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"Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
HOLAAAA!!!!! adivina adivina adivina quien llego ?? xDD wow me tarde casi 1 dia y medio en leer todo lo que me habia perdido rociii lo siento por no pasaar muy seguido pero sabes que siempre estoy presente...Awww hermosaa todo lo que me perdi, primero la rayis camino luego se hicieron novios, luegoo mucha ternura y miel por todos lados, luego la pelea por mauricio, luego mas ternura y miel por todos lados y luego OH POR DIOS PASARON TRES AÑOS!!!! me encuentro con que son empresarios y demas y que ademas YA NO ESTABAN JUNTOS ! pero luego volvieron y hubo mucha mas ternura y miel de nuevo xDDD esta novela es pura ternura y miele everywhere la amo la amo joe y dani padres *_* y los doctores tambien con el pequeño david *_* y kevin y la rayis comprometidos *_* y MUCHO 1313 xDDD pronto vendra babys kevinsitos y rayisitas, me dolio cuando kevin beso a celeste, pero luego todo se arreglo gracias a dios, oh dios mori cuando casi se iba de viaje xDD yo dije hasta cuando el drama dios mio hasta cuando??? xDDDD sin duda esta nove et tan encantadora como todo lo que tu hace roci en serio! es como una mezcla de emociones que wow ! en un momendo estas :D y en otro estas D: xDD y luego vuelves a estar :D xDDD raro no ? pero bueno la vida es rara y tu eres una de las mejores escritoras que conozco junto con tamara y orne que no he leido su nueva nove y la quiero leer porque estoy sehura que me encantara como las anteriores xD y sin mas que decir hermosa, solo que te amo y que eres perfecta y que a pesar que no comento a diarion como le dije a tammi sienpre estoy apoyandolas por que son mis mejores amigas cyberneticas xDD y son como mis mentoras xDD ya le habia dicho eso verdad? Te amooo hermosaa besitoos!!! eres la mejor *_* TE AMO!!
nicksis17
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Holis, ya estoy bien :D sólo tenía que pasar de día y dar mi brazo a torcer con una pastilla :( no soy muy de automedicarme por cualquier cosita, tengo que estar de muerte lenta.
Much Love everywhere <3
qué lindos!!
Está bien, te empiezo a creer que no habrá más drama porque al menos nos propuso matrimonio :D y lo hizo de una forma hermosa, maravillosa, única, divertida… Kevin, salte de la novela y ven a pedirme matrimonio!! Ok ya
Está bien, ya acepto que no soy la única penosa pero es que en parte yo soy bastante directa con eso, ya no lo veo como un tema tabú :/
Me acordé de lo que quería decirte: tendrás nueva nove con Nick pero que el título lleva la palabra “lágrimas” aaaahh, noo, de nuevo no jaja. Espero leerla porque me encanta la forma como describes los sentimientos así como tu creatividad :)
Sí, que sí… TIENES TALENTO, LINDIS.
Te amoo un montón y esperaré ese mega súper largo capitulo :)
Much Love everywhere <3
qué lindos!!
Está bien, te empiezo a creer que no habrá más drama porque al menos nos propuso matrimonio :D y lo hizo de una forma hermosa, maravillosa, única, divertida… Kevin, salte de la novela y ven a pedirme matrimonio!! Ok ya
Está bien, ya acepto que no soy la única penosa pero es que en parte yo soy bastante directa con eso, ya no lo veo como un tema tabú :/
Me acordé de lo que quería decirte: tendrás nueva nove con Nick pero que el título lleva la palabra “lágrimas” aaaahh, noo, de nuevo no jaja. Espero leerla porque me encanta la forma como describes los sentimientos así como tu creatividad :)
Sí, que sí… TIENES TALENTO, LINDIS.
Te amoo un montón y esperaré ese mega súper largo capitulo :)
Invitado
Invitado
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Capitulo cincuenta y siete:
Era primavera, que mejor estación para empezar un día en que el sol brille como un diamante y estuviera fuera del alcance de las nubes que podían entorpecer el día. Era hermoso sentir la calidez que brindaba sus rayos al escabullirse por las cortinas blancas del ventanal y recorrer casi todo la habitación hasta chocar contra mi espalda descubierta.
Ya estaba despierta, pero no quería abrir mis ojos por el simple hecho de que me sentía complacida al estar allí. Como si tuviera frío, me aferre más al cuerpo de Kevin como si también tuviera miedo de quedar sola.
Su cuerpo se sentía tan cálido, que parecía un gatito buscando calor en él. Sinceramente me negaba a dejarlo de abrazar, mientras mis sentidos lo sentían a la perfección. Inevitablemente no podía olvidar la noche anterior, y mientras más lo recordaba sonreía a la vez que acomodaba mi rostro en su pecho. Estaba complacida al máximo estando con él, que nada podía separarme de él.
Cuando un rayo cegador llego a tocar mis parpados, con obligación tuve que abrir mis ojos con pesadez pero sin dejar de sonreír. Mire hacia los pies de la cama, y sonreí al vernos reflejados en el espejo. Él seguía dormido, viéndolo tan encantador por como se veía dormido. Se lo veía tranquilo y en paz, mientras su respiración era suave a la vez que su pecho subía y bajaba. Me pregunte si molestaba que estuviera mi cabeza sobre su pecho, pero cuando quise levantar un poco mi rostro su mano derecha se coloco en medio de mi espalda, haciendo que me tensara pero a la vez me sintiera complacida. Sentir las yemas de sus dedos sobre mi espalda desnuda hacia que recordara con más intensidad la noche anterior. ¡Dios! Aun no me deja de sorprender y de hacerme sentir que no tenía veintiséis años sino que era una adolescente en pleno momento íntimo con su primer amor. Me hacía sentir tan diferente pero en sí toda una mujer.
“Sin duda me cambio la vida” pensé viendo mi mano izquierda que estaba decorada con un hermoso anillo de oro con un diminuto pero perfecto diamante en medio. Sonriendo y con un movimiento lento lo mire directamente. Aun mantenía sus ojos cerrados, y pude verlo dormir otra vez como lo hacía desde el día de nuestro compromiso. Reprimí el deseo de contornear sus hermosos y adictivos labios con mis dedos, ya que no quería despertarlo para nada, por lo que me entretuve viendo su retrato, ese mismo que le había hecho a mano cuando habíamos cumplido nuestro mes de novios. Veía el retrato y lo miraba a él, y era sorprendente lo cambiado que estaba. Inclusivamente yo misma podía verme distinta. Sin dudas cada año teníamos algo diferente al anterior, y me encantaba saber que a pesar de los años, estábamos juntos. Su decisión había sido perfecta el hecho de comprometernos. Ciertamente desde entonces nada nos separo, mucho menos cuando dimos el sí al momento de nuestra ceremonia, la cual fue muy sencilla pero tan mágica que nunca logramos olvidarla, mucho menos cuando Joe, cada vez que era nuestro aniversario, nos mostraba su video. Si no fuera porque lo conozco, diría que es un orgulloso que se lo admira porque siempre que veíamos el video de nuestro casamiento se sentía orgulloso por como le había quedado. Él no dejo de sentirse seguro por nada. Es seguro, más ahora que no deja ni un segundo de estar con su pequeña Sally que ya tenía cinco años. Era toda una dulzura que en su nacimiento nos hizo ser felices a ambas familias. Al año siguiente de su nacimiento, Kevin – como en cada momento de nuestras vidas – llego para mi cumpleaños con la fecha de nuestro casamiento entre sus manos. Creo que llore más que cuando nació Sally, porque al fin había llegado nuestro momento.
A dos años de nuestro casamiento, Nick y Alex habían decidido al fin comprometerse y en menos de tres meses se casaron. Ellos todavía no decidieron tener un bebé, al igual que Kevin y yo. Creíamos que no era momento para ello.
Sí la pregunta es cuanto paso desde nuestro casamiento, pasaron maravillosos y encantadores cuatro años de matrimonio. Y si la siguiente pregunta es porque me detengo a relatar en mi cuarto año de aniversario, es porque había pasado algo tan maravilloso como sorpresivo, del cual jamás me había esperado porque no me había detenido de hablar de ello con Kevin. Aun pensábamos disfrutar los dos juntos como matrimonio.
- ¿En que piensas? – me interrumpió al ver que me encontraba observando el retrato sobre su mesa de luz.
- En todo lo que paso – simplemente le sonreí recibiendo de su parte un dulce beso en mis labios de su parte – ¿Te sientes mejor? – pregunte recordando que el día anterior no había ido a las grabaciones del nuevo disco porque estaba algo congestionado.
- Me siento más que perfecto – y me beso rodeando mi cintura con sus brazos para abrazarme con más fuerza – después de todo… tengo a mi mejor cura – y me beso nuevamente mientras acariciaba su cabello.
En ese mismo instante sentí un familiar cosquilleo en mis mejillas a la vez que las sentía mojadas. Estaba llorando en silencio y sin ser consciente de la razón por el cual lo estaba haciendo. Estaba desconociendo el motivo, aunque en esa vez empezaba con algo nuevo que podría ser muy familiar para muchas mujeres.
- ¿Qué sucede? – lo escuche preocupado cuando dejo de besarme al momento de sentir en nuestro beso el sabor salado que producía mis lágrimas al llegar a la comisura de mis labios. Abrí mis ojos y sonreí, a la vez que las lágrimas seguían su camino invisible – hermosa… ¿Por qué lloras?
- No lo sé – respondí a la vez que secaba mis lágrimas con su ayuda – últimamente… me sucede a menudo – y él se preocupo, por lo que se sentó en la cama a la vez que me aferraba a su pecho – no tengo nada…
- No quiero verte llorar… no en estos momentos – susurro acariciando mi espalda, haciendo que me sintiera más que amada por él - ¿Segura que estás bien?
- Sí… – y le sonreí sincera a pesar de que sentía un cambio de animo que me era desconocido – ¿Hoy tienes que ir a la discográfica, cierto? – cambie de tema y él lo supo. Suspiro sabiendo que era perder el tiempo en querer sacarme algo.
- Sí, pero no…
- Estoy bien, de verdad – y lo bese al momento que me abracé a él, mientras escondía mi mirada de preocupada ya que me preocupaba lo que me estaba pasando emocionalmente.
Sabía que en cada año cambiaba algo de mí, pero lo que sentía era muy diferente a todos mis cambios que había experimentado. Más que se trataba de mis sentimientos y emociones. Era para preocuparme, y hasta no tener la respuesta de ello no iba a notificárselo a Kevin. Sí lo hacia, seriamos dos preocupados y eso no me serviría de nada; por lo que me decidí a solucionarlo por mis propios medios.
“Aprovechare que Kev estará en la discográfica para ver a Lauty.” Pensé al momento que Kevin me saca de mis pensamientos cuando hace ademan de levantarse de la cama.
- Te amo – y besa mi coronilla a la vez que me separo de él.
- Y yo a ti – y lo bese en los labios para después ambos sentarnos a los lados de la cama y así salir de la cama. Ya era momento de levantarnos, desayunar y cada uno hacer su rutina o por lo menos la mía sería diferente a las anteriores – ¿Panques con Carmelo de azúcar y abundante dulce de leche?
- Como siempre me gustaron – asentí mientras me enredaba en las sabanas y así ir al baño, o esa era mi idea – y si nos baña…
- Ven… - y ambos entramos al baño. Quizás jamás hubiera hecho algo así, pero con Kevin era totalmente diferente, porque me sentía más que segura con él. Además, después de cuatro años de matrimonio sería ilógico que me sorprendiera y sonrojara por sus propuestas totalmente intimas.
- Tu desayuno – y lo bese en los labios al momento de sentarme a su lado para desayunar sonriendo, aunque aun me sentía incomoda como mis sentimientos que se salían de control junto con mis emociones.
- Gracias – y me hizo salir de mis pensamientos para que lo mirara a los ojos, en donde disimule una sonrisa despreocupada – ¿Segura de que te sientes bien? – Volvió a preguntar y asentí tomando un sorbo de mi café – _______...
- Estoy bien… no te preocupes – insistí tomando su mano que estaba sobre la mesa – creo que iré a visitar a Lauty, hace mucho que no lo veo…
- Y de paso hazte un chequeo, me preocupa tu cambio de ánimo.
“¿Me descubrió?” Disimule despreocupación, pero él me hizo levantar la mirada y verlo.
- ¿Lo harás? – asentí y baje la mirada. Parecía no estar preocupado pero sabía que lo estaba. Nuevamente sentía un nudo en la garganta y en el estomago por querer llorar como nunca. “¿Qué me esta pasando?” Me pregunte y sentí en ese momento su mano acariciando mi muñeca con su dedo pulgar haciendo lo que lo mirara a los ojos - _________...
- No sé que me pasa… – susurre en casi un llanto ahogado y él se incorpora para abrazarme. “¿Qué me pasa?” Me volví a preguntar mientras lloraba en su hombro a la vez que sus manos acariciaban mi espalda – te necesito…
- Y aquí me tienes – murmuro sin soltarme haciendo que mi llanto se tranquilizara y sonriera a la vez que lo abrazaba con más fuerza. “Debo saber que me pasa urgentemente.”
- Te veo en la noche – lo despedí con un beso en los labios mientras subía a su auto – llega temprano y maneja con cuidado…
- Así lo haré – rodea mi cintura con sus brazos – cuídate y hazte el chequeo, me preocupas y mucho, no voy a mentirte…
- Así también lo haré – y le di un corto beso – cualquier cosa te llamo ¿Sí?
- Hazlo, o sino abandono la grabación y te busco…
- No me amenaces – dije seria y viendo su característico arqueo de seño termine carcajeando haciendo que él diera un suave suspiro. Creo que estaba considerando el hecho de que padecía bipolaridad con mis cambios de ánimos, ya que estaba más que preocupado – te llamaré… no te preocupes.
- Intentare hacerlo – y me beso nuevamente – ten cuidado. Te amo.
- Y yo a ti… – y él se subió al auto para dudar en arrancar hasta que asentí y él dio marcha atrás para dirigirse hasta la discográfica. Una vez que él no estaba a mi vista, volví a entrar a la casa en donde me aliste para ir al hospital. Estaba asustada, realmente me extrañaba estar así y no pensaba nada positivo. Todo había sido tan hermoso y feliz, que ya creía que era hora de tener otra prueba en donde dejaba paso al dolor. Nuevamente.
- Tranquila… todo va ir bien – intente animarme al entrar al hospital. Cuando me encontraba enfrente del despacho de Lautaro sentí un escalofrío – ¿Qué puede pasar? – me cuestione y creo que fue para peor, porque cuando iba a tocar la puerta con mis nudillos me gire en el lugar y como una niña teniendo miedo a las vacunas iba a irme pero justo en ese momento sale Lautaro con su bata una planilla entre su brazo.
- ________ – dijo sorprendido y con una sonrisa nerviosa me gire y lo mire.
- Hola… – lo salude disimulando placer al verlo cuando no era así, por lo menos no para lo que había ido en sí.
- Que bueno es verte… hace mucho que no me visitabas por aquí – reí nerviosa y él no noto - ¿Sucede algo? – pregunto preocupado como viendo y sintiendo mi preocupación floreciendo en mí.
- Sí – suspire nerviosa y con mis cambios de ánimos que me estaban volviendo loca. Tenía lo peor menos un hermosa noticia como la que recibí en ese día, la cual me haría vivir de nuevo y afrontar lo que nunca estuve segura de hacer porque aun me negaba a dar por perdido a quienes ame toda mi vida – últimamente me siento rara…
- Ven, entremos a mi despacho – me interrumpió colocando su mano por detrás de mi espalda y entrar los dos a su blanco despacho con su escritorio de madera de color caoba, en donde se encontraba dos portarretratos, una estaba David solo cuando cumplió su primer año y en el otro con el pequeño y Diana. No había nada más hermoso que un portarretrato familiar en donde trabajas – dime que es lo que tienes.
- Hay cosas que no le conté a Kev… - empecé a decir recordando cuando hacia más de una semana que me sentía así, incluyendo otros síntomas. Él se me quedo mirando como para que prosiga – hace como dos semanas en que presento cambios de ánimo; malestares; con apetito excesivo y otras veces sin querer ni ver cualquier alimento; algunas veces siento nauseas y otras no; me siento cansada… realmente tengo miedo.
- No llores – murmuro al levantarse de su asiento, rodear su escritorio y abrazarme – no tienes que tener miedo… es algo normal que sientas esos síntomas…
- ¿Normal? – Pregunte mirándolo a los ojos algo dudosa - ¿Cómo que normal?
