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Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
lfhkadsghkadf Me encanta<3 seguila(:
Invitado
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Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
Siguela
Siguela
Siguela
Sigula
No puedo esperar ame todos los capítulos
Tienes que seguirán si no quieres que explote
Siguela
Besos Sonia
Siguela
Siguela
Sigula
No puedo esperar ame todos los capítulos
Tienes que seguirán si no quieres que explote
Siguela
Besos Sonia
Invitado
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Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
Hola soy nueva!!!
me encanto encerio!
No puedo creer que todos esten enamorados de... MI! osea COOL!(arre)
SEGUI!
me encanto encerio!
No puedo creer que todos esten enamorados de... MI! osea COOL!(arre)
SEGUI!
Evelyn Mcginty
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
Capítulo XXX.
5 Días para Nueva York. Llegamos a Los Ángeles. En todo el corto viaje tuve la oportunidad de estar sola, ya que Lou prefirió entregarme su asiento en el sector de pasajeros de segunda clase en vez de primera; “Te relajarás”, fue lo que dijo. Antes de dejar Denver me dejó una blusa salmón pastel, unos shorts rasgados y botines de taco alto encima de mi cama; su querido outfit. (Aquí)
Había Directioners, fans por todos lados y esquinas del aeropuerto. No dejaban caminar, hacer un espacio, observar, respirar, nada. Por un momento pensé en gritarles a cada una de ellas que me no tendrían ventaja alguna solo por pedirles un autógrafo o un abrazo, ya que muy en el fondo logré sentirme celosa de tanto llamado de atención.
Vi a Harry junto a Louis conversando con varias chicas norteamericanas y sobretodo, latinas. Conocí a una de ellas en The Next Time, se llamaba Florencia, aunque luego cambió su nombre por Antonia. “Flan” era como le decían; un sobrenombre raro, pero le gustaba y era realmente amigable.
Regresando donde dejé al par Stylinson, no ocurrió nada interesante, nada, nada… hasta ese instante en que el castaño tomó una de las cámaras de las chicas y apuntó al de rulos frente a él, rodeando con su brazo la cintura de una fanática.
No sé que sucedió, pero en el interior de mi mente creí conocer por primera vez la palabra “celos”. Eso no me estaba sucediendo a mí.
— ¿Perdona? —Escuché la voz de Liam a mis espaldas—. ¿Tú también quieres una fotografía?
Volteé con rapidez y me sentí increíblemente observada por un grupo grande de chicas que se encontraban a su alrededor. No creo que me hayan visto de una buena manera luego de ser de la atención de uno de sus ídolos.
— No te asustes, pequeña —Dijo otra vez—. A veces puedes tener alguna superioridad para los demás en mostrar nuestra fotografía.
Alargó su mano y le pidió a una de las fans tomarla con la cámara integrada al iPhone que traía consigo. Se acercó lo suficiente para rodear mi cintura con una de sus manos y disimuladamente me aproximó lo que más pudo hacia él. No sabía si seguirle el juego y posar, o simplemente mirarlo incrédula. Ninguna de las dos opciones anteriores fueron aceptadas, ya que en un rápido movimiento los dedos de Liam jugaron con los lados sensibles de mi cadera, dándome cosquilleos que se transformaron en sonrisas verdaderas.
Reí por unos diez segundos, los necesarios para que más de cinco fotos fuesen tomadas y guardadas. “Liam hace reír a una fan”, sería el titular esa tarde. Y yo pensé, «No soy una fan».
Lo empujé cuidadosamente de no ser tan dura y él solo rió, caminó hacia la chica que tenía el iPhone con la fotografía dentro y agradeció su disposición con un gran abrazo.
Cuando estaba dispuesta a girar sobre mí misma y ser invisible otra vez, un fuerte brazo me rodeó por el cuello, atrayéndome hacia su cuerpo.
— ¿No le pedirás su número, Liam? —Dijo Zayn, a solo centímetros de mi oído—. Siempre les preguntas al final de cada fotografía para guardarlo en tu móvil, ¿No crees que es una falta no seguir la tradición?
Creí escuchar muchos «Ooh» por las chicas alrededor y comentarios sobre mí a solo segundos de estallar.
Liam observó con gran seriedad el rostro de Zayn, estaba sonriendo y eso lo estaba molestando al parecer.
— ¿No lo harás? Bien, —Continuó el moreno—. Entonces yo lo haré.
