Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]

por **C.J. Potter** Vie 19 Oct 2012, 4:23 pm

Capítulo 9 “Hogsmeade Parte 2”
Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA] - Página 6 Tumblr_m4v21ePK9a1rpwd9j

POV Albus

Realmente esto me parecía muy sospechoso. Demasiado sospechoso. Tan sospechoso que tenía la firma de Camile en todos lados. Muy, pero muy, muy sospechoso, y…
— ¡Heey! Alby-By-By, estoy aquí todavía…— llamó con fastidio la voz de Lisa, que me apretó más fuerte la mano.
— ¿Eh?
— ¡No me has estado escuchando! Te decía que ayer la niña Longbottom quiso enseñarme una planta horrible. Quería que la ayudase a…
Uf. Estaba cansado de Lisa. No entendía por qué ella estaba conmigo siendo tan linda. Y tampoco entendía por qué yo estaba con ella siendo tan diferentes. Pero lo que me preocupaba más en este momento, increíblemente era James; si verdaderamente esa chica… tenía algo que ver con Camille… No era para algo bueno, eso estaba seguro.
— ¡HEY! ¡POTTER! — alguien tironeó de mi brazo, sacándome de mis cavilaciones.
— ¿Qué sucede?
— ¿En qué diablos piensas teniéndome al lado, eh? — inquirió entre ofendida y molesta.
— Bueno… Es que…
— ¿Es algo sobre James, verdad? — interrumpió, de repente interesada. ¿Y eso?
— De hecho…
— ¡Tiene novia! ¿No? ¿¡Tiene novia y no me dijiste!? ¿¡Quién es!? ¿¡Es esa fenómeno Lupin!? ¡No mientas! ¡¿Por qué me lo ocultabas?! — chilló, soltando mi mano, y cruzándose de brazos, como una niña de cinco años.
— ¿Qué rayos te pasa Lis? En ningún momento dije que James tuviera novia— repuse, hastiado, procurando ser un caballero.
— Pero la tiene, ¿no? — cuestionó, calmándose un poco, y apretándose la cabeza.
— No. Y no creo que la tenga nunca. O al menos no una seria…— finalicé en un murmullo imperceptible.
— ¿Crees que me haya olvidado? — susurró aterrada. Encarné una ceja. ¿Estaba bromeando, o me tomaba de imbécil?
— ¿Y qué más da eso?
— ¿Que qué más da? — Dijo en tono obvio, como si yo fuese un ignorante—. ES JAMES PO…— se detuvo en seco, llevando una mano a la boca—. Tienes razón Alby-By-By— corrigió, tomándome la mano de nuevo. ¿Y eso qué había sido? ¿Era…? ¿Acaso era bipolar o algo? ¿Estaba aún enamorada de mi hermano? No entendía… Simplemente no entendía a las mujeres…
— Lisa— detuve su tironeo. Paro y volteó a verme con un suspiro cansino.
— ¿Qué pasa ahora Alby-By-By? — preguntó, con un tono un tanto… falso.
— Disculpa que te lo diga así, pero… ¿Sigues enamorada de mi hermano?
Abrió los ojos de par en par, y llevó una mano a su cabello, peinándolo con manía. Hoy se veía aun más hermosa que de costumbre; llevaba un sweater negro, con un abrigo gris encima, cuya tela era tan fina que le había tenido que prestar mi saco, y unos jeans ajustados, quizá demasiado, con botas de cuero encimándose; una boina de lana blanca coronaba su cenizo cabello. Además, tenía las mejillas y los labios rojos a causa del frío.
Era tan linda, que… A veces me preguntaba si me gustaba su apariencia o ella. ¿Si me explico? No. Estoy seguro que no. Soy un chico raro…
— ¿A qué viene la pregunta?
— Digo… Por la manera en que reaccionaste— farfullé, metiéndome las manos en los bolsillos, mirando el suelo.
— Claro que no, Albus. De hecho jamás estuve enamorada de él. Pero si de ti— respondió con seguridad, tomándome la mano de nuevo, y dejando un casto beso en mis labios.
Bueno, con eso bastaba por ahora. Sonreí como tonto y cedí ante su tironeo. Al parecer quería llevarme a Las Tres Escobas.
— Ahh… Aquí está hermoso— soltó al entrar, quitándose mi saco y el suyo propio, y entregándomelos. Tenía razón; dentro del lugar el ambiente era templado, y estaba tan lleno de alumnos de Hogwarts que incluso era acogedor—. Vayamos a esa…— comenzó a decir, apuntando una mesa un tanto alejada, cuando de pronto se detuvo, posando su mirada en algo que no llegué a ver, y enseguida su dedo índice cambió de dirección—. Mejor vayamos allí… Date prisa Albus— apremió, sonriendo con ¿malicia? Tirando nuevamente de mi mano, hasta llegar a una mesa con nada aparentemente especial.
Suspiré, y dejé los abrigos en un asiento, luego acomodé la silla de Lisa para que se sentara, y finalmente me senté yo frente a ella, al tiempo que pedía dos jugos de calabaza a la camarera, Hannah Abbott.
— Ay, adoro Hogsmeade. Es como si se abriera una puerta de oportunidades…— comentó, sonriendo, dando una mirada de soslayo a su izquierda.
Seguí con la vista la dirección en la que iban sus ojos, para encontrarme con nada más y nada menos que James, que hablaba con esa chica Sarah.
— ¡Oh! Mira, es James— dijo sorprendida mi novia, llamando la atención de la otra pareja.
Mi hermano frunció los labios y se paró, para saludarme a mí y luego a ella.
Al mismo tiempo, Hannah dejaba los jugos sobre la mesa, con una sutil sonrisa ante la situación.
— ¿Quién te acompaña hoy, Jamie? — preguntó MI novia melosamente, mirando con amabilidad a la chica cuyos ojos, ahora que lo veía bien, eran iguales a los de Cam.
— ¿Uh? Ella es Sarah Petterson— indicó, incitando a la otra a que se pusiera de pie para saludar—. Sarah, ella es… Lisa Chang— agregó, mientras la otra se acercaba.
— Su ex— se apresuró a incluir Lisa, disculpándome con la mirada, y tomando su vaso de jugo de calabaza en una mano.
— Un gus… — comenzó a decir la chica acercándosele para darle un beso en la mejilla, y entonces todo pasó muy rápido.
Lisa movió su brazo bruscamente hacia arriba, y la bebida fue a parar de lleno a la cara de la chica, que no perdió tiempo y agarró un salero muggle, echándoselo encima.
Quedé sin saber que hacer, mirando a James, que parecía tan o más confundido que yo.
— ¿Qué…? ¿Lisa, qué hiciste? — preguntó mi hermano, dándole una servilleta de la chica.
— Fue un accidente— se disculpó, encogiéndose de hombros—. Pero esta chica no lo hizo sin querer— recriminó, sacándose la sal del cabello.
— Se llama defensa cariño— repuso ella—. Y si lo tuyo fue un accidente no quiero imaginar que haces a propósito— farfulló, tirando una servilleta consumida en la mesa—; pero te aseguro que yo puedo hacer mucho más— murmuró amenazante, y se retiró del lugar, con James detrás.
— ¿Qué…fue…eso? — solté al fin. Ella respiró sonoramente, frustrada, y volvió a encogerse de hombros, aun quitando la sal de su cabello.

