Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]

por **LaBrujaNavegante** Vie 21 Dic 2012, 11:23 am

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHAHIAHIAHIHIHAIH NO ME LO DEJES AHI DIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS

DIIIIIIIIIIIIIIIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS QUEEEEEEEE DESEPERANTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

PD : TE QUIERO , ME GUSTA TU NOVELA ;)

por **C.J. Potter** Vie 21 Dic 2012, 11:30 am

Capítulo 24

"El Baile de Navidad"

PARTE 2

James POV

Tardé en reaccionar cuando ella se desplomó, pero pude atraparla antes de que se golpeara. La sujete por la cintura, apoyando su cabeza en mi hombro, y busqué ayuda con la mirada. Merlín, no puedo creer que estén ahí Remus Lupin y Nymphadora Tonks…

No veía a Albus en ningún lado, ni siquiera a Rose, y… Dios, está demasiado pegada a mí… No, no, está inconsciente, no es momento de ser un hormonal adolescente.
Atrapé la mirada de Remus, quien observó vacilante nuestra cercanía, como debatiéndose si intervenir o no. Pero al ver que yo lo miraba suplicante se acercó, dudoso.

— ¿Están bien, chicos? — preguntó con voz calma.

— No, se desmayo, ¿puede ayudarme? — expliqué. Enseguida asintió con la cabeza, y me la quitó de encima, sosteniéndola por los hombros.
— Debemos ir a la enfermería— apremió—. ¿Qué le suce…?— se detuvo en seco, mirándome fijamente, y palideció—… ¿Ja-James?
Perfecto, ahora creía que yo era el fantasma de mi abuelo o algo así.

— Sí— afirmé, pero cuando me pareció que él también se tambaleaba, corregí: —. ¡No! Quiero decir, sí, pero no el James que usted cree.

— ¿A qué te refieres? ¿Qué está pasando? Por Dios, eres igual a James…
— ¿Dumbledore no habló con usted? — pregunté exasperado. ¿Simplemente le digo que vengo del futuro y que la desmayada es su hija?
— No… Solamente nos invitó a venir a mí y a Ton… esa chica— señaló a la peli rosada, que examinaba maravillada el lugar.
— Genial… Entonces, antes deme a la chica— pedí, y él me devolvió a Camille con recelo. No parecía entender nada. Coloqué un brazo en el pliegue detrás de sus rodillas, y otro en su espalda, y la alcé en el aire. Realmente no era muy pesada. La gente nos miraba curiosa, sin acercarse todavía.

— ¿Qué está pasando? — insistió él, con los ojos entrecerrados.
— Bueno, si quiere saber, yo vengo del futuro, soy hijo de Harry Potter, y esta es tu hija— señalé a Cam, que seguía inconsciente con la cabeza. Al principio, el color huyó de su rostro.

— ¿Qué clase de broma es esta? ¿Dónde está Dumbledore?
— Aquí estoy, Remus— habló alguien a nuestra derecha, impasible—. Lamento no haber podido explicarte antes, pero ahora es necesario recostar a la señorita Lupin.

Nuevamente, Remus palideció cuando el director dijo “señorita Lupin”, pero se mantuvo en pie. Dumbledore me miró a mí, y a la chica en mis brazos.

— Llévala a la habitación que hay aquí a la izquierda, saliendo del Gran Comedor— me indicó, y yo asentí. —. Remus, ve a buscar a Nymphadora y espérenme en la puerta. Les gustara oír esto— el anciano adoptó una sonrisa de lado casi imperceptible, y desapareció nuevamente. Suspiré, exasperado, y comencé a caminar hasta la salida.
— ¿Qué sucedió? — me interceptó Albus, preocupado, acompañado por una rubia que lucía molesta
— Vimos a… A Remus y Tonks— expliqué, mientras él me abría la enorme puerta, sumiéndonos en la tranquilidad de los pasillos.
Entreabrió la boca, desconcertado, y me siguió en silencio.

Encontré la puerta a la izquierda (muy a la izquierda) que Dumbledore había indicado, y entré aliviado. Allí había un simple sillón con una chimenea, un escritorio caoba y una ventana que mostraba la luna menguante y el cielo estrellado.

Recosté a Cam sobre el sofá azulado, pensando que ya había estado antes aquí. Sí. Una vez nos escondimos con Ted, usando la capa de invisibilidad, corriendo de Snigg y su sexto sentido. Sonreí con pesar. Extrañaba las bromas.

Me arrodillé en el suelo, a un lado de ella, contemplándola por un rato. Lucía perfecta. Quiero decir, con o sin maquillaje lo era, sus rasgos mismos lograban eso, pero así de arreglada era como… No sé, se veía hermosa.

Alguien carraspeó, y al voltear me encontré con una impaciente rubia, que miraba con reproche a mi hermano. Él estaba sentado sobre un sillón de un cuerpo, mirando el suelo de piedra.

— ¿Sí? — cuestioné fastidiado al ver que mi hermano no prestaba atención, y ella continuaba traqueteando con sus tacones.

— ¿Qué hacemos aquí, Albus? — preguntó ignorándome, dirigiéndose al otro.
Él puso los ojos en blanco.

— Lo siento, pero ella se desmayó. Estará bien que me quede hasta que despierte.

Lo miré frunciendo el ceño. ¿Por qué tanta preocupación? Yo podía hacerme cargo, es mi novia después de todo, y no era sino por la sorpresa y el shock que se había desmayado.

— Albus, creo que es mejor que vayas a la fiesta. Yo estoy aquí, y pronto vendrán Dumbledore junto con sus padres, no creo que la chica se sienta cómoda— apunté a Vanille con la cabeza.

— Está bien, yo me quedaré.

— Insisto, vuelve a la fiesta— esta vez soné como presa de la “vena posesiva” que Cam había mencionado, pero ni me molesté en ocultarlo.

Me miró enojado unos segundos, como si quisiera decir algo, pero finalmente se puso de pie, indicándole a Van que lo siguiera, y desapareció tras la puerta. Suspiré más tranquilo, y volví a mirarla a ella.

Llevé el pulgar a su mejilla, y acaricié levemente la superficie de su pómulo, pintado de un suave rosado. Como si necesitara pintarse el rubor, pensé divertido. Nadie se sonroja más que ella.
En ese instante abrió los ojos, y enseguida retiré la mano. Lucía desconcertada, y miró varias veces a su alrededor antes de hablar.

— Por favor, dime que no tengo una resaca, y que lo hicimos luego del Baile— murmuró apesadumbrada, incorporándose.

Me eché a reír, sentándome a su lado.

— No, tranquila. Aun no— me golpeó despacio en el brazo, y la miré preocupado—. ¿Te sientes bien?

— Sí… Tuve un sueño extraño…— musitó, masajeándose las sienes. Me humedecí los labios, sin saber si decirle o no sobre sus padres, ya que no parecía recordarlo—.Tú estabas en él. Y bailábamos. Recuerdo girar en el aire, con este vestido. Se sentía tan bien— sonrió, y no pude más que imitarla. Eso no era un sueño, pero acababa de contarme que le gustó bailar conmigo—. Y luego… Luego aparecieron mis padres. Jóvenes y… vivos— sacudió la cabeza.

— Um… Cam… Eso no fue un sueño— murmuré con cuidado, para que no volviera a desmayarse.

— ¿A qué te refieres?

— Bueno, bailamos. Giraste con ese vestido y todo— automáticamente se sonrojó, al darse cuenta que volvía a confesarme algo—. Y también viste a tus padres.

Como si estuviéramos sincronizados, la puerta se abrió, dando paso a un pálido Remus, y una entusiasmada Tonks. El semblante de Camille se ensombreció. Parecía en shock.

— ¡No lo puedo creer! ¡Una hija! — exclamó la peli rosa, abalanzándose en un abrazo sobre Cam.

Ella separó los labios para soltar un jadeo, mirándome detrás del particular cabello de su madre, totalmente confundida. Me encogí de hombros, dedicándole una sonrisa de apoyo. Cerró los ojos con fuerza, y le devolvió el abrazo. Una lágrima cayó por su mejilla, y algo se sacudió en mi pecho. No me gustaba que llorara, pero esto era por una buena razón. Suspiré, y me acomodé en un rincón, expectante.

Camille POV

Esto es increíble. Simplemente no lo puedo creer. Todavía espero despertarme transpirada en mi cama del Hogwarts de nuestra época, todavía odiando a James, saliendo falsamente con Chris y sin conocer a mis padres.

— M-mamá— balbuceé sobre su hombro, con miedo a abrir los ojos y que todo se desvaneciera. En mi vida habría imaginado poder ser abrazada por mi madre. Claro, Fleur era como una, sí, pero esto era muy diferente. Era la mujer que me tuvo en el vientre nueve meses, que me amó sin siquiera conocerme, y… murió para darme la vida. Merlín, esto es demasiado.

— ¡Has oído Remus! ¡Me dijo mamá! — exclamó alegremente ella, aturdiéndome un poco al estar tan cerca de mi oído. Mi padre se removió. Lucía en trance.

Cuando finalmente me soltó, me obligué a mirar, y no pude evitar suspirar de alivio al ver que nada se había ido, y esto no era un sueño. Papá estaba llevándose algo que me pareció chocolate a la boca, y Dumbledore sonreía solemne. Me mordí el labio, y sequé las lágrimas. Para mi sorpresa, el rímel no se había corrido. Bien, Fleur no me asesinaría.

— ¡Cuéntanos! ¡Quiero saber de ti! Oh por Merlín, tendré una hija— chilló, llevándose una mano a la boca. Mi madre se lo tomaba totalmente diferente a mi padre.

— A-aguarda— pidió papá, con un poco más de color en las mejillas, acercándose a nosotras, le sonreí en espera de lo que diría—. Dime… ¿E-eres…eres como yo?

