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Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
MI DIOS, ME DAN GANAS DE LANZARLE UN CRUCIO A JAMES. Igual lo amo XD, tienes que seguir pronto, me encantó :D
Kit Walker
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
aaaahhh!!!!
ame los capis!!!!!!
la beso! en verdad quede sorprendida
y me rei con lo de la azucar :P
adoro la personalidad de camille!!
bueno en fin ame todos los capis y
obvio que tambien la maraton :DDD
siguela cuando puedas!!
besitos!! :DD
ame los capis!!!!!!
la beso! en verdad quede sorprendida
y me rei con lo de la azucar :P
adoro la personalidad de camille!!
bueno en fin ame todos los capis y
obvio que tambien la maraton :DDD
siguela cuando puedas!!
besitos!! :DD
~Susie ∞Wallflower∞
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Dios esto es demasiado!! necesito con urgencia el proximo capitulo o me volveré locaa porfavorr!!
starttodream
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Capítulo 15
"Un sueño confuso"
Quedé pasmado, con la puerta a centímetros de mi nariz. ¿Qué había sido eso? ¿Por qué lloraba? ¡Habíamos tenido discusiones peores! ¿Qué tenía esta de diferente para ella? ¿Y por qué se había enojado cuando dije que me habían mandado?
Suspiré, confundido, masajeándome las sienes, y sentándome en el suelo, con la espalda apoyada en la puerta.
— ¿Quieres salir para hablar como personas? — grité luego de un rato de silencio.
No me respondió. Rodé los ojos, y golpeé la puerta, pero tampoco hubo respuesta.
— Por favor, no exageres… ¿Desde cuando te afliges por estas cosas? ¡Se supone que eres Camille! — recordé con obviedad, como si esa palabra resumiera que era una persona valiente, terca, dura y orgullosa, que no era una manguera viviente.
Permanecí a la espera durante veinte interminables minutos, debatiéndome la seriedad de sus palabras. Cuando dijo que imaginara que ella no existía, no lo podía estar diciendo realmente, claro que no. -Como si fuera posible- dijo una voz en mi cabeza, que últimamente vivía atormentándome con razonamientos como ese. Era como tener una mini Camille en mi cabeza… Definitivamente eso pasaba, se había metido en mi cabeza con esa manera de ser tan insoportable. Solamente tenía que pedirle perdón, olvidar todo esto, y conseguirme una novia que me ocupara el tiempo –quizá dos-.
Estaba en un castillo… Era uno muy lujoso, espacioso, lleno de almohadones gigantes y mullidos por todos lados. Además, el lugar estaba repleto de mujeres… De todo tipo… Y se oía música oriental de fondo, suave y relajante… El sol que se colaba por los ventanales, que permitían ver un paisaje isleño, daba de lleno en mi cara, reconfortándome como si se tratase de cerveza de mantequilla…
Yo ocupaba lugar en el centro, sobre uno de esos almohadones, y un grupo de mujeres de rasgos arábigos bailaba en torno a mí. Era el único hombre en la habitación. Me adoraban por alguna desconocida razón.
Suspiré complacido, y me recosté más en la almohada llena de plumas, viéndolas bailar. Esto era tomarme un respiro… Hacía bastante no estaba con tantas chicas a la vez, y tan a gusto…
Y entonces, la música se detuvo. El sol desapareció, junto a las mujeres, y el resto del lugar, que se tornó oscuro y viejo… comencé a caer.
Con un grito de desasosiego caí en una superficie suave, aunque no tan bruscamente como imaginaba, sino que frenándome al llegar. Al abrir los ojos, me di cuenta que estaba en la biblioteca de Hogwarts, sentado en una de las butacas, y frente a mi estaba Camille, mirándome preocupada.
— ¿Estás bien? Pareces abatido…— comentó en un murmullo.
— ¿Eh? S-sí… Tuve un sueño raro…— expliqué confundido. ¿Qué era real y qué no? —. Eso no importa, ahora…— comencé a decir, pero alguien respondió antes que yo.
— No. El profesor Binns me puso una T— la voz provenía de detrás de mí. Voltee, para encontrarme con algo que no imaginé que tendría que ver en mi vida. Era otro yo…
Corrió la silla en la que yo estaba para sentarse, y me tuve que levantar, pero en el proceso su brazo se cruzó con el mío, y en vez de impactar, lo atravesó. ¿Yo era un fantasma? ¿Había muerto? No… ¿Cómo estaría ahí si no?
Me senté en la butaca de al lado, y los observé.
— Eso te pasa por dejarlo a último momento. Te avisé que lo hicieras con tiempo, James— reprendió ella, mientras repasaba los errores en su pergamino, mordiendo la punta de la pluma que sostenía.
— Pff, suenas como mi mamá— se quejó mi-otro-yo, sacando un par de libros de la mochila.
— A que soy buena— bromeó, elevando la vista del pergamino, y alzando las cejas.
— No, eres quisquillosa— corrigió.
Ahora recordaba… Esto era un recuerdo, ya había pasado… ¿Entonces por qué estaba en mi sueño?
— Ah, aguafiestas. La próxima vez no te avisaré nada, entonces no seré más quisquillosa. Fin del asunto— anunció, dejando la pluma y el pergamino en la mesa, dando un largo suspiro —. Estoy harta de esto…
— ¿Y crees que yo no?
— Sí, pero tú casi no haces nada en la mayoría de las materias salvo vuelo y DCAO. No es justo.
— Quizá, pero ser yo requiere mucho esfuerzo— dijo el James del pasado, con notable ego. ¿Así me veía? ¡Que guay!
Ella encarnó una ceja, acomodando las cosas que había esparcido por toda la mesa.