Y cuando todo parecía perdido... Emergí de entre las profundidades para deleitarlas con un nuevo capítulo de esta apasionante historia...(?) Okno, chicas, pero es un buen eslogan(?
OOkk, no tengo excusas, pero últimamente estuve bipolar, depresiva, sin inspiración, agotada, muy liados fueron mis días :x Pero decidí no dejar mis novelas en el olvido, y me puse a escribir. Probablemente ahora suba la siguiente parte, no prometo nada(?
Espero y me sigan leyendo :lloro: (Ay, me entusiasme con los nuevos emoticons xD) Solo eso.
P.D: Qué decirte May? Tus comentarios son los que más me entusiasman, al igual que los tuyos Susie. nunca faltan, y esas son las razones que me hacen seguirla remando e.e
Las quiero chicas ^^En fin, besos celestes :3

por **:_______.** Vie 19 Oct 2012, 4:31 pm

siguelaaaa!!!!

no es opcion es una orden y sin objeciones jovencita jajaja

por **Zarek** Vie 19 Oct 2012, 5:41 pm

Eres demasiado rara, la otra vez vi la ultima parte de Harry Potter y me quede como: MIERDA MATARON A LAVANDA!!! Luego mataron a Belatrix ADORO A ESA MUJER y luego Voldy que se dejo matar YO SE QUE EL TIPO SE DEJO MATAR y Snape fue como: SIEMPRE LO SUPE. Lo único que me dio repelús fue la serpiente. POR RAZIEL ZABINI ESTA COMO QUIERE.

Att: La cazadora de sombras de apellido Herondale.

por **~Susie ∞Wallflower∞** Lun 22 Oct 2012, 1:58 pm

amodore el capi!
esa lisa como se atreve!! :evil:
tienes que seguirla pronto!!
bess! : )

por **C.J. Potter** Mar 23 Oct 2012, 2:01 pm

Capítulo 10

"Hogsmeade- Parte 3"

Esa desgraciada de Lisa me las iba a pagar, había ensuciado mi atuendo, y ahora me sentía pegajosa, y… ¡Puaj! Además estaba llegando al punto que quería con James. Ya estábamos hablando de su abuelo… Me iba a vengar.

— ¿Qué le pasa a tu ex? — pregunté, sacando la varita y agitándola hacia mí, murmurando un hechizo simple, quedando así limpia de nuevo.

— No lo sé. De hecho no tenía idea de que salía con mi hermano hasta que estuvimos en el tren.

— Si, ya lo sé, pero…

— ¿Cómo lo sabes? — inquirió confundido, deteniéndose en seco.

Oh, no… Era un idiota… Era Camille la que lo había oído, no Sarah… Genial, así empezábamos.

— Quiero decir… Claro, lo acabas de decir, y… Parecías todavía confundido al verlos… Lo supuse— farfullé tratando de que pareciera algo sin importancia, y agarrando su brazo para que caminara de nuevo.

— ¿Lo supusiste? — murmuró para sí, todavía extrañado —. Aguarda, ¿a dónde vamos ahora? — preguntó, dándose cuenta de que nos alejábamos de Sortilegios Weasley, Las Tres Escobas, y el resto de las tiendas.

— A la Cabeza de Cerdo, ¿dónde crees? — contesté divertida.

— ¿Allí? ¿Estás segura? ¿No te…?

— ¿Intimida? ¿Asusta? No, por supuesto que no. Puedo ser mala yo también, cuando quiero— interrumpí, notando que iba a preguntar.

— Eres fantástica— dijo entonces, como convenciéndose.

Lo miré indignada, con el entrecejo fruncido. ¿Enserio? ¡Siendo Camille no lo pensaría! ¡Merlín! James era demasiado James a veces. O sea que es un idiota, que significaría lo mismo… ¿me explico?

— Claro— repuse irónica.

— Enserio, ¿por qué no me crees? — preguntó él, extrañado de mi respuesta.

Abrí la puerta de madera del lugar cuyo cartel con forma de la cara de un puerco, indicaba “La cabeza de Cerdo”. Dentro, su típica clientela extraña, nos miró con interés, pero no les presté atención. Si querían meterse conmigo, que lo hicieran, pero después se tendrían que abstener a las consecuencias.

Caminé hasta una mesa vacía al fondo, notando que él me seguía de cerca, y un hombre con mala cara también lo hacía con la mirada. Posé mis ojos sobre los de ese sujeto, amenazándolo a que continuara observándome así, y en un principio el me sostuvo la mirada, pero al final desistió, regresando a su botella de quién sabe qué.

Tomé asiento, y James hizo lo mismo frente a mí. Enseguida Aberforth, se acercó, aun tan jovial como cuando formó parte de la Batalla de Hogwarts, y me miraba con suspicacia. ¿Se habría dado cuenta de que…? No, era imposible. Mi yo real era totalmente diferente a mi disfraz.

— ¿Qué quieren de beber, niños? — preguntó, con la voz pastosa, y una sonrisa divertida.

— Denos dos cervezas de mantequilla— respondí automáticamente, sin darle oportunidad de responder a James.

— Por supuesto niña— consintió, regresando a la barra.

— ¿Acaso no me dejas elegir que tomar? — cuestionó James, encarnando una ceja.

— Claro que no. ¿Crees que te permitiré tomar alguna de esas bebidas prohibidas para menores de edad, Potter? — dije obvia, arqueando ambas cejas.

Me miró unos segundos en silencio, muy confundido.

— ¿Qué rayos estás haciendo transformada así, Camille? — soltó, arrimándose a la mesa.

Me mordí el labio inferior, mirando a los costados. ¿Cómo es que me había descubierto con solo esa frase, cuando había tenido descuidos peores? Ahora era momento de negar todo, ese era mi único recurso. Potter era audaz cuando le convenía... Idiota...

— ¿Otra vez con esa Camille? — pregunté fingiendo molestia.

— No trates de hacerlo, sé que eres tú.

— ¿A si? ¿Por qué lo dices? — inquirí, arrimándome yo también, ya con el cejo fruncido, y… Oh Dios… Las puntas de mi cabello eran rojizas ahora… Enseguida las tapé, cruzándome de brazos.

— Por cómo respondes, por las cosas que haces. Es muy resaltante tu manera de ser, cielo. Además, mira como reaccionas— susurró divertido.

— No me digas cielo, idiota— dije de la misma manera.

— Ahí está. Sabía que no me equivocaba— dijo para sí, suspirando de alivio— ¿Puedes decirme que diablos pretendías luciendo así? ¿Acaso querías salir conmigo y no te atrevías a decirlo? Me hubieras dicho…— dijo con burla.

— ¡ERES UN…!

Un carraspeo hizo que me detuviera en seco, que bajara mi puño, y que me alejara enseguida de James, pues sin darme cuenta estábamos a centímetros. Era Aberforth, que con una sonrisa traía las bebidas. Las dejó sobre la mesa, y acercándose un poco a mí, comentó:

— Duraste poco, Lupin.

Rodé los ojos, y me apoyé con desgana contra el respaldo de la silla. Él ya me conocía de mi primera visita a Hogsmeade. Lo había interrogado sobre mis padres y la batalla de Hogwarts, y de por qué seguía trabajando si no tenía necesidad hasta hastiarlo, pero le había tomado cierto cariño, pues era un hombre sabio.

— Lo sé… Debo ser más cuidadosa la próxima…

— ¿Próxima? — dijo Potter, sorprendido.

— Yo mejor me voy...— farfulló el Dumbledore, regresando de nuevo a la barra.

— Por supuesto. No me rediré hasta que me digas lo que quiero saber tonto.

— ¿Y qué quieres saber?

Suspiré, y volví a arrimarme a la mesa, para susurrar:

— Qué traman tú, mi hermano y Albus.

