va a pudrir".
"¿Qué nos queda por hablar?", Exigió. "¿Por qué no decir" estoy saliendo con Brandon diez veces más rápido para acabar de una vez? Cuando eso cambie, entonces, tienes mi número”. Cerró la puerta.
Yo debería haber conducido a casa, calentar una comida congelada, terminar la tarea, seguir leyendo para inglés y ver la tele hasta que me quedara dormida. La idea de esa noche en mi casa retorcía mi estómago. En los últimos días, había tenido más y más problemas concentrándome en la tarea, en inglés o incluso en la televisión.
Nunca estuve sola. Joe y Brandon se situaban en la periferia de cada habitación, frunciéndome el ceño con los brazos cruzados. Y, por supuesto, realmente estaba siendo vigilada por mi papá y sus cámaras indiscretas. En cambio, manejé treinta minutos por la carretera hasta el centro comercial de Destin, compré la cena, y me la comí en el patio de comidas al aire libre mientras trabajaba en cálculo. Si no podía estar a solas conmigo misma, lo siguiente mejor era rodearme de una multitud feliz que tenía serias dudas sobre qué regalos comprar y qué ropa ponerse. Me quedé allí, bebiendo un refresco de dieta, haciendo los problemas extra de cálculo de la parte posterior del libro, hasta que un grupo de compradores pasó por tercera vez y dijeron algo acerca de mí porque me había sentado en la misma mesa haciendo cálculos todo el tiempo. Me fui de compras. No necesitaba nada.
Nunca quise nada. Mi mamá siempre tuvo que convencerme para comprar ropa nueva para aparentar
organización y confianza ante el mundo. Ella se encargaba de su horario para no tener que ponerse al día con el trabajo en la tarde del sábado, me sobornaría con un Frapuccino de Starbucks, y me traía aquí. Así que es más exacto decir que esta vez, en lugar de ir de compras, caminé a través de las tiendas, inhalando sus olores familiares. Mi tienda favorita olía un poco como a moho. La de al lado a perfume de vértigo, un producto químico que me había lavado el cerebro con la compra de algo más allá de mi zona de confort habitual. Leggings de macramé. No caí en la trampa esta vez, pero podía haberlo hecho con mi mamá trabajando en eso también.
La chica de ventas sonrió con signos de dólar en sus ojos, dijo que me reconocía por otros viajes de compras, y preguntó dónde estaba mi madre. No estaba siendo maliciosa, me dije una y otra vez mientras nadaba por el amplio estacionamiento con farolas de una milla de alto para el Mercedes, tratando de llegar a esa balsa salvavidas antes de que me ahogara, luchando por mantenerse en superficie. La de las ventas de pollo no sabía nada de mi mamá. Nadie lo sabía, nadie más que yo, y mi papá, y el oficial Jonas y Joe.
* * *
¿Bebé, sigue en pie lo de natación esta noche 18:00?
No debería haber enviado el texto antes de Inglés. Ahora tendría que esperar a que la clase terminara para dar sonido al teléfono de nuevo y ver si Brandon había contestado. Habíamos dejado nuestros teléfonos fuera durante la clase, o serían confiscados. Una pecera en el mostrador de la oficina de la escuela se movió al vibrar los teléfonos. Y no habría tenido que fulminar con una mirada tan dura la parte posterior de la cabeza de Joe. De alguna manera, sabía que no había oído de Brandon desde el sábado. El sabía que este mensaje a Brandon era un acto de desesperación. Brandon no daba una mierda por mí, lo habría jurado.
Cuando sonó la campana, arrebaté mi mochila e hice clic en el teléfono. Ningún mensaje.
Joe no se volvió. No había encontrado mis ojos durante toda la clase. Pero miró sobre su hombro, mirando, tratando al mismo tiempo de parecer que no estaba mirando. Si yo hubiera sido un poco actriz, me habría ocupado de lo mismo, tecleando en el teléfono componiendo una respuesta falsa para responder falsas preguntas de Brandon. Pero no pensé en esto hasta la clase de historia. Por último, durante el descanso, cuando ya Joe había cojeado fuera de la habitación, por lo que ni siquiera importaba, tuve respuesta de Brandon:
Me alegra que me lo recordaras. Le diré a Stephanie
Para que me lleve, terminé por Brandon. Sin duda, él solo quería decir que le diría que lo llevara en el coche.
Salté del bloque al agua, y me deslicé hasta el preciso momento en que debía impulsarme con mayor rapidez.
Entonces rompí el deslizamiento y di patadas por todo. Estaba peor, con mi rabia por mi mamá, y mi mamá, y Brandon, y Joe empujando detrás de mí.
Tenía razones frescas para estar enojada con Brandon. Stephanie Wetzel lo había llevado al encuentro, por supuesto. Y lo había visitado en las gradas en varias ocasiones. En un momento en que levanté la vista de la piscina de olas hacia él, lo atrapé bebiendo de su Coca Cola, para, que a continuación, pasársela de nuevo a ella. En ese momento me prometí que iba a ganar los 400 metros –cosa que nunca había hecho antes. Por lo general me situaba sexta, o menos. Me gustaría recuperar la atención de Brandon. Le haría sentir el orgullo que yo sentí por él cuando lo vi anotar un touchdown. En realidad no lo había visto el viernes anterior porque Joe me distrajo, pero me gustaría estar segura de verlo este viernes.
Y tenía una razón nueva para estar enojada con Joe como si no tuviera razones suficientes ya. Después de su show de preocuparse por el equipo de ayer, había pasado la mayor parte de esta noche enviando mensajes de texto en su teléfono. Me pregunté si estaba muriéndose de risa hasta caer rendidos al suelo con otra chica de Destin que no sabía que había estado en detención juvenil. Habría decidido que no valía la pena la espera.
Todo eso me llevó a la primera vuelta en tiempo récord. Entre brazadas no podía levantar la cabeza lo suficiente para ver el reloj en la pared, pero sentía como el agua fresca dejaba escapar mi piel más rápidamente que nunca, y los polluelos de Crestview y Niceville en los carriles a ambos lados no estaban a la vista. La ira es una cosa hermosa.
Me impulsé duro de la pared. Cada vez que tomaba un respiro, oía a Joe gritar mi nombre. Increíble que yo pudiera seleccionar una voz desde el centenar de gradas y alrededor de la cubierta, sobre todo cuando mis oídos estaban llenos de agua. Si pensó que gritarme haría recargar mi ira y hacerme nadar aún más fuerte, estaba funcionando.
Entonces se me ocurrió que a Brandon no le gustaría nada que Joe gritara para animarme hasta enronquecer.
Decidí que Brandon no era tan celoso como yo había pensado. Brandon había compartido una Coca Cola con Stephanie Wetzel. A Brandon en realidad no le importa una mierda de mí. Mi saque fue de gran alcance, todo mi cuerpo sincronizado. Más enojada y furiosa, me gustaría ganar esta carrera.
En el siguiente turno, me di vuelta hacia la pared. Algo me agarró, como los zarcillos fríos de la resaca que te enganchan en el océano. Me agarró, y no me soltaba. Grité debajo del agua, tragué agua de la piscina y traté de alejarme aunque no sabía hacia qué dirección. La cosa me agarró otra vez, atrayéndome contra el costado de la piscina. Sin embargo, ahora me di cuenta, por la calidez del sol poniente, de que mi cabeza estaba fuera del agua. Tragando aire, subí mis gafas y me encontré cara a cara con mi madre.
Julieta♥
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
:O qué?1 como ahahahah me confundí!
pobre rayis!!!
tienes que seguirla Juli si?!! (:
pobre rayis!!!
tienes que seguirla Juli si?!! (:
helado00
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
Yo tambien me confundi! Hahahaah
Muero x saber que sigue!
Viste ambos se confesaron que se aman!
Siguela.
Siguelaaa
Amoo como escribes!!!!! *-*
Siguelaaa
Muero x saber que sigue! Quiero q joe y la rayis se besen aunq sea :(
Att: tu mega fiel lectora!
Muero x saber que sigue!
Viste ambos se confesaron que se aman!
Siguela.
Siguelaaa
Amoo como escribes!!!!! *-*
Siguelaaa
Muero x saber que sigue! Quiero q joe y la rayis se besen aunq sea :(
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Yhosdaly
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
Capítulo 11
""____" jadeó. Estaba tumbada boca abajo sobre la cubierta de la piscina. Con ambos brazos alrededor de mi espalda, ella todavía me presiona hacia ella, en el duro cemento de la piscina. "Oh Dios, ____, ¿estás bien?"
Aparté el hecho de que ella estaba acostada en un lugar público, ella probablemente parecía normal a las otras personas allí. Ella lucia como las otras mamás en sus trajes de atletismo, sólo que con una mejor figura. Pero yo sabía la diferencia. Normalmente ella se habría puesto a sí misma magnífica. Ningún chándal, de ninguna manera.
Jeans de moda con un top apropiado para su edad. Su maquillaje habría sido inmaculado. Ella no llevaba puesto ninguno. Su pelo rubio y largo fue tomado en descuido en una cola de caballo. Entonces me di cuenta de algo extraño en su flequillo, algo que nunca había visto antes en ella. Canas.
"Respira", dijo. Su agarre apretando a mí alrededor. Los nervios en sus brazos flexionados. "Déjame oírte respirar."
"Mamá, estoy bien." Entre jadeos dije esto en voz calma, como si mantenerlo baja, nadie se daría cuenta de mi loca madre acostado en la cubierta de la piscina aferrándose a mí. La chica de Crestview y la chica de Niceville cada una tenían ahora un codo en la pared, pisando el agua y observándonos. "Mamá, déjame soltarme. "
Ella me soltó alrededor de la espalda, pero mantuvo una mano firmemente alrededor de mi muñeca y tiró de mí. Me arrastré con una sola mano a la orilla de la piscina y me puse exactamente a su altura. El entrenador estaba justo detrás de ella, preguntándome con los ojos. Detrás de él estaba un árbitro- él debía de haber detenido la carrera, pero yo no había escuchado el silbato. Todos los nadadores se aferraron a la pared y nos miraron.
Todos los tres equipos de natación apiñados en tres paquetes de trajes de baño en tres diferentes colores, doblando sus brazos contra un viento repentino. Toda la gente en las gradas miró hacia nosotros. Brandon susurró a Stephanie. Joe estaba en el teléfono.
