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"Boda Entre Extraños" {Nick & Tú} -Adaptación- EN CONCURSO
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: "Boda Entre Extraños" {Nick & Tú} -Adaptación- EN CONCURSO
Por el amor de dios! quieres matarme? como la vas a dejar así!!!
síguela muchachita
síguela muchachita
Flor
Re: "Boda Entre Extraños" {Nick & Tú} -Adaptación- EN CONCURSO
wow q pasara en ese duelo siguela por favor me encata la nove
me dejas con la intriga
me dejas con la intriga
ElitzJb
Re: "Boda Entre Extraños" {Nick & Tú} -Adaptación- EN CONCURSO
Por el amor de dios me mata la intriga tienes que seguirrrrla!!!
por cierto F E L I Z D Ì A para todas :) las amigas JONATICAS
por cierto F E L I Z D Ì A para todas :) las amigas JONATICAS
Flor
Re: "Boda Entre Extraños" {Nick & Tú} -Adaptación- EN CONCURSO
Capítulo 5
Nueva Orleans
Nick se había preguntado a menudo por qué se habría acostado Sagesse con su esposa, y terminó por comprender que había sido inevitable. De niños los dos eran muy amigos y juraron ser hermanos de sangre, pero incluso entonces Étienne también había sido el mayor rival de Nick.
Porque eran amigos, Étienne se esforzó por contener sus celos. Con el paso del tiempo, no obstante, conforme se hacían hombres, su amistad se vio oscurecida por demasiadas discusiones y una creciente competición, y durante bastantes años se mantuvieron cuidadosamente alejados el tino del otro. Cuando Nick se enamoró de Corinne Quérand y contrajo matrimonio con ella, la idea de seducirla no tardó demasiado en echar raíces dentro de la mente de Étienne. Una vez que Étienne se hubo salido con la suya, quedó claro que el encanto de Corinne tardaba muy poco en disiparse. Ahora gire Nick había reparado la deuda mancillando a su prometida, Étienne estaba decidido a saldar la cuenta pendiente de una vez por todas. Había llegado a imaginar que estaba medio enamorado de _________________ Kersaint, y Nick pagaría muy caro haberle arrebatado ese sentimiento.
_________________ bajó por la escalera después de una noche en vela. La casa estaba silenciosa, todavía era temprano para que los gemelos se hubieran despertado. Se sentía oprimida por una extraña emoción, y no podía fingir que fuese otra cosa que preocupación por Nick. Pero el porqué debiera importarle tanto lo que le ocurriese era imposible de explicar. Fue a la sala de estar, miró por la ventana y vio que ya había llegado el alba. Sagesse y Nick tal vez estuvieran librando su duelo en aquel preciso instante, con los sables cruzándose como las hojas de unas tijeras y reluciendo bajo la pálida luz. -Ya tiene que haber acabado -le oyó decir a Irénée detrás de ella. La anciana se sentó a la mesa del desayuno vacía-. A veces me parece como si hubiera pasado por un millar de mañanas como ésta -continuó diciendo, ojerosa y un poco demacrada-. Porque éste no es el primer duelo que ha librado Nicholas. Y no es el único de mis hijos que ha empuñado la espada. Nadie puede entender la pena que llega a sentir una mujer cuando la vida de un hijo suyo se ve amenazada. -No creo que sea derrotado, madame.
-¿Y si no consigue salir vencedor? ¿Cuánto más llegará a ennegrecerse su corazón cuando deba vivir con la muerte de Étienne sobre su conciencia? Quizá sería mejor para él que... que perdiera este duelo antes que llegar a estar tan lleno de amargura.
-No -murmuró _________________.
Los minutos parecieron transcurrir mucho más despacio de lo habitual. Si no le hubiera ocurrido nada, seguramente a esas alturas Nick ya habría regresado. _________________ intentó entablar conversación, pero pasado un rato guardó silencio y contempló sin verlo el líquido que iba enfriándose dentro de su taza. -¡Madame! -oyó exclamara Noeline. Tanto ella como Irénée se volvieron con un sobresalto. El ama de llaves estaba de pie en la entrada, sus nervudos brazos abarcando el quicio de la puerta-. ¡El chico de Retta acaba de llegar para decir que monsieur se acerca por el camino!