Soltó un “Ah…”, y sonrió con malicia.

— ¿Y qué se supone que ibas a hacer para que le dijera eso a una desconocida?

Tragué fuertemente, mirando un cuadro de Hogwarts, de repente muy interesada. Ahora pensar en eso me daba vergüenza, más todavía al recordar lo que Rose había dicho al respecto... Claro que no iba a hacer ninguna gran bobada, o esas cosas que habría hecho Chang, pero hasta cierto punto me habría animado, aunque confesárselo a él... No, claro que no lo haría.

— No me digas que…— soltó él, asombrado—. No conocía ese lado tuyo— concluyó con gracia.

Volví a mirarlo, dando un jadeo de indignación, y le di un golpe en el hombro.

— ¡Ouch! ¡Ya vamos de nuevo! ¡Deja de golpearme! — se quejó.

— Deja de ser tan idiota.

— Si lo fuera, lo haría.

— LO ERES.
— No, no lo soy.

— Agh, esto no tiene sentido… ¿VAS A DECIRME DE UNA BUENA VEZ QUE SON MERODEAORES O NO? — susurré fastidiada, apoyando las manos sobre la añejada mesa de mármol.

— No.

— ¿Qué no? ¡Serás tonto! ¡Mi hermano y mi mejor amigo están metidos en esto por tu culpa! ¡Y ni siquiera me lo pueden decir por un estúpido juramento!

— No te lo diré. Además, ¿por qué supones que es eso?

— Una vez casi se te escapa de lo estúpido que eres— expliqué—. Dímelo. Confiesa.

— ¿Y si lo hago qué?

— AHA, ahí está. Es eso, son merodeadores— dije con victoria, alejándome un poco otra vez.

— Bueno, ¿sabes qué? Si, lo somos, ¿Y? — preguntó desafiante.

— Y… Ahora me dejarás ser parte— contesté obvia.

— ¿Qué? ¡Claro que no! Ya somos suficientes— repuso, tomando un sorbo de su bebida.

— No es una petición, es una afirmación. Además, me corresponde por mi padre.

— Pff, ya tenemos a Ted para eso.

— ¿Qué hay de ti y Albus? ¡Son dos Potter dentro! — me quejé.

— Pero yo cumplo como Sirius, y Albus lo hace como mi abuelo— convino él, triunfante.

— Los merodeadores eran cuatro, Potter.

— Podemos ser tres. Además, la rata de Pettergrew no cuenta.

— No es justo. Son tres personas la que integran el grupo. Primero debes consultarlo con ellos.

— No, porque el líder soy yo.

— Pff, ¿líder? ¿Y qué? ¿Por eso tú tomarás todas las decisiones?

— Por supuesto— afirmó sonriente.

Exhalé sonoramente, indignada, y me crucé de brazos.

— Eres un terco y un engerido. Y tienes la boca manchada con cerveza de mantequilla— dije, mirando el suelo con enojo.

— ¿Eh? — se pasó la manga con torpeza para limpiar dónde le había indicado—. No soy terco, la terca eres tú.

— Ambos somos tercos, ¿de acuerdo? ¡Solamente quiero entrar! ¿Por qué no puedo ser merodeadora yo también? — insistí.

— Primero, eres mujer— le di un golpe automáticamente—. Segundo, eres muy agresiva. Tercero, para serlo hay que romper las reglas y tú… Bueno, no te veo haciéndolo. Cuarto… Porque no quiero.

— Ser mujer no es una razón, tú eres machista y no me quejo… Bueno, lo hago, pero no viene al caso… Pero, si me dejas prometo ser buena, y romper las reglas… Si es que se puede hacer las dos cosas juntas— susurré lo último, y lo miré, haciendo puchero.

— No hagas eso.

— ¿Por qué no? Hasta que no digas que si no parare— dije, agarrando su brazos con las manos.

— Deja de hacerlo— se quejó, mirando a otro lado.

— Di que sí.

— No.

— ¡Por favor, James! — insistí, acercándome aún más para que me viera. MALA, muy MALA idea. Cuando volteó, quedamos tan cerca que me dio vergüenza la situación.

— No es justo. Así te ves hermosa, y te da ventajas. Vuelve a ser la Camille de siempre— pidió con el cejo fruncido, golpeándome con su aliento. Eso me dio un escalofrío en la espalda…

— Primero dime que sí— repetí, osada.

— No lo haré.

— ¡James Sirius Potter! ¡No seas idiota y déjame formar parte! — dije usando un tono de amenaza, todavía sin alejarme, y frunciendo el ceño.

— De acuerdo, sí— cedió al fin, mirándome. Entonces… Él… Él… ¡Se acercó a besarme! ¡A BESARME! ¡POR DIOS! ¡POR MERLÍN! ¡POR TODO EL MALDITO MUNDO! ¿¡QUÉ HACÍA!?

Fue todo tan rápido que no me dio tiempo a pensarlo. Apoyó sus labios en los míos, y por un segundo, UN MICROSEGUNDO, le correspondí, pero enseguida le di una bofetada y me alejé, horrorizada por la estupidez que acababa de cometer, llevándome una mano a la boca, viendo como mi cabello se tornaba rosado pálido y violeta.

Él me miró también sorprendido, confundido e incluso anonado, mientras se tocaba donde lo había golpeado, pero duró poco de esta manera, porque al segundo se puso de pie bruscamente, y cruzó el salón, dando un portazo al irse.

Aún con a mano en la boca, miré alrededor, encontrándome con que todos miraban la escena, tildados.

— ¿ALGÚN PROBLEMA? — bramé, furiosa, sin un razón muy fija, viendo como Aberforth, que estaba en ese momento sirviendo una bebida, hacia rebalsar el vaso.

Todos regresaron a lo suyo, y enseguida me paré y salí yo también del lugar, yendo tras él.

Ya me llevaba unos cuantos metros de ventaja, y estaba cerca de la concentración de alumnos de Hogwarts, cuando lo detuve por el brazo.

— ¡ESPERA! — grité, exasperada, volteándolo. No sabía cómo me sentía exactamente en aquel momento, o cómo reaccionar, pero mi cabello, que volvía a ser negro, se estaba llenando de hebras doradas, lo cual provocó que me sonrojara.

— ¡¿Qué?! — preguntó fastidiado.

— ¿¡Qué diablos ha sido eso, James!? — inquirí, negando con la cabeza.

— ¿Te molestó? Te advertí que te alejaras, Lupin. Que tu estupidez no te lo haya permitido es otro tema.

— ¿Yo, estúpida? ¡¿Por qué me insultas!? ¡Fuiste tú el que me besó!

— ¡Acabo de decir que te advertí que te alejaras! ¿Has visto cómo luces? Tampoco soy idiota, eres mujer para mi sorpresa.

Fruncí los labios, y lo golpee en el brazo de nuevo.

— ¡Lo imaginé!— grité, más furiosa que nunca, contemplando mi cabello volverse rojo en totalidad— ¡Sigues…— le di otro golpe— … siendo…— otro golpe más— …un…— otro— …ESTÚPIDO…— de nuevo—… SUPERFICIAL! — finalicé, golpeándolo con ambas manos en el pecho, y solté un gritito de indignación, un tanto exasperado, negando con la cabeza.

Comencé a caminar con decisión, más molesta que nunca, y tan arrepentida que me daba coraje.

