Fix You || Electra & Peeta♥

por **Thalassa Deméter.** Sáb 08 Sep 2012, 5:16 pm

Fix You

Ficha

Φ Nombre: Fix You (Arreglarte)
Φ Autor: Yo misma, Thalassa Deméter.
Φ Adaptación: Algo así.
Φ Género: Drama, Romance.
ΦAdvertencias: Este es un One-Shoot, dedicado a una chica muy especial, ya que hoy es su hermoso cumpleaños. Su 16º Cumpleaños. ¡Felicidades Noemi!
ΦOtras páginas: No.

When you try your best, but you don't succeed
When you get what you want, but not what you need
When you feel so tired, but you can't sleep
Stuck in reverse

La guerra había terminado, todo Panem estaba en paz. El Distrito 13, había emergido de su exilio subterráneo para re-incorporarse a vivir sobre la tierra, donde calienta el sol. El Capitolio ya era dirigido por los rebeldes, y todo marchaba en paz y harmonía.
Pero a veces, la paz no era suficiente para calmar las guerras internas que pudiera haber en algunas personas. Y ese era el caso de Electra Crown, la conocida, Saeta de Luz.
En esos momentos se encontraba de nuevo en su casa, en el Distrito 12. Después de dos meses del término de la guerra. En esos momentos ya vivía con su prometido, Peeta Mellark.
Ellos se querían, y mucho, pero no era suficiente el amor para curar del todo a la hermosa chica de ojos violetas.
-¿Lec? ¿Electra, donde estás? –la llamaba el rubio de ojos azules, desde la entrada. Ya hacia varios minutos que la llamaba, sin obtener respuesta. Y lo raro sería que alguien le contestara, porque en esos momentos no había nadie dentro de la casa, excepto él, claro.
Entonces, al chico se le ocurrió que tal vez… Entro a la habitación que compartían y abrió el armario. Tal y como esperaba.
El arco y las flechas que ahora solía guardar allí, no se encontraban en su sitio.
-Otra vez de caza… -murmuro para si mismo el joven, suspirando.
Y es que, a pesar de no ser necesario, Electra insistía en asistir a las afueras del 12 prácticamente todos los días para cazar, solo que ahora era en soledad. Ya que su mejor amigo, Gale, con el que solía cazar, ya no se encontraba en su distrito.
Y mientras el rubio bajaba a la cocina, a preparar la cena, -ya que, seguramente Lec no llegaría a tiempo para hacerla, sería mejor que la hiciera él- la chica de peculiares y preciosos ojos violetas se encontraba observando las profundidades de un lago.
Las lágrimas amenazaron por salir de sus ojos, por enésima vez esa semana. Cada vez que iba a visitar ese lago, los recuerdos la azotaban con violencia, haciéndole sentir bastante mal. Y no era para menos. Ese lugar le traía trágicos recuerdos a la mente.
Más que nada, porque cada vez que observaba las profundidades del lago, con su color azul brillante y hermoso, le recordaban a unos ojos, inocentes, tiernos y dulces y porque cada vez que recordaba como una red de pesca solía estar sumergida en aquellas mismas aguas, las lágrimas salían sin permiso ni control de sus ojos violetas.
Le recordaba a Letha, su pequeño ruiseñor, y a Nyx su callado admirador. Y de nuevo. Empezó a llorar desconsoladamente.

When the tears come streaming down your face
When you lose something you can't replace
When you love someone, but it goes to waste
Could it be worse?