- No te adelantare nada, puede que me confunda – decía mientras se volvía a su asiento en donde tomo su recetario medico en donde escribió algo y lo corto para entregármelo – hasta estos análisis, cuando tengas los resultados me vienes a ver…
- ¿Cuánto tardaran para su resultado? – pregunte mirando la lista de análisis que me debía hacer.
- Gracias a la avanzada tecnología, solo unas horas – sonrió, parecía saber que me pasaba mientras yo no tenía ni la más pálida idea de lo que podía estar pasando – si quieres saber como yo de lo que tienes, deberías apresurarte…
- Me asusta tu sonrisa – admití y cause que riera causando que sonriera, aunque tenía miedo de lo que podría dar como resultado esos análisis – iré ahora mismo…
- Ve sin miedo – y asentí antes de cerrar por completo la puerta detrás de mí. Estaba asustada, pero la sonrisa sincera de Lautaro me daba un poco de paz. Era medico ¿cierto? por lo que si sonreía debía estar en paz en que no tenía nada grabe.
¡Santo cielos! Esos síntomas eran tan obvios como para deducirlo por mi propio medio. Pero estaba tan asustada pensando lo peor que no veía lo que era más que obvio lo que estaba padeciendo, o mejor dicho lo que estaba llevando dentro de mí.
Luego de hacerme la lista de análisis, decidí esperar los resultados de cada uno en el bufet del hospital. No había nadie que conociera, solo personas desconocidas que estaban en ese lugar por diferentes casos.
Muchos eran familiares de embarazadas, otros de personas heridas o algunas que estaban en plena sesión de rehabilitación por alguna discapacidad en especial. En ese momento, al ver una chica de no más de quince años en su silla de ruedas, volví a recordar aquel momento en que yo estuve en su lugar. Pero a diferencia de mí, la hermosa adolescente tenía a su familia con ella. Sus padres, tíos, primos, abuelos y hermanos que le brindaba su apoyo y ayuda, haciéndola feliz emocionalmente haciendo olvidar por un momento que no estaba discapacitada.
Desvié la mirada hacia la ventana que daba hacia fuera de la calle, por donde caminaba un joven muchacho de la misma edad que esa chica. Suspire sonriendo. Sabía por simple deducción de quien se trataba.
Lo seguí con la mirada hasta presenciar el maravilloso beso de novios que le había dado aquel muchacho. Cerrando mis ojos recordé cuando lo vi a Kevin, dudando de sí era el mismo del cual me había enamorado por primera vez. “Que locura.” Reí dentro de mí viendo como los novios salían del bufet para pasear juntos. “Quien iba a decir que estoy casada con mi primer amor.” Suspire enamorada completamente, y como si estuviéramos conectados, al momento que desee llamarlo suena mi teléfono con la melodía que había elegido como identificador de llamada cuando se tratara de él.
Viendo la pantalla con su imagen, atendí sin titubear ni un momento. Ya estaba fuera de sí con mis emociones fuera de control.
- Mi amor – me dijo amando que empezara la conversación vía telefónica así – ¿Estas en el hospital?
- Hola, lindo – salude viendo mi almuerzo el cual no tenía ganas de almorzar. “Usual.” Bufe dentro de mí – sí, estoy esperando los resultados de los análisis.
- Me alegra saber eso – dijo en cuanto escucho la voz de su manager llamando a Kevin – linda, debo dejarte… el deber me llama – ante eso carcajee por como lo había dicho.
- Bien, ve… cuando sepa de los resultados te llamo – respondí y él suspirando afirmo que esperaba mi llamada para después cortar la llamada, la cual me había brindado un poco más de paz en cuanto a los resultados.
Antes de que la pantalla se apagara, vi la hora y dejando el almuerzo intacto junto con la paga del mismo, me dirigí hacia donde se encontraban ya listos los resultados de los análisis.
- Gracias – le agradecí a la secretaria que me entrego los análisis sonrientes. Supuse que había recibido una noticia o algo así, pero cuando me iba al rencuentro de Lautaro su comentario me dejo algo confusa.
- Felicitaciones…
- Gracias… - respondí nerviosa volviéndome para caminar e ir al despacho de Lautaro, pensando del por qué ella me había felicitado.
- Pasa – me abrió la puerta dejándome entrar al dejar espacio para que lo hiciera - ¿Son los resultados? – Pregunto al momento que se lo entregue, y confusa por la felicitación recibida de la secretaria, asentí – siéntate…
Y así lo hice esperando nerviosa a que me dijera lo que decían aquellos análisis. Parecía imposible, porque se tomaba el tiempo del mundo para analizar cada uno sin darle importancia lo tan nerviosa que me encontraba. Mis manos no dejaban de entrelazarse entre sí, dando indició de mis nervios que se salían de control.
Cuando dejo todos los análisis sobre su escritorio, levante la mirada encontrando su mirada serena a diferencia de la mía. Estaba siendo consumida por los nervios. Él sonreía victorioso y eso no me tranquilizaba, porque quería saber que era lo que tenía. No era nada malo, y ¿Entonces que me pasaba? Él tomo una lapicera de su lapicero y comenzó a jugar con él sin borrar su sonrisa y a su vez perderse en sus pensamientos.
- Lauty…
- Tranquila… – respondió al momento mientras dejaba su lapicera y se acercaba a mí tomando mis manos, haciendo que me levantara y quedara a su altura – ¿Alguna vez te hiciste un test de embarazo por alguna duda de estar embarazada?
- No – respondí perdida, ya no sabía como reaccionar y no me imaginaba nada de lo que él me podía estar insinuando – ¿Por qué lo preguntas?
- Siéntate aquí – me indico haciendo que me recostara en una camilla poco usual para mí, ya que a su lado había un monitor. Creía haberlo visto alguna vez, pero vagamente lo recordaba – ¿Tuviste otro síntoma por ejemplo con tus fechas?
- Siempre fui irregular ¿Por qué me preguntas eso? – ya estaba teniendo una vaga dirección a donde iba.
- Los análisis más tus síntomas dicen que estas embarazada…
- Es imposible – respondí a mi defensiva a la vez que me incorporaba – Kevin y yo siempre nos… - me detuve un segundo – cuidamos – susurre recordando esa vez que habíamos pasado la noche después de una fiesta. Creí que nos habíamos cuidado en esa noche, pero creo que ambos lo olvidamos – no puede ser…
- ________ - lo mire asustada. No sabía como tomar la situación, no estaba lista. No me sentía lista para algo así – tranquila, linda – trata de tranquilizarme haciendo que me sentara en esa camilla, en que él se encontraba sentado ya – esto no es nada malo…
- No me siento lista… - admití y él me abrazo en cuanto reconoció mi mirada y mi cabeza mirando hacia el suelo. Lo había hecho al despertar de mi accidente y preguntar por mis padres, quienes habían fallecido al igual que Gabriel. Por ahí venía la mano. No me sentí segura porque no había tenido oportunidad de hablar de un tema así con mi mamá – siempre soñé con que mi madre estuviera para algo así… pero ella no esta, me siento sola… más aun con esto. Tengo miedo.
Me aferre a él como una niña indefensa y él me refugió en sus brazos paternales, en donde volví a llorar. Nadie me dijo que al llegar al momento de saber que estaba embarazada lo iba a tomar así. Estaba feliz. ¿Cómo no estarlo si llevaba otra vida en mí? Pero me sentí sola en aquel entonces.
- Diana también lo tuvo – lo mire a los ojos. Diana de algún modo había corrido mi misma suerte. Ambas nos quedamos sin madre, aunque la suya las había abandonado – y créeme que le fue difícil al momento de saber que estábamos esperando a David. Se sentía sola e indefensa. No bastaba mi compañía, por lo menos en el primer mes. Luego todo fue cambiando – sonrió mirándome a los ojos mientras secaba mis mejillas empapadas de lágrimas – y eso tienes que saber; no estas sola, linda. Kevin y la familia Jonas esta con vos. Estoy yo y Diana, incluyendo a Mauricio y su familia… todos estamos con vos – besa mi frente – puede que necesite a tu verdadera familia, pero estamos nosotros a tu disposición…
- Lo sé – y me aferre de nuevo a él, quien me correspondió. Llore como siempre quise, llorando como nunca pude llorar a mis padres, a mi abuela y a mi amado Gabriel. No estaba sola, y eso lo comprendí tiempo después.
Sé que estuve más de una hora allí adentro, media hora llorando y el resto de la hora asimilando la noticia. Sonreí ampliamente cuando Lautaro me dijo que podía ver a mi bebé en aquel monitor de ultrasonido, porque estaba de un mes. Era raro que no lo haya sentido en ese mes.
- Es normal que pase esto – comentaba Lautaro mientras pasaba el elemento que nos dejaba ver a mi bebé en aquel monitor. Buscaba escuchar su corazón – hay muchas mujeres que durante los nueve meses jamás supieron estar embarazada hasta el día del parto – lo mire asombrada. ¿Pasaba eso? “Si yo lo asimile así después de un mes, no me imagino en esa situación.” Pensé volviendo la mirada al monitor, en donde veía a mi vida tan pequeñita que estaba creciendo en mí – haber si encuentro su corazón…
- ¿Es malo si no lo encuentras? – pregunte asustada y él sonrió por eso – no veo del por qué te ríes…
- Debes controlar más tus emociones, linda – y río – o sino pobre de Kev, no quisiera estar en sus zapatos – y en eso le pegue en el brazo – no me pegues – dijo entre risas – y no es malo, a veces los bebés son muy traviesos y se esconden – esa manera de hablar me emociono, era tan paternal que quería que Kevin fuera así. En eso lo recordé y me preocupe porque no tenía ni la más remota idea de como decirle tal cosa a Kevin, sabía que lo iba a tomar diferente a como lo había recibido yo. Pero de todos modos el miedo era que yo fuera quien se lo debía comunicar – ahí lo encontré…
Interrumpe mis pensamientos y como escuchando una dulce melodía, veía a mi pequeñita vida en el monitor a la vez que escuchaba el latir suave de su corazón, haciéndome recordar a Kevin. “Tiene su mismo latir.” Pensé cerrando mis ojos y recordando las tantas veces que me había dormido al escuchar el latido suave de Kevin.
- Te amo – le susurre a la imagen que estaba en el monitor con otra maravillosa lágrima que me robaba aquella maravillosa cosita de amor que ya amaba con mi vida. Una lágrima tan especial como ninguna otra, porque era dedicada a mi vida.
- Te veo en un mes – me abrazo Lautaro cuando estaba yéndome de su despacho, no después de tener entre mis manos unas copias del ultrasonido así como la grabación del latir minucioso de mi bebé – ve con cuidado, cuídate, linda…
- Así lo haré… por los dos – sonreí viendo mi vientre que estaba aun igual que siempre, pero que después con el tiempo iba a ser más notable – gracias por todo, Lauty.
- No, gracias a ti por el hermoso día que me hiciste pasar – y me estrecho entre sus brazos en donde me sentí fuerte. Nuevamente sentía como si mi padre me estuviera conteniendo… abrazando como cuando era pequeña – te veo en unos días, para el día de campo con los demás ¿De acuerdo?
- Sí, ahí estaré esperándolos – y le di un beso en la mejilla para terminar yéndome del hospital más que feliz. Ya vagamente recordaba como había ido al hospital, aunque aun estaba intacta la situación de la ausencia de mi familia.
Al estar frente a la parada del autobús, suspire hondo mientras bajaba la mirada porque me dolía aun saber que no tendría a mi madre hablándome o aconsejándome respecto al tema. Nunca creí extrañar tanto a mi familia como en ese momento, que le ganaba afecto y sentimiento a las tanta veces que los extrañaba.
Al subir al autobús me senté en el asiento que daba hacia la ventanilla derecha en donde podía observar el hermoso y maravilloso día, viendo las calles primaverales de la ciudad de L.A. No iba a casa, necesitaba estar lejos de ella por un momento por lo que estaba decidida a ir a aquel lugar que por varios años no visite porque nunca me sentí lista ni preparada a afrontar a ese lugar que significaba una sola cosa. Había prometido que al volver a caminar lo visitaría, pero no fue hasta entonces en que cumplí mi promesa.
- Ya estoy aquí… – murmure al estar en las puertas del cementerio en donde yacían los restos de mi familiares. Dolía mucho saber que allí debía ir para tener un acercamiento a ellos. Las rejas eran negras y los muros grises. Siempre los mire con terror esos lugares, pero en esa ocasión – en ese día de primavera – lo veía un lugar bonito. El césped verde y bien cortado. Flores de diferentes colores y tonos del mismo, muchas de ellas en floreros enfrente de las tumbas de los fallecidos, en que desprendían su rica fragancia. Los caminos eran de piedras pequeñas mientras que otras más grandes estaba en los lados dividiendo el camino del césped. Era bonito, en donde se podría decir un lugar para descansar en paz, aunque su significado no era bonito porque su sinónimo era: dolor.
- Cuatro ramos de flores, por favor – compre los ramos con las flores que más les gustaba a mis seres queridos. Mi madre le encantaba las rosas amarillas; mi padre los jazmines y las lavandas; mi abuela las rosas rojas, según ella mi abuelo en su primera cita le regalo una y desde entonces fueron sus favoritas; y a Gabriel, varias flores ya que a él siempre les gustaron las flores, de hecho él iba a ser “organizador de jardinería” como siempre le decía a su futuro oficio, el cual nunca logro ser – gracias – le agradecí al hombre y le pague para después al fin entrar al cementerio.
Enfrente de los portones del cementerio de rejas negras, di un profundo suspiro que alivio un poco mi alma y al volver a ver el lugar detrás de las rejas esboce mi más sincera sonrisa acompañada por una que otra lágrima de desolación y dolor.
Mirando cada lado, admirando cada lapida buscaba las lapidas de mis familiares. Lo poco que recordaba de lo que me dijeron, era que todos estaban juntos incluyendo a Gabriel. Después de una larga caminata, los halle justo en el centro del cementerio. Cada lapida tenía el nombre de sus restos con su fecha de nacimiento y fallecimiento, terminando con una hermosa frase que los identificaba a cada uno.
Tape mi boca con mi mano libre ya que no quería llorar ni tampoco sollozar. Quedando en medio de las cinco lapidas, incluyendo la de mi hermanito; la cual no tenía descripción más que su nombre y una bella frase:
Ya estaba despierta, pero no quería abrir mis ojos por el simple hecho de que me sentía complacida al estar allí. Como si tuviera frío, me aferre más al cuerpo de Kevin como si también tuviera miedo de quedar sola.
Su cuerpo se sentía tan cálido, que parecía un gatito buscando calor en él. Sinceramente me negaba a dejarlo de abrazar, mientras mis sentidos lo sentían a la perfección. Inevitablemente no podía olvidar la noche anterior, y mientras más lo recordaba sonreía a la vez que acomodaba mi rostro en su pecho. Estaba complacida al máximo estando con él, que nada podía separarme de él.
Cuando un rayo cegador llego a tocar mis parpados, con obligación tuve que abrir mis ojos con pesadez pero sin dejar de sonreír. Mire hacia los pies de la cama, y sonreí al vernos reflejados en el espejo. Él seguía dormido, viéndolo tan encantador por como se veía dormido. Se lo veía tranquilo y en paz, mientras su respiración era suave a la vez que su pecho subía y bajaba. Me pregunte si molestaba que estuviera mi cabeza sobre su pecho, pero cuando quise levantar un poco mi rostro su mano derecha se coloco en medio de mi espalda, haciendo que me tensara pero a la vez me sintiera complacida. Sentir las yemas de sus dedos sobre mi espalda desnuda hacia que recordara con más intensidad la noche anterior. ¡Dios! Aun no me deja de sorprender y de hacerme sentir que no tenía veintiséis años sino que era una adolescente en pleno momento íntimo con su primer amor. Me hacía sentir tan diferente pero en sí toda una mujer.
