Entrega la Evidencia y nadie saldrá herido. (One Direction y tú) [TERMINADA]

— ¡Sal ahora mismo! — Se escuchaba la voz enfadada de Lou al otro lado de la puerta. — ¡Contaré hasta 10, Louis! ¡1!...
Ninguno de los 2 hacíamos ademán de querer movernos, solo podía ver sus ojos clavados en los míos a la espera de mi respuesta ante tal confesión, aunque yo estaba totalmente en blanco.
— ¡2!...
Lou seguía con su cuenta enojadísima, e incluso pude escuchar un poco las voces de los demás intentando calmarla pero ella se resistía.
— ¡3!...
— Debemos de salir, Louis… — Intenté decir.
— No lo haré hasta que me respondas.
Levanté una ceja.
— ¿Responderte qué?
— ¡4!... — Se escuchó a Lou.
— Te lo haré más fácil… — Suspiró con sus mejillas aún más rojas. — Saldrás de aquí solo si me besas.
¿¡Besarlo!? ¿Acaso el mundo estaba loco? ¿Estaban conspirando contra mi vida? De ninguna manera. Yo no era una p*ta que se besuqueaba con cualquiera solo por obtener su primer beso. No.
— No. — Le respondí seriamente. — No puedo besarte.
— ¡5!...
— ¿Por qué? ¿Dejas a Harry acercarse y nosotros no? — Buen punto. — No te estoy preguntando si puedes o no. Te lo estoy confirmando.
Abrí más los ojos.
— ¡6!...
Louis se acercó más a mi rostro y acarició su nariz contra la mía, lo que me dio una descarga en la columna, subiendo desde las caderas hasta la nuca con mucha rapidez.
— Solo quiero besarte, ____... — Sentía cada vez más cerca su respiración. — Llevo así desde que te vi por primera vez, y con mi falsa apariencia al parecer no pude acercarme tanto como Hazza…
— ¡7!...
— Vamos, pequeña… — Rozó sus labios contra los míos y cerré los ojos. Ya no lo resistía más. — Adiós al Tommo que conociste…
— ¡8!...
Y ¡Click!. Nuestras bocas se juntaron con tanta necesidad que mi cuerpo se retorció en su posición intentando mantenerse en pie, lo que fue imposible luego de que el beso llegara a más profundidad con sus manos sosteniendo mis brazos. Era mi segundo beso en menos de un par de días y lo volvía a repetir diciéndome a mí misma; lo estaba disfrutando.
— ¡9!...
Aún quería más, pero entre el nueve y el diez de la cuenta regresiva de Lou solo pensaba en el segundo más largo de mi vida.
La puerta se abrió de golpe y Louis se separó de inmediato apoyando su mentón sobre mi hombro, con su respiración agitada y yo parecida a un tomate. Los ojos de Lou se entrecerraron y tomaron al castaño por el cuello de su camisa, alzándolo y volteándolo con una fuerza increíble.
— ¡Debes de estar sordo, Louis William Tomlinson! ¡No vuelvas a encerrarte con ella nunca!
La Lou que conocía era muy diferente a como lo era ella ahí. Fría, chillona e irradiando furia por los aires. Toqué mis labios mientras observaba la escena madre/hijo que parecían dar ellos dos, mientras que el resto del grupo me observaba asombrado.
Harry me sonrió y me rodeó la cintura con un brazo, mientras me hacía caminar hasta llegar a los vestidores, fuimos seguidos de un muy enojado Zayn, un nervioso Niall y un indiferente Liam. ¿Qué le pasaba a todo el planeta hoy?
Yo no decía nada. Ellos no decían nada.
Me senté en uno de los sillones dejándome rodeada de 4 cuerpos en espera del quinto, mientras yo solo me comía las uñas pensando en qué dirán luego de saber de nuestro pequeño “encierro” en el vestidor.
Alcé los ojos para hablar y fui interrumpida.
— Perdón por haberte besado, ____. — Dijo Louis al llegar escoltado por una rubia estilista orgullosa. — No debí de haber respondido así…
Una gran sonrisa apareció en el rostro de Lou por detrás y nos miró a ambos sorprendida. Oh, cierto. Se supone que tengo “novio”. Además, se supone que yo había recibido un beso de Harry y de nadie más. Y lo peor de todo, es que Liam no sabía de ninguno de los dos.
— N-No es lo que piensas…
— ¡¿Besaste a Louis!? — Interrumpió la rubia.
Mis dedos ya se estaban quedando sin la protección de las uñas por tanto nerviosismo y miré directamente hacia mi regazo. Me parecía a una niña de 15 años siendo reprimida por su madre.
