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Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 9 de 19. • 1 ... 6 ... 8, 9, 10 ... 14 ... 19
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Por merlin!!!!
el capitulo estuvo askdjslkfjdlkfj
ese James como se atreve ahora estan en el pasado
aunque igual es genial debido al baile
y se conoceran mas :(L):
una camille con el cabello azabache es lindo ese color
aunque algo normal pero es lindo :DD
nuevamente el torneo de los tres magos, cedric :'(
en verdad quede en con la intriga de saber mas
esta tan genial tu nove : )
a veces me siento como camille ocultandome detras de una mascara
o de unos lentes :P
ella es tan adjkskdhsajk sinceramente así me pongo cuando el chico que me gusta se acerca y hace algo que me molesta, pero en fin
James y camille son como un perro y un gato
espero la sigas pronto
me eh quedado con las ganas de seguir leyendo :DD
besitos!!
el capitulo estuvo askdjslkfjdlkfj
ese James como se atreve ahora estan en el pasado
aunque igual es genial debido al baile
y se conoceran mas :(L):
una camille con el cabello azabache es lindo ese color
aunque algo normal pero es lindo :DD
nuevamente el torneo de los tres magos, cedric :'(
en verdad quede en con la intriga de saber mas
esta tan genial tu nove : )
a veces me siento como camille ocultandome detras de una mascara
o de unos lentes :P
ella es tan adjkskdhsajk sinceramente así me pongo cuando el chico que me gusta se acerca y hace algo que me molesta, pero en fin
James y camille son como un perro y un gato
espero la sigas pronto
me eh quedado con las ganas de seguir leyendo :DD
besitos!!
~Susie ∞Wallflower∞
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
pagina 9!!!!
para ti July! :DD
para ti July! :DD
~Susie ∞Wallflower∞
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Me encantó ajfkadjakd, estuvo larguito, pero lo terminé XD Ahora en 1994, esto será.. interesante :3 síguela!
Kit Walker
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Mi madre. ¿Si te digo que reviví de un coma por cardio te lo crees? Es que leer ese capítulo fue eso, un incidente en mi corazón :S
¡Cam volvió a ser la verdadera Cam! ¡HURRAAAAAAAAAAAAAAAAAA! :D
Pero mierda, ¿Cuánto estarán perdidos en el tiempo? ¿!HASTA LA BODA!? Jajajajajjajajano, pero ojalá x)
Síguela (:
¡Cam volvió a ser la verdadera Cam! ¡HURRAAAAAAAAAAAAAAAAAA! :D
Pero mierda, ¿Cuánto estarán perdidos en el tiempo? ¿!HASTA LA BODA!? Jajajajajjajajano, pero ojalá x)
Síguela (:
ItsBee♡
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Capítulo 19
"Presentaciones"
"Presentaciones"
Todo el Gran Salón cuchicheaba, observando con interés a los nuevos alumnos, que tan extrañamente familiares lucían. Muchos afirmaban que los pelirrojos eran parientes lejanos de los Weasley, pero Fred y George se habían encargado de informarles que estaban equivocados. Otros, decían que el chico de ojos verdes era muy parecido a Harry Potter, ¿y si era su primo o algo así? Claro que Harry negó aquello. Él no tenía más familia que sus tíos, lamentablemente. Pero, había algo en lo que todos coincidían: No eran de aquí, y aparecerse -ya comenzado el año- para asistir a clases, no era nada normal.
Los recién llegados, habían sido sentados en una hilera de sillas, frente a la mesa de los profesores, y viendo a los alumnos que tan curiosos los miraban. Todos, parecían incómodos con aquella situación, excepto por dos personas, que en vez de avergonzados estaban molestos.
— No puede ser que tengamos que esperar para comer— se quejó uno, de cabellos púrpuras.
— ¡No seas comilón, Ted! — le regañó su hermana, sentada a su lado, luciendo el cabello dorado, pintado de mechones rosado pálido.
— ¡Pero tenemos hambre! — fundamentó James Potter, al otro lado del pelipúrpura.
— Desayunamos hace poco, deja de quejarte.
— ¿Y por qué debo obedecerte?
— ¡Porque yo te lo digo! — exclamó con severidad.
— ¿Y quién eres tú para decirme qué hacer? — repuso, alzando las cejas, haciendo que Ted suspirara, llevándose una mano al rostro cansinamente.
— ¡Soy Camille! E insisto con que dejes de quejarte, porque no sé si habrás notado que todos nos están oyendo.
Los alumnos se miraron entre sí, atentos a lo que decían los nuevos, y Albus Dumbledore, que estaba debatiendo algo con Minerva McGonagall y Ludo Bagman, sonrió imperceptiblemente, también prestándoles un margen de atención.
— No me importa. Tengo hambre igual.
— ¿Pueden dejar de discutir? ¡Estoy aquí! — se quejó el Lupin, quien era el intermedio entre esos dos.
Se miraron con recelo, pero obedecieron y se acomodaron de nuevo en sus asientos. Entonces, Dumbledore terminó de asentir con la cabeza, y caminó hasta quedar de frente a las cuatro mesas.
— Buenos días, alumnos. Como habrán notado hoy tenemos… visitas— comenzó, solemne, acompañado con sus manos—. Pero, es una llegada muy peculiar; estos niños vienen del futuro— anunció sin rodeos, y, como era de esperarse, todos soltaron exclamaciones de sorpresa o entusiasmo, y comenzaron a hablar entre ellos excitados por tal noticia—. Silencio, por favor— pidió, y enseguida callaron, atentos a lo que decía el director. Los alumnos de Beauxbatons y Dumstrang, también parecían emocionados por aquello, y prestaron la misma atención que los alumnos de Hogwarts a lo que decía—. Ellos convivirán con ustedes durante un tiempo indeterminado, hasta que hallemos la manera de que regresen a su época. Cada uno irá a la casa que ocupa en su tiempo, y espero que todos hagan posible su adaptación, y por sobre todo, que no los atesten de preguntas sobre el futuro, porque no podrán decirles nada.
Algunos hicieron muecas de decepción.
— Bien, entonces procedamos a que se presenten. Estoy seguro que están tan ansiosos como yo de saber quiénes son los padres de estos niños— comentó, y la profesora McGonagall hizo un gesto de desaprobación; al parecer ella no estaba de acuerdo con que se dijera tales detalles.
Dumbledore, tras decir esto, se sentó en su habitual lugar en medio de la mesa de profesores, acompañado por el bullicio emocionado de los alumnos.
Hizo un movimiento con la mano, y todos volvieron a callar. Entonces, miró elocuentemente a los recién llegados, incitándoles a comenzar.
— De acuerdo, pasaremos por orden. Ve tu primero, Vic— indicó Camille, en un susurro.
La rubia, se puso de pie, luciendo imperturbable, y comenzó a hablar.
— Bueno, mi nombre es Victoire Weasley— los pelirrojos de Gryffindor se miraron entre sí, atentos a lo que diría sobre sus progenitores—. Tengo 16, soy Gryffindor— la mesa de los leones aclamó—, gracias. ¿Por dónde iba? Oh, sí, tengo una hermana, llamada Dominique, que tiene 15 y es Slytherin— todos los alumnos se miraron anonados. ¿Una Weasley en la casa de las serpientes? —, no se sorprendan; y un hermanito, Louis, que tiene tan solo 10 años. Oh, y mis padres son Bill Weasley, y Fleur DeLacour— todos miraron a la Beauxbatons sorprendidos. Ella, por su parte, abrió los ojos de par en par, shockeada—. ¡Hola mamá! — saludó, y regresó a su lugar. Los provenientes del futuro rieron, esperándose esa reacción.
— ¡Vaya suerte tiene Bill! — exclamó Fred Weasley, desde la mesa de Gryffindor.
Se puso de pie Scorpius, algo intimidado.
— Hola… Bien, mi nombre es Scorpius Malfoy— TODOS miraron a la mesa de Slytherin, donde un chico rubio entreabría la boca. ¿Su hijo estaba con los Weasley? —, tengo 14 y soy Slytherin. Mis padres son Draco Malfoy y Astoria Greengrass— avisó—. Soy hijo único, y mi mejor amigo es… Ese chico que está allí— señaló a Albus, y este sonrió. Entonces, regresó a su lugar.
Camille le sonrió como aprobando el no decir el nombre a Al, y le indicó a Rose que fuera. La Weasley asintió y se puso de pie, con total confianza.
