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Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Ora. Jue 19 Jul 2012, 12:28 pm
JaviSiomara escribió:Espero.... :D
Ya te dejo el capítulo :).
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Ora. Jue 19 Jul 2012, 12:29 pm
yaquitha_125 escribió:Por fa sube otro cap q la espera me mata!!!
Jajaja, ya te lo dejo :).
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Ora. Jue 19 Jul 2012, 12:30 pm
Este capítulo es un poquito caca... Pero el siguiente es el fjhjhgb. Os lo dejo, besos a todas :).
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por JaviSiomara Jue 19 Jul 2012, 12:47 pm
Little Mixer. escribió:JaviSiomara escribió:Espero.... :D
Ya te dejo el capítulo :).
Toda espera tiene su recompensa.....Ahora sube el putto cap ¬¬
JaviSiomara
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Ora. Jue 19 Jul 2012, 12:50 pm
CAPÍTULO 31.
-Hija, mi amor, ¿estás bien? – me preguntó mi madre, entrando al baño. Se arrodilló, quedando a mi altura y sujetando mi pelo.
-Sí – balbuceé, antes de potar de nuevo.
-Cariño – soltó mi melena para acariciarme la cara. Me apoyé en la pared de al lado del váter, apartando sus caricias -, llevas unos días muy malos. ¿Qué comes? Voy a decirle a Manolita y a Conchita que te hagan la dieta que el médico me mandó a mí. Se te ve…
-Mamá, vete a dormir – suspiré cansada -. Mañana trabajas.
-Y tú tienes instituto, ¿vas a ir?
-Obviamente – me levanté, saliendo de nuevo a mi habitación. Y limpiándome la cara con la toalla húmeda que había en el picaporte de la puerta.
-Bueno, descansa. Buenas noches, cielo – sonrió, caminando hacia la puerta.
-Buenas noches – me acosté boca-abajo, escuchando sus pasos y las risas de la habitación de al lado.
Mis padres ya no hacían caso a Louis y seguirían igual, pero conmigo habían empezado a hacerlo y no me gustaba. Lo único que pasaba por sus cabezas, era trabajo, empresa y socios. A veces, ir a comer a casa para ver a sus hijos ya que por la noche también se irían. Odiaba que ellos formasen un imperio de la nada. ¿Para qué? ¿No podían crear una línea de supermercados? No, tenían que conventirse en los arquitectos e ingenieros más importantes de Londres, junto con los padres de Ángela. Eso ya me estaba empezando a cansar. Aunque de mi hermano no, siempre habían estado pendientes de mí.
-Nos vamos _____ - anunciaron desde la puerta.
-Adiós.
-Mañana nos vemos – dijo Zayn. Y se fueron.
A ellos también les pasaba algo. Esas últimas semanas habían estado cuchicheando entre ellos demasiado, y cuando me ponía a vomitar, sus rostros se descomponían. Y eso que solo había vomitado dos veces con esa. Además, también hablaban con Liam y con las chicas, y al rato casi terminaban a palos en todos sus encuentros. Algo estaba pasando y yo era la única que no lo sabía.
Ángela, Harry y Zayn habían estado toda la tarde en mi casa, conmigo y con Lou. Pero desde que me entraron las arcadas, se quedaron en su habitación y ni siquiera vinieron a ayudarme. Abrieron extremadamente sus ojos cuando les dije que iba a vomitar y se miraron entre ellos. Pasando completamente de mí y de mi esófago que estaba siendo atacado.
Yo pensaba que mis últimos dos vómitos eran por los medicamentos que estaba tomando por el lavado de estómago que mis padres todavía no sabían, o quizás es que el período me vendría y sería alguna hormona descompuesta.
-¿Estás mejor? – entró y cerró la puerta.
-¿Por qué iba a estar mal? – me senté en la cama.
Su cara como últimamente pasaba, se palideció. Cuando veía que vomitaba, su cara se volvía blanca y morada a la vez. A veces pensaba que se ponía así porque quizá pensaba que estuviera embarazada. Cosa que obviamente no era…
-Supongo que tendré algún virus o se me estará creando una úlcera por los medicamentos – acaricié mi barriga.
-¿Y no has sentido nada raro? – se sentó a mi lado.
-¿Qué tendría que sentir? Sólo vomito, no es nada.
-Puedes contarmelo – cogió mi mano.
-¡Otro! ¿Pero qué os tengo que contar? Las chicas y Liam también están así, y Harry, Zayn y Ángela me preguntan lo mismo. Y encima habláis a escondidas cuando por la cara casi os matáis, no entiendo – le miré intentando descifrar lo escondido en sus ojos, que sabía que algo había -. ¿Por qué no me contáis a mí lo que planeáis? ¿Por qué ahora estáis de cotilleos con Liam y con las chicas? ¿Me lo explicas?
Carraspeó y se levantó de la cama dispuesto a irse mientras yo lo miraba sin saber qué coño hacía y por qué no me contestaba.
-Buenas noches, sista – sonrió al darse la vuelta, y se largó.
Nunca entendería por qué coño todos están contra mí, y al día siguiente lo averiguería.
-Ay, no me digas que se ha puesto a llover – dijo Ángela en un tono bastante repipi -. ¡Se me va a bufar el pelo! – puso las manos en su cabeza, creando un signo de dramatización.
-Qué graciosa, Hunter – rieron falsamente Ali, Amanda y Charlie, sentadas detrás de nosotras.
-Hace un día muy feo – miré por la ventana, ignorando sus típicas discursiones.
-Sí, como la cara de Hunter – rió Ali.
-Me estás cansando niña… - suspiró Ángela, mientras escribía en su cuaderno.
-Uy, que se nos vuelve otra vez chunga – le provocó Charlie.
-¡Queréis callaos ya! – las miré enfadada, para volver mi mirada a las gotas que resvalaban por el cristal de la ventana.
-Bueno chicos, pasad un buen fin de semana. No os mando nada – la clase estalló en gritos, haciendo que una de las putas de las profesoras de este colegio, intentara callarlos.