Oh. Eso era lo que tanto le preocupaba. Es normal tener miedo de condenar a un niño, tu hijo, a una vida de sufrimiento, teniendo que apartarlo del mundo una vez al mes con cada luna llena. Volví a sonreírle, compresivamente esta vez, y negué con la cabeza. Él suspiró con alivio, y se sentó a mi otro lado. En ese instante James se levantó, e intentó irse.
— ¡Aguarda! — lo llamé, haciéndolo voltear. Dumbledore ya no estaba, y no sabía en qué momento se había marchado—. Quédate. Quiero que… Bueno, tienes derecho a conocer a mis padres ¿no? Estoy seguro que tienes muchas preguntas sobre los Merodeadores.

Durante unos segundos se vio entusiasmado, pero enseguida se recompuso, negando con la cabeza.
— Oh, no. Descuida, habla tranquila con ellos, no me corresponde estar aquí— giró el picaporte, y me puse de pie bruscamente, ante la mirada de mis progenitores. Tonks parecía de lo más extasiada, observándome como si se tratase de una película.

— Ven— insistí, y lo tiré del brazo, cerrando la puerta—. ¿Te avergüenzas de conocer a tus suegros? — me burlé en un susurro, a lo que él bufó.
— No. Puedo tener miedo de conocerlos, no vergüenza— corrigió con los ojos en blanco. Chasqueé la lengua y tomé su mano, arrastrándolo hasta un sillón de un cuerpo que había en secante al sofá en el que mis padres esperaban.

Regresé a mi lugar, sonriente, y expliqué.

— Bueno, mamá… papá— saboreé las palabras, que jamás creí llegar a pronunciar en esta situación—, él es mi novio. James Potter— aguardé su reacción, y por unos segundos ante mi cruzaron imágenes de esas novelas donde el padre era severo, y la madre escrupulosa en defectos, ambos molestos por ver a su hija en pareja. No, para eso están Ted y Rose, espero.

Tonks se puso de pie y lo abrazó, entusiasmada. Remus le tendió una mano muy formalmente. Wo, no era tan malo después de todo.

— ¡No puede ser! ¡Me entero que tengo una hija adolescente, y ya tiene novio! Es increíble cómo cambia tu vida en tan poco tiempo— susurró mamá para sí, asombrada.
— ¿Eres hijo de Harry? — preguntó papá, al margen de lo que ella decía. James asintió, más relajado que hace un rato—. Eso está bien. Es extraño que… Bueno, que mi hija salga con el nieto de James.
— De acuerdo, ahora sí, quiero que nos cuentes de tu vida— pidió Tonks, girando de lado para mirarme. Dudé. ¿Qué podía decir y qué no?

— Bueno… Mi nombre es Camille Sophia Lupin. Tengo quince años…

— ¿Quince? Vaya… Eres casi mayor— acotó mi padre.
— Sí. Por favor, repite eso cuando esté Ted— pedí, riendo. Me miraron confundidos, y acallé la risa— ¿No saben quién es Ted, cierto?
— ¿Mi padre?— repuso mamá, ahora más desconcertada.
— Sí… Pero no. Ted, es mi hermano mayor. Y tranquilo papá, él no es como tú tampoco— me apresuré a aclarar, antes de que Remus empalideciera otra vez. Se miraron entre sí, sorprendidos.

— ¿Dónde está él?
— Ohm… Bueno… Él se fue por ahí…— contesté, encogiéndome de hombros. No me placía explicar no mundano que era mi hermano.
— ¿A dónde?
— A los jardines. Se fue a los jardines con su novia— esta vez fue James quien respondió, al ver mi incomodidad.
— Oh— soltó mamá, sin decir más.
— Bien, mejor sigo antes de que esto se profundice— musité, tomando una bocanada de aire—. Soy Gryffindor, y… Mm… ¡Oh! Soy metamorfomaga como tú, mamá— diría “mamá” todas las veces que me fuese posible, hasta gastar la palabra si hace falta.

A ella se le iluminó aun más el rostro, y sonrió de lado a lado.
— ¿Puedes transformar alguna parte de tu cuerpo ya? — inquirió, sumamente curiosa.
— Sí. Cambio completamente, de hecho— ella me miró con… Con orgullo. Oh, Dios, ¿así se siente que un padre esté orgulloso de ti? Es fabuloso—. Pero, todavía no controlo el cambio de color de mi cabello con las emociones— me lamenté, con una mueca.

— No te preocupes, yo aun lo perfecciono. Es difícil, pero con el tiempo podrás— aseguró, dándome ánimos. Merlín, quiero padres para toda la vida.
— Eso espero… Me siento como un libro abierto sino— le lancé una elocuente mirada a James, quien tapó su sonrisa con la mano.
— Lo sé. Es feo sentirse así. Pero si te ayuda en algo, es bueno no ser temperamental.

Se me escapó un resoplido.
— Aquí es difícil— expliqué sin decir nada más al respecto—. ¿Saben? A Ted le encantará verlos… Nunca creí que podríamos…— me detuve en seco, pues estaba a punto de revelar que ellos… que ellos estaban muertos—, que podríamos verlos de jóvenes— dije en cambio.

— Oh, yo no soy muy joven— comentó papá, negando con la cabeza—. Todavía no entiendo cómo es que terminé teniendo hijos…
Tonks rodó los ojos.

— Ow, no te preocupes papá, Hermione y Ron reaccionaron peor— sonreí con gracia.
— ¿Ellos también? ¿Cuántos niños del futuro llegaron? — lucía sorprendido.
— Mm… Somos… siete en total. Yo y Ted, James y su hermano Albus, Rose, Victoire, y Scorpius Malfoy.

— ¿Malfoy? ¿No es hijo del joven Draco Malfoy, verdad?
— Sí. De hecho lo es. Sucede que Albus es su mejor amigo.
— Eso es… Extraño… ¿Dijiste que Albus es hermano de James, cierto? Entonces es un Potter. Un Potter y un Malfoy. Curioso.

— Oh, ni te imaginas. Un Potter y un Weasley son peor.
— ¿Weasley? ¿Quién?
— Rose. Ella es hija de Hermione y Ron.

— Pero no es novia de Scorpius, Cam— intervino James, con el ceño fruncido.
— Lo será— aseguré, alzando las cejas.
— No, no lo creo— insistió, cruzado de brazos.

— ¿Celoso? — preguntó mi madre, extrañada. OH, debe pensar que está celoso de Rose, que quizá se siente atraído por ella. Ugh… extraño.
— No mamá. Quiero decir sí, pero no de ese modo. Verás, James es primo de Rose. Su madre es Ginny Weasley— expliqué apresuradamente.
— ¿Ginevra Weasley? ¿La hija pequeña de Arthur? — Remus lucía sorprendido esta vez— Vaya, nunca lo hubiera imaginado. ¿Sirius tuvo hijos, también?

Hice una mueca, y desvié la vista al suelo.

— No— musité, y agradecí que la puerta se abriera en ese momento.

Por ella entraron Ted y Victoire, despeinados, escoltados por Snape, con su mejor cara de… piedra. Al ver a mis padres sonrío con malicia.

— Lupin— masculló el hombre de cabellos grasosos y nariz ganchuda—. Vengo a traerte a tu revoltoso hijo. Espero que la próxima vez no intente nada entre los arbustos de la escuela.

Examinó a Tonks, a mí, y a James, antes de marcharse con un “Son todos iguales”. Alcé una ceja, agradecida de que hubiera cerrado la puerta detrás de sí.
Recién entonces me fijé en Ted. Su rostro estaba endurecido, y su reacción era similar a la de papá. Durante esos segundos nadie habló. Solo mirábamos a mi hermano a espera de que dijera algo. Pero mamá no pudo contenerse mucho más, y corrió hacia él, estrechándolo en un abrazo.

Él reaccionó, y le devolvió el gesto, mirándome como con disculpa. Supuse que se disculpaba por nunca hablarme de ellos.
Luego de que mamá lo soltara, papá se acercó, y le dio un veloz abrazo al estilo hombre.

— Yo no…— comenzó a decir mi hermano, con el cabello de todos los colores, pero pareció quedarse sin voz, conteniendo lágrimas. Nunca había visto llorar a Ted. Nunca.

Me acerqué, lentamente, sintiendo el vestido ondear con cada paso que daba, y le eché los brazos al cuello. Entonces explotó, y gotas de agua salada impactaron en mi coronilla, humedeciendo mis ojos otra vez, hasta que ambos terminamos en el llanto. Tonks tenía una expresión de profunda pena, y nos rodeó a ambos con los brazos.

— Nosotros no…— murmuró papá, sin atreverse a continuar—. No estamos con ustedes, ¿verdad?

Agradecía que no haya dicho “no estamos vivos”. Me alejé de mi hermano y mi madre, cuyo rostro ya no lucía feliz, sino que en cambio demostraba tristeza. Pero no por ella.
— No— balbuceé, secándome los ojos. Esta vez tampoco cedió en rímel.

— Por Merlín— susurró Tonks, totalmente desgarrada—, ¿los dejamos solos?

— No. Imposible dejarnos solos. Harry se ofreció para cuidar de Ted, y Bill para cuidar de mí— tranquilicé, sintiéndome más ligera.
— ¿Bill Weasley?
— Exacto…
— Somos como… una gran familia— susurró Victoire, algo avergonzada por intervenir.
— ¿Tú eres la novia de mi hijo, cierto? — mamá la examinó cuidadosamente, sonriendo al final.

— Eh… Sí… Soy Victoire, Victoire Weasley— tendió una mano, pero Tonks le dio un abrazo a ella también. Al parecer no mentían cuando contaban que mi madre fue “un amor de persona”. Me gustaría haberla tenido siempre… Pero… Ahora solo puedo aprovechar el momento.

— Vaya, veo que están todos entrelazados— comentó papá riendo, dándole a Vic un suave apretón de manos. Sonreí de costado.

— Bastante— afirmé, mientras regresábamos al sofá.