La pena era demasiado grande como para omitirla. Ella creía que jamás sería capaz de superar aquello. Pero no se percataba de que, si quería, podía, al menos, aprender a vivir con ello, porque era cierto que algo así no se supera.
Cuando decidió que ya era muy tarde y que debía regresar a casa, donde seguramente le estaría esperando Peeta, ya había oscurecido y las estrellas comenzaban a brillar en el cielo negro de aquella fría noche de Septiembre.
-¡Electra! ¿No es muy tarde ya? –exclamo el chico apareciendo por la puerta de la cocina hacia la entrada.
Ella no pudo evitar sonreír divertida un momento. La imagen era bastante cómica. Peeta iba con un delantal blanco, pero manchado aquí y allá por aquello que estaba cocinando y con una cuchara de madera en la mano. Parecía una madre regañando a un hijo cuando llegaba embarrado y demasiado tarde de jugar.
Pero la expresión le cambio por completo al joven de ojos azules, al observar con detenimiento la cara de Electra.
-¿Lec…? –no se atrevió a preguntar que le sucedía, no parecía que estuviera en condiciones para responder. Se limito a dejar la cuchara sobre la mesa de la cocina y a subir con ella arriba.
-Te prepararé un baño, cuando estés lista, puedes bajar a cenar. Pero tú tranquila, no tengas prisas, todavía no e terminado del todo la cena.-dijo el chico mientras se metía al baño y encendía los grifos de la bañera.
Ella se quedó sentada en la cama, escuchando el agua caer y a Peeta trasteando dentro del baño. Cerró los ojos y se preguntó mentalmente que era lo que había sobresaltado a su prometido.
Entonces recordó las lágrimas y ese corte en la cara que se había echo sin querer con una rama, al regresar. Todavía le escocía, ¿le sangraría aún? Se llevo una mano a la cara, y comprobó que su mejilla estaba pegajosa, señal de que había sangre en ella.
Suspiro, rendida y cansada.
Peeta mientras comprobaba la temperatura del agua. Abrió el grifo de agua fría un momento, y cuando estuvo seguro de que ya estaba como a Lec le gustaba salió del cuarto de baño, secándose las manos en el delantal.
-Ya está listo. Si necesitas algo llámame estaré abajo. –dicho eso, besó su cabello y salió de la habitación, bajando las escaleras, todavía preocupado por el estado de ella. Cuando había entrado, se había percatado de ese corte en la mejilla derecha, que a pesar de haber dejado de emanar sangre, había cubierto su mejilla de sangre rojiza y sucia por la tierra. De esos surcos en la mejilla izquierda que indicaban que había llorado, por las mejillas enrojecidas por el frío, por los labios violáceos y por todo el barro que llevaba encima. Peeta, estaba preocupado.

Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you

La joven se metió lentamente en el agua caliente, dejando que la sensación de calor la invadiera, quitándole el frio que había padecido fuera de casa. Durante su estadía en el bosque.
Con una esponja se dispuso a quitarse todo el barro, pensando en algo que hasta ese momento no se le había pasado por la cabeza.
El día siguiente cumpliría 17 años, sería su cumpleaños y ella no esperaba que nadie lo recordara. Ella siquiera se había percatado de lo poco que le quedaba por envejecer un año. Tampoco le importaba.
Cuando terminó su baño relajante se vistió con el pijama, y bajó a la cocina envuelta en su bata, con el cabello húmedo.
Al entrar, vio que la cena estaba servida y que Peeta echaba un vistazo a algo dentro del horno. Olía genial. Ella siempre pensó que él era mucho mejor cocinero que ella, lo suyo no eran las tareas domésticas.
-Veo que ya has terminado. –dijo el chico sonriéndole con amabilidad, dejando entrever una hilera de perfectos dientes blancos. Ella sonrío más inconscientemente que otra cosa.
-Sí… -susurro ella, muy cansada. Él le dirigió una mirada amable, y no preguntó nada. No le hacia falta. Ella le agradeció mucho que no preguntara nada.
-Pues venga, deberás comer algo, seguro que estarás hambrienta. –le dijo con amabilidad él. Y los dos se sentaron a la mesa a comer.
La cena trancurrió con la normalidad habitual, no trataron más que de temas triviales y del sueño de Peeta. Quería abrir una panadería.
-¿Tú que opinas sobre ello, Lec? –le pregunto ilusionado él, mirando a la chica que siempre había amado y que siempre amará.
-Si es lo que quieres, por mi genial. Yo quiero que tú seas feliz… -dijo ella con sinceridad, sonriéndole.
-Pues yo solamente puedo serlo si tú lo eres… -la sonrisa se esfumó de la cara de la morena y se quedó mirando al rubio entristecida.