Le dije al entrenador, "voy a encargarme de esto." Le dije al árbitro, "renuncio, lo que sea, lo siento." Entonces me puse mi brazo alrededor de la cintura de mi madre, mojándola, pero dudo que se diera cuenta, y la conduje a la puerta del frente de la escuela. Estoy segura de que lucía un paseo extraño, porque ella todavía no había soltado mi muñeca. Detrás de nosotros los murmullos de la multitud creció. Mis ojos ardieron en lágrimas.
El segundo en el que la puerta se cerró y la gente no podía vernos, tiré de mi muñeca en su mano y me volví para enfrentarla. "¿Qué demonios estás haciendo?"
Ella parpadeó y realmente dio un paso atrás. "Tuve un sueño en el que te estabas ahogando".
Puse mis manos en mis caderas. "¿Ellos te permiten salir de un pabellón mental cerrado porque tuviste un mal sueño?"
Ella se aclaró la garganta. "Supongo que me escapé."
“Te escapaste de un hospital mental?!!” Mi voz resonó en alto por todo el estacionamiento de la escuela, sobre los coches y los pocos autobuses que se reunían alrededor de la entrada a la piscina.
Ella se encogió de hombros. "No fue una cirugía cerebral."
"Es un viaje de cuarenta y cinco minutos. ¿Cómo llegaste hasta aquí desde Fort Walton? ¡mierda! "
Esta vez ella ni siquiera parpadeó en la palabra con M, lo cual era una mala señal. "Yo tomé un taxi."
Deslicé mis manos de nuevo a través de mi cabello, o traté, y me detuve cuando sentí nada que un gorro de goma y gafas. "¿Qué voy a hacer contigo?" pregunté exactamente de la misma forma que ella me preguntó una vez en el séptimo grado cuando ella me sorprendió tratando de correr hacia la puerta para encontrarme con Keke y Lila Lee en Beach Reads usando Argyle kneesocks con pantalones cortos de gimnasia. ¿Qué debo hacer ahora?
Miré por el estacionamiento y vi un coche de la policía dirigiendose hacia nosotros.
Oficial Kevin a mi rescate otra vez.
Aparcó en la acera junto a nosotras y se bajó. "Hola, defensora" dijo.
"Hola, Kevin", dijo ella sin sonreír.
Él se acercó y se unió a nosotros como si fuéramos tres viejos amigos que había quedado verse en el desfile de bienvenida a casa. "He escuchado que están preocupados por usted en el hospital. Puedo llevarle de vuelta, o "-
Me miró tan brevemente, y luego se centró en mi madre de nuevo," ____ te puede llevar”
Mi madre asintió con la cabeza. Ningún argumento. Una mala, mala señal.
Él señaló con su pulgar hacia la piscina. "____, por qué no vas y te cambias por algo de ropa seca y nos vemos de nuevo aquí. Dile a Joe lo que estamos haciendo. "
"Está bien." Dejé al oficial kevin hacerse cargo, así tal como lo había hecho cuando yo encontré a mi madre por primera vez. Joe se apoyó en sus muletas en el interior de la puerta de la piscina. Él había llamado a su hermano para que viniera por mi mamá. Es por eso que él había hablado por teléfono durante mi prueba clasificatoria. O su hermano le envió un mensaje de texto a él primero para decirle que había una alerta fuera para mi mamá. Yo era la última en enterarse.
Pasando a Joe, en la piscina, otra competición había comenzado. Debían haber repetido la que yo había arruinado y han comenzado una nueva, porque BENNETT estaba a bordo. No estaba segura de si esta era Keke o Lila. No podía recordar el orden de las pruebas o quien estaba nadando en qué carrera. Yo lo estaba perdiendo.
A la multitud no le importaba. Ellos animaban a los competidores en el agua. Sólo unos pocos espectadores daban un codazo a sus amigos y me señalaban. Brandon se sentó en las grandas con Stephanie como si nada inusual hubiera ocurrido. Tal vez nada ocurrió.
"¿Qué pasó?" Joe preguntó maniobrando delante de mí como si él pensara que yo podría escapar también.
Saludé vagamente hacia el mundo exterior. "Ella está con tu hermano."
“¿Está ella bien?” preguntó.
“Si no lo está, tal vez pueda tener su carro”. Bromeé
Yo había caminado cinco pasos más allá de él cuando las náuseas me golpearon, y yo puedo tener su carro atascado en mi garganta. ¡Mi mamá pasaría el resto de su vida en un manicomio, y yo podría tener su carro!
Mi ropa estaba en el vestuario de las mujeres, pero me fui para el baño de una sola plaza justo al lado de la piscina para espectadores del evento. Si alguien hubiera estado dentro y hubiera estado bloqueada, no sé lo que hubiera hecho. No podía vomitar en frente de ciento cincuenta personas sobre todo lo demás. Afortunadamente, el cuarto de baño estaba abierto, vacío y frío. Yo tranquilamente cerré la puerta detrás de mí, le di al cerrojo, y eché a correr hacia el inodoro.
Vomité y vomité hasta que nada salió, se duplicó el más agudo dolor en el estómago y la insoportable nausea.
Comencé a sollozar con ello, porque detenerse el vómito no era lo suficientemente horrible. Lloré y vomité con mi cara a pulgadas de un inodoro público. Al mismo tiempo, me vi. Del otro lado de la habitación vi a una chica con problemas familiares perderlo todo en un baño público. Esa chica no era yo.
Un sonido como el fuego de una ametralladora en la pared del baño sacudió mi cabeza. Me di cuenta que era alguien llamando a la puerta de metal. "Estoy bien", dije, levantándome con la espalda recta. Yo realmente esperaba vomitar para sentirme mejor después, pero ahora sabía que nada me haría sentir mejor, nunca.
Dios, alguien paraba de golpear la puerta. "Estoy bien", le dije otra vez. Algo duro y frío se movió contra mi mejilla. Yo estaba en el suelo. Debía haberme desmayado. Tirada en el piso de un baño público en mi traje de baño mojado. Glorioso.
Poco a poco me senté. Me ayude con mis manos en el suelo, -sucio- pero mucho mejor que mi cara. Tomé dos respiraciones profundas antes de arrastrar mi espalda contra la pared y facilitar el camino para arriba, de pie otra vez, con los ojos en la puerta. Algo me dijo que el llamador persistente vendría a través de la puerta antes si me gustaba o no, y yo tenía que estar de pie cuando eso sucediera.
Efectivamente, el cerrojo se volvió por sí mismo mientras yo veía. Y probablemente yo tenía queso del piso en la mejilla. Corrí hacia el fregadero y eché agua fría sobre mi cara, sosteniéndome contra la pared así no me caería de nuevo.
La puerta se abrió solo una grieta. La señora de limpieza de la escuela se asomó dentro "¿____?"
"Oye, Sra. Roberts," dije, alcanzando una toalla de papel para secar mi cara. "Gracias por venir a ver como estaba."
Su rostro desapareció de la grieta. Joe interrumpió, haciendo la puerta a un lado. "¿Qué estás haciendo?" exigió.
"¡Buscando por privacidad!" Grité tan fuerte que me sentía mareada otra vez. "¿No puedo tener un poco de maldita privacidad?"
"No" gritó de vuelta, "no puedes desaparecer y cerrar la puerta, no cuando tu madre..."
Apreté la toalla de papel en una bola y la lancé contra él. Rebotó fuera de su pecho. La vimos rodar por el suelo.
Yo sabía que no estaba loca, yo era completamente normal, porque suprimí la imperiosa necesidad de recoger la pelota y de ponerla en el bote de basura. Yo no arrojaba basura.
"Te desmayaste, ¿cierto?", Dijo.
"No"
"Ven aquí", dijo, cambiando ambas muletas hacia un bazo y ofreciéndome el otro brazo para un abrazo.
"No," grité. "No me toques. ¡Fuera de mi camino!. "
Se sorprendió tanto que se hizo a un lado. Salí por la puerta.
Enfrenté a casi todo el equipo de natación, todo el mundo que no estaba en la piscina, temblando en un arco alrededor de mí.
Sin encontrarme con sus ojos, pasé entre ellos contra la pared del edificio y me dirigí a los vestuarios.
"Ve con ella", dijo Joe silencio.
No me di la vuelta para ver quién estaba hablando. No importaba de todos modos. Dentro del vestuario, abrí mi cerradura de combinación con los dedos temblorosos del repentino frio. Cuando volteé con mi ropa, Lila estaba allí de pie con una toalla apretada a su alrededor y los brazos cruzados para mantenerlo en su lugar, con el ceño fruncido a mí, me miraba hacia abajo sin decir una palabra. Lila o Keke o Stephanie, era todo lo mismo. Todo el mundo sabía de mi madre ahora.
Las dos sacudimos la cabeza a lo que no podía ver: Joe gritando en algún lugar del pasillo entre el vestuario de las mujeres y el de los hombres. "Brandon, vete a la mierda" Y luego" Gran oportunidad, hijo de puta. "
Los médicos podían mantener a los pacientes con muerte cerebral vivos en máquinas para el corazón-pulmón. Si ellos pudieran también conseguir que esas personas con muerte cerebral caminaran, hablaran y pudieran producir licuado de piña, esa seria yo. Yo estaba consciente de lo que estaba pasando alrededor de mí, pero mi cerebro se había apagado, y la zombi de ____ no tuvo ninguna reacción hacia Joe Jonas por llamar a su supuesto novio un hijo de puta. Me quité las gafas y el gorro de baño y la colgué de los ganchos superiores en mi armario.
Rápidamente peiné mi cabello húmedo y enmarañado. Me vestí y pase por delante de Lila todavía ceñuda a mí, hacia la piscina.
Esta vez Brandon me recibió en la puerta. Realmente, yo tampoco quería un abrazo de él, pero él tomó la puerta entera, y empujarlo para pasar por delante de él podía causar un escándalo. Me acerqué a la derecha en el frente de él. Me dobló en sus enormes brazos.
Por encima de su hombro, Joe se apoyó en las muletas, mirándome. O mirando Brandon, asegurándose de que él no se alejara de mí. Yo había abrazado a Brandon y le había ayudado incontablemente a través de amoríos todo el verano. Yo siempre había escuchado, nunca me quejé. Una vez me despertó a media noche, llamándome para quejarse de problemas de mujeres, borracho. Yo le había hablado con dulzura a él, no porque me había enamorado de él en ese entonces -que todavía no había pasado-, sino porque me preocupaba por él.
Y ahora yo sospechaba que Joe tuvo que gritar a Brandon para obligarlo a abrazarme.
Esta era la forma en cómo sería con gente de ahora en adelante, ahora que sabían acerca de mi madre.