El timbre sonó y los monos que tengo como compañeros, comenzaron a chillar y a hablar vociferando. Cogí mis cosas y salí de clase. Y como siempre, acompañada por el lado derecho por las chicas, y por el lado contrario por Ángela, que intercambiaban miradas efusivas. Vi a Harry y a Liam saliendo hacia la puerta principal, y como es normal, sin intercambiar ni una sola mirada. Louis y Zayn corrieron y se lanzaron en la espalda de Harry, igual que habían echo Ali, Amanda y Charlie al ver a Liam.
La puerta trasera, la de dentro de la escuela, estaba llena de gente esperando a sus queridos padres, la lluvia había aumentado y la gente cada vez se iba acumulando en la salida. Ya que por el campus no salía nadie sino se empaparían. Como todos esos días atrás, me encontré en un compromiso. Liam y las chicas me decían que fuera con ellos al igual que los otros. Y también como siempre, me quedaba en el medio. Ni con uno, ni con otro. Y en ese momento, en el que pensaba de por qué coño tenía que pasarme esto a mí, se me ocurrió algo.
-Venid – dije mirando al suelo. Ninguno respondió ante mi orden, así que lo grité -. ¡Venid! – los miré a todos.
Hicieron caso y me rodearon.
-Esta noche, a las diez. En mi casa. TODOS – enfaticé en la palabra “todos”. Y salí dispuesta a mojarme hasta llegar a mi coche, preparada para llegar a casa y para preparar una cena que resolvería todo. Y por fin, amigos.
-Hija, mi amor, ¿estás bien? – me preguntó mi madre, entrando al baño. Se arrodilló, quedando a mi altura y sujetando mi pelo.
-Sí – balbuceé, antes de potar de nuevo.
-Cariño – soltó mi melena para acariciarme la cara. Me apoyé en la pared de al lado del váter, apartando sus caricias -, llevas unos días muy malos. ¿Qué comes? Voy a decirle a Manolita y a Conchita que te hagan la dieta que el médico me mandó a mí. Se te ve…
-Mamá, vete a dormir – suspiré cansada -. Mañana trabajas.
-Y tú tienes instituto, ¿vas a ir?
-Obviamente – me levanté, saliendo de nuevo a mi habitación. Y limpiándome la cara con la toalla húmeda que había en el picaporte de la puerta.
-Bueno, descansa. Buenas noches, cielo – sonrió, caminando hacia la puerta.
-Buenas noches – me acosté boca-abajo, escuchando sus pasos y las risas de la habitación de al lado.
Mis padres ya no hacían caso a Louis y seguirían igual, pero conmigo habían empezado a hacerlo y no me gustaba. Lo único que pasaba por sus cabezas, era trabajo, empresa y socios. A veces, ir a comer a casa para ver a sus hijos ya que por la noche también se irían. Odiaba que ellos formasen un imperio de la nada. ¿Para qué? ¿No podían crear una línea de supermercados? No, tenían que conventirse en los arquitectos e ingenieros más importantes de Londres, junto con los padres de Ángela. Eso ya me estaba empezando a cansar. Aunque de mi hermano no, siempre habían estado pendientes de mí.
-Nos vamos _____ - anunciaron desde la puerta.
-Adiós.
-Mañana nos vemos – dijo Zayn. Y se fueron.
A ellos también les pasaba algo. Esas últimas semanas habían estado cuchicheando entre ellos demasiado, y cuando me ponía a vomitar, sus rostros se descomponían. Y eso que solo había vomitado dos veces con esa. Además, también hablaban con Liam y con las chicas, y al rato casi terminaban a palos en todos sus encuentros. Algo estaba pasando y yo era la única que no lo sabía.
Ángela, Harry y Zayn habían estado toda la tarde en mi casa, conmigo y con Lou. Pero desde que me entraron las arcadas, se quedaron en su habitación y ni siquiera vinieron a ayudarme. Abrieron extremadamente sus ojos cuando les dije que iba a vomitar y se miraron entre ellos. Pasando completamente de mí y de mi esófago que estaba siendo atacado.
Yo pensaba que mis últimos dos vómitos eran por los medicamentos que estaba tomando por el lavado de estómago que mis padres todavía no sabían, o quizás es que el período me vendría y sería alguna hormona descompuesta.
-¿Estás mejor? – entró y cerró la puerta.
-¿Por qué iba a estar mal? – me senté en la cama.
Su cara como últimamente pasaba, se palideció. Cuando veía que vomitaba, su cara se volvía blanca y morada a la vez. A veces pensaba que se ponía así porque quizá pensaba que estuviera embarazada. Cosa que obviamente no era…
-Supongo que tendré algún virus o se me estará creando una úlcera por los medicamentos – acaricié mi barriga.
-¿Y no has sentido nada raro? – se sentó a mi lado.
-¿Qué tendría que sentir? Sólo vomito, no es nada.
-Puedes contarmelo – cogió mi mano.
-¡Otro! ¿Pero qué os tengo que contar? Las chicas y Liam también están así, y Harry, Zayn y Ángela me preguntan lo mismo. Y encima habláis a escondidas cuando por la cara casi os matáis, no entiendo – le miré intentando descifrar lo escondido en sus ojos, que sabía que algo había -. ¿Por qué no me contáis a mí lo que planeáis? ¿Por qué ahora estáis de cotilleos con Liam y con las chicas? ¿Me lo explicas?
Carraspeó y se levantó de la cama dispuesto a irse mientras yo lo miraba sin saber qué coño hacía y por qué no me contestaba.
-Buenas noches, sista – sonrió al darse la vuelta, y se largó.
Nunca entendería por qué coño todos están contra mí, y al día siguiente lo averiguería.
-Ay, no me digas que se ha puesto a llover – dijo Ángela en un tono bastante repipi -. ¡Se me va a bufar el pelo! – puso las manos en su cabeza, creando un signo de dramatización.
-Qué graciosa, Hunter – rieron falsamente Ali, Amanda y Charlie, sentadas detrás de nosotras.
-Hace un día muy feo – miré por la ventana, ignorando sus típicas discursiones.
-Sí, como la cara de Hunter – rió Ali.
-Me estás cansando niña… - suspiró Ángela, mientras escribía en su cuaderno.
-Uy, que se nos vuelve otra vez chunga – le provocó Charlie.
-¡Queréis callaos ya! – las miré enfadada, para volver mi mirada a las gotas que resvalaban por el cristal de la ventana.