Su extremidad dejó de tocar mi cuerpo y me hizo voltear hacia él, se inclinó un poco y con una sonrisa en el rostro susurró:
— Me encantaría besarte en este momento, y como no puedo hacerlo solo dame tu número. Lo necesito.
No escuché nada más después de la palabra “momento”, ¡Quería besarme! Con todo y su bipolaridad hizo que mis mejillas se encendieran en un dos por tres, se alejó unos centímetros y extrajo de sus bolsillos otro teléfono móvil en sus manos.
— ¿Y? —Dijo después de unos momentos en silencio.
Estuve pensándolo, si lo acepto, entonces seré envidiada y no querida por muchas de las chicas que se encontraban cerca de ambos y mucho más por Liam, pero por el otro lado, sería odiada por sus fans por no querer ser llamada por uno de los chicos más apreciados en ese momento. Que alguien me salvara, por favor.
— Ya dejen de jugar —Alguien masculino ordenó.
La frase la agradeceré en toda mi vida, me habían rescatado. Suspiré vencida por la vergüenza y volteé a ver a quién había llegado en mi salvamento.
Era un hombre, por supuesto. De unos 50 años y piel pálida, tenía en su chaqueta un prendedor de alguna institución artística junto con una carpeta en sus manos con planos en ella. El corazón había estado latiendo normal para la situación, pero cuando llegué a sus ojos se detuvo abruptamente al reconocer ese marrón profundo.
Mi padre Stephen se encontraba frente a mí.
— Vamos —Fue lo único que dijo antes de voltear y comenzar a caminar lejos del gentío.
Las personas alrededor comentaban atónitas ante el respeto que se le entregó cuando escucharon su voz, me encogí de hombros y empecé a dar los primeros pasos hacia él ignorando cualquier pregunta o mirada de parte de los chicos, que luego del silencio incómodo generado por el grupo de fans quedaron atentos a los comentarios de mi padre.
Una vez, cuando tenía 8 años, llevé conmigo a un compañero de la clase para regalarle unas galletas. Me gustaba, claro. Pero tenía miedo de cómo reaccionarían mis padres al respecto.
Kate se alegró, sabía que me atraía y por lo mismo le dio leche a parte de las galletas como muestra de su aprobación. No fue hasta que le llegó el turno a Stephen que realmente creí desfallecer.
Lo miró de pies a cabeza, incitándolo a encorvar su espalda en forma de respeto y bufó. Eso en idioma Padre, significa rechazado. El niño nunca más volvió a casa.
Su esencia de por sí ha sido de temer, y solo sus familiares sabemos como en el fondo es, un orgulloso y maduro hombre querido por su esposa e hija.
— Al parecer no he estado al tanto de la situación —Habló primero, al llegar a una de las esquinas de alguna puerta de embarque—. Estoy bajándome del avión para una entrevista en Los Ángeles sobre construcción y todo eso, cuando veo una multitud de chicas gritarles a un grupo de famosos. No lo pude creer sino hasta verte reír con uno de ellos donde te reconocí.
Me estaba regañando, lo sé. Pero ya tenía 18 años y más de 5 meses, podía defenderme ahora.
— Me has dejado como una niñita, papá —Le dije.
Su ceño por un momento se frunció y presionó más el agarre de su carpeta llena de papeles. Yo solo me crucé de brazos demostrándole mi enojo.
— ¿Cómo una niñita? No quiero verte convertida en una loca psicópata como ellas, ____. Creí que estabas trabajando.
Arrugué la nariz y lo miré a los ojos finalmente; no me iba a rendir.
— Es mi trabajo. Ellos son mi trabajo.
— No, tu trabajo está con Helen y no aquí queriendo tomarte fotografías con esos que se les subió la fama a la cabeza.
Apuntó hacia atrás de mí y luego se posicionó de la misma manera que yo cuando me enojaba.
— Estarás en casa mañana —Sentenció, dándome una estocada de furia por dentro—. No quiero quejas… —Dijo antes de que protestase—. Ni excusas. Llamaré a tu madre para que hable con Helen. Nada más de esto.
Sacó de su bolsillo un teléfono y marcó el número de Kate, yo abrí los ojos con sorpresa y con la frente arrugada abrí la boca:
— No puedes decirme que hacer.
Todo movimiento de su parte se congeló, pasado unos cuantos segundos después levantó la mirada y penetró la mía. Vamos, ____, no te dejes vencer.
