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Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
NEW READERRR!!! lgksdfj poh me la leí toda ahora de corrido jeje porfavorrrrrrrr tia siguela *-* que me moriré deprimida si no lo haces, maraton, maraton (8) que dice la gente? maraton(8) bkjdhgkg
siguela cuando puedassss darlinggg,, y detenidos? omaygohhh jhgkdfjg NOME DEJES ASI! jkgsdfhgj un beso
siguela cuando puedassss darlinggg,, y detenidos? omaygohhh jhgkdfjg NOME DEJES ASI! jkgsdfhgj un beso
Anniep.-
fabiana Styles
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
esta bien... ¿quieres que suplique? pues bien voy a suplicar...
SUBEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE TEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO RUEGOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!! lo grité para que llegue hasta tu casa jajaja
oigan... me estaba pasando por el foro ya que me encontraba aburrida yyyyyyyyy me encontré con esta nove https://onlywn.activoforo.com/t13150-hotter-than-fire-harry-styles-tu por fa dense una vuelta esta linda y se que les gustará
SUBEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE TEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO RUEGOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!! lo grité para que llegue hasta tu casa jajaja
oigan... me estaba pasando por el foro ya que me encontraba aburrida yyyyyyyyy me encontré con esta nove https://onlywn.activoforo.com/t13150-hotter-than-fire-harry-styles-tu por fa dense una vuelta esta linda y se que les gustará
Nicky Ainsworth
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
hooooooooooooooooo amo la novela y la carcel?
jajajaja ya se lo que a pasado aller vinieron a mi casa Zayn Louis Harry y mi mama penso que eran ladrones y llamo a la polica pero en realidad son mis novietes XD XD iguela enserio muero por leer mas y lo de San Juan yo tampoco creo que me meta mucho en la pagina lla que mañana has hogera y ire con mis amigos porai hacer el mongolo en la playa
jajajaja ya se lo que a pasado aller vinieron a mi casa Zayn Louis Harry y mi mama penso que eran ladrones y llamo a la polica pero en realidad son mis novietes XD XD iguela enserio muero por leer mas y lo de San Juan yo tampoco creo que me meta mucho en la pagina lla que mañana has hogera y ire con mis amigos porai hacer el mongolo en la playa
{YoungWildAndFree}
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
MUCHÍSIMAS GRACIAS, ESTAS COSAS ME INSPIRAN MÁS AKJDKS
ME ENCANTÓ QUE TE ENCANTE MI NOVELA EFFY JAJAJAJA
Y NIALLER... SAN JUAN ESTÁ PARA HACER EL MONGOLO JAJAJAJAAJAJAJ
BUENO, ESTA NOCHE OS DEJO EL SIGUIENTE CAP.
BESITOS A TODAS Y MUCHAS MUCHAS GRACIAS
ME ENCANTÓ QUE TE ENCANTE MI NOVELA EFFY JAJAJAJA
Y NIALLER... SAN JUAN ESTÁ PARA HACER EL MONGOLO JAJAJAJAAJAJAJ
BUENO, ESTA NOCHE OS DEJO EL SIGUIENTE CAP.
BESITOS A TODAS Y MUCHAS MUCHAS GRACIAS
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
¿AHORA LES DEJO EL ONSEEE?
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
Sisisisisissisisisisisisi *---*
Mαfer'
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!
Nicky Ainsworth
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
siguelaaaaaaaaaa :( me vuelvo locaaaaaa lkfjhfg
Anniep.-
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
CAPÍTULO 11.
-¿Y si antes de ir a ver a ____ vamos un rato al anfiteatro? – propuso Louis.
-¿Nos llevas a coger las motos? – puso una sonrisa de niño pequeño Zayn, intentando convencer a Ángela.
-No la convencerás – reí.
-No hay más remedio – me miró -. ¿No Zayn?
-Eres la chica más preciosa que ha nacido en este mundo – dijo Louis y reímos todos. Para después abrazarla tan fuerte como para que gritara que no podía respirar.
-Te olvidas de mí – dijo una voz femenina, que hizo que destruyéramos el abrazo.
-¿Qué haces aquí zorra?
-¿Qué forma de hablar es esa? Recuerda que soy tu exnovia – me miró. Me examinó de arriba abajo, pasando su lengua por su labio inferior. Aparté mi mirada para dirigirla a Louis, que bajó la cabeza.
-Vete – le ordenó Ángela, viendo el panorama.
-Cállate – le ordenó despectivamente, con dos animadoras detrás de ella.
-Dana, mejor será que te vayas – me puse delante de Ángela, que rápidamente me empujó a un lado. Me encanta su carácter, y no es ironía. Se enfrenta a todo lo que se pone frente su camino, igual que ____. Yo creo que si no fuera por el físico, no las distinguiríamos. Son prácticamente iguales.
-El próximo serás tú, Malik – sonrió mientras pasaba por nuestro lado.