Conté hasta diez porque me pareció un abrazo con el tiempo suficiente, luego me aparté hacia atrás y sonreí hacia Brandon. "Muchas gracias por venir. A lo mejor te vea más tarde. "
Él puso una gran mano a través de su cabello dorado "Llámame en cualquier momento", me dijo. Como si eso no fuera un privilegio automático por ser su novia. Como si me estuviera haciendo un favor.
Caminé pasando a su lado para marchar entre la piscina y las gradas, corriendo este desafío por última vez. La carrera de Keke había terminado, y ahora ella se quedó temblando con el resto del equipo. Ella y Lila podían no ser gemelas idénticas, pero su mirada con furiosa indignación era sorprendentemente similar. Mantuve mis ojos en la puerta por delante de mí.
Fuera de la puerta, vi por primera vez que el sol se había puesto. Mi mamá y el oficial kevin se habían sentado en un muro alrededor de una palmera en el frente de la escuela, iluminada por los focos de estacionamiento. Yo no podía oír lo que decían en esta distancia, pero parecía estar hablando casualmente. Los pies del oficial kevin estaban mucho más lejos en el suelo, las manos en las rodillas. Al igual que yo esperaría del Oficial kevin al sentarse en una maceta. Mi mamá debería de haber cruzado las piernas con elegancia frente de ella, e incluso negado a sentarse en una pared de cemento. Sin embargo, sus rodillas tocaban su pecho con los brazos alrededor de ellos, en posición fetal. Si ella empezaba a mecerse hacia adelante y hacia atrás antes de que llegara a ella, me dirigiría de vuelta al baño a vomitar.
La puerta sonó detrás de mí como los barrotes de una cárcel deslizándose para cerrar. "____", llamó Joe.
Me detuve y me volví hacia él.
"Iras en el coche de policías con tu mamá" dijo. "Mi hermano te llevará a casa."
Negué con la cabeza. "Ese no es el plan. Yo la llevaré. Tu hermano me dijo que podía llevarla. "
"Tú no vas a manejar hacia Fort Walton cuando acabas de desmayarte en el baño" Joe me informó.
"Yo no conduciría si yo no estuviera bien para hacerlo. ¿Qué crees que estoy loca? “Caminé a la jardinera, viendo a mi mamá con cuidado para mecerse. "Vámonos."
No miré hacia atrás para ver si ella me seguía. Kevin estaba allí con el Taser por si se resistía. Pero oí sus pisadas crujir la arena que cubría todo por aquí, incluso en el estacionamiento de hormigón. Sus pisadas se detuvieron en la parte de atrás del Mercedes. "¿Dónde está tu coche?" preguntó.
"Lo destrocé"
Ni una reacción. Ninguna. A continuación me preguntó en un tono monótono, " ¿Dónde está tu padre?" Por supuesto que ella no recordaría que él estaba en Hawaii, casándose con su amante embarazada. Mi madre estaba loca.
"Viaje de negocios." Golpeé el botón para abrir las puertas del Benz, y nos deslizamos en el interior. Mientras sacaba el auto del estacionamiento en la calle, miré en el espejo retrovisor y vi el coche de patrulla del oficial Jonas con Joe en el asiento del copiloto, siguiéndome de cerca.
Me dirigí hacia el norte y tomé la carretera que abrazaba la bahía, la vía más rápida hacia Fort Walton desde aquí. No había absolutamente nada que ver, solo el parche de la carretera visible bajo los faros, perdiéndose en una maraña impenetrable de plantas con las puntas afiladas y zarzas a ambos lados de la carretera. Si yo hubiera ido hacia el camino incorrecto, al este hacia la ciudad de Panamá, no habría sido capaz de decirlo. Todo tenía el mismo aspecto.
"¿Te das cuenta de lo que eres?" le dije.
Ninguna reacción. Se sentó como lo había hecho en todo el viaje, mirando por la ventana hacia el desierto cubierto de maleza, las manos frotando sus muslos lentamente, como si sus palmas estuvieran sudando y que necesitaba que se secaran antes de estrechar la mano de otro abogado en el tribunal.
"Eres una fugitiva del manicomio," dije. "Tú eres el blanco de cada burla jamás contada. Tal vez así mismo como el pollo que cruzo la carretera. "
"Es un desequilibrio químico", le susurró a la ventana.
"Cierto. Y tu derramaste tu desequilibrio químico en un matraz de Erlenmeyer, lo sacudiste para arriba "- balanceaba mi mano violentamente para mostrarle" y ¡arrojaste todo por encima de mi escuela! "Mis brazos se ampliaron como una explosión. Una parte de mí sentía tan, tan culpable por decirle esto a ella. Yo no podía detenerme. La ira era un millón de veces mejor que el pánico.
Ella no se movió. Ella no habló. Pero cuando miré hacia ella otra vez, las huellas de las lágrimas por sus mejillas brillaban bajo la luz del tablero de instrumentos del Benz.
*****
Yo casi esperaba a mi madre dirigirse hacia el bosque rodeando el perno del edificio del hospital psiquiátrico y desaparecer en el palmito. El Oficial Jonas iría tras de ella. Mi mamá resultaría sorprendentemente difícil de alcanzar y ellos la recogerían a los pocos días caminando por la carretera, las piernas desgarradas por el implacable bosque de Florida, los brazos empujando a través de agujeros que había mientras ella se ponía una bolsa de basura como si fuera la última moda en ropa, ojos vacíos. Esta vez habría una foto en el periódico.
Pero ella caminó en silencio hacia el hospital conmigo, sin tirar de una hoja de afeitar en su zapato o colapsar en una convulsión. Cuando le dije a la recepcionista quienes éramos, cuatro guardias de seguridad descendieron sobre nosotras y arrastraron a mi mamá lejos por el pasillo, todos los negocios y prontitud para demostrar que tenían su mierda junta incluso si una brillante loca pudo deslizarse a través de sus manos de vez en cuando.
La recepcionista me pidió que esperara. Finalmente un psiquiatra me llevo a un patio con jardín. En medio de la música de fuentes burbujeantes y el aroma embriagador de las adelfas que fueron podadas, probablemente por los hombres lobotomizados con cortaúñas, el psiquiatra me dijo muchas cosas que eran irónicas, perfectas como líneas punzantes, incluso mejor que el pollo que cruzó la carretera. Caminé hacia la salida del hospital recordando las líneas punzantes una y otra vez en mi cabeza para que así pudiera repetirlas a Joe exactamente de la manera correcta.
Cuando me vio aparecer por el estacionamiento, se bajó del coche policial- la puerta abierta, las muletas afuera primero, y luego, su buen pie, lanzando a sí mismo hacia arriba.
Él paso alrededor con sus muletas por la puerta abierta y la cerró de un golpe con la cadera. Luego, rodeando la parte delantera del coche, saltó sobre el capo, deslizando su trasero alrededor para encontrar un lugar cómodo en una forma que yo sabía que estaba destinado para mear a su hermano.
El dio unas palmaditas al capo a su lado. Miré hacia el oficial Jonas para la aprobación de sentarme sobre su coche de policía, pero él se quedó mirando el techo como si rogara por fuerza.
Me deslicé sobre el capo caliente al lado de Joe. Aunque la noche se había establecido, el aire me calentó ahora que no estaba vestida con un traje de baño mojado. Y los pasillos del hospital habían sido refrigerados como si necesitaran preservar sus muestras de especímenes humanos para el estudio. Me relajé en el capó caliente descongelando mi culo.
Joe me miraba.
Recité las líneas punzantes que había memorizado. "El médico dijo que al principio pensaban que mi madre estaba deprimida, ya que ella intentó suicidarse. Así que le puso un antidepresivo, pero eso la empujó a un episodio maníaco, lo que hace que la gente haga cosas como escapar de la sala de psiquiatría y tirar fuera de las piscinas a sus hijas cuando se está ganando la competencia. ¿Y sabes por qué el medicamento la empujó a un episodio maníaco? "
No, ¿por qué? Joe tenía que decir secamente, dirigiéndome a las siguientes líneas punzantes. En cambio, él sólo me miró con sus grandes ojos verde mar y sacudió con la cabeza.
Dije mis líneas de todos modos. "Porque mi mamá no está solamente deprimida. Ella tiene un trastorno bipolar. Les llevó una semana y media y una fuga de la cárcel para descubrir esto, cuando yo se los podía haber dicho en primer lugar. Quiero decir, yo no sabía lo que estaba mal con ella, pero podía haberles dicho que ella había estado deprimida por unas pocas semanas y luego tan fuerte por otras pocas semanas que había tenido que ir al médico para obtener una récipe para pastillas de dormir, lo cual por supuesto fue muy útil cuando se deprimió de nuevo y fue necesario para cometer suicidio. Ellos podrían haberlo resuelto antes de ahora. "
Esta vez Joe sabia su línea "¿Por qué no les dijiste antes?"
"Ellos no me preguntaron. No me dejaban verla. Ellos le dijeron a mi papá que cuando la gente intenta suicidarse, sus familias son apartadas del problema, por lo que ellos no dejan que los locos vean a sus familias mientras están en tratamiento. "
Joe no se rió ni siquiera me miró boquiabierto con incredulidad. El solo siguió mirando hacia mí. Él había recibido la nota más alta de la clase en cada prueba de Inglés, sin embargo el no comprendió la exquisita ironía de esta situación. Yo sabía que él no entendió cuando dijo: "Ellos no quisieron decir que la ayudaste a volverse loca.
Quieren decir que tu padre atornilla a sus empleados. Pero ellos no saben cosas como esas cuando un paciente recién aparece. Tienen que mantener a todos lejos de los pacientes por si acaso”.
"No lo estás captando", le dije. "¡Si los médicos me hubieran dado algo de crédito en lugar de verme como una niña me molesta cuando vine a la sala de emergencias con ella, yo podría haber evitado todo este problema!"
Ahora Joe me miraba con el mentón hacia abajo como un bibliotecario o una niñera de mal culo examinándome a través de lentes bifocales. Él estaba juzgandome. Lo que era peor, con su barbilla hacia abajo estaba mirando a través de mí con sus pestañas largas y negras. Él estaba juzgando sobre mí de una manera muy sexy, sin siquiera querer.
Y yo tenía un novio vuelta a casa que me abrazaba solamente cuando se le solicitaba.
Deslizándome hacia abajo por el capo, me quejé, "yo no debí haberte dicho nada."