Escuché un fuerte golpe en mi sillón y al voltear, el rostro de Zayn miraba el mío con la mayor indecencia que pude haber visto en unos ojos.
— Zayn, cálmate. Solo fue un beso. — Soltó Harry en mi defensa. Aunque tenía doble sentido par él por ser el primero en hacerlo.
— Harry, cállate de una buena vez. — Dijo a rastras el moreno tatuado. — ¿Por qué no le dices a Liam que tú ya nos llevas demasiada ventaja?
Un agarre por parte de Liam me sostuvo el brazo derecho, me levantó del asiento y mirándolos a todos en silencio dijo.
— No me importa quién la haya besado antes. Solo es un maldito beso. — Abrió su boca. — Y están hablando de ella como si fuese un objeto.
Sus facciones de la cara estaban más apretadas de lo normal, lo que me hizo observarlo con detención.
Liam se identificaba por ser el que mandaba al grupo, solo por tener una personalidad madura. Pero en el poco tiempo en que he estado con él, primera vez que sacó toda su madurez al aire.
— Les dije que si se metían en su vida privada esto pasaría. No tienen ni una pizca de conciencia en lo que están pensando.
Lou asintió y sonrió interesada en la conversación.
— También deben entender que solo está disfrutando de sus vacaciones con Grif.
Un ligero apretón sentí de su agarre. Liam se estaba controlando de decírselo también a él mismo. Hacerse entender que éramos muy diferentes. Vidas diferentes. Todo.
Ellos se habían impregnado en mi corazón como cangrejos. Los quería y demasiado.
— Yo me largo. — Solté sin más.
No soportaba estar entre el grupo más. Así que me deshice del brazo de Liam y tomé mis cosas para salir del bastidor, sin antes darle una advertencia a Lou con mi mirada de que no me siguiera.
Agarré mi teléfono y llamé a Will. Él sabría ordenar mis pensamientos y de paso de que me esperara con pizza en el hotel.

— Helen dijo que debo volver en un par de días. — Dijo Will en medio de nuestra conversación.
— ¿Un par de días? ¿Por qué? — Asalté en su sillón.
— Estuvo muy ocupada estos días y necesitaba de mi “ayuda”. Cómo si crear puzles fuese una ayuda… — Hizo una mueca. — En realidad debe de haberlo hecho al sospechar que eran mis vacaciones.
— ¿Y no lo fueron? — Pregunté.
Una risa salió de su garganta y asintió. — Claro que lo fueron, y las más divertidas que he tenido con mi mejor amiga.
Sonreí también y me acomodé en el asiento. Will siempre sabía alegrarme el día.
— Solo recuerda llevarle algo a tu verdadera novia.
Moví mis cejas en proposición cómica y rió más. Éramos como unos adolescentes dentro de su habitación.
Luego de comernos “las” pizzas, porque él suele comer más que yo… bueno, yo suelo comer más que él; me devolví a mi habitación tras contarle todo lo sucedido con Louis, beso, Liam maduro y la huida.
Will solo me respondió, “Me harás otro enamorado si sigues con tus pretendientes” y yo reí.

Al siguiente día por la madrugada, los brazos de Niall me zarandearon de un lado a otro, haciéndome abrir los ojos y encontrándolo a horcajadas sobre mí. Dejando caer todo su peso sobre mi cuerpo.
Mis mejillas enrojecieron y él preguntó sonriente:
— ¿Puedo dormir contigo?
¿Me estaba pidiendo permiso en acostarse conmigo? ¿Luego de escabullirse todas las mañanas anteriores sin ello?
— S-Si… — Respondí confundida.
Se levantó de mí y tomó una de mis manos con delicadeza para alzarme de la cama.
— ¿Por qué…?
— En mi habitación. — Me interrumpió.
Entrelazó sus dedos con los míos y me hizo salir de mi dormitorio sin resistencia. ¿Por qué en su pieza?
Recordé en las ropas en que andaba y me detuve rápidamente.
Estaba solo con una polera de tiras blanca y shorts de tela azul marino. El pijama perfecto para días de verano pero todo lo contrario cuando tenías un chico en frente de ti. (Aquí)
— ¿Qué sucede? — Preguntó aún con una sonrisa de par a par.
Negué con al cabeza nerviosa y solté nuestras manos.
— Mi ropa…
— Eres un idiota, Niall. — Escuché una voz detrás de mi nuca y di un salto del susto.