-Prefiero acostarme con una puta de verdad antes de con quien intenta llegar a serlo – reímos todos. A carcajada pura. Y se fue furiosa. Pegando un soplido, creyéndose la más delicada, y yéndose con pasos de las típicas animadoras repipis.
-Quitaos del medio. ¡YA! – nos gritó.
-_____, tú en este colegio no mandas – dijo Ángela.
-¿Quién te ha dicho que no? – y se fue con esos típicos pasos de niña de papá.
Olvídate de eso Harry. Todos estábamos mal. Nosotros nos convertimos en esto, y ___ en aquello. Recuerda que ella no es así, que sólo fingía. ¡Recuérdalo hostia!
-Eres el amo – dije, a la vez que chocó mi mano.
La buena de Ángela fue casa por casa para que nosotros pudiéramos coger nuestras motos. Ella se fue a su casa, y los tres nos acercamos al anfiteatro. Cuando decidiésemos ir a casa de los Tomlinson, la llamaríamos.
Ya en ese tenebroso lugar, hasta a las cinco de la tarde, nos dedicamos a ver quien entraba y salía. Pues saben que si entraba alguien que no era bien recibido por nosotros tres y por Ángela, se iría muerto de aquí. “Este es nuestro imperio”, bromeábamos.
Pero lo divertido se acabó cuando entró James y su pandilla. La verdad, no sé por qué dejamos que entre. Será la constumbre de verlo creerse el mejor de todo, cosa que nos hace reír. Ah ya, ya sé por qué entra aquí. Es nuestro bufón.
-¿Corréis hoy o seguís siendo unas niñas?
-Sabes que el horario de carreras es por la noche – dije.
-Ahora nos podrían pillar – continuó Zayn.
-Ooooooh, pobrecitas que se van a enfadar sus papis porque corren con su bicis – imitó una voz más horrorosa que la suya.
-James, esta noche – dijo cansado Louis.
-Esta noche no vengo.
-Mala suerte chicos – les dije a todos los de su grupo, dando una palmada -. No podrán verlo perder – rieron Louis y Zayn.
-No tenéis huevos de correr ahora – y ahí mi mente paró.
-¿A que no tienes huevos? – me preguntó desafiante ____.
-¿Que no? – corrí hacia ella.
-¡No Harreh! ¡No! ¡Te lo decía de broma! – la tiré al agua -. ¡Harreeeeeeeh! Eres tonto – corrió hacia mí, se abalanzó y nos caimos al agua -. ¿Sabes? – me dijo sentada en la orilla, a causa de la caída.
-Qué – le dije esperando su respuesta.
-Tú le dices a un chico: “¿A qué no tienes huevos?”. Y hace lo que sea.
-¿Sí o qué? – reí -. Que cosa más estúpida.
-¿Estúpida? – me salpicó con el agua -. Mírate a ti, o sino compruébalo – me señaló a Louis. Que estaba tomando el sol, junto a Ángela.
Lo dudé un momento, pero lo hice. Podría reírme con eso.
-¡LOUEEEE! – grité.
-¿Qué? – se levantó de un salto de la toalla. Qué tonto es.
-¿A que no tienes huevos de… - miré a ____ - de… meter tu cabeza en la arena?
-¿Que no? – y al segundo cavaba un hoyo con su propia cabeza. _____ y yo estallamos a carcajadas. No es tonto, es tontísimo.
-¡Louis! ¿Eres tonto? – gritó atónita Ángela desde su toalla.
-Sí – grité.
-Babes. La comida está servida – gritó Zayn.
-¿Ves? – me dijo ____, mientras nos levantábamos.
-Tenías razón, te debo…
-Un helado.
-Lo que quieras – le abracé, mientras nos dirijíamos a la casa de nuestros padres.
Esas vacaciones en Rivera Maya, Caribe, nunca las olvidaré. Cada año íbamos. Ángela con su hermano y padres. Zayn y sus padres. ____ y Louis con sus padres. Y Jason y yo con los míos. Esa gilipollez que hizo Louis fue nada más y nada menos que este verano. Y como han cambiado las cosas… Bueno, tanto no. Sigo enamorado de ella.
-¿Eo? ¿Sigues aquí Styles? – sonó mi móvil.
-Espera – le indiqué al rubio, apartándome de todos aquellos.
Me llamaba el guay capitán del equipo.
-Subnormal. ¿Sabéis como habéis dejado a ____?
-Sí. Lo sabemos…
-¿Y no vais a hacer nada?
-No me interrumpas. Ahora vamos a su casa. Queremos arreglarlo.
-¿Sí? – le noté su tono raro.
-Sí. ¿Desea algo más?
-Que no le hagas daño a _____...
-¿Cómo que no le haga daño?
-Yo sólo te digo que ese beso no fue lo que parece. Interprétalo como quieras, pero ese beso surgió porque se imaginó que tu hermano era otra persona. Ahí lo dejo. Adiós subnormal.