— De acuerdo, mi nombre es Rose Weasley— miró a la mesa de Gryffindor, donde un grupo de cabezas pelirrojas se miró entre sí, notando que la chica tenía cierto parecido a…—, tengo 14 y soy una orgullosa Gryffindor— los leones aclamaron nuevamente—. Bien, tengo un hermano pequeño, llamado Hugo, que tan solo tiene 12, y va a mí misma casa; mis padres son Ron Weasley— el nombrado comenzó a empalidecer de a poco, dándose cuenta a que llegaría—, y Hermione Granger— todos, incluso McGonagall, soltaron una exclamación de sorpresa, y los gemelos enseguida comenzaron a hacerles bromas a los susodichos. Ella, tenía lo colores en el rostro, pero el sencillamente no tenía ninguno. Se miraron sin saber qué hacer o decir, avergonzados—. Oh vamos, tranquilos, comenzarán a salir recién en…— pero se detuvo, pues Dumbledore le indicó que no lo dijera—, bueno, falta mucho, pero se aman, créanme.
Y dicho esto, regreso a su asiento.
Camille la miró divertida, y se puso de pie, con el nerviosismo reflejado en su cabello.
— Um… bien… Yo soy Camille Lupin— las alumnos comenzaron a cuchichear; ella era la hija de su antiguo profesor de DCAO—. Tengo… 15 años, y también soy Gryffindor — la mesa vitoreó—. Mis padres son: Remus Lupin y Nimphadora Tonks. Sé que aun no la conocen— miró a Harry Potter, que se sonrojó un poco —, pero cuando lo hagan, ¿pueden mandarle saludos de mi parte? — preguntó, bajando la mirada, con pena, pero subiéndola al instante—. Ohm… Mi padrino es Ron Weasley— señaló al pelirrojo, que todavía parecía a punto de desmayarse—, y mi hermano es aquel— ahora apuntó a Ted—. Creo que eso es todo… ¡Oh cierto! Soy metamorfomaga— agregó, y ante el asombro de todos tiñó su cabello de castaño, luego celeste, violeta, rosado, y al final regresó a su natural azabache. Enseguida tomó asiento, suspirando de alivio.
Su hermano la miró comprensivo, dándole ánimos tras aquel instante de vulnerabilidad. Ellos nunca hablaban de sus padres.
Entonces, se puso de pie.
— ¡Hola! Bueno, mi nombre es Ted Lupin, tengo 16 y soy Gryffindor ¡No aclamen, por favor! Um… Soy hermano de Camille, así que nuestros padres son los mismos. Y yo también soy metamorfomago— señaló su cabello púrpura, y volvió a su asiento.
— ¿Tan solo dirás eso? — le susurró su hermana.
— Claro, ¿qué más podría interesarles? — contestó, encogiéndose de hombros. Ella rodó los ojos, y vio como el mayor de los Potter se ponía de pie.
— Muy bien, mi nombre es James Sirius Potter— se presentó, y las miradas fueron en bandadas hasta Harry, que lo miró confundido. ¿Él tendría un hijo? Eso quiere decir que…—. Tengo 15 años, y obviamente soy un Gryffindor— la mesa de los leones, esta vez sí volvió a vitorear—. Mi hermano es ese de allí— señaló a Albus—, y también tengo una hermanita, Lily, de 13 años, que también es leona, y un dolor de cabeza— Ted, Scorpius y Albus rieron. Por su parte, George y Fred molestaban a Harry con cosas como “¡Tres hijos, Potter!”, “¿Quién será la afortunada?” o “¡Vaya noche de bodas tendrás!” —. Tío Fred, tío George, no bromeen mucho, porque mi madre es Ginny Weasley— interrumpió las carcajadas, y enseguida la cara de todos los hermanos de la mencionada se ensombreció; incluso Ron salió de su coma.
— ¡TUVISTE TRES HIJOS CON NUESTRA HERMANITA! — gritaron los tres al unísono, atemorizando al Potter. Ginny, por su parte, se tapó el rostro apenada, y le dedicó una mirada de disculpa a Harry.
— Por favor, señores Weasley— pidió Dumbledore autoritario, y estos se sentaron de nuevo, todavía recelosos y molestos.
— ¡No se aflijan, tíos! — musitó James, notando que había metido la pata—. Adoran a Lily— contó, sonriendo—. Bueno, como decía… Ah, también soy parte del equipo de quidditch de mi casa, buscador— Harry, no pudo evitar sonreír; su hijo también hacía quidditch, y jugaba en el mismo puesto que él.
James, regresó a su asiento, con la mirada desaprobatoria de Camille siguiéndolo. Al notarlo, él se encogió de hombros, y ella puso los ojos en blanco, incitando a Albus a ponerse de pie.
Con cierta timidez, el menor de los hermanos Potter se paró y fue al frente.
— Yo… Yo soy hermano de James…— musitó, viendo como Fred y George miraban a Harry de manera asesina—. Uh… Mi nombre es Albus— el director y Harry intercambiaron una mirada durante unos momentos— Severus Potter— Todos enmudecieron los cuchicheos de pronto. El profesor Snape se puso de pie, impotente, y Harry también.
— ¿Por qué le pusiste mi nombre a tu hijo, Potter? — preguntó con brusquedad, aunque por dentro el hombre estaba más que confundido.
— No debí de ser yo quien lo eligió, profesor— masculló, ante la expectación de todo el colegio.
— Papá— interrumpió Albus—, si sirve de algo, una vez tú me dijiste que me llamaron así por dos grandes directores de Hogwarts— todo el Gran comedor exclamó. ¿Snape, director? —, y que Severus Snape fue el hombre más valiente que hayas conocido jamás— agregó, alzando la voz para hacerse oír entre el bullicio.
El hombre de nariz ganchuda y el ojiverde se miraron unos segundos, como cuestionándose mutuamente.
— ¿Valiente? — preguntó el chico a su hijo.
— Así es… Él fue quien— comenzó, pero Camille le chistó, indicándole que no hablara sobre eso—. No importa. Pero, siempre quise conocerlo, señor Snape— farfulló sonriente, mirándolo. Entonces el hombre se percató de algo: El chico tenía los mismos ojos que Potter y… Lily —. Oh... Aquí viene lo más problemático…. Soy un Slytherin… — anunció, sorprendiendo a más de uno, pero en especial a las mesas de las serpientes y los leones. Albus regresó a su lugar, dejando un aura de curiosidad tras él.
— Muy bien— comenzó Dumbledore, poniéndose de pie—, eso ha dado más información de la que esperaba, pero, ya que está satisfecha nuestra curiosidad, ¿por qué no van a sus respectivas mesas para comer? El resto puede marcharse— indicó, y todos se pusieron de pie, hablando entre ellos sobre lo acontecido.
Los únicos que se habían quedado eran los padres de los chicos, Crabbe y Goyle, Pansy (que lucía muy enojada), Dumbledore y McGonagall.
— Niños— llamó el director, y los alumnos de aquel presente fueron hasta donde él estaba, mientras los del futuro comenzaban a devorar la comida.
— ¿Qué sucede, profesor? — cuestionó Harry, que era el único en el grupo que no parecía a pronto de desfallecer.
— Ya conocen a sus futuros hijos. Ahora voy a pedirles que los ayuden a integrarse hasta que podamos enviarlos a su época— encomendó, y escrutó el rostro de cada uno—. Ahh, sé que debe de ser difícil enterarse que lo que sucederá en un futuro, con quienes se casaran, cuantos y qué hijos tendrán; pero, es una buena noticia. Eso quiere decir que tarde o temprano habrá paz, paz para ustedes y para sus descendientes— concluyó, y caminó hasta la salida.
Los Gryffindor se miraron entre sí, confundidos pero sonrientes. ¿Había acaso algún peligro en estos momentos? Ellos no sabían. Pero, ahora que estaban solos, se miraron con las serpientes, con pugna casi automática.
— ¿Con que, Ginny Weasley, eh? — suelta Malfoy, para meter el dedo en la llaga. Lo consigue. Ron voltea a Harry, con el rostro ensombrecido de nuevo, y el chico de las gafas se ve obligado a echarse para atrás. Ginny interviene enseguida, y tira a su hermano del brazo.
— ¡Calla hurón! — exclama, todavía tirando de Ron.
— ¡Granger! ¿Weasley y tú? Siempre pensé que terminarías casada con… Oh, cierto… con nadie— acota con malicia Pansy Parkinson.
Hermione le lanza una mirada mala, y enseguida repone:
— ¿Qué se siente saber que tu querido Draco se casará y tendrá un hijo con otra, eh Parkinson?
La chica la miró con reproché, y su mirada no tardó en cristalizarse. Al cabo de unos segundos ya se había escabullido fuera del Gran Salón. Malfoy rodó los ojos, y se sentó en la primera silla que encontró, en la mesa de Hufflepuff, sin querer acercarse a su hijo todavía. No lo terminaba de asimilar.
En cambio, el trío de oro- y Ginny- con cierta vacilación (y Hermione y Ron esquivando aun las miradas), se acercó a los chicos del futuro.