Al voltearme los cabellos mojados de Zayn aparecieron a mi vista y me sonrojé a más no poder. ¿Qué estaba haciendo ahí? Se veía totalmente relajado.
— No me llames así, Zayn. — Dijo el irlandés molesto.
El moreno soltó un bufido y antes de entrar a su habitación miró mi cuerpo de pies a cabeza para finalmente decir:
— Lindo.
Y ahí fue cuando Niall tomó mi peso y entró a su habitación cargándome sobre él. Yo, solo estaba atónita. El señor “meenojoportodo” me acababa de decir que mi pijama era “lindo”.

2/2…

— ¿Cómo conociste a Will? — Me preguntó Niall mientras acomodaba su pecho en mi espalda al acostarnos.
De hecho, era la única pregunta que sacó luego de que Zayn opinase sobre mi pijama. Y eso lo tenía bien guardado.
— En una visita a The Next Time. — No era una mentira del todo. Él fue el primero en recibirme al entrar para saludar a Helen.
— Conoces mucho de esa revista. — No fue una pregunta.
Solo asentí y cerré los ojos esperando a que no volviese a preguntar nada más. Solo que el día no estaba de mi lado.
— ¿Cómo se siente?
Confundida por su consulta me volteé en sus brazos y lo miré a los ojos. ¿Sentir qué?
— Es tu mejor amigo. ¿No? — Se acercó un poco susurrando. — Solo yo soy el que lo sabe…
Sonreí y le asentí. Niall puede ser muy inocente, pero cuando se trata de secretos es lo bastante confiable para guardarlo.
— Entonces… ¿Cómo se siente ser besada por alguien como nosotros?
Paré de sonreír y el pecho se me aceleró. Nunca lo había pensado. Y eso que un par de labios ya habían estado sobre los míos y solo duraron lo suficiente para dejarme en blanco.
— Y-Yo… No lo sé… — Desvié mi mirada avergonzada.
¿Por qué me estaba preguntando algo así?
— Louis dijo que el de ambos había sido mejor que el de Harry, ¿Es verdad?
Esa conversación me hacía sentir más incómoda, pero por su parte parecía totalmente normal. Como si fuera una plática sobre perros.
— ¿Mejor…? — Me ahogué yo misma entre mi pregunta.
Él asintió y con el dedo índice acarició mi labio inferior. Dándome una descarga cardíaca en el corazón.
Pasaba cada segundo y sus ojos no se removían de los míos, hasta que sonrió y su mirada brilló.
— Se me acaba de ocurrir una idea. — Dijo por fin.
Soltó su dedo de mi boca y se separó un poco para tomar mis mejillas entre ambas manos. Estaba loco.
— ¿Cuál? — Pregunté inocente.
— Tú me dirás que sientes cada vez que suceda, ¿De acuerdo?
— ¿Suceda qué? — Volví a preguntar.
Rió y me dejó ver su sonrisa. Tan blanca como podían hacer los dentistas.
— Los besos, ____. Los besos.
Y cuando iba a protestar, sus labios presionaron los míos con ternura. Dándome nada más tiempo de cerrar los ojos y seguirle el paso.
A veces era imposible decirle que no, y cuando eso sucedía las consecuencias eran claras. Yo tenía un rubio irlandés jugando con mi boca ahora, y un juego más de lenguas entre mi paladar.
Cada vez que intentaba ganarle, sujetaba mi nuca para hacerme rendir. Solo veía por mis labios, no respiraba, no pensaba, no escuchaba. Era mi boca contra la de él.
Hasta que el aire nos hizo falta fui capaz de asimilar todo. Él me estaba besando, del mismo modo que Harry y Louis. Pero éste beso era totalmente diferente al igual que eran los otros dos entre ellos.
Se separó lentamente respirando con dificultad y apoyó su frente contra la mía para recuperar sus pulmones, de la misma manera que yo intentaba hacerlo.
— ¿Y…? — Preguntó luego de un par de minutos.
Miré sus ojos recordé la cita en Venecia para pensar; “Niall hubiese sido el primero si no fuera por el término del viaje en la góndola”.
— ¿Qué sentiste? — Dijo como si nada.
Desvié la mirada y me separé de él despacio.
Lo observé a los ojos finalmente ordenando mis pensamientos y dije. — No lo presumas.
Saltó de la cama tan feliz que cayó de espaldas al suelo, yo lo único que podía hacer era reír y mirarlo por encima de las sábanas cómo se sobaba la cabeza con cuidado.
— ¿Soy el mejor? — Preguntó mostrando sus dientes de tanta sonrisa.