Estuvimos hablando sobre nosotros durante una hora, escuchando algunas anécdotas de Merodeadores, a las que James y Ted prestaron especial atención. Pero cuando ya me acostumbraba a este entorno, Dumbledore apareció para indicarnos que disfrutáramos lo que quedaba de la fiesta, no sin antes asegurarnos que mañana volveríamos a vernos.

Mientras caminábamos de vuelta al bullicio del Gran Comedor, donde una banda tocaba, haciendo a los alumnos saltar. Los cuatro nos detuvimos en una mesa, para hablar un poco.

— Es increíble— solté de inmediato, sonriendo de lado a lado.
— No puedo creerlo…— Ted aun estaba como en shock.

— Son encantadores— afirmó Victoire, mirándome con ternura.
— Geniales— agregó James, entusiasmado tras aquellas anécdotas de bromas.

— Papá es mucho más sencillo que tú, Ted. No se quejó en absoluto cuando le dije que salía con James— conté, riendo felizmente. Él me miró con los ojos entrecerrados, y negó con la cabeza.

— Hablando de eso… ¿No estaban peleando ustedes la última vez que los vi? — musitó, abandonando la emoción de haber visto a nuestros padres. Rodé los ojos, sentándome derecha, cruzada de brazos.

— Gracias a ti, por cierto— murmuré antes de continuar: —. Ahora estamos bien. Y agradecería que no arruinaras mi felicidad por esta noche, Teddy.

Él me miró con inocencia, como diciendo “Yo no fui”. Luego se estiró, pasó un brazo por los hombros de Victoire, sentada a un lado de él.

— De acuerdo piojo, pero te advierto que los estoy vigilando— dictaminó al final, tras pensarlo un buen rato. Bufé.

— Claro Ted. Ahora ya puedes volver a revolcarte por ahí para dar el ejemplo— me burlé, provocando que Victoire se sonrojara.

— Ni se te ocurra seguir mi ejemplo— murmuró mi hermano, para ponerse de pie junto a su novia, yéndose del Gran Comedor nuevamente. Rodé los ojos.

— ¿Nos verán así? — cuestionó James, viéndolos desaparecer tras la puerta. Solté una risa, y asentí con la cabeza.

— Rose probablemente sí… Aunque es irónico porque en realidad nunca hemos hecho nada.

Me miró alzando una ceja, generándome un rubor.

— De acuerdo, nunca LLEGAMOS a nada— enfaticé, desviando la mirada mientras él reía por lo bajo —. James— llamé, con un curioso pensamiento atormentando mi cabeza—, ¿es eso malo? Quiero decir, ¿te molesta que no…— dudé—… eso?

— ¿Qué? Claro que no. Estoy bien— aseguró, ligeramente ofendido—. No quiero decir que no quiera, solo…— se revolvió el cabello, y me di cuenta que esto le ponía nervioso—. Yo no… Bueno, sería… Uh… Quizá sí me gustara poder… Pero no, no…— desistió, suspirando—. Agh, olvídalo.

Reí tontamente, regañándome internamente por mencionar el tema. Es mejor esquivarlo, especialmente teniendo en cuenta la tensión que había entre nosotros tratándose de aquello. A lo mejor, si lo hacíamos todo sería más sencillo. Digo, quitarnos las ganas y… No… Aun no puedo.

— Um… Lo mismo digo— me burlé, ganándome una mala mirada de su parte—. Oh, descuida. Solo quería saber si debíamos ser como mi hermano y Victoire. Pero es bueno enterarme que tengo tiempo para pensarlo— me puse de pie, y le tendí una mano. Resopló, y la aceptó, siguiéndome a través de las mesas, hasta llegar a la gente que bailaba frenéticamente o saltaba sacudiendo la cabeza. En un cartel sostenido en el aire, sobre el escenario, se podía leer “Las Brujas de MacBeth”. Me acerqué a su oído, y a pesar de eso tuve que gritar para que oyera mi “Mejor bailemos un poco antes de que vuelva a desplomarme”. Él río, y comenzamos a bailar. Tontamente, con pasos que ni siquiera tenían sentido, mezclándonos entre la gente.

Se sentía bien disfrutar para variar. Estaba plena, feliz. Tenía a mis padres, a mi novio, a mi hermano, protector y todo. A Victoire y Rose, que eran como mis hermanas. A Albus, mi querido hermanito menor. Una familia… Y podía divertirme, sin nada aquejando en mi cabeza. En ese momento, quería que esto durara por siempre.

Oks, aprovecharon la felicidad? Se sintió? Bien! Ahora toca que llegue el problema, como todo Drama :3

Kisses,

-Ju

P.D: Aaaaaaaw, gracias por sus comentarios! :3

P.D.2: Las invito a leer mi nueva novela (también es James y tú... OK, sí, amo a James :3). Advierto que es totalmente diferente.. LEan el prólogo y vean a lo que me refiero.. (No, no dejaré esta. Es mi favorita! :3) Destiny: "Across the time" . Ni lo digan, no soy buena con los nombres... Okya, pasen si quieren, lean si les gusta y comenten si tienen ganas(?. Listo, terminé mi publicidad :3

por **Zarek** Vie 21 Dic 2012, 12:41 pm

Adoro tu firma, están sensual!!! El capitulo, estuvo fantástico y Lupin comiendo chocolate como si eso fuera a solucionar los problemas del mundo. Ame el capitulo y tu firma. A Ted lo que le falta por decirle a James es MARICO METES TU PAN EN SU HORNO Y TE CASTRO!!!!

Debes seguirla.

Att: Un CriCri Crocante.

por **Aplz1999** Vie 21 Dic 2012, 1:20 pm

Super lindo!!!, Jaja estuvo genial el cap, leere tu otra novela, se ve interesante baba

... Sigue pronto! badumtss

por Invitado Vie 21 Dic 2012, 1:50 pm

LALALALALALALLALALLALALALALALALLA
EXPLOTO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
que tierno es James¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
VI A MIS PADRES¡¡¡¡ TÓMENLO TODO EL MUNDO¡¡¡¡¡¡¡¡
AHORA MI ESTOMAGO HACE
PUM¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
POR TODOS LADOS¡¡¡¡¡¡¡
SIGUELA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

por **Juliana B.** Lun 24 Dic 2012, 10:16 am

Siguela, es una muy buena novela

por **kylie** Mar 25 Dic 2012, 3:21 pm

Heyyyy, me ha encantado el capitulo, suguela porfaaa

por **Milena Orange** Miér 26 Dic 2012, 1:06 pm

Pasenme una toalla ya mija'... AAAAAAAAAH MIERDA, COMO LLORÉ! NO PUEDO CREER QUE SE HAYAN ENCONTRADO CON REMUS Y TONKS. ASDGSDGASDGASDG SIMPLEMENTE ME PARECE TAN TRISTE Y HERMOSO A LA VEZ. Si llore tanto leyendo esto, no me imagino cuando lea la parte de la Batalla de Hogwarts del último libro... I'M GOING TO CRY OVER THE BOOOOOOOOK! (Ah porque en ingles xd)
Lo ame, lo ame lo ame lo ame, hiciste sentirme mejor, mucho mejor :')
Sos una grosa, me encanta como escribis

_

Soy tu fan (?' asdgasdgg

¿Viste mi galería? asdgsdgasdgsdg mi ídola vio mi galeriaaaa ENVIDIENME PERRAS (?' ADGSAGD Grashiash :B cuando la empiece a subir a la de los ecologistas, te aviso. Ya tengo escrito el primer capitulo, asi que solo tengo que seguir...

Oh Victoire y Ted... creepygusta

pero luego que TED NO SE ENOJE PORQUE SINO ME ENVIO POR E-MAIL, ME METO EN LA NOVELA Y LE DOY UNA PATADA EN EL CULO QUE LO MANDO A DORMIR CON EL MONSTRUO EN EL LAGO NEGRO QUE SE QUISO COMER A DENNIS CREEVEY (Por cierto, ¿No amaste esa parte? me quedé tan asdgasdgasdgagsd :B Amo a Colin y a su hermanito)

Todavia no creo que conocieron a sus hijos... :lloro: :lloro: :lloro: :(

MUJER! Usted escribe muchisimo! Encima leo muy, muy MUUUUUUUY lento xd (Y para peor aposté con mi amigo a que cuando empiecen las clases terminaba de leer HP y la Orden del Fenix). Se nota que tenes mucha pasion y ganas de escribir, además de un amplio vocabulario y gran entendimiento.

A todo esto, ¿Tenes Twitter? ¿Tenes Tumblr? ¿Tenes Facebook? ¿Tenes perro? okno -.- xd

Estuvo HERMOSO, lo repito.

Una cosa que me puse a pensar, es que como ellos siete solos son del futuro, y el resto es del pasado, entonces James no puede estar con Vanille ni con Albus (JEJEJEJEJEJEJE TE CABE PUTA, TE CABE.), la odio, simplemente la odio. Albus no tiene que caer en su influencia, es muy buenito... me convierto en pixeles y lo salvo, ¿Dale? xd

Mierda, me olvide que había problemas... no T_T
Ahora que estan felices no, por favooooor!
Pero es algo que entiendo ya que no se puede vivir en el pasado toda la vida y tarde o temprano se termina la felicidad, ya que no hay de esta sin la tristeza. Es comprensiblemente triste. (¿Comprensiblemente?) :sad:

Como narraste todo fue... asdg increíble. ¿Que paso con Rose y Scorpius? AAAAH Ya quiero ver el ROSE POV. Son tan tiernos que empalagan.

Gracias.

Buaaano asdgfsadg te dejo que escribas, bien piola (?' Un beso gigante y nos leemos luego.