— Ya lo hablamos una vez, te di una oportunidad con el tema de la universidad solo porque tu madre me dijo sobre lo mucho que te estabas esforzando en este tema, pero al verte momentos atrás con ese grupo de falsas personalidades me hizo cambiar de opinión.
Gruñí, él no estaba diciendo esto.
— Soy tu padre, y si me respetabas antes de los 18, ahora también lo harás.
Se me crisparon los ojos cuando terminó la oración, yo no era una cría que deben controlar más, había sido independiente mucho antes de cumplir mi edad.
Miré mi maleta a un costado de mis piernas, luego el lugar donde nos encontrábamos. Yo podía escapar.
Después de que se desconcentrase de mí llamando a Kate por su teléfono, tomé mis cosas, me preparé relajando mi respiración y comencé a correr. Los botines que Lou me había dejado no eran hechos para nada más que caminar, pero yo los haría volar si fuese necesario.
Escuchaba los gritos de mi padre llamándome desde muchos extremos del aeropuerto mientras me perseguía, hasta que encontré fácilmente la salida y llamé un taxi. Justo cuando el chofer partió rumbo al hotel, vi como Stephen salía agitado por la puerta principal de LAX; Listo, ____, habías ganado esta ronda.
— Si, en la esquina. —Le indiqué al conductor.
Se detuvo con lentitud y me abrió la puerta educadamente, no había rastros de algún camarógrafo o fans intentando obtener algún recuerdo de sus ídolos, por lo que supuse no estarían en el edificio.
Entré a recepción para marcar mi habitación y recibí las llaves, 603, sexto piso.
No fue hasta que estuve finalmente cerrando la puerta que solté todo el aire estresante que llevaba dentro. «Huiste de tu padre», me decía una y otra vez en mi mente. Las 17 llamadas perdidas de su parte lo confirmaban, él estaba intentando contactarme y no había dado resultados.
Dejé caer la maleta al suelo para luego sacarme los zapatos y correr a mi cama. Quedé observando un buen rato el techo blanco del dormitorio, pensando en cosas como «Solo te quedan 5 días, disfrútalos». Pero luego venía la imagen de mi padre en las puertas del aeropuerto y desaparecía ese sentimiento.
Creo que dormí, porque al abrir otra vez los ojos me di cuenta de la hora y ya eran las 2 de la tarde. Me levanté del colchón para dirigirme al baño y darme una ducha, la necesitaba. Escuché voces en el pasillo en el momento que me vestía y las reconocí al instante. Con una blusa tejida con flores blanca, unos shorts de mezclilla rosada y sandalias cafés, abrí la puerta. Me había lavado el cabello también, por lo que lo tenía húmedo y cayendo por toda mi espalda.(Aquí)
Giré mi rostro hacia el lado derecho del pasillo por donde alcancé a captar sus voces, y sí, caminaban hacia el fondo dándome sus espaldas y riéndose de algún comentario extra de Louis.
Tomé mi bolso pequeño en las manos y salí de la habitación, apenas cerré la puerta me di la vuelta dándoles la espalda también, no quería verlos a los ojos y comenzar a llorar. Pero había algo, ese algo que me decía por dentro que necesitaba descargarme y quería a ese estúpido quinteto llamado One Direction conmigo. Me detuve instantáneamente y observé el suelo con los ojos ya cristalizándose por las lágrimas que querían salir. Doblé mis rodillas y guardé mi rostro entre mis piernas, abrazándome a mí misma con mis brazos. «No llores», me dije. Nada sucederá.
— ¡Espérenme abajo! —Escuché gritar desde el otro extremo.
Sentí las fuertes pisadas caminando en un principio, luego se detuvieron un par de segundos y corrieron después hacia mí con rapidez. «No, no vengas», pensé.
Cuando la persona se arrodilló a mi lado y tocó mi hombro fue donde no pude soportarlo más, levanté la mirada totalmente llena de lágrimas y me arrojé a sus brazos. No importaba si era un extraño, si solo era un trabajador del hotel o incluso uno de los chicos, yo quería descargarme y lo tenía frente a frente.
Ahogué mi llanto en su pecho mientras lo abrazaba con fuerza y sus brazos también me rodearon, haciéndome entender que estaba de mi lado. Lloré por todas las veces que mi padre llamaba solo para decir lo bien que le habían calificado por sus proyectos y diseños, por las veces que recordaba ser feliz a su lado en la infancia, por no dejarme vencer nunca ante los esfuerzos de la vida. Pero ahora no lo sostuve tan profundo como antes y había dejado salir mi debilidad frente a un desconocido.