James y Ted se ubicaban uno a cada lado de Rose, y comían como cerdos, mientras que la pelirroja los miraba terriblemente fastidiada. Al frente de Rose estaba Scorpius, que le lanzaba una mirada de apoyo. Junto al rubio, y frente a James, estaba Albus, que miraba a su hermano negando con la cabeza, mientras saboreaba un panecillo. Opuesta a Ted se ubicaba Victoire; ella observaba al pelipúrpura divertida: todo lo contrario que Camille. La metamorfomaga estaba dándole reprimendas a ambos, a pesar de que ninguno de ellos le prestaba atención.
— Ejem…— carraspeó Hermione, tras un rato de observarlos.
Todos giraron la cabeza, deteniéndose en seco. Ted tenía una pata de pollo a centímetros de la boca, pero se contuvo.
— ¡Tía Mione! — gritó alegremente el Lupin, soltando la pata, y yendo a darle un abrazo.
— Uhg, demasiada grasa— musitó riendo, soltándose de él y observando las relucientes manos resbalosas del chico.
— Demasiado cariño— murmuró Ron, con cierta desconfianza en la voz.
— Ah, no te preocupes papá— dijo Rose sonriendo, dándole un abrazo al pelirrojo, que se puso rojo.
— Es tu hija— le recordó Hermione severa, y al cabo de unos segundos, y con un repentino rubor, corrigió: —. Nuestra.
El Weasley y la Granger se miraron unos segundos, como platicando mentalmente, y finalmente ambos asintieron con la cabeza.
Al mismo tiempo, Harry se había acercado a James y Albus, algo intimidado.
— Papá— saludó Al, alegremente.
— La abuela Molly no mentía cuando decía que Albus era igual que tú…— comentó James, mirando de hito en hito a su padre.
Harry sonríe, y dedica su atención a James.
— Y tú eres igual que… mi padre— acepta el muchacho, reconociendo que su hijo era exactamente la réplica del hombre de las fotos que venían en el álbum que Hagrid le había regalado en primer año.
— La abuela Molly también dice eso— afirma el mayor de los Potter, con una sonrisa de suficiencia. En ese momento aparece Camille, por un costado, y le echa un brazo por los hombros, (teniéndose que poner de puntitas), con una sonrisa maliciosa.
— Oh, señor Potter. Lo que seguramente no sabe es que James no heredó su carácter humilde— comenta, con gracia.
El chico soltó un bufido, y de soslayo le lanzó una mirada de molestia, aunque plenamente consciente de que de pronto él y la Lupin habían vuelto a su extraña relación amistad-odio, lo cual lo hace sonreír.
— Pero sí su valentía— soltó triunfal, mirándola, haciendo que rodara los ojos.
— Pero no su caballerosidad— repuso la chica, desafiante.
— Oh, pero sí su instinto de aventura.
— Pero no su bondad— insistió, soltándolo, para cruzarse de brazos, dispuesta a no perder este extraño juego.
— Pero… Sí su suerte con las chicas— murmuró, sonriéndole.
Ella entreabrió la boca, como sorprendida de que James haya tocado el tema y… “no, ¿qué tema? Claro que no tenía que ver conmigo. Él… Agh, no tiene sentido analizar esto ahora”, pensó la chica, propinándole un golpe en el brazo.
Para ese momento, ya estaban todos reunidos a su alrededor. Rose abrazaba a sus dos padres, Ted pasaba un brazo alrededor de los hombros de Ginny, con Victoire de su mano, todavía con grasa.
— ¿Son novios? — inquirió la más pequeña de los siete hermanos Weasley, madre de James, Lily, y Albus.
Los cuestionados abrieron los ojos de par en par, y se alejaron un poco. En cuestión de milisegundos, el cabello de Camille se tiñó de rosado pálido, y su rostro se de rojo en las mejillas.
— ¡No! — soltaron al unísono. Y se miraron, sin saber que ambos pensaban en lo mismo: Podrían serlo, o incluso haberlo sido desde hacía tiempo, claro. Al instante la chica sacudió la cabeza para eliminar ese pensamiento, y el chico soltó un simple bufido, descartando la idea de inmediato; se suponía que los dos se habían propuesto olvidar aquel tiempo, que en esos momentos se veían tan lejanos.
— Oh, lo siento— soltó Ginny de inmediato, abrumada por haber metido la pata. Todos se habían dado cuenta de que entre ellos la “situación amorosa” estaba tensa… Bueno, en realidad solamente las mujeres, pues Harry y Ron eran demasiado ciegos en ese aspecto.
— De acuerdo. Yo quiero seguir comiendo— anunció Ted, rompiendo el silencio incómodo, sintiéndose raro tras esa pausa. ¿Su mejor amigo y su hermanita? Bueno, había que admitir que se lo había estado esperando, preparándose psicológicamente para aceptarlo, aunque aun no llegaba el momento. Pero, eso no quitaba el hecho de que verlos de esa manera era… RARO.
Todos asintieron, agradecidos, y tomaron asiento en sus lugares de antes, acompañados por sus padres.
Draco aun miraba con indecisión desde la mesa de Hufflepuff. Así que Rose, firmemente se puso de pie, ante la expectación de todos, hasta pararse frente el confundido Malfoy.
— ¿Qué…?— comenzó a decir, pero no lo dejó finalizar.
— Escuche, señor Malfoy. Le guste o no, su futuro hijo es amigo de todos nosotros, y sigue siendo su hijo a pesar de todo… O, lo será— corrigió al final, en un susurro. Estaba parada recta, con las manos en la cintura, luciendo muy parecida a su madre, e incluso a su abuela, Molly—. Así que, si tiene algo de consideración, debería ponerse de pie e ir hasta él, compartir una comida con sus ahora enemigos, solo una vez. Una vez. Por su hijo— fue una mezcla de orden y súplica, pero suficiente para hacer que el Malfoy quedara desorientado. ¿Estaba bien sentir que esa chica, que realmente era una niña para él en su presente, y que probablemente era novia o amiga de su futuro hijo, le pareciera atractiva? No, no lo estaba.
El rubio, se puso de pie orgullosamente, seguido de sus amigotes. La pelirroja los detuvo con la mano.
— No, ellos no— indicó severamente.
Crabbe y Goyle la miraron hostiles, pero Draco les hizo un asentimiento, y recelosos se marcharon.
Juntos, fueron hasta la mesa, donde se sentaron, ambos al lado de Scorpius.
— Bueno, ¿qué tanto miran? ¡Coman! ¿Acaso no tenían hambre? — dijo Rose, algo incómoda con aquel silencio espectador.
Su padre, la miró con los ojos entrecerrados, y, acercándose a su oído, murmuró:
— Más te vale que no tengas nada con Malfoy.
Ella rodó los ojos, y, sirviéndose un poco de papas, contestó:
— Deberías hacer como Ted, e ir aceptando que quizá pase, papá.
Aquellas palabras confundieron a los pocos que la escucharon, y exaltó a su padre. Estos días serían curiosamente agradables y complicados a la vez.
Última edición por Juliette el Mar 12 Feb 2013, 12:01 pm, editado 1 vez
C.J. Potter
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
"Ella, por su parte, abrió los ojos de par en par, shockeada—. ¡Hola mamá! — saludó, y regresó a su lugar."
"— Es tu hija— le recordó Hermione severa, y al cabo de unos segundos, y con un repentino rubor, corrigió: —. Nuestra."
“¡Tres hijos, Potter!”, “¿Quién será la afortunada?” o “¡Vaya noche de bodas tendrás!” —. Tío Fred, tío George, no bromeen mucho, porque mi madre es Ginny Weasley— interrumpió las carcajadas, y enseguida la cara de todos los hermanos de la mencionada se ensombreció; incluso Ron salió de su coma."
"— ¿Por qué le pusiste mi nombre a tu hijo, Potter? —"
DEFINITIVAMENTE LAS MEJORES FRASES QUE LEÍ EN TODA MI VIDA (Que me hayan resultado graciosas)
Por Merliiiiiin, amé el capitulo, estuvo espectacular. La sorpresa que se llevaron xd
Quiero saber que mas pasa, como empiezan las clases, las materias, sus padres... asdg todo! Debería ser una pelicula.
Ahora, lo que me pregunté fue: ¿Pero si cambia algo del futuro?
Digo, uno se muere si viene alguien del futuro diciendo lo que va a pasar y demas. ¿Un Obliviate a todos los alumnos? No :(
Bueno, espero que la sigas. Una vez mas, me encantó. Un beso gigante y que los Nargles no te quiten tus pertenencias!
"— Es tu hija— le recordó Hermione severa, y al cabo de unos segundos, y con un repentino rubor, corrigió: —. Nuestra."