PD: Si, vale la pena vivir en Argentina pero no todo en netbook y joda. Lastima que estemos como estamos siendo asi un país tan hermoso.

por **javiswiftie** Miér 26 Dic 2012, 7:05 pm

Holaaaaa, Aquí Nueva Lectora! asfjhaf Ame todo, Mi pareja favorita son Vic y Teddy :3 Son tan monos, y yo me imagino a Taylor Swift como Vicky, mi semi-veela, tan hermosa, aquí te dejo un gif de mi Veela Swift:
Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA] - Página 15 Tumblr_mf1dkjho1F1rxl3mn

Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA] - Página 15 Tumblr_mf1dkjho1F1rxl3mn

Buueno, eso te dejo, c: Te Amo y porfa siguela!

por Invitado Jue 27 Dic 2012, 3:48 pm

Nueeeeeeeeeva lectora!!! , siguela!! , me ha encantado!!! , amo como escribes!
pd: Cuando podras actualizar 'la muchacha de gryffindor' en potterfics :c , yo ahi la leia , soy la misma chica que te recomendo a Kaya S , para el papel de ella sdfghj , ojala la sigas :c

por **C.J. Potter** Jue 27 Dic 2012, 3:59 pm

Chicas! Ok, primero que nada, ¡Felices fiestas! :D Espero que Papá Noel les haya traído muchos regalos(? jaja, bueno, por dónde empiezo? Estuve sin escribir desde el 23, que fue cuando actualicé por última vez en mi otra novela. Bien, sucedió que por algunos inconvenientes de salud estuve internada un par de días. Por suerte, Navidad la pasé en casa, pero acabo de salir (si, mi mamá me mata si me ve ya en internet xD Sh! ). El hecho es que quizá me tarde en volver actualizar, pero espero tener capítulo para antes de Año Nuevo.

Okk! Gracias por sus comentarios, los leí todos, y varias veces el tuyo, Milena xD Que largo! Me encanta :3 jaja, cuando tenga tiempo les contesto a todas!!

Oh, javiswiftie, Dania (así te digo? xd), bienvenidas! Por cierto, la otra novela, La Muchacha de Gryffindor está en paro. No se me ocurre cómo continuarla, y pretendo seguirla en enero quizá, retomándolo como si hubieran pasado dos años, tal vez solo uno.

Boeh! No las distraigo más! Voy a dormir un rato (OTRO MAS ¬ Me siento la bella durmiente(?) Todo el mundo preocupado porque duerma, coma, respire, y esté viva cuando voy al baño ._. No es muy cómodo. Y es taaan aburrido. Listo, ya me quieren sacar la compu, que crueles! jajaja, besos y abrazos mentales,

-Ju

por **~Susie ∞Wallflower∞** Jue 27 Dic 2012, 6:54 pm

hola!!
siento mucho desaparecerme
estuve sin internet y estuve leyendome los
capis en que quede atrasada pero bueno
en fin me han gustado!! :DDDD
remus y tonks!! que felicidad que camille
conociera a sus padres!!!
ademas tonks es tan tierna!! :DDD
espero la sigas pronto!

por **C.J. Potter** Mar 01 Ene 2013, 11:40 pm

Capítulo 25

"Castigo"

Camille POV[/center]

De acuerdo, sé que la felicidad no dura para siempre, pero, ¿venir a levantarme a las cuatro luego de irme a dormir a las dos? Eso es maldad pura.

— Por Merlín Rose, más te vale que se esté quemando mi cama— mascullé, apoyando la cara contra la almohada, absteniéndome a seguir durmiendo, pero negándome a abrir los ojos.

— ¡Shh! No soy Rose— murmuró, y siendo tan temprano y con las neuronas tan dormidas tardé en caer en la cuenta de que era Victoire. ¿A esta hora llegaba? Por Dios, qué ejemplo.

A regañadientes, vencida por la curiosidad, levanté ligeramente el rostro, encontrándome en penumbras. Qué raro, creí que a estas horas estaría amaneciendo. De todas formas, nunca estoy despierta a estas alturas de la noche, generalmente mis ojos están cerrados a fuego. ¿Qué rayos quiere Victoire?

— No me digas que olvidaste cuidarte y necesitas una pastilla anticonceptiva— farfullé somnolienta, sentándome a medias, viéndola apoyada a un borde de mi cama, todavía con el vestido. Suspiré, y me refregué la cara con la mano—. Escucha Vic, aunque mi hermano lo crea, yo y James no…

— No seas boba— interrumpió, conteniendo la risa con la palma de la mano. Se alisó ligeramente el cabello, que ya no parecía un rodete, y se acercó para hablar más bajo—. Acabamos de llegar, y mi primo te espera abajo. No sé que planea, pero aseguró que era importante.

¿Eh?

— ¿Primo? ¿James? No creo que él…— pensé en nuestra charla durante el baile, y negué con la cabeza. No, no puede ser por eso. Y de todos modos, no le veía motivos. Estuvimos juntos toda la noche, y Potter no es de esos pegajosos que quieren estar contigo todo el día.

— Oh, no. Albus— corrigió, y debe haber visto la sorpresa en mis ojos, porque continuó hablando—. Dice que quiere mostrarte algo.

— Ah— musité. Todo esto pinta muy raro. ¿Qué pretende enseñarme a estas horas?

Me puse de pie, algo mareada por hacerlo de súbito, y me peiné un poco con las manos. Fui hasta mi baúl, y tomé unos jeans viejos. Ni siquiera me quité los shorts, directamente me los puse encima, realmente estaba cansada.
Victoire seguía mis movimientos, y la conocía lo suficientemente bien como para saber que algo la inquietaba. Parecía estar debatiéndose si decir algo o no. Mientras ataba mis zapatillas, le pregunté.

— ¿Qué te pasa? — pareció sorprendida, y enseguida ocultó su inquietud, negando con la cabeza.

— Nada. Estoy perfectamente Cam.

Se puso de pie, y caminó hasta el baño. Bien. Nunca, pero jamás son reales nuestros “nada”. Siempre es algo, y algo serio como para ni siquiera decírmelo a mí. A lo mejor discutió con Ted. Pero cuando esté más despabilada me encargaré de eso. Ahora me aguarda Alb.

Cuando me paré, se despidió diciendo “Ten cuidado con lo que dices”, y se metió en el lavatorio. Rodé los ojos ante tanto misterio; deberíamos dejar eso para las películas de terror.
Tomé una bocanada de aire, y bajé las escaleras. No había nadie en la sala común, así que supuse que estaría fuera. La Dama Gorda me miró de mala manera cuando salí, quejándose de “estos estudiantes incontrolables que tendría que soportar”.

Afortunadamente, no tuve que vagar mucho para encontrar a Albus. Él estaba apoyado contra la pared, a un lado de una estatua de mármol con forma de cerdo (aunque debe de ser alguna criatura mágica de esas raras con cuatro ojos, no le di mayor importancia). Me dedicó una sonrisa al verme, y le correspondí con un rápido abrazo.

— De acuerdo. Seguramente has encontrado la Excalibur como para despertarme a estas horas, ¿cierto? — susurré, recordando que en este tiempo el celador y su gata eran mucho más quisquillosos y malvados. Él rió, negando con la cabeza.

— No. Hoy haremos algo más divertido— alzó las cejas, sacó algo de debajo de su chaqueta y agregó: —… Creo.

Reí, pero me detuve, por dos razones. La primera, era el pánico de ser pillada por Filch. La segunda, porque en sus manos llevaba nada más y nada menos que la capa de invisibilidad. Solté una exclamación ahogada, tomándola cuando él me la ofreció.

James, casi por torpeza, me incluyo en su juramento de los Merodeadores. Ahora mismo yo podía decir que era una de ellos. Pero jamás pude ir con ellos durante alguna de sus travesuras. Claro, luego de haberme incluido en su grupo, James pareció entorpecerse, y las bromas cesaron un poco, según Albus. Pensé mucho en las posibles razones, y por algún tiempo tuve la tonta idea de que estaba algo confundido por aquel beso en La Cabeza de Puerco. Claro que eso no tenía sentido, él no tenía interés en mí, al menos por ese entonces.

El hecho es que, a pesar de haber pensado mucho en escabullirme por las noches con ellos para gastar bromas, usando la legendaria capa de invisibilidad, nunca creí hacerlo realmente.

— Ohhh, es fantástico Alb— murmuré, ansiosa—. ¿A dónde iremos?
— A pasear. Aun me debes un día para mí solo— recordó, tomando la capa y acercándose vacilante a mi lado, para posarla sobre nuestros hombros.

— Agh… ¿Justo ahora? Tengo sueño Potter— me quejé, viendo como sobresalían nuestros pies bajo nuestros cuerpos invisibles. Tendríamos que agacharnos un poco.

— No seas bebé. Es solo un rato— insistió, mientras dudaba al ponernos la capa.

— Bien. Pero déjame a mí poner esto porque parece que creyeras que tengo una enfermedad en la piel— me burlé, tomando los bordes de la legendaria pieza parte de las Reliquias de la Muerte, echándola por encima de nosotros, viendo como una simple tela, tan fina que podía ver sin problemas a través de ella nos cubría. Miré hacia abajo, encontrándome con que los zapatos ya no se veían. Menos mal.

— Guíanos entonces— indiqué, mientras comenzábamos a caminar. Fuimos en silencio, cuidando no ser descubiertos. No fue incómodo, nunca lo es con Albus, es por eso que es mi mejor amigo.

Fue cuando al atravesar una puerta, en uno de los más recónditos lugares de la escuela, que llegamos afuera, cuando me preocupé. Era de noche, y solo alumbraba la luz de la luna, menguante y despejada de nubes.

— ¿Qué pretendes? — pregunté, comenzando a sentir cómo me invadía la libertad de estar en un ambiente abierto. Aún así, lo seguí a través del pasto. Creo que estábamos en la parte sur de Hogwarts. Por aquí no hay más que terreno abierto y el Bosque Prohibido más adelante. Los alumnos venían aquí a pasar el rato por las tardes.

— ¿Alguna vez viste el amanecer? Aguarda, no me digas. No te imagino levantándote para ver salir el sol a estas horas— rió por lo bajo, con la vista al frente. Fruncí el ceño.