Sollocé unos minutos mientras me calmaba, y cuando finalmente recobré la conciencia madura me dediqué a mirarle a los ojos y agradecerle por estar ahí. Solo que no pude asimilar todo cuando reconocí su cabello oscuro y su penetrante mirada que siempre me observó con desganas y odio.
— Zayn… —Susurré.
El ogro, el señor “meenojoportodo”, el indiferente se encontraba abrazándome en el piso del pasillo de un hotel en Los Ángeles. Y lo increíble de todo, es que por fin le agradecía por encontrarse en el momento adecuado sosteniéndome en él como si fuese a desaparecer en cualquier instante.
— Zayn… —Volví a decirle.
Él curvó sus labios formando una pequeña sonrisa al escuchar su nombre saliendo de mi boca y levantó sus palmas para rodear mi mandíbula. Se inclinó y chocó nuestras frentes suavemente, luego besó mis mejillas por donde habían caído las lágrimas y me observó atentamente.
— ¿Quieres hablar? —Me preguntó, le asentí—. Puedo llamar a Louis o a Liam…
— Contigo.
Mi interrupción a su propuesta lo sorprendió, se separó lo suficiente para levantarse del suelo y tenderme una mano en mi ayuda. Le agradecí el gesto y le sostuve la palma alzándome desde el piso. Cuando iba a soltar nuestro agarre, un fuerte apretón de mi parte lo detuvo, si me despegaba de él comenzaría a llorar otra vez y no quería dejarme ver así de nuevo.
Abrió la puerta de su habitación y entramos cogidos de la mano, si alguien nos observase pensaría cosas extrañas de inmediato y llamaría a los paparazis, pero estábamos a salvo.
Me dejé caer en la cama y él se sentó a mi lado, observándome totalmente preocupado. Suspiré y comencé a explicarle todo. Desde el momento en que me separé de él en el aeropuerto hasta donde vi por última vez a mi padre salir de ahí mismo completamente agitado.
— Escapaste de tu padre —Afirmó.
Yo desvié la mirada y quise soltarme de nuestro agarre, pero al igual que cuando yo lo hice, él no me dejó. Las lágrimas otra vez intentaban salir.
— No dejes de mirarme —Me ordenó, volteé la mirada—. Es tu padre, soy parte de una banda famosa y él nos encontró abrazados. Yo también me pondría celoso si mi única hija es requerida por alguien como nosotros.
Me hizo gracia la forma en que pronunció la palabra “nosotros”, lo que me hizo sonreír. Zayn tenía razón, mi padre solo estaba complicando las cosas al juntar mi trabajo con sus celos, y por más que lo rechazara seguiría igual.
Levanté mi espalda del colchón y quedé a la misma altura que él, puede que en un principio no me gustase la forma en que me trataba, pero luego de casi 6 meses junto al grupo aprendí muchas cosas. Era un chico misterioso con una rara forma de demostrar que algo le gusta, cuando sonríe realmente su rostro se ilumina, es atento con los cuidados de otras personas, celoso, no tanto como Harry pero lo era, y para agregarle otra característica al montón de unidades, en el fondo creía que me estaba enamorando de él. A pesar de que en solo 5 días todo se fuese a la mierda.
Había Directioners, fans por todos lados y esquinas del aeropuerto. No dejaban caminar, hacer un espacio, observar, respirar, nada. Por un momento pensé en gritarles a cada una de ellas que me no tendrían ventaja alguna solo por pedirles un autógrafo o un abrazo, ya que muy en el fondo logré sentirme celosa de tanto llamado de atención.
Vi a Harry junto a Louis conversando con varias chicas norteamericanas y sobretodo, latinas. Conocí a una de ellas en The Next Time, se llamaba Florencia, aunque luego cambió su nombre por Antonia. “Flan” era como le decían; un sobrenombre raro, pero le gustaba y era realmente amigable.
Regresando donde dejé al par Stylinson, no ocurrió nada interesante, nada, nada… hasta ese instante en que el castaño tomó una de las cámaras de las chicas y apuntó al de rulos frente a él, rodeando con su brazo la cintura de una fanática.