-Adiós gilipollas – colgué.
Me volví a acercar a ellos recapacitando lo que me había dicho. ¿___ me imaginó a mí y por eso lo besó? Ojalá, sí. Sigue soñando Harry. Eso nunca pasará. Ella te cuida como su hermano mayor, como a Louis. Nunca tendrás nada con ella Harry, no te hagas ilusiones. Por lo menos, me alegra saberlo. Aunque al que se haya imaginado no sea a mí. No me ha gustado nunca verla cerca del guarro de mi hermano. Siempre quitándomelas.
-Corremos – dijo Zayn.
-No – coloqué mi mano en su pecho, evitando que subiera a su moto. También volviendo de mis pensamientos de los mundos de Yupi.
-Venga Harold, será divertido verle hecho una rabia cuando pierda – rió Louis.
-Pero por la autovía del puerto. Ahora no habrá nadie.
-Que síiiiii Styles. Tranquilito, no te llevarán a la cárcel – rió James, antes de salir del anfiteatro.
Una chica bastante buena, con sólo unos minis-shorts y un chaleco vaquero encima de su sujetador, dio la salida. Mi moto junto con la de Zayn y Louis, sobrepasó los doscientos kilómetros por hora. Así adelantando a James y a su grupito. Íbamos los tres en línea, ya que siempre ganábamos juntos y teníamos nuestras hazañas. Suena un pitido por otra chica que estaba a mitad del camino. Tocaba ir en caballito, y así hicimos. Otros dos kilómetros en posición vertical hasta llegar al punto final. Donde había que derrapar y salir a toda velocidad hacia el punto de partida. Rezando que no te chocases con los que venían de frente. Pero ese derrape hizo que nos quedáramos ahí.
James y sus amigos reían a metros de distancia.
-Detenidos por sobrepasar la velocidad establecida. Bajaos de las motos.
Claro, todo encajaba. “Esta noche no vengo”. James es un gilipollas que nos ha tendido una trampa. Y gilipollas nosotros por hacerle caso. Quiere quedarse con lo que es nuestro, con el anfiteatro. Porque esta noche no estamos, de momento, vamos a comisaría y nos confiscan las motos hasta nueva orden.
Las motos se las llevó una grua, supuestamente a cada respectiva casa. Nosotros fuimos en los asientos traseros, en el coche de la policía. Con dos agentes delante.
-Piensen que podemos llamar a una persona. Decidanse y ahora me llaman – nos cerró la verja de la práctica jaula, o bien dicho, de la celda.
-¡Eh! ¡No se vaya! – gritó Louis.
-No seas maleducado – le regaño Zayn entredientes. Yo reí -. Las cosas se piden por favor – me retorcí, a causa de la risa. Por todo lo delincuente que sea, no cambia.
-¿Qué quieren? – nos dijo en un suspiro. En todo el trayecto, hemos sido unos pesados con los agentes. Y lo reconocemos.
-Ya sabemos a quien llamar – nos miramos.
-¿No podrían ser a dos personas? – interrumpí a Louis.
Volvió a suspirar.
-Porque en el viaje me lo he pasado bien con ustedes, sino, no – sonrió -. Pero no se lo digan a nadie.
-¡Sí, señor! – imitamos a los típicos soldados, llevándonos las manos a la frente.
-Sois un caso – rió el agente.
-Llame diciendo que soy su hermano. Y a la otra que soy su amigo querido y amado.
-¿Dónde están? – pregunté sin respiración. Pensar que lo que habían hecho era una cosa inperdonable y salir corriendo de mi casa hacia la comisaría, no hace nada bueno. Hace que llegues con cortas aspiraciones e inspiraciones de aire y que no te dé tiempo a cambiarte. Sí, iba despeinada y tal como estaba en mi casa. Con un moño deshecho, el pijama con la bata de seda azul, y las zapatillas de cerditos.
-Ahora nos llevan adentro – me afirmó Ángela, levantándose del banco. Y mirándome de arriba abajo.
-¿Qué pasa? – aguanté la risa.
-Es que estás en pijama – se reprimió una carcajada.
-¿Y qué pasa? Hago lo que sea por los amigos, hasta venir así – sonreí.
-¿Amigos? – se apagó mi sonrisa. Esperando que me soltara una de sus típicas reprimendas. “Amigos son a los que no dejas apartados” “A los amigos no se le hace daño” “De los amigos nadie se olvida”. Y como tenía razón, nunca me olvidé de ellos.
Pero la respuesta no fue tal cosa, sino un abrazo. UN ABRAZO.
Y la cara, los ojos y la nariz se me pusieron más rojos. Solté lágrimas por donde ni siquiera salen. Y ella hizo lo mismo mientras sonreía de felicidad. Cuando nos separamos, cuando deshicimos ese abrazo le sequé sus lágrimas, mientras ella me miraba tímidamente. Para volver a abrazarnos como si no hubiera un mañana.