— ¡NO ME HABLES MÁS, POTTER! — advertí gritando, todavía caminando de espaldas a él, hasta perderme entre los alumnos de Hogwarts, que no tenían idea de nada, e iban tan tranquilos que me daban ganas de darles un zape porque sí…

¿¡Dónde rayos estaban Rose y Victoire ahora que las necesitaba!?

**********************************

Muchachas! (?) Perdón por lo de la maratón... La había comenzado perfectamente, pero mi madre me sacó la computadora -.- Porque la tenía hacía bastante, y... Bueno, eso. Perdón.
Ahora me entusiasme con la 3 generación de nuevo, así que probablemente suba capítulos más seguido! (espero :fiu: )
Solo eso, espero y les guste el cap, que la verdad me esmeré en buscar el tema, hasta que salió solito por la conversación, ¿que loco no? xD
Besos celeste, las quiero, y gracias por leer y comentar la nove! :)

por **Zarek** Mar 23 Oct 2012, 2:57 pm

QUE LA CREO, NO LA CREOOOOOO. MARICAAAAAAAAAAAA POR QUE LOS MUY IMBECILES NO SE DAN UN OPORTUNIDAD? COYE.

No se puede ser tan imbéciles, como para no darse cuenta de que se aman. Ted debería golpear a Potter, por imbécil.

SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE.

Att: La chica de los anillos.

por **Kit Walker** Sáb 27 Oct 2012, 4:31 pm

¡Hola! No sé si me recuerdes, pero comenté hace unos meses por aquí XD. Perdón por desaparecerme, se me perdió el tema y a la mierda, pero ya lo encontré :3. Leí todos los capítulos y quiero saber qué más pasará, yo necesitar más, sí? (?)
Siguee

por **C.J. Potter** Dom 28 Oct 2012, 1:09 am

Bueeeno, les tengo una recompensa!

Gracias por comentar chicas, y sí, te recuerdo "Maria", bienvenida de nuevo(?) ^^
Ok, ahora sí, la sorpesa es que hay MARATÓN! :D

A que es genial? :) .... Bueno, no tanto, pero... Ok, mejor lo subo y listo.. xd

por **C.J. Potter** Dom 28 Oct 2012, 1:16 am

Capítulo 11 " Pensamientos extraños"
M A R A T Ó N - PARTE 1

Escritora POV

El sol iba escondiéndose en el horizonte, dejando los jardines de Hogwarts bañados en el ocaso, cosa que las criaturas que habitaban el lago agradecían, pues eso era equivalente al silencio.

Por otro lado, dentro del castillo, los alumnos desde tercero a séptimo de todas las casas regresaban de un esplendoroso día en Hogsmeade, cuchicheando sobre su paseo, entre risotadas.

Un grupo particularmente llamativo, que estaba conformado por un desanimado ojiverde, un pensativo muchacho buen mozo, un rubio ensimismado y un resaltante pelipúrmura risueño.
Ninguno hablaba, puesto que todos tenían su mente en otras cosas, todas con nombre propio y cabello largo.

– ¿Cómo te fue con Victoire, Ted?– preguntó al fin uno, mientras subían las escaleras que llevaban al primer piso.

El chico suspiro, y se llevó una mano al rostro.
–Me ha dado un beso...– esto provocó que todos dejaran sus cavilaciones y lo miraran sorprendidos, entonces de inmediato corrigió: –. En la mejilla...–hubo un dejo de pena en esa frase, pero no dejó de sonar contento–. ¿Qué hay de ustedes? ¿Con quién estuvieron?

– Yo estube con...–comenzó el rubio, pero se detuvo en seco por dos razones, una por caer en la cuenta de con quienes hablaba, y otra porque enseguida fue interrumpido por Ted.

–No te pregunté a ti, Malfoy. Hablo con James y Albus– dijo con brusquedad, conteniendose sólo por el hecho de estar tan feliz.

El otro se encogió de hombros, agradecido de que lo hubiera parado, y regañándose internamente por aquel descuido. Nadie podía saber que había estado con Rose, excepto Albus, y mucho menos James y Ted. Lo matarían.

– Bueno... Estuve con Lisa... Pero... Hubo contratiempos–comentó Albus, al tiempo que llegaban al tercer piso.

– ¿Contratiempos?

–Digamos que... Bueno, no importa. Pero discutimos, está enojada conmigo–se lamentó levemente.

El pelipúrpura lo miró comprensivo, frunciendo los labios, ahora dirigiendo la mirada a su mejor amigo.

– ¿Y tú, James?
– ¿Eh?–preguntó con despiste este, al oír que lo llamaban.

– ¿Con quien estuviste?

–Oh... Con nadie, me la pasé en Zonko’s– respondió restándole importancia, mirando con complicidad a su hermano, quien al instante entendió el mensaje de guardar silencio.

–Um... Que aburrido para ser tú– acotó el otro, frunciendo ligeramente el entrecejo.

–Supongo– murmuró el Potter, encogiéndose de hombros, mientras en su cabeza retumbaba una sola pregunta... “¿Estará ella contándole a sus amigas y riéndose de mí?”. Automáticamente, una vocecita repitió, “Sí, lo está”. Arrugó el ceño, pensando que después de todo aquella especie de rabieta no había sido nada significativo para ella... “Entonces para mí tampoco”, se dijo convenciéndose a sí mismo.

por **C.J. Potter** Dom 28 Oct 2012, 1:23 am

Capítulo 12 " Una pequeña charla" M A R A T Ó N - PARTE 2

Escritora POV

Mientras, tres pisos arriba, específicamente en el dormitorio de las chicas de quinto de Gryffindor, dos muchachas escuchaban con atención el relato de su amiga, cuyo cabello era castaño claro, con mechas en un peculiar rojo, de ojos grises y apagados, como si hubieran soplado una vela.

–... Y entonces me fuí...– finalizó, abrazando aún más un almohadón.

Hubo un silencio, en el cual las leonas se dedicaron a analizar bien los hechos.

– Es un idiota– consignó una de ellas, la cual era pelirroja.

– Si, lo es... Pero, ¿por qué te besó?– confirmó la tercera, que era poseedora de una melena rubia caramelo, mientras miraba apenada a su amiga.

–Por lo que les conté que me dijo... “Eres mujer después de todo”. O sea que lo hizo por esta estúpida apariencia– explicó, señalándose a sí misma, con una mueca de asco en la cara, para automáticamente transformarse en una simpática muchacha de cabello corto y enmarañado del mismo color que antes. Sacó la varita y murmuró “Accio gafas”, provocando que unos anteojos cuadrados de grandes marcos volaran hacia ella, quien se los puso.

– No sé si creer lo mismo que tú, Cam... ¿Y si lo hizo porque...?

La chica no le permitió concluir la frase, a sabiendas de la bobada que diría.

–No le gusto Vic, por Merlin. Ni siquiera...– soltó un suspiro exasperado–, ni siquiera me conoce bien.

– Es que es James... Es tan torpe que da pena– dijo con obviedad la pelirroja.

–Tienes razón... Es mejor olvidarlo...–cedió Camille, ante la mirada de lástima de Victoire.

–¿Eso quiere decir que de verdad te gustaba?–inquirió Rose, sorprendida que su suposición hubiera resultado cierta.

–Bueno, no me gustaba-gustaba, sólo... Me parecía... ¿Llamativo?–la última palabra parecía más pregunta que un hecho, y la mayor de ellas sonrió ladinamente.

– Olvidémoslo, ¿si?– dijo entonces la misma, mientras pensaba que lo que restaba del año sería divertido.