-¿Se encuentra bien? -preguntó Irénée con voz temblorosa.
-¡Estupendamente!
Irénée se levantó con una sorprendente celeridad y corrió al vestíbulo de la entrada. _________________ fue tras ella, el corazón palpitándole con una emoción inexplicable.
La tensión quedó abruptamente truncada cuando Nick entró en la casa, el rostro ensombrecido por la frustración. Cerró de golpe la enorme puerta, miró con el ceño fruncido a las dos mujeres que tenía delante y fue a la biblioteca. Irénée se apresuró a seguirlo, mientras que _________________ se quedaba helada en el vestíbulo.
-¿Nick? -oyó la tenue súplica de Irénée-. ¿Nicholas? ¿Qué ha sucedido?
No hubo ninguna réplica.
-¿Saliste vencedor del duelo?-insistió Irénée-. ¿Está muerto Étienne Sagesse?
-No. Sagesse no está muerto. -Pero no lo entiendo.
_________________ se quedó inmóvil en el hueco de la entrada mientras Nick iba a una mueble librería y contemplaba los lomos coloreados de los volúmenes encuadernados en cuero.
-Poco después de que hubiera empezado el duelo, tuve a mí merced a Sagesse-dijo-. Sus reflejos ya no son los de antes. Sólo hubiese podido vencer al más torpe de los principiantes.
Se miró la mano derecha como si todavía empuñara el sable.
-Fue un juego de niños -continuó con un fruncimiento del labio-. Le hice un arañazo, apenas lo suficiente para que comenzara a fluir la sangre. Nuestros padrinos conferenciaron y nos preguntaron si el honor había quedado satisfecho. Sagesse dijo que no, que el honor requería que lucháramos hasta la muerte. Yo me disponía a mostrarme de acuerdo, pero entonces...
Nick gimió y se volvió hacia ella al tiempo que se llevaba las manos a la cabeza.
-Dios mío, no sé qué fue lo que me impulsó a hacerlo. Deseaba tanto matarlo... Habría sido tan fácil, tan condenadamente fácil.
-Dejaste que el duelo terminara en ese punto -dijo Irénée con incredulidad-. No lo mataste.
Nick asintió, el rostro ensombrecido por una mueca en la que la perplejidad se mezclaba con el aborrecimiento de sí mismo.
-Eso me complace mucho -dijo Irénée-. Hiciste lo correcto, Nick.
Él emitió un sonido de disgusto.
-Necesito una copa. -Dirigió la mirada hacia la bandeja de plata en que estaban los licores, y vio a _________________ inmóvil en el hueco de la puerta.
Se observaron el uno al otro en un silencio súbitamente tenso. A _________________ le faltaban las palabras. Estaba claro que no había nada que se pudiera decir para calmarlo. Nick estaba lleno de una intensa hostilidad masculina a la que no se le había permitido encontrar ningún desahogo. Era evidente que estaba furioso por no haber sido capaz de obligarse a sí mismo a matar a su odiado enemigo. Sin duda lo consideraba como una muestra de debilidad.
_________________, por su parte, reconocía aquel inesperado vuel-co en los acontecimientos como la evidencia de que siempre había estado en lo cierto: por mucho que el resto de Nueva Orleans se empeñara en creer lo contrario, Vallerand no era ningún asesino.
-Bien -murmuró-, ¿y ahora qué, monsieur? ¿Será usted sensato y se olvidará por fin de todo este asunto? Probablemente no: hará cuanto esté en su mano para encontrar otra excusa que le permita batirse con Sagesse, y la próxima vez quizás encontrará ánimo suficiente para matarlo. Aunque lo dudo. En cualquier caso, gracias a Dios yo ya no estaré aquí para verlo.
Dirigió una mirada expectante a Irénée.
-Si no le importa, madame, ahora querría ir al convento de las ursulinas. Dudo que vaya a ser ni la mitad de interesante que residir en la mansión de los Vallerand... pero me atrevería a decir que no me disgustaría disfrutar de unos cuantos días de paz y tranquilidad.