-Lo siento – dije.
-No, lo siento yo – me dijo, mientras nos abrazábamos.
-No, lo siento por haceros eso. No era yo, era otra ____.
-No, lo siento yo por tratarte así cuando estabas mal por nosotros.
-No, lo siento yo por no pediros perdón hasta ahora.
-No, lo siento yo por hacerte ese arañazo – rió.
-Y yo por tirarte del pelo – deshicimos el abrazo -. Lo siento por todo. Perdóname.
-Estás más que perdonada – volvió a cogerme -. No sabes cuánto te echaba de menos – me susurró.
-Yo moría por no estar a vuestro lado.
-Todos lo hacíamos – sonrío, cuando por última vez volvimos a separarnos.
-¿Les puedo ayudar a algo, señoritas? – nos preguntó un agente.
-No gracias, ya nos han atendido. Ahora nos llevan a ver a nuestros… - dijo, secándose las lágrimas que todavía caían. Y estas no eran de dolor, sino de emoción.
-¿Quieren ir ya? Yo las acompaño – nos interrumpió.
-Sí, por favor – dije, ansiosa por verlos. También limpiándome la cara, que debería estar más hinchada que antes.
-Síganme – nos sonrió.
Lo perseguimos hasta llegar a una puerta blanca, que con sumo esfuerzo, el agente consiguió abrirla. Seguimos por un pasillo de paredes blancas con unos cuantos despachos alrededor. Muy modernos y amplios, con varias personas que nos miraban fijamente. O posiblemente a mí. Por ir a un sitio tan serio como éste en pijama.
-¿Qué se suponen que han hecho? – le susurré a Ángela.
-No lo sé, todavía no me lo han dicho.
Por fin llegamos a una especie de cuarto, al final del pasillo. Donde en su lado izquierdo había una celda, vacía. Y al otro, estaban ellos. Que al vernos, rápidamente se levantaron de los bancos que habían en las paredes para acercarse a la verja. Como mendigos que piden limosna, para darnos un abrazo. El agente abrió la puerta, pero sólo por unos minutos. Ya que no podían salir, sino porque tenían la visita de sus posibles salvadoras.
-_____ por favor, consigue sacarnos de aquí. Somos mala imagen para los papás. Me matarán si me quedo aquí, a mí y a ellos. Por favor, hazlo – me decía mientras me abrazaba muy, muy fuerte.
Yo no respondí.
-Por favor ____. Perdóname, perdóname por todo lo que hice o dije. Pero ayúdame por favor – se separó de mí, mirándome a los ojos.
-Qué tonto eres – le sonreí y volví a abrazarle -. Nunca me enfadé. En esos momentos estábamos…
-Cállate, por favor – deshizo el abrazo. Y como no, sonrió. Con esa sonrisa tan bonita que tiene mi hermano.
Al separarme miré a los otros dos, los cuales ya habían abrazado a Ángela y miraban nuestra escena. Hubo un momento incómodo, ya que todos esperábamos una cosa. La misma. La que siempre hemos deseado. Más lágrimas cayeron mientras me acerqué a Zayn, que venía corriendo a mí.
-Te quiero barbie – me dijo en el abrazo, haciéndome reír. Como siempre.
-Te quiero guarro – le hice reír. Y quedamos abrazados hasta que alguien carrasqueó.
Me quité de alrededor de sus brazos lentamente, para mirar que Ángela y Lou se abrazaban y para observar que Harry estaba un poco más atrás que Zayn. No pasó otra cosa por mi cabeza que salir corriendo y saltar a sus brazos. Mi Harreh.
-Perdóname – lloré, mientras estaba colgada a su cuello como un mono. Con las piernas alrededor de su cintura a la vez que él me sostenía.
-Nunca he estado enfadado contigo – me cogió más fuerte.
Olí su pelo, y lo olí a él. Su perfume me transportaba a otro mundo, su suave pelo hacía de almohada y me encantaba. Me aferraba más a él por cada minuto que pasaba. Como cuando me llevó en moto, que parecía asustada. Aunque me sentía segura, pues siempre he estado segura cuando estoy con él, nunca me pasará nada a su lado. Siempre me ha cuidado y me ha tratado como a la hermana pequeña que nunca tuvo. Y eso es lo malo, que me seguirá tratando así.
-Por cierto, gracias por cambiar las ruedas a mi coche. Al llegar a casa con… - con Liam ____, dilo. Que no te pase a la inversa -. Bueno, que lo he visto. Gracias – le sonreí, separando mi cabeza de su pelo.
-Todo lo que sea por ti – y esa deslumbrante sonrisa apareció.
Oímos que alguien aplaudió, y Harry me bajó al suelo.
-Qué bonito – dijo el agente, soltándo lágrimas a troche y moche. Y a la vez aplaudiendo, como si fuera el final de una película de llorar, de esas.