No sé que sucedió, pero en el interior de mi mente creí conocer por primera vez la palabra “celos”. Eso no me estaba sucediendo a mí.
— ¿Perdona? —Escuché la voz de Liam a mis espaldas—. ¿Tú también quieres una fotografía?
Volteé con rapidez y me sentí increíblemente observada por un grupo grande de chicas que se encontraban a su alrededor. No creo que me hayan visto de una buena manera luego de ser de la atención de uno de sus ídolos.
— No te asustes, pequeña —Dijo otra vez—. A veces puedes tener alguna superioridad para los demás en mostrar nuestra fotografía.
Alargó su mano y le pidió a una de las fans tomarla con la cámara integrada al iPhone que traía consigo. Se acercó lo suficiente para rodear mi cintura con una de sus manos y disimuladamente me aproximó lo que más pudo hacia él. No sabía si seguirle el juego y posar, o simplemente mirarlo incrédula. Ninguna de las dos opciones anteriores fueron aceptadas, ya que en un rápido movimiento los dedos de Liam jugaron con los lados sensibles de mi cadera, dándome cosquilleos que se transformaron en sonrisas verdaderas.
Reí por unos diez segundos, los necesarios para que más de cinco fotos fuesen tomadas y guardadas. “Liam hace reír a una fan”, sería el titular esa tarde. Y yo pensé, «No soy una fan».
Lo empujé cuidadosamente de no ser tan dura y él solo rió, caminó hacia la chica que tenía el iPhone con la fotografía dentro y agradeció su disposición con un gran abrazo.
Cuando estaba dispuesta a girar sobre mí misma y ser invisible otra vez, un fuerte brazo me rodeó por el cuello, atrayéndome hacia su cuerpo.
— ¿No le pedirás su número, Liam? —Dijo Zayn, a solo centímetros de mi oído—. Siempre les preguntas al final de cada fotografía para guardarlo en tu móvil, ¿No crees que es una falta no seguir la tradición?
Creí escuchar muchos «Ooh» por las chicas alrededor y comentarios sobre mí a solo segundos de estallar.
Liam observó con gran seriedad el rostro de Zayn, estaba sonriendo y eso lo estaba molestando al parecer.
— ¿No lo harás? Bien, —Continuó el moreno—. Entonces yo lo haré.
Su extremidad dejó de tocar mi cuerpo y me hizo voltear hacia él, se inclinó un poco y con una sonrisa en el rostro susurró:
— Me encantaría besarte en este momento, y como no puedo hacerlo solo dame tu número. Lo necesito.
No escuché nada más después de la palabra “momento”, ¡Quería besarme! Con todo y su bipolaridad hizo que mis mejillas se encendieran en un dos por tres, se alejó unos centímetros y extrajo de sus bolsillos otro teléfono móvil en sus manos.
— ¿Y? —Dijo después de unos momentos en silencio.
Estuve pensándolo, si lo acepto, entonces seré envidiada y no querida por muchas de las chicas que se encontraban cerca de ambos y mucho más por Liam, pero por el otro lado, sería odiada por sus fans por no querer ser llamada por uno de los chicos más apreciados en ese momento. Que alguien me salvara, por favor.
— Ya dejen de jugar —Alguien masculino ordenó.
La frase la agradeceré en toda mi vida, me habían rescatado. Suspiré vencida por la vergüenza y volteé a ver a quién había llegado en mi salvamento.
Era un hombre, por supuesto. De unos 50 años y piel pálida, tenía en su chaqueta un prendedor de alguna institución artística junto con una carpeta en sus manos con planos en ella. El corazón había estado latiendo normal para la situación, pero cuando llegué a sus ojos se detuvo abruptamente al reconocer ese marrón profundo.
Mi padre Stephen se encontraba frente a mí.
— Vamos —Fue lo único que dijo antes de voltear y comenzar a caminar lejos del gentío.
Las personas alrededor comentaban atónitas ante el respeto que se le entregó cuando escucharon su voz, me encogí de hombros y empecé a dar los primeros pasos hacia él ignorando cualquier pregunta o mirada de parte de los chicos, que luego del silencio incómodo generado por el grupo de fans quedaron atentos a los comentarios de mi padre.
Una vez, cuando tenía 8 años, llevé conmigo a un compañero de la clase para regalarle unas galletas. Me gustaba, claro. Pero tenía miedo de cómo reaccionarían mis padres al respecto.