Vallerand clavó en ella una mirada cuya callada amenaza hizo que los nervios de _________________ vibraran con un suave temblor. -No vas a ir a ninguna parte.
-¿Tiene usted algún plan alternativo? -preguntó ella secamente.
-Tu reputación ha quedado arruinada -observó él-. –
Ahora no habrá nadie en todo el territorio que quiera acogerte. Todos creen que eres una mercancía echada a perder. -Sí, gracias a usted el matrimonio ha dejado de ser una opción para mí. Pero las hermanas me abrirán sus puertas. Así que, si me excusa, subiré a recoger mis escasas pertenencias, y luego espero que un carruaje me...
-Te casarás conmigo.
Aunque _________________ medio se lo esperaba, la repentina pro-puesta -o, para ser más exactos, el anuncio- hizo que su corazón dejara de latir. En su momento de mayor alarma, una parte de ella todavía fue capaz de recapacitar y comprender que si obraba con un poco de astucia, podría conseguir algo que sólo en aquel momento se dio cuenta de que había querido tener.
-¿De veras? ¿Y cómo se le ha podido ocurrir una idea tan absurda?
-Tengo necesidad de una esposa.
-Sólo debido a lo que le hizo a la primera -replicó ella, y dio media vuelta.
Para cuando Nick fue capaz de articular una réplica, _________________ ya estaba a mitad de la escalera y sus piernas la impulsaban rápidamente hacia la seguridad de su habitación.
Nick miró a su madre sonriendo sardónicamente. Irénée se disculpó con un encogimiento de hombros.
-Parece que no se muestra muy receptiva a la idea-comentó.
Nick rió ante la delicadeza con que se había expresado Irénée, y su furia pareció disiparse. Fue hacia ella y depositó un beso sobre su frente fruncida.
-No debes ir por ahí contándoles a mis futuras prometidas que asesiné a mi primera esposa, mancan. Eso no ayuda nada a hacerme más atractivo.
-¿Crees que serás capaz de persuadirla de que se case contigo, Nick?
-Empieza a hacer planes para celebrar una boda dentro de una semana.
-¿Sólo una semana? Pero ¿cómo puedo llegar a preparar...? No, no, es absolutamente imposible.
-No será una gran boda. Te conozco, maman. Podrías organizarla en un cuarto de hora si quisieras.
-Pero estas prisas...
-Son completamente necesarias. Me temo que la reputación de mi prometida no podría soportar un compromiso más prolongado.
-Si pudiéramos esperar un poquito más, Alexandre y Bernard estarán aquí. ¡Tus hermanos querrán asistir a tu boda, Nick!
-Te aseguro -dijo él sardónicamente- que mi boda resultará igual de emocionante a pesar de su ausencia. Ahora, si me excusas, iré arriba para mantener una conversación privada con _________________. -Hizo una pausa cargada de significado-. Asegúrate de que no nos molesten.
A Irénée no se le pasó por alto lo poco decorosas que eran sus intenciones.
-No estarás demasiado rato a solas con ella, ¿verdad, Nick?
-Tal vez tenga que hacerlo. Después de las confidencias que compartiste con _________________, quizás haya que recurrir a medidas desesperadas para convencerla de que se case conmigo. -¿Qué clase de medidas?
Una sonrisa diabólica apareció en el rostro de él.
-No hagas preguntas, maman, cuando sabes que no quieres oír las respuestas.
_________________ se apoyó en la cama y observó la puerta con gran atención. El picaporte fue accionado, y la cerradura impidió que girase.
-_________________, abre la maldita puerta.
-No le he dado permiso para usar mi nombre de pila -dijo ella-. Y las palabras malsonantes difícilmente van a hacer que su propuesta de matrimonio resulte más atractiva.
La puerta fue sacudida con más vigor y las bisagras crujieron en protesta.
-Mademoiselle Kersaint, no tengo ningún deseo de echar abajo la puerta, dado que con toda probabilidad luego seré yo el que deba encargarse de repararla. Abra ahora mismo o...
Haciendo girar la llave en la cerradura, _________________ abrió la puerta de par en par empujándola con la mano.