– Exacto. Por favor, no hablemos NUNCA más del tema, ¿si? Hagamos como si nada hubiera sucedido, creo que es lo mejor– designó la Lupin, poniéndose de pie–. No volveré a hablar con él, y asunto cerrado– confirmó, más para sí que para alguien más, caminando hasta la cómoda de ropa, de donde sacó una camiseta negra, una campera liviana, gris a rayas, y unos jeans viejos.

Las otras dos se miraron cómplices, sabiendo que eso no duraría mucho.

– ¿Cómo te fue con Teddy, Vic?– cuestionó entonces.

–Oh... Genial– se limitó a decir, sonriendo.

– ¿A dónde fueron?

–A las Tres Escobas... Tomamos una mesa al fondo, porque estaba repleto.

–¿Qué dijo el tonto?

–Me pidió disculpas, y dijo que realmente se arrepentía de todo... Trató de besarme, pero lo esquivé y le di un beso en la mejilla. Es muy apresurado. Se cree que lo perdonaré así como así, y caminaremos de la mano entre las flores– contó, con ironía al final.

– Es Ted– convino Rose, riendo junto a Camille.

–Tienes razón, Rosie– aceptó Cam, yendo hasta la puerta del baño–. Pero, Vic, créeme cuando te digo que él realmente te quiere– le confesó, cerrando la puerta tras ella, dejando a la rubia pensando.

Ok, ok, este es cortito, es que al principio era un solo GRAN capítulo, pero quiero avansar más, porque queda bastante! Ahora sigo...

por **C.J. Potter** Dom 28 Oct 2012, 1:36 am

Capítulo 13 "Viaje en tren" M A R A T Ó N - PARTE 3& final

James POV

Estábamos en el Expreso de Hogwarts. Ted, Albus, Malfoy, Victoire, Rose, Dominique, y la imbécil de Lupin.

Ted y Victoire conversaban amenamente, Albus miraba a través de la ventana, Rose leía un libro -como para romper la costumbre-, Dominique se veía incómoda, mirando el suelo, y Malfoy charlaba con Lupin.

Esta última no me dirigía la palabra ni me tenía en cuenta hacía tres semanas...

FLASH BACK

–Cam, ¿me pasas el azúcar?– pregunté, y eso era lo primero que le decía después de tres días de lo de Hogsmeade.

Ella ni se inmuto, y continuó comiendo su bizcocho de calabaza.

–Cam, dije si me pasas el azúcar–repetí, pensando que quizá no me había escuchado.

Continuó haciendo como si no existiera, mientras sonreía a un comentario de Albus.

–¡ Camille Jane Lupin! ¿El azúcar?–insistí con el ceño arrugado.

Dio un suspiro, y comentó: –Merlín, estoy llena... Esto está delicioso... Provecho– añadió antes de pararse e irse de la mesa, dejándome confundido y enojado.

FIN FLASH BACK

Así habían pasado dos semanas y media, hasta ayer...

FLASH BACK

Era la clase de DCAO, y nos estaban enseñando los hechizos aturdidores...

–Pónganse en parejas para que podamos practicar– indicó la profesora Hollower, hechizando las paredes con encantamientos protectores–. Procuren no dañar a sus compañeros–advirtió severa.

Enseguida aproveché para acercarme a ella.

–Hey, Cam, ¿hacemos juntos?–pregunté, pero ella parecía mirar a través de mí.

–Por favor, no puedes seguir ignorándome– insistí, comenzando a fastidiarme de la situación.

Entonces se acercó un chico de Ravenclaw, con los que compartimos clase.

–Camille, ¿quieres formar pareja conmigo?

–Claro Thomas– aceptó ella, sonriendo encantadoramente (No es que a mí me pareció encantadora, ni nada de eso, claro que no).

– Oww, lo siento Roberts, está conmigo. Suerte la próxima– dije volteando a verlo, amenazandolo con la mirada. Él tragó fuertemente y se marchó. Yo y Ted teníamos fama de cumplir con nuestras amenazas...

Cuando giré de nuevo hacía Camille, ella me miraba con enojada.

–¿Qué haces idiota?– inquirió, hablandome por fin. Por alguna razón, y a pesar del insulto, eso me hizo sentir bien.

– ¿Puedes dejar de ignorarme de una vez por todas?–rogué hastiado.

–¿Para qué? ¿Para que te pavonees en mi cara por mi estupidez?– dijo, dejando sacar a flote una ira que, sospechaba, venía acumulando desde la visita a Hogsmeade.

–¿Yo? ¡Tú debes de ser la que se pavonea de MI estupidez!

– ¡Claro que no ! ¡Aquí el único capaz de hacerlo eres tú!–exclamó.

–¿Sucede algo, Potter y Lupin?–preguntó entonces la profesora, atraída por nuestra falta de actividad.

–Claro que no, profesora Hollower– repuso ella con una sonrisa, sacando su varita y gritando “¡EXPELLIERMUS!”, con lo cual salí despedido unos metros.

– Excelente conjuro.... Pero tenga más cuidado con su compañero, señorita Lupin–indicó la profesora, satisfecha, marchándose.

Me incorporé, tomando mi varita, y grité “¡Impedimenta!”, haciendo que ella cayera al suelo.

–¡¿Por qué me odias?!– cuestioné, ayudándola a levantarse, sorprendiéndome de que la pregunta que venía formulando en mi cabeza saliera de mi boca inconscientemente.

–¿En serio lo preguntas?– inquirió molesta, aceptando mi mano para ponerse de pie, y lanzándome un desmaius, que logré esquivar.

–Acabas de oírme, ¿no?–farfulle sarcástico, lanzándole un Expelliermus, que pudo defender con un Protego.

–Si, pero no eres confiable– respondió, devolviéndome el hechizo, el cual me tiró de nuevo al suelo, aunque esta vez me paré más rápido.

– ¿Yo no soy confiable? ¡Tú eres la del disfraz! Y no cambies de tema– bisbisee, con el propósito de que solo ella lo oyera.

– No me interesa cambiar de tema–informó, lanzando dos hechizos seguidos, a los que tuve que repeler–, y si tanto te interesa... Te odio por ser tú.

–Eso es muy lógico– ironicé, confundido por dentro, enviándole un despistado Impedimenta.

– A que sí– musitó, arrojando cada vez más hechizos.

–Pero hay un problema , Lupin–anuncié, enfadado, esquivando todos.

–¿A sí? ¿Cuál, Potter?–lanzó otro Desmaius, del cual alcancé protegerme.

–Que yo no te odio.

Me miró sorprendida durante unas milésimas de segundos, pero luego la cantidad de hechizos incrementó.

–¡Te avisé que no me hablaras más! ¡Eres un idiota!– exclamó, con el cabello, que estos últimos días permanecía de un apagado castaño claro, se tornara rojizo.

–¡Acabo de decirte que no te odio! ¡¿Y aún así me llamas idiota?!–grité iracundo, pues me acababa de confesar, y ella se enojaba más. No la entendía, ¡Es una tonta!

–¡SI!–afirmó, protegiéndose del hechizo que le acababa de dirigir.

–¡Entonces te haré caso y no volveré a hablarte!– bramé, acercándome a ella, que permaneció con la varita en alto, a la defensiva.

–¡Eso buscaba!–dijo de igual forma, haciéndome frente, con la cabellera cada vez más roja.

–¡De acuerdo!–grité.

–¡Bien!–gritó. Y entonces no hubo más que decir, puesto que sonó la campana.

–No puedo creer que extrañaba hablar contigo–murmuré enojado, antes de irme , alcanzando a oír a la profesora decir que de tarea había que hacer un informe sobre el Desmaius y sus consecuencias.