“Sin duda me cambio la vida” pensé viendo mi mano izquierda que estaba decorada con un hermoso anillo de oro con un diminuto pero perfecto diamante en medio. Sonriendo y con un movimiento lento lo mire directamente. Aun mantenía sus ojos cerrados, y pude verlo dormir otra vez como lo hacía desde el día de nuestro compromiso. Reprimí el deseo de contornear sus hermosos y adictivos labios con mis dedos, ya que no quería despertarlo para nada, por lo que me entretuve viendo su retrato, ese mismo que le había hecho a mano cuando habíamos cumplido nuestro mes de novios. Veía el retrato y lo miraba a él, y era sorprendente lo cambiado que estaba. Inclusivamente yo misma podía verme distinta. Sin dudas cada año teníamos algo diferente al anterior, y me encantaba saber que a pesar de los años, estábamos juntos. Su decisión había sido perfecta el hecho de comprometernos. Ciertamente desde entonces nada nos separo, mucho menos cuando dimos el sí al momento de nuestra ceremonia, la cual fue muy sencilla pero tan mágica que nunca logramos olvidarla, mucho menos cuando Joe, cada vez que era nuestro aniversario, nos mostraba su video. Si no fuera porque lo conozco, diría que es un orgulloso que se lo admira porque siempre que veíamos el video de nuestro casamiento se sentía orgulloso por como le había quedado. Él no dejo de sentirse seguro por nada. Es seguro, más ahora que no deja ni un segundo de estar con su pequeña Sally que ya tenía cinco años. Era toda una dulzura que en su nacimiento nos hizo ser felices a ambas familias. Al año siguiente de su nacimiento, Kevin – como en cada momento de nuestras vidas – llego para mi cumpleaños con la fecha de nuestro casamiento entre sus manos. Creo que llore más que cuando nació Sally, porque al fin había llegado nuestro momento.
A dos años de nuestro casamiento, Nick y Alex habían decidido al fin comprometerse y en menos de tres meses se casaron. Ellos todavía no decidieron tener un bebé, al igual que Kevin y yo. Creíamos que no era momento para ello.
Sí la pregunta es cuanto paso desde nuestro casamiento, pasaron maravillosos y encantadores cuatro años de matrimonio. Y si la siguiente pregunta es porque me detengo a relatar en mi cuarto año de aniversario, es porque había pasado algo tan maravilloso como sorpresivo, del cual jamás me había esperado porque no me había detenido de hablar de ello con Kevin. Aun pensábamos disfrutar los dos juntos como matrimonio.
- ¿En que piensas? – me interrumpió al ver que me encontraba observando el retrato sobre su mesa de luz.
- En todo lo que paso – simplemente le sonreí recibiendo de su parte un dulce beso en mis labios de su parte – ¿Te sientes mejor? – pregunte recordando que el día anterior no había ido a las grabaciones del nuevo disco porque estaba algo congestionado.
- Me siento más que perfecto – y me beso rodeando mi cintura con sus brazos para abrazarme con más fuerza – después de todo… tengo a mi mejor cura – y me beso nuevamente mientras acariciaba su cabello.
En ese mismo instante sentí un familiar cosquilleo en mis mejillas a la vez que las sentía mojadas. Estaba llorando en silencio y sin ser consciente de la razón por el cual lo estaba haciendo. Estaba desconociendo el motivo, aunque en esa vez empezaba con algo nuevo que podría ser muy familiar para muchas mujeres.
- ¿Qué sucede? – lo escuche preocupado cuando dejo de besarme al momento de sentir en nuestro beso el sabor salado que producía mis lágrimas al llegar a la comisura de mis labios. Abrí mis ojos y sonreí, a la vez que las lágrimas seguían su camino invisible – hermosa… ¿Por qué lloras?
- No lo sé – respondí a la vez que secaba mis lágrimas con su ayuda – últimamente… me sucede a menudo – y él se preocupo, por lo que se sentó en la cama a la vez que me aferraba a su pecho – no tengo nada…
- No quiero verte llorar… no en estos momentos – susurro acariciando mi espalda, haciendo que me sintiera más que amada por él - ¿Segura que estás bien?
- Sí… – y le sonreí sincera a pesar de que sentía un cambio de animo que me era desconocido – ¿Hoy tienes que ir a la discográfica, cierto? – cambie de tema y él lo supo. Suspiro sabiendo que era perder el tiempo en querer sacarme algo.
- Sí, pero no…
- Estoy bien, de verdad – y lo bese al momento que me abracé a él, mientras escondía mi mirada de preocupada ya que me preocupaba lo que me estaba pasando emocionalmente.
Sabía que en cada año cambiaba algo de mí, pero lo que sentía era muy diferente a todos mis cambios que había experimentado. Más que se trataba de mis sentimientos y emociones. Era para preocuparme, y hasta no tener la respuesta de ello no iba a notificárselo a Kevin. Sí lo hacia, seriamos dos preocupados y eso no me serviría de nada; por lo que me decidí a solucionarlo por mis propios medios.
“Aprovechare que Kev estará en la discográfica para ver a Lauty.” Pensé al momento que Kevin me saca de mis pensamientos cuando hace ademan de levantarse de la cama.
- Te amo – y besa mi coronilla a la vez que me separo de él.
- Y yo a ti – y lo bese en los labios para después ambos sentarnos a los lados de la cama y así salir de la cama. Ya era momento de levantarnos, desayunar y cada uno hacer su rutina o por lo menos la mía sería diferente a las anteriores – ¿Panques con Carmelo de azúcar y abundante dulce de leche?
- Como siempre me gustaron – asentí mientras me enredaba en las sabanas y así ir al baño, o esa era mi idea – y si nos baña…
- Ven… - y ambos entramos al baño. Quizás jamás hubiera hecho algo así, pero con Kevin era totalmente diferente, porque me sentía más que segura con él. Además, después de cuatro años de matrimonio sería ilógico que me sorprendiera y sonrojara por sus propuestas totalmente intimas.
- Tu desayuno – y lo bese en los labios al momento de sentarme a su lado para desayunar sonriendo, aunque aun me sentía incomoda como mis sentimientos que se salían de control junto con mis emociones.
- Gracias – y me hizo salir de mis pensamientos para que lo mirara a los ojos, en donde disimule una sonrisa despreocupada – ¿Segura de que te sientes bien? – Volvió a preguntar y asentí tomando un sorbo de mi café – _______...
- Estoy bien… no te preocupes – insistí tomando su mano que estaba sobre la mesa – creo que iré a visitar a Lauty, hace mucho que no lo veo…
- Y de paso hazte un chequeo, me preocupa tu cambio de ánimo.
“¿Me descubrió?” Disimule despreocupación, pero él me hizo levantar la mirada y verlo.
- ¿Lo harás? – asentí y baje la mirada. Parecía no estar preocupado pero sabía que lo estaba. Nuevamente sentía un nudo en la garganta y en el estomago por querer llorar como nunca. “¿Qué me esta pasando?” Me pregunte y sentí en ese momento su mano acariciando mi muñeca con su dedo pulgar haciendo lo que lo mirara a los ojos - _________...
- No sé que me pasa… – susurre en casi un llanto ahogado y él se incorpora para abrazarme. “¿Qué me pasa?” Me volví a preguntar mientras lloraba en su hombro a la vez que sus manos acariciaban mi espalda – te necesito…
- Y aquí me tienes – murmuro sin soltarme haciendo que mi llanto se tranquilizara y sonriera a la vez que lo abrazaba con más fuerza. “Debo saber que me pasa urgentemente.”
- Te veo en la noche – lo despedí con un beso en los labios mientras subía a su auto – llega temprano y maneja con cuidado…
- Así lo haré – rodea mi cintura con sus brazos – cuídate y hazte el chequeo, me preocupas y mucho, no voy a mentirte…
- Así también lo haré – y le di un corto beso – cualquier cosa te llamo ¿Sí?
- Hazlo, o sino abandono la grabación y te busco…
- No me amenaces – dije seria y viendo su característico arqueo de seño termine carcajeando haciendo que él diera un suave suspiro. Creo que estaba considerando el hecho de que padecía bipolaridad con mis cambios de ánimos, ya que estaba más que preocupado – te llamaré… no te preocupes.
- Intentare hacerlo – y me beso nuevamente – ten cuidado. Te amo.
- Y yo a ti… – y él se subió al auto para dudar en arrancar hasta que asentí y él dio marcha atrás para dirigirse hasta la discográfica. Una vez que él no estaba a mi vista, volví a entrar a la casa en donde me aliste para ir al hospital. Estaba asustada, realmente me extrañaba estar así y no pensaba nada positivo. Todo había sido tan hermoso y feliz, que ya creía que era hora de tener otra prueba en donde dejaba paso al dolor. Nuevamente.
- Tranquila… todo va ir bien – intente animarme al entrar al hospital. Cuando me encontraba enfrente del despacho de Lautaro sentí un escalofrío – ¿Qué puede pasar? – me cuestione y creo que fue para peor, porque cuando iba a tocar la puerta con mis nudillos me gire en el lugar y como una niña teniendo miedo a las vacunas iba a irme pero justo en ese momento sale Lautaro con su bata una planilla entre su brazo.
- ________ – dijo sorprendido y con una sonrisa nerviosa me gire y lo mire.
- Hola… – lo salude disimulando placer al verlo cuando no era así, por lo menos no para lo que había ido en sí.
- Que bueno es verte… hace mucho que no me visitabas por aquí – reí nerviosa y él no noto - ¿Sucede algo? – pregunto preocupado como viendo y sintiendo mi preocupación floreciendo en mí.
- Sí – suspire nerviosa y con mis cambios de ánimos que me estaban volviendo loca. Tenía lo peor menos un hermosa noticia como la que recibí en ese día, la cual me haría vivir de nuevo y afrontar lo que nunca estuve segura de hacer porque aun me negaba a dar por perdido a quienes ame toda mi vida – últimamente me siento rara…
- Ven, entremos a mi despacho – me interrumpió colocando su mano por detrás de mi espalda y entrar los dos a su blanco despacho con su escritorio de madera de color caoba, en donde se encontraba dos portarretratos, una estaba David solo cuando cumplió su primer año y en el otro con el pequeño y Diana. No había nada más hermoso que un portarretrato familiar en donde trabajas – dime que es lo que tienes.
- Hay cosas que no le conté a Kev… - empecé a decir recordando cuando hacia más de una semana que me sentía así, incluyendo otros síntomas. Él se me quedo mirando como para que prosiga – hace como dos semanas en que presento cambios de ánimo; malestares; con apetito excesivo y otras veces sin querer ni ver cualquier alimento; algunas veces siento nauseas y otras no; me siento cansada… realmente tengo miedo.
- No llores – murmuro al levantarse de su asiento, rodear su escritorio y abrazarme – no tienes que tener miedo… es algo normal que sientas esos síntomas…
- ¿Normal? – Pregunte mirándolo a los ojos algo dudosa - ¿Cómo que normal?
- No te adelantare nada, puede que me confunda – decía mientras se volvía a su asiento en donde tomo su recetario medico en donde escribió algo y lo corto para entregármelo – hasta estos análisis, cuando tengas los resultados me vienes a ver…
- ¿Cuánto tardaran para su resultado? – pregunte mirando la lista de análisis que me debía hacer.
- Gracias a la avanzada tecnología, solo unas horas – sonrió, parecía saber que me pasaba mientras yo no tenía ni la más pálida idea de lo que podía estar pasando – si quieres saber como yo de lo que tienes, deberías apresurarte…
- Me asusta tu sonrisa – admití y cause que riera causando que sonriera, aunque tenía miedo de lo que podría dar como resultado esos análisis – iré ahora mismo…
- Ve sin miedo – y asentí antes de cerrar por completo la puerta detrás de mí. Estaba asustada, pero la sonrisa sincera de Lautaro me daba un poco de paz. Era medico ¿cierto? por lo que si sonreía debía estar en paz en que no tenía nada grabe.
¡Santo cielos! Esos síntomas eran tan obvios como para deducirlo por mi propio medio. Pero estaba tan asustada pensando lo peor que no veía lo que era más que obvio lo que estaba padeciendo, o mejor dicho lo que estaba llevando dentro de mí.
Luego de hacerme la lista de análisis, decidí esperar los resultados de cada uno en el bufet del hospital. No había nadie que conociera, solo personas desconocidas que estaban en ese lugar por diferentes casos.
Muchos eran familiares de embarazadas, otros de personas heridas o algunas que estaban en plena sesión de rehabilitación por alguna discapacidad en especial. En ese momento, al ver una chica de no más de quince años en su silla de ruedas, volví a recordar aquel momento en que yo estuve en su lugar. Pero a diferencia de mí, la hermosa adolescente tenía a su familia con ella. Sus padres, tíos, primos, abuelos y hermanos que le brindaba su apoyo y ayuda, haciéndola feliz emocionalmente haciendo olvidar por un momento que no estaba discapacitada.
Desvié la mirada hacia la ventana que daba hacia fuera de la calle, por donde caminaba un joven muchacho de la misma edad que esa chica. Suspire sonriendo. Sabía por simple deducción de quien se trataba.
Lo seguí con la mirada hasta presenciar el maravilloso beso de novios que le había dado aquel muchacho. Cerrando mis ojos recordé cuando lo vi a Kevin, dudando de sí era el mismo del cual me había enamorado por primera vez. “Que locura.” Reí dentro de mí viendo como los novios salían del bufet para pasear juntos. “Quien iba a decir que estoy casada con mi primer amor.” Suspire enamorada completamente, y como si estuviéramos conectados, al momento que desee llamarlo suena mi teléfono con la melodía que había elegido como identificador de llamada cuando se tratara de él.
Viendo la pantalla con su imagen, atendí sin titubear ni un momento. Ya estaba fuera de sí con mis emociones fuera de control.
- Mi amor – me dijo amando que empezara la conversación vía telefónica así – ¿Estas en el hospital?
- Hola, lindo – salude viendo mi almuerzo el cual no tenía ganas de almorzar. “Usual.” Bufe dentro de mí – sí, estoy esperando los resultados de los análisis.
- Me alegra saber eso – dijo en cuanto escucho la voz de su manager llamando a Kevin – linda, debo dejarte… el deber me llama – ante eso carcajee por como lo había dicho.
- Bien, ve… cuando sepa de los resultados te llamo – respondí y él suspirando afirmo que esperaba mi llamada para después cortar la llamada, la cual me había brindado un poco más de paz en cuanto a los resultados.
Antes de que la pantalla se apagara, vi la hora y dejando el almuerzo intacto junto con la paga del mismo, me dirigí hacia donde se encontraban ya listos los resultados de los análisis.
- Gracias – le agradecí a la secretaria que me entrego los análisis sonrientes. Supuse que había recibido una noticia o algo así, pero cuando me iba al rencuentro de Lautaro su comentario me dejo algo confusa.
- Felicitaciones…
- Gracias… - respondí nerviosa volviéndome para caminar e ir al despacho de Lautaro, pensando del por qué ella me había felicitado.
- Pasa – me abrió la puerta dejándome entrar al dejar espacio para que lo hiciera - ¿Son los resultados? – Pregunto al momento que se lo entregue, y confusa por la felicitación recibida de la secretaria, asentí – siéntate…
Y así lo hice esperando nerviosa a que me dijera lo que decían aquellos análisis. Parecía imposible, porque se tomaba el tiempo del mundo para analizar cada uno sin darle importancia lo tan nerviosa que me encontraba. Mis manos no dejaban de entrelazarse entre sí, dando indició de mis nervios que se salían de control.
Cuando dejo todos los análisis sobre su escritorio, levante la mirada encontrando su mirada serena a diferencia de la mía. Estaba siendo consumida por los nervios. Él sonreía victorioso y eso no me tranquilizaba, porque quería saber que era lo que tenía. No era nada malo, y ¿Entonces que me pasaba? Él tomo una lapicera de su lapicero y comenzó a jugar con él sin borrar su sonrisa y a su vez perderse en sus pensamientos.
- Lauty…
- Tranquila… – respondió al momento mientras dejaba su lapicera y se acercaba a mí tomando mis manos, haciendo que me levantara y quedara a su altura – ¿Alguna vez te hiciste un test de embarazo por alguna duda de estar embarazada?
- No – respondí perdida, ya no sabía como reaccionar y no me imaginaba nada de lo que él me podía estar insinuando – ¿Por qué lo preguntas?
- Siéntate aquí – me indico haciendo que me recostara en una camilla poco usual para mí, ya que a su lado había un monitor. Creía haberlo visto alguna vez, pero vagamente lo recordaba – ¿Tuviste otro síntoma por ejemplo con tus fechas?
- Siempre fui irregular ¿Por qué me preguntas eso? – ya estaba teniendo una vaga dirección a donde iba.