"Hey." Él agarró mi mano antes de que pudiera salir fuera de su alcance. "Yo no estoy actuando como tú quieres que actué. ¿Qué quieres que haga? "Se inclinó hacia adelante y su agarre era fuerte. Al menos que lo hubiera malinterpretado, él hablaba en serio.
Sacudí mi mano de vuelta y crucé los brazos sobre el pecho. "Yo quiero que te rías conmigo y que te indignes conmigo y que hagas algo más que sentarte aquí y mirarme y sentir pena por mí".
Todavía me miró sin comprender.
"Es hereditario," continué en un apuro. "El doctor me dijo cuáles eran las señales de advertencia. Depresión. . . eso es obvio. Luego las personas cambian de ciclo. Son adictos al trabajo. Ellos quieren hacerse cargo de todo"
"Pero tú eres de esa forma naturalmente."
"Son impulsivos", añadí.
Joe ladeó la cabeza. "¿Cómo qué? ¿Tener relaciones sexuales en la primera cita? "
Yo grité, "Brandon y yo estamos ena..."
Joe se acercó y puso dos dedos sobre mis labios. "Has tenido relaciones sexuales con Brandon la misma noche en que tu madre se tragó una botella de píldoras para dormir. Para mí no suena como si tuvieras un trastorno bipolar. Suena como si solo estuvieras corriendo hacia el punto de arruinarlo todo. No Loca"
"Ella está loca", retumbó el oficial Jonas desde el interior del coche de policía.
Julieta♥
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
Aunq suene cruel Joe tiene razon!
Dios mio besence! +.+ muero por saber q se besen!
Siguelaa
Amo como escribes
Definitivamente Brandon es un ASCO!
Siguelaa porfis!
Muero x saber q seguira con la rayis y con su mama ! A demas! Con Joe *.*
Siguela piedad. Att: tu mega fiel lectora!
Dios mio besence! +.+ muero por saber q se besen!
Siguelaa
Amo como escribes
Definitivamente Brandon es un ASCO!
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Muero x saber q seguira con la rayis y con su mama ! A demas! Con Joe *.*
Siguela piedad. Att: tu mega fiel lectora!
Yhosdaly
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
Capítulo 12
Miré de reojo al Oficial Jonas, pero yo no podía ver claramente a través del parabrisas que refleja las luces del hospital. Esta fue probablemente la cuarta cosa que le oí decir. Quería comprobar que le había oído bien antes de faltarle el respeto a un policía maldiciéndolo.
Al parecer, había dicho lo que yo pensaba que él había dicho. Joe sonrió. "Mi hermano piensa que estás loca y que necesitas revisarte."
Cerré los ojos, respire hondo por la nariz, abrí los ojos. "¿Por qué?"
Joe habló en su habitual tono sarcástico. Si hubiera estado escuchándolo sin verlo, yo no habría sabido que nada estaba mal. Pero mientras hablaba, tenía su cabeza todavía, como si se equilibrara sobre una cuerda floja.
"Cuando encontraste con tu madre ese día, estabas muy tranquila. No lloraste."
No había pensado en ello. Pero ahora que me he permitido examinarlo. . . Una chica de diecisiete años de edad, descubrió a su madre después de un intento de suicidio, ¿y ella ni siquiera llora? Eso sí parecía una locura.
Me concentré en los ojos verdes de Joe. "Yo sabía que ella estaba allí porque su coche estaba en el lote, pero cuando entré, las luces estaban apagadas y el aire era frío." Yo sentía la piel de gallina recordando la intensificación de la tarde calurosa en ese espacio frío y oscuro.
Joe se deslizó por debajo de la capucha y se dirigió hacia mí, manteniendo el equilibrio sobre una muleta.
"La encontré en la cama y sabía que estaba muerta. Sabía exactamente lo que había hecho. Ella había estado tomando una gran cantidad de siestas a la mitad del día, pero había algo en la forma en que su mano estaba en el edredón." Moví mis dedos a esa posición, duplicando lo que la muerte había parecido para mí, con los dedos relajados, con la palma abierta y vulnerable.
La mano de Joe cubrió la palma de mi mano.
"Y luego la toque y supe que estaba viva,” le dije a nuestras manos, "así que me sentí aliviada. No te puedes imaginar el alivio que sentí, y felicidad. Estoy probablemente riendo en el registro del 911. Me sentía como la persona viva más afortunada. Todavía me sentía de esa manera cuando tu hermano llegó y me llevo con él detrás de la ambulancia para el hospital. No fue hasta más tarde, sentada en la sala de espera en el hospital, que empecé a tener miedo de que mi mamá podría haber sufrido de alguna manera. Oh Dios."
Incluso antes de que mi rostro se arrugara, Joe se desplazó hacia delante para darme un lugar donde esconderme. Lloré en su camiseta de FSU. Una vez que empecé no pude parar, e hice unos ruidos ahogados que mi mamá probablemente podría escuchar si estuviera barriendo los caminos en el patio del hospital, haciendo una pausa en un trampolín, en particular, barriendo la misma piedra una y otra vez, sin manchas.
"Shhhhh", dijo Joe. Acarició con los dedos en la parte posterior de mi cabeza hasta que sus dedos penetraron en el grosor de mi cabello y me tocó la nuca. Él coloco la mitad del otro brazo a mí alrededor en un ángulo extraño para que pudiera mantener sosteniendo la muleta también. Y besó la parte superior de mi cabeza.
Eso me hizo llorar aún más difícil. Estaba atrapada en la corriente que me arrastró por el suelo marino. Luché hacia la superficie por aliento, "¿Por qué me hiciste esto a mí?"
"Shhhhh. Yo sólo quería asegurarme de que estás bien."
Lloré por un largo tiempo cada ciertos minutos lo empujaba tratando de secarme. Luego miraba a su cara, las lágrimas en sus ojos, y lo perdía otra vez. Por lo menos nadie me miraba.
El estacionamiento estaba vacío excepto por nosotros y el Oficial Jonas, y de todos modos alguien que pasara sus ojos era probablemente un acontecimiento por hora fuera del hospital mental.
Durante todo este tiempo Joe trabajó sus dedos dando círculos en la parte trasera de mi cuello.
tomé un sorbo final y exhalé, exhausta, pero segura por ahora. Caímos de nuevo en la parte delante del coche del oficial Jonas.
Miré de frente al edificio de ladrillo bajo no me devolvió nada. "¿Qué hago ahora?"
"Esperar," dijo Joe.
"Ya lo hice," suspiré. "No estoy autorizada a visitarla, pero sé desde que ella llegó aquí que me puede llamar cuando se sienta preparada. No ha llamado. Sólo ha venido a mi natación y monstruosamente me saca del agua y grita como la madre de Grendel."
"Hm". Joe rió la más pequeña risa. "Ahora que saben lo que está mal con ella, tal vez las cosas serán diferentes."
Él me apretó la mano.
Me pregunté qué ventana del hospital era la de ella. Si había una ventana del frente y ella me viera en este momento. Si tenía alguna ventana en absoluto.
"¿Qué dijeron las personas en la natación acerca de ella?"
"Qué esperas " Con las dos manos sobre mis hombros, me volvió hacia él y me sacudió un poco. "____, mucha gente no lo sabía. Nadie en el equipo de natación sabía. Estaban "-se rió sin humor- "sorprendidos. Pero, tu mamá es un defensor público. Trabaja en la corte con cincuenta personas. Ella ha estado desaparecida desde hace más de una semana. La gente se va a enterar. Tu padre podría amenazar a Kevin durante todo el día, pero nunca podría contener esto. Ahora sabes que la gente sabe. Ese es el único cambio. Tú y tu padre nunca tuvieron control sobre la información. Sólo tenías el control de la ilusión de que tenían el control. Y si la ilusión es todo lo que quieres, muy bien podrías estar loca."
Me froté la frente, que había comenzado a latir. Me había olvidado de tomar analgésicos.
"No es el fin del mundo, ____. Sí, será difícil para ella volver a trabajar con todos en el pueblo conociendo lo que pasó, pero ¿qué otra cosa va a hacer? Y ella lo superará. En tres años será casi como si nunca hubiera sucedido."
"¿Será?"
Le pregunté, porque sospechaba que él no estaba hablando de mi madre más. Él estaba hablando de volver de detención de jóvenes. Entonces miré el reloj.
"Oh, mira. Mi padre acaba de casarse." Yo había apartado al Oficial Jonas de sus funciones el tiempo suficiente.
Le pregunté a Joe, "¿Regresaras de nuevo a la ciudad con tu hermano? Te puedo dar un paseo en su lugar."
Sus pulgares se trasladaron por mis hombros. “Claro. Pero no hace falta que me lleves a casa directamente. Podríamos pasear un rato."
Me tomó un largo suspiro, pensando en cómo expresar esto con cuidado. Después de todo lo que había hecho por mí esta noche, yo no quería enojarlo.
Antes de que pudiera hablar, dejó que me fuera. "Vas donde Brandon, ¿no es así?"
Sabía que no tenía sentido para Joe. En realidad no tiene sentido para mí tampoco, excepto que Brandon era mi buen amigo desde antes de que todo esto pasara. "Necesito saber si seguimos juntos o si él está demasiado horrorizado".
"¿No puedes llamarlo o mandarle un mensaje de texto o algo así?" Se quejó Joe.
"No, no puedo decirle nada de eso. No lo puedo ver."
Se rió en breve. "No puedes ver de todos modos."
Yo lo golpee suavemente en el pecho. "¿Qué se supone que significa eso?"
"Sólo quieres ir al aparcamiento con él", Joe me acusó.
"Bueno, ¿y qué si lo hago?"
Joe mantuvo los brazos extendidos hacia el Benz: Sé mi invitado.
“¿Llegando con quién?" Le pregunté. Deseé que viniera conmigo, solo viajar de regreso a la ciudad conmigo para que pudiéramos hablar y hacer esto mejor.
Él negó con la cabeza.
Me deslicé fuera de la capucha y empujé su rodilla buena con mi cadera.
“No te enojes."
Se encogió de hombros y apartó la mirada de mí, la luna se levantaba sobre el hospital psiquiátrico. Era casi completa, sólo falta una astilla.
Rodee el coche de la policía y me asomé por la ventana del lado del conductor abierta para agradecer al Oficial Jonas por toda su ayuda. Él estaba roncando.