-Bueno chicos, pasad un buen fin de semana. No os mando nada – la clase estalló en gritos, haciendo que una de las putas de las profesoras de este colegio, intentara callarlos.
El timbre sonó y los monos que tengo como compañeros, comenzaron a chillar y a hablar vociferando. Cogí mis cosas y salí de clase. Y como siempre, acompañada por el lado derecho por las chicas, y por el lado contrario por Ángela, que intercambiaban miradas efusivas. Vi a Harry y a Liam saliendo hacia la puerta principal, y como es normal, sin intercambiar ni una sola mirada. Louis y Zayn corrieron y se lanzaron en la espalda de Harry, igual que habían echo Ali, Amanda y Charlie al ver a Liam.
La puerta trasera, la de dentro de la escuela, estaba llena de gente esperando a sus queridos padres, la lluvia había aumentado y la gente cada vez se iba acumulando en la salida. Ya que por el campus no salía nadie sino se empaparían. Como todos esos días atrás, me encontré en un compromiso. Liam y las chicas me decían que fuera con ellos al igual que los otros. Y también como siempre, me quedaba en el medio. Ni con uno, ni con otro. Y en ese momento, en el que pensaba de por qué coño tenía que pasarme esto a mí, se me ocurrió algo.
-Venid – dije mirando al suelo. Ninguno respondió ante mi orden, así que lo grité -. ¡Venid! – los miré a todos.
Hicieron caso y me rodearon.
-Esta noche, a las diez. En mi casa. TODOS – enfaticé en la palabra “todos”. Y salí dispuesta a mojarme hasta llegar a mi coche, preparada para llegar a casa y para preparar una cena que resolvería todo. Y por fin, amigos.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por fabiana Styles Jue 19 Jul 2012, 1:17 pm
siguela me encanta... la rayis esta embarazada :sad: :x tengo ganas de matar a james :caliente: :enfadado: :caliente2: ya siguela pooorfa
fabiana Styles
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por JaviSiomara Jue 19 Jul 2012, 2:18 pm
:O Fuck!
Sigue :D
Sigue :D
JaviSiomara
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Skyisntthelimit Jue 19 Jul 2012, 2:47 pm
Ay Dios... Santa madre que pario a esta puta novela, o sea.. tú. Santa tú(?).
LOL, solo digo, que si rayis se queda embarazada, será el hipopótamo de el zoológico que tiene por escuela, lalalala 8'.
Es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estNO AGUANTO LA PRESIÓN D':
Siguela, djkjgjf.
Besitus linda <3.
LOL, solo digo, que si rayis se queda embarazada, será el hipopótamo de el zoológico que tiene por escuela, lalalala 8'.
Es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estNO AGUANTO LA PRESIÓN D':
Siguela, djkjgjf.
Besitus linda <3.
Skyisntthelimit
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Bradley. Jue 19 Jul 2012, 2:55 pm
ohmygoood jsdnsjknfsdjkfnjs :3
hace un día leí un poco de esta nove pero luego me olvide el nombre .__.
ahora lo volví a ver & me enamoré :B
ddios tienes que segirla tengo que saber si rayis esta embarazada, si estara con hazza, o qe paasaraaaaaaa D: (?.
hace un día leí un poco de esta nove pero luego me olvide el nombre .__.
ahora lo volví a ver & me enamoré :B
ddios tienes que segirla tengo que saber si rayis esta embarazada, si estara con hazza, o qe paasaraaaaaaa D: (?.
Bradley.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Ora. Jue 19 Jul 2012, 4:21 pm
fabiana Styles escribió:siguela me encanta... la rayis esta embarazada :sad: :x tengo ganas de matar a james :caliente: :enfadado: :caliente2: ya siguela pooorfa
Ya, ya la sigo Fabi :). Lo matamos juntas, ¿vale? Besitos linda <3.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Ora. Jue 19 Jul 2012, 4:22 pm
JaviSiomara escribió::O Fuck!
Sigue :D
La sigo, la sigo. Ahora te dejo el 32 <3.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Ora. Jue 19 Jul 2012, 4:24 pm
Skyisntthelimit escribió:Ay Dios... Santa madre que pario a esta puta novela, o sea.. tú. Santa tú(?).
LOL, solo digo, que si rayis se queda embarazada, será el hipopótamo de el zoológico que tiene por escuela, lalalala 8'.
Es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estómago, es el lavado de estNO AGUANTO LA PRESIÓN D':
Siguela, djkjgjf.
Besitus linda <3.
JAJAJJAJAJAJAJAJAJ. En serio, me encantan y siempre me encantarán tus comentarios. Muchas gracias bonita :). ¡Ah! Y sí, repite repite a ver si así se convierte en realidad jajajaja. La sigo, besos <3.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Ora. Jue 19 Jul 2012, 4:26 pm
ΒelιeвeяSωagescribió:ohmygoood jsdnsjknfsdjkfnjs :3
hace un día leí un poco de esta nove pero luego me olvide el nombre .__.
ahora lo volví a ver & me enamoré :B
ddios tienes que segirla tengo que saber si rayis esta embarazada, si estara con hazza, o qe paasaraaaaaaa D: (?.
Bien que la encontraste, jajaja. Ahora te dejo el siguiente capítulo. Gracias por leerla y besitos amor :).
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Ora. Jue 19 Jul 2012, 4:28 pm
Ahora tenéis en 32 babes :).
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
por Ora. Jue 19 Jul 2012, 5:06 pm
CAPÍTULO 32.
-Mamá, no te lo había dicho, pero que voy a hacer una cena con todos. ¿Te importa?
-Hija, ¿para eso me llamas? No, no me importa.
-Bueno, sólo quería informarte – dije a la defensiva. Eso sí que era “no me importa lo que hagas, hija”.
-Además, tienes suerte porque hoy cenamos con unos contratantes de España y es muy importante. Entonces, llegaremos más tarde de lo normal.
-Vale, mejor. Más tiempo – dije, sacando las patatas del horno.
-¿Y quiénes son todos?
-¿Te importa? – me sorprendí, irónicamente.
-Claro.
-Pues menos mal.
-¿Me piensas decir quienes son o qué? No tengo tiempo.
-Como siempre – dije, metiendo ahora los pasteles.
Viendo como no respondía y la llamada seguía, decidí responderle.