- Los análisis más tus síntomas dicen que estas embarazada…
- Es imposible – respondí a mi defensiva a la vez que me incorporaba – Kevin y yo siempre nos… - me detuve un segundo – cuidamos – susurre recordando esa vez que habíamos pasado la noche después de una fiesta. Creí que nos habíamos cuidado en esa noche, pero creo que ambos lo olvidamos – no puede ser…
- ________ - lo mire asustada. No sabía como tomar la situación, no estaba lista. No me sentía lista para algo así – tranquila, linda – trata de tranquilizarme haciendo que me sentara en esa camilla, en que él se encontraba sentado ya – esto no es nada malo…
- No me siento lista… - admití y él me abrazo en cuanto reconoció mi mirada y mi cabeza mirando hacia el suelo. Lo había hecho al despertar de mi accidente y preguntar por mis padres, quienes habían fallecido al igual que Gabriel. Por ahí venía la mano. No me sentí segura porque no había tenido oportunidad de hablar de un tema así con mi mamá – siempre soñé con que mi madre estuviera para algo así… pero ella no esta, me siento sola… más aun con esto. Tengo miedo.
Me aferre a él como una niña indefensa y él me refugió en sus brazos paternales, en donde volví a llorar. Nadie me dijo que al llegar al momento de saber que estaba embarazada lo iba a tomar así. Estaba feliz. ¿Cómo no estarlo si llevaba otra vida en mí? Pero me sentí sola en aquel entonces.
- Diana también lo tuvo – lo mire a los ojos. Diana de algún modo había corrido mi misma suerte. Ambas nos quedamos sin madre, aunque la suya las había abandonado – y créeme que le fue difícil al momento de saber que estábamos esperando a David. Se sentía sola e indefensa. No bastaba mi compañía, por lo menos en el primer mes. Luego todo fue cambiando – sonrió mirándome a los ojos mientras secaba mis mejillas empapadas de lágrimas – y eso tienes que saber; no estas sola, linda. Kevin y la familia Jonas esta con vos. Estoy yo y Diana, incluyendo a Mauricio y su familia… todos estamos con vos – besa mi frente – puede que necesite a tu verdadera familia, pero estamos nosotros a tu disposición…
- Lo sé – y me aferre de nuevo a él, quien me correspondió. Llore como siempre quise, llorando como nunca pude llorar a mis padres, a mi abuela y a mi amado Gabriel. No estaba sola, y eso lo comprendí tiempo después.
Sé que estuve más de una hora allí adentro, media hora llorando y el resto de la hora asimilando la noticia. Sonreí ampliamente cuando Lautaro me dijo que podía ver a mi bebé en aquel monitor de ultrasonido, porque estaba de un mes. Era raro que no lo haya sentido en ese mes.
- Es normal que pase esto – comentaba Lautaro mientras pasaba el elemento que nos dejaba ver a mi bebé en aquel monitor. Buscaba escuchar su corazón – hay muchas mujeres que durante los nueve meses jamás supieron estar embarazada hasta el día del parto – lo mire asombrada. ¿Pasaba eso? “Si yo lo asimile así después de un mes, no me imagino en esa situación.” Pensé volviendo la mirada al monitor, en donde veía a mi vida tan pequeñita que estaba creciendo en mí – haber si encuentro su corazón…
- ¿Es malo si no lo encuentras? – pregunte asustada y él sonrió por eso – no veo del por qué te ríes…
- Debes controlar más tus emociones, linda – y río – o sino pobre de Kev, no quisiera estar en sus zapatos – y en eso le pegue en el brazo – no me pegues – dijo entre risas – y no es malo, a veces los bebés son muy traviesos y se esconden – esa manera de hablar me emociono, era tan paternal que quería que Kevin fuera así. En eso lo recordé y me preocupe porque no tenía ni la más remota idea de como decirle tal cosa a Kevin, sabía que lo iba a tomar diferente a como lo había recibido yo. Pero de todos modos el miedo era que yo fuera quien se lo debía comunicar – ahí lo encontré…
Interrumpe mis pensamientos y como escuchando una dulce melodía, veía a mi pequeñita vida en el monitor a la vez que escuchaba el latir suave de su corazón, haciéndome recordar a Kevin. “Tiene su mismo latir.” Pensé cerrando mis ojos y recordando las tantas veces que me había dormido al escuchar el latido suave de Kevin.
- Te amo – le susurre a la imagen que estaba en el monitor con otra maravillosa lágrima que me robaba aquella maravillosa cosita de amor que ya amaba con mi vida. Una lágrima tan especial como ninguna otra, porque era dedicada a mi vida.
- Te veo en un mes – me abrazo Lautaro cuando estaba yéndome de su despacho, no después de tener entre mis manos unas copias del ultrasonido así como la grabación del latir minucioso de mi bebé – ve con cuidado, cuídate, linda…
- Así lo haré… por los dos – sonreí viendo mi vientre que estaba aun igual que siempre, pero que después con el tiempo iba a ser más notable – gracias por todo, Lauty.
- No, gracias a ti por el hermoso día que me hiciste pasar – y me estrecho entre sus brazos en donde me sentí fuerte. Nuevamente sentía como si mi padre me estuviera conteniendo… abrazando como cuando era pequeña – te veo en unos días, para el día de campo con los demás ¿De acuerdo?
- Sí, ahí estaré esperándolos – y le di un beso en la mejilla para terminar yéndome del hospital más que feliz. Ya vagamente recordaba como había ido al hospital, aunque aun estaba intacta la situación de la ausencia de mi familia.
Al estar frente a la parada del autobús, suspire hondo mientras bajaba la mirada porque me dolía aun saber que no tendría a mi madre hablándome o aconsejándome respecto al tema. Nunca creí extrañar tanto a mi familia como en ese momento, que le ganaba afecto y sentimiento a las tanta veces que los extrañaba.
Al subir al autobús me senté en el asiento que daba hacia la ventanilla derecha en donde podía observar el hermoso y maravilloso día, viendo las calles primaverales de la ciudad de L.A. No iba a casa, necesitaba estar lejos de ella por un momento por lo que estaba decidida a ir a aquel lugar que por varios años no visite porque nunca me sentí lista ni preparada a afrontar a ese lugar que significaba una sola cosa. Había prometido que al volver a caminar lo visitaría, pero no fue hasta entonces en que cumplí mi promesa.
- Ya estoy aquí… – murmure al estar en las puertas del cementerio en donde yacían los restos de mi familiares. Dolía mucho saber que allí debía ir para tener un acercamiento a ellos. Las rejas eran negras y los muros grises. Siempre los mire con terror esos lugares, pero en esa ocasión – en ese día de primavera – lo veía un lugar bonito. El césped verde y bien cortado. Flores de diferentes colores y tonos del mismo, muchas de ellas en floreros enfrente de las tumbas de los fallecidos, en que desprendían su rica fragancia. Los caminos eran de piedras pequeñas mientras que otras más grandes estaba en los lados dividiendo el camino del césped. Era bonito, en donde se podría decir un lugar para descansar en paz, aunque su significado no era bonito porque su sinónimo era: dolor.
- Cuatro ramos de flores, por favor – compre los ramos con las flores que más les gustaba a mis seres queridos. Mi madre le encantaba las rosas amarillas; mi padre los jazmines y las lavandas; mi abuela las rosas rojas, según ella mi abuelo en su primera cita le regalo una y desde entonces fueron sus favoritas; y a Gabriel, varias flores ya que a él siempre les gustaron las flores, de hecho él iba a ser “organizador de jardinería” como siempre le decía a su futuro oficio, el cual nunca logro ser – gracias – le agradecí al hombre y le pague para después al fin entrar al cementerio.
Enfrente de los portones del cementerio de rejas negras, di un profundo suspiro que alivio un poco mi alma y al volver a ver el lugar detrás de las rejas esboce mi más sincera sonrisa acompañada por una que otra lágrima de desolación y dolor.
Mirando cada lado, admirando cada lapida buscaba las lapidas de mis familiares. Lo poco que recordaba de lo que me dijeron, era que todos estaban juntos incluyendo a Gabriel. Después de una larga caminata, los halle justo en el centro del cementerio. Cada lapida tenía el nombre de sus restos con su fecha de nacimiento y fallecimiento, terminando con una hermosa frase que los identificaba a cada uno.
Tape mi boca con mi mano libre ya que no quería llorar ni tampoco sollozar. Quedando en medio de las cinco lapidas, incluyendo la de mi hermanito; la cual no tenía descripción más que su nombre y una bella frase:
“Un angelito perdura en el cielo, con sus manitas jugando con las nubes y sus alitas manteniéndolo en lo más alto… cuidando de ti.”
Leí dentro de mí mientras contorneaba cada letra con mis dedos. Lloraba por él, cuando no debía porque él nunca había dejado el cielo, y así no había conocido el dolor.
- Quédate ahí… algún día iré por ti… – le susurre quitando una flor de cada ramo para colocarlas en su florero de agua. Y así hice con cada una, leyendo en voz baja sus frases y llorarlos en silencio ya que lo merecían – mamá… – le susurre arrodillada al lado de su tumba. Dolía tener que estar ahí y decirle lo que se supone que se decía a una madre cara a cara, recibiendo el más dulce de los abrazos y de los besos. Debía conformarme con solo tenerlos allí, de algún modo aun más doloroso y desolado de escuchara y se sintiera – a pesar que yo tengo ese rol. Jamás creí ser madre, soñaba… lo deseaba pero nunca creí que fuera hoy y ahora – acaricie mi delgado vientre por el momento, mientras volvía a derramar otra lágrima solitaria – serán abuelos… – pude decir en un desgarrador sollozo, queriendo no pasar por eso – bisabuela, tío y… ¿Segundo papá? – Reí por mi ocurrencia y acaricie la copia de la foto de la ecografía de mi bebé, la cual bese y la coloque como recuerdo en la tumba de mamá – él es nuestro futuro bebé… de seguro, según siempre me contaste, debes conocer a tu nieto como todos ustedes. Debe ser hermoso como su padre… – suspire imaginándolo igual de hermoso que Kevin. “Kevin.” Recordé al visualizarlo preocupado. No le había llamado como lo había prometido. Mire a la lapida de mamá, luego la de papá, la de mi hermanito que estaba a mi lado, la de mi abuela y la de Gabriel – amaría que estuvieran aquí… – suspire cerrando los ojos mientras escuchaba y sentía como una cálida brisa me arrullaba, me abrazaba, me besaba en la piel… sentía como si así ellos me decían que cada día de mi vida estaban junto a mí – esto me calma el alma…
Dije levantando la mirada y viendo el cielo despejado y sintiendo aun la brisa rodeándome con hojas y pétalos de flores que acompañaban a la brisa. Creo que perdure allí unos largos minutos, viendo el cielo, sintiendo el viento – a mi familia – junto a mí y pasando un momento del cual me había perdido por miedo.
- Temía y perdí tantos años de esto… solo por el miedo.
Me dije recordando las tantas veces que papá decía que el miedo es el mayor enemigo del nombre, porque jamás permitía arriesgarse a lo que quería llegar como meta, nunca acabando de cerrar un ciclo de la vida. El miedo siempre impide progresar; te retrae hasta el punto que siempre tienes ese sentimientos de deuda, por no haber hecho o dicho lo que a su momento de debió hacer o decir. El miedo es sinónimo inseguridad, y hasta si se quiere de impedimento porque te impides a hablar, a sentir, a fallar, a ganar, a fracasar… y muchas veces a amar con todo el corazón por eso mismo: por el miedo de fracasar una vez más.
- Ya es hora – suspire con pereza y del mismo modo me levante, quedando más alta que aquellas lapidas – ya no volveré a dejarlos… los visitare cada día especial, ya no me retraeré, volveré pronto – prometí con una lágrima que cayo en la lapida de mamá al momento de besar su foto que se posaba al lado de la de mi futuro bebé – cuídenos de todo mal… – y despidiéndome de cada uno, regrese al inicio del cementerio.
Ya el sol se encontraba en lo más alto del cielo. Ya era mediodía y supuse que Kevin se encontraba en su tiempo libre. “Quizás preocupado y esperando mi llamado.” Pensé lo más tranquila bajando la mirada a la vez que caminaba con mi vestido blanco y mi chaleco de tela vaquera. La brisa primaveral me acompañaba en cada pisada, y eso me alentaba a seguir adelante. No gire ni un momento hacia atrás, porque sabía que volvería ahí cada día especial de mi vida.
- Kev… – llamaba Nick y lo escuchaba, pero no podía dejar de mirar mi celular. Me preocupaba que _______ no llamara – Kev… ¡Kevin!
- ¡¿Qué?! – le pregunte de mal modo y Nick se recompuso en su asiento. Estábamos en el bufet de la empresa almorzando, así que Nick me miro serio y siguió almorzando – lo siento, ________ prometió llamarme y aun no lo hace…
- No te preocupes – susurro Nick. “¿No preocuparme?” Me cuestione, sabiendo como era él sabía que le afectaba que no le prestara atención – ¿Qué pasa con _______?
- No sé, últimamente se siente mal – me miro expectante, conocía su mirada y sabía que se le había pasado por la cabeza. Ignore su idea, ya que no podía ser porque _______ aun no estaba lista para eso – le sugerí que fuera al medico, y así lo hizo. Supe que se hizo unos análisis, y quedo en llamarme en cuanto supiera de sus resultados. Pasaron dos horas, y aun no llama…
- ________ es de cumplir su palabra. Quizás aun esté en el medico, a menudo sucede que hay muchos pacientes y entonces tuviera que esperar…
- Es muy cierto… – trate de convencerme, y cuando deje que al fin la pantalla de mi teléfono quedara en negro para después dejarla sobre la mesa, vi que entraba una llamada. Mire a Nick y bufe pensando que era nuestro manager; pero cuando vi la hermosa foto de ________ como identificador de llamada en el centro de la pantalla, sonreí, y del mismo modo respondí – Hola, hermosa…
- Hola, amor… – la escuche saludar con un tono de voz en que se podía percibir alegría, felicidad y a la vez… dolor. “¡Maldición!”, masculle dentro de mí sabiendo que ________ estaba más mal de lo que ya estaba en la mañana. Ya me la imaginaba llorando sin emitir ningún sollozo. “Lo raro es que demuestre felicidad… también.” Dude un momento – ¿Kev, estás ahí? – pregunto preocupada y ahí fue cuando salí de mis pensamientos.
- Sí, ¿Qué sucede, hermosa? – pregunte encontrando la mirada de Nick que demostraba preocupación al igual que yo. Ella dio un ligero pero predecible suspiro de alivio o quizás de nervios. Me guiaba más por la segunda opción – ______...
- Necesito que vengas a casa… – dijo sin rodeos y ni bien la termine de escuchar ya me encontraba de pie, viendo a mi hermano a los ojos demasiado preocupado a mí pesar – ¿Puedes venir?
- Claro, en veinte minutos estoy allá – informe y ella suspiro un leve “si” que creo que se llevo más de un ligero y descontrolado latido de mi corazón, causando que deseara estar ya en casa. No podía imaginarme que ________ estuviera mal, y mucho menos que tuviera que darme una mala noticia – Nick…
- Ve, con Joe me encargo de lo que falta – se apresuró a decir y asintiendo salí lo más rápido del bufet para correr prácticamente hasta mi auto y arrancar a dirección a casa. En el trayecto no dejaba de pensar en malas noticias y un devastador momento como no habíamos pasado desde que nos comprometimos.
- ¿Justo ahora tienen que pasar los malos momentos? – me pregunte mientras esperaba que el semáforo se pusiera en verde. La gente pasaba tranquila, mientras yo ya me imaginaba a ________ llorando por los oscuros rincones de la casa en busca de refugio. Llegar a casa era mi meta, pero como siempre, parecía que vivía al otro lado del mundo porque nunca llegaba. Los minutos pasaban como cada grano de arena en el reloj de arena – tan solo espera…
Rogaba ya que me encontraba a cuadras de casa. Hasta no ver la puerta y el jardín de casa no me tranquilice. Deje el auto aparcado enfrente del garaje y como si de mi vida dependiera de ello, entre a la casa en busca de ella quien no se encontraba ni en el living ni en la cocina. Mire por la ventana de la cocina y no estaba. Lo único que me quedaba era subir al segundo piso.
En cada escalón que daba, podía ver las fotos que se encontraban colgadas en la pared del lado derecho. En casi todas estábamos nosotros dos sonriendo en la cámara en nuestras vacaciones en las Bahamas, y en otras con nuestra familia. Sonreí al recordar esas vacaciones que fueron después de nuestro casamiento por civil, ya que por iglesia no nos habíamos podido casar por el tema de las giras de nuestros conciertos. Había pensado mucho en cuando podríamos cerrar esa etapa al fin como lo habían hecho Joe y Nick.
Al llegar en el pasillo del segundo piso puede ver, gracias a la puerta que se encontraba entre abierta, la silueta de ________ sentada en el borde de la cama viendo algo. Por como lo tocaba con sus dedos, supuse que se trataba de una foto. Sin esperar, camine hasta visualizarla mejor y vi que ciertamente veía una fotografía y a su vez llorando con una leve sonrisa de alegría. Esa expresión me confundía, no sabía con certeza que era lo que sentía.