Todos reímos, e hicimos nuestro típico abrazo colectivo. Acogiendo también al agente. Que soltó tal llantos que hizo que viniesen otros policías a ver lo que pasaba.
Todo esto acabó cuando nos separamos y vimos que cada uno soltaba alguna que otra gota de agua. Más Ángela y yo que los chicos. Que tembién hizo que riésemos.
-Bueno – dijo el agente, secándose la cara -, tienen que pagar la fianza. Sino, lo siento por ustedes, pero se quedarán aquí y llamaremos a sus respectivos tutores. Aunque dos de los detenidos sean mayores de edad – se dirigió a nosotras -. ¿Están ustedes dispuestas a pagarla?
-Claro – dijimos a la vez.
-Es poco, yo se lo dejaría gratis. Ya que están – volvió a llorar desconsoladamente -. Bueno, doscientas libras cada uno.
-Seiscientas.
-¡Muy bien Zayn! ¡Sabes contar! Ya me estaba preocupando por ti… - le removió el pelo Lou, provocando la risa de todos.
-Tengo yo aquí la tarjeta – afirmó Ángela.
-No, no lo pagarás sola – le ordené.
-Da igual, todo por los amigos, ¿no? – sonrió.
-Sí, todo.
-¿Y si antes de ir a ver a ____ vamos un rato al anfiteatro? – propuso Louis.
-¿Nos llevas a coger las motos? – puso una sonrisa de niño pequeño Zayn, intentando convencer a Ángela.
-No la convencerás – reí.
-No hay más remedio – me miró -. ¿No Zayn?
-Eres la chica más preciosa que ha nacido en este mundo – dijo Louis y reímos todos. Para después abrazarla tan fuerte como para que gritara que no podía respirar.
-Te olvidas de mí – dijo una voz femenina, que hizo que destruyéramos el abrazo.
-¿Qué haces aquí zorra?
-¿Qué forma de hablar es esa? Recuerda que soy tu exnovia – me miró. Me examinó de arriba abajo, pasando su lengua por su labio inferior. Aparté mi mirada para dirigirla a Louis, que bajó la cabeza.
-Vete – le ordenó Ángela, viendo el panorama.
-Cállate – le ordenó despectivamente, con dos animadoras detrás de ella.
-Dana, mejor será que te vayas – me puse delante de Ángela, que rápidamente me empujó a un lado. Me encanta su carácter, y no es ironía. Se enfrenta a todo lo que se pone frente su camino, igual que ____. Yo creo que si no fuera por el físico, no las distinguiríamos. Son prácticamente iguales.
-El próximo serás tú, Malik – sonrió mientras pasaba por nuestro lado.
-Prefiero acostarme con una puta de verdad antes de con quien intenta llegar a serlo – reímos todos. A carcajada pura. Y se fue furiosa. Pegando un soplido, creyéndose la más delicada, y yéndose con pasos de las típicas animadoras repipis.
-Quitaos del medio. ¡YA! – nos gritó.
-_____, tú en este colegio no mandas – dijo Ángela.
-¿Quién te ha dicho que no? – y se fue con esos típicos pasos de niña de papá.
Olvídate de eso Harry. Todos estábamos mal. Nosotros nos convertimos en esto, y ___ en aquello. Recuerda que ella no es así, que sólo fingía. ¡Recuérdalo hostia!
-Eres el amo – dije, a la vez que chocó mi mano.
La buena de Ángela fue casa por casa para que nosotros pudiéramos coger nuestras motos. Ella se fue a su casa, y los tres nos acercamos al anfiteatro. Cuando decidiésemos ir a casa de los Tomlinson, la llamaríamos.
Ya en ese tenebroso lugar, hasta a las cinco de la tarde, nos dedicamos a ver quien entraba y salía. Pues saben que si entraba alguien que no era bien recibido por nosotros tres y por Ángela, se iría muerto de aquí. “Este es nuestro imperio”, bromeábamos.
Pero lo divertido se acabó cuando entró James y su pandilla. La verdad, no sé por qué dejamos que entre. Será la constumbre de verlo creerse el mejor de todo, cosa que nos hace reír. Ah ya, ya sé por qué entra aquí. Es nuestro bufón.
-¿Corréis hoy o seguís siendo unas niñas?
-Sabes que el horario de carreras es por la noche – dije.
-Ahora nos podrían pillar – continuó Zayn.
-Ooooooh, pobrecitas que se van a enfadar sus papis porque corren con su bicis – imitó una voz más horrorosa que la suya.
-James, esta noche – dijo cansado Louis.
-Esta noche no vengo.
-Mala suerte chicos – les dije a todos los de su grupo, dando una palmada -. No podrán verlo perder – rieron Louis y Zayn.
-No tenéis huevos de correr ahora – y ahí mi mente paró.
-¿A que no tienes huevos? – me preguntó desafiante ____.