Deseando que algo más hubiera sucedido, que Joe iba a cambiar mi mente, e incluso insultarme para sacar este punto un poco más largo, caminé lentamente en el silencio hacia el Benz y me deslicé en el interior. Mi madre no llevaba perfume, pero yo le olía de todos modos, algo que reconocí más allá de su jabón habitual y champú, que no habría en el hospital mental. El olor de mi madre. Giré la llave al encendido.
Nada.
Me estaba volviendo loca. Probablemente no podría atarme los zapatos más tampoco. Tomé la llave, la puse de nuevo, girándola.
Nada. No había luces en el tablero, sin radio, sin duda sin motor.
Mirando por encima de mí, Joe llamó en la capota del coche de la policía para despertar a su hermano.
* * *
QUINCE MINUTOS MAS TARDE El OFICIAL Kevin SE ENDEREZÓ la interconexión en el motor y dejar que la capota del Benz cayera en su lugar.
"Lo único que puedo decir es, mi amigo es dueño del garaje de la esquina. Él trabaja hasta tarde. Voy a llamarlo y pedirle que lo remolque para usted. Tal vez sea algo simple." Cuando asentí con la cabeza, el volvió al coche de la policía y habló por la radio.
Joe había sostenido la linterna a su hermano. Ahora volvió el haz a mí. "Tengo que descansar. Mi pierna esta hinchada de nuevo."
Hice una mueca hacia él.
"Acuéstate conmigo." Él se inclinó tan cerca, sentí el calor de la luz de la linterna en la mejilla. "Estás cansada".
Estaba cansada de repente, con los huesos cansados y doloridos, como si hubiera nadado un centenar de carreras. ¿O era el poder de Joe de sugestión?
No podía acostarme con él, sin embargo. Situada en la parte trasera de un coche de policía no sería mi premio de consolación después de que yo no podía ir al aparcamiento con mi novio. Eso me convertiría en una chica mala.
Manteniendo una mano en una muleta para mantener el equilibrio, puso la mano que sostenía la linterna sobre mi hombro. Yo no podía verlo muy bien ya en la penumbra del estacionamiento, pero mis otros sentidos se hicieron cargo. Su mano estaba caliente a través de mi camisa y su voz vibraba en mi interior cuando convenció, "Vamos, ____. Pareces la muerte. Acuéstate conmigo. No voy a intentar nada".
Dejé las llaves en el Benz y fui con Joe hacia el coche de policía. Joe dijo algunas palabras a su hermano, quien metió un par de almohadas a través de la ventana entre el asiento delantero y el de atrás. Joe debe haber utilizado el coche de la policía como un coche para dormir un poco. Tenía todo el taladro abajo. Puso una almohada en el asiento para la cabeza y una en el otro extremo para elevar la pierna, y cruzó su figura alta en el espacio.
Me acomodé frente a él, al igual que habíamos permanecido juntos en la van del equipo de natación. Excepto que el asiento del coche de policía era más pequeño que el asiento de la van, así que no podíamos estar juntos sin tocarnos. Nos tocamos. Él no puso sus manos sobre mí o cualquier cosa obvia como esa, pero no pude evitar que los ladrones de mis rodillas abrazaran a sus rodillas. Sus muslos presionaban la parte posterior de mis muslos. Mi trasero estaba metido contra su pelvis. Su pecho irradiaba calor contra mi espalda, y su aliento cálido susurraba en mi pelo. Mi dolor de cabeza lentamente se disipó. El Oficial Jonas manipuló el botón de metal en la radio y cruzó fuera del lote.
"Joe", dije en voz baja.
"____", susurró.
"Cuando escapaste, ¿a dónde fuiste?"
Suspiró en mi pelo. Un escalofrío corrió por mi cuello. Por último, dijo, "Seattle".
"Eso es un largo camino." Trate de imaginar a los catorce a Joe, tan inocente como yo había sido a los catorce años, solo en Seattle. Más pequeño de lo que era ahora, sólo un niño. Su pesada chaqueta de Florida no era rival para la brisa húmeda del Pacífico, y su cartera estaba vacía.
"Fui lo más lejos que pude." Él acarició la parte de atrás de mi cuello –sin darse cuenta, estaba segura –mientras hizo un agujero más grande para la cabeza en la almohada.
No dijimos nada más. El coche zumbaba, el brilló por edificios pasaban. Tenemos que tomar la ruta más larga a través del sur de Fort Walton y Destin, a lo largo de la playa. Las luces de la calle entraban y salían del coche. Y la respiración de Joe en mi espalda cayó en un ritmo de profundidad.
Él me tocó por todas partes, a lo largo de mí, sin embargo, sus manos no me habían tocado nada. Él no quería tocarme. No debo tocarlo tampoco, porque tengo un novio, y no quería dar lugar a Joe. Pero mi mano estaba a lo largo de mi lado, apoyada en mi cadera. No habría necesidad de deslizarla para tocar Joe en un lugar donde realmente no debo tocar.
Cuanto más cerca de la casa estábamos, más fuerte el impulso crecía. Cada vehículo que pasábamos agitaba un sexy efecto Doppler: hazlo, hazlo, hazlo. Si lo hacía y él está despierto, me moriría de mortificación. Si lo hago y él está dormido, voy a parecer casi criminal, como si estuviera aprovechándome de él cuando estaba más vulnerable.
No podía hacerlo. Pero sólo pensar en ello, estaba más caliente que cuando Brandon y yo lo habíamos hecho.
Puntos de referencia familiares brillaron por diapositivas con Clyde, la Sirena a la plancha. Estábamos cerca de casa. Joe despertaría pronto. Perdería mi oportunidad.
Poco a poco, lentamente, milímetro a la vez, deslicé mi mano hacia abajo en el espacio entre mi culo y. . . él. Dejándole pensar que yo estaba dormida y mi mano se deslizó hasta allí. Que lo sorprendiera.
No, yo no me atrevía.
Y entonces, mientras miraba pasar Jamaica Fox por la ventana, su boca tomó la parte de atrás de mi cuello, besándolo como si fuera mi boca o mi oído o mi pecho. No estaba seguro de donde estas ideas provienen. Un chico nunca había puesto su boca en mi pecho antes. La idea me asustó y me encantó. Su lengua masajeo en círculos a través de mi cuello y me hizo perder la razón. Su mano encontró mi mano y me llevó de nuevo contra él hasta que la frotó como yo había imaginado, entonces más fuerte.
El motor y el ruido de metal en la radio se apagó.
Aparecimos, parpadeando bajo la luz del techo, como si no nos hubiéramos acostado juntos en primer lugar. La culpa es una cosa divertida. Si no nos sintiéramos culpables, yo no habría notado que rosa e hinchados sus labios estaban de besarme, o cómo su mirada de ojos verdes se veía por la manera en que yo lo había tocado.
"No te levantes,” le dije. "Te veré mañana". Escalé fuera de la silla y me detuve en la ventana del oficial Jonas.
"Muchas gracias, por todo."
El Oficial Jonas se tocó con dos dedos la frente en un saludo, como un idiota completo. "Sólo hago mi trabajo, señora."
"Uh-huh." Esperaba que yo no pudiera decirle que estaba hormigueando y removiendo todo lo que Joe y yo habíamos estado haciéndonos el uno al otro. Me apresuré a la casa de mi padre, más allá de las cámaras y en mi cuarto, para terminar lo que había empezado.
"____".
"Mmmmm."
"__________________________!!!!, despierta."
Me tiré en mi cama en posición vertical con el sonido de la voz de Joe. Había rondado apenas por encima de mí toda la noche en mis sueños, pero yo sabía que eran sólo sueños. La realidad no era tan buena. Entonces me di cuenta de que estaba presionando mi celular a mi oído.
"Sí, estoy despierta."
"¿Vas a venir a la escuela?"
Me dejé caer sobre la cama y mire el reloj en mi mesita de noche. "No voy tarde".
"Sólo quería hacerles saber que tienes un paseo. Pensé que no podría ocurrírsete buscarlo, pero el amigo de mi hermano arreglo el Benz. Está estacionado afuera de tú casa."
Me di la vuelta y mire hacia el frente de la casa, pero mi habitación no tenía una ventana en esa dirección, y yo no podía ver a través de las paredes. "Estás de broma. ¿Qué pasaba con él?"
"¿Tú sabes cómo habla la gente japonés y sabes que es japonés, pero no tienes idea de lo que están diciendo y que definitivamente no podrás repetirlo?"
"¿Quiere decir que no sabes nada de coches?"
Se echó a reír. Lo imaginaba a él echando la cabeza hacia atrás y riéndose.
"Wow," dije. "Estoy muy agradecida con tu hermano. Creo. ¿Sabes cuánto costó? Tengo una tarjeta de crédito."
Esperaba que la cuenta del garaje no fuera demasiado –pero si lo era, al menos yo no había rodado una articulación en la tabla de cortar, mientras mi papá se había ido. Por supuesto, que era el tipo de argumento que le daría a mi mamá, no a mi papá.
"Sin cargo", dijo Joe. "Mi hermano y su amigo arrastraron el Benz con el coche de policía."
"¿Qué?" Me tiró de nuevo en posición vertical. "¡Eso es ilegal! A la maldita vista más ilegal que recoger donaciones en un cubo en la carretera."
"Mi hermano es un policía muy malo. Así que. . . vas a venir a la escuela, ¿verdad?"
Me moría de ganas de ver a Joe. Las notas bajas de su voz en el teléfono me daban golpes de escalofrío de nuevo. Pero pase mi mano por mi pelo, crujiente de cloro que no había lavado, me imagine a Brandon dándome ese abrazo torpe en la noche anterior de coacción. Y detrás de él, el equipo de natación que me miraba como una exhibición en el zoológico. "Nnnnnnno".
"Ven así puedes estar alrededor de la gente," convenció Joe. "No creo que debas estar sola hoy."
"Creo que definitivamente debo."
"Ven así no me preocuparé por ti."
Había hecho el único argumento con el que podría persuadirme. Yo le debía un gran momento. Yo le debía mucho.
NOS QUEDAMOS JUNTOS TODO EL DIA –EXCEPTO EN CÁLCULO, por supuesto. Fue delicioso. Al igual que habíamos conectado. O bien, no como yo lo había sentido en el asiento trasero de un coche de policía.
Realmente más como si fuera mi querido amigo velando por mí. No estábamos haciendo nada inusual. Desde que el año escolar comenzó nos habíamos seguido el uno al otro por el mismo camino de inglés a historia, desde biología hasta el almuerzo. La única diferencia de hoy día es que caminamos juntos. Me pregunté por qué todos evitaban mirar mis ojos o simplemente no me miraban. Me pregunté si susurraban sobre mí y mi mamá. Joe sabía cómo me sentía sin yo diciéndole. Él me dio a alguien para caminar y hablar para que no me sintiera sola.