FIN FLASH BACK

Desde entonces, ya ni me miraba. Era como si no existiera para ella. Esto es frustrante, ¿saben? Y ahora que iríamos todos a La Madriguera para pasar navidad sería mucho peor...

– ¡EH! ¡JAMES!–gritó Ted, sacándome de mis pensamientos.

–¿Eh?–pregunté, viendo que solamente quedamos él y yo–. ¿Dónde están todos?

–Las chicas fueron al baño a quitarse las túnicas, y Albus fue a saludar a Lisa, así que Malfoy no tuvo más remedio que acompañarlo–explicó, pero entonces se puso serio–. Ahora puedes decirme por qué no dejas de mirar a MI HERMANITA– inquirió severamente.

–¿Qué? Claro que yo no...– me miró serio, sin creerme, haciendo que me incomode un poco– ¡No me di cuenta Ted! ¡Yo...!– me defendí de inmediato, asustado de que alguien más lo hubiera notado, y de que él pensara cosas que no eran...

Entonces, ante mi asombro, se echó a reír.

–¿Se puede saber que te causa tanta gracia, Teddy?–preguntó una chica, que llevaba una blusa algo escotada, con una campera desabrochada arriba, y jeans un tanto... ajustados...

–Es que... La cara de James– contó entre risotadas señalándome, pero al verla cayó de inmediato, poniéndose serio de nuevo–. ¿Qué haces vestida así?–preguntó severo.

– Usualmente, la gente utiliza ropa muggle, porque no está permitido exponerse con túnicas–explicó utilizando un tono de maestra, que me hizo sonreír.

– Ya lo sé–repuso con el entrecejo fruncido–. Me refiero a por qué te vistes como si fueras una mujer–agregó enojado.

–Mm... Déjame ver... ¿Será porque... SOY UNA MUJER?– dijo irónica, sentándose junto a mí, sorprendiéndome.

–No, no lo eres. Tú eres Camille, mi hermana pequeña–corrigió.

–Sí, pero también soy una MU-JER–insistió, cruzándose de brazos.

–Que no lo eres– repuso, cruzándose de brazos él también. Eran iguales de tercos... De hecho, Ted era igual de terco que yo, y Camille era igual de terco que él, entonces... ¿Somos todos tercos? –. James, ¿no cierto que no lo es?– dijo dirigiéndose a mí.

– Bueno... A mí me parece que sí...– murmuré.

–¡Por supuesto! ¡Soy una mujer después de todo, aunque te sorprenda! – gritó ella, fastidiada, haciéndome recordar con sutileza lo que le había dicho en Hogsmeade.

–Creo que ya lo sabes, ¿no?– repuse mirándola, también fastidiado–. Creí que no volverías a hablarme.

– Y créeme que no lo haré más– susurró enojada, mirándome también, haciéndo que sus ojos grisáceos se volvieran celestes de nuevo.

Permanecimos así tanto rato, que de a poco la expresión de enojo se me borró, al igual que a ella, que parecía triste, ahora que la miraba de cerca...

Estaba a punto de decir algo, cuando Ted gritó.

–¿¡QUÉ RAYOS ESTÁN HACIENDO!?–escandalizó, y enseguida me alejé, al igual que ella, notando que al parecer me había acercado demasiado. Mi amigo tenía una mano en el corazón, y parecía a punto de sufrir un ataque cardíaco, o caer en coma–. ¡¿Alguien puede decirme desde cuando mi hermanita...?!–comenzó, pero no finalizó la frase, y su expresión se tornó aún más horrorizada–. ¡No me pueden hacer esto!–se quejó, negando con la cabeza.

–¿Hacer qué, Ted? Deja de exagerar, y tranquilízate un poco–exigió ella, girando a ver por la ventana, cruzada de brazos.

Yo, todavía confundido por TODO (excluyendo las clases, eso no sería nuevo), desde comienzo de año, tomé el libro que Rose leía y lo abrí en la primera página. En ese momento entraron todos al compartimiento.

–¡POR MERLÍN Y TODOS LOS SANTOS!–gritó una chica asustada, llevándose una mano a la boca.

–¡¿QUÉ?!– pregunté, sacando la varita, alerta.

–¡ESTÁS LEYENDO!– era Rose, que abría la boca en forma de “o”.

Bajé la varita, riendo con desgana y falsedad.

–Claro que no. Busco quedarme dormido, primita–informé, tomando el libro nuevamente, oyendo un suspiro de alivio colectivo.

Dos horas después; durante las cuales no conseguí dormir, y por el contrario aprendí sobre la décimo cuarta, la décimo quinta, y la décimo sexta (a que son muchas) Revolución de los Duendes; el tren se detuvo.

Le di el libro a mi prima, y me puse de pie, aguardando mi turno de salir por la puerta del compartimiento, pues eramos tantos que había que esperar.

Cuando estaba a punto de pasar, alguien me detuvo por el brazo, haciéndome voltear.

–Lo siento–dijo Camille.

–¿Por qué?– cuestioné, encarnando una ceja.

–Por lo de ayer– respondió a secas, y se marchó tras el resto, dejándome solo en el compartimiento.

Suspiré, aún sin saber que me pasaba, pensando en que sus ojos habían vuelto a verse grises y apagados...

*********FIN DE LA MARATÓN*********

Bueeno, ese es el fin de la maratón... Fue cortita, lo sé, pero trataré de subir lo más pronto posible.. Tuve una idea genial para la historia! Estoy entusiasmada de nuevoo!

Ok, sólo eso! Gracias por leerme y dejar esos comentarios que tanto me alegran! Saludos y besos rositas, chicas ^^

por **Kit Walker** Dom 28 Oct 2012, 10:39 am

jajajajajaajajaj ted es genial XD. Me dan ganas de golpear a James a veces, pero a la vez me encantaaaaa
sigue!

por **C.J. Potter** Dom 28 Oct 2012, 12:51 pm

Capítulo 14 "Una cena incómoda"

Escritora POV

Era una noche espléndida, calurosa y de ligera brisa. Los pájaros ya estaban guarnecidos en sus nidos, preparados para lo que la noche les deparara, las estrellas relucían especialmente esta vez, y la mortecina luz de la luna se encargaba de alumbrar débilmente los campos de las pocas familias que habitaban por esos lares...

En algún lugar, cerca de Ottery St. Catchpole, particularmente en una casa; cuya construcción sería imposible de llevar a cabo por personas muggles, pues parecían varias pequeñas casas encimadas, sin otro sostén que la magia; un gran grupos de personas, todos familiares (aunque no todos por sangre), se encontraba cenando bajo un techo flotante, alumbrandose con varios faroles y charlando animadamente entre ellos, generando un bullicio interminable.

En la mitad de la larga mesa, que habían formado colocando varias mesas juntas, una chica de cabellos rubios platinados con destellos castaño claro, miraba su plato de carne y papas, mientras pensaba, sin darle atención a su entorno.

A su derecha, una muchacha rubia la miraba con pena, a su izquierda, estaba una joven pelirroja, que observaba con negación a su primo, que estaba sentado exactamente en frente de la rubia platino. Junto a James se hallaba Ted, y a su lado Fleur. Ginny estaba sentada a la derecha de su hijo mayor, y a la izquierda de Albus, que hablaba con su padre, quien ocupaba el asiento de su otro lateral, y con su abuela, sentada frente a él, junto a Rose. ((EJEM, les dejo un esquema de como estaban sentados, porque me lié bastante.))

