you're my wonderwall - Niall Horan & Tú - TERMINADA.

Habías sido insultada, envidiada, habías recibido miles de amenazas de muerte, y todo por ser amiga de un grupo que ahora era muy importante y conocido tanto como en Inglaterra y también en otros países internacionales. Ser una de sus amigas implicaba salir en revistas donde los asocian como pareja, implica tener menos privacidad que antes, implica aguantar todo y no escuchar las críticas e insultos. Ellas eran duras, muy duras. ¿Por qué? Porque amaban con todos sus corazones a los chicos de One Direction que daba la casualidad que eran tus amigos desde que ellos participaban en X-FACTOR. Habías sido una de las concursantes que no había tenido suerte de pasar a la siguiente etapa, pero conociste a esos cinco maravillosos chicos que te habían cambiado la vida a mejor. Seguías cantando pero eso era en reuniones familiares o en la ducha, tu sueño de ser cantante se había esfumado.

—¿Qué me dices?—preguntó Harry sacándote de tus pensamientos. Parpadeaste desconcentrada y miraste al chico que tenías enfrente, mierda, otra vez te habías quedado pillada pensando en mil tonterías. ¡Siempre habías sido despistada pero parecía que en los últimos días tu grado de estupidez y despistad se había sumado por cien!

—¿Qué? ¡Lo siento!—negaste con la cabeza bruscamente y pusiste atención a lo que te estaba hablando.

—Nunca me escuchas—suspiró Harry—, ni siquiera sé porqué todavía pido tu opinión, es como hablar a la pared. Eres una muy mala amiga pero en fin, te estaba diciendo sobre un nuevo tatuaje. Quiero escribirme el nombre de mi hermana.

—¿De verdad? ¡Eso es genial!—asentiste, adorabas los tatuajes y eras poseedora de unos cuantos. El tema de los tatuajes siempre los tratabas con Harry y Zayn, ustedes tres eran los fanáticos. Louis odiaba ese tema, odiaba los tatuajes. Liam le gustaba pero no se atrevía con ninguno y según Niall, él estaba pensando en algo pero no estaba todavía seguro.

—Pero … la duda es cómo hacerlo, el sitio ya lo tengo—aseguró pensativo.

—¿En hebreo? Quedaría con más estilo—te encogiste de hombros.

—Puede ser, sí—bostezó—¿no piensas en ninguno más para ti?

—Sí, me tatuaré tu nombre en el trasero, ¿qué te parece?—reíste divertida por la cara que había hecho el pobre Harry, sí, solías tener un humor más peculiar y cuando te juntabas con Louis era aún peor.

—Me parece genial si luego me lo enseñas—parpadeó Harry deprisa dándole un aire de gay impresionante. Volvieron a reír los dos y siguieron mirando la película, todos los lunes te tocaba película en casa de Harry y Louis, ésta vez Louis no estaba porque estaba viendo a su novia Eleanor. Los miércoles te tocaba en casa de Zayn si no estaba ocupado y los viernes en casa de Niall, que como casi siempre, te quedabas en su casa a dormir. Y los domingos era el día de familia, todos se reunían y hacían barbacoa, salían un rato si les apetecía, veían alguna que otra película. Tenías que reconocer que todo era genial.

El miércoles, fuiste a casa de Zayn donde como siempre pasaste un buen rato. Jugaron un poco a la WII, hablaron de lo que sería las próximas semanas. Le preguntaste sobre Perrie, que aunque no la habías visto nunca, parecía buena chica … y finalmente comieron mientras que veían una película romántica.

—¿Y qué crees? ¿Se quedarán juntos?—preguntaste con la boca llena de comida. Él se encogió de hombros y siguió masticando, como siempre se quedó pensativo y le dio vueltas a su respuesta.

—Yo pienso que no—habló minutos después—, porque ella lo ama pero él es más intenso. Quiere un amor que ella no le podrá dar porque no se siente de la misma manera.

—¿Todo eso lo has pensado en cinco minutos?—reíste—Te admiro.

—No te burles—rió junto a ti—, estoy seguro que no se quedarán juntos. Él puede ser un maldito animal, un estúpido, un patán … pero la ama más que a nada mientras que ella es … no sé, no puede dejar pasar los errores.

—Te odio, piensas muy rápido.

Más tarde cogiste un taxi y te dirigiste a tu pequeño flat, no era uno lujoso y tampoco grande pero había sido un regalo de tus padres cuando cumpliste los dieciocho años y lo apreciabas mucho, había sido lo único que habías querido en la vida. Tus padres vivía en Los Ángeles y a ti te habían dejado aquí ya que al tener tus dieciocho años, podías hacer perfectamente tu vida. Ellos te ayudaban con los gastos poniendo una pequeña cantidad en el banco pero normalmente los caprichos te los dabas tú con el dinero que ganabas trabajando en una tienda de ropa.

—¿Sí?—contestaste al teléfono fijo que comenzó a sonar segundos después de entrar dentro.

—¡Hola!—te saludó su cantarina voz.

—¿Por qué me llamas al fijo Niall? ¡Estás loco!—reíste sentándote en el sillón.

—Tu teléfono está apagado cariño mío, por eso te he llamado al fijo—gruñó—¿dónde estabas?