-Pues Liam y Ali, Amanda y Charlie.
-Ay, qué bien.
-Además de Louis, Harry, Zayn y Ángela – fui al fregadero a lavarme las manos, dispuesta a subir a cambiarme.
-Pero… - noté como se extrañó -. ¿Ellos no se llevan mal?
-Sí, para eso es la cena. Para intentar que se hagan amigos, sé que se llavarán bien. Son todos iguales, unos críos – dijimos mi madre y yo las últimas dos palabras, creando una risa entre nosotras -. Mamá, te dejo que me voy a cambiar.
-Vale hija, y luego no salgáis que está lloviendo como nunca. Te quiero.
-Vale, y yo mamá – colgamos.
Me vestí básica, unos pantalones vaqueros y una blusa holgada transparente. En los pies unos mocasines marrones, aunque Ángela y las demás viniesen con sus tacones. Al ir de vuelta al comedor para preparar la mesa, vi a mi hermano. Peinándose más de lo normal.
-¿A quién quieres impresionar? – reí desde el marco de su puerta.
-¿Yo? A Harry.
-¿Qué dices? –reí, aunque frunciendo el ceño.
-Es broma.
-Ya… - dije, confundida, y me largué a poner la mesa.
Lo que no hagan unos pasteles, unas pizzas y unas patatas al horno, no lo hace nadie. Son los ingredientes perfectos para una noche de adolescentes como esta, los componentes mágicos que harían florecer a una nueva amistad.
Sonó el timbre.
Las diez, puntuales como ellos mismos.
-Hola, chicas – sonreí, a la vez que le daba dos beso a cada una -. Caballero - dejé paso para que entrara.
-Señorita – cogió mi mano y la besó. Le sonreí. Liam tan agradable como siempre.
Fueron y se sentaron en el sofá esperando a los que faltaban. Mientras, Louis me ayudaba a preparar la mesa. En realidad, eran los mejores amigos que una podría tener. Nunca protestaron por hacerles venir a una cena con personas a las que quieren matar. Siempre se movían para mi felicidad, y eso nunca se lo podría agradecer.
Las diez y media, y todavía no habían venido. Empecé a cansarme cuando Liam y las chicas empezaron a decirme que no vendrían, o que simplemente, son unos impuntuales. Los pasteles estaban fuera y estarían congelados. Las pizzas y las patatas también, así que se lo tendrían que comer precocinado en el microondas, porque yo ya había hecho mucho esa tarde.
-Yo abro – saltó Louis cuando oyó el timbre, que estaba aburrido mirando nuestra conversaciones sobre las animadoras y el equipo. Además de nuestras típicas clases de Biología, en donde nos asqueábamos por diseccionar ranas.
Desde la esquina del sofá, pude ver como los que faltaban, entraban. Me levanté y los que se encontraban conmigo también, encaminados a sentarse a cenar de una vez.
-Sentaos, sentaos – dije, emocionada y con mil sonrisas en la cara -. Yo voy trallendo la comida – corrí hacia la cocina, empezando a recalentar la cena y a preparar unas ensaladas. Para que por lo menos, algo hubiera fresco.
Cortando los tomates, escuché su silencio. Hasta que una de mis amigas decidió interrumpir.
-Ser puntual es una obligación, de lo contrario, te hace ver maleducado – soltó Charlie.
-Lo sentimos – dijo Zayn -. Tuvimos algunos problemillas.
-¿Habéis ido al sitio ese? – el corazón se me encogió en un puño. Como fuera verdad que huviesen vuelto al anfiteatro o a Bowlow después de haberme prometido no ir, me enfadaría.
-No, ya no vamos. Y de todas maneras, ¿qué te importa lo que hagamos? – saltó Ángela.
-Es que a ____ no le gusta que…
-Lo sabemos – la interrumpió Harry.
Yo reí, ¿por qué se picaban tanto? Cogí las ensaladas y las llevé a la mesa, apartardo ese ambiente por uno que olía a aceite y a tomate. Creando un aroma típico del mediterráneo.
-Ya traigo lo demás – les sonreí, a lo que ellos respondieron con una sonrisa bastante falsa, casi de odio. Provocando que me hiciesen reír otra vez. Sí, sí que son unos críos.
Cuando terminé de dejar mi apetitosa cena sobre la mesa, sí que nos miramos incómodos. Esperando que alguien empezase a cenar pero iniciando algún tema de conversación.
-Rica la ensalada – me sonrió Liam.
-Gracias – le respondí igual.
El ambiente se volvió más frío. Sólo se escuchaba el sonido de la lechuga al quebarse por las muelas o el de los cubiertos golpeando el plato al partir los pasteles. De carne, riquísimos.
-¿Está bueno? – les pregunté. La verdad, un poco nerviosa. Quería que esta cena fuese una velada genial y que al final, todo se volviera color de rosas.
-Sí, sí, sí – carraspearon y dijeron a la vez, al mismo momento.
-¿No os gus…? – iba a decir con aire divertido, pero me interrumpieron.
-_____, no vas a conseguir nada con esto… - dijo Liam.
-Será por ti – atacó Harry.
-¿Por mí? ¿Qué dices? Yo me haría vuestro amigo por ella, no porque quisiera.
-¿Y quién dice que nosotros queremos ser vuestros amigos o algo en vuestra vida sin tener en cuenta a ____? Hemos venido por ella, no para entablar una amistad – acortó Ángela.
-Yo… - iba a decir, pero fui interrumpida por segunda vez.
-Nosotros también hemos venido por ella – dijo Amanda.
-¿Y qué queréis hacer? ¿Seguir peleando como niños chicos? ¿No os podéis llevaos bien por mí? Os llevaríais genial, sois prácticamente iguales. Pero vuestro orgullo está por la nubes y… - me callé, algo tapó mi esófago. Provocando que me tapase la boca.
-¿Estás bien? – se levantó Louis de insofacto.
-Sí, sí - moví mi cabeza, para centrarme un poco -. Voy a por la pizzas – volví a la cocina.
Parece ser que el pastel se me estaba repitiendo porque lo quería devolver. Fui calentando las pizzas, mientras ellos se iban picando más y más. Decían que eran las típicas animadoras y el capitán de fútbol que se creen los mejores. Los otros, que eran los típicos delincuentes que encontraban su vida por las calles. Otra vez saltaban con que ellos sí que no sabían nada de la vida. Y volvían a decir que ellos tampoco, ya que por las drogas perdían los sentidos. Hasta que empezaron a gritar.