And high up above or down below
When you're too in love to let it go
If you never try, then you'll never know
Just what you're worth

-Peeta, ya hablamos de eso… -susurró penosamente, pero él, se mantuvo firme, aunque no soportara ver a Electra triste y lo que más le apetecía era ir y darle un fuerte abrazo.
-No, tú hablaste de ello, yo no dije nada… -se quejó él, y lo cierto, es que era verdad. Cuando discutieron el hecho de que Electra, seguía anclada en el pasado, que no era capaz de seguir adelante, la única que hablo fue ella. Peeta se limitó a escuchar, pacientemente.
-Pero… -protestó ella, pero él le interrumpió.
-Escúchame, al menos esta vez, ¿de acuerdo?
Ella asintió y se quedó mirando al chico. Esperando que comenzara con su discurso, pero en vez de eso, la llevó a la Sala de Estar y se sentaron a tomar el postre allí. Había cocinado unos pastelitos de chocolate, y también trajo café.
-Bien… Lec, yo puedo ayudarte, yo quiero hacerlo, pero tú… Parece que prefieres sufrir, como su le debieras a alguien ese sufrimiento, ese dolor. Pero te equivocas, estoy seguro de que ellos lo que más deseaban es que fueras feliz. No esto, Lec… No puedes seguir así, ni yo tampoco… -se pasó una de sus manos fuertes por el cabello rubio y miro a la chica con una mezcla de determinación y pena en los ojos.
-Peeta… -murmuró ella, intentando detenerle, pero él negó con la cabeza y puso una mano sobre la suya, ya no le sorprendía la diferencia de tamaños de estas dos.
-No, escúchame, por favor… -le suplicó el joven mirándola, ella se resigno a no decir nada hasta que él terminara.- Yo te quiero, y mucho, tú lo sabes, pero esto no puede seguir así… Yo quiero que estés bien, y como yo, hay mucha gente que también lo desea, pero… Para eso, debes dejarte ayudar, te puedo ayudar Lec, solo tienes que querer-lo…
-¿Has terminado, ya? –preguntó ella con un asomo de sonrisa en sus labios.
-Sí, pero… -intentó decir el, pero ella se limitó a acercarse y a abrazarle. Besándole tiernamente los labios.
-Yo si quiero que me ayudes… -le susurro al oído. Y en los labios de él se formó una sonrisa descansada y feliz. Estrechó con sus brazos el delgado cuerpo de Electra, sintiéndose el hombre más afortunado del planeta… Por fin, estaba decidida a volver a ser la misma… Iba a recuperarla… A recuperar a esa Lec, que alguna vez fué...

Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you

Esa noche no sucedió nada más, los dos se fueron a dormir, después de que arreglaran entre los dos la cocina y lo dejaran todo limpio.
A la mañana siguiente, cuando Electra despertó se encontró con unos ojos azules observándola. Peeta le sonreía de pie junto a su lado de la cama.
-Felicidades, Electra. –la chica tardó en reaccionar y cuando al final recordó que ese día era su cumpleaños, le sonrío al chico.
-Gracias, Peeta. –él se agachó, la besó tiernamente y le dejó una bandeja con el desayuno preparado.
-Bueno, tú desayuna tranquila. –dijo él con una sonrisa. Ella le miro escrutadoramente.
-No estarás tramando algo, ¿verdad? Ya sabes que te dije que NO quiero ningún tipo de fiesta. –le recordó ella seriamente.
-Sí, sí, tranquila, no tendrás fiesta, ¡tranquila mujer! –dijo riendo él, algo que le hizo sospechar todavía más a ella.
Y es que en realidad, él si había organizado una fiesta para ella, aunque con la ayuda de Zeva, la hermana mayor de ella y Kineta el hermano mayor de él. Los cuales, se encontraban en la cocina de la casa de sus dos hermanos menores.
-¿Y bien? ¿Cómo despertó? –preguntó Zeva vigilando el horno donde una Hermosa tarta se estaba cociendo.
-Parece que bien. Me ha recordado que no quiere ninguna fiesta. –dijo con pesar el chico, pensando que quizás no era tan buena idea.
-Tranquilo hermanito, seguro que sí quiere, las mujeres son todas iguales, dicen lo contrario a lo que piensan o creen, solo para que las sorprendas y si no haces lo contrario de lo que te han dicho se enfadan y no… -Kineta se giró a mirar a Zeva, la cual se encontraba de brazos cruzados y mirándole interrogativamente y algo amenazante.- Pero tú no eres así mi amor.
Peeta salió de la cocina riendo, mientras su hermano mayor intentaba arreglar las cosas con Zeva, su prontamente esposa. Entonces, un teléfono sonó en la casa.

Tears stream down your face
When you lose something you cannot replace
Tears stream down your face
And I...

Peeta se dirigió tranquilamente a cogerlo y lo descolgó con parsimonia.
-¿Diga? –preguntó el chico ya con el auricular en la oreja.
-¡Hola, Peeta! –se escucho una contenta voz femenina desde el otro lado de la línea.
-¡Hombre, hola Assa! –saludó contento. La chica del otro lado de la línea era Thalassa Deméter, la chica que compartió victoria con él, Electra y otro chico, en los septuagésimos quintos Juegos del Hambre, los penúltimos celebrados. Aunque también salió con vida con ellos en los septuagésimos sextos Juegos del Hambre, los últimos celebrados.
-¿Qué tal estáis por ahí? –preguntó la chica, mientras Peeta le sonreía a Lec, que bajaba las escaleras con la bandeja en las manos.
-Bien, ¿y vosotros? –contestó y vio como Electra le miraba con desconfianza, creyendo que algo estaba tramando con el interlocutor de la otra línea.
-Bien, aquí, bastante solos. –dijo riendo. Él sonrío, tenía razón, en el Distrito 4 ahora solo quedaban ella y Cato, el chico también ganador con ellos, y su prometido. Los demás se habían instalado en el 12.
-Me lo imagino. –se aseguró que Lec no estuviera cerca y susurro.- ¿Y cuando llegáis?
-Pues en unas horas, pero tranquilo, Prue nos deja quedarnos en su casa hasta que sea la hora. –dijo ella sonriendo al otro lado de la línea.
-¡Genial! –exclamo él, Electra asomó la cabeza y le miró interrogativo.- Tranquila cariño, no es nada. –le sonrío hasta que se hubo ido. Escuchó las risas de la rubia.
-¿Te ha pillado? –preguntó riendo. El no pudo evitar sonreír, la risa era contagiosa.
-No, pero casi. –dijo entre risas.
-¡Hay! Bueno, nos vemos luego, te llamaba para aclarar lo de nuestra llegada. Cato me dijo que habías llamado y que él no había sabido decirte. Sigue igual de patoso que siempre, que se le va a hacer! –y no muy lejos de la chica, se escuchó un “hey” ofendido, que provenía de Cato.
Peeta se río y ambos se despidieron. El rubio se dirigió a la cocina, donde las hermanas Crown estaban hablando sobre algo y Kineta sacaba la tarta del horno.
-¿Quién era? –preguntó con perspicacia la chica, observando a su prometido con una ceja levantada. Aun así, mirándole amenazadoramente, él pensó que era la mujer más bella de todas.
-Pues… Cato… -mintió el chico, sin saber que decir.
-¿Y que quería? –insistió ella.
-Nada, preguntarme algo, es que tuvo un problema con… Thalassa y… Nada, me pidió consejo. –se excusó él, Kineta sonrío divertido sin que Electra lo viera, pensando que su hermano lo de mentir a Lec, no se le daba nada bien.