-¿Que no? – corrí hacia ella.
-¡No Harreh! ¡No! ¡Te lo decía de broma! – la tiré al agua -. ¡Harreeeeeeeh! Eres tonto – corrió hacia mí, se abalanzó y nos caimos al agua -. ¿Sabes? – me dijo sentada en la orilla, a causa de la caída.
-Qué – le dije esperando su respuesta.
-Tú le dices a un chico: “¿A qué no tienes huevos?”. Y hace lo que sea.
-¿Sí o qué? – reí -. Que cosa más estúpida.
-¿Estúpida? – me salpicó con el agua -. Mírate a ti, o sino compruébalo – me señaló a Louis. Que estaba tomando el sol, junto a Ángela.
Lo dudé un momento, pero lo hice. Podría reírme con eso.
-¡LOUEEEE! – grité.
-¿Qué? – se levantó de un salto de la toalla. Qué tonto es.
-¿A que no tienes huevos de… - miré a ____ - de… meter tu cabeza en la arena?
-¿Que no? – y al segundo cavaba un hoyo con su propia cabeza. _____ y yo estallamos a carcajadas. No es tonto, es tontísimo.
-¡Louis! ¿Eres tonto? – gritó atónita Ángela desde su toalla.
-Sí – grité.
-Babes. La comida está servida – gritó Zayn.
-¿Ves? – me dijo ____, mientras nos levantábamos.
-Tenías razón, te debo…
-Un helado.
-Lo que quieras – le abracé, mientras nos dirijíamos a la casa de nuestros padres.
Esas vacaciones en Rivera Maya, Caribe, nunca las olvidaré. Cada año íbamos. Ángela con su hermano y padres. Zayn y sus padres. ____ y Louis con sus padres. Y Jason y yo con los míos. Esa gilipollez que hizo Louis fue nada más y nada menos que este verano. Y como han cambiado las cosas… Bueno, tanto no. Sigo enamorado de ella.
-¿Eo? ¿Sigues aquí Styles? – sonó mi móvil.
-Espera – le indiqué al rubio, apartándome de todos aquellos.
Me llamaba el guay capitán del equipo.
-Subnormal. ¿Sabéis como habéis dejado a ____?
-Sí. Lo sabemos…
-¿Y no vais a hacer nada?
-No me interrumpas. Ahora vamos a su casa. Queremos arreglarlo.
-¿Sí? – le noté su tono raro.
-Sí. ¿Desea algo más?
-Que no le hagas daño a _____...
-¿Cómo que no le haga daño?
-Yo sólo te digo que ese beso no fue lo que parece. Interprétalo como quieras, pero ese beso surgió porque se imaginó que tu hermano era otra persona. Ahí lo dejo. Adiós subnormal.
-Adiós gilipollas – colgué.
Me volví a acercar a ellos recapacitando lo que me había dicho. ¿___ me imaginó a mí y por eso lo besó? Ojalá, sí. Sigue soñando Harry. Eso nunca pasará. Ella te cuida como su hermano mayor, como a Louis. Nunca tendrás nada con ella Harry, no te hagas ilusiones. Por lo menos, me alegra saberlo. Aunque al que se haya imaginado no sea a mí. No me ha gustado nunca verla cerca del guarro de mi hermano. Siempre quitándomelas.
-Corremos – dijo Zayn.
-No – coloqué mi mano en su pecho, evitando que subiera a su moto. También volviendo de mis pensamientos de los mundos de Yupi.
-Venga Harold, será divertido verle hecho una rabia cuando pierda – rió Louis.
-Pero por la autovía del puerto. Ahora no habrá nadie.
-Que síiiiii Styles. Tranquilito, no te llevarán a la cárcel – rió James, antes de salir del anfiteatro.
Una chica bastante buena, con sólo unos minis-shorts y un chaleco vaquero encima de su sujetador, dio la salida. Mi moto junto con la de Zayn y Louis, sobrepasó los doscientos kilómetros por hora. Así adelantando a James y a su grupito. Íbamos los tres en línea, ya que siempre ganábamos juntos y teníamos nuestras hazañas. Suena un pitido por otra chica que estaba a mitad del camino. Tocaba ir en caballito, y así hicimos. Otros dos kilómetros en posición vertical hasta llegar al punto final. Donde había que derrapar y salir a toda velocidad hacia el punto de partida. Rezando que no te chocases con los que venían de frente. Pero ese derrape hizo que nos quedáramos ahí.
James y sus amigos reían a metros de distancia.
-Detenidos por sobrepasar la velocidad establecida. Bajaos de las motos.
Claro, todo encajaba. “Esta noche no vengo”. James es un gilipollas que nos ha tendido una trampa. Y gilipollas nosotros por hacerle caso. Quiere quedarse con lo que es nuestro, con el anfiteatro. Porque esta noche no estamos, de momento, vamos a comisaría y nos confiscan las motos hasta nueva orden.