-¡Que os calléis! – grité desde la cocina, echándole un poco más de queso a la última pizza que faltaba.
Se calmaron y por lo que suponía, volvieron a sentarse y a comer como buenos niños. Sí, buenos niños…
La pizza terminó y puse cada una en un plato de dimensiones más grandes, para que cupieran mejor. Cogiendo unos trapos para poder coger dos de las pizzas y no quemarme, empezaron de nuevo con sus tonterías.
-No os merecéis su amistad – habló Charlie.
-¡Me estás hartando! – escuché el arrastre de una silla.
-Solamente os quiere porque os conocéis de toda la vida. Sino, no querría veros – dijo ahora Ali.
Los platos casi se me resbalaban, volví por el corto camino que había emprendido hacia la mesa de la cocina para colocarlos mejor. Cuando escuché otros de sus voceríos.
-Pero, ¿qué haces? – oí gritar a Liam.
-¡Me has manchado! – escuché platos caerse.
-¡Estoy mojada!
-¡No tires!
-Liam, ¡me ha manchado! – gritó Ali.
La escena revolvió mi estómago y cabeza, a parte del corazón. Las salsas de la ensalada por las paredes y la comida esparcida por la mesa. Al verme, pararon. Las chicas se encontraban detrás de Liam que estaba completamente manchado por la comida que recibía. Tenían trozos de lechuga y de soja por el pelo, y de carne por la ropa. Aunque los otros estában completamente mojados de cerveza o de agua. Quizás coca-cola. Gotas bajaban por sus pieles como por mi cara. La cena tan importante, se convirtió en una escena de una típica serie de comedia. Aunque allí, en mi salón, de comedia no era.
Las pizzas cayeron de mis manos por volunad propia, y salí corriendo de mi casa. Tirando el perchero de la entrada por coger mi abrigo, y seguida por sus gritos de espera y pasos.
-¡No! – dije, ya fuera de la casa -. Quedáos ahí u os vais a vuestra casa. Pero dejadme sola, por favor – supliqué llorando -. Prefiero estar sola que mal acompañada – y seguí mi camino hasta la acera. Dispuesta a perderme por la oscuridad de la noche, a parte de coger un constipado.
Conseguí llegar hasta el parque en el que jugaba de pequeña con ellos. En el que Niall me enseñó la primera parte de su primera canción. En el que Harry fue a buscarme. En el que he ensayado un montón con las chicas. En el que veía a Liam entrenar. Por el que corría todas las noches hasta que todo se estropeó, como ahora.
Me senté en el mismo banco de siempre. Escuchando en mi cabeza las voces de niños jugando por ahí, mientras yo seguía empapándome. Subí mis piernas al banco y me abracé para así, poder aguantar el frío de Diciembre.
Un abrigo más gordo de como el que llevaba, me acarició la espalda y cayó en esta. Haciendo que yo me diese la vuelta y viera esos ojos en la oscuridad. Aunque no por mucho tiempo, pues me iría lejos de él.
-____, espera – me levanté, y di varios pasos hacia atrás.
-No Harry, no espero. ¿Sabes los días que llevo desde que empezamos el curso? Ninguno, ninguno ha ido bien. Siempre llorando y llorando, matándome a mí misma por ser tan gilipollas. Odiándome por no ser la correspondida a un amor que nunca llegará. Queriendo desaparecer porque aunque tenga los mejores amigos del mundo que una chica de mi edad pudiera desear, se llevan mal y cada vez que los veo gritarse o golpearse, se me parte el corazón. Harry, yo no quiero seguir con esto. Yo sólo quería hacer una noche impresionante para que todos nos llevemos bien, que seamos amigos. Todos – sollocé -. Pero veo que no todo en esta vida es como uno quiere. No es como todos la desean que fuera. Sino que te da palos y tú los tienes que aguantar. Aunque, ¿sabes qué? La vida te da palos, pero luego recompensas. A todo el mundo, después de una desgracia le viene un momento de felicidad. Pero, ¿sabes lo que viene después de una de mis desgracias? Otra, y otra. Y después otra. Haciendo que quisiera nacer de nuevo, o pensar que qué es lo que hice mal en otra vida. Porque a mí nada, pero nada de nada, me sale bien.
-¿Qué tonterías estás diciendo? _____, vamos a casa que ya estamos muy mojados y nos vamos a resfriar – salió detrás del banco y me cogió del brazo.
-¡Qué no entiendes que no quiero nada más con vosotros! ¡Qué no entiendes! – le grité en la cara.
-Venga _____, no me seas. A ti todo te sale bien. Te peleaste y encontraste a Liam. Después entraste a las animadoras, y por casualidad fuiste la mejor y te ascendieron a capitana. Tenías amigos hasta que empezaste ha echarnos de menos. Casi te violan, pero volvimos a ser los mismos de antes. Lo que te pasó en la fiesta, hizo que todos los que te querían estuviesen contigo incluso al odiarse. ¡Quieres todo ____, todo! Y todo en esta vida no se puede tener.
-Si lo haces bien, sí – sollocé por décimo vigestísima vez ese día -. Intenté hacer bien lo de la cena, pero los gilipollas de vosotros lo arrunáis. ¿Es que no pensáis en mí? Porque lo que pienso yo, es que me da igual lo demás y sólo me importáis vosotros.
-Pero comprende que ellos y nosotros… No somos compatibles ____.
-¡Sí que los sois, joder! – grité apartándome de él -. ¡Sois completamente iguales! Liam y tú, dime en qué os diferenciáis, ¡venga! Me protegéis, me queréis, veláis porque no me pase nada, siempre estáis ahí. Sois cabezones, pero en realidad comprensivos. Zayn y Charlie, sí, de sexos opuestos pero son igual de callados que de carácter que llevan dentro. Ángela y Amanda, vamos. Dime que no son las dos igual de crías que se matan sólo por hablarse, pero luego el corazón lo tienen de cristal, y que en cuanto se lo tocas, se rompe. Y Louis y Ali, los dos iguales de cielos. Graciosos pero mandones como ellos solos. Es que ni siquiera lo habéis intentado.