-Entre. -Regresó a su posición anterior y se cruzó de brazos-. Ardo en deseos de oír la razón por la que debería aceptar su propuesta.
Vallerand entró en la habitación y cerró la puerta. Sus ojos entornados lanzaron un rápido vistazo a la cama en la que se apoyaba _________________, y ella casi pudo sentir la fuerza de su deseo. A decir verdad, saber hasta qué punto la deseaba Vallerand hacía que disfrutara de aquella confrontación con el varón enorme y lleno de excitación que tenía delante. Así que él había pensado que se limitaría a informarla de que se casarían, y entonces ella caería en sus brazos llena de gratitud, ¿verdad? Oh, no. Si iba a aceptar a Nicholas Vallerand-y eso todavía era un gran sí-, antes él tendría que convencerla de que merecía el riesgo que debería correr al hacerlo. -Mademoiselle...
-Ahora puede usar mi nombre de pila. -_________________-dijo él, dejando escapar un tenso suspiro-. Yo no maté a mi esposa-añadió de mala gana.
No había ningún rastro de humildad en su tono, ninguna señal de vulnerabilidad en su rostro... pero la neblina de sudor que cubría su frente delataba su agitación, y _________________ se sintió un poco mejor dispuesta hacia él en cuanto la vio.
-Corinne ya estaba muerta cuando la encontré. No sé quién lo hizo. Al principio pensé que había sido Sagesse, pero cuenta con muchos testigos para confirmar que no estuvo con ella aquella noche. Todas las evidencias apuntan hacia mí. Nadie cree que soy inocente. Ni siquiera mi propia madre. No puedo esperar que tú lo creas, tampoco, pero te juro...
-Por supuesto que le creo -dijo _________________ sin perder la calma.
Nick se apresuró a desviar la mirada, pero no antes de que ella viera el asombro en su rostro. Aunque su cuerpo estaba muy rígido, percibió un leve estremecimiento en él. Comprendiendo de pronto la carga que él había soportado durante tanto tiempo, y la forma en que lo había afectado, _________________ pensó compasivamente en lo solo que había estado durante tantos años.
-Es obvio que no es usted ningún asesino -continuó, dándole tiempo de recuperarse-. Esta mañana ni siquiera ha podido decidirse a matar a Étienne Sagesse en un duelo justificable. Pese a todos sus gruñidos y aspavientos, creo que básicamente es inofensivo. Pero eso dista mucho de ser suficiente para recomendarle en calidad de esposo.
-¿Inofensivo? -repitió él, levantando la cabeza bruscamente, ceñudo.
-Y muy poco de fiar-apuntó ella-. Desde el día en que nos conocimos, me ha mentido, traicionado y manipulado. -Las circunstancias distaban mucho de ser las habituales. -¿Eso es una disculpa? No suena como tal.
-Me disculpo -masculló él mientras se acercaba a ella. -Muy bien. -_________________ recorrió su figura desaliñada con una mirada llena de atrevimiento que lo abarcó de pies a cabeza-. Dado que soy optimista por naturaleza, supondré que semejante comportamiento no es habitual en usted. Y ahora haga el favor de explicar por qué debería casarme con usted.
Nick la contempló en silencio; empezaba a comprender que tratar de imponerle su voluntad era algo que no iba a dar ningún resultado con ella. Entornó los ojos decidido a negociar.
-Lo que nadie puede negar es que soy muy rico. Convirtiéndote en mi esposa podrías tener cuanto desearas. Cuán típico de un hombre, pensar que su riqueza era su principal atractivo. _________________ no mostró ninguna reacción ante lo que acababa de oírle decir.
-¿Qué más? -preguntó.
Él continuó acercándose con el sigilo de un depredador hambriento.
-Yo cuidaría de ti. Eso ya lo sabes.
Aquel recordatorio de cómo la había atendido durante las fiebres ablandó todavía más a _________________, pero se aseguró de no dejárselo ver.
-¿Qué pasa con nuestra diferencia de edad? -¿Diferencia de edad? -Su orgullo masculino estaba dolido.