— Por supuesto. Haces demasiado… Deberías tomar un descanso— ironizó.
— Ahh… Lo sé… Un día de estos agarraré mi escoba y me iré volando— contó con un suspiro.
— A lo mejor me llevas— sugirió bromeando ella.
— ¡Claro! Iremos a vivir a Italia, e instalaremos una tienda de chascos, como mis tíos— continuó fantaseando él, a lo que ella rió.
— Yo me encargaré de la invención— avisó.
— Claro que no, la invención será mi fruto.
— Uff, podríamos hacer mitad y mitad— sugirió rodando los ojos.
— Um… De acuerdo… ¡Incluso podríamos hacer algo juntos!
— ¡Exacto! ¡Como un súper proyecto! Podría tratar de fuegos artificiales… Las posibilidades son variadas— dijo siguiendo la corriente, entusiasmada, terminando de guardar sus cosas.
— ¿Fuegos artificiales? — Preguntó encarnando una ceja—. Creí que eras más creativa… Yo tengo pensado algo más grande… Por ejemplo, ¿qué te parece hacer copias de juguete del Mapa del Merodeador?
— No, eso sería profanar el arte de los Weasley— interrumpió seriamente.
— Espera, déjame continuar… Hacer pequeños mapas, pero de cada sala, es decir, pueden comprar uno de la Sala de Slytherin, uno del Gran Comedor… ¿Entiendes? Solamente para vigilar quien entra, o merodea por ahí.
— Wow, buena idea...— admitió impresionada, poniéndose de pie—. Debemos planificar mejor esto, hay que ver la hora y el lugar de partida— bromeó, a lo que mi-otro-yo esbozó una sonrisa.
— ¿No me ayudas con mis deberes de Herbología?
— Claro que no. Soy tu acompañante maligna, no tu máquina de hacer deberes, Potter— aclaró, guiñando un ojo, y yéndose del lugar, dejando a mi-otro-yo como idiota.
¿De verdad me veía así cuando estaba con ella? ¡Por Dios, parecía retrasado!
Entonces, sin darme tiempo a pensar, la escena cambió totalmente, ahora estaba en el bosque prohibido, perdido y solo.
Miré a todos lados, desorientado, sin entender qué rayos quería decir este sueño...
Entonces, el sol cayó, dejándome dependiente de la luz de la luna. Una risa cantarina resonó detrás de mí, haciéndome voltear. Era Camille, transformada en Sarah.
Tenía un vestido blanco, y el cabello suelto. Noté que estaba descalza.
No entendía absolutamente nada, y jamás me había visto tan confundido y deslumbrado a la vez. Debía admitir que ese yo de ella era atractivo, pero seguía siendo la Lupin de siempre a mi parecer.
Me miraba confundida, como si algo no encajara en mí. Elevó un dedo, y apuntó hacía mí, murmurando un "¿Qué es eso?".
Seguí la dirección que ella indicaba, hasta llegar a donde se suponía que debía estar mi corazón. Me aterré al ver que desde allí salía una curiosa luz blanca, y comencé a refregarme la remera, como si eso fuera un mancha, soltando un grito de desconcierto.
Eso la hizo reír de nuevo, provocando que me detuviera, y la mirara todavía más extrañado, sin saber decir porqué.
— Eres torpe— señaló divertida—. Eso no te lo quitas tan fácil...— terminó en un susurro, guiñando un ojo con complicidad, y dio un giro sobre su espalda, comenzando a trotar por entre los árboles, perdiéndose en la oscuridad.
Miré a todos lados, y con algo de vacilación la seguí, chocandome algunas ramas, pero decidido a no quedarme solo y perdido el resto de lo que durara este extrañísimo sueño. Finalmente la alcancé. Estaba sentada sobre un tronco caído, en la orilla de un lago, mirando la luna.
Estaba debatiéndome si mojarme para sentarme junto a ella, o permanecer donde estaba, cuando volvió a hablar.
— ¿No te parece hermosa?— preguntó, refiriéndose a la Luna.
— Mucho. Hoy es luna llena— acepté, haciendo una mueca al sentir el agua helada en mis zapatos, y tremando el tronco hasta quedar a su lado.
— ¿Por qué crees que esto está pasando?— inquirió de pronto, tras unos segundos de silencio, girando la melena bruscamente para mirarme. Su rostro reflejaba preocupación.
— ¿Qué cosa? ¿La luna llena? Creí que lo sabrías... Sucede que se...— dije, confundido por tal pregunta, pero no me permitió continuar.
— No, me refiero a por qué sueñas conmigo. ¿Por qué?— corrigió sonriendo ladinamente, volviendo a adoptar una mueca de preocupación al final.
Esa pregunta me dejó todavía más anonado. Sinceramente no le buscaba un significado; simplemente era otro sueño más.
— Quizá porque me dormí pensando en por qué te habías enojado tanto— sugerí, volteando la cabeza para mirar el reflejo del astro sobre aquel lago misterioso.
— No. Sabes que no— susurró.
— ¿Entonces por qué opinas tú que...?— comencé a preguntar, pero al girar a verla se abalanzó sobre mí, y me besó, dejándome pasmado.
Anonado, le devolví el gesto, pero cuando nos separó, y abrí los ojos de nuevo, me propinó una bofetada. Pero ya no estábamos en el lago. Estábamos en La Cabeza de Puerco.
Me miraba confundida como jamás la había visto... Bueno, sólo una vez, en... Claro, este era el recuerdo de la salida a Hogsmeade.
— ¿Qué?— pregunté bruscamente, sintiendo como me volvía a embargar la ira de aquel momento. Al menos esta vez la gente a nuestro alrededor no era real. Pero ella tampoco.
— Me...be-besaste— soltó tartamudeando, llevándose una mano a la boca.