“¡Tres hijos, Potter!”, “¿Quién será la afortunada?” o “¡Vaya noche de bodas tendrás!” —. Tío Fred, tío George, no bromeen mucho, porque mi madre es Ginny Weasley— interrumpió las carcajadas, y enseguida la cara de todos los hermanos de la mencionada se ensombreció; incluso Ron salió de su coma."
"— ¿Por qué le pusiste mi nombre a tu hijo, Potter? —"
DEFINITIVAMENTE LAS MEJORES FRASES QUE LEÍ EN TODA MI VIDA (Que me hayan resultado graciosas)
Por Merliiiiiin, amé el capitulo, estuvo espectacular. La sorpresa que se llevaron xd
Quiero saber que mas pasa, como empiezan las clases, las materias, sus padres... asdg todo! Debería ser una pelicula.
Ahora, lo que me pregunté fue: ¿Pero si cambia algo del futuro?
Digo, uno se muere si viene alguien del futuro diciendo lo que va a pasar y demas. ¿Un Obliviate a todos los alumnos? No :(
Bueno, espero que la sigas. Una vez mas, me encantó. Un beso gigante y que los Nargles no te quiten tus pertenencias!
Milena Orange
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Ah, te quería preguntar: ¿Como agrandas asi las letras y como las cambias de tipo? Porque solo encontre en dos tipos de letras para cambiar :/ ¿Me podrías mandar el link por favor?
ASDGASDG buen dia
ASDGASDG buen dia
Milena Orange
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
estuvo de maravilla el cap!!
me ah encantado!! :DDD
de verdad estuvo genial
pobre de los hermanos de ginny XDD
al enterarse de que tendria 3 hijos
pobre de fleur XDD
de verdad estuvo genial el capi :DDD
lo ame, las palabras fueran las adecuadas
siguela pronto
por favor!
besittos!!
me ah encantado!! :DDD
de verdad estuvo genial
pobre de los hermanos de ginny XDD
al enterarse de que tendria 3 hijos
pobre de fleur XDD
de verdad estuvo genial el capi :DDD
lo ame, las palabras fueran las adecuadas
siguela pronto
por favor!
besittos!!
~Susie ∞Wallflower∞
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Hinfiewnvjuenuv. Me encanta, es tan extremadamente cuquí el capítulo :33
Eso de conocer a sus hijos debió ser raro, muy raro, la verdad xD Y que a Draco le pareciese atractiva su nuera era para darle con la mesa y escudo de Hufflepuf!
Síguela, un beeeso<3
Eso de conocer a sus hijos debió ser raro, muy raro, la verdad xD Y que a Draco le pareciese atractiva su nuera era para darle con la mesa y escudo de Hufflepuf!
Síguela, un beeeso<3
ItsBee♡
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Milena Orange escribió:Ah, te quería preguntar: ¿Como agrandas asi las letras y como las cambias de tipo? Porque solo encontre en dos tipos de letras para cambiar :/ ¿Me podrías mandar el link por favor?
ASDGASDG buen dia
Hola! Bueno, realmente no está escrito. Es una imagen que hice desde paint. Sucede que, por más que yo cambie la fuente con una que por ejemplo descargué, lo más probable es que solo vea el resultado yo, y quizá aquellos que también tengan esa fuente. Por ejemplo:
Hola!
Probablemente lo veas normal y grande, pero yo lo veo así.
Por eso, es mejor hacer esto con paint:
1- Tenes que pintar el fondo todo negro (por la página, claro. Eso varia según donde lo publiques).
*Recordá que el tamaño del cuadro tendría que ser moderado, según lo que quieras escribir. En mi caso, exageré un poco.
2- Escribis lo que sea que tengas que escribir xD
Y lo subes a la página predeterminada del foro, (o cualquier otra) Images Shack US se llama. Una vez allí primero te creas una cuenta, luego vas a "Carga de archivos":
Haces click en "Browser", escoges la imagen, el tamaño, y pones cargar ahora. Luego, tienes que copiar el ENLACE DIRECTO.
Entonces, (para darlo más completo), entras a responder en el foro y haces esto:
Ahí tienes que pegar el ENLACE DIRECTO. Y listo. Queda así:
Eso es todo. Espero que te ayude, y no te haya complicado (o explicado sin necesidad algunas cosas xd). Bueeno, se me fue el tiempo respondiendo esto que tanto llamó mi atención, así que más tarde sigo respondiendo lo demás mensajes :roll: Ahora, me pongo a escribir el próximo cap!
Besos & saludos virtuales ^^
C.J. Potter
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Oh por Dios!!! No pude haberme reído más con este cap xD
Eso de convivir con sus padres es.. interesante XD
Sigue!!
Eso de convivir con sus padres es.. interesante XD
Sigue!!
Kit Walker
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Juliette escribió:Milena Orange escribió:Ah, te quería preguntar: ¿Como agrandas asi las letras y como las cambias de tipo? Porque solo encontre en dos tipos de letras para cambiar :/ ¿Me podrías mandar el link por favor?
ASDGASDG buen dia
Hola! Bueno, realmente no está escrito. Es una imagen que hice desde paint. Sucede que, por más que yo cambie la fuente con una que por ejemplo descargué, lo más probable es que solo vea el resultado yo, y quizá aquellos que también tengan esa fuente. Por ejemplo:Hola!
Probablemente lo veas normal y grande, pero yo lo veo así.
Por eso, es mejor hacer esto con paint:
1- Tenes que pintar el fondo todo negro (por la página, claro. Eso varia según donde lo publiques).
*Recordá que el tamaño del cuadro tendría que ser moderado, según lo que quieras escribir. En mi caso, exageré un poco.
2- Escribis lo que sea que tengas que escribir xD
Y lo subes a la página predeterminada del foro, (o cualquier otra) Images Shack US se llama. Una vez allí primero te creas una cuenta, luego vas a "Carga de archivos":
Haces click en "Browser", escoges la imagen, el tamaño, y pones cargar ahora. Luego, tienes que copiar el ENLACE DIRECTO.
Entonces, (para darlo más completo), entras a responder en el foro y haces esto:
Ahí tienes que pegar el ENLACE DIRECTO. Y listo. Queda así:
Eso es todo. Espero que te ayude, y no te haya complicado (o explicado sin necesidad algunas cosas xd). Bueeno, se me fue el tiempo respondiendo esto que tanto llamó mi atención, así que más tarde sigo respondiendo lo demás mensajes :roll: Ahora, me pongo a escribir el próximo cap!
Besos & saludos virtuales ^^
Aw gracias por la explicación y por gastar tu valioso tiempo en hacer saber a una ignorante como yo sus oscuros trucos (?' Ok no-.- gracias, enserio gracias :)
Otro beso y un abrazo bien fuerte :)
Milena Orange
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Me encanto siguela :P
FuckyeahDracoMalfoy
Re: Un amor de Película (James Sirius Potter y Tú) [FINALIZADA]
Capítulo 20
"Situaciones"
"Situaciones"
Camille POV
— ¿De veras tienes que hacer eso? — mascullé fastidiada. Era increíble la manera en la que todo lo que él hacia me molestaba; supongo que son las secuelas de sus estupideces.
— Claro que tengo que hacerlo— repuso obvio, quitándose los zapatos. Ted, ya estaba en el agua, incitando a Victoire y Rose a que se tiraran también.
— Era una pregunta retórica. Y no, no tienes que hacerlo. Así que hazme el favor de sentarte conmigo y tu hermano— ordené, cruzándome de brazos.
— Oh, ya veo…— murmuró, como arrepentido, cabizbajo. Entonces, volviendo a mirarme, y con las cejas alzadas, corroboró: — No lo haré. Además, ¿qué tanto te molesta? Ted ya se metió— fundamentó, a medida que se desabrochaba la camisa azul que tenía desde La Madriguera.
— ¡No hagas eso! — chillé, corriendo sus manos del tercer botón, exasperada.
Me miró encarnando una ceja.
— ¿Te molesta? — preguntó lentamente, divertido.
— ¡No! — respondí, sonrojada.
— Eso es un sí.
— ¿Sabes qué? ¡Ve y mójate! ¡Y-y… resfríate! ¡Y muérete de neumonía si quieres! — exclamé, procurando mantener la calma, que por alguna razón se me había ido. ¿Por qué me ponía así?
Di media vuelta, y me senté en el pasto, junto a Albus y Scorpius, que hablaban animadamente.
James soltó una risotada, y terminó de sacarse la camisa. No pude evitar un rubor, y me vi obligada a desviar la mirada. Realmente, en estas cosas era demasiado… vergonzosa. Aunque, no me molesta ver a Ted sin remera, claro que es mi hermano; también podría ver a Albus y Scor, y tampoco sería incómodo. Pero, ¿James? No. Él de por sí hace que me sienta rara, así que el que esté semidesnudo no mejora la situación.