— Cagiño, ¿te encuentgas bien?— preguntó Fleur, viendo a la niña que había críado como una hija, y que quería como tal.

— ¿Ah? Sí, estoy perfectamente tía...— repuso Camille, en un murmullo. Entonces Molly se fijó en ella, y la miró con los ojos entrecerrados; la Prewet tenía buen olfato con los desánimos, en especial tras haber tenido seis hijos y una hija que también habían atravesado la adolescencia.

— Dime, cielo, ¿cómo te va en Hogwarts con los nuevos maestros?— le cuestionó, y Victoire, Rose, Albus, Ted, Ginny, Harry, e incluso James (aunque este con disimulo), miraron expectantes, sabiendo que la abuela se traía algo entre manos.

— Bastante bien— respondió tímidamente, pues aunque la mujer la había recibido cariñosamente, como si fuera una nieta más, ella estaba en un lugar que no visitaba hacía años, por más que La Madriguera tuviera un ambiente acogedor, se sentía intimidada.

— Pff, ¿solo bien?— dijo con sorna el mayor de los Potter, llevándose las miradas de todos, incluso de la chica, que lo observó confundida—. Es excelente. Es igual a Rose— aclaró, cortando un pedazo de su tortilla de calabaza y verduras.

— Ya veo...— murmuró su abuela, con suspicacia.
Entonces, Bill, quien contemplaba al margen, junto a su esposa, se unió a la conversación.

— ¿Qué hay del quidditch? ¿Al final te uniste al equipo, Cam?— le preguntó a la niña, que el también consideraba una hija más.

— Por supuesto que sí, tío Bill. Soy cazadora— anunció sonriente—. Pero ya les había contado en una carta... Creí que sabían.

— Yo sí lo sabía— dijo Fleur, cruzándose de brazos al mirar a su marido—. Pego Bill últimamente está muy despistado.

— Um... Pero así me quieres— se limitó a decir este, sonriendo de lado a lado.

— Clago que sí— murmuró su mujer, plantando un beso en sus labios, provocando que los más jóvenes hicieran una mueca de asco, y que las mujeres suspiraran cursimente.

— ¡Así que juegas quidditch!— exclamó Molly, regresando al tema anterior—. ¿Te gustaría dedicarte a eso cuando seas mayor?

— No, no de hecho. Me encanta, sí, pero prefiero ser auror— dijo risueña, y agregó—, como mi madre.

Los más grandes adoptaron una sonrisa melancólica al recordar a Tonks, tan torpe como ella sola. Y Albus miró a su hermano significativamente.

— Curioso— susurró una pelirroja, hija más pequeña de Molly—. James también quiere ser auror, trabajarán juntos— comentó alegre.

Los nombrados se miraron con los ojos abiertos desmesuradamente, e hicieron una mueca de desagrado, negando con la cabeza.

— Sí, Potter se pasa la mayor parte del tiempo diciendo que será tan bueno como su padre— afirmó la platinada, a lo que Harry sonrió—. Pero, ¿trabajar juntos? Jamas. Ni aunque fuera todavía mejor que él— aseguró.

— Además, lo más seguro es que se enfrenten a duelo hasta que alguien muera— añadió Albus, aterrado de la sola idea de que ellos estuvieran solos en una misma habitación y con varitas en manos.

— ¿Pero por qué? ¿Acaso se llevan mal?— inquirió la madre, viendo a su esposo con complicidad.

Todos los jóvenes ofrecieron respuesta.
— Si— dijeron Camille, Rose, y Ted al unísono.

— No— negaron James, Victoire y Albus, al mismo tiempo que los otros.

Los demás miraron a Camille y a James, confundidos.

— ¿Eso es un sí o un no?

La chica, sorprendida de que el muchacho hubiera negado que así fuera, volvió a responder.

— No.

Al tiempo que el chico, al ver que ella lo afirmaba, reponía al mismo tiempo.

— Si.

— Ponganse de acuegdo— dijo divertida Fleur, viendo como Camille y James se miraban con recelo.

— Sí, pero no— aclaró Albus, al ver que ninguno se atrevía a hablar de nuevo.

— De acuerdo...— susurró poco convencida Ginny.

— Cambiando de tema, ¿qué hay de los amigos?— preguntó Molly, que ya había terminado su plato.

— Um... Me paso más tiempo con Vic y Rosie que con alguien más, no congenio demasiado con las chicas de mi año, las menores se intimidan, y las mayores no prestan atención, así que no me interesa en realidad... Además suelo pasar el rato con Scorpius Malfoy y Albus. Sucede que cierta persona repele a los hombres como moscas— agregó, mirando con sutileza a James, que se encogió de hombros. Ambas Weasley, y la DeLacour captaron esa mirada.

— ¿Y de los novios?— inquirió entonces Ginny con picardía.

— Oh, nada— respondió rápidamente, escondiendo un sonrojo.

— ¿Novios? ¿Quién querría salir con ella?— soltó el ojimiel con sorna.

Todos miraron al Potter sorprendidos de tal comentario.

— A mi me parece que bastantes querrían, es una chica encantadora— dijo su madre, enojada por los modales de su hijo.

— Descuide señora Potter— se apresuró a decir Camille—. Sucede que a James se le está dando por alejar a los chicos de mí— anunció con fastidio, apoyando ambas manos en la mesa, preparada para que devolviera el ataque.

— ¿Yo? ¡No es cierto! No me interesa en lo más mínimo si algún idiota se interesa por ti, ¿entiendes? Ya de por sí tendría mala suerte— repuso de inmediato, apoyando las manos el también.

— Aquí va de nuevo— farfulló Albus cansinamente.

— ¿A si? ¿Puedes decirselo a Thomas Brown? Porque ayer me dijo que sería mejor que no habláramos más, y eso fue... déjame que recuerde— ironizó—, ¡oh,sí, ya recuerdo! ¡Luego de que lo amenazaras!

— ¡Yo no lo amenacé... explícitamente!— susurró al final.

— ¡Entonces me hubieras dejado hacer la clase con él! ¡Creí que no te molestaba!

— ¡Y no me molesta! ¡Yo creí que no me hablarías más!

— ¡Y luego de esto no lo haré ni aunque me amenacen con un Avada Kedavra!

Poco a poco, todos fueron uniéndose a oír el espectáculo, hasta llegar a un punto en el que la mesa entera los miraba, sin atreverse a decir nada. Ni siquiera Ginny, que estaba pasmada por el comportamiento de su hijo con aquella chica que se comportaba tan agradable con todos, excepto con él.

— ¡Perfecto! ¡Por fin no tendré que escuchar más tu odiosa voz!

— ¿¡Mi odiosa voz!? ¡Fuiste tú quien dijo que extrañaba hablar conmigo!— gritó escandalizada, poniéndose de pie con presteza, más enojada que nunca, reflejándose en su cabello, ahora de un flamante rojo.

Él también se puso de pie, enojado porque ella acababa de contarles a todos algo que ni siquiera él mismo quería recordar.

— ¡¿No se puede mentir?! ¡Si tú lo haces todo el tiempo!

La chica soltó un jadeo de indignación, con los ojos ahora cada vez más oscuros.

— ¡Y miento por imbéciles como tú!— dijo entre dientes, sintiéndose tan iracunda que daba miedo. Ya ni recordaba estar en una cena familiar, con todo una horda observándolos.

— ¡Excúsate! ¿Es fácil, no?

— No busco excusarme, y mucho menos frente a ti. No lo vales— repuso, con los ojos tan negros como la misma noche.