Abrí la puerta y su mirada se encontró con la mía. Por un segundo, eterno a mi pesar, me mantuvo la mirada para terminar aferrarse a mí, llorando con una sonrisa en mi hombro. La fotografía yacía en la cama, y por la distancia en que me encontraba a penas y sí podía visualizarla. No era como todas, ya que su color prominente era marrón claro. En toda mi vida, no había visto fotografía igual. Me intrigaba saber de que se trataba y cuan significativo era para ella como para que estuviera así.
- Amor… – pude decir al fin después de separarla de mí y sostener su rostro entre mis manos, las cuales estaban siendo empapadas por sus lágrimas – ¿Qué es lo que sucede, mi vida? – insistí y ella comenzó a secar sus lágrimas para después tomar mi mano y encaminarme con ella hasta la cama, en donde por su rapidez no pude verla bien – linda…
- No sé como decirte esto… – comenzó a decir mirando sus manos y no a los ojos como en un principió.
- Sabes que te apoyare en todo… no importa que, yo estaré ¿Cierto?
- Sí – afirmo sonriéndome con esos ojos que decían tantas cosas a la vez que me confundían, pero que eso mismo me mataba de amor por ella – pero esto es difícil de decir…
- Primero – ella me mira atenta, lucía diferente de algún aspecto y ya me estaba enamorando de esa diferencia tan minuciosa de ella – ¿Es una noticia bueno o mala?
- Buena…
- ¿Hay malas? – ella negó y aliviado por su respuesta suspire terminando por robarle un beso – entonces dime la buena noticia…
- Es que es difícil – insistió moviendo sus manos nerviosa. Se veía tan bella en esa vestimenta primaveral que era inevitable no querer abrazarla y besarla, por lo que sin restricciones lo hice – te amo.
- Y yo a ti, linda – acaricie su suave mejilla, causando que ella cerrara sus ojos lentamente y uniera nuevamente sus labios a los míos, los cuales se llevaban mi vida al paraíso.
- ¿Cómo empiezo? – Pregunto estando cerca a punto de besarla nuevamente – es una noticia tan hermosa… lastima que yo no la tome a la primera tan bien…
- ¿De que hablas? – cuestione acariciando sus mejillas con mis nudillos hasta volverla a besar.
- Estoy… – dudo un poco y la mire fijamente a los ojos. Estaba pensando cualquier cosa respecto a la noticia, pero no ciertamente en la real noticia. Jamás me lo hubiera imaginado.
- Tranquila… – trate de tranquilizarla a la vez que acariciaba su espalda. Aun pensaba también sobre la fotografía. No entendía absolutamente nada, solo sabía que debía tranquilizarla – si es una buena noticia, no hay nada…
- Estoy embaraza…
- Claro, debes… – me detuve al momento de que caí después de un segundo lo que había dicho ella – ¿Qué? – susurre y ella sonreía cómplice, mientras la noticia no la razonaba. Me quede por un largo tiempo meritando – ¿Qué dijiste, amor?
- Que estoy embarazada – susurro al momento que la mire a los ojos para después acabar en la fotografía que me mostraba. Apenas visualizaba la figura – estoy de un mes de embarazo…
- Embarazada – repetí en voz alta a la vez que tomaba la fotografía. Como un deseo reprimido, volví a recordar un vago sueño en que con _______ habíamos formado una familia – se esta haciendo realidad…
- Kev, ¿Estas bien? – Pregunto haciendo que la mirara directamente a los ojos, los cuales aun demostraban miedo a mi respuesta – sé que es una noticia inesperada, pero creo que es momento de ser…
La callé con un beso. Ya no sabía como expresar mi sorpresa, mi felicidad y mi amor por ella. Estaba más que feliz con esa noticia. Siempre había deseado que pasara eso, pero por ella había pensado las cosas aunque creo que en una cierta ocasión me dejé llevar por el deseo que pensando por ella. Me alegraba la vida que ella lo tomara a bien la noticia, ya que sabía que no se sentía lista para algo así. Siempre temía por no ser una madre ejemplar, pero en esa ocasión creo que había olvidado su miedo y duda.
- ¿Estas feliz? – pregunto con una sonrisa y una lágrima que seguía su rumbo. Simplemente asentí. Las palabras se acumulaban en mi boca pero no podía decir nada, tan solo lo podía transmitir en una sonrisa, en un beso y… en una lágrima nada más.
- Estoy… – negué ya que me sentía nervioso a causa de la felicidad que me causaba esa ansiada y esperada noticia. Ella río y la mire sonriente – estoy más que feliz…
- Me alegra saber eso – y me beso, el cual fue el beso más largo de todos los besos que había recibido de su parte – te amo…
- Los amo… – respondí acariciando su aplanado vientre, el cual bese causando que ella riera de emoción, el cual fue acompañado de un sollozo de alegría – te amo, linda…
Y volví a besarla con amor, escabulléndose en él la felicidad que nos embargaba con solo saber que seríamos padres. En cuanto la separe de mí, besándola pausadamente, tome su mano izquierda y con una idea fija en mi cabeza, le sonreí mirándola.
- ¿En que piensas? – pregunto entre risas conociendo cuando se me cruzaba una idea, quizás alocada para ella. Ambos éramos locos, por eso nos completábamos tan bien.
- Se me ocurrió una idea – ella asintió acariciando mi mejilla con su mano izquierda, la cual volví a sostener entre mis manos – me encantaría que nos casáramos por iglesia…
- Kev… – pose mi dedo índice sobre sus labios, los cuales se curvaron en una delicada sonrisa.
- Quiero esto, quiero que sea todo perfecto… quiero jurarte mi amor por ti ante Dios, es todo lo que necesito para estar en paz – y la bese viendo sus mejillas que eran decoradas por lágrimas de felicidad – sabiendo que habrá alguien más con nosotros, quiero jurarte mi amor eterno…
- Sí es lo que tu quieres… – asentí sin evitar bajar la mirada y ver su vientre, en donde pose mi mano. Viendo la fotografía podía saber que esa nueva vida aun podía caber en mi palma de mi mano – yo también lo quiero…
- Gracias – le agradecí y ella sonríe acariciando mi mano sobre su vientre – por todo, por hacerme el hombre más feliz y afortunado de la vida por tenerte, por tener tu amor y por… lograr mi mayor deseo: el de ser una familia, al fin.
- ¿Crees… que podré ser una buena madre? – pregunto bajando la mirada en donde su sonrisa se borro. “Aun tiene miedo” pensé a la vez que la estreche a mi cuerpo, sabiendo que me necesitaba más que nada.
- Sé que lo harás bien, que serás la mejor madre que nuestro bebé puede tener – y bese su coronilla a la vez que ella se aferraba más a mí – yo sé que lo haremos bien…
- Y ¿Si yo no lo hago bien? – levante su mirada en donde percibí dolor y duda.
- ¿A qué le temes, amor? – cuestione y ella bajo la mirada, pero sin dejar de abrazarme.
- A que… nuestro bebé pase por lo mismo que yo – respondió y aquella confesión me atravesó en corazón como un puñal, porque sabía a que se refería – yo no quiero dejarlo, no quiero que tenga que sufrir…
- Linda – la hice mirarme a los ojos – escucha bien. No va a pasar eso, yo no permitiré que pase algo así. Sin ti juro que moriría en vida, porque eres ciertamente mi vida.
- Tengo miedo, es mucha felicidad… ¿No crees que algo malo pase?
- No, porque ya sufrimos demasiado… es hora de pasar la vida felices. Puede que haya malos momentos, pero juntos lo sabremos afrontar. ¿De acuerdo?
- Sí…
- ¿Me tienes que decir algo? – le pregunte cuando iba a inquirir algo más pero se callo.
- Sí – y tomo aire abrazándome con fuerza – hoy, después de hacerme la ecografía ultrasonido, fui al cementerio…
- ¿Estas bien? – dude sabiendo que ella hacia poco no estaba segura de ir allí, porque nunca había logrado afrontar la realidad.
- Sí, ciertamente me hizo bien… les compre a cada uno un ramo de flores, mientras que a mi hermanito le regale cada una de las flores de cada ramo – respondió sin soltarme y escuchar mi corazón como mi respiración - ¿Sabes que nuestro bebé, tiene un corazón que late a tu mismo ritmo?
- ¿De verdad? – Pregunte sorprendido con una sonrisa que ella la aumento con un beso tan dulce como ella - ¿pudiste oírlo?
- No seré la única – arquee mi ceño al momento que ella se incorporaba y tomaba su bolso que se encontraba a su lado en el suelo – Lauty, no solo me hizo la copia de la fotografía, sino que también me dio la ecografía ultrasonido. Se lo puede ver y oír su corazón…
- ¡Quiero verlo! – dije emocionado y cuando quise tomarlo de su mano, ella me lo niega – no seas mala…
- No lo soy – y me beso – solo que creo que debemos verlo entre todos.
- ¿A que te refieres? – pregunte sin acordarme de mi familia, por lo menos en ese momento de pura felicidad.
- A nuestros amigos, a los futuros abuelos y tíos… – y asentí sonriendo a la vez que recordaba las fotos del muro en el trayecto de subir las escaleras. Ya ansiaba decirle las dos nuevas y hermosas noticias.
- ¿Te parece hacer una cena hoy? – propuse y ella asintió.
- ¿Aquí? – pregunto sentándose nuevamente a mi lado.
- Sí, te vez agotada y no quiero que te pase nada – rodee los ojos. “Ya empezamos” y sonreí para mí misma, porque sabía que de ese momento iba a ser consentida y cuidada por todos, como había pasado con Daniela en el embarazo de Sally.
- De acuerdo, ¿Quién hace la cena?
- Yo lo hago – se apuntó y asentí sonriendo – tu solo descansa…
- Kev, estoy de un mes…
- Hay que empezar desde ahora – reí al verlo incorporándose y aplaudir con sus manos – ¿Quieres llamarlos?
- ¡Dale! – asentí y ambos bajamos al primer piso. Mientras Kevin hacia la cena, yo me dedique a llamar a cada uno de los familiares y de nuestros amigos. Todos aceptaron, aunque me habían atacado del por qué hacia esa cena. Tan solo respondí que era para divulgar dos noticias a ellos.
La cena había pasado excelente, cada uno de nuestros amigos y familiares comentaron su día y lo hermoso que había sido. Sally jugaba cada tanto con Elvis y Winston, las mascotas de Nick y Joe. Según dijeron ellos, que era parte de la familia. Me reí tanto de eso, pero porque realmente estaba feliz. Todos notaron eso, más en mí.
- Su atención – dijo Kevin incorporándose de su asiento y tomando mi mano para que estuviera a su altura. Su brazo rodeo mi cintura, mientras todos nos miraban atentos – Ya saben que el hecho de esta cena es para contarles dos noticias, las cuales deben saber – me mira a los ojos y le sonrió – la primera noticia, es que _______ y yo decidimos casarnos por iglesia – todos nos sonrieron, felicitándonos.
- ¡Felicidades! – dijeron todos mientras Sally y David se nos acercaron, para tomarlos en los brazos.
- Ya era hora – comenta Joe y todos reímos – pero aun falta una noticia. ¡Ya, díganla!
- Nunca dejas de ser impaciente – ríe Nick al momento que Frankie me mira. Ya era tan grande, que no me quedaba de otra que saber que los años estaban pasando maravillosamente.
- Bueno, aquí va la segunda noticia – empieza a decir Kevin mientras inconscientemente vuelve a rodear mi cintura y acariciando con su mano mi vientre - _______ y yo… vamos a ser padres.
- ¿Padres? – Preguntaron todos sorprendidos, mientras los pequeños nos abrazaban y nos daban dulces besos en la mejilla - ¡Doblemente felicitaciones, entonces!
- Gracias… - dije recibiendo los abrazos de cada uno – gracias, Denise…
- Sabes que te quiero como una hija… - respondió volviendo a abrazarme junto con Kevin – los felicito, ambos se merecen esto y mucho más…
- Gracias, mamá – y besa la mejilla de su madre - ¡papá!
- Felicidades a ambos – y nos abraza, ya que era el ultimo. Estaban todos, incluyendo Mauricio y su familia. Estaban todos en mi mejor momento, en nuestro mejor momento.
- Ya se fueron todos – dice Kevin volviendo a sentarse en el sillón, en donde volvía a ver como tercera vez en el día, el video de la ecografía de ultrasonido. Aun no podía creer que llevaba una vida dentro de mí – ¿Estas bien?
- Estoy feliz – le respondí mirándolo a los ojos, a la vez que mis labios volvían a sentir los suyos en un dulce beso – estoy feliz de hacer una familia contigo…
- Me hace feliz saber eso – y beso mi mano derecha – yo también soy feliz sabiendo que estamos en nuestro mejor momento, esperando por nuestro primer bebé.
- Creo que será una nena – comente libremente. Sentía esa intuición desde que había tenido a Sally entre mis brazos.
- Bienvenida sea, entonces… - y vuelve a besarme – desearía que tuviéramos dos hijos, lo mínimo.
- Todo a su tiempo, amor – le dije acomodándome en su pecho mientras veíamos el video en la televisión – ¿Te gusta el nombre Zoe?
- ¿Zoe? – Pregunto y lo mire asintiendo – suena hermoso…
- A mi me encanta porque Zoe significa: vida – le informe y él me levanto el mentón con su dedo índice para que lo viera a los ojos.
- Entonces así se llamara – me besa dulcemente – Zoe Jonas. Suena hermoso.
- Sí – y me volví acomodar en su pecho, en donde desvié la mirada de la televisión hacia la ventana que se encontraba sin las cortinas, y pude ver la noche cálida – ¿Me acompañas hasta afuera?
- Si eso quieres, sí – y asentí apagando el televisor y ambos salir de la casa, para sentarnos sobre la silla-hamaca de madera que se encontraba colgando del alero de la casa – es una bella noche primaveral…
- Sí… el viento me hace recordar a mi familia – susurre colocando mi rostro en su pecho, viendo como se encontraba la noche cálida y contemplando el cielo completamente despejado, dejándonos ver las estrellas con su maravillosa y hermosa luna que desprendía de ella una luz azulada que embellecía la ciudad.
El viento jugaba con las hojas de los arboles y a su vez a las flores que se encontraban en nuestro jardín. Era un viento cálido, por lo que no sentía frío.
Estaba feliz, y por primera vez lloraba de felicidad. Ya no quería secarlas, porque eran causadas por mi bebé, por mi hermosa princesa Zoe, mi vida como bien significa su nombre. Al fin puedo decir que aquellas lágrimas eran: una lágrima nada más de felicidad, la cual producía el estar con el amor de mi vida y en plena espera de mi bebé.
Era todo hermoso, que nunca lo olvidare. Cada estrella en el firmamento por las noches, en que se lucen con su brillante titilar, era cada lágrima que derramaba en mi vida. Cada una de ellas son únicas, por eso una lágrima nada más.
Ahora puedo decir que hay una lágrima para cada ocasión de la vida, y que por más dolorosa que sea el comienzo, el centro o el desenlace de la vida, siempre habrá momentos felices; porque de eso se trata la vida, de afrontarla con sus obstáculos sin dejarse llevar por lo malos momentos porque en algún momento la felicidad nos adornara la vida. Además, ¿Qué sería de la vida sin problemas y dolor? ¿Qué sería si siempre fuéramos felices? Yo creo que sin los problemas ni el dolor, no tendría sentido la vida; porque de los problemas se aprende, del dolor se es fuerte, y con ese conjunto no puede ser feliz. La felicidad se debe valorar segundo a segundo, porque no se sabe cuando un nuevo problema y un nuevo dolor nos acecharan. Pero de eso, cada uno aprende con la vida que nos toca vivir. Cada vida es única, cada momento es igual… cada persona es única sin importar las cualidades que se comparten con otros. Todos somos únicos, y si embellecemos nuestra personalidad podemos deslumbrar aquel que veo con el corazón, lo maravillosas personas que somos por dentro como por fuera.
- Te amo… - susurra Kevin haciendo que lo viera a los ojos sonriendo, confirmando que así era la vida. Gracias a mis malos momentos, había encontrado mi felicidad y el sentido del por qué debí vivir, en mientras de tener la misma suerte que mi familia.
- Te amo, más que nada en el mundo.