Kate se alegró, sabía que me atraía y por lo mismo le dio leche a parte de las galletas como muestra de su aprobación. No fue hasta que le llegó el turno a Stephen que realmente creí desfallecer.
Lo miró de pies a cabeza, incitándolo a encorvar su espalda en forma de respeto y bufó. Eso en idioma Padre, significa rechazado. El niño nunca más volvió a casa.
Su esencia de por sí ha sido de temer, y solo sus familiares sabemos como en el fondo es, un orgulloso y maduro hombre querido por su esposa e hija.
— Al parecer no he estado al tanto de la situación —Habló primero, al llegar a una de las esquinas de alguna puerta de embarque—. Estoy bajándome del avión para una entrevista en Los Ángeles sobre construcción y todo eso, cuando veo una multitud de chicas gritarles a un grupo de famosos. No lo pude creer sino hasta verte reír con uno de ellos donde te reconocí.
Me estaba regañando, lo sé. Pero ya tenía 18 años y más de 5 meses, podía defenderme ahora.
— Me has dejado como una niñita, papá —Le dije.
Su ceño por un momento se frunció y presionó más el agarre de su carpeta llena de papeles. Yo solo me crucé de brazos demostrándole mi enojo.
— ¿Cómo una niñita? No quiero verte convertida en una loca psicópata como ellas, ____. Creí que estabas trabajando.
Arrugué la nariz y lo miré a los ojos finalmente; no me iba a rendir.
— Es mi trabajo. Ellos son mi trabajo.
— No, tu trabajo está con Helen y no aquí queriendo tomarte fotografías con esos que se les subió la fama a la cabeza.
Apuntó hacia atrás de mí y luego se posicionó de la misma manera que yo cuando me enojaba.
— Estarás en casa mañana —Sentenció, dándome una estocada de furia por dentro—. No quiero quejas… —Dijo antes de que protestase—. Ni excusas. Llamaré a tu madre para que hable con Helen. Nada más de esto.
Sacó de su bolsillo un teléfono y marcó el número de Kate, yo abrí los ojos con sorpresa y con la frente arrugada abrí la boca:
— No puedes decirme que hacer.
Todo movimiento de su parte se congeló, pasado unos cuantos segundos después levantó la mirada y penetró la mía. Vamos, ____, no te dejes vencer.
— Ya lo hablamos una vez, te di una oportunidad con el tema de la universidad solo porque tu madre me dijo sobre lo mucho que te estabas esforzando en este tema, pero al verte momentos atrás con ese grupo de falsas personalidades me hizo cambiar de opinión.
Gruñí, él no estaba diciendo esto.
— Soy tu padre, y si me respetabas antes de los 18, ahora también lo harás.
Se me crisparon los ojos cuando terminó la oración, yo no era una cría que deben controlar más, había sido independiente mucho antes de cumplir mi edad.
Miré mi maleta a un costado de mis piernas, luego el lugar donde nos encontrábamos. Yo podía escapar.
Después de que se desconcentrase de mí llamando a Kate por su teléfono, tomé mis cosas, me preparé relajando mi respiración y comencé a correr. Los botines que Lou me había dejado no eran hechos para nada más que caminar, pero yo los haría volar si fuese necesario.
Escuchaba los gritos de mi padre llamándome desde muchos extremos del aeropuerto mientras me perseguía, hasta que encontré fácilmente la salida y llamé un taxi. Justo cuando el chofer partió rumbo al hotel, vi como Stephen salía agitado por la puerta principal de LAX; Listo, ____, habías ganado esta ronda.
— Si, en la esquina. —Le indiqué al conductor.
Se detuvo con lentitud y me abrió la puerta educadamente, no había rastros de algún camarógrafo o fans intentando obtener algún recuerdo de sus ídolos, por lo que supuse no estarían en el edificio.
Entré a recepción para marcar mi habitación y recibí las llaves, 603, sexto piso.
No fue hasta que estuve finalmente cerrando la puerta que solté todo el aire estresante que llevaba dentro. «Huiste de tu padre», me decía una y otra vez en mi mente. Las 17 llamadas perdidas de su parte lo confirmaban, él estaba intentando contactarme y no había dado resultados.
Dejé caer la maleta al suelo para luego sacarme los zapatos y correr a mi cama. Quedé observando un buen rato el techo blanco del dormitorio, pensando en cosas como «Solo te quedan 5 días, disfrútalos». Pero luego venía la imagen de mi padre en las puertas del aeropuerto y desaparecía ese sentimiento.