— Es solo que yo necesito una cantidad de sueño particular para comenzar el día, ¿sabes? Así que si hoy me duermo mientras como, será tu culpa— alcé la barbilla, sin mirarlo, fingiendo una dignidad inexistente.

— Por supuesto— ironizó, deteniéndose en una ligera bajada, con algunas flores y más césped verde—. Bueno, aquí estamos— nos quitó la capa sin previo aviso, y se desplomó de espalda en el suelo, con los brazos detrás de la cabeza. Suspiré, comenzando a sentir el frío de la intemperie, y me senté con las piernas cruzadas a su lado.

— Así no podrás ver las estrellas— avisó, mirándome de soslayo. Puse los ojos en blanco, y me dejé caer sobre el mullido pasto con los brazos extendidos a los costados.

Observé el cielo. Era maravilloso. Nunca me detuve a mirar mucho rato las estrellas, salvo en Astronomía, y no es muy divertido de esa forma. Ahora, ver las múltiples constelaciones, el firmamento de un puro negro como tinta, pintado de estrellas blancas, como copos de nieve eternos, emitiendo luz propia, titilando a millones de kilómetros… es extraño. No es fácil dejar de mirarlas, esperando ver algo que no corresponde, un cambio, algo que altere aquella perfecta quietud.

— ¿Genial, eh? — susurró Albus, sacándome de mi ensoñación.

— Lo es— admití, y a duras penas desvié la cabeza para verlo a él—. Entonces, ¿qué quieres preguntar?

Abrió los ojos de par en par, sorprendido, y yo sonreí triunfal. Lo conocía lo suficiente como para saber que pretendía cuestionarme algo, y por eso vinimos aquí.

— ¿Yo? Nada— Arqueé una ceja, escéptica, y soltó un suspiro resignado—. Es solo que… ¿cómo te ha ido con tus padres?

— Oh… Bien. Son aun mejores de lo imaginaba. Tal y como todos los describen. Mamá es como… Animada a lo Ted, pero con mi carácter prevaleciendo. Papá es más parecido a mí, aunque heredé la parte divertida de mamá. ¿Sabes? Remus es parecido a Ted cuando decide madurar unos instantes y ponerse serio— reí, sacudiendo la cabeza—. Deberías haber estado ahí.

— Quise. Pero James no me dejó— susurró, casi sin querer—. Lo bueno es que los han conocido, y pasarás más tiempo con ellos los días que permanezcamos aquí.

Entrecerré los ojos, y lo miré fijamente.

— ¿A qué te refieres con que James no te dejó quedarte? — bisbiseé amenazante. ¿Por qué no le había permitido estar ahí? Una cosa es estar celoso, pero Albus es mi mejor amigo y su hermano, no hay que exagerar como si él fuera una zorra Vanille versión hombre.

— Ohm… No importa. Tenía razón, yo estaba con Van, y ella no encajaría mucho en ese momento— razonó, ladeando la cabeza para mirarme y darme a entender que estaba bien. Entorné aun más los ojos.

— No. No tenía razón. Si está celoso es su problema, pero a mí me hubiera gustado que mis padres te conocieran a ti también, eres mi mejor amigo Potter y no puedes simpl…— Hizo una fugaz mueca, y me detuve en seco, algo asustada.

No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no.

Él no se disgustó por decirle eso. No puede ser.

— ¿Estás bien? — inquirió, incorporándose un poco, preocupado.

— Eh… Sí. Solo que tengo el cerebro dormido aun— mentí, apretándome el puente de la nariz con los dedos—. Hablaré luego con James— avisé, recostándome de nuevo.

— Me matará— comentó de manera casual, como si fuera el clima.

— No, no lo hará, porque si lo hace, lo golpearé. O prohibiré los besos, lo que lo haga lamentarse más rápido— me encogí de hombros, escondiendo la euforia interna que me brindaba el que solo mis labios tuvieran tanta influencia en él. Y pensar que antes era él quien controlaba de esa manera a las chicas. Agh… Borré ese pensamiento de mi cabeza, sin querer recordar que fue así. Me di cuenta, que a decir verdad James también podía manejarme de esa manera, aunque no parece notarlo o no lo usa. Menos mal.

— Que bonito— ironizó Albus, despertándome de mis cavilaciones—. Es raro verlo así. Digo, luego de lo de Lissa ya no parecía tener interés en salir con nadie.

— Lissa. Es desagradable, no sé qué le vio— Albus me lanzó una mirada elocuente, y lo golpeé en el hombro, riendo—. Bien, la chica tiene buen cuerpo, y es tan fácil de usar como conjurar un Lumos, pero si ese era su requisito, no me habría prestado atención, o habría salido con otra chica. Como “Van” — usé un tono idiota al decir su nombre.

— Eso es justamente, despistada. No eres el tipo de chica con la que él salió o conoció alguna vez. Por eso se interesó en ti, supongo. No sé que tienes Cam, pero enamoras— negó con la cabeza, mirando el cielo, pero al instante agregó: —, quiero decir, James nunca se habría enamorado. Y tampoco es que no tengas algo como para gustarle a la gente, solo que, ese “algo” no sé qué es aun. Pregúnteselo a mi hermano— recomendó, suspirando al final—. Además, tú también tienes buen cuerpo.

Solté un jadeo y le di un codazo, sonrojándome levemente. Chicos. Ni Albus se salva.

— No seas idiota— recriminé, conteniendo un temblor; estaba haciendo mucho frío.

Abrió la boca para decir algo, pero la volvió a cerrar, y se desabrochó el abrigo, dándomelo luego. Dudé, pensando que él podría tener frío también, pero al final mis dedos casi entumecidos me convencieron, y me puse la chaqueta. Me quedaba algo grande, y recién entonces me fijé en que yo era incluso más menuda que Albus.

— Gracias— dije, subiendo el cierre y echándome para atrás de nuevo. Agradecí que no hubiera nieve hoy, solo por la lluvia de antes de ayer.

— De nada— musitó, y miró al cielo—. Mm… Ya falta poco…

Estuve a punto de preguntar para qué, hasta que seguí su ejemplo de observar hacia arriba, encontrándome con que de a poco el cielo se iba iluminando, tiñéndose de un azul más claro cuánto más cerca estaba del horizonte. Pronto amanecería.

— Ohm, y a ti cómo te fue ayer. ¿Qué pasó con “Van”? — nuevamente usé un tono despreciativo, haciendo comillas en el aire.

— “Van” — imitó mi tono con sorna, sonriendo ladinamente—, estaba algo molesta porque tanto yo como mi hermano estábamos preocupados por ti. Así que bailamos un poco y luego desapareció por ahí con un… Slytherin, creo— negó con la cabeza, divertido, y yo bufé.

— Zo-rra— silabeé cantarinamente—. No me agradaba para ti de todas formas. Deberías haber aceptado a cualquier otra. Esa chica estuvo detrás de James también. Debe de gustarle la idea de salir con alguien del futuro, o un Potter. Quién sabe qué pasa por su teñida cabeza.

Él rió fuertemente, y se sentó.

— ¿Qué es tan gracioso? — pregunté, ligeramente ofendida por haberse reído de mis palabras. Paró de a poco, y me miró.

— Pareces una madre celosa— se burló, y caí en la cuenta de lo metiche que sonaba—. Además, no parece teñida— alzó las cejas sonriendo, y volvió a vigilar el firmamento.

— Bien. Si no quieres que me meta no lo hago. Pero si no te hablo tendrás que hablar con tu hermano para preguntarle cómo arreglar el asunto. Él sabe— fruncí los labios, viendo como el cielo estaba cada vez más violeta, llegando a ser naranja en el horizonte.

— No seas tan rebuscada. Nadie se enfada por eso— reprochó, dándome un leve empujoncito en el brazo.

— Entonces no te rías. Lo digo enserio. No me agrada esa chica— repetí seriamente, maravillándome al ver asomarse el sol, que traía tonalidades amarillas, naranjas y rojas con él, para pintar el cielo. Me senté para admirarlo mejor.

— ¿Y debe agradarte mi novia si alguna vez la tengo? — inquirió escéptico, incorporándose él también, para mirar el suceso.

— Por supuesto— obvié, bostezando. Ya comenzaba a oírse aleteos en el bosque, que entraba en acción—. Ya te lo dije, eres mi mejor amigo.

— Oh… Sobre eso…— vaciló, y me tensé automáticamente. Merlín, no. ¿Eso quería decir? No eso, no eso, simplemente no puede ser eso.

— ¡Mira! — exclamé, apuntando al sol, que ya terminaba de salir, iluminando de pleno los terrenos de la escuela, dándome en el rostro. Se oyó un suspiro frustrado —. ¡Wow! Es genial… Nunca antes vi el cielo de esta mane…— no pude continuar, porque me agarró del mentón, girando mi cabeza a un costado, y me besó.

Shock. Entré en estado de parálisis total. No es verdad, no puede ni debe serlo.

Apenas logré reaccionar, me separé de él, abrumada por la situación.

— Albus yo no…— susurré, pero él simplemente negó con la cabeza, llevándose las manos al cabello con frustración.

— No te molestes por favor, pero no puedo— insistí, tirando de su brazo para que me viera.

— No estoy molesto. Solo… Déjame— murmuró, poniéndose de pie, marchando hacia el castillo.

Solté un jadeo exasperado, y tapé mi rostro con las manos, sintiéndome terriblemente mal. No puede ser. Albus me besó. Mi mejor amigo, el hermano de James, ¡de mi novio!
Gemí, y me abrasé a las piernas, dejando fluir el llanto. No podría soportar que Alb no me hablara más por rechazarlo, pero tampoco podría imaginar haber aceptado ese beso. No puedo decir que no me parezca atractivo, por el contrario, es un chico guapo. Pero no. Sería lo peor que podría llegar a hacer. Lo último que buscaba era que James y Albus tuvieran una disputa fraternal por mi causa.