Se oyó un chapuzón, y recién entonces tuve el valor de volver la cabeza. Di un respingo, echándome para atrás. No había sido James quien se había tirado al agua. Era Victoire la que estaba empapada, nadando junto a mi hermano en el Lago Negro. Y ahora Potter estaba frente a mí para molestarme.
— ¡¿Qué haces?! — gruñí, escandalizada, alejándome un poco más para atrás, apoyada en mis manos.
— Quería hablar. ¿No habías preguntado por qué decidimos mandar a Scorpius al pasado, antes que Ted se echara al agua huyendo de tu furia? — cuestionó, entrecerrando los ojos.
— Sí, ¡pero ve y ponte algo! — pedí, tapándome los ojos. Debo admitir que eso es algo infantil, pero no pienso ocultar que me incomoda el que esté su torso al descubierto, especialmente al ser tan… ¿fornido? ¿Atractivo? Me da dolor de cabeza de solo pensar que me parece atractivo Potter.
— ¿No te gusta que esté así? — inquirió.
— Sí, pero… ¡DIGO, NO! — murmuré, reprimiéndome internamente por mi inmadurez.
Él volvió a encarnar una ceja, complacido por mi situación, sonriendo ladinamente.
— Claro.
— ¡No hagas eso!
— ¿Qué?
— ¡Tomarme el pelo! Es enserio Potter. Si yo anduviera sin remera por ahí ustedes también se sentirían incómodos— ejemplifiqué, poniéndome de pie, acercándome a Albus, que acababa de notar nuestra discusión.
— No tengo inconvenientes con que lo hagas— repuso, poniéndose de pie también, riendo.
Rodé los ojos fastidiada, y comencé a empujarlo hasta el lago.
— ¿Qué haces? — cuestionó extrañado.
— ¿Te tiras tú o lo hago yo? — inquirí secamente, explicándome.
— ¿De verdad crees que podrás tirarme? — preguntó con gracia.
— Oh sí, claro que lo haré.
— ¿Qué hay de la charla?
— Luego me encargaré de darles una reprenda— farfullé. Ya estábamos en el borde de la pequeña colina desde donde Ted se había lanzado antes, y donde Rose permanecía de pie, insistiéndoles a él y Victoire que salieran del agua.
— Aguarda— pidió, ya en la cornisa.
Hice un gesto con la cabeza, para que continuara hablando.
— Me tiraré yo solo— avisó, deteniendo el empuje de mis brazos. Asentí, y di un paso atrás, cruzada de brazos, esperando a que desapareciera de mi vista para poder estar en paz, manteniendo la mirada en sus ojos, para no sucumbir en la tentación de desviarla hacia abajo; por primera vez me alegraba de que su mirada fuera tan hipnotizante.
Entonces, sin previo aviso (y quizá el hecho de que estuviera tan concentrada en sus ojos ayudó), me dio una especie de abrazo, y nos lanzó hacia el vacío.
Solté un grito, cerré los ojos con fuerza, y me aferré a sus brazos, clavando mis dedos. Solamente podía escuchar su risa, y el viento provocado por la caída chocando contra mis oídos.
Sentí un golpe seco, como una cachetada, desde mis rodillas para abajo, pues tenía las piernas dobladas, y un frío inmenso me invadió de a poco, a medida que me sentía hundir.
Conteniendo la respiración, abrí los ojos, encontrándome con James todavía sosteniéndome. También tenía los ojos de par en par, y contenía la respiración, pero sonriendo infantilamente. Y… ¿Alguna vez tuvieron fuertes impulsos? ¿Ganas terribles de hacer algo que NO deberían hacer? ¿Como si algo las llevara a hacerlo, por más que esté fuera de lugar o prohibido. Solamente por el hecho de… querer hacerlo en ese preciso momento? Bueno, así me sucedió en aquel momento.
Solté el aire que contenía, y aprovechando la situación, la privacidad, y viéndome arrastrada por aquella sonrisa triunfal, lo besé. Y este sí que era un beso mojado… Sus labios, a comparación del agua, estaban cálidos, y parecieron recibirme con ansías. ¿Acaso él quería besarme? No. Era James. Él quiere a todas. Entonces… ¿por qué lo estoy besando? Claro, soy una idiota que no tiene sentido de la razón. Pero, ¿Qué más da ahora que ya lo estoy haciendo? Después de todo, quizá me favorezca el ya no tener ganas de besarlo todo el tiempo. Sí. Además… Por alguna razón lo había hecho, alguna parte menor dentro de mí lo quería.
Solté sus brazos, notando cuan fuertemente los estaba apretando sin darme cuenta, y rodeé su cuello, acercándome más a él. ¿Por qué me comportaba así? ¿Desde cuándo era yo la besucona? ¡En mi vida había hecho algo así! ¿¡Por qué ahora, con él!?
¿Saben qué es lo más triste? Que mientras razono estas cosas, continuó besándolo, a medida que el aire en mis pulmones desaparece.
Él tiene sus manos en mi cintura, y parece estar igual de inconsciente que yo. ¿Sería el agua la que me hacía hacer estas locuras? Ahora que lo pensaba, este beso era más… real, que el primero, aquel que me dio en La Cabeza de Puerco; ese lo rechacé, no podía aceptarlo, mi orgullo no lo permitió. Pero ahora, la de la iniciativa era yo, y esta vez parecía que ninguno se iba a separar. Aunque en algún momento deberíamos salir a por aire, y a explicar nuestra tardanza, y peor aun, a dar explicaciones entre nosotros. Agh… No.
Ya casi no podía soportar seguir sin oxígeno, así que aumenté extremadamente la intensidad del beso, pegándome a él como si fueramos uno solo, como si no quisiera soltarlo nunca, como si esta fuera la primera y única vez en la que nuestros rencores quedarían de lado, al igual que mis preocupaciones. Me repito, ¿será el agua? ¿Será la libertad que nos brinda?
Él pareció darse cuenta que esto llegaba a su fin, porque también aumentó la energía del contacto, abrazándome aun más fuerte, acariciando mi espalda delicadamente. De no ser por estar a temperaturas tan frías, me habría erizado la piel.
Finalmente, con extrañas pocas ganas, terminé la unión, y tomando su mano, (quizá aprovechando todavía la situación), comencé a nadar hasta la superficie, sintiendo que en cualquier momento terminaría por aspirar agua.
Apenas hube emergido, lo solté, mientras tomaba bocanadas de aire, y me sacaba el líquido del rostro, permitiendo finalmente volver a abrir los ojos. Me mantuve a nado de perro flotando, para mirar a mí alrededor. James, estaba a un lado, también recuperándose, y evitando (o me pareció a mí) encontrarse con mi mirada. Ted y Victoire lucían preocupados, y estaban ya en una orilla, totalmente empapados. Rose, Albus y Scorpius se habían apiñado en la especie de colina-acantilado de la cual Potter nos había tirado; al parecer estaban buscando tener vista panorámica, quizá para encontrarnos. Cruzo los dedos porque no nos hayan visto.
— ¡Cam! — suelta mi hermano, aliviado, y vuelve a meterse unos metros en el lago, hasta que el agua le llega a las caderas. Dando brazadas, me acerco a él, recibiendo un abrazo de su parte.
— ¿¡Dónde estabas, piojo!? — gritó, luego de unos minutos, cuando ya estábamos todos en tierra, con una manta sobre los brazos. ¿Alguien había tenido la consciencia suficiente para darse cuenta de que casi estamos en invierno? Al parecer no, y mi resfriado sería el futuro recordatorio de mi insensatez.
James y yo intercambiamos una veloz mirada cómplice, y por alguna razón supe que aquel momento quedaría en el Lago.
— No conseguí nadar hasta afuera del susto, James se dio cuenta, y bajó a por mí. Claro que al final fui yo quien lo terminó de sacar a él— inventé, tratando de sonar segura, tratando de cubrirme más con la manta que Rose había sacado de vaya a saber dónde.
— James, ¡eres un idiota! — se quejó entonces, tras asimilar mi historia.
— ¿Por qué yo? — preguntó el aludido con sorpresa.
— ¿Cómo se te ocurre tirar a mi hermanita al Lago con este frío?
— Tú tiraste a Victoire— se excusó, encogiéndose de hombros. Parecía pensativo. Eso me asustaba. ¿James recapacitando sobre algo?
— Pero Victoire es mi novia— repuso. Todos soltaron una exclamación.
— ¿Enserio? — inquirí a mi prima, quien sonríe mientras asiente con la cabeza.
— ¿¡Por qué no nos dijiste!? — indagó Rose escandalizada.
— ¡Es cierto, Victoire Weasley! No es justo, tenemos un acuerdo. Cuando yo tenga novio, tardaré unos cuantos días en decírtelo a ver cómo te sienta— apoyé, frunciendo el ceño.