Desde que empezó la escuela habíamos comido en la misma mesa del almuerzo –solo en los extremos diferentes.
Hoy nos sentamos uno junto al otro en la mesa de siempre con la mayoría de los del equipo de natación, sus amigos y mis antiguos amigos que actuaron como si yo pudiera morderlos ahora. Yo había dejado caer la pelota de última hora de la lucha entre Keke y Lila el martes, pero los traje de vuelta juntos sin siquiera intentarlo. Nada cimentaba más una relación como el odio mutuo de un tercero. Lila se sentó entre Mike y Keke, hablando por turno a cada uno de ellos. Cada vez que hablaba con Keke, comía una cucharada del yogur congelado de Keke, y las dos me miraban con los ojos entornados, y luego miraban hacia otro lado. Ellas se enorgullecen de saber todo acerca de todo el mundo. Estaban furiosos por haber sido mantenidos en la oscuridad acerca de la madre de su mejor amiga. Fue inútil explicar que esperaba que nadie se enterara.
"Vamos a ver el portapapeles, capitán", dijo Joe, dándome algo que hacer.
Puse abajo mi tenedor y saqué el portapapeles de mi mochila para él. Pasó a través de las páginas de los números de su puño y letra, en realidad buscando. "Tus tiempos en los últimos días han sido asombrosos." Él ladeó la cabeza hacia mí. "¿Los demonios te persiguen?"
“Tal vez." Al otro lado del comedor, Stephanie Wetzel actuaba un pequeño sketch con movimientos exagerados a sus amigos. Mi mamá sacándome de la piscina. Un pescador acarreando un pez espada a bordo. Es difícil de decir.
"El truco es conseguir que nades así todo el tiempo", dijo Joe, "incluso cuando no tienes algo pendiendo sobre tú cabeza."
Me volví hacia él. "No creo que sea un problema por un tiempo." Pasé mi mano en un círculo por encima de mi cabeza. "Éste es un muy concurrido espacio aéreo por ahora. Si se mantiene, puede que incluso me den un lugar en el Estado." Keke y Lila me miraban. Puse la mano hacia abajo.
"Mi papá me recogerá después la práctica de natación de hoy," dijo Joe. "El jueves tenemos un crucero al atardecer y luego de una reunión con la tripulación."
"¿Reunión de la tripulación?" Me hizo eco. Eso sonaba demasiado de la Nueva Era un concepto para los rufianes que había visto trabajando en el Hemingway.
"Pero he oído que el equipo de natación está planeando una fiesta en la playa en la noche después del juego de fútbol de mañana", dijo, "y que están tratando de convencer al equipo de fútbol de que nos dejen ir. Keke y Lila no son sutiles. ¿Quieres ir?"
No pude evitar cortar mis ojos en Keke y Lila. Le dijo al oído y Keke me miró. Le dije a Joe, "no estoy invitada".
"Por supuesto que estás invitada –eres la capitana del equipo de natación –pero vamos a omitir esa cuestión.
Está invitada porque yo te invito."
"¿Como una cita?", Le pregunté en voz lo suficientemente baja para que nadie a nuestro alrededor oyera más la risa y los tintineos de plata.
"Por supuesto que no como una cita, porque entonces tendrías que romper con tu novio maravilloso que no te ha enviado mensajes en todo el día." ¿Cómo Joe sabia esto? Él me había estado mirando más de cerca de lo que lo dejaba.
"¿Como amigos, entonces?" Aclare.
Bajó la barbilla y me dio esa mirada sexy a través de sus pestañas negras y largas. "Como todo lo que somos."
Durante la práctica de natación incluso convenció a Gabriel para arrastrar una silla del jardín junto a la piscina para poder sentarse más cerca de mí, protegiéndome. Pero como él había dicho, al final de la práctica me dio un saludo y se fue cojeando a la puerta para encontrarse con su padre. No podía protegerme en el vestuario de las mujeres de todos modos.
Yo sabía que iba a venir. En mi visión periférica vi a Keke mirándome a medida que se duchó, se secó y se vistió.
Yo podría haber acelerado a la multitud y golpear la puerta, robándole su oportunidad a solas conmigo. En cambio, reduje. Yo había tenido suficiente de las frías miradas de ella y Lila. Lila se apresuró a salir de los vestuarios, para verse con Mike, pero el desarme de Keke puede desarmar a las dos gemelas a la vez. Cuando el último de las niñas menores finalmente rieron en su camino fuera, cerré la puerta de mi armario y me volví hacia Keke, capturándola, -¿qué otra cosa? –dijo. "¿Qué es?" exigí. "Dime".
Sorprendida de que no era la que me enfrentaba en primer lugar, parpadeó y respiró hondo antes de dejar caer su bomba. "Tú no mediste las marcas del patín en los restos para que tu madre pudiera conseguir más dinero del seguro para ti. Lo pediste porque estabas tratando de averiguar lo que pasó. Tú obviamente no recuerdas nada de esa noche. Si es así, habrías estado espantada por completo. Y de plano mentiste a Lila y a mi acerca de esto."
Sí, pero sólo porque mi papá me había amenazado. Abrí la boca para decirle esto a ella. Yo no podía formar las palabras. Mi cerebro obsesionado con lo que había dicho.
¿Por qué debería estar volviéndome loca por esa noche? ¿Qué había hecho?
"Vete a casa y encuentra el informe del accidente", dijo Keke. "Incluso después de todas las mentiras que me has dicho en las últimas dos semanas, necesitas saber lo que realmente pasó."
Julieta♥
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
MillLllll perdones por comentar tan tarde! Pero es q estaba de viaje! :$ por eso no lo habia leido!
Wowwwww eso q paso eN ma bans es MAGNIFICO
Quiero que paseeeeen mass cosas!
Elloss se gustan! Le cuenta mucho a la rayis terminar con brandon?
Siguelaa porfisss
Muero por saber que sigue!
Nawuara cada dia soy mas adicta a estas nove!
Sigue
Siguelaa
Siguela
Att:: tu mega fielisima y adictisima lectora! XD
Wowwwww eso q paso eN ma bans es MAGNIFICO
Quiero que paseeeeen mass cosas!
Elloss se gustan! Le cuenta mucho a la rayis terminar con brandon?
Siguelaa porfisss
Muero por saber que sigue!
Nawuara cada dia soy mas adicta a estas nove!
Sigue
Siguelaa
Siguela
Att:: tu mega fielisima y adictisima lectora! XD
Yhosdaly
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
Nueva lectora, me encanta tu nove... SIGUELAAA
MaleeJonas
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
Siguelaa porfavorsitoo!!!!
RogadiitO!
Siguelaaa *-*
Muero por saber que sigue! *-*
RogadiitO!
Siguelaaa *-*
Muero por saber que sigue! *-*
Yhosdaly
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
Capítulo 13
“¡Sólo háblame!” le grité. Si una copia del informe del accidente estuviera en mi casa, sabría dónde estaría. Y no lo permitiría. “¡Tú sabes el gran secreto así que dímelo el lugar de hacerme ir a descubrirlo!”
“Oh, yo no descubro los secretos de la gente.”
Si las palabras de Joe derramaban sarcasmo gota a gota, las de Keke se derramaron como la cascada más grande de Deslízate con Clyde.
”Esto es por lo que tú no llamaste a tu mamá…” Incluso en medio de su pelea conmigo, Keke no se atrevía a decirlo. Mi mamá estaba demente. “Y esto es por lo que tú no me dijiste que tenías amnesia. Porque no confías en mí para algo tan importante. Ahora todo el mundo sabe que mi mejor amiga no confía en mí. Me has hecho quedar como una tonta…”
“¡Sólo dime qué pasó!” grité.
Mi voz envió un zumbido a través de las taquillas. “¿Cómo lo averiguaste? ¿Quién más lo sabe?” Tan pronto como las palabras salieron de mi boca, me di cuenta de que no necesitaba gritarle. Supe exactamente quién más sabía y cómo se había enterado. Cogí mi mochila y pisé fuerte hacia la puerta.
Cuando alcancé la puerta, Keke puso su mano en mi brazo y tiró de él, con los ojos llenos de miedo. “No puedes decirles que escuchaste esto de mi. Joe matará a Mike. Mike nunca volverá a hablarle a Lila. Y Lila…y yo…”
“Entonces cuéntame qué está pasando.”
Keke presionó sus labios.
Abrí la puerta de un tirón antes de que Keke pudiera pararme de nuevo. Atravesé directamente la piscina cubierta, vacía excepto por Lila y Mike que estaban sentados muy juntos en la hamaca. Cuando Lila me vio, se levantó de un salto, sosteniendo mi portapapeles, casi como si ella estuviera dispuesta a hacer las paces conmigo.
“¡No puedo creer que te olvidaras esto!” Ella vio la expresión en mi cara y paró.
Me acerqué a ella y cogí el portapapeles.
“Cuéntame qué pasó el viernes por la noche.”
Me miró boquiabierta, entonces dijo sobre mi hombro a Keke, “¡Se lo contaste!”
“No le conté lo que pasó,” aclaró Keke. “Le dije que necesitaba saberlo. No puede ir por ahí sin saberlo, Lila, y no me importa si esto te hace terminar con tu novio.”
“Lo único que quieres es que no tenga novio,” chilló Lila. “¡Tú no puedes conseguir un novio así que tú no quieres que yo tenga uno tampoco!”
“Lo que sea,” murmuré, pasando de Lila y acercándome a Mike, que había ido al borde de la piscina. Él miraba a las gemelas como si no tuviera nada que ver con ninguna de ellas. Me acerqué hasta él y me detuve a centímetros de su cara para que no pudiera pretender que no me había escuchado, una de sus tácticas para no decir nada. “Michael.” Sonreí, la piel tan tensa y estirada en mi cara que se podría romper. “Cariño. Dime qué pasó.”
Él se puso colorado como una señal de stop y sacudió su cabeza.
“ Joe no va a matarte.” Cuando los ojos de Mike se agrandaron, mi voz se amplió. “Él no va a darte una paliza o lo que sea que amenazó con hacerte.” Yo no estaba segura de que Mike estuviera realmente seguro, pero estaba desesperada. “Joe está lleno de mierda, en caso de que no te hayas dado cuenta. Ahora, por última vez,
¿Qué carajo pasó?”
Como por diversión, Mike tomó el portapapeles de mis brazos y lo lanzó a la piscina.