— ¿Y? Tú comenzaste.
— ¡Por supuesto que no! ¡Fuiste tú! ¡Deja de ser tan orgulloso y admítelo! ¡Todos lo vieron!— chilló histérica, llevándose una mano al cabello azabache, como si todo esto la superara.
— ¡Deja de confundirme! ¿¡Por qué sueño contigo!?— bramé, poniéndome de pie—. No eres real. Tú no eres Camille. Esto es un estúpido sueño— musité hastiado de tanto juego con mi cabeza.
Ella negó con la cabeza y de sus ojos comenzaron a caer lágrimas. Merlín... ¿Por qué yo?
— N-no llores— dije, sin saber bien que hacer, viendo como todo a nuestro alrededor desaparecía, dándole espacio a una habitación en penumbras. Era el dormitorio que ocupaban ella y Rose en La Madriguera.
Ahora ella estaba sentada sobre la cama, abrazándose las rodillas, con la cabeza oculta detrás, y yo estaba parado enfrente con expresión de idiota, sin saber que hacer.
— Por Dios... ¿Me puedes decir por qué lloras?— solté al final, dando un suspiro, rendido. Esto no iba a acabar con solo pedirlo... Era una pesadilla.
Ella elevó el rostro, pero ya no era estaba transformada en esa tal "Sarah", ahora era la Camille de gafas y cabello colorido.
— Porque... tú...— logró decir con un hilo de voz, pero no pudo terminar la frase, pues se echó en llanto de nuevo.
Suspiré frustrado, y me senté junto a ella, abrazándola por los hombros con vacilación.
— Tranquila— susurré torpemente, sin saber que otra cosa decir—. ¿Yo qué?— pregunté entonces, al ver que se detenía, y secaba las últimas lágrimas.
— Porque tú no lo aceptas. Y acabas de arruinarlo todo— confesó al fin, con cara de enojada.
— ¿Yo no acepto, qué? Espera... ¿Qué arruiné?— cuestioné sin entender.
— No aceptas que te has enamorado de mí. Y acabas de arruinar esto— se señaló a sí misma y luego a mí.
Me puse de pie al instante, totalmente en desacuerdo con lo que decía,mirándola como si estuviera loca.
— ¿QUÉ? ¡POR SUPUESTO QUE NO! ¡YA QUISIERAS LUPIN!— grité escandalizado, horrorizado con la sola idea.
Ella rodó los ojos y bufó, lo que hizo que me enfadara, ¿qué se creía?
Antes de que pudiera seguir gritándole, ella se puso de pie y volvió a besarme, pero a los segundos me soltó, dejándome al borde de un colapso nervioso. ¿Qué-le-pasaba?
Sonrió satisfecha y me abrazó. La miré desconcertado. ¿Desde cuándo soñaba estas cosas delirantes?
— Si lo estás— murmuró con tono meloso, que nunca le escuché emplear.
— NO. No lo estoy. Y suéltame antes de que te tenga que empujar, Lupin— repuse secamente, haciendo todo lo posible por despertar.
Ella elevó la mirada y arqueó una ceja, escéptica. Y me besó de nuevo. Y otra vez, y otra, y... ¿por qué no la alejaba? ¿Por qué no me resistía? Y peor... ¿POR QUÉ SOÑABA ESTO?
De pronto, como si me leyera el pensamiento, paró, y se alejó, transformándose de nuevo en la chica de cabello negro, con bonita figura.
— Ya te lo dije. ¿Por qué lo crees tú?— inquirió con malicia, sentándose en la cama. Por Dios, Camille era malvada, pero esta de mi sueño era peor.
Desperté, sintiendo un extraño dolor en la parte lateral de mi cabeza, y al abrir los ojos, lo primero que vi fueron un par de ojos grises. Me levanté espantado, alejándome de ella a toda velocidad.
— ¿Qué rayos te sucede idiota?— fue lo primero que dijo, y por primera vez, eso me dio un alivio tremendo. Ya no estaba soñando, no más Camille besucona.
— Nada— solté al instante, poniéndome de pie.
— ¿Qué hacías ahí sentado?— preguntó, pareciendo indiferente, algo raro en ella...Y, por Dios, James, ¿desde cuándo te fijas en qué aptitudes tiene o deja de tener?
— Estuve esperando a que me abrieras— expliqué con recelo. Ahora tenía el cuello entumecido.
— ¿Toda la noche?— sus ojos se abrieron de par en par, asombrada.
— Lamentablemente sí. Me dormí. Pero quería decir que lo siento, ¿de acuerdo? Ahora me voy, porque realmente me duele todo— expliqué, sonriendo con ironía, y me dirigí a las escaleras, pero ella me detuvo, y por unos instantes por mi mente cruzó la idea de que me besaría, pero no, ya no soñaba.
— Te lo mereces, ¿sabes? Pero si quieres te puedo ayudar con la espalda— ofreció, algo indecisa.
— Oh... Bueno— estaba a punto de aceptar, pero entonces una frase cruzó mi cabeza "Estás enamorado de mí", y con cierto temor a aquella realidad, agregué: —, no. No creo que a Ted le parezca...— Pero me detuve, dándome cuenta de lo tonto que sonaba eso.
Ella enarcó una ceja y se echó a reír.
— ¿Se puede saber qué es tan gracioso?— pregunté un poco ofendido.
— ¿De veras creíste que te haría masajes?— dijo todavía riendo—. Acompáñame— pidió, entrando por la puerta de su dormitorio, y tuve algo de indecisión al hacerlo, teniendo en cuenta lo último que había pasado allí -en mi cabeza, claro-.
Rebuscó entre sus cosas, hasta sacar un pote con algo verde adentro, y me lo entregó.