Las motos se las llevó una grua, supuestamente a cada respectiva casa. Nosotros fuimos en los asientos traseros, en el coche de la policía. Con dos agentes delante.
-Piensen que podemos llamar a una persona. Decidanse y ahora me llaman – nos cerró la verja de la práctica jaula, o bien dicho, de la celda.
-¡Eh! ¡No se vaya! – gritó Louis.
-No seas maleducado – le regaño Zayn entredientes. Yo reí -. Las cosas se piden por favor – me retorcí, a causa de la risa. Por todo lo delincuente que sea, no cambia.
-¿Qué quieren? – nos dijo en un suspiro. En todo el trayecto, hemos sido unos pesados con los agentes. Y lo reconocemos.
-Ya sabemos a quien llamar – nos miramos.
-¿No podrían ser a dos personas? – interrumpí a Louis.
Volvió a suspirar.
-Porque en el viaje me lo he pasado bien con ustedes, sino, no – sonrió -. Pero no se lo digan a nadie.
-¡Sí, señor! – imitamos a los típicos soldados, llevándonos las manos a la frente.
-Sois un caso – rió el agente.
-Llame diciendo que soy su hermano. Y a la otra que soy su amigo querido y amado.
-¿Dónde están? – pregunté sin respiración. Pensar que lo que habían hecho era una cosa inperdonable y salir corriendo de mi casa hacia la comisaría, no hace nada bueno. Hace que llegues con cortas aspiraciones e inspiraciones de aire y que no te dé tiempo a cambiarte. Sí, iba despeinada y tal como estaba en mi casa. Con un moño deshecho, el pijama con la bata de seda azul, y las zapatillas de cerditos.
-Ahora nos llevan adentro – me afirmó Ángela, levantándose del banco. Y mirándome de arriba abajo.
-¿Qué pasa? – aguanté la risa.
-Es que estás en pijama – se reprimió una carcajada.
-¿Y qué pasa? Hago lo que sea por los amigos, hasta venir así – sonreí.
-¿Amigos? – se apagó mi sonrisa. Esperando que me soltara una de sus típicas reprimendas. “Amigos son a los que no dejas apartados” “A los amigos no se le hace daño” “De los amigos nadie se olvida”. Y como tenía razón, nunca me olvidé de ellos.
Pero la respuesta no fue tal cosa, sino un abrazo. UN ABRAZO.
Y la cara, los ojos y la nariz se me pusieron más rojos. Solté lágrimas por donde ni siquiera salen. Y ella hizo lo mismo mientras sonreía de felicidad. Cuando nos separamos, cuando deshicimos ese abrazo le sequé sus lágrimas, mientras ella me miraba tímidamente. Para volver a abrazarnos como si no hubiera un mañana.
-Lo siento – dije.
-No, lo siento yo – me dijo, mientras nos abrazábamos.
-No, lo siento por haceros eso. No era yo, era otra ____.
-No, lo siento yo por tratarte así cuando estabas mal por nosotros.
-No, lo siento yo por no pediros perdón hasta ahora.
-No, lo siento yo por hacerte ese arañazo – rió.
-Y yo por tirarte del pelo – deshicimos el abrazo -. Lo siento por todo. Perdóname.
-Estás más que perdonada – volvió a cogerme -. No sabes cuánto te echaba de menos – me susurró.
-Yo moría por no estar a vuestro lado.
-Todos lo hacíamos – sonrío, cuando por última vez volvimos a separarnos.
-¿Les puedo ayudar a algo, señoritas? – nos preguntó un agente.
-No gracias, ya nos han atendido. Ahora nos llevan a ver a nuestros… - dijo, secándose las lágrimas que todavía caían. Y estas no eran de dolor, sino de emoción.
-¿Quieren ir ya? Yo las acompaño – nos interrumpió.
-Sí, por favor – dije, ansiosa por verlos. También limpiándome la cara, que debería estar más hinchada que antes.
-Síganme – nos sonrió.
Lo perseguimos hasta llegar a una puerta blanca, que con sumo esfuerzo, el agente consiguió abrirla. Seguimos por un pasillo de paredes blancas con unos cuantos despachos alrededor. Muy modernos y amplios, con varias personas que nos miraban fijamente. O posiblemente a mí. Por ir a un sitio tan serio como éste en pijama.
-¿Qué se suponen que han hecho? – le susurré a Ángela.
-No lo sé, todavía no me lo han dicho.
Por fin llegamos a una especie de cuarto, al final del pasillo. Donde en su lado izquierdo había una celda, vacía. Y al otro, estaban ellos. Que al vernos, rápidamente se levantaron de los bancos que habían en las paredes para acercarse a la verja. Como mendigos que piden limosna, para darnos un abrazo. El agente abrió la puerta, pero sólo por unos minutos. Ya que no podían salir, sino porque tenían la visita de sus posibles salvadoras.