Detrás mío, ambas gemelas jadearon.
El borde de plástico salió flotó durante pocos segundos. El viento formó ondas que movieron las páginas, mojándolas. Entonces el portapapeles se hundió.
No me quedé para verlo llegar al fondo. Mis brazos estaban todavía extendidos como si pudiera agarrar el portapapeles y salvarlo. Bajé mis brazos. Pasando por la puerta del estacionamiento, dije sobre mi hombro.
“Gracias por ser verdaderos amigos.”
Nunca te pelees a gritos con gemelas. Ellas tiraron sus clips hacia mi espalda, todavía gritándome mientras yo cruzaba el parking hacia el Benz. Exactamente como antes, olla llamando a la caldera negra, hablando de un amigo verdadero.
¡Puta!
La última bala tiró las llaves de mi mano cuando llegué a la puerta del Benz. Me agaché para recogerlas y me fijé en que no me había pintado las uñas desde el sábado, lo que me solía pasar. Un esconchón enorme se había formado en la uña de mi dedo gordo.
Esto era por lo que no me gustaba hablar por teléfono mientras conducía, también. No era seguro. Cuando salí del parking hacia la calle, pulsé el botón para llamar a Joe. Consiguiendo el sarcástico buzón de voz.
Corriendo sobre el límite de velocidad, mi pulgar se cernía sobre el botón para llamar a mi padre. ¿Pero qué bien me haría? Si él tiene el informe del accidente, está en su oficina, por lo que está fuera de mis límites. Él me diría que no, no podría entrar para cogerlo. Podría pedir permiso, ser denegado, y hacerlo de todas formas. O yo podría ir y hacerlo. O podría llamar para preguntarle qué ponía en el informe que mis amigos querían que conociera. Pero entonces yo estaría admitiendo que estoy perdiendo parte de mi memoria y que estaba loca como mi madre, como él ha sospechado desde siempre.
Cuando vi mi casa me quedé sentada en el Benz en el patio durante unos segundos, absorbiendo el último sol de la tarde en mi piel. Tenía que ir, tenía que encontrarlo, pero esos fueron mis últimos suspiros siendo inocente. Estaba segura de que lo que encontrase cambiaría mi vida para siempre.
Y entonces entré en la casa. Más allá de la sala de estar, el pasillo. La oficina de mi padre estaba tan vigilada, dos cámaras preparadas en la puerta.
Allí me volví a parar. La habitación fue oficialmente prohibida cuando yo iba a la escuela secundaria y mi padre me encontró buscando cinta trasparente para un trabajo de la escuela en sus cajones. Él me castigó sin ver a Keke y a Lila. Yo grité y me dio un ataque, porque lo único peor que ser castigada de niña es ser castigada sin saber por qué, cuando tú solo estabas buscando cinta para el colegio, ¿él no lo hizo? Yo recordaba todos los días de aquel día dramático…el trabajo de historia en horario de verano, la tapa del álbum con pequeños relojes que compré como un margen bonito para el informe (para lo que quería la cinta), el polo rosa que llevaba puesto, el reloj de pulsera rosa que me quedaba mirando mientras me mecía en la silla del porche, mis manos dispuestas para moverse y mi madre volviendo a casa después de un sábado de trabajo. De repente ella se detuvo y yo corrí por el patio para abrazarla. Ella me dijo que no podía quitarme el castigo que me había puesto mi padre porque los padres debían trabajar en equipo, pero hablaría con él. Al final ella consiguió reducir mi sentencia de una semana a dos días. Y ella se rió ante mi idea de que mi padre no me quería en su oficina porque tenía algo que ocultar. No, él solo necesitaba un oasis. Crear una empresa como Deslízate con Clyde era estresante. Vivir con dos mujeres era estresante. El solamente quería un lugar en la casa solamente para él. Yo podía entender eso, ¿podía?
Miré de una cámara a la otra y limpié las lágrimas de mis ojos, di un paso a través de su fuerza invisible que protegía la puerta abierta.
Miré encima del escritorio de mi padre, dentro de la caja, fuera de la caja, los cuadros, los archivadores, las estanterías, el mostrador. El informe del accidente no estaba aquí.
Sintiéndome más y más asustada sobre lo que podría haber en ese informe, me lancé hacia el Benz. Tenía un sitio más donde intentar buscar ese informe…la comisaría…pero eran más de las cinco, y con mi suerte, estaría cerrada. Estaba temblando cuando aparqué en la plaza de la corte, al lado de la oficina de mi madre.
Pero di un gran suspiro cuando cerré la puerta del Benz y vi que había conseguido mi primer respiro en toda la semana. Dos aparcamientos más abajo, el oficial Jonas estaba saliendo de su furgoneta con su uniforme de policía. Él debía estar llegando al trabajo.
Yo me acerqué a él corriendo. “¡Hey!” dije, intentando sonar sorprendida y contenta de verle.
“Hola,” dijo él con cautela.
“Acabo de llegar para recoger una copia extra del informe del accidente, tú sabes, para el seguro y esas cosas.”
Él asintió con la cabeza y continuó caminando a mi lado, hacia la puerta de la comisaría. “Tienes que volver en horario de oficina con tu padre y extender un cheque de dos dólares a nombre de DMV.” Él desapareció en el edificio.
Yo me quedé allí pasmada unos segundos. Entonces galopé detrás de él y abrí la puerta de cristal antes de que él pudiera escaparse dentro de la oficina donde no podía volver a encontrarlo. Él estaba desenganchando y levantando una sección del mostrador de en frente para poder pasar.
“¿Por qué?” dije a su espalda. “Tengo permiso de conducir en el estado de Florida. Soy la conductora, es mi accidente, es el informe de mi accidente, y mis dos dólares pagados por mi padre.”
“Hey allí, ____,” retumbó una voz profunda detrás mía. El jefe de policía cerró la puerta de cristal detrás de mí, llevando una bolsa de papel del Grilled Mermaid.
“Hey, jefe,” dije con una sonrisa, con la esperanza de que solo me hubiera escuchado de refilón gritando a su suplente. Mi madre me había presentado al jefe de la ciudad cuando era pequeña. En los desfiles y festivales en la playa, siempre cabalgaba sobre la multitud en caballo. Él y mi madre trabajaban juntos…o el uno contra el otro, desde que mi madre defendía a la gente que él arrestaba. Pero yo nunca había estado en la comisaría antes, y yo no había pensado en él cuando llegué aquí pidiendo mi vida de vuelta.
“Jonas,” chasqueó. “Dale a la señorita Commander todo lo que necesite.”
El oficial Jonas desapareció dentro de nuevo.
El jefe se giró hacia mí y me sonrió simpáticamente. “He oído sobre tu accidente de coche.”
Eso era más de lo que YO podía decir. “Sí, señor, fue terrible.”
“He oído que tu madre tuvo una gran recaída ayer.”
Esto era por lo que yo esperaba que nadie nunca averiguara sobre mi madre. Volví a sonreír y pretendí que yo podía sonreírle como él podía. Necesitaba su ayuda. Necesitaba ese informe.
“He estado en el hospital un par de veces las últimas semanas,” dijo. “¿Ellos todavía no permiten visitas?”
Abrí mi boca para hablar. Por el miedo o las lágrimas, todo lo que pude hacer fue sacudir mi cabeza en un no. ¿Él había visto a mi madre? Pensé que estaba sola.
“Permíteme saber si hay algo que pueda hacer por ti o por ella.” Me dio una palmada en el hombro y pasó por el mostrador como había hecho el oficial Jonas. “¡Jonas!” gritó.
El jefe y el oficial Jonas se pasaron el uno al otro en el pasillo, y el oficial Jonas deslizó el precioso documento sobre el mostrador. “Dos dólares,” refunfuñó.
Busqué en mi bolso, arrojé dos billetes en el mostrador, y lancé mi mano sobre el papel antes de que él pudiera
llevárselo de nuevo.
Con la misma rapidez, él cubrió mi mano con la suya. “No vayas a la casa de Joe.”
Bien podría haber dicho, No abras la caja, Pandora. “De acuerdo.” Cogí el informe y corrí. “Quiero decir ____,” me llamó
“Lo digo en serio, ____,” me dijo.
“¿Por qué no puedo ir allí?” pregunté cuando reculé en la puerta.
“Porque es jueves.”
De cualquier forma. Afuera la luz naranja del sol, observé el esquema del oficial Jonas del accidente, su descripción pintoresca de un palo de venado, y su torpe jerga legal hasta que encontré lo que estaba buscando.
Joe no era el copiloto en el coche de Mike. Lo era en el mío.
Me dirigí a los muelles, entonces giré a la izquierda hacia el acantilado.
Pero empecé a preguntarme, cuando el Benz empezó a deslizarse a través de un matorral caído en la carretera.
El palmito ralló la pintura y las polillas revoloteaban en el cristal. Los satélites podían estar equivocados.
Me extrañé cuando el matorral se abrió y expuso un cielo estrellado y la luna llena sobre el océano ondulado, con los patos casi debajo mía. Conduje por un paso elevado entre las islas para que alguien pudiera vivir aquí. Alguien rico. No alguien como Joe. Pero yo no podía volverme hasta que hubiera visto el otro lado. Avancé con el Benz, fuera de la calzada espesa y por debajo de la copa de un roble enorme.
En frente mía estaba la casa de Joe. Yo sabía esto porque ví su Jeep aparcado en un lado del claro y abandonado, el interior abierto cubierto de hojas. La casa era de 1970 con pintura azul bien trabajada.
Y al frente de la casa, diez hombres sentados en círculo alrededor de una hoguera. Yo estaba lo bastante cerca como para ver que pelaban ostras e inclinaban botellas de cerveza. De hecho, pillé a Joe, que decía que no bebía mientras estaba entrenando, dando un trago. ¿Qué hacía conduciendo dentro? El instinto me decía que volviera por el camino que había venido, pero nunca podría hacerlo sin volver por el camino estrecho o por el mar.
Joe cojeó hacia mí con sus muletas. Pensé que quizás su padre le dejaba tomar una cerveza en ocasiones especiales…pero no, me dí cuenta de que Joe examinaba el terreno antes de dar cada paso. Aparqué el coche y me acerqué deprisa a él antes de que se cayera.
“____,” llamó. “Justo la persona que quería que me viera en mi peor momento. Ven y toma una ostra cruda.”