—Como todos los miércoles, estaba en casa de Zayn—arqueaste una ceja por su tono de voz.

—¿Y a esta hora se llega? ¡Son las nueve de la noche señorita!—te regañó de broma.

—Niall, vete a la mierda—reíste blanqueando los ojos.

—Me ofendiste ah—suspiró—bueno, te llamaba para decirte que si vas a venir el viernes.

—Sí, claro que iré—diste un bostezo—, siempre voy.

—¿Pizza de barbacoa con helado de vainilla con trozos de chocolate dentro?

—¡Qué bien sabes!—reíste.

—¿Y de cena? ¿Hamburguesa te apetece?

—Lo que quieras, con eso sorpréndeme, aunque casi prefiero que cocines tú.

—Perfecto entonces—asintió—, bueno, nos vemos el viernes entonces.

—Sí rubio, nos vemos. Duerme bien esta noche.

—Lo mismo te digo—rió—, adiós pequeña.

—Adiós—reíste colgando.

Dormirte te costó al igual que cada noche, no entendías porqué ese insomnio pero pronto pensabas ir al médico para que te recetaran algunos somníferos, no podías estar todas las noches despierta hasta las dos, tres de la madrugada y después a las ocho despertarte para ir a trabajar. No estabas nada concentrada y siempre andabas distraída, eso te traía problemas con todo el mundo.

—Buenos días _____(TN)—te saludó tu compañera de trabajo—¿mejor hoy?

—No, la verdad es que no—bostezaste.

Las horas se pasaron bastantes lentas pero hablaste un par de veces con Harry al teléfono y él te animó un poco. Las ventas fueron un poco mejor y eso ayudó en que el jefe estuviera de buen humor … por eso cerraron más temprano y tuviste oportunidad de irte a casa y echarte una buena siesta que duró hasta las seis de la mañana.

“Te despertaré porque soy una mala persona. ¡Buenos días Nialler! ¡Hoy a las siete estaré en tu casa, ten todo preparado porque estaré muerta de hambre (supongo)!”—le mandaste un mensaje al rubio divertida, sabías que odiaba recibir mensajes por la mañana.

“Con todo mi cariño, te diré que te vayas a la mierda … y que en este momento te detesto de una manera que no puedes imaginarte.”

Te reíste un buen rato y después te metiste a la ducha, a las ocho estuviste en la tienda como siempre y con energías, haber dormido más de diez horas te había hecho de maravilla. Vendiste mucho y colocaste todo a la perfección, todos te felicitaron y eso te lleno de más energía aún. A las seis saliste del trabajo, te fuiste rápidamente a casa, te diste una pequeña ducha, te cambiaste de ropa y cogiste un taxi para ir al flat de Niall que estaba más o menos como a media hora.

—¡Hola rubio!—saludaste cuando te abrió la puerta.

—¡Hola!—sonrió abriendo los brazos alegre.

—¿Qué tal estás?—le abrazaste y le diste un beso en la mejilla—¿Todo bien? ¡Huele rico!

—Estoy cocinando, vamos a la cocina—cerró la puerta.

—Has puesto más premios, que maravilla—miraste la pared llena de premios que había llenado gracias a One Direction.

—Sí, tenía que ocupar con algo todo este espacio, me parecía muy blanco—habló mientras que vigilaba la comida.

—Me gusta—asentiste sonriendo.

—He decidido dejar la pizza para la noche, ¿te parece bien?

—Seguro que sí—asentiste.

—Oye _____(TN) …—lo miraste—¿no te sientes a veces sola? No sé, hace tiempo que no tienes novio.

—Bueno, creo que solos todos nos sentimos en algún momento del día—suspiraste sentándote con cansancio en la cómoda silla—, pero lo estoy llevando bien, supongo. Prometí no meterme con nadie en unos cuantos meses, darle un descanso a mi corazón. ¿Por qué me preguntaste?

—Siempre pongo la excusa de que no tengo ‘tiempo’ o algo así pero la verdad es que … no sé—suspiró—, en ciertos momentos me siento solo. Veo a Danielle y Liam tan felices, Louis con Eleanor … y ahora hasta a Zayn con Perrie, estoy rodeado de parejas y es frustrante.

—No sé qué decirte—reíste nerviosa—¿por qué no quieres intentar algo con alguien? Eres atractivo, simpático … no sé qué más podría querer una chica para ella, eres perfecto.

—¿Tú crees?—miró la comida—Bueno, nadie es perfecto pero supongo que mi simpatía y encanto irlandés me hace … hermoso.

—El ego está en las nubes, ¿cierto amigo?—reíste.

—No te entiendo, me dices que soy simpático y hermoso y cuando digo que lo soy, dices que mi ego está en las nubes—hizo un puchero como un bebé—, eres mala.

—Eres hermoso Niall, déjalo—reíste más fuerte.

—Otra pregunta …—vaciló.

—¿Qué?

—¿Podría yo … gustarte a ti?—viste como se sonrojó violentamente.

—La verdad es que …—parpadeaste sorprendida, ¿a qué venía esa pregunta tan pero tan desubicada?—eres demasiado bueno para mí, muy puro.

—¿Te gustan los chicos malos?

—Algo así …

—¿Tipo Zayn?—suspiró.

—Puede ser.

—Lo sabía …—asintió con una sonrisa nerviosa.