Harry se quedó mirándome, de arriba abajo. Observando como las gotas de mi cara se mezclaban con la lluvia ácida de la cuidad de Londres. Como de los pies a la cabeza estaba empapada y fría, como él.
-Vamos a casa y lo hablamos todos allí, no se han ido.
-¿Y? No quiero ir, ¡no quiero verte, Harry! – me di la vuelta, dispuesta a ir a otro lugar desconocido para él tanto como para mí.
-¡No digas eso! ¿Sabes lo mal que me siento cuando me gritas y me dices esas cosas? – gritó él -. ____, te quiero – paré mi paso -. Y no de la forma en la que tú piensas. No como amiga – me di lentamente la vuelta, buscando su verde mirada que ahora observaba a la tierra del parque, que hacía que sus zapatos y los míos estuviesen comidos de mierda.
-¿Q-qué? – tartamudeé, entre la voz ronca y gangosa a la vez. Él se quedó parado, y pensando desde la mente más fría de mi cabeza, le grité -. ¡Harry Styles! ¡No me digas que has dicho eso para que te hiciera caso! – le grité como una loca.
Levantó su mirada y se me quedó mirando. Observándome como si el tiempo se hubiera parado y no hubiese otra cosa que hacer. Mientras el corazón se me iba encogiendo más y más, pensando en que si lo que acababa de decir era cierto, me moriría allí mismo.
-Eh… Tú- Tú también me amas, reconócelo. Desde siempre me has querido. Siempre lo escondes y…
-Pu-pues tú a mí también – le interrumpí, para no escuchar más tonterías que hacía que me mojase más y más -, me quieres no como a una amiga, pero te lo callas por si te rechazo y nuestra mistad se acaba – dije en voz alta lo que deseaba dentro de mi cabeza, cagándola por completo.
-¿Cómo lo sabes?
-¿El qué se? – me extrañé. Y el corazón partió a latir lo más fuerte que pudo.
-Te lo han dicho, ¿a que sí?
-A mí nadie me ha dicho nada. Harry, dime que lo que acabas de decir es mentira – me acerqué, hasta estar a pocos centímetros de su apetecible boca. Admirando sus labios, a los que besé por primera vez en mi vida.
Miró hacia ambos lados, buscando la respuesta en su cabeza o no queriéndola decir.
-Es verdad, ¡claro que es verdad! – respiró tranquilo después de decirlo -. No dudes en ningún momento en el que yo no te haya querido como a algo más, porque eso ha sido siem… - lo interrumpí, pues mis labios se pegaron a los suyos suavemente. Y como lo que les pasó a Phoebe y a Harold, tuvimos un precioso beso bajo la lluvia.
-Mamá, no te lo había dicho, pero que voy a hacer una cena con todos. ¿Te importa?
-Hija, ¿para eso me llamas? No, no me importa.
-Bueno, sólo quería informarte – dije a la defensiva. Eso sí que era “no me importa lo que hagas, hija”.
-Además, tienes suerte porque hoy cenamos con unos contratantes de España y es muy importante. Entonces, llegaremos más tarde de lo normal.
-Vale, mejor. Más tiempo – dije, sacando las patatas del horno.
-¿Y quiénes son todos?
-¿Te importa? – me sorprendí, irónicamente.
-Claro.
-Pues menos mal.
-¿Me piensas decir quienes son o qué? No tengo tiempo.
-Como siempre – dije, metiendo ahora los pasteles.
Viendo como no respondía y la llamada seguía, decidí responderle.
-Pues Liam y Ali, Amanda y Charlie.
-Ay, qué bien.
-Además de Louis, Harry, Zayn y Ángela – fui al fregadero a lavarme las manos, dispuesta a subir a cambiarme.
-Pero… - noté como se extrañó -. ¿Ellos no se llevan mal?
-Sí, para eso es la cena. Para intentar que se hagan amigos, sé que se llavarán bien. Son todos iguales, unos críos – dijimos mi madre y yo las últimas dos palabras, creando una risa entre nosotras -. Mamá, te dejo que me voy a cambiar.
-Vale hija, y luego no salgáis que está lloviendo como nunca. Te quiero.
-Vale, y yo mamá – colgamos.
Me vestí básica, unos pantalones vaqueros y una blusa holgada transparente. En los pies unos mocasines marrones, aunque Ángela y las demás viniesen con sus tacones. Al ir de vuelta al comedor para preparar la mesa, vi a mi hermano. Peinándose más de lo normal.
-¿A quién quieres impresionar? – reí desde el marco de su puerta.
-¿Yo? A Harry.
-¿Qué dices? –reí, aunque frunciendo el ceño.
-Es broma.
-Ya… - dije, confundida, y me largué a poner la mesa.
Lo que no hagan unos pasteles, unas pizzas y unas patatas al horno, no lo hace nadie. Son los ingredientes perfectos para una noche de adolescentes como esta, los componentes mágicos que harían florecer a una nueva amistad.
Sonó el timbre.
Las diez, puntuales como ellos mismos.
-Hola, chicas – sonreí, a la vez que le daba dos beso a cada una -. Caballero - dejé paso para que entrara.
-Señorita – cogió mi mano y la besó. Le sonreí. Liam tan agradable como siempre.
Fueron y se sentaron en el sofá esperando a los que faltaban. Mientras, Louis me ayudaba a preparar la mesa. En realidad, eran los mejores amigos que una podría tener. Nunca protestaron por hacerles venir a una cena con personas a las que quieren matar. Siempre se movían para mi felicidad, y eso nunca se lo podría agradecer.
Las diez y media, y todavía no habían venido. Empecé a cansarme cuando Liam y las chicas empezaron a decirme que no vendrían, o que simplemente, son unos impuntuales. Los pasteles estaban fuera y estarían congelados. Las pizzas y las patatas también, así que se lo tendrían que comer precocinado en el microondas, porque yo ya había hecho mucho esa tarde.
-Yo abro – saltó Louis cuando oyó el timbre, que estaba aburrido mirando nuestra conversaciones sobre las animadoras y el equipo. Además de nuestras típicas clases de Biología, en donde nos asqueábamos por diseccionar ranas.