Reí y al levantarme de la cama le asentí. Su orgullo estaba por los límites.
Cuando caminé hacia la puerta y antes de abrirla tomó mi muñeca y dijo.
— Debes besar a Liam y Zayn. — Su sonrisa desapareció.
Volteé a verlo atónita ante su frase. ¿Por qué me estaba diciendo eso?
— Uno de nosotros debe ganarte el corazón ¿o no?
— ¿Qué estás diciendo, Niall? — Le pregunté.
— Estoy diciendo, que uno de nosotros es el que en realidad te gusta. No son solo besos para nosotros, ____. A mí me gustas. A Harry, Liam y Louis también, eso lo sabes. Pero…
— ¿Estás intentando decirme que le gusto a Zayn? — Fue la única pregunta que cruzó mi cabeza.
Abrió los ojos como platos y sus mejillas cobraron vida. La intriga comenzó a matarme por dentro.
— Vamos, Horan. ¿Gustarle a Zayn Malik? — Escupí.
Niall retrocedió soltándome y asintió al fin.
Eso era imposible. El idiota desde el primer momento en que debió haberme visto en Londres su actitud mostró lo contrario. Solo quería quitarme el celular cuando tenía tiempo. Así era todo siempre. Él no podría estar enamorado de mí.
Fruncí el ceño y miré a Niall tratando de esconderse entre él mismo, lo que me hizo ablandarme un poco y suspirar. El pobre no tenía la culpa de nada.
Tomé sus manos y me paré de puntillas para besar rápidamente sus labios, dejándolo sorprendido y a mí con una sonrisa nerviosa saliendo de su habitación.

— El vuelo es a las 9 de la mañana. — Escuché decir a Hel desde el otro lado del teléfono. — Dile a Will que me traiga los informes que supongo estarán listos.
Lo olvidé. Estuve casi una semana sin enviarle noticias sobre los chicos y heme aquí, sentada en el escritorio de mi habitación en Roma sin hacer nada.
— Claro. Si llama Kate mándale saludos de mi parte. — Y corté.
Con eso pensaría al menos que he hecho mi trabajo. Pero, ¿Qué pondría en ellos? “El mejor besador entre los tres que me han besado es Niall?” No puedo hacerlo. Era algo estúpido.
— ¿Puedo entrar? — Escuché la voz de Liam en mi puerta.
Volteé y el silencio me comió por los poros. “Debes besar a Liam y Zayn” fue lo que dijo el irlandés, pero el verbo “besar” no era como solo “realizar”.
— Pasa. — Le dije sin ánimos de nada.
El pedazo de madera rechinó y me levanté del escritorio rascándome la cabeza por tanta información que intentaría recopilar y enviársela a Helen.
— ¿Irías conmigo a la Fontana de Trevi? — Me sonrió.
Su cabello estaba ligeramente levantado en la parte delantera y me di cuenta de que estaba listo para salir.
— ¿No será muy sospechoso que salieses sin una gorra o algo? — Le pregunté sonriendo.
Rió y sacó un jockey de su bolsillo balanceándolo delante de mí.
— No soy tan olvidadizo.
Con un vestido mitad negro y mitad azul eléctrico hasta por encima de las rodillas y unos zapatos tricolor de tacón alto salí a encontrarme con Liam. (Aquí) Solo que antes de que las puertas del ascensor se abrieran, un ruliento y conocido personaje apareció a mi lado.
— ¿Irás a una cita con Grif? — Me preguntó Harry.
Entramos a la caja y traté de soltar el aire que se detuvo en la respiración al recordar que tenía “novio”.
— No… — Susurré.
— ¿Entonces? — Se apoyó en la pared del ascensor.
— Liam me invitó por un paseo…
Su frente se arrugó y se cruzó de brazos.
— Así que ahora él si puede llevarte a una cita y yo no.
Estaba celoso.
Sonreí y reí disimuladamente. No podía esconderlo.
— Él no me obliga a hacer lo que yo no quiero. Como retenerme en el ascensor la vez en que llegó Will.
Harry bufó y desvió su mirada.
— Esa fue idea de Zayn. A mí solo me invitaron.
El cajón se detuvo en el primer piso y aún pasmada él sonrió, se acercó lo suficiente y recibí un mordisco de su parte en mi labio superior.
Las puertas se abrieron y lo golpeé en el hombro asustada tocándome el labio resentido.
— Suerte en tu “paseo”…
Ambos sonreímos y cuando volteé hacia Liam logré escuchar a penas el final de su oración.
— … la necesitarás.