Cuando llegó a mí apoyó su barbilla en mi hombro y susurró, “mi padre cree que estamos juntos. No porque yo le mintiese, sino porque el viernes por la noche yo creía que estábamos juntos, y yo estaba contento con ello hasta que fui a tu casa el sábado por la mañana y te lo conté y me enteré de que no habíamos estado juntos.
Pero esto es demasiado difícil de explicar a un perro salado. Así que solo sonríe e inclina la cabeza, si no te importa.” Se alejó cojeando de mí e hizo un círculo vertical enorme con la muleta, indicándome que lo siguiera.
No zumbado. Borracho.
Lo alcancé y suspiré, “¿Es esta tu reunión de equipo?”
“ah. ¿Así es como yo lo llamaba? Todos los jueves los marineros del barco de mi padre vienen aquí por ostras y cerveza. También los amigos matones de mi padre vienen, y sus primos que escuchan las palabras cerveza gratis, y cualquier cosa que pudiera vagar por el muelle.” El sarcástico y familiar sentido del humor me hizo saber que Joe estaba allí en alguna parte, pero su pronunciación era baja y rápida como si su control de reproducción se hubiera fijado demasiado rápido, gracias al alcohol. “Todos ellos tienen cerveza gratis, y ostras crudas, y la oportunidad de disparar al Joven Jonas.”
“¿Qué clase de disparos?” pregunté, empezando a preocuparme.
“Insultos por no beber cerveza,” dijo roncamente. “Porque tú sabes que eso significa que eres gay. Ser abstemio y la homosexualidad son las dos fuerzas del mal entrelazadas.
“Pero tú estás bebiendo.”
Él paró no muy lejos del círculo de carcajadas de hombres y me miró. “Porque, como mi padre me dijo literalmente, yo no tengo posibilidades en ese grupo de maricones nadadores ahora que mi pierna se quebró. Y si tú te enfrentas a una noche con diez perros salados, tú bebes también. La abstinencia es de coños.”
“Los perros salados no usan palabras como abstinencia,” le corregí. “Ellos dirían despedidos de lo salado.” Esto se que no tiene mucho sentido, pero teniendo en cuenta que a los otros los llama perros salados es lo que más creo que encaja.
Él me dio una mirada oscura y movió su cuello muy despacio. Luego alzó la vista y se dirigió al círculo con su dulce sarcasmo. “Hey, todo el mundo, ¡mirad quién está aquí! ¡Es ____” “_____________________!!!!,” vitorearon los hombres. Ellos habían escuchado sobre mí. Solo el padre de Joe estaba en silencio, mirándome y exhalando humo de cigarro.
“Hola,” contesté, consciente de repente de que llevaba mis pantalones de gimnasio muy cortos y una camiseta con un gran cuello en V que mostraba mi escote. Esto era lo que llevaba después de la práctica de natación. La intimidación de Mike, persiguiendo al oficial Jonas, hablando con el jefe de policía, no me había dado cuenta de mi ropa. Ahora lo hacía. Me desplacé hacia un lado para que así Joe estuviera delante de mí.
“¿Te gustan las ostras crudas?” me dijo sobre su hombro.
“No las he probado nunca.”
Siete de los hombres me aclamaron a la vez, ofreciéndose a pelarme una si me sentaba al lado de ellos. Me aguanté las ganas de dar otro paso hacia atrás.
“Eres tan, tan dulce,” dijo Joe al hombre. “____ y yo tenemos algunas cosas que solucionar…”
Dos lobos aullaron.
“Frank, Barry, gracias por hacer sentir a ____ cómoda y bienvenida,” dijo Joe. “____ y yo tendremos un tete-a-tete.”
Dos hombres más refunfuñaron, “¿Tet-a-qué?” cuando encontraron dos sillas plegables y las acercaron al círculo para nosotros. También dejaron un cubo de ostras.
Me hundí con consuelo en una de las sillas. “esta propiedad debe valer millones de dólares,” suspiré cuando miré a ____.
“Fácilmente,” estuvo de acuerdo. Agarrándome fuerte para mantener el equilibrio. Él se sentó.
“¿No pudo conseguir tu padre un préstamo para que fueras a la universidad?”
“¡Oh, Dios! Mi padre no es el dueño de esto.” Él colocó sus muletas a un lado, tomando un guante y una navaja que los hombres habían dejado caer, y abrió una ostra con un chasquido. Él se cuela. Se puso en buenos términos con un almirante mientras estaba en la marina. Él se colaba en esta casa hasta que el almirante se retire y construya en la propiedad.” Joe arrojó a un lado la cáscara. Ahora que mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad, vi que el camino de la entrada estaba decorado con estas conchas.
“Mi padre dirige el barco de pesca del almirante,” dijo Joe, “y el almirante lleva el beneficio. Mira, esto es por lo que mi padre quiere que vaya a la marina, para encontrar un almirante del que yo mismo pueda vivir. Así es como triunfaron los Jonas.” Expertamente deslizó la navaja entre la ostra y la concha con un movimiento suave. Me pasó lo bueno.
Algunos de los hombres del círculo se giraron para mirarme. Yo miré abajo a la brillante ostra, mentalizándome.
Había visto a la gente hacer esto millones de veces. Mi padre había succionado toneladas de ostras crudas.
El codo de Joe estaba en su rodilla buena, su barbilla en su mano, mirándome. “No tienes que hacerlo.”
Lo fulminé con la mirada, entonces volqué la ostra en mi boca y tragué tragué tragué, intentando mantener mi lengua lejos para que así no notara el sabor. Tomé mi botella de cerveza, preparándome para lo que estaba por venir. Yo era capaz de hacer de todo cuando estaba enfadada.
Varios hombres me aplaudieron.
“Impresionante,” dijo Joe. “Y ni siquiera tenían los condimentos que harían a las ostras bajar con mayor facilidad.
Galletas, tabasco, limón, civilización. Hazme un favor.”
Bebí un poco más para estar segura de no devolver la ostra. “Qué,” grazné.
“Prométeme que nunca, jamás vas a volver a venir aquí un jueves por la noche. ¿Qué estás haciendo aquí de todas formas?”
Asentí con la cabeza hacia el cubo. “¿Debo tomar otra?”
Él levantó una ceja hacia mí. “Uh-oh. ¿Qué pasó? ¿Es malo?”
“Acabo de estar en la comisaría,” le dije. “Me enteré que ibas en mi coche.”
De repente los hombres vitorearon, y Joe ni siquiera me había dado otra ostra todavía. Un coche de policía entró en el terreno y aparcó detrás del Benz. Kevin bajó y deambuló a través del claro. Hizo un gesto y llamó a los hombres cuando ellos lo llamaron, pero él vino en línea recta hacia mí y hacia Joe, quien miró al oficia Jonas fijamente, incluso a pesar del alcohol.
“¿Dónde está tu teléfono?” chasqueó el oficial a Joe.
Joe se inclinó hacia delante, sacando su teléfono de su bolsillo trasero y dándoselo a Kevin. lo miró. “Está apagado. He intentado llamarte para advertirte que ella estaba viniendo. ¿Por qué has apagado tu teléfono?” apretó un botón y le devolvió el teléfono a Joe.
“No quería que ____ me llamara mientras estaba borracho,” dijo con tono santurrón, “porque eso sería embarazoso.” Él guardó el móvil.
El oficial Jonas puso sus manos en sus caderas. “Estás jodidamente desastroso. No tomaste un Percocet antes de beber cerveza, ¿lo hiciste?”
“Vamos, Kevin, yo nunca hago nada tonto.” Miró a su hermano con enojo hasta que el oficial Jonas se unió al círculo alrededor de la hoguera.
Entonces Joe cogió otra ostra del cubo y la abrió. “Sí, yo iba en el Benz.”
Abrí mi boca para decirle que yo me refería al Bug y al accidente, no al Benz. Cerré mi boca, decidiendo que necesitaba saber sobre él yendo en el Benz también. Como siempre, había incluso más cosas con Joe de las que me había imaginado.
“En realidad, mi hermano lo hizo por mí,” dijo Joe. “Él usó su puerta abierta como oficial de policía para hacerlo.
Luego sacó un fusible para mantener el arranque del motor. Me juró que sería seguro y no haría ningún daño permanente. Incluso se rió de mí por pensar que podría. Joe me dio la ostra.
Yo la sorbí y me limpié el jugo de la barbilla con la mano. Yo pensé que me había hecho fuerte y lo había conseguido antes de hablar, pero mis palabras vinieron como un chisporroteo. “¿Tú…Doug…entraste en mi coche?
¿Saboteaste mi coche?”
“Bueno, yo usaría otro término para ello cuando un policía lo hizo por mí. El amigo de mi hermano no lo sacó del garaje para arreglarlo, porque no había nada malo en él. Mi hermano acababa de poner el fusible. Creo que realmente pasó al arrastrarlo de vuelta a tu casa, pero yo ya te dije eso.”
Él chupó otra ostra.
“Pero, Joe, ¿por qué anduviste con mi coche?” mi chillido indignado se hizo eco en las paredes de la casa, y los hombres se giraron para mirarme de nuevo.
“Para que no fueras al parking con Brandon.” Ojos pequeños u viciosos, dijo tranquilamente Joe, “sabía que lo harías.”
“Todo esto es nuevo para mí,” dije. “Quiero decir, yo conseguí el informe del accidente de la comisaría. Tú estabas en el Bug cuando tuve el accidente.”
Él parpadeó.
Me peló una ostra.
Me la tragué.
“Ahora,” dije, “¿hay algún lugar donde podamos hablar de esto sin ser observados? Esta reunión de la tripulación está siendo un poco…”
“¿Pedófila?”
“Intensa, sí.”
Con un gesto devolvió el guante y la navaja al cubo, recogiendo sus muletas, e impulsándose hacia arriba muy despacio. Yo caminé con él hacia la casa, tan cerca de él que le golpeé un par de veces. Lo puse entre yo y el círculo de hombres.
“¿Vais a ocuparos de los negocios, Joe?” dijo uno de ellos.
“Barry, calla la jodida boca,” dijo el oficial Jonas…
Julieta♥
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
MaleeJonas escribió:Nueva lectora, me encanta tu nove... SIGUELAAA
bienvenida!!!!!
Julieta♥
Re: ♥FORGET YOU♥ (Joe Jonas & Tu)...ADAPTACION
Quiero accion UN. BESO!
Siguelaa piedad
Amo tu nove!
Siguelaa
Att: tu fiel lectora!
Siguelaa piedad
Amo tu nove!
Siguelaa
Att: tu fiel lectora!
Yhosdaly
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