_________________ contuvo la sonrisa.
-Nos separan al menos quince años. -Eso no es infrecuente -observó él.
Era cierto. Muchos varones criollos, especialmente los que provenían de familias ricas, pasaban años teniendo aventuras y disfrutando de la vida antes de que terminaran casándose después de haber cumplido los treinta o los cuarenta. Muchos otros perdían a su primera e incluso a su segunda esposa a causa del parto o de las enfermedades, y luego volvían a casarse con muchachas recién salidas del aula.
-Aun así -insistió _________________-, una pareja en la que hay tanta diferencia de edad puede encontrarse con ciertas difi-cultades.
-Au contraire. Puedo garantizar que me mostraré mucho más complaciente que un esposo de tu edad. Si te casas conmigo, te permitiré una gran libertad.
Era el argumento más sólido de cuantos le había expuesto hasta el momento, pero _________________ mantuvo su rostro desprovisto de toda expresión.
-¿Hay algo más que deba tomar en consideración? Nick extendió las manos hacia ella, veloz, como una pantera cuando ataca.
-Está esto -masculló, atrayéndola hacia sus brazos. _________________ tragó aire, demasiado aturdida para moverse. La boca de Nick era abrasadora, v sus labios buscaban y apretaban con una suave insistencia. _________________ intentó resistirse con un leve empujón, y él la agarró de las muñecas y se las puso al-rededor del cuello. El esbelto cuerpo de _________________ quedó apretado contra el de Nick desde el pecho hasta las rodillas, anclado allí por la presión que la mano de él ejercía sobre el hueco de su espalda. Sentir tan de cerca su oscuro, dulce v masculino sabor bastó para que una súbita embriaguez se apoderase de ella. La excitación y el placer tomaron posesión de su ser, y no pudo evitar apoyarse en el duro cuerpo del hombre. Nick saboreó el labio superior de _________________ y luego tocó el centro del inferior con su lengua, en una húmeda y sedosa caricia que inflamó los nervios de _________________.
-Abre la boca -susurró al tiempo que le rodeaba la nuca con la mano-. .Ábrete para mí, _________________, sí, sí... _________________ se asombró al sentir cómo la lengua de Nick se deslizaba más allá de sus dientes y pasaba a explorar el interior de su boca. Un gemido tembló en su garganta. Besarlo era todavía más delicioso de lo que ella había imaginado, y ahora ya no podía negarse a sí misma que lo había imaginado muchas veces. _________________ había empezado a ser consciente de la presencia de Nick en el mismo instante en que se conocieron, y aquel nuevo conocimiento que tan sensual le parecía finalmente se había expandido hasta convertirse en algo elemental e incontrolable.
Nick la reclamó con delicados besos que exploraron la boca de _________________, al tiempo que sus manos tiraban de sus ca-deras apremiándolas a unirse aún más a él. Cogió las nalgas de _________________, presionando así la dura e inconfundible forma de su erección hacia la parte más vulnerable de ella. _________________ dejó escapar una exclamación ahogada ante aquel nuevo calor que, al crecer dentro de ella, le provocaba deseos de arrancarse la ropa y de arrancársela a él, hasta desnudarlos a ambos.
Al darse cuenta de que estaba a punto de perder el control, por no mencionar la cordura, _________________ apartó su boca de la de él y tragó aire a grandes bocanadas. Los labios de Nick se pasearon por su cuello, lamiendo y mordisqueando suavemente los lugares más sensibles. Le murmuraba en francés y en inglés, con súplicas que la excitaban todavía más de lo que ya estaba y promesas que la llenaron de asombro.
-Nick... -dijo sin aliento-. No estoy segura de que la atracción física sea una razón suficiente para contraer matrimonio.
-Para mí sí que lo es, por Dios -gruñó él, y volvió a sellarle la boca con sus labios. Su sabor era adictivo. _________________ no podía evitar responder ávidamente a las profundas, lánguidas caricias de su lengua. Nick recorrió el cuerpo de _________________ con la mano que tenía libre, subiendo lentamente hacia la curva de su seno. El calor que emanaba de aquella mano atravesó el delgado algodón, y su pulgar se movió en círculos cada vez más reducidos hasta terminar llegando al centro exquisitamente endurecido. Nick tomó entre los dedos la delicada punta del pezón de _________________, y el placer le golpeó en la boca del estómago. Aferrándose a los duros músculos de su espalda, _________________ se apretó contra él.