— Cuando tú tengas novio, yo tendré alguna parálisis física-mental que no me permita ni moverme ni lanzar maleficios— corroboró Ted, haciendo que los demás soltaras una risotada.
— Ve aceptando que algún día tendré novio, hermanito. Y no intenten de cambiarme el tema. Victoire, Rose, tenemos que irnos ya a hablar de ciertas cosas— llamé. James me miró cuestionándome, y negué con la cabeza. Claro que no les iba a hablar sobre el beso.
Las nombradas se pusieron de pie, y regresamos a la habitación que nos habían asignado a las tres, en la casa de Gryffindor. Vic tendría que contarme muchas cosas, y ni hablar de Rose.
***
— Bien. Comencemos con lo básico. ¿Por qué rayos querían enviar a Scor al pasado? — cuestioné.
Estábamos todos en la Sala de los Menesteres. Allí habíamos acordado reunirnos para hablar de nuestra situación, puesto que ayer, con todo lo del Lago, no habíamos podido debatir nada.
La Sala esta vez cumplía la función de sala de reunión, con una amplia mesa de roble al medio, acompañada con tres mesas de cada lado, y una en la punta. En esta última estaba sentada yo. A mi izquierda estaba Rose, a su lado Victoire, y junto a ella Ted, quien desde ayer no se despegaba de ella.
Resultó ser que Victoire le había dado la afirmativa a mi hermano mientras que James y yo estábamos en el agua, pero luego de eso Rose, Scor y Albus comenzaron a gritar nuestros nombres, alertados, y ellos no pudieron seguir hablando más sobre el tema. ¿Habría sido coincidencia que ambas cosas sucedieran en el mismo momento?
Frente a ellos tres, estaba Albus, frente a Ted, Scorpius, opuesto a Victoire, y James, a mi derecha. Este último y mi hermano hicieron una mueca tras mi pregunta.
— Bueno…— comenzó mi hermano.
— Scorpius estaba besando a Rose— finalizó Potter, obvio.
— ¿Y? — pregunté, encarnando una ceja.
— ¡Estaba besándola! — Insistió Ted, lanzándole una fea mirada al Malfoy—. Es la pequeña Rosie, no puede besar al rubio ni a nadie. Tiene suerte de que no le dijimos nada a Tío Ron.
— ¡Ni se les ocurra! — Bramó la pelirroja, arrugando la nariz—. ¡Les lanzaré un Crucio a los dos si llegan a atreverse!
— ¿Crucio? ¿Piensas ir a Azkaban primita? — se burló James.
— ¡Si hace falta para cerrarte la boca, sí!
— ¡Ya basta de discutir! — interrumpí, viendo que el pelinegro estaba a punto de contestarle. Miré a mi hermano, y luego de vuelta al oji-avellana—. ¿Si yo decidiera enviar a Victoire al pasado por besarte, qué pensarías Teddy? — le cuestioné.
— Pensaría que estás loca, porque Vic es demasiado buena y adorable como para ser blanco de tus bromas, además, se llevan muy bien.
— ¿Y si Albus me enviara a mí al pasado solo por besar a James?
El nombrado abrió los ojos de par en par, y mi hermano hizo una mueca de dolor. Rose encarnó una ceja con suspicacia, y Albus contuvo una risa.
— No quiero ni pensar en que beses a James, primero que nada. Segundo… Bueno, suena algo tonto, pero él es un MALFOY— contestó el pelipúrpura.
— Y yo soy una Lupin, mucho gusto— ironicé. Él rodó los ojos—. El punto es… Que ambos son unos tremendos idiotas, y deben disculparse con Scor— sentencié.
— Jamás— se apresuró a decir mi hermano.
— Ni sueñes— soltó Potter por su parte.
— No es una petición. Es una orden. Así que cuando quieran— incité, señalando con una mano al chico rubio.
— Lo S-sie-e-ent…o— logró articular Ted.
Scorpius asintió, dando una leve sonrisa. Le dediqué un gesto de aprobación a mi hermanito, y miré expectante a James.
— ¿Y bien?
— No lo haré.
— Repito, no lo estoy pidiendo. Así que mejor es que ofrezcas una disculpa, es lo menos que puedes hacer luego de habernos traído a esta época.
— No-lo-ha-ré— silabeó, desafiante.
Fruncí los labios, y me paré, indicándole con un dedo la puerta. Cansinamente me siguió, hasta el pasillo del séptimo piso.
— Quédense aquí, discutiendo CÓMO consiguieron ese giratiempos— les indiqué antes de cerrar la enorme puerta de la Sala Multipropósito.
Antes de comenzar a hablar, continué caminando un par de pasillos más, hasta encontrar una puerta que llevaba a un aula vacía hacía tiempo, pequeña pero útil para lo que quería hacer. Lo invité a entrar, y cerré la puerta, tomando asiento sobre un viejo banco de madera que tenía una gruesa capa de polvo encima, la cual tuve que quitar con las mangas de mi campera.
— ¿Qué sucede? — inquirió, con las manos en los bolsillos.
— ¿Qué te sucede a ti?
— Nada. Eres tú la que anda besando por ahí a la gente— y lo hizo… Mencionó el tema… mis esperanzas de que no hubiera una charla estaban acabadas.
— No me refiero a eso— murmuré.
— Yo sí. ¿Quieres explicarme que intentas?
— No intento nada. Solo fue un impulso— repuse secamente, desviando la mirada hasta un conjunto de viejos pergaminos amarillentos sobre una estantería.
— Un impulso— repitió, entrecerrando los ojos. Se llevó las manos a la cabeza, y repitió: — ¿Un impulso? ¿Eso fue un impulso?
— Sí. Y ambos sabemos que nunca sucederá más que eso. Así que es justamente por esa razón que no entiendo porque tienes tanto interés en algo que has hecho con casi todas las chicas de Hogwarts.
— Tienes razón— aceptó—, tal como dijiste “has hecho”. Siempre soy yo quien hace esas cosas. Soy yo quien controla la situación, ¿entiendes? No es sencillo asimilar que Tú— enfatizó la palabra— vengas y simplemente me beses como si… Como si tuviésemos algo. Es confuso. Tú me confundes— explicó, sentándose en la mesa de uno de los pupitres de madera frente a mí, sin tener en consideración el polvo.
— ¿Yo soy la que te confunde? — pregunté, erguiéndome, indignada—. ¡Eres tú el incomprensible! ¡Él que en un momento parece el chico más dulce del mundo y luego anda por ahí con cualquier zorra! — chillé, soltando sin pensar mis resoluciones finales respecto a lo sucedido durante las vacaciones.
Me miró como anonado, asimilando mis palabras.
Tras un minuto en el que me dediqué a examinar la madera del suelo, que de pronto me parecía fascinante, se dignó a hablar:
— ¿Estás diciendo, que lo que te molestó tanto durante las vacaciones –y después- fue que besara a Gwen? — preguntó lentamente.
— ¿Y qué si así fue? ¡Ya pasó, James! Veníamos a charlar sobre lo que le hicieron a Scorpius, y… Y-y… Agh… ¿sabes qué? Si quieres saber, hay dos razones muy importantes para dejar de hablar de esto; la primera es que es algo que es imposible cambiar, ya sucedió, lo acepté y me hice la idea; la segunda, es que, ¿de verdad? ¿Nosotros dos? ¿Cuándo me viste por primera vez, realmente imaginaste esta situación? Porque yo no. Y sigo sin poder creerla. No podemos… Quiero decir, ESTO no se puede, no es posible. Somos muy diferentes, y…
No me permitió terminar mi tan planeado discurso, porque se bajó del pupitre, se acercó y me besó.
Así es como de nuevo me veía en esta situación incontrolable. ¿¡Por qué hacía esto!? ¡Me hacía sentir estúpida, manipulable, débil!... Débil ante él y sus malditos besos.
No pude negarme, sencillamente no pude. De a poco sus labios se me volvían familiares, y ahora estaban todavía más tibios que en el Lago, haciendo que dejarlos fueran más difíciles… Además, hay que admitir que besa endiabladamente bien. ¿Desde cuándo es así de fácil callarme? Parece que romper mis principios, mis aspectos, mi propia personalidad, es un hobbie suyo.
Volví a colocar mis brazos alrededor de su cuello, esta vez animándome a juguetear con su pelo. Hace demasiado tiempo que no doy uno de estos besos, desde dos años atrás, para ser exactos. En aquella época era tan sumisa y maleable, aparte de inexperta.
Sus manos no se movían de mi cintura, -y claro que no le permitiría bajar más-, pero parecía disfrutar de dejar algunas caricias desde ese punto hasta lo más alto de mi columna vertebral. Tenía razón. Aquello si me provocaba escalofríos. ¿Era posible que mis labios pidieran más? ¿Qué mi propio cerebro lo hiciera? No era normal, no para mí. ¿Por qué esa manía de arruinar mis principios?