Desde la esquina del sofá, pude ver como los que faltaban, entraban. Me levanté y los que se encontraban conmigo también, encaminados a sentarse a cenar de una vez.
-Sentaos, sentaos – dije, emocionada y con mil sonrisas en la cara -. Yo voy trallendo la comida – corrí hacia la cocina, empezando a recalentar la cena y a preparar unas ensaladas. Para que por lo menos, algo hubiera fresco.
Cortando los tomates, escuché su silencio. Hasta que una de mis amigas decidió interrumpir.
-Ser puntual es una obligación, de lo contrario, te hace ver maleducado – soltó Charlie.
-Lo sentimos – dijo Zayn -. Tuvimos algunos problemillas.
-¿Habéis ido al sitio ese? – el corazón se me encogió en un puño. Como fuera verdad que huviesen vuelto al anfiteatro o a Bowlow después de haberme prometido no ir, me enfadaría.
-No, ya no vamos. Y de todas maneras, ¿qué te importa lo que hagamos? – saltó Ángela.
-Es que a ____ no le gusta que…
-Lo sabemos – la interrumpió Harry.
Yo reí, ¿por qué se picaban tanto? Cogí las ensaladas y las llevé a la mesa, apartardo ese ambiente por uno que olía a aceite y a tomate. Creando un aroma típico del mediterráneo.
-Ya traigo lo demás – les sonreí, a lo que ellos respondieron con una sonrisa bastante falsa, casi de odio. Provocando que me hiciesen reír otra vez. Sí, sí que son unos críos.
Cuando terminé de dejar mi apetitosa cena sobre la mesa, sí que nos miramos incómodos. Esperando que alguien empezase a cenar pero iniciando algún tema de conversación.
-Rica la ensalada – me sonrió Liam.
-Gracias – le respondí igual.
El ambiente se volvió más frío. Sólo se escuchaba el sonido de la lechuga al quebarse por las muelas o el de los cubiertos golpeando el plato al partir los pasteles. De carne, riquísimos.
-¿Está bueno? – les pregunté. La verdad, un poco nerviosa. Quería que esta cena fuese una velada genial y que al final, todo se volviera color de rosas.
-Sí, sí, sí – carraspearon y dijeron a la vez, al mismo momento.
-¿No os gus…? – iba a decir con aire divertido, pero me interrumpieron.
-_____, no vas a conseguir nada con esto… - dijo Liam.
-Será por ti – atacó Harry.
-¿Por mí? ¿Qué dices? Yo me haría vuestro amigo por ella, no porque quisiera.
-¿Y quién dice que nosotros queremos ser vuestros amigos o algo en vuestra vida sin tener en cuenta a ____? Hemos venido por ella, no para entablar una amistad – acortó Ángela.
-Yo… - iba a decir, pero fui interrumpida por segunda vez.
-Nosotros también hemos venido por ella – dijo Amanda.
-¿Y qué queréis hacer? ¿Seguir peleando como niños chicos? ¿No os podéis llevaos bien por mí? Os llevaríais genial, sois prácticamente iguales. Pero vuestro orgullo está por la nubes y… - me callé, algo tapó mi esófago. Provocando que me tapase la boca.
-¿Estás bien? – se levantó Louis de insofacto.
-Sí, sí - moví mi cabeza, para centrarme un poco -. Voy a por la pizzas – volví a la cocina.
Parece ser que el pastel se me estaba repitiendo porque lo quería devolver. Fui calentando las pizzas, mientras ellos se iban picando más y más. Decían que eran las típicas animadoras y el capitán de fútbol que se creen los mejores. Los otros, que eran los típicos delincuentes que encontraban su vida por las calles. Otra vez saltaban con que ellos sí que no sabían nada de la vida. Y volvían a decir que ellos tampoco, ya que por las drogas perdían los sentidos. Hasta que empezaron a gritar.
-¡Que os calléis! – grité desde la cocina, echándole un poco más de queso a la última pizza que faltaba.
Se calmaron y por lo que suponía, volvieron a sentarse y a comer como buenos niños. Sí, buenos niños…
La pizza terminó y puse cada una en un plato de dimensiones más grandes, para que cupieran mejor. Cogiendo unos trapos para poder coger dos de las pizzas y no quemarme, empezaron de nuevo con sus tonterías.
-No os merecéis su amistad – habló Charlie.
-¡Me estás hartando! – escuché el arrastre de una silla.
-Solamente os quiere porque os conocéis de toda la vida. Sino, no querría veros – dijo ahora Ali.
Los platos casi se me resbalaban, volví por el corto camino que había emprendido hacia la mesa de la cocina para colocarlos mejor. Cuando escuché otros de sus voceríos.
-Pero, ¿qué haces? – oí gritar a Liam.
-¡Me has manchado! – escuché platos caerse.
-¡Estoy mojada!
-¡No tires!
-Liam, ¡me ha manchado! – gritó Ali.
La escena revolvió mi estómago y cabeza, a parte del corazón. Las salsas de la ensalada por las paredes y la comida esparcida por la mesa. Al verme, pararon. Las chicas se encontraban detrás de Liam que estaba completamente manchado por la comida que recibía. Tenían trozos de lechuga y de soja por el pelo, y de carne por la ropa. Aunque los otros estában completamente mojados de cerveza o de agua. Quizás coca-cola. Gotas bajaban por sus pieles como por mi cara. La cena tan importante, se convirtió en una escena de una típica serie de comedia. Aunque allí, en mi salón, de comedia no era.
Las pizzas cayeron de mis manos por volunad propia, y salí corriendo de mi casa. Tirando el perchero de la entrada por coger mi abrigo, y seguida por sus gritos de espera y pasos.
-¡No! – dije, ya fuera de la casa -. Quedáos ahí u os vais a vuestra casa. Pero dejadme sola, por favor – supliqué llorando -. Prefiero estar sola que mal acompañada – y seguí mi camino hasta la acera. Dispuesta a perderme por la oscuridad de la noche, a parte de coger un constipado.
Conseguí llegar hasta el parque en el que jugaba de pequeña con ellos. En el que Niall me enseñó la primera parte de su primera canción. En el que Harry fue a buscarme. En el que he ensayado un montón con las chicas. En el que veía a Liam entrenar. Por el que corría todas las noches hasta que todo se estropeó, como ahora.