¿Y si le rompí el corazón? ¿Y si él estaba enamorado de mí?

Tomé la capa de invisibilidad, me cubrí con ella y corrí al refugio del castillo, donde cobijas y cuatro oídos me esperaban para desahogar este peso que comienza a acumularse en mi garganta.

James POV

Oooohhh, ¿es enserio? No pensé que lo del castigo por faltar a clase fuera de verdad. Quiero decir, imaginaba escribir un par de veces “No debo faltar a clases”, o algo así. No limpiar como un muggle. Aburrido.

Suspiré resignado, y pasé el trapo húmedo y espumoso sobre la repisa vacía. Todo largaba polvo. ¿Hace cuánto que Trelawney no limpia por aquí? Me daría alergia si no fuera por el intenso perfume a flores que emana aquel balde.

— Oh vamos, no seas amargado. Será divertido— animó Camille al ver mi rostro, sentada unos metros delante, escurriendo una esponja rosada. Hizo un intento de sonrisa, pero terminó en una mueca pues su pantalón acababa de mojarse con el agua que había largado.

Reí, negando con la cabeza, ganándome una esponja en la sien de su parte.

— No es justo— se quejó, cruzada de brazos—. Fue tu culpa que faltáramos a clase— me apuntó acusadoramente con el índice, frunciendo el ceño.

— ¿Mi culpa? ¡Fuiste tú a quien tuve que correr hasta el baño!
— ¡Solo porque tú tuviste que coquetear con la rubia teñida! — chilló, lanzándome otro trapo.
— Primero, yo no coqueteé con ella, tú eres la perseguida. Segundo, no es teñida, su rubio es natural— alcé las cejas, esquivando otra esponja.

— Te juro que golpearé al próximo que repita que esa chica no es teñida— amenazó severa, se levantó para buscar lo que acababa de lanzarme, y comenzó a refregar los estantes vacíos.
Suspiré, y la imité, absteniéndome a quejarme. Si ella lo hacía, yo también podría.

La sala de Adivinación necesitaba mantenimiento. Eso dijo la profesora Trelawney, y madame Sprout coincidió con ella, diciendo que limpiar este desastre sería un buen castigo. Así que primero quitamos todos los cachivaches de Trelawney de las mesas y estanterías, dejándolas sobre el suelo ante su expresión de sufrimiento. La profesora McGonagall, que decidió supervisar el tema, tuvo que pedirle que se fuera a recostar un rato convenciéndola de que sus artilugios quedarían en buenas manos. Já. Como si esas bolas de cristal no se pudieran conseguir en cualquier tienda del Callejón Diagon.

— Entonces… Me dirás por qué desapareciste ayer— murmuré luego de un rato, aburrido del silencio y de limpiar estantes. Me miró de soslayo, y casi casualmente caminó hasta el mueble de al lado, abriendo sus puertas para asear dentro. Tuvo que agacharse, y meter medio cuerpo en él para alcanzar la parte trasera.

Bien, repasemos los hechos: En el Baile de Navidad la pasamos asombroso, pero al día siguiente… Simplemente no apareció. Ted me interrogó, sospechando que era mi culpa, pero ni siquiera Rose sabía qué le pasaba. Hoy salió de entre las mantas para ir a clase y cumplir su castigo, aunque se encargó escrupulosamente de evitar a cualquiera que no fuera mi prima Victoire. Algo andaba mal, y lo averiguaría.

— Estaba cansada— musitó con vaguedad, su voz hacía eco dentro del mueble de madera. Me acerqué, debatiéndome si me creía idiota o simplemente no pensaba contarme. Metí mi cabeza en el contenedor yo también, para mirarla. Deliberadamente o no, esquivaba mi mirada.

— No te creo. Rose dijo que no entendía qué te pasaba, y que tú no querías contarle. Por favor, dime qué te sucedió— susurré, abrumado por lo cerrado del mueble. Aquí antes estaba guardada una enorme rueda dorada, con círculos a montones dibujados en ella. La profesora mencionó algo de “brujos Mayas”.

Ella se detuvo, solo para dedicarme una mirada divertida.

— Así que, ¿te interesa lo que me pasa? — bromeó, sumándole un leve codazo elocuente. Reí, negando con la cabeza.
— Se supone. Eres mi novia después de todo— le recordé—. Pero, me alegra que admitieras que algo te sucede. Cuéntame.

Cerró los ojos fuertemente, con frustración, y se hizo para atrás, para salir de aquel comprimido espacio. La retuve del antebrazo, decidido a averiguar qué era tan grave como para no decírselo a Rose. Me miró nerviosamente, pero no lucho por soltarse.

— ¿Y bien? — insistí, sin entender por qué hablaba en voz baja.

— Nada— se limitó a responder, imperturbable. Bufé, comenzando a cansarme de este jueguito.

— No saldremos hasta que no lo digas— le informé, mirando alrededor. Era idiota la idea, pero no se me ocurría otra cosa, y recordaba que una vez ella mencionó algo respecto a odiar los espacios pequeños. Estiré el brazo y cerré las puertas del armario, quedando a merced de la luz que se colaba por algunos agujeros en el techo y entre la unión de puertas. ¿Era necesario que nos quitaran las varitas? Limpiar como muggles. Já. Como si Cam pudiera no cumplir a lo que ordena un profesor.

— No seas idiota James, abre eso— ordenó, más nerviosa aun, tratando de estirar el brazo para salir. Negué con la cabeza, tomándole ambos brazos. Mala idea. No alcanzó a apoyarse sobre los codos y se dio vuelta, de espaldas al suelo del armario.

No entrábamos del todo aquí. Es decir, teníamos que doblar las piernas, pues no contaba con la superficie suficiente, ni tampoco era de gran altura. Estábamos en una especie de caja de madera. A oscuras, solos y demasiado juntos. Genial. ¿Alguien pidió tensión aquí? Pues parece que llegó.

— Lo siento, pero tendrías que haber pensado más rápido— me disculpé, riendo. Ella bufó, y forcejeó un rato para quitarme de encima, desistiendo al final —. Ahora puedes decirme. Claro, si es que quieres salir.

— La profesora McGonagall vendrá en algún momento— me recordó, triunfal.

— Por supuesto. Y… ¿Cuánto tiempo nos dieron para acabar? Oh si, dos horas. Podemos pasar ese rato aquí encerrados en silencio, y decepcionar a la profesora Trelawney respecto al aseo, o puedes decirme qué rayos te pasa para terminar con el castigo y regresar a la Sala Común.

Por unos instantes no dijo nada, seguramente sopesando las probabilidades.

— ¿Si te beso me dejarás salir? — preguntó tras unos minutos, sorprendiéndome.

— No, y no te voy a volver a besar hasta que me digas qué está pasando— me maldije cuando mi voz tembló al decir “no” —. Por Merlín, ni que hubieras matado a alguien… Solo dime. Estoy preocupado de veras.

— No tienes que estarlo— murmuró con pena, y al mover la cabeza un halo de luz le dio en el rostro—. Soy un asco. Que alguien me golpeé— masculló, desplomándose hacia atrás, cerrando los ojos.

— Cuando dices “No tienes que estarlo”, me preocupo más. Y si luego agregas un “golpéenme”, me haces querer saber Legeremancia— avisé, con un dejo de sarcasmo en la voz.

Juraría que sonrió de lado, pero en estas penumbras era difícil de distinguirlo.

— Estas siendo tan considerado conmigo, que podría besarte. Pero claro que tú me rechazarías porque no te he dicho qué sucede.

Durante unos segundos me vi tentado a ceder, dejarla con su secreto problema y besarla. Pero la consciencia regresó antes de lo deseado, y me decidí a no rendirme. Aunque… Este lugar es tan cerrado, y tenemos dos horas…

— Estás en lo cierto. Vamos, dime— incité en cambio, aprendiendo que es posible odiarse a si mismo. Ella suspiró frustrada.

— Bien, te diré— se rindió, apoyándose en los codos para mirarme. Algo inútil con tan poca luz—. Le confesé a Rose que pensaba tener sexo contigo, y ella enloqueció. Discutimos, pero al final no logró convencerme y ya no me habló. Eso me afligió, Rose es mi mejor amiga, me gustaría tener su aprobación para algo como esto— contó. Y estuve a punto de creerlo, de no ser por el flaqueo de su voz al final.

— De acuerdo, tendrías que recordar que no sabes mentir— me medio burlé, para calmar esta rara tensión que se había formado en mí con esa falsa revelación.

— No es ment…— comenzó, pero sus ojos se cristalizaron, y comenzó a llorar. Me preocupé. Bien, esto sí me estaba asustando ahora. Era mejor cuando simplemente parecía impasible.

Sin saber qué más hacer, solté sus brazos y la rodeé con los míos, sintiéndola temblar. ¿Estaría enferma? ¿Ver a sus padres la volvió nostálgica? ¿Está en su período? Merlín, esto comienza a superarme. Pateé las puertas del armario para que entrara luz, pensando por unos momentos que quizá tenía claustrofobia o algo así.

— Me besó— tartamudeó entre gimoteos, sacándome de mis cavilaciones. Me tensé, ¿a quién se refiere? ¿Quién demonios la besó?

— ¿De qué estás hablando? — la alejé de mí, para verla mejor. Aun lloraba y algunos mechones de cabello estaban pegados a su rostro a causa de las lágrimas. Nunca la vi tan afligida. Y solo pude pensar en una persona que la pusiera así.

— Me besó… A-albus me besó— gimoteó, con pena.

A decir verdad, lo primero que pensé, fue cuán lejos estaría mi hermano en este momento para golpearlo, o lanzarle un Crucio. Lo que ocurriera primero.
Luego, de a poco, caí en la cuenta de la situación. Mi hermano besó a mi novia. Traición, de la más pura.

Reaccioné cuando ella trató de marcharse, notando lo apretado de mi mandíbula. Volví a sostenerla de un brazo, y la miré fijamente. Aun hay algo que no me dijo.