— ¡¿Yo no lo valgo?! ¿Te has mirado en un espejo o oído a ti misma alguna vez? Hazlo y luego me dices quien vale la pena y quien no.

Los padres de James se pusieron de pie enseguida. No iban a permitir que su hijo dijera tales cosas a una señorita. Albus, Rose, Ted, y Victoire también lo hicieron, dispuestos a defender a Camille, o despotricar contra el Potter si hacía falta. Se había pasado de la raya.

Pero la chica ya no se contuvo más, y elevó la mano con rapidez, dándole una fuerte bofetada en la mejilla, haciendo que varios de los presentes soltaran una exclamación, y dejando al agredido totalmente anonado.

— Gracias por la cena, estuvo deliciosa. Pero si me permiten, ahora me retiro... Provecho— dijo ella con un hilo de voz, y una mezcla castaña y roja en la cabeza, caminando hacia la madriguera, con la mirada de todos sobre ella, desapareciendo tras la puerta.

Entonces todos miraron a James con desaprobación.

— ¡James Sirius Potter! ¡Yo no te eduqué para que fueras así!— chilló su madre, aún sin creer como todo había dado tremendo vuelco.

— James, lo que hiciste estuvo muy mal, es la hermana de Ted, y es una chica— añadió su padre, severo.

— ¿¡Qué rayos te pasa Sirius!?— gritó Ted totalmente confundido, con el cabello ahora azul y naranja— ¡Es mi hermana!

— No creí que llegaras a ser tan estúpido, James— opinó su hermano, negando con la cabeza—. ES CAMILLE— añadió, antes de soltar sus cubiertos con brusquedad sobre la mesa, mirándolo enfadado.

— ¡Idiota! ¡Nos metiste en una difícil!— se quejó Rose—. Sabía que el cerebro te fallaba, pero no creí que llegaras a estos límites— farfulló molesta, lamentándose por su amiga.

— No me lo esperaba de ti, James— se limitó a decir Victoire, decepcionada.

— ¿PUEDEN PARAR?— bramó molesto, y hastiado de que lo reprendieran.

— ¡No me hables así, soy tu ma...!— comenzó a decir Ginny, pero Molly la detuvo con un gesto. Su expresión denotaba que ella tampoco creía que su nieto fuera capaz de hablarle así a una señorita, pero al mismo tiempo se veía apacible.

— Ve y disculpate— indicó, con un tono tan autoritario que hasta el más valiente cedería.

— Claro que no, abuela— negó igual, previendo su reacción.

— Hazlo ahora, o ni regresar en el tiempo solucionará eso, James, créeme— acotó Hermione sabiamente, desde la otra punta, pues todos miraban la escena.

— No tengo por qué disculparme.

— Escuchame James; o vas ya mismo a decir perdón, o te juro que las pagarás, por más que seas un hermano— amenazó Ted, con el cabello tiñéndose de rojo.

— JAMES POTTER. TE VAS AHORA MISMO A DISCULPARTE O TE ARREPENTIRAS TODA TU VIDA— gritó Lily, que estaba junto a su padre, señalando la puerta de la casa, y empleando una cara y un tono de ira, que realmente asustaba.

Y eso bastó para que se acobardara y se encaminara a La Madriguera. La pequeña era la más peligrosa.

En la mesa, todos lo miraron hasta que entró, aún en silencio.

— Son iguales a mis padres, tienes razón Ginny— comentó Harry, rompiendo el silencio—. Todos dicen que vivían peleándose, y se odiaban. Hasta séptimo año. Entonces resultó que se amaban y comenzaron a salir. ¿Curioso, no?

— Bastante— murmuró Molly, todavía pensando en esa pelea.

— Y Lily es igual a Ginny y a ti, mamá— añadió George, provocando una casta risa general.

Camille POV

Sabía que era un mentiroso... ¿Cómo había podido creer que realmente le entristecía mi indiferencia? Solamente era un maniático que no soportaba que lo ignoraran.

Solté una especie de gruñido, llena de coraje, secando un par de estúpidas lágrimas que caían sin razón.

Respiré sonoramente, corriéndome el cabello del rostro, y sentándome en una posición más cómoda, aun tirada en el suelo contra la puerta, como había atinado a hacer desde un principio.

Debía hacer como si no existiera, esa era la solución. ¿Pero cómo? Ya trataste, y solo duró dos semanas, en las que solamente pensabas en... dijo una voz en mi cabeza, pero no le permití terminar.

Y entonces el llanto me embargó de nuevo. ¿Por qué ese idiota tenía tanta influencia en mis inútiles sentimientos? Odiaba tener sentimientos. Eran un estorbo.

Un sonido de golpeteo en la puerta hizo que parara de gimotear. De seguro eran Rose y Vic...

Me puse de pie, sin muchas ganas, y abrí la puerta.

Entreabrí la boca, sorprendida, y cerré la puerta con fuerza, haciéndola retumbar. Me apoyé contra ella para que no intentara abrirla de nuevo, y me llevé una mano al rostro, para secar las lágrimas. ¡¿Por qué había tenido que abrir tan despreocupadamente y aún llorando?! ¡¿Por qué se le había ocurrido a Potter venir ahora?! ¡Por Merlín! ¡Había visto que me había hecho llorar! ¡RAYOS! ¡No se supone que vea que soy débil! ¡No!

Volvió a golpear la puerta más fuerte.

— ¡Oye! ¡Tenemos que hablar!— gritó desde el otro lado.

— ¡No quiero hablar contigo! ¡NO VALGO LA PENA, POTTER! ¡VETE!— bramé con furia, imitando su voz al decir lo segundo.

— Vengo a disculparme— aclaró luego de unos minutos de silencio.

Fruncí los labios, sorprendida, y seque por completo mi rostro, para luego entreabrir un poco la puerta. Estaba parado en el umbral, apoyado contra la pared.

— ¿A disculparte?— murmuré.

— Sí, sino mi padre, las pelirrojas y Ted me matarán.

— ¿Por eso? Perfecto. Olvídate que existo, ¿quieres?— dije lacónicamente, sin creer que había vuelto a creer que se arrepentía por sí mismo, y volví a cerrar la puerta, echando el pestillo, corriendo a tirarme en una de las camas.

Por alguna razón, esa frase había... apagado... algo en mí, pero no entendía qué.

*********FIN CAPÍTULO 14**********

AAyy! En el próximo capítulo viene lo interesantee! Pronto loo subo! :)

Gracias por comentar María! :3

por **Zarek** Dom 28 Oct 2012, 1:43 pm

OH POR TODOS LOS DIOSES, CUANDO ESTOS VAN A DARSE CUENTA DE QUE SE AMAN? SIGUELA; SIGUELA.

por **ItsBee♡** Dom 28 Oct 2012, 4:27 pm

Holaaaaaaa :)
Me encanta esta novela, tiene mucha trama por decir !
Síguela, un beso : D

por Contenido patrocinado

ϟ hypatia. aka Kate. MP ϟ Ver perfil.	ϟ dépayser aka Lea. MP ϟ Ver perfil.
ϟ youngjae aka . MP ϟ Ver perfil.	ϟ Stark. aka Cande. MP ϟ Ver perfil.

ϟ Legendary. aka Steph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ chihiro aka Zoe. MP ϟ Ver perfil.
ϟ Kurisu aka Teph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Calore aka idk. MP ϟ Ver perfil.

ϟ ego. aka Kalgh/Charlie. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Asclepio. aka Gina. MP ϟ Ver perfil.
ϟ mieczyslaw aka Alec. MP ϟ Ver perfil.