Me senté en el mismo banco de siempre. Escuchando en mi cabeza las voces de niños jugando por ahí, mientras yo seguía empapándome. Subí mis piernas al banco y me abracé para así, poder aguantar el frío de Diciembre.
Un abrigo más gordo de como el que llevaba, me acarició la espalda y cayó en esta. Haciendo que yo me diese la vuelta y viera esos ojos en la oscuridad. Aunque no por mucho tiempo, pues me iría lejos de él.
-____, espera – me levanté, y di varios pasos hacia atrás.
-No Harry, no espero. ¿Sabes los días que llevo desde que empezamos el curso? Ninguno, ninguno ha ido bien. Siempre llorando y llorando, matándome a mí misma por ser tan gilipollas. Odiándome por no ser la correspondida a un amor que nunca llegará. Queriendo desaparecer porque aunque tenga los mejores amigos del mundo que una chica de mi edad pudiera desear, se llevan mal y cada vez que los veo gritarse o golpearse, se me parte el corazón. Harry, yo no quiero seguir con esto. Yo sólo quería hacer una noche impresionante para que todos nos llevemos bien, que seamos amigos. Todos – sollocé -. Pero veo que no todo en esta vida es como uno quiere. No es como todos la desean que fuera. Sino que te da palos y tú los tienes que aguantar. Aunque, ¿sabes qué? La vida te da palos, pero luego recompensas. A todo el mundo, después de una desgracia le viene un momento de felicidad. Pero, ¿sabes lo que viene después de una de mis desgracias? Otra, y otra. Y después otra. Haciendo que quisiera nacer de nuevo, o pensar que qué es lo que hice mal en otra vida. Porque a mí nada, pero nada de nada, me sale bien.
-¿Qué tonterías estás diciendo? _____, vamos a casa que ya estamos muy mojados y nos vamos a resfriar – salió detrás del banco y me cogió del brazo.
-¡Qué no entiendes que no quiero nada más con vosotros! ¡Qué no entiendes! – le grité en la cara.
-Venga _____, no me seas. A ti todo te sale bien. Te peleaste y encontraste a Liam. Después entraste a las animadoras, y por casualidad fuiste la mejor y te ascendieron a capitana. Tenías amigos hasta que empezaste ha echarnos de menos. Casi te violan, pero volvimos a ser los mismos de antes. Lo que te pasó en la fiesta, hizo que todos los que te querían estuviesen contigo incluso al odiarse. ¡Quieres todo ____, todo! Y todo en esta vida no se puede tener.
-Si lo haces bien, sí – sollocé por décimo vigestísima vez ese día -. Intenté hacer bien lo de la cena, pero los gilipollas de vosotros lo arrunáis. ¿Es que no pensáis en mí? Porque lo que pienso yo, es que me da igual lo demás y sólo me importáis vosotros.
-Pero comprende que ellos y nosotros… No somos compatibles ____.
-¡Sí que los sois, joder! – grité apartándome de él -. ¡Sois completamente iguales! Liam y tú, dime en qué os diferenciáis, ¡venga! Me protegéis, me queréis, veláis porque no me pase nada, siempre estáis ahí. Sois cabezones, pero en realidad comprensivos. Zayn y Charlie, sí, de sexos opuestos pero son igual de callados que de carácter que llevan dentro. Ángela y Amanda, vamos. Dime que no son las dos igual de crías que se matan sólo por hablarse, pero luego el corazón lo tienen de cristal, y que en cuanto se lo tocas, se rompe. Y Louis y Ali, los dos iguales de cielos. Graciosos pero mandones como ellos solos. Es que ni siquiera lo habéis intentado.
Harry se quedó mirándome, de arriba abajo. Observando como las gotas de mi cara se mezclaban con la lluvia ácida de la cuidad de Londres. Como de los pies a la cabeza estaba empapada y fría, como él.
-Vamos a casa y lo hablamos todos allí, no se han ido.
-¿Y? No quiero ir, ¡no quiero verte, Harry! – me di la vuelta, dispuesta a ir a otro lugar desconocido para él tanto como para mí.
-¡No digas eso! ¿Sabes lo mal que me siento cuando me gritas y me dices esas cosas? – gritó él -. ____, te quiero – paré mi paso -. Y no de la forma en la que tú piensas. No como amiga – me di lentamente la vuelta, buscando su verde mirada que ahora observaba a la tierra del parque, que hacía que sus zapatos y los míos estuviesen comidos de mierda.
-¿Q-qué? – tartamudeé, entre la voz ronca y gangosa a la vez. Él se quedó parado, y pensando desde la mente más fría de mi cabeza, le grité -. ¡Harry Styles! ¡No me digas que has dicho eso para que te hiciera caso! – le grité como una loca.
Levantó su mirada y se me quedó mirando. Observándome como si el tiempo se hubiera parado y no hubiese otra cosa que hacer. Mientras el corazón se me iba encogiendo más y más, pensando en que si lo que acababa de decir era cierto, me moriría allí mismo.
-Eh… Tú- Tú también me amas, reconócelo. Desde siempre me has querido. Siempre lo escondes y…
-Pu-pues tú a mí también – le interrumpí, para no escuchar más tonterías que hacía que me mojase más y más -, me quieres no como a una amiga, pero te lo callas por si te rechazo y nuestra mistad se acaba – dije en voz alta lo que deseaba dentro de mi cabeza, cagándola por completo.
-¿Cómo lo sabes?
-¿El qué se? – me extrañé. Y el corazón partió a latir lo más fuerte que pudo.
-Te lo han dicho, ¿a que sí?
-A mí nadie me ha dicho nada. Harry, dime que lo que acabas de decir es mentira – me acerqué, hasta estar a pocos centímetros de su apetecible boca. Admirando sus labios, a los que besé por primera vez en mi vida.
Miró hacia ambos lados, buscando la respuesta en su cabeza o no queriéndola decir.
-Es verdad, ¡claro que es verdad! – respiró tranquilo después de decirlo -. No dudes en ningún momento en el que yo no te haya querido como a algo más, porque eso ha sido siem… - lo interrumpí, pues mis labios se pegaron a los suyos suavemente. Y como lo que les pasó a Phoebe y a Harold, tuvimos un precioso beso bajo la lluvia.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan. [Harry Styles y tú] [Terminada]
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