Y así sellamos nuestro día con otro pero irrepetible beso, del cual aun no me olvido. Pareciera que aun siento ese beso, después de tanto tiempo desde aquel día. Si se preguntan, al fin y al cabo había acertado en mi intuición; ya que nuestro bebé es una niña, nuestra hermosa Zoe: nuestra vida.
- Quédate ahí… algún día iré por ti… – le susurre quitando una flor de cada ramo para colocarlas en su florero de agua. Y así hice con cada una, leyendo en voz baja sus frases y llorarlos en silencio ya que lo merecían – mamá… – le susurre arrodillada al lado de su tumba. Dolía tener que estar ahí y decirle lo que se supone que se decía a una madre cara a cara, recibiendo el más dulce de los abrazos y de los besos. Debía conformarme con solo tenerlos allí, de algún modo aun más doloroso y desolado de escuchara y se sintiera – a pesar que yo tengo ese rol. Jamás creí ser madre, soñaba… lo deseaba pero nunca creí que fuera hoy y ahora – acaricie mi delgado vientre por el momento, mientras volvía a derramar otra lágrima solitaria – serán abuelos… – pude decir en un desgarrador sollozo, queriendo no pasar por eso – bisabuela, tío y… ¿Segundo papá? – Reí por mi ocurrencia y acaricie la copia de la foto de la ecografía de mi bebé, la cual bese y la coloque como recuerdo en la tumba de mamá – él es nuestro futuro bebé… de seguro, según siempre me contaste, debes conocer a tu nieto como todos ustedes. Debe ser hermoso como su padre… – suspire imaginándolo igual de hermoso que Kevin. “Kevin.” Recordé al visualizarlo preocupado. No le había llamado como lo había prometido. Mire a la lapida de mamá, luego la de papá, la de mi hermanito que estaba a mi lado, la de mi abuela y la de Gabriel – amaría que estuvieran aquí… – suspire cerrando los ojos mientras escuchaba y sentía como una cálida brisa me arrullaba, me abrazaba, me besaba en la piel… sentía como si así ellos me decían que cada día de mi vida estaban junto a mí – esto me calma el alma…
Dije levantando la mirada y viendo el cielo despejado y sintiendo aun la brisa rodeándome con hojas y pétalos de flores que acompañaban a la brisa. Creo que perdure allí unos largos minutos, viendo el cielo, sintiendo el viento – a mi familia – junto a mí y pasando un momento del cual me había perdido por miedo.
- Temía y perdí tantos años de esto… solo por el miedo.
Me dije recordando las tantas veces que papá decía que el miedo es el mayor enemigo del nombre, porque jamás permitía arriesgarse a lo que quería llegar como meta, nunca acabando de cerrar un ciclo de la vida. El miedo siempre impide progresar; te retrae hasta el punto que siempre tienes ese sentimientos de deuda, por no haber hecho o dicho lo que a su momento de debió hacer o decir. El miedo es sinónimo inseguridad, y hasta si se quiere de impedimento porque te impides a hablar, a sentir, a fallar, a ganar, a fracasar… y muchas veces a amar con todo el corazón por eso mismo: por el miedo de fracasar una vez más.
- Ya es hora – suspire con pereza y del mismo modo me levante, quedando más alta que aquellas lapidas – ya no volveré a dejarlos… los visitare cada día especial, ya no me retraeré, volveré pronto – prometí con una lágrima que cayo en la lapida de mamá al momento de besar su foto que se posaba al lado de la de mi futuro bebé – cuídenos de todo mal… – y despidiéndome de cada uno, regrese al inicio del cementerio.
Ya el sol se encontraba en lo más alto del cielo. Ya era mediodía y supuse que Kevin se encontraba en su tiempo libre. “Quizás preocupado y esperando mi llamado.” Pensé lo más tranquila bajando la mirada a la vez que caminaba con mi vestido blanco y mi chaleco de tela vaquera. La brisa primaveral me acompañaba en cada pisada, y eso me alentaba a seguir adelante. No gire ni un momento hacia atrás, porque sabía que volvería ahí cada día especial de mi vida.
- Kev… – llamaba Nick y lo escuchaba, pero no podía dejar de mirar mi celular. Me preocupaba que _______ no llamara – Kev… ¡Kevin!
- ¡¿Qué?! – le pregunte de mal modo y Nick se recompuso en su asiento. Estábamos en el bufet de la empresa almorzando, así que Nick me miro serio y siguió almorzando – lo siento, ________ prometió llamarme y aun no lo hace…
- No te preocupes – susurro Nick. “¿No preocuparme?” Me cuestione, sabiendo como era él sabía que le afectaba que no le prestara atención – ¿Qué pasa con _______?
- No sé, últimamente se siente mal – me miro expectante, conocía su mirada y sabía que se le había pasado por la cabeza. Ignore su idea, ya que no podía ser porque _______ aun no estaba lista para eso – le sugerí que fuera al medico, y así lo hizo. Supe que se hizo unos análisis, y quedo en llamarme en cuanto supiera de sus resultados. Pasaron dos horas, y aun no llama…
- ________ es de cumplir su palabra. Quizás aun esté en el medico, a menudo sucede que hay muchos pacientes y entonces tuviera que esperar…
- Es muy cierto… – trate de convencerme, y cuando deje que al fin la pantalla de mi teléfono quedara en negro para después dejarla sobre la mesa, vi que entraba una llamada. Mire a Nick y bufe pensando que era nuestro manager; pero cuando vi la hermosa foto de ________ como identificador de llamada en el centro de la pantalla, sonreí, y del mismo modo respondí – Hola, hermosa…
- Hola, amor… – la escuche saludar con un tono de voz en que se podía percibir alegría, felicidad y a la vez… dolor. “¡Maldición!”, masculle dentro de mí sabiendo que ________ estaba más mal de lo que ya estaba en la mañana. Ya me la imaginaba llorando sin emitir ningún sollozo. “Lo raro es que demuestre felicidad… también.” Dude un momento – ¿Kev, estás ahí? – pregunto preocupada y ahí fue cuando salí de mis pensamientos.
- Sí, ¿Qué sucede, hermosa? – pregunte encontrando la mirada de Nick que demostraba preocupación al igual que yo. Ella dio un ligero pero predecible suspiro de alivio o quizás de nervios. Me guiaba más por la segunda opción – ______...
- Necesito que vengas a casa… – dijo sin rodeos y ni bien la termine de escuchar ya me encontraba de pie, viendo a mi hermano a los ojos demasiado preocupado a mí pesar – ¿Puedes venir?
- Claro, en veinte minutos estoy allá – informe y ella suspiro un leve “si” que creo que se llevo más de un ligero y descontrolado latido de mi corazón, causando que deseara estar ya en casa. No podía imaginarme que ________ estuviera mal, y mucho menos que tuviera que darme una mala noticia – Nick…
- Ve, con Joe me encargo de lo que falta – se apresuró a decir y asintiendo salí lo más rápido del bufet para correr prácticamente hasta mi auto y arrancar a dirección a casa. En el trayecto no dejaba de pensar en malas noticias y un devastador momento como no habíamos pasado desde que nos comprometimos.
- ¿Justo ahora tienen que pasar los malos momentos? – me pregunte mientras esperaba que el semáforo se pusiera en verde. La gente pasaba tranquila, mientras yo ya me imaginaba a ________ llorando por los oscuros rincones de la casa en busca de refugio. Llegar a casa era mi meta, pero como siempre, parecía que vivía al otro lado del mundo porque nunca llegaba. Los minutos pasaban como cada grano de arena en el reloj de arena – tan solo espera…
Rogaba ya que me encontraba a cuadras de casa. Hasta no ver la puerta y el jardín de casa no me tranquilice. Deje el auto aparcado enfrente del garaje y como si de mi vida dependiera de ello, entre a la casa en busca de ella quien no se encontraba ni en el living ni en la cocina. Mire por la ventana de la cocina y no estaba. Lo único que me quedaba era subir al segundo piso.
En cada escalón que daba, podía ver las fotos que se encontraban colgadas en la pared del lado derecho. En casi todas estábamos nosotros dos sonriendo en la cámara en nuestras vacaciones en las Bahamas, y en otras con nuestra familia. Sonreí al recordar esas vacaciones que fueron después de nuestro casamiento por civil, ya que por iglesia no nos habíamos podido casar por el tema de las giras de nuestros conciertos. Había pensado mucho en cuando podríamos cerrar esa etapa al fin como lo habían hecho Joe y Nick.
Al llegar en el pasillo del segundo piso puede ver, gracias a la puerta que se encontraba entre abierta, la silueta de ________ sentada en el borde de la cama viendo algo. Por como lo tocaba con sus dedos, supuse que se trataba de una foto. Sin esperar, camine hasta visualizarla mejor y vi que ciertamente veía una fotografía y a su vez llorando con una leve sonrisa de alegría. Esa expresión me confundía, no sabía con certeza que era lo que sentía.
Abrí la puerta y su mirada se encontró con la mía. Por un segundo, eterno a mi pesar, me mantuvo la mirada para terminar aferrarse a mí, llorando con una sonrisa en mi hombro. La fotografía yacía en la cama, y por la distancia en que me encontraba a penas y sí podía visualizarla. No era como todas, ya que su color prominente era marrón claro. En toda mi vida, no había visto fotografía igual. Me intrigaba saber de que se trataba y cuan significativo era para ella como para que estuviera así.
- Amor… – pude decir al fin después de separarla de mí y sostener su rostro entre mis manos, las cuales estaban siendo empapadas por sus lágrimas – ¿Qué es lo que sucede, mi vida? – insistí y ella comenzó a secar sus lágrimas para después tomar mi mano y encaminarme con ella hasta la cama, en donde por su rapidez no pude verla bien – linda…
- No sé como decirte esto… – comenzó a decir mirando sus manos y no a los ojos como en un principió.
- Sabes que te apoyare en todo… no importa que, yo estaré ¿Cierto?
- Sí – afirmo sonriéndome con esos ojos que decían tantas cosas a la vez que me confundían, pero que eso mismo me mataba de amor por ella – pero esto es difícil de decir…
- Primero – ella me mira atenta, lucía diferente de algún aspecto y ya me estaba enamorando de esa diferencia tan minuciosa de ella – ¿Es una noticia bueno o mala?
- Buena…
- ¿Hay malas? – ella negó y aliviado por su respuesta suspire terminando por robarle un beso – entonces dime la buena noticia…
- Es que es difícil – insistió moviendo sus manos nerviosa. Se veía tan bella en esa vestimenta primaveral que era inevitable no querer abrazarla y besarla, por lo que sin restricciones lo hice – te amo.
- Y yo a ti, linda – acaricie su suave mejilla, causando que ella cerrara sus ojos lentamente y uniera nuevamente sus labios a los míos, los cuales se llevaban mi vida al paraíso.
- ¿Cómo empiezo? – Pregunto estando cerca a punto de besarla nuevamente – es una noticia tan hermosa… lastima que yo no la tome a la primera tan bien…
- ¿De que hablas? – cuestione acariciando sus mejillas con mis nudillos hasta volverla a besar.
- Estoy… – dudo un poco y la mire fijamente a los ojos. Estaba pensando cualquier cosa respecto a la noticia, pero no ciertamente en la real noticia. Jamás me lo hubiera imaginado.
- Tranquila… – trate de tranquilizarla a la vez que acariciaba su espalda. Aun pensaba también sobre la fotografía. No entendía absolutamente nada, solo sabía que debía tranquilizarla – si es una buena noticia, no hay nada…
- Estoy embaraza…
- Claro, debes… – me detuve al momento de que caí después de un segundo lo que había dicho ella – ¿Qué? – susurre y ella sonreía cómplice, mientras la noticia no la razonaba. Me quede por un largo tiempo meritando – ¿Qué dijiste, amor?
- Que estoy embarazada – susurro al momento que la mire a los ojos para después acabar en la fotografía que me mostraba. Apenas visualizaba la figura – estoy de un mes de embarazo…
- Embarazada – repetí en voz alta a la vez que tomaba la fotografía. Como un deseo reprimido, volví a recordar un vago sueño en que con _______ habíamos formado una familia – se esta haciendo realidad…
- Kev, ¿Estas bien? – Pregunto haciendo que la mirara directamente a los ojos, los cuales aun demostraban miedo a mi respuesta – sé que es una noticia inesperada, pero creo que es momento de ser…
La callé con un beso. Ya no sabía como expresar mi sorpresa, mi felicidad y mi amor por ella. Estaba más que feliz con esa noticia. Siempre había deseado que pasara eso, pero por ella había pensado las cosas aunque creo que en una cierta ocasión me dejé llevar por el deseo que pensando por ella. Me alegraba la vida que ella lo tomara a bien la noticia, ya que sabía que no se sentía lista para algo así. Siempre temía por no ser una madre ejemplar, pero en esa ocasión creo que había olvidado su miedo y duda.
- ¿Estas feliz? – pregunto con una sonrisa y una lágrima que seguía su rumbo. Simplemente asentí. Las palabras se acumulaban en mi boca pero no podía decir nada, tan solo lo podía transmitir en una sonrisa, en un beso y… en una lágrima nada más.
- Estoy… – negué ya que me sentía nervioso a causa de la felicidad que me causaba esa ansiada y esperada noticia. Ella río y la mire sonriente – estoy más que feliz…
- Me alegra saber eso – y me beso, el cual fue el beso más largo de todos los besos que había recibido de su parte – te amo…
- Los amo… – respondí acariciando su aplanado vientre, el cual bese causando que ella riera de emoción, el cual fue acompañado de un sollozo de alegría – te amo, linda…
Y volví a besarla con amor, escabulléndose en él la felicidad que nos embargaba con solo saber que seríamos padres. En cuanto la separe de mí, besándola pausadamente, tome su mano izquierda y con una idea fija en mi cabeza, le sonreí mirándola.
- ¿En que piensas? – pregunto entre risas conociendo cuando se me cruzaba una idea, quizás alocada para ella. Ambos éramos locos, por eso nos completábamos tan bien.
- Se me ocurrió una idea – ella asintió acariciando mi mejilla con su mano izquierda, la cual volví a sostener entre mis manos – me encantaría que nos casáramos por iglesia…
- Kev… – pose mi dedo índice sobre sus labios, los cuales se curvaron en una delicada sonrisa.
- Quiero esto, quiero que sea todo perfecto… quiero jurarte mi amor por ti ante Dios, es todo lo que necesito para estar en paz – y la bese viendo sus mejillas que eran decoradas por lágrimas de felicidad – sabiendo que habrá alguien más con nosotros, quiero jurarte mi amor eterno…
- Sí es lo que tu quieres… – asentí sin evitar bajar la mirada y ver su vientre, en donde pose mi mano. Viendo la fotografía podía saber que esa nueva vida aun podía caber en mi palma de mi mano – yo también lo quiero…
- Gracias – le agradecí y ella sonríe acariciando mi mano sobre su vientre – por todo, por hacerme el hombre más feliz y afortunado de la vida por tenerte, por tener tu amor y por… lograr mi mayor deseo: el de ser una familia, al fin.
- ¿Crees… que podré ser una buena madre? – pregunto bajando la mirada en donde su sonrisa se borro. “Aun tiene miedo” pensé a la vez que la estreche a mi cuerpo, sabiendo que me necesitaba más que nada.
- Sé que lo harás bien, que serás la mejor madre que nuestro bebé puede tener – y bese su coronilla a la vez que ella se aferraba más a mí – yo sé que lo haremos bien…
- Y ¿Si yo no lo hago bien? – levante su mirada en donde percibí dolor y duda.
- ¿A qué le temes, amor? – cuestione y ella bajo la mirada, pero sin dejar de abrazarme.
- A que… nuestro bebé pase por lo mismo que yo – respondió y aquella confesión me atravesó en corazón como un puñal, porque sabía a que se refería – yo no quiero dejarlo, no quiero que tenga que sufrir…
- Linda – la hice mirarme a los ojos – escucha bien. No va a pasar eso, yo no permitiré que pase algo así. Sin ti juro que moriría en vida, porque eres ciertamente mi vida.
- Tengo miedo, es mucha felicidad… ¿No crees que algo malo pase?
- No, porque ya sufrimos demasiado… es hora de pasar la vida felices. Puede que haya malos momentos, pero juntos lo sabremos afrontar. ¿De acuerdo?
- Sí…
- ¿Me tienes que decir algo? – le pregunte cuando iba a inquirir algo más pero se callo.
- Sí – y tomo aire abrazándome con fuerza – hoy, después de hacerme la ecografía ultrasonido, fui al cementerio…
- ¿Estas bien? – dude sabiendo que ella hacia poco no estaba segura de ir allí, porque nunca había logrado afrontar la realidad.