— ¿Tú se lo devolviste?

Abrió los ojos confundida, aminorando el llanto.

— No… Pero me besó— susurró, como si fuese suficiente como para colgarla del árbol más cercano. Suspiré tremendamente aliviado, y la abracé. Se separó de inmediato, sorprendida—. Aguarda, ¿me has oído? ¡Me besó! Soy un desastre, no me abraces, me haces sentir peor— exclamó, horrorizada por mi reacción.

— Sí, y te juro que cuando lo vea, lo mato. Pero es bueno saber que tú no lo besaste a él— expliqué, soltándola para llevarme las manos al cabello. Es difícil de creer que Albus hizo eso, siempre fue tan… Albus.

— No, no. Por favor no le hagas nada— pidió angustiada—. Él solo… Está enamorado de mí. Pero no quiero herirlo… Si es que no lo he hecho ya— se lamentó, en un hilo de voz. Negué con la cabeza, deseando que por primera vez no fuera tan considerada.

— ¿Y qué pretendes hacer para no herirlo? — inquirí, temiendo por unos momentos que sugiriera terminar lo nuestro para no hacerlo sufrir a él o algo así.

— No lo sé— murmuró en cambio, y mi estómago pudo regresar a su lugar. Me miró anhelante, y llevó una mano a mi mejilla, dejando un cosquilleo donde su tacto pasaba—. ¿De verdad no estás enojado conmigo?

— Claro que no. Ya te lo dije, es él quien lo hizo— aseguré, aun sin creer lo que acababa de decirme. En mi cabeza retumbaba la palabra “imposible”. Y quería creerlo.

— Entonces debería habértelo dicho antes— murmuró, mirando hacia el salón, que aun esperaba que lo limpiáramos.

— Probablemente. Ahora, salgamos de aquí para terminar con esto de una vez— Me arrastré fuera del armario, estirándome una vez parado. Menos mal que no tuvimos que permanecer allí dentro dos horas de verdad.

Camille POV

James no se molestó con lo de Albus. Por Merlín, Arturo y el martillo de Thor. Gracias. Ya de por sí me genera suficientes ganas de no existir el estar en esta situación con Alb, agregarle que James se lo tomara a mal no habría sido bueno para mí psicología.

Cerré la puerta del aula de Adivinación tras de mí, a sabiendas de que, a pesar de todo, lo que vendría a continuación no sería agradable en absoluto. Giré sobre mis talones, sintiendo el cansancio generado por limpiar venirse encima, enfrentándome a James.

Tenía el cabello revuelto a causa del aseo, de una manera sexy. Pero su mirada reflejaba cansancio, aunque sin perder esa chispa con la que siempre contaba. Me vi tentada a besarlo, pues hace rato que no lo hacía, pero no me pareció el momento adecuado. Llevé una mano a su cabello y traté de acomodarlo, en vano.

— Deduzco que no te quedarás— susurró, cerrando los ojos. Sonreí asintiendo con la cabeza, dejando una leve caricia en su mejilla al volver mi mano hacia mi costado. Nunca lo imagine de esta manera. Realmente parecía preocupado por mí hoy, tratando de saber que me aquejaba. Era tan buen novio, y yo tan desastroza. Besar a su hermano. Por Dios, debería haberlo previsto, ¿por qué no noté antes que Albus estaba interesado en mí?

— No pienso dejarte solo con tu hermano. Ni siquiera planeo que vayas, y trataré de evitarlo. No debería haberlo dicho.

— Sí, debiste, y lo hiciste. Así que iré a… hablar… con el hijo de mi padre te guste o no. No hay manera de que evites esto— musitó seriamente. Alcé una ceja incrédula. ¿De veras me subestima tanto?

— ¿El hijo de tu padre? Es Albus. James, sigue siendo tu hermano. Uno no elige de quién enamorarse, ¿recuerdas? — lo miré de manera elocuente, y ambos reímos. Qué mejor ejemplo que nosotros.

— Cam, una cosa es estar enamorado, y otra es besarte. Y él lo hizo. ¿Sabes? Será extraño besar algo que mi hermano… besó— hizo una mueca, horrorizado.

— ¿Entonces no volverás a besarme? — inquirí escéptica. Eso sería cruel, aunque luego de lo que pasó con Albus no me lo mereciera.

— Yo no dije eso, no malinterpretes— frunció el ceño, como ofendido por mi sugerencia. Y antes de que pudiera reponer algo, una chillona, desagradable, familiar, y horrible voz, interrumpió.

— ¡James! ¿Cómo estás? — una melena rubia se puso en medio de nosotros, saludando con un beso en la mejilla. Tanteé mi bolsillo, pero recordé que todavía debía buscar mi varita en el despacho de McGonagall. Me crucé de brazos, mordí mi labio inferior, y procuré no cometer un homicidio.

— ¡Vanille, cielo! — chillé con falsa alegría, haciéndola voltear. Giró a verme, sin ocultar una mueca de desagrado—. Que don de mejorar las cosas que tienes— ironicé, estirando un brazo hacia James y atrayéndolo hasta mi lado, de manera… muy… levemente, posesiva.

— Camille. Qué bueno verte— saludó con un gesto de la mano, y volvió su atención a MI novio—. Oh, iba de camino a mi Sala Común, pero menos mal que te encuentro. Debemos arreglar dónde y cuándo nos juntaremos para el trabajo de Herbología— sonrió de manera idiota, a mi parecer. Me maldije internamente por haberme comportado tan antisocial hoy. ¿Justo hoy debían asignar grupos? Creo que mi compañero es un chico llamado William. Es simpático, y tiene fama de sabelotodo. Claro, no como Hermione o Rose, pero es bastante inteligente.

— Ah, eso…— farfulló él, llevándose una mano a la nuca.
— Eso— repetí, cruzándome de brazos, mirándolo fijamente. James me sonrió a modo de disculpa, encogiéndose de hombros.

— Bien… “Eso” — Vanille interrumpió, haciendo comillas en el aire, sin entender—. Podríamos juntarnos mañana luego de clases. La profesora Sprout me permitió utilizar el invernadero cuatro para observaciones directas. Le dije que haríamos una hipótesis en lugar de comprobar en libros.

— Uh… Habría sido interesante que me consultaras antes— murmuró él, ligeramente abrumado.

— ¿Saben qué sería genial? — interrumpí—. Que hiciéramos el trabajo juntos— ambos me miraron arqueando las cejas, y estuve a punto de golpear a James gritando “Eres mi novio y lo harás”, pero me contuve—. Claro, si no quieren está bien. Buscaré a Will y arreglaré un encuentro con él. Es agradable, no creo tener complicaciones de todas formas…

Eureka. Con eso conseguí lo que buscaba.

— ¿”Will”? Pff, en tus sueños. Van, podemos hacer esto de a tres— prácticamente ordenó James, sin esperar contradicciones. Sonreí victoriosa. Ella, hizo otra mueca.

— ¿Qué hay de William? Quedará sin grupo— objetó la rubia, tentándome a correr en busca de mi varita.

— Puede estar con nosotros— me apresuré a decir, ante el mohín de queja de mi novio.

— Pero la profesora…
— Entenderá— finalicé yo, con fingida dulzura. Resopló frustrada, y asintió con la cabeza.
— Bien. Los veré a las cinco en el invernadero número cuatro. No es difícil de recordar— me miró con recelo por última vez, antes de volver adoptar su expresión de niña buena para mi James—. Nos vemos mañana. Y… gracias por lo de ayer, por cierto— le guiñó un ojo y se marchó, antes de que pudiera jalar de su teñida cabellera.

Apreté la mandíbula, y lo miré expectante, aguardando explicaciones. Él hizo una mueca.

— ¿Lo de ayer? — cuestioné, arqueando una ceja.

— No pienses mal— se apresuró a decir.
— Dame razones para no hacerlo.
— Ella estaba mal por Albus, la encontré llorando bajo el Roble, y solamente la consolé.

Solté un jadeo, indignada, y lo golpeé en el brazo antes de comenzar a caminar hasta la Sala Común, escaleras abajo. Él fue detrás de mí.

— ¡No te enojes, solo fue un abrazo! — insistió. Me detuve en seco, y lo miré ofendida. ¿Solo “un abrazo”?

— ¿La abrazaste? ¿Por qué demonios la abrazaste? — mi propia voz me asustaba. Dios mío, no sé manejar los celos.

— Porque el idiota de mi hermano fue el culpable de su llanto— obvió, sin tantear su suerte—. Fueron como unos cinco minutos en los que me contó su mala suerte en la vida amorosa. La escuché, lloró, y finalmente me abrazó agradeciendo mi paciencia. Se marchó. Fin de la historia.

Un nudo se me formó en el estómago, y algo comenzó a subir hasta mi garganta. Eso no era justo. Ese tipo de situación era muy… muy parecida a las que vivimos. Algo nuestro. Deprime saber que es propio de nosotros que yo llore y él me consuele, pero usualmente es así. No está bien que se detenga a escuchar los problemas de otras chicas cuando antes ni siquiera oía los de su hermana.

— ¿Por qué lo hiciste? Debiste dejarla deshidratarse. Quizás entonces su piel no se vea tan fresca— mascullé, recordando que con lo del beso de Albus yo también estaba en falta, y no estaba en derecho de reclamar nada. Él no se molestó por eso. Tenía sus beneficios.

— ¿Eso quiere decir que no estás molesta? — inquirió, mirándome a propósito con ojos de cachorro.

— No. Quiere decir que me guardaré el enojo para soltarlo cuando se acumule, como hacen las esposas y madres de familia— corregí, utilizando el tono de maestra que explica cómo dividir.

— Pero tú no eres ninguna de esas dos cosas.

— En ese caso… ¿Por qué rayos la tratas como si fuera tu amiga, o tu… novia? — solté, volviendo a cruzarme de brazos.