Un gemido reverberó en el pecho de Nick; cogió a la mu-chacha en brazos y la llevó a la cama. Mientras él daba las escasas zancadas que necesitó para llegar hasta ella, _________________ comprendió lo que estaba sucediendo. Aunque su cuerpo exigía que se le entregara allí mismo y sin perder un instante, su mente no había olvidado las razones por las que todavía era demasiado pronto.
Apenas él la hubo depositado en la cama, _________________ se apartó rodando sobre sí misma y se incorporó. Entonces, al ver que Nick empezaba a deslizarse sobre ella, extendió una mano para detenerlo.
-No -jadeó-. No, no lo hagas.
Luego la asombraría que unas meras palabras hubieran tenido el poder de detenerlo, cuando Nick la devoraba con la mirada como si estuviera famélico y todo en su cuerpo se hallaba tan claramente resuelto a tomar posesión de ella. Sin embargo, se quedó inmóvil y respiró profundamente mientras se esforzaba por dominarse.
-Si fuera a aceptar tú propuesta... -_________________ hizo una pausa para inspirar profundamente-. Necesitaría un poco de tiempo para acostumbrarme a ti antes de que permitiera que vinieses a mi cama. Todavía somos unos extraños, des-pués de todo.
Un destello de satisfacción ardió en los ojos de Nick cuando comprendió que habían llegado a un acuerdo, y que ya estaban negociando los detalles.
-Desde mi perspectiva, petite, ya hemos llegado a cono-cernos muy íntimamente.
Ella sabía a qué se estaba refiriendo.
-Dado que pasé la mayor parte de ese tiempo inconsciente, eso casi no cuenta.
-Muy bien. Te concederé un poco de tiempo antes de que compartamos una cama. No obstante, me reservo el derecho a intentar persuadirte de que no esperes.
Volvió a extender las manos hacia ella, pero _________________ retrocedió sobre la cama, haciendo que sus rodillas se interpusieran entre ambos.
-También debería dejar claro que no soy una mujer obediente por naturaleza.
Una súbita sonrisa acechó en las comisuras de la boca de él. -Eso lo supe desde el momento en que te conocí. A cambio, permíteme que te informe que mi paciencia tiene sus límites. No la pongas a prueba demasiado a menudo, d'accord?
D'accord -convino ella. Bajando la mirada hacia sus rodillas, habló en el tono más tímido de que fue capaz-. ¿Y si me quedara embarazada? ¿Te disgustaría mucho que así fuera?
-En absoluto -dijo Nick secamente, mirándole el vientre de un modo que hizo que _________________ sintiera un estremecimiento-. Aunque antes tal vez desees esperar a que hayan transcurrido uno o dos años. Ya tendrás suficientes cambios a los que hacer frente en tu vida.
-Una vez que hayamos empezado a dormir juntos, no me quedará otra alternativa-dijo _________________-. Esas cosas las decide Dios.
Por alguna razón, él pareció divertido.
-Al fin, algo que no sabes -se burló afablemente-. Siempre hay formas de evitar quedar embarazada. -¿Cómo?
-Por el momento eso carece de relevancia, ¿verdad? Ya te instruiré al respecto cuando me invites a tu cama.
Se lo veía tan apuesto y lleno de descaro, con sus oscuros cabellos cayéndole sobre la frente y una sonrisa flotando en sus labios, que _________________ se sintió estremecida por una súbita punzada de placer. Apenas podía creer que aquel hombre tan magnífico fuera a ser suyo. Ninguna otra mujer lo estrecharía jamás entre sus brazos o lo llevaría a su cama. _________________ tenía intención de hechizarlo hasta el punto que nunca se le ocurriría serle infiel. Naturalmente, sabía que Nick no tenía la mínima intención de enamorarse de ella. Planeaba disfrutar de su cuerpo y asumir el papel de marido sin que su corazón llegara a peligrar por ello. _________________, sin embargo, tenía otros planes.