- Sí, ciertamente me hizo bien… les compre a cada uno un ramo de flores, mientras que a mi hermanito le regale cada una de las flores de cada ramo – respondió sin soltarme y escuchar mi corazón como mi respiración - ¿Sabes que nuestro bebé, tiene un corazón que late a tu mismo ritmo?
- ¿De verdad? – Pregunte sorprendido con una sonrisa que ella la aumento con un beso tan dulce como ella - ¿pudiste oírlo?
- No seré la única – arquee mi ceño al momento que ella se incorporaba y tomaba su bolso que se encontraba a su lado en el suelo – Lauty, no solo me hizo la copia de la fotografía, sino que también me dio la ecografía ultrasonido. Se lo puede ver y oír su corazón…
- ¡Quiero verlo! – dije emocionado y cuando quise tomarlo de su mano, ella me lo niega – no seas mala…
- No lo soy – y me beso – solo que creo que debemos verlo entre todos.
- ¿A que te refieres? – pregunte sin acordarme de mi familia, por lo menos en ese momento de pura felicidad.
- A nuestros amigos, a los futuros abuelos y tíos… – y asentí sonriendo a la vez que recordaba las fotos del muro en el trayecto de subir las escaleras. Ya ansiaba decirle las dos nuevas y hermosas noticias.
- ¿Te parece hacer una cena hoy? – propuse y ella asintió.
- ¿Aquí? – pregunto sentándose nuevamente a mi lado.
- Sí, te vez agotada y no quiero que te pase nada – rodee los ojos. “Ya empezamos” y sonreí para mí misma, porque sabía que de ese momento iba a ser consentida y cuidada por todos, como había pasado con Daniela en el embarazo de Sally.
- De acuerdo, ¿Quién hace la cena?
- Yo lo hago – se apuntó y asentí sonriendo – tu solo descansa…
- Kev, estoy de un mes…
- Hay que empezar desde ahora – reí al verlo incorporándose y aplaudir con sus manos – ¿Quieres llamarlos?
- ¡Dale! – asentí y ambos bajamos al primer piso. Mientras Kevin hacia la cena, yo me dedique a llamar a cada uno de los familiares y de nuestros amigos. Todos aceptaron, aunque me habían atacado del por qué hacia esa cena. Tan solo respondí que era para divulgar dos noticias a ellos.
La cena había pasado excelente, cada uno de nuestros amigos y familiares comentaron su día y lo hermoso que había sido. Sally jugaba cada tanto con Elvis y Winston, las mascotas de Nick y Joe. Según dijeron ellos, que era parte de la familia. Me reí tanto de eso, pero porque realmente estaba feliz. Todos notaron eso, más en mí.
- Su atención – dijo Kevin incorporándose de su asiento y tomando mi mano para que estuviera a su altura. Su brazo rodeo mi cintura, mientras todos nos miraban atentos – Ya saben que el hecho de esta cena es para contarles dos noticias, las cuales deben saber – me mira a los ojos y le sonrió – la primera noticia, es que _______ y yo decidimos casarnos por iglesia – todos nos sonrieron, felicitándonos.
- ¡Felicidades! – dijeron todos mientras Sally y David se nos acercaron, para tomarlos en los brazos.
- Ya era hora – comenta Joe y todos reímos – pero aun falta una noticia. ¡Ya, díganla!
- Nunca dejas de ser impaciente – ríe Nick al momento que Frankie me mira. Ya era tan grande, que no me quedaba de otra que saber que los años estaban pasando maravillosamente.
- Bueno, aquí va la segunda noticia – empieza a decir Kevin mientras inconscientemente vuelve a rodear mi cintura y acariciando con su mano mi vientre - _______ y yo… vamos a ser padres.
- ¿Padres? – Preguntaron todos sorprendidos, mientras los pequeños nos abrazaban y nos daban dulces besos en la mejilla - ¡Doblemente felicitaciones, entonces!
- Gracias… - dije recibiendo los abrazos de cada uno – gracias, Denise…
- Sabes que te quiero como una hija… - respondió volviendo a abrazarme junto con Kevin – los felicito, ambos se merecen esto y mucho más…
- Gracias, mamá – y besa la mejilla de su madre - ¡papá!
- Felicidades a ambos – y nos abraza, ya que era el ultimo. Estaban todos, incluyendo Mauricio y su familia. Estaban todos en mi mejor momento, en nuestro mejor momento.
- Ya se fueron todos – dice Kevin volviendo a sentarse en el sillón, en donde volvía a ver como tercera vez en el día, el video de la ecografía de ultrasonido. Aun no podía creer que llevaba una vida dentro de mí – ¿Estas bien?
- Estoy feliz – le respondí mirándolo a los ojos, a la vez que mis labios volvían a sentir los suyos en un dulce beso – estoy feliz de hacer una familia contigo…
- Me hace feliz saber eso – y beso mi mano derecha – yo también soy feliz sabiendo que estamos en nuestro mejor momento, esperando por nuestro primer bebé.
- Creo que será una nena – comente libremente. Sentía esa intuición desde que había tenido a Sally entre mis brazos.
- Bienvenida sea, entonces… - y vuelve a besarme – desearía que tuviéramos dos hijos, lo mínimo.
- Todo a su tiempo, amor – le dije acomodándome en su pecho mientras veíamos el video en la televisión – ¿Te gusta el nombre Zoe?
- ¿Zoe? – Pregunto y lo mire asintiendo – suena hermoso…
- A mi me encanta porque Zoe significa: vida – le informe y él me levanto el mentón con su dedo índice para que lo viera a los ojos.
- Entonces así se llamara – me besa dulcemente – Zoe Jonas. Suena hermoso.
- Sí – y me volví acomodar en su pecho, en donde desvié la mirada de la televisión hacia la ventana que se encontraba sin las cortinas, y pude ver la noche cálida – ¿Me acompañas hasta afuera?
- Si eso quieres, sí – y asentí apagando el televisor y ambos salir de la casa, para sentarnos sobre la silla-hamaca de madera que se encontraba colgando del alero de la casa – es una bella noche primaveral…
- Sí… el viento me hace recordar a mi familia – susurre colocando mi rostro en su pecho, viendo como se encontraba la noche cálida y contemplando el cielo completamente despejado, dejándonos ver las estrellas con su maravillosa y hermosa luna que desprendía de ella una luz azulada que embellecía la ciudad.
El viento jugaba con las hojas de los arboles y a su vez a las flores que se encontraban en nuestro jardín. Era un viento cálido, por lo que no sentía frío.
Estaba feliz, y por primera vez lloraba de felicidad. Ya no quería secarlas, porque eran causadas por mi bebé, por mi hermosa princesa Zoe, mi vida como bien significa su nombre. Al fin puedo decir que aquellas lágrimas eran: una lágrima nada más de felicidad, la cual producía el estar con el amor de mi vida y en plena espera de mi bebé.
Era todo hermoso, que nunca lo olvidare. Cada estrella en el firmamento por las noches, en que se lucen con su brillante titilar, era cada lágrima que derramaba en mi vida. Cada una de ellas son únicas, por eso una lágrima nada más.
Ahora puedo decir que hay una lágrima para cada ocasión de la vida, y que por más dolorosa que sea el comienzo, el centro o el desenlace de la vida, siempre habrá momentos felices; porque de eso se trata la vida, de afrontarla con sus obstáculos sin dejarse llevar por lo malos momentos porque en algún momento la felicidad nos adornara la vida. Además, ¿Qué sería de la vida sin problemas y dolor? ¿Qué sería si siempre fuéramos felices? Yo creo que sin los problemas ni el dolor, no tendría sentido la vida; porque de los problemas se aprende, del dolor se es fuerte, y con ese conjunto no puede ser feliz. La felicidad se debe valorar segundo a segundo, porque no se sabe cuando un nuevo problema y un nuevo dolor nos acecharan. Pero de eso, cada uno aprende con la vida que nos toca vivir. Cada vida es única, cada momento es igual… cada persona es única sin importar las cualidades que se comparten con otros. Todos somos únicos, y si embellecemos nuestra personalidad podemos deslumbrar aquel que veo con el corazón, lo maravillosas personas que somos por dentro como por fuera.
- Te amo… - susurra Kevin haciendo que lo viera a los ojos sonriendo, confirmando que así era la vida. Gracias a mis malos momentos, había encontrado mi felicidad y el sentido del por qué debí vivir, en mientras de tener la misma suerte que mi familia.
- Te amo, más que nada en el mundo.
Y así sellamos nuestro día con otro pero irrepetible beso, del cual aun no me olvido. Pareciera que aun siento ese beso, después de tanto tiempo desde aquel día. Si se preguntan, al fin y al cabo había acertado en mi intuición; ya que nuestro bebé es una niña, nuestra hermosa Zoe: nuestra vida.
Fin.
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Agradecimientos:
Debo agradecerles por cada uno de sus comentarios que hicieron posible que esta historia se desarrollara y llegara a su fin. Ciertamente me pone nostálgica saber que es mi tercera novela que termino, pero como mi cabeza siempre esta ideando nuevas historias eso hace que no me sienta mal. Claro que espero que esas ideas también les guste, ya que no hay nada mejor que tener tan grandes y hermosas lectoras, que con el tiempo terminando siendo parte de la vida de la escritora y haciéndola feliz, como es en mi caso, con cada comentario o con un simple seguila. Sinceramente debo agradecerles por su apoyo y por ser parte de esta historia que en gran parte significa mucho para mí. Uno: porque gracias a esta novela conocí a mi mejor amiga, Magali :); y dos: porque realmente tiene un significado muy importante para mí, ya que lo había hecho en pleno momento de mi adolescencia, en donde el pasado y los recuerdos me acechaban haciéndome mal de varios sentidos. Extrañare entrar a este tema como en los otros dos anteriores, pero sé que las tendré en mi cuarta novela: Lágrimas del silencio, cuya trama espero que les guste :) Siempre fueron grandes lectoras, cada una de ustedes con sus hermosos comentarios que en cada tarde me sacan una sonrisa de felicidad :D Las amo, y realmente me agrado conocer nuevas lectoras como Stephanie, ya que a las demás las conocía desde sus novelas o por seguirme en mi otras novelas ;) Desde lo más profundo de mi corazón, les agradezco por siempre ayudarme y apoyarme. Las amo con todo mi corazón y alma
Espero que les guste este final, el cual intente hacerlo abierto para que ustedes imaginen un final de ahora en más, ese es mi fin n.n Como dije, les agradezco por todo. Por leer, por ser mis lectoras y sobre todo por ser mis mejores amigas, les agradezco a ustedes: Orne, Tamii, Maguii, Arii, Belu, Nesi, Steph y Hayde quienes siempre estuvieron para que llegué este final el cual espero que les guste y lo disfruten.
Besos y ahora sí, me despido en este tema: Adiós :D y hasta pronto cuando suba mi otra novela :)
:hug:
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
AHHHHHHHHHHHHHHHH, Soy la primera en comentar?
ayer no pude, estaba sin internet, y ahora el final. :affraid:
fue inesperado y claro, me dejaste shockeada, enserio Kevin es adorable, preocupado.
Fue una trama muy dramatica, pero tierna tambien, como es Kevin supongo
Y hicieron cositas, muchas cositas que acabo en una cosita llamada Zoe Awwww
yo te agradesco tu paciencia conmigo y que compartieras esta novela que yo exigi apenas supe de ella
Te amo, Te amo :D
Que mas dire? Espero la proxima Novela :arre:
:hug:
ayer no pude, estaba sin internet, y ahora el final. :affraid:
fue inesperado y claro, me dejaste shockeada, enserio Kevin es adorable, preocupado.
Fue una trama muy dramatica, pero tierna tambien, como es Kevin supongo
Y hicieron cositas, muchas cositas que acabo en una cosita llamada Zoe Awwww
yo te agradesco tu paciencia conmigo y que compartieras esta novela que yo exigi apenas supe de ella
Te amo, Te amo :D
Que mas dire? Espero la proxima Novela :arre:
:hug:
Taescaab
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Un hermoso final, muy inesperado porque no esperaba leer hoy el final :)
Me encantó esta frase que tuve que capturar en foto por lo que me llegó, significó mucho para mí:
Serán padres :D qué linduras. Casualmente yo tengo una amiga que se llama Zoelyn y le decimos Zoe.
Y Sally ya está grandecita.
Me encantó que haya sido este final abierto.
No tienes que agradecer tanto como nosotras que debemos darte MUCHAS GRACIAS y un ramo de flores por haber compartido esta bella historia llena de drama pero también de romance.
Aprecio mucho tu tiempo y esfuerzo, además que comprendo un poco que significa algo especial para ti la novela.
Esperaré la que sigue y ya sabiendo la imaginación y el talento que tienes para escribir me tendrá enganchada como una fiel lectora.
Muchos besos y te amoo. Me conmoví con tus agradecimientos :')
De nuevo… TE AMOOO
Me encantó esta frase que tuve que capturar en foto por lo que me llegó, significó mucho para mí:
Serán padres :D qué linduras. Casualmente yo tengo una amiga que se llama Zoelyn y le decimos Zoe.
Y Sally ya está grandecita.
Me encantó que haya sido este final abierto.
No tienes que agradecer tanto como nosotras que debemos darte MUCHAS GRACIAS y un ramo de flores por haber compartido esta bella historia llena de drama pero también de romance.
Aprecio mucho tu tiempo y esfuerzo, además que comprendo un poco que significa algo especial para ti la novela.
Esperaré la que sigue y ya sabiendo la imaginación y el talento que tienes para escribir me tendrá enganchada como una fiel lectora.
Muchos besos y te amoo. Me conmoví con tus agradecimientos :')
De nuevo… TE AMOOO
Invitado
Invitado
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Okey, no tengo ni idea de como empezar a escribir este comentario, aunque ya lo estoy haciendo, jee. Llevó como dos horas llorando desde que empecé a leer, sentía olorcito a final, no sé porqué y baje hasta el final y lo vi, lo sé, hice "trampa" No puedo creer que haya terminado, cada renglón que iba leyendo se me iba cayendo una nueva lagrima, si tuviera que citar cada frase que me llego al corazón, debería dejar escrito todo el capitulo de nuevo, pero sin dudas cuando hablaste sobre los miedos, me sentí absolutamente identificada, y ahora al recordarlo mis ojos se vuelven a llenar de lagrimas, ya me conoces, miedo es mi segundo nombre e intento superarlo pero a veces es muy difícil, tantas cosas callé o deje de hacer, creo que a la mayoría nos ha pasado, creo que el miedo es lo mas difícil de superar, y coincido con lo del dolor, la angustia, la odiamos y quisiéramos no vivirla jamas, pero si no lo hacemos, jamas podremos valorar la felicidad, yo creo que la felicidad son momentos, es decir, creo que nadie tiene un momento eterno de felicidad, en el medio pasan cosas, algunas graves otras no tanto, pero la felicidad siempre se escabullé por ahí. El problema lo tienen las personas que no saben que el pasar el día con amigos, familia es felicidad. Que recibir el cariño de alguien que amamos, es felicidad. Hacer lo que nos apasiona es felicidad, tantas cosas nos dan esos momentos de felicidad, a veces no los valoramos, pero ahí están. En fin, no estaba el final tan pronto y estoy un poco sensible, los finales/despedidas no son lo mio, me pongo muy sentimental y vuelvo automáticamente al momento donde todo empezó. Es la segunda novela en la que te acompaño, llegué tarde a la de Joe (la tengo que leer si o si) y me hace muy feliz compartir con vos estas cosas, poder leer lo que sale de tu corazón, sea ficticio al ser novela, o sea real, por que siempre por mas inventando que sea el personaje dejamos algo nuestro allí. Amé el final, como sabes que amé toda la novela. Ellos merecían esa felicidad tan esperada después de tanto dolor y cosas malas en el camino, ojala que todos tengamos en la vida un final así, con alegría y lleno de buenos momentos. Me estoy poniendo intensa, no? jajajaja, bueno, es el final, déjame expresar (?) Gracias por todo lo que has hecho por mi durante el tiempo que llevamos siendo amigas, y sabes que no me refiero a temas del foro, en general, los consejos, la confianza, el apoyo, todo, sos un sostén tan importante para mi, sos realmente una amiga y espero no perderte JAMAS. Te amo muchísimo y acá estaré apoyándote siempre, en tus próximos proyectos y en la vida. Adiós Una lagrima mas.... love u :'))
Orne Jonas.