— Ten. Úsalo luego de bañarte y te sentirás mejor— dedicó una leve sonrisa al final—. Ahora vete, te sigo odiando— agregó poniéndose seria, y me señaló la puerta. Rodé los ojos y me fui, subiendo las escaleras.
Abrí la puerta de mi dormitorio, y agradecí que no hubiera nadie dentro. Dejé el ungüento sobre el escritorio, y me desplomé en la cama, pensando que realmente necesitaba despejar mi mente con otras chicas. Muchas. Estaba seriamente mal como para soñar eso...
_______________________________
Bueno, aquí dejo el capítulo! Me alegra tanto los comentarios! Hubo bastantes :3 Las quiero, y de nuevo GRACIAS por leer mi novela y comentarla! A propósito, ¿qué creen ustedes que le está sucediendo a James? ¿Qué entendieron del sueño?
A ver que dicen xD Saludos y besos! ^^
Última edición por Juliette el Lun 20 Mayo 2013, 8:41 pm, editado 3 veces
C.J. Potter
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Voy a matar a James, uno no puede ser tan idiota, James sobre pasa los niveles, alguien debería abrirle los ojos antes de que sea tarde.
Te he dicho cuanto te adoro, es la novela mas culss de todas y por eso TE QUIERO.
Att: Una chica con problemas mentales?
Te he dicho cuanto te adoro, es la novela mas culss de todas y por eso TE QUIERO.
Att: Una chica con problemas mentales?
Zarek
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
hola!!
ame el capi
algo extraño pero me gusto
creo q ah james le gusta camille
ame el capi enserio
al comienzo fue algo enredado pero lo comprendi
siguela cuando puedas
besitos!!
ame el capi
algo extraño pero me gusto
creo q ah james le gusta camille
ame el capi enserio
al comienzo fue algo enredado pero lo comprendi
siguela cuando puedas
besitos!!
~Susie ∞Wallflower∞
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Nueva Lectora!!!
Me encanto tus capitulos que acabo de leer!!!
Y chicas pueden visitar esta pagina esta es nueva y quiero que la lean:
https://onlywn.activoforo.com/t21202-the-world-of-magic-harry-potter
Me encanto tus capitulos que acabo de leer!!!
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pearl
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
¿La gente esta muy loca, no? James no entiende ni lo que le explica el subcociente, ¿la sangre le llegará al celebro, a esa linda cabecita... o sólo a las mejillas para cuando se le antoja sonrojarse y parecer aun más adorable?
Síguela, un beeeesito<3
Síguela, un beeeesito<3
ItsBee♡
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
James, querido, amor mío, YA DATE CUENTA QUE ESTÁS ENAMORADO DE CAM ANTES DE QUE TE CONJURE UN AVADA KEDAVRA. Ok, ya, es que me desespera XD.
Sigue!!
Sigue!!
Kit Walker
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Como que James es muy bastante torpee para estas cosas la verdad... bueno los dos porque ninguno admite nada... asdfg quieroo saber como seguiraa! jaja me encata la historia sabeloo :D
starttodream
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
July! OMG cuanto tiempo eh tardado :| perdon!
llevo tiempo sin leer pero cuando termine los capis que me faltan te comento♥
sabes que amo tu nove!! besotes!
llevo tiempo sin leer pero cuando termine los capis que me faltan te comento♥
sabes que amo tu nove!! besotes!
TheGirlImpossible
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
I'm May·Grint~ escribió:July! OMG cuanto tiempo eh tardado :| perdon!
llevo tiempo sin leer pero cuando termine los capis que me faltan te comento♥
sabes que amo tu nove!! besotes!
Maay! You're back! :D La verdad ya me estaba preocupando un poco.. ¿Y si te habías cansado de esperar a que se pasaran mis muchos cambios de ánimos? ¿Y si ya no te gustaba la nove? ¡Con lo que me gustan tus comentarios! D:
Pero volviste, así que estoy más feliz (:
Saludos & besos violetas ^^
C.J. Potter
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
CHICAS!
Necesito saber, ¿a quién se imaginan como James? Me refiero, a qué actor, cantante, o lo que sea. ¿Y de Camille? De nuestro querido James yo tenía pensado a Aaron Johnson. ¿Qué dicen?
Agradecería que comentaran sobre eso. También sobre los demás personajes, si es que tienen alguna idea en mente.
Solo eso! Por cierto, hoy subo el próximo capítulo, estoy revisando la ortografía y releyéndolo para ver cómo quedó.
Saludos & Besos dorados ^^
C.J. Potter
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Capítulo 16
"Ottery St. Catchpole"
"Ottery St. Catchpole"
En las afueras de La Madriguera, todo era calmo. La tarde estaba espléndida, pues el sol alumbraba los campos y la brisa era tal que ni siquiera hacía calor.
La quietud que brindaba el paisaje de su jardín era impresionante. Los viejos calderos que en algún tiempo habían sido de un lustroso peltre, propiedad de los hijos del matrimonio Weasley, ahora estaban apilados unos sobre otros en un rincón, algo oxidados, producto de permanecer a la intemperie. Las flores, que ahora crecían en canteros, donde antes hubo embarradas botas de lluvia, presentaban colores llamativos y alegres, con sus pétalos sacudiéndose al compás del escaso viento.
En resumen, todo era paz fuera. Pero dentro…
— ¡No iré con Lily! — Se quejaba un muchacho de cabellos negros, llamado James—. Además ella no quiere ir.
— Claro que quiere— repuso su madre, negándose rotundamente a que sus dos hijos y Ted fueran solos al pueblo. Sería un desastre, y terminarían visitando la Corte del Ministerio de Magia; allí había muggles—. ¿O no que quieres, cielo? — preguntó dirigiéndose a su hija pequeña.