— Ugh… Es mejor el modo esposa— murmuró él—. No lo sé Cam, me sentí culpable. Ya te he dicho que no me gusta.

— No. ¡Solo te gusta abrasarla!— repuse con severidad. Bien, segunda discusión de pareja. ¿Cuánto llevamos? Oh sí, tres días. Debemos mejorar eso.

— ¡Yo no he dicho eso! ¡Tú distorsionas las palabras! — exclamó, y supe que su límite de paciencia había acabado. Antes no lo tenía, pero desde que comenzamos a ser novios parece adoptar una modalidad llamada “el vaso”. Y llega un momento en el que yo lo lleno, entonces él explota. Y yo tengo dos opciones: Seguir el juego hasta el límite, o calmar las cosas.

— No distorsiono nada. Y tú tampoco lo niegas— Bien. Ahí va mi decisión. Esto no quedará así, esa “Van” es un dolor en el trasero que pienso exterminar.

— ¿Qué no lo niego? — repitió indignado—. ¿Sabes qué? Me encantó abrasarla, ¡no tienes idea de que genial fue!

Lo miré furiosa. Si bien había sonado sarcástico, estaba dándome razones para discutir, eso quería decir que él tampoco se comprometía a acabar esta pelea. Supongo que tiene sus derechos, pues últimamente es él quien termina por disculparse.

— ¡Pues entonces ve con ella! — gruñí, y volví a caminar.

— ¡Lo haré! — gritó, sin ir por mí como hace un rato. Quizá me estaba malacostumbrando a esperar que él fuera en mi búsqueda siempre. Eso también había que mejorarlo. Me detuve en seco, con ganas de golpearme a mí misma. Ahora que lo pensaba, yo era la cruel. Debía meditarme cómo se comporta una buena novia.

— Aguarda— mascullé a regañadientes. El orgullo impedía que me disculpara, pero algo me decía que pelearse por estas cosas es estúpido—. Lo siento. No debería molestarme por esas cosas.

Por unos momentos no se oyó nada más, y mis mejillas ardieron de solo pensar que él se había ido hace rato, y yo hablaba sola. Pero entonces unos brazos me rodearon por detrás, y pude volver a respirar.

— ¿Qué has dicho? — susurró divertido, apoyando su mentón en mi hombro. Rodé los ojos.

— No te aproveches, Potter— giré el rostro para quedar a centímetros de sus labios, pero sin besarlo. Algo me dice que no todavía.

— ¿Me das un beso? — pidió, con un leve puchero que me hizo reír.

— Ve y pídeselo a tu amiguita— indiqué, alzando las cejas y se parándome de él. Hizo un mohín de disgusto, pero se recompuso—. Deberíamos volver a la Sala Común. Tengo tanto sueño que podría repartirlo— comenté, tomando su mano y tirando de él hacia las escaleras.

***************

Feliz Navidad y próspero Año Nuevo! (: Ok, ya estamos en el 2013. Que locura, y yo que creía que el 21 moríamos todos(?

Bien, ¿cómo pasaron las fiestas? Yo bien. Aprendí que hay que comer verduras aunque se vean asquerosas... y... verdes... y... PUAJ. No, no aprendí nada. Pero hablando de aprender, ¿qué aprendieron ustedes del 2012? (muy quemada la pregunta? No sé, a mí me gusta :3 ) Ahí si aprendí algo: Que no hay que tomarse las cosas tan a pecho, hay que disfrutar del sol antes de que las fábricas terminen con la capa de ozono, y que James Potter me gusta más que Harry. Eso es un año productivo damas (?) Que mal lo mío... Quizá este año sea mejor!

Bien, no las aburro más! Gracias a todas por sus comentarios, la verdad me encanta leerlos :')

Besitos virtuales, un regalo de navidad, y un brindis por volver real a Ted (?,

-Ju

por **C.J. Potter** Miér 02 Ene 2013, 12:05 am

Milena Orange escribió:Pasenme una toalla ya mija'... AAAAAAAAAH MIERDA, COMO LLORÉ! NO PUEDO CREER QUE SE HAYAN ENCONTRADO CON REMUS Y TONKS. ASDGSDGASDGASDG SIMPLEMENTE ME PARECE TAN TRISTE Y HERMOSO A LA VEZ. Si llore tanto leyendo esto, no me imagino cuando lea la parte de la Batalla de Hogwarts del último libro... I'M GOING TO CRY OVER THE BOOOOOOOOK! (Ah porque en ingles xd)
Lo ame, lo ame lo ame lo ame, hiciste sentirme mejor, mucho mejor :')
Sos una grosa, me encanta como escribis _ Soy tu fan (?' asdgasdgg

¿Viste mi galería? asdgsdgasdgsdg mi ídola vio mi galeriaaaa ENVIDIENME PERRAS (?' ADGSAGD Grashiash :B cuando la empiece a subir a la de los ecologistas, te aviso. Ya tengo escrito el primer capitulo, asi que solo tengo que seguir...

Oh Victoire y Ted... pero luego que TED NO SE ENOJE PORQUE SINO ME ENVIO POR E-MAIL, ME METO EN LA NOVELA Y LE DOY UNA PATADA EN EL CULO QUE LO MANDO A DORMIR CON EL MONSTRUO EN EL LAGO NEGRO QUE SE QUISO COMER A DENNIS CREEVEY (Por cierto, ¿No amaste esa parte? me quedé tan asdgasdgasdgagsd :B Amo a Colin y a su hermanito)

Todavia no creo que conocieron a sus hijos... :lloro: :lloro: :lloro: :(

MUJER! Usted escribe muchisimo! Encima leo muy, muy MUUUUUUUY lento xd (Y para peor aposté con mi amigo a que cuando empiecen las clases terminaba de leer HP y la Orden del Fenix). Se nota que tenes mucha pasion y ganas de escribir, además de un amplio vocabulario y gran entendimiento.

A todo esto, ¿Tenes Twitter? ¿Tenes Tumblr? ¿Tenes Facebook? ¿Tenes perro? okno -.- xd

Estuvo HERMOSO, lo repito.

Una cosa que me puse a pensar, es que como ellos siete solos son del futuro, y el resto es del pasado, entonces James no puede estar con Vanille ni con Albus (JEJEJEJEJEJEJE TE CABE PUTA, TE CABE.), la odio, simplemente la odio. Albus no tiene que caer en su influencia, es muy buenito... me convierto en pixeles y lo salvo, ¿Dale? xd

Mierda, me olvide que había problemas... no T_T
Ahora que estan felices no, por favooooor!
Pero es algo que entiendo ya que no se puede vivir en el pasado toda la vida y tarde o temprano se termina la felicidad, ya que no hay de esta sin la tristeza. Es comprensiblemente triste. (¿Comprensiblemente?) :sad:

Como narraste todo fue... asdg increíble. ¿Que paso con Rose y Scorpius? AAAAH Ya quiero ver el ROSE POV. Son tan tiernos que empalagan.

Gracias.

Buaaano asdgfsadg te dejo que escribas, bien piola (?' Un beso gigante y nos leemos luego.

PD: Si, vale la pena vivir en Argentina pero no todo en netbook y joda. Lastima que estemos como estamos siendo asi un país tan hermoso.

Jajajjajajajajajjajajajajajajaja. Y más Jajajjajajajajajajaja. Me hiciste reír desde el comienzo, con un receso en la parte de las ganas de escribir. Es cierto, eso lo puedo admitir sin sonar petulante xd Escribir es una de las cosas que más amo, después del helado y mi mamá(? Y trato de hacerlo lo mejor posible. SObre el vocabulario... Ok, es bueno, pero hay tantas palabras! La semana pasada quise leer un diccionario completo. Desastre total. Encontré una palabra que eta copada, sonaba copada, la usé hasta que se hartaron de escucharme, y lo dejé. Es too much (?) Pero leyendo sigo aprendiendo. GO, go, go.

Cielito de mi alma Mile. Soy tu ídola? God, voy a llorar. Alguien que me de un pañuelo :lloro:
Sobre la parte de Colin.. jajaja, si, amo a esos dos en realidad. Son tan pesadamente iguales! :3 Oww, El Caliz de Fuego es mi favorito! es el punto medio entre la inocencia de primer año, y el asjdasjkhf del último. LOVE IT.

Tengo Twitter y Face, aunque el Facebook lo uso poco y nada ultimamente. ¿Me estaré convirtiendo en un monstruo antisocial? ._. El Twit es https://twitter.com/LoocaUnPoco. Y el Facebook te lo paso por inbox, porque no sé, me da cosa (?

Jjajajajjajaa, es verdad, en su verdadero tiempo Vanille sería incluso mayor que los padres de James y Albus. Osea, sería una vieja verde pedofila :B

Oww, Rose y Scorpius! Prometo ponerlos en el proximo cap. Es que ahora estuve a las corridas para terminar este, porque hace rato no actualizo, y entre el problem que tuve y las fiestas, se hizo complicado.

Y sí, Argentina es un buen país al fin y al cabo, con todos sus defectos incluidos (salvo esas personas que se pasan de acentos en todas las vocales. Esas no). Y creo que si volviera a nacer, eligiría este país (O Inglaterra... ).

Ok, me voy a dormir porque a mi mamá se le dio por empezar a levantarme temprano -__- Juro que me voy a vengar de la doctora que me atendió. "Mucho sol y ajuste de horarios". A eso sumemosle verduras y obtenemos un verano saknfljanfs. DEsastre. xd

No molesto más xD Besos virtuales cristalizados por la nieve de la página(?,

-Ju

por **~Susie ∞Wallflower∞** Miér 02 Ene 2013, 9:52 am

estuvo de locos el capitulo!!!
albi beso a cam!! en verdad
esto complica todo
pero el no tiene la culpa de estar enamorado
de camille

continuala pronto!
besitos!!

Feliz año nuevo para ti :DDD
lo que aprendi del 2012 es que no todos tus amigos
son amigos
y ojala este año sea mucho mejor :DD

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