Lo acerqué más a mí, lo necesitaba. ¿Por qué lo necesito?. Entonces sucedió, comenzó a bajar el punto de sus besos, por mi mejilla, hasta el cuello. Fue ahí que mi consciencia desapareció enteramente. Ya no me importaba si estaba mal, y no debíamos, si no somos el uno para el otro, si no me quiere de verdad, y mi hermano está a tan solo unas puertas de distancia. Nada. Sencillamente nada. Había podido contra mi poca cordura, y ya no podía pensar si eso era bueno o malo. Lo único que sabía era que al fin estaba con James, y que sus besos me estaban sacando fuera de mí.
Mordí mi labio inferior, y allí se fue mi último rastro de arrepentimiento.
Lo incité a que continuara, y él cedió sin preámbulos, bajando cada vez más. ¿Hasta dónde llegaría esto? No, no irá lejos. No ahora, no hoy, no aquí, susurró una vocecita que tenía poca consideración por mí, pero que disfrutaba de tener la razón. Aunque, hasta el momento no se ha ido de las manos…. Demasiado, claro.
Hasta que se le ocurrió mordisquear suavemente un punto entre el cuello y mi clavícula, y no pude evitar soltar un suspiro extraño. ¿Cómo llegamos a esto?, volvió a hacer presencia aquella vocecilla, pero yo misma la apagué.
Rodeé su cuerpo con mis piernas, que hasta aquel momento estaban suspendidas en el aire, una a cada lado de él, y lo acerqué más todavía, pero tomando su rostro en mis manos, llevando sus labios nuevamente hasta los míos. Me estoy volviendo loca…
Ahora todo se había vuelto más intenso, pues yo había perdido mi poca sensatez, y él sencillamente había comenzado con esto sin tenerla, pero conteniéndose; así que al ver mi predisposición, ya no existía esa contención.
Sus manos ahora si descendieron un poco, siempre respetando límites, pero aun así llegando a acariciar toda mi espalda, provocando que se me ponga la piel de gallina. ¿Cómo es que logra esto en mí…?. Volví a callar a la voz, que amenazaba con arruinar todo, y yo también llevé una mano para tocar su espalda. Era ancha y musculosa –sin exagerar-, tal como había visto ayer por la tarde.
Ahora si se estaba yendo de control… Nos separamos unos instantes, pero solo para que él se pudiera quitar el sweater de la escuela, y yo también. ¿Qué hago? No se debe salir de las manos, tiene que ser solo un simple “impulso”… Y… Oh Merlín, a quién quiero engañar, esto se me está yendo de las manos .
Antes de continuar, volví a besarlo. No podía evitarlo. Era demasiado tentador saber que podía hacerlo cuando quisiera, y más aun el hecho de que solo tendríamos este momento.
Para no perder más tiempo, comencé a desajustarle la corbata roja y oro (cortesía de Dumbledore, al igual que el resto de nuestros uniformes), y a desabrochar su camisa, aun sin separar nuestros labios. Pero cuando él empezó a hacer lo mismo con la mía, me vi obligada a regresar mis manos alrededor de su cuello. Sentí como llegaba hasta donde comenzaba mi corpiño.
No, no, no, no. ¿¡Qué hago!? ¡Es James! ¡Soy yo! ¡Nosotros! ¡Está Ted!. Con mucha fuerza de voluntad, decidí escuchar a mi consciencia, que seguía insistiendo, y comencé a separarme de él.
— No, James, aguarda…— murmuré, resistiendo esos pequeños y castos besos que dejaba otra vez en mi cuello—. Ah… No, enserio, espera… ¿Qué estamos haciendo? — susurré, sin conseguir apartar la cabeza del todo. Nunca antes me habían besado en cuello, pero era increíble lo bien que se sentía.
— ¿Siguiendo un impulso? — farfulló, separándose unos segundos, lo suficiente para que yo reaccionara, y soltara el agarre de mis piernas.
— ¿Qué estuve a punto de hacer? — cuchicheé, comenzando a recuperar la razón.
— No lo sé… Pero soy un idiota— musitó él, también cayendo en la cuenta de los hechos. Lanzó una mirada a donde mi camisa se abría, dejando entrever la mitad de mi brasier negro, provocando que me sonrojara. Pero cuando estaba a punto de abrocharla de nuevo, la puerta se abrió, y casi me da un infarto.
No era Ted. Era Albus.
Al vernos, y asimilar la situación, comenzó a adoptar una expresión de sorpresa. Parecía pasmado.
Me bajé de la mesa, y fui hasta él, mirando si había alguien más en el pasillo, cosa que gracias a Dios no era, y cerré la puerta nuevamente.
— Escucha, Albus— pedí, pero él seguía sin reaccionar—. Por favor, Potter, deja de comportarte como un crío— me quejé.
— Exacto hermanito. ¿Acaso nunca viste a dos personas a punto de…?— comenzó James, pero ni siquiera lo dejé terminar, pues había tomado uno de los tinteros vacío que había junto a los avejentados pergaminos, y se lo había lanzado. Para su suerte, logró esquivarlo.
— ¡Calla Potter!
Encarnó una ceja, ofendido por mi ataque, y señaló mi pecho.
— Cúbrete, Lupin— imitó mi tono, y volví a ruborizarme, esta vez sí abrochando los botones de la camisa, y acomodando mi corbata.
— Muérete— repliqué molesta, sintiéndome un blanco fácil.
— Bésame— repuso él sonriendo con ego, a lo que volví a lanzarle lo primero que encontré. Esta vez había manoteado una pequeña libreta, pero conseguí darle en el brazo.
— Hey, Albus— repetí, volviendo mi atención al pequeño de los Potter, que parecía en estado de shock. Y yo que pensaba que él era el más preparado para entender una situación así. ¿Cómo habría reaccionado Ted? Ugh… Me estremezco de solo pensarlo— ¡ALBUS! — grité, dándole una cachetada. Soltó un ¡Ouch! Ofendido, y se llevó la mano a la mejilla—. Bien, reaccionaste.
— ¡Me golpeaste! — se quejó.
— No seas bebé— recriminé.
— Aguarda… Tú, James… Estaban… ¡Los vi! ¿¡Qué rayos pensabas Cam!? — dijo, sin poder creérselo.
— No pensaba, Albus— repliqué.
— No. Era un impulso— explicó James, abrazándome desde detrás, por la cintura, provocando que yo diera un respingo.
Albus pareció volver a quedar en shock.
— ¡¿Qué haces?! — chillé, escabulléndome de sus brazos.
— ¿No es obvio? Sigo mis impulsos— se encogió de hombros, y volvió a darme un beso corto en los labios.
— ¡Detente! ¿¡Qué intentas, Potter!? — bramé, escondiéndome detrás del anonado Albus.
— Nada, solamente son impulsos.
— Claro— ironicé— ¿Y desde cuándo se te da el impulso de tocarme y besarme a cada segundo? — gruñí molesta.
— De hecho, creo que desde que comenzaron las vacaciones de Navidad. Pero, no estoy seguro. Quizá fue culpa de tu beso en el Lago— Agh, ya entendía por donde venía la cosa...
Suspiré, y salí de detrás de mi escondite.
— Escucha, quizá no fue simplemente un impulso aquel beso. A lo mejor… A lo mejor quería hacerlo desde hacía tiempo, y encontré el momento indicado para quitarme las ganas, con la esperanza de luego ya no tener esas extrañas ocurrencias de besarte en momentos y lugares inadecuados— confesé, esperando que dejara esos juegos.
Él me miró unos instantes, y asintió.
— Esa respuesta es más fácil de entender— aceptó, y sonreí. Bien, ahora podíamos regresar a la normalidad… O al menos a nuestra normalidad—. Eso quiere decir que te gusto tanto que te da pena— concluyó, dibujando una sonrisa victoriosa en su rostro.
— ¿Qué? Yo nunca he dicho…
— ¡Aha! Pero no niegas que sea así— notó, aun más triunfal.
— ¡Eres un tonto! — me quejé, frunciendo el ceño. Y pensar que veníamos bien.
— Ahh… Un tonto cuyos besos te fascinan— murmuró complacido, haciendo que me sonrojara.
Le di otro golpe en el brazo, y como respuesta volvió a besarme.
— ¡He dicho basta, James! — exclamé.
— Impulsos, Camille, impulsos— se excusó con fingida inocencia.
— ¿Hasta cuándo seguirás con ese juego?
— Um… No lo sé… ¿Hasta que me canse de besarte?
— ¡Já! Bonita será la reacción de Teddy— comenté, viendo el talón de Aquiles de su plan.