Creo que dormí, porque al abrir otra vez los ojos me di cuenta de la hora y ya eran las 2 de la tarde. Me levanté del colchón para dirigirme al baño y darme una ducha, la necesitaba. Escuché voces en el pasillo en el momento que me vestía y las reconocí al instante. Con una blusa tejida con flores blanca, unos shorts de mezclilla rosada y sandalias cafés, abrí la puerta. Me había lavado el cabello también, por lo que lo tenía húmedo y cayendo por toda mi espalda.(Aquí)
Giré mi rostro hacia el lado derecho del pasillo por donde alcancé a captar sus voces, y sí, caminaban hacia el fondo dándome sus espaldas y riéndose de algún comentario extra de Louis.
Tomé mi bolso pequeño en las manos y salí de la habitación, apenas cerré la puerta me di la vuelta dándoles la espalda también, no quería verlos a los ojos y comenzar a llorar. Pero había algo, ese algo que me decía por dentro que necesitaba descargarme y quería a ese estúpido quinteto llamado One Direction conmigo. Me detuve instantáneamente y observé el suelo con los ojos ya cristalizándose por las lágrimas que querían salir. Doblé mis rodillas y guardé mi rostro entre mis piernas, abrazándome a mí misma con mis brazos. «No llores», me dije. Nada sucederá.
— ¡Espérenme abajo! —Escuché gritar desde el otro extremo.
Sentí las fuertes pisadas caminando en un principio, luego se detuvieron un par de segundos y corrieron después hacia mí con rapidez. «No, no vengas», pensé.
Cuando la persona se arrodilló a mi lado y tocó mi hombro fue donde no pude soportarlo más, levanté la mirada totalmente llena de lágrimas y me arrojé a sus brazos. No importaba si era un extraño, si solo era un trabajador del hotel o incluso uno de los chicos, yo quería descargarme y lo tenía frente a frente.
Ahogué mi llanto en su pecho mientras lo abrazaba con fuerza y sus brazos también me rodearon, haciéndome entender que estaba de mi lado. Lloré por todas las veces que mi padre llamaba solo para decir lo bien que le habían calificado por sus proyectos y diseños, por las veces que recordaba ser feliz a su lado en la infancia, por no dejarme vencer nunca ante los esfuerzos de la vida. Pero ahora no lo sostuve tan profundo como antes y había dejado salir mi debilidad frente a un desconocido.
Sollocé unos minutos mientras me calmaba, y cuando finalmente recobré la conciencia madura me dediqué a mirarle a los ojos y agradecerle por estar ahí. Solo que no pude asimilar todo cuando reconocí su cabello oscuro y su penetrante mirada que siempre me observó con desganas y odio.
— Zayn… —Susurré.
El ogro, el señor “meenojoportodo”, el indiferente se encontraba abrazándome en el piso del pasillo de un hotel en Los Ángeles. Y lo increíble de todo, es que por fin le agradecía por encontrarse en el momento adecuado sosteniéndome en él como si fuese a desaparecer en cualquier instante.
— Zayn… —Volví a decirle.
Él curvó sus labios formando una pequeña sonrisa al escuchar su nombre saliendo de mi boca y levantó sus palmas para rodear mi mandíbula. Se inclinó y chocó nuestras frentes suavemente, luego besó mis mejillas por donde habían caído las lágrimas y me observó atentamente.
— ¿Quieres hablar? —Me preguntó, le asentí—. Puedo llamar a Louis o a Liam…
— Contigo.
Mi interrupción a su propuesta lo sorprendió, se separó lo suficiente para levantarse del suelo y tenderme una mano en mi ayuda. Le agradecí el gesto y le sostuve la palma alzándome desde el piso. Cuando iba a soltar nuestro agarre, un fuerte apretón de mi parte lo detuvo, si me despegaba de él comenzaría a llorar otra vez y no quería dejarme ver así de nuevo.
Abrió la puerta de su habitación y entramos cogidos de la mano, si alguien nos observase pensaría cosas extrañas de inmediato y llamaría a los paparazis, pero estábamos a salvo.
Me dejé caer en la cama y él se sentó a mi lado, observándome totalmente preocupado. Suspiré y comencé a explicarle todo. Desde el momento en que me separé de él en el aeropuerto hasta donde vi por última vez a mi padre salir de ahí mismo completamente agitado.