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Taescaab escribió:AHHHHHHHHHHHHHHHH, Soy la primera en comentar?
ayer no pude, estaba sin internet, y ahora el final. :affraid:
fue inesperado y claro, me dejaste shockeada, enserio Kevin es adorable, preocupado.
Fue una trama muy dramatica, pero tierna tambien, como es Kevin supongo
Y hicieron cositas, muchas cositas que acabo en una cosita llamada Zoe Awwww
yo te agradesco tu paciencia conmigo y que compartieras esta novela que yo exigi apenas supe de ella
Te amo, Te amo :D
Que mas dire? Espero la proxima Novela :arre:
:hug:
Mi hermosa princesa Sí, fuiste la primera en comentar jajaja. No hay problema, sabía que había pasado como para que no comentaras n.n igual siempre me apoyaste en todo, y por eso te agradezco hermosa!! :D Jajajaja, me alegra que haya sido inesperado el final n.n y que adoren a Kevin, como yo creo que es después de tanto tiempo ser mi primer ídolo jajajaja. Concuerdo en eso que fue una trama dramática, más de lo que fue en "Un simple te amo" Jajajaja, bueno no podía decir que la cigüeña trajo al bebé jajajaja, eso se lo debe decir a los niños n.n y Zoe, como yo la imagino es un amor de bebé n.n y obviamente de hija n.n
xD recuerdo cuando me habías dicho que querías leer esta novela, la cual ya te había dicho que era demasiada triste aunque admito que no recordaba que era tan triste jajajaja. Y no agradezca, cada uno tiene su tiempo y solo me hacía feliz saber que estabas bien y que realmente te gustaba cada capitulo de esta novela que gracias a vos llego a su final n.n
También te amo princesita!!! no sabes cuanto te quiero amigaaaaaa!! :D Jajajaja, ya sabes que pronto tendrás una novela más para leer de mi parte
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Pinkii&Wonderous escribió:Un hermoso final, muy inesperado porque no esperaba leer hoy el final :)
Me encantó esta frase que tuve que capturar en foto por lo que me llegó, significó mucho para mí:
Serán padres :D qué linduras. Casualmente yo tengo una amiga que se llama Zoelyn y le decimos Zoe.
Y Sally ya está grandecita.
Me encantó que haya sido este final abierto.
No tienes que agradecer tanto como nosotras que debemos darte MUCHAS GRACIAS y un ramo de flores por haber compartido esta bella historia llena de drama pero también de romance.
Aprecio mucho tu tiempo y esfuerzo, además que comprendo un poco que significa algo especial para ti la novela.
Esperaré la que sigue y ya sabiendo la imaginación y el talento que tienes para escribir me tendrá enganchada como una fiel lectora.
Muchos besos y te amoo. Me conmoví con tus agradecimientos :')
De nuevo… TE AMOOO
Me alegra ese resultado de inesperado, realmente eso buscaba además de que ciertas personitas no querían que dijera que llegaba el final jajajaja. Y me alegra que esa frase te haya llegado, porque es la principal idea del por qué comencé la historia, y en resumen lo que a la rayis le importaba, como pasa con cada uno de nosotros respecto del tema del miedo. Me hace feliz que les haya gustado el final a pesar de tener tantos sentimientos terminando en la felicidad n.n que casualidad, yo estaba viendo la película "Sin reservas" con Catherine Zeta-Jones y cuando dicen el nombre: Zoe con lo que significaba, pensé que se adaptaba a la historia n.n Jajajaja, Sally y David están grandes, sin dudas, como el pequeño Frankie :( ya es grande, no lo puedo creer jajajaja.
Yo solo sé que por ustedes llegué este final! y realmente lo hice por ustedes jajajaja. Que lindas son tus palabras Arii, dices en tan pocas palabras lo que yo necesito un testamento para dar en la idea central xD es por eso que te admiro como escritora como a cada una de ustedes que son muy grandes escritoras, con originales tramas que llegan al corazón n.n
Y no hay que esperar mucho para esa novela, quizás dos semanas como mucho porque quiero estar un poco más adelantada n.n jajajaja, y obviamente me encantará tenerte como lectora, absolutamente. Espero no defraudarte con la novela n.n a ninguna, obviamente n.n
Wow! yo también te amo! y todo lo que dije en el agradecimiento es verdad!!
n.n Te super amooooooo
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Nicholasmyhero escribió:Okey, no tengo ni idea de como empezar a escribir este comentario, aunque ya lo estoy haciendo, jee. Llevó como dos horas llorando desde que empecé a leer, sentía olorcito a final, no sé porqué y baje hasta el final y lo vi, lo sé, hice "trampa" No puedo creer que haya terminado, cada renglón que iba leyendo se me iba cayendo una nueva lagrima, si tuviera que citar cada frase que me llego al corazón, debería dejar escrito todo el capitulo de nuevo, pero sin dudas cuando hablaste sobre los miedos, me sentí absolutamente identificada, y ahora al recordarlo mis ojos se vuelven a llenar de lagrimas, ya me conoces, miedo es mi segundo nombre e intento superarlo pero a veces es muy difícil, tantas cosas callé o deje de hacer, creo que a la mayoría nos ha pasado, creo que el miedo es lo mas difícil de superar, y coincido con lo del dolor, la angustia, la odiamos y quisiéramos no vivirla jamas, pero si no lo hacemos, jamas podremos valorar la felicidad, yo creo que la felicidad son momentos, es decir, creo que nadie tiene un momento eterno de felicidad, en el medio pasan cosas, algunas graves otras no tanto, pero la felicidad siempre se escabullé por ahí. El problema lo tienen las personas que no saben que el pasar el día con amigos, familia es felicidad. Que recibir el cariño de alguien que amamos, es felicidad. Hacer lo que nos apasiona es felicidad, tantas cosas nos dan esos momentos de felicidad, a veces no los valoramos, pero ahí están. En fin, no estaba el final tan pronto y estoy un poco sensible, los finales/despedidas no son lo mio, me pongo muy sentimental y vuelvo automáticamente al momento donde todo empezó. Es la segunda novela en la que te acompaño, llegué tarde a la de Joe (la tengo que leer si o si) y me hace muy feliz compartir con vos estas cosas, poder leer lo que sale de tu corazón, sea ficticio al ser novela, o sea real, por que siempre por mas inventando que sea el personaje dejamos algo nuestro allí. Amé el final, como sabes que amé toda la novela. Ellos merecían esa felicidad tan esperada después de tanto dolor y cosas malas en el camino, ojala que todos tengamos en la vida un final así, con alegría y lleno de buenos momentos. Me estoy poniendo intensa, no? jajajaja, bueno, es el final, déjame expresar (?) Gracias por todo lo que has hecho por mi durante el tiempo que llevamos siendo amigas, y sabes que no me refiero a temas del foro, en general, los consejos, la confianza, el apoyo, todo, sos un sostén tan importante para mi, sos realmente una amiga y espero no perderte JAMAS. Te amo muchísimo y acá estaré apoyándote siempre, en tus próximos proyectos y en la vida. Adiós Una lagrima mas.... love u :'))
Todo lo que me causo tu comentario tiene dos palabras para describirlo: Te Amo. Sabes que todo lo que hago o lo poco que puedo hacer por ustedes, lo hago con lo más profundo de mi corazón por verlas bien n.n de eso se trata la amistad, amada Orne! Me emociona saber que soy parte de tu vida, como vos lo sos para mí n.n y bien lo sabes. Mis "te amos" no son solos palabras, sino es porque ciertamente lo siento. Siempre me encariño de las personas, y esta vez no fue la excepción. Agradezco haberte conocido, y ver conocido a cada una de ustedes *-* Ya estoy llorando, no quiero despedidas jajajaja, pero ya esta... una lágrima nada más en esta novela y nuevas en el próximo. Gracias por decir que me apoyaras en la vida también. Sin dudas nuevamente volví a encontrar grandes amigas con esta novela y en la anterior *-* Te amooooooooooo ♥
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
holaaaa preciosa yo como siempre llegando tarde aaaaaag !!! Aww hermosa nose que decir que final tan inesperado really xD concuerdo con todas las demas xDD quiero decir que tu nove es la perfeccion escrita y que como siempre te lo digo tienes un don en tus manos y en tu mente que uuuuuuffff diiios se inspiro mucho mientras te lo daba porque eres muy EXTREMADAMENTE telentosa hermosa y una demostracion es esta maravillosa novela que no hizo llorar a mas de una Aww tantas lagrimas y tristezas everywhere pero tambien tanta ternura y perfeccion me hiciste amar mas a kevin ( aunque yo lo amo pase lo que pase) pero me hiciste amarlo cada vez mas, tu novela me lleno en serio, como todo lo que tu haces, fue una historia hermosa, fueron frases y parrafos hermosos, fueron unos protagonistas hermosos, y dejo muchas enseñanzas a su paso como por ejemplo, cuando sientes que la vida esta acabada que ya no tienes porque vivir y llega, aparace esa lucesita que te dice que aun quedan muchas razones por las cuales ser feliz a pesar de que siempre van a haber lagrimas, tambien habran sonrisas y tu me enseñaste eso, gracias hermosa en seriop por compartir esta perffeccion de nove con nosotras y por poner todo tu amor para crear algo tan maravilloso, te seguire en caada una de tus noves porque soy tu fan y tu lo sabes te lo he dicho muchas veces xD y bueno TE AMO HERMOSA SIGUE SIENDO ASI DE TALENTOSA Y CON MANOS MAGICAS XDDD BESITOS!
nicksis17
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
awwww migui!!
yo sin pasarme y me encuentro con semejante final
oseaaaaa maravilloso, lindo perfecto... tu siempre con tu juego de palabras que haces que cualquier cosa suene lindo y perfecto. siempre con las palabras exactas... eres la mejor en esto. Leer tus novelas me inspiran demaciado.
palabras precisas y verdaderas
lo adore
y wiiiiiiii un bebe ..... y esos te amo... que mejor final
nos estamos leyendo pronto
xoxo
yo sin pasarme y me encuentro con semejante final
oseaaaaa maravilloso, lindo perfecto... tu siempre con tu juego de palabras que haces que cualquier cosa suene lindo y perfecto. siempre con las palabras exactas... eres la mejor en esto. Leer tus novelas me inspiran demaciado.
Ahora puedo decir que hay una lágrima para cada ocasión de la vida, y que por más dolorosa que sea el comienzo, el centro o el desenlace de la vida, siempre habrá momentos felices; porque de eso se trata la vida, de afrontarla con sus obstáculos sin dejarse llevar por lo malos momentos porque en algún momento la felicidad nos adornara la vida. Además, ¿Qué sería de la vida sin problemas y dolor? ¿Qué sería si siempre fuéramos felices? Yo creo que sin los problemas ni el dolor, no tendría sentido la vida; porque de los problemas se aprende, del dolor se es fuerte, y con ese conjunto no puede ser feliz. La felicidad se debe valorar segundo a segundo, porque no se sabe cuando un nuevo problema y un nuevo dolor nos acecharan. Pero de eso, cada uno aprende con la vida que nos toca vivir. Cada vida es única, cada momento es igual… cada persona es única sin importar las cualidades que se comparten con otros. Todos somos únicos, y si embellecemos nuestra personalidad podemos deslumbrar aquel que veo con el corazón, lo maravillosas personas que somos por dentro como por fuera.
palabras precisas y verdaderas
lo adore
y wiiiiiiii un bebe ..... y esos te amo... que mejor final
nos estamos leyendo pronto
xoxo
Belencita
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
nicksis17 escribió:holaaaa preciosa yo como siempre llegando tarde aaaaaag !!! Aww hermosa nose que decir que final tan inesperado really xD concuerdo con todas las demas xDD quiero decir que tu nove es la perfeccion escrita y que como siempre te lo digo tienes un don en tus manos y en tu mente que uuuuuuffff diiios se inspiro mucho mientras te lo daba porque eres muy EXTREMADAMENTE telentosa hermosa y una demostracion es esta maravillosa novela que no hizo llorar a mas de una Aww tantas lagrimas y tristezas everywhere pero tambien tanta ternura y perfeccion me hiciste amar mas a kevin ( aunque yo lo amo pase lo que pase) pero me hiciste amarlo cada vez mas, tu novela me lleno en serio, como todo lo que tu haces, fue una historia hermosa, fueron frases y parrafos hermosos, fueron unos protagonistas hermosos, y dejo muchas enseñanzas a su paso como por ejemplo, cuando sientes que la vida esta acabada que ya no tienes porque vivir y llega, aparace esa lucesita que te dice que aun quedan muchas razones por las cuales ser feliz a pesar de que siempre van a haber lagrimas, tambien habran sonrisas y tu me enseñaste eso, gracias hermosa en seriop por compartir esta perffeccion de nove con nosotras y por poner todo tu amor para crear algo tan maravilloso, te seguire en caada una de tus noves porque soy tu fan y tu lo sabes te lo he dicho muchas veces xD y bueno TE AMO HERMOSA SIGUE SIENDO ASI DE TALENTOSA Y CON MANOS MAGICAS XDDD BESITOS!
Hola hermosa reina! no te preocupes, lo bueno de las novelas es que siempre se puede leer a su tiempo es lo mejor, porque jamás se moverán del lugar jajajaja. Me alegra mucho que te haya llegado cada parte de la novela, y que al fin y al cabo se haya aprendido algo a demás de ser una novela de entretenimiento. Me enorgullece mucho saber que pude mostrar un aspecto de como ver la vida *-* y te agradezco por ser parte de esta historia sin dudas, porque sin ti tampoco hubiera podido llegar a su fin. Te amooooooo y lo sabes linda, me alegra también saber que te tendré en mis próximas novelas apoyándome n.n También sabes que escribes muy hermoso Nesi, y que siempre uno está aprendiendo porque todos podemos escribir y cada estilo de hacerlo es único... original, y eso lo hace propio y hermoso ♥ Te amoooooooooooo y muchos besos n.n
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Belencita escribió:awwww migui!!
yo sin pasarme y me encuentro con semejante final
oseaaaaa maravilloso, lindo perfecto... tu siempre con tu juego de palabras que haces que cualquier cosa suene lindo y perfecto. siempre con las palabras exactas... eres la mejor en esto. Leer tus novelas me inspiran demaciado.Ahora puedo decir que hay una lágrima para cada ocasión de la vida, y que por más dolorosa que sea el comienzo, el centro o el desenlace de la vida, siempre habrá momentos felices; porque de eso se trata la vida, de afrontarla con sus obstáculos sin dejarse llevar por lo malos momentos porque en algún momento la felicidad nos adornara la vida. Además, ¿Qué sería de la vida sin problemas y dolor? ¿Qué sería si siempre fuéramos felices? Yo creo que sin los problemas ni el dolor, no tendría sentido la vida; porque de los problemas se aprende, del dolor se es fuerte, y con ese conjunto no puede ser feliz. La felicidad se debe valorar segundo a segundo, porque no se sabe cuando un nuevo problema y un nuevo dolor nos acecharan. Pero de eso, cada uno aprende con la vida que nos toca vivir. Cada vida es única, cada momento es igual… cada persona es única sin importar las cualidades que se comparten con otros. Todos somos únicos, y si embellecemos nuestra personalidad podemos deslumbrar aquel que veo con el corazón, lo maravillosas personas que somos por dentro como por fuera.
palabras precisas y verdaderas
lo adore
y wiiiiiiii un bebe ..... y esos te amo... que mejor final
nos estamos leyendo pronto
xoxo
Wow Belu, me alegra y mucho saber que mi nove me inspira, y no te preocupes que eso siempre ocurre n.n siempre espero a mis lectoras n.n
Soy feliz sabiendo que te haya llegado esa parte n.n a mi también me gusto más que nada porque es lo que pienso n.n jajajaja Zoe! ♥ un bebé y está en ustedes como ver el futuro de esta historia n.n Te amoooooooooo Belu ♥ ya me tendrás pronto para leer otra de mis noves que espero que guste. te amooooooooo ♥ Besos n.n
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
nooo se vale comente y no se guardo...pero esta biien aqui voy de nuevo.....LA NOVE FUE MARAVILLOSA, HERMOSA Y PERFECTA....de verdad con el final llore, rei,sonrei... bueno con toda la novela pero el final dios fue tan lindo ..... eso del cementerio....y lo de zoe,...kevin tan tierno como siempre
sabes jamas me cansare dd decir que soy tu fan...espero la proxima nove porque ahi estare eheheh no te salvas de mi...te quiero mucho amiga.....
sabes jamas me cansare dd decir que soy tu fan...espero la proxima nove porque ahi estare eheheh no te salvas de mi...te quiero mucho amiga.....
haydeejOnaz
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