Ella puso los ojos en blanco y se desplomó en el sofá, junto a Roxanne.
— No. No quiero ir a un aburrido pueblucho, mamá. Prefiero quedarme aquí y jugar un pequeño partido de quidditch— se negó, a sabiendas de que su madre insistiría todo lo que hiciera falta para que accediera.
— Pero, Lils…— insistió la pelirroja, frunciendo los labios al ver que la niña seguía negando con la cabeza. Giró a ver a su esposo, -que estaba sentado en una butaca leyendo el Profeta-, en busca de apoyo, y él se limitó a encogerse de hombros, perdiéndose tras el periódico nuevamente. Ella suspiró rendida, y regresó su mirada a su hijo mayor, que estaba flanqueado por Albus y Ted, mirando expectantes—. De acuerdo. Pueden ir…— cedió, con cierta dificultad al decir aquello.
Pero antes de que los muchachos pudieran comenzar a festejar, una chica de corto cabellos anaranjados, pintados de castaño y rojo, apareció en el umbral de las escaleras, acompañada por una pelirroja y otra rubia.
— ¿Ir a dónde, señora Potter? — preguntó con curiosidad, emocionada por la expectativa de visitar algún lugar, el que fuere.
Claro que James no se lo tomó tan… bien, y comenzó a lamentarse internamente. Esto de ir al pueblo lo hacía para dejar fuera de su mente esas raras ideas respecto a “algo” entre él y Camille, y que ella fuera también no ayudaba a cumplir su propósito.
— Iremos a Ottery— explicó enseguida Albus.
— ¿Quieren venir? — inquirió Ted, mirando significativamente a Victoire, que sonrió de manera casi imperceptible.
— ¡Claro! Nunca había visitado el pueblo de Ottery. ¿Allí viven mugg…— comenzó a cuestionar la chica de cabellos coloridos, con una sonrisa de excitación, pero se vio interrumpida por el mayor de los Potter.
— No, no, no. Tú no puedes ir, ¿de acuerdo? Esto es para nosotros, SOLOS, ¿entiendes? — se quejó, cruzándose de brazos.
Ella arqueó una ceja, preparándose para discutir lo que hiciera falta. Desde anoche que lo único que la embargaba era una ciega rabia hacia James Potter.
— Por supuesto que iré si quiero.
— No, no irás. ¡Lo arruinarás todo! — soltó de manera exasperada, como si fuera algo evidente para todos, aunque ni siquiera era muy claro para él.
— ¿Yo? ¡Eres tú el que arruina todo lo que tiene a su paso! — chilló la otra, enfadada sin razón aparente.
Él se quedó callado, viéndola con los ojos entrecerrados. Eso mismo había dicho la “Camille” de sus sueños… “Arruinaste todo”. Y con ese “todo” ella se refería a… él y ella… Claro que, eso lo había dicho la de su sueño, no la real. La verdadera no diría eso jamas, porque nunca habría “algo” que arruinar.
— Perfecto. ¿Puedo acompañarlos, señora Potter? — dijo contenta al ver que él no reponía con nada, mirando a la mujer pelirroja.
— ¡Sí!... Quiero decir… Claro, ve con ellos— soltó, aliviada de no tener que sobrepasar los límites de confianza en su hijo. Camille los vigilaría bien, o al menos Victoire lo haría.
— ¿Qué? — Reaccionó James—. ¡No! ¡Mamá! ¡No puede ir! — refunfuñó, frunciendo el ceño.
— Tarde Potter— susurró la chica, pasando por su lado, perdiéndose tras la puerta, seguida por sus amigas, Ted y Albus. Estos últimos miraban al chico con una mueca de confusión.
Soltó un gruñido, y se dispuso a ir a la puerta, cuando oyó que su hermana decía algo de “te apuesto que vuelven discutiendo”, a su prima Roxanne. Él vaciló unos segundos, pero terminó optando no darle importancia a las tonterías de su hermana, y siguió al resto, que ya estaba bastante lejos.
— James... ¿Por qué no querías que Camille viniera con nosotros?— preguntó Albus en un murmullo a su hermano, mientras caminaban por la senda que llevaba al pueblo, alejados de los otros, que charlaban entre sí.
— Porque es pesimista, y no nos dejará divertirnos— respondió con poca convicción, aunque sonando seguro.
— ¿Ella? Pero si es fanática del descontrol cuando no estamos en un salón de clases— refutó él, extrañado de su respuesta—. ¿No recuerdas cuando le puso esa broma a MacMillan, y el pobre quedó una semana oliendo a fruta podrida y estiércol de dragón?— recordó con gracia—. O cuando organizó esa “pequeña” fiesta de Halloween, y cuando apareció McGonagall ella se echó toda la culpa... Por favor, James. Camille no es exactamente estricta de las reglas todo el tiempo. Dime la verdadera razón.
El otro, puso cara indiferencia y se encogió de hombros.
— Es solo que últimamente no nos llevamos muy bien. Solo eso, ¿si?— musitó, y ralentizó la marcha, con lo cual su hermano dio un chasquido con la lengua y se acercó a su prima y Camille, pues Ted y Victoire se habían apartado un poco, para hablar solos. Últimamente aquellos dos pasaban mucho tiempo juntos.
— ¿Entonces?— le decía la rubia al pelipúrpura, interesada en su respuesta.
— Bueno... Yo creo que James busca hacer de mi hermanita otra de sus presas. Y eso no me gusta— dijo al fin, pues llevaban unos quince minutos discutiendo sobre aquello, y el metamorfomago se negaba a dar su opinión; hasta ahora.