— Pff, no soy taaan tonto. No te besaré frente a él, cielo— explicó, otra vez sonriendo. Parecía como si hubiese encontrado una forma de estar cómodo con la situación.
— ¿Y crees que te lo permitiré? — alcé una ceja, escéptica, cruzándome de brazos.
— No es necesario. Te encantan mis besos— susurró, volviendo a besarme. Esta vez me enojé. ¿Quién se creía para… para hacer uso de mis debilidades? ¡No lo iba a dejar!
— ¡IDIOTA! — bramé, propinándole cuatro o cinco golpes seguidos, a lo que él se sobó el brazo.
— Creo que me he acostumbrado— comentó.
Fruncí los labios, y volví a voltear a Albus, decidiendo que primero debería resolver este problema.
— Escúchame, Al— llamé, recurriendo a la cachetada desde el comienzo. Reaccionó de la misma manera.
— ¿Puedes explicarme por qué se están besando? ¿Y por qué estaban… desnudándose cuando yo llegué? — preguntó, con una mueca de horror, y por su expresión deduje que estaba pensando en la suerte que tuvo de legar en ese momento y no después.
— James, se volvió loco— respondí.
— No, ella lo está— corrigió el pelinegro, poniéndose el sweater.
— ¡Cállate! Escucha, no puedes decírselo a nadie, ¿oíste?
— ¿Ni siquiera a Rose y Victoire?
— No. Cuantos menos sepan de este inconveniente, mejor.
— ¿Inconveniente? — Preguntó con sorna James—. Estabas encantada. Eras tú quien…
— ¡CALLA! — Chillé, y él alzó las palmas de las manos en son de paz—. Eras tú quien comenzó a besarme el cuello y…
— ¡Aguarda! Realmente, no me quiero enterar— interrumpió Albus, con cara de asco.
— Lo siento, me saca de quicio— me excusé—. Bien ¿prometes que no se lo dirás a nadie?
— Lo prometo.
— ¿Y que no volveremos a hablar de esto?
— Excepto si tú me lo pides.
— Para nada.
— Créeme.
— Agh, de acuerdo, pero, ¿lo prometes?
— Lo prometo.
— Bien. Ahora, ¿qué haces aquí?
— Me enviaron a buscarlos. Ted y Rose comenzaron a discutir por el giratiempos, y Scorpius y Victoire estaban haciendo todo lo posible por que pararan.
— Oh, Dios. Es increíble. Me fui un par de minutos y ya…
— Media hora, Cam— me informó, y yo abrí los ojos de par en par.
— ¿¡Media hora!? ¿Qué le diré a mi hermano?
— Que tuvimos una larga conversación sobre morales— sugirió James.
— Es buena idea— apoyó Al.
— De acuerdo, bien… Entonces irás y te disculparás con Scorpius— le indiqué.
— Claro que no lo haré— insistió, cruzado de brazos.
Suspiré, y me masajeé las sienes.
— Albus, ¿puedes aguardar afuera unos minutos? — cuestioné.
— ¿No harán nada raro, cierto?
— Tranquilo.
Nos miró con desconfianza, pero finalmente desapareció tras la puerta. Giré a ver al Potter, quien permanecía cruzado de brazos, e imité su postura.
— ¿Por qué no me explicas qué sucedió con lo de Chris?
— ¿Con quién?
— Christopher. Mi… Oh, Dios— me llevé una mano a la boca. ¡Yo tenía un novio! Bueno, no era mi novio realmente… Chris se había ofrecido a ayudarme a darle “celos” (según él era eso) a James. Pero, para causar celos, la otra persona debe estar enamorada de ti, cosa que no era así. Aunque, él era muy agradable, y adoraba pasar tiempo en su compañía. Además, a Potter si parecía molestarle, así que funcionaba.
— Esto es grandioso. Engañaste a tu novio. Camille Lupin, infiel— se regodeó.
— ¡Es tu culpa! ¡No deberías haberme besado!
— ¿Mi culpa? Fuiste tú quien me besó a mí hoy en el Lago. Yo ya ni quería algo contigo.
— ¿Querías algo conmigo? — pregunté de pronto, asimilando sus palabras.
— ¿Qué? Yo nunca dije eso— se defendió.
— ¡Si lo dijiste! ¡Querías algo conmigo! — esta vez era yo quien se regodeaba—. ¡Menos mal que era muy fea según tú, y que los chicos deberían estar locos para querer tener algo conmigo!
— ¿Quieres callarte?
— ¡Querías algo conmigo, querías algo conmigo, querías algo conmigo! — canturreé, sonriente.
— ¿Qué tanto te alegras? — se quejó.
— Es bueno saber que no era yo sola— expliqué, encogiéndome de hombros—. Bien, ahora explícame por qué quisiste mandar a mi novio al pasado, y por qué terminaste enviando a Scor.
— Aguarda… ¿Has dicho que tú también quisiste algo conmigo?
— No. Es producto de tu casta imaginación. Ahora responde.
— ¿Por qué debería responder, chica que quiso algo conmigo?
— Deja de decir estupideces. Debes responder porque yo digo.
— No lo haré. Intenta todo lo que quieras, pero yo no responderé.
— ¡No seas terco James Sirius Potter! — exclamé—. Quiero saberlo, porque me influye a mí también. Además, debió ser muy importante como para petrificar a Alby.
— No, de hecho no fue nada.
— ¿Entonces? ¡Vamos, dime!
— Nunca. ¿Nos vamos ya?
Fruncí el ceño, y comencé a pensar. ¿Sería por lo que yo creía?
— Al menos dime por qué te arrepentiste de enviar a Chris— pedí, con ojos suplicantes, haciendo un fingido puchero. Él puso los ojos en blanco.
— Porque sencillamente me arrepentí. Decidí que no era buena idea y punto. Luego vi a Rosie y Malfoy, y no pude resistir a aprovechar que tenía el giratiempos en mano.
— Entonces, debes disculparte con Scorpius, porque fue un acto impulsivo.
— Los actos impulsivos son buenos.
— No. No lo son. Menos cuando intentas que una persona se pierda en el tiempo. ¿Qué habría pasado si no hubiéramos llegado nosotros? Ahora estarían tú, Ted y Scorpius solos. ¿Te parece bien?
— Quizá habría sido mejor, sin actos impulsivos, tú aun siendo fiel. ¿A que no?
— Bueno, yo estoy bien como estoy ahora— me limité a decir—. Ahora sí, vayamos antes de que alguien sospeche algo. OH, aguarda. ¡No se te ocurra decir nada de mis insensateces!
— ¿Acaso crees que soy imbécil? Ted me mataría si se entera.
— Y yo te reviviría, para matarte nuevamente— afirmé, y caminé hasta la puerta.
— Espera.
— ¿Qué? ¡Mas te vale que no vuelvas a besarme! — advertí, deteniéndome.
— Solo quería saber por qué rayos quisiste que habláramos solos en un habitación lejos.
— Pretendía que me contaras sobre lo de Chris. Pero cambiaste mis planes— mascullé, entrecerrando los ojos—. ¿Ahora sí?
— Una cosa más.
— ¿Qué?
Me sostuvo del rostro, y me dio otro beso, un tanto más largo.
— Bien. Ya está— abrió la puerta y salió al pasillo, donde mi mejor amigo aguardaba.
Me llevé una mano a la boca, sintiendo todavía el sabor de sus labios, y los seguí de vuelta a las salas de Menesteres.
Espero que el resto de nuestra estadía no sea así, porque me volveré loca. ¡Oh Dios! Hoy comenzamos las clases en el viejo Hogwarts. Y mejor aun, tendremos que convivir con los padres de todos mis amigos. Pero, ¡podré vivir en carne propia el Torneo de los Tres Magos! Ahh, esto va a ser genial.
Cuando Albus abrió la puerta, y vi la cara de mi hermano, supe que al menos esos instantes de incómodas preguntas, nos sería tan genial…
*************************
Hooolaa! Bueno, bueno, comencemos con que, la verdad, no sé cómo es que este capítulo que al comienzo trataba de los primeros días de convivencia terminó en esto, pero, creo que si mis manos lo escribieron es por algo(?)Ok, um, por cierto, ¡estoy feliz, feliz! Si les interesa saber por qué, sucede que yo voy a un Instituto para aprender Inglés, y hoy me dijeron que como mis notas eran tan altas me iban a adelantar un año :D No saben que contenta me puso, es por eso que apenas llegué me puse a escribir. Al parecer lo que escribo depende de mi estado de ánimo, interesante xD
Bueno, eso es todo, espero les guste el capítulo, y comenten a ver qué les gustó y qué no les gustó (: Kisses, kisses ^^
Última edición por Juliette el Mar 12 Feb 2013, 12:02 pm, editado 4 veces
C.J. Potter
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