Tears stream down your face
I promise you that I'll learn from my mistakes
Tears stream down your face
And I...

Al pasar el mediodía Electra ya se relajó creyendo que en realidad no le iban a montar ningún tipo de fiesta para su cumpleaños. Pero iba muy equivocada.
Lec salió al bosque, como todos los días, prometiéndole a Peeta que regresaría en dos horas y que no iría al lago. Mientras tanto, Peeta se quedó en casa, organizándolo todo, con la ayuda de sus amigos, que fueron yendo a ayudar.
Electra ni se imaginaba lo que se estaba cociendo en su casa, ella creía que al regresar encontraría a Peeta con la cena preparada y una de sus hermosas sonrisas esperándole.
Pero no fue así. Cierto que Peeta la esperaba con una de sus sonrisas blancas y sinceras, pero no era el único.
Electra se llevo una gran sorpresa cuando abrió la puerta principal, y nadie le respondió al no saludar, Peeta solía estar en casa y si no, Zeva solía merodear por ahí.
Pero su sorpresa fue mayor cuando entró a la Sala de Estar, en busca de sus zapatillas, -que no sabía donde las había dejado- y un sonoro “Sorpresa” la sobresalto.
Una sonrisa comenzó a formarse en los labios de la morena, mientras observaba con felicidad a los asistentes… Incluso Kappa estaba ahí, sonriéndole como siempre solía hacerlo…
-Yo… Yo… No lo esperaba yo… -comenzó a balbucear ella, sin saber que decir.
-¡Deja el balbuceo para luego! Felicidades, preciosa. –la interrumpió un muy sonriente y rejuvenecido Haymitch, estar con Prue le había echo mucho bien.
Ella sonrío y notó como Peeta se le acercaba tímidamente.
-Ya se que no querías ninguna fiesta pero… No iban a dejar pasar tu cumpleaños… -ella le dedicó una enorme y feliz sonrisa y se abalanzo sobre él, abrazándole y dándole un beso tierno y dulce.
Todos aplaudieron y ella se separó de el, y observo todas las caras sonrientes que aplaudían. Sintiendose, querida, y por una vez en mucho tiempo, se sintió…
Ella misma de nuevo...
Como si estuviera, al fin...
Reparada…

Lights will guide you home
And ignite your bones
And I will try to fix you

Fix You || Electra & Peeta♥ Tumblr_m8s96j6jGr1r9a1xh

por **Jhensley.** Sáb 08 Sep 2012, 6:00 pm

Primero que Nada!
¡FELIZ CUMPLEAÑOS NOEMI! :cumple: que genial espero que la pases de lo mejor en este dia tan especial para ti son solo una vez al año y se vuelven especiales con las personas que mas quieres estan a tu al rededor, eres una increíble personas y una GRAN amiga, te quieroo:3 :hug:

Ahora el Shoot:3 PERFECTO amo la pareja de Electra & Peeta son tan especiales y lindos MORÍ! con esto te quedo espectacular Ain:3 increíble
y como ya te dije Suficientemente decente para un One-Shoot:3 Sigue escribiendo sabes que me encanta a ti también te quieroo:3 :hug:

Nox

por **Vanellope** Lun 10 Sep 2012, 10:51 am

¡AYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY! Muchas gracias Ainhoa, me encanto bastante, Lec tan ash... Okey, ahora si pobre Lectra, extraña a Gale, A Letha y a Nyx :-( Pero me encanto bastante, casi lloro porque es un regalo encantador, te dije que sería hermoso, me gusto bastante, LO GUARDARE siempre siempre siempre... Gracias pequeña Ainh, eres una niña hermosa, y te quiero bastante. Quiero que sepas que eres genial, THALASSA DEMETÉR.
Gracias Jen, por tu comentario se me hizo monisimo, las adoro a las dos, muchisimooooooooooo... Las mega adoro

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