— No, yo no lo creo... No sé... ¿Viste cómo la mira? Pienso que James está enamorandos...— decía ella, pero el llevó una mano a su boca, impidiéndole terminar la frase.
— ¡No lo digas! Me aterra pensarlo— susurró, con un dramático escalofríos.
— ¿Te aterra? Por favor, tarde temprano alguien se enamoraría de Camille, Ted.
— No me refiero a eso. Ya lo sé. Ella es la mejor hermanita que pude haber tenido, es genial, y de seguro se enamorarán de ella, pero lo que me aterra es pensar que James... ¡Por Dios, no! James Sirius Potter enamorado... Es inverosímil. Jamás aceptaría algo así, aunque realmente lo sintiera, créeme— le aseguró con cara de susto, a lo que ella sonrió con picardía.
— Quizá una mano no les vendría mal...
— ¿Qué? ¡Claro que no Vic! Déjalos, ya verán que hacen, pero por sí solos— ese fue su veredicto final.
— Um... De acuerdo... Rose siempre estará disponible y dispuesta para estas cosas... Ahora, dime, ¿a dónde iremos cuando lleguemos a Ottery?
— No lo sé, quizá... ¡Aguarda! ¿Esto es una cita? Es nuestra segunda cita de reconciliación... Voy mejorando... ¡Sí!— celebró para sí, haciendo un exagerado gesto de triunfo, a lo que ella rió.
***
Minutos más tarde, y aun de caminata, el grupo seguía dividido de igual forma. Ted y Victoire por un lado, se posicionaban al medio. Rose, Albus y Camille, tomaban la delantera, charlando animadamente. Y James iba detrás de todos ellos, caminando concentrado en una sola cosa... Aquel extraño y estúpido sueño.
— ¿¡Terminaron!?— se escuchó que gritó la chica de cabello extrañamente colorido, atrayendo la atención de los otros tres que no caminaban junto a ella—. Ups... Lo siento por gritar, Teddy— se disculpó sonriendo con inocencia, mirando de nuevo hacia adelante, pero ahora abrazando a su amigo por el torso.
El mayor de los Potter no pudo evitar sentir cierto recelo hacia su hermano por eso, pero desecho aquello de inmediato, regañándose internamente por estar actuando de esa manera tan boba.
Tras caminar como por una hora, los chicos finalmente llegaron al pueblo de Ottery St. Catchpole, agradecidos de parar de caminar.
— ¿Se supone que debemos volver a pie?— preguntó espantada Rose, tomando asiento en un bando de madera que había en aquella pequeña plaza llena de árboles, pero escasa de gente.
— No, nos pasarán a buscar a eso de las seis— tranquilizó Ted, sentándose él también.
— Bendito sean las escobas y los coches— soltó la Lupin, desplomándose en el banco, en vez de sentarse correctamente en él.
Entonces miró a su alrededor, contemplando el lugar.
— Y bien, ¿qué hacemos ahora? — preguntó Rose mirando a los demás.
— Yo y Ted iremos a pasear— contestó Victoire, comenzando a caminar por el sendero de piedra que había en el lugar, provocando que Ted diera un traspié al ir tras ella a paso veloz.
Rose y Camille intercambiaron miradas divertidas. No faltaba mucho para que la rubia perdonara por fin al pelipúrpura y comenzaran a salir.
— De acuerdo, nosotros podemos explorar el lugar— sugirió la metamorfomaga, dirigiéndose a los dos Potter y su amiga, sonriendo entusiasmada.
— Oh, no. Claro que no. No pienso estar con ustedes. Yo me voy a buscar alguna chica por aquí, nos vemos— se apresuró a decir James, guiñando un ojo al final, y girando sobre si para perderse por ahí.
— ¿Chicas? — soltó sin poder contenerse la chica de cabellos ahora rojos, sin poder creérselo.
Él volteó, extrañado por su reacción.
— Sí. Chicas. No he besado a casi ninguna este año— repuso obvio—. Ya no recuerdo la última vez que…— pero se detuvo en seco. Ahora que lo pensaba, la última vez había sido con la Lupin en Hogsmeade, y al parecer ella también pensaba lo mismo, porque se sonrojo furiosamente, y frunció los labios, retándole a que finalizara la frase.
— ¿A sí? ¡De acuerdo! ¡Vete! La pasaré mucho mejor sin tu insoportable presencia— bramó, con los puños apretados, girando sobre sus talones bruscamente al final, dando zancadas para irse de allí.
Rose suspiró desaprobatoriamente, y fue tras ella. Albus, que no tenía idea del beso entre ellos dos, miró a su hermano y a su amiga alternadamente, confundido.
— ¿Qué…?— comenzó a preguntar, pero el oji-avellana lo interrumpió.
— No te metas— casi gruñó, con fastidio, y se fue también a zancadas, pero a la otra dirección.
El Potter del medio quedó allí parado, sin saber que hacer, hasta que por fin se encogió de hombros, negando con la cabeza, y fue tras su prima y Camille.
— ¡Hey! — gritó para que las chicas se detuvieran. Una vez a su lado, y respirando agitadamente, preguntó: — ¿Qué ha sido eso?
— Nada— respondió al instante la chica, mirando a algún punto delante.
— ¿Nada? ¿Crees que me tragaré ese cuento? Dime por qué reaccionaste de esa…
— Dijo que nada, Albus— le interrumpió Rose, mirándolo significativamente. Él entendió que no podía hacer nada más. Quizá jamás hablaría sobre eso.
Respiró sonoramente, y se metió las manos en los bolsillos.
— Bien, entonces a dónde vamos— inquirió, tras unos minutos de silencio caminando a la deriva, en los cuales se cruzaron con pueblerinos de tanto en tanto.