Los ojos de Nick se ensombrecieron. -¿Por qué sonríes de esa manera? _________________ le respondió con la verdad.
-Estoy pensando, Nick, que no tardaré en hacer lo que quiera contigo.
Aquella afirmación hizo que él se echara a reír. -_________________-replicó suavemente-, soy yo el que no tardará en hacer contigo lo que me venga en gana.
El clan Vallerand-así como toda Nueva Orleans-reaccionó con una mezcla de escándalo y deleite a la noticia de que Nicholas iba a contraer matrimonio. Los criollos, que siempre daban mucha importancia a temas como el cortejo y el matrimonio, ya habían empezado a hacer predicciones sobre el destino de la novia. Algunos decían que la boda nunca tendría lugar, en tanto que otros afirmaban saber por una fuente merecedora de toda confianza que la joven ya estaba conciente. Una cosa era segura: si _________________ traía al mundo un bebé, en cuanto éste naciese se daría inicio a un minucioso recuento de días para determinar cuándo había sido concebido.
La genealogía de _________________ fue analizada en cada sala de estar criolla. Su estirpe era irreprochable, pero eso no sirvió de gran cosa para acallar los rumores que corrían por Nueva Orleans. Después de todo, ni un solo miembro de la familia de la novia asistiría a la boda. Los padres presentaban a sus hijas la situación de _________________ como un ejemplo de los muchos peligros a los que sin duda se exponía una joven desobediente.
Debido a los acontecimientos que habían llevado a la petición de mano, no se celebraría una gran boda en la catedral de San Luis, sino una breve y discreta ceremonia religiosa. Aun así, después habría un gran banquete en la plantación Vallerand. Y por muy indecentes que fuesen los rumores que corrían, en Nueva Orleans todos suplicaban ser invitados al banquete.
Se esperaba que la música, la comida y el vino hicieran que aquella celebración fuese recordada durante muchos años. En los viejos tiempos, la hospitalidad de los Vallerand no había tenido rival en todo el territorio. A desesperada petición de Irénée, un reputado, y ya muy anciano repostero francés abandonó temporalmente su retiro para preparar el pastel de bodas de muchos pisos.
El día escogido para la boda, un lunes, no era una mala elección, aunque el martes era el día que había estado más de moda durante los últimos años. Se consideraba vulgar casarse en sábado, o en viernes, que habitualmente era el día en que tenían lugar las ejecuciones públicas. Tal como exigía la tradición, _________________ fue mantenida en una estricta reclusión antes de la boda, mientras que todo el mundo se dedicaba a especular sobre su aspecto. Las expectativas no paraban de crecer, ya que la opinión mayoritaria era que tenía que ser de una belleza realmente extraordinaria. Vraiment, ¿qué otra clase de mujer podía hacer que Nicholas Vallerand sucumbiera a la tentación del matrimonio, después de todos esos años?
Danne G.
Re: "Boda Entre Extraños" {Nick & Tú} -Adaptación- EN CONCURSO
se casaran!
me encanto, siguela
me encanto, siguela
romina.13
Re: "Boda Entre Extraños" {Nick & Tú} -Adaptación- EN CONCURSO
AAAAAAAAAAAAAAHHH!!!
AAAII BOOOODAAAAA!!!!
JUSTIN ES ADIVIIINOOOOOO!!!!
PON OTROO PORFIISS
AAAII BOOOODAAAAA!!!!
JUSTIN ES ADIVIIINOOOOOO!!!!
PON OTROO PORFIISS
chelis
Re: "Boda Entre Extraños" {Nick & Tú} -Adaptación- EN CONCURSO
Ahhh tenía razón Justin jaja, me encanta esta novelaaa!!! siguelaa
Flor
Re: "Boda Entre Extraños" {Nick & Tú} -Adaptación- EN CONCURSO
Wowwwwwwwwww!
ya quiero leer lo de la boda! creo que va a ser genial! :)
esperando capitulo! ;) :D
ya quiero leer lo de la boda! creo que va a ser genial! :)
esperando capitulo! ;) :D
HeyItsLupitaNJ
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