— Escapaste de tu padre —Afirmó.
Yo desvié la mirada y quise soltarme de nuestro agarre, pero al igual que cuando yo lo hice, él no me dejó. Las lágrimas otra vez intentaban salir.
— No dejes de mirarme —Me ordenó, volteé la mirada—. Es tu padre, soy parte de una banda famosa y él nos encontró abrazados. Yo también me pondría celoso si mi única hija es requerida por alguien como nosotros.
Me hizo gracia la forma en que pronunció la palabra “nosotros”, lo que me hizo sonreír. Zayn tenía razón, mi padre solo estaba complicando las cosas al juntar mi trabajo con sus celos, y por más que lo rechazara seguiría igual.
Levanté mi espalda del colchón y quedé a la misma altura que él, puede que en un principio no me gustase la forma en que me trataba, pero luego de casi 6 meses junto al grupo aprendí muchas cosas. Era un chico misterioso con una rara forma de demostrar que algo le gusta, cuando sonríe realmente su rostro se ilumina, es atento con los cuidados de otras personas, celoso, no tanto como Harry pero lo era, y para agregarle otra característica al montón de unidades, en el fondo creía que me estaba enamorando de él. A pesar de que en solo 5 días todo se fuese a la mierda.
Intentaré de subir 2 capítulos hoy, ya que me quedé enferma en casa y ando con imaginación :)
Cassedy
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
Hola Cass!... Me encanto el capitulo!... La rayis al fin supero a su padre!... Yo moriria si mi papa es asi! Jjajajaj... Ok... Awwww, siempre el setsy de Zayn esta ahi para ayudarlaa! Debes seguirla, linda! Espero el proximo capitulo! :)
Besitos
Besitos
{#Iara Styles}.
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
:) Soy feliz cada vez que leo esta novela.
Theflashes
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
OH YEAH! Cass se enferma resultados...
I M A G I N A C I Ó N
al 670% como para unos 2 casp :33Melanie♥1D
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
Me encantó el capítulo, es que fue tan dsldslñads
Esta novela me deja flasheada de la felicidad al leerla, es que es muy bonita <3 sajkdskl ¿Cómo haces? ¿Eh?
Bueno... lo que iba a decirte es que Zayn es tan "asjdlkdskldsk" los chicos son tan "asjdlkdskldsk" y todo es tan "asjdlkdskldsk"
Ya... que tengo que decir ahora... Eh... ¡Síguela babe!
I love you xx
Esta novela me deja flasheada de la felicidad al leerla, es que es muy bonita <3 sajkdskl ¿Cómo haces? ¿Eh?
Bueno... lo que iba a decirte es que Zayn es tan "asjdlkdskldsk" los chicos son tan "asjdlkdskldsk" y todo es tan "asjdlkdskldsk"
Ya... que tengo que decir ahora... Eh... ¡Síguela babe!
I love you xx
Anni. [BrujaBuena]
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
Wow enfrento a su padre... si yo hago eso me muero... jajjaa, que tierno Zayn...
Me gusto! Jajaja
Me gusto! Jajaja
Evelyn Mcginty
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
Wow! Tu novela me encanta encerio es tan "asjakajakalaks" LA AMO <3 me puedo casar con ella ¿no? Okey :(no hay momento que no vea si subiste capitulo & si lo subes me pongo a hacer mi baile feliz 8--) okno síguela cuando puedas:) besos:* xx
SammiHoran
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
no podré subir el otro capítulo, me siento muy enferma ahora :c
Cassedy
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
Síguela
Síguela
Síguela
Síguela
Síguela
Tienes que seguirla
Besos Sonia
Síguela
Síguela
Síguela
Síguela
Tienes que seguirla
Besos Sonia
Invitado
Invitado
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
sgfoiusyhdilfsahd<333 la amo,seguila! me encanta
Invitado
Invitado
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
Me encanto el capituloooo! :)
Que mal eso de estar enferma pero el rsultado me gusta...
Bueno espero el proximo capitulo y que te mejores
Saludos!
Que mal eso de estar enferma pero el rsultado me gusta...
Bueno espero el proximo capitulo y que te mejores
Saludos!
Invitado
Invitado
Re: Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]
Algo me dice que al final se quedara con zayn nadamás.xp porque con eso de que disque el la odiaba y ahora con todo esto yo digo qe si XD
Harriet
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