— No lo sé. No conozco el lugar… ¿Qué creen que podemos hacer?
— Mm… Quizá podemos ir a montar a caballo— sugirió la Weasley.
— ¡Sí! ¡Adoro montar a caballo! En Francia, fuimos un tiempo a equitación. Pero Dominique insistió en comenzar danzas, y Victoire y yo decidimos acompañarla, para que… no se metiera en problemas— murmuró lo último—. ¿Dónde queda el establo?
— Um… Si mal no recuerdo, es por allí— Albus señaló un sendero que iba a la derecha, por el cual los tres giraron.
Mientras tanto, Ted y Victoire paseaban por entre los árboles, sin rumbo fijo, hablando de Hogwarts, sin un interés en especial o si quiera un rumbo fijo, simplemente haciéndose compañía mutuamente. Y fue en ese momento que el Lupin se arriesgó. Estiró su mano, que se balanceaba a un costado de su cuerpo, y tomó la de la rubia, que estaba a centímetros de la de él.
Y aguardó.
Aguardó a que la quitara y le dijera que todavía no le perdonaba, que solamente eran amigos. Pero no lo hizo. La chica continuó hablando, y le devolvió el gesto, entrelazando su mano también.
Él la miró sonriente, y al ver que no respondía, Victoire se giró a verle, encontrándose con que él lucía tan feliz como nunca lo había visto, lo cual provocó una sonrisa en ella también.
***
— Me voy a caer. Me voy a caer. Me voy a caer— repetía aceleradamente Camille, cerrando fuertemente los ojos y aferrándose al cuello de un caballo blanco como si su vida dependiese de eso.
— ¿No habías ido a equitación? — inquirió Rose, encarnando una ceja.
— Una clase… Pero nunca monté un caballo…— murmuró exasperada.
Ambos primos se miraron entre sí, elocuentemente.
— Bueno, tuvimos que gastar treinta de esos papeles muggles para estos caballos…— comenzó Rose, acercándose despacio hasta el caballo y la chica.
— Y nos costó treinta más para que nos permitiera usarlos por el pueblo— continuó el otro, acercándose también.
— Así que no te queda más remedio que aprender a montar— finalizó la pelirroja, y por alguna razón esa frase provocó que la jinete se asustara y abriera los ojos para mirarla. Pero ya era tarde.
Albus, con un veloz movimiento dio una palmada en la pierna del caballo, y el animal soltó un relinche, comenzando a galopar muy rápidamente, haciendo a su jinete gritar aterrada.
Los otros dos la miraron irse hasta perderse en la sinuosidad de las calles.
— ¿Crees que debemos ir a buscarla?
— Mm… Sí… Mejor sería que lo hiciéramos. Pero déjala que disfrute el paseo… Lo más seguro es que se detengan en la plaza principal— repuso Albus, montando su caballo azabache, incitando a su prima a que lo imitara. Y emprendió paso, pero lentamente.
La pelirroja suspiró, previendo que esto no terminaría bien, y también montó en su equino chocolate, siguiéndole el paso a su primo.
Camille POV
— ¡Ayuda! ¡Ayuda! — grité horrorizada, aferrándome con fuerza a las riendas, sintiendo como se movía el animal debajo de mí. Ya vería Albus… Me iba a vengar en grande por esta.
— ¡Para ya, bestia! — pedí, al borde de la histeria, saltando con cada galopar. Pero no hizo caso. Y de hecho aumentó la velocidad.
¿Cómo había terminado en esta situación? Deberíamos haber ido a una tienda de recuerditos o a una biblioteca. Pero no. Yo tuve que insistir para que…
— ¿Victoire? — solté de pronto, interrumpiendo mis cavilaciones. Acababa de ver a Vic de la mano de Teddy; al menos ellos son felices… y no montan un animal loco.
Ambos me miraron extrañados, pero luego parecieron caer en la cuenta de que la chica del caballo era yo, porque se asustaron y empezaron a correr detrás de mí, pero poco tardé en perderlos de vista entre los árboles. Habíamos llegado al parque del comienzo.
Respiré con fuerza, y giré a ver al frente, pues no había rastro de la parejita. Entonces me espanté.
— ¡No, no, no, no, no, no, no! ¡Alto, alto, espera! — chillé, tirando fuertemente de las riendas. Delante de nosotros había un tronco caído bloqueando el paso recto por el que avanzaba el animal.
Este no me obedeció, y por el contrario apretó paso, e impulsó el salto con sus patas delanteras, apoyándolas con el de las traseras, para elevarse en el aire, provocando que yo saliera volando.
Grité histérica y cerré los ojos con fuerza, oyendo varias exclamaciones, preparándome para el impacto, que parecía alargarse.
Pero no llegó. Por el contrario, lo único que sentí diferente fue una especie de agua helada contra mi estómago.
Con cierto miedo, abrí los ojos y miré alrededor.
Allí estaban Ted y Victoire, que jadeaban agitados, Albus y Rose, que me miraban con culpa, James –que me pareció preocupado por unos segundos- con alguna idiota de por aquí, y finalmente un muchacho que apuntaba una varita hacia mí.
— Quedarte quieta— indicó, acercándose a mí, hasta quedar justo debajo. Y sin previo aviso terminó el hechizo y comencé a caer.
— ¿¡QUÉ RAYOS HA…!?— empecé a chillar, pero él me atrapó antes de que tocara el suelo.
Enseguida me abracé fuertemente a su cuello, temiendo comenzar a caer de nuevo, y cerré los ojos con fuerza.
— Um… Niña…— farfulló ligeramente sorprendido.
— ¿Qué? — inquirí aun sin soltarme.
— Ya estás a salvo— susurró divertido.