-_____ por favor, consigue sacarnos de aquí. Somos mala imagen para los papás. Me matarán si me quedo aquí, a mí y a ellos. Por favor, hazlo – me decía mientras me abrazaba muy, muy fuerte.
Yo no respondí.
-Por favor ____. Perdóname, perdóname por todo lo que hice o dije. Pero ayúdame por favor – se separó de mí, mirándome a los ojos.
-Qué tonto eres – le sonreí y volví a abrazarle -. Nunca me enfadé. En esos momentos estábamos…
-Cállate, por favor – deshizo el abrazo. Y como no, sonrió. Con esa sonrisa tan bonita que tiene mi hermano.
Al separarme miré a los otros dos, los cuales ya habían abrazado a Ángela y miraban nuestra escena. Hubo un momento incómodo, ya que todos esperábamos una cosa. La misma. La que siempre hemos deseado. Más lágrimas cayeron mientras me acerqué a Zayn, que venía corriendo a mí.
-Te quiero barbie – me dijo en el abrazo, haciéndome reír. Como siempre.
-Te quiero guarro – le hice reír. Y quedamos abrazados hasta que alguien carrasqueó.
Me quité de alrededor de sus brazos lentamente, para mirar que Ángela y Lou se abrazaban y para observar que Harry estaba un poco más atrás que Zayn. No pasó otra cosa por mi cabeza que salir corriendo y saltar a sus brazos. Mi Harreh.
-Perdóname – lloré, mientras estaba colgada a su cuello como un mono. Con las piernas alrededor de su cintura a la vez que él me sostenía.
-Nunca he estado enfadado contigo – me cogió más fuerte.
Olí su pelo, y lo olí a él. Su perfume me transportaba a otro mundo, su suave pelo hacía de almohada y me encantaba. Me aferraba más a él por cada minuto que pasaba. Como cuando me llevó en moto, que parecía asustada. Aunque me sentía segura, pues siempre he estado segura cuando estoy con él, nunca me pasará nada a su lado. Siempre me ha cuidado y me ha tratado como a la hermana pequeña que nunca tuvo. Y eso es lo malo, que me seguirá tratando así.
-Por cierto, gracias por cambiar las ruedas a mi coche. Al llegar a casa con… - con Liam ____, dilo. Que no te pase a la inversa -. Bueno, que lo he visto. Gracias – le sonreí, separando mi cabeza de su pelo.
-Todo lo que sea por ti – y esa deslumbrante sonrisa apareció.
Oímos que alguien aplaudió, y Harry me bajó al suelo.
-Qué bonito – dijo el agente, soltándo lágrimas a troche y moche. Y a la vez aplaudiendo, como si fuera el final de una película de llorar, de esas.
Todos reímos, e hicimos nuestro típico abrazo colectivo. Acogiendo también al agente. Que soltó tal llantos que hizo que viniesen otros policías a ver lo que pasaba.
Todo esto acabó cuando nos separamos y vimos que cada uno soltaba alguna que otra gota de agua. Más Ángela y yo que los chicos. Que tembién hizo que riésemos.
-Bueno – dijo el agente, secándose la cara -, tienen que pagar la fianza. Sino, lo siento por ustedes, pero se quedarán aquí y llamaremos a sus respectivos tutores. Aunque dos de los detenidos sean mayores de edad – se dirigió a nosotras -. ¿Están ustedes dispuestas a pagarla?
-Claro – dijimos a la vez.
-Es poco, yo se lo dejaría gratis. Ya que están – volvió a llorar desconsoladamente -. Bueno, doscientas libras cada uno.
-Seiscientas.
-¡Muy bien Zayn! ¡Sabes contar! Ya me estaba preocupando por ti… - le removió el pelo Lou, provocando la risa de todos.
-Tengo yo aquí la tarjeta – afirmó Ángela.
-No, no lo pagarás sola – le ordené.
-Da igual, todo por los amigos, ¿no? – sonrió.
-Sí, todo.
Última edición por Uan Dairetchon. el Lun 02 Jul 2012, 8:24 am, editado 1 vez
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
ME ENCANTOO! ES QUE FUE TAN LINDO! mas linda la reconciliacion & los policias un cago de risa, es que no ai persona en este mundo que no se enamore de ellos :3 lakjsdklajsdlk AMO TU NOVELA! besito (:
danna280994
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
ow cosa hermosa al fin e hizo llorar :')
ele.ramirez
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
jajaja SI!!!!!!!!!!! al fin amigos!!!
espero que subas pronto fue tan emotivo que casi lloro
espero que subas pronto fue tan emotivo que casi lloro
Nicky Ainsworth
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
ahhhh me emocionee demasiado con este cap lo ameeeeeeeeeeeeeeeeee siguelaaa tengo el coraz0on a mil por hora y una sonrisa que no me la quitan con nadaa :D
fabiana Styles
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