Abrí los ojos, y noté que ya no corría peligro de caer. Pero también caí en la cuenta de que abrazaba a un desconocido, así que solté el agarre, pero quedé cerca de su rostro. Era un chico tremendamente guapo, y… Por Merlín, que ojos…
— Uh… Gra-gracias— tartamudeé en un murmullo.
Un carraspeó hizo que dejara de verle a los ojos. Era Ted, que nos miraba de brazos cruzados, con expresión severa.
Me solté al instante, y él hizo lo mismo, dejándome en el suelo y guardando la varita.
Podía sentir como me iba el calor al rostro… Y al cabello.
— ¿Estás bien? — preguntó Rose, acercándose enseguida junto a Victoire.
— Sí. Pero…— contesté, con una mano en el rostro, y moví la cabeza a un costado para mirar a Albus, que parecía apenado—. Me las pagarás Potter.
— Gracias por salvar a mi hermanita— dijo Ted, detrás de mí. Cuando voltee, vi como miraba amenazadoramente al chico que acababa de atraparme.
— No fue nada; no podría haber dejado que sucediera algún accidente si podía evitarlo— repuso con cautela.
— ¡Ted Remus! — Reproché, tirándolo del brazo—. No seas así, me podría haber quebrado algo o… muerto.
Él suspiró sonoramente, y me lanzó una mirada de soslayo, aunque luego continuó vigilando al muchacho.
— Lo siento…— susurró.
— Deberías— admití, y volví a mirar al guapo desconocido—. Um… Gracias por eso… Por cierto, mi nombre es Camille, él es mi hermano Ted y…— comencé a presentar, pero me detuvo.
— Sí, lo sé. Van a Hogwarts conmigo— explicó esbozando una encantadora sonrisa.
— ¿Vas a Hogwarts también? — Pregunté sorprendida y emocionada a la vez—. Es increíble que nunca te haya visto…
Y detrás de mí alguien bufó. Acto seguido tenía a James a mi lado, también de brazos cruzados.
— Sí, sí, somos todos amigos— farfulló—. Gracias por salvar a Camille, pero ya nos vamos. Que lastima. Adiós— dijo, y me jaló del brazo para que avanzara, pero yo no cedí.
— Aguarda tonto. ¿Por qué no te vas con alguna “chica”? Estabas muy ansioso por hacer eso hoy— comenté, alzando las cejas con fastidio, y volví a mirar al muchacho— ¿Cómo te llamas?
— Cristopher. Cristopher Fawcett— se presentó, extendiéndome una mano, pero cuando estaba a punto de tomarla, otra me ganó el puesto. Era James.
— Fabuloso. Ya sabemos el nombre. ¿Podemos irnos?
— ¿Qué hay de esa? — inquirí, señalando con un bajo movimiento de cabeza a la rubia que lo acompañaba, mirando la escena expectante.
— Gwen— saludó Cristopher con la mano, al ver a la chica.
— ¿Acaso es tu novia? — cuestioné enseguida, preocupada de que así fuera.
— No, claro que no. Es mi hermana— aclaró con gracia.
— Oh— soltamos yo y James a la vez.
— Mira Teddy, él si deja que su hermana salga con chicos— comenté, dándole un codazo a mí hermano.
— No lo intentes— avisó.
— Me lo imaginaba— acepté al instante, un tanto decepcionada.
— De acuerdo. ¿Volvemos de una buena vez? — preguntó de nuevo el Potter.
— Claro que no. Estoy hablando con Cristopher— negué, señalando al chico.
— Bien. Nos vamos— coincidió Ted tras aquella frase, tomándome del brazo y haciéndome avanzar.
— Pero…
— Nada.
— Idiotas…— murmuré enojada, y giré la cabeza hacia Cris, viendo que el resto también nos seguía—. ¡Nos vemos en Hogwarts, Cristopher! — me despedí sonriendo.
— Por Dios, no hagas eso enfrente de mí — se quejó Ted, con una mueca de horror.
— ¿Hacer qué?
— Coquetear— respondió James, con el ceño fruncido, mirando al frente.
— No estaba coqueteando— repuse ofendida.
— No otra vez…— bisbiseó mi hermano cansinamente, y apretó el paso para ir junto a Victoire, que le dedicó una sonrisa. Vaya, vaya… Ya íbamos a hablar.
— Sí, eso hacías— insistió con fastidio.
— ¿Y qué si coqueteaba? — usé un tono desafiante, viéndolo fijamente.
— No me gusta que lo hagas— soltó casi al instante, negando con la cabeza.
Entreabrí la boca para responder, pero no sabía bien que decir. ¿Acababa de confesar que no le gustaba que ligara con otros chicos? ¿¡Acaso quería matarme!?
— Deja de decir mentiras, Potter.
— No miento. Eso es lo peor— murmuro al final, metiendo las manos en los bolsillos, con la vista fija en el suelo.
Solté un bufido.
— Claro que lo haces.
— ¡No lo hago! — repitió, exasperado, ahora viéndome a mí. Y… podría jurar que vi un extraño brillo en sus ojos al decirlo.
— Entonces…— comencé, pero NO SABÍA que decir de nuevo, y como una cobarde apreté paso, dejándolo solo, y caminando solitaria en la delantera, cruzada de brazos, y embargada por una terrible confusión. ¿Qué le pasaba?
Última edición por Juliette el Mar 12 Feb 2013, 11:35 am, editado 1 vez
C.J. Potter
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
ame el capi!!!
estuvo genial
y debo decir q me rei en la
parte cuando camille iva en el caballo
siguela cuando puedas
besitos!! :DD
estuvo genial
y debo decir q me rei en la
parte cuando camille iva en el caballo
siguela cuando puedas
besitos!! :DD
~Susie